Tema 2.

Los Apóstoles y los padres

Apostólicos
1. La expansion del Evangelio

2. Los Padres Apostólicos

3. La Iglesia Primitiva
 LA EXPANSION DEL EVANGELIO
La iglesia primitiva en Jerusalén

Esta expansión comenzó

en el día de Pentecostés.
La multitud allí presente
de judíos y conversos al
judaísmo, provenía de
“todas las naciones bajo el
cielo” (Hch 2:5).

Para enfatizar la
participación en la
expansión, Lucas enumera
todas las naciones
representadas (Hch
2:8-11). De la multitud que
se reunió, alrededor de
tres mil se añadieron a los
creyentes (Hch 2:41)
LA EXPANSION DEL EVANGELIO
LOS GENTILES

El papel del apóstol Pedro Mientras tanto, en

Fenicia, Chipre y
Antioquía, el
Pedro es el que toma ministerio judío
la iniciativa en crecía
evangelizar a los considerablemente,
gentiles, siguiendo gracias a la labor de
una visión y órdenes los que habían
divinas (Hch 10). huido allí por causa
de la persecución.
En Antioquía,
algunos hombres
procedentes de
Chipre y Cirene
evangelizaban
también a los
griegos. (Hch 11:19
ss).
 LA EXPANSION DEL EVANGELIO
LOS GENTILES

El Concilio de Jerusalén 49-50 D.C.

En esta asamblea (Hch 15) se

abordó el problema de los
gentiles conversos con respecto
a si debían cumplir con la ley y
ser circuncidados. Una vez que
Pedro testificara que tanto los
judíos como los gentiles eran
salvos por gracia, Jacobo,
hermano del Señor y ahora líder
de la iglesia en Jerusalén, se
dirigió a la asamblea. Luego se
elaboró una carta, la cual fue
enviada con Pablo y Bernabé
junto con dos representantes de
la iglesia de Jerusalén, Silas y
Judas. Aunque la circuncisión ya
no era obligatoria, se
mantuvieron algunas leyes
referentes a los alimentos.
 LA EXPANSION DEL
El Concilio de Jerusalén 49-50 D.C.EVANGELIO

Hch. 15) LOS GENTILES

 Y algunos descendieron de Judea y enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de
Moisés, no podéis ser salvos. 2 Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, los
hermanos determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles
y a los ancianos para tratar esta cuestión. 3 Así que, siendo enviados por la iglesia, pasaron por Fenicia y
Samaria, relatando detalladamente la conversión de los gentiles, y causaban gran gozo a todos los
hermanos. 4 Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e
informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos. 5 Pero algunos de la secta de los fariseos que habían
creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos y mandarles que guarden la ley de Moisés.
6 Entonces los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto. 7 Y después de mucho
debate, Pedro se levantó y les dijo: Hermanos, vosotros sabéis que en los primeros días Dios escogió de
entre vosotros que por mi boca los gentiles oyeran la palabra del evangelio y creyeran. 8 Y Dios, que conoce
el corazón, les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, así como también nos lo dio a nosotros; 9 y
ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. 10 Ahora pues, ¿por qué
tentáis a Dios poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos
podido llevar? 11 Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, de la misma manera
que ellos también lo son.
12 Toda la multitud hizo silencio, y escuchaban a Bernabé y a Pablo, que relataban las señales y prodigios
que Dios había hecho entre los gentiles por medio de ellos. 13 Cuando terminaron de hablar, Jacobo
respondió, diciendo: Escuchadme, hermanos. 14 Simón ha relatado cómo Dios al principio tuvo a bien
tomar de entre los gentiles un pueblo para su nombre. 15 Y con esto concuerdan las palabras de los
profetas, tal como está escrito:
16 Despues de esto volvere, y reedificare el tabernaculo de David que ha caido. Y reedificare sus ruinas, y lo
levantare de nuevo,
17 para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles que son llamados por mi nombre,
18 dice el Señor, que hace saber todo esto desde tiempos antiguos.
 LA EXPANSION DEL
El Concilio de Jerusalén 49-50 D.C.EVANGELIO

Hch. 15) LOS GENTILES

19 Por tanto, yo opino que no molestemos a los que de entre los gentiles se convierten a Dios, 20 sino que
les escribamos que se abstengan de cosas contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado
y de sangre. 21 Porque Moisés desde generaciones antiguas tiene en cada ciudad quienes lo prediquen,
pues todos los días de reposo es leído en las sinagogas.

22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, escoger de entre ellos
algunos hombres para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas,
hombres prominentes entre los hermanos, 23 y enviaron esta carta con ellos:
Los apóstoles, y los hermanos que son ancianos, a los hermanos en Antioquía, Siria y Cilicia que son de los
gentiles, saludos.
24 Puesto que hemos oído que algunos de entre nosotros, a quienes no autorizamos, os han inquietado con
sus palabras, perturbando vuestras almas, 25 nos pareció bien, habiendo llegado a un común acuerdo,
escoger algunos hombres para enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, 26 hombres que
han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Por tanto, hemos enviado a Judas y a
Silas, quienes también os informarán las mismas cosas verbalmente. 28 Porque pareció bien al Espíritu
Santo y a nosotros no imponeros mayor carga que estas cosas esenciales: 29 que os abstengáis de cosas
sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os guardáis de tales cosas, bien
haréis. Pasadlo bien.

30 Así que ellos, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía; y reuniendo a la congregación,
entregaron la carta; 31 y cuando la leyeron, se regocijaron por el consuelo que les impartía. 32 Siendo Judas
y Silas también profetas, exhortaron y confortaron a los hermanos con un largo mensaje. 33 Y después de
pasar allí algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a aquellos que los habían
enviado. 34 Pero a Silas le pareció bien quedarse allí. 35 Mas Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía,
enseñando y predicando con muchos otros, la palabra del Señor.
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LA MUERTE DE LOS APOSTOLES

El apóstol Pedro

Basándonos en la Primera Epístola

de Pedro, suponemos que el apóstol
se encontraba en Roma (1 Pe 5:13,
“Babilonia”),
Donde se dice que fue martirizado
en el año 64 d.C. (1 Clemente 5), lo
que le dio gran prestigio a la iglesia
en Roma.

Pedro escribió dos epístolas, y sus

sermones registrados en Hechos
parecieran ser la base de los relatos
de Marcos en su Evangelio.

En Los Hechos de Pedro,

documento apócrifo, se relata el
martirio de Pedro, en el que se dice
que fue crucificado con la cabeza
hacia abajo, para no imitar a su
maestro.
 LA EXPANSION DEL EVANGELIO
LA MUERTE DE LOS APOSTOLES
Jacobo o Santiago
Jacobo continuó siendo el líder de la iglesia
en Jerusalén hasta su muerte en el año 62
d.C.. Josefo (Ant. 20.200s) relata cómo el
sumo sacerdote Ananus utilizó un lapso de
tres meses antes del nombramiento de un
nuevo procurador, para ejecutar
sumariamente a Jacobo, luego de un juicio
ilegal llevado a cabo por el Sanedrín.
Ananus fue rápidamente depuesto por
Agripa II, para aplacar la ira de los romanos.
El apedreamiento de Jacobo no atrajo la
misma atención popular que el de Esteban.
Jacobo era conocido por su devoción y sus
oraciones, y no fue acusado de hablar en
contra del templo. En su epístola vemos
reflejados temas tales como el dominio
propio, la misericordia y la rectitud.
Aun cuando se cree que otro familiar de
Jesús reemplazó a Jacobo (es decir, su
primo Simeón, hijo de Cleofas (ver Nuevo
Eusebio pág. 109; ver también Jn 19:25), la
iglesia en Jerusalén no habría de
recobrarse. Antes de la revolución judía del
año 66 d.C., aparentemente advertidos por
un ‘oráculo’ (como pretende Eusebio), los
cristianos huyeron a Pela, en Transjordania,
y Egipto. El emperador Vespaciano aplastó
la rebelión judía, y Jerusalén fue destruida
en el año 70 d.C..
 LA EXPANSION DEL EVANGELIO
Lo último que sabemos de
LA MUERTE DE LOS APOSTOLES
Pablo en el relato de Lucas en
Hechos, es que se encuentra
en Roma bajo arresto
domiciliario. Aun cuando El Apostol Pablo
existe gran debate acerca de
los últimos años de vida de
Pablo, es muy probable que
haya sido liberado.
Relatos que apoyan esta
posición son los que
encontramos en el relato de
Lucas donde Festo dice que
Pablo no había hecho nada
para merecer la muerte,
opinión que también
compartía Agripa (Hch 25:25,
26:32).
Esto da lugar a nuevos viajes a
Éfeso, Troas, Macedonia y
Creta, antes de su arresto final
y ejecución inminente (2 Ti 1:8;
véase 4:6). Pablo escribió 1 y 2
de Timoteo, y Tito, durante
este período.
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La muerte de los apostoles

Andres

los detalles son confusos, pero la

Enciclopedia católica muestra esto:
Es generalmente aceptado que fue
crucificado por orden de la
Gobernador romano, Aegeas o
Aegeates, en Patrae en Acaya, y que
él fue atado, no clavado, en la Cruz,
con el fin de prolongar sus
sufrimientos.
La Cruz en que padeció comúnmente
se muestra como la Cruz en forma de
x, ahora conocida como de San
Andrés, aunque la evidencia para
esta visión parece ser no más vieja
que el siglo XIV. Su martirio tuvo lugar
durante el reinado de Nerón, el 30 de
noviembre del 60.
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La muerte de los apostoles

Bartolome

Bartolomé – también de la
Enciclopedia católica
La manera de su muerte, se
produciría en Armenia, en
Albanopolis, es incierto; según
algunos, sería decapitado, para otros,
desollado estando vivo y crucificado,
cabeza abajo, por mandato de
Astyages, por haberse convertido su
hermano, Polymius, rey de Armenia.
Sus reliquias se creen por algunos
que se conservan en la iglesia de St.
Bartolomé, en Roma.
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La muerte de los apostoles

Tomas

Predicando el Evangelio
obtuvo el martirio. Por
haber convertido a la
esposa y el hijo del
prefecto de la ciudad
India de Melipur, el
apóstol fue encerrado en
prisión, sufrió tortura y
finalmente, fue
atravesado con 5 lanzas,
partió hacia el Señor.
Parte de las reliquias del
Tomás apóstol están en
la India, en Hungría y en
el Monte Athos.
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La muerte de los apostoles
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IGLESIA ROMANA IGLESIA ORTODOXA

LATIN GRIEGO

OCCIDENTE ORIENTE