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Chilpancingo, Gro. | Semana del 19 al 25 de noviembre de 2018 | Tercera Época | $ 10.00
La Sierra:
el poder de los
grupos armados
Lo necesario José María Hernández
Navarrete
No. 943
Grupos armados, el
verdadero poder en Guerrero Zacarías Cervantes
NUESTROS ALIADOS
Asociación de Periodistas
del Estado de Guerrero
www.periodistasdeapie.org.mx www.chiapasparalelo.com.mx www.noroeste.com.mx
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Colectivo Voz
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Alterna
[Foto: Hercilia
Castro]
La Morena:
Generoso
Nava
De la prostitución infantil en
Cuaji y otras barbaridades Eduardo Añorve
III
Una amiga me cuenta que el niño X le
decía a un hombre mayor de edad que si
servicios –lo que quieras y como quieras–
por dinero. 200 pesos no son muchos. Ello,
por las tardes y noches, y hasta en las altas
horas de la noche o la madrugada, que el
placer y la necesidad no tienen horario.
–En realidad –le respondo–, nacen le daba 10 pesos se la chupaba. Eso fue V
pobres, en la miseria. No seas pendejo. hace unos ocho años, cuando el niño tenía Es obvio que si usted es de Cuaji y vive en
Es una muchachita muy, muy bonita. cinco años, más o menos. Ella lo entiende, Cuaji no se va a dar cuenta: no le ofrecerán
El año pasado terminó la primaria. y lo explica: «Era un niño. Seguro que no nada, porque saben que usted es de aquí
sabía lo que hacía». Ahora, no sabemos. (o «lo huelen»)… porque estás prieto y
II vistes como alguien de aquí y hablas como
Si no lo ves, no existe, dicen. IV alguien de aquí, eres de aquí, y apestas. El
En Cuajinicuilapa, la mayoría de la Una de las consecuencias de que nos ha- cliente seguro, al que ofertan sus servicios
gente no se entera bien a bien cómo, yan creado dos tiendas de la cadena Oxxo es al de afuera, al frastero, sobre todo si
cuándo, dónde, por qué, etcétera, muchas en Cuajinicuilapa es que en sus afueras es blanquita o blanquito, y viste como
niñas y niños se prostituyen. Sobre todo –o, incluso, dentro de ellas– niñas y ni- frastero y habla como frastero. Y más si
la prostitución que ejercen… ¡Diablos! ños –menores de edad, por supuesto– se habla inglés y pergeña spanish. Tan bien
Escribo «ejercen» y no sé si lo hacen de prostituyan allí. Llegas y te ofrecen sus que huelen.
ardua.
[Foto: Nadia
Alvarado]
Falta de
reconocimiento.
[Foto: Internet]
Parteras tradicionales:
la satisfacción de
ayudar a nacer Beatriz García
16
dice, propició la caída de la bolsa mexicana haber ganado una elección presidencial–, actual y la sombra de Juárez y Madero,
de valores. porque sólo de esa forma se puede aspirar parecen hacerla crecer.
Para instrumentar un programa de go- a consolidar la llamada Cuarta Transfor- Porque también se tiene plena conciencia
bierno que pretende hacer válido el estado mación de la República. Este proyecto no de que se puede descarrilar el proyecto de
de derecho, se requiere de mantener la más es un desafío menor, sino que encierra las la Cuarta Transformación de la República, y
amplia base social, capaz de fortalecer el esperanzas de los más de treinta millones de de que entonces ya sería muy difícil volver a
gobierno en los momentos difíciles, porque votos que llevaron a la presidencia a Andrés levantar un movimiento como el que cimbró
en los meses que vienen, la lucha será por Manuel López Obrador. a las élites políticas y económicas el 1 de
ganar el poder –es decir, ir más allá de Por eso la incertidumbre en el escenario julio de 2018.
a lrededor de
veinte personas
aguardan en el
vestíbulo del al-
bergue más acondicionado de la Zona
Metropolitana de Guadalajara, FM4 Paso
–¿Tienes familia en Estados Unidos? –
pregunté.
–No, nada, ni una idea de qué hacer pero
quiero ayudar a mi familia desde allá.
Los salarios que tuvo antes de salir como
panadero fueron 10 lempiras a la semana. Ni
planes también está el iniciar los trámites
de refugio humanitario.
Como si los planetas se alinearan, el vier-
nes 9 se aperturó Aldea Arcoíris, un albergue
exclusivamente para personas tramitando
refugio en México y deportados mexicanos
Libre. En la nueva sede se percibe más ca- un salario mínimo en México. sin proyecto para retornar a sus municipios
lor humano y mejor organización, no sólo –¿Te apartaste en dónde de la caravana? de origen. Lo fundó Flor María de la orden
para alimentar y dar reposo a quienes van –En Puebla; me vine un tramo por tren y Scalabrini establecida desde hace 35 años
de estado en estado por tren o autobús emi- otros en raite, aventón, como dicen. en el país para dar servicios y atención a
grando, sino también para ofrecer servicios Me pregunta tratando de confirmar si comunidades vulnerables y con una misión
de conexión a internet, ludoteca para los ésta es la ruta más segura y, en ese momento, migrante firme en la última década, haciendo
bebés, regaderas, dormitorios, libros, música no hay más que decir la verdad. Los datos incidencia política.
e, inclusive, un billar para relajarse. de otros años precisan que por aquí puede Aldea Arcoíris se ubica en el Álamo
Estos migrantes esperan el ingreso al haber menos riesgos que en Tamaulipas; sin Industrial y su misión es proveer de capa-
albergue para poder comer, ducharse y embargo, aquí también que hay delincuencia citación y entrenamiento para insertar en
descansar. Dos mujeres jóvenes integran el organizada por todo el Pacífico, aquí las la oferta laboral a quienes tienen abierto
grupo de migrantes centroamericanos. En vías también tienen sus lógicas alrededor el litigio para permanecer en México por
ellos se desliza hacia mí Keicy Parecía que de diversos grupos delictivos. Desde luego motivos de violencia en general o de géne-
necesitaba otro tipo de plática que no fuera que también debía de decirle que conforme ro, pero también por oposición política y/o
repasar anécdotas recientes de los 19 días salga de Guadalajara habrá menos comedo- disidencia en sus países de origen.
que lleva en tránsito desde que entraron a res o albergues migrantes. Le platico de uno Keicy traía los labios tronados, con lla-
México nadando por el río Suchiate con la clave en la ruta, Jesús Migrante, en Nayarit. gas por el frío y sol, y por tantos cambios
primera caravana que llegó a Chiapas. –Que Tepic es cómo Belice, me dijeron; extremos en su paso por el país.
–Es duro esto, de verdad –me dijo para podría quedarme ahí, pero necesito ayudar –Ahí le pido si puede una oracioncita
iniciar la conversación. a mi familia –se pregunta y responde solo. –me dijo antes de darme la mano para des-
Yo ni siquiera había planteado la opor- Además de quienes llegaron el jueves pedirse y reintegrarse al grupo esperando
tunidad de una entrevista, simplemente 8 de noviembre a Guadalajara, un grupo pasar a almorzar a FM4 Paso Libre.
estaba esperando charlar con la encargada avanzada a la Caravana Migrante que de- El paso lento de la Caravana Migrante,
de Vinculación de FM4. terminó el viernes, 9 de noviembre, seguir orilló a Keicy a seguir su camino; por ello,
–Lo puedo imaginar –le respondí. su camino por la ruta Occidente-Pacífico. se adelantó con un grupo reducido de cen-
–Mire, no suelo fumar, pero en esto, sólo Arribaron también a Jalisco otro grupo de troamericanos y lo hizo con el objetivo firme
así se tranquilizan los nervios, ¿sabe? –se centroamericanos que, por su orientación de continuar hasta los Estados Unidos, sin
recargó en la puerta de ingreso. sexual, salieron de sus países y en cuyos mirar atrás.
Y más que preguntas recibió de mí la
escucha, quizá, más atenta que había ex-
perimentado desde que salió de Honduras
a través de la convocatoria en Facebook de
unirse al éxodo, a todas luces, más impac-
tante que México ha experimentado en los
últimos años.
Keicy nació en Belice, pero se crió, así
lo calificó, en Honduras. A sus 35 años ya
tiene cuatro hijos, con los dos primeros del
matrimonio sólo habla ocasionalmente.
En su país, en realidad, vivía con su actual
pareja y con los dos hijos que tuvo con ella.
La más pequeña, de cuatro años, es la que
le llena de angustia la mirada. Apenas partió
hace tres semanas y ésta fue internada de
emergencia para operarla de la apéndice.
–Y yo que llegué a pensar en traérmela
–suelta con larga melancolía.
AL FINAL DE LA TARDE
KENT HARUF
LITERATURA RANDOM HOUSE
Páginas: 400
Procuro castigar al
culpable para que el
lector no se sienta burlado:
Juan José Rodríguez
H
Semefo para ver lo de los cuerpos.
Charlie Feroz
En la sala del Semefo había ya algunos familiares
para reconocer los cadáveres. El Chetos, un enfer-
mero que trabaja ahí me dijo que había estado bien
cabrón el de organizar las piezas de los cuerpos, que
lo bueno que le doctor Godínez era bien cabrón para
gesto, al mirarlo recordé
eso de armar rompecabezas, que si no aún estaría
la cabeza desmembrada,
tratando de encontrarle acomodo a las piezas sueltas.
toda golpeada e hinchada
abía dejado hace algunos minutos Lo curioso es que sobraba una cabeza. Había cinco
en el piso mugroso. Imagi-
a Miguel Dávalos en la puerta de su cabezas y solamente cuatro cuerpos.
ne también una cabeza de
casa, una corriente eléctrica recorrió mi Al ver los cadáveres en la morgue, no sé por qué
puerco, de esas que cuelgan
cuerpo, como si pequeños aguijones de recordé la torta de jamón del Gordo, y me dio ham-
en el mercado.
avispas se incrustaran en mi piel. La bre.
El Gordo es un hijo de
muerte rondaba las calles, cinco cadá- A los quince minutos de haber llegado recibí
puta. Es un culero que le
veres desmembrados encontrados a la una llamada del comandante Wences, para que me
gusta andar madreando es-
puerta de una secundaria. reportara en chinga a la casa de Dávalos, que algo
tudiantes, golpear mujeres,
Dávalos llegó a la escena comiendo muy cabrón había sucedido. Encontraron al Gordo
drogarse, recibir sobornos.
una torta de jamón con queso, como decapitado, lo curioso es que la cabeza no estaba por
Se rumora que trabaja para
si fuera personaje de una serie gringa, ninguna parte.
los Rojos. A mi nunca me
pinche Gordo. Estábamos ahí haciéndo- Pinche gordo pensé siempre jodiendo la vida de
ha dicho nada. Pero debe
nos pendejos, porque nada sabemos de los demás.
de ser cierto, Dávalos es un
criminalística y de resolver crímenes, ni cabrón sin escrúpulos.
los más pinches. Para nosotros eran sola- Al intentar dormir,
mente restos humanos esparcidos por el después de ver el noticie-
suelo, escombros de un mal día. Ni para ro de las diez, y una serie
hacerle al cuento de detectives, ni nada sobre un asesino serial que
de esas cosas. Aquí esos casos sólo se trabaja de forense, quedé
archivan, y sirven para llenar de sangre dormido hasta que una pe-
los periódicos del día siguiente. sadilla me despertó, sudaba
Sólo una cosa me llamó la atención, y tenía un leve temblor en
y no sé si el gordo se dio cuenta, pero el rostro, como un tic. Al
una de las cabezas tenía cierto parecido llevar mis manos a la cara
a Dávalos. No le dije nada porque no las sentí húmedas. Al en-
quería perturbarlo, o que me dijera que cender la luz las vi bañadas
estaba loco. Era mejor dejarlo comer su en sangre. Busqué por todo
torta tranquilamente. mi cuerpo alguna herida,
En el transcurso para llevarlo a su me palpé la nariz para
casa, por la colonia del PRI, no dijimos comprobar si había sufrido
nada, bueno casi no hablamos mucho, alguna hemorragia, y nada.
en los tres años que tenemos juntos no Traté de volver a dormir,
hemos logrado crear un vínculo de amis- pero me era imposible.
tad, no hay asados en el patio de su casa, A las siete de la mañana
ni martes de cartas tomando cervezas, ni me levanté a prepararme
sábados de box o futbol, sólo cumplimos un café, aún inquieto por
con la chamba, y ya, estuve pensando el misterio de la sangre.
mucho en ese parecido, en la simetría Le marqué a Dávalos para
de su rostro con aquella cabeza como avisarle que iba por él, para
calabaza, en el bigote insípido como una que estuviera listo, pero
sombra de algo que no es, la boca de nunca respondió. Al llegar
labios gruesos, como gusanos, el lunar
que tiene en el mentón. Era inquietante
el parecido.
Cuando Dávalos bajó del coche
sólo nos dimos como despedida un leve
mascaras...
son de autoría del poeta, que ejemplifican perfec-
tamente aquello que decía Velázquez sobre pintar
a lo valiente–, la utilización de estos recursos no es
mera coincidencia, no obedecen a un capricho de
banalidad o erudición, sino más bien condicionan la
recepción del texto antes incluso de comenzar a leer
los poemas, lo que nos sugiere una enorme unidad
estética donde poemas, epígrafes, pinturas forman
parte esencial del misterio de la relojería personal del
poeta.
El libro está dividido en tres partes. La primera de
ellas, «Lamentación del salvaje», nos relata la llegada
de un salvaje a la metrópolis –motivado quién sabe si
por la invasión de la sociedad capitalista o tal vez por
la ilusión de la modernidad de pavimento de la que
hablaba Vasconcelos–. La ciudad es presentada como
la encarnación misma de la simulación, un «sueño
feérico» donde las luces bailan mentiras. El salvaje
realizará una gran cantidad de actividades sin llegar a y hogar del bárbaro. Este nuevo escenario poético es donde
comprender nunca los motivos que en ellas subyacen. el protagonista comparte amistad y esperanzas de su pueblo.
En esa ciudad babilónica el protagonista tiene distin- Es la exaltación de la vida retirada y apacible, lejos de las
tos guías de carácter ambiguo y contradictorio que ciudades donde los hombres comercian, luchan, ambicionan
le sugerirán cómo comportarse, cómo dejar atrás su y hacen la guerra. Mediante un poderoso impulso poético,
yo bárbaro e incluso lo rebautizaran cual Robinson el autor ha creado a base de suaves pinceladas un universo
Crusoe al salvaje Viernes. La ciudad de neón donde mágico que se nutre de la cosmovisión indígena. Será bajo
el frenesí de colores oculta la verdad incómoda: aun estos parámetros que la tribu emprenderá un viaje épico que
en una sociedad mucho más desarrollada, el respeto tendrá como fin encontrar la cura a la extraña enfermedad
humano no abunda. Dos mundos dialogan entre sí a que padece su hermano recién llegado.
través de las páginas, la promesa desolada y la espe- Para medir el tiempo, como ocurría en los pueblos primi-
ranza rota. La civilización y la barbarie cuyo común tivos o en los pueblos bárbaros –siguiendo la tónica del poe-
denominador es en primer lugar el buen salvaje. mario–, se utilizaba un sistema etiológico, tomando como
La segunda parte, titulada «Casi canto», es la sec- referencia un hecho que haya marcado a la comunidad y que
ción más breve del libro, pero es a su vez una de las sea recordado por las generaciones futuras. Si eso supone
más significativas. A medida que los poemas pasan, para el pueblo el retorno del bárbaro, si habrá un antes y un
las circunstancias han obligado al salvaje a llamar en después tras su regreso, sólo viviendo lo sabremos. Puede
su auxilio al instinto inmanente de la supervivencia; realizarse una lectura casi bíblica del poema: la civilización
la invocación de la herencia mítica para doblegar la es como la manzana del paraíso, ese pecado que arranca la
otra cara de la moneda que paulatinamente ha ido felicidad y la paz previa a la que no es posible volver.
ganando terreno. Frente a la marginación, al racis- Canción del bárbaro es una narración poética, precisa, cu-
mo, al rechazo de esa figura que ni siquiera saben yos acentos desolados nos hablan de una enorme fabula del
humana, el bárbaro se alza contra las imposiciones progreso y la modernización. No obstante, no esta exento
del lenguaje escrito y en pleno fervor reencuentra sus de cierta ternura y de un mensaje emerciano que transita en
raíces –su identidad– y da pie a una deslumbrante cada uno de sus páginas, es como si el poeta sugiriera que en
explosión en lenguas originarias. Será aquí donde el destierro todos somos hombres representativos de nuestro
Canción del Bárbaro cifrará su valor realista no sólo solar.
en las descripciones visuales, sino en la recreación
de voces y de hablas, en la inmediata convivencia de
* Texto leído por el autor durante la presentación del poema-
fábula y habla. rio Canción del bárbaro, de Ángel Carlos Sánchez, en la Facul-
Una vez finalizados los turbulentos episodios de tad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Guerrero, el 8
la metrópolis, Ángel Carlos –en «Tribada», tercera y de noviembre de 2018.
última parte del libro– transfiere la acción a la aldea
L
cubrimiento lleno de matices románticos como
un botánico que descubre y nombra una planta
–un acto bastante común en el nuevo mundo–.
combinación de arte poético La experiencia en Canción del Bárbaro es del
y temas regionales. De esta todo distinta. El descubrimiento se hace en
forma el poemario contribu- términos de conflicto, y el medio que provoca
ye a la identidad del Nuevo la revelación es la protesta con respecto a un
a desilusión de América Latina ante los juicios ne- problema social. En cierto sentido es poner
Mundo al enfocar algún
gativos de Europa –que representaba la civilización, en vigencia esa dualidad clásica de las letras
grupo social en particular
el pináculo de la cultura y el arte– al ser calificada hispánicas: Sociedad y barbarie.
que es menos civilizado
por esta última como la cuna de la barbarie, con- El mensaje del poemario es la protesta
(en el sentido europeo de la
trasta enormemente con una floreciente producción vigorosa. El autor invita al lector a que se apro-
palabra) que los ciudadanos
narrativa que sale de lo común y toma un giro muy xime a la clase menos favorecida y emprenda
de la clase dominante.
americano: Los de abajo (1915), de Mariano Azuela; un hondo ejercicio de reflexión. Canción del
El poeta Ángel Carlos
Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), de Ho- Bárbaro es un libro osado, atrevido no sólo por
usa un contraste al colocar
racio Quiroga; La vorágine (1924), de José Eustasio decir una verdad que las sociedades criollitas
gente sencilla en una escena
Rivera; Don segundo sombra (1926), de Ricardo Gui- dan o pretenden dar por muerta, sino también
urbana y compleja. De este
raldes; Doña Bárbara (1929), de Rómulo Gallegos. por su original propuesta estética; desde la
modo, los grupos seleccio-
Asimismo, la función principal de esta narrativa utilización de los elementos extraficcionales; es
nados parecen más autén-
era abrir un nuevo camino, una nueva visión a la decir, aquellos elementos de la estructura que
ticos –más identificados
literatura hispanoamericana, que se había activado se hallan fuera del mundo novelado –en este
con la naturaleza básica del
ya gracias a la fuerza del modernismo que significó caso del mundo poético– tales como las citas
hombre– que sus complica-
un giro vigoroso con referencia a la influencia de los de Cavafis, Nicanor Parra, Sábato, la dedicato-
dos opuestos. Este proceso
movimientos europeos en el nuevo continente. Aho- ria a una enorme cantidad de pueblos origina-
asocia de modo estrecho al
ra bien, tanto en Perú, como en Bolivia, en Ecuador rios y finalmente las pinturas que recorren todo
hombre con la naturaleza
(país donde se gesta la formación paulatina de una el poemario –pinturas que por cierto también
y quizá podría hacernos
coherente escuela narrativa con asiento en la ciudad
sigue...
pensar en un acto de redes-
de Guayaquil), como en menor grado en Colombia,
se había desarrollado una nueva versión de la novela 23
regional que trasladaba sus recursos estilísticos, sus
esquemas de interpretación sociológica y su lengua-
je aparentemente tosco y referencial, a un estudio de
la problemática social y una denuncia activa de las
injusticias. Sobre todo con relación al indígena, por
lo cual esta narrativa puede adjetivarse de social y
también, por sus asuntos predilectos, de indigenista.
En la cola de este cometa parece situarse Can-
ción del bárbaro como un heredero de esta sólida
tradición; mediante un proceso de interna evolu-
ción –como bien lo reclama la posmodernidad– se
desarrolla el extenso abanico de recursos poéticos
y narrativos del poemario, lo que lo legitima como
una obra escrita a la manera de hoy. Y extrañamen-
te parece ser la invitación a una época desaparecida
hace ya tiempo: la crisis patente del cosmopolitismo
durante las primeras décadas del siglo XX. Canción
del Bárbaro se enfrenta a este problema con una
Suplemento de antropofagia
cultural etnicitaria para
Número 62. Año 2.
afroindios y no-afroindios
19 de noviembre de 2018. de Guerrero y de Oaxaca,
Cuajinicuilapa de Santamaría, Gro. y de todo el universo oscuro.
Suplemento
Suplemento © El Zambo baila la samba
con una zamba Productions
P
or otra parte, no se podría pensar en una fiesta, fan- blanco, alubias, chorizo, tocino y zapallo criollo (un tipo de
dango o mariachi sin comida. Al igual que en el caso calabaza), y le llaman al platillo locro tucumano. En Perú
de la música, el canto y la danza, las artes culinarias se dice que «los esclavizados africanos introdujeron la cos-
mexicanas son el resultado de una compleja amal- tumbre de comer las vísceras», ya que los blancos no se las
gama de mestizajes previos. Muchos de los alimentos y las comían. Los africanoperuanos desarrollaron el mondongui-
técnicas culinarias llegaron de otras regiones del planeta vía to. El mondongo es muy conocido en Venezuela, Colombia
la invasión española. Según el libro Cambridge World His- y Panamá. En Costa Rica, durante el carnaval de Limón se
tory of Food, (La historia Cambridge mundial de alimentos), degusta la sopa de mondongo. El mondongo en Nicaragua
«En 1493 Colón introdujo al nuevo mundo a los caballos, las es un manjar nacional utilizado como atractivo turístico. Los
reses, los cerdos, los chivos y borregos». La misma fuente dominicanos, puertorriqueños y haitianos cocinan mondon-
cita: «los huertos se hicieron más diversos» como resultado go durante varias de sus celebraciones. En Yucatán hay un
del encuentro. Los colonizadores trajeron la col, la cebolla, plato llamado mondongo kabic, que se dice que fue introdu-
las zanahorias, la lechuga, los rábanos, el ajo, los limones, las cido por los árabes. El Departamento de Salud y Servicios
limas y las naranjas agrias entre otros alimentos. Esta com- Humanos estadounidense cita al mondongo como un platillo
plejidad, sin embargo, no es suficiente para ofuscar los senti- africanohispánico, en un estudio intitulado Hispanos en los
dos y obstruir las percepciones del sabor y know how africa- Estados Unidos: una visión acerca de las características del
nos presentes al lado de los abolengos originarios y europeos grupo. Este documento precisa que el Caribe hispano fue
que integran las exquisiteces nacionales mexicanas, como el sumamente afectado por el patrón gramatical africano y por
menudo, un caldo guisado de talla internacional. El menu- palabras africanas prestadas.
do es un derivado del mondongo que se come en todas las Todo lo expuesto revela un patrón que permite asociar al
Américas, España y Portugal, y en donde haya o haya habido mondongo con la presencia africana. Según la publicación
presencia africana. Por definición, el mondongo se refiere Ethnologue, en Zaire existe un pueblo llamado Mondongo.
a los intestinos de los animales; aunque también se aplica a Aguirre Beltrán explica que la tribu Mondonga «fue amplia-
otras partes de las entrañas, como por ejemplo la panza. mente conocida en México y en algunos otros lugares de
Algunos africanoestadounidenses tienen un platillo lla- América, tales como Haití y las islas danesas de las Antillas».
mado chitterlings, cuyos ingredientes incluyen tripas cocidas Declara que esta gente, entre otras, entraron a la Nueva Espa-
con frijoles colorados, cebolla, ajo y especias. Los tucumanos ña bajo el nombre general de «negros del Congo».
argentinos, en una área que fuera ruta de paso de esclaviza- El menudo y la pancita (como se conoce en el altiplano)
dos introducidos “ilegalmente”, cocinan la panza con maíz mexicanos provienen del mondongo. Menudo o menuden-
palabra que habla de la historia mexicana, una palabra que
emana de lo más profundo de lo mexicano. Y es cierto que
chingar es un archivo que contiene el relato de la violación y
la depredación llevada a cabo en América y África durante la
empresa española. Chingar se encuentra al centro de lo ocu-
rrido: fija en la memoria colectiva la imagen de una mujer
subyugada que es tomada a la fuerza. La palabra entonces,
de chingar, se convierte en la chingada: la mujer violada. A
la vez, Paz explica a la chingada como una metáfora de la na-
ción avasallada. El conquistador se convierte en el chingón, la
figura paternal de un supuesto éxito, la imagen mítica de una
grandeza perversa, el modelo enfermo a ser emulado, reco-
nocido y respetado por todos sus subordinados, incluyendo
sus hijas e hijos bastardos, los hijos de la chingada: los pela-
dos, léperos, chinacos, teporochos, nacos, pitos, las mezclas
que, para fines del siglo xviii, se convierten en un grupo lo
suficientemente grande como para crear estragos económicos
y sociales notables.
Los hijos de la chingada, los mestizos y las mezclas son
todos uno, y la hechura interior y exterior de este personaje
posee el abolengo africano. La historia del mestizo mexicano
es la de sus padres africanos de la diáspora, que Kimani S.
K. Nehusi llama Maafa, el holocausto africano. Los ancestros
negros del mestizo mexicano vivieron la muerte espiritual,
el desmembramiento social, y la violencia sicológica de
Maafa. Maafa es parte de la hechura sicológica del mestizo
mexicano. Paz precisa que «el carácter de los mexicanos es
un producto de las circunstancias sociales imperantes en
nuestro país; la historia de México, que es la historia de esas
circunstancias, contiene la respuesta a todas las preguntas».
Sin embargo, esta perspectiva sobre el mexicano, como se
menciona arriba, carece de un elemento crucial: excluye la
participación africana o el abolengo africano intrínseco al
carácter del personaje que analiza.
cias se refieren a las vísceras del animal, aunque hoy el pla- En El verbo chingar: una palabra clave, Rolando Anto-
tillo es cocinado casi siempre con panza (sólo callo) y patas nio Pérez Fernández rastrea el origen africano de la pala-
de res, con maíz pozole, chiles, ajo y epazote. Se sirve con bra chingar. Este estudio contradice todas las afirmaciones
cebolla picada, semillas de chile seco, orégano y limón. Algu- existentes sobre el origen del vocablo chingar, incluyendo las
nas recetas recomiendan cocinarlo con jitomates. La pancita, de Octavio Paz, deduce que chingar es de origen kimbundú,
se cocina con todas las partes de la panza: callo, libro y cuajo, un lenguaje que se hablan en el corazón del África negra.
hervidos con chiles guajillo y pasilla secos, epazote, cebolla Según Pérez Fernández, chingar es una palabra legada por
y ajo. Se sirve con semillas de chile de árbol seco, cebolla esclavizados angoleños, cuya presencia y legado en México y
picada, orégano y limón. El mondongo se cocina con achiote, en las Américas se encuentran ampliamente documentados.
jitomates, cebolla, ajo, jugo de naranja y epazote. El menudo Pérez Fernández le sigue la pista a la palabra hasta el Brasil,
es otra reconocida estampa de lo mexicano. En los Estados y explica que la gran influencia que el kimbundú ha tenido
Unidos de América su popularidad se extiende por Califor- en el portugués brasileño se debe a las estrechas relaciones
nia, Chicago y Nueva York, y es asociado con los mariachis entre Angola y Brasil. En el contexto mexicano esta teoría es
y los lugares en donde se escucha la palabra chingar. Ante la plausible al considerar la ubicación de los obrajes coloniales,
realidad expuesta, surgen algunas interrogantes: ¿de dónde restringida a Puebla, Michoacán, Guanajuato, Querétaro,
resulta tal asociación? ¿Vendrá de la imagen del mexicano Tlaxcala, Oaxaca y México. Asimismo, debe tomarse en
exportada a través de los medios de comunicación de masas cuenta que en el siglo xvii un número considerable de escla-
en la época postrevolucionaria? ¿Será el resultado natural del vizados negros laboró en dicha industria y que hubo contacto
mestizaje cultural, cuyas raíces son exploradas aquí? De cual- comercial continuo con otros lugares de la colonia en donde
quier manera, el menudo es un platillo de talla internacional la palabra chingar u otros de sus derivados se encuentran
y, entre otros elementos, posee el abolengo africano, al igual presentes.
que la famosa forma de hablar de los jarochos de Alvarado, El Atlas cultural de México clasifica al español mexicano
Veracruz. Los jarochos son conocidos nacional e interna- como un super-dialecto dividido en otros dialectos, como el
cionalmente por sus celebraciones. «Alvarado es uno de los altiplano meridional hablado en partes de Michoacán, Gue-
dos pueblos (el otro es Tlacotalpan) que históricamente han rrero, Oaxaca y Morelos, la ciudad de México y el Estado de
competido por ser considerados como la auténtica casa del México; y en partes de Tlaxcala, Puebla e Hidalgo. La palabra
jarocho» (González-El Hilali). Los alvaradeños son famosos chingar es una palabra central del léxico y de la herencia cul-
en el ámbito nacional por ser malhablados. Ellos son los que tural del altiplano meridional. La palabra chingar puede ser
con mayor frecuencia usan el verbo chingar y sus formas rastreada desde Veracruz hasta prácticamente todo México
derivadas, de una manera en extremo creativa. Escuchar una y las Américas, en donde la presencia negra africana es parte
discusión entre dos alvaradeños es presenciar un fragmen- íntegra del desarrollo de las naciones y sus identidades. La
to de la historia viva del mestizaje lingüístico de México de palabra chingar, una innegable pieza de la poesía popular
raíces africanas, originarias, y españolas, entre otras. mexicana, puede ser encontrada en los fandangos o en las
Octavio Paz, en su ensayo Los hijos de la Malinche, de El grandes fiestas, en donde el término es amo y señor.
laberinto de la soledad, pese a que desconoce la herencia El son jarocho, el mariachi, el fandango, el menudo y la
africana del vocablo, explica que la palabra chingar «Es una palabra chingar son todos ellos textos culturales nacionales, o
voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas». credenciales de la identidad nacional mexicana. Todas estas
La sitúa entre «las palabras malas», que, asimismo, llama «el imágenes, además de otros linajes como el originario y el
único lenguaje vivo en un mundo de vocablos anémicos». La español, poseen el abolengo africano desde el momento de su
entiende como una palabra que expresa una parte importan- gestación.
te del carácter mexicano y explica su significado utilizando
a la Conquista como trasfondo. Para Paz, chingar es una
II | El Sambo de Guerrero
El linaje africano del charro y la china mexicanos1
[S]i a los miembros de la sociedad del bajío les dices que sus sones de mari-
achi tienen origen negro, entendido éste como el producto formado al mez-
clarse los africanos con las culturas española e india, muy probablemente lo
rechacen. Si nosotros [aceptamos] que los negros no fueron perdedores que
son tres los abolengos que tenemos, podríamos reconocer la influencia afri-
cana como parte de una manifestación mexicana y no como simple copia
Arturo Motta
IV | El Sambo de Guerrero