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El tr atamiento eficaz de la mayor ía de los tr astor nos gastr ointestinales depende del conocimiento
gener al de la fisiología digestiva. El objetivo de este capítulo consiste en exponer algunos tipos r
epr esentativos de alter aciones digestivas con bases o secuelas fisiológicas especiales.
Diarrea
La diar r ea se debe al r ápido movimiento de la mater ia fecal a tr avés del intestino gr ueso. Existen
var ias causas de diar r ea de consecuencias fisiológicas impor tantes.
Ent erit is: inflamación del t ubo digest ivo
Enter itis significa infección del intestino y suele ser debida a un vir us o a una bacter ia de la vía
intestinal. En la diarrea infecciosa habitual, la infección afecta más al intestino gr ueso y a la por ción
distal del íleon. La mucosa de la r egión infectada se ir r ita y su r itmo de secr eción aumenta mucho.
Además, la motilidad de la par ed intestinal suele incr ementar se de for ma acusada. El r esultado es que
se pr oducen gr andes cantidades de líquido par a ar r astr ar a los gér menes hacia el ano y, al mismo
tiempo, potentes movimientos de pr opulsión que las hacen avanzar. Se tr ata de un mecanismo de
gr an valor par a liber ar al intestino de una infección debilitante.
De especial inter és es la diar r ea pr oducida por el cólera (y, con menos fr ecuencia, por otr as bacter
ias, como algunos bacilos patógenos del colon). Como se explicó en el capítulo 66, la toxina del cóler
a estimula dir ectamente una secr eción excesiva de electr ólitos y de líquido por las cr iptas de Lieber
kühn del íleon distal y del colon. La cantidad secr etada puede alcanzar 10 a 12 l diar ios, mientr as que
el colon solo r eabsor be un máximo de 6 a 8 l al día. Por tanto, la pér dida de líquidos y electr ólitos r
esulta tan debilitante que conduce a la muer te en pocos días.
La base fisiológica más impor tante del tr atamiento del cóler a es el apor te de líquidos y electr
ólitos con la misma r apidez con que se pier den, casi siempr e mediante la administr ación intr
avenosa de soluciones. Con un tr atamiento adecuado de este tipo y el uso de antibióticos, casi
todas las per sonas con cóler a se salvan, per o sin tr atamiento muer e casi el 50% de los pacientes.
Diarrea psicógena
Casi todo el mundo conoce la diar r ea que acompaña a los per íodos de tensión ner viosa, por ejemplo
dur ante las épocas de exámenes o, en el soldado, antes de la batalla. Este tipo de diar r ea emocional,
llamada psicógena, se debe a la estimulación excesiva del sistema ner vioso par asimpático, que excita
en gr an medida tanto la motilidad como la secr eción de moco en el colon distal. La combinación de
ambos efectos pr ovoca una diar r ea impor tante.
Colit is ulcerosa
La colitis ulcer osa es una enfer medad en la que se inflaman y ulcer an extensas ár eas de las par edes
del intestino gr ueso. La motilidad del colon ulcer ado suele ser tanta, que los movimientos en masa
son casi continuos, en lugar de ocur r ir dur ante los 10 a 30 min al día habituales. Además, las secr
eciones del colon aumentan de maner a llamativa. La consecuencia es que el paciente tiene
deposiciones diar r eicas r epetidas.
La causa de la colitis ulcer osa se desconoce. Algunos médicos cr een que se debe a un efecto
alér gico o inmunitar io destr uctivo, per o también podr ía ser consecuencia de una infección bacter iana
cr ónica aún desconocida. Sea cual sea la causa, la pr opensión a esta enfer medad muestr a una
tendencia her editar ia mar cada. Cuando el cuadr o se encuentr a muy avanzado, las úlcer as se per petúan
por la sobr einfección bacter iana y r ar a vez cur an, a menos que se pr actique una ileostomía par a que
el contenido intestinal dr ene hacia el exter ior en lugar de fluir por el colon. Incluso así, a veces las
úlcer as no cicatr izan y no queda otr o r emedio que extir par todo el colon.
Las consecuencias anor males de la obstr ucción dependen del segmento afectado. Si se tr ata del
pílor o, a menudo por constr icciones fibr osas secundar ias a la cicatr ización de una úlcer a péptica,
apar ecer án vómitos per sistentes de contenido gástr ico. Este vómito pr ovoca una r educción de la
nutr ición cor por al; se obser var á además una pér dida excesiva de iones hidr ógeno del estómago, con
la consiguiente alcalosis metabólica orgánica de diver so gr ado.
Si la obstr ucción ocur r e más allá del estómago, el r eflujo antiper istáltico del intestino delgado
har á que los jugos intestinales vuelvan al estómago y sean vomitados junto con las secr eciones
gástr icas. En estos casos, el paciente pier de gr andes cantidades de agua y electr ólitos, por lo que
sufr e una deshidr atación intensa, per o la pér dida de ácidos del estómago y bases del intestino
delgado puede ser equivalente, por lo que apenas se alter a el equilibr io acidobásico.
Si la obstr ucción afecta a una zona cer cana al extr emo distal del intestino gr ueso, las heces se
acumular án en el colon dur ante 1 semana o más. El paciente exper imentar á una gr an sensación de
estr eñimiento, per o en las pr imer as fases de la obstr ucción no tendr á todavía vómitos intensos.
Cuando el intestino gr ueso se llena por completo y r esulta imposible que siga pasando quimo desde
el intestino delgado, los vómitos se acentúan. La obstr ucción pr olongada del intestino gr ueso puede
acabar con una per for ación del mismo o con deshidr atación y shock cir culator io secundar ios a los
pr ofusos vómitos.
Gases en el t ubo digest ivo: «flat ulencia»
Los gases, denominados flato, pueden entr ar en el tubo digestivo desde tr es fuentes: 1) air e
deglutido; 2) gases for mados como consecuencia de la acción bacter iana, y 3) gases que difunden
desde la sangr e al tubo digestivo. En el estómago, casi todo el gas contenido consiste en una mezcla
de nitr ógeno y oxígeno pr ocedentes del air e deglutido y, por lo gener al, se expulsan en for ma de er
uctos. En el intestino delgado, la cantidad nor mal de gases pr esentes es pequeña y en su mayor par te
pr ocede del air e que pasa desde el estómago.
En el intestino gr ueso, la acción bacter iana gener a una par te mayor de los gases, sobr e todo el
anhídrido carbónico, el metano y el hidrógeno. Cuando el metano y el hidr ógeno se combinan de
maner a adecuada con el oxígeno, se for ma en algunas ocasiones una mezcla r ealmente explosiva; el
uso de la cauter ización eléctr ica (electr ocauter io) dur ante la sigmoidoscopia ha pr ovocado alguna
pequeña explosión.
Se sabe que algunos alimentos pr ovocan expulsión de gases a tr avés del ano con más facilidad que
otr os, como sucede con las alubias, la col, la cebolla, la coliflor, el maíz y cier tos ir r itantes como el
vinagr e. Algunos de ellos son un medio adecuado par a el cr ecimiento de bacter ias for mador as de
gas, sobr e todo los hidr atos de car bono fer mentables no absor bidos. Por ejemplo, las alubias
contienen un azúcar no diger ible que pasa al colon y se convier te en un alimento excelente par a las
bacter ias cólicas. En otr os casos, el exceso de gases se debe a una ir r itación del intestino gr ueso que
estimula una expulsión per istáltica r ápida de los gases a tr avés del ano antes de su absor ción.
La cantidad de gases que penetr an o se for man en el intestino gr ueso es de 7 a 10 l diar ios,
mientr as que la cantidad media expulsada por el ano suele ser solo 0,6 l. El r esto se absor be a la
sangr e a tr avés de la mucosa intestinal y se expulsa por los pulmones.