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MEMORIA TALLERES IGUALDAD

Bárbara García Gogénola

Las actividades realizadas para cada curso se basaron en las proporcionadas por María de
PRHogar, ya que me parecieron muy interesantes, fueron las siguientes:

 1º PRIMARIA: actividad “¿qué juguetes nos gustan más?” Entregaba la ficha de los
juguetes y realizábamos un debate mientras elegían el juguete con el que más les
gustaba jugar y lo coloreaban. Con el debate incidía en promover la adquisición de
otros modelos de representación de hombres y mujeres a través del juego, en la
posibilidad de disfrutar de todos los juguetes, valores igualitarios y cooperativos en el
alumnado, reflexionar acerca de la idea de que los juguetes no tienen sexo y romper
con los estereotipos y roles tradicionales de género.
Para finalizar hacíamos un mural con los juguetes elegidos por niños y niñas y
comprobábamos que no había diferencia de género con respecto a la elección. Para
finalizar leíamos el cuento “Un país extraño” lo comentábamos y debatíamos.

 2º PRIMARIA: actividad “dibujamos profesiones”, cada alumno dibujaba la profesión a la


que quería dedicarse de adulto y debatíamos mientras dibujábamos, después cada
alumno presentaba su dibujo a la clase y yo les iba preguntando si creían que esa
profesión era para chicos o chicas. El debate lo dirigí hacia la promoción de expectativas
profesionales en condiciones de igualdad, de estimular las diferentes opciones
profesionales, poniendo especial atención a la promoción de las niñas en tareas
tradicionalmente masculinizadas y potenciar en el alumnado las posibilidades de las
diferentes profesiones huyendo de los estereotipos típicos femeninos y masculinos.
Cuando había dos alumnos (niño y niña) que querían ser policía les explicaba que
ambos podían serlo. Además les enseñaba un “truco” para saber si una profesión era
para chicos o chicas, debían reconocer las actividades que realizaba la persona que
debía desempeñar esa profesión. Si los chicos y las chicas podían llevar a cabo esas
actividades, entonces esa profesión era para ambos sexos. A continuación les
preguntaba ¿quién me sabe decir una profesión que sea solo, solo, solo de chicos?
Todos contestaban a la vez que eso no existía…
Finalizábamos leyendo el cuento “Carlota y Enzo”, lo comentábamos y debatíamos.

 3º PRIMARIA: actividad “experimentos”; huevo saltarín, la pimienta que huye, cómo


inflar un globo sin la boca y electricidad estática. Me ponía una bata de científico y
realizaba los experimentos, haciéndoles entender que los científicos son chicos y chicas.
A continuación de cada experimento les ponía un vídeo explicativo de cómo se producía
el fenómeno y comentábamos si alguien quería ser científico. El debate con la clase
giraba en torno a potenciar el conocimiento de las ciencias, que descubran las
posibilidades de las ciencias y las profesiones que posibilitan y romper con el sesgo de
género y las diferencias por sexo en relación a la elección de profesiones,

 4º PRIMARIA: actividades “regalo sorpresa” y “los piropos”. Todo ello con debate y
conciencia de promover los buenos tratos como único modelo afectivo sexual válido en
las relaciones de pareja y desde la infancia, fomentar la corresponsabilidad afectiva y la
implicación de cada miembro de la familia en los cuidados a la familia, las personas
mayores y la infancia, potenciar la autoestima y enfatizar la comunicación interpersonal
y habilidades sociales como únicos elementos de resolución de conflictos.
Considero que todas las actividades están adaptadas a la edad de los diferentes cursos y
encajan a la perfección, con ellas he llegado en cada curso y a cada alumno a conseguir los
objetivos planteados en el programa. La acogida de los talleres no fue heterogénea en todas las
aulas, siempre había alguna profesora que intentaba que el taller durara menos (llegando tarde
del recreo…) o colaboraba menos que el resto, pero eso fueron los menos. La mayoría de los
profesores estaban encantados de hacer el taller.
Los alumnos muy receptivos y encantados de hacer el taller en todos los casos, no hubo ningún
aula en la que me marchara creyendo que no había calado el mensaje. De hecho en muchas
clases ya de mano no había mucho que concienciar porque ellos mismos ya sabían que las
profesiones, los juguetes, la ciencia o los buenos tratos no son cosa de género.
Como propuestas de mejora no tengo nada que añadir, me parece que el sistema que me han
transmitido en la empresa funciona en las aulas. Eso es producto del “saber hacer”, por lo tanto
nada que añadir.
A nivel personal considero que hay muy buena acogida por parte de los más pequeños de este
tipo de actividades y que salvando excepciones por lo general el alumnado es muy consciente
de todos los puntos del programa.

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