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Hay distintas concepciones sobre que es cultura:

Concepción humanista: entiende por cultura lo que se asocia a lo culto, educación,


conocimiento, bellas artes, música clásica. La cultura es un cumulo de aptitudes
intelectuales y estéticas. Ligada a los grupos dominantes, blancos, cristianos y letrados. Una
de las características principales es el etnocentrismo que se nutre de dos postulados:
existen culturas superiores e inferiores y la propia cultura pertenece a la de los superiores.
Corriente de pensamiento que legitima esta concepción: idealismo alemán.
Concepción antropológica: la cultura es todo lo que no es naturaleza. Opone lo dado a lo
creado. Ligado al relativismo cultural: todas las culturas son universalmente válidas y no se
puede juzgar una cultura desde parámetros ajenos a ella. Esta tiene dos concepciones:
descriptiva y socio semiótica.
Taylor: siglo xix, concepción descriptiva de la cultura. Primeras aproximaciones a la
antropología. El estudio de la cultura consiste en observar, describir y clasificar
manifestaciones de una sociedad. La suma de estas características determinaba la cultura
como el conjunto de creencias, costumbres, leyes, rituales. Estudia la cultura de forma
científica, plantea taxonomías de la misma. Cada cultura caracteriza una sociedad en cierto
tiempo de la historia.
Geertz: Siglo XX introduce la concepción socio semiótica de la cultura (simbólica). La tarea
del estudioso de la cultura consiste en interpretar significaciones presentes en una
comunidad (no describir), acceder a los sentidos que una cultura construye. Para él se trata
de estudiar las tramas de significación. Por ejemplo: guiñar el ojo puede tener distintos
significados dependiendo de la cultura que se esté estudiando.
Margullis: la cultura es el conjunto interrelacionado de códigos de significación
históricamente constituidos compartidos por los miembros de una comunidad que les
permiten interactuar y comunicarse.
Tiene que ver con aquello que no necesita explicitarse porque lo compartimos todos.
Cuando el orden de significaciones que compartimos se hace natural se puede caer en
equívocos peligrosos. Puede verse por ejemplo, a otras formas de pensar como algo
peligroso, erróneo. Las construcciones culturales no provienen de un orden divino o natural,
se imponen desde el nacimiento. La percepción tiene una fuerte influencia cultural.
Unidad 1- Renato Ortiz - Modernidad y Espacio – Benjamín en Paris
Escala de tiempo en relación a los procesos

Pre modernidad Modernidad Modernidad tardía

Siglo XVIII XIX XX XXI

Capitalismo de Producción o Industrial Capitalismo de Consumo/Tardío


Sociedad de trabajo Tardocapitalismo
Sociedad de Consumo
Pre-modernidad: orden prescriptivo, impide el ascenso social, la religión mantiene esto y lo
sostiene. Escasa o nula disposición al cambio, ligado a la tradición. Un bajo nivel de
especialización, pocas instituciones cumplen muchas funciones (ej. iglesia)
Modernidad: Es un proyecto filosófico político europeo de transformación de la realidad que
arranca en el siglo XVIII y es proyectado de forma universal. Su propuesta consiste en que
la razón guiaría a la humanidad a una profunda transformación, hacia un mundo mejor
(Iluminismo: luz de la razón frente a la oscuridad pasada de fe, religión, mitos). El proceso
de secularización reemplaza esto por la razón. Racionalización del tiempo y del espacio,
movilidad, capitalismo industrial. Implica movilidad espacial (personas, bienes, mercancías);
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movilidad social (clase social, ya no hay estamentos, se culpa al sujeto de no ascender
clases, desconoce el contexto del que parte cada individuo) y movilidad de ideas (el
desarrollo de la razón y despegue de la ciencia hacia al progreso). Elevado nivel de
especialización de las instituciones.
Memoria colectiva (Halbwachs): es patrimonio de un grupo de personas. Una prolongación
de los recuerdos particulares. Es del orden de la vivencia, fijando los recuerdos en sus
portadores, y es válida para aquellos que comparten los mismos recuerdos. Se pierde con el
desmembramiento del grupo. Es producto de la ritualización de la tradición. La memoria
colectiva genera un espacio y un tiempo propios que manifiestan la “tradición” de un
determinado grupo.
Memoria Nacional: se refiere a una historia que trasciende los sujetos y no se concreta
inmediatamente en sus cotidianeidades. Trasciende las especificidades de un grupo de
personas, y las divisiones sociales: es de todos. Producto de la historia social. Según
Hobsbawn es una tradición inventada, construida por el estado y legitimada por el grupo
social a través del consenso colectivo. Es del orden de la ideología. Encuentra en el olvido
un aliado, ya que se requiere olvidar ciertas cosas para poder construir una realidad que nos
una a todos. No hay continuidad entre lo local y lo nacional.
Ortiz plantea que existe una disyunción entre memoria nacional y modernidad. El espacio y
tiempo de la modernidad son diferentes, no se refieren al universo ideológico sino a la propia
organización de la sociedad. El descanso, el feriado, no es la prolongación de las
festividades públicas sino el contrapunto al mundo del trabajo, una necesidad de la sociedad
moderna. El espacio y tiempo de la modernidad son específicos, modalidad que escapa a
una memoria de carácter nacional. Principios de la modernidad: sistema, funcionalidad y
circulación.
Ledoux (1783) vieja Paris: la secretaria de hacienda le encomienda la construcción de un
muro alrededor de Paris, con el objetivo de perfeccionar los mecanismos de recaudación de
impuestos sobre las mercancías (evita el contrabando y aumenta así los ingresos de la
hacienda).
Las ciudades antiguas estimulaban el intercambio local pero contenían la comercialización
generalizada de las mercancías (había reglas legales y religiosas que cerraban los
mercados y los separaban del campo). Las barreras de París reflejan esta misma realidad,
la ciudad debe aislarse para que las ganancias municipales se concreten en detrimento de
la formación de un mercado nacional.
El proyecto de Ledoux representa toda una cultura: la estabilidad estamental en la cual
espacio y tiempo se encuentran confinados a fronteras seguras (limites que separan clases
sociales, la ciudad del campo, la cultura erudita de la popular, y que impiden el movimiento
de las personas de un lugar a otro). El traslado de personas era restringido. Solo se hacía
por cuestiones profesionales (médicos, notarios) o religiosas (ir al culto). La sociedad no era
inmóvil, sino que la movilidad estaba contenida dentro de espacios determinados, debido a
varios factores, entre ellos los estamentos. Cada zona de la vieja parís era un mundo, una
frontera que no se comunicaba con las otras, porque no era necesario (movilidad
contenida). Células autónomas sin relación entre ellas.
A partir de 1828 comienza a transformarse esta realidad. Se intensifica la circulación como
consecuencia de las transformaciones de la sociedad y esto se expresa con la creación de
varias sociedades para explotar el transporte en la ciudad que abaratan los costos.
Caen las barreras de Paris (internas y externas) por un proceso de reestructuración del
tejido social.
En la ciudad vieja la superpoblación no permitía especialización (estaban mezcladas las
clases sociales), pero esta indiferenciación se quiebra con el proceso de ocupación del
suelo urbano. Los más ricos migran hacia el oeste y el mundo del trabajo se concentra en el
este. La ciudad se especializa, transformando el espacio.
Barón Haussmann (1853-1870): obsesionado con los problemas de organización. Su
pensamiento urbanístico tiene implicancias ideológicas (el asocia las clases pobres con la
“inmundicia” y la falta de higiene. Se recomiendan demoliciones en favor de la salud
pública), políticas (las calles estrechas permitían la construcción de barricadas durante los

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episodios violentos que sacudían a la ciudad, él construye largas avenidas y anchos
bulevares que permiten la libre circulación de las tropas) y económicas (los trabajos de
remodelación son caros y envuelven múltiples intereses, lo que requiere la asociación del
estado con el capital privado, favoreciendo la especulación).
Racionaliza el municipio de París, reformulando la administración en divisiones y
departamentos. Contrata expertos armando una política de urbanización consciente y
explícita que va desde la construcción de canales y desagües hasta la expropiación de
terrenos. Se comienza a ver la ciudad como un organismo vivo, los órganos
comunicándose entre sí. Se privilegia la movilidad de las personas y de los vehículos. La
ciudad se adapta al espíritu de la época (impaciencia universal).
La noción clave para entender el espacio de la modernidad, según Ortiz, es la de “sistema”
aplicándola también a las cuestiones de comunicación (telégrafo, teléfono, sistema
ferroviario, envío de noticias, etc.). El espacio se concibe como una malla, una red de
interconexiones.
Henard: Propone un enfoque que busca entender todo tipo de circulación. Clasifica así la
movilidad en la ciudad como: circulación económica (traslados generados por
comerciantes y fabricantes), profesional (la movilidad de los que trabajan), domestica
(compras). Este movimiento varía con respecto a los horarios. Este razonamiento le permite
detectar un anillo radial inherente a todos los centros urbanos que funciona como circuito
cerrado o colector que vincula las vías. Esto se basa en una concepción de espacio
radicalmente moderna, funcionalista.
Mientras Haussmann se sirve de la metáfora organicista, Hénard la transforma en estructura
de comprensión de lo social. El espacio se encuentra por un lado vaciado de su materialidad
y por otro definido en relación con otros espacios. Es una función integrada en el interior de
un sistema.
- Transformaciones en los departamentos burgueses, tensión reforma
urbanística-memoria local
Durante el siglo XVIII los edificios presentaban un solo departamento con vista a la calle. La
planta baja para el comercio y en el primer piso vivían los comerciantes. El 2 piso era el
noble, suficientemente alejado del bullicio de la calle pero no tan alto como para cansarse al
subir las escaleras. Los pisos más altos tenían poco prestigio por el esfuerzo para llegar.
Con el advenimiento de la sociedad moderna crece el número de pisos y cada piso es
dividido en dos o tres departamentos multiplicándose la cantidad de viviendas. El elevador
permite acceder a los pisos más altos. Las escaleras de servicio separan definitivamente el
camino de la servidumbre. Cada pieza una función. Todos estos cambios conllevan una
estandarización (regulación de la arquitectura) rechazada por los intelectuales de la época.
Dentro de las ciudades la rigidez de las piedras y de las construcciones garantiza la
perennidad de la tradición (memoria colectiva). La modernidad rompe este principio
desvaneciendo lo que es sólido. Al privilegiar la movilidad se amenaza la “raíz”. Los viejos
barrios organizaban en sus núcleos cerrados una memoria local que favorecía la
permanencia de los hábitos antiguos. La reforma urbanística desagrega esta estabilidad. De
todas formas Ortiz piensa que este proceso no se completa enteramente, que no
desaparece la tradición, sino que cohabita con una modernidad, dentro de otro arreglo
social. Si por un lado los bulevares acarrean la uniformidad del espacio, el interior de un
barrio es la respuesta contraria a su exterior.
Esta contradicción también se ve en las casas burguesas, que si bien se adaptaron al
proceso de racionalización de la sociedad, en su interior utilizan muebles enormes y
pesados y decorados con gran estilo. Se podría decir que al ser los muebles tan pesados se
“enraízan” en el piso de madera, dificultando la tarea de moverlos. Hacia afuera promueven
movilidad pero dentro no quieren cambios.
- Evolución del tren en este contexto
El tren es utilizado básicamente para el transporte de mercaderías. Los ramales no tienen
coordinación entre sí, eran todos trazos independientes. Recién a partir de los años 30 el
tren es visto como un vehículo radicalmente nuevo, y las vías como una forma de poner en
contacto espacios distantes, quebrando el aislamiento local.

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La irregularidad y la lentitud de los transportes es una constante de la sociedad del periodo
pre moderno. Los hombres andan a pie y el medio de comunicación más rápido es el correo
postal.
Con la llegada del tren como medio de transporte de pasajeros se transforma la noción de
velocidad. El tren devora el espacio poniendo en contacto puntos distantes casi
“instantáneamente”. Dentro del nuevo orden social, el espacio es representado como algo
que comienza a desagregarse. Lo que es destruido no es el espacio en general, sino el
espacio intermedio del trayecto para llegar de un lugar a otro.
La rapidez y el quiebre de las fronteras expresan una aceleración de la vida social. El
espacio se encoge, las horas se acortan, una atmósfera de ansiedad envuelve a las
personas. La gente ya no tiene tiempo y se pierden costumbres como la conversación y las
comidas en familia.
Pero el antiguo régimen se extiende aun sobre el dinamismo de la modernidad. En cuestión
de transporte, gran parte de la población aún se trasladaba con tracción animal. Surge la
bicicleta para reemplazar al caballo montado. Luego surge también el vehículo automóvil
como reemplazo al caballo atado. Recién hacia final del siglo, en los transportes públicos, la
electricidad suplanta definitivamente la tracción animal. Al igual que el tren, el automóvil
acorta el espacio y el tiempo intensificando la vida nerviosa de aquellos que lo
experimentan.
- Racionalización de la temporalidad
El tiempo medieval estaba dominado por el ritmo agrario. Hasta el clero y los señores
parecen concertar el ritmo de sus actividades con el cambio de las estaciones del año. Las
operaciones militares se inician en verano y se interrumpen en invierno; las fiestas litúrgicas
estaban estrechamente ligadas a la naturaleza. El tiempo de la mayoría de los hombres
tiende a coincidir con la duración natural.
Con la revolución industrial la hora pasa a ser calculada por los astrónomos, y se unifica (el
tiempo en Paris era distinto de los tiempos locales, lo que iba en contra de la formación de la
cultura nacional). Con la emergencia de las vías de ferrocarril es necesario coordinar los
desplazamientos. Los trenes inauguran una cultura en la cual la puntualidad es fundamental.
En 1891 se instituye recién la hora legal, válida para todo el país, desapareciendo las
disparidades regionales.
Se pasa de lo natural a lo industrial y surge el tiempo fabril con el tiempo disciplinario de la
primera etapa de industrialización y el tiempo productivo de fines del siglo XIX y principios
del XX.
Tiempo disciplinario: La industria del primer período fabril buscaba disciplinar la fuerza del
trabajo. Había una usura extrema y súper explotación del trabajo, prolongando las jornadas
por períodos inhumanos. La vida del operario era regida por el ritmo de las máquinas. Las
fábricas inculcan hábitos que les moldearían sus propios cuerpos. Relojes adelantados a la
mañana y atrasados a la tarde eran utilizados para engañar y oprimir al obrero. Las fábricas
funcionaban como prisión. Inscribían en los cuerpos otra lógica de comportamiento. El
tiempo de los empresarios no es aún el de sus empleados.
Tiempo productivo: A fines del siglo XIX se impone la división del trabajo. En la industria
automotriz la fabricación deja de ser artesanal. Surge una minoría de operarios altamente
especializados y una masa de trabajadores menos calificados. Se acentúa la separación
entre trabajo intelectual y manual. La empresa provee las herramientas de trabajo. Ante el
aumento de la demanda se comienza a estimular la productividad del personal. Se otorgan
premios para acelerar la producción y economizar el tiempo, y se reduce la jornada laboral.
El tiempo del trabajador ya es el mismo que el del empresario (a veces impregnado por
intereses de clase = huelga). Comienza la racionalización del trabajo (Taylorismo). El trabajo
es descompuesto en unidades discontinuas, medir el tiempo más corto necesario para
realizar una acción. El objetivo es aumentar la rentabilidad económica y la productividad.
Renato Ortiz - Cultura y modernidad mundo
Premisas metodológicas de la antropología clásica: centralidad (foco cultural), oposición
entre interno y externo (mapa cultural), difusión cultural, aculturación, sincretismo y tradición.

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Mapa Cultural u oposición entre interno y externo: Una sociedad puede ser resumida en
un conjunto de valores y tradiciones conformando una red de relaciones y significados
sociales. Un mapa presupone dos tipos de límites, interno y externo. El primero define la
identidad de lo que se pretende localizar y el segundo su proyección más allá del lugar de
origen.
Foco cultural o centralidad: núcleo o matriz que reúne las particularidades de una cultura.
Cualquier organización social podría ser resumida en un conjunto de valores, trazos que
desempeñarían un papel nodal en el conjunto de su articulación. Este foco cultural es otra
manera de considerar la centralidad de las culturas-civilizaciones.
Tradición: se refiere a la transmisión de contenidos culturales de una generación a otra
operando en términos de tiempo (dentro de la misma población).
Difusión: transmisión de una población a otra, operando en términos de espacio. Para esto
debe existir un centro difusor y un espacio común compartido. Las culturas deben estar
aisladas, de manera que encontrar características de una en otra solo pudiera ser resultado
de ese proceso.
Aculturación es el proceso en que una cultura se impone sobre otra de manera violenta.
Sincretismo: carácter de fusión y asimilación de dos tradiciones diferentes para conciliarlas
en una (existe una tradición dominante)

Fabvre: la fijación de los modos de cocinar revela permanencia de la tradición. La


innovación se adapta al paladar local, sincretizándolo según las reglas culinarias vigentes.
Los hábitos alimentarios se adaptan en el espacio.
Pero modernidad es movilidad, el principio de circulación afecta también la alimentación con
la fragmentación y la rapidez del mundo moderno. Las técnicas de conservación, el
abaratamiento del transporte y la invención de la comida industrial transforman radicalmente
este cuadro.
Durante el siglo XX se dan dos movimientos que acentúan el proceso de mundialización:
- La diversificación de los productos (una región ya no se define por la presencia de
los alimentos cultivados o fabricados en sus áreas)
- Pasaje de la cocina tradicional a la industrial (los alimentos despegan de sus
territorialidades, no hay “centralidad”, hay productos consumidos mundialmente y
distribuidos por grupos multinacionales)
Se rompe la relación entre lugar y alimento: deslocalización.

McDonalds: patronización del menú (rapidez), self service y precios bajos. Se descompone
el menú en operaciones rápidas, repetitivas y simples de aprender. Aplica el modelo de
taylorización. Pero su americanidad interesa menos que el hecho de que exprese un nuevo
patrón alimentario: el fast food. El fast food es una de las expresiones del movimiento de
aceleración de la vida. Cuando McDonald’s migra a otros países no debemos comprenderlo
como un “rasgo cultural” que se impone a contrapelo de los valores autóctonos. Expresa la
fase interna de la modernidad-mudo.
Al mismo tiempo cambia también el consumidor. El restaurante y el fast food se convierten
en las opciones preferenciales. Antes el almuerzo era modelo de congregación de los
miembros dispersos de la familia, hoy cada uno tiende a coordinar su tiempo en función de
sus propias actividades. Se da una desincronización y deslocalización del acto de comer.
Cultura del snack.
No hay más centralidad. La movilidad de las fronteras diluyo la oposición entre lo autóctono
y lo extranjero.

Teoría de la americanización: EEUU “difundiendo” su cultura al resto del mundo. Hay dos
corrientes:
- Americanismo: idealización de su pueblo y de su historia. “América” tierra prometida, es
la síntesis de las esperanzas humanas. Ellos tienen el deber de difundir entre los
hombres los valores democráticos y liberales. Se divulga mediante la publicidad.
Sociedad democrática que trae paz. Idioma universal. Difusion cultural.

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- Critica al imperialismo: economía, política y cultura son vistas como ejercicio de poder.
El capitalismo monopolista, por medio de su fase norteamericana, impone a todos su
coerción. Dallas, Disney, jeans y rock’n roll serian expresiones de una cultura de
exportación. El resultado de esta operación sería el reforzamiento de la dependencia
política y cultural de otros países en relación con los EEUU, y el debilitamiento de las
culturas nacionales. EEUU es un imperio que somete y domina. Aculturación.

Ambas ideologías parten de una interpretación parcial. Se basan en la difusión y la


aculturación, con la centralidad expresada en el Estado-Nación como foco cultural. Se
plantea nuevamente la dicotomía entre interno y externo, donde el mundo estaría formado
por unidades distintas, sometidas a la hegemonía de los más poderosos. Podría marcarse
un mapa de la dominación mundial con espacios difusores de cultura y locales periféricos,
sujetos a sus influencias (mapa cultural de Toynbee).
Esta interpretación es parcial porque se fija en la difusión de los elementos nacionales, y se
olvida de analizar la globalización en cuanto a proceso, con lo cual reduce la cultura a
productos (mcDonald’s, Cadillac, en lugar de fast food, ó automovilismo en la sociedad
moderna) y asimila expresiones culturales con bienes económicos evaluándolos en función
del flujo de importación y exportación. La categoría de “imitación” surge como elemento
explicativo de la propagación de las costumbres.
A Ortiz le parece impropio decir que el mundo se “americanizó”. Critica las tesis porque
comparten las premisas metodológicas de la antropología clásica. La circulación de los
bienes culturales gana mayor consistencia al ser pensada en términos de mundialización y
no de difusión. En este caso, es necesario vincular las expresiones culturales al suelo de la
modernidad que les da sustentación.

Mundialización de la cultura: la cultura ya no se piensa encerrada dentro de las fronteras,


existen códigos culturales (movilidad, racionalización del tiempo y el espacio) con
significados compartidos por poblaciones que ocupan distintos territorios. Los artífices de la
mundialización son los medios de comunicación y las empresas transnacionales que
generan la desterritorialización de bienes, espacios y clases sociales. Estos códigos
culturales se instalan a nivel planetario y se profundizan a lo largo del tiempo.

Desterritorialización: la cultura se despega del territorio físico, este ya no la determina,


exige pensar lo local-nacional-global.
1) Espacio desterritorializado: no reconoce límites físicos ni fronteras nacionales
(espacios virtuales).
2) Mensajes, bienes, códigos desterritorializados: no se producen en el lugar que se
consumen, no tienen marca del lugar de origen.
3) Estados sociales desterritorializados: sectores sociales involucrados en la cultura no
comparten el lugar físico pero si características identitarias (usualmente clases
sociales con acceso al consumo).

García Canclini - Mercados que desglobalizan: el cine latinoamericano como minoría


Canclini trabaja tres hipótesis:
- La globalización desglobaliza, su propia dinámica genera mayor movilidad e
intercomunicación pero también desconexiones y exclusión
- Las minorías no solo existen dentro de cada nación, se convierte en minorías a
conjuntos poblacionales mayoritarios o masivos formados a escala internacional
- Minorías demográficas vs minorías culturales: culturas internacionalmente más
numerosas son arrinconadas en lugares minoritarios de los mercados globales.
Mayorías en Minorías
La globalización, practicada bajo reglas neoliberales, acentúa la desigualdad preexistente
entre países fuertes y débiles, desarrollados y pobres.

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Editorial. En países con fuerte producción editorial de América latina como Argentina y
México, las editoriales quiebran o son compradas por empresas españolas, fusionadas con
oligopolios europeos y estadounidenses. Así, en oficinas de países lejanos y siguiendo el
criterio del mercado (garantía de ventas y temáticas complacientes universalmente), se
define qué autores podremos leer en nuestro país. Esto quita además las posibilidades de
que aparezcan nuevos escritores.
Música. Desde la década de 1990 cinco empresas transnacionales se apropiaron del 96%
del mercado mundial de música. Muchas discográficas de Argentina, México, Brasil,
Colombia y Venezuela cierran y entregan sus catálogos a transnacionales. De esta manera,
cancioneros enteros de artistas pasan a manos de esas grandes empresas, llegando a
casos extremos en que los artistas deben pedir permiso para tocar sus propias obras. Los
grandes sellos instalaron filiales en los distintos países y comercializan música local.
En ambos casos (música y editorial), en lugar de ofrecer nuevos mercados para músicos y
escritores, la globalización selecciona a los de audiencia masiva, absorbe y rediseña sus
productos para que circulen internacionalmente y quita el micrófono a los creadores locales.
En la selección caben pocas diferencias nacionales o de región, generando “literatura
internacional” y “música mundo”.
Cinematografía: En el caso del cine no hay absorción ni rediseño sino imposición y
expropiación cultural. El cine estadounidense se convirtió en oligopolio a partir de la década
de 1980 al controlar conjuntamente la producción, la distribución y la exhibición en más de
un centenar de países. Así ha convertido en expresiones minoritarias a ciertas
cinematografías históricamente significativas como la francesa, la alemana y la rusa.
Estado Unidos exige absoluta liberación de los mercados para las películas nacionales y su
sistema de distribución y exhibición combina varios factores para asegurar un rígido
favoritismo a los filmes de su país, entre ellos: Desarrollo temprano de esta industria; la
organización semi-monopólica de la exhibición y distribución; el aumento en los costos de
promoción para distribuidores y exhibidores; la autosatisfacción generalizada de los
estadounidenses con su sociedad, su lengua y su estilo de vida, con la consecuente
resistencia a relacionarse con bienes de otras culturas; factores políticos fortuitos como las
guerras mundiales que eliminaron la competencia europea; políticas de desregulación
latinoamericanas que permiten a capitales norteamericanos, australianos y canadienses la
construcción de conjuntos de multi salas de cine, y consiguen así someter la programación a
la uniformidad de la oferta internacional más exitosa; exención de impuestos y otros
incentivos proteccionistas del gobierno; el cine como política de estado, no de gobierno;
políticas de control autoritario de los mercados; barreras de entrada a la competencia en su
propio país y en el extranjero y el Block Booking: compra y exhibición de películas de baja
calidad para poder comprar películas taquilleras.
La competencia sofoca la libertad de expresión. El cine, la música y la televisión, donde las
promesas de interconexión global, de todos con todos, se diluyen en el monolingüismo o la
difusión de pedazos aislados de unas pocas culturas. Y aun la movilidad de estas porciones
descontextualizadas es restringida a áreas y circuitos marginales (casi todo el cine
latinoamericano recluido en algunas capitales de América latina y España).

Propuestas frente a los efectos desglobalziadores de la globalización:


1- Revisar las reglas del juego mundial de intercambios comunicacionales para corregir
los desequilibrios entre mayorías y minorías sancionando los procesos de dumping o
exclusión transnacional.
2- La diversidad cultural y el reconocimiento de las minorías comienzan a ser vistos
como requisitos para que la globalización sea menos injusta y más incluyente.
3- Coproducción entre cinematografías de países chicos o medianos que permite
construir redes multifocales de producción, distribución y exhibición con relativa
independencia de los circuitos hegemónicos.
4- Políticas culturales transnacionales, para construir programas internacionales que
garanticen para un alto número de filmes su conocimiento en los públicos
extranjeros.

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5- Reconocimiento de la necesidad de incluir en los acuerdos comerciales la
protección de derechos culturales y reglas que equilibren los intercambios
comunicacionales.
Renato Ortiz - Modernidad-mundo e identidad
Para la escuela culturalista norteamericana o antropología clásica la cultura es responsable
del contenido de la personalidad, y la identidad personal se caracteriza como una
consecuencia de una “estructura”, de un universo, que engloba de modo igual a los
miembros de una comunidad. Socializados desde la infancia dentro de un determinado
contexto interiorizarían poco a poco los elementos constitutivos del núcleo central de su
sociedad. Remite a la descripción descriptiva de la cultura. Lo que es individual se torna en
identidad colectiva. Esta concepción de la cultura se basa en las nociones de integración
(cultura como un todo integrado), territorialidad (fronteras bien delimitadas) y centralidad
(foco cultural o esencia). Está implícito ligar la identidad al ser. La identidad es del orden de
lo natural, no es histórica ni construida. Cuando esto se traslada a sociedades modernas se
convierten en estereotipos, lo cual para Ortiz es una “imprudencia teórica, más cerca del
sentido común que del pensamiento propiamente científico”.
Identidad según Ortiz: es una construcción simbólica que se hace en relación con un
referente. Estos referentes pueden son el estado nación, una cultura, una etnia, el color o el
género pero en todos los casos la identidad es fruto de una construcción (no es natural, es
histórica, social, cultural, política e ideológica) simbólica (lugar virtual) que los tiene como
marcos referenciales.
Implicancias: No tiene mucho sentido buscar “una” identidad. La oposición entre
“autenticidad” e “inautenticidad” se torna una conceptualización inadecuada. Puede ser
“válida” en tanto sea convincente (no verdadera o falsa, sino valida o inválida). El grupo
social la avala y le da consenso al sentirse identificado. No esencialismos. Interacciones
entre referentes.
Identidad nacional: Para que la nación se constituya como “principio espiritual”, “conciencia
moral”, es puesta en marcha toda una dimensión cultural y aparato simbólico. La unificación
lingüística, así como la invención de símbolos, son aspectos fundamentales en la
elaboración de las nacionalidades. Este es el contexto en el cual se forja la identidad
nacional, imagen en la cual se auto reconocen los miembros de una misma “comunidad”.
Pero esta comunidad es una comunidad de destino y no de carácter. Es una construcción
cultural e ideológica, una selección, un ordenamiento de determinados recuerdos. En ella,
los intelectuales actúan como mediadores simbólicos al establecer un nexo entre el pasado
y el presente. La memoria nacional es un terreno de disputas, en el que se baten las
diversas concepciones que habitan la sociedad.
La nación es una nueva organización social. Las sociedades agrarias estaban marcadas por
una rígida segmentación, eran sociedades estamentales. La función del estado en ellas es
fundamentalmente la manutención de la paz y la recaudación de impuestos.
La sociedad industrial rompe con esas fronteras. La movilidad es un factor determinante, por
eso la cultura no puede reproducir más los padrones conocidos hasta entonces. Debe,
obligatoriamente, tener un grado mayor de integración, capaz de comprender al conjunto de
los miembros de esta sociedad. La nación representa esta totalidad que trasciende a los
individuos, los grupos y las clases sociales.
Nación e industrialismo son por lo tanto fenómenos convergentes.
La nación se realiza históricamente a través de la modernidad porque es la modernidad, a
través de su principio de movilidad y dilución de fronteras, que rompe los límites territoriales,
ampliando el territorio de las relaciones sociales. Para Ortiz, nación y modernidad son dos
cosas distintas. La modernidad fue funcional a la creación de la nación.
Se da el primer proceso de desterritorializacion de la premodernidad a la modernidad
nacional a través del desencaje.
Desencaje: el advenimiento de la modernidad hace que las relaciones sociales no se
aferren más el contexto local de interacción, las desplaza a un territorio más amplio. La
nación desencaja a las personas de sus particularidades (provincianismo o localismos) y las
integra como parte de una misma sociedad. Con el surgimiento del sistema moderno de

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comunicación (vías férreas, carreteras, telégrafo, diarios) el espacio local se deterritorializa y
adquiere otro significado.
Tensiones entre individualidad y colectivo: la modernidad se fundamenta en el principio
de individualidad (se rompe el régimen estamental, dejando al individuo libre para circular
según su voluntad). Idealmente podría escoger su propio destino. Y ahora, se busca
imputarle una voluntad colectiva, debe expresarse como ciudadano de una nación. De esta
manera, la modernidad, al mismo tiempo que se encarna en la nación, trae con ella los
gérmenes de su propia negación. La identidad nacional se encuentra en desacuerdo con el
propio movimiento que la engendra. Desterritorialización de los hombres y reterritorialización
en el ámbito de otra dimensión. La identidad nacional exige un esfuerzo permanente de
reconstrucción. La nación es débil por lo que debe generar el sentimiento común de unidad
entre comunidades.
Así en el siglo XIX y corto XX el estado-nación se fortalece hasta llegar al punto del
imperialismo. En el tercer mundo, la subalternidad no implica negar sus propios principios
nacionales, sino que se refuerzan en su lucha contra el subdesarrollo y en el enfrentamiento
con los imperialismos.
Cada nación se configura a partir de un núcleo de irradiación. Define un espacio geográfico
en cuyo interior se realizan las aspiraciones políticas y los proyectos personales. La
identidad galvaniza las inquietudes que se expresan en su territorialidad. Para constituirse
como tal, la nación debe pacificar los intereses de grupos diversificados. El referente nación
es el principio dominante de la orientación de las prácticas sociales, los referentes utilizados
en la construcción de otras identidades están sometidos a él.
La modernidad-mundo, al impulsar el 2do movimiento de desterritorialización hacia fuera de
las fronteras nacionales, acelera las condiciones de movilidad y “desencaje”. El proceso de
mundialización de la cultura engendra nuevos referentes identitarios (por ejemplo, el
consumo en la medida en que estrellas de cine o marcas de productos ya no son objetos
sino referencias de vida o los ídolos de rock, zapatillas, etc, relacionados a la juventud). La
concurrencia a los shopping-centers hace que grupos de clases medias mundializadas
puedan aproximarse, comunicarse entre sí. El mercado, las transnacionales y los medios
masivos son instancias de legitimación cultural, espacios de definición de normas y de
orientación de la conducta, así como el estado y la escuela son actores privilegiados en la
construcción de la identidad nacional, las agencias actúan a nivel mundial en la elaboración
de identidades desterritorializadas (mediadores simbólicos como los intelectuales).
A partir de la globalización el núcleo de cada cultura, el referente para la construcción de la
identidad, pierde centralidad. Las fronteras de la nación no pueden contener más los
movimientos identitarios que existen en su seno. Se construye un circuito, un conjunto de
símbolos que unifica grupos y conciencias separados por las distancias y las
nacionalidades.
Memoria internacional popular: es una memoria que no está anclada al territorio y es
necesaria para que se produzca la mundialización de la cultura. Esta memoria va a enfatizar
similitudes entre sujetos a través de referencias mundializadas y minimizar sus diferencias.
Es una memoria construida por los medios masivos de comunicación, específicamente la
publicidad y por las grandes empresas transnacionales. Está ligada a referencias
desterritorializadas, sin ellas no es posible la mundialización de la cultura. Ej.: jóvenes
urbanos de clase media.
Unidad 2- Zygmunt Bauman - Modernidad Líquida – Espacio/tiempo
A partir del siglo XIX nacen las sociedades modernas. Se reforman las ciudades por la
explosión demográfica, y ese crecimiento desmedido provoca desorden. La ciudad se llena
de extraños, y en respuesta a esto se generan “espacios públicos”.
Antes todo se resolvía en el “barrio” y la gente se relacionaba solo con los más próximos.
Existían los extraños, pero se los podía clasificar fácilmente por medio de determinadas
características (vestimenta, forma de actuar, etc.).
Sennet dice que el modo que imaginaron para atenuar los conflictos fue el diseño de
escuelas de civilidad en la vía pública, particularmente, las plazas modernas.

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Bauman: Como consecuencia de la problemática de la globalización, esos espacios que se
diseñaron para facilitar la convivencia en un mundo de extraños, cambian de sentido, o bien
surgen otros para reemplazarlos.
Cada vez más gente ha denunciado, falsamente, ser víctima de acechos y persecuciones.
Lo novedoso es que ahora se culpa a los “merodeadores” como se llama popularmente al
medio ambiente que acosa a nuestros contemporáneos. Los merodeadores y vagabundos
son otras versiones actualizadas de ese miedo moderno a la clase inferior de gente nómade,
que se filtra en los lugares donde solo la gente correcta tiene derecho a estar.
Zukin: En las décadas de 1960 y 1970 la clase media de los EEUU podrían haber elegido
aprobar políticas del gobierno destinadas a eliminar la pobreza, controlar la competencia
étnica e integrar a todo el mundo a través de instituciones públicas comunes. En cambio,
eligieron comprar protección, estimulando así el crecimiento de la industria de la seguridad
privada.
Todo esto marca un concepto de comunidad definida por sus límites estrechamente
vigilados y no por sus contenidos.
La ciudad es un asentamiento humano en el que los extraños tienen probabilidades de
conocerse. El encuentro entre extraños es un acontecimiento sin pasado y sin futuro.
Civilidad (Sennett): es la actividad que protege mutuamente a las personas y que no
obstante les permite disfrutar de su mutua compañía. Usar una máscara es esencial,
permite una sociabilidad pura, ajena a las circunstancias del poder, el malestar y los
sentimientos privados de todos los que las llevan. El propósito de la civilidad es proteger a
los demás de la carga de uno mismo. Se espera que sea recíproco.
El entorno urbano debe ser “civil” para que sus habitantes puedan aprender las difíciles
destrezas de la civilidad. El espacio público es aquel en el que la gente puede compartir
como persona pública, espacios que incentivan el desarrollo de la civilidad, el paradigma de
espacio público civil por excelencia es la plaza pública ya que reúne diversidad y exige el
desarrollo de la civilidad.
Los espacios públicos no civiles no tienen lugar para la civilidad, la van a desestimar y
eliminar. Categorías de espacio público urbano no civil:
1) Plaza pública no civil (La Defense de Paris): todo lo que está a la vista inspira respeto
pero desalienta la permanencia y el vínculo con la civilidad. Estos espacios están en un
lugar, pero no pertenecen a él e inspiran a la gente a sentirse del mismo modo (no hay
bancos para sentarse). Son espacios inhóspitos. Ej.: autopista, aeroparque. Las plazas
en la dictadura militar.
2) Templos de Consumo: Espacios destinados a prestar servicios a los consumidores, o a
convertir al residente de la ciudad en consumidor. Sitios turísticos, de actividad
deportiva, shoppings y cafeterías. Instan a la acción pero no a la interacción. El hecho de
compartir el espacio físico con otros actores abocados a una actividad semejante añade
importancia a la acción, le da el sello de la “aprobación numérica”.
La tarea de consumir y el consumo es individual, una cadena de sensaciones que solo
puede ser experimentada –vivida- subjetivamente. Por atestados que estén los lugares
de consumo colectivo, no hay nada “colectivo” en ellos. Los encuentros deben ser
breves y superficiales para no interferir con el propósito.
El templo de consumo implica la sensación de ser transportado a otro mundo. Puede
estar en la ciudad pero no forma parte de ella, no es el mundo habitual temporariamente
transmutado, sino un mundo completamente otro. No revelan nada sobre la naturaleza
de la realidad cotidiana. Son lugares sin lugares, cerrados sobre sí mismos, purificados
de peligro (todo está controlado, no hay sorpresas). Ofrecen un equilibrio casi perfecto
entre libertad y seguridad.
En ellos los consumidores consiguen el consuelo de pertenecer, la “impresión” de formar
parte de una comunidad, la ausencia de diferencia es el significado más profundo de
comunidad y la causa última de su atractivo. Es una reunión de semejantes, no
problemática, que no requiere ningún esfuerzo de vigilancia, verdaderamente pre
ordenada. El sentimiento de identidad común es una falsificación de la experiencia.

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3) No-Lugares: es un espacio despojado de las expresiones simbólicas de la identidad.
No puede definirse ni como espacio de identidad ni relacional ni como histórico (no hay
lugar para la historia, reina la actualidad, el momento presente). Define dos realidades
distintas pero complementarias: los espacios constituidos con relación a ciertos fines
(transporte, comercio, ocio) y la relación que los individuos mantienen con esos
espacios. Ej. aeropuerto, cadenas hoteleras.
El vínculo del individuo con esos espacios está mediado por textos que condicionan los
modos de circulación, no de interacción. Estos textos pueden ser de carácter prescriptivo
(presione el botón), informativo (usted está aquí) o prohibitivo (no avanzar). La cercanía
con los individuos no deviene de su identidad sino de su condición de consumidor.
4) Espacios Vacíos: están vacíos de sentido. Tratan las diferencias con un grado de
radicalidad que no pueden igualar las otras clases de lugares ideados para repeler o
atenuar el impacto ejercido por los extraños. El vacío del lugar está en el ojo de quien lo
contempla. Son vacíos los lugares en los que no entramos y en los que nos sentiríamos
perdidos y vulnerables. No son lugares prohibidos, sino inaccesibles por su invisibilidad.
No se da adrede, simplemente no se incluye en el mapa mental del individuo.

Comunidad: no hay idea de individuo sino de miembros iguales o diferentes entre los que
se generan lazos solidarios. No hay comunidad verdadera sin heterogeneidad y sin
conflictos ni interacción.
El shopping no puede recrear la idea de comunidad ya que no tiene estas características de
heterogeneidad, conflictos e interacción civil.
Sociedad: individuos agrupados sin lazos de solidaridad.

- Estrategias de procesamiento de la otredad:


Antropoémica: “vomitar”. Expulsar al extraño o ajeno (casos extremos: encarcelamiento,
deportación y asesinato – formas modernizadas: separación espacial, guetos urbanos,
acceso selectivo a espacios y prohibición selectiva de ocuparlos). Exilio o aniquilación de los
otros por ser intolerables. Representada en espacios públicos no civiles al ser ámbitos
expulsivos.
Antropofágica: “ingerir” las sustancias extrañas para convertirlas por medio del
metabolismo en cuerpos y espíritus “idénticos”. Desalienación de sustancias extrañas. Exilio
o aniquilación de la otredad o condición de otro. Representada en los templos de consumo,
las diferencias se suprimen, todos somos consumidores.
Beatriz Sarlo- La ciudad vista – La ciudad de las mercancías
El shopping es el espacio público no civil de gestión y propiedad privada. Este te incluye en
una comunidad artificial que simula ser homogénea. Aparece el puro presente, es una
actividad inmediata, si hubiese pasado sería un lugar histórico y si hubiese futuro se estaría
proyectando.
A mediados del siglo XIX en Paris con la invención del grand magasin la exposición de la
mercancía, su valor para los ojos pasa a ser más importante que su valor de uso. La
mercancía se convierte en tema urbano por la decoración en las vidrieras, un arte ‘menor’
perfectamente funcional a la articulación mayor de los grandes bulevares parisinos de
Haussmann.
Hegemonía: El shopping ejerce una dominación con consenso. Su éxito hace que todos
quieran parecerse al shopping. Se impone como modelo. Produce comunidad de
consumidores. Simular envoltorios de caramelos incrustados en la cerámica de los pisos
flamantes proporciona un emblema de una infancia que allí también podría haber
transcurrido (toda comunidad supone una historia, es decir, un tiempo pasado). Son
pequeños signos estéticos de vida.
El shopping crea el espacio de esa comunidad de consumidores cuyos recursos son
desiguales pero que pueden acceder visualmente a las mercancías en exposición de un
modo que las viejas calles comerciales socialmente estratificadas no permiten. Es
imaginariamente inclusivo, la igualdad no se da por el lado del consumo, sino por el del
deseo. Solo excluye a los muy pobres y muy ricos.

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Regularidad: El shopping da la ilusión de independizarse de la ciudad y del clima: la luz es
inalterable y los olores son siempre los mismos. Todos los shoppings son idénticos. En él
nada es casual. Proporciona orden, claridad, limpieza, seguridad. El sentido de comunidad
se apoya en la unanimidad de clases y perfiles culturales que confluyen en el shopping.
Exposición: Aunque se espera que los visitantes compren, en un shopping es posible
entregarse solamente al placer óptico. La exposición de objetos inalcanzables alimenta la
relación amorosa entre el shopping y sus visitantes. Casi todos pueden salir del shopping
con una bolsita colgando.
Contra la entropía (tendencia al desorden, desorganización): El shopping asegura la
repetición de lo idéntico en todo el planeta, por eso pueden ser recorridos sin que se los
conozca. No hay nada por descubrir (eso sería una pérdida de tiempo y una falla en el
funcionamiento). Liquidan la sensación de incertidumbre sin afectar la ilusión de
independencia y libertad que es falsa. El shopping llega en un momento en que la
inseguridad se convierte en una preocupación central. Es un espacio público de gestión
privada. En un momento en que la ciudad es vista como fuente de males y donde se pide
una ciudad disciplinada que responda a ese imaginario del miedo y a condiciones reales de
incertidumbre, el shopping ofrece lo que se busca, y además, gratis.
Universalidad: las reglas del shopping son universales. Cuando falta una marca rompe su
contrato de universalidad con el cliente.
La mercancía como celebrity: Como en el caso de la belleza y la sensualidad de las
celebrities, en el shopping importa la imaginación. Se mantiene una organización racional y
regulada de los deseos. Debe conseguir que algunos se cumplan para asegurar el lucro,
pero depende de que otros queden incumplidos para garantizar el regreso. Permite el
zapping estimulando la sensación de libertad.
Absorción: El shopping asimila todo lo que se encuentre dentro de sus límites o cerca de
ellos. No rechaza decorados preexistentes, sino que los regula según sus implacables
normas visuales, para no poner en peligro no solo su propia coherencia estética, sino la
función del espacio que esa estética recubre. Asimila el arte y la historia y los convierte en
citas descontextualizadas en mercancías.
De la misma forma permite algunas actividades que no eran parte de su programa inicial,
como la reunión de jóvenes. Asimila lo que no está previsto en sus objetivos principales
mientras no se los contradiga. (Estrategia antropofágica). Para no mostrar la imagen
agresiva de un mercado disciplinador, se permite los usos secundarios.
Claridad conceptual: Eficiencia en el uso que deja pocos espacios residuales, apertura a
recorridos que den la impresión de libres elecciones mercantiles y espaciales, claridad de
los señalamientos con signos e índices bien legibles de modo que el cliente pueda usar otro
sin dificultades, etc.
Clientes expertos: La claridad conceptual del shopping nos vuelve a todos expertos en
consumo.

SVAMPA- Fragmentación espacial y procesos de integración social “hacia arriba”.


Socialización, sociabilidad y ciudadanía.
En América Latina y particularmente en Argentina el pasaje a un nuevo tipo societal ha
acentuado las desigualdades sociales preexistentes así como el aumento de las distancias
sociales.
La desindustrialización provocada por la dictadura militar de los ’70 en nuestro país que da
paso a un capitalismo especulativo financiero (antes capitalismo industrial) continúa en los
’80 y los ’90 con la privatización de servicios y a mediados de los ’90 se consolida en una
nueva configuración de la cartografía social en que la pirámide presenta una punta muy
afilada, con una cantidad mucho más reducida de “ganadores” y la base extendida y
agrandada por las clases medias empobrecidas y los pobres estructurales, marginales y
excluidos de ese proceso liberal.
La fragmentación social de los ‘90 se da a contrapelo del modelo urbano en el que se basa
nuestra ciudad (modelo mediterráneo) en el que la ciudad es el punto de integración social

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donde confluyen los distintos sectores achicando las distancias sociales. Ciudad que fue
planificada para la integración, con sus plazas y escuelas públicas.
Frente a la deserción del Estado y el vaciamiento de las instituciones públicas se fueron
desarrollando nuevos mecanismos de regulación, como las formas privatizadas de la
seguridad y la integración social, multiplicándose los fraccionamientos o comunidades
cerradas.
Los protagonistas centrales de este proceso de suburbanización y segregación espacial son
no solo las clases altas y medias altas sino también las clases medias en ascenso que
corresponden a los sectores de trabajo más dinámicos de producción de signos (no objetos
materiales) que conforman la mercancía con el plus de valor del capitalismo de consumo
(diseño, marketing, tecnologías informativas y comunicacionales, etc.).
En argentina el proceso de suburbanización se llevó a cabo sobre una trama urbana
ocupada tradicionalmente por los sectores populares, lo cual acentúa hiperbólicamente los
contrastes sociales.
Estilo de vida, socialización y sociabilidad
Socialización: proceso de aprendizaje de los códigos de la cultura e internalización de los
mismos. La socialización primaria se da en la familia y en la escuela.
Sociabilidad: tipo de modelo social que existe en un momento determinado. Refiere a las
características del lazo social, es decir, a las relaciones con los otros.
En los countries se intenta recrear la sociabilidad barrial, pero de manera parcial. Se toman
valores como los lazos de confianza y la seguridad, pero a la vez se descartan otros como el
modelo de la mezcla o la heterogeneidad social y la cultura democrática. “De tipo barrial
pero entre semejantes (no iguales)”
La socialización de los hijos es eje central de preocupación. Se implementa un modelo se
socialización caracterizada por la “autonomía protegida”: libertad garantizada por la
seguridad “puertas adentro”. Eso tiene como ventaja la libertad precoz que conlleva menor
responsabilidad paterna, pero tiene riesgos colaterales como: trastorno de conducta
(ataques de pánico), accidentes dentro del predio, en el límite, conductas adictivas y actos
vandálicos ejercidos en contra de la propiedad. Esto existe desde los primeros clubes de
campo, pero la novedad es la precocidad y virulencia de esta conducta en niños que hoy
tienen la posibilidad de circular a cualquier hora y sin controles por el espacio protegido.
Este modelo de socialización plantea un problemático desequilibrio entre el exceso de
libertad dentro del entorno seguro que adelanta etapas y un déficit en el control familiar,
problematizando aún más la difícil tarea de conciliar la autoridad de los padres con un
modelo más democrático de familia.
Otro riesgo de este estilo de vida es lo que se denomina “modelo de la burbuja”. Los niños
crecen en un espacio homogéneo y restringido del “entre nos” con escaso contacto con
seres “diferentes” y lejos de los males contaminantes de la ciudad contemporánea. La
distancia social oscila de la cercanía absoluta a la distancia excesiva (deriva en agorafobia
urbana).
La sociabilidad al interior de las urbanizaciones privadas presenta como aspecto central la
tendencia a la homogeneidad social y generacional que va de una sociabilidad del “entre
nos” al “urbanismo de las afinidades”. (Eliminación de los matices)
En las clases altas hay un discurso individualista (atado al liberalismo) pero en realidad se
trata de un fuerte “colectivismo práctico” desplegado en un control de los mecanismos de
socialización (deportes “exclusivos”, escuelas de elite, mercado matrimonial).
En Argentina con el acceso de las nuevas clases medias en ascenso a los barrios privados,
se ve una red socio-espacial de homogeneidad ampliada (clases alta, medias altas y medias
en ascenso).
Sin embargo estas diferencias no pueden negar la afinidad con las clases altas. Es una
sociabilidad elegida desarrollada en un amplio espacio común que vincula a los
“semejantes” (integración “hacia arriba”) en una red socio-espacial formada por los barrios
privados, shoppings, multicines, colegios privados, etc. (en los adultos que vienen de la
ciudad existe punto de comparación, pero para los niños nacidos ahí adentro la totalidad de
los círculos de sociabilidad existentes están comprometidos)

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Configuración psicológica binaria
El nuevo estilo de vida marca una clara separación entre el “adentro” y el “afuera” (zonas
reguladas o protegidas y zonas desreguladas o desprotegidas). Eso reorganiza la relación
con los otros (iguales y diferentes). Afuera esta la amenaza, en lo distinto.
Esto conlleva una manera de manejar lo diferente, por medio de la “categorización”. Los
diferentes no se captan como personas sino como categorías sociales.
Las representaciones y los lazos que se establecen con “el otro” o categorización de las
diferencias son de tres tipos:
- De índole económica: proletariado de servicio: mucamas, choferes.
- El “otro” como objeto de beneficencia: se lo ve poco pero se lo ayuda. En este caso,
como en el anterior, se trata de una relación controlada y previsible. Son los “pobres
trabajadores”. Se naturaliza la pobreza, es decir, existen naturalmente ricos y pobres.
- “Pobreza violenta”: genera temor exacerbado. Localizada en los barrios precarios y
villas del entorno. Despliegue de la distancia social
Ciudadanía patrimonial y autorregulación
Las urbanizaciones privadas cuestionan el modelo de ciudadanía política donde el
ciudadano es sujeto de derecho y deberes per se, apoyado en criterios universalistas para
pasar al de ciudadanía patrimonial, montado sobre la figura de ciudadano contribuyente. Se
mide la ciudadanía en función del patrimonio. Se construye un orden social distinto para los
ricos que no incluye a los pobres. La satisfacción de necesidades básicas está ligada a
quien puede pagar por ellas, no son derechos sino servicios.
Exigencia de autorregulación: como producto del retiro y el deterioro del estado, que
beneficia a aquellos que tienen los recursos necesarios como para llevarla a cabo.
Especificidad del caso argentino
En general, en los países de Latinoamérica, la distancia social aparece como un hecho
indiscutible, fundacional y de larga data y está naturalizada en el hábitat nacional. Hay una
interiorización de esta distancia social en términos de fractura o brecha insalvable. Hay
escaso o nulo contacto interclase.
En Argentina, la expansión de barrios privados, señala una inflexión mayor, pues pone al
descubierto las consecuencias de la desarticulación de las formas de sociabilidad y los
modelos de socialización que estaban en la base de una cultura más o menos igualitaria
mediante la educación pública y el uso del transporte público por todas las clases sociales.
Esto señala la consolidación de una matriz de relaciones más jerárquicas y rígidas. La
nueva matriz societal, la diferencia entre ganadores y perdedores, reforzó las desigualdades
sociales, la crisis de Estado, la desindustrialización y el aumento de la inseguridad urbana.
- Margulis- La racializacion de las relaciones de clase.
El escenario de Buenos Aires es ideal para estudiar los procesos de discriminación social
porque se la considera mayoritariamente europea (“blanca”), pero diariamente, y sobre todo
en horas pico, congrega miles y miles de personas con rasgos que revelan su ascendencia
mestiza, y emite señales culturales muy evidentes de diferenciación espacial con circuitos
prohibidos, y marcando direcciones de lo que es posible y lo que no a aquellos “no tan
blancos”.
Toda cultura supone un “nosotros”, todo “nosotros” supone un “otros”. Pero el grado de
otredad que se adjudica, la carga afectiva y la actitud apreciativa con que nos relacionamos
con la “otredad social” en general y con determinados “otros” en particular varía la distancia
que nos separa del otro.
Dominación simbólica: se es sometido sin ser capaz de reflexionar sobre esa situación
(está naturalizado)
Prejuicio: es un juicio previo sin fundamentos, rígido y que actúa mediante el pensamiento
estereotipado (pensamiento patológico, rígido que no cambia).
Estereotipo: actúa sobre:
- simplificación extrema: reduce la humanidad del otro, la condensa en un atributo,
como por ejemplo: negro, musulmán, gay, para luego agregar calificaciones: por ser
negro es ladrón, por ser judío avaro.

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- generalización abusiva: generaliza el atributo a cualquier miembro del grupo. No hay
judíos diferentes.
- utilización sistemática y rígida: se aplica siempre, en cualquier circunstancia, y es
refractario a cualquier argumento. Surge al interiorizar los pasos anteriores.
Prejuicio y estereotipo son la base de la conducta discriminatoria.
La discriminación es un fenómeno colectivo, de ahí que sea discriminación social. No
reside en el señalamiento de las diferencias sino en la negación del derecho a ser diferente,
y colocar la diversidad dentro de escalas sociales jerarquizadas. Las formas de
discriminación social son: deshumanización de los otros (reducir a los otros, tildarlos de rata
o cucaracha) y negativización (siempre como que hubieran cometido alguna falta. Narcos,
chorros). Además es un proceso reificador o cosificador, deja de ser persona para volverse
cosa. Segregación del otro estigmatizándolo.
Muchas de las formas de exclusión social están relacionadas con la pobreza y contribuyen a
consolidarla. Los fenómenos de discriminación, descalificación, estigma y exclusión que en
nuestro país (y en América latina) afectan a grandes sectores de su población –la población
de origen mestizo cuya distribución se acerca bastante al mapa de la pobreza- tienen su
origen en el proceso histórico de constitución de las diferenciaciones sociales que se
organiza, desde un inicio, sobre bases raciales.
Raza (Jean Hernaux): clasificación de grupos humanos, basada en presuntas diferencias,
que establece desigualdades que implican relaciones de inferioridad y de superioridad,
atribuida al plano de lo natural. La raza no es un hecho, es un concepto. No existe en el
plano biológico, pero sí en el del lenguaje, en la ideología. El soporte de la raza es el cuerpo,
son los rasgos pretendidamente raciales, esto es lo natural, por medio de lo cual se
naturaliza.
Racismo: plano de la conducta que nace de la naturalización de la discriminación. Formas
de estigmatización basadas en imaginarios vinculados no solo al cuerpo, también en rasgos
que se originan en la cultura, la religión u otras manifestaciones de lo social. Se refiere a
grupos humanos a los que por diferentes razones se ha descalificado, inferiorizado,
maltratado o excluido. Consiste en adjudicar a las diferencias una carga negativa, que se
suele acompañar con actitudes de desprecio o rechazo, agresiones físicas o limitación de
derechos. Negación del derecho a ser diferente, colocar la diversidad dentro de escalas
sociales jerarquizadas que se estructuran sobre lo legítimo/ilegítimo, bueno/malo,
igualdad/desigualdad.
Una vez identificado un individuo como miembro de un grupo descalificado o estigmatizado,
los caracteres adjudicados a éste son aplicados a cada individuo, quien poco o nada podrá
hacer en el marco de su desempeño personal para mejorar esta calificación arraigada en
estereotipos (atribuidos a un sector religioso, nacional, étnico, etc.) que no se ponen en
cuestión. Por ello tienen en común el hecho de favorecer los procesos de dominación y
opresión de minorías y su articulación político-cultural en la constitución de modalidades
hegemónicas.
Heteroglasia: El autor afirma una suerte de heteroglosia presente en las manifestaciones
racistas al postular la convergencia de distintos tipos de racismo, el racismo ya no apela
exclusivamente al concepto de raza, sino que refiere a la gama de rasgos y manifestaciones
discriminatorias. Así como el etnocentrismo supera el plano de la etnia, y la xenofobia no se
dirige a todos los extranjeros sino precisamente a los pobres. Es en la confluencia de estas
manifestaciones racistas que el autor hace ese postulado.
Las manifestaciones de exclusión, discriminación y rechazo están dirigidas al menos en el
área metropolitana de Buenos Aires, a grupos o integrantes de esos grupos que poseen las
siguientes características: rasgos corporales (propios del mestizaje en América latina),
origen migratorio (de países limítrofes o de provincias del interior), ubicación desventajosa
en las posiciones de clase (pobreza, marginación, menores oportunidades), formas
culturales (vinculadas con su origen migratorio y también con la pobreza y la marginación
urbana). Se asocian así varias características que se acercan a la heteroglasia:
discriminación sustentada en el cuerpo, en la clase, en la cultura y en la extranjeridad.

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Para Todorov, racismo designa el comportamiento: las actitudes de odio y menosprecio
destinadas a los grupos humanos con características corporales bien definidas y diferentes
a las del grupo que las realiza. En cambio el racialismo es la racionalización de las
actitudes de odio y menosprecio destinadas a grupos humanos que poseen características
corporales bien definidas y diferentes de las nuestras consistente en la formulación de
teorizaciones ideológicas acerca de las razas humanas. El racialismo está destinado al
plano de las doctrinas y teorías, es la justificación del racismo. Sus propuestas se basan en:
1- Existencia de las razas y su utilidad para clasificar a grupos humanos que poseen
características físicas comunes.
2- Correspondencia entre aspectos físicos y morales. Transmisión hereditaria de lo
mental (ineficacia de la educación como instrumento de superación)
3- Prioridad absoluta del grupo sobre el individuo.
4- Ubica a las razas en sistemas jerarquizados articulados en escalas de superioridad e
inferioridad
5- El racialismo confluye con el racismo en el impulso hacia la afirmación de políticas o
modalidades de acción. (no es solo diagnóstico, propone acción)
Estas clasificaciones, que en el pasado fueron explicitas, hoy no se nombran pero funcionan
en escalas jerárquicas implícitas en la cultura y en las valorizaciones sociales.
Se van estableciendo formas de vida que tienden a conservar y reproducir las condiciones
existentes, desestimulando a través de mecanismos a veces poco perceptibles el acceso a
la educación o a otros medios sociales que podrían contribuir a la reducción de la
desigualdad.
Racialización de las relaciones de clase:
Dicho concepto se refiere al proceso histórico de construcción de la desigualdad en base a
un eje racial. Este proceso viene de la mano con un componente racial en la construcción y
reproducción de clases en América Latina. Sostiene que en la racialización de las relaciones
de clase convergen los comportamientos racista de la sociedad colonial (color de piel, lo
indio, lo negro, lo mestizo, pureza religiosa, trasladada a América de España), el
eurocentrismo de S.XIX (supremacía del hombre blanco y de lo europeo, pureza racial), las
posturas de nuestra clase dirigente durante el período de organización nacional (Sarmiento,
M. Cané) que se hacían eco de las ideas de hegemonía europea. Lo que ayer era explícito,
hoy funcionan en escalas jerárquicas implícitas en la cultura y en las valorizaciones sociales.
Para los individuos portadores de rasgos corporales poco valorados, a través de prácticas
culturales disuasivas se les obturan las vías de ascenso, sumando la pobreza a la
discriminación, y relegándolos a la periferia de la vida social, cercenando las posibilidades
de acceso a la educación, salud, y a otros medios sociales que podrían reducir la
desigualdad.
- Grimson y Caggiano- Xenofobias descontroladas
En la década del 90 comienza a imputarse a los inmigrantes de América Latina
responsabilidades por la crisis del sistema de salud, la desocupación y las “explosiones
delictivas”. Los inmigrantes fueron un chivo expiatorio de las propias crisis generadas por las
políticas neoliberales.
Existe una relación entre las afirmaciones de los sectores dirigentes y las representaciones y
valores de sus seguidores. Cuando se indica que “las fronteras son un colador”, se organiza
un conjunto de temores básicos en torno a ellas directamente ligados a quienes y como nos
imaginamos ser. Temores ante peligros que amenazan ilusiones de pureza.
El gobierno porteño habla de un crecimiento de la inmigración mientras que el porcentaje de
migrantes limítrofes se mantuvo. Lo que ocurrió fue que se concentraron en la Ciudad de
Buenos Aires, pero cuando estaban en las zonas rurales de Jujuy, Misiones o la Patagonia
ya Vivian en Argentina.
Los argentinos tienden a ver muchos más bolivianos, paraguayos y peruanos que los que
hay en la realidad. Las reacciones negativas que suele despertar el acceso a derechos
básicos por parte de estos inmigrantes dan cuenta de este sobredimensionamiento
(estadísticas de hospitales vs opinión de los médicos que trabajan en ellos). Este
sobredimensionamiento esa ligado a que una importante porción de la sociedad argentina

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identifica a los hijos de inmigrantes de otros países latinoamericanos como inmigrantes, aun
cuando hayan nacido en este país. Son entonces legalmente argentinos pero socialmente
extranjeros.
Hubo en Argentina dos crisoles simultáneos y diferentes:
- Uno que paso a formar parte de la historia, y del que emergen los “argentinos tipo”,
mayormente blancos, de aspecto europeo y pertenecientes a una extendida “clase
media”, que ha europeizado a los argentinos, argentinizando a los inmigrantes
europeos.
- El otro producía “cabecitas negras”, y fue invisibilizado. La incapacidad de ver a los
hijos de inmigrantes como parte de la nación va de la mano de la invisibilización
histórica de indígenas y mestizos (y también de afroargentinos) como parte
constitutiva de nuestro país.
Este proceso de oficialización y legitimación del argentino blanco y europeo permite apreciar
cómo opera la racialización de las relaciones de clase.
Los excluidos, como los negros y los pobres, tienden a ser interpelados de manera genérica
como inmigrantes, son extranjerizados.
El debate que se dio en torno a la Ley de migraciones, argumentaba por parte de la derecha
política que era necesaria una regulación, lo que sugiere que esa ley no cumple su función
primaria, que es precisamente regular. La ley establece que “el derecho a la migración es
esencial e inalienable de la persona y la República Argentina lo garantiza sobre la base de
los principios de igualdad y universalidad”. La aprobación de esta ley fue acompañada con
una serie de medidas vinculadas a ella, como el programa “Patria Grande” dirigido a facilitar
la inserción, integración y regularización de los inmigrantes. Una ley migratoria basada en un
enfoque de derechos regula, solo que lo hace desde esta perspectiva y no en términos de
policiamiento de las fronteras y los inmigrantes como pareciera pretender la derecha política.
La ley de inmigrantes sustituyo a la conocida como “Ley Videla” que estaba vigente desde la
dictadura, y era de corte expulsivo y violatoria de derechos constitucionales. A demás
durante mucho tiempo la regulación migratoria se compuso de decretos y leyes, que muchas
veces se contradecían entre sí, generando una maraña normativa, a la que la ley de
migraciones puso fin.
Las políticas restrictivas con forma de muro, de directivas de retorno, de leyes dictatoriales o
de sueños de control, producen que los migrantes queden en situación de “ilegalidad” en
una zona de “alta vulnerabilidad”.
Estamos ante una derecha que busca en apoyarse en una posición “no política” y la “no
política” no expone datos ni argumentos, ni orientaciones e intereses. Al vincular la
“inmigración descontrolada” con el narcotráfico y el delito, buscan llegar a distintos sectores
sociales al mismo tiempo. Por un lado, a los vecinos del norte de la ciudad evocando la
pertenencia a un grupo social elegido, que puede ver en esos inmigrantes una presencia
peligrosa. Y simultáneamente, se dirige a los vecinos del sur, afectados por la inseguridad, y
a quienes los inmigrantes les van a “quitar el trabajo”.
En cuanto al déficit habitacional, no hay una conexión relevante que lo vincule con la
migración limítrofe, porque el déficit habitacional argentino es muy superior a la cantidad de
inmigrantes y a demás no todos los inmigrantes integran automáticamente el déficit
habitacional.
Cualquier modelo que considere a la industria y a los trabajadores requiere considerar el
aporte económico, social y cultural que realizan los trabajadores que vienen desde otros
países. Y por lo tanto, excepto que pretendan violarse los pactos internacionales y la
constitución, respetar los derechos de aquellos que residen y trabajan. Incluyendo el
derecho a una vivienda digna garantizado por parte del estado con políticas públicas de
construcción de viviendas y plan de ocupación del suelo.

UNIDAD III - Foucault - La verdad y las formas jurídicas. La inclusión forzada


Contexto:

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Pre modernidad: sociedades feudales o de la soberanía. Es un poder personalista,
centralizado, que pretende ser omnipresente y tiene forma piramidal. Se maneja con la
lógica del castigo ejemplificado. Foucault afirma que es poco funcional para el capitalismo
porque pretende controlar todo pero es muy ineficaz en ello, además el método de castigo
físico no sirve para producir.
Modernidad (de esto habla el texto): sociedades disciplinarias del siglo XIX que forman
trabajadores. Surgen nuevas tecnologías de poder funcionales al capitalismo:
- Anátomopolítica: se da entre los silos XVII y XVIII en Francia y Alemania. Es un
poder individualizante que se extiende sobre todos. Se aplica en las instituciones de
secuestro de manera rígida y compacta para normalizar conductas y hábitos. Ese
control y vigilancia queda registrado (legajos, historia clínica, etc.)
- Biopolítica: Siglos XVIII y XIX en Inglaterra. Su objetivo es la regulación de las
poblaciones como especie.
Estas dos nuevas tecnologías de poder dan como resultado el biopoder, es decir, el poder
sobre la vida para que esta sea funcional al sistema capitalista. Van a poner la vida del
sujeto a disposición del capitalismo para formar trabajadores.
Modernidad tardía: sociedades de control en las que se forman consumidores.
Según Foucault el poder se va desmaterializando con el tiempo y ni siquiera se percibe.
Plantea tres postulados: el poder no tiene lugar o localización. El poder visible es el estado y
el invisible es el poder capilar que está allí constituyendo relaciones. Si el poder si viera se
iría contra él. El segundo postulado plantea que el poder no tiene propiedad, no se tiene, se
ejerce. No se trata como el poder del rey, un par lo puede ejercer. Por último el poder es
positivo y productor, produce normas, leyes, cuerpos, subjetividades, saberes, ilegalismos.
Panoptismo: es un sistema de vigilancia individual y continua que involucra la vigilancia,
control y corrección. Individual y continua porque el individuo va a internalizar las conductas
de comportamiento, la autovigilancia y el autocontrol. Método de formación y transformación
de los individuos en función de ciertas normas.
Panóptico: es un sistema de arquitectura panóptica. Un panóptico es una construcción cuyo
diseño hace que se pueda observar la totalidad de su superficie interior desde un único
punto. Este tipo de estructuras, por lo tanto, facilita el control de quienes se hallan dentro del
edificio. En la arquitectura del panóptico, la mirada (su ausencia o presencia) es poder, en
eso reside el secreto de su éxito. La sociedad es panóptica. La creación de este diseño es
atribuida a Jeremy Bentham, un filósofo británico que imaginó una cárcel en la que todos los
reclusos estén bajo el campo de visión del vigilador, sin que los presos sepan si la
observación se desarrolla en todo momento. La clave del panóptico radica en que, como los
reclusos no podían saber en qué momento estaban siendo observados por el vigilador, éste
podía distraerse o tomar tiempo libre. Para el filósofo francés Michel Foucault, el concepto
de panóptico se extendió de las cárceles a otras instalaciones, como las escuelas o las
industrias. El panóptico, en este sentido, se convirtió en una técnica de control y prevención
de la infracción
Arquitectura del espectáculo: La mayor preocupación de los arquitectos de antiguas
épocas era la de hacer un espectáculo de un acontecimiento, un gesto o un individuo, ya
sea un sacrificio religioso, teatros griegos, coliseo romano, oradores o discursos. Muchos
miran a unos pocos.
Arquitectura de la vigilancia o panóptica: es lo opuesto a la arquitectura del espectáculo,
es decir que el mayor número de personas posible pueda ser ofrecido como espectáculo a
un solo individuo encargado de vigilarlas. El objetivo es que una mirada pueda abarcar la
mayor cantidad de rostros, acciones, gestos, celdas, posibles.
El derecho penal postula un control o castigo subordinado a la comprobación manifiesta de
que se ha cometido una infracción a alguna ley explícita, y tendría por función reparar o
prevenir el daño causado a la sociedad. Mientras que el panóptico ejerce la vigilancia sobre
los individuos no al nivel de lo que se hace sino de lo que se es o se puede hacer. Tiende
más a individualizar al autor del acto, dejando de lado la naturaleza jurídica o la calificación
penal del acto en sí mismo.
- Formas de fijación del individuo al aparato productivo:

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Formas rígidas: las ejercen las instituciones de secuestro sobre el saber, el tiempo y el
cuerpo de los trabajadores. La fábrica-prisión es una utopía capitalista que se puso en
práctica a nivel industrial y cuyo modelo y principios se repiten en instituciones surgidas en
la misma época como escuelas, orfanatos, correccionales, hospitales psiquiátricos, etc. Sin
embargo a la larga estas “fábrica-prisión” no eran viables, representaban una carga muy
pesada económicamente con su infraestructura y el gran número de obreros fijos.
Formas laterales o blandas: Se organizaron para asegurar, en el mundo industrial, las
funciones de internación, reclusión y fijación de la clase obrera que, en un comienzo,
desempeñaban estas instituciones rígidas. Se tomaron algunas medidas, tales como la
creación de ciudades obreras, cajas de ahorro y cooperativas de asistencia. Las cajas de
ahorro y cooperativas de asistencia permiten ordenar las economías de los obreros y
controlar la manera en que son utilizadas. Además de toda una serie de medios diversos por
los que se intentó FIJAR a la población obrera en el aparato de producción. En síntesis,
estas técnicas, fijan al obrero al aparato productivo de forma sutil. Son vistas como
beneficios por el obrero.
- Foucault se interesa en los antecedentes de las instituciones de secuestro, estos son
el modelo inglés y el francés:
Modelo inglés: el control es ejercido por el propio grupo sobre el individuo. El control es de
abajo hacia arriba. (Cuáqueros y metodistas). Fórmula totalmente extraestatal. Le interesa el
control entre pares.
Modelo francés: el Estado ejerce el control, vigila. Recluye a los individuos en instituciones
de reclusión. Reclusión de exclusión enfatiza la marginalidad, no hay reinserción,
reincorporación o corrección. Fórmula totalmente estatal. Le interesa al individuo ubicado en
una institución.
- Diferencia entre instituciones de reclusión y de secuestro.
Instituciones de reclusión: tienen por finalidad excluir a los marginales o reforzar la
marginalidad.
Instituciones de secuestro: tienen por finalidad incluir, normalizar y fijar a los individuos a
un aparato de producción. Inclusión por exclusión. Disciplinamiento duro. Anátomopolítica.
Funciones de las instituciones de secuestro:

- Explotación de la totalidad del tiempo del obrero para que sea tiempo productivo.
- Controlar el cuerpo de los individuos para convertirlos en fuerza de trabajo: su
funcionamiento supone una disciplina general de la existencia que supera
ampliamente las finalidades para las que fueron creadas. El cuerpo debe ser
atormentado para convertirse en algo que ha de ser formado, reformado, corregido,
en un cuerpo capaz de trabajar.
- Creación de un poder polimorfo, polivalente, múltiple.
Económico: se ofrece un salario a cambio de tiempo de trabajo
Político: las autoridades de las instituciones se adjudican el derecho de dar órdenes,
establecer reglamentos, tomar medidas, expulsar a algunos individuos.
Judicial: se tiene el derecho de juzgar, castigar o recompensar.
Epistemológico: atraviesa y anima los otros 3 poderes. Poder de extraer un saber de y
sobre los individuos ya sometidos a la observación y controlados por estos diferentes
poderes. Los saberes son técnicos y aquellos que nacen de la observación. Registro,
análisis y comparación de sus comportamientos. Nace un saber de observación, clínico, la
psiquiatría, psicología, etc.

Foucault contradice la frase “la esencia completa del hombre es el trabajo” (marxismo),
argumenta que la relación del hombre con el trabajo es sintética, política, es una relación
operada por el poder, son construcciones y disciplinamientos que nos fijan al trabajo
productivo. No hay plus-ganancia sin sub-poder. El sub-poder no es un aparato de Estado
ni de la clase en el poder, sino el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas a
un nivel más bajo. Este sub-poder, al establecerse y entrar en funcionamiento, provoca el

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nacimiento de una serie de saberes: el surgimiento de las ciencias humanas y el hombre
como objeto de la ciencia.
- Prisión como institución de secuestro paradigmática.
Triunfa la prisión como institución paradigmática de secuestro debido a su ambigüedad, la
prisión tiene un doble discurso: se absuelve de ser tal porque se asemeja al resto y al mismo
tiempo absuelve a las demás instituciones de ser prisiones porque se presenta como válida
únicamente para quienes cometieron una falta.
Sibilia – Biopoder
La biopolitica es la regulación de las poblaciones como especie. Su objetivo es intervenir
en las condiciones de vida para imponer normas y adaptarlas a un determinado proyecto
nacional. Empezaron a administrarse la natalidad, mortalidad, procreación, epidemias, etc.
Fueron posibles gracias a la acumulación de conocimientos científicos basados en la
observación. El objetivo de las biopolíticas era dominar el azar que afecta a toda la
población de seres vivos.
Sociedades pre industriales: el monarca dejaba vivir y también podían hacer morir, el
control ejercido sobre la vida de los individuos era menos intenso, aunque más puntual y
fatal.
Sociedades industriales: son diferentes, hacen vivir y dejan morir. Administran las vidas.
El biopoder: es un tipo de poder que apunta directamente a la vida y es fundamental para el
desarrollo del capitalismo ya que su objetivo consiste en producir fuerzas, hacerlas crecer y
canalizarlas en vez de destruirlas. Todas las vidas a lo largo de toda la vida debían entrar en
la mira de los dispositivos políticos. Formateo de cuerpos y almas cuya meta era la
productividad.
Capitalismo de producción: el objetivo es formar poblaciones sanas que puedan producir,
es decir, formar trabajadores. Para ello se articula con las anatomopoliticas, es necesario
este primer disciplinamiento individual. El sujeto regulador es el Estado, mediante campañas
de vacunación, control del espacio público, etc., tiene que ser garante de derechos. La
fábrica es una estructura piramidal que necesita cuerpos adiestrados. La ciencia es del tipo
prometeica: busca el beneficio o bienestar de la sociedad, su progreso, libre flujo de la
información y conocimiento entre los científicos. Dominar la naturaleza pero no someterla.
Las biopolíticas surgen un poco después de la disciplina, y producto de ella es que
consiguen arraigarse en la población. Su objetivo es establecer mecanismos capaces de
estimular la natalidad, prolongar la vida, prevenir epidemias, regularizar la extensión e
intensidad de las enfermedades y con esto controlar los diversos factores de sustracción de
fuerzas y disminución del tiempo de trabajo de los ciudadanos, además de reducir los costos
de los eventuales tratamientos médicos. Surgen instituciones médicas, educativas,
administrativas con funciones normalizadoras: establecieron los límites que definirían los
comportamientos normales y catalogando todos los desvíos posibles. Se impusieron
procesos de clasificación de la población y fijación del individuo en la masa, en las ciudades
industriales y se sofocaron las singularidades.

Capitalismo de consumo: El sujeto regulador y quien aplica las biopoliticas son el mercado
y las empresas transnacionales que persiguen la rentabilidad sin plantearse límites éticos.
De este proceso surge como sujeto el consumidor. La empresa es una estructura flexible
que da una idea de red. Es un alma, no es visible, no hay una cara visible del poder. El
empleo se ofrece ahora a las almas capacitadas cuyas cualidades son la creatividad, la
inteligencia y las flexibles habilidades comunicativas. Sibilia analiza dos casos de regulación
de poblaciones a través de la teleinformática y la biotecnología. La teleinformática mediante
marketing y tics recolecta datos para formar el perfil del consumidor. La biotecnología es la
guerra de patentes sobre organismos modificados, es la mercantilización de la vida. El tipo
de ciencia es la tecnociencia fáustica: el fin justifica los medios, no importan los límites
éticos. El prefijo tecno significa que la ciencia depende de la técnica y la tecnología y estas
dependen de los inversores de capital. Se somete la naturaleza.
La definición de consumidor es más compleja y estrecha que la de ciudadano: un gran
porcentaje de los habitantes queda fuera de los nuevos modos de subjetivación. Son los

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excluidos del mercado global, con el acceso denegado a los seductores prodigios de la
tecnociencia fáustica. “Imperialismo de exclusión”. El temible crecimiento de los excluidos
genera una nueva fiebre de consumo: la seguridad.
Ortopedia social: se refiere al encuadre vital de una sociedad, en un formato definido y
preestablecido como normal. Más específicamente, a la inserción controlada de los cuerpos
en el aparato de producción, ajustando la población a los procesos económicos. En otras
palabras, un formateo de los cuerpos y almas cuya meta es la productividad. Potenciar las
fuerzas vitales evitando que se tornen difíciles de sujetar.
Biopiratería (Vadana Shiva):es un componente de la nueva onda colonizadora dirigida por
la tecnociencia reduccionista aliada al mercado, a través de la cual las grandes compañías
transnacionales buscan patentar todos los recursos genéticos y obtener derechos exclusivos
sobre las diversas manifestaciones de vida.
La biocolonización o endocolonización es la colonización del interior de los cuerpos a
través de estos métodos de apropiación de la vida.
Valiente - Anorexia y Bulimia: el corsé de la autodisciplina
El cuerpo es una construcción social, cultural e histórica.
El modelo de cuerpo legítimo y la idealización occidental es el cuerpo delgado y joven.
La responsabilidad cae en el sujeto, si no soso así es porque no te estas esforzando lo
suficiente.
Para que los temas sociales sean “problemas” se necesita que cumplan con varias
características: Debe tener la potencialidad de abarcar a mucha gente; debe contar con
reclamadores sociales: activistas que llamen la atención y embajadores por excelencia:
medios masivos de comunicación.
El cuerpo es una construcción histórica social. El lenguaje que maneja es universal. No hay
algo natural en la presentación, sino algo social. Adquiere características especiales según
la época que se transite.
Las sociedades contemporáneas acentúan la importancia de la “primera impresión”.
Plantean visiones de perfección que siempre sortean la posibilidad de alcanzarlas,
generando “culpabilidad” en quienes no pueden alcanzar las ventajas comparativas de la
pertenencia al círculo de la belleza.
Las ciencias del cuerpo y el desarrollo de la industria de la dieta ejercen un firme poder de
disciplinamiento mediante auto vigilancia. Las formas contemporáneas de fabricación de
aspectos plantean el atractivo físico y el peso corporal, no solo como socialmente deseables
sino moralmente correctos.
Esto implica que es posible “leer” en la apariencia corporal los signos que delatan
determinados atributos morales. Por esto el urbanita del siglo XIX debió moderar las
apariencias: los signos exteriores pueden reflejar verdades profundas, sólo el pasar
desapercibido asegura protección.
Hacia fínales del siglo XX la lógica indiciaria no opera sólo sobre los artificios del ropaje, sino
que ahora es el cuerpo el que emite claras señales de ciertos rasgos que permanecerían
inadvertidos si el lenguaje corporal no los desnudara. No habla solo de jerarquías sociales,
sino también de jerarquías morales. Una constitución “hética” (extrema delgadez) materializa
una personalidad “ética”. Un físico que no responda a las normas identifica al portador como
poco aplicado, con escasa predisposición al sacrificio y la responsabilidad ya que no ha
cultivado la categoría moral de la autocorrección. En cambio si tenes un cuerpo que cumple
con los canones de belleza vas a tener valores como disciplina, autoestima y
responsabilidad y vas a estar mejor posicionado en los distintos mercados (laboral, amistad,
matrimonial).
En una sociedad regida por la moral del mercado, el sujeto alcanza alto valor de cambio
cuanto mayor sea su status corporal y entonces el cuidado obsesivo de la imagen conduce
paradójicamente a la destrucción de lo que quiere realzar, a la agresión y al daño del propio
cuerpo.
Conceptos clave del contexto para entender de donde surge este modelo:
- Juvenilizacion de la cultura (década del 60): todos los movimientos sociales están
relacionados con los jóvenes (rock and roll, movimiento hippi, pop-art, indumentaria

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femenina, movimientos por la paz, mayo francés, activismo partidario, el Cordobazo,
revolución sexual). Los ojos del mundo empiezan a mirar a la juventud. Son jóvenes
hijos de feministas. Hasta ese momento la juventud no era un modelo de referencia a
seguir.
- Universalización y occidentalización de patrones estéticos: todo occidente comparte
el mismo patrón de belleza. Se universaliza por medio de la televisión, es el medio
masivo que se instala en los hogares. Modelo ingles Twiggy se convierte en el icono
de belleza de la época (híper delgada, andrógina, sin desarrollo de caracteres
sexuales).
La dieta como modo de control social:
Será el encierro del corsé la figura emblemática de la pedagogía que moldea los gestos,
usos y comportamientos de lo corporal en el siglo pasado. Se tenía miedo al hambre. La
ciencia justificaba las diferencias. Reconocimiento del individuo en el espacio público a
través de la indumentaria. Dieta como un modo de posicionarse políticamente (privarse de
alimentos asociados al lujo burgués, o relacionado a la religión). Los cuerpos considerados
bellos se encontraban en las artes visuales y en la literatura.
En la sociedad de consumo el miedo a la abundancia y el exceso se traduce la miedo a la
gordura. La ciencia sustenta las similitudes, estandariza y debes encajar en esos
parámetros. Reconocimiento del individuo en el espacio público a través del cuerpo. Dieta
con fines estéticos. Se buscan los cuerpos bellos y legítimos en publicidades y medios
masivos de comunicación. La mujer es socializada en la noción de que los atributos físicos
son las cartas para el éxito personal y para mayores aptitudes sociales. Hacia el fin del siglo
XIX surge un cuerpo que se hace y se regula desde adentro. Es capaz de auto modelarse y
someterse a las disposiciones de sus propias facultades a través de la autodisciplina y la
autovogilancia. Se presenta el modelo de la delgadez como un novedoso proyecto de vida.
En el siglo XX el cuerpo se va convirtiendo paulatinamente en el lugar de la identidad
personal. Es la realidad misma de la persona.
La población de riesgo, que recibe el mayor efecto de los mensajes de búsqueda de
perfección corporal son mujeres adolescentes y jóvenes, occidentales, pertenecientes a
niveles socioeconómicos medios y medios-altos. La joven tiende más que el varón a
identificarse con su propio cuerpo. Durante la adolescencia el cuerpo está en constante
evolución, y la propia aceptabilidad dependerá en gran medida de los criterios legitimados
por el grupo de pertenencia.
Los medios masivos de comunicación han universalizado la prescripción de los cuerpos
deseables. Pero al mismo tiempo que la publicidad permite internalizar los estereotipos de la
apariencia legitima, se difunde el mensaje contradictorio del consumismo ilimitado.
Por otra parte, lo que gusta no es lo sano. Los rituales dietéticos son la vía para la belleza y
el reconocimiento social.
La particularidad de las patologías de la abundancia es que están sustentadas en conductas
que por una parte implican un gesto de individuación –en realidad un proceso de
seudoliberación- y por otra, reproducen mandatos que reflejan el espíritu actual. Responden
a la lógica del mercado: en estas patologías el individuo se autoconsume.
Unidad 4. Bauman- consumismo vs consumo.
El consumo en cuanto ciclo metabólico de ingesta, digestión y excreción, es la condición
permanente e inamovible de la vida y un aspecto inalienable de ésta. No está atado ni a
épocas ni historia. Se practica sin planificación. Es individual. Cambia su sentido al pasar del
consumo al consumismo. Cuando el consumo se torna particularmente importante o
central, cuando se convierte en el propósito de la existencia de la humanidad es el momento
en que se pasa al consumismo y nuestra capacidad de querer, desear y anhelar es el
fundamento de toda la economía de las relaciones humanas. Es un acuerdo social.
Los modelos de consumismo, de sociedad de consumidores y de cultura consumista
propuestos son tipos ideales que se utilizan para comprender un aspecto crucial de la
sociedad en que vivimos, y construir un relato coherente de ella. Lo que Max Weber
denominó “tipos ideales” son herramientas útiles para relucir ciertos aspectos de la realidad

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social descrita mientras que dejan en la sombra otros aspectos menos relevantes. Son
métodos de análisis de la realidad. Son arquetipos abstractos.
Sociedad de productores: capacidad y voluntad de producir y trabajar. Planificación a
largo plazo y durable en el tiempo. Promesa de seguridad. Estabilidad y ascenso laboral.
Posesiones durables, grandes, útiles, pesadas y sólidas. Tiempo lineal. Dinámica de la
economía: producción y almacenamiento. Posterga la gratificación, se espera para estar
satisfecho, gratificación diferida. Las instituciones de control predominantes son de
secuestro y panópticas. Persevera y triunfaras, idea de progreso.
Sociedad de consumo: voluntad de consumir. La planificación o estabilidad es vista como
un fracaso, no es un anhelo ni es positivo, indica estancamiento. El tiempo es puntillista:
cada momento implica una oportunidad de hacer algo y muchas oportunidades
desaprovechadas. Puro presente e instantaneidad. Gratificación inmediata, instantánea y
efímera. Las instituciones de control predominantes son la publicidad y medios de
comunicación. La naturaleza es el consumo como motor principal de la sociedad.
Se da una economía del engaño, del exceso y de los desechos.
- Economía del engaño que apuesta a la irracionalidad de los consumidores y no a las
decisiones bien tomadas. Se despierta la emoción consumista, no la razón.
- Economía del exceso porque el crecimiento exponencial de productos llega a un
punto en el que la oferta excede la capacidad de demanda. Un claro ejemplo es el de
la información. La cantidad de información disponible hoy día en los diarios es tan
extensa que es imposible de asimilar en su totalidad.
- Economía del desecho: Productos que vienen de fábrica con obsolescencia
programada. Bienes simbólicos, sin valor de uso. Primero aparecen los productos y
luego se les encuentra alguna utilidad. Dinámica de la economía: consumir,
desechar y reemplazar.
El principal atributo de la cultura consumista es la búsqueda de la felicidad. Promete
felicidad en la vida terrenal, aquí y ahora. En consecuencia, se niega a tolerar toda clase de
infelicidad. Aunque esto dista mucho de decir que el consumismo es un síntoma de felicidad.
Por el contrario, someterse plenamente al consumo más allá de las necesidades básicas
promueve la desafección y la inseguridad personal. La promesa de satisfacción es parte del
engaño de la sociedad de consumo y se nutre de los deseos insatisfechos. La insatisfacción
es el motor de la economía, y se renueva constantemente tras cada intento fallido de
satisfacer dichos deseos.
Conceptos:
Actitud disciplinante (Simmel): melancolía o dolencia del consumidor. Choque entre la
obligación, compulsión o adicción a elegir y la incapacidad de hacer esta elección.
Procastinacion: postergar actividades o diferir algo en la sociedad de productores está bien
visto. En la sociedad de consumidores no ya que es desaprovechar oportunidades.
Postergar actividades importantes para hacer actividades que nos den satisfacción
instantánea está bien
Adiafolizacion: proceso de neutralización moral. El mercado te vuelve neutro moralmente,
indiferente hacia el otro. Lo que la burocracia hacía en la sociedad de productores ahora lo
hace el mercado. Te quita de encima la responsabilidad del otro para consumir, es un acto
individualista.
Silenciamiento silente: mantenimiento del esquema, capacidad de absorber cualquier
disenso que se oponga a la sociedad de consumo para reciclarlo luego como recurso para
su propia reproducción, fortalecimiento y expansión a través del consumo. Es un proceso
fagico. Tiene la capacidad de fagocitar aquellos discursos que la contradigan y generen
conflictos.
Senett- Política de consumo
Wal-Mart se plantea como ejemplo culminante de empresa, donde la productividad deriva
de la permanente innovación gerencial y los empleados son tratados como temporales. Se
vende de todo, y barato en el mismo sitio y ya no hay mediadores (vendedores): el
consumidor elige de la góndola en base a lo que la publicidad le mostró (imaginación y
mercadotecnia). El ejemplo de Walmart es perfecto para analizar la nueva política en función

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de la nueva economía, ya que las mismas tácticas que utilizan esta mega-empresas para
con sus consumidores están siendo utilizadas por los políticos para con sus votantes. Se
habla entonces de mercadotecnia política, y se relaciona la manera con que la gente elije
artículos en Walmart con la forma en que elige a sus representantes. Finalmente, en el
nuevo capitalismo, los votantes pasan a ser consumidores de política. La publicidad coloca
en el mercado las personalidades y las ideas de los políticos (perdida de la política local
mediadora).
El autor define a la economía actual como “la pasión que se auto-consume”, donde se dan la
mano el hartazgo y el derroche. El capitalismo provoca la expansión del deseo (desear el
deseo indefinidamente) y el posterior desgaste del placer en la posesión (pasión que se
autodestruye). En el siglo XX se plantean como explicación para esta pasión que se
autoconsume:
- Motor de la moda: la publicidad y los medios de comunicación hacen que la gente se
sienta insatisfecha con lo que tiene. El mal es la mercadotecnia.
- Obsolescencia programada: se producen los bienes para que no duren. El mal es la
producción.
Según Sennet ambas posturas asignan al consumidor un rol pasivo y no alcanzan para
explicar por qué consume la gente. Para el autor el consumidor es activo y responsable, es
por esto que agrega dos explicaciones más: plataforma y dorado y potencia.
El sistema de marcas trata de que un producto básico que se vende en todo el mundo
parezca distinto, trata de disimular la homogeneidad.
La plataforma consta de un objeto básico, la estructura a la que se le imponen cambios
poco importantes y superficiales (el dorado) con el propósito de convertirlo en producto de
una marca determinada. El dorado son las diferencias que se vuelven importantes debido al
plus de valor ligado al prestigio. A veces es la marca pero no únicamente, por ejemplo,
distenciones de productos en la misma marca.
La producción de plataformas es trabajo duro y tiene lugar en países de bajos salarios del
mundo subdesarrollado, mientras que el dorado se realiza en plantas cercanas a los
mercados locales.
Al consumidor, la marca tiene que impresionarle más que la cosa misma. Si las compañías
realzan las virtudes de la pura utilidad y la posesión, venderán menos. Imaginar diferencias
reviste la máxima importancia en la producción de ganancias. Si se puede magnificar esa
diferencia, el espectador experimentará la pasión del consumo.
Las marcas utilizan la descontextualización para crear variaciones de un tema ilusorio (por
ejemplo, que un pasajero de clase business vuela más rápido que los que van en la parte de
atrás del avión). El consumidor imagina y magnifica las diferencias entre productos, esboza
argumentos para justificarse a sí mismo. Dan sentido de permanencia hacia el grupo de
consumidores.
La potencia es comprar equipamientos cuyas capacidades nunca se utilizarán íntegramente
(un iPod para almacenar diez mil canciones). Atractivo de lo ilimitado. Tener más de lo que
una persona podía usar jamás.
La pasión por el consumo adopta dos formas: compromiso activo en la imaginación y
estimulación mediante la potencia. El consumidor que entra en el juego del mercado de la
imaginación puede perder el sentido de la proporción y tomar como objeto real de valor el
dorado y no su plataforma.
Ibáñez- Una publicidad que se anuncia a si misma

Capitalismo de producción o industrial: el fabricante realizaba estudios de mercado con


lo cual investigaba las necesidades de los consumidores y luego producía productos para
satisfacer esas necesidades. La publicidad es referencial porque hace referencia al
producto, habla de la necesidad que tiene el consumidor de consumir ese objeto. Ese objeto
tiene la característica de solidez y de consumar el deseo. La marca de un producto,
marcaba al producto. El valor privilegiado es el valor de uso, su funcionalidad o utilidad.
Transforma a las personas y las cosas en valor de uso. A la gente en valor de trabajo y a las
cosas en materia prima.

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Capitalismo de consumo: No se investigaban las necesidades; el fabricante trata de
producir necesidades más que de producir productos; forma a los consumidores para que
sientan la necesidad de consumir. Se gasta más en publicidad y menos en producción.
Objetivo de la publicidad: transformar en objeto al consumidor.
La publicidad es estructural: No se refiere a los productos, sino que se refieren a sí misma
y de quienes van a consumirla. El anuncio describe el modo de vida de los consumidores de
ese producto. Pierden la referencia como x ej. jugo tang. La referencia era la naranja
exprimida pero a medida que avanza el capitalismo pierde esa referencia y pasa a ser un
polvo industrial. El signo reemplaza al producto.
La marca, marca al consumidor, como miembro del grupo de consumidores de la marca. Un
ej. de una marca, que marca al consumidor, es la de los pantalones Lee (lee te identifica) tu
identificación social es en función de las marcas que compras y consumís.
El valor privilegiado es el valor de cambio semántico que construye la publicidad mediante
palabras.
Pero cualquiera no puede consumir cualquier cosa: la publicidad dice quién puede o no
consumir tal cosa y que productos o marcas corresponden a la condición social de cada
uno.
Déficit espacial: los productos para las clases oprimidas simulan modelos para clases
dominantes, pero son en realidad mucho más deficientes.
Déficit temporal: las clases dominantes traspasan a las oprimidas los modelos usados,
ahora es de modelos.

Valor de uso, de cambio económico y semántico: Los productos tienen valor de uso,
valor de cambio económico y valor de cambio semántico, éste último se construye a través
de la publicidad y está ganando cada vez más poder. Este valor semántico le da prestigio,
pertenencia de clase, estatus a quien lo consume. Por lo tanto tiene un valor en el lenguaje.
El consumidor se convierte en consumido por el bien.
Neguentropia: da forma al consumidor, lo jerarquiza.

- Diferencia entre sujetos domesticados y domados:

Doma: refiere a los sectores dominantes que enseñan las reglas del juego. Tienen un
margen más de libertad. Los domados por el sistema capitalista, los que transitan los
espacios desterritorializados, los que transitan el proceso de mundialización de la cultura y
que pueden construir y comprender las significaciones de los significados. Deben funcionar
como proyectiles.
Domesticación: Son las clases dominadas, las que aplican las reglas del juego. La
publicidad es el mecanismo de domesticación por excelencia. Moldea a los consumidores.
Consumen las significaciones construidas por los domados. Deben funcionar como objetos.
Ibáñez no considera la libertad en ningún caso en la sociedad de consumo.

Naomi Klein- La fábrica abandonada- No logo


En el modo fabril, las empresas tenías que producir productos de calidad. A partir del 1980,
las empresas debían producir ante todo marcas, no productos. Este cambio se produjo
porque las empresas llegaron a la conclusión de que eran demasiado grandes, que tenían
demasiadas propiedades y empleados y que estaban atadas a demasiadas cosas. El
proceso mismo de producción ya no era la ruta del éxito sino un estorbo intolerable. Así fue
cómo surgió un nuevo tipo de organización, las del tipo de Nike o Microsoft. Plantearon que
la producción de bienes solo es un aspecto secundario de las operaciones y que gracias a
recientes victorias logradas en la liberalización del comercio y las reformas laborales,
estaban en condiciones de fabricar sus productos por medio de contratistas extranjeros
(externalización o tercerización barata). Lo principal que producían estas empresas no eran
cosas, son imágenes de sus marcas.

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Cuando los artículos de consumo eran lo importante de una marca, las empresas
desplegaban sus logos en la fachada de las fábricas. Ahora muchas multinacionales de
marca dicen que la localización de sus secciones de producción es un “secreto comercial”.
Esto produce que una cantidad cada vez mayor de empresas importantes y rentables del
mundo se desentiendan de los temas laborales.
Esto implica miles de despidos y el traslado de la producción a países como Sri Lanka,
Indonesia, Filipinas, Corea y Taiwán ya que estos proporcionan exenciones impositivas,
leyes tolerantes y servicios de fuerzas armadas para reprimir el descontento laboral así
como salarios muy bajos y jornadas largas que pueden llegar a tener una extensión de 12 a
14 horas, para generar así una zona de libres privilegios a estos empresarios que invertirán
en ellas. De esta manera nacen las zonas de procesamiento de exportaciones o ZPE en las
cuales los derechos de los obreros se ven vulnerados, aunque esto se ve minimizado frente
al temor de perder sus trabajos y al miedo tanto del gobierno como de las fábricas de perder
sus “marcas clientes”. Finalmente la relación con estos países termina cuando aparecen
otros lugares que les ofrecen aún mejores condiciones de producción. No así mejores
condiciones para los trabajadores.
En esas zonas se instalan grandes talleres con un enorme control sobre los trabajadores,
sus ideas, sus cuerpo y su tiempo- Aquí volvemos a una etapa pre foucaultiana, en la que es
una fábrica prisión, en estos talleres hay diversas marcas, la mano de obra son mujeres
jóvenes desarraigadas de sus lugares de origen.
Este sistema es funcional al capitalismo actual debido a que es sostenido por la “teoría del
goteo” mediante la cual se proyecta una imagen de país en desarrollo, debido a que las ZPE
son programas de creación de empleos, y se espera que con el tiempo los salarios de los
trabajadores permitan lograr el desarrollo sostenible de la economía local. El conflicto de
esta teoría es que debido a la competencia entre países en vías de desarrollo para atraer
capitales extranjeros se posterga la aplicación de las leyes laborales nacionales y se
generan salarios cada vez más bajos por lo que los obreros nunca adquieren suficiente
dinero más que para satisfacer sus necesidades básicas, no pudiendo así estimular la
economía nacional o el mercado interno relegando el futuro del país. Los únicos ganadores
son las empresas quienes trasladan su producción al país que le dé mejores beneficios y no
generan ningún tipo de ganancia en el país en el que se instalan. La ganancia de estas está
en la precarización, la flexibilización de los trabajadores.

Casullo- El debate de la modernidad-posmodernidad.

Nosotros estamos formados por una serie de elementos que forman parte de lo que está
aconteciendo en relación a este mundo histórico cultural de ideas. Casullo se pregunta si la
modernidad terminó, esto lo pone en términos de crisis y destaca que nuestro presente está
marcado por los siguientes elementos:

1) Crisis del sistema capitalista: se pasa de un capitalismo de producción a un


capitalismo de consumo. El capitalismo sufre una crisis de reformulación. Capital
financiero especulativo por sobre el clásico capital de inversión industrial.
2) Crisis del Estado de bienestar: Ahora todo lo regula el mercado. Este Estado era el
encargado de garantizar, proteger y organizar la fuerza de trabajo.
3) Crisis de la opción alternativa al capitalismo: Caída del socialismo real, que
parecía ser la única salida viable al capitalismo. Crisis de todos los proyectos
teóricos, prácticos, políticos, ideológicos socialistas, comunistas, nacionalista, etc.
Triunfo de un ideal dominante: el capitalismo.
4) Crisis de los sujetos sociales históricos: Caída de la clase obrera, de los
sindicatos. La clase obrera contenía en ella el poder de un cambio, de crear un
nuevo mundo poscapitalista (en los años 60). Perdió poder político. Surgen otros
sujetos como los migrantes y corrientes migradoras millonarias en número.

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5) Crisis de la sociedad del trabajo: crisis del modelo sociocultural. Por variantes
tecnológicas, de recambio productivo, etc. Se pasa a una sociedad de consumo.
6) Crisis de las formas burguesas de lo político y la política: Es la crisis de la
capacidad de actuación de la forma tradicional del partido político. Cae la política
como forma de transformación de la realidad. La ocupación del Estado lleva a una
indistinción de los partidos políticos, todos son semejantes entre sí. Los políticos
tienen asesores de imagen y están vacíos de significados.

Factores emergentes:

7) Revolución tecnológica: La emergencia de un tiempo cultural de reconversión y de


revolución tecnológica. Reemplazo del hombre por maquinas, quiebre de lógicas
productivas, reformulación de tipos de categorías y niveles de trabajo. ¿Cómo se
puede pensar una sociedad que nunca volverá a ser una sociedad de pleno empleo?
Las nuevas tecnologías anunciaban un mundo feliz sin embargo se han potenciado
la cantidad de personas excluidas y la concentración de la riqueza es mucho mayor
que en los orígenes del capitalismo.
Esta reconversión produce mutaciones en la escena actual frente a las cuales las
políticas no dan respuesta.
8) Cultura de consumo. Desde los poderes del capital se tiene la posesión del
mensaje de masas, informativo, publicitario, de entretenimientos, deportivo sobre lo
social. La cultura de consumo cubre casi todos los aspectos conformadores de la
vida. Encontrar identidad en lo que se consume o ambiciona consumir.

Nos encontramos con una nueva escena histórica donde los teóricos de la cultura se
plantean un tiempo reflexivo sobre qué es hoy lo moderno, en qué consistió ese modelo que
hoy está en crisis.
En la década del 80 a fines del siglo XX se instala un debate entre dos conceptos:
modernidad y posmodernidad.
Lo moderno fue este proceso de racionalización a partir de la centralidad de la razón
organizado en distintas esferas del saber: la esfera cognitiva, de la ciencia cuyo principio
reactor es la búsqueda de la verdad; la esfera normativa, cuyo principio reactor es la moral,
ética y justicia y la esfera expresiva, del arte cuyo principio reactor es la belleza, la estética.
Sin embargo las esferas del saber parecieran ya no poder cumplir eficazmente esa misión
de dar respuestas claras y confiables. En el siglo XX surge el arte vanguardista que no
busca la belleza convencional, va a cuestionar la función del arte, tienen un poder
revolucionario.
Lo moderno implica renovación, transformación, progreso, utopías y proyección. Presencia
de grandes narrativas (explicaciones totalizadores del sujeto y del mundo, ej. marxismo).
La postmodernidad es una noción conceptual que estable que estamos más allá de la
modernidad, es decir, que hubo un corte profundo, decisivo y terminante cultural en el que
se agotaron las razones de la modernidad para dar cuenta de la propia historia por sus
propios fracasos. Lógica cultural del capitalismo tardío. Disfrutar la vida y del presente
inmediato (hedonismo). No hay historia, utopías, proyección ni transformación. Implica
neoconservadurismo.

Para concluir el autor cita varios autores:

Habermas: defensor de la modernidad. “si la modernidad cae, queda la irracionalidad.”


Momento de quiebre: entra en crisis el proceso racionalizador. Las variables que causaron el
quiebre son variables irracionalistas, nihilistas, antimodernas, conservadoras, variables
posmodernas. Hoy en día no podemos decir si el avance tecnológico sirve y en cualquier
circunstancia: Chernobyl es la más avanzada ciencia por un lado y por el otro lado significa
muerte, la tala de árboles significa papel pero a su vez deforestación.

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Se habla de una crisis del sujeto: del sujeto portador de razón. El sujeto conciencia. El sujeto
fue la base y el fundamento de la era moderna.
Distingue dos tipos de razones, la crítica y la instrumental. La razón crítica es la razón ligada
a la ética y que se cuestiones siempre por los fines. En cambio la razón instrumental es una
razón usada como herramienta para lograr un fin, no se plantean límites éticos.

Berman: La pérdida de la doble alma del sujeto moderno del siglo XX (Marx y Nietzche) nos
estaría indicando que estamos viviendo una suerte de larga agonía de lo moderno. Cree que
en la juventud hay algunas ideas modernas, pero como etapa, ésta ya terminó aunque
puede vigorizarse.

Lyotard: La modernidad es una etapa que ha concluido por la caída de los metarrelatos
(explicaciones totalizadoras) propias del mundo moderno. Ya no tienen la fuerza,
envergadura, ni el poder de persuasión para hacerse creíbles. En su lugar surgen relatos
fragmentados, pluralidad de relatos no totalizadores, razones circunstanciales a partir del
mensaje massmediatico. Cree en la posmodernidad.

Gluksmann: Si no hay razón hay irracionalidad. La posmodernidad implicaría una


irracionalidad de tendencia conservadora alimentada por los medios de comunicación.
Atrofia de la experiencia y neoconservadurismo. Los medios construyen la realidad. Todo
está atravesado por lo mediático, en realidad lo que exista o no exista ya no importa. El
sujeto está expuesto a confundir la realidad. Nos encaminamos hacia la posmodernidad, es
un momento de transición.
Vivimos en la era del simulacro. Si no pasa por la pantalla no existe, y que no exista (que no
se transmitan las imágenes) es una consecuencia que no es natural. La realidad que
muestran los medios es un simulacro ya que lo que muestra está editado o manipulado.

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