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INTRODUCCIÓN
La civilización moderna depende de un gran número de metales para práctica-
mente todos los aspectos de su vida diaria. Es decir, existe una fuerte relación
entre metales y desarrollo humano. Esto unido, al aumento de la población
conduce, inevitablemente, a problemas ecológicos a causa de la amplia dis-
persión de los metales en el medio ambiente.
La presencia de estos metales en los distintos compartimentos ambienta-
les, genera un buen número de problemas. Así, algunos son esenciales para
muchos seres vivos, microorganismos, plantas, animales y el hombre; si bien,
es verdad, que cuando sobrepasan ciertas concentraciones se transforman en
tóxicos, otros tienen efectos beneficiosos, mientras los hay que siempre son
tóxicos.
Por tanto, resulta de gran interés, conocer el comportamiento de estos
metales en suelos, aguas y seres vivos. Se ha de tener en cuenta que, pueden
sufrir un buen número de reacciones en suelo, como fue puesto de manifiesto
en el Tema 16, de tal forma que quedan retenidos en este medio o bien per-
manecen solubles, lo que facilita su paso a las aguas y toma por los vegetales
lo que permite su inclusión en la cadena trófica.
Luego será imprescindible conocer la reactividad química y movilidad
de cada metal contaminante en los diferentes sistemas ecológicos puesto que
ello afecta a su redistribución en suelos, sistemas biológicos y paso subsi-
guiente a la cadena trófica. Del mismo modo es prioritario fijar límites que
determinen si un determinado producto es apto o no para consumo animal o
humano.
ción mineral de las plantas, por lo que conviene matizar el significado que
queremos establecer con este concepto.
Una definición simple y sencilla para este término es la de considerar
metales pesados, a aquellos cuyo número atómico es mayor de 20 o su pe-
so específico es mayor de 5 g/cm3 (excluyendo los metales alcalinos y alca-
linotérreos), pero esta definición resulta insuficiente si tenemos en cuenta las
propiedades físico-químicas de estos elementos (radio iónico, estabilidad,
capacidad de formación de complejos orgánicos, etc.).
Además según el contexto en el que nos movamos, esta definición puede
o no puede decir nada; de hecho hay metales que por la consideración ante-
rior están englobados dentro de los metales pesados y sin embargo a nivel
biológico son elementos esenciales, como Fe, Mn, Zn, Cu y Mo; otros son
esenciales en determinadas circunstancias, como el Ni, Cr, V, Ti, etc. y otros,
de los que no existen evidencias de que tengan funciones en los sistemas
vivos, como Cd, Hg, Pb, As, etc. (Barceló y Poschenrieder, 1992).
En consecuencia se pueden considerar varios grupos dentro del conjunto
de los metales pesados; para el primer grupo de estos metales citados Fe, Mn,
Cu, Zn y Mo, se utiliza el término de elemento esencial; el grupo formado
por Ni, Cr, V y Ti, entre otros, por encontrarlos en bajas concentraciones en
condiciones normales en suelos, plantas y organismos vivos se les denomi-
na elemento o metal traza; por último los elementos que son innecesarios
para los seres vivos se les llama metales no esenciales o tóxicos. Lo que si
es cierto, es que cualquiera de los metales, si sobrepasan una determinada
concentración se engloban en la categoría de metales tóxicos.
Ante esta diversidad de conceptos y definiciones, utilizaremos el término
metal pesado, para designar a los metales no esenciales o tóxicos y al resto
cuando se encuentren a concentraciones superiores a las necesarias; e incluso
a aquellos elementos químicos que siendo metales ligeros o no metales pre-
sentan comportamientos y toxicidades similares (As, B, Ba y Se).
Tabla 19.1
FUENTES DE METALES TÓXICOS EN EL MEDIO AMBIENTE (Ross, 1994a)
1.- Minería y fundiciones.
a) Montones de desechos: contaminan por meteorización, erosión (As, Cd, Hg, Pb)
b) Lavado de minerales (As, Cd, Hg, Pb)
c) Transporte de menas (As, Cd, Hg, Pb)
d) Fundiciones: contaminación debida a polvo, aerosoles (As, Cd, Hg, Pb, Sb, Se)
e) Industria del hierro y acero (Cu, Ni, Pb)
f) Acabado de metales (Zn, Cu, Ni, Cr, Cd)
2- Industria.
a) Plástico (Co, Cr, Cd, Hg)
b) Textiles (Zn, al, Ti, Sn)
c) Microelectrónica (Cu, Ni, Cd, Zn, Sb)
d) Protección de madera (Cu, Cr, As)
e) Refinerías (Pb, Ni, Cr)
3.- Deposición atmosférica.
a) Fuentes urbanas e industriales, incluyendo plantas de incineración y eliminación de desechos
(Cd, Cu, Pb, Sn, Hg, V)
b) Industrias pirometalúrgicas (As, Cd, Cr, Cu, Mn, Ni, Pb, Sb, TI, Zn)
c) Gases de automóviles (Mo, Pb (con Br y Cl), V)
d) Combustión de combustibles fósiles (incluyendo centrales eléctricas) (As, Pb, Sb, Se, U, V. Zn,
Cd)
4- Agricultura.
a) Fertilizantes (por ejemplo As, Cd, Mn, U, V y Zn en algunos fertilizantes fosfóricos)
b) Estiércol (As y Cu en algunos estiércoles de cerdos y gallinas, Mn y Zn en estiércol de corral)
c) Encalado (As, Pb)
d) Plaguicidas (Cu, Mn y Zn en funguicidas, As y Pb en insecticidas)
e) Aguas de riego (Cd, Pb, Se)
f) Corrosión de metales (Fe, Pb, Zn)
5.- Aplicación de desechos al suelo.
a) Lodos (Cd, Cr, Cu, Hg, Mn, Mo, Ni, Pb, V, Zn)
b) Lixiviados desde basureros (As, Cd, Fe, Pb)
c) Escombreras (Cd, Cr, Cu, Pb, Zn)
d) Cenizas, etc (Cu, Pb)
Tabla 19.11
CONCENTRACIÓN DE ELEMENTOS POTENCIALMENTE TÓXICOS EN SUELOS, VEGETALES E INGESTA MÁXIMA TOLERABLE
(Ross, 1994a)
Elemento Suelo Vegetal Hombre1
Rango Normal Conc. Valor medio en suelo y Conc. De la Rango Conc. En Toma anual
en suelo (total) en suelo máximo disuelto en la disolución normal en plantas de las
("g/g Peso considerada disolución del suelo. del suelo material contamina- plantas.
seco) tóxica (total) Media Conc. molar considerada vegetal das, (Kg/ha año) Conc. normal Ingst. Máxima
(Mg/g Peso (ug/g peso a 10% de tóxica, (mg/ (ug/g peso (ug/g) (70 Kg) tolerable
seco) seco) humedad L) fresco)
Cd 0,01-7 3-8 0,06 ! 0-5,57 0,001 0,2-0,8 5-30 nd 30 mg 4500-500 ng/prs./
Co 1-70 25-50 8 ! 0-2,87 0,01 0,05-0,5 15-30 0,0006 sem
Cr 5-1000 75-100 100 ! 0-1-72 0,001 0,03-15 5-30 nd <6 mg 250-300 mg/Kg/día
Cu 2-100 60-125 30 ! 0-2,33 0,03-0,3 4-15 20-100 0,006 lOOmg 0,5 mg/Kg/día
Mo 2
Mn 200-2000 1 0-0,96 0,1-10 15-1000 1,0 20 mg
1500-3000 600 300-500
Ni 10-1000 100 40 10 -2,17 0,05 0,02-5 10-100 nd <10mg
Pb 2-200 100-400 10 10-332 0,001 0,1-10 30-300 nd 120mg 3 mg/pers/sem.
Zn 10-300 70-400 50 ! 0-2, 12 <0,005 8-400 100-400 0,01 2000-3000mg
Sn <5 50 10 -3,07 0,2-6,8 60 0,001
10 nd
0,02-0,2 0,3-5 0,03 ! 0-5.83 0,001 0,005-0,5 1-3 nd
Hg
OMS (1973); nd no determinado
Química del suelo y medio ambiente 681
Tabla 19.111
CONCENTRACIÓN NORMAL DE METALES TRAZA EN LOS PRINCIPALES TIPOS DE
ROCA (ng/g) (Ross, 1994a)
ígneas Sedimentarias
Elemento Ultrabásicas Básicas Granito Calizas Areniscas Esquistos
Cr 2000-2980 200 4 10-11 35 90-100
Mn 1040-1300 1500-2200 400-500 620-1100 4-60 850
Co 110-150 35-50 1 0,1-4 0,3 19-20
Ni 2000 150 0,5 7-12 2-9 68-70
Cu 10-42 90-100 10-13 5,5-15 30 39-50
Zn 50-58 100 40-52 20-25 16-30 100-120
Cd 0,12 0,13-0,2 0,09-0,2 0,028-0,1 0,05 0,2
Sn 0,5 1-1,5 3-3,5 0,5-4 0,5 4-6
Hg 0,004 0,01-0,08 0,08 0,05-0,16 0,03-0,29 0,18-0,5
Pb 0,1-14 3-5 20-24 5,7-7 8-10 20-23
Tabla 19.IV
CONSTITUYENTES METÁLICOS TRAZA DE LAS ROCAS Y MINERALES DEL SUELO
(Ross, 1994a)
Facilidad de Mineral Aparición Metales traza
meteorización presentes
Meteorización fácil Olivino ígneas Mn, Co, Ni, Cu, Zn
1 Anordita Mn, Cu, Sr
1 Augita Volcánicas ultrabásicas y básicas Mn, Co, Ni, Cu, Zn, Pb
Incremento de la Hornblenda Muy difundida en metamórficas e ígneas, Mn, Co, Ni, Cu, Zn
estabilidad mineral Albita ígneas Cu
1 Biotita ígneas y metamórficas Mn, Co, Ni, Cu, Zn
4 Ortoclasa ígneas acidas Cu, Sr
4 Muscovita Granitos, esquistos, Cu, Sr
4 Magnetita ígneas y metamórficas Cr, Co, Ni, Zn
Tabla 19.V
RANGOS NORMALES DE METALES PESADOS EN DISTINTAS ENMIENDAS AGRÍCOLAS
(ug/g) (Ross, 1994a)
Elemento Lodo Compost Estiércol Fertilizan- Fertilizan- Cal Plagui- Agua de
tes de P tes de N cidas riego
Cr 8-40600 1,8-410 1,1-55 66-245 3,2-19 10-15
Mn 60-3900 30-969 40-2000 40-1200
Co 1-260 0.3-24 1-12 5,4-12 0,4-3
Ni 6-5300 0,9-279 2,1-30 7-38 7-34 10-20
Cu 50-8000 13-3580 2-172 1-300 2-125
Zn 91-49000 82-5894 15-566 50-1450 1-42 10-450
Cd <1-3410 0,01-100 0,1-0,8 0,1-190 0.05-8,5 0,04-0,1 <0,05
Hg 0,1-55 0.09-21 0,01-0,36 0,01-2,0 0,3-2,9 0,05 0,6-6
Pb 2-7000 1,3-2240 0,4-27 4-1000 2-120 20-1250 11-26 <20
Son los fertilizantes fosfóricos, los que mayor riesgo presentan en la incor-
poración al suelo de contaminantes trazas naturales, debido a que se ob-
tienen a partir de yacimientos naturales de rocas fosfóricas (apatitos) que
poseen una serie de elementos que pueden ser perjudiciales para la nutrición
vegetal, animal y humana (Tabla 19.V). Estos contenidos varían considera-
blemente, dependiendo del origen y tipo de roca fosfórica, y del tratamiento
dado a la misma para la obtención del fertilizante. Esto hace que elementos
potencialmente tóxicos se pueden introducir en la cadena trófica, por la adi-
ción de fertilizantes fosfóricos al suelo (Tremearne y Jacobs, 1941; Bowen,
1966; Lisk, 1972).
De los distintos metales pesados que presentan los fertilizantes fosfóricos
el cadmio es el que mayor problemática presenta, y su contenido varía con,
el origen de la roca fosfato y la concentración de fósforo del fertilizante.
En la Tabla 19.VI, se muestran los valores característicos para los conteni-
dos en cadmio en algunas de las más importantes rocas fosfóricas; se pue-
de observar que éstos son mayores, cuando se trata de rocas sedimentarias.
Syers et al., (1986) en un estudio realizado con 10 rocas fosfóricas de distinta
procedencia: USA (Carolina del Norte), Perú (desierto de Sechura), Nueva
Zelanda (Chatham Rice); Israel (Arad); Túnez (Gofsa), USA (Florida);
Jordania, México y dos del Pacifico Sur (Nauru y Makatea), encontraron las
mayores concentraciones de As y Cd en la roca fosfórica procedente de Israel
y Nueva Zelanda.
Se ha observado que los contenidos de cadmio y fósforo están íntima-
mente correlacionados (Williams y David, 1973), sugiriendo que la mayor
parte del cadmio se concentra en el ácido fosfórico durante el proceso de fa-
bricación de los fertilizantes fosforados. En general, en el superfosfato (que
se obtiene por reacción de la roca fosfórica con H2SO4) contiene todos los
684 M. Juárez Sanz, J. Sánchez Andreu y A. Sánchez Sánchez
Tabla 19. VI
CONTENIDOS DE FÓSFORO Y CADMIO EN ROCAS FOSFÓRICAS. (Norsk Hydro, 1990)
Cd
Tipo de roca P(%) mg Cd/Kg de roca mg Cd/Kg P
Volcánica:
Kola, USSR 17,2 0,15 0,9
Palfos, Sudafrica 17,2 0,15 0,9
Sedimentaria:
Bou Craa, Marruecos 15,9 35 220
Togo 15,9 55 350
Youssofia, Marruecos 14,6 40 274
Jordania 14,6 5 34
Texas, USA 14,4 40 278
Florida, USA 14,4 8 56
Negev, Israel 14,2 20 140
Khouribga, Marruecos 14,9 16 113
Khefiss, Siria 13,9 6 43
Gafsa, Túnez 13,2 50 380
Tabla 19.IX
ESPECIES QUÍMICAS MAYORITARIAS PRODUCIDAS DURANTE DISTINTOS
PROCESOS INDUSTRIALES (Ross, 1994a)
Forma del metal
Proceso Cd Pb Hg As Cr
Combustión del Cd(0), CdO, PbCl2,PbO, Hg°(g, As(O), -
carbón CdS PbS, Pb As2O3, As2S3
Combustión del Cd(O), CdO PbO H
g°<g) As(O),
petróleo As2O3,
arsénico
orgánico
Producción CdO,CdS PbO, PbSO4, PbO. As2O3
de metales no PbSO4
férricos
Manufactura CdO PbO
del hierro y del
acero
Incineración de Cd(O), CdO, Pb(O), PbO, PbCl2 H
g°(8» As(O), -
residuos CdCl2 As2O3
Emisiones de PbBr2, PbBrCl,
vehículos Pb(OH)Br,
(PbO)2PbBr,
(PbO)2PbBrCl,
Cambia a carbonates
y óxidos en el suelo
Fundido de - - - - G<vi>
hierro-cromo
Emisiones CdO PbO Aeroso-
industriales les de
Q<m> y
Cr<'v>
Industrias Hg°(g) (gas
Bioquímicas volátil),
(CH3)2Hg da
lugaraHg(OH) 2
soluble en lluvia.
690 M. Juárez Sanz, J. Sánchez Anáreu y A. Sánchez Sánchez
Tabla 19.X
MOVILIDAD DE DISTINTOS ELEMENTOS (Felipó, 1992)
Rango de pH en Prácticamente Moderadamente Fácilmente móviles
suelo inmóviles móviles
pH < 5,5 Mn4+ Pb2+, Cr2-6+, Ni2-3+, V5+, As3+, Sr, Ba, Cu, Zn, Cd, Hg,
Se3+, Co2-3+ S6+
3+ 2 3+
pH: 5,5-7,5 Pb Sr, Ba, Cu, Cd, Cr , Ni - , Zn, V , As5+, S6+
5+
Co2'3+, Mo4+
pH: 7,5-9,5 Pb, Ba, Co Zn, Ag, Sr, Cu, Cd Mo6+, V5+, As5+, S6+
FORMAS Y CONTENIDOS
En nuestro estudio nos vamos a limitar a tratar únicamente el As, Cd, Cr,
Ni, Pb, Hg y Se, por su especial incidencia sobre el sistema suelo-planta y el
medio ambiente en general.
Arsénico: Aunque el As es estable en condiciones reductoras (forma tri-
valente), no es frecuente encontrarlo en su estado fundamental. La forma
oxidada, arseniato, aunque es la más abundante en la naturaleza (se encuen-
tra normalmente en depósitos sedimentarios), está fuertemente unida me-
diante enlaces iónicos a los minerales del suelo, particularmente a los óxidos
e hidróxidos metálicos coloidales (Wauchope, 1983), Lo que hace que su
disponibilidad para la planta sea muy escasa.
Los suelos sin contaminar contienen entre 0,2 y 40 mg As/kg. Por otro
lado, suelos que han sido tratados con productos derivados del As pueden
contener más de 550 mg As/kg (Walsh y Keeney, 1975).
En las condiciones normales de pH y redox del suelo, el arsénico se en-
cuentra presente en numerosos compuestos orgánicos, debido a la elevada
estabilidad del enlace carbono-arsénico.
Las principales fuentes de contaminación de arsénico en el medio am-
biente: fundición de metales, combustión del carbón y el uso de plaguicidas
que en su composición contengan arsénico (Lepp, 1981), si bien en la actua-
lidad no se han de descartar en determinadas circunstancias otras como la
adición al suelo de residuos orgánicos.
Extracción y fundición de minerales. La existencia de arsénico en mi-
nerales de zinc-plomo, de cobre y su presencia en muchas piritas son causa
de contaminación por arsénico en el entorno de las plantas de fundición y
tratamiento de minerales, debido a la volatilización de algunos compuestos
durante el proceso de fundición (Crecelius et al., 1974; Ragaini et al., 1977).
La mayoría de estas emisiones gaseosas se dan en forma de trióxido, el cual
forma ácido arsenioso al disolverse en agua.
En la actualidad y a lo largo de todo el mundo, se encuentran depósitos
de desechos mineros y escorias de fundiciones que contienen grandes canti-
dades de arsénico y metales pesados asociados.
Combustión del carbón. El arsénico aparece ampliamente en el carbón
como arsenopirita y se da como trióxido en las emisiones desde las plantas
carboníferas (Bencko y Symon, 1977). Las partículas de polvo aerotrans-
694 M. Juárez Sanz, J. Sánchez Andreu y A. Sánchez Sánchez
En ambientes reductores (pe + pH < 8) y ácidos (pH < 6), los óxidos de
As (III) y los sulfuras de As son estables. Las arsinas volátiles, únicamente
pueden generarse bajo condiciones fuertemente reductoras y acidas. Sin em-
bargo, bajo condiciones oxidantes (pe + pH > 8) las especies derivadas del
arseniato son las más abundantes. Por debajo de pH 2,2, predomina la espe-
cie H3AsO4, para pH entre 3 y 6, domina H2AsO4~, en el rango comprendido
entre 7 y 10 predomina la forma HAsO 4 2 , mientras que por encima de 12 la
especie dominante es el AsO43~.
A elevados valores de Eh (500-200 mV) la solubilidad del As es baja y la
mayor parte del elemento presente en la disolución del suelo estará en forma
de As (V). Un pH alcalino o la reducción del As (V) a As (III), supondrá la
liberación de importantes cantidades de arsénico al medio de cultivo. Bajo
condiciones moderadamente reductoras (0-100 mV), la solubilidad de este
metaloide está determinada por la solubilización de los óxi-hidróxidos de Fe.
Probablemente debido a que, el As está coprecipitado con estos compuestos
férricos, y se liberará cuando se produzca su solubilización.
La persistencia del arsénico está controlada por la capacidad de adsor-
ción del suelo y por las pérdidas que se puedan producir, tanto por lavado o
lixiviación como por volatilización. Probablemente, un porcentaje elevado
del arsénico añadido se perderá en forma de gas.
Cadmio: El cadmio raras veces se suele encontrar en forma nativa en
la naturaleza. Geoquímicamente, se encuentra cercana al Zn, apareciendo
generalmente en asociación con minerales de Zn, Pb-Zn y Pb-Cu-Zn.
La cantidad presente de cadmio en la principal mena de Zn como es el
sulfuro de zinc o blenda varía entre el 0,1 y el 5%, aunque raramente se su-
pera el 1% de Cd en el Zn refinado.
Sin embargo, a pesar de esta cercanía geoquímica con el Zn, parece tener
mayor afinidad por el S, y manifiesta una mayor movilidad en medios ácidos
que el propio Zn. Los compuestos de Cd pueden ser isotópicos con los co-
rrespondientes a otros cationes divalentes tales como Zn2+, Co2+, Ni2+, Fe2+,
Mg2+ y en algunos casos Ca2+.
La concentración promedio de Cd en la corteza terrestre está estimada
por Weast (1969) en unos 0,15 microgramos de Cd/g.
La distribución de Cd según la génesis del material original se puede
observar en la Tabla 19.XI, que nos indica que los suelos de carácter sedi-
mentario serán los que poseerán un mayor nivel de Cd.
En cualquier caso, la inmensa mayoría de los niveles altos de Cd se
deben a impacto antropogénico, tales como la adición de desechos sólidos
al suelo y la actividad minera, encontrándose en zonas mineras abandonadas
niveles de Cd en suelo de hasta 800 ppm.
696 M. Juárez Sanz, J. Sánchez Andreu y A. Sánchez Sánchez
Tabla 19. XI
CONTENIDO DE Cd DEPENDIENDO DEL ORIGEN DEL MATERIAL.
Origen Cd (ug/g) Referencia
ígneo 0,001-1,8 WaketaySchmitt(1970)
Metamórfico 0,04-1,0 WaketaySchmitt(1970)
Sedimentario >0,3-11 PageyBingham(1973)
Tabla 19.XII
COMPLEJOS DE Cd CON DISTINTOS LIGANDOS INORGÁNICOS JUNTO CON SUS
CONSTANTES DE FORMACIÓN (Lindsay, 1979)
Ligando Complejos logK° Ligando Complejos logK"
ci- cdcr 1,98 H2P04 CdHPO4° -4,00
CdCl2° 2,60
CdCl3- 2,40
so42- CdSCV 2,45 HCO3- CdHCCV -5,73
CdCO3° -14,06
NO3- CdNCV 0,31 OH CdOH+ -10,10
Cd(NO3)2° 0,00 Cd(OH)2° -20,30
Química del suelo y medio ambiente 697
dinámica de este metal en el suelo. Sin embargo, para valores de pH altos las
especies de cadmio sorbidas ya no son tan móviles, pudiendo en estos casos
ser equilibrios de precipitación-solubilización de especies como CdCO3 ó
Cd3(PO4)2 los que controlen la movilidad de este ion. El pH es un factor de
gran importancia en la dinámica de este elemento siendo a pH alcalino mu-
cho menos móvil.
En condiciones de fuerte oxidación se forma el CdO y CdCO3 que se
acumula en esta forma en depósitos fosfóricos.
Cromo: Es quizás el metal más desconocido por las civilizaciones anti-
guas debido principalmente a la escasez de las menas que lo contienen. La
única mena importante de cromo es la cromita (FeCr2O4) y las principales
zonas extractoras se sitúan en Rusia, Zimbabwe, Turquía y Sudáfrica.
El cromo es en la actualidad reconocido como un elemento traza esencial
para el hombre por su participación en el metabolismo de la glucosa y el co-
lesterol (Schroeder et al., 1962) pero no es así considerado para las plantas.
La principal fuente de contaminación de cromo para el medio ambiente
es indudablemente de carácter industrial como efluentes y desechos de fábri-
cas. Como principales productores de esta contaminación se puede citar a las
industrias de tintes y fundiciones.
El cromo en la corteza terrestre es más abundante que algunos elemen-
tos esenciales, como Co, Cu, Zn, Mo, Ni y algunos contaminantes como Pb
y Cd. Se establece un valor medio de 37 ppm de Cr. Existen sin embargo,
toda una serie de factores que hacen variar ese valor absolutamente general.
Los suelos procedentes de rocas ígneas, arcillas y fosforitas suelen presentar
valores más altos de cromo. Los suelos originados por material de tipo ser-
pentina son los que alcanzan niveles más elevados de este metal de forma
natural dependiendo de la cantidad de cromita presente.
Los tres factores principales que gobiernan el comportamiento del Cr, en
función de su estado de oxidación (+3 ó +6) en el suelo son: pH, potencial
redox y materia orgánica.
La forma cromato depende del pH estando en equilibrio con otras es-
pecies como HCrO4 y dicromato Cr2O72~ siendo la forma predominante el
CrO42 a pH superior a 6. El dicromato tiende a reducirse a Cr3+ en el suelo
por la acción de la materia orgánica, siendo este hecho una posibilidad de
intercon versión entre las diferentes formas del cromo en el suelo. Varios au-
tores concluyen en base a equilibrios pH-potencial redox que la forma Cr3+
es la forma más estable en los suelos agrícolas.
Sin embargo, en estudios realizados por Bartlett y James (1979) mues-
tran claramente que también el Cr3+ puede ser fácilmente oxidado a Cr64",
siendo la clave de esta conversión la existencia de Mn2+ como aceptor de los
698 M Juárez Sanz, J. Sánchez Andreu y A. Sánchez Sánchez
Tabla 19.XIII
CONCENTRACIÓN DE METALES EN LOS TEJIDOS DE DISTINTOS ORGANISMOS
(Martin y Coughtrey, 1982)
Concentración del metal (jig/g)
Organismo Cd Pb Zn Cu
1
Lombriz 0,18±0,02-35 0,31 ±0,09- 10015 68-914 0,2+0,03-13,1+5,8
Cochinilla 1,12-232±10 1,58±0,5-1 190+77 54,3±1,7-1930 70±9-538±261
Caracol 5-76,1 10,7-365±65 85,6-7 14±90 30,4±1 5-87125
Babosa 8,3-139 8,5-315 516-1868
suelo, profundidad del sistema de raíces y, por supuesto, por las interaccio-
nes con otros contaminantes metálicos y nutrientes.
Debido a que no todas las fracciones en las que se presentan los metales en
suelo poseen la misma solubilidad, se hace necesario establecer la fracción
disponible para la planta respecto de la cantidad total de metales que contie-
ne un suelo, ya que ésta si que es un índice relacionable con la cantidad de
metal que puede tomar la planta, y no así la cantidad total de metales, la cual
es un índice del grado de contaminación del suelo, pero no es un indicativo
adecuado para estimar la posible contaminación del vegetal.
Son muchos los esfuerzos que se han hecho para cuantificar cada una de
estas formas para los distintos metales, especialmente las fracciones móvil y
biodisponible, por el riesgo que presentan de posible contaminación de las
aguas freáticas y de entrada en la cadena trófica, tras su toma por las plantas.
La Fig 19.3 ilustra la disponibilidad potencial de estas fracciones. A fin
de cuantificar estas fracciones y determinar la movilidad y biodisponibilidad
de las distintas fracciones, distintos investigadores (de suelos, ecologistas y
botánicos) han ensayado distintos extractantes químicos. Esta técnica relati-
vamente sencilla, se ha preferido a otras más complejas. También se han es-
tablecido correlaciones entre las fracciones extraíbles y la toma por la planta
para establecer la biodisponibilidad de los metales en suelo.
Si bien, todos los estudios de metales en agua y en la disolución del suelo
presentan dos problemas mayoritarios (Ross, 1994b):
1. Encontrar las técnicas adecuadas para la determinación de concentracio-
nes extremadamente bajas en disolución, y
2. Diferenciar entre los iones metálicos libres en la disolución y los quela-
tos órgano-metálicos solubles.
Tabla 19.XIV
ESQUEMA DE LAS CUATRO SECUENCIAS PRINCIPALES DE EXTRACCIÓN DE
METALES EN SUELOS. (El número se refiere al orden de cada etapa en el esquema de
extracción) (De acuerdo con Ross, 1994b)
Fracción Tessier et al., (1979) Miller et al., (1986) Sposito et al., McLaren y
(1982) Crawford (1973)
Soluble 1 H2O
En óxidos de Fe 3 NH2OH.HC1
y Mn 0,04 M en
HOAc 25%
En óxidos de Mn 6 NH2OH.HC1
0,0 1M + HNO3
0,1M
Tabla 19.XVI
EFECTO DE LA FORMA QUÍMICA DEL METAL EN EL COEFICIENTE DE
TRANSFERENCIA
Forma del metal Cu (ppm añadidas) Valor de CT
CuSO4 100 0,02
200 0,09
CuO 100 0
200 0
CuS 100 0,05
CuEDTA 25 2,62
potencial será mucho mayor cuando el suelo se utiliza para huertos particula-
res, jardines o patios de niños que para la construcción de edificios o futuro
desarrollo industrial, lo que conllevará distintos «umbrales de toxicidad».
En los últimos tiempos, se tiende a controlar los niveles de contaminación
por metales estableciendo límites legales aceptables en la contaminación por
metales del suelo. Este tipo de aproximaciones para prevenir la contamina-
ción pueden sólo funciona donde: (i) el origen de la contaminación por metal
se puede identificar y controlar, como en la aplicación de lodos; (ii) se sabe
bastante sobre las propiedades del suelo tales como pH, Eh y contenido en
materia orgánica del suelo, que permiten evaluar de forma realista la reten-
ción y movilidad de los metales traza aplicados, y (iii) sistemas biológicos
simples, como monocultivo, en los que las rutas de exposición se simplifican
y son mas fáciles de cuantificar. Cuando la contaminación por metales pro-
viene de distintas fuentes o de una fuente incontrolable, las condiciones del
suelo son inusuales o desconocidas, u operan ecosistemas complejos, no es
fácil establecer los mecanismos para rehabilitar o prevenir la contaminación
por metales pesados.
En estudios de toxicidad se han de atender al menos, a cinco aspectos
(RossyKaye, 1994):
1.- Cantidad de toxico.
2.- Vía de exposición (ingestión, toma radicular, etc.).
Tabla 19.XVII
INFORMACIÓN REQUERIDA SOBRE LA NATURALEZA Y ACCIÓN DE LOS METALES
TÓXICOS EN EL SISTEMA SUELO-PLANTA (Ross y Kaye, 1994)
Características de los metales tóxicos
Forma química del metal
Biodisponibilidad
Tiempo de permanencia en el organismo en estudio
Distribución de la dosis a lo largo del tiempo
Forma de exposición
Mecanismos de acción y efectos de los metales tóxicos
Letal o subletal
Son reversibles
Interacciones con otros metales
Efectos acumulativos
Efectos agudos a dosis letales pero no a subletales
Efectos crónicos
Dependencia del momento de desarrollo de la entidad afectada
Objetivo de la acción del metal tóxico
Funciones reproductivas
Funciones respiratorias
Procesos de fotosíntesis
Material genético
Aumento/disminución de la población
716 M. Juárez Sanz, J. Sánchez Andreu y A. Sánchez Sánchez
5- Condiciones del suelo Contenido en: silicatos, materia orgánica, óxidos e hidróxidos
CIC, pH, potencial redox...
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