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Abro la puerta de mi casa y veo unas escaleras doradas rodeadas de un cielo azul y
que se acercan unas suaves nubes como de algodón que me invitan a sentarme en
una de ellas….La nube es blanda y cómoda y me acoge cuando me acomodo en ella.
Esa es la Isla de la Sanación, uno de los lugares de los guías Reiki, que son ángeles
de la sanación, y al que solamente son invitados los seres humanos a los que su Yo
Interior les ha impulsado a dar este paso para conocer a sus guías y recibir su
ayuda.
En este lugar sagrado, donde se reúnen los guías Reiki, no existen las tensiones, la
prisa, la tristeza ni las emociones negativas y el aire nos nutre de armonía, de paz y
de luz.
Un poco mas allá observo una maravillosa playa de arenas doradas; el cielo es de
un clarísimo azul, el agua es cristalina, se ve el fondo con claridad y distingo que
los pececillos de colores se han dado cuenta de mi llegada y me sonríen dándome
la bienvenida.
Según se va acercando, voy escuchando una música suave y dulce que llena de paz
y armonía todo el ambiente.
En la barandilla de proa del barco distingo a varios seres vestidos con unas túnicas
luminosas de colores pastel que sonríen y me miran dulcemente haciéndome
señas mientras el barco se acerca.
Al llegar a la playa se detiene y desciende una barca blanca con una raya dorada a
su alrededor en la que uno de estos seres que me parece reconocer, y veo que se
dirige directamente hacia mí.
Va de pie e irradia luz, amor y paz………Al llegar a la orilla desciende de la barca y
avanza hacia mí con una rosa blanca en la mano.
Empiezo a vibrar de alegría y de amor y noto como una energía pura y limpia fluye
a través de mi, sintiéndome inundado de una luz y de un amor puro que penetran
mi mente, mi cuerpo y mi espíritu.
Me dice su nombre… y que está aquí para protegerme y ayudarme, que siempre ha
estado, pero yo no era muy consciente de su presencia.
Desde ahora siempre estará conmigo, de forma que nunca más me sentiré
desamparado y solo.
Me dice también que misión su es proteger, fortalecer y sanar a los que hemos
pedido su ayuda y hemos comenzado a recorrer el camino para recibirla y acoger
su energía curativa.
Me dice que estaba esperando este momento y que desde ahora yo soy consciente
de esta vinculación que será una semilla para futuras relaciones de otras personas
con sus guías y que nuestra misión juntos es tender un puente que nos acerque a
Dios.
Me dice que en mis oraciones hable con El, que siempre estará a mi lado como
consejero y guía cuando lo necesite y que cuando me sienta desconectado, El será
el puente que me acerque de nuevo al Creador conectándome con mi esencia
divina.
Este es un momento dichoso, muy feliz de mi vida, estoy muy agradecido con mi
Ser Interno por haberme llevado al encuentro con mi guía Reiki, ahora se que
debo estar en armonía y en oración constantemente para estar en contacto con El
en todo momento y en todo lugar……. Ahora por unos momentos reflexiono de
todo lo que me ha recomendado mi guía y me quedo allí disfrutando de su
amorosa presencia y su luz……….