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Insuficiencia respiratoria
R. Rodríguez-Roisín
La función esencial del aparato respiratorio consiste en garan- Dado que el concepto de insuficiencia respiratoria se relacio-
tizar que el intercambio pulmonar de gases sea adecuado; es de- na con los valores de la PaO2 y la PaCO2 es importante conocer 5
cir, procurar unos niveles óptimos de oxígeno (O2), imprescin- todas aquellas situaciones que pueden determinar valores in-
dible para la vida celular, y permitir simultáneamente la correcta correctos (p. ej., desconocimiento de la FiO2) e inducir, por tan-
eliminación del anhídrido carbónico (CO2) producido por el to, una interpretación errónea. Sin embargo, no siempre resulta
metabolismo tisular. Para que este intercambio sea correcto es fácil interpretar correctamente la alteración de los gases arteria-
necesario que las funciones esenciales del aparato respiratorio, les, en particular cuando el paciente se encuentra en condiciones
control de la ventilación, ventilación alveolar, difusión alveolocapi- críticas, ya que junto con los factores intrapulmonares que regu-
lar y perfusión pulmonar, se realicen de forma adecuada. Cual- lan el intercambio gaseoso existen otros, de origen extrapulmo-
quier alteración en una o en varias de estas funciones origina el nar, que también influyen (tabla 80.1). La reducción de la venti-
fallo en el intercambio pulmonar de gases, que provoca insufi- lación minuto y/o del gasto cardíaco y/o el aumento del consumo
ciencia respiratoria. Este se define como el estado o situación en de O2 tienden a minimizar el valor de la PaO2, independiente-
el que los valores en sangre arterial de la presión parcial de O2 mente del estado de los determinantes intrapulmonares, y, a la
(PaO2) se sitúan por debajo de 60 mm Hg (8 kPa), con exclusión inversa, el aumento de las dos primeras variables extrapulmona-
de la hipoxemia secundaria a comunicaciones intracardíacas de res citadas y/o la reducción del consumo de O2 conducen a la op-
derecha a izquierda, y/o los de la presión parcial de CO2 (PaCO2) timización de la PaO2, cualquiera que sea el estado de los facto-
son iguales o superiores a 50 mm Hg (6,7 kPa), con exclusión de res intrapulmonares.
la hipercapnia secundaria a alcalosis metabólica, respirando aire
ambiente, en reposo y a nivel del mar. Este concepto es biológico
y depende exclusivamente del valor de los gases en sangre arterial.
La pulsioximetría sólo mide la saturación de la oxihemoglobi- Hipoxemia, hipercapnia e hipoxia tisular
na (SaO2) de forma no invasiva, no suple a la gasometría arte-
rial y su registro estima la presencia y grado de insuficiencia Mecanismos
respiratoria (90%). Por tanto, la insuficiencia respiratoria no es
una enfermedad en sentido estricto, sino un trastorno funcio- Existen cuatro mecanismos de hipoxemia (hipoventilación
nal del aparato respiratorio provocado por una gran variedad de limitación de la difusión alveolocapilar de O2, cor-
alveolar, ·
situaciones que, incluso, pueden no afectar al parénquima pul- tocircuito y · /Q ), y dos causas
desequilibrio en las relaciones VA
monar propiamente dicho (p. ej., en las intoxicaciones por so- de hipercapnia (hipoventilación alveolar y desequilibrios en las
bredosis de sedantes y barbitúricos). relaciones V· /Q
· ) (tabla 80.2). La reducción de la PO en el aire
A 2
Los valores normales de PaO2 se sitúan entre 100 mm Hg inspirado, situación que se produce sobre todo en las grandes
(20 años) y 96 mm Hg (70 años) (13,6 y 12,8 kPa, respectiva- alturas, donde la presión atmosférica está reducida, o al nivel
mente), con una media de 100 ± 8 mm Hg (13,3 ± 1,1 kPa), y del mar en circunstancias accidentales excepcionales, es tam-
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tienden a mantenerse a lo largo de la vida (en ese margen des- bién causa de hipoxemia arterial, pero no se considerará en este
cienden tan sólo 6 mm Hg); los valores de PaCO2 también dis- capítulo.
minuyen con la edad (4 mm Hg entre los 20 y 70 años de edad),
oscilan entre 38 y 34 mm Hg, respectivamente, y su media es de
37 ± 3 mm Hg (4,9 kPa). Estos cambios fisiológicos seniles Hipoventilación alveolar
de los gases arteriales reflejan el desequilibrio progresivo, mo- La hipoxemia secundaria a hipoventilación alveolar se acompaña
desto, en las relaciones ventilación-perfusión (V·A/Q· ), de meca- ·
siempre de hipercapnia, de ventilación minuto (VE) reducida y de
nismo incierto. En la práctica clínica se considera que hay hipoxe- diferencia (o gradiente) alveoloarterial de O 2 normal (no eleva-
mia arterial cuando la PaO2 es inferior a 80 mm Hg (10,7 kPa), da) (valores normales inferiores a 15 mm Hg), que se corrige fá-
e hipercapnia arterial cuando la PaCO2 es superior a 45 mm Hg cilmente con la administración de O2 a concentraciones altas.
(6 kPa), en las condiciones basales referidas previamente. Los ejemplos clínicos más representativos son: sobredosis de se-
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Capítulo 80 ■ Insuficiencia respiratoria
diocirculatorio. Conviene asimismo destacar la cianosis periféri- san alteraciones de la permeabilidad capilar pulmonar. Por el
ca, que sólo se observa cuando la concentración de la hemoglo- contrario, la IRC implica la existencia de una enfermedad pre-
bina reducida es superior a 5 g/dL. Su reconocimiento clínico a via, suficientemente prolongada para que el organismo haya
veces es difícil, ya que depende de otros factores asociados, como puesto en marcha una serie de medidas de compensación. Las
el color de la piel, la cifra global de hematíes o el grado de per- determinaciones de los gases en sangre arterial pondrán de ma-
cepción visual del observador. En general, no suele reconocerse nifiesto la existencia de cifras reducidas de PaO2, por lo general
hasta que la cifra de PaO2 se halla por debajo de 40-50 mm Hg entre 40 y 60 mm Hg (5,3 y 8 kPa), con valores de PaCO2 va-
(5,3-6,7 kPa). La hipoxemia crónica se acompaña de apatía, falta riables que pueden ser superiores o inferiores a 45 mm Hg. El
de concentración y respuesta lenta a los diversos estímulos; las ejemplo más representativo de IRC es la EPOC, en la que la his-
manifestaciones cardiovasculares son mínimas, aunque se pueden toria natural de la insuficiencia respiratoria se desarrolla en el
reconocer signos y síntomas propios de hipertensión pulmonar y curso de varios años, a lo largo de los cuales se intercalarán nu-
cor pulmonale. Con frecuencia se asocia a poliglobulia. merosos episodios de descompensación aguda de la IRC, situa-
Las manifestaciones clínicas de la hipercapnia dependen de la ción clínica mucho más grave que la IRC compensada y esta-
rapidez de su instauración. Cuando lo hace de forma aguda pre- ble. No obstante, dado que la insuficiencia respiratoria se define
dominan los trastornos del SNC: desorientación temporoespa- por las anomalías en la PaO2 y/o PaCO2, se la ha clasificado por
cial, somnolencia, obnubilación, coma e, incluso, muerte. Las conveniencia en dos grandes grupos, según que la hipoxemia se
manifestaciones cardiovasculares son mucho más variables y es- asocie o no a hipercapnia (fig. 80.1). A su vez, cada uno de ellos
tán condicionadas por el grado de vasoconstricción, secundaria a puede subdividirse en varios subgrupos de acuerdo con el meca-
la activación generalizada del sistema simpático, o de vasodilata- nismo patogénico subyacente.
ción, propia de los efectos locales de la acumulación del CO2. En La insuficiencia respiratoria hipercápnica puede instaurarse en
general, son patentes la sudación facial y antetorácica profusa y un parénquima pulmonar sano o, por el contrario, en un parén-
la taquicardia, mientras que las cifras de presión arterial pueden quima patológico con lesiones estructurales difusas. La insufi-
ser variables. Por el contrario, la hipercapnia de evolución crónica ciencia respiratoria hipercápnica con pulmón sano ha sido deno-
puede presentarse sin manifestaciones clínicas. Así, numerosos minada también insuficiencia ventilatoria, puesto que en su base
pacientes con valores de PaCO2 superiores a 60 mm Hg (7,9 kPa) se halla siempre implicado un defecto en el aparato eliminador
presentan una calidad de vida aceptable. De todos modos, no es de CO2, es decir, en la ventilación propiamente dicha al estar
extraño que manifiesten cefaleas y somnolencia, síntomas pro- esencialmente determinada por el mecanismo de hipoventilación
pios del efecto vasodilatador del CO2 sobre la circulación cere- alveolar; sin embargo, no se recomienda su empleo, ya que indu-
bral, y que aparezca temblor aleteante. ce a error al poder ser confundida con el concepto de alteración 5
ventilatoria espirométrica. Puede deberse a numerosas causas,
que cursan de forma aguda (intoxicación por sobredosis de se-
dantes) o crónica. A diferencia de esta última, la insuficiencia
Clasificación respiratoria hipercápnica con pulmón patológico comporta un
mecanismo de · · pul-
desequilibrio acusado en las relaciones V A/Q
La clasificación de la insuficiencia respiratoria puede establecer- monares, el cual se halla presente en la gran mayoría de las en-
se atendiendo a criterios clínico-evolutivos (aguda o crónica), al fermedades pulmonares crónicas que cursan con obstrucción ge-
mecanismo patogénico subyacente (por desequilibrio en las rela- neralizada de las vías respiratorias, en particular la EPOC.
· · Por el contrario, la insuficiencia respiratoria sin hipercapnia
ciones VA/Q o hipoventilación alveolar) o a sus características fi-
siopatológicas o gasométricas (hipercápnica o hipoxémica). De implica siempre la existencia de un parénquima pulmonar pato-
acuerdo con la evolución de la insuficiencia respiratoria, esta pue- lógico y puede dividirse en tres subgrupos, atendiendo sobre
de clasificarse en aguda (IRA) y crónica (IRC), según la forma de todo a las características clínico-patológicas de la enfermedad
presentación clínica y las características individuales de cada pa- causal. Por un lado se sitúan todas las entidades que cursan de
ciente. Sin embargo, esta clasificación no tiene en cuenta si exis- forma aguda, ya sean más localizadas, como las neumonías gra-
te hipoxemia sola o asociada a hipercapnia. La IRA suele pre- ves o la tromboembolia pulmonar aguda, o más difusas, como el
sentarse en pacientes anteriormente sanos y su ejemplo más SDRA. Si bien en ambos casos el mecanismo patogénico pue-
representativo lo constituye el edema pulmonar no cardiogénico de ser mixto, ya que se combinan el aumento del cortocircuito
o síndrome de distrés respiratorio agudo, en el que una amplia va- intrapulmonar y el desequilibrio en las relaciones V· · , el cor-
A/Q
riedad de enfermedades extrapulmonares o intrapulmonares cau- tocircuito es el mecanismo predominante. Si el cortocircuito es
Insuficiencia respiratoria
crónicas
Localizadas Difusas:
EPOC edema pulmonar
Intoxicación por EPOC
sedantes del SNC Agudización Agudización grave
Enfermedades grave del asma
neuromusculares del asma Enfermedades intersticiales
Obstrucciones de la difusas del pulmón Neumonía Cardiogénico
vía aérea principal Enfermedades vasculares Tromboembolia No cardiogénico
crónicas del pulmón pulmonar aguda (o SDRA)
Fig. 80.1. Clasificación de la insuficiencia respiratoria. SDRA: síndrome de distrés respiratorio agudo.
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SECCIÓN 5 ■ NEUMOLOGÍA
intenso, la respuesta de la PaO2 a la administración de O2 al 100% generalizada del tono muscular y anomalías de la actividad mu-
será nula o muy discreta, por lo general inferior a 200 mm Hg. cociliar y del transporte de partículas en las vías aéreas, lo que faci-
Frente a estos dos tipos de insuficiencia respiratoria sin hiper- lita la aspiración de material gástrico y puede ocasionar una neumo-
capnia, cabe reconocer una tercera variedad que incluye una am- nía por aspiración. En estos casos, no es extraño que coexista un
plia gama de enfermedades pulmonares crónicas en las que la mecanismo adicional de hipoxemia en el que, al cortocircuito y a
insuficiencia respiratoria puede presentarse de forma crónica o · ·
los desequilibrios en las relaciones V A/Q , se añade la hipoventi-
aguda y en la que el mecanismo fundamental corresponde a un lación alveolar primitiva.
· · . En este caso, se Otra entidad de gran interés es la hipoventilación alveolar pri-
desequilibrio profundo en las relaciones VA /Q
deben incluir todas aquellas situaciones de IRA e IRC de la maria ligada al síndrome de apneas durante el sueño (v. cap. 87, Sín-
EPOC que no cursan con retención de CO2, la IRA de la agu- drome de apneas durante el sueño). Hay que destacar la importan-
dización grave del asma bronquial y, en general, la IRC de las cia de sus manifestaciones clínicas, puesto que una buena anamnesis
enfermedades intersticiales difusas del pulmón y, de forma me- puede ayudar a perfilar correctamente esta entidad. La hipoxemia
nos prevalente, de toda una amplia variedad de enfermedades y la hipercapnia de estos pacientes suelen presentarse transitoria-
vasculares pulmonares crónicas. mente durante el sueño, en las fases de apnea, lo que puede provo-
car arritmias cardíacas y aumentos pasajeros de la presión arterial.
Entre los trastornos neuromusculares generalizados no se
hará referencia a ninguna entidad en particular, ya que en los
Insuficiencia respiratoria hipercápnica apartados correspondientes a las enfermedades neuromuscula-
res se proporciona una descripción más detallada. Sin embargo,
con parénquima pulmonar sano merece destacarse el concepto de fatiga, debilidad o disfunción
muscular respiratoria, que se define como la falta de capacidad
Causas y cuadro clínico de los músculos respiratorios inspiratorios (diafragma e inter-
costales) necesaria para mantener una ventilación adecuada.
En la tabla 80.3 se incluyen las principales causas que pueden lo- Esta circunstancia, que implica el fallo cualitativo o cuantita-
calizarse en el SNC, las vías nerviosas y medulares descendentes, tivo en el fuelle osteomuscular de la caja torácica, puede cau-
la placa neuromotora, los músculos respiratorios o la caja toráci- sar hipercapnia en la EPOC, probablemente en las formas más
ca osteomuscular. También puede ser secundaria a obstrucciones críticas del asma bronquial aguda, en determinados trastornos
graves de la vía respiratoria principal (laringe, tráquea). Si bien neuromusculares y en una amplia gama de situaciones clínicas,
la descripción detallada de cada una de estas entidades se halla como puede ser el shock cardiocirculatorio. La simple inspec-
fuera del contexto de este capítulo, se señalan aquellas que tie- ción clínica puede orientar el diagnóstico al observar el movi-
nen más interés en la práctica diaria. miento paradójico de la musculatura abdominal durante la ins-
En primer lugar cabe citar la insuficiencia respiratoria hiper- piración (retracción en lugar de protrusión) o la retracción
cápnica secundaria a la intoxicación por sobredosis de sedantes u esternal inspiratoria, hallazgos generalmente asociados a ta-
otros preparados que reduzcan la actividad del SNC. El cuadro quipnea. Es recomendable la medición de la capacidad vi-
neuropsíquico varía según la cantidad y el tipo de fármaco inge- tal (VC) en posición ortostática y en decúbito, ya que esta úl-
rido y comprende desde la simple somnolencia u obnubilación tima puede estar significativamente reducida (más del 20%) con
hasta el coma profundo con grave compromiso de las funciones respecto a aquella, y de la presión inspiratoria máxima (PIM).
vitales. Si se asocia ingesta alcohólica excesiva, la situación clíni- En cuanto a las enfermedades de la caja torácica, entre las que
ca será todavía más grave. A menudo cursa con la reducción o la cabe incluir las deformaciones toracovertebrales o las lesiones ex-
pérdida de los reflejos (deglución, vómito, tos), con disminución tensas (quirúrgicas o médicas) de la pleura, la simple exploración
física y radiográfica facilitan de forma notable el diagnóstico. En
muchas de estas enfermedades, la insuficiencia respiratoria suele
aparecer de forma aguda a causa del propio trastorno muscular
TABLA 80.3 Causas de insuficiencia respiratoria (síndrome de Guillain-Barré) o por complicaciones sobreañadidas
hipercápnica con parénquima de origen pulmonar (distrofias) o yatrógeno (como puede ocurrir
pulmonar sano en la miastenia grave). En otros casos cursa de forma crónica.
Debe señalarse que en los traumatismos torácicos es muy fre-
Ausencia de actividad de los centros respiratorios cuente que coexistan contusión y atrición del parénquima pul-
Sobredosis de fármacos: sedantes, barbitúricos, opiáceos monar circundante, lo que comportará un aumento del cortocir-
Lesiones del SNC: traumatismos craneales, poliomielitis cuito intrapulmonar, de forma que la insuficiencia respiratoria
Mixedema presentará más de un mecanismo de hipoxemia. Por otra parte,
Hipoventilación alveolar primaria (síndrome de apneas durante el el carácter crónico de la mayoría de estas enfermedades facilita la
sueño)
presentación de infecciones pulmonares repetidas que, a la larga,
Enfermedades neuronales y de las vías nerviosas pueden lesionar el parénquima pulmonar y, por tanto, provocar
Agudas: síndrome de Guillain-Barré, poliomielitis, tétanos · ·
Crónicas: esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson,
desequilibrios en las relaciones VA/Q .
poliomielitis
La obstrucción de la vía respiratoria principal, casi siempre de
instauración aguda, es particularmente grave en el niño y el ado-
Enfermedades de la placa neuromotora: miastenia grave, lescente joven, en los que el diámetro de dicha vía es más redu-
botulismo, agentes curarizantes, aminoglucósidos
cido y, por tanto, más vulnerable. El estridor a la auscultación
Síndrome de apneas durante el sueño constituye la característica semiológica principal, a menudo aso-
Enfermedades musculares: enfermedades de la neurona motora, ciado a aleteo nasal, tiraje intercostal, empleo desproporcionado
distrofias en general, polimiositis, hipofosfatemia, de la musculatura respiratoria accesoria y, en ocasiones, movi-
hipopotasemia, parálisis diafragmática, síndrome de fatiga mientos paradójicos toracoabdominales (v. cap. 84, Bronquiecta-
muscular respiratoria sias y otras enfermedades obstructivas de las vías aéreas).
Enfermedades de la caja torácica: cifoscoliosis, traumatismos Por último, cabe citar la hemodiálisis como causa de hipoven-
torácicos, fibrotórax, otras deformidades (quirúrgicas o médicas) tilación alveolar, al provocar hipoxia alveolar por disminución de
Obstrucción de la vía respiratoria principal la producción de CO2 (que se elimina, en parte, por la membra-
na del dializador), y reducir la ventilación alveolar sin hipercap-
Otras causas: hemodiálisis nia asociada. Esta hipoventilación alveolar sin hipercapnia, si-
tuación prácticamente única, es definida como hipopnea.
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Capítulo 80 ■ Insuficiencia respiratoria
Tratamiento
TABLA 80.4 Oxigenoterapia: principales formas
La insuficiencia respiratoria hipercápnica con pulmones sanos de administración
más frecuente es la provocada por la sobredosis de sedantes o de
opiáceos. En estos casos las manifestaciones clínicas y neurológi- En un paciente con ventilación espontánea
cas, en particular el grado de coma, guiarán la pauta terapéutica. De flujo alto (FiO 2 predeterminada, independiente de la V E
Dado que la insuficiencia respiratoria se debe a la sedación del Mascarillas basadas en el efecto Venturi (FiO 2 = 24%, 28%,
control de la ventilación, puede estar indicada la ventilación me- 35%, 40% y 60%) .
cánica sin emplear FiO2 elevadas. Es aconsejable, además, ins- De flujo bajo (FiO 2 variable, dependiente de la VE del paciente)
Lentillas nasales (FiO 2 aproximada = 24%-40%)
taurar todas las medidas que faciliten la eliminación rápida del
Cánulas nasales (FiO 2 aproximada = 24%-40%)
medicamento ingerido, como el lavado gástrico, la perfusión de Mascarillas simples (con reservorio o sin este) (FiO 2
abundantes líquidos para forzar la diuresis y, en algunas situacio- aproximada = 40%-80%)
nes, la hemodiálisis. Como medidas adicionales se debe tratar la
acidosis metabólica, si esta se manifiesta, y, en ocasiones, admi- En un paciente sin ventilación espontánea
Ventilación mecánica (FiO 2 precisa y regulable = 21%-100%)
nistrar el antídoto correspondiente. Bajo ninguna circunstancia .
están indicados los estimulantes respiratorios. Si el paciente no FiO2, fracción inspiratoria de oxígeno; V,E ventilación minuto.
está comatoso y la ventilación espontánea es adecuada, se reco-
mienda instaurar oxigenoterapia con mascarilla de flujo alto al
24% (tabla 80.4) o cánula nasal (a 1 L/min) garantizando la per-
meabilidad de la vía respiratoria principal. petido, dentro de la historia natural de su enfermedad, o de for-
En los pacientes con síndrome de apneas durante el sueño se ma crónica (IRC) permanente. Estas agudizaciones o exacer-
han planteado diversas estrategias terapéuticas, entre las que des- baciones (v. cap. 83, Enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
taca el empleo de la mascarilla con presión positiva continua en Las agudizaciones de la EPOC cursan en la mitad de los casos
la vía respiratoria principal (CPAP) (v. Síndrome de apneas du- con IRA, la cual puede ser de nueva aparición o sobreponerse a
rante el sueño). una IRC preexistente. En la actualidad la IRA de la EPOC es la
En los casos de insuficiencia respiratoria asociada a trastornos insuficiencia respiratoria más frecuente en la práctica diaria y la ur-
neuromusculares, en la que casi siempre se asocian anomalías de las gencia médica que más ha aumentado en los últimos años, esti-
relaciones·V·A/Q, se seguirá también la misma pauta que en los pa- mándose un incremento todavía superior en los próximos años.
cientes con insuficiencia respiratoria hipercápnica con pulmones En los dos tercios de los casos la agudización es de origen infec- 5
patológicos. El empleo reciente de la ventilación mecánica no in- cioso traqueobronquial, bacteriano y/o vírico, o producto de la
vasiva, no sólo en las fases de agudización, sino también en las si- contaminación ambiental; en el tercio restante la etiología no es
tuaciones de estabilidad clínica, representa un avance muy impor- conocida. El mantenimiento del hábito tabáquico no sólo hace
tante en el tratamiento de su insuficiencia respiratoria aguda o progresar la enfermedad de base, sino que limita la eficacia de las
crónica. Su indicación, nocturna y/o diurna, se ha ido consolida- medidas terapéuticas y potencia la aparición de nuevos episodios
do a lo largo de los últimos años (v. cap. 82, Ventilación artificial). de agudización.
Por último, en los supuestos de obstrucción grave de la vía res- Las agudizaciones también pueden agravarse por toda una
piratoria principal, las primeras medidas consisten en mantener serie de condiciones clínicas e incluso simularlas (v. cap. 83, En-
libre dicha vía, administrar O2 con mascarilla de flujo elevado (al fermedad pulmonar obstructiva crónica). Asimismo, la presencia
24%-28%) o lentillas nasales (a 1 L/min) y garantizar una venti- habitual de otras co-morbilidades (como, por ejemplo, los proce-
lación adecuada. Si se trata de un cuerpo extraño, debe practi- sos cardiovasculares o la diabetes mellitus) contribuye a amplifi-
carse una broncoscopia, mientras que las compresiones extrínse- car y empeorar las condiciones clínicas respiratorias. No menos
cas son casi siempre quirúrgicas. En los casos con gran edema e importantes son las condiciones socioeconómicas precarias, que
inflamación locales, la administración de glucocorticoides i.v. a pueden mermar la calidad de vida (vivienda, alimentación, sole-
dosis elevadas (metilprednisolona, 1 g) resulta muy eficaz. dad), actualmente prolongada, de la población senil, lo que con-
tribuye a agravar o facilitar la mayoría de los factores antes men-
cionados. El incumplimiento de la medicación regular, el
sedentarismo y la falta de una actividad física regular y una ali-
Insuficiencia respiratoria hipercápnica mentación insuficiente y deficitaria, en el contexto de unas con-
diciones de vivienda limitadas, serían elementos destacados.
con parénquima pulmonar patológico
cia respiratoria. Asimismo, esta puede estar causada por el 10% cientes consiste en la comparación de su gasometría arterial actual
de las formas graves de asma aguda. con los resultados de determinaciones anteriores. En este sentido
es importante prestar atención especial a los valores del pH, pues-
to que un valor reducido, indicativo de acidosis respiratoria o mix-
ta, es indicativo de agudización. En muchos casos, una historia de
Insuficiencia respiratoria en el paciente aumento progresivo de la disnea, el esputo y su purulencia, difi-
cultad en la expectoración, confusión intelectual y somnolencia,
con EPOC desorientación temporoespacial e, incluso, coma, asociada a unos
valores gasométricos y de pH anómalos, será suficiente para esta-
La insuficiencia respiratoria puede presentarse de forma aguda blecer el diagnóstico de IRA grave. Dado que el paciente puede
(IRA), en el contexto de un episodio de agudización, aislado o re- tener una calidad de vida aceptable, sólo la determinación de los
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SECCIÓN 5 ■ NEUMOLOGÍA
gases en sangre arterial evidenciará la existencia de insuficiencia nativa al ingreso hospitalario, resulta una medida eficaz que
respiratoria. En este punto es importante recordar que cuanto más abarata los costes sanitarios.
reducido sea el FEV1 (inferior al 40%), mayores son las posibili- Es evidente que, ante el riesgo de paro respiratorio, debe
dades de que exista hipoxemia con o sin hipercapnia. procederse con rapidez a la intubación endotraqueal y la ayuda
Cuando esta aparente estabilidad clínica de la IRC se rom- ventilatoria. No obstante, si puede controlarse la evolución, en
pe por uno o varios factores desencadenantes, como ocurre muy muchos casos no será necesario llegar a esta medida, y es sor-
comúnmente, sobrevienen los episodios de IRA. En esta situa- prendente la mejoría que se aprecia al cabo de unas horas de oxi-
ción cabe reconocer las manifestaciones propiamente respirato- genoterapia con mascarilla de flujo alto. Si la situación clínica lo
rias, las cardiovasculares y las neurológicas. Entre las respirato- permite, se debe procurar obtener una muestra de sangre arterial
rias destaca el empeoramiento de la disnea, que suele ser de en condiciones basales, ya que de esta forma se podrán valorar
reposo y ante esfuerzos mínimos, con aumento de la tos y del mejor los resultados terapéuticos; la obtención de esta muestra
volumen y la purulencia del esputo o, a veces, con imposibilidad nunca es una razón válida para retrasar el comienzo de la oxige-
de este; es frecuente la audición espontánea de sibilancias; en la noterapia, si se considera indicada.
exploración física se comprueban cianosis, con piel caliente y su- Al mismo tiempo que se practica la primera gasometría, se
dorosa, taquipnea, tiraje intercostal e incoordinación toracoab- extrae sangre para la determinación de hematócrito, fórmula y re-
dominal con irregularidades del patrón ventilatorio. La auscul- cuento leucocitario, BUN y electrólitos y se efectúan una radio-
tación del tórax puede revelar desde la ausencia de todo ruido grafía simple de tórax y un ECG. Entre tanto debe realizarse la
respiratorio (por el atrapamiento aéreo) hasta roncus y sibilan- anamnesis, casi siempre a través de los familiares o acompañan-
cias generalizados. tes, y la exploración física completa. Las medidas terapéuticas de-
Entre las manifestaciones cardiovasculares destaca la pre- penderán de la gravedad del paciente. Si la ventilación espontá-
sencia de taquicardia sinusal o de arritmias cardíacas, en gene- nea es suficiente y se conserva una orientación temporoespacial
ral de origen supraventricular (fibrilación auricular), e hiper- correcta, se seguirá el tratamiento que se expone a continuación.
tensión arterial que, a veces, puede originar hipotensión si la
hipercapnia es muy acentuada. La presencia de pulso paradóji-
co es frecuente a causa del gran aumento de la presión intrato- Oxigenoterapia
rácica que compromete el retorno venoso. El reflujo hepatoyu- Siempre está indicada. Dado que el mecanismo fisiopatológi-
gular, la quemosis conjuntival, la hepatomegalia blanda, lisa y co de la hipoxemia es el resultado del profundo desequilibrio
dolorosa, los edemas maleolares o en las partes declives (si el en las relaciones V·A/Q· (a menos que la situación se haya agra-
paciente está encamado) y la auscultación apagada de los tonos vado por una neumonía, en cuyo caso puede dominar el me-
cardíacos serán indicativos de insuficiencia cardíaca derecha canismo de cortocircuito intrapulmonar), al que también pue-
congestiva (cor pulmonale). de asociarse el de hipoventilación alveolar, será suficiente un
Por último, existen manifestaciones neuropsíquicas, con de- pequeño aumento de la FiO2 (al 24%) para que la PaO2 se ele-
sorientación temporoespacial, confusión e incapacidad intelec- ve de forma adecuada. El objetivo de la oxigenoterapia, en
tual, y trastornos de la conducta (apatía o agresividad) y de la principio, debe ser moderado, ya que lo importante es despla-
conciencia (somnolencia, obnubilación, estupor o coma). Pueden zar a la PaO2 de la «zona peligrosa» (fig. 80.2) (donde la SaO2
presentarse fasciculaciones musculares localizadas, edema de pa- está hipotecada y, en consecuencia, el aporte de O2 a los teji-
pila y, sobre todo, temblor aleteante, que se provoca fácilmente dos, reducido) situada por debajo de los 40 mm Hg (5,3 kPa)
solicitando al paciente que extienda los dedos o forzando su ex- (SaO2 inferior al 70%) y llevarla a una más segura, igual o su-
tensión mientras que se le sujetan los brazos durante unos se- perior a los 60 mm Hg (8 kPa) (SaO2 90%). Al respecto debe
gundos. Cabe señalar, no obstante, que en un 50% de los casos recordarse que la curva de disociación de la oxihemoglobina
no existen alteraciones radiográficas pulmonares de interés. En se desplazará hacia la derecha o la izquierda, según los valo-
el ECG pueden observarse sobrecarga e hipertrofia de las cavi- res del pH, la PaCO2 y la temperatura. La desviación hacia la
dades derechas, signos de bloqueo, preferentemente de la rama derecha favorece una mayor liberación de O2 a los tejidos (ma-
derecha, y posibles trastornos del ritmo cardíaco. En los estudios yor aporte de O2) al aumentar la PO2, mientras que este apor-
analíticos destaca la poliglobulia, que resulta enmascarada, a ve- te de O2 está reducido cuando la desviación es hacia la iz-
ces, por el aumento proporcional de volumen plasmático; debe quierda. Por el contrario, una FiO2 con concentraciones altas
destacarse, no obstante, que el progresivo empleo de la oxigeno- (incluso a partir del 28%) será contraproducente y conducirá,
terapia domiciliaria (véase más adelante) durante la última déca- casi con toda seguridad, a la narcosis hipercápnica. En esta in-
da ha disminuido sensiblemente la presentación de poliglobulia. suficiencia respiratoria la oxigenoterapia podría administrarse
A menudo se comprueban aumento del BUN y trastornos elec- a flujo bajo (1-2 L/min), mediante cánula nasal o bien mas-
trolíticos, con hiponatremia, hiperpotasemia o hipopotasemia e carilla simple (que no regula la FiO2). Sin embargo, cualquie-
hipocloremia. ra de estos métodos de administración de O2 es peligroso por
cuanto depende no sólo de la FiO2 que se aporte, sino también
de las condiciones ventilatorias del paciente. Por ejemplo, un
Tratamiento de la insuficiencia caudal sostenido de O2 de 2-3 L/min puede permitir una FiO2 del
28% en pacientes con una ventilación minuto de 12 L/min, pero
respiratoria aguda aquella será del 40% si la ventilación minuto se reduce a 5 L/min.
La FiO2 del 24% es relativamente bien tolerada por la mayo-
Cuando aparecen signos de empeoramiento clínico agudo (agu- ría de estos pacientes; sin embargo, toda FiO2 superior al 24%
dización) en un paciente con EPOC, debe iniciarse (o, en su (28%, 35% o 40%) será perjudicial y puede causar depresión
caso, reforzarse) el tratamiento con broncodilatadores inhala- ventilatoria en el plazo de pocas horas. Además, debe tenerse
dos de acción corta y glucocorticoides sistémicos, con o sin an- en cuenta que: a) a medida que la ventilación del paciente se
tibióticos, e instaurarse medidas terapéuticas complementarias reduce, la FiO2 aumenta, con lo que se va creando un círculo
(v. cap. 83, Enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Este vicioso peligroso; b) el personal sanitario auxiliar no suele co-
tratamiento permite reducir muchos de los casos de insuficien- nocer estos detalles, por lo que puede manipular incorrecta-
cia respiratoria, pero, si no da resultado o se ha instaurado tar- mente el caudal de O2 (sobre todo elevándolo), y c) muchos
díamente, el enfermo debe ser trasladado al hospital, donde caudalímetros comerciales son poco fiables, sobre todo por debajo
puede llegar en situación crítica. Recientemente, la atención de los 3 L/min. Por esta razón, el aporte de O2 que ofrece mayor
domiciliaria con enfermería especializada de los episodios de seguridad en estos pacientes es el suministrado por mascarillas de
agudización que cursan sin acidosis acompañante, como alter- flujo alto con una FiO2 predeterminada y sostenida, basadas en el
730
Capítulo 80 ■ Insuficiencia respiratoria
SaO2 (%)
(2,7-3,3 kPa) (p. ej., de 35-45 a 55-65 mm Hg [4,7 a 7,3-8,7
kPa]), a la que siempre se asocia una elevación de la PaCO2 de 40
10-15 mm Hg (1,3-1,9 kPa) (a causa del descenso discreto de
la ventilación minuto siempre obligado). Sin embargo, aunque
se vigilen cuidadosamente todos estos detalles, es posible que
20
el paciente presente una elevación de la PaCO2 superior a la
estimada, debido a que su ventilación se ha deprimido en ex-
ceso y no ha podido tolerar estas cifras reducidas de FiO2 o
a que las abundantes secreciones bronquiales no pueden eli-
minarse convenientemente, de forma que la oxigenoterapia 20 40 60 80 100
resulta ineficaz. La alternativa de las lentillas nasales (a un dé-
PaO2 (mm Hg)
bito nunca superior a 1 L/min) no es muy aconsejable porque
no garantizan con seguridad un flujo regular de O2. El catéter
nasal (a 1 L/min) es aún menos recomendable, ya que suele ser Fig. 80.2. Curva de disociación de la oxihemoglobina. En el eje
más incómodo y la presencia de secreciones bronquiales abun- de ordenadas se representa la saturación (SaO2) y en el de abscisas,
dantes y viscosas puede obliterar parcial o totalmente su luz, la presión parcial de O2 (PaO2). Los pacientes con insuficiencia respi-
con lo que la FiO2 no será fiable. Si la PaCO2 empieza a ascen- ratoria grave presentan una PaO2 a nivel del punto V o inferior («zona
der de manera progresiva, no debe suprimirse, ni siquiera de for- peligrosa») en la que pequeños cambios de la PaO2 se traducen en
ma transitoria, la oxigenoterapia. La supresión brusca del O2 de- grandes variaciones de la SaO2, con repercusiones significativas en el
terminaría la reducción instantánea de la PO2 alveolar, con la contenido arterial de O2 y, en consecuencia, en el aporte de O2 a los 5
consiguiente agravación de la hipoxia tisular, que no se acompa- tejidos. A: punto arterial (PaO2, 100 mm Hg; SaO2, 95,5%); V: punto
ñaría de la eliminación tan rápida del CO2 acumulado (el pa- venoso (PaO2, 40 mm Hg; SaO2, 75%); Y: punto figurativo de un pa-
ciente mantiene todavía la ventilación minuto reducida). Debe ciente con insuficiencia respiratoria después de una oxigenoterapia
recordarse que la gravedad de la situación clínica depende de la correcta que aumenta la PaO2 a niveles cuya SaO2 oscila alrededor del
hipoxemia y también del grado de hipercapnia y acidosis acom- 90% («zona segura»).
pañantes.
Por igual motivo, la oxigenoterapia intermitente está total-
mente contraindicada. Para descartar su nocividad se la ha com- Los mucolíticos no están indicados, mientras que una fisio-
parado con la absurda situación de asistir a un ahogado alternan- terapia encaminada a facilitar la eliminación de secreciones bron-
do las maniobras de reanimación con la reinmersión intermitente. quiales puede ser empleada. Asimismo, cualquier preparado con
En estas situaciones se debe mantener el estado de vigilia del pa- efectos sedantes está formalmente proscrito en la insuficiencia
ciente e insistir en una fisioterapia eficaz para facilitar la elimina- respiratoria de estos pacientes, dados sus efectos depresores so-
ción de las secreciones y mantener la misma FiO2 del 24%, verifi- bre la ventilación.
cando que no se produzca el aumento indebido de dicha fracción.
En todo caso puede reducirse el débito de O2 (p. ej., a 2 L/min),
pero nunca suprimirse.
Ventilación mecánica
Si a pesar de todo el paciente sigue empeorando, hay que plan- Aire espirado
tearse la posibilidad de la ventilación artificial, ya sea en su mo-
dalidad no invasiva o en su modalidad invasiva, decisión que Aire inhalado
debe tomarse sopesando la calidad de vida que tenía el paciente
antes de su descompensación y el estadio evolutivo de su enfer-
medad pulmonar crónica (v. cap. 82, Ventilación artificial). En Oxígeno
este sentido, el desarrollo del documento de últimas voluntades
por el cual el paciente y su entorno más íntimo deciden adoptar
de forma voluntaria, y por escrito, la opción clínico-terapéutica
más adecuada para los estadios terminales, representa una acti-
Mascarilla Oxígeno
tud ética que debe ser respetada y promovida.
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SECCIÓN 5 ■ NEUMOLOGÍA
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Capítulo 80 ■ Insuficiencia respiratoria
crónicas, y b) enfermedades pulmonares agudas, que pueden ser fiesta en particular durante el esfuerzo, como mecanismo adicio-
localizadas o difusas (edema pulmonar). nal de hipoxemia.
Por último, determinadas enfermedades pulmonares vasculares,
como las vasculitis (hipertensión pulmonar primitiva, esclerosis
Enfermedades pulmonares crónicas sistémica y otras enfermedades del colágeno y angitis en general)
o la tromboembolia pulmonar recurrente (en drogadictos, en las
Causas y cuadro clínico trombosis venosas periféricas crónicas o en la esquistosomiasis),
En este grupo se incluyen todas las entidades que cursan con li- pueden cursar con IRC en las fases más avanzadas. La linfangi-
mitación crónica del flujo espiratorio, cajón de sastre que com- tis pulmonar carcinomatosa es otro ejemplo de insuficiencia res-
prende los pacientes con EPOC sin retención de CO2, las bron- piratoria grave, de curso subagudo-crónico dada su naturaleza
quiectasias generalizadas, la tuberculosis pulmonar residual maligna, de pocas semanas de evolución.
extensa y la bronquiolitis obliterante. Un concepto que se ha de
retener es que en el asma bronquial persistente grave, estable 5
aunque poco mal controlable terapéuticamente, a diferencia del Tratamiento
paciente afecto de EPOC avanzada, la IRC es excepcional in- En las enfermedades con limitación del flujo espiratorio, entre las
cluso en sus formas más agresivas. La insuficiencia respiratoria cuales la EPOC ocupa el primer lugar, se aconseja oxigenotera-
puede ser de curso crónico, relativamente bien tolerada, con una pia con mascarilla de flujo alto, con FiO2 del 24% en los casos de
calidad de vida relativamente aceptable, aunque también son po- IRA y la oxigenoterapia domiciliaria en la IRC. El resto del tra-
sibles los episodios de descompensación aguda, aislados o repe- tamiento es prácticamente idéntico al de la insuficiencia respira-
tidos, y las formas crónicas agudizadas. Se trata de pacientes con toria hipercápnica, aguda o crónica, del paciente con EPOC es-
enfermedades de larga evolución, que se descompensan a partir table. El empleo de la ventilación mecánica, invasiva o no, se
de uno o varios de los factores desencadenantes antes enumera- adaptará a las características individuales, sin que puedan esta-
dos. Las manifestaciones clínicas son similares a las del pacien- blecerse normas generales.
te con EPOC que presenta insuficiencia respiratoria hipercáp- En los pacientes con IRA por un episodio de asma aguda es
nica, con excepción de las derivadas de la hipercapnia. Un aconsejable instaurar oxigenoterapia con mascarillas de flujo alto,
mismo paciente con EPOC puede presentar insuficiencia respi- en general con FiO2 del 28% o del 35%, y ajustar el tratamiento
ratoria con hipercapnia o sin ella según su estado clínico, sus broncodilatador y glucocorticoideo sistémico habitual a la grave-
condiciones ventilatorias y su curso evolutivo. Debe reconocer- dad clínica. Debe insistirse en la idea de que el asma persistente
se el asma bronquial, cuyos episodios de agudización más grave avanzada estable no se acompaña de IRC (v. Asma bronquial,
presentan IRA de intensidad moderada o grave, con disnea de p. 765), lo que se explica en parte por una circulación pulmonar
reposo, tos acompañada en ocasiones de una abundante expec- conservada, reactiva y eficaz.
toración mucosa y filante y la audición espontánea de sibilan- En las enfermedades intersticiales difusas o vasculares pulmo-
cias. En la exploración física se observa una serie de signos de- nares está indicada habitualmente la oxigenoterapia de flujo
mostrativos de la gravedad de la crisis: taquicardia superior a alto (al 35%-40%) o la de flujo bajo con lentillas nasales o mas-
110 lat/min, taquipnea por encima de 25 respiraciones/min, pico carillas con reservorio (p. ej., tipo Monaghan) (para la acumu-
de flujo espiratorio máximo inferior a 100 L/min, empleo de la lación de una mayor cantidad de O2) que permiten FiO2 entre
musculatura respiratoria accesoria (tiraje intercostal y de las fo- el 40% y el 80% (variable según la ventilación minuto del pa-
sas supraclaviculares y, si la situación se prolonga, incoordina- ciente). En las enfermedades intersticiales pulmonares, la ad-
ción toracoabdominal) y pulso paradójico; en la auscultación se ministración asociada de glucocorticoides intravenosos y, espo-
aprecian abundantes roncus y/o sibilancias en ambos hemitórax, rádicamente, el cese de la exposición al factor desencadenante
aunque también puede comprobarse silencio generalizado. identificado en casos de neumonitis por hipersensibilidad pro-
Por otro lado, cabe citar la insuficiencia respiratoria asociada ducen una mejoría espectacular del cuadro clínico. La venti-
a las enfermedades intersticiales difusas del pulmón, en particular la lación mecánica sólo está indicada en las complicaciones po-
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fibrosis pulmonar idiopática. Estos pacientes pueden presentar tencialmente reversibles que puedan asociarse (p. ej., en la
episodios de IRA, en ocasiones muy graves, debidos en general a tromboembolia pulmonar aguda). En estos casos debe instau-
infecciones respiratorias inespecíficas, de los que se recuperan a rarse también el tratamiento anticoagulante.
las pocas semanas, o a agudización grave del proceso crónico, de
mecanismo incierto. Sin embargo, existen determinadas formas
subagudas que pueden tener un curso desfavorable y, en el plazo Enfermedades pulmonares agudas
de pocos meses, ocasionar una IRC grave, con consecuencias le-
tales. Otras enfermedades intersticiales difusas, como las formas (no difusas)
agudas de las neumonitis por hipersensibilidad, pueden asimis-
mo ocasionar IRA grave. Algunas de estas entidades asocian una En este apartado cabe incluir las neumonías graves y la trom-
leve limitación de la difusión alveolocapilar de O2, que se mani- boembolia pulmonar aguda. En las neumonías, la gravedad de la
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SECCIÓN 5 ■ NEUMOLOGÍA
IRA depende de un mecanismo mixto de aumento del cortocir- Edema pulmonar cardiogénico
cuito intrapulmonar,
· · predominante, y de desequilibrio de las re-
laciones VA/Q . (por la presencia de un porcentaje sustancial del Esta forma de edema pulmonar puede ser secundaria a infarto agu-
· ·
gasto cardíaco situado en zonas con cocientes VA/Q reducidos), do de miocardio o a insuficiencia cardíaca izquierda de cualquier
más secundario. Dependiendo de la gravedad del primero, la res- origen (crisis hipertensiva, arritmias cardíacas) o presentarse en
puesta de la PaO2 a la administración de O2 a concentraciones al- cardiopatías crónicas o valvulares (estenosis mitral) descompensa-
tas (incluso del 100%) será más o menos favorable, lo que condi- das (por aumento de la presión arterial, arritmias, hipoxemia).
cionará la evolución clínica y el pronóstico de estos pacientes, Dentro de este apartado debe también incluirse el edema pulmo-
tanto más graves cuanto mayor sea el grado de cortocircuito in- nar por sobrecarga líquida (o síndrome de congestión venosa) que se
trapulmonar presente. En las fases iniciales de la tromboembolia produce en pacientes que reciben, por necesidades terapéuticas,
pulmonar aguda, el desequilibrio de las relaciones V· A/Q· es similar aporte masivo de líquidos, cristaloides o sangre, sobre todo si la
al de la neumonía, aunque también incluye áreas con una parte función renal se halla alterada. Puede presentarse en pacientes con
considerable de la ventilación alveolar situada en zonas con co- traumatismos graves o con hemopatías malignas sometidos a
· · pautas poliquimioterápicas. Por último, se han descrito otras formas
cientes VA/Q elevados; por el contrario, el aumento del corto-
circuito intrapulmonar desempeñaría un papel más relevante en de edema: por obstrucción muy grave, abrupta, de la vía respirato-
las fases más graves relacionado con la aparición de infarto pul- ria principal o tras el drenaje súbito e intenso de un neumotórax.
monar. La atelectasia pulmonar, que debe ser extensa y afectar va- El tratamiento de la IRA asociada a edema pulmonar cardio-
rios lóbulos pulmonares, representaría otro ejemplo (infrecuen- génico debe dirigirse a la problemática cardiovascular. La oxige-
te) de IRA cuyo mecanismo fisiopatológico corresponde noterapia de flujo bajo, con lentillas nasales o mascarilla con re-
exclusivamente a un aumento del cortocircuito intrapulmonar. servorio, será suficiente, siempre que el paciente no presente
En todos estos procesos, la disnea y la taquipnea son las mani- problemas respiratorios asociados, con retención de CO2 o sin
festaciones clínicas más frecuentes de la IRA, junto con las pro- ella, en cuyo caso la administración de O2 debe realizarse de
pias de cada entidad. acuerdo con las mismas normas aplicadas a los pacientes con
Desde el punto de vista terapéutico está indicada la oxigenote- problemas respiratorios crónicos que padecen insuficiencia respi-
rapia a flujo bajo, aconsejándose el empleo de mascarillas con re- ratoria hipercápnica. El empleo de ventilación mecánica no in-
servorio (FiO2 entre el 40% y el 80%); cuando el paciente presente vasiva, como recurso antes de instaurar la ventilación mecánica,
una enfermedad respiratoria crónica con retención de CO2 asocia- puede ser una alternativa terapéutica eficaz en estos pacientes.
da, deben aplicarse los criterios que rigen para la oxigenoterapia en La aplicación de PEEP ayuda a elevar significativamente la
la insuficiencia respiratoria hipercápnica del paciente con EPOC. PaO2, por reducción sustancial del cortocircuito, y facilita el em-
Si la IRA progresa, hay que considerar la ventilación mecánica en pleo de FiO2 menos elevadas. Dado que la PEEP puede condi-
cualquiera de sus modalidades complementada, si es necesario, con cionar el estado hemodinámico de los pacientes, el objetivo prio-
el empleo de PEEP (v. Tratamiento, p. 733). El tratamiento debe ritario del tratamiento general en estos casos es el mantenimiento
completarse con antibioticoterapia adecuada (en el caso de neumo- de condiciones hemodinámicas estables (es decir, gasto cardíaco
nías) o anticoagulación (en la tromboembolia pulmonar). normal) y de valores adecuados de contenido arterial de O2 (evi-
tando cifras de hemoglobina reducidas). El aporte de líquidos
será siempre restringido.
Edema pulmonar
BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL
Esta tercera modalidad de insuficiencia respiratoria agrupa todas
las enfermedades que cursan con hipoxemia por aumento del agua EL SOLH AA, RAMADAN FH. Overview of respiratory failure in older
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Patogénicamente, este edema puede obedecer al aumento de la GLENNY R, WAGNER PD, ROCA J, RODRÍGUEZ-ROISÍN R. EN: ROCA J,
presión capilar pulmonar (cardiogénico) o bien al aumento de RODRÍGUEZ-ROISÍN R, WAGNER PD, eds. Pulmonary and peripheral
la permeabilidad capilar (no cardiogénico) (v. cap. 81, Síndrome del gas exchange in health and disease. Nueva York, Marcel Dekker,
distrés respiratorio agudo). No obstante, existen algunas formas 2000; 121-148.
de edema de patogenia mixta. Así, se ha descrito el edema pulmo- Report of the Medical Research Council Working Party. Long-term
nar neurogénico, en el que hay un aumento de la presión capilar oxygen domiciliary oxygen therapy in chronic hypoxic cor pulmona-
(por aumento del volumen sanguíneo pulmonar secundario a la le complicating chronic bronchitis and emphysema. Lancet 1981;
estimulación hipotalámica sobre el sistema simpático) y un incre- 1: 681-685.
mento de la permeabilidad vascular. Esta entidad se producirá en RODRÍGUEZ-ROISÍN R. Pulmonary gas exchange. En: Gibson GJ, Geddes
pacientes con traumatismos o lesiones craneales y también en he- DM, Costabel U, Sterk PJ, Corrin B, eds. Respiratory Medicine. Vol
roinómanos durante la administración intravenosa de una alta do- I. Third Edition. China. Elsevier Science Ltd, 2003; 130-146.
sis de droga. Otra situación considerablemente compleja es el ede- RODRÍGUEZ-ROISÍN R, FERRER A. Effect of mechanical ventilation on gas
ma pulmonar de las grandes alturas, en el que aparece hipertensión exchange. En: Tobin MJ, ed. Principles and practice of mechanical ven-
pulmonar con presión capilar normal. tilation. Second Edition. Nueva York, McGraw-Hill, 2006; 759-777.
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