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MASTER EN CIENCIAS FORENSES

Facultad derecho de la UNED


Departamento de Derecho Civil

LA IMPULSIVIDAD COMO FACTOR EN EL ANALISIS DE LA


CONDUCTA ANTISOCIAL: estudio realizado en un centro de
justicia juvenil

Gloria Terrats Ruiz


Licenciada Psicologia
INDICE

1 INTRODUCCION

2 EL DERECHO PENAL DE MENORES


2.1 Medidas educativas

3 MARCO CONCEPTUAL
3-1 Estudio Clínico de la Impulsividad
3.2 Aspectos Psiquiatrico-Forense en el control de los impulsos
3.3 Factores de Personalidad
3.4 Bases fisiológicas de la conducta antisocial.
3.5 Comportamiento antisocial y familia
3.6 Cuadro resúmen: desarrollo del comportamiento antisocial

4. OBJETIVO

5. METODOLOGIA
5.1 Muestra
5.2 Criterios de exclusión
5.3 Hipótesis

6. PROCEDIMIENTO
6-1 Tablas
6.2 Instrumentos de Evaluación
6.3 Análisis Estadístico.

7. RESULTADOS

8. CONCLUSIONES

9. BIBLOGRAFIA

ANEXO I
 Escala Impulsicidad Barrat
 MACI

ANEXO II
 Datos Estadísticos

2
RESÚMEN

Algunas de las investigaciones realizadas con población normal y con


población penitenciaria han permitido identificar la existencia de
determinadas relaciones entre algunas variables de personalidad y la
conducta antisocial-delictiva, destacando entre otros factores como la
impulsividad, la falta de empatía, la hostilidad, el nivel de inteligencia o la
estabilidad emocional.

Con este trabajo y dentro del ámbito de la psicología forense, se pretende


contrastar si la impulsividad correlaciona de forma significativa con el
comportamiento delictivo que presenta la población objeto de estudio. A
dichos efectos hemos contado con la colaboración de un centro de
educación juvenil donde se han podido recabar los datos utilizados en el
análisis.

En los resultados se aprecia la existencia de una relación lineal positiva


entre la variable Impulsividad y la tendencia a la infracción de la ley con un
68% de varianza explicada, si bien este resultado no puede extrapolarse
más allá del rango de valores observado en las variables objeto de este
estudio.

Somos conscientes de la complejidad del supuesto que se plantea y la


necesidad de realizar continuas investigaciones que permitan profundizar
en los planteamientos del mismo.

Palabras clave: Impulsividad; Conducta antisocial; Justicia Juvenil.

ABSTRACT:

Some of the research done amongst groups of penitentiary and not


penitentiary population have shown the existence of a significant
relationship between some of the personality variables and the antisocial
behaviour, with special emphasis on Impulsivity, hostility or emotional
stability.

This paper intents ( within the area of Forensic Psychology) to offer an


approach that allows us determine if Impulsivity becomes relevant as a
factor of antisocial behaviour inside the studied group.

3
We have had the collaboration of a juvenile justice center that contributed
to gather the concerning information.

Statistic analysis of the data show the existence of a positive relation


between Impulsivity and tendency to infringe the Law (68% of the
explained variance) but this fact cannot be extrapolated outside the range
of values obtained within the studied variables.

Although the results shows that there exists a significant relationship


between the studied factors, the complexity of the studied subject is
evident and for that reason new and continued researches are required in
order to deepen the information about the concerned matter.

Key words: Impulsivity; Antisocial Behaviour; Juvenile Justice

1. INTRODUCCION

La Psicología aplicada al Derecho queda limitada a determinados capítulos


y problemas legales (Mira y Lopez. Manual Psicología Jurídica), siendo
mayoritariamente éstos los siguientes:

 Psicología del testimonio


 Obtención de la evidencia delictiva
 Comprensión del delito (motivación psicológica del mismo)
 Informe forense
 Reforma moral del delincuente

De acuerdo con este mismo autor mismo “la psicologia jurídica es la


psicologia aplicada al mejor ejercicio del derecho” (Mira y Lopez).

La incorporación en España de los psicólogos a la administración de


Justicia es relativamente reciente, apenas cuenta con una historia de algo
más de dos décadas y es precisamente en los últimos tiempos cuando
mayor proliferación de actuaciones periciales psicológicas se están
realizando (Romero, 2000).

Cuando nos aproximamos a explicaciones relativas a la denominada


“conducta antisocial” los argumentos se centran por una parte en cómo y
por qué se produce el acto puntual delictivo, mientras que por otra se

4
centran en conocer el por qué un individuo es “propenso” a implicarse en
actos de este tipo. Es este último aspecto es el que adquiere principal
relevancia dentro del ámbito de la Psicología forense (Alcazar 2008).

Este trabajo se ha realizado en uno de los cuatro centros educativos


dependientes del departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña y
cuyas características son las siguientes:

 Cuenta con un nivel de ocupación previsto para 80 jóvenes, mas 50


plazas destinadas a las personas que componen el equipo técnico y
personal de servicio (de los que veintisiete pertenecen a seguridad).
Funcionan en turnos de ocho horas (incluidos fines de semana).

Desde que se ha producido el cambio en la mayoría de edad penal, un 40


por ciento de la población de residentes en este tipo de centro es hoy
mayor de 18 años. La horquilla de edades oscila entre los 14 y los 23 años
lo que hace que sean muy diversas las circunstancias de los infractores y
muy distintas las medidas a tomar en cada caso.

La inmigración está siendo también otro de los factores que contribuyen al


cambio del perfil del interno siendo que en estos momentos hasta un 40
por ciento de los menores residentes en los centros educativos juveniles de
Cataluña son de origen foráneo.

La etapa que va desde la infancia o preadolescencia hasta los veintiún


años, corresponde a la franja más activa en la carrera delictiva de un sujeto.
Es en esta etapa donde se producen más conductas antisociales, se cometen
más delitos, donde el grado de reincidencia es mayor y donde se refleja un
riesgo más elevado en cuanto a la peligrosidad social de sus actos (Kaiser,
1.988)

Determinar cuales son los factores mas significativos para el


comportamiento criminal supone una amplia variedad de actividades y por
esa razón los investigadores tienden a focalizar sus trabajos dentro del
contexto de la conducta antisocial (Caitlin M.Jones, 2005).

Desde una perspectiva genética se señalan tres maneras distintas de


definir la conducta antisocial (Morley & Hall, 2003):

 Estableciendo el grado de equivalencia entre criminalidad y


delincuencia, ya que ambos conceptos se involucran con actos
criminales. La criminalidad desemboca en el arresto, condena o
encarcelamiento de adultos, mientras que la delincuencia se relaciona

5
con los jóvenes que cometen actos fuera de la Ley (Rhee &
Waldman, 2002).

 A través de criterios diagnósticos (First 2000) sobre determinados


trastornos de personalidad tales como el trastorno de la Personalidad
Antisocial que se asocia con un aumento del riesgo de la actividad
criminal.

 Se sugiere la definición del comportamiento antisocial


examinando los rasgos de personalidad que pudieran influir en el
comportamiento criminal de los individuos. La agresividad y la
impulsividad han sido dos de los rasgos mas ampliamente
investigados (Morley & Hall, 2003).

Hay que señalar que no todos los individuos diagnosticados con Trastorno
de Personalidad Antisocial (TPA) o trastornos relacionados presentarán
conductas criminales y a la inversa no todos los criminales convictos
encajan con los criterios para uno o mas de esos trastornos (Rhee &
Waldman 2002).

Morley and Hall, (2003) destacan que la mayor parte de este tipo de
investigación no tiene como objetivo per se, identificar influencias
genéticas en comportamientos criminales, sino que el objetivo se centra en
encontrar variables genéticas con potencialidad para incrementar el riesgo
de desarrollar un particular trastorno psicológico, que a su vez pueda
incrementar el riesgo de desembocar en comportamientos delictivos.

En una revisión de los estudios con gemelos y adopciones relacionados


con la conducta antisocial (Rhee y Waldman 2002) se obtuvo como
resultado que a pesar de que los antecedentes genéticos tienen una fuerte
influencia sobre si un individuo desarrollará o no comportamiento
antisocial, la influencia de los factores ambientales son superiores. Estos
resultados subrayan el hecho de que aún cuando exista una fuerte
predisposición genética en los individuos, nunca se verán envueltos en
comportamientos antisociales si no están expuestos a los factores
ambientales necesarios para su desarrollo.

6
2. DERECHO PENAL DE MENORES.

Se entiende como el conjunto de normas que regulan las consecuencias


jurídicas que corresponden a las infracciones penales cometidas por
quienes no han alcanzado la mayoría de edad (Ruiz Alarcón).

La LO 4/1992, de 14 de febrero, sobre reforma de la Ley reguladora de la


competencia y procedimiento de los Juzgados de Menores introdujo en
nuestro país el denominado sistema de la responsabilidad, momento desde
el cual quedaron separadas las funciones de protección y de reforma, por
lo que su ámbito de aplicación se limitó al enjuiciamiento de los hechos
cometidos por mayores de doce años y menores de la edad fijada en el
Código Penal a efectos de responsabilidad criminal tipificados como delitos
o faltas en las leyes penales (art.9).

En general los principios y pautas de la LO 4/1992 fueron, en el fondo, los


mismos que inspiran la vigente LO 5/2000 en la que además de la mutación
sustancial consistente en la modificación de las edades de responsabilidad,
supone el reforzamiento de las garantías procesales del imputado y el
mayor desarrollo del catálogo de medidas y precisión en las reglas de
selección. (Suárez-Mira Rodriguez, C. Judel Prieto, A. Piñol Rodriguez, JR
2008)

La LO 5/2000 ha sido parcialmente desarrollada a través de un Reglamento


aprobado por RD 1774/2004, de 30 de julio. Se compone de 85 artículos y
una disposición adicional única. Se regulan tres materias concretas:

 La actuación de la Policía Judicial y del equipo técnico.


 La ejecución de las medidas cautelares y definitivas.
 El régimen disciplinario de los centros.

Su última reforma procede de la LO 8/2006, de 4 de diciembre (Suárez-


Mira Rodriguez, C. Judel Prieto, A. Piñol Rodriguez, JR 2008).

2.1 Medidas educativas.

Las medidas educativas que se establecen de acuerdo con la Ley Orgánica


5/2000 son, entre otras:

 El internamiento en centro: régimen cerrado, semi-abierto, abierto y


terapéutico

7
 Medio abierto: libertad vigilada, prestaciones en beneficio de la
comunida.

Los adolescentes internados por este tipo de delito en los centros de


justicia pueden tener medidas de internamiento cautelar (previas al juicio
del caso) o medidas firmes (después de que se haya celebrado una
audiencia y dictado sentencia).

3. MARCO CONCEPTUAL:

3.1 Estudio clínico de la Impulsividad.

El estudio clínico de la Impulsividad viene siendo un foco de revisión


científica que ha dado lugar al desarrollo de varios instrumentos de
medición debido al interés generado en el estudio de la asociación entre la
impulsividad y las conductas auto y hetero-agresivas, además de los
hallazgos obtenidos en el campo neurobiológico orientados éstos a
sostener la afectación de algunos neurotransmisores específicos (Stein DJ,
Hollander E, Liebowitz MR.(1993).

Por otra parte, cuando se plantean las causas de los problemas


relacionados con la conducta antisocial, las respuestas suelen derivar a
temas relacionados con los jóvenes utilizando argumentos que suelen estar
relacionados con tres de las perspectivas emergentes relativas a la
conducta antisocial (Andrew, M et al (2005):

a) La conducta antisocial vista como un síntoma de un amplio


cambio socio-cultural con especial incidencia en la pérdida de
estandares morales y valores familiares.

b) El desapego de los jóvenes visto como un creciente


distanciamiento de la sociedad que realiza una minoría
significativa de jóvenes adolescentes que (en muchos casos) lo
hacen también respecto de sus familias.

c) “ los chicos son chicos” reflexión sobre la que se apoyan los


argumentos más clásicos que consideran que los jóvenes se
meten en problemas, desafían límites y confrontan a sus
mayores.

Dentro de las dos primeras propuestas se asume que la conducta antisocial


esta empeorando debido a un proceso general de declive y/o al aumento

8
del distanciamiento social y familiar por parte de los jóvenes. El tercer
supuesto no contempla un empeoramiento de la conducta antisocial, pero
sugiere que ha habido un cambio dentro del comportamiento social de los
jóvenes, como resultado del cual la gente en general esta mas
predispuesta a percibir que el comportamiento de los jóvenes es antisocial y
se quejan por ello (Andrew, M et al (2005).

Por otra parte (tanto desde la Psicología como desde la Psicobiología) se


enfatiza que los factores individuales actúan siempre en interacción con un
contexto social y en los últimos tiempos se van abriendo paso modelos
transaccionales que revelan un complejo entramado de procesos recíprocos
entre lo individual y lo social (Alcazar 2008).

Este mismo autor señala también (como factor relevante desde la


perspectiva de la psicología forense), la conexión entre la disfunción del
lóbulo frontal y el comportamiento antisocial, especialmente en el caso de
los psicópatas a efectos de poder considerar una menor responsabilidad
legal. En este sentido establece la necesidad de seguir acumulando datos
de investigación sobre la disfunción del lóbulo frontal y la capacidad de
inhibir la conducta antisocial haciendo un correcto uso de la empatía y de
los vínculos emocionales.

3.2 Aspecto Psiquiátrico-forense de los trastornos en el control de los


impulsos.

Su característica básica es la dificultad para resistir un impulso, una


motivación o una tentación de llevar a cabo un acto perjudicial para la
persona o para los demás (Fuertes Rocañín y Cabrera Forneiro, 2007).

De acuerdo con Fuertes Rocañín y Cabrera Forneiro (2007), se incluyen


una serie de entidades clínicas muy diversas cuyo denominador común es
la tendencia a realizar actos en cortocircuito.

Los mismos autores subrayan como otra de las entidades pericialmente


importantes es el denominado trastorno explosivo intermitente, que se
define por la existencia de episodios aislados con dificultad para controlar
los impulsos agresivos que dan lugar a violencia contra las personas o las
cosas. Este tipo de comportamiento se caracteriza por la no existencia de
estímulos que lo precipiten o si éstos se producen hay una inmensa
desproporción entre el factor desencadenante y la respuesta que se produce.
Habitualmente aparece el remordimiento y en ocasiones cierta perplejidad
ante lo realizado. Es un trastorno con tendencia a generar conflictos legales,
en particular lesiones contra las personas. Al mismo tiempo al ser una

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entidad clínica difícil de objetivar y controvertida desde el punto de vista
nosológico, es cuestionado por los tribunales de justicia como un elemento
a considerar de cara a la atenuación de la responsabilidad criminal (Fuertes
Rocañín y Cabrara Forneiro, 2007).

3.3 Factores de Personalidad.

Aún cuando es evidente la imposibilidad de poder determinar un perfil


único respecto a la personalidad delictiva, algunos autores suscriben los
factores propuestos por Eysenck (1978) : psicoticismo, neuroticismo y
extraversión y los relativos al modelo de Gray (1992): ansiedad,
impulsividad, como los mas significativos en la génesis y/o
mantenimiento de la conducta antisocial.

El abordaje empírico del problema estabilidad/continuidad de la


personalidad se generalizó a partir de los años sesenta-ochenta utilizando
dos grandes fuentes de información:

 estudios de test de personalidad realizados a lo largo de los años 60


(especialmente en países con tradición psicométrica significativa)
entre los que destacan los baremos relativos al: MMPI; 16 PF y
GZTS. Todos ellos generalmente estudios de naturaleza transversal.

 estudios longitudinales diseñados explícitamente para contrastar


hipótesis sobre la estabilidad de los rasgos de personalidad, entre los
que destacan: el estudio longitudinal de Baltimor (Costa y Mc Crae
1992) y el estudio longitudinal de de la delincuencia de Liverpool
(Farrington 1992). El hecho de que estos estudios se hayan realizado
de una manera longitudinal concede a los resultados una especial
relevancia.

Del análisis empírico de la estabilidad de los rasgos de personalidad en


términos de estudios transversales y longitudinales se deriva que: los
rasgos de personalidad son estables a lo largo de los años y su relación
con el comportamiento se mantiene consistente.

3.4 Bases fisiológicas de la conducta antisocial.

El temperamento se define como la base fisiológica para el desarrollo de la


afectividad, expresividad y la regulación de los componentes de la
personalidad, es decir: el carácter, la forma de ser y la forma de reaccionar

10
de las personas. Presenta cierta estabilidad temporal aunque con
dependencia del contexto y de la socialización del individuo. El
temperamento es un constructo caracterizado por las diferencias
individuales en reactividad y autorregulación (Rothbart, 1989).

Algunos autores consideran que la impulsividad es una de las dimensiones


que mejor predicen el comportamiento antisocial. En el Pittsburg Youth
Study de White, et al (1994), la impulsividad (informada por el
profesorado y por el alumno), el bajo autocontrol y los problemas de
atención correlacionaron positivamente con los casos de alumnos entre 10
y 23 años que afirmaban haber realizado actos delictivos.

En el New York Longitudinal Study de Chess y Thomas (citado en


Farrington, 2005) se destaca que un temperamento difícil caracterizado
por: irritabilidad, baja obediencia, pobre adaptabilidad y hábitos
irregulares a la edad de 3-4 años, era predictor del pobre ajuste psicológico
entre los 17 y los 24 años. Otro resultado importante fue obtenido por
Caspi (2000) en el Dunedin Longitudinal Study en el que se encontró que
niños de tres años excesivamente inquietos, impulsivos y con
problemas de atención, revelaron cometer actos delictivos entre los 18 y los
21 años.

La impulsividad en si misma resulta un concepto complejo que presenta


implicaciones sociales en temas como la violencia, la conducta de riesgo y
la adaptación social. Clínicamente resulta también un elemento clave en
algunos de los trastornos psiquiátricos como es el caso de los trastornos de
personalidad límite, el trastorno antisocial o el trastorno histriónico (Stein
DJ, Hollander E, Liebowitz MR.1993). Se ha considerado también una
característica comúnmente asociada con la categoría diagnóstica que define
el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, narcisista y en las
alteraciones de la conducta en niños y adolescentes (Stein et all 1993).

En otros estudios los resultados señalan que altos niveles de impulsividad


aparecen significativamente correlacionados con el desarrollo y
recurrencia de conductas delictivas (Gottfredson MR, Hirschi T.1990). En
general parece que las personas con comportamiento antisocial difieren en
la forma de procesar la información.

A pesar de que no existen demasiadas investigaciones sobre los estilos de


resolución de conflictos que utilizan los agresores, algunas de las
investigaciones realizadas con alumnos agresivos proporcionan una
información útil sobre esta cuestión. Dodge (1986) estudio los estilos de
procesamiento de información y los comportamientos dentro de un

11
escenario de grupos de trabajo y situaciones provocativas ambiguas. Los
alumnos identificados como alumnos no agresivos por sus profesores,
fueron comparados con aquellos identificados como alumnos agresivos
mediante preguntas sobre videos que describían tales situaciones. Cada
sujeto participo en un grupo de trabajo cooperativo y en una situación
ambigua de provocación por parte de otro alumno. Los resultados del
estudio mostraron que los alumnos agresivos tendían a mostrar atribuciones
hostiles cuando se encontraban en situaciones sociales ambiguas y que
percibían como intencionalmente negativas para ellos.

3.5 Comportamiento Antisocial y familia

El Informe sobre el Plan estratégico nacional de infancia y adolescencia


(2006/2009) destaca como cuestión relevante el incremento progresivo de
menores internados por delitos de violencia dentro del ámbito familiar,
circunstancia ésta que ha generado el interés de los profesionales en la
búsqueda de respuestas para este fenómeno.

Los delitos que configuran la problemática del maltrato intrafamiliar son


esencialmente:

 Maltrato familiar
 Violencia física sobre familiares
 Violencia psíquica sobre familiares

El aumento más espectacular se ha producido en las intervenciones en


medio abierto doblándose en el año 2005, mientras que (con respecto a las
medidas de internamiento), los datos se han mantenido estables en 2004 y
2005.

12
3.6 Cuadro resúmen sobre el desarrollo del comportamiento
antisocial. 1

Factores
individuales Factores Factores
familiares Contextuales

Medios comunicación
Temperamento Entorno familiar Centro educativo
Impulsividad Estilos de crianza Barrio
Problemas de Atención Padres antisociales Variables economicas
Trastornos de Conducta Abuso infantil Amigos antisociales
Inteligencia
Logro escolar
Habilidades sociocognitivas

POTENCIAL ANTISOCIAL Comportamiento Conductas


antisocial Delictivas

Factores de Activación:
Oportunidades Frustración, enfado,
Víctimas aburrimiento etc..

1
Revista electrónica de investigación Psicoeducativa. n.9. vol 4(2), 2006-ISSN: 1696-2095 pp.131-150

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4. OBJETIVO

Con este trabajo se pretende contrastar la existencia de una relación


positiva entre las variables analizadas dentro de la población de referencia.

El análisis se sitúa dentro del marco que proporciona la investigación


sobre el estudio de la Impulsividad como factor que predispone al
comportamiento delictivo.

5. METODOLOGIA

5.1 Muestra

La muestra se obtiene a partir de la población de internos de un centro de


educación juvenil.

Se compone de (n=16) observaciones independientes obtenidas por


muestreo aleatorio simple.

Todos los sujetos fueron varones con edades comprendidas entre los 14 y
los 19 años de edad, hispanohablantes, con vista y audición normal y/o
corregida.

5.2 Criterios de exclusión:

 Conocimiento del idioma : un conocimiento nulo o insuficiente


podría producir sesgo en los resultados.

 Edad: el rango de edad se establece entre 14 y 19 años (las


mismas previstas en las pruebas evaluativas

5.3 Hipótesis

Hipótesis de Trabajo: Existe una correlación positiva entre la


Impulsividad y la conducta con tendencia a infringir la Ley

Hipótesis alternativa: No existe correlación entre las variables en estudio.

6. PROCEDIMIENTO

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Para obtener el total de mediciones con cada uno de los participantes se
dividió el trabajo en dos sesiones:

Durante la primera sesión cada participante firmó una carta de


consentimiento en la que se informaba de las características de la
investigación y la confidencialidad de sus resultados.

 Se administro a continuación la Escala de Impulsividad de


Barrat.

 En la segunda sesión se administró el Inventario Clinico para


adolescentes de Millon (MACI).

Coeficiente de Correlación de Pearson: se utiliza como elemento de


contraste para comprobar la fuerza de la relación entre factores

6.1 Tablas

Tabla1. Relación de datos entre las variables en estudio (se asumen


aleatorias y distribuidas normalmente en la población).

15
Tabla2. Gráfica dispersión de datos

Tabla3. Datos demográficos

Edad Frecuencia Escolaridad

14 1 Hasta 6 años 5
15 2 7 a 8 años 9
17 6 10 1
18 3 11 1
19 4 12 0
13 0
Total 16 16

6.2 Instrumentos de Evaluación:

a) Escala de Impulsividad de Barrat

La 11ª versión de la Escala de Barratt es uno de los instrumentos más


ampliamente utilizados para la valoración de IMPULSIVIDAD. Fue
diseñada por Barratt (validada en España por Luengo, Carrillo de la Peña y
Otero 1991). Su aplicación es autoadministrada.

Consta de 30 cuestiones, agrupadas en tres subescalas:


Impulsividad Cognitiva: ( 8 ítems ) 4,7,10,13,,16,19,24 y 27

16
Impulsividad Motora: (10 ítems) 2,6,9,12,15,18,21,23,26 y 29
Impulsividad no Planeada: (12 ítems) 1,3,5,8,11,14,17,20,25,28 y 30.

Cada una de las cuestiones tiene 4 posibles respuestas (raramente o nunca,


ocasionalmente, a menudo y siempre o casi siempre) que puntúan como 0-
1-3-4, salvo los ítems (1,5,6,7,8,10,11,13,17,19,22 y 23) que lo hacen al
revés (4-3-1-0).

La puntuación total es la suma de todos los ítems y las de las subescalas la


suma de los correspondientes a cada una de ellas.

Interpretacion:

Posee mayor valor la puntuación total que las de las subescalas. No existen
puntos de corte, aunque se ha propuesto la mediana de la distribución.

En el estudio de validación española las medianas obtenidas en una muestra


de pacientes psiquiátricos fueron:

Impulsividad Cognitiva: 9,5


Impulsividad Motora: 9,5
Impulsividad no Planeada: 14
Puntuación Total: 32,5

Propiedades Psicométricas: parámetros de fiabilidad y validez


adecuados.

Fiabilidad: La consistencia interna es elevada, alrededor de 0,8. La


fiabilidad Test-Retest tras dos meses es de 0,89.

Validez: En el análisis factorial se han propuesto varias soluciones con 3 ó


6 factores principales. En la validación española la equivalencia lingüistica,
la equivalencia conceptual y la equivalencia de la escala fueron correctas.
La proporción de concordancia entre la versión inglesa y la castellana
oscila entre 0,67 y 0,80.

b) MACI, Inventario clínico de Millon para adolescentes (MACI 1993).

Se trata de un autoinforme de construcción racional basado en los


modelos de aprendizaje biosocial y evolutivo de la personalidad
desarrollados por Millon (1969, 1990). Consta de 160 ítems con
formato de respuesta verdadero-falso, organizados en 31 escalas,
27 de las cuales tienen significado clínico. Los ítems, que en

17
algunos casos aportan a más de una escala, reciben puntuaciones
ponderadas según su aporte en la determinación del constructo
medido. Doce escalas evalúan Patrones de Personalidad (1,
Introvertido; 2A, Inhibido; 2B, Afligido; 3, Sumiso; 4,
Dramatizador; 5, Egoísta; 6A, Transgresor; 6B, Poderoso; 7,
Conformista; 8A, Oposicionista; 8B, Autodegradante; y 9,
Tendencia Limítrofe). Ocho escalas analizan Preocupaciones
Expresadas (A, Difusión de Identidad; B, Autodevaluación; C,
Desaprobación Corporal; D, Incomodidad Sexual; E, Inseguridad
Grupal; F, Insensibilidad Social; G, Discordia Familiar; y H,
Abuso Sexual), y siete escalas evalúan Síndromes Clínicos (AA,
Disfunciones Alimentarias; BB, Tendencia al Abuso de Sustancias;
CC, Predisposición Delictual; DD, Tendencia a la Impulsividad;
EE, Sentimientos Ansiosos; FF, Afecto Depresivo; y GG,
Tendencia Suicida). Las escalas no clínicas son tres escalas de
control (X, Deseabilidad; Y, Alteración y Z, Degradación) y una
escala de validez de sólo dos ítems.

Las escalas F y CC (Insensibilidad social y predisposición a la


delincuencia), miden constructos asociados a la ausencia de
respeto y cuidado por los demás, expresados con indiferencia en
relación al bienestar y los derechos de los demás (F), o como
transgresiones concretas a las normas y reglas que se manifiestan
en conductas antisociales (CC).

La fiabilidad de las escalas oscila entre un Coeficiente


Alfa de Cronbach de 0,73 a 0,91. El Alfa de Cronbach
total de la prueba es de 0,82.

Aplicación: Individual o colectiva


Tiempo: 30 minutos aprox.
Edad: 13 a 19 años

6.3 Análisis Estadístico.

Coeficiente de Correlación de Pearson: permite contrastar la fuerza de la


relación entre factores aunque los resultados no deberán extrapolarse
más allá del rango de los valores observados en las variables objeto de
estudio debido a que la relación existente entre ellas puede cambiar
fuera de dicho rango. “Una correlación no implica causalidad”.

18
Coeficiente de correlación: Las puntuaciones obtenidas para el contraste
entre la Escala de Impulsividad de Barratt y las de la escala CC
(Predisposición Delictual del MACI) dan como resultado:

 rxy = 0,8254361

Coeficiente de determinación muestral: se ha utilizado como medida de


la perfección del ajuste de la recta a los puntos.

 rxy² = 0,68. Explica el 68% de la variación total.

Estadistico T de Student: permite conocer si a nivel poblacional existe


una relación lineal entre X e Y a la vez que contrastar las siguientes
hipótesis estadisticas:

 H0: p xy = 0; H1: p xy ≠ 0

(Rechazamos H0 si: t≥ t n-2;1-ά/2)

T= (0,82)(√16-2)/ √1-(0,82)²

 T= 5,36

Distribución T de Student con 14 g.l. Región crítica para contraste


bilateral con ά = 0.05

 t 14;0,025 = - 2,14
 t 14;0,975 = 2,14

Criterio decisión:

 Como 5,36 > 2,14 , rechazamos la H0, lo que permite afirmar con
un n.c. del 95% que existe una relación de tipo lineal entre X e Y
a nivel poblacional.

7. RESULTADOS

Confirman la Hipótesis de que existe una correlación positiva entre la


Impulsividad y la tendencia al comportamiento delictivo, si bien los
resultados no podrán generalizarse mas allá de los datos observados en
este caso concreto.

19
El coeficiente de correlación de Pearson señala que las variables:
Impulsividad y Delincuencia aparecen significativamente relacionadas.
rxy = 0,8254361.

El Coeficiente de determinación muestral rxy² = 0,68,


explica el 68% de la variación total.

8. CONCLUSIONES:

La dificultad para poder acceder a este tipo de Instituciones nos ha


impedido realizar el trabajo teniendo en cuenta el total de la población que
se concentra actualmente dentro de los centros educativos juveniles de
Cataluña lo cual nos hubiera permitido obtener unos resultados con mayor
capacidad predictiva. No obstante el hecho de que el grupo de análisis sea
homogéneo respecto al comportamiento delictivo entendemos que resulta
un factor que favorece la validez interna del propio trabajo, si bien (como
ya se ha indicado), estos resultados no pueden extrapolarse mas allá
de la muestra estudiada lo que se convierte en un condicionante que
afecta a la validez externa del mismo.

Por otra parte y de acuerdo con Andrei Valdenegro (2005), desde un


enfoque psicosocial habría que distinguir (en relación con el fenómeno de
la delincuencia) diferentes “capas” en cada una de las cuales se expresan
distintas variables interactuantes, no siendo ninguna por si sola
explicativa de la complejidad total.

De acuerdo con los resultados obtenidos en nuestro análisis el porcentaje


de la varianza explicada (respecto a la variación total) se sitúa en el 68%,
es decir que el 32% restante estaría incidiendo en otras variables
causantes de la etiología y mantenimiento del comportamiento
delictivo que presenta la población objeto de este estudio.

Una vez más queremos destacar que estos resultados deben considerarse
como una mera aproximación a un fenómeno que por su complejidad
precisa que surjan nuevas líneas de investigación en las que se incorporen
otras variables asociadas.

Tal como se apuntaba en la Introducción de este trabajo, un porcentaje


importante de la población de internos en Cataluña, la conforman jóvenes
inmigrantes representantes de determinadas realidades juveniles e infantiles
en las que, por una parte las demandas de aportaciones económicas al

20
hogar son fuertes y por otra la influencia contracultural es importante, lo
cual probablemente este afectando a los niveles de integración social y
facilitando las incursiones tempranas en actividades delictivas.

Parece aconsejable el mantenimiento abierto de un dialogo social sobre las


condiciones estructurales y socioculturales en las que se encuentran
inmersos los jóvenes infractores, así como sobre las políticas integrativas
y de justicia social aplicadas desde los grupos responsables de la
planificación y gestión de aquellas que afectan a la juventud muy
especialmente de aquellas que afectan a los jóvenes que infringen la ley en
tanto que son ellos los que actúan como mecanismos generadores de
rotulación y estigmatización social.

Por otra parte habría que reflexionar acerca de cual es la realidad de la


juventud y en particular de la problemática que afecta a la delincuencia,
entendida como un problema que nos incumbe a todos y a cada una de las
partes de la sociedad que estamos construyendo.

Dentro el ámbito de la comunidad se debería facilitar la integración de


espacios de participación real para y con los jóvenes que se encuentran en
situación de alto riesgo, además de potenciar acciones dirigidas a la
reinserción de los jóvenes infractores dentro de sus ambiente
socioculturales de origen, con recursos propios y con capacidades
instaladas desde los entornos comunitarios.

Así entendido, parece que el abordaje de la delincuencia juvenil no pasa


por la construcción de más cárceles para jóvenes o por la rebaja de la edad
penal, sino más bien por brindar oportunidades reales de justicia
social a los jóvenes que aún no delinquen y opciones concretas de
integración crítica a los que ya han infringido la ley.

Tal como se señala en el Manual sobre Psicología Forense del Dr. Mira y
López: “habría que añadir en dicha disciplina (además de todos los
capítulos que son de su interés), el relativo a la higiene mental, es decir,
al problema profiláctico en su mas amplio sentido o lo que es lo mismo:
como evitar que el individuo llegue a estar en conflicto con las leyes
sociales”.

Entendemos que es en este sentido en el que las aportaciones de la


Psicología forense deberían ir tomando relevancia con interacciones
paralelas dentro del ámbito Jurídico.

21
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24
ANEXO 1

Escala Impulsicidad Barrat. Version 11.publicada en Folino,


J.O.Escobar-Córdoba, F. Castillo, J (2006).

Items Denominación Item Denominación


1 Planeo mis actividades 16 Me aburre pensar en una
cuidadosamente sola cosa
Durante mucho tiempo.
2 Hago cosas sin pensarlas 17 Me hago chequeos médicos y
dentales
regularmente
3 Me siento despreocupado 18 Actúo según lo que se me
ocurre en el momento
4 Mi pensamiento está 19 Me mantengo pensando en
acelerado algo durante prolongado
tiempo
5 Planeo viajes con mucha 20 Cambio de domicilio
anticipación
6 Yo me autocontrolo 21 Compro cosas
impulsivamente
7 Me concentro fácilmente 22 Termino las cosas que
empiezo
8 Ahorro regularmente 23 Camino y me muevo
rapidamente
9 Me resulta difícil 24 Resuelvo los problemas
mantenerme sentado por tratando de alguna manera y
largo tiempo viendo que pasa
10 Pienso las cosas 25 Gasto mas de lo que gano
cuidadosamente

25
11 Me esfuerzo para tener 26 Hablo rapidamente
dinero y poder pagar mis
necesidades en el futuro
12 Digo cosas sin pensarlas 27 Cuando pienso en algo me
distraigo con otras cosas
13 Me gusta pensar sobre 28 Pienso mas en el presente
problemas complejos que en el futuro
14 Soy de cambiar de 29 Me inquieto cuando tengo
trabajo que escuchar a alguien o
hablar con alguien por
tiempo prolongado
15 Actúo impulsivamente 30 Pienso mas en el futuro que
en el presente

Inventario Clinico Personalidad Adolescente de Millon (MACI).


Publicada en: Perez Villalobos, V. Diaz Mújica, A. Vinet Reichhardt, E
(2005).

Variables:
 Sumiso
 Antisocial
 Sádico
 Conformista
 Oposicionista
 Autoderrotista
 Borderlina
 Diconfort Sexual
 Insensibilidad Social
 Discordia Familiar
 Abuso Infantil
 Abuso de sustancias
 Delincuencia
 Impulsividad
 Ansiedad
Criterios de Analisis (normas MACI). Riesgo:
puntuaciones ≥ 60; problemas clínicos: puntuaciones ≥75

26
ANEXO 2. Datos Estadísticos

μ
N= 80
n= 16

Edad Frecuencia

17 6 102
18 3 54
19 4 76
14 1 14
15 2 30
16 276
μ= 17

X=delincuencia
Y=Impulsividad
X Y X2 Y2 XY

45 37 2025 1369 1665


53 43 2809 1849 2279
57 49 3249 2401 2793
62 58 3844 3364 3596
56 44 3136 1936 2464
63 51 3969 2601 3213
68 52 4624 2704 3536
69 61 4761 3721 4209
58 42 3364 1764 2436
63 54 3969 2916 3402
65 52 4225 2704 3380
62 55 3844 3025 3410
53 49 2809 2401 2597
61 54 3721 2916 3294
60 48 3600 2304 2880
64 52 4096 2704 3328
Ʃ 959 801 58045 40679 48482

rxy= 0,8254 Coeficiente Correlacion rxy= 0,8254361

Distribucion t Student = 5,46

Rechazamos
H0 H0 si t≥ t n-2;1-ά/2

t 14;0,975 = 2,14

Como 5,46≥ 2,14 Rechazamos H0

Coeficiente determinacion rxy²= 0,68. Explica el 68% de la varianza total

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