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INGENIERIA EN EL VIRREYNATO

Con la entrada de los españoles en la ciudad del Cuzco en 1534, concluyó la conquista
militar del Perú, llevada a cabo por Francisco Pizarro y dio comienzo el desarrollo del
asentamiento colonial en el área dominada hasta ese momento por el Imperio inca o
Tahuantinsuyo. Así, durante el reinado del rey de España, Carlos I, por real cédula
firmada en Barcelona el 20 de noviembre de 1542, se creaba el virreinato del Perú,
eliminando las gobernaciones sedamericanas incluida la Gobernación de Nueva
Castilla, otorgada a Pizarro.
Establecimiento del virreinato
El 20 de noviembre de 1542, el monarca español Carlos I de España firmó en Barcelona
por Real Cédula las llamadas Leyes Nuevas, un conjunto legislativo para las nuevas
colonias americanas entre las cuales dispuso la creación del Virreinato del Perú en
reemplazo las antiguas gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva León al tiempo que la
sede de la Real Audiencia de Panamá fue trasladada a la Ciudad de los Reyes (Lima).
yten ordenamos y mandamos que en las provincias o rreynos del peru rresida vn
visorrey y vna audiencia rreal de quatro oydores letrados y el dicho visorrey presida en
la dicha abdiencia la qual rresidira en la cibdad de los rreyes por ser en la parte mas
convenible porque de aqui adelante no ha de aver abdiencia en panama.
Leyes Nuevas
El flamante virreinato comprendió de un espacio extenso comprendido entre Panamá
y Chile, de norte a sur, a excepción de la actual Venezuela y, hacia el este, hasta la
Argentina, con la excepción del Brasil, que pertenecía al dominio portugués.
Fue su primer virrey Blasco Núñez Vela, nombrado por real cédula del 1 de marzo de
1543. Sin embargo no pudo ejercer la autoridad real debido a los enfrentamientos
entre los partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro, por el dominio del Perú,
pereciendo asesinado por Gonzalo Pizarro. El asesinato de la primera autoridad del rey
produjo mucha consternación en España, entonces la corona dispuso castigar
severamente a quien había atentado contra el virrey, el representante del rey en
territorios conquistados. Para ello, Carlos I envió a Pedro de la Gasca, con el título de
Pacificador para solucionar esta situación. Ya en el Perú, La Gasca, seguro de haber
infundido la semilla de la traición entre los partidarios de Gonzalo Pizarro, se enfrentó
al conquistador, cerca del Cuzco, en 1548, Gonzalo Pizarro vio a sus capitanes pasarse
al bando de la Gasca y la derrota para él resultó aplastante. Conducido a la ciudad del
Cuzco fue ejecutado por delito de alta traición al rey. Unos años después, en 1551, fue
nombrado virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, luego de haber ejercido el cargo en
el virreinato de Nueva España. Tras casi 40 años de desorden administrativo, el
virreinato peruano encontró a un eficiente conductor en Francisco de Toledo quien,
entre 1569 y 1581, logró establecer el marco político-administrativo que regiría por
muchos años en el Perú colonial.
La minería

Imagen del Potosí durante el Virreinato del Perú


Fue la actividad preferente en el virreinato, por lo menos durante el siglo XVI y gran
parte del XVII, para empezar a decaer en el siglo XVIII. Dentro de la actividad minera en
la colonia se distinguen dos momentos: El primero que va hasta el establecimiento de
la organización virreinal, caracterizado por un sistema de extracción intensiva del
metal con base en una febril actividad de la superficie, desmantelamiento,
apropiación, y reparto de las riquezas del antiguo Perú. El segundo presentado por el
ordenamiento económico que empieza con las Ordenanzas de 1542.
Las mejores minas, por su calidad y rendimiento fueron de propiedad del Estado
Español. Las minas más pequeñas, en cambio, fueron explotadas por particulares con
la obligación de pagar como impuesto el Quinto Real, o sea, la quinta parte de la
riqueza obtenida. Los principales yacimientos mineros fueron: Castrovirreyna,
Huancavelica, Cerro de Pasco, Cajabamba, Contumanza, Carabaya, Cayllama,
Hualgayoc, todas estas ubicadas en el actual Perú. Pero el descubrimiento más grande
a nivel minero fue sin duda el yacimiento de Potosí, cuya producción se sustentó en la
terrible mita minera. Se calcula que Potosí proporciono las dos terceras partes de la
plata que hubo en el Perú, hasta que en 1776 pasara a formar parte del Virreinato del
Rio de la Plata.
Los centros mineros fueron ciudades que rápidamente se convirtieron en emporios
comerciales que engranaron todo un circuito comercial en el que se encontraban la
ciudad de México (para Zacatecas y Guanajuato) y Lima (para Potosí, Cerro de Pasco y
Huancavelica). Para la extracción de la plata las técnicas andinas incluían el método de
la huaira, que consistía en el empleo de un horno al cual se le sometía el plomo,
extrayéndose finalmente la plata. Pero esta plata era de una impureza notoria.
En México se llegó a descubrir una técnica que se aplicó en las minas de Potosí;
consistió en mezclar la plata con el mercurio (llamado azogue). Luego, la plata se
separaba, manteniéndose en un estado de pureza. La producción minera tuvo su auge
entre 1572 a 1580 que fluctuó de 216.000 a 1.400.000 pesos anuales; pero disminuyó
su ritmo extractivo al promediar el siglo XVII y ya en el siglo XVIII, su decadencia fue
notoria debido, en gran parte, al sistema y forma empírica como se trabajaba en los
centros mineros, también a la carencia de caminos para agilizar el transporte y la
despoblación indígena.
Entre 1790 y 1795, según las memorias del virrey Francisco Gil de Taboada, se hallaban
en explotación en su territorio (actual Perú), 728 minas de plata, 69 de oro, 4 de
mercurio, 12 de plomo y 4 de cobre. Pese a que la minería era en la época una actividad
desorganizada y riesgosa, su auge fue tal que no menos del 40% de los yacimientos
que actualmente están en operación en el Perú, ya habían sido descubiertas y
trabajados en tiempos del virreinato.

El ciclo de la plata
Entre 1580 y 1650, el sistema económico mercantilista se implanta definitivamente en
el Perú con el surgimiento de la gran minería gracias a la explotación de las vetas
argentíferas de Potosí mediante amalgamación con el azogue de Huancavelica.
La agricultura
La agricultura no tuvo un desarrollo importante en el virreinato. En el virreinato
peruano, al igual que en otros lugares colonizados por los españoles, la tenencia de la
tierra se trastocó, así como el usufructo que se hacía de ella. Con la llegada de los
españoles llegaron también productos como el trigo, olivo, vid, cítricos, animales de
granja y aves de corral. Desde un inicio los indígenas fueron empleados en las faenas
agrícolas y fue a través de esta práctica que pudieron pagar sus tributos. Nuevas
técnicas como el barbecho, la rosa y quema así como diferentes instrumentos les
fueron dados a los nativos para que explotaran al máximo la agricultura.
Un aspecto a tener en cuenta es que las tierras destinadas a la agricultura se
encontraban relativamente cercanas a las ciudades debido a que muchos de los
alimentos no aguantaban más de 5 días de camino sin malograrse. Alrededor de Lima y
Potosí, por ejemplo, hubo grandes hectáreas destinadas solamente a la producción
local. Dentro de esta producción no se descuidaron los productos locales como el
olluco y la coca. Hacia 1600 la producción local fue lo suficientemente estable como
para sustituir las importaciones que se hacían desde España causando gran molestia a
los comerciantes españoles. Es desde entonces que el comercio anticolonial empezó a
tener auge, principalmente entre las regiones del Perú, Chile y Centroamérica.

CONSTRUCCIONES

Los claustros fueron uno de los tipos de edificios


más difundidos en el virreinato, en la foto el
Claustro redondo de Santo Tomás en Lima
La arquitectura virreinal alcanzó su máxima
expresión en la edificación de iglesias, claustros,
casas y mansiones señoriales, y en menor medida
fortalezas y cuarteles. Su desarrollo fue incentivado
fundamentalmente por la actividad religiosa, la cual
construyó catedrales, claustros y conventos urbanos y rurales, dispersos por toda su
geografía. La mayoría de las iglesias de fines del siglo XVI poseían planta gótico-
isabelina con nave alargada y separada por presbiterio o capilla mayor por un gran
arco denominado toral. Sin embargo, son pocos los ejemplos de arquitectura del siglo
XVI. Algunas casas-patio de Lima y Cuzco, y ciertas iglesias en provincia son la única
muestra de las construcciones de aquella época. Del siglo XVI destacan la casa de
Jerónimo de Aliaga en Lima, La Merced en Ayacucho, la Iglesia de San Jerónimo en
Cuzco y la Asunción en Juli, Puno.
Artículo principal: Barroco Andino
El siglo XVII estuvo marcado por la llegada del barroco. Este estilo arribó al Perú en un
momento de gran madurez artística de los alarifes afincados en el Perú. La
reinterpretación del estilo y su adaptación al medio local hicieron de la arquitectura
virreinal peruana una expresión nueva y original del barroco americano. Mientras el
barroco se afianzaba, en el Perú hubo un cambio en la construcción y diseño de las
naves. Las iglesias dejarían las plantas isabelinas y se adaptaron a la cruz latina con
bóveda de cañón y cúpulas en el crucero. Son ejemplo del barroco San Francisco el
viejo, Iglesia de las Trinitarias, Iglesia de La Merced, la Portada del Perdón de la
Catedral de Lima, Santo Domingo, San Francisco, Santa Catalina en Cuzco, etc. A este
estilo también pertenece el Palacio de Torre Tagle. Otro estilo que tuvo mucha
aceptación en el Perú virreinal fue el churrigueresco, ejemplos de esto lo constituyen
los templos de San Agustín y San Marcelo en Lima así como los retablos en pan de oro
de muchas de las iglesias virreinales del Perú.
Patio del Palacio de Torre Tagle, una casona
virreinal en la ciudad de Lima.
En la segunda mitad del siglo XVIII aparece el
rococó por influencia francesa, en el virreinato;
dejando ejemplos de su estilo, la iglesia de las
nazarenas y la Quinta Presa en Lima; la Casa del
Almirante en Cuzco, etc. Al final del siglo XVIII
surge el estilo arquitectónico neoclásico que tuvo
su inspiración en los moldes de la Grecia antigua y
la roma imperial. Corresponde a este estilo los
retablos de la Catedral de Lima, la fachada de la
iglesia de San Pedro, el altar mayor de la Iglesia de
San Francisco, etc.
En las ciudades, la vivienda tuvo una fuerte
influencia peninsular, especialmente andaluza.
Fueron casas de uno o dos pisos, con un zaguán en el ingreso. Usualmente, este
zaguán permanecía abierto todo el día pues a él llegaban los vendedores ambulantes o
las visitas. Un patio dominaba el ingreso rodeado de los dormitorios y habitaciones
principales. En el primer piso se encontraba la sala que usualmente conectaba a un
segundo patio y finalmente a la cocina. Muchas casas en Lima tuvieron huertas en las
que cultivaban productos de pan llevar. Las casas de dos pisos tuvieron usualmente un
balcón cerrado por donde se podía observar la calle. En el siglo XVI y XVII estos
balcones poseían celosías, a fines del XVIII y principios del XIX se construyeron bajo los
cánones del neoclasicismo y del estilo imperio, imponiéndose el uso de ventanas de
guillotina, como se puede apreciar en la Casa de Osambela en Lima. Los balcones de
Lima le confirieron a esa ciudad una personalidad propia, ya que en ninguna ciudad
americana existieron tantos balcones como en la capital del Virreinato del Perú.
INGENIERIA EN LA REPUBLICA Y EL SIGLO XXI
Después de los incas al parecer hasta el siglo XIX no hubo un notable desarrollo de la
ingeniería, esto debido que en esos siglos en el Perú existía una anarquía comandada por la
avaricia, el egoísmo y la ociosidad. Pero con el gobierno de Manuel Pardo en el mes de enero
de 1875 el Congreso autorizó al Ejecutivo para crear una Escuela de Minas, destinando 50.000
soles para los gastos de su instalación ya que iría Habich a Europa para conseguir maestros y
material de enseñanza. La UNI ha sido y será la universidad que lleve adelante el desarrollo de
la ingeniería civil y tecnológica del país
La historia republicana del Perú es la historia peruana bajo gobierno republicano.
Artículo principal: Independencia del Perú
Artículo principal: Historia del Perú entre 1821 y 1842
El 28 de julio de 1821, la Expedición Libertadora en el Perú, proviniente de una base
del general argentino José de San Martín en Valparaíso, Chile; declaró la
independencia e instauró un nuevo estado.1 Sin embargo, recién en 1824 el general
venezolano Simón Bolívar logró expulsar definitivamente las tropas realistas afincadas
en la sierra sur tras las batallas de Junín y Ayacucho, el 6 de agosto y 9 de diciembre de
1824 respectivamente.
Los primeros años de independencia se desarrollaron entre luchas caudillescas
organizadas por los militares para alcanzar la Presidencia de la naciente República. En
este contexto, entre 1836 y 1839, se conformó la Confederación Perú-Boliviana,
disuelta luego de la derrota de Yungay contra el Ejército Unido Restaurador.
Batalla de Arica, Óleo de Juan Lepiani.
En 1879, Chile declaró la guerra al Perú, que intervino en un problema de impuestos
entre Bolivia y Chile a razón de un Tratado de Alianza Defensiva Perú-Bolivia en 1873.
Esta declaratoria de guerra, devino en lo que se conoce como Guerra del Pacífico y que
se desarrolló entre 1879 y 1883.

Augusto B. Leguía en una portada de la revista Time (8


de septiembre de 1930). En su gobierno se dio el
mayor dominio económico de los Estados Unidos en el
Perú.
Tras la guerra, se inició un período de "Reconstrucción
Nacional" que, aunque de relativa calma, no conoció
la reactivación económica ni la paz política hasta 1895
con la presidencia de Nicolás de Piérola, gobierno
durante el cual se materializó una política pluto-
aristocrática con unas clases alta y media que vivían
acomodadamente al auspicio de los grandes capitales
estadounidenses y un pueblo llano con diversas
carencias, frente a las cuales reclamaron,
principalmente ante las malas condiciones laborales.
Gradualmente, durante los años 60 la crisis política se hizo patente, lo que provocó la
revolución de las fuerzas armadas, en 1968, al comando del general Juan Velasco
Alvarado con un mensaje antimperialista, especialmente anti-estadounidense, y
antioligarca.
Artículo principal: Historia del Perú desde 1980
Durante la década de 1980, el Perú enfrentó en una fuerte crisis económica y social,
debido al descontrol del gasto fiscal, una considerable deuda externa y la creciente
inflación junto con el conflicto armado interno, acentuada por la aparición de los
grupos terroristas de inspiración comunista que pretendían instaurar un nuevo Estado
mediante la lucha armada, como Sendero Luminoso primero y el MRTA después.
La crisis entró en su fase más crítica a finales de la década, durante el primer gobierno
de Alan García Pérez, con el cual la inflación llegó a crecer. exorbitantemente.
En medio de una creciente impopularidad termina el primer gobierno de Alan García,
siendo elegido en las elecciones de 1990 Alberto Fujimori, el cual hasta entonces no
era siquiera conocido como político.
El ex-presidente Alberto Fujimori durante el proceso judicial (2008).
Fujimori logró acabar con el terrorismo y la inflación a costa de la muerte de cientos de
civiles a manos de tanto los terroristas (disfrazados de civiles o de militares para
confundir a la poblacion) como por el ejercito; el cual asesinaba a todo posible
terrorista debido a que cuando se capturaba a uno, la ONU interfería alegando los
derechos humanos, causando la liberación o reducción de condena de estos a pesar de
haber pruebas y en algunos casos, hasta la misma declaración de ser terrorista por
parte de estos; causando el retrazo de la justicia, la cual el ejercito estaba dispuesto a
cumplir mediante sus actos.
Fujimori fue reelegido en unas controversiales elecciones del 2000. Ese mismo año
renunció a la Presidencia estando en Japón durante una gira oficial tras el escándalo de
los vladivideos, que demostraron la red de corrupción encabezada por Montesinos, el
entonces jefe del SIN. Actualmente, tanto Fujimori como Montesinos estan en cárcel
por los delitos cometidos en la guerra contra el terrorismo.
Despues del escandalo de Fujimori y Montesinos, el Congreso eligió como Presidente
interino al entonces congresista Valentín Paniagua, quien llevó a cabo las elecciones
del 2001. Resultó vencedor Alejandro Toledo Manrique, quien inició una campaña
internacional para extraditar a Fujimori.
Toledo, tras atravesar bajísimas tasas de popularidad debido a las denuncias por
nepotismo, fue sucedido por el ex-presidente Alan García Pérez en 2006. Actualmente
el presidente del Perú es el Comandante en retiro Ollanta Humala.
INGENIERIA DEL FUTURO
La medicina del futuro
Será una medicina de prevención. Esbozar un panorama sobre la medicina en el futuro
no es una tarea fácil, pues se corre el riesgo de confundir aquello que se nutre de la
ciencia con lo que abreva de la ciencia ficción. Sin embargo, existe una forma de
minimizar este riesgo: echar mano de ciertos campos de la investigación médica que —
a pesar de estar hoy en pañales— ya muestran resultados promisorios.
Por múltiples caminos, el sorprendente avance que la biología molecular y la genética
han protagonizado en la última década —y cuyo resultado más visible es la
decodificación del genoma humano— permite augurar el fortalecimiento de nuevas
herramientas terapéuticas y diagnósticas que se nutren de ellos. Paralelamente, el
refinamiento tecnológico experimentado por la medicina nos hace pensar que la
robótica habrá de jugar un papel importante en áreas como la cirugía.
Terapias capaces de corregir los defectos genéticos que causan enfermedades, tejidos
y órganos para trasplante creados in vitro que alivien la escasez de donantes,
medicamentos diseñados a medida para cada paciente en particular, robots que
realicen cirugías actualmente impensables, son algunos de los protagonistas del futuro
cercano de la medicina
LUCHA CONTRA LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
Estrategias de lucha
La contaminación atmosférica suele ser el resultado de la aplicación de una tecnología
defectuosa o mal empleada, así como de la ausencia de criterios ambientales al
realizar las planificaciones económicas nacionales. Basándonos en estas hipótesis de
partida, se plantean a continuación los pasos a seguir para reducir la contaminación
atmosférica.
El primer paso es fijar el objetivo principal que se quiere alcanzar, de forma que se
optimicen los beneficios globales netos de la reducción de la contaminación, ya que
existen muchos tipos de receptores. Para poder fijar el objetivo principal es necesario:
a. disponer de un inventario completo de las fuentes de contaminación;
b. conocer las tecnologías de descontaminación aplicables, así como las relaciones coste-
eficacia de su aplicación;
c. disponer de modelos atmosféricos que permitan conocer las relaciones entre las
emisiones en los distintos focos y la calidad del aire de los receptores; y
d. conocer los efectos que sobre la salud, los ecosistemas y los bienes materiales
producen las distintas concentraciones de contaminantes, cuantificándolos de alguna
forma.
Con la información disponible y a través de las técnicas que relacionan los costos y
beneficios se analizan las distintas opciones, eligiendo la más interesante como
objetivo social. Una vez fijado el objetivo y planteadas las prioridades de actuación, es
necesario formular la estrategia a seguir para su consecución.
Se han planteado dos enfoques distintos a la hora de formular estrategias para
combatir la contaminación atmosférica:
1. La gestión de los recursos atmosféricos, que se basa en la fijación de unas normas de
calidad del aire que no deben sobrepasarse. Este tipo de estrategia tiene su origen en
Alemania, Estados Unidos y otros países.
2. La aplicación de los mejores medios practicables, basada en el control de las emisiones
mediante el empleo de la mejor tecnología disponible, económicamente aplicable para
la reducción de la contaminación. Este tipo de estrategia se ha seguido principalmente
en el Reino Unido.
Hoy día se sabe que la mejor estrategia para combatir la contaminación atmosférica ha
de basarse en una combinación de estos dos enfoques, ya que la aplicación de los
mejores medios practicables no garantiza una calidad del aire admisible, que
dependerá de la densidad de las fuentes de emisión, de las condiciones
meteorológicas y de la topografía, y, por otra parte, la exigencia únicamente de
normas de calidad del aire puede ser discriminadora para las distintas actividades que
se van instalando en una zona. La estrategia óptima que combina las dos anteriores se
ha de basar en el control de las emisiones de las fuentes fijas, exigiendo los mejores
medios practicables y en la adopción de criterios de gestión de recursos atmosféricos
para controlar la contaminación en los núcleos urbanos y áreas industriales.
Por otra parte, la estrategia debe fijar unas metas a conseguir en unos plazos (corto,
medio y largo), especificar de forma clara y concisa el conjunto de acciones necesarias
para conseguir esas metas en los plazos deseados, formular un plan de ejecución e
introducir un sistema de control y vigilancia.

LA BÚSQUEDA DE NUEVAS FUENTES ENERGÉTICAS

La reducción habida en
las reservas,
especialmente en las
variedades livianas de
petróleo que tienen
como principales
proveedores a los países
de Medio Oriente ( en el
ámbito de Arabia Saudita
y sus vecinos mas
cercanos) e Irán viene
preocupando cada vez
más a quienes requieren
elevados embarques para
sostener el ritmo de la actividad productiva.
El problema no estriba sólo en la verificación de que ya estamos frente a una curva de
sentido decreciente sino que ante la eventual escasez se opere un desproporcionado
incremento en su costo. Ello supone que por este factor -y dado su inclusión en los
procesos de todos los demás sectores como insumo imprescindible, esa tendencia se
extenderá a todo el mercado. Hay cierta coincidencia en que, si no se ha llegado,
estamos muy próximos de la extracción de la mitad del contenido en las áreas en
producción; es decir, lo detectado y disponible. Desde esa situación en adelante,
aunque a un ritmo variable según sus características, admiten que la declinación será
inevitable y generalizada. Este diagnóstico se hace a escala mundial, aunque no existe
un criterio unánime de cuánto tiempo más se podrá contar con dicho combustible que
va en camino de su extinción. Los diversos cálculos formulados difieren bastante pero,
en las fuentes, se los ubica entre cuarenta y cien años.
Durante los últimos períodos, los hallazgos de nuevos yacimientos de gran magnitud se
circunscriben a los que están localizados en la cuenca del río Orinoco -en Venezuela- y
en la plataforma submarina brasileña. Al margen del lapso que requieran para que
comience la extracción en ambos casos, ésta -en el mejor de los casos- llevaría no más
de una década las disponibilidades. En términos temporales constituye un muy
pequeño desahogo pero no involucra una solución definitiva. Fuera de esas dos
situaciones muy especiales, a partir de 1985 lo que se descubrió no alcanzó para
atender ni siquiera lo consumido desde entonces.
Debe tenerse en cuenta que el petróleo cubre un tercio de la demanda energética
mundial; seguido por el carbón (más contaminante y que debería ser erradicado
cuanto antes) con 27%. Después se encuentra el gas, que aporta un 21% adicional y
una serie de fuentes muy minoritarias, siendo de todas ellas la atómica la más
importante pero también muy cuestionada, con 5,8%. Francia y Japón son los que la
utilizan con mayor intensidad.
La fuerte influencia del factor costos. La tendencia alcista en la cotización del barril de
petróleo se ha convertido en un acicate a la búsqueda de otras alternativas. Si bien es
cierto que gravitan presiones especulativas y de concentración oligopólica, en la etapa
de distribución y comercialización, su cotización de seis dólares en 1960 ascendió a
US$23 para abril de 2001 y ha llegado a un transitorio “pico” -el mas alto conocido- en
julio de 2008 con US$132,55; para luego situarse, con oscilaciones, alrededor de
US$100. El máximo empinamiento coincidió con un momento excepcional y pasajero
que acompañó a una violenta convulsión económico-financiera con epicentro en los
grandes países industrializados del Hemisferio Norte; pero se puede afirmar que el
precio del barril atravesó para quedarse en forma definitiva, la supuesta lejana barrera
de los US$100.
En todas las proyecciones sobre éste, nadie vacila en augurar que se irá ubicando “en
sucesivos escalones y siempre hacia arriba”, apuntando a alcanzar la nueva meta de
US$200, hacia la finalización de la presente década. En esa línea, la Administración de
Información de Energía de Estados Unidos advirtió que durante este año la cotización
media terminará siendo 30% superior a la de 2010 y que subirá en igual proporción en
el transcurso de 2012. La situación resultante estrecha las perspectivas e impulsa la
búsqueda de otras fuentes que cumplan con una abundante disposición y no
impliquen un incremento significativo de los costos; condiciones éstas que son muy
difíciles de conciliar.
La reciente catástrofe de Fukushima ha frenado la expansión que se venía dando en
cuanto a la implantación de nuevas centrales atómicas y hace pocos días la primera
ministra de Alemania, Angela Merkel, ha anunciado su decisión de cerrar
definitivamente -en el término de diez años- todas las que todavía operan en dicho
país. Ya cumplió con el inmediato cese de ocho de ellas y, en forma progresiva, hizo
conocer un cronograma para las 17 restantes. No todos admiten la sinceridad de esa
medida por lo extenso del plazo, ya que es difícil que retenga su actual cargo por
semejante término. Señalan sentenciosamente que la generalizada y rotunda derrota
que sufrió en las elecciones locales, frente a la demostrada preferencia de los votantes
por los planteos en ese sentido del Partido Verde, ha actuado en correspondencia con
la que puede evaluarse como la opinión pública prevalente sobre este tema. En forma
paralela, parecería que apuesta a expandir las llamadas fuentes renovables que tiene
principios de concreción en la instalación en serie de plantas de biomasa, múltiples
paneles solares y, muy especialmente, numerosos molinos destinados a aprovechar la
fuente eólica. Por el momento no son solución a nada; ya que cubriendo apenas 0,7%
de los requerimientos a nivel mundial, en Alemania no ha logrado superar 4,2%.
Los analistas más autorizados estiman que no es la vía para atender a la franja
mayoritaria de la demanda y las máximas aspiraciones se circunscriben a alcanzar una
limitada proporción que, en el mejor de los casos, pueda quizá suplir lo que en el
futuro se pierda debido a la mencionada clausura de las centrales. En tal sentido
tampoco despiertan demasiado optimismo en los demás países industrializados.
Francia en su momento tomó la determinación de utilizar al máximo la fuente nuclear
y tiene en funcionamiento 58 centrales que generan 75% de la oferta total.
Además, ya adelantó que no modificará ese enfoque y conservará la matriz energética
actual mientras los nuevos experimentos no culminen con la creación de una fuente
segura que constituya una verdadera opción.
ANEXOS

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