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I.-INTRODUCCION 1
No resulta fácil ofrecer del marxismo una caracterización precisa y con unos perfiles
relativamente determinados, y ello por una serie de razones que podemos resumir en dos ideas
generales: en primer lugar, se presenta la cuestión de qué es el marxismo. La respuesta no
puede ser simple ni unívoca, pues el término marxismo encierra múltiples sentidos. En segundo
lugar, está la cuestión acerca de qué podemos considerar como marxista, pues, en principio,
cabría tomar como tal desde el pensamiento de Karl Marx hasta las últimas y más recientes
interpretaciones de sus obras, pasando por las distintas interpretaciones y usos que de su obra
se han hecho en diferentes momentos históricos y en los más diversos lugares geográficos,
ideologías políticas y ámbitos culturales. Parece pues necesario comenzar por clarificar, aunque
solo sea brevemente, la complejidad de este estado de cosas:
1
-La única medida del valor de los objetos es el
trabajo empleado en su elaboración, pero el trabajo es una mercancía más dentro del contexto
del capitalismo. Si sube su oferta, los salarios disminuyen. Si decrece (por la hipotética
disminución de la población), los salarios tienden a aumentar, pero este aumento no se
mantiene, porque si el salario es alto, otra vez la población vuelve a ascender y a continuación
el salario disminuye
Posteriormente la obra de otros ideólogos sería también de una clara influencia: nos
referimos, fundamentalmente a la obra de Charles Fourier. Empieza a publicar sus ideas a
partir de 1808, todas ellas estaban impregnadas de un fuerte idealismo, y en la mayoría de los
casos desconectadas del mundo real. Podemos destacar de su planteamiento los siguientes
puntos:
3
Hay que tener en cuanta el descontento general provocado por el hecho de que durante la guerra contra el
rey de "Austria Hungría y Bohemia", declarada en abril de 1792, a Francia le había resultado desastroso el
tener un ejército regular bastante reducido, y por la indisciplina y deserción de la tropa y oficiales. Por ello se
tuvo que recurrir al alistamiento de voluntarios, que serán preferentemente "sans-culottes" (los que nada
tienen). Ellos participarán desde el primer momento en la aceleración del proceso revolucionario
2
-Puso de manifiesto las degradantes condiciones de vida
de los obreros industriales en las primeras etapas de la industrialización, y descubrió, según
considera el propio Engels, la miseria material del mundo burgués
Todo esto, como es evidente, estaba en conexión con la situación del proletariado en
la nueva sociedad industrializada y con el desarrollo de las ciencias de la naturaleza.
En relación con estas tres fuentes, podemos señalar, al menos inicialmente, tres
sentidos distintos del término marxismo:
4
Realmente, como acción política propuesta dista mucho de ser lo que se impuso en lois países que fueron
llamados soviéticos.
5
K.KORSCH Karl Marx , pag. 259; ed. Ariel, Barcelona 1975
3
respuesta que vamos a dar aquí se remite al marxismo en las siguientes corrientes o
elementos:
6
Se habla de "escolástica" cuando se designa el desarrollo de los pensamientos filosóficos dentro de una
"escuela" o de cualquier ámbito cerrado. Según esto, podría hablarse de escolástica en cada uno de aquellos
momentos de la historia de la filosofía en los cuales el trabajo filosófico consistiera predominantemente en la
elaboración de detalles sin cuestionar los principios de los que se parten. En este caso, con el término
escolástica soviética aludimos a la utilización que se ha realizado de los escritos de Engels tras la revolución de
1917, para hacer del marxismo una "doctrina": la llamada Diamat (materialismo dialéctico). La escolástica
soviética ha sido eficazmente combatida por la "Escuela de Frankfurt"
7
Nace en 1918 en Brimandréis, Argel. Es profesor en la "Escuela Normal Superior" de París. Junto con Levi
Strauss, Foucault, Lacan y Roland Barthes, es presentado a menudo como uno de los representantes del
estructuralismo francés.
8
Concepto introducido por Bachelard en su obra La formación del espíritu científico (1938). Bachelard
considera que hay una ruptura entre el espíritu precientífico y el científico; cada uno de ellos se atiene a un
modelo conceptual y marco de referencia propio. La ciencia emerge de una cierta práctica que produce
conceptos no derivados de la generalización de observaciones. Así, los conceptos de que se vale la ciencia son
independientes tanto de marcos no científicos como de la propia observación. Si esta observación se aplica al
desarrollo de la ciencia puede hablarse de cortes en distintas fases, que son, más bien, marcos
epistemológicos.
9
Obra de K. Marx, 1844
4
y de sus colaboradores consiste en hacerlo presente. Se trata, pues, de rellenar las lagunas
teóricas de Marx y, con ello, del marxismo.
El "ajuste de cuentas" que Marx lleva a cabo con la "conciencia filosófica" tiene como
principal interlocutor a Hegel. Por una parte, porque Hegel es la expresión más acabada de lo
que llega a ser la filosofía como interpretación de la realidad, a la vez que encierra también en
su pensamiento los gérmenes para una transformación de la filosofía; por otra, porque en
Hegel tiene lugar la consumación teórica e ideológica del mundo cristiano burgués, y el
derrumbamiento del sistema hegeliano, fruto de sus propias contradicciones y de su cerrazón e
impotencia ante un nuevo orden social o estado de realidad, vendría a significar el
derrumbamiento de la concepción cristiano burguesa del mundo.
I I . 2 . - LO R E A L Y LO RAC I O N A L
5
de partida de la crítica de Marx a Hegel será precisamente este concepto. La sentencia a la que
hemos aludido cabe entenderla en un sentido que Marx considera reaccionario de acuerdo con
el cual Hegel también afirmará:
I I . 3 . - L A R E A L I DA D C O M O S U J E T O
En estrecha conexión con lo que acabamos de decir está el problema que, como
escribe Engels, constituye "el gran problema capital de toda la filosofía, especialmente de la
moderna, a saber, el problema de la relación entre el pensamiento y la realidad, o lo que es lo
mismo, el problema de la relación entre el sujeto y el objeto.
El problema que esta relación presenta, abordado desde el punto de vista idealista,
tiene como respuesta que el pensar (o la razón, o la idea) determina y rige la realidad hasta el
punto de que, si extremáramos la afirmación (extremo al que es muy discutible que Hegel
llegase), la realidad sólo es un producto del pensar. dado que en la relación pensar-ser, el
pensar es considerado como sujeto y el ser como objeto, en la interpretación "idealista" se da
una primacía del sujeto frente al objeto, no siendo éste último sino la expresión, exteriorización
y manifestación del sujeto, de modo que todos los objetos no son sino manifestaciones o
momentos del propio sujeto. En este sentido hay que entender también otra de las famosas
frases de Hegel: "...que lo verdadero no se aprehenda y exprese como sustancia, sino también,
y en la misma medida, como sujeto."
I I . 4 . - L A R E A L I DA D C O M O E S P I R I T U
La conjunción de las tesis que hasta aquí hemos considerado (la primera de tipo
ontológico, la segunda epistemológica), pone claramente de manifiesto que, según Hegel, la
totalidad de las formas de lo real, la totalidad de los objetos, sólo son lo que son en cuanto
formas del sujeto, de la razón, de manera que, aisladamente, no tienen verdadera consistencia
o realidad (según Hegel, lo verdadero es el todo), pero como la totalidad de las formas de lo
real se pueden reducir al sujeto, lo verdadero es el sujeto como espíritu. Es decir, según Hegel
toda la realidad está cerrada o estructurada, terminada y clausura, una terminación que hay
que entender como plenitud y consumación, en consonancia con las exigencias de la razón y,
por tanto, la realidad aparece como unidad o sistema racional.
Con todo, el idealismo hegeliano que Marx va a criticar puede resumirse como sigue:
6
2.-La Idea o el Espíritu en cuanto sujeto rije y determina las diferentes
formas de la realidad o la Naturaleza, tesis epistemológica que es inseparable de la ontológica.
Como dice Engels, a la pregunta de "qué es lo primario, si el espíritu o la Naturaleza, los
filósofos que afirmaban el carácter primario del espíritu frente a la Naturaleza formaban el
campo del idealismo" 13.
I I . 6 . - L A A M B I G U E DA D D E L A F I LO S O F I A H E G E L I A N A
7
escribe: "para Hegel no todo lo que existe, ni mucho menos, es real por el sólo hecho de
existir". Esto significa que toda existencia y realidad que no responda plenamente a las
exigencias de la razón y no quede justificada ante ella, ha de ser cambiada y transformada, con
vistas a una nueva realización más racional. Esta significación dinámica revolucionaria tiene su
fundamento en la interpretación hegeliana de la realidad como desarrollo dialéctico. Aquí, a
decir de Engels, "se encuentra el lado revolucionario de la filosofía hegeliana (...) la gran idea
radical de que la filosofía no se puede concebir como un conjunto de objetos determinados,
sino como un conjunto de procesos. Siendo la realidad dialéctica, también es dialéctica la
naturaleza y el método del saber.
I I I . - L A F I LO S O F I A M A R X I S TA
I I I . 1 . - E L C O N C E P T O D E I D E O LO G I A
Desde aquí, cabe denominar ideología, en una acepción muy general, "un sistema de
representaciones (imágenes, mitos, ideas o conceptos según los casos), dotados de una
existencia y de un papel históricos, en el seno de una sociedad dada "19. En esta primera
acepción general, la ideología es un momento esencial y necesario en la vida de los hombres y
en la sociedad, pues como señaló Engels "todo lo que mueve a los hombres tiene que pasar,
necesariamente, por sus cabezas" 20
Ahora bien, en la medida en que en la ideología se expresa la relación del hombre con
su mundo y su existencia social e histórica, las ideas o representaciones que expresan esta
relación pueden hacerlo de un modo adecuado y verdadero, o bien, por el contrario, de un
modo falso. En este último caso el término "ideología" recibe una acepción más restringida y
precisa, viniendo a significar un conjunto de ideas que dan una imagen o representación
falseada de la realidad y las condiciones en que se desarrolla la vida de los hombres.
17
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, I
18
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 189
19
ALTHUSSER La revolución teórica de Marx, ed. S. XXI. México 1968, pag. 191
20
ENGELS L. Feuerbach y el fín de la filosofía clásica alemana, IV
8
2.-La ideología tiene una acepción y sentido primaria y casi exclusivamente
negativo, en cuanto conjunto de ideas falsas y falsificadoras. "En toda ideología -afirma Marx-
los hombres y sus relaciones aparecen invertidos, como en una cámara oscura"
I I I . 2 . - L A T E O R I A D E L A A L I E N AC I O N
I I I . 2 . 1 . - E L C O N C E P T O D E A L I E N AC I O N
Pôr otra parte, hay que tener en cuenta que frecuentemente se traducen por
alienación palabras que no son la misma en su lengua original (en nuestro caso el alemán), y
que eso da lugar a una tremenda confusión e imprecisión cuando se quiere acceder a una
comprensión correcta del texto de que se trate
Tal vez sea una buena manera de acercarnos a esta complejidad empezar por hacer
un análisis semántico del término y dilucidar desde el los diferentes sentidos en los que se usa
y los distintos campos en los que se aplica, no simpre con el sentido negativo que estamos
acostumbrados a percibir en la palabra.
9
1.-Significado económico, según el cual alienación significa la transmisión de
una propiedad de una persona a otra.
b.-La acción de uno de ellos (sujeto) por la que se pone en relación con el
otro.
c.-El peculiar modo de entender esa relación (que siempre será bajo la forma
de acción productiva-transformadora)
Pero esta acción relacional productiva está referida al otro polo, al objeto, y lleva a
cabo una producción o transformación en el objeto, que de este modo, y por medio de la acción
productiva, es transformado, y hay que considerarlo, por tanto, en cierto respecto, como
resultado o producto de la acción transformadora del sujeto, como obra suya, como su
producto y su propiedad. Pues bien, el hecho o situación en la que el resultado o producto de la
acción productivo transformadora del hombre no le pertenece, no es considerada o usada como
si fuera suya, sino que deviene propiedad de otro ("aliud"), y al sujeto activo productor le
resulta ajena y extraña, esa situación, decimos, es designada con el término ENTFREMDUNG,
que puede traducirse al castellano por "alienación". Así escribe Marx: "El objeto que el trabajo
produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del
productor (...) el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como un objeto
extraño"25. Pero en esta situación alienada, lo alienado o extraño no es solamente el producto,
24
Se puede recordar aquí el modelo del Contrato Social de Rousseau
25
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 105-106
1
0
sino también, y más radicalmente, el productor o el hombre que produce, pues considerado
este en su acción productiva, y manifestándose y objetivándose en el producto, la desposesión
de éste implica y significa la desposesión de sí mismo, la pérdida de sí mismo, la negación de sí
o su desrealización : "la realización del trabajo (...) aparece (...) como desrealización del
trabajador (...). El trabajador pone su vida en el objeto, pero, a partir de entonces ya no le
pertenece a él, sino al objeto"26. Pero hay que destacar algo más: el producto deviene
independiente, es desposeído y desconexionado de su relación al sujeto productor, es decir, es
considerado como una cosa natural, y, por consiguiente, también es convertido y considerado
como cosa el sujeto productor mismo, el hombre trabajador (ya que el hombre es su actividad y
ésta se objetiva como su producto). Este deviene "cosa", es "reificado"27 o cosificado
(frecuentemente en textos de filosofía este concepto no se traduce y aparece directamente la
palabra alemana VERDINGLICHUNG). Así, el hombre, convertido en una cosa entre otras, queda
sometido al mismo trato y uso que las cosas: el hombre deviene una mercancía.
Como se puede apreciar, pues, una instancia teórica y otra práctico política. Pero en
una y otra alienta una exigencia de humanización y de realización plena de la naturaleza y de
las potencialidades del hombre. Por ello, justamente, pertenece al marxismo elaborar una
teoría o concepción del hombre, y sólo desde esta teoría será dado enjuiciar una determinada
situación como alienada, así como el propio proyecto de humanización y realización plena del
hombre tal y como el marxismo lo entiende y lo propone. En este sentido, desde la aclaración
conceptual de los diferentes sentidos del término, podemos comenzar a atender a las distintas
formas de alienación que desde el marxismo se estructuran
III.2.2.-FORMAS DE ALIENACION
26
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 189
27
Reificación: rei (cosa)- Facere (hacer)
28
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 109
29
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 107
1
1
El carácter radical de la alienación económica promueve otras formas de alienación,
como son la alienación social y la alienación política. La primera se produce en la sociedad de
clases, la segunda aparece por la división entre sociedad civil y Estado. Una y otra alienación
están estrechamente relacionadas, ya que ambas segregan un conjunto de representaciones
ideológicas, que tienden a justificar y ocultar cual es la situación real. Marx lleva a cabo la
crítica de estas alienaciones, a nivel teórico, principalmente en dos de sus obras: Crítica de los
principios de la Filosofía del Derecho de Hegel, y en otras de sus obras como El dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte.
Las formas de alienación señaladas (alienación económica, social y política) tiene sus
últimas ramificaciones y completan la situación alienada de la existencia humana y de la
conciencia ideológica que la acompaña en dos de sus últimas formas: la alienación religiosa y
la alienación filosófica. La religión y el modo de existencia religioso, no pueden ser
considerados, a juicio de Marx, como constitutivos del ser del hombre. Antes al contrario, la
existencia de la religión está en una estrecha relación con la organización económico política y
social, prestándole una justificación ideológica y estabilidad, en la medida en que la liberación
que la religión parece proponer no lo es en este mundo, no se lleva a cabo mediante la
transformación de la estructura social. La religión es así un modo de existencia intrínsecamente
falseada, una forma de alienación y división irrestañable en el hombre, y cuyos caracteres son
la resignación, la justificación trascendente de la injusticia social y la compensación en el cielo
de la sociedad opresiva. Al igual que Feuerbach 30, Marx cree que la religión es una proyección
del hombre, y encuentra la raíz d la religión en la miseria y el desgarramiento de la vida social.
La crítica marxista de la religión tiene, pues, un sentido primario y principalmente sociopolítico,
es decir, en relación con la función ideológica que pueda desempeñar en la estructuración
dinámica de la sociedad. Si bien tampoco su interpretación de la naturaleza del hombre
permite plantear con sentido el problema de dios: "al haberse hecho evidente de una manera
práctica y sensible la esencialidad del hombre en la naturaleza (...), se ha hecho prácticamente
imposible la pregunta por un ser extraño, por un ser situado por encima de la naturaleza y del
hombre"31. La transformación práctica de las condiciones materiales de vida para Marx
acabarán con la religión y con la dimensión religiosa del hombre, que es sólo aparente.
30
1804-1872. Feuerbach, adherido a la izquierda hegeliana, que, durante mucho tiempo el representante más
destacado e influyente de esta tendencia. Durante unos años, un grupo de jóvenes filósofos, entre los que
figuraba Marx, se proclamaron como feuerbachianos convencidos, aunque después iniciaron todo un grupo de
críticas respecto a la filosofía de aquel. Especial relevancia tienen sus "pensamientos sobre la muerte y la
inmortalidad", que aparecieron, anónimamente, en 1830 y que constituían un violento ataque contra toda
teología especulativa.
31
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 155
1
2
objeto fuera de sí no es un ser objetivo. Un ser que no es, a su vez, objeto para un tercer ser,
no tiene ningún ser como objeto suyo, es decir, no se comporta objetivamente, su ser no es
objetivo. Un ser no objetivo es un no ser, un absurdo" 32
32
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 195.
33
K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 196 y 153
34
K.MARX La Ideología Alemana ed Grijalbo. Barcelona 1970, pag. 19
35
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, VIII
36
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, II
37
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, II y VIII
38
K.MARX Contribución a la crítica de la economía política, ed. Comunicación, Madrid 1970, pag. 248.
1
3
5.-Marx afirma que "la esencia humana es, en su realidad, el conjunto de las
relaciones sociales 39, de ahí que sea necesario y fundamental, para la teoría marxista,
esclarecer éstas.
La caracterización del ser del hombre que se acaba de hacer se concreta en una
afirmación fundamental: junto a la radicalidad del hombre como hombre y como sujeto, se da
lo que podríamos llamar "relacionalidad, y el carácter de resultado del hombre, en cuanto que
este consiste en "el conjunto de las relaciones sociales". Estos dos puntos, y especialmente el
último, viene a plantearnos el sentido del humanismo marxista, pero también la cuestión de
cómo y desde donde "explicar" la teoría de la sociedad y de la historia, esto es, el problema de
una teoría científica de la historia, el problema del materialismo histórico.
Pero en esta concepción del humanismo surgen dudas acerca de la viabilidad de tal
humanismo, porque, por una parte, el hombre es el conjunto de las relaciones sociales, y por
ello se constituye en la conjunción de tales relaciones, siendo el resultado de un todo complejo,
que si no lo determina, al menos lo configura y en parte lo explica, pero, por otra, y en cuanto
que es un resultado, el hombre dificilmente puede ser el principio teórico de explicación de la
sociedad y de la historia. En esta acepción epistemológica de humanismo, Louis Althusser 40 ha
negado en nuestros días que el marxismo sea un humanismo, y que se pueda hablar de
humanismo socialista, pues el concepto de humanismo, dice, es un concepto ideológico,
mientras que el concepto de socialismo es un concepto científico. "Entendámoslo, no se trata
de negar la realidad, que es señalada por el concepto de humanismo socialista, sino de definir
el valor teórico de este concepto. Al decir que el concepto de humanismo es un concepto
39
K. MARX Tesis sobre Feuerbach, VI
40
Ya hemos considerado al principio su modelo de marxismo
1
4
ideológico, y no científico, afirmamos a la vez que señala un conjunto de realidades diferentes,
pero que, a diferencia de un concepto científico, no nos da los medios de conocerlas (...).
Confundir estos dos órdenes sería impedir todo conocimiento, mantener una confusión" 41.
V.1.-MATERIALISMO Y DIALECTICA
La idea cardinal del concepto de la concepción del mundo que posee el marxismo es
el concepto de dialéctica, idea que como vimos, constituía el lado revolucionario de la filosofía
hegeliana, y desde el que se expresa la naturaleza de la realidad como un proceso, como una
totalidad dinámica de elementos interrelacionados. "La dialéctica de Hegel -escribe Marx en
una carta a Kugelmann- es la forma básica de toda la dialéctica, pero sólo después de la
eliminación de su forma mística". Señalemos sólo algunos de los aspectos, los más
importantes, de esta desmitificación que el marxismo hace de la filosofía hegeliana, de la
materialización de su carácter idealista, de la "puesta cabeza abajo" que Marx hace de la
dialéctica de Hegel, a través de la negación o precisión en otro sentido de algunas de sus
características:
41
L. ALTHUSSER La revolución teórica de Marx ed. s.XXI, México 1968, pag. 184
42
L. ALTHUSSER La revolución teórica de Marx ed. s.XXI, México 1968, pag. 190-191
43
MARX K.MARX Manuscritos de economía y filosofía, ed. cit. pag. 194
1
5
totalidad natural-social, la totalidad material que es la producción de la vida: la totalidad de la
sociedad de clases.
44
Este concepto de realidad es lo que se refiere a la materialidad
45
o.c., pag. 167
1
6
"materialismo histórico se utiliza para designar la concepción materialista de la historia. Pero
también, en un sentido más lato, podría utilizarse para designar la teoría marxista sobre la
realidad, teoría que albergaría aspectos y cuestiones que, sin estar separadas de la producción
histórica, sin embargo, pueden ser consideradas teóricamente al margen de la teoría de la
historia. Y en este sentido, el concepto filosófico de materialismo, según Marx, podría
denominarse "materialismo dialéctico", pero con la importante precisión de que lo significado
con esta expresión no puede confundirse ni identificarse con lo mentado en la expresión
materialismo dialéctico ("Diamat"), utilizada para significar una concepción dialéctica de la
naturaleza, a secas, con independencia del hombre y de la historia.
46
A. SCHMIDT El concepto de naturaleza en Marx, ed. siglo XXI, México 1976, pag.211
1
7
3.-El vector o final al que se dirige la historia es la desaparición de la
sociedad de clases y la instauración del comunismo. La sociedad sin clases y comunista, "telos"
al que al parecer tiende y macha la historia (marcha que será acelerada mediante la acción del
proletariado), vendrá a acabar con las alienaciones y permitirá la acción total del hombre. En
base a esta tesis (y aceptada en esta formulación) no sin fundamento algunos autores han visto
en el marxismo una "metafísica de la historia", y, en cualquier caso, una instancia utópica.
La utopía no tiene aquí un significado "negativo", sino que más bien juega un papel
importante en la concepción marxista del mundo, hasta el punto de que algún filósofo marxista
(Ernst Bloch) ha llegado a hacer de la utopía y de la esperanza una disposición estructural-
constitutiva del hombre 47. "El contenido esencial de la esperanza -escribe Bloch- no es la
esperanza, sino, en tanto que aquel no permite fracasar a ésta, es existencia sin distancia,
presente. Utopía labora sólo por razón del presente a alcanzar, por eso, el presente se
encuentra al final, como la falta de distancia finalmente querida, salpicando todas las
distancias utópicas. Precisamente porque la conciencia utópica no se deja alimentar con lo
malo existente, precisamente porque es necesario el telescopio de mayores distancias para ver
la estrella real Tierra, y porque el telescopio se llama utopía concreta: por eso precisamente la
utopía no pretende una distancia eterna del objeto, sino que desea, más bien, coincidir con él
como un objeto que ya no es ajeno al sujeto" 48
Marx insiste contínuamente en el hecho de que "los mismos hombres que establecen
las relaciones sociales de acuerdo con su productividad material, producen también los
principios, las ideas, conforme a sus relaciones sociales. Por eso estas ideas, estas categorías,
son tan poco eternas como las relaciones que éstas mismas expresan. Son productos históricos
47
Con la que tiene mucho que ver la dimensión estética
48
BLOCH, El principio esperanza, ed. Aguilar, Madrid, 1977, vol. I, pag. 311-312.
49
MARX La ideología alemana
1
8
y transitorios. Existe un contínuo movimiento de acrecentamiento en las fuerzas productivas,
de destrucción en las relaciones sociales, de formación de las ideas; pero de inmutable no hay
más que la abstracción del movimiento" 50. Utilizar categorías, ideas o símiles, "fantasmas" de
la mente para explicar la historia, equivale a invertir su proceso efectivo, hacer de la sombra la
explicación de las cosas, en lugar de que las cosas sean la explicación de su sombra. Una
verdadera teoría de la historia no explica la praxis partiendo de las ideas, sino que, por el
contrario, explica la formación de la ideas partiendo de la praxis material y por eso llega al
resultado de que todas las formas y productos de la conciencia pueden ser eliminados no
mediante la crítica intelectual, resolviéndolos en la autoconciencia o transformándolos en
espíritus, fantasmas o espectros, etc..., sino sólo por medio de la demolición práctica de las
relaciones sociales existentes, de las que derivan estas ficciones idealistas; en consecuencia,
"la fuerza motriz de la historia no es la crítica sino la revolución, y esto no sólo de la historia en
general sino también de la historia de la religión, de la filosofía y de cualquier otra teoría 51.
Desde este punto de vista, las ideas que dominan en una época histórica son las ideas
de la clase dominante: "La clase, que es la potencia material dominante de la sociedad, es al
mismo tiempo su potencia espiritual dominante" 52. En efecto, tales ideas no son sino "la
expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las relaciones tomadas como ideas".
La dependencia de las ideas dominantes de la clase dominante queda escondida por el hecho
de que esas mismas ideas se elaboran en el interior de la clase por los "ideólogos activos",
cuya tarea es promover la ilusión de la clase sobre sí misma y, en segundo lugar, por el hecho
de que toda clase que asume el poder debe representar su interés como el interés común de
todos los miembros de la sociedad.
El centro de la historia está constituido por la relación entre las fuerzas productivas y
las relaciones de producción (que son las relaciones de propiedad). Cuando las fuerzas
productivas alcanzan cierto grado de desarrollo, entran en contradicción con las relaciones de
producción existentes que dejan de ser para pasar a ser condiciones de desarrollo y
transformarse en cadenas. Entonces se produce una época de revolución social. Pero una
formación social no muere hasta que no se han desarrollado todas las fuerzas productivas a
que puede dar curso; las nuevas relaciones de producción sólo aparecen cuando, en el seno de
la vieja sociedad ya están maduras las condiciones materiales de su existencia. A este
respecto, Marx admite el progreso incesante de la historia: "Los modos de producción asiático,
antiguo, feudal y burgués moderno, pueden ser designados como épocas que marcan el
proceso de formación económica de la sociedad". Asímismo admite que este progreso va
dirigido al logro de una forma final y conclusiva: "Las relaciones de producción burguesa son la
última forma antagonista del proceso de producción social(...). Pero las fuerzas productoras que
se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo, las condiciones para
la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, pues, la prehistoria de la
sociedad humana"53. Pero realmente, desde este punto de vista, después de la prehistoria ya no
habrá historia, esto es, devenir o progreso, pues faltará la única razón del mismo, la
contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de producción.
VI.1.-INTRODUCCION
50
MARX Miseria de la filosofía
51
MARX La ideología alemana
52
MARX La ideología alemana
53
MARX Prólogo a la Crítica de la Economía Política
1
9
estética, sino que sus afirmaciones sobre la misma se encuentran dispersas en diferentes
obras, las más importantes son los Manuscritos, publicados en 1932, y La Ideología Alemana.54
2.-La concepción del arte como diversión o placer, pero que no se limitaría a
la pura fruición desinteresada de la contemplación estética sino que se integraría, a su vez
estrechamente, con el concepto de producción artística creativa, crítica e incluso revulsiva.
Bertold Brecht sería un ejemplo destacado de tal postura.
54
Hay que tener en cuenta que la primera antología de textos sobre literatura y arte aparece en 1933
2
0
5.-Plejanov nos ofrece un enfoque mecanicista del arte como
superestructura determinada por el factor económico.
Las leyes del materialismo histórico están afectadas por el factor humano, por ello el
marxismo no es puramente determinista. Hay, pues, un margen para la voluntad humana y
para las convicciones individuales que explica la diferencia entre materialismo dialéctico e
histórico. Queda claro que el arte, que los críticos marxistas ven en primer lugar como
ideología, tiene que ser estudiado dentro de los términos del materialismo histórico.
3.-El criterio de las preferencias personales, tales como las obras de Esquilo,
Rafael, Shakespeare o el arte griego.
2
1
VI.3.1.-EL CRITERIO DEL DETERMINISMO ECONOMICO
La forma en la que Marx plantea la tesis de la determinación social del arte supone,
simultáneamente, una llamada de atención sobre el trabajo específicamente estético de
reelaboración de los materiales mitológicos o ideológicos presentes en la vida social. En este
sentido, la génesis del arte griego no podría explicarse sobre el trasfondo ideológico y material
de la sociedad moderna, es incompatible con las "máquinas automáticas, los ferrocarriles, las
locomotoras". Las instituciones sociales, y de cultura son, como es obvio, radicalmente
diferentes, y de ellas derivan formas también diferentes de configuración de la dimensión
estética. Marx llega a puntualizar que no se trata tan sólo de que el arte griego presuponga en
su base creencias mitológicas, sino específicamente la mitología griega: "La mitología egipcia
no hubiese podido jamás servir de base o seno materno para crear el arte griego", por eso, y en
último término para Marx la idea della determinación social del arte se conjuga con la
afirmación del "moldeamiento" de los materiales ideológicos vigentes en una determinada
tradición de cultura: "el arte griego supone la mitología griega, es decir, la naturaleza y la
sociedad moldeadas ya de una manera inconscientemente artística por la fantasía popular". En
ningún caso se plantea, por tanto, una superposición o contacto "inmediato" entre la vida
material y el arte. Al contrario, la determinación social de la dimensión estética se entiende
como una tarea de reelaboración progresiva, a partir de los materiales ideológicos
culturalmente moldeados, y eso sí, puestos en juego en una situación social específica
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amplia de la emancipación humana. Aunque no se desvía, sí desborda las fronteras de la
misma en el pensamiento ilustrado. Desde luego, la fundación de una posible estética
presupone también la naturaleza humana como referente de lo estético. No obstante, esta
premisa queda muy matizada en los Manuscritos. En primer lugar, no está de acuerdo con la
proclama ilustrada, aceptada aún por Feuerbach, de que existe una naturaleza humana
abstracta, ya que se da cuenta de que esta no es más que una imagen inconsciente
absolutizada del momento histórico en que aparece. Nada, en efecto, menos natural que la
naturaleza moderna, ni menos abstracto que sus contenidos y usos. Resalta, en cambio, su
desarrollo en la historia de la humanidad, es decir, aboga por la naturaleza real del hombre,
con la que no soslaya los compromisos con la historia, sus vicisitudes y avatares. En
consonancia con este cambio de orientación, puntualiza que "la esencia humana no es algo
abstracto inherente a cada individuo. Es, en realidad, el conjunto de relaciones sociales. Así
pues, se opone tanto a una consideración de la humanidad en sí, fuera de la historia, como a
una humanidad entendida como un rasgo universal que vincula de un modo natural a muchos
individuos, y está a favor de una humanidad socializada, en proceso.
De alguna manera Marx atisba una teoría del sujeto que no llegó a elaborar. La
sensibilidad estética queda reivindicada, pero penas esbozada. Su descuido ha dejado una
impronta en la estética marxista hasta nuestros días, legitimando actitudes que pasan por alto
al sujeto, al propio artista o espectador como productores de significación artística. En la
sensibilidad estética despunta una temática que no recibe un tratamiento adecuado hasta las
aportaciones de Freud y los debates más recientes para una teoría materialista del sujeto para
la estética.
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"El modo de producción de la vida material determina conjuntamente el proceso de la vida
social, política e intelectual. No es la conciencia de los hombres lo que determina su
conciencia. En cierto estado de su desarrollo las fuerzas materiales de producción de la
sociedad entran en conflicto con las relaciones de producción existentes o, empleando la
expresión legal, las relaciones de propiedad dentro de las que ellas operan. A partir de las
condiciones para el desarrollo de las fuerzas de producción, estas relaciones de propiedad
llegan a ser sus cadenas. entonces comienza un periodo de revolución. Con el cambio de la
base económica se transforma más tarde o más temprano toda la superestructura".
Sin embargo, hay otros dos pasajes que se refieren al determinismo económico. En
uno Marx pregunta si la elección del Franz von Sickingen histórico como héroe trágico es
correcta. Marx rechaza a Sickingen como reaccionario, pues "siendo un caballero y un
representante de una clase apunto de desaparecer, se rebeló contra el orden existente". Engels
añadió que Lassalle había olvidado al plebeyo anónimo y a los elementos del campesinado en
el movimiento de rebelión. la larga respuesta de Lassalle el 27 de mayo de 1859, que aparece
en numerosas antologías de la crítica literaria marxista, es reveladora. Se da cuenta de que
Marx y Engel hubieran querido que él escribiese sobre acontecimientos más progresistas de la
historia alemana, y no sobre un caballero reaccionario que, en consecuencia con las leyes del
desarrollo histórico, estaba destinado a fracasar. pero Lassalle replica que el Sickingen histórico
era menos reaccionario de lo que Marx creía, y que no existía base histórica para afirmar que
durante la guerra, la clase "baja" de los campesinos fuese políticamente más avanzada que
Sickingen: "En último término, una guerra de campesinos era no menos reaccionaria que los
planes de Sickingen. Lassalle acusa a Marx y Engels de defender una visión determinista de la
historia alemana, pues este concepto de historia, que destruye la posibilidad de acciones y
decisiones individuales no ofrece una base para la acción revolucionaria práctica o para la
acción dramática representada".
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en Engels, que en su carta le había indicado que no intentaba negarle el derecho a concebir a
Sickingen como si hubiera intentado la emancipación de los campesinos. por eso, Lassalle pone
su énfasis en la defensa del derecho del poeta a idealizar su material. de alguna manera, pues,
subraya el componente de ficción de la literatura.
En este sentido, también podemos anotar que en su comentario sobre Les Mysteres
de Paris (1842-1843), de Eugene Sue, Marx aplica también el criterio de verdad, que se
concreta en la fidelidad a la realidad social.
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puro"), o bién, por el contrario, la absoluta dependencia social del arte (realismo social o
sociologísmo estético). Aquí es donde entra en juego la teoría estética de G. Lukacs.
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