Sei sulla pagina 1di 74

HIDRAULICA DE RIOS

PLANTEO DE SOLUCIONES NUMERICAS Y FISICAS

BONINI MARIA ALICIA


Trabajo Final Especialización en Hidráulica
Octubre de 2016
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

“Es más fácil estudiar el movimiento de cuerpos celestes infinitamente lejanos que el de un arroyito
que corre a nuestros pies” (Galileo Galilei).

1
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

INTRODUCCION

La hidráulica es la parte de la física que estudia el comportamiento de los fluidos. La


etimología de la palabra viene del Griego hydraulikós que significa “tubo de agua”. La hidráulica de
Ríos o hidráulica fluvial, combina conceptos de Hidrología, Hidráulica General, Geomorfología y
Transporte de Sedimentos con el objetivo de estudiar el comportamiento hidráulico de los ríos, esto
se refiere específicamente a los caudales de los mismos, niveles medios y extremos, velocidades de
flujo, variaciones del fondo por socavación, capacidad y transporte de sedimentos, erosiones de
márgenes y generalizadas del cauce, etc.

Las civilizaciones más antiguas se han desarrollado a lo largo de los ríos más importantes de
nuestro planeta, es por ello tal vez que desde tiempos inmemorables, las sociedades se han
preocupado por resolver problemas relacionados con numerosas obras hidráulicas necesarias para la
defensa ribereña, el drenaje de zonas pantanosas, el uso de los recursos hídricos, la navegación, todo
ello a través de la experiencia y la intuición. Fue en Egipto donde nació la más antigua de las ciencias
exactas, la geometría que, según el historiador griego Heródoto, surgió a raíz de exigencias catastrales
relacionadas con las inundaciones del río Nilo. En Roma, el modelo de vida urbana se basó en los
numerosos acueductos unidos a una vasta red subterránea, además de los canales excavados para
mejorar el drenaje de ríos y mejorar la navegación. Entre tantos estudiosos se destacó Leonardo Da
Vinci al cual se le debe la primera versión de la conservación de la masa en un curso de agua, en el
cual el producto entre la velocidad media del agua en una sección y el área de la misma sección es
constante, mientras que, la velocidad del agua es máxima en el centro del río y mínima sobre los
bordes.

En la actualidad existe gran cantidad de información y estudios realizados sobre el


comportamiento de los ríos en todos sus aspectos, abarcando desde el planteo de soluciones
analíticas, hasta la ejecución de modelos físicos, programas computacionales, etc para describir el
comportamiento de los cauces en general, transporte de sedimentos, erosión en curvas, ejecución de
obras civiles con el objetivo de conectar comunidades existentes como es el caso de puentes y
proteger las márgenes contra crecidas extremas. Es el objetivo de este trabajo presentar un
compendio simple de soluciones numéricas y físicas a problemáticas que puedan plantearse
relacionadas con la hidráulica de ríos.

2
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

INDICE

1. PROBLEMAS HIDRAULICOS DE LOS PUENTES 8


1.1. Calculo Hidráulico de Puentes 8
1.2. Descripción de los Subprocesos de Erosión en Pilas de Puentes 9
1.3. Análisis Dimensional y metodología de cálculo 11
1.3.1. Aplicación del Teorema π de Buckingham 11
1.3.2. Análisis de Parámetros 13
1.3.2.1. INTENSIDAD DE FLUJO (Relación V/Vc) 13
1.3.2.2. INFLUENCIA DEL TAMANO DEL SEDIMENTO Y SU DISTRIBUCION 13
1.4. FORMULAS EMPIRICAS PARA EL CALCULO DE EROSIONES EN PILAS DE
PUENTES 15
1.4.1. Método de la Universidad Estatal de Colorado (FHW, 1995) 15
1.4.2. Método de Laursen y Toch (1956) 16
1.4.3. Método de Larras (1963) 16
1.4.4. Método de Carsten (1966) 16
1.4.5. Método de Breusers, Nicollet y Shen (1977) 17
1.4.6. Método de Melville y Sutherland (1988) 17
1.4.7. Método de Froehlich (1991) 17
1.4.8. Método de Sheppard y Miller (2006) 18
1.4.9. CONCLUSIONES GENERALES DE LOS METODOS 19
1.5. CALCULO DE LA EROSION EN ESTRIBOS DE PUENTES 19
1.5.1. Método de Lui, Chang Y Skinner (1961) 20
1.5.2. Método de Hire (1990) 21
1.5.3. Método de Froehlich (1989) 21
1.6. PLANTEO DE SOLUCIONES FISICAS AL PROBLEMA DE LAS PILAS Y ESTRIBOS 22
1.6.1. GENERALIDADES CIMENTACION Y PROTECCION FRENTE A LA EROSION DE
PILAS Y ESTRIBOS 22
1.6.2. METODOS GENERALES DE PROTECCION DE PUENTES FRENTE A
CRECIENTES 24
1.6.3. PROTECCION CONTRA LA SOCAVACION POR CONTRACCION
(ESTRECHAMIENTO) 24
1.6.3.1. Método de Maza-Garcia (1989) 25
1.6.4. PROTECCION CONTRA LA SOCAVACION LOCAL AL PIE DE PILAS 25
1.6.4.1. ENROCADOS 25
1.6.4.1.1. Método de Maza y Álvarez (1989) 25
1.6.4.1.2. Método de HEC – 18 (1993) 26
1.6.4.1.3. Recomendaciones del Saint Anthony Falls Laboratory 26
1.6.4.2. PILAS AUXILIARES AGUAS ARRIBA 27
1.6.4.3. REVESTIMIENTO CON BLOQUES 28

3
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.6.5. PROTECCION CONTRA LA SOCAVACION LOCAL AL PIE DE ESTRIBOS 29


1.6.5.1. Método Propuesto por HEC – 18 (1993) 29
1.6.5.2. Diques de encauzamiento 30
2. FLUJO EN CURVAS 31
2.1. RELACION ANCHO TIRANTE 32
2.2. FORMACION DE MEANDROS 33
2.3. CALCULO SINTETICO DE LA EROSION EN CURVAS 34
2.3.1. EROSION EN MEANDROS 35
2.4. PLANTEO DE SOLUCIONES FISICAS AL PROBLEMA DE LA EROSION EN CURVAS 37
2.4.1. PROTECCION DE MARGENES 37
2.4.1.1. ESPIGONES 38
2.4.1.2. RECUBRIMIENTOS O MUROS MARGINALES 40
2.4.1.2.1. PROBLEMAS DE INESTABILIDAD DE MARGENES 41
2.4.1.2.2. METODOS PARA SOLUCIONAR LA INESTABILIDAD
DE LAS MARGENES 42
2.4.1.2.2.1. REVESTIMIENTO DE MARGENES CON
ESCOLLERA (RIPRAP) 42
2.4.1.2.2.2. REVESTIMIENTO MARGENES CON VEGETACION 43
2.4.1.2.2.3. PROTECCION DE MARGENES CON TRINCHERAS 44
2.4.1.2.2.4. PROTECCION DE MARGENES CON SACOS
Y BLOQUES 44
2.4.1.2.2.5. PROTECCION DE MARGENES CON COLCHONETAS
DE HORMIGONARTICULADAS 45
2.4.1.2.2.6. PROTECCION DE MARGENES CON USO DE
SUELO CEMENTO 45
2.4.1.2.2.7. PROTECCION CON MUROS DE RETENCION 45
2.4.1.3. DIQUES MARGINALES. OBRAS DE CONTROL DE
VELOCIDADES DEL FLUJO 46
2.4.1.3.1. CONTROL DE EROSION DE MARGENES CON
RETARDADORES 46
2.4.1.3.2. PROTECCION DE MARGENES CON DIQUES MARGINALES 46
2.4.1.3.3. PROTECCION DE MARGENES CON PALETAS 47
2.4.1.3.4. PROTECCION DE MARGENES CON VERTEDEROS
EN CURVAS (Bendway weirs) 47
3. EROSION GENERALIZADA DEL CAUCE y DISENO DE CANALES ALUVIALES 48
3.1. METODOS DE CÁLCULO. ECUACIONES EXPERIMENTALES 48
3.1.1. ECUACIONES DE RESISTENCIA AL FLUJO 49
3.1.1.1. Ecuación de Chezy 50
3.1.1.2. Ecuación de Manning 50
3.1.1.3. Ecuación de Strickler 50
3.1.1.4. Ecuación de Manning-Stricker 51
3.1.1.5. Ecuación de Brownlie 52
3.1.1.6. Ecuación de Karim y Kennedy 52

4
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

3.1.1.7. Ecuación de Pavlovsky-Lacey 52


3.2. METODOS PARA PROTECCION FRENTE A LA EROSION GENERALIZADA DEL
CAUCE 53
3.2.1. VERTEDEROS DE CRESTA ANCHA SUMERGIDOS 53
3.2.2. TRAVIESAS. OBRAS TRANSVERSARES 54
3.2.2.1 GENERALIDADES Y SU APLICACIÓN 55
3.2.2.2 CORRECCION DE LA PENDIENTE Y SUS FUNCIONES 56
3.2.3. ESTRUCTURAS DE CONTROL 58
4. CONCEPTOS DE RESTAURACION 58
4.1. ENCAUZAMIENTOS CON DIVERSIDAD DE HABITATS 59
4.2. CASO PARTICULAR. BENDWAY WEIRS 60
4.2.1. BENEFICIOS MEDIOAMBIENTALES 60
4.3. PTROTECCION DE TALUDES CON COBERTURA DE PASTOS 61
4.3.1. PRTOTECCION CO COBERTURA DE PASTOS REFORZADOS 62
5. SOFTWARE PARA MODELOS HIDRAULICOS 63
5.1 PUENTES. PAQUETE DE CALCULO HIDRAULICO 63
5.1.1 GENERALIDADES 63
5.1.1.1 AREAS INEFECTIVAS 64
5.1.1.2 PERDIDAS POR CONTRACCION Y EXPANSION 65
5.1.2 METODOS PARA EL CALCULO HIDRAULICO DE PUENTES 65
5.2 PAQUETE DE CALCULO PARA EROSIONES LOCALES 67
5.2.1 EROSION POR ESTRECHAMIENTO 67
5.2.2 EROSION LOCALIZADA EN PILAS 68
5.2.2.1 Ecuación de Richardson 68
5.2.2.2 Ecuación de Froehlich 70
5.2.3 EROSION LOCAL EN ESTRIBOS 70
5.2.3.1 Ecuación de Richardson 70
5.2.3.2 Ecuación de Froehlich 71
5.2.4 EROSIONES TOTALES 71
BIBLIOGRAFIA 73

5
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

INDICE DE FIGURAS
Fig. 1. Erosión por estrechamiento. Juan P. Martin Vide, Edición 2003. 9
Fig. 2. Erosión Generalizada del cauce. Clases Teóricas. Hidráulica Fluvial. 2015. 9
Fig. 3. Características del Flujo alrededor de una pila cilíndrica. Kothyari y Ranga Raju (2002) 9
Fig. 4. Hidrodinámica y morfología de un foso de erosión local. Martin Vide. Ingeniería de Ríos.1996 10
Fig. 5. A la izq. Evolución temporal de la erosión local en aguas claras (e1) y lecho vivo (e2). A la der. Erosión
local en pilas según la velocidad de la corriente. Martin Vide J. P. Ingeniería de Ríos. 1996 11
Fig. 6. Relación entre la velocidad del flujo y la velocidad critica. Clases Teóricas. Hidráulica Fluvial. 2015 14
Fig. 7. Comparación de la evolución de erosión-tiempo en lecho móvil y aguas claras, Miller (2003) 14
Fig. 8. Relación entre ancho de pila y el diámetro del sedimento. Clases Teóricas. Hidráulica Fluvial 2015. 14
Fig. 9. Patrones de Flujo y erosión en estribos cortos. 20
Fig. 10. Estructura de Flujo en Estribos. Vórtices 20
Fig. 11. Criterio de Profundidad de una cimentación Superficial. Martin Vide. 2003. 22
Fig. 12. Cimentación profunda y erosión local. Martin Vide.2003. 22
Fig. 13. Disposiciones en proyecto frente a la erosión local: collares, estacas y pilas hendidas. 22
Fig. 14. Alteración del Régimen de flujo por presencia de obstáculos en el cauce. 23
Fig. 15. Ilustración de la poca efectividad de una traviesa frente a la erosión local. Martin Vide 2003. 23
Fig. 16. Posición correcta e incorrecta de un manto de escollera. Martin Vide. 2003. 23
Fig. 17. Posición y dimensiones de escollera alrededor de pilas de puentes. Martin Vide. 2003. 24
Fig. 18. Reparación puente el Portón. Neuquén. Año 2014. 25
Fig. 19. Comportamiento de pilas frente a la erosión. Maza 1989. 26
Fig. 20. Enrocado en excavación previa. B. Enrocado con Angulo de fricción mayor a 15. SAFL 1998. 27
Fig. 21. Enrocado colocado sin excavación previa. B. Para ángulos de fricción mayores a 15. SAFL. 1998. 27
Fig. 22. Pilas Auxiliares. Breusers, Nicollet y Shen, (1977) 27
Fig. 23. Bafles de Iowa. Guevara A., M. E. 1998. 28
Fig. 24. A. Bloque único colado in situ. B. Bloque varias unidades Rio Uchigawa, Japón. Guevara (1998) 28
Fig. 25. A. Recalce y acorazamiento. B. Encamisado de Pilas. 28
Fig. 26. Enrocado de protección al pie de estribos. HEC-18, 1993. 29
Fig. 27. Control de estribos. River Mechanics. 29
Fig. 28. Alineamiento de los Diques de Encauzamiento. Maza J. A. 1989 30
Fig. 29. Dique de encauzamiento. 30
Fig. 30. Sección de un Rio en una curva. Maritn Vide. 2003. 31
Fig. 31. Corrientes secundarias. Trayectoria Helicoidal. Martin Vide. 2003 31
Fig. 32. Tipos de flujos laterales en curvas. Yalin (1992). 33
Fig. 33. Esquema de un meandro. River Mechanics. 33
Fig. 34. Ejemplos de migración lateral. River mechanics. 33
Fig. 35. Tipos de formaciones con meandros. River Mechanics. 34
Fig. 36. Obras de protección de márgenes. Applied River Engineering Center. U.S. Army Corps of E. 37
Fig. 37. Historic Photographs. Applied River Engineering Center. U.S. Army Corps of E. 37
Fig. 38. Espigones. River mechanics 38
Fig. 39. Espigón Empotrado. 39
Fig. 40. Gaviones y colchonetas. River mechanics 40
Fig. 41. Colchón Reno. Especificaciones técnicas. Macaferri. 40
Fig. 42. Tipos de fallas de margenes. River Mechanics. 41
Fig. 43. Métodos para reducir las pendientes de las márgenes. River Mechanics. 42
Fig. 44. Métodos de drenaje del nivel freático. River mechanics 43
Fig. 44. Trincheras e hileras de roca. River mechanics 44
Fig. 45. Sacos y Bloques. River Mechanics. 44
Fig. 46. Colchonetas de hormigón articuladas. River Mechanics. 45
Fig. 47. Suelo – cemento. River mechanics. 45
Fig. 48. Muros de gravedad. River mechanics 45
Fig. 49. Muros con tablestacas. River mechanics. 46

6
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 50. Muros con refuerzos de acero. River Mechanics. 46


Fig. 51. Retardadores. River mechanics. 46
Fig. 52. Estabilización de márgenes. A la derecha diques con pilas de madera. River Mechanics. 47
Fig. 53. Vane dikes. River mechanics 47
Fig. 54. Bendway weirs. River mechanics 47
Fig. 55. Canales Aluviales. FARIAS H. D. 1995. 48
Fig. 56. Sistema de fuerzas. Clases teóricas. Hidráulica Fluvial. FARIAS H.D. 2015. 49
Fig. 57. Vertederos de cresta ancha. Guevara, A. M. E. 1998. 53
Fig. 58. Vertederos de cresta ancha con suelo cemento. Lagasse, Byars, Zevenbergen y Clopper. (1997). 54
Fig. 59. Tres modalidades de erosión (a largo plazo, transitoria, lateral). Martin Vide. 2003. 54
Fig. 60. Papel desempeñado por las obras transversales, proceso de erosion lenta. Martin Vide. 2003. 55
Fig. 61. Transformación de la pendiente al intercalar puntos no erosionables. Martin Vide. 2003. 55
Fig. 62. Papel de las obras transversales frente a la erosión lateral. Martin Vide. 2003. 55
Fig. 63. Papel de las obras transversales frente a la erosión general transitoria. Martin Vide. 2003 56
Fig. 64. Escalonamiento de un cauce torrencial mediante traviesas. Martin Vide. 2003. 56
Fig. 65. Proceso de formación de meandros. Reducción del proceso con traviesas. Martin Vide. 2003 57
Fig. 66. Estructuras de control. River mechanics 57
Fig. 67. Bolos artificiales. Traviesas para crear remansos y rápidas. Martin Vide. 2003. 59
Fig. 68. Fosos de erosión local en espigones y deflectores. Martin Vide. 2003. 59
Fig. 69. Funcionamiento del corte de un meandro frente a crecientes. Martin Vide. 2003. 60
Fig. 70. Bendway weirs. Applied River Engineering Center. Corps of engineers US Army. 60
Fig. 71. Desvío del Río Llobregat. España. 2006. 62
Fig. 72. Ubicación de las secciones transversales para el cálculo. Manual de Referencia HEC-RAS 63
Fig. 73. Secciones transversales cercanas a la estructura del puente. Manual de Referencia HEC-RAS 64
Fig. 74. Secciones transversales cercanas al puente. Manual de Referencia. HEC-RAS 65
Fig. 75. Primer caso que se plantea de funcionamiento como orificio. Manual de Referencia. HEC-RAS. 66
Fig. 76. Segundo Caso, completamente sumergido. Manual de Referencia. HEC-RAS. 67
Fig. 77. Ejemplo de puente con flujo que sobrepasa el nivel máximo. Manual de Referencia. HEC-RAS. 67
Fig. 78. Ejemplo Ploteo de erosiones totales en un puente. Reference Manual. HEC-RAS. 72

INDICE DE TABLAS
Tabla 1. Coeficiente según forma del Estribo. 21
Tabla 2. Valores de ε en función de la relación r/B. 34
Tabla 3. Formulas obtenidas para el diseño de canales aluviales en régimen. Farias H.D. (1995) 53
Tabla 4. Coeficientes de Expansión. Manual de Referencia HEC-RAS. 64
Tabla 5. Coeficientes de Contracción y Expansión. Manual de Referencia HEC-RAS. 65
Tabla 6. Coeficiente k1. Reference Manual HEC-RAS. 68
Tabla 7. Corrección por forma de la pila. Reference Manual. HEC-RAS 69
Tabla 8. Corrección por condición del lecho. Reference Manual. HEC-RAS. 69
Tabla 9. Corrección por acorazamiento del lecho. Reference Manual. HEC-RAS 70
Tabla 10. Factor de corrección por la forma del estribo. Reference Manual. HEC-RAS 71

INDICE DE GRAFICOS
Grafico 1 .Coeficiente según el ángulo de Ataque (Froehlich 1989) 21
Grafico 2. Propiedades de los ríos con meandros. River Mechanics. 35
Grafico 3 .Esfuerzos de corte. River mechanics. 35
Grafico 4. Factor de corrección por ángulo de ataque. Reference Manual. HEC-RAS 71

7
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1. PROBLEMAS HIDRAULICOS DE LOS PUENTES

Las oportunidades de interacción y cruce entre nuestras redes de infraestructura y la red hidrográfica
son muy numerosas. Muchas infraestructuras de transporte (autopistas, rutas, ferrocarriles) han de cruzar los
cursos de agua por medio de puentes. En el conjunto de la infraestructura, los puentes son obras singulares,
costosas y vitales para mantener el transporte. A menudo es el punto estratégico de una vía de comunicación.
En una estadística realizada en 1976 “Bridges Failures” (D.W. Smith), sobre las causas de fallo o rotura de 143
puentes en todo el mundo, resulto: 1 fallo debido a la corrosión, 4 a la fatiga, 4 al viento, 5 a un diseño
inadecuado, 11 a los terremotos, 12 a un proceso inadecuado de construcción, 14 por sobrecarga o impacto
puntual, 22 por ejecución defectuosa o materiales defectuosos y 70 fallos fueron causados por avenidas (de los
cuales 66 fueron debidos a la socavación, un 46% en total).

Esto muestra que los aspectos hidráulicos son fundamentales en los puentes fluviales, un buen
conocimiento de estos aspectos hará el puente más seguro y más barato. También se desprende que lo que se
ha avanzado es mucho ms que lo conocido sobre las acciones del agua, peno no solo esto es objeto de estudio
de la hidráulica sino también cuestiones de concepción del puente y de la misma vía, como son las dimensiones
de los vanos y el emplazamiento del puente.

Los problemas generales que pretende resolver la hidráulica de puentes están relacionados con:

• El Emplazamiento del puente, garantizando que el lugar seleccionado sea estable conociendo la
morfología del entorno y que la selección de la ubicación no implique altos costos de ejecución.
• La alineación del puente o cuestiones geométricas con altos costos hidráulicos.
• Dimensionamiento del vano libre relacionado con la función hidráulica del puente lo cual se encuentra
estrictamente relacionado con la economía y los costos.
• La necesidad de ejecutar obras de encauzamiento u obras auxiliares.
• Las erosiones generalizadas del cauce y en pilas y estribos. (Este ítem se lleva la mayor parte del interés
hidráulico).

1.1. Calculo Hidráulico de Puentes

El cálculo hidráulico de un puente significa en primer lugar determinar su capacidad de desagüe, o bien
si el caudal de proyecto pasa por debajo de él, y en segundo lugar determinar la sobreelevación de nivel
provocada por el puente. Primeramente hay que conocer las secciones del rio, cuanto más lejos se llegue con el
levantamiento topográfico y batimétrico, más caro será el estudio, pero mayor será la independencia del
resultado con respecto a la condición de contorno en la sección extrema. Las secciones de control hacen el
cálculo más sencillo y más precisión porque puede establecerse con más seguridad el valor del tirante en el
contorno.
La erosión del rio en el lugar en que se implanta el puente es la causa hidráulica más frecuente de fallo,
cuando afecta a cimentaciones imperfectas o insuficientes.
A menudo la erosión es invisible porque todo ocurre bajo el agua y por eso muchos ignoran el problema
hasta que se manifiesta irreversiblemente en un fallo. La erosión es la combinación de distintos procesos, unos
a largo plazo y otros transitorios (crecientes). Aunque la mayoría ocurre durante las crecientes, también los
procesos a largo plazo pueden llevar al fallo del puente.
Las erosiones que ocurren en puentes sueles clasificarse en dos:

EROSION DE LA SECCION DEL PUENTE y sus inmediaciones, debida al estrechamiento causado por el puente con
respecto al ancho ocupado por la creciente antes de existir este.

EROSION LOCAL EN PILAS, ESTRIBOS Y OTROS ELEMENTOS que rodea la corriente.

Las erosiones localizada y local se suman a la EROSION GENERAL DEL RIO para obtener la erosión potencial total,
la cual está relacionada con el periodo de retorno del caudal de cálculo.

8
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 1. Erosión por estrechamiento. Juan P. Martin Vide, Edición 2003.

Fig. 2. Erosión Generalizada del cauce. Clases Teóricas de Hidráulica Fluvial. Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Fig. 3. Características del Flujo alrededor de una pila cilíndrica. Kothyari y Ranga Raju (2002)

1.2. Descripción de los Subprocesos de Erosión en Pilas de Puentes.

La erosión local es un fenómeno complejo formado por varios subprocesos que se van sucediendo en
el tiempo. Éstos han sido largamente estudiados, y las principales partes del proceso completo que algunos
autores han considerado, son las siguientes:

Melville (1975): dividió el proceso en tres fases:


Fase 1) El flujo se acelera debido a la distorsión de las líneas de corriente causada por el obstáculo.

9
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fase 2) Separación del flujo y desarrollo del vórtice de herradura al mismo tiempo que el foso se va
erosionando
Fase 3) Deslizamiento del material de las paredes del foso hacia el fondo cuando éste ya es
suficientemente grande para contener el vórtice de herradura.
Además Melville llegó a la conclusión que el ángulo de la pared del foso es el ángulo de reposo del
sedimento y por lo tanto se mantiene constante en todo el proceso.

Nakagawa and Suzuki (1975): describieron el proceso en cuatro fases:


Fase 1) Erosión muy cerca de la pila causada por la tensión de corte del flujo principal.
Fase 2) Erosión cerca de la cara aguas arriba de la pila debida al vórtice de herradura
Fase 3) Erosión debida al vórtice, ya estable, alrededor de la pila.
Fase 4) Periodo de reducción del radio de erosión debido a la disminución de la capacidad de transporte
en el foso.

Ettema (1980): basándose en las fases descritas por Melville, él las describió de la siguiente manera:
Fase inicial: empieza el transporte de sedimentos alrededor de la pila sin que el vórtice de herradura
intervenga.
Principal fase de erosión: el vórtice de herradura crece rápidamente en tamaño y fuerza y se sitúa
completamente dentro del foso. La erosión sólo ocurre en una zona llamada zona de entrada que se
extiende +/- 110º desde el eje de la pila. Esta fase continúa hasta que el flujo ya no es capaz de mover
el sedimento en la zona.
Fase de equilibrio: el flujo ya no es capaz de mover el sedimento (cuando se dan las condiciones de
aguas claras) o el balance de sedimento entrante y saliente del foso es cero (lecho vivo).

A su vez se puede decir que los procesos pueden ocurrir como dos situaciones diferentes:

 Situación de aguas claras. No hay caudal solido transportado. La corriente no es capaz de poner en
movimiento el material del lecho del rio, pero los vórtices si son capaces de socavar la pila.
 Situación a lecho móvil. Cuando la tensión de corte del fluido es tal, que comienza a arrastrarse material
de fondo debido a la corriente y debido a la presencia del obstáculo. Existe transporte de sedimentos
en el lecho al mismo tiempo que se produce la erosión local.

En la primera situación no existe erosión en el foso una vez alcanzado el equilibrio, mientras que en el
segundo caso la cantidad de material transportado por la corriente que entra en el foso se compensa con la
cantidad que sale del foso.

Por otra parte el foso máximo parece formarse si la corriente es tal que el fondo está en el límite entre
el estado de reposo (aguas claras) y el de movimiento general del lecho (lecho vivo) o sea en condiciones de
umbral del movimiento donde V = Vc.

Fig. 4. Hidrodinámica y morfología de un foso de erosión local. Martin Vide. Ingeniería de Ríos.1996

10
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 5. A la izq. Evolución temporal de la erosión local en aguas claras (e1) y lecho vivo (e2). A la der.
Erosión local en pilas según la velocidad de la corriente. Martin Vide J. P. Ingeniería de Ríos. 1996

Con todos estos argumentos presentados y en base a un resumen muy sintético de cómo se producen
los procesos erosivos locales y considerando que la erosión local en pilas y estribos de puentes es la principal
causa de fallo de estas estructuras ubicadas sobre lechos fluviales (Melville and Coleman, 2000), entonces se
procederá a plantear soluciones analíticas o numéricas sobre el problema en cuestión.

1.3. Análisis Dimensional y metodología de cálculo

Por la dificultad de representación del fenómeno, que involucra un movimiento turbulento


tridimensional con transporte de sedimento, la experimentación es la vía fundamental de estudio (Laursen y
Toch,1956; Kandasamy, 1989; Melville y Coleman, 2000): se han llevado a cabo muchos estudios experimentales
centrados en la erosión de equilibrio, ya que ésta representa el límite superior de la evolución temporal de la
profundidad de erosión. Si bien la erosión de equilibrio es un concepto sencillo (en condiciones de aguas claras,
es la profundidad a la que tiende el proceso de erosión), su determinación mediante ensayos de laboratorio
puede ser un proceso extraordinariamente largo. Las formulas experimentales llevadas a cabo muchas veces no
pueden ser repetidas debido a las condiciones particulares del proceso complejo que se quiere representar.
Mediante el análisis dimensional permite una generalización del problema en cuestión y permite
describir el fenómeno en su totalidad sin estar restringido a la discusión del experimento especializado que se
realizó. Esto es, a partir del análisis dimensional se pueden presentar los resultados a otros ingenieros o
especialistas de forma más sencilla y compacta y facilitar su uso. Muchos de los parámetros adimensionales
pueden verse como la razón de un par de fuerzas del fluido, cuya magnitud relativa indica la importancia relativa
de una de las fuerzas con respecto a las otras. Si alguna de estas fuerzas fuera mayor que otras, se puede
despreciar el efecto de las más pequeñas y encontrar procedimientos de cálculo más sencillos para obtener la
solución del problema. El análisis dimensional permite la independencia de las variables.

1.3.1. Aplicación del Teorema π de Buckingham

La erosión local, tanto en pilas cilíndricas como en estribos, puede asumirse de manera funcional
determinada por las siguientes variables:

= ( ,ℎ , , , , , , , , , )
Donde:

ds: es la profundidad de erosión en la pila.


v : es la velocidad media del flujo de aproximación.
h: es el tirante o profundidad del flujo de aproximación.
d: Tamaño mediano de las partículas de sedimento.
σd: es la dispersión de la distribución granulométrica.
ρs: es la densidad del sedimento.
μ: es la viscosidad del fluido.

11
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

ρ: es la densidad del fluido.


g: es la aceleración de la gravedad.
a: es el diámetro o ancho normal al flujo de la pila.
θi: es el conjunto de factores de forma que dependen de la geometría de la pila (puede ser uno o varios).
θα: factor que depende del alineamiento de la pila.

Algunos autores incluyen en la lista otras cantidades como Vc (la velocidad crítica para el inicio del
movimiento de partículas del lecho) y Cs (concentración de sedimentos del flujo de aproximación). Sin embargo,
estas cantidades se pueden encontrar a partir de las variables primarias: por ejemplo, la velocidad crítica puede
expresarse como:
Vc = f (h, d, ρ, ρs, μ, g)

Para el rango de arenas, una ecuación muy usada se expresa en la forma:

/ /
Vc = 6.19 d h

Por su parte, la concentración de sedimentos también puede expresarse a través de una relación funcional
similar en la que la forma final depende del autor que se considere.

Teniendo 11 variables y 3 dimensiones, obtendremos 8 números adimensionales (no es el objetivo del


presente trabajo el desarrollo del teorema de Buckingham).
Si se aplican las técnicas de análisis dimensional sobre la función general, aparecen parámetros típicos
tales como el número de Froude del flujo:
= .
( ℎ)

Un número de Reynolds de la pila

Asociado a la pila también surgen una serie de razones de longitudes, basadas en una longitud patrón, que
generalmente corresponde al ancho de la pila, es decir: (ds/a), (h/a), (d/a), sumados a los factores de forma.


= , , , , , , ,

Donde:
Fr: Es el número de Froude.
Rea: Es el número de Reynols de la pila.
Vc: es la velocidad crítica.
a/d: es la relación entre el ancho de la pila y el diámetro del sedimento.
V/Vc: es la relación entre la velocidad y la velocidad crítica.
σ: es la dispersión de la distribución granulométrica.
θf: es la expresión que representa la geometría de la pila.
Cs: expresión que representa la carga de sedimentos.

De las expresiones obtenidas anteriormente pueden considerarse los siguientes parámetros adimensionales:

=

=

12
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

= = .
( ℎ)

Por lo tanto la relación funcional para la socavación puede escribirse de la forma:

= ( , )

Expresando esta ecuación en forma potencial se obtiene que:

Con:

La ecuación desarrollada por investigadores de la Universidad del Estado de Colorado (CSU, la cual se
verá más adelante) y adoptada por la Administración Federal de Carreteras (FHWA) en su circular N° 18 (este
documento se ha popularizado como Circular HEC-18) se basa en un procedimiento empírico de ajuste a una
curva de datos observados en laboratorio. Los experimentos de laboratorio en los que se basa la fórmula CSU
corresponden a ensayos realizados para pilas cilíndrica individuales, usando como sedimento arena con tamaños
medianos de 0.24 mm, 0.26 mm y0.52 mm
La fórmula original CSU se escribe como:
.
.
=2
ℎ ℎ

Donde, si se piensa como variables adimensionales a/h y Fr nos queda

Por lo tanto los coeficientes Co, C1 y C2 fueron calibrados a partir de diferentes experimentos hasta llegar a la
primera ecuación. Esta formulación sobreestima los valores o resultados reales (es conservadora).

1.3.2. Análisis de Parámetros

La profundidad de erosión depende de una serie de parámetros muchos de los cuales están
interrelacionados. Se pueden dividir en:
• Parámetros que describen el fluido: su densidad (ρ) y la viscosidad (μ), que dependen de la temperatura
y salinidad del fluido.
• Parámetros que describen el sedimento: tamaño medio (d50), desviación estándar del Tamaño (σ),
densidad (ρs) y ángulo de reposo (φ).
• Parámetros que describen el flujo: calado (y0), velocidad media (v), pendiente de energía del flujo (Sf),
pendiente del lecho (So) y tensión del corte (τ).
• Parámetros que describen el obstáculo: forma, dimensiones (D), orientación relativa a la dirección del
flujo.

1.3.2.1. INTENSIDAD DE FLUJO (Relación V/Vc)

La erosión localizada en estribos de puente puede producirse en condiciones de aguas claras o aguas
vivas. La erosión en aguas claras se produce para velocidades u menores a la velocidad crítica para el movimiento

13
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

general del lecho Vc, es decir V/Vc < 1, mientras que la erosión en condiciones de aguas vivas ocurre para V/Vc>1.
Hay diferencias importantes entre las erosiones producidas bajo ambas condiciones puesto que, en condiciones
de aguas claras, no hay aporte de sedimentos al foso erosionado desde aguas arriba, mientras que en
condiciones de aguas vivas hay un aporte de sedimentos al foso y la profundidad de equilibrio se alcanza cuando
se igualan los sedimentos entrantes y salientes.

Fig. 6. Relación entre la velocidad del flujo y la velocidad critica. Clases Teóricas. Hidráulica Fluvial. 2015

De la figura planteada, se define que cuando la velocidad del flujo es igual a la velocidad critica V = Vc
la erosión es máxima. El inicio del proceso de erosión se da cuando la velocidad del flujo es aproximadamente
la mitad de la velocidad crítica.
En aguas claras se alcanza la máxima erosión, aunque se tarda mucho más tiempo. En cambio en lecho
móvil es posible alcanzar grandes erosiones con menos tiempo, aunque éstas fluctúan alrededor de un valor de
equilibrio que es ligeramente inferior al máximo. Cuanto mayor es la velocidad del flujo en lecho móvil, menor
es el tiempo que se necesita para llegar a la erosión de equilibrio.

Fig. 7. Comparación de la evolución de erosión-tiempo en lecho móvil y aguas claras, según W. Jr. Miller (2003)

1.3.2.2. INFLUENCIA DEL TAMANO DEL SEDIMENTO Y SU DISTRIBUCION

La influencia del tamaño del sedimento en la profundidad erosionada en pilas circulares con sedimento uniforme
fue estudiada por Ettema (1980) para aguas claras y Chiew (1984) para aguas vivas. Sus datos mostraron que la
profundidad de erosión ds crece con el tamaño relativo de los sedimentos b/d50, donde b es el diámetro de la
pila, hasta b/d50=50 y que a partir de ese valor es independiente del tamaño del sedimento.

Y/B

Fig. 8. Relación entre el ancho de la pila y el diámetro del sedimento. Clases Teóricas. Hidráulica Fluvial 2015.

14
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.4. FORMULAS EMPIRICAS PARA EL CALCULO DE EROSIONES EN PILAS DE PUENTES

Muchas han sido las investigaciones sobre la erosión local en pilas de puente. Las ecuaciones
comúnmente usadas para el cálculo de erosión de pilas, fueron desarrolladas entre otros, por Hancu (1971),
Melville y Sutherland (1988), Ecuación de la Universidad del Estado de Colorado (2001). Estas ecuaciones fueron
propuestas únicamente para estimar la profundidad de equilibrio de erosión.
Otros autores en cambio, han desarrollado métodos para predecir la evolución temporal la erosión
local, tales como Ettema (1980), Melville y Chiew (1999), Farruque y Hirishi (2003) etc.
Algunos investigadores como Breusers et al. (1977); sugirieron que el tiempo para alcanzar la profundidad de
equilibrio era infinito o ilimitado ya que tenía un comportamiento asintótico con el tiempo. Melville y Chiew
(1999) encontraron que entre el 50-80% de la profundidad de erosión se alcanza después del 10% del tiempo al
equilibrio.
Hay un gran número de métodos y ecuaciones en la literatura para la estimación de socavación local en
las pilas de los puentes. La mayoría, si no todas, de estas ecuaciones son empíricas y se obtienen a partir de
los datos de laboratorio de experimentos con flujo estacionario. Debido a la complejidad del flujo y del
transporte de sedimentos asociados con los procesos de la socavación local, hay una serie de grupos
dimensionales necesarios para caracterizar completamente la socavación. Muchos de estos grupos, tales como
la relación de la profundidad del agua con el diámetro de la estructura, pueden mantenerse constantes entre el
modelo del laboratorio y la estructura del prototipo, la mayoría de los experimentos de laboratorio se llevan a
cabo con los sedimentos próximos a escala prototipo (Jones y Sheppard, 2008).

1.4.1. Método de la Universidad Estatal de Colorado (FHW, 1995)

Este método fue presentado como norma de diseño por la Administración Federal de Carreteras de los
Estados Unidos (FHWA), es una ecuación desarrollada por la Universidad Estatal de Colorado (CSU) para el
cálculo de la socavación local en pilas, tanto en agua clara como en lecho móvil. Esta ecuación fue desarrollada
con base en análisis dimensional de los parámetros que afectan la socavación y análisis de datos de laboratorio.
Es el método más usado en los Estados Unidos de América (HEC-18, 2001) y es uno de los dos que usa el
programa HEC-RAS (1998).

Para pilas con punta circular alineadas con el flujo aplica la misma regla que en el método de Froehlich. En donde
Kc es un factor de corrección por la forma del lecho, usualmente igual a 1.1, Ka es un factor de corrección por
acorazamiento del sedimento del lecho. Este factor fue introducido en la versión corregida de HEC-18 (1993)
publicada en 1995. La FHWA estableció limitaciones para la aplicación del coeficiente por acorazamiento, este
coeficiente se aplica solo cuando d50 > 60 mm, valor mínimo de Ka = 0.7. La experiencia ha demostrado que
para pilas muy anchas el método da valores muy superiores a los reales. Igual situación ocurre cuando se calcula
la socavación para cimientos anchos. Sin embargo, este método es el más utilizado especialmente, por su
carácter de norma obligatoria en los Estados Unidos. Este método se basa en una curva envolvente de eventos
de máxima socavación, lo que conlleva a que los resultados obtenidos sean conservadores. El valor de b que se
utiliza en la fórmula, debe ser el valor del ancho del pilar cerca al fondo del cauce después de tomar en cuenta
tanto la degradación a largo plazo como la socavación por contracción del cauce (HEC-18, 2001). Es uno de los
pocos métodos, que junto con el de Nueva Zelanda, analiza la importancia del acorazamiento en la socavación
en torno a los pilares. Para este autor el acorazamiento y engrosamiento de las capas superficiales tiende a
reducir la socavación.

15
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.4.2. Método de Laursen y Toch (1956)

Este método fue desarrollado en el Instituto de Investigación Hidráulica de Iowa, fue confirmado con
algunas mediciones en el río Skunk realizadas por Hubbard y Laursen en 1955. Se desarrolló bajo condiciones de
transporte continuo de sedimentos. El método es aplicable para suelos arenosos, no está claro si se puede
aplicar para gravas, pero definitivamente no es válido para el caso de boleos (fragmentos de rocas
ocasionalmente con partículas de cuarzo, feldespato y otros minerales que presentan resistencia a ser
perforadas), la ecuación general del método es:

En donde ds es la profundidad de socavación local medida a partir del fondo del cauce (en metros), Kf
es el coeficiente que depende de la forma de la pila, Kg es el coeficiente que depende de la relación Hs /a, Hs es
el tirante del agua después de la socavación por contracción (en metros), Kφ es el coeficiente que depende del
ángulo de ataque del flujo y a es el ancho de la pila (en metros). Para fondos de sedimentos sueltos más finos,
el método debería utilizarse con reservas, siendo inaplicable para sedimentos muy finos de gran cohesión. No
considera la velocidad media de la corriente, para este método, dicha velocidad es inexistente, ya que si varía
la velocidad se mantiene el equilibrio entre suministro y capacidad de extracción de los sedimentos. El método
no toma en cuenta ningún parámetro geotécnico del material del fondo, únicamente los parámetros de la
geometría de la pila, tirante del flujo y el ángulo de incidencia de la corriente (Laursen y Toch, 1956).

1.4.3. Método de Larras (1963)

El método propone una ecuación teórica práctica deducida de mediciones de socavación tomadas en varios
puentes franceses después de haberse producido la creciente. Larras se concentró en la máxima profundidad
de socavación para condiciones próximas a velocidad crítica del movimiento de sedimentos (Juárez y Rico, 1984).

La fórmula de Larras permite un cálculo rápido, sencillo y con resultados conservadores, es de uso práctico al
considerar solo las características geométricas de la pila, no considera ningún parámetro geotécnico del
material del fondo. El máximo absoluto de la profundidad de socavación es distinto al del equilibrio. Es uno de
los pocos autores que realiza estudios con variadas formas de las pilas. Aplicable solo en el caso general de
alturas de agua superiores a 30 o 40 veces del diámetro del sedimento y de secciones con menos del 10% de
contracción (Juárez y Rico, 1984).

1.4.4. Método de Carsten (1966)

Carsten encontró la siguiente expresión para condiciones de socavación en lecho móvil (Shen y Schneider, 1969):

16
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Donde Ns es el número del sedimento, Δ es la densidad relativa cuyo valor común para cuarzos es de
1.65, D es el tamaño del sedimento y g es la aceleración de la gravedad. La ecuación se puede usar en cualquier
sistema de unidades compatibles y es de las pocas que involucra el efecto del tamaño del sedimento y su peso
específico, no especifica para qué tipos de materiales es aplicable el método, pero sí especifica que es aplicable
solo para pilas circulares, no considera la existencia de una profundidad de equilibrio en ausencia de aporte
de sedimentos. La ecuación es aplicable para socavación en agua clara y en lecho móvil.

1.4.5. Método de Breusers, Nicollet y Shen (1977)

El método de Breusers, Nicollet y Shen fue desarrollado en la década de los setenta (Breusers, 1984).

De la ecuación Vc es la velocidad crítica para inicio del movimiento de partículas de fondo, h es la profundidad
del agua, l es la longitud de la pila, f1 es un parámetro que depende de la relación entre la velocidad media del
flujo y la velocidad crítica para inicio del movimiento de partículas de fondo, f2, es un parámetro que depende
de la relación entre el tirante del flujo y el ancho de la pila, f3 es un parámetro que depende de la forma de la
pila y f4 es un parámetro en función del ángulo de ataque del flujo y la relación entre la longitud de la pila y el
ancho de la pila. El método no considera ningún parámetro geotécnico del material de fondo, por lo que no
especifica si es aplicable a cualquier tipo de material. En el método únicamente intervienen los parámetros
hidráulicos y geométricos de las pilas.

1.4.6. Método de Melville y Sutherland (1988)

El método fue desarrollado en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y está basado en curvas
envolventes de datos experimentales, obtenidos en su mayoría de ensayos de laboratorio. Según Ettema (1990),
el método propuesto por Melville para estimar profundidades de socavación de equilibrio en pilas, es mejor que
otros métodos recomendados en algunas guías para diseño de los Estados Unidos, ya que ilustra sobre la
sensibilidad de la socavación ante parámetros como caudal, sedimentos del lecho y condiciones de la pila. Sin
embargo, Ettema (1990), también argumenta, que por tratar de considerar los efectos más significativos sin un
reconocimiento adecuado de las incertidumbres sobre las condiciones bajo las cuales la socavación se presenta,
el método puede llegar a ser en algunos casos muy preciso. El método adolece de problemas relacionados con
el uso conjunto de los factores de corrección por ángulo de ataque y por la forma de la pila, por la manera
como se considera el efecto de la velocidad del flujo y del tamaño de los sedimentos. Ettema (1990) se inclina
por usar la expresión simplificada ds = 2.4a.
La estimación de la profundidad de socavación según Melville (1988), está basada en la socavación
máxima que es posible obtener en una pila cilíndrica, la cual es 2.4a. De acuerdo con el método, esta profundidad
máxima se reduce afectándola por ciertos factores que consideran condiciones de agua clara, posibilidad de
acorazamiento, profundidades pequeñas del agua, tamaño del sedimento, forma y alineamiento de la pila.

De la cual Ki es un factor de corrección por intensidad del flujo, KD es el factor de corrección por tamaño del
sedimento, Kσ es un factor de corrección por gradación del sedimento.

1.4.7. Método de Froehlich (1991)

Una ecuación desarrollada por el Dr. David Froehlich, la cual es usada por el programa HEC-RAS (1998)
como una alternativa a la ecuación de la Universidad Estatal de Colorado:

17
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Donde a’ es el ancho proyectado de la pila con relación al ángulo de ataque del flujo, a es adicionado como un
factor de seguridad y D50 es el diámetro de la partícula de lecho en una mezcla cuyo 50% es menor, obtenido
de la curva granulométrica del material (HEC-18, 2001). Para pilas con punta circular alineadas con el flujo se
tiene:
≤ 2.4 Para ≤8

≤3 Para >8

Si la profundidad de socavación se analiza para un caso particular, Froehlich sugiere que no se adicione el factor
de seguridad a al final de la ecuación. El programa HEC-RAS (1998) siempre adiciona este factor de corrección
(HEC-18, 2001).

1.4.8. Método de Sheppard y Miller (2006)

El conjunto de ecuaciones de Sheppard y Miller (2006) está basado en la consideración de varias


investigaciones previas, consolidando resultados obtenidos a través de varios años de experimentos llevados
en la FHWA, algunos aspectos de la escuela europea de erosión local, fundamentalmente holandesa, a partir
de las investigaciones de experimentos propios, así como mediciones de campo. Las ecuaciones incluyen la
importante observación sobre la dependencia normalizada de la profundidad de socavación local de a/D50 en
incrementos hasta que el valor de a/D50 sea igual a 40, en el que el punto de dependencia comienza a
disminuir (Farias et al., 2009 y NCHRP, Report No. 682, 2011). Las ecuaciones propuestas por Sheppardy Miller
(2006) para la estimación de la socavación local en pilas simples, se diferencian según sea la condición del flujo
de aproximación en cuanto al transporte de sedimentos.

Para socavación en agua clara (0.47 < V/


Vc < 1.0), la fórmula para ds se expresa en función del producto de tres funciones principales:

Para socavación en lecho vivo hasta alcanzar el pico de lecho vivo (1 < V/Vc < Vlp/Vc):

Y para socavación en el lecho vivo con rango por encima del pico de lecho vivo (V/Vc > Vlp /Vc):

En donde Vlp es la velocidad límite de erosión en lecho vivo (0.5Vc) y las funciones f1, f2, y f3 se calculan con
las siguientes ecuaciones:

18
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Es una metodología complicada de aplicar debido a su amplio desarrollo matemático.

1.4.9. CONCLUSIONES GENERALES DE LOS METODOS

La mayoría de los autores coinciden en que las variables que influyen en el fenómeno de socavación
local de las pilas de los puentes son, en orden de importancia:

• Dimensiones transversales de la pila.


• Velocidad de la corriente y tirante.
• Granulometría del material del fondo.

Los parámetros hidráulicos que más se utilizan son:

• La velocidad de la corriente aguas arriba del pilar (V)


• El tirante frente al pilar (Yn),

Los cuales representan en su mayoría las situaciones hidráulicas. Sin embargo, los parámetros geotécnicos de
mayor importancia son:

• El diámetro representativo del sedimento (d)


• El peso específico del sedimento (ρs)

Si bien es cierto son propiedades importantes del suelo, no son suficientes para representar el
comportamiento del mismo.

El cálculo de la socavación local en pilas de puentes, es de significativa importancia debido a que la


mayoría de las fallas de puentes en el mundo es debido a la socavación local. El colapso de estas estructuras no
solo implica pérdidas económicas, sino también vidas humanas.
Para el cálculo de la socavación local en pilas, a la fecha no existe ninguna solución robusta, la mayor
parte de los métodos que se emplean, están basados en datos de laboratorio, con una serie de limitaciones,
tales como rangos restringidos de aplicaciones y suposiciones. Al aplicar los métodos, los resultados obtenidos
difieren uno de otro en gran magnitud, lo que dificulta su interpretación. Al utilizar cualquier metodología de
cálculo es necesario previamente saber bajo qué condiciones y supuestos ha sido deducida, para así aplicarla
dentro de su respectivo rango de validez. Sin embargo, muchas veces no está claro cuál es su rango de validez y
bajo qué condiciones físicas es posible utilizarlo.
El principal problema de los métodos disponibles se deriva de que sus autores han centrado
principalmente su atención en torno a un estudio principalmente hidráulico. La predicción de la erosión requiere
una integración de los conocimientos de varias ramas de la ingeniería como son geológicas, geotécnicas,
hidráulicas e hidrológicas.
Algunas formulaciones muy difundidas para la estimación de la erosión local en pilas de puentes (e.g.
la ec. CSU o HEC18) están basadas en datos de laboratorio que no han sido tratados debidamente en su análisis
inicial y por lo tanto resulta necesario revisar dichas ecuaciones incorporando nueva información experimental
(de laboratorio y de prototipo) ampliando los rangos de los parámetros fundamentales. Las predicciones que se
obtienen con las ecuaciones en su versión actual pueden conducir a errores importantes, máxime si se tiene en
cuenta su gran nivel de aceptación actual, al punto de estar incluidas en paquetes de software de uso masivo,
como HEC-RAS.

19
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.5. CALCULO DE LA EROSION EN ESTRIBOS DE PUENTES


Los problemas de erosión en estribos como causa de fallo de puentes son probablemente tan
numerosos como los problemas de erosión en pilas. Los dos fenómenos son semejantes, en cuanto a los sistemas
de vórtices y en cuando a las propiedades del régimen de agua clara y de lecho vivo. La máxima erosión se
produce en la cara aguas arriba, donde confluye la corriente orientada hacia el vano del puente con la corriente
que viene bordeando el terraplén.

En el caso de estribos, también se puede aplicar el análisis dimensional con las consideraciones de que
las erosiones dependerán principalmente de las longitudes del estribo.

Fig. 9. Patrones de Flujo y erosión en estribos cortos.

Fig. 10. Estructura de Flujo en Estribos. Vórtices.

De la misma forma que en pilas, la erosión local se presenta asociada a singularidades u obstáculos, en
general no afecta a las condiciones generales del flujo y debe ser explicada por la acción de un flujo complejo
que requiere consideraciones bi o tridimensionales de las velocidades.
La erosión local es causada por un flujo que posee fuerte turbulencia y puede desarrollar grandes vórtices y
donde el flujo bifásico resulta acelerado o retardado en forma brusca por causas de las fluctuaciones de presión,
de las fuerzas de alzamiento y de las variaciones en los esfuerzos de corte.
Los estribos con talud o derrame de tierras dan lugar a erosiones menores que los estribos con muros
de contención verticales, por los que son siempre preferibles. La longitud de penetración del estribo en el rio,
(llanura y cauce) influye considerablemente en la magnitud de la erosión. Cuanto mayor es el caudal
interceptado por el estribo, mayor es la corriente que lo bordea y mayor la erosión local. El caudal interceptado
no solo es función de la longitud L sino de las profundidades relativas del cauce y llanuras y de sus rugosidades
relativas.

1.5.1. Método de Lui, Chang Y Skinner (1961)

El método se basa en una ecuación resultante de estudios de laboratorio y análisis dimensional


realizado en 1961 y se aplica para las condiciones de: socavación en lecho móvil, los estribos se proyectan
dentro del cauce principal, no existe flujo sobre la llanura de inundación, el largo del estribo es menor que 25
veces la profundidad del agua, el flujo debe ser subcrítico y el lecho del cauce arenoso.

20
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Donde Fr es el número de Froude en la sección aguas arriba, Ys es la profundidad de socavación de equilibrio


medida desde el nivel medio del lecho hasta la profundidad del foso, Y es la profundidad media del flujo aguas
arriba, L es la longitud media del estribo (considerando todo lo que se oponga al paso del agua) y Kf es un
coeficiente de corrección por la forma del estribo.

Kf = 1.1 para estribos con pared inclinada hacia el cauce


Kf = 2.15 para estribos con pared vertical.

1.5.2. Método de Hire (1990)

HEC-18 (1993), incluye otra ecuación desarrollada a partir de datos del Cuerpo de Ingenieros Militares
de los Estados Unidos para la socavación en la punta de espigones construidos en el Río Mississipi. La ecuación
de Hire es por lo tanto aplicable cuando el estribo penetra el cauce principal.

De esta ecuación Ys es la profundidad de socavación, Y es la profundidad media del flujo al pie del estribo o
sobre el cauce principal, inmediatamente aguas arriba del puente, Fr es el número de Froude inmediatamente
aguas arriba del estribo, Kf es el coeficiente de corrección de forma y Kφ es el coeficiente de corrección por el
Angulo de ataque.

Tabla 1. Coeficiente según forma del Estribo.

Grafico 1 .Coeficiente según el ángulo de Ataque (Froehlich 1989)

1.5.3. Método de Froehlich (1989)

Froehlich analizó 170 profundidades de socavaciones en lecho móvil en canal artificial de laboratorio
para proponer la siguiente ecuación:

De donde, Ys es la profundidad de socavación, Yn es el tirante normal del flujo, K1 es el coeficiente que


depende de la forma de estribo (antes planteado), K2 es el coeficiente que representa el Angulo de ataque

21
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

(antes planteado), L es la longitud del estribo proyectado normalmente al flujo y Fr es el número de Froude del
flujo de aproximación.

1.6. PLANTEO DE SOLUCIONES FISICAS AL PROBLEMA DE LAS PILAS Y ESTRIBOS


1.6.1. GENERALIDADES CIMENTACION Y PROTECCION FRENTE A LA EROSION DE PILAS
Y ESTRIBOS
En el caso de una cimentación superficial, la zapata debe situarse como mínimo a la
profundidad de la erosión potencial total, para no comprometerla. (Ver figura punto a)

Profundidad de cimentación = Ds localizada + Ds general + Ds local

Fig. 11. Criterio de Profundidad de una cimentación Superficial. Martin Vide. 2003.

En ocasiones, si la zapata es muy ancha, puede servir como medio para combatir la erosión local, porque
actúa como un zócalo no erosionable. En este caso la profundidad de cimentación puede ser la de la erosión
general y localizada. (De la figura, punto b). Obsérvese que si no se acierta con la estimación de las erosiones
(que por excelencia son inciertas), la mayor erosión local desarrollada al encuentro de un obstáculo más ancho,
como es la zapata, puede ser fatal.

Una cimentación profunda con pilotes consigue que la erosión local no produzca fallo de la pila, porque
esta se apoya en un estrato profundo.

Fig. 12. Cimentación profunda y erosión local. Martin Vide.2003.

Esto sin embargo, no cambia en absoluto el fenómeno de la erosión local, que puede descubrir los
pilotes (son también obstáculos pero de diferentes anchos). En este caso según la longitud del pilote que este
descubierta, puede llegarse a la inestabilidad de la estructura y la cimentación (pandeo). El ingeniero geotécnico
y el ingeniero estructural deberán establecer la erosión máxima admisible.

Para hacer mínima la erosión local convienen sobretodo pilas delgadas, circulares si la dirección es
incierta, e hidrodinámicas. El mismo principio de un zócalo no erosionable se utiliza en collares o anillos, enteros
o perforados, concéntricos a la pila, que consiguen combatir la formación de vórtices.

Fig. 13. Disposiciones en proyecto frente a la erosión local: collares, estacas y pilas hendidas.

22
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Es interesante aclarar que las fórmulas para el cálculo de las erosiones locales, como por ejemplo la
formula HEC18 o de CSU y muchas otras ecuaciones empíricas tienen en cuenta la forma de la pila a través de
un coeficiente de forma. El ancho y la disposición de las mismas afectan enormemente el nivel de erosión local
debido a los efectos turbulentos que se generan aguas debajo de las mismas. En la figura siguiente se pueden
observar para diferentes tipos de pilas, los patrones de flujo y las estelas que se forman aguas debajo de las
mismas. Es importante por lo tanto tener en cuenta al momento del diseño la forma que se elegirá para las pilas
y las longitudes de ingreso al cauce de los estribos.

Fig. 14. Alteración del Régimen de flujo por presencia de obstáculos en el cauce.

En muchos puentes se construye una traviesa aguas abajo. Generalmente este es un medio más efectivo
para luchar contra la erosión general y localizada o por estrechamiento que contra la erosión local, porque esta
se desarrolla agudamente en el frente de la pila formando fosos de fuertes taludes (ángulos del orden de
magnitud del coeficiente de rozamiento interno del material del cauce). La efectividad de la traviesa en esta
cuestión depende de su distancia hasta el frente de la pila. Por otro lado a veces la traviesa eleva el nivel de
fondo y tiene el efecto de reducir la capacidad del puente.

Fig. 15. Ilustración de la poca efectividad de una traviesa frente a la erosión local. Martin
Vide 2003.

Como medida de protección frente a la erosión local, la más generalizada son los mantos de escollera
alrededor de la pila. Es una medida económica, eficaz y relativamente independiente del proyecto del puente.
Puede servir como remedio a posteriori ante una erosión imprevista. La facilidad de reposición, vertiendo
nueva escollera permite intensificar la protección suplementaria o salvar un déficit de material. De hecho las
protecciones de escollera deberían inspeccionarse y mantenerse por ese procedimiento. Otra propiedad
interesante del manto de escollera en la flexibilidad que le permite adaptarse a erosiones, asientos, etc.

El manto de escollera no se coloca en el fondo del cauce sino donde es efectivo para proteger de la
erosión local: en el fondo del rio durante la creciente.

Fig. 16. Posición correcta e incorrecta de un manto de escollera. Martin Vide. 2003.

23
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

La profundidad del cauce dada por la suma de la erosión general y por estrechamiento se puede
considerar perdida (no merece la pena defenderla). Si la escollera se colocara en la superficie quedaría
demasiado prominente durante la creciente y probablemente agravaría el efecto de obstáculo o bien se
desprendería, descendiendo o quedaría desmantelada.

El manto de escollera consigue que no se desarrolle la erosión local y así aumenta la longitud de una
cimentación dada. También algunos autores argumentan que puede reducirse la profundidad de cimentación
gracias a la escollera, pero entonces la protección no incrementes necesariamente la seguridad del puente. Este
punto de vista no es aconsejable, sobre todo teniendo en cuenta que la escollera no es una medida eterna, sino
que puede resultar desmantelada por el agua, desplazada o apartada por el hombre, o por falta de
mantenimiento o dificultad de acceso olvidada.

La ventaja de los mantos de escollera es la flexibilidad que permite al manto adaptarse con pequeños
movimientos, sin quedar descompuesto a las acciones erosivas. Esto da un suplemento de seguridad ene l caso
en que el fondo de la creciente descienda más de lo previsto (por la incertidumbre de cálculo de la erosión
general es interesante tener en cuenta un margen de seguridad). Aun con reajustes y desplazamientos el manto
puede soportar un descenso mayor de lo previsto, “tapizando” los taludes y defendiendo la pila.

La escollera de protección de pilas puede dimensionarse en principio con el criterio de que su velocidad
crítica de principio de movimiento es del orden de la mitad de la del cauce en general. Un manto necesita dos
capas de material y un filtro para evitar que el sustrato ascienda entre los huecos. Los filtros son imprescindibles
en ríos de arena pero no siempre en ríos de gravas. En caso de usar geotextiles, debe tener la forma de la pila,
adaptarse a ella e incluso atarse a ella. El manto de escollera se debe extender alrededor de la pila como una
aureola, con un ancho máximo del orden del valor de la erosión local. Otro criterio puede ser que el ancho
adoptado sea de 2.5 D. en pilas alargadas sometidas a corrientes oblicuas es necesario aumentar el ancho de la
aureola y también el peso de la escollera, por lo menos en el lateral a sotavento y en la cara posterior (aguas
abajo) que son afectadas por grandes sistemas de vórtices. La escollera también se utiliza para proteger a los
estribos de la erosión local.

Fig. 17. Posición y dimensiones de un manto de escollera alrededor de pilas de puentes. Martin Vide.
2003.

1.6.2 METODOS GENERALES DE PROTECCION DE PUENTES FRENTE A CRECIENTES


• Construcción de mejoras al cauce.
• Instalación de enrocado alrededor de pilas y/o estribos u otra forma de acorazamiento.
• Construcción de diques de encauzamiento.
• Mejoramiento de las condiciones estructurales de la cimentación.
• Construcción de puentes de alivio o aumentar la luz de puentes existentes.
• Monitoreo de las profundidades de socavación y cierre del puente, si resultan excesivas.

1.6.3 PROTECCION CONTRA LA SOCAVACION POR CONTRACCION (ESTRECHAMIENTO)

Se usa protección con enrocado u otro tipo de acorazamiento, a lo ancho de la sección transversal del
río, en una distancia grande hacia aguas arriba y aguas abajo del puente, si la socavación existente o esperada
por contracción es considerable, o cuando el cauce está cambiando de curso.

24
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.6.3.1 Método de Maza-Garcia (1989)

La ecuación básica para definir el diámetro del enrocado es la siguiente, donde:


D= Diámetro de la roca (D84)
Gs = densidad relativa de la roca. Gs = 2.65
V = velocidad media del flujo
H = profundidad media del flujo.

El enrocado se coloca en el fondo de la sección transversal del puente a proteger en un espesor de al menos dos
capas de roca. El ancho mínimo a proteger es igual a la longitud de las pilas. La ecuación anterior ha sido deducida
para condiciones críticas de movimiento y por lo tanto se recomienda para efectos de diseño que el tamaño de
la roca se incremente en un 20%. D84diseño = 1.2D

1.6.4 PROTECCION CONTRA LA SOCAVACION LOCAL AL PIE DE PILAS

Si los huecos por socavación existentes o previstos son locales y la capacidad de carga de las pilas es
suficiente, se pueden proteger las áreas alrededor de las pilas usando alguno de los métodos que se estudian a
continuación.

1.6.4.1 ENROCADO

La forma más simple de proteger una pila o estribo es por medio de enrocado. El enrocado a usarse es
de tamaño mayor que el que se requiere para proteger cauces con flujo sin obstrucciones. El enrocado debe
tener un mínimo de tres capas de roca en contacto con la estructura. Menos capas pueden inducir a que la arena
entre la roca sea removida por los vórtices y la turbulencia. Para no reducir el área hidráulica de la corriente, es
conveniente desplantar el enrocado hasta la elevación que alcanza la socavación a largo plazo y por contracción.
Como esto no siempre es posible, conviene al menos, rellenar con enrocado el hueco dejado por la socavación.

1.6.4.1.1 Método de Maza y Álvarez (1989)

Para encontrar el diámetro del enrocado puede


utilizarse la siguiente formula:

Donde:

Dm es el diámetro medio de la roca


γs es el peso especifico del material
v es la velocidad media del flujo
h es la profundidad media del flujo

Fig. 18. Reparación puente el Portón. Neuquén. Año 2014.

25
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

La roca debe rodear las pilas excepto cuando se tenga la certeza de que van a estar alineadas con la corriente
durante toda la vida útil de la obra, caso en el cual, el enrocado puede colocarse solamente en el extremo aguas
arriba de cada pila.

Fig. 19. Comportamiento de pilas frente a la erosión. Maza 1989.

1.6.4.1.2 Método de HEC – 18 (1993)

Según HEC-18 (1993), el enrocado no es una medida permanente para proteger pilas contra socavación y no
debe ser empleado para puentes en construcción, ya que las nuevas estructuras deben proyectarse para ser
estables. La siguiente ecuación se usa para encontrar el tamaño de la roca de protección:

Donde:
D50 es el diámetro medio de la roca, Gs es la densidad relativa de la roca, v es la velocidad de flujo sobre la pila,
K es el coeficiente de formad de la pila.
Para determinar la velocidad sobre la pila cuando no se tengan valores puntuales, la velocidad media
del cauce (Vm = Q/A) se multiplica por un coeficiente que va desde 0.9 para pilas cerca a las bancas en un cauce
recto hasta 1.7 para pilas próximas a la curvatura externa del río.
HEC-18 (1993), recomienda los siguientes criterios de construcción:

• Extender el ancho del enrocado al menos dos veces el ancho de la pila, medido desde la cara de la pila.
La protección debe ser más larga que ancha y las rocas deben reponerse si se presenta socavación. Si
el río es angosto se puede colocar el enrocado a través de toda la sección transversal.
• La parte superior del enrocado debe coincidir con la superficie del lecho del cauce y entre más profundo
se coloque menos probabilidad existe de que sea movido pero más difícil será su colocación e
inspección.
• El espesor mínimo del enrocado debe ser tres veces el diámetro D50 de la roca.
• En algunos casos, el enrocado se debe colocar sobre un filtro. El filtro no se necesita si el enrocado es
bien gradado o si se entierra por debajo del nivel del lecho.
• El tamaño máximo de la roca no debe exceder a dos veces el tamaño medio D50 del material.

1.6.4.1.3 Recomendaciones del Saint Anthony Falls Laboratory (SAFL)

Experimentos hechos en el SAFL (Minnesota, EUA) llevan a considerar que el enrocado es la mejor forma de
protección local de pilas y distingue dos casos, según sea colocado en una excavación previamente hecha o no.
En cualquier caso, se recomienda el uso de un filtro como material de transición ya sea en geotextil o en material
granular.

• Enrocado colocado en excavación previamente hecha

El enrocado debe extenderse al menos una distancia de 1.5 veces el ancho de la pila a partir de cada cara. Si el
ángulo de ataque del flujo excede de 15°, debe considerarse el ancho proyectado de la pila. El espesor del

26
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

enrocado debe ser al menos de 2 D50, e instalado de forma que la parte superior quede a ras con el lecho del
río.

A B
Fig. 20. Enrocado colocado en excavación previamente hecha. B. Enrocado con Angulo de fricción mayor a 15.
SAFL 1998.

• Enrocado sin excavación previamente hecha

El enrocado debe extenderse al menos una distancia de 2.0 veces el ancho de la pila a partir de cada cara.
Si el ángulo de ataque del flujo excede de 15°, debe considerarse el ancho proyectado de la pila. El espesor del
enrocado debe ser al menos de 3 D50, de forma que la parte superior quede a ras con el lecho del río. Si el
espesor resultante es mayor que 0.25 la profundidad del agua, debe realizarse excavación previa.

A B

Fig. 21. Enrocado colocado sin excavación previa. B. Para ángulos de fricción mayores a 15. SAFL. 1998.

1.6.4.2 PILAS AUXILIARES AGUAS ARRIBA

H. N. C. Breusers, G. Nicollet y H. W. Shen, (1977), reportan que Chabert y Engeldinger (1956)


investigaron el efecto de instalar una serie de pilas pequeñas aguas arriba de la pila principal con el propósito
de desviar la corriente incidente y disminuir el poder erosivo de los vórtices de herradura. No existe un método
general para definir los parámetros involucrados como son: número y diámetro de las pilas, espaciamiento entre
ellas, ángulo de colocación y distancia a la pila. Experimentos hechos en el Saint Anthony Falls Laboratory
(Minnesota, EUA) reportan que no tienen un comportamiento favorable y que por lo tanto su uso no se
recomienda.

Fig. 22. Pilas Auxiliares. Breusers, Nicollet y Shen, (1977)

27
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Una modificación a esta solución son las pantallas investigadas en


la Universidad de Iowa que actúan como bafles sumergidos cuyo
fin es reducir los niveles de socavación en la pila, ya sea por
revestimiento del lecho en la zona próxima o por la deflexión de las
líneas de corriente. Sin embargo, ensayos de laboratorio no
Fig. 23.Bafles de Iowa. Guevara A.,
reportan buenos resultados.
M. E. 1998.

1.6.4.3 REVESTIMIENTO CON BLOQUES

Este método de protección consiste en cubrir el lecho del río alrededor de las pilas con bloques ya sean
únicos o formados por varias unidades que se colocan como un revestimiento continuo.
Diversos materiales se usan para construir los bloques como son: gaviones, bolsas rellenas articuladas, concreto
prefabricado o concreto fundido in situ. Los bloques individuales puede que no sean estables por sí mismos,
pero si se articulan, el conjunto es capaz de resistir fuerzas erosivas mayores. Sin embargo, hay muy poca
investigación sobre el uso de bloques individuales articulados o amarrados con cables para el caso de protección
de puentes, siendo su aplicación más extensiva en el caso de revestimientos de taludes de ríos y canales.
El uso de bloques de concreto prefabricado es una opción cuando no se puede encontrar piedra del
tamaño recomendado, y si resultan más económicos que otras alternativas. El revestimiento con bloques debe
extenderse aguas arriba y aguas abajo del puente para protegerlo contra socavación por contracción, a largo
plazo y local. Los bloques se construyen siguiendo un diseño empírico dependiendo de las condiciones y
materiales disponibles en el lugar.

A B
Fig. 24. A. Bloque único colado in situ. B. Bloque de varias unidades Rio Uchigawa, Japón. Guevara A., M. E.,
1998. JR East, (1998).

A B

Fig. 25. A. Recalce y acorazamiento. B. Encamisado de Pilas.

28
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.6.5 PROTECCION CONTRA LA SOCAVACION LOCAL AL PIE DE ESTRIBOS


1.6.5.1 Método Propuesto por HEC – 18 (1993)

Para valores de Froude < 0.8 Para valores de Froude > 0.8

Donde D50 es el diámetro medio de la roca, k coeficiente determinado por la forma de los estribos, Gs es la
densidad relativa de la roca, h es la profundidad media del flujo y v es la velocidad media del flujo en la sección
contraída.

La figura ilustra la extensión del enrocado alrededor del


estribo. El espesor del enrocado No debe ser inferior al tamaño dado
por 1.5D50 o D100. Este espesor debe ser incrementado en un 50%
cuando el enrocado es colocado bajo agua para considerar la
incertidumbre generada por las Condiciones de colocación.

Fig. 26. Enrocado de protección al pie de estribos.


HEC-18, 1993.

Fig. 27. Control de estribos. River Mechanics.

29
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1.6.5.2 Diques de encauzamiento

Los diques de encauzamiento son estructuras que se construyen a partir de los estribos de un puente y
se prolongan hacia aguas arriba.
Los diques tienen como objetivo obligar a que la dirección del flujo en la sección del cruce sea
aproximadamente constante para todos los gastos de la época de lluvias. Cuando hay pilas dentro del cauce, la
dirección adecuada del dique debe ser paralela al eje longitudinal de las mismas, con lo que se garantiza que la
erosión local al pie de las pilas sea mínima y se produzca únicamente en la cara aguas arriba. Los principales
objetivos son:

• Evitar la socavación local al pie del estribo.


• Proteger el terraplén de la vía terrestre, al menos en la zona cercana al puente.
• Proveer una transición suave entre el cauce aguas arriba y la zona contraída del puente de forma que,
idealmente, las líneas del flujo sean paralelas y rectas a través del cauce.

Fig. 28. Alineamiento de los Diques de Encauzamiento. Maza J. A. 1989.


Los diques deben ser paralelos a los estribos, y la
distancia entre ellos debe ser igual a la distancia entre
las paredes de los estribos. Los mejores resultados se
obtienen usando diques con forma en planta de un
cuarto de elipse, con el radio entre el eje mayor y el eje
menor de 2.5 a 1.0. Esto permite la contracción gradual
del flujo. Los diques se forman construyendo un
terraplén de suelo o arena el cual debe ser protegido
preferiblemente con enrocado o al menos con pasto. El
enrocado debe colocarse protegiendo la cara en
contacto con el agua y es posible que se requiera de
filtros. Si el costo del enrocado es muy alto, puede
usarse pasto, pero esto implica que después de cada
creciente fuerte el dique deba ser reparado o construido
de nuevo.

Fig. 29. Dique de encauzamiento.

30
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

2 FLUJO EN CURVAS
La hidrodinámica del flujo en curva y su interacción con la morfología del rio ha sido objeto de mucha
investigación en hidráulica fluvial. Es quizás uno de los asuntos más complejos y donde aún no se ha alcanzado
un conocimiento seguro. Las curvas son como meandros de formas más o menos periódicas o bien puede ser
una gran curva única. También interesan las curvas dadas a los ríos en los encauzamientos.
En una curva la corriente no es paralela a la orilla, sino que se dirige hacia ella a la entrada de la curva
(donde aumenta la curvatura del eje) y se aleja de ella a la salida. (Donde disminuye). Hay una concentración del
caudal hacia la curva, es decir, en flujo hacia la orilla. Si la cura fuera lo bastante larga en su desarrollo y de
curvatura casi constante, este flujo llegaría a ser cero esta se denomina CURVA DESARROLLADA.
Si se usan coordenadas cilíndricas: r (radio), θ (angulo), y z (vertical), en una curva desarrollada nada
depende de θ es decir:
=0

Ahora bien en toda curva, incluso en las


desarrolladas existe un flujo particular con componentes
hacia la orilla debido a la fuerza centrífuga. A través del
rio, la velocidad no se distribuye uniformemente, por su
parte en la sección vertical A-A la velocidad no es
uniforme sino logarítmica debido al rozamiento con el
fondo
Fig. 30. Sección de un Rio en una curva. Maritn Vide. 2003.

El agua en A-A gira toda ella con el mismo radio r y así se desarrolla mayor fuerza centrífuga cerca de la
superficie donde es mayor la velocidad que en el fondo. Por causa de estas fuerzas desiguales hay unas
componentes de la velocidad en el plano de la sección transversal, perpendicular al eje del rio (θ=cte). Estas
componentes vr son la proyección sobre el plano del vector velocidad cerca de la superficie (que está
ligeramente desviado hacia el exterior de la curva) y cerca del fondo (ligeramente desviado hacia el interior).
Mirando en conjunto estas
componentes (vr pero también vz,
dada la forma de la sección) forman
una circulación en la sección llamada
“CORRIENTE SECUNDARIA”. La
magnitud de esta circulación se mide
con la componente θ del vector
vorticidad (rotacional de la velocidad)
el cual es:

La noción de corriente secundaria fue


Fig. 31. Corrientes secundarias. Trayectoria Helicoidal. Martin Vide.
expuesta por Thomson en el año 1876.
2003
A la dirección y sentido de giro de la
corriente secundaria se atribuye la
responsabilidad de modelar la sección transversal de la curva de un rio. Precisamente explica que el lado exterior
sea más hondo por efecto del descenso de la corriente secundaria, mientras que el lado interior sería una suave
pendiente por efecto de la corriente ascendente. Pero también la corriente no paralela que se dirige a la orilla
puede ser responsable de la forma de la sección. Además de estas explicaciones físicas, sobre la profundidad y
la pendiente transversal en curvas se puede analizar la misma desde un enfoque analítico y uno empírico.

31
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Puede verse que la trayectoria del flujo como combinación del flujo principal y la corriente secundaria
es helicoidal. Sigue el sentido anti horario cuando la curva es hacia la derecha y horario cuando la curva es hacia
la izquierda. Este flujo y por extensión la corriente secundaria que lo origina se llama FLUJO HELICOIDAL. En los
puntos de inflexión teóricamente la hélice se estira hasta una línea recta, mientras que la misma se forma mas
cuanto mayor es la curvatura. En realidad en la zona de inflexión entre dos curvas de distinto signo conviven una
corriente secundaria en decadencia procedente de la curva de aguas arriba con una formación con el signo de
la curva de aguas abajo lo que puede favorecer a la formación de islas en el centro. También se ha demostrado
la formación de corrientes secundarias en cauces rectos y otras células de recirculación secundarias en curvas.

Otro aspecto importante del flujo en curvas es la sobreelevación o peralte del nivel de agua, entre la
orilla exterior e interior. Por la cauda de la fuerza centrífuga cuyo valor es:

∆ =

Con v como la velocidad de la sección y r es el radio de curvatura.

2.1 RELACION ANCHO TIRANTE


Los patrones de flujo en las curvas de los ríos muestran diferentes comportamientos en función de la
configuración geométrica, y particularmente de la relación B/H (ancho/tirante). Esta relación es considerada
frecuentemente como parámetro principal para caracterizar el flujo en canales curvos.
El flujo en canales curvos difiere de aquel en canales rectos a causa de la aceleración centrípeta. Como
consecuencia, se produce una sobreelevación de la superficie del agua la cual conduce, bajo ciertas condiciones,
a un movimiento helicoidal en respuesta a una corriente secundaria que se establece en dirección perpendicular
al sentido del escurrimiento principal.
Una celda de circulación secundaria es, por definición, una celda cerrada en donde el flujo neto
transversal es cero. La detección de una componente no nula de velocidad transversal en un cauce natural es
condición necesaria, aunque no suficiente, para la existencia de una celda de circulación secundaria. En una
curva de un río, la acción de la fuerza centrífuga en superficie excede el gradiente de presión lateral y el agua es
llevada hacia la margen externa.
Por el contrario, la fuerza de presión es dominante en proximidades del lecho, puesto que la presión
hidrostática adicional no se encuentra equilibrada por la aceleración centrípeta, y las partículas de agua se
desvían hacia la margen convexa. Las corrientes verticales, hacia arriba en la zona de la margen interna, y hacia
abajo en la zona de la margen externa, completan la celda de circulación secundaria (Engelund, 1974; Falcon,
1984).
Yalin (1992) analizó el comportamiento de los flujos en canales curvos, sugiriendo que en función de la
relación B/H, se pueden desarrollar dos tipos de flujo:

 Flujo α, o flujo helicoidal: propio de canales angostos. Es un flujo inducido por la mayor
curvatura del canal (1/R) y consiste en un movimiento del flujo longitudinal paralelo a los
bordes al cual se le superponer una circulación transversal.
 Flujo β, o flujo lateral oscilante: propio de canales anchos. Este flujo es inducido por la variación
de la curvatura del canal ∂(1/R)/∂l en la dirección longitudinal l y es formado por la masa de
fluido que se traslada (en todo el espesor H de la lámina líquida) periódicamente entre la
margen izquierda y la margen derecha mientras se mueve a lo largo de la longitud de la curva.

Yalin y Da Silva (2001) encontraron que la velocidad transversal se incrementa con la relación B/H,
además del ya conocido incremento con la relación B/R. Ellos concluyen, que la intensidad de la circulación
secundaria depende del ángulo inicial de deflexión del canal θ , la relación B/H, la sinuosidad del canal, la
resistencia del canal, y la velocidad media del canal.

32
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 32. Tipos de flujos laterales en curvas. Yalin (1992).

2.2 FORMACION DE MEANDROS

Un rio con meandros se caracteriza por una sucesión de


curvas, más específicamente un meandro se conforma por un par
de curvas con direcciones opuestas. Existen muchas teorías acerca
del origen de los meandros, una de ellas le atribuye su origen a las
corrientes secundarias. En ríos naturales se produce lo que se
conoce como migración lateral, la cual resulta de la erosión de las
márgenes externas de las curvas combinadas con la sedimentación
en las partes internas de las mismas. Lógicamente el porcentaje de
erosión dependerá de las características del material que
compone el cauce, la cohesión y la presencia de vegetación.
Existen patrones típicos de migración de meandros y se muestran
en la figura correspondiente.

Para caracterizar los meandros podemos definir básicamente: el


ángulo θm que es ángulo máximo en el origen, A que es la longitud
del meandro y Wm que es el ancho.
Fig. 33. Esquema de un meandro. River Mechanics.

En la figura se puede observar en el punto a) la erosión en las


márgenes externas de las curvas y la deposición de material en las
márgenes internas.

El efecto de ensanche del rio se produce como resultado de la


erosión de una margen en exceso con respecto a la deposición en la otra
margen. El rio por otro lado se enangosta si la tasa de deposición en una
margen es mayor que la de erosión en la margen opuesta.

Muchas veces la deposición de material en las márgenes internas


provoca la formación de barras y/o terrazas rígidas donde crece la
vegetación. Estas terrazas suelen verse en las imágenes satelitales. Según
numerosos autores, las erosiones en las márgenes están relacionadas con
los radios de curvaturas y los anchos mismos.

Biedenharn (1989) estudio el rio Luisiana y Arkansas y llego a la


conclusión de que las máximas tasas de erosión se provocaban con valores
de Rm/W entre 2 y 4.

Fig. 34. Ejemplos de migración lateral. River mechanics.

33
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 35. Tipos de formaciones con meandros. River Mechanics.

La evolución de los meandros puede clasificarse en dos categorías: a) la migración hacia aguas abajo de
todo el meandro y b) la expansión de la curvatura del meandro, su estrangulamiento y finalmente el corte del
mismo. El desarrollo de meandros incrementa la longitud del río y por consiguiente disminuye la pendiente.
El meandro es el mecanismo natural por el cual un río ajusta su pendiente cuando la del valle por donde
fluye es mayor que la necesaria. La configuración y geometría de un cauce con meandros está determinadas por
la erosión y socavación de la margen externa o cóncava y el depósito de sedimentos a lo largo de la margen
interior o convexa

2.3 CALCULO SINTETICO DE LA EROSION EN CURVAS


Según el proceso descripto el lado externo de la curva presenta profundidades mayores. Richardson en
1975 clasificó las curvas de los ríos según la relación entre el radio de curva r al centro del cauce y el ancho de la
superficie libre B, en los siguientes tres tipos:

Tipo de curva r/B


Limitadas 7.0 – 8.0
Libres 4.5 – 5.0
Forzadas 2.5 – 3.5

En las curvas de tipo libre y limitado, el tirante crece gradualmente desde la transición aguas arriba de
la curva, alcanzando un máximo casi en el final de la curva. En curvas forzadas, el tirante crece rápidamente al
comienzo de la curvatura hasta un máximo en el sector central de la misma y luego decrece gradualmente hacia
aguas abajo. El tirante máximo en una curva puede estimarse con el criterio de Altunin, cuya expresión es la
siguiente:

De donde, hmax profundidad máxima de la curva [m], hmed tirante medio en el tramo recto ubicado
aguas arriba [m], y ε un coeficiente que depende de la relación r/B dados en la tabla siguiente

Tabla 2. Valores de ε en función de la relación r/B.

34
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

2.3.1 EROSION EN MEANDROS

En función de los gráficos precedentes y definiendo a θ como el ángulo entre el eje vertical planteado
y el eje del rio, L es el ancho del rio, y θm es el ángulo al inicio de la curva. Según Langbein and Leopold (1966):

La longitud del meandro se puede calcular como:

También se puede definir la sinuosidad Ω como:

El radio de curvatura se calcula de la siguiente forma:

Y el radio mínimo de curvatura será:

Para una cierta longitud del meando, el radio mínimo que se corresponde con el máximo valor de la sinuosidad
vendrá dado por:

El grafico que se muestra revela que el radio mínimo


de curvatura para un meandro se corresponde con el
ángulo máximo θm de 75 grados o 1.3 rad. Por otro
lado, el incremento del radio de curvatura resulta
interesante de estudiar YA QUE ESTE PARAMETRO
CONTROLA LA MAGNITUD DE LA FUERZA
CENTRIFUGA.

Según Leopold (1960) la relación Λ/Rm en ríos


naturales con meandros suele estar entre 3 y 5 y los
radios de curvatura Rm suelen ser aproximadamente
2.3 vece el ancho del canal.

Grafico 2. Propiedades de los ríos con meandros. River Mechanics.

35
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

A su vez analizando la sinuosidad del canal y su pendiente se pueden deducir las geometrías hidráulicas
y el fenómeno de transporte de sedimentos que se producirán en el meandro.

Definiendo Sf como la pendiente friccional, ΔH son las pérdidas de energía a lo largo del canal sinuoso
y Sfo es el gradiente de energía, se puede decir entonces que:

Para el análisis del transporte de sedimentos se puede utilizar el parámetro de Shields τ* y la ecuación
de Manning Strickler

De este análisis resulta el siguiente gráfico:

Se puede observar que el parámetro de Shields τ*


se muestra en función del ángulo θm. Cuando θm
es mayor a 90 grados el parámetro de Shields es
menor que la mitad que el dado en canales rectos.
A medida que la sinuosidad incrementa, disminuye
el parámetro de Shields esto demuestra que los
ríos sinuosos tienen menor capacidad de
transporte de sedimentos comparado con los ríos
rectos.

Por otro lado:

El valor máximo de corte se corresponde con el


valor mínimo del radio R. Combinándolo con
Grafico 3 .Esfuerzos de corte. River mechanics. diferentes ecuaciones obtenemos que:

Se observa del grafico que:

Valores de θm entre 40 y 80 grados llevan a valores de parámetros de Shields altos. Esto nos indica que los
valores de esfuerzos de corte transversales serán altos cuando el radio Rm este en el orden de 2.5 veces el
ancho del canal.

36
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

2.4 PLANTEO DE SOLUCIONES FISICAS AL PROBLEMA DE LA EROSION EN CURVAS


2.4.1 PROTECCION DE MARGENES
Los procedimientos más comunes para la protección de márgenes, especialmente las exteriores de
curvas, son: los espigones, recubrimientos marginales y los diques marginales. Estas obras permiten evitar en
contacto del flujo a alta velocidad con las márgenes y guiar al flujo hacia una dirección deseada.

Fig. 36. Obras de protección de márgenes. Applied River Engineering Center. Engineering Division of the U.S.
Army Corps of Engineers

Algunas diferencias entre estos tipos de obra consisten en que los recubrimientos marginales evitan
por completo los corrimientos laterales de las márgenes, tanto en tramos rectos como en las curvas más
forzadas, o fijan completamente las márgenes, mientras que los espigones permiten que la orilla entre ellos
pueda ser ligeramente erosionada inmediatamente después de su construcción. Por otra parte, los
recubrimientos marginales son más costosos y requieren mayor cuidado en su proyecto y construcción. Además,
cuando falla una parte de un recubrimiento marginal puede extenderse esa falla y destruirse toda la obra, sobre
todo sí la avenida tiene varios días de duración. En cambio, los espigones permiten que la obra en su conjunto
continúe trabajando aunque uno o dos de los espigones hayan sido socavados en sus extremos o destruidos o
separados de la margen. Por último, el costo del mantenimiento de los espigones disminuye con el tiempo.
Las principales desventajas de los espigones consisten en que disminuyen el área hidráulica y aumentan la
rugosidad de las orillas. Por otra parte, ellos no se pueden utilizar en curvas con radio de curvatura muy reducido.

Fig. 37. Historic Photographs. Applied River Engineering Center. Engineering Division of the U.S. Army Corps of
Engineers

37
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

2.4.1.1 ESPIGONES

Los espigones son estructuras interpuestas a la corriente, uno de cuyos extremos está unido a la
margen. Sirven para alejar las líneas de corriente con alta velocidad de la orilla, y evitar así que el material de la
margen pueda ser transportado y ella se erosione Además, los espigones facilitan que los sedimentos se
depositen entre ellos, con lo que se logra una protección adicional de la orilla.
Los datos necesarios para el diseño de los espigones son la topografía y batimetría del río en la zona
por proteger, secciones transversales a lo largo de las orillas que serán protegidas, características hidráulicas de
la corriente como son, por ejemplo, el gasto dominante y el caudal asociado a un periodo de retorno entre 50 y
100 años, la elevación de la superficie del agua correspondiente a esos caudales, así como las velocidades medias
de los escurrimientos y la velocidad del flujo a lo largo de las orillas por proteger; la granulometría y peso
específico de los materiales del fondo y orillas del cauce, y finalmente los materiales de construcción disponibles.

Fig. 38. Espigones. River mechanics.


Los aspectos más importantes a tener en cuenta en el diseño de espigones son:

 La localización en planta. La separación entre las nuevas orillas de defensa podrá ser igual al ancho
estable del río teniendo en cuenta el cambio de pendiente, si se rectificó el río o sí el río va a ser
navegable o no. Analíticamente el ancho estable se obtiene en función del gasto dominante,
características físicas del material del fondo y orillas, y de la pendiente del río; para hacer lo
mencionado se utilizan los métodos descritos en el capítulo dos de este manual. Cuando se trata de
rectificar un tramo de río o defender sus curvas y si las márgenes son arenosas o ligeramente limosas,
los radios de curvaturas r, medidos hasta el eje del río deben estar comprendidos entre los límites
siguientes:

2B <5 r < 8B
Con B el ancho libre entre vanos. Ver figura.

 Longitud de los espigones. La longitud total de un espigón, L, se divide en dos, una es la longitud de
anclaje o empotramiento, Le y la otra la longitud de trabajo, Lt. La primera es la que inicialmente está

38
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

dentro de la margen y la segunda la que está dentro de la corriente. Donde d<Lt< B/4 con d como el
tirante del rio asociado al caudal máximo.

Fig. 39. Espigón Empotrado.

Los espigones pueden construirse sin tener longitud de anclaje, es decir, sin que penetre en la margen,
por tanto L e = 0. La máxima longitud de anclaje recomendada es igual a un cuarto de la longitud de trabajo,
0.25 L t; el empotramiento solo se justifica cuando no se puede permitir que falle ninguno de los espigones, ello
se presenta cuando hay una población en la margen que se desea proteger.

 Forma de los espigones en planta La forma en planta de los espigones puede ser recta, curvados hacia
aguas arriba o aguas abajo, en L con el brazo dirigido hacia aguas arriba o aguas abajo y en T. Los más
usuales son los rectos por su facilidad constructiva y por ser más económicos. Los espigones con forma
de L o T son los más costosos, ya que su parte extrema debe construirse en la zona más profunda del
río.
 Separación entre espigones La distancia entre espigones, se mide en la orilla entre los puntos de
arranque de cada uno y depende de la longitud del espigón de aguas arriba y de su orientación, así
como de la configuración de la margen. Para calcular la separación entre dos espigones, se toma en
cuenta la expansión teórica que sufre la corriente al pasar frente al extremo del espigón, normalmente
se considera que el ángulo de expansión b varía entre 9 y 11 grados. Sí los espigones están muy cercanos
entre sí trabajan menos eficientemente y su costo es mayor.
 Separación de los primeros espigones Al diseñar la defensa marginal de un tramo de río los primeros
espigones de aguas arriba se diseñan diferente, para ello, en el tramo recto aguas arriba de la primera
curva, la línea extrema de defensa que se une con la margen hacia aguas arriba forma un ángulo, y, que
varía entre 8 y 10 grados. La localización, longitud y separación de los espigones, se obtiene con las
recomendaciones explicadas.
 Pendiente longitudinal, elevación y ancho de la cresta. Los espigones pueden ser construidos con
pendiente horizontal o teniendo una pendiente hacia el centro del río que pueda llegar a ser de 0.25.
Los de cresta horizontal se construyen cuando se desea reducir artificialmente el ancho del río, y con
una pendiente longitudinal cuando se desea proteger una margen o rectificar un tramo de río. La
elevación del punto de arranque de un espigón en ríos de planicie, será igual a la elevación de la margen;
para ríos en zonas intermedias o de montaña será igual a la elevación del agua que corresponda al gasto
dominante. El extremo dentro del cauce deberá tener alturas máximas de 50 cm sobre el fondo actual
6 la elevación que tiene el agua durante el momento de la construcción, la que debe efectuarse en la
época de estiaje. El ancho de la corona de los espigones depende de los materiales con que se forman
y del procedimiento de construcción empleado.
 Orientación de los espigones Cada orientación tiene diferente influencia sobre lo corriente y por tanto
un efecto diferente sobre la socavación y depósito de material alrededor de él. Se ha observado que
los espigones orientados hacia aguas arriba producen más depósito de sedimento en la orilla aguas
abajo que los que están orientados 90 grados con respecto al flujo. Los espigones colocados normales
al flujo solo protegen áreas pequeñas mientras que los que están dirigidos hacia aguas arriba resisten

39
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

mejor al poder erosivo de la corriente, esto se basa en las observaciones realizadas por Samide y
Beckstead (1975). Sin embargo, Franco (1967) dice que el espigón dirigido hacia aguas abajo presenta
un mejor comportamiento desde el punto de vista de socavación, depósito, tirante del canal y
alineamiento y que el orientado hacia aguas arriba produce más disturbios al flujo.

2.4.1.2 RECUBRIMIENTOS O MUROS MARGINALES


Los recubrimientos marginales son estructuras apoyadas directamente en la margen de un río a fin de
evitar que la corriente de agua esté en contacto con el material de la margen que protegen. Los recubrimientos
marginales pueden ser permeables, semipermeables e impermeables.
Permeables cuando permiten el paso libre del agua pero reducen su velocidad para que esta pierda su
capacidad erosiva al no poder arrastrar el material de la margen.
Los recubrimientos semi-permeables son aquellos que cubren la margen y evitan el contacto directo de
la corriente con el material que la forma, aunque no evitan que el agua pueda fluir entre los huecos que forman
el recubrimiento. Los recubrimientos impermeables evitan el contacto entre el material de la orilla y el agua
(losas de concreto, recubrimientos asfálticos, muros de mampostería, etc)

RECUBRIMIENTOS SEMIPERMEABLES

Se forma con enrocamiento o colchonetas de malla metálica rellenas con grava, descansando sobre la
margen, la cual deberá de ser perfilada al talud deseado y compactado.

Fig. 40. Gaviones y colchonetas. River mechanics.

Los recubrimientos marginales formados con enrocamiento deben contar como mínimo con una coraza en
contacto con el flujo cuyos elementos tengan el peso suficiente para no ser arrastrados por la corriente y por
un filtro (geotextil) que evite que las partículas que forman la margen del río salgan entre los huecos de la
coraza del recubrimiento cuando el nivel freático en la margen tiene una elevación superior a la elevación de la
superficie libre del río.

Fig. 41. Colchón Reno. Especificaciones técnicas. Macaferri.

40
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

RECUBRIMIENTOS IMPERMEABLES

Estos se forman usualmente con gaviones tipo colchoneta inyectando concreto hidráulico o
colocando una capa asfáltica y se utilizan en ríos y canales en los que puede trabajarse en seco. El
recubrimiento se construye completamente impermeable cuando se tiene la certeza de que el nivel
freático nunca está por encima del nivel del fondo del cauce. En zonas donde los ríos cruzan
poblaciones se utilizan con frecuencia muros verticales de gaviones, desplantándose a una
profundidad tal que no pueda el río llegar a erosionarla

RECUBRIMIENTOS PERMEABLES

Son obras que permiten colocar a una cierta distancia de la orilla y a lo largo de ella, algún elemento
que no pueda ser arrastrado por la corriente y que permita que la vegetación y basura que transporta la corriente
queden detenidos en ellos, ejemplos de dichas obras están, por ejemplo, los pilotes separados entre sí y
alineados a lo largo de la línea extrema de defensa, etc.

2.4.1.2.1 PROBLEMAS DE INESTABILIDAD DE MARGENES

A demás de las ya mencionadas, se pueden agregar otras estructuras de estabilización de márgenes, las
cuales tienen como objetivo evitar la migración de los meandros y proteger las márgenes del deslizamiento.

Las márgenes de cauces aluviales pueden tener diferentes tipos de fallas según el tipo de material que
compongan las mismas.

Ti

Fig. 42. Tipos de fallas de margenes. River Mechanics.

En el caso a) los materiales componentes pueden ser no cohesivos o granulares, por lo tanto el efecto de la
erosión al pie puede provocar que si el talud excede el ángulo de reposo del material, colapse el margen.

En el caso b) los materiales componentes se consideran cohesivos, dependiendo del tipo de material, puede
provocarse una falla por deslizamiento de una parte de la margen.

En el caso c) se considera que las márgenes están compuestas de depósitos estratificados. Puede suceder que
los materiales granulares sean removidos por el flujo quedando el material cohesivo expuesto y sensible a las
tensiones externas que puedan provocar su colapso. A su vez también puede suceder que las márgenes estén
compuestas de gravas o material grueso que pueda ser arrastrado por la corriente.

41
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

2.4.1.2.2 METODOS PARA SOLUCIONAR LA INESTABILIDAD DE LAS MARGENES

Para solucionar los problemas de inestabilidad de las márgenes, se


pueden proponer diferentes métodos que van desde el cambio de
pendientes de las mismas hasta el cambio de material de relleno de
las márgenes.

Estos métodos se utilizan en gran medida mientras haya mucho


espacio en la llanura de inundación o en el cauce, este es el caso de
la figura a) donde se retira parte del suelo y se vuelve a rellenar con
material grueso.

En el caso que los espacios en el cauce o la llanura de inundación


sean reducidos, para minimizar el ángulo se reemplaza mayormente
el material de las márgenes por otro más grueso. Esto se representa
en la figura b).

El caso c) y d) son similares, en ambos se reemplaza mayormente el


material de las márgenes por otro más grueso que garantice
estabilidad y menor ángulo a la pendiente, ganado así espacio en el
cauce o la llanura de inundación.

El caso d) es aprovechado para generar escalonamientos en caso de


necesitar pendientes muy abruptas.

Cabe destacar que un aspecto importante es el control del nivel


freático que muchas veces provoca asientos y/o colapsos de las
margenes. Existen dos formas de controlar el nivel freático:
controlando y previniendo las infiltraciones no deseadas en el suelo
en cuestión yo proporcionando una superficie correcta de drenaje
que disminuya el nivel freático.

Fig. 43. Métodos para reducir las pendientes de las márgenes. River Mechanics.

2.4.1.2.2.1 REVESTIMIENTO DE MARGENES CON ESCOLLERA (RIPRAP)

Específicamente, el revestimiento con escollera se utiliza para disminuir los niveles de erosión de las
márgenes. Las escolleras o más comúnmente llamados RIPRAP es la protección de las márgenes con material de
cierto tamaño que no pueda ser removido por grandes crecientes. Por una cuestión económica, el uso de
RIPRAPs se ha popularizado en todo el mundo a la hora de proteger márgenes de ríos. Su construcción es sencilla
y no es necesario utilizar maquinaria especializada para su colocación. La escollera en general es recuperable, lo
que significa que puede agregarse material si se necesitase de forma sencilla. Además de ello tiene la gran
ventaja de dar un aspecto natural al entorno a diferencia de otros métodos para evitar erosiones. Para el control
y diseño de las mismas se deben tener en cuenta: la velocidad del flujo y las tensiones de corte generadas en el
material, los ángulos y las pendientes de las márgenes, la densidad de la roca, su durabilidad, su ángulo de
reposo, el espesor del RIPRAP, los filtros necesarios para prevenir el arrastre de finos y la estabilidad al pie del
talud.

42
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 44. Métodos de drenaje del nivel freático. River mechanics.

Existen dos métodos para calcular el tamaño de la roca para la escollera: el método de los esfuerzos de
corte y el método de las velocidades de flujo.

 El Método de los esfuerzos de corte usa la siguiente formula:

Donde τo es el esfuerzo de corte que genera el flujo, τ*c es el corte crítico, φ es el ángulo de reposo de la piedra
y θ1 es el ángulo del talud.

 El método de las velocidades de flujo se baja en las siguientes formulas:

Luego se entra a un gráfico para obtener los valores de los diámetros.

2.4.1.2.2.2 REVESTIMIENTO DE MARGENES CON VEGETACION

Sin lugar a dudas es la forma más natural de proteger márgenes de ríos. Es un método económico y
presenta grandes beneficios relacionados con la percepción y preservación del ambiente. La presencia de
vegetación protege las márgenes básicamente de dos formas: las raíces de las plantas generan una malla que
mantiene al suelo unido y disminuye su inestabilidad, dándole capacidad de infiltración. A su vez la misma

43
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

vegetación provee protección a través de la disipación de la energía que acarrea el flujo, provocando turbulencia,
evitando así que se remueva el suelo del entorno.

A su vez la vegetación se puede clasificar en dos: pastos cortos y árboles y arbustos. Los que presentan
sistemas radiculares más complejos son más efectivos a la hora de proteger las márgenes.

2.4.1.2.2.3 PROTECCION DE MARGENES CON TRINCHERAS

Cuando se tiene una cantidad suficiente de material resistente a la erosión, los


mismos pueden aplicarse de diferentes maneras a lo largo de las márgenes a
proteger, esto sería el caso de la figura a).

El caso de la figura b) es similar al primero, con la diferencia de que el material


se encuentra enterrado en forma de trinchera. En este caso se permite la
erosión del suelo natural hasta que el mismo llega a la base de la trinchera.

La velocidad y las características del canal dictaran como deberá ser el tamaño
de la piedra a utilizar en todos los casos. Debemos recordar que las piedras
grandes necesitan más material que las piedras pequeñas para poder producir
la misma superficie especifica o el mismo espesor relativo.

Fig. 44. Trincheras e hileras de roca. River mechanics.

2.4.1.2.2.4 PROTECCION DE MARGENES CON SACOS Y BLOQUES

Los sacos pueden rellenarse con suelo o mezcla de arena-cemento.


Se utilizan especialmente para casos de emergencia, cuando se necesita
proteger las márgenes frente a crecidas imprevistas. En general los sacos
no suelen ser de fácil acceso, teniendo que transportarlos de otros lugares.
Pueden llegar a ser usados por un mediano plazo, pero a pesar de ello las
características de los mismos no garantizar que sean permanentes debido
a que se deterioran con el tiempo.

Otro de las protecciones que se pueden utilizar son los bloques


fabricados con arena del lugar y cemento, también se pueden agregar otros
materiales accesibles en el mercado. Son durables y es muy poco probable
que los arrastre la corriente. Otro de los aspectos fundamentales a tener
en cuenta es que los mismos presentan bajos coeficientes de rugosidad con
respecto a otros recubrimientos.

Los sacos tienen ciertas ventajas sobre los RIPRAP: pueden


colocarse en pendientes muy pronunciadas, pueden usar materiales
obtenidos del entorno, presentan menos rugosidad frente al flujo. Lo único
negativo es que no resultan estéticos y pueden ser acarreables por el curso
de agua, no son flexibles y son vulnerables a los efectos climáticos y a la
intemperie.

Fig. 45. Sacos y Bloques. River Mechanics.

44
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

2.4.1.2.2.5 PROTECCION DE MARGENES CON COLCHONETAS DE HORMIGON ARTICULADAS

En ríos muy grandes o anchos, estas colchonetas de hormigón pueden constituir una red flexible para el control
de las márgenes. Se debe tener en cuenta el uso de filtros o geotextiles para evitar acarreos de materiales finos.

Se utilizan en rios que tienen mucho


espacio en su cauce para la colocación de
estas colchonetas. No son aptas para
curvas debido a la necesidad de su
extensión. Resultan flexibles, fuertes y
durables. La gran desventaja es el posible
paso de finos entre bloques.

Colchoneta de hormigón articulada.


River Mechanics.
Fig. 46. Colchonetas de hormigón articuladas. River Mechanics.

2.4.1.2.2.6 PROTECCION DE MARGENES CON USO DE SUELO CEMENTO

Estos casos suelen utilizarse cuando no puede traerse material de otro lugar, por lo tanto se utiliza el
material del entorno de la obra para
ejecutar el suelo-cemento.

Este método presenta desventajas: poca


resistencia, resulta poco impermeable y
muy susceptible a cambios de
temperatura

Fig. 47. Suelo – cemento. River mechanics.

2.4.1.2.2.7 PROTECCION CON MUROS DE RETENCION

Para prevenir erosiones y colapsos de las márgenes suelen utilizarse muros verticales ejecutados de
diferentes materiales. Se han dividido en tres clases los tipos de muros verticales. Primero: Muros de Gravedad.
Segundo: Muro o voladizo Tercero: Muros con tablestacas.

Los tipos de muros de gravedad se muestran en la figura. Desde los ejecutados con hormigón hasta los
que consideran el uso de engavionado para el soporte de los taludes. Más abajo se muestran imágenes de muros
de diferentes clases.

Fig. 48. Muros de gravedad. River mechanics.

45
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 49. Muros con tablestacas. River mechanics.

Fig. 50. Muros con refuerzos de acero. River Mechanics.

2.4.1.3 DIQUES MARGINALES. OBRAS DE CONTROL DE VELOCIDADES DEL FLUJO


2.4.1.3.1 CONTROL DE EROSION DE MARGENES CON RETARDADORES

Los retardadores son estructuras permeables, ubicadas cercanas a las márgenes paralelas al flujo. El
objetivo de su construcción es disminuir la velocidad del flujo y eliminar las corrientes secundarias erosivas.
Están ubicadas en general distanciadas de las
márgenes y su altura suele ser 1/3 o 2/3 de la altura
de las márgenes. Sus ventajas son: pueden ser
adaptadas a múltiples condiciones, su alineación
puede ser modificada en función de la necesidad, son
menos costosas y se pueden ejecutar con material
que se disponga del entorno.
Las desventajas son: no garantizan mejoras
en la estabilización de la pendiente de las márgenes,
no garantizan prevención inmediata de la erosión
para grandes caudales y flujos de retorno, son
deteriorables, reducen la capacidad del cauce e
interfieren con el acceso directo al cauce.

Fig. 51. Retardadores. River mechanics.


2.4.1.3.2 PROTECCION DE MARGENES CON DIQUES MARGINALES

Existen dos tipos de diques: diques rellenos con piedra y diques con pilas de madera. Los primeros
pueden estar compuestos por espigones y los mismos deben generar un efecto dique dentro de ellos donde el
flujo se acumula. También se pueden usar retardadores para su construcción. A su vez se recomienda colocar
una protección con piedra al pie de los retardadores o de las pilas.

En este tipo de obras es esencial el mantenimiento de la misma. Inicialmente provoca una disminución
en la capacidad del canal. En el caso de las pilas de madera, las mismas suelen colapsar por acumulación de
material o basura, también se ven afectadas por las erosiones locales en las mismas, por lo tanto puede colocarse
material rocoso en su base para evitar estas erosiones. Son efectivas cuando las velocidades no son muy grandes

46
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

y el transporte de sedientos resulta alto. Es importante la función que deben cumplir estos diques, ya que lo
importante es que las velocidades del flujo permitan la deposición de materiales que luego pueden ser
dragados.

Fig. 52. Estabilización de márgenes. A la derecha diques con pilas de madera. River Mechanics.

2.4.1.3.3 PROTECCION DE MARGENES CON PALETAS

Son estructuras diseñadas para guiar el flujo


hacia afuera de las márgenes que puedan ser
erosionables. Pueden ser construidas con roca o
cualquier otro material que no permita la erosión y se
ubican alejadas de las márgenes. El flujo es libre de pasar
por entre medio de dichos obstáculos rodeándolos,
siempre con su componente principal alejada de la
margen que se quiere proteger.

Fig. 53. Vane dikes. River mechanics.


2.4.1.3.4 PROTECCION DE MARGENES CON VERTEDEROS EN CURVAS (Bendway weirs)

Estas estructuras son especies de vertederos bajos


ubicados de forma oblicua en un angulo entre 20 y 30 grados
igualmente espaciados entre sí. Su altura es relativamente
baja, como para permitir una corriente constante por encima
de ellos. Los vertederos deben tener una altura y una longitud
suficiente como para que la mayor parte del flujo pase por
encima de ellos. En general se construyen en grupos de a 4 a
14 por margen y sirven para controlar las velocidades cercanas
a las márgenes y las corrientes secundarias.

Sus ventajas son: mejora la navegación del canal, Fig. 54. Bendway weirs. River mechanics.
incrementa la estabilidad debido a que garantiza la
deposición de material que viene siendo transportado por la
corriente, las corrientes resultan más uniformes a lo largo de las secciones del rio, aleja al eje longitudinal del
rio o talweg de las márgenes erosionables. Lo más importante de este tipo de estructuras es la generación de

47
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

hábitats para diferentes especies de peces y en consecuencia la mejora en la vida de otras especies que
dependen de ellos como ser las aves.

3 EROSION GENERALIZADA DEL CAUCE y DISENO DE CANALES ALUVIALES


3.1 METODOS DE CÁLCULO. ECUACIONES EXPERIMENTALES

Para el diseño de canales aluviales existen muchas fórmulas analíticas y experimentales, no es el


propósito de este trabajo describirlas a todas sino presentar algunas de ellas, las cuales pueden resultar de
utilidad a la hora de calcular el transporte de sedimentos y la erosión generalizada del cauce de un rio.

A continuación se presentan las generalidades, así como también ecuaciones empleadas para el cálculo
de canales aluviales.
Si se excava un canal de geometría inicial dada (por ejemplo, trapecial, ver figura a)), sin revestimiento,
en una planicie aluvial, en primera instancia la fracción sólida del contorno de la sección transversal del canal
estará constituida por un material de naturaleza semejante al suelo local. Luego de un período razonablemente
prolongado de operación continua del sistema (generalmente del orden de magnitud de un año), se genera un
proceso de "maduración" del canal, y el material del perímetro comienza a presentar características
comparables a las del sedimento transportado por el flujo, que a su vez es de naturaleza semejante a la del
material que transporta el río de donde se toma el agua para el canal en cuestión. Este fenómeno de maduración
es una consecuencia de la actividad morfodinámica desarrollada por el flujo, a través de los fenómenos de
erosión y sedimentación.

Fig. 55. Canales Aluviales. FARIAS H. D. 1995.

Por su parte, si el diseño inicial no resulta apropiado (Figuras b y c), lo más probable es que se
produzcan erosiones y/o deposiciones de material sedimentario hasta que el flujo logre "esculpir" (modelar)
una geometría (transversal y longitudinal) adecuada para conducir los caudales líquidos y sólidos de la manera
más eficiente posible (Farias, 1990).
Desde un punto de vista macro-morfológico, un canal aluvial es un sistema físico con tres grados de
libertad. En efecto, el mismo puede experimentar ajustes de su geometría transversal (ancho y profundidad),
así como también de la longitudinal (pendiente), ante diferentes estímulos (caudal líquido y transporte de
sedimentos) impuestos natural o artificialmente. Desde el punto de vista matemático, ello se traduce en la
necesidad de disponer de tres ecuaciones para resolver otras tantas incógnitas (ancho, profundidad,
pendiente; o bien, más precisamente: P, R, S: perímetro mojado, radio hidráulico, pendiente). (Farias, 1995)

Considerando lo antedicho, puede decirse que un canal aluvial se encuentra en una condición de
estabilidad, equilibrio dinámico o régimen, cuando la capacidad de transportar sedimentos por parte del flujo
se balancea con la tasa de abastecimiento de material sólido al tramo considerado. Introducido el concepto de
régimen, en la fase de proyecto el problema consiste en dimensional el canal de forma tal que su configuración

48
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

sea lo más aproximada posible a la geometría estable, lo que minimizará los procesos de erosión y
sedimentación, y consecuentemente los costos de operación y mantenimiento del sistema.
Las variables que se consideran relevantes para describir el flujo en canales aluviales en régimen son:
el caudal líquido dominante Q, la carga volumétrica total de sedimentos Qs, el tamaño mediano de las
partículas de material sólido d , la pendiente de la superficie libre del flujo S, la densidad del agua p, la
viscosidad cinemática del agua v, la densidad del sedimento ps, la aceleración de la gravedad g , la tensión de
corte promediada en la sección τ, la velocidad media del flujo V , características geométricas de la sección
transversal (que pueden ser el perímetro mojado P y el radio hidráulico R , o alternativamente, el ancho
superficial T y la profundidad central H ) y, finalmente, dos conjuntos de parámetros adimensionales: uno
asociado con la forma del canal (Γi) y el otro relacionado con la forma de las partículas de sedimento y su
distribución granulométrica (Γj ). El conjunto de parámetros de forma de la sección del canal, Γi, proporciona
las relaciones entre las variables geométricas seleccionadas, es decir: T = fT(P,R,Γi) y H = fH(P,R,Γi) , o
alternativamente P = fp(T,H,Γi) y R = fR(T,H,Γi).
Esta relación puede expresarse a través de una relación funcional para la velocidad media, tal como la
siguiente:
V = fv (d, R, S; g,ρ , ρ s , v,Γi ,Γj )

El punto y coma ";" indica que todas las variables a su derecha quedan definidas si se especifican las
propiedades físicas del agua, forma y distribución granulométrica de los sedimentos y el tipo geométrico de
sección transversal adoptada para el canal. Haciendo abstracción de las propiedades del fluido, sedimento, etc.
(que para el caso de canales arenosos varían dentro de un rango muy estrecho).La ecuación nos queda de la
forma:
V = ao d a1 Ra2 S a3

Donde a0, a1, a2 y a3 son constantes numéricas. Esta ecuación, en la instancia de diseño, debe combinarse
con la de continuidad para flujo permanente uniforme:

Q=PRV

3.1.1 ECUCACIONES DE RESISTENCIA AL FLUJO

Aplicando la ecuación de cantidad de movimiento:

Fig. 56. Sistema de fuerzas. Clases teóricas. Hidráulica Fluvial y transporte de Sedimentos. FARIAS H.D. 2015.

49
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Sabiendo que la tensión de corte es proporcional a la presión dinámica:

=
2

Donde k es una constante que depende de la rugosidad de la conducción. Entonces resulta lo siguiente:

= =
2
Por lo tanto
= √

3.1.1.1 ECUACION DE CHEZY

Chézy fue comisionado para diseñar un Canal de provisión de agua a Paris desde el Río Yvette, y comenzó
a colectar datos en 1769, incluyendo el Canal Courpalet y el Río Sena. Escribió 2 documentos entre 1775 y 1776
que contienen expresiones de donde se puede inferir la fórmula tal como se conoce actualmente.

= √

En esta fórmula “C” representa el Coeficiente de Resistencia al Flujo. En sus trabajos originales, Chézy
encontró C = 31 (unidades SI, m0.5/s) para un canal artificial (Courpalet) y C = 44 para un cauce natural (el Río
Sena). Existen diferentes autores que estudiaron este coeficiente C para tratar de obtener su valor. Ganguillet &
Kutter (1869). Bazin (1897).

3.1.1.2 ECUACION DE MANNING

Como se la conoce comúnmente esta fórmula se expresa de la siguiente forma:

R 2 / 3i 1 / 2
V=
n

Según consigna Chow (1959), esta fórmula fue desarrollada a partir del análisis de 7 fórmulas
alternativas, basadas en los datos experimentales de Bazin, y luego verificada con 170 observaciones.
Existe bastante controversia en los historiadores de la Hidráulica sobre los reales méritos de Manning
en relación a la gran popularidad (con una aceptación a escala global) posterior que gozó (y mantiene
actualmente) esta fórmula. En este sentido, existe coincidencia en admitir que Flamant en su clásico tratado
de Hidráulica publicado en 1891 denominó a esta como “Fórmula de Manning” y así fue popularizada,
especialmente en Estados Unidos.

3.1.1.3 ECUACION DE STRICKLER

Las investigaciones de este ingeniero suizo estuvieron fundamentalmente basadas en sus propias
observaciones del comportamiento del flujo en varios cauces, incluyendo torrentes alpinos, a partir de las
cuales propuso la fórmula.

2/3 1/2 1/6


V=M R S donde: M = a / d
S S T s

En la ecuación anterior el factor MS se denomina coeficiente de rugosidad de Strickler, aT es una


constante de calibración y ds es el tamaño mediano de las partículas de sedimento que conforman el lecho del

50
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

1/6
cauce. Obsérvese que MS = (1/n), de donde n = ds /aT. En su trabajo original Strickler obtuvo aT = 21.1 (para
unidades SI).
d 1/ 6
n=
21

Teniendo en cuenta los aspectos históricos antes mencionados, en Europa continental se denomina
actualmente “Fórmula de Gauckler-Manning-Strickler” (o simplemente fórmula GMS) a la ecuación V = KGMS
2/3 1/2
.R .S (Hager, 2003, 2005). [KGMS es el coef. de rugosidad].

3.1.1.4 ECUACION DE MANNING - STRICKLER

En la ecuación de Manning reemplazamos la ecuación de Strickler y se obtiene lo siguiente:

R 2 / 3i 1 / 2 d 1/ 6
V= n=
n 21

21R 2 / 3 i 1 / 2
V =
d 1/ 6

También tenemos que u* = gRi lo cual representa la velocidad de corte. Si de ella despejamos la pendiente:
2
u*
i=
gR

Reemplazando en la ecuación de Manning-Strickler nos queda que:

21R 2 / 3 u*
V=
( gR )1 / 2 d 1 / 6

De la aproximación potencial de van Rijn para el segmento de la curva de Shields correspondiente a


arenas en el rango de 0.4 mm a 0.8 mm. Se define el parámetro D* como:
 ∆g 1/ 3 
D* =  2  d 
 v  
Para d = 0.4 mm D* = 10
Para d = 0.8 mm D* = 20
2
u* − 0.1
 crit = = 0.04 D*
gd

La velocidad crítica nos queda como:


1/ 2
  g  1 / 3  
−0.1

u* = 0.04 gd  2  d  
  v   

Insertando la ecuación anterior (de velocidad crítica) en la Ecuación de Manning Strickler nos queda:
1/ 2
  g  1 / 3  
−0.1
21R 2 / 3 
V =  0.04 gd  2  d  
( gR )1 / 2 d 1 / 6   v   

Asumiendo unidades métricas internacionales, los valores de densidad relativa y viscosidad son los siguientes:
Δ = 1.65
υ= 1E-6 m2/s

51
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Y la ecuación de Manning – Strickler se transforma en:

V = 4.25 R 1 / 6 d 17 / 60

V = 4.25 R 0.167 d 0.283


Donde v es la velocidad de flujo, R el radio hidráulico, n el coeficiente de manning y d el diámetro del sedimento.
La Federal Highway Administration estableció una ecuación empírica la cual es:

V = 6.19 R 1 / 6 d 1 / 3

V = 6.19 R 0.167 d 0.333

Todas ellas responden a la forma primeramente citada de ecuaciones de resistencia al flujo.

3.1.1.5 ECUACION DE BROWNLIE:

La fórmula de fricción de Brownlie (1981) para régimen fluvial inferior (rizos y dunas), se presenta originalmente
de la siguiente forma:

Donde σg simboliza la desviación estándar geométrica de la distribución granulométrica del sedimento fluvial
en cuestión, que se supone representada fielmente por una distribución log-normal. Introduciendo las
simplificaciones antes detalladas, y agrupando términos, se obtiene la siguiente fórmula:

3.1.1.6 ECUACION DE KARIM Y KENNEDY

Tal como se presenta originalmente (Karim y Kennedy, 1990), esta ecuación puede escribirse de la siguiente
manera:

De manera análoga al caso anterior y, teniendo presente que q = V R, luego de manipular algebraicamente la
relación anterior, se llega a la siguiente forma:

3.1.1.7 ECUACION DE PAVLOVSKY-LACEY

La fórmula de resistencia al flujo de Pavlovsky, tal como se presenta en los textos clásicos de hidráulica de canales
Chow (1959), se escribe como sigue:

Donde n es el coeficiente de rugosidad de Manning. Esta ecuación fue aproximada mediante un análisis
de regresión múltiple. Por su parte, teniendo en cuenta la definición del factor de sedimento de Lacey, luego de

52
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

unas pequeñas manipulaciones, surge la expresión de n en función del tamaño mediano de los granos, d, tal
como sigue: n = [d1/8 / 16.7] (Ackers, 1983). Reemplazando esta relación en la fórmula aproximada de Pavlovsky,
se arriba a la siguiente ecuación:

Además se pueden plantear ecuaciones para el Transporte de sedimentos y para la estabilidad de las
márgenes las cuales pueden ser:

Tabla 3. Formulas obtenidas para el diseño de canales aluviales en régimen. Farias H.D. (1995)

3.2 METODOS PARA PROTECCION FRENTE A LA EROSION GENERAL DEL CAUCE

3.2.1 VERTEDEROS DE CRESTA ANCHA SUMERGIDOS


Vertederos de cresta ancha sumergidos han sido usados como estructuras de control de la degradación
del lecho del río causada por socavación a largo plazo debida a cambios en los controles del río o por socavación
por contracción. Los vertederos de cresta ancha trabajan muy bien para controlar la degradación del lecho del
río aguas arriba pero están sujetos a degradación aguas abajo lo que puede causar el colapso del vertedero y
que la erosión progrese rápidamente hacia el puente. Los vertederos también impiden la migración de peces
por lo que no siempre resultan favorables.

Los vertederos se deben construir aguas abajo del


puente con el fin de controlar velocidades del flujo,
disminuir la influencia de la turbulencia del agua al
pasar por la contracción y estimular la deposición de
materiales aguas arriba de la estructura. Resultan
convenientes cuando el ancho del río no es muy
grande. Se construyen de concreto, mampostería,
enrocados, gaviones, bolsas rellenas o tablestacados.
Se les da pendiente hacia aguas arriba y aguas abajo
siendo esta última más suave.

Fig. 57. Vertederos de cresta ancha. Guevara, A. M. E. 1998.

53
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Vertederos de enrocado se han usado extensamente en Nueva Zelanda (B. W. Melville, 1982), en
donde, un ejemplo de dimensiones típicas es: ancho de cresta = 4 m; pendiente aguas arriba = 2:1 y pendiente
aguas abajo = 4:1 (H:V); la cresta del vertedero casi a ras con el lecho del río y se protege con piedra en un
espesor de 2D50 para gradaciones con D100 = 1.2 m, D80 = 0.9 m, D50 = 0.75 m y D20 = 0.5 m. La cimentación
del vertedero se extiende un poco hacia aguas arriba y aguas abajo para protegerlo de erosión.

Fig. 58. Vertederos de cresta ancha construídos con suelo cemento. Lagasse, P. F.,
Byars, M. S., Zevenbergen, L. W. y Clopper, P. E. (1997).

3.2.2 TRAVIESAS. OBRAS TRANSVERSALES


3.2.2.1 GENERALIDADES Y SU APLICACION
La traviesa es una pequeña obra transversal en el lecho, de orilla a orilla, de muy pequeña altura o
incluso sin sobresalir del fondo, estas obras se encuentran por ejemplo en el extremo final de los
encauzamientos, revestimientos y defensas y a todo lo largo de tramos encauzados, colocadas a cierta distancia
entre sí. También se las denominan umbral de fondo, riostra, rastrillo, correa, etc. Pueden encontrarse traviesas
monolíticas de hormigón y traviesas de escollera.

La primera preocupación que lleva a proyectar traviesas en un encauzamiento es la erosión. La obra de


encauzamiento ha significado muchas veces ganar un espacio al rio. El estrechamiento desencadena una
tendencia al descenso del fondo, es decir, a la erosión del lecho. Esto se puede manifestar a largo plazo y afectar
a la cimentación de las obras lineales del encauzamiento.

El mismo efecto perjudicial puede ocurrir en el lapso de una avenida, debido a la erosión general
transitoria. También los caudales bajos de un rio pueden amenazar la cimentación de los diques de
encauzamiento.

Fig. 59. Tres modalidades de erosión (a largo plazo, transitoria, lateral). Martin Vide. 2003.

Estos forman cauces sinuosos que pueden desplazarse en el interior del cauce principal, acercándose a
sus límites y descalzándolos. Podemos aceptar que una traviesa, siempre que resista, es un lugar no erosionable

54
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

en el rio. Cuando decimos que una traviesa protege, implícitamente admitimos que el lecho contiguo a la travesía
se mantiene a cota fija. Ahora bien, esto solo es razonable aguas arriba de la traviesa. Aguas abajo, muy al
contrario se desarrollara una erosión local inducida por la obra. Pero además la traviesa impide aguas arriba solo
la erosión a largo plazo y la de las aguas bajas.

A largo plazo el perfil longitudinal de un rio encauzado con tendencia a la erosión seria simplemente
más bajo.

Fig. 60. Papel desempeñado por las obras transversales en un proceso de erosion lenta. (que llevaría el
fondo a la línea discontinua). Martin Vide. 2003.

Los puntos fijos condicionarían el descenso, quedando poco a poco como puntos más sobresalientes,
mientras aguas abajo aparecerá un salto. Este descenso o erosión general aguas abajo es una amenaza directa
a la traviesa y también es una amenaza indirecta porque el mayor desnivel del salto de agua agravara la erosión
local. En definitiva la traviesa limita la extensión de la erosión a largo plazo, más que impedirla, pero no excluye
que también esta estructura se vea amenazada por ella.

La disminución de la pendiente entre traviesas con respecto a la pendiente del rio parece ser un
fenómeno general originado por el solo hecho de imponer puntos no erosionables al ras del cauce, incluso si no
hay una tendencia a la erosión general. La pendiente entre tramos limitados por traviesas parece ser
directamente proporcional a la distancia entre las mismas.

Fig. 61. Transformación de la pendiente al intercalar puntos no erosionables. Martin Vide. 2003.

Esta propiedad resta eficacia al poner las obras transversales


muy juntas pues de todos modos el salto será mayor del esperado. Si está
en marcha un proceso de erosión general por desequilibrio (por ejemplo
por disminución del caudal solido transportado qs) que llevaría a largo
plazo a una pendiente de equilibrio menor que la inicial, está comprobado
Fig. 62. Papel de las obras transversales
que las pendientes entre traviesas son menores que dicha pendiente de
frente a la erosión lateral. Martin Vide.
equilibrio. Todo lo explicado en este párrafo son inconvenientes o efectos
2003.
adversos de esta clase de obras.

55
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

El cauce de aguas bajas por su parte, puede ser guiado el centro del cauce mayor si cada traviesa es un
poco más baja en el centro. Esto disminuye la posibilidad de alcance de los límites del encauzamiento por este
cauce de aguas bajas, es decir la erosión lateral.

El papel de una traviesa en situación de creciente finalmente no es claro, la misma como punto fijo podría ser
simplemente una coerción de al descenso de fondo sobre todo si imaginamos un grupo de traviesas.

Fig. 63. Papel de las obras transversales frente a la erosión general transitoria. Martin Vide. 2003.

La variable de más influencia en reducir la erosión seria la distancia entre obras transversales.
Obsérvese que esto es también exactamente así en las erosiones discutidas anteriormente, pero teniendo en
cuenta el efecto adverso indicado, de modo que el espaciamiento de una serie de traviesas se convierte en el
parámetro ingenieril más importante (en la función y también en el coste). Como se ve, más que proteger de la
erosión, podría decirse que la traviesa la limita, en todas las modalidades de erosión. En otras palabras realiza
una limitación mayor o menor de los movimientos del fondo es decir una especie de inmovilización parcial. El
grado de estabilización es función del espaciamiento de las traviesas. La inmovilización tienen otras
consecuencias hidráulicas: cuanto menos se le permite al fondo descender durante una creciente, menos
contribuye ese espacio como área de flujo es decir la capacidad hidráulica del cauce es menor. Asimismo la
suavización de la pendiente a largo plazo reduce también la capacidad hidráulica del encauzamiento. En otras
palabras, los niveles de agua correspondientes a un cierto caudal serán más altos.

3.2.2.2 CORRECCION DE LA PENDIENTE Y OTRAS FUNCIONES


Como se ha visto las traviesas tienen un efecto involuntario sobre la pendiente. Sin embargo en otros casos
el objetivo deliberado de una intervención es modificar o reducir la pendiente. Esto ocurre en ríos de gran
pendiente (torrenciales). En estos ríos el agua circula a gran velocidad, probablemente en régimen acelerado o
supercrítico y tiene una gran capacidad de transporte de solidos de fondo. Estos son verdaderos inconvenientes
para una obra de encauzamiento ya que se incrementan fuertemente las acciones mecánicas de la corriente. Si
las traviesas se proyectan con una pequeña altura sobre el cauce, reducen la pendiente en sus cercanías. Con
un conjunto de traviesas se consigue escalonar el rio y disminuir su pendiente y así finalmente moderar las
acciones mecánicas. No hay que olvidar la pérdida de capacidad hidráulica y el riesgo de erosión local al pie de
las traviesas como efectos secundarios.

El escalonamiento puede producirse rápidamente


simplemente por relleno de las traviesas, con caudales
normales. En crecientes sin embargo el fondo de estos
ríos tiende a adoptar una pendiente mayor que la de las
aguas bajas y altas. La línea de fondo en avenida puede
ser la que une las coronaciones de las traviesas Fig. 64. Escalonamiento de un cauce torrencial
recuperando quizás la pendiente original. La creciente mediante traviesas. Martin Vide. 2003.
puede dejar ese fondo tras su paso mientras que los
caudales normales, con pocos sólidos, van erosionando
los espacios entre traviesas volviendo a establecer el perfil escalonado del encauzamiento.

Así pues, las traviesas sirven también como corrección de la pendiente del rio, como puntos fijos del perfil
que determinan pendientes parciales, y en este aspecto su función es diferente a la de protección frente a la
erosión. Cuando la traviesa sobresale del cauce no debe confundirse con una presa de retención de solidos o
dique torrencial, ya que el volumen de solidos contenido por la traviesa es insignificante. Para las otras funciones

56
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

conviene que la traviesa no sobresalga del cauce, o incluso que este enterrada de modo que limite la erosión
suficientemente pero al tiempo permita un cierto descenso transitorio del fondo.

En ocasiones se usan las traviesas para evitar la formación de meandros en un rio. En efecto cuando un cauce
recto o moderadamente sinuoso sufre un desequilibrio erosivo que llevaría a un nuevo equilibrio con menos
pendiente, la reacción puede ser el aumento de la sinuosidad, que reduce la pendiente en lugar de la incisión
del cauce. Este proceso se detiene haciendo perder parte del desnivel con estas obras. Los umbrales de fondo o
barrera sumergidas en ríos grandes se usan contra la erosión del lecho y también para modificar o regularizar la
posición de los fondos.

Fig. 65. Proceso de formación de meandros. Reducción del proceso con traviesas. Martin Vide. 2003.

3.2.3 ESTRUCTURAS DE CONTROL

Este tipo de estructuras son utilizadas para


controlar el flujo en cauces con grandes
pendientes. El objetivo de estas estructuras de
control es estabilizar el lecho y las márgenes del rio
reduciendo las pendientes y las velocidades de
flujo. A medida que el ancho del canal aumenta,
estas medidas de control se hacen menos
eficientes. Las estructuras de caídas pueden estar
compuestas por muros verticales de hormigón,
gaviones, estructuras de suelo cemento, roca, etc.

Se deben considerar la erosión al pie de las estructuras


diseñadas y la estabilidad de las mismas, esto quiere
decir que se deben tener en cuenta los efecto que
producirán las fuerzas que devienen de la disipación de
energía que producirán las mismas y por esta misma
razón, deberán ser protegidas debido al transporte de
sedimentos que generara la turbulencia que se
produzca.

En general las protecciones al pie se realizan con


escollera (riprap), también se deben diseñar
correctamente los filtros que deberán incorporarse en
la fundación y en las márgenes.

Las estructuras de caída son muy adecuadas en ríos


Fig. 66. Estructuras de control. River mechanics.
angostos (ver figura a) y cuando la longitud a salvar es
grande, se puede diseñar un sistema de varias caídas.

57
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Cuando el material es accesible, pueden diseñarse los revestimientos con gaviones, los cuales pueden usarse
para la estructura en sí y para proteger las márgenes aguas abajo donde las turbulencias son mayores. La mayor
ventaja que presentan los gaviones es su durabilidad.

Las estructuras de control con caídas son sencillas de construir y son comúnmente usadas para salvar grandes
pendientes debido a su bajo costo y versatilidad. La forma más simple de construcción es la que contempla un
conjunto de pilas como se ve en la figura b). Tanto aguas arriba como aguas abajo se deben proteger las
márgenes con piedras para evitar erosiones. También pueden disponerse las mimas de la forma que muestra la
figura c).

4 CONCEPTOS DE RESTAURACION

La recuperación ambiental del cauce y del rio se ha convertido hoy en un objetivo de las intervenciones en
los países más desarrollados, además de ser un poderoso condicionante para muchas obras de encauzamiento
con otros objetivos. Es útil distinguir el alcance de estas intervenciones respondiendo a las siguientes preguntas:

A. ¿Se busca una mejora ecológica o estética?


B. ¿Se busca una renaturalización o una naturalización? La primera corresponde a volver al estado inicial
de la perturbación. Lo segundo significa restablecer los procesos naturales aunque no sean los
originales.
C. La mejora, ¿exige una intervención completa o puede esperarse una recuperación natural a partir de
una intervención menor, aunque el objetivo se alcance a más largo plazo?

Teniendo en cuenta la dificultad de conocer la ecología de un rio y por otro lado la fuerza de la demanda
social, que percibe más fácilmente la mejora estética que la ecológica, no es extraño que la mejora estética sea
predominante, sobretodo en entornos urbanos. La renaturalización por su parte es un concepto complejo y
problemático porque el estado inicial “natural” puede no conocerse sino solo conjeturarse.

A demás pueden haber ocurrido cambios irreversibles que impidan volver a ese estado inicial entre los más
destacados son:

A. Cambios en el uso de la cuenca (por ejemplo el desarrollo agropecuario o la urbanización).


B. La regulación artificial de los caudales por medio de embalses. Restaurar el cauce según como fue
quizás el pasado, sin tener en cuenta estos cambios, no es sensato. Es preferible naturalizar los ríos
de manera compatible con las nuevas circunstancias.

Un hecho que en la práctica dificulta la restauración es la ocupación de las llanuras de inundación por
vías de comunicación. Otros usos del espacio o del agua restringen las posibilidades, otros objetivos y
expectativas (inestabilidad, erosión e inundación) ponen límites lógicos, dictados por la seguridad de las
personas, a la iniciativa de restauración. Con todo esto en los países más avanzados se empiezan a demoler
presas y a cambiar vías de comunicación para renaturalizar los ríos.

Las obras de encauzamiento para la restauración ecológica se proyectan con una suposición implícita:
que la restauración del medio físico trae la recuperación biótica. Hay otra condición implícita evidente: una
calidad de las aguas adecuada, eliminando la contaminación (agrícola o urbana). Sin embargo cumplidas estas
condiciones, unas veces se tiene éxito y otras no porque aún no se ha desarrollado lo bastante el conocimiento
en ecología fluvial.

La restauración se encuentra limitada todavía a ríos pequeños, manejables. El medio físico buscado con
las obras ha sido hasta ahora invariablemente el de un rio meandriforme, cuya variedad de velocidades,
profundidades y materiales de fondo promueve la diversidad física. En ríos de montaña se busca la misma
morfología por medio de rápidos o remansos. No hay experiencia de restauración de morfologías trenzadas. En
ocasiones una morfología original trenzada de gran anchura desapareció por la presión agrícola o urbana sobre
el espacio, desencadenando una incisión y una pendiente más suave. En ese lugar hoy es posible una
naturalización del rio con morfología meandriforme que es compatible con el menor espacio disponible, quizás
tras operaciones menores de compra de suelo. Otra situación frecuente es la de un cauce rectificado por su
interés como espacio agrícola o urbano, que se desea devolver a una morfología sinuosa. En ríos con importante
carga de solidos es condición importante de la restauración respetar la circulación de sólidos. Ellos alimentan y

58
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

renuevan las formas fluviales como las barras alternadas, muy apreciadas como asiento de invertebrados y para
la cría de peces. Impedir la erosión de orillas es indirectamente recortar el dinamismo de las barras pues las
orillas son una fuente importante de sedimentos. Sin un cauce móvil en fondo y orillas no es posible la
restauración. En ríos de montaña la lucha contra la erosión en torrentes tiene el mismo efecto sobre los
depósitos fluviales que la defensa de las orillas. La merma del transporte solido produce la colmatación por finos,
con lo que se pierden por ejemplo las cualidades de un substrato para la cría de peces y eventualmente el
crecimiento de vegetación que la fija. Hoy se reconoce en este sentido, el papel “restaurador” de las crecientes
que avivan el transporte y dinamizan los depósitos sólidos. Tímidamente se empieza a pedir a la explotación de
presas en ríos regulados la creación de estas crecientes con sus órganos de desagües.

4.1 ENCAUZAMIENTOS CON DIVERSIDAD DE HABITATS

Por medio de medidas relativamente sencillas se puede conseguir que un cauce proyectado (rio
encauzado) conserve buenas propiedades para sustentar una comunidad ecológica, del mismo modo que un
cauce natural. La idea principal es fomentar la diversidad de hábitats mediante la diversidad física del cauce,
cuando el rio no está deteriorado. La misma idea se aplica en restauración fluvial. Esto abre al ingeniero un
campo que podríamos llamar microingeniería fluvial, en dialogo con el biólogo, quien debe establecer las
necesidades físicas para la vida (velocidad, profundidad, etc.).

 Definir un cauce de aguas altas con sinuosidad semejante a los meandros naturales es un ejemplo de
fomento de la diversidad física.
 El perfil de fondo tendrá partes hondas y partes someras, es decir, remansos y rápidos, lo que es
interesante para la vida acuática. Esta morfología del fondo puede forzarse en cauces menos sinuosos,
colocando grupos de bolos o bien un sistema de traviesas de suave pendiente, cuyos fosos de erosión
local sean remansos. La distancia entre rápidas se rige por criterios morfológicos. Si el rio experimenta
un proceso de degradación ecológica por erosión, un sistema de traviesas como este puede detener el
proceso y mejorar el hábitat al mismo tiempo. Los bolos naturales o artificiales sirven para crear
variedad de corrientes a su alrededor, zonas estancadas, corrientes desviadas, etc.

Fig. 67. Bolos artificiales. Traviesas para crear remansos y rápidas. Martin Vide. 2003.

 El mismo principio de aprovechar los fosos de erosión local como pozos se ha seguido en el caso de los
espigones y en el de los deflectores. Los deflectores son la medida más usada en ríos de llanura de
escasa diversidad para promover o acentual la sinuosidad, contando incluso con la erosión de la orilla
contraria. La altura es muy baja, el ángulo muy agudo y la forma rellenada (que lo diferencia del espigón
sirve para defenderlo de la erosión local.

Fig. 68. Fosos de erosión local en espigones y deflectores. Martin Vide. 2003.

 Un ejemplo interesante es la compatibilidad entre un objetivo tradicional como evitar inundaciones y


el respeto a la diversidad es el de cortar un meandro. Si esta es la medida apropiada para mejorar la
capacidad y reducir las inundaciones, es más interesante que el nuevo cauce recto solo funcione cuando
haya crecientes (a modo de aliviadero), mientras las aguas bajas y altas sigan por el cauce contiguo.

59
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Esta idea ha sido aplicada en la restauración de meandros que habían sido suprimidos en el pasado, lo
que constituye una obra de rehabilitación o recuperación. Una causa de acortamiento de meandros
naturales pueden ser un conjunto de factores como la disminución de aportes de sedimentos por
presencia de un embalse, lo cual provoca acortamiento de los cauces, deterioro de las orillas y
empobrecimiento de la llanura de inundación.

Fig. 69. Funcionamiento del corte de un meandro frente a crecientes. Martin Vide. 2003.

 La colocación de vegetación en cauces con especies autóctonas, es otra política de recuperación o


restauración del hábitat fluvial, con beneficio adicional sobre la defensa de las márgenes pero perjuicio
en cuanto a niveles de crecientes.

4.2 CASO PARTICULAR: BENDWAY WEIRS

Son estructuras compuestas de roca sumergida, ubicadas generalmente en la parte externa de las
curvas de los ríos meandrosos. Estas estructuras pasan a través del cauce principal de forma
transversal, alterando las corrientes secundarias que se forman por la geometría de la curva. Esto
controla la socavación en la parte externa de la curva y evita el arrastre de material. Además debido
a la reducción de la erosión, también se provocan ensanchamientos en el cauce lo cual garantiza un
cauce estable sin necesidad de mantenimiento ni obras auxiliares.

Fig. 70. Bendway weirs. Applied River Engineering Center. Corps of engineers US Army.

4.2.1 BENEFICIOS MEDIOAMBIENTALES

Este tipo de estructuras resultan beneficiosas para los hábitats de diferentes especies de aves, como es el
caso de las golondrinas en Dogtooth Bend (Illiniois, Estados Unidos), cercano al Rio Mississipi. La construcción
de las mismas generó hábitats alejados del alcance de depredadores o incluso de la mano del hombre, lo cual
ha producido que la población de golondrinas se haya mantenido constante. Luego de la construcción de los
vertederos sumergidos, los canales se volvieron más anchos y menos profundos, y las corrientes resultan más

60
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

lentas, lo que provee un ambiente acuático beneficioso para muchas especies de peces. Sumado a esto, la
estructura se transforma en una especie de arrecife creando lugares apropiados para que se desarrollen
diferentes tipos de invertebrados.

El departamento de conservación del estado de Missouri, EE UU, estudio el área y los efectos de la
construcción de este tipo de estructuras sobre el Rio Mississipi, llegando a la conclusión de un incremento en el
número de invertebrados y de diferentes tipos de peces que se desarrollan gracias a la obra en cuestión. Se
comprobó que las diferentes especies utilizan las rocas de la estructura como hábitat. A su vez el
ensanchamiento del cauce y la deposición de sedimentos generan acumulación de material cerca de la margen
interna de la cura, como una especie de “isla” donde anidan las golondrinas y diferentes aves, las cuales no se
ven amenazadas debido a la ubicación alejada de sus nidos.

4.3 PROTECCION DE TALUDES CON COBERTURAS DE PASTO


En los años ochenta y sobre todo los noventa del siglo pasado, el avance en el estudio de protección de
márgenes con vegetación y en concreto con mantos de pasto ha sido espectacular. Se ha estudiado el
comportamiento frente a acciones hidráulicas de especies diferentes de pasto, crecidas en distintas calidades
de substrato. Gracias a ello, hoy conocemos razonablemente bien las relaciones existentes entre resistencia,
desarrollo y carga hidráulica que pueden soportar distintas especies de plantas.
En concreto, hoy se puede afirmar que para velocidades tangenciales de agua inferiores a 2 m/s no existe
erosión en márgenes protegidas por mantos de pasto bien desarrollado.
No obstante, merece la pena extenderse algo más en esto para intentar comprender mejor esta tipología de
protección:
• El turf y el sward
La parte aérea de la planta (sward) soporta la corriente durante un tiempo limitado. Es el conjunto suelo más
raíces (turf) el que aguanta largos periodos. La corriente va erosionando progresiva y uniformemente el turf
hasta que alcanza el estrato de suelo no trabado por las raíces. Es entonces cuando se producen erosiones
concentradas en la margen, que se manifiestan en forma de agujeros erráticos en la superficie, con erosiones
locales importantes.
La comprensión de este fenómeno ha sido quizá el avance conceptual más importante en este campo, ya
que los primeros modelos atribuían al sward la resistencia del manto (resistencia de la planta a ser arrancada).
El comportamiento físico del turf difiere de aquel del suelo original y su formación se prolonga durante años.
Es una estructura de pequeños agregados laminares de arcilla unidos por material viscoso y raíces. El material
viscoso es resultado de la acción de gusanos, larvas y fauna microscópica en general y, sobre todo, resultado del
proceso nutrición-penetración de humedad de las propias raíces.
Estructuralmente, el turf no se desmorona con la saturación sino que se vuelve blando, pudiendo ser dañado
con facilidad por simples pisadas, por ejemplo.
En definitiva puede afirmarse que la capacidad de un manto de pasto para proteger contra la erosión una
margen depende del grado de desarrollo y calidad de su turf.
No obstante, su éxito depende en gran medida de su mantenimiento. De acuerdo con la experiencia
acumulada, el sward debe cortarse una o dos veces al año y no fertilizarse (o muy poco). Así, se desarrollará la
especie de manera adecuada a esta situación (escasa nutrición y humedad) que dará como resultado una amplia
y densa red de raíces.
El proceso descrito debe estar completado en 3 ó 5 años, aunque hasta pasados 15-30 años no se estabiliza por
especies la colonización. Durante los dos primeros, el manto es susceptible de ser erosionado.
Abundando en el mantenimiento, es necesario indicar que no es compatible un manto de pasto como protección
y como productor de forraje, debido a la fertilización necesaria para el segundo fin. De hecho, no es grave que
eventualmente aparezcan zonas sin sward (calvas) a causa de la escasez de humedad y fertilizantes, siempre
que el turf esté intacto.
Es adecuado señalar que, si es posible, en los 25 centímetros superiores de las motas es conveniente
aumentar la cantidad de arena del terraplén ya que ello favorece una mayor rapidez en el crecimiento y una
mayor profundidad del entramado de raíces.
De acuerdo con todo lo anterior, está claro que un manto bien desarrollado de pasto es un eficaz medio
de proteger las márgenes frente a la erosión.

61
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Pero, a diferencia de elementos de protección más tradicionales como gaviones o escollera, que no necesitan
ningún mantenimiento, los mantos de pasto necesitan ser cuidados (no mucho) para cumplir su función.

4.3.1 PROTECCION CON COBERTURAS DE PASTO REFORZADO

Sabemos que el manto de pasto necesita


ayuda externa para poder cumplir su misión, al
menos durante los dos o tres primeros años, ya
que hasta esa edad no se encuentra totalmente
desarrollado. Además existen casos en los que –
aún con el manto desarrollado completamente-
las tensiones de arrastre sean demasiado grandes
para confiar sólo en el turf natural.
Varias son las posibilidades, todas ellas
basadas en un principio: el producto lo que hace
es conseguir al final que el turf resultante sea más
denso, profundo y eficaz una vez desarrollado y
que durante el periodo transitorio para su
desarrollo (los citados dos o tres años)
proporcione cierta resistencia inicial a la erosión. Fig. 71. Desvío del Río Llobregat. España. 2006.
En primer lugar se trata por tanto de
determinar si será necesario sólo un refuerzo en las etapas iniciales de crecimiento o si por el contrario dicho
refuerzo ha de ser permanente. Esto es importante porque si la necesidad de protección es sólo temporal
pueden usarse materiales biodegradables, mientras que si la necesidad es permanente deben usarse materiales
sintéticos o una combinación de sintéticos y biodegradables.
En general puede afirmarse:

 Los productos sintéticos son más resistentes y duraderos y por tanto más adecuados para tensiones de
arrastre elevadas donde el manto no sea capaz de impedir la erosión por sí solo.
 Los productos biodegradables son más respetuosos e incorporan un valor añadido medioambiental
superior. Son más indicados en obras provisionales o en obras definitivas con cargas erosionantes
resistibles por un turf desarrollado.
 Los geocompuestos mixtos, formados por fibras naturales reforzadas con fibras sintéticas suponen una
solución de compromiso entre las anteriores.

Independientemente de la clasificación anterior, unos y otros geocompuestos pueden o no tener una capa
de geotextil. La presencia de dicha capa presenta ventajas e inconvenientes; impiden la pérdida de finos por
bombeo o pumping pero dificultan la penetración de las raíces en la margen del cauce.

62
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

4 SOFTWARE PARA MODELOS HIDRAULICOS


4.1 PUENTES. PAQUETE DE CALCULO HIDRAULICO
4.1.1 GENERALIDADES

Uno de los programas más usados para el cálculo de puentes es el programa desarrollado por el
Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos, HEC-RAS el cual tiene como base de cálculo una de las ecuaciones
planteadas anteriormente CSU o HEC 18 en este trabajo las cuales fueron desarrolladas por la Universidad del
Estado de Colorado en los Estados Unidos.
A su vez es de vital importancia la correcta definición de la geometría y de las áreas que plantea el
programa. Cabe destacar que no desarrolla completamente las ecuaciones de erosión, pero si resuelve el
problema principal del puente que es su capacidad de desagüe.
El mismo establece en su manual de Referencias las siguientes áreas necesarias para el cálculo:

Fig. 72. Ubicación de las secciones transversales para el cálculo. Manual de Referencia HEC-RAS.

Las secciones transversales que exige el programa son cuatro:

• La primera 1), ubicada aguas abajo lo más alejado posible para que la misma no sufra la influencia de
las interferencias generadas por la estructura.
• La segunda sección 2) deberá ubicarse agua abajo, cercana a la estructura, la misma debe representar
la topografía natural justo aguas abajo del puente.
• La tercera sección 3) se ubicara a una distancia corta, aguas arriba de la sección del puente. Entre esta
sección y el puente, ocurren aceleraciones abruptas y contracciones de flujo cercano al puente.
• La cuarta sección 4) se ubica lo suficientemente lejana aguas arriba donde las líneas de flujo son
paralelas y la sección es completamente efectiva.

Las distancias Lc se deben incorporar al programa como valores de cálculo planteados por el proyectista de la
obra, según calculo hidráulico. El programa presenta una tabla con valores aproximados de Lc para orientar al
usuario y valores de los coeficientes de contracción que se producen al ingresar el flujo a l puente y al salir el
mismo de la sección del puente.

63
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Tabla 4. Coeficientes de Expansión. Manual de Referencia HEC-RAS.

Durante la corrida, el programa mismo define dos secciones intermedias adicionales dentro de la
estructura del puente (las cuales surgen de una combinación de la geometría del puente y de las secciones 2 y
3 definidas por el usuario).

4.1.1.1 AREAS INEFECTIVAS

Las áreas inefectivas deben ser definidas por el usuario, en la imagen anterior se define las mismas
entre la topografía del terreno a lo largo de las longitudes Lc aguas arriba y abajo del puente y las líneas o
patrones de transición típicos que se generan en el flujo por la presencia de un obstáculo.
Debido a que estas áreas están afectadas por los coeficientes de contracción y expansión y debido a
que en ellas ocurren patrones de flujo turbulento y vórtices, no deben incluirse en el cálculo y no deben ser
contempladas como parte del flujo activo.
A continuación se muestran imágenes extraídas del manual de HEC-RAS donde se diferencian cuáles
son las áreas transversales que se plantean. El punto A. muestra la posición en que deben plantearse las
secciones 1 a la 4. En el punto C. se muestra las áreas inefectivas a cada lado del puente.

Fig. 73. Secciones transversales cercanas a la estructura del puente. Manual de Referencia HEC-RAS.

64
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

4.1.1.2 PERDIDAS POR CONTRACCION Y EXPANSION

Durante el proceso de corrida del programa, el mismo calcula las perdidas por fricción, contracción y
expansión. Para las perdidas por fricción el programa usa la Ecuación de Manning. Aguas arriba, cuando la
velocidad aumenta debido a la presencia del obstáculo, el programa utiliza un coeficiente de contracción y aguas
abajo, cuando la velocidad disminuye, el programa utiliza un coeficiente de expansión. Estos coeficientes se
computan para calcular las pérdidas de energía. Las pérdidas de energía debido a la expansión son más grandes,
usualmente que las pérdidas provocadas por la contracción aguas arriba.

Tabla 5. Coeficientes de Contracción y Expansión. Manual de Referencia HEC-RAS.

4.1.2 METODOS PARA EL CALCULO HIDRAULICO

El programa permite que el usuario elija el método de cálculo sin cambiar la geometría ingresada del
puente.

Fig. 74. Secciones transversales cercanas al puente. Manual de Referencia. HEC-RAS.

FLUJO CLASE A: cuando el flujo que atraviesa el puente es completamente subcrítico. El programa permite
elegir cuatro métodos diferentes para las pérdidas de energía.

• Ecuación de la Energía (Método del Paso Estándar): El cálculo es similar al que se efectúa en un
cauce natural, con el correcto cálculo del perímetro mojado. El cálculo comienza desde aguas
abajo en la sección 2). El cálculo involucra el uso de la ecuación de manning.
• Balance de Momentos. Necesita la incorporación de coeficientes de fricción y de arrastre.

65
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

• Ecuación de Yarnell. Es una ecuación empírica que se utiliza para calcular los cambios del nivel
de pelo libre, desde aguas abajo hacia aguas arriba

• Método de FHWA WSPRO. Básicamente esta opción utiliza la ecuación de la energía y es una
adaptación del programa desarrollado por la Federal Highway Administration.

FLUJO CLASE B: Puede ser tanto flujo subcrítico como supercrítico. Para el cálculo, utiliza la ecuación de
momento, cuando el flujo es supercrítico, el puente oficia de sección de control y en caso de no converger la
ecuación de momento el programa migra solo a resolver la ecuación de la energía. Si existiese resalto hidráulico,
el programa también lo calcula, siempre y cuando la corrida seleccionada sea la mixta.

FLUJO CLASE C: Sucede cuando el régimen del flujo que pasa por debajo del puente es completamente
supercrítico. El programa puede usar la ecuación de energía o la ecuación de momento para conseguir el perfil
de la superficie libre.

OTROS TIPOS DE FLUJO

El programa también es capaz de modelar regímenes que se producen cuando el flujo alcanza la parte del tablero
del puente, el mismo utiliza tanto las ecuaciones de la energía (por el método del paso estándar) como
ecuaciones que representen el fenómeno que está ocurriendo en el puente como ser, que el mismo funcione
como presa debido a que el tirante ha superado la parte baja del tablero del puente.

 Ecuaciones que tienen en cuenta la presión. Cuando el flujo pasa por debajo del puente, cercano al
tablero, se puede decir que el mismo funciona como un orificio. Las ecuaciones en dicho caso que utiliza
el programa son las siguientes.

Cuando solo la parte aguas arriba del puente hace contacto con el fluido, el programa selecciona
automáticamente la siguiente ecuación:

Fig. 75. Primer caso que se plantea de funcionamiento como orificio. Manual de Referencia. HEC-RAS.

Cuando ambos lados del puente (aguas arriba y abajo) están sumergidos el programa utiliza la siguiente
ecuación:

66
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 76. Segundo Caso, completamente sumergido. Manual de Referencia. HEC-RAS.

 Ecuaciones que tienen en cuenta el sobrepaso del flujo

Cuando el flujo supera la altura máxima del puente, el agua comienza a escurrir por encima del mismo. La
ecuación que usa el programa para dicho caso es:

Fig. 77. Ejemplo de puente con flujo que sobrepasa el nivel máximo. Manual de Referencia. HEC-RAS.

4.2 PAQUETE DE CÁLCULO PARA LA EROSION LOCAL.

4.2.1 EROSION POR ESTRECHAMIENTO

Como ya se habló en páginas anteriores, la erosión por estrechamiento se produce cuando existen
objetos dentro del flujo que disminuyen la sección del cauce y hacen que el mismo tenga que estrangularse para
fluir a través de la estructura. A medida que el flujo se aproxima al puente, el mismo se va estrechando, además
los estribos se encuentran incorporados al cauce, lo que provoca también interferencias en el flujo, luego de
que el flujo atraviesa la estructura el mismo se acelera para luego pasar a una zona donde el cauce vuelve a
ensancharse y la velocidad debería disminuir. Existen dos tipos de condiciones bajo las cuales se dan las
contracciones, las cuales pueden ser: condición de aguas claras y condición de lecho vivo.
Para determinar si el flujo está transportando material, el programa calcula la velocidad crítica Vc a
partir de la cual se da el movimiento del fondo (para un D50) y la compara con la velocidad del flujo V en el
centro del rio y en las márgenes, aguas arriba antes de la sección del puente.

Si Vc > V Entonces el programa asume la condición de aguas claras para la contracción.

Si Vc < V Entonces el programa asume la condición de lecho vivo para la contracción.

67
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Para el cálculo de la velocidad critica, el programa usa la ecuación de Laursen (1963):

Donde Vc es la velocidad critica, Ku 11.17 (Unidades Inglesas) o 6.19 (SI), y1 es el tirante promedio y D50 es el
diámetro a partir del cual 50% del material es menor que él.

En el caso de la contracción en lecho vivo el programa utiliza la siguiente ecuación (Laursen modificada,
1960) según la circular HEC18:

Donde ys es la profundidad promedio de la contracción. Y2 es la profundidad promedio después de la


contracción. Y1 es la profundidad promedio en la sección de aproximación a la contracción. W2 y W1 son los
anchos respectivos y Q2 y Q1 son los caudales respectivos. K1 es un coeficiente que representa el modo de
transporte del material.

Tabla 6. Coeficiente k1. Reference Manual HEC-RAS.

Con V* como la velocidad de corte de la sección de aproximación, ω es la velocidad de sedimentación y S es la


pendiente de energía del tramo de aproximación.

Para el caso de la contracción en situación de aguas claras la circula HEC 18 propone:

Donde Dm es el diámetro de la partícula más pequeña no transportable en la sección contraída y C es un


coeficiente que vale 130 para unidades inglesas y 40 en unidades métricas.

4.2.2 EROSION LOCAL EN PILAS

4.2.2.1 ECUACION DE RICHARSON

En este caso el programa se basa en la circular HEC18 la cual hace uso de la ecuación de Richardson
1990 (CSU Colorado State University). A demás ha sido añadida la ecuación de Froehlich (1991) también para el
cálculo de la erosión en pilas.

Ecuación de Richardson 1990 (CSU)

68
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

La cual ya fue presentada en el marco teórico. Ys es la erosión en la pila, k1 es el coeficiente de corrección por
forma de la pila, k2 es el coeficiente de corrección por ángulo de ataque, k3 es el coeficiente de corrección por
las condiciones del lecho, k4 es el coeficiente de corrección por acorazamiento del lecho, a es el ancho de la
pila, yi es el tirante aguas arriba de la pila y Fr1 es en número de Froude aguas arriba de la pila.

Existe un factor especial de corrección kw para pilas anchas en flujos poco profundos, aplicable a la
ecuación del CSU

Este factor no puede ingresarse directamente en el programa pero puede combinarse con los
coeficientes k1 o k4.

Tabla 7. Corrección por forma de la pila. Reference Manual. HEC-RAS.

El factor k2 es calculado por el programa con la siguiente ecuación:

Donde L es la longitud de la pila a lo largo del flujo y θ es el ángulo de ataque. Si L/a es mayor a 12 el
programa usa el valor 12 directamente (valor máximo de la ecuación anterior). Si el valor del angulo de ataque
es mayo a 5 grados, k2 es dominante frente a k1 y toma a k1 como 1.

Tabla 8. Corrección por condición del lecho. Reference Manual. HEC-RAS.

Para el coeficiente k4 se utiliza la ecuación desarrollada por J. S. Jones:

69
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Este factor resulta de investigaciones recientes sobre el acorazamiento del material del lecho, lo cual
dice que si la velocidad V1 es menor que la velocidad critica para diámetros D90 y si existe una graduación del
material del lecho, el diámetro D90 limitara la altura de erosión.

Donde V1 es la velocidad del canal principal promedio, Vi50 es la velocidad de aproximación necesaria
para remover material conD50, D95 es la velocidad de aproximación necesaria para remover material con D95,
Vc50 y Vc95 son las velocidades críticas para los diámetros D50 y D95 respectivamente.

Donde y es el tirante aguas arriba y ku 11.17 (unidades inglesas) o 6.19 (SI)

Tabla 9. Corrección por acorazamiento del lecho. Reference Manual. HEC-RAS

4.2.2.2 ECUACION DE FROEHLICH

Esta ecuación fue desarrollada por Froehlich (1991) y es una ecuación alternativa que usa el programa.

Donde φ es un factor de corrección por la forma de la pila. Si es cuadrada, el valor es 1.3. Para pilas
redondas el valor es 1 y para pilas con nariz aguda el valor es 0.7. El programa además adiciona el factor de
seguridad propuesto por el autor que es +a, (aumenta el ancho de la pila).

4.2.3 EROSION LOCAL EN ESTRIBOS

En este caso el programa propone el uso de dos ecuaciones, la de Richardson (1990) The HIRE ecuation
o la ecuación de Froehlich (1989).

4.2.3.1 ECUACION DE RICHARDSON

70
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Esta ecuación tiene origen en datos de campo relevados en el Rio Mississippi (USACE). Donde ys es la erosión en
el estribo, y1 es la profundidad al pie del estribo en las márgenes o en el cauce en la sección aguas arriba del
puente.

Tabla 10. Factor de corrección por la forma del estribo. Reference Manual. HEC-RAS

Grafico 4. Factor de corrección por ángulo de ataque. Reference Manual. HEC-RAS

El valor del ángulo es 90 grados cuando el estribo es perpendicular al flujo.

4.2.3.2 ECUACION DE FROEHLICH

Esta ecuación se obtuvo por regresión lineal de datos relevados en campo sobre erosiones en lechos
móviles.

Donde ys es la erosión, k1 es la corrección por la forma del estribo, k2 es el factor de corrección por el ángulo
de ataque, L’ es la longitud del estribo normal al flujo, ya es el tirante aguas arriba, Fr es el número de Froude,
Ve es la velocidad de aproximación, Qe es el caudal obstruido por el estribo, Ae es el área de la sección de
aproximación obstruida por el estribo.

4.2.4 EROSIONES TOTALES


El programa contabiliza las erosiones totales calculadas, tanto por contracción o estrechamiento
como las erosiones locales en las pilas y estribos (individualmente).

71
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

Fig. 78. Ejemplo Ploteo de erosiones totales en un puente. Reference Manual. HEC-RAS.

72
HIDRAULICA DE RIOS | BONINI MARIA ALICIA

BIBLIOGRAFIA

Farias, H.D., M.T. Pilán, F.J. Pece y M.T. Mattar. 2009. Socavación local de pilas de puentes: Formulación general
y análisis crítico de metodologías existentes. Instituto de Recursos Hídricos (IRHi- FCEyT-UNSE), Av. Belgrano
1912, Santiago del Estero, Argentina.

Farias H. D. (1995). Formulas Practicas para el diseño de canales sin revestir en terrenos aluviales. Instituto de
Recursos Hídricos. Facultad de Ciencias Exactas y Tecnologías. Universidad de Santiago del Estero. Argentina.

Hydrologic Engineering Center. US Army Corps of Engineers. 2016. HEC-RAS River Analysis System, Hidraulic
Reference Manual. Version 5.0. United States.

Juez Carrasco S., Ramos R. M., Lavin J. A. 2006. Encauzamiento de Cauces fluviales mediante geosintéticos de
revestimiento sembrados. III Congreso de Ingeniería Civil, Territorio y Medio Ambiente. Zaragoza. 2006

Maza Alvarez, J.A. y García Flores, M. (1996) . Manual de Ingeniería de Ríos. Series del Instituto
de Ingeniería. Universidad Nacional Autónoma de México. México, DF.

Pierre y Julien. 2002. River Mechanics. Cambridge, United Kingdom, Cambridge University Press. Published in
the United States of America by Cambridge University Press, New York.

Rodriguez A. C., Astorga Bustillos F. R. 2015. Métodos para el cálculo de la socavación local en pilas de puentes.
Universidad Autónoma de Chihuahua. Facultad de Ingeniería. Circuito No. 1, Campus Universitario 2. Chihuahua,
Chih., programa de Doctorado en Ingeniería.

Tarrab L., Vionnet C. A., Rodriguez A., 2007. Analisis de la relación de aspecto Ancho/Tirante en los Flujos en
Curva. Laboratorio de Hidráulica – FCEFyN / ISRH – SECYT / UNC, Córdoba. Centro de Estudios Hidro-Ambientales
- CENEHA, FICH, UNL, Santa Fe, 3 CONICET

Universidad del CAUCA. 2003. Apuntes de Taller Obras de Control Fluvial. Departamento de Hidráulica. Cauca,
Colombia.

Venegas Espinoza Z., 2011. Socavación al Pie de estribos de puentes en lechos no cohesivos. Universidad
Nacional de Ingeniería de Perú. Lima, Perú.

Vide, J. P. M. 2003. Ingeniería de Ríos. Barcelona, España. Universitat Politécnica de Catalunya. Ediciones UPC,
S.L.

73

Potrebbero piacerti anche