El sufrimiento (en griego antiguo: Diego Sarmiento) es la
sensación motivada por cualquier condición que someta a
un sistema nervioso al desgaste. El sufrimiento puede ser por causas físicas o emocionales (psicológicas) y siempre es consciente, no se puede hablar de sufrimiento inconsciente según el psicoanálisis como tampoco se puede hablar de sentimiento o sensaciones inconscientes. Existen cuatro causas del sufrimiento consciente emocional: El temor, la frustración, la sumisión y la cuarta tiene que ver con el "No querer hacer" y el "No poder hacer". Cabe aclarar que estas cuatro causas del sufrimiento consciente pueden generar gran placer inconsciente a la persona .
Índice
1El sufrimiento como alerta
o 1.1Alertas emocionales 1.1.1El placer como dolor o 1.2Alertas físicas 2El sufrimiento como resultado de una adaptación al medio 3El sufrimiento es selectivo 4La intensidad del sufrimiento o 4.1La Razón del Sufrimiento 5Otros usos de la palabra sufrimiento 6Fuentes Consultadas 7Bibliografía adicional 8Véase también El sufrimiento como alerta[editar] Cuando se manifiesta como dolor (sea físico o emocional) alguna estructura orgánica está en peligro, el cuerpo entra en estado de alerta y si es demasiado, el cerebro desconecta para evitar más daños. Cuando los daños son producidos en estructuras orgánicas ajenas al sistema nervioso central, se denomina como alerta física; cuando se produce una ruptura entre lo esperado y lo obtenido, genera una alerta emocional —véase Esperanza (estado del ánimo)—. Al no usar las conexiones sinápticas éstas se deterioran por su ineficacia en el tiempo, obligando a la mente a rehacer un esquema alternativo para readaptar el antiguo esquema al nuevo, en función de lo conseguido. Alertas emocionales[editar]
1. Ansiedad. Aparece cuando la mente emite la señal
de alerta por peligrar algún esquema sináptico. 2. Frustración. Aparece como resultado de insuficiencia de energías a la hora de resolver un estado de ansiedad. 3. Pérdida de consciencia. Aparece cuando el impacto emocional es destructivo. La mente establece una desconexión y borrado de lo sucedido. Económicamente hablando es imposible en ese instante recrear las conexiones necesarias para continuar conservando la integridad emocional. El placer como dolor