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¿Qué es el neoliberalismo?

Visión general. Síntesis de conclusiones


Ana Mª EZCURRA

1. EL NEOLIBERALISMO ES UN PARADIGMA
CAMBIANTE

Desde inicios de los ‘90s, el Banco Mundial llevó adelante una


reformulación del modelo de "crecimiento con orientación de mercado"
impulsado durante los años ‘80 en el Sur y, luego, en Europa oriental. Por
ejemplo, revisó el vínculo Estado/mercado y, también, aceptó que el
crecimiento económico per se resulta insuficiente para el logro de mejoras
sociales. En ese marco, empezó a reivindicar la importancia de un patrón de
crecimiento intensivo en trabajo (crecimiento con empleo), consintió cierta
intervención pública con fines distributivos y jerarquizó las denominadas
"políticas sociales".

Por ende, hubo cambios. Es decir, aquella revisión no constituyó (ni


implica) una mera salida retórica. Además, configuró una reacción. O sea,
una respuesta a la explosión de la pobreza y la desigualdad que tuvo lugar en
el Sur durante los ‘80s, década de implantación de los "ajustes estructurales".
En definitiva, conformó un esfuerzo por neutralizar los riesgos políticos que
tal deterioro social supuso (y comporta) para aquel modelo. En suma, se
dieron modificaciones, que comenzaron ya en 1990 y que luego, al promediar
la década, continuaron con las llamadas "reformas de segunda generación".

No obstante, se trata de cambios, sí, pero dentro de un paradigma


invariable: el neoliberal. En los ‘90s, entonces, lo que tuvo lugar fue
un "aggiornamento" del programa neoliberal, capitaneado por la banca de Bretton
Woods y, en particular, por el Banco Mundial.

En otros términos, la renovación coexistió con la permanencia de ciertas


ideas-fuerza que, por su índole central, definen a dicho paradigma. Así pues, el
neoliberalismo es una matriz móvil que, a la vez, preserva principios y
políticas constantes, justamente aquellos que lo distinguen como tal.
Ideas-fuerza que pueden ser catalogadas como neoliberales porque son
propias de una ortodoxia originaria que se remonta a la década del ‘40. Ideas-
fuerza que persisten hasta el presente, aunque han atravesado
transformaciones; no sólo en los ‘90s, también en los ‘80s. Por lo tanto, se
perfila un tipo de evolución que se distingue tanto por la fuerza de algunas
mutaciones cuanto por el vigor y estabilidad de ciertos invariantes. De ahí que resulte
crucial la identificación de ese patrón de continuidad/cambio. Y para ello se
requiere una aproximación evolutiva, un estudio histórico.

ETAPA FUNDACIONAL

El neoliberalismo atravesó una primera etapa, de índole fundacional,


que comenzó hacia 1947, se prolongó aproximadamente treinta años y dio
lugar a un cuerpo doctrinario sistemático, muy elaborado y coherente:
una ortodoxia neoliberal originaria, que conforma el producto clave de esa
etapa.

Su tesis básica, de raigambre neoclásica, es que el mercado constituye el


mejor instrumento, el más eficaz para la asignación de recursos y la
satisfacción de necesidades. Un mecanismo de autorregulación que
conduciría al óptimo social y que, por ello, resultaría intrínsecamente
superior. Por eso, dicha ortodoxia exaltó las virtudes de un Estado mínimo e
impugnó vivamente al Estado de Bienestar y, en general, al Estado como
dispositivo de redistribución en beneficio de las clases desfavorecidas.

Aquella tesis operó como un principio rector, organizador del conjunto


doctrinario. Un principio que perdura hasta la actualidad, si bien con
matices. En efecto, ya no se pregona un Estado mínimo, sino un Estado eficaz. E
incluso se aceptan ciertas funciones estatales en materia de redistribución.

Sobre esa base, el neoliberalismo originario planteó una agenda de


políticas con cuatro ideas-fuerza clave:
la promoción de un máximum de crecimiento económico (de libre mercado) como
objetivo prioritario; a su turno, tal propósito demandaría un aumento de la tasa de
ganancia del capital privado; y, para ello, se requeriría una reducción de los costos
salariales, una merma en el costo de la fuerza de trabajo, una bandera
neoliberal decisiva y distintiva que, además, condujo al auspicio de una
firme contención del gasto público social.

Se trata de ideas-fuerza que (como en el caso anterior) persisten hasta


el presente, aunque también exhiben algunos matices. Por ejemplo, y como
ya se insinuó, el crecimiento sigue siendo el objetivo prioritario (continuidad),
pero se lo reputa como insuficiente (cambio). Entonces, despuntan cuatro
ideas-fuerza y un principio rector vertebrales, distintivos del modelo que,
por su carácter jerarquizado y permanente, ciñen los márgenes de variación y
permiten hablar de un mismo paradigma, si bien cambiante: el neoliberal.

ETAPA ESTATAL. PRIMERA FASE

A fines de los ‘70s el neoliberalismo inició su etapa estatal con el


advenimiento de las administraciones Thatcher (Gran Bretaña, 1979) y
Reagan (EE.UU., 1980). Y en poco tiempo se difundió a buena parte de los
gobiernos de Europa occidental y, también, de América Latina, gracias a la
crisis de pago de las deudas externas que eclosionó en México en 1982.

Durante ese período inaugural de acceso al Estado (fin de los ‘70s,


principios de los ‘80s), breve y altamente expansivo, la doctrina neoliberal
originaria vivió su primera fase de transformación, con dos ámbitos de
cambio:

Por un lado, fijó los parámetros de un programa de política


económica relativamente uniforme y de alcance mundial que, en el caso
del Sur y después de Europa oriental, plasmó en los
denominados ajustes estructurales, que por encima de sus
diferencias nacionales exhiben un diseño común, inspirado en el credo
neoliberal. Un diseño que perdura en los ‘90s, si bien con ciertas
revisiones.

En los ‘80s, una nota distintiva fue que el mercado


mundial pasó a ser considerado como principal mecanismo de
asignación de recursos. Como corolario, se produjo un agudo
sobreacento en la búsqueda de competitividad (externa).
Ello exacerbó la política de deprimir el costo de la fuerza de
trabajo y los salarios. El trabajo, pues, retrocedió al papel de
una mera mercancía comprada al menor precio posible. Se trata,
entonces, de una bandera ortodoxa que persiste en los ‘80s,
aunque agudizada; y que continúa hasta el presente,
nuevamente intensificada (con los programas de flexibilización
laboral). El resultado es una descomunal redefinición de
poder entre el capital y el trabajo, un fruto y característica
crucial del capitalismo en su etapa neoliberal.
Por otra parte, durante la primera administración Reagan (1980-
1983) la ortodoxia neoliberal tuvo su cambio más significativo. En
efecto, fue rearticulada por el pensamiento neoconservador. Es
decir, se desencadenó un proceso de reorganización ideológica tan
intenso que dio lugar a un conjunto original, a una nueva síntesis, con
dos novedades centrales:

El ensamble del ideario neoliberal con valores democráticos (de


raíz liberal), típicamente neoconservadores, mientras que en el
neoliberalismo clásico ocuparon un lugar expresamente subordinado.

Así se consolidó un proyecto de sociedad integral, que


no se limita al terreno económico y abarca al régimen político.
En otros términos, se robusteció el impulso de
una transformación global de las sociedades, una tendencia que
perduró y se acentuó en los ‘90s (sobre todo, con la incorporación
de un régimen específico de "políticas sociales").

Además, despuntó una firme voluntad internacionalista,


también de estirpe neoconservadora, que incitó (y estimula)
la expansión mundial del programa, en un intento de homogeneización
de alcance planetario.

De hecho, esa propagación se convirtió en una prioridad explícita de la


política exterior de la gestión Reagan, con el mote de "democratización
global". Una prioridad que luego fue retomada por la administración Bush y,
posteriormente, por el gobierno Demócrata de William Clinton (con la
denominación de "alianza global por la democracia"). Por ende, se trata de
un eje de la estrategia externa estadounidense que concitó (y recibe) un considerable
consenso bipartidario, lo cual le confiere solidez y consolidación de largo
plazo.

Por ello, es factible afirmar que, en rigor, desde principios de los ‘80s se
ha perfilado un programa neoliberal-conservador (o un
neoconservadorismo-liberal), de factura estadounidense, que impulsa un
proyecto de sociedad que es a la vez integral y mundial. Un esfuerzo totalizador
típico de la Modernidad e inédito en su alcance.

En efecto, en los ‘80s el programa alcanzó una extraordinaria


expansión, que prosiguió en los ‘90s gracias al colapso del socialismo
histórico, que le otorgó -ahora sí- un alcance realmente planetario.
Lo relevante es que esa excepcional gravitación en el sistema
internacional derivó, en buena medida, de la hegemonía que el neoliberalismo
consiguió como ideología, sobre todo a nivel dirigente. En otros términos, en
los ‘80s y ‘90s el ideario neoliberal-conservador logró establecerse como una
potente fuerza ideológica a escala positivamente global. Y todavía detenta
un dinamismo continuado, aunque afronta límites y riesgos políticos
crecientes.

2. EL PROGRAMA NEOLIBERAL CONSERVADOR ES UN


PROYECTO POLÍTICO

INTERVENCIÓN ESTATAL

El neoconservadorismo-liberal constituye un proyecto, y no la


expresión necesaria de determinaciones históricas inexorables. Un proyecto
cuya propagación mundial es incitada, básicamente, por ciertas
estructuras políticas. En particular, por aparatos estatales: los Estados del
capitalismo avanzadoy, sobre todo, el de EE.UU., por sí mismos (a través de su
estrategia exterior) y, también, por medio de instituciones económico-financieras
internacionales.

Al respecto, sobresale el papel adquirido por las agencias de Bretton


Woods (Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial), que desde los
‘80s incrementaron notablemente su poder y se convirtieron en
el dispositivo nodal para la implantación de los ajustes estructurales en
el Sur y, luego, en el ex-bloque soviético. Cabe recordar que se trata de
organismos multilaterales; o sea, que sus miembros son Estados. Y que la
capacidad resolutiva de cada país (en dichas entidades) es proporcional al
capital comprometido. De ahí que los Estados centrales tengan un rol
decisivo en la definición de políticas y en la toma de decisiones.

Por lo tanto, el presente análisis difiere de aquellos que devalúan el papel


de los Estados del capitalismo avanzado y, en general, de lo político, en el tipo de
globalización económica en curso: una globalización neoliberal, que responde a
intereses nacionales específicos de dichos Estados, así como a necesidades de
circulación planetaria de las fracciones más concentradas del capital
transnacional.
CONDICIONAMIENTO DE POLÍTICAS Y RESTRICCIÓN
DEMOCRÁTICA

La banca de Bretton Woods acudió (y apela) a un instrumento crítico


para la efectiva implantación del programa: el condicionamiento de
políticas, por lo cual desempeña un rol notablemente activo en
su formulación.

Ello entraña una injerencia acentuada en las cuestiones internas,


singularmente aguda en los países deudores. En otras palabras, la agenda de
políticas: las políticas fundamentales, atinentes a los modelos domésticos de
sociedad, no son dispuestas ni por los ciudadanos, ni por los partidos, ni por
los gobiernos latinoamericanos. Y tal sujeción del sistema político a poderes
sin control (nacional, ciudadano) es, éste sí, un problema de "gobernabilidad"
que, a su turno, pone en cuestión los alcances democráticos de los
regímenes hoy vigentes en el subcontinente.

EL "AGGIORNAMENTO" NEOLIBERAL Y EL
ABANDONO DE LA ORTODOXIA. UNA SEGUNDA FASE QUE
COMIENZA EN 1990

LA EXPANSIÓN DE LA POBREZA EN EL SUR: UN


FACTOR DECISIVO

Desde mediados de los ‘80s, la expansión e intensificación de la


pobreza en el Sur comenzó a concitar una creciente preocupación en las
instituciones de Bretton Woods. El Banco Mundial asumió un rol de
liderazgo en la materia, hasta que en 1990 publicó su famoso Informe sobre el
Desarrollo Mundial. La pobreza, en el que propone a la reducción de la
pobreza en el Sur como la máxima prioridad de la política internacional y
del accionar del propio Banco.

Esa jerarquización se propagó a la denominada "comunidad de


donantes", con una fuerte influencia del Banco Mundial derivada, en buena
medida, de su poder financiero, sí, pero muy especialmente de su potencial
analítico y, también, de su capacidad de formulación y condicionamiento de
políticas. Tal incidencia (del Banco Mundial en otras agencias) resulta
peculiarmente patente y aguda en la evolución del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) en los ‘90s. En efecto, a partir de 1990 el BID se sumó a la
era del ajuste, por presiones de Estados Unidos y bajo la supervisión directa
del Banco Mundial. Así, se convirtió en el principal órgano financiero
multilateral de la región (en términos del monto de fondos movilizado) y, por
ende, en una pieza eminente del dispositivo de conjunto (en materia de
pobreza), aunque su rol es políticamente subordinado a las instituciones de
Bretton Woods y, en particular, al Banco Mundial.

El estallido de la pobreza en el Sur durante los ‘80s adquirió tal


jerarquía que dio lugar a una nueva y segunda fase evolutiva: un
"aggiornamento" del programa neoliberal, sistematizado y lanzado por el
Banco Mundial en aquel Informe sobre el Desarrollo Mundial 1990. Un
remozamiento que se expresó en la esfera diagnóstica y en la agenda de políticas.

¿Por qué tantos desvelos? La pobreza es calibrada como un asunto


prioritario en tanto se perciben riesgos para la "sustentabilidad" política del
programa neoliberal. En otras palabras, se teme:

una erosión del consenso social mínimo necesario (en especial,


cuando rigen regímenes electorales),

así como una generalización de conflictos distributivos (incluso


violentos) y

la aparición de alternativas o "movimientos anti-reforma".

En definitiva, la cuestión social resulta aprehendida como factor de


desorden, como riesgo político derivado de obstáculos en el terreno de
la hegemonía (en la edificación de consenso social). Con ello despunta una
situación paradojal, ya que es allí donde el neoliberalismo ha conseguido hasta
ahora uno de sus éxitos más destacados.

Y tal desvelo perdura hasta la actualidad, después de casi una década de


"aggiornamento". En otros términos, los riesgos persistirían, incluso
agudizados, con lo cual se esboza el escenario de un fracaso. Entonces, la
esfera de la hegemonía conforma una de las mayores fortalezas y, a la vez,
uno de los eslabones potencialmente más débiles del programa
neoliberal-conservador.

Es que el "aggiornamento" incurre en yerros diagnósticos y, por lo tanto,


en políticas equivocadas que, a su turno, lo llevan a fracasar en su razón de origen:
reforzar el respaldo público y la consiguiente "sustentabilidad" política del
modelo.
UN DIAGNÓSTICO RENOVADO

En los ‘90s, la jerarquización de la pobreza y, en general, del deterioro


social, se ha expandido al punto de parecer un consenso generalizado de
alcance planetario. Incluso, cobran relieve nociones como Desarrollo
Humano y Desarrollo Social, que hasta han sido retomadas por la banca
multilateral. Empero, tal consenso no existe. En efecto, subyacen
diagnósticos y políticas muy diversos, inclusive opuestos. Por eso, lo
relevante (en cada caso) es determinar cómo se define el problema: el
diagnóstico causal (cuál sea el origen de aquel deterioro); y, por
consiguiente, qué se propone para solucionarlo: la agenda de políticas.

Ajuste y pobreza

En primer término, el "aggiornamento" repercutió en una visión


revisada respecto del papel de los ajustes estructurales en el origen de aquella
explosión de la pobreza en el Sur. Es decir, como factor causal. Se dio una
novedad (respecto de los ‘80s). Así, desde inicios de los ‘90s la banca de
Bretton Woods admite que los ajustes suelen provocar efectos
desfavorables en los pobres y, en general, en los trabajadores. No obstante,
también asegura que se trata de resultados momentáneos,
ineludiblemente transitorios.

Por lo tanto, en el mediano plazo las "reformas de mercado" serían


congruentes con la merma de la pobreza. Por eso, en materia de políticas -y a
pesar de tal novedad- se ratifican los trazos centrales del programa, aunque se
insertan algunas correcciones.

A la vez, la atribución de dicho carácter transitorio carece de cualquier


fundamento empírico, si bien proviene de una tesis teórica, aquella que estructura
el edificio neoliberal (el mercado como mejor mecanismo de asignación de
recursos y satisfacción de necesidades). Por ende, se perfila una
racionalidad dogmática y una "fuga hacia el futuro", que ya operaban en los
‘80s.

No sólo no hay evidencias empíricas que funden la transitoriedad como


certeza. Además, la mejora social se posterga sine die y, peor todavía, el
deterioro se ahonda. En efecto, en los ‘80s, sí, pero también durante los ‘90s
(lapso de diseño e instauración del "aggiornamento"), la evolución de los
principales indicadores sociales en América Latina ha sido (y es)
persistentemente negativa. Entonces, esta debacle coincide con un ciclo largo,
que empezó (o se agudizó) a inicios de la década del ‘80, perdura hasta el
presente y corresponde al período de implantación del programa neoliberal
(en sus diversas fases).

El carácter prolongado del ciclo permite contraponer


una hipótesis diagnóstica alternativa, fundada
empíricamente en tal evolución y no en ninguna tesis dogmática
(como sí ocurre con el neoliberalismo):

El retroceso social constatable en América Latina (y en el


Sur) durante los ‘80s y ‘90s constituye un impacto negativo
de largo plazo, no transitorio. Se trata, pues, de un
efecto estructural, atribuible e inherente a dicho programa
(neoliberal).

En consecuencia, se requiere una


reorientación substancial, una visión alternativa del
desarrollo, que supere los estrechos marcos de una pretendida
"humanización" del ajuste, así como los llamados en pro de la
apertura de una etapa que agregaría lo social al mismo programa
básico.

Crecimiento y desigualdad

La pregunta diagnóstica correspondiente es: ¿qué papel y jerarquía


relativa tienen los problemas de crecimiento e igualdad en el origen de
aquella expansión de la pobreza y, en general, de tal deterioro social? Es
decir, como factores causales. El Banco Mundial da una respuesta categórica.
El vectorestructural, predominante, serían las obstrucciones al crecimiento económico,
con lo que continúa una idea-fuerza nodal del ideario neoliberal. Empero, la
novedad (respecto de los ‘80s) consiste en que se acepta que la
desigualdad condiciona los frutos del crecimiento (en la esfera social). En
consecuencia, y en materia de políticas, se sigue promoviendo un máximum de
acumulación (continuidad), pero se admite la necesidad de políticas
distributivas (cambio).

Una hipótesis diagnóstica alternativa es que en


América Latina la expansión de la pobreza durante los ‘80s y
‘90s ha sido, en buena medida, producto de un fuerte e
incesanteincremento de la desigualdad, que continúa hasta el
presente. Por lo tanto, en esta óptica el factor causal
preponderante reside en la desigualdad y no en los límites al
crecimiento económico.

De ahí que el foco de una visión alternativa al


neoliberalismo sea el combate a la desigualdad. Y ello
demanda transformaciones substanciales en las estructuras de poder;
una tarea de naturaleza política que, a su turno, requiere la
edificación de un poder alternativo, un poder de las mayorías.

Estado y mercado

Desde el inicio, ya en 1990, el "aggiornamento" revalorizó el papel del


Estado y, por ende, una mayor intervención pública con fines distributivos, una
óptica que comporta un distanciamiento de la ortodoxia y que prosiguió e incluso
se ahondó en los ‘90s.

Empero, a la vez se aboga por una intervención módica, "amistosa con


los mercados" y, más aún, se auspicia la generalización de criterios y mecanismos de
mercado en el Estado, incluso en servicios públicos sociales como la educación y
la salud (por ejemplo, en los procedimientos de asignación de recursos
estatales o el arancelamiento de ciertas prestaciones). Se trata, pues, de
una intervención mercantilizada. Éste es el sentido del cambio. En
definitiva, se perfila un pensamiento transaccional, sí, pero dominado por el
dogma primario, la apología de origen (el mercado como óptimo social).

CRECIMIENTO ECONÓMICO Y EMPLEO. UNA VÍA


PRIORITARIA PERO INEFICAZ

En materia de políticas, el Banco Mundial esbozó una revisión de


conjunto que bautizó estrategia de "dos vías", lanzada en el Informe sobre el
Desarrollo Mundial 1990. La pobreza. La primera "vía", sopesada como
prioritaria, estribaría en el restablecimiento de un crecimiento económico
alto y estable, una idea-fuerza inmutable del paradigma neoliberal. Pero
además surgió una novedad: el crecimiento económico fue (y es) considerado
prioritario, sí, aunque también insuficiente, innovación incluida frente a la
evidencia (explícitamente admitida) de que el crecimiento per se no redunda
necesariamente en una mejora social.
Por eso, el Banco Mundial hizo (y hace) hincapié en el patrón (o tipo)
de crecimiento. Y prohija una matriz de base amplia, intensiva en trabajo,
que expanda las posibilidades de empleo (e "incremente la productividad y
las oportunidades económicas de los pobres").

Sin embargo, y en términos de resultados, el dispositivo fracasa. En


efecto, en América Latina, y durante los ‘90s, el crecimiento económico
(cuando se da) se asocia con tasas de desocupación abierta (y de desempleo
oculto) constantes o en aumento.

Ante ello, en los últimos años la banca multilateral ejerce presiones


redobladas en pro de una reforma estructural específica, ahora jerarquizada:
la desregulación del mercado de trabajo, una flexibilización profunda (en rubros
como la contratación, el régimen de despidos y los "costos no salariales",
entre otros), presentada como vía regia para la creación de empleo.

No obstante, el resultado central es otro: la restauración de una lógica


mercantil en el vínculo capital/trabajo, asalariado/empleador, con

un abatimiento del costo de la fuerza de trabajo, una idea-fuerza central


y permanente del programa, ahora agudizada; y

la proliferación de formas precarias de relación salarial: inestables, con


poca o nula protección social, retribuciones bajas y aumentos de las
cargas de trabajo.

En palabras de Robert Castel, ello está provocando el crecimiento


exponencial de una vulnerabilidad de masas; no sólo desempleo y
exclusión. Éste es el nuevo rostro de la cuestión social. Un resultado que
contradice los afanes distributivos del "aggiornamento" y que, por lo tanto,
tiende a erosionar su razón de origen (afianzar la "sustentabilidad" política
del programa).

4. EL MODELO NEOLIBERAL DE POLÍTICAS SOCIALES

LA FOCALIZACIÓN

Entonces, el "aggiornamento" impulsa una reasignación, sí, pero no en


el mercado de trabajo, donde se verifica una transferencia de sentido inverso,
regresiva. Por eso, la redistribución queda limitada a la acción pública
estatal y, en especial, a ciertas prestaciones sociales (como la educación y la
salud).

Se trata de las denominadas políticas sociales que, entonces,


resultan jerarquizadas (de cara a los ‘80s) y que, además, adquieren un perfil
propio: un régimen neoliberal de políticas sociales, diseñado en buena
medida por el Banco Mundial y atravesado por un patrón
distributivo tremendamente restringido.

Un principio directriz y distintivo del régimen es la focalización.


Básicamente, alude a que las prestaciones sociales provistas por el Estado
procedan a una selección y reducción de los destinatarios. ¿Por qué? Es que la
concentración de fondos en un volumen limitado y menor de receptores trae
consigo una caída de los costos fiscales. Así pues, se trata de acotar el gasto
público social.

Por consiguiente, subsiste otra idea-fuerza nodal, si bien en un marco


renovado: el "aggiornamento" recupera el gasto público (como canal
distributivo) y, a la vez, busca refrenarlo. Nuevamente, una matriz
transaccional, sí, pero regida por un a-priori que da al programa, aun
"aggiornado", identidad neoliberal. Por eso, se alienta una redistribución de
cobertura reducida y, entonces, se coloca un fuerte énfasis en lospobres y,
sobre todo, en las franjas de pobreza extrema.

De ahí, también, el acento en las mediciones de pobreza, que suelen


implicar subestimaciones de la magnitud del fenómeno, peculiarmente
agudas en el caso del Banco Mundial. Una subvaloración políticamente
condicionada. Es decir, supeditada al imperativo de focalizar. Es que si las
cifras de pobreza (resultantes de tales mediciones) se amplían, si aumentan
considerablemente, la misma idea de focalización queda en entredicho. O
sea, la lucha focalizada contra la pobreza pierde significado.

Y éste es el caso de América Latina. En efecto, en cálculos más precisos


(sin subestimación) se arriba a dimensiones de pobreza muy abultadas.
Además, en el subcontinente el volumen de población severamente castigado
por los ajustes es vasto y excede en mucho a las fracciones catalogadas como
pobres. Por eso, la restricción de cobertura inherente a la focalización resulta
palmariamente ineficaz ante la cuantía de los afectados. Con ello, y
nuevamente, el "aggiornamento" tiende a lesionar su objetivo fundacional: renovar
el apoyo al programa, fortalecer su "sustentabilidad" política.
EL DISPOSITIVO NODAL: LAS REFORMAS SECTORIALES

Bajo la égida de la focalización, el régimen neoliberal de políticas


sociales recurre a un cauce distributivo principal que, en rigor, constituye
la segunda "vía" de la reformulación estratégica: una reforma profunda de
ciertos sectores públicos sociales y, en particular, de los sistemas
de salud y educación.

Sobre todo, se aboga por una reestructuración del gasto. Así, se patrocina
una ampliación de fondos en algunos servicios, los más básicos que, por un lado,
favorecerían directamente a los pobres y que, por otro, tendrían una
asignación financiera insuficiente. Es el caso de la educación básica, de los
cuidados primarios de salud (atención clínica esencial, inmunizaciones,
planificación familiar), de los apoyos nutricionales y de cierta infraestructura
física (por ejemplo, agua potable, saneamiento).

No obstante, se plantea un problema: cómo financiar aquella ampliación


de recursos (en los servicios básicos) con el corsé autoimpuesto por el ajuste
estructural. La salida, entonces, estribaría en recomponer el gasto público total
(más que en aumentarlo).

Para ello se postulan diversos mecanismos. Sobre todo, una reubicación de


fondos desde los niveles superiores hacia los inferiores. En otros términos,
la suba en los tramos básicos exigiría un declive (o cancelación) en los más avanzados,
en los que se alientan mecanismos de mercado (como el pago de aranceles). De
ahí la prioridad de la educación básica sobre la universitaria; y la prevalencia
de los cuidados primarios de salud respecto de la medicina especializada.

En definitiva, se prohija una reforma financiera: cambios en


la composición del gasto público a través de una reasignación de recursos entre
niveles de un mismo sector. Por eso, el Banco Mundial realza la cuestión de la
escala. O sea, la reforma habría de englobar a cada sector en su conjunto.
Reforma, pues, de los sistemas públicos de educación y salud en su totalidad,
completos (y no de algún tramo aislado), un proceso que hoy se encuentra en
marcha en buena parte de América Latina y el Caribe.

La reforma tiene impactos regresivos directos:

Por un lado, se alienta -de hecho- una transferencia dentro de los


damnificados por los ajustes estructurales. Un desplazamiento de
recursos desde los sectores medios hacia los más pobres, con lo cual el
"aggiornamento" queda otra vez atrapado en una contradicción con
sus propios objetivos políticos.
Por otra parte, la reubicación intrasectorial de fondos,
redundantemente justificada con argumentos de equidad, tiende a
una reproducción ampliada de la desigualdad, con efectos regresivos
sobre los más pobres (en virtud de la "primarización" de las
subvenciones estatales).

Ello reafirma que la redistribución del régimen neoliberal de políticas


sociales es notablemente limitada:

en el cómo: solamente a través del gasto público;

en el cuánto: los montos de recursos asignados;

en el hacia quién: el volumen de población destinataria;

en el desde quién: las fracciones medias; y

en el espectro de prestaciones: circunscribirse a lo básico.

Así pues, las promesas distributivas y, por lo tanto, los propósitos


políticos del "aggiornamento", quedan jaqueados. O sea, los límites sociales
(distributivos) se transmutan en límites políticos.

LOS PROGRAMAS COMPENSATORIOS

Al calor de la renovación diagnóstica, el Banco Mundial conviene en


que las "reformas" traen consigo impactos adversos que, aunque
ineludiblemente transitorios, reclamarían intervenciones específicas y
adicionales. Por eso, desde 1990 la reformulación estratégica añadió (y
agrega) un curso de acción complementario: programas compensatorios, de corto
plazo. Iniciativas temporarias encaminadas a aminorar algunas consecuencias
peculiarmente desfavorables del ajuste y ciertos padecimientos de la pobreza extrema.

Sobre todo, se auspician acciones de emergencia típicas como la


creación de empleos públicos temporales(para atemperar la desocupación), así
como la provisión de servicios e infraestructura básicos como nutrición, cuidados
de salud y agua potable, saneamiento e irrigación. También se incluyen
procesos de capacitación de mano de obra y esquemas de crédito (para
microempresas).
En rigor, los diagramas compensatorios conforman el único dispositivo
expresamente orientado a robustecer en el corto plazo la viabilidad
política del programa. Ello es peculiarmente patente en los
denominados Fondos Sociales, que han proliferado en América Latina gracias al
fuerte sostén crediticio del Banco Mundial y del Banco Interamericano de
Desarrollo.

Empero, también se hace un fuerte hincapié en la necesidad de


proceder a transferencias totales limitadas, por lo que se anima un enfoque
severamente selectivo, una focalización peculiarmente acuciosa (dirigida a
grupos muy circunscritos). Una vez más, la lógica fiscal prevalece sobre la
racionalidad política.

PRIVATIZACIÓN Y GENERALIZACIÓN DE UNA LÓGICA


DE MERCADO EN EL ESTADO

Como se apuntó, el "aggiornamento" ensalza y prescribe un Estado


empapado por una lógica de mercado. Por lo tanto, la fórmula del Estado
eficaz, que desplaza y suple al viejo ideal del Estado mínimo, equivale a
un Estado mercantilizado.

También en el régimen de políticas sociales. El principio rector


es expandir la competencia. ¿Cómo? Para ello, se patrocina un arsenal de
procedimientos variados, con algunos preceptos directrices comunes. Sobre
todo, se aboga por:

Una reducción del papel del Estado como agente directo, delegando (parte
de) las prestaciones al sector privado. Es decir, se trata de agrandar la
gestión u oferta privada (en especial, empresas capitalistas, aunque se
añaden Organizaciones No Gubernamentales y entidades locales, en
ciertos casos).

Una mutación substancial en la asignación de los recursos


gubernamentales. En particular, se auspicia que el sistema de prestadores
(públicos y privados) compita por los caudales estatales. El corolario es
doble:

se incluye y prohija el financiamiento público de


la oferta privada; y
se incita el financiamiento por proyectos (presentados
por los interesados, quienes rivalizarían entre sí para
conseguir tales desembolsos).

Un cambio decisivo en materia de fuentes. O sea, respecto


del origen de los fondos: una "diversificación" que apunta centralmente
a una privatización, sí, pero ahora del financiamiento estatal. El asunto,
entonces, ya no alude a los actores (quién brinda el servicio, en pro del
engrosamiento de la iniciativa privada), sino a la procedencia (privada)
de los recursos (fiscales); por ejemplo, el arancelamiento y, en general,
la denominada "recuperación de costos".

El aliento de esos dispositivos de mercado también se extiende a los


programas compensatorios. Ello resulta patente en los Fondos Sociales que, por
lo tanto, constituyen un caso paradigmático en la materia.

Empero, la mercantilización del Estado recrudece en los servicios


públicos sociales ordinarios. En particular, en sus tramos avanzados y, sobre
todo, en la Educación Superior. En efecto, el Banco Mundial ejerce presiones
firmes y sostenidas en pro de una reforma integral del nivel. Una reforma
realzada (por el Banco), jerarquía que plasma en la composición actual de su
cartera de créditos. Una reforma, claro, gobernada por cánones de mercado.
Por eso, se auspician políticas como:

La expansión y robustecimiento de proveedores privados.

Una "diversificación institucional". Es decir, la ampliación de una


franja de entidades no universitariascomo, por ejemplo, centros
profesionales y técnicos de ciclos cortos. Su ventaja: menores costos,
que facilitarían una mayor participación del capital privado.

El financiamiento público del capital privado. O sea, el conjunto del


sistema: estatal/privado, competiría en pie de igualdad por la
asignación de los caudales gubernamentales. Entonces, el gasto público
colapsa en su función distributiva: se organiza como mercado e incluso
subvenciona a aquel capital.

La movilización de recursos privados dentro de la oferta oficial. En


especial, se impulsa el cobro de derechos de matrícula en todo el nivel.

El intento de que la demanda se acerque al funcionamiento de


un mercado de consumidores y, por consiguiente, que los establecimientos
tiendan a comportarse como empresas que compiten entre sí por
dicho mercado; y no sólo por los fondos públicos.

La limitación del acceso en las Universidades públicas (de acuerdo a


criterios de eficacia en función de los costos, propios de la perspectiva
de mercado dominante). De ahí que se abogue por procedimientos de
selección que ciñan el volumen de estudiantes. Empero, algunos
documentos del propio Banco admiten que los exámenes de ingreso
benefician a los postulantes de franjas sociales más acomodadas.
Entonces, la limitación del acceso desemboca en una reproducción
de la desigualdad. Un impacto sobredeterminado por otros ejes de
política y, en particular, por el objetivo directriz de cercenar los subsidios
públicos. Un propósito que se vale de diversos mecanismos de
mercado, pero que recalca uno peculiarmente lesivo para los sectores
populares: el arancelamiento. Un propósito que también recurre a la
reubicación de fondos hacia la educación básica. Es decir, que conjuga
la mercantilización del Estado con la focalización. O sea, que combina los
dos principios organizadores del régimen.

En síntesis, el régimen neoliberal de políticas sociales constituye otra


"reforma de mercado". Una reforma del Estado en clave de mercado. Su
novedad reside en que consiente cierta intervención estatal, con fines
distributivos y por el carril del gasto fiscal. Así, se dibuja una heterodoxia,
una transacción, sí, pero regida por la utopía fundacional.

En efecto, no sólo prevalece el encomio del libre mercado capitalista.


Además, la contención del gasto público social, una idea-fuerza neoliberal
originaria, continúa fungiendo como precepto directriz. Por eso,
la contracción de cobertura (población atendida) y subsidios es marca de
identidad. Una insignia que sojuzga el horizonte político que dio
nacimiento al régimen. De ahí su radical modestia distributiva.

5. LA VULNERABILIDAD POLÍTICA DEL PROGRAMA Y


LAS "REFORMAS DE SEGUNDA GENERACIÓN"

Recientemente, ciertos análisis del Banco Mundial y del Banco


Interamericano de Desarrollo (BID) reconocen que en los ‘90s los resultados
sociales en América Latina han sido desfavorables e, inclusive, que tuvo lugar
un deterioro (de cara a los ‘80s). Más todavía, admiten que los riesgos
políticos (para la "reforma") han aumentado.
Así pues, se relata la historia de un fracaso. El fiasco del
"aggiornamento" en su motivo fundacional: afianzar la esfera de la
hegemonía, la edificación de consenso social. Entonces, después de casi una
década se consuma una repetición. Revive y se acentúa el riesgo de origen, aquel
que suscitó al "aggiornamento": los impactos políticos corrosivos de la
debacle social que azotó a buena parte del Sur en los ‘80s.

Ante ello, sin embargo, la banca multilateral corrobora el rumbo y


propone las denominadas "reformas de segunda generación". Éstas
comportan algunas novedades en materia institucional (por ejemplo, la lucha
contra la corrupción). Pero, sobre todo, implican más ajuste. Se trata de
robustecer (lo ya emprendido, impidiendo retrocesos) y, en especial,
de ahondar reformas estructurales que se juzgan atrasadas. En particular,
la flexibilización del mercado de trabajo, la reforma de la seguridad social y de los
servicios públicos de salud y educación.

En consecuencia, se salvaguarda y, más aún, se agudiza la matriz


de distribución fuertemente restringida precedente e, incluso, sus
eslabones regresivos (como es el caso de la flexibilización laboral).

Por ende, cabe esperar una reproducción, aunque ampliada, de los


efectos probados (del programa). No una mejora, sino un mayor deterioro social.
Entonces, la banca multilateral corre el riesgo de reiterar el círculo que
protagonizó en los ‘90s: ante la cuestión social percibida como factor de
desorden, realza lo político y fija una agenda que, a su turno, produce
impactos que retroalimentan el malestar. Provoca su fracaso.

Resumen

A fines de la década del ´80`, en un contexto de grave crisis económica, el neoliberalismo se impuso en gran part
que ver con el modelo de "Estado de Bienestar"
El trabajo presentado a continuación se centra en dos países que llevaron a cabo reformas similares, en la misma
por un lado Venezuela, en la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez (1988) y por el otro lado Argentina, a
(1989).
Por último analiza como se comportaron las sociedades de los ambos países ante las reformas y la manera de có
Carlos A. Pérez sería destituido de su cargo luego de previo juicio político y Carlos S Menem fue reelecto en su carg

Abstract

In the end of the decade of 1980 when a serious economic crisis affected Latin America, policies connected to
nothing to do with welfare state, the economic
The following paper focuses on two countries that displayed similar policies at the same time, decisions made b
Venezuela under Carlos Andrés Pérez’ second term and Argentina un
Finally, this work analyses societies’ reaction to transformation in both countries and the way these presidents fin
removed from office after political judgement and Carlos S. Menem was re-elected as president which means that
people.

“Reformas neoliberales en América Latina”: Argentina y Ven


presidentes Carlos S. Menem y Carlos. A. Pérez en per
Por María Laura Lepre.1
marialauralepre@hotmail.com

Introducción

A finales de la década del ´80 los países de América Latina tenían grandes dificultades para reasumir el crecimie
en términos absolutos y relativos y la vulnerabilidad de los mercados nacionales frente a los impactos recesiv
revalorización del rol del Estado en la economía. Como sustento de esto se concibieron a las políticas populistas d
corto alcance ya que finalmente produjeron colapsos económicos que se corrigieron a través de la estabilización ci
por el derrocamiento del régimen anterior ( como sucedió en Argentina, Brasil, Chile, etc) demostrando que la ún
era apostar al neoliberalismo, un paradigma que buscaba transformar sustancialmente la estrategia de crecimiento
a este devenir histórico de la estatalidad, este
Lo que se presenta a continuación intentará explicar por que en América Latina las políticas dictadas por el “Cons
a cabo con tanta rigidez, y en muchos casos, por medio de presidentes que accedieron al gobierno por medio de di
los que estos or
Lo curioso del caso es que las reformas que venían siendo implantadas tuvieron diferentes acogidas según la so
sociedad entera las apoyó y esto quedó demostrado una vez que le dio la reelección al presidente que las hab
continúe con ellas ); por su parte, en Venezuela la situación sería muy distinta: la profunda fractura social a la que
la explosión social de febrero de 1989, estallido conocido con el nombre de “ El Caracazo” que trajo como resultad
el presidente y la denuncia por parte de la Corte Suprema de Justicia para que se le inicie
De acuerdo a lo antes descrito surgen los siguientes interrogantes so
¿Habría temor a que se mantendría y acentu
¿Tenían esperanzas de que surgiera desde el p
Y en lo que respecta a l
¿Es posible que la aceptación de las políticas económicas del momento serían en realidad más una actitu
¿Podría pensarse que la sociedad delegara en el presidente toda la responsabilidad acerca del rumbo a tomar en m

El Neoliberalismo en América Latina

Para describir el proceso de implantación del neoliberalismo y las medidas pedidas a los Estados latinoamerican
tomarán los siguientes autores: Maria Celia Guiñazú , a Ana Maria Escurra, Carlos Vilas, Daniel García Delgado,
Smith, José Luis Corragio. Para escribir sobre la reforma del Estado recurriré a: Juan Carlos torre (quien describ
cabo en América Latina y la capacidad o no que tuvieron las elites de sostenerlas) y a Norbert Lechner . Cuando
indagará en el artículo del Pacto de Punto Fijo junto con el artículo de Eduardo Romero a quien también lo utiliza
Cuando se describa sobre la presidencia de Carlos Menem se tendrá como referencia a Daniel García Delgado, Nat
O’Donnell quien escribe acerca de la “democracia delegativa” concepto que se adaptaría bien al caso argentino. Pa
parece muy interesante tomar el texto de Adam Przeworski, quien habla del “valle de la transición” ( aceptar los sa
el futuro será
El aporte que este trabajo dará al estado de la cuestión, será la comparación de los dos líderes carismáticos los c
las reformas económicas neoliberales implantadas en América Latina.

Etapa fundacional del Neoliberalismo (194

Basada sobre la tesis de que el Mercado constituiría el mejor y más eficaz instrumento para la asignación de recu
autorregulación conduciría un óptimo social. Exaltando las virtudes de un Estado mínimo. Esta tesis operó como
algunos matices, por ejemplo ya no se hablaría de un Estado m
El neoliberalismo fundacional planteó una agenda de política con las siguientes ideas:

1. Promoción de libre mercado.


2. Lo anterior demandaría un aumento de la tasa de ganancia del capital privado, por ello
3. Se requería una disminución de los costos salariales.
4. Firme contención del gasto público social.

Primera fase (fines de los ‘70’): Con el advenimiento de las administraciones de Thatcher (Gran Bretaña ,19
comenzó su etapa estatal (primera fase) y en poco tiempo se propagó a algunos gobiernos de Oceanía y América
que eclosionó en
Durante este período lo que propugnaba el neoliberalismo fundacional tendría su
1) se fijarían los parámetros de un programa de política económica uniforme, de alcance mundial; “ajustes est
considerado el principal mecanismo de
2) la ortodoxia neoliberal habría sido rearticulada por el pensamiento neoconservador. Así se consolidaría un pro
al terreno de lo económico sino que también
El rol legítimo de la política y del gobierno sería determinar las reglas básicas de la convivencia social, particula
mercado. Un Estado eficiente y justo debería abstenerse de intervenir. La libertad como objetivo de la organiza
régimen democrático. El Estado debía constituirse en el principal agente de estabil
El estallido de la pobreza en el cono sur a fines de la década del ´80’daría lugar a una segunda fase e
Admitiendo que los ajustes pueden provocar efectos desfavorables en la gente mas pobre y en los trabajado
momentáneos,
Este aggiornamento revalorizó el papel del Estado, generando una mayor intervención pública con fines distr
publica estatal, y en especial a ciertas prestaciones sociales (salud, educación, por ejemplo…), dando un fuerte én
extrema.
Ello reafirmaría que la redistribución del régimen neoliberal de polí
En el cómo: solamente a través
En el cuándo: los montos
En el hacia quién: el volumen de
En el desde quién: las fracciones
En el aspecto de prestaciones: circunscribir
El aggiornamento desplazaría y supliría al viejo ideal de Estado
En los ´90’ los resultados sociales en América Latina habrían sido desfavorables, e inclusive habría un mayor d
de un fracaso. Ante ello la banca multilateral corrobora el rumbo y propone las denominadas “Reformas de segund
materia institucional por ejemplo la lucha contra la corrupción. Pero por sobre todo implicarían más ajustes.
restringida precedente e incluso sus eslabones regresivos (por ejemplo la flexibilización laboral
Es indudable que pobreza y desempleo representan una amenaza para la estr
Al incrementarse las necesidades financieras de los gobiernos latinoamericanos se volvieron insoslayables la
decisiones dependía la salud de las cuentas públicas y la actividad económica en su conjunto: por ejemplo El Conse

Consenso de Washington.

John Williamson definió como Consenso de Washington a un conjunto de recomendaciones de corte neoclásico p
la región (Williamson, 1990). Estas sugerencias de estabilización (privatización de las empresas públicas estata
jubilaciones, apertura del capital internacional, abolición de las barreras aduaneras.3 ) fueron acompañadas por
sustancialmente el modelo de desarrollo por sustitución de importaciones ( ISI), en el que el Estado dese
..El Consenso de Washington se propuso convertir al mundo (no solo a América Latina) en un campo unific
uniformidad y estandarización de los códigos y normas del mercado mundial en un proceso similar al que tuvo la
primera gran transformación, pero ahora aplicado a escala del nuevo espacio global.4

Banco mundial
La propagación mundial del neoliberalismo habría sido digitado por ciertas estructuras políticas, en particu
avanzado y sobre todo Estados Unidos por si mismo (a través de su estrategia exterior) y también por medio
Sobresale el papel adquirido por el Banco Mundial que se convertiría en un dispositivo para la implementació
organismo multilateral, cuyos miembros son los Estados, y la capacidad resolutiva de cada país es proporcional a
tengan un rol definitivo en la definición de las
En 1990 este organismo esbozó una revisión de conjunto que fue bautizada como estrategia de “dos vías”, la pr
un crecimiento económico alto y estable. La segunda vía: el crecimiento económico prioritario aunque insuficiente
mejora social. Este dispositivo habría fracasado en términos de resultado ya que en América Latina cuando se d
desocupación.
El Banco Mundial conviene en que las “reformas” traen consigo impactos adversos que reclamarían interven
programas compensatorios de corto plazo cuyo objetivo fue aminorar algunas consecuencias desfavorables del a
ejemplo: auspiciaron la creación de empleos públicos temporales (para atemperar la desocupación), así como la
nutrición, el cuidado de la salud, agua potable, etc.

Argentina previo a las reformas.

En Argentina el Estado a lo largo de su historia determinó fuertemente a la sociedad. La alta influencia de lo es


desarrollo, en la constitución de los actores e identidades como
Tras el régimen autoritario militar asume como primer presidente democrático Raúl Alfonsín ( 1983-1989) q
heterodoxa sobre política macroeconómica entre elites estatales, intereses empre
Los esfuerzos para estabilizar la economía habrían estado organizados a partir del presupuesto como instrum
flaquear a medida que se pudo advertir que, al no replantearse las funciones estatales condensadas en el presupue
fiscal.5
Este fracaso institucional prepararía el camino para la adopción de medidas económicas ortodoxas, de cons
problemas de gobernabilidad democrática.

Venezuela previo a las reformas: Pacto de Punto Fijo.

En 1958 se instaura el sistema político de conciliación (SPC), que modificaría el papel hegemónico representado
mitad del siglo xx, estableciendo una democracia populista, subordinando la autoridad militar al gobierno de lo
donde las distintas fuerzas políticas (Acción Democrática, Social Cristiano COPEI y Unión Republicana Democrát
asisten a los partidos políticos como los representantes de grandes núcleos nacionales con la preocupación común
Nación.
Se constituyó “...un populismo de conciliación institucionalizado bastante rápidamente mediante un sistema b
casi cuarenta años. Expresó una alianza entre sectores medios y medio-altos y sectores sindicalizados cuyo núcl
excedentes
Los partidos firmantes comprometían su acción y responsabilidad en los términos siguientes:

1. Defenderían la Constitución y el derecho a gobernar conforme al resultado electoral. La intervención de la


sería delito contra la patria; así, se declara como deber patriótico la resistencia permanente contra cualq
subversivo y su colaboración con ella también es delito.
2. El ejercicio del poder por un partido es consecuencia legítima de una mayoría electoral. El gobierno de Un
partidistas y evitar una oposición que debilitara el movimiento democrático.
3. Este programa sería un mínimo común para facilitar la cooperación entre las organizaciones políticas dura
constitucional.
4. El ideal de la unidad como instrumento de lucha contra la tiranía.
5. Demostraría una práctica ordenada y pacífica de la democracia; para esto se proclamaba:
1. Cada organización quedaría en libertad para sustentar a su propio candidato presidencial y otra
campaña.
2. Todos los votos emitidos serían considerados votos unitarios.
3. El pueblo sería el elector a quien le corresponda calificar con el voto cualquier postulación.

Este pacto habría tenido sus resistencias en sectores de las Fuerzas Armadas que se negaban a someterse a l
manifestado en los sucesivos alzamientos militares del Carupanazo, Ba
Cuando se produce la sublevación miliar del 4 de febrero de 1992 se da fin a la condición esencial que constituy
evidenciada la resistencia de un sector importante de las fuerzas armadas a seguir formando parte de las relaci
político; marcando la disolución del acuerdo de convivencia consensual del estam
A partir de ahí se iniciaría un proceso de transición política que se mantuvo hasta la llegada de Chávez a la pres
la capacidad social del Estado para satisfacer las demandas de los ciudadanos, un deterioro de las identidad
Al parecer el Pacto de Punto Fijo habría hecho que se alterne en el poder dos partidos (socialdemócrata y de
apropiándose de centenares de miles de millones de dólares de ingresos petroleros mientras que más del 50% de
nivel de pobreza.

Primera presidencia de CA Pérez.

El sistema económico mundial sufrió un fuerte desequilibrio en la década del ´70’ como consecuencia del alza
recursos en las arcas de algunos países productores de petróleo, entre ellos Venezuela. Estos recursos se convertir
Latina. A pesar de que Venezuela obtuvo del petróleo inmensos recursos, se endeudó fuertemente. Carlos. A.
especuladora y las excesivas demandas de los consumidores urbanos acostumbrados al derroche, habrían conc
exterior.

Reformas Económicas en América Latina.

“ Los sucesivos fracasos en resolver un problema público políticamente relevante para las elites gubernamentale
amplias e integrales; en esas circunstancias se crea el contexto propicio para que fenómenos de la realid
perspectivas conceptuales en busca de salidas
Las reformas estructurales pasarían a ser parte integrante de un clima de época, como en los años treinta lo h
(ISI).
Muchos de los presidentes que lanzarían las políticas de reformas no llegaron a ser líderes de gobierno como
Estensoro en Bolivia o Menem en Argentina). Sin embargo las causas de la implementación estarían dadas por
derivan el poder y la autoridad; las preferencias en materias de políticas estarían orientadas a ese interés particula
de los líderes de gobierno a favor del ajuste económico sería con el objetivo de retomar el control de la situación
políticas de rigor económico, aun corriendo el riesgo de alienarse el respaldo de sus b
Las reformas en América Latina se caracterizarían por:

1. Privatizaciones: no solo de empresas productivas y de políticas públicas que expresaban las iniciativas de
que respaldaban las obligaciones del Estado de bienestar.
2. Transferencia del instrumental de intervención económica (por ejemplo la política cambiaria) del ámbito p
3. Las políticas sociales ya no serían concebidas como medidas universales, sino como medias focalizadas
inserción en el mercado.

Con el pretexto de proteger los procesos económicos frente a los vaivenes de la política, se habrían propue
instituciones inmunes a las
Las estrategias de choque heterodoxo materializado en los planes Austral, Cruzado e Inti, implementado
respectivamente habrían fallado. En todo el hemisferio las políticas de estabilización de corto plazo darían luga
considerados como prerrequisitos para un modelo
El discurso proclamaba ser inclusivo, invocando el interés general de la nación, pero por lo analizado pare
participación política, implicando un debilitamiento de la sociedad civil que, sin embargo, no se traduciría en un f
debilitado al Estado sin redistr
Los esfuerzos por hacer que sean otros (ciudadanos mas pobres e indefensos) quienes soporten las cargas del
modelo de interacción estratégica entre clases y sectores que deberían optar por cooperar en la consecución
unilateral, intentando proteger sus intereses cualquiera sea la
La apertura externa, las privatizaciones de empresas públicas (transferencias de activos estatales al sector privad
torno a promesas de crear las condiciones para superar los desequilibrios macroeconómicos para poder así reto
durante el proceso de ajuste y cambio estructural se habría podido advertir que algunas reformas más qu
macroeconómica.

Primera presidencia de C. S. Menem.

Durante la campaña presidencial Menem se presentaría como el caudillo restaurador reinterpretando el ingreso
Al igual que C. A. Pérez (de cuya segunda presidencia escribo a continuación) las propuestas durante su cam
reconstruir una economía popular
Carlos Menem asumió la presidencia Argentina en 1989 en medio de una aguda crisis económica, la inflación hab
habría traído graves tensiones sociales en el último tramo del gobierno radical.10 Menem advirtió a los conciu
profundo ajuste” que requería “cirugía
Progresivamente aplicaría políticas de ajuste ortodoxo; las políticas gubernamentales que se llevaron a cab
ratificarían y profundizarían la dirección neoliberal a la que el gobierno apuntó, especialmente con la aprobación e
Emergencia Económica ( 1
La distribución regresiva del ingreso y los estándares de vida declinantes de la mayoría de la población ha
A pesar del alto costo social pagado, en el corto plazo la victoria sobre la inflación habría afirmado la popularid
comenzaría a trazarse un nuevo régimen político caracterizado por el decisionismo político; este se definirá a par
“tiempos difíciles” , dicho modelo corresponde a lo que Guillermo O´Donnell llama “democracia delegativa”,
presidenciales podría gobernar el país como mejor le parezca, en la medida que las relaciones de poder lo permit
de la nación sería el principal custodio de los intereses nacionales. Lo que haga mientras gobierne no necesita
electoral (estaría autorizado a gobernar como mejor le parezca). Explicando la tolerancia al ajuste económico por
por que las sociedades bajo este régimen habrían otorgado un fa
Lo que desencadena la emergencia de este tipo de “democracia” es una crisis económica severa y prolongada
poderes necesarios para superar los obstáculos a la toma efectiva de decisiones políticas y económicas de una man
de:
“cesarismo” en la cultura política. Su éxito dependerá de la voluntad de ciertos actores políticos (por ejemplo los
(por ejemplo, el Congreso Nacional o los partidos políticos opositores) para impedírselo. Además de estos pod
legislativas, como los decretos, poder de veto, de iniciar legislación, y posibilidad de delegación de autoridad de de
presidencia. Las disposiciones constitucionales de los regímenes democráticos en América Latina, especial en
presidente una amplia gama de atribuciones con las cuales ejercer
Frente a la falta de apoyo político necesario para la implementación de nuevas políticas económicas, C. Menem h
de decisiones de los partidos políticos y la representación parlamentaria.

Segunda presidencia de C. A. Pérez

El 4 de diciembre de 1988 Carlos Andrés Pérez asumió la presidencia de Venezuela por segunda vez de la man
parecer esta nueva presidencia despertaba esperanzas entre sectores bien amplios de la sociedad, en atenc
instrumentar un nuevo proyecto para la
Las necesidades sociales y las demandas por su satisfacción habrían adquirido un carácter dramático y potencial
frustraciones desde los inicios de la crisis económica a finales del decenio de los setenta. La situación económica h
los distintos sectores y
En su discurso inaugural Carlos A. Pérez habría hecho hincapié en la necesidad de transformaciones importante
aunque no contuviera ningún tipo de anuncio concreto acerca de lo que iba a ser el
El 16 de febrero de 1989, presionado por los Estados Unidos y por los acreedores internacionales el presiden
debilidades de la economía y anunció que el gobierno había firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internac
que dicho organismo venía “recomendando” a los países subdesarrollados (primera ola de reformas neoliberales
que este acuerdo (conocido bajo el nombre de “el paquete”) constituía una necesidad impostergable para
Adoptó una serie de reformas liberalizadoras de mercado, que habrían conducido al reestablecimiento de u
también habrían contribuido a la extensión de la corrupción y a la
El presidente habría señalado que la aplicación de tales políticas implicaría grandes sacrificios para todos, pe
beneficiosos para la nación entera en un
En realidad, “El Paquete” serían una serie de medidas de corte neoliberal que en cierta forma fueron el de
principios de los ochenta. Los sectores populares habrían vivido a lo largo de la historia venezolana marginados d
era el "derrame" de las
Al achicarse el nivel de ingreso de estas clases acomodadas, los recursos de las clases populares se habrían vis
paquete de medidas de ajuste la situación habría llegado a su límite ya que el resultado de esto fue un mayor
medios, de tanta relevancia tradicional para la democracia venezolana ; “el sector informal”( trabajadores por cu
situarse en 2 millones 692 mil personas, es decir que el 41.3 % de la población económicamente activa estaba ub
evidente una contradicción en la concepción neoliberal: el creciente liderazgo y predominio del sector público, y e
capital multinacional y en consecuencia la destrucción de la economía interna), las cargas del ajuste no estarían
sectores mas altos aumentaron la participación en el ingreso, incrementan
Cuando el individualismo se convierte en el valor supremo de la sociedad, y cuando la solidaridad pierde su c
óptima del interés personal es considerada como un comportamiento positivo, la sociedad civil tiende a atomizars
su condición de pobres y virtualmente excluidos, deberían estar orientados hacia la solución colectiva de sus p
prójimo....”14 La profunda fractura de la sociedad tiene su más nítida expresión en la explosión social de febr
Caracazo”.
La nueva política económica habría traído aparejada en lo político la pérdida de legitimidad del sistema represe

El Caracazo.

Dos recetas del FMI y del Banco Mundial habrían tenido repercusión inmediata en Venezuela:

1. El aumento de precios interno de venta de combustible (que hasta ese momento era uno de los más bajos a
2. La eliminación del cambio diferencial (por considerarlo una fuente de pérdida de divisas y reservas interna

Cuando el aumento de precios del combustible (particularmente la gasolina) entró en vigencia el 26 de febrero lo
ómnibus se incrementaron en forma exorbitante. El 27 de febrero amaneció con manifestaciones de protesta sob
del día una ola de protestas abarcó todo el país, especialmente la capital. Al parecer “El Caracazo” no fue contro
acción intempestiva masiva. Las protestas habrían continuado hasta el día siguiente en donde el President
decretando el toque de queda y ordenando la represión de los desórdenes a modo de advertencia de que el gob
Mucha gente habría muerto producto de la gran
La posibilidad de que pudiera producirse un nuevo “Caracazo” estuvo presente en la sociedad venezolana. Años
de desobediencia civil guardaban estrecha relación con la aplicación del “paquete”.

Reforma Constitucional Argentina.

El uso político de la favorable coyuntura económica por parte de Menem habría sido
En 1994 la reforma constitucional fue aprobada por primera vez en la historia Argentina por medio de un acu
posibilidad de la reelección de Carlos
El argumento de la necesidad de la reforma fue que el proceso estructural (fundamentalmente, la estabilidad eco
que “ solo Menem”
A través del “Pacto de Olivos” se acotó el mandato presidencial a 4 años, se permitió la reelección y se incorporó
caso de que la primera minoría no obtenga un piso de 45 % o un 40% con una diferencia de 10% de total de los voto

Reformas similares salidas distintas. Menem segunda presidencia, Pérez juicio político.

La reelección de Menem habría señalo que las demandas de buen gobierno y estabilidad pueden ser encarnadas
Lo llamativo del caso es que pudo abandonar la banderas desarrollistas y distribucionistas del peronismo sin perde
de Menem habría probado que un presidente con un origen popular podía lanzar una estrategia económic
Las instituciones tienen la función de asegurar la continuidad y calcular esos procesos sociales. Para gen
persistiendo en el generarían las bases para invertir en el futuro. El tiempo sin embargo, fue en el momento de las
recurso mas escaso; esto explicaría por que la sociedad Argentina prefirió optar por un líder que prometía
instituciones responsables que las lleven adelante, demostrando que la política realmente existente o
Pareciera que a pesar de los problemas políticos y económicos enfrentados por el gobierno de Menem, el co
democrático ayudó a que este consiga su
La tendencia Argentina habría llevado a la consolidación de una democracia excluyente y fragmentaria
A diferencia de lo que sucedió con Menem en Argentina en Venezuela con motivo de los acontecimientos de
presidente Pérez perdió mucho de la popularidad que lo acompañó al comenzar su segundo mandato. En marzo
acusación en su contra por malversación de 250 millones de bolívares de la partida
El 20 de mayo siguiente la Corte Suprema de Justicia dictaminó que había méritos suficientes para su juicio, por
continuara dicho proceso Una vez retirado de la Presidencia de la República fue consignado en el Retén Judicial
legales relativas a límites de edad para el encarcelamiento, pasó a su casa donde fue
El 30 de mayo de 1996, la Corte Suprema de Justicia lo condenó por malversación genérica agravada a 2 años y
1958, un Presidente de la República Venezolana no lograba concluir el mandato para el que fue electo.16

¿Por qué una sociedad aceptó las reformas y la otra no?

La estructuración política relativamente precaria de diversos países latinoamericanos a partir de la segunda pos
Estado, que pasó a constituirse en referente y participante obligado
El neoliberalismo habría terminado con ese fuerte rol estatal impulsor del desarrollo, articulador social. Así los
una menor actividad económica, ampliando el espacio del Mercado, rompiendo las articulaciones neocorporati
contratando servicios a agencias privadas e internacionales y descentralizándose. Se habría tratado de un
Las reformas en el contexto de las democracias habrían sido realizadas co
.. Las circunstancias macroeconómicas en que son iniciadas las reformas a las instituciones económicas exis
habrán de suscitar. Allí donde son introducidas como medidas de última instancia a fin de superar una emergen
probable que no se confronten a obstáculos sociales insalvables; precisamente, la percepción del riesgo de costo
expectativas sociales y modifica por lo tanto la configuración de
En Argentina se podría decir que la transición hacia el nuevo sistema abría sido aprobado por la sociedad ya qu
basado en “expectativas a futuro”; cualquier grupo que espere un deterioro de su situación en términos absolutos
así, se explicaría que el proceso de ajuste y la consolidación del gobierno menemista fue posible por que la socied
presentes y beneficios próximos ( pareciera que cualquier salida del presente ya entrañaba un beneficio). Esto ex
reformas sino también
La identificación de la sociedad Argentina con los fuertes liderazgos habría generado confianza y perspectiva de
las orientaciones y actitudes de sus seguidores con vistas a que estos lo apoyen o toleren las reformas su
Por el contrario en Venezuela la sociedad civil se comportó como un campo de lucha donde al parecer la victoria
victoria fue por medio de una admirable capacidad de organización social. Pareciera que la ineficacia económica
otra cosa que alentar una intervención por parte de la sociedad en
A diferencia de lo que pasó en Argentina en donde el presidente logró evitar antagonizar grupos o sectores a tra
fuentes de patronazgo estatal (como por ejemplo la distribución de cargos y empleos en la administración públic
percepciones no pudieron ser políticamente manipuladas a fin de reducir las resistencias y generar apoyo.

Años mas tarde: Chávez – Kirchner: ¿ contra las reformas?.

Año 2005 principio de un siglo y de un milenio, pareciera que habrían comenzado los signos de agotamiento de
en el continente expresados por ejemplo en lo que sucedió en Argentina en diciembre de 2001 y otras materializ
Venezuela, Luiz Ignacio Da Silva en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina quienes estarían pregonando la consig
que compondrían la elite comprometida con la expresión
Tanto Chávez como Kirchner habrían asumido la presidencia en situaciones de gravísima crisis y convulsión s
ejecución que tendría que ver con lo que se habría dado a principios de la década del noventa, en momentos del
ellos...
A diferencia del modelo democrático neoliberal, el proceso venezolano plantea una exclusión de las minoría
destruye a las mayorías y a su marco de pensamiento nacional. El chavismo sostiene un modelo de democracia r
participación popular (ocupación sistemática de los e
La situación actual venezolana se caracterizaría por una consolidación política y la salida de una durísima re
carácter autoritario del proceso, es bueno recordar que desde diciembre de 1998 se realizaron seis elecciones. H
Constitución vio la luz y el Congreso Nacional vivió una profunda renovación, luego de la implosión de un siste
socialdemócratas y socialcristianos (entre ambos suman ahora apenas el 5% de los votos). La libertad política y d
canales de televisión se oponen al gobierno y
El impulso inicial del desarrollo endógeno y de la economía social lo realiza el gobierno utilizando para ello recu
extraordinarios retos para la viabilidad de esta propuesta. Su éxito estará dado por la medida en la cual la eco
endógeno se conviertan en una dinámica de acumulación crecientemente autónoma, lo que requeriría la creac
fuentes de trabajo, demanda de bienes y servicios, así como nueva capacidad de inversión que no d
Argentina es “un caso” en más de un sentido: porque al parecer fue uno de los mejores alumnos del modelo neo
en el último cuarto de siglo también fue víctima de una estafa brutal en manos de su propia burguesía y de su dirig

Conclusión
Los gobiernos elegidos en América Latina a partir de 1988, habrían intentado resolver la crisis económica a
incrementando el uso de políticas neoliberales; sin embargo estas reformas parecerían no haber sido suficientes
venían
La limitada recuperación económica regional, a los que se agregan sucesos como la inestabilidad política ven
inquietantes dudas relativas a las consecuencias sociales y po
Las experiencias recientes en América Latina indicarían fehacientemente como las fuerzas libradas del mercado
y los beneficios de los “ajustes” estructurales no fueron equitativamente compartidos ni distribuidos. Los sectores
incrementando la concentración
Parecería que los años que envolvieron la presidencia de Menem como la de Pérez envolvieron a las sociedades
instituciones que debían mediar entre el c
El buen funcionamiento de una economía capitalista de mercado requeriría la creación de instituciones pol
múltiples intereses que surgen dentro de la sociedad civil, así como desarrollar e implementar políticas cohere
gobierno.
Mientras existan individuos que carezcan de derechos de participación social y política no podrán considerars
En América Latina las tendencias hacia la concentración no democrática del poder político serían el resultado de
y económica, que supuestamente salvaguardaría las instituciones democráticas para el futuro. El verdadero pr
articular y representar los múltiples intereses que surgen dentro de la sociedad civil, así como desarrollar e implem
fundamentales del gobierno. Sólo corrigiendo este problema institucional la clase política podría asegurar la co
crisis
En Argentina la gente se habría encontrado viviendo en un período de individualismo en donde los ciudadanos
prevalecían los mas fuertes, muchas personas que gozaban de una situación de bienestar nunca antes disfrutad
encontraba en una situación de precariedad nunca antes disfrutada (carencia de sentido de compromiso social). E
Venezuela las personas realmente desfavorecidas no representaron una fuerza con la cual se debía ajustar cuenta
de 80.000 personas llenaron la Plaza de Mayo para apoyar las privatizaciones y el achicamiento del Estado,
vislumbrar cuan lejos estuvo nuestra sociedad de un “Caracazo”. La prosecución de los intereses particulares, l
politizada del
La crisis neoliberal habría hecho emerger una enorme corriente social orientada al cambio de rumbo político y
Venezuela por Chávez, a través de una mayor justicia social y una nueva conciencia sobre la necesidad de recuper
el mandato que habrían recibido los actuales gobiernos.18

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-www.mipunto.com/venezuelavirtual.

1 Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.


2 Ana María Escurra: “¿Que es el Neoliberalismo?”, en: visión general- síntesis de conclusiones, 2000. pág: 19.

3 Daniel García Delgado: “Estado-Nación” y la crisis del modelo; pág.: 42.

4 Ídem, pp. 57-58.

5 Juan Carlos Torre: “El proceso político de las reformas económicas en América Latina”; pág.: 26.

6 Luis, Aznar: “Venezuela participación, democracia y populismo de confrontación” en Escenarios Alternativos, Bu

7 Juan Carlos Torre: “ El proceso político de las reformas económicas en América Latina”; pág.: 21.

8 Ídem, pág. 24.

9 Véase Graciela Ducatenzeiler y Philip Oshorn en: “Democracia, Autoritarismo y Gobernabilidad en América Latin

10 Ver Bosoer- Leiras: “Los fundamentos filosóficos políticos del decisionismo presidencial en la Argentina: 198
pág. 42.

11 Véase Graciela Ducatenzeiler y Philip Orxon en: “ Democracia, autoritarismo y el Problema de la gobernabilidad

12 Del 27-f 1989 al 4-f 1992, pág. 64.

13 Idem, pág 72.

14 Idem, pág 77.

15 Carlos, Acuña: “ Política y economía en la Argentina de los Noventa” ( o por que el futuro ya no es lo que solía se

16 http://www.mipunto.com/venezuelavirtual/000/000/007/005.html

17 Juan Carlos Torre: “El proceso político de las reformas económicas en América Latina”; pág.: 72.

18 Ver: ; Carlos Gabetta: “ De límites y Posibilidades” : director de Le Monde diplomatique, Edición Cono Sur. Pá

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