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Agradeciendo siempre a Georgina Sabat de rivers.
A diez años (2008-2018) de su ausencia.
El soneto por la muerte del rey Felipe IV, “Oh, cuán frágil se muestra el ser
humano,” fue escrito muy posiblemente en 1666, estando su joven autora con
sus protectores – el marqués de Mancera y laura Carreto, su esposa – en el
palacio virreinal novohispano.1 No obstante, dicho soneto – el primero se
dice “de poesía fechable” – no se publicó sino hasta 1692 en Sevilla, en la
página 277 del Segundo volumen de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz.2
Alfonso Méndez Plancarte, editor moderno de las Obras completas de Sor
Juana Inés de la Cruz lo incluyó en la Lírica personal, primer tomo de estas
Obras, y le asignó al poema el número 185, orden y numeración que en 2009
Antonio Alatorre respetó en su edición del mismo tomo. En adelante, uso la
numeración de Méndez Plancarte (y la de Salceda).
Hasta donde sabemos, el primer soneto impreso de sor Juana Inés de la
Cruz apareció en un libro del bachiller y presbítero Diego de ribera. El sone-
to en cuestión es “Suspende, cantor Cisne, el dulce acento” (Méndez Plancar-
te no 202), que no aparece en las primeras ediciones españolas de la obra de
sor Juana. Como tampoco aparece “¿Qué importa al Pastor Sacro, que a la
llama . . .?” (Méndez Plancarte no 203), también en un libro de ribera de
1676; ni “Dulce, canoro Cisne Mexicano” (Méndez Plancarte no 204), escrito
por sor Juana en 1680 como elogio a Carlos de Sigüenza y Góngora.
En la Lírica personal, estos tres sonetos aparecen como “extra opera
omnia,” junto con “Verde embeleso de la vida humana” (Méndez Plancarte
no 152). Dentro de este grupo cabría el soneto “Este volumen, cuyo altivo
1
Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera, había sido nombrado virrey de la
Nueva España (1664-1673) precisamente por Felipe IV.
2
Con una dedicatoria que reza “Dedicado por sv misma autora a D. Jvan de Orúe y Arbieto
Cavallero de la Orden de Santiago.”
aliento,” que sirve como prólogo a los veinte enigmas que sor Juana dedicó a
las monjas de la Casa del Placer de Portugal, descubiertos por Enrique Martí-
nez lópez en la Biblioteca Nacional de lisboa, leídos en México en 1968 y
publicados en España. Cabría también el “Soneto de cierta señora, Décima
Musa,” uno de los dos sonetos localizados por Antonio Alatorre (de sor Juana
y de fray luis Tineo, respectivamente) en la página 740 del volumen cuarto
de Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos, formado
con los apuntamientos de don Bartolomé José Gallardo y publicados los dos
en 1984 en un artículo dedicado a Octavio Paz por sus 70 años. El de sor Jua-
na abre con el verso “Érase un preste cara de testuz,” en alusión a luis Tineo,
con quien conversa de soneto a soneto de la Ciudad de México a Madrid. El
fraile contesta a la monja con “Aunque preste, jamás presté el testuz.” Serían,
hasta aquí, cinco sonetos “extra opera omnia.”
En la edición moderna de las Obras completas de sor Juana Inés de la
Cruz (Méndez Plancarte I, II, III y Salceda IV) se dejaron en su lugar (y sin
numerar) los dos sonetos del Neptuno Alegórico – “Como en la regia playa
cristalina” y “Entrad (Señor) si el que tan grande ha hecho” (Inundación Cas-
tálida 293 y 328; Salceda IV, 377 y 410) – y se hizo lo mismo con el soneto
de Los empeños de una casa – “Si de Carlos la gala y bizarría” (Méndez
Plancarte II, 469-470) – y con el de El Divino Narciso – “Mas ya el dolor me
vence, ya, ya llego” (Méndez Plancarte II, 137-138). Estos cuatro sonetos
forman parte de dos obras de sor Juana. los tres primeros (“extra opera
omnia”) aparecen en dos libros de sus contemporáneos (ribera, Sigüenza y
Góngora); el cuarto está tomado de uno de los retratos de sor Juana; el quinto
se encuentra en el librito preparado por las monjas portuguesas a las que Sor
Juana dedicó sus enigmas; y el sexto es un diálogo “transatlántico” con el
fraile luis Tineo Morales, quien en 1689 aprobó la publicación de Inunda-
ción Castálida. Como un sexteto de sonetos extramuros de las obras comple-
tas, estos integrarían una sección de los otros sonetos de sor Juana:
lOS OTrOS SONETOS DE SOr JuANA 261
Suspende, cantor Cisne, el dulce acento:
mira, por ti, al Señor que Delfos mira,
en zampoña trocar la dulce lira
y hacer a Admeto pastoril concento.
Cuanto canto suave, si violento,
piedras movió, rindió la infernal ira,
corrido de escucharte, se retira;
y al mismo Templo agravia tu instrumento.
Que aunque no llega a sus columnas cuanto
edificó la antigua Arquitectura,
cuando tu clara voz sus piedras toca,
nada se vio mayor sino tu canto,
y así como lo excede tu dulzura,
mientras más lo agrandece, más lo apoca.
II. no 203 (Méndez Plancarte I, 308-09)
Al Pbro. Diego de Ribera, cantor de las obras del
Arzobispo Virrey Don Fray Payo Enríquez de Ribera4
¿Qué importa al Pastor Sacro, que a la llama
de su obrar negar quiera la victoria,
si, cuando más se apaga tanta gloria,
la misma luz a los recuerdos llama?
¿Si en cada mármol mudamente clama
de sus blasones indeleble historia,
porque sirva de letra a su memoria
lo que de piedra al templo de su Fama?
A la sagrada cifra, que venera
el discurso en las piedras, comedido,
y en duración eterna persevera,
exenta y libre del oscuro olvido,
alabarte podrás, culta Ribera,
que sólo le construyes el sentido.
3
Méndez Plancarte (I, 548) apostilla: “Preliminar a la Poética Descripción de la Pompa
Plausible que admiró esta nobilísima ciudad de México, en la suntuosa Dedicación de su her-
moso, magnífico y ya acabado templo [la Catedral Metropolitana], celebrada el jueves 22 de
Dic. de 1667 años.”
4
Méndez Plancarte (I, 549) anota: “Preliminar al Defectuoso Epílogo . . . de las Obras que
ha hecho en Méj, el Excmo. e Ilmo. Sr. Don Fray Payo Enríquez de ribera, por el Pbro. Diego
de Ribera.”
262 rOMANCE NOTES
III. no 204 (Méndez Plancarte I, 308-09)
Al Pbro. Lic. D. Carlos de Sigüenza y Góngora, frente
a su “Panegírico” de los Marqueses de la Laguna5
Dulce, canoro Cisne Mexicano
cuya voz si el Estigio lago oyera,
segunda vez a Eurídice te diera,
y segunda el Delfín te fuera humano:
a quien si el Teucro muro, si el Tebano,
el ser en dulces cláusulas debiera,
ni a aquél el Griego incendio consumiera,
ni a éste postrara Alejandrina mano:
no el sacro numen con mi voz ofendo,
ni al que pulsa divino plectro de oro
agreste avena concordar pretendo;
pues por no profanar tanto decoro,
mi entendimiento admira lo que entiendo
y mi fe reverencia lo que ignoro.
IV. no 152 (Méndez Plancarte I, 280-81)
“Verde embeleso...”6
Verde embeleso de la vida humana,
loca Esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños, de tesoros vana;
alma del mundo, senectud lozana,
decrépito verdor imaginado;
el hoy de los dichosos esperado
y de los desdichados el mañana:
sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por anteojos,
todo lo ven pintado a su deseo;
que yo, más cuerda en la fortuna mía,
tengo en entrambas manos ambos ojos
y solamente lo que toco veo.
5
Méndez Plancarte (I, 550-551) detalla: “Elogio preliminar del Panegírico con que la Muy
Noble Imperial Ciudad de Méjico aplaudió al Conde de Paredes… que ideó D. Carlos de Sigüen-
za y Góngora, Méj., 1680. El Teatro de Virtudes Políticas de Sigüenza, 1680, incluye, con la Des-
cripción de su Arco Triunfal, este Panegírico; pero ya anota Abr., B. y B., 291 que el soneto sólo
figura en la edición aislada de este último y que, por ignorarla, Beristáin y Medina transcriben tal
Soneto como inédito. – reprod. ya por Toussaint, 1926; X. Vill., 1931; y Abr., P.C. y P.S.”
6
Méndez Plancarte (I, 522) aclara: “No recogido en las Obras, sino conservado en el retra -
to pintado en 1713 por Miranda para la Contaduría de San Jerónimo (de donde, con sus inscrip-
ciones, lo copió Ágreda y lo publicaron González Obregón, ‘Méjico Viejo,’ cap. 28; reed. Méj.,
1945, p. 263-65, y Andrade, Ensayo Bibliográf. Mejicano del siglo XVII, Méj., 1899, p. 285); y
en el del Museo Provincial de Toledo, por Andrés de Islas, 1772 (fotoc. por A. Nervo: ‘Juana de
Asbaje,’ Madr., 1910).”
lOS OTrOS SONETOS DE SOr JuANA 263
V. (Martínez lópez)
Prólogo
Este volumen, cuyo altivo aliento
– benévolo lector siempre invocado –
generoso presume, aspira osado
remontarse al celeste firmamento,
a tanto sol eleva el pensamiento
de reverente afecto apadrinado,
que, a soberanas aras destinado,
pasa a ser sacrificio el rendimiento.
Piadoso absuelve sus indignidades,
que no son en los cultos indecencia
que profane devotas atenciones.
Frecuentes votos hacen las deidades,
que a inmunidades de la reverencia
no hay para el cielo cortas oblaciones.
VI. (Alatorre 12)7
De cierta señora, Décima Musa
Érase un preste cara de testuz,
de cuyas barbas se hace el albornoz,
que, si le piden algo, tira en coz,
en que no disimula lo andaluz.
Parece se sustenta de alcuzcuz,
aunque come muy bien ganso y arroz,
y que se alienta en barros de Estremoz
con agua dulce de la regaluz.
Érase de vendimia un gran lanzón,
de cecina un tasujo muy añejo
un espíritu pronto merendón.
Y este que he dicho no es el albadejo,
porque es un reverendo abadejón
de Abades y de Prestes fiel espejo.
El soneto a Tineo de Morales es una especie de travesura, llena de com-
plicidad, y con la respuesta de él se da un juego de espejos entre la monja
jerónima y el fraile premonstratense, quien la había leído y “aprobado” en
Madrid en 1689. El soneto es prueba de una comunicación epistolar entre
ellos y de sus gustos de cocina. El que acompaña a los “Enigmas ofrecidos a
la discreta inteligencia de la soberana asamblea de la Casa del Placer, por su
7
Informa Alatorre: “los dos sonetos [el de sor Juana y el de Tineo] están en el folio 47 del
manuscrito que Gallardo tuvo en sus manos, y los dos fueron dignos de que él los copiara” (12).
264 rOMANCE NOTES
más rendida y aficionada Soror Juana Inés de la Cruz” (las monjas portugue-
sas anotan “Décima Musa”) se dirige al “benévolo lector” y le dice que el
“volumen” “a soberanas aras [va] destinado.” El librito data de 1695 y de
principio a fin es de autoría femenina.
El “Verde embeleso de la vida humana” es una joya poética, un fugaz
destello de los sentidos, de la palabra; de la vida, sus transparencias y sus
colores; de aquello que se ve a través del cristal, frente a lo único que puede
verse desde la poesía: “más cuerda en la fortuna mía, / tengo en entrambas
manos ambos ojos / y solamente lo que toco veo”: ¡los ojos en las manos y
éstas sólo ven lo que tocan! Gran hallazgo el de este soneto recuperado en un
retrato de la más famosa monja, poeta y contadora del convento, a los diecio-
cho años de su muerte. ¡las cuentas claras, como el verde embeleso!
los sonetos dedicados a Diego de ribera y a Carlos de Sigüenza y Gón-
gora son testimonio de la presencia de sor Juana a lo largo de tres décadas en
publicaciones que se pueden describir como canónicas de época: el primero
(de 1667-1668) marca una transición entre su salida del convento de las car-
melitas – noviembre de 1667 – y su ingreso al convento jerónimo – a princi-
pios de 1668; el segundo (de 1676) esboza sus relaciones tanto con el autor
del Defectuoso como su cercanía con Fray Payo Enríquez de rivera, por
entonces arzobispo de México y virrey de la Nueva España. Con el tercero
(de 1680), la visibilidad prestigiosa de sor Juana en los festejos impresos más
importantes del momento: el arco triunfal de Sigüenza y Góngora que, con el
de ella, daban la bienvenida a los virreyes de la laguna a la Ciudad de Méxi-
co. los tres sonetos de sor Juana figuraban en los “pórticos” de tres libros de
autoría ajena. En los propios eran también piezas clave en las articulaciones
de sus propios discursos. una muestra ejemplar, los dos sonetos de su único
arco triunfal único: el Neptuno Alegórico.
CuATrO SONETOS DENTrO DE OTrAS PIEZAS DE SOr JuANA
y al dulce yugo la cerviz destina.
Tres partes del Tridente significa
dulce, amarga y salada en sus cristales,
y tantas al Bastón dan conveniencia:
porque lo dulce a lo civil se aplica,
lo amargo a ejecuciones criminales
y lo salado a militar prudencia.
II. Entrad (Señor) si el que tan grande ha hecho
(como cierre del Neptuno)
(Inundación Castálida 328; Salceda IV, 410)
Entrad (Señor) si el que tan grande ha hecho
tantos años la sabia arquitectura,
es capaz de que quepa en su estructura
la Magnanimidad de vuestro Pecho
Que no es mucho si allá le vino estrecho
el Templo, de Neptuno a la estatura,
que a vos la celestial bóveda pura
os sirva sólo de estrellado techo;
Pero entrad, que si acaso a tanto Alteza
es chico el templo, amor os edifica
otro en las Almas de mayor firmeza,
que de mentales pórfidos fabrica:
que como es tan formal vuestra grandeza,
inmateriales Templos os dedica.
El primer soneto (“Como en la regia playa cristalina”) es una conjunción
poética perfecta, mitológica, política y peticionaria. Todo ajustado en una
pieza perfecta también. una observación: lo que se dice antes del (primer)
soneto, que aparece en el Argumento del primer lienzo, me hace (re)consi-
derar que hubo una mano “distinta” en la explicación. Ésta dice: “Y abaxo en
el tarjón de su pedestal, que svstentavan con dos vandas dos hermosas figu-
ras, se escrivió de bien cortadas, y ayrosas letras este SONETO” (Inundación
Castálida 293). ¡No podría decirlo su autora! Como tampoco podría hacer la
reseña, ser “testigo ocular” de aquel teatro efímero de poder, de aquella “ins-
talación urbana” que, de acuerdo con la reseña (posterior al festejo), había
sido colocada para ese sábado 30 de noviembre de 1680.8
Con el segundo soneto – “Entrad (SEÑOr) si el que tan grande ha
hecho” – su autora cierra el Neptuno Alegórico y abre la puerta de la Catedral
Metropolitana de la Ciudad de México. El acto de la creación poética en una
8
la edición suelta mexicana salió de la Imprenta de Juan de rivera, localizada en El
Empedradillo. En la portada no aparece el año de impresión.
266 rOMANCE NOTES
celda y el acto de la representación en la puerta de la catedral se reúnen en
perfecta armonía. Desde el convento de San Jerónimo sor Juana Inés de la
Cruz iniciaba lo que sería una amistad real y promisoria con los virreyes de
la laguna. El Neptuno Alegórico cerraba años después Inundación Castálida
y lo hacía con catorce quilates de la “sonetística” de la Décima Musa Ameri-
cana. ¿Otros sonetos dentro de las propias piezas de su autora? Sí, y desde
dos registros distintos: el religioso, en El Divino Narciso, y el profano, en
Los empeños de una casa. Entremos en ésta.
la comedia de capa y espada, de laberintos y desencuentros, encierra en un
soneto, dicho a solas por parte de doña Ana, los avatares del alma y los amo-
res (no correspondidos). El soneto representa un momento del amor y del
desamor; al final de la comedia, ese amor ha sido sustituido. Ana ha resuelto
la falta de correspondencia de su amor primero por uno segundo. El soneto es
un instante, un corte, una sincronía en el proceso de toda la obra y de su dia-
cronía. Está puesto en un lugar que no es principio ni final, sino en un con-
texto que da un sentido, un efecto distinto, de transición, como el amor
mismo – nace, crece, concluye/renace para volverse a enamorar –, idea suge-
rida por Georgina Sabat de rivers en su clásico estudio “Veintiún sonetos de
Sor Juana y su casuística del amor.” Y ¿qué pasa con el amor divino?
lOS OTrOS SONETOS DE SOr JuANA 267
Es este poema, uno de los más bellos de la lengua española en la tradición
del mito de Narciso: dolor y amor, alma y cuerpo, vida y resurrección, aban-
dono y resignación, reclamo y fe. El desafío de la poeta es que su voz poética
hable como Narciso divino, como reflejo del amor por la humanidad. Éste y
otros, sueltos unos, metidos en obras propias y ajenas otros, podrían ser parte
de un álbum de los sonetos menos vistos y tocados hasta ahora.
No sabemos con certeza cómo circularon los poemas de sor Juana Inés de
la Cruz en México antes de que se publicaran en las antiguas ediciones espa-
ñolas. Cuando, a fines de 1689, los lectores abrieron las páginas de Inunda-
ción Castálida, hubieron de maravillarse de seguro ante los primeros poemas:
la dedicatoria, un soneto, “El hijo que la esclava ha concebido”; los siguientes
dieciséis poemas, ¡sonetos también! y, ya con otras métricas poéticas, segui -
rían muchos más. Con su primer soneto – “Este, que ves, engaño colorido”
– sor Juana se acercaba a uno de Góngora – “en tierra, en humo, en polvo, en
sombra, en nada” – y magistral y en vuelo prodigioso el nuevo soneto lo
modificaba: “es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.” En el despliegue
barroco del conjunto “sonetístico” de la poeta mexicana y en su modo de poe-
tizar se concentraba la gran tradición europea (“no faltaba nada”) y al mismo
tiempo se transformaba en la pluma portentosa de su autora. El cuadro donde
268 rOMANCE NOTES
El hijo que la esclava ha concebido [dedicatoria] 3 195
1. Este, que ves, engaño colorido 3 145
2. Que no me quiera Fabio, al verse amado 3-4 166
3. Al que ingrato me deja, busco amante 4 168
4. Feliciano me adora y le aborrezco 5 167
5. Fabio: en el ser de todos adorada 5-6 169
6. En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas? 6 146
7. ¡Tan grande, ¡ay Hado!, mi delito ha sido 5-6 150
8. Miró Celia una rosa que en el prado 7 148
9. ¡Oh, famosa lucrecia, gentil dama . . .! 8 153
10. Intenta de Tarquino el artificio 8-9 154
11. la heroica esposa de Pompeyo altiva 9 155
12. ¿Qué pasión, Porcia, qué dolor tan ciego . . .? 9-10 156
13. De un funesto moral la negra sombra 10 157
14. ¿Vesme, Alcino, que atada a la cadena . . .? 11 173
15. Mandas, Anarda, que sin llanto asista 11-12 177
16. El ausente, el celoso, se provoca 12 175
17. En la vida que siempre tuya fue 20 186
18. Diuturna enfermedad de la Esperanza 49 151
19. Dulce deidad del viento armonïosa 110 198
20. Qué es esto, Alcino, como tu cordura 137 174
21. Yo no dudo, lisarda, que te quiero 137 178
22. De la beldad de laura enamorados 156 187
23. Bello compuesto en laura dividido 156 188
24. Docto Mansilla, no para aplaudirte 166 201
25. Si los riesgos del mar considerara 166-67 149
26. Probable opinión es, que conservarse 167 183
27. Aunque es clara del Cielo la luz pura 168 205
28. Mueran contigo, laura, pues moriste, 168-69 189
9
En el título de la edición facsimilar de la uNAM, que cuenta con una presentación de Ser-
gio Fernández, se lee: “Invndación Castálida de la vnica poetisa, mvsa dézima. Soror Jvana Inés
de la Cruz, Religiosa Professa en el Monasterio de San Gerónimo de la Imperial Ciudad de
México. Qve en varios metros, idiomas, y estilos, fertiliza varios assumptos: Con elegantes, svti-
les, claros, ingeniosos, vtiles versos: Para enseñanza, recreo, y admiración. Dedícalos a la
Excel.ma Señora. Señora D. María Luisa Gonḉaga Manrique de Lara, Condesa de Paredes,
Marquesa de la Laguna, Y los saca a la lvz D. Jvan Camacho Gayna, Cavallero del Orden de
Santiago, Mayordomo, y Cavallerizo que fue de su Excelencia. Governador actual de la Ciudad
del Puerto de Santa María. Con privilegio. En Madrid: Por Juan García Infanzón. Año de 1689.”
lOS OTrOS SONETOS DE SOr JuANA 269
Neptuno Alegórico10
39. Como en la regia playa cristalina 293
40. Entrad (Señor) si el que tan grande ha hecho 328
En resumen, el soneto de la dedicatoria, más otros 38 sonetos, más los dos del
Neptuno Alegórico arrojan un total de 41 sonetos en Inundación Castálida.
De un año después (1690) son los Poemas de la unica poetisa americana,
musa dezima, soror Juana Ines de la Cruz, religiosa professa en el monaste-
rio de San Geronimo de la Imperial Ciudad de Mexico, que en varios metros,
idiomas y estilos, fertiliza varios assumptos, con elegantes, sutiles, claros,
ingeniosos y utiles versos, para enseñanza, recreo y admiración. En esta ree-
dición (“intervenida” respecto a la primera de Inundación Castálida, con los
sonetos “burlescos, de pies forzados”)11 se publica, aunque lejos de éstos, el
único poema que escribió sor Juana con el tema de la Virgen de Guadalupe,
“la compuesta de flores Maravilla.” Es muy claro el epígrafe que describe al
soneto: “Alaba el numen poético del Padre Francisco de Castro, de la Com-
pañía de Jesús, en un Poema heroico en que describe la Aparición milagrosa
de Nuestra Señora de Guadalupe en Méjico, que pide la luz pública” (Mén-
dez Plancarte I, 310).
10
En el Argumento del primer lienzo y como cierre del Neptuno Alegórico.
11
Véase Poot Herrera.
270 rOMANCE NOTES
Poemas (1690)
Cinco sonetos burlescos de pie forzado y uno de dedicatoria a un padre jesuita
[no aparecieron en Inundación Castálida de 1689]
Sonetos en la Lírica personal (ed. de Méndez Plancarte)
Así, en Poemas hay seis nuevos sonetos. Cabe subrayar que el numerado
como 206 no consta en Inundación Castálida, como anota el propio Méndez
Plancarte. Sumados a los 41 de Inundación Castálida, llegamos a 47 sonetos.
Ya estamos en 1690. Dos años después se imprimirían diecisiete más. Sería
en Sevilla, en el segundo y nuevo libro de la poetisa americana.
Sonetos en el Segundo volumen de las Obras completas de Soror Juana
Inés de la Cruz (1692).
Con estos 17, nuestro recuento ya se eleva a 54 sonetos impresos en España
en libros que su autora tuvo en la mano. los dos últimos que allí se publica-
rían (1700) ya no tuvieron el privilegio de ser leídos por la autora, quien
había muerto cinco años antes:
12
En el título se lee “Fama y obras pósthumas del Fénix de México, décima musa, poetisa
americana, Sor Jvana Inés de la Cruz, religiosa professa en el Convento de San Gerónimo
de la Imperial Civdad de México. Conságralas a la Magestad Cathólica de la reyna Nvestra
Señora Doña Mariana de Neoburg Baviera Palatina del rhin, por mano de la Excma. Señora
Doña Juana de Aragón y Cortés, Duquesa de Monteleón, y Terra-Nova, Marquesa del Valle de
Goaxaca, & c. El Doctor Don Jvan Ignacio de Castorena y Vrsua, Capellán de Honor de su
Magestad, Protonotario Iuez Apostólico por su Santidad, Theólogo, Examinador de la Nuncia-
tura de España, Prebendado de la Santa Iglesia Metropolitana de México. Con privilegio, En
Madrid: En la Imprenta de Manuel ruiz de Murga, a la calle de la Habada. Año de 1700”.
272 rOMANCE NOTES
el Autor de tu Alma soberano,
proporcionado campo a más hechura,
¿qué gracia pintaría, qué hermosura,
el lienzo más capaz, mejor la Mano?
¿Si estará en la Esfera luminoso
el pincel, de lucero gradüado,
porque te amaneció, divina Aurora?
¡Y cómo lo está! Pero quejoso,
dice que ni aun la costa le han pagado:
que gastó en ti más luz que ahora.
En el primero tiene como presencia inminente el arte, el pincel, el humano y
el celestial. El segundo soneto abunda en el milagro de los sentidos, de la fe.
En los dos, la humanidad cede a la divinidad, se conjuntan; lo mismo la
noche con el día.
Falta ahora por recoger los sonetos ajenos a las obras completas españo-
las. Hemos visto que son seis. Cuatro de ellos reunidos y bautizados por
Méndez Plancarte; con el descubierto por Enrique Martínez lópez y el de
Antonio Alatorre, llegamos al mencionado sexteto:
lOS OTrOS SONETOS DE SOr JuANA 273
1. Verde embeleso de la vida humana 152
2. Suspende, cantor Cisne, el dulce acento 202
3. ¿Qué importa al Pastor Sacro, que a la llama 203
4. Dulce, canoro Cisne Mexicano 204
5. Este volumen, cuyo altivo aliento Mtz. lópez 69
6. Soneto de cierta señora, Décima Musa Alatorre 12
En resumen, éstas son las cuentas, definitivas hasta la fecha:
Inundación Castálida 41
Poemas 6
Segundo volumen 17
Fama y Obras Pósthumas 2
Extra Opera Omnia 6
Total 7213
Con un soneto como poema inicial, se publica Inundación Castálida; el
volumen cierra con otro. Con el primero dedicaba su primer libro: “El hijo
que la esclava ha concebido”; con el segundo, abría las puertas de la Ciudad
de México: “Entrad (Señor) si el que tan grande ha hecho”. Con ambos, las
propias puertas de su creación. Como todos sus poemas, éstos salieron de su
pecho (palabra recurrente en su poesía), de su corazón de poeta, de su genio
extraordinario, de la concisión de la palabra. Su poesía, contable, vigorosa,
donde los números se convierten en letras y las cifras en su lírica.
13
la Biblioteca Virtual Cervantes registra 72 sonetos (ramón García lópez, ed. literatura):
incluye como de sor Juana el soneto “la Mexicana Musa, Hija eminente” (XXIX). No obstante,
este soneto es de “Doña Catalina de Alfaro Fernández de Córdova, religiosa en el muy ilustre
Convento de Sancti Spiritus de la Ciudad de Alcaraz, en alabanza de la Madre Juana Inés de la
Cruz” (Inundación Castálida 4). Aparece después del romance de Don Joseph Pérez de Monto-
ro y antes de la Aprobación del M. Fr. luis Tineo. Se incluye también, como atribuido a sor
Juana, “Cítara de carmín que amaneciste” (XlVIII; soneto de Juan Pérez de Montalbán) y “En
pensar que me quieres, Clori” (lI; se aclara: “que escribió un curioso”). No se incluye “Entrad
(Señor) si el que tan grande ha hecho” (de Neptuno Alegórico) ni “Este volumen, cuyo altivo
aliento” (de sor Juana a las monjas portuguesas); tampoco “Soneto de cierta señora, Décima
Musa” (de sor Juana a luis de Tineo, localizado por Antonio Alatorre). Sobre los sonetos de la
Biblioteca Cervantes, véase Cruz “Sonetos.”
274 rOMANCE NOTES
OBrAS CITADAS
Alatorre, Antonio. “un soneto desconocido de sor Juana.” Vuelta, no. 94, 1984, pp. 4-13.
Cruz, Sor Juana Inés de la. Fama y obras pósthumas del Fénix de México, décima musa, poeti-
sa americana, Sor Jvana Inés de la Cruz, religiosa professa en el Convento de San Geróni-
mo de la Imperial Civdad de México. Manuel ruiz de Murga, 1700.
––––––. Invndación Castálida de la vnica poetisa, mvsa dézima. Soror Jvana Inés de la Cruz,
religiosa professa en el Monasterio de San Gerónimo de la Imperial Ciudad de México...
Dedícalos a la Excel.ma Señora. Señora D. María Luisa Gonḉaga Manrique de Lara, Con-
desa de Paredes, Marquesa de la Laguna... Juan García Infanzón, 1689.
––––––. Obras completas, Vols. 1-3, editados por Alfonso Méndez Plancarte (I. Lírica perso-
nal; II. Villancicos y letras sacras; III. Autos y Loas) y vol. 4 editado por Alberto G. Salce-
da (IV. Comedias, sainetes y prosa), Fondo de Cultura Económica, 1951-1957.
––––––. Obras completas. I Lírica personal, edited by Antonio Alatorre, Fondo de Cultura
Económica, 2009.
––––––. Segundo volumen de las obras de Soror Jvana Inés de la Cruz, monja profesa en el
Monasterio del Señor San Gerónimo de la Civdad de México. Tomás lópez de Haro, 1692.
––––––. Sonetos. Biblioteca Virtual Cervantes. www.cervantesvirtual.com/obra-visor/sonetos –
2/html/61493946-8375-479f-b217-2becd410b790.html.
Gallardo, Bartolomé José. Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos.
Imprenta y Estereotipia de M. rivadeneyra, 1863.
Martínez lópez, Enrique. “Sor Juana Inés de la Cruz en Portugal: un desconocido homenaje y
versos inéditos.” Revista de Literatura, vol. 33, no. 65-66, 1968, pp. 53-84.
Poot Herrera, Sara. “‘Altos superlativos’ ¿o una sor Juana sin mesura?” Poesía satírica y bur-
lesca en la Hispanoamérica colonial, edited by Ignacio Arellano and Antonio lorente
Medina, Iberoamericana / Vervuert, 2009, pp. 367-86.
ribera, Diego de. Defectuoso epílogo, diminuto compendio... [sobre el gobierno del virrey fray
Payo Enríquez de ribera]. Viuda de Bernardo Calderón, 1676.
––––––. Poética descripción de la pompa plausible que admiró esta nobilísima Ciudad de
México, en la sumptuosa dedicación de su hermoso, magnífico y acabado templo. Francis-
co rodríguez lupercio, 1668.
Sabat de rivers, Georgina. “Veintiún sonetos de sor Juana y su casuística del amor.” Sor Juana y
su mundo, edited by Sara Poot Herrera, Fondo de Cultura Económica / universidad del
Claustro de Sor Juana / Gobierno del Estado libre y Soberano de Puebla, 1995, pp. 395-445.