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FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES, FINANCIERAS Y

ADMINISTRATIVAS
ESCUELA DE FORMACIÓN PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

“ACTIVIDAD N° 14: ANÁLISIS DE LA AUDITORIA DEL


MEDIO AMBIENTE”

CURSO:
AUDITORIA DEL MEDIO AMBIENTE
DOCENTE:

ALUMNAS:
CICLO:
IX-PRESENCIAL

AYACUCHO - PERÚ

2018
DEDICATORIA
Quiero dedicarle este trabajo
a dios ser el manantial de vida y darme
lo necesario para seguir adelante día a
día para lograr mis objetivos, además
de su infinita bondad y amor de mis
padres.

INTRODUCCION
Durante los años 80 comenzó a cobrar relevancia el tema de la responsabilidad
social empresarial y la contabilidad social y ambiental. Dada la variedad de
sistemas de gestión ambiental existentes, y los diferentes modelos, sumados a
aquellos casos en que se utilizaba más que como herramienta de gestión integral
como herramienta publicitaria, surgió la necesidad de que un tercero, ajeno,
pudiera avalarlos y así empezaba a manifestarse la necesidad de contar con
“auditorías ambientales”. Como respuesta, en 1996 se emiten las primeras
normas de la serie ISO 14000. En estas normas, se contempla a la auditoria
como una herramienta usada principalmente para verificar si la política ambiental
de la organización viene siendo cumplida e implementada satisfactoriamente. La
ISO desarrolla normas de carácter voluntario, son instrumentos legales que no
fuerzan su adopción, recibiendo para eso, recomendaciones de los gobiernos,
de los sectores productivos y cualquier otro sector que esté interesado en la
formulación de alguna norma Son normas dirigidas al mercado internacional y
se desarrollan por consenso entre especialistas de los sectores que expresaron
la necesidad de una norma en particular. La serie 14000 se enfoca en todo lo
referente a “sistemas de gestión ambiental” y su importancia radica en que si la
empresa cumple todos los puntos emitidos en dichas normas, puede lograr una
certificación internacional que lo avale. A lo largo del trabajo se definirá cada una
de las normas que componen la serie ISO 14000, para que el lector pueda
familiarizarse con su contenido. También se analizará su definición de auditoría
ambiental, frente a otras propuestas, y las ventajas que ofrece la aplicación de
estas normas respecto de la certificación que otorgan.

RESUMEN DE LA LEY GENERAL DEL AMBIENTE


La Política Nacional del Ambiente se presenta a la ciudadanía en cumplimiento
del mandato establecido en el artículo 67º de la Constitución Política del Perú y
en concordancia con la legislación que norma las políticas públicas ambientales.
Esta política es uno de los principales instrumentos de gestión para el logro del
desarrollo sostenible en el país y ha sido elaborada tomando en cuenta la
Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, los Objetivos del
Milenio formulados por la Organización de las Naciones Unidas y los demás
tratados y declaraciones internacionales suscritos por el Estado Peruano en
materia ambiental.
La Política Nacional del Ambiente se estructura en base a la Ley Orgánica del
Poder Ejecutivo, Ley N° 29158, que por su jerarquía y su promulgación posterior
a la ley general del ambiente, Ley N° 28611, modifica la definición de políticas
nacionales estableciendo que estas incluyen los objetivos prioritarios,
lineamientos, contenidos principales y estándares nacionales de obligatorio
cumplimiento, para asegurar el normal desarrollo de las actividades públicas y
privadas con las cuales las entidades estableces sus lineamientos a seguir para
una auditoria ambiental tales como: Ley General del Ambiente - Ley N° 28611,
Ley Marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental - Ley N° 28245,
Reglamento de la Ley Marco Del Sistema Nacional de Gestión Ambiental-
Decreto Supremo Nº 008 - 2005 - Pcm y Ley de Creación, Organización y
Funciones del Ministerio del Ambiente-Decreto Legislativo Nº 1013.
Mediante esta ley se reglamentan aspectos relacionados a la materia ambiental
en el Perú. Asimismo; por un lado plantea a los ciudadanos una serie
de derechos con relación al tema ambiental, en tanto que se debe garantizar un
ambiente saludable, equilibrado y apropiado para el desarrollo de la vida; y por
otro lado, deberes, en la medida en que todos estamos obligados a contribuir a
una efectiva gestión ambiental y a proteger el ambiente.
Cabe mencionar que, uno de los objetivos de la mencionada Ley, es la regulación
de los numerosos instrumentos que contribuyen a la gestión ambiental del país;
y uno de los más significativos aportes es la consagración de la responsabilidad
por daño ambiental.
Esta ley, nos informa sobre el Estándar de Calidad Ambiental (ECA), que es un
indicador de la calidad ambiental, que mide la concentración de elementos,
sustancias, parámetros físicos, químicos y biológicos que se encuentran
presentes en el aire, agua o suelo, pero que no representan peligro para los
seres humanos ni para el ambiente.
Posteriormente, señala que las autoridades públicas (nacionales, sectoriales,
regionales y locales) deben dar prioridad a las medidas de saneamiento básico
que engloben la gestión y manejo adecuado de aguas pluviales, aguas
subterráneas, reúso de aguas servidas, entre otros, en las zonas urbanas y
rurales. Asimismo, la ley indica que es responsabilidad del Estado impulsar y
controlar el aprovechamiento sostenible de las aguas continentales, regular su
otorgamiento en base a objetivos sociales, ambientales y económicos; así como
también promover la inversión y participación del sector privado en la utilización
de dicho recurso.
La Ley bajo comentario menciona que, dentro de los objetivos de la gestión
ambiental en materia de calidad ambiental se encuentran el de preservar,
conservar, optimizar y restituir, la calidad del aire, el agua y los suelos y demás
componentes del ambiente identificando y controlando los factores de riesgo que
la afecten.
Asimismo indica que el Estado, a través de las entidades competentes
(Ministerios y sus respectivos organismos públicos descentralizados,
autoridades sectoriales con competencia ambiental, organismos regulatorios o
de fiscalización, gobiernos regionales y locales) está a cargo de la protección de
la calidad del recurso hídrico del país.
La Ley General del Ambiente establece que el Estado fomenta el tratamiento de
las aguas residuales con fines de su reutilización, considerando como premisa
la obtención de la calidad necesaria para su reúso, sin perjudicar la salud
humana, el ambiente o las actividades en las que se reutilizarán.
Establece también que, las personas jurídicas o naturales podrán obtener del
Estado, una autorización previa para el vertimiento de aguas residuales
domésticas, industriales o de cualquier otra actividad que desarrollen, siempre
que dicho vertimiento no menoscabe la calidad de las aguas como cuerpo
receptor, ni se afecte su reutilización para otros fines.
Finalmente, se señala que, corresponde a las entidades comprometidas con los
servicios de saneamiento la responsabilidad por el tratamiento de los residuos
líquidos domésticos y las aguas pluviales. De igual manera, las empresas o
entidades involucradas con actividades extractivas, productivas, de
comercialización u otras que produzcan aguas residuales o servidas, son
responsables de su tratamiento. Cabe indicar que se menciona que, el manejo
de las aguas residuales o servidas de origen industrial puede ser efectuado
directamente por quien las genera, también a través de terceros debidamente
autorizados o a través de las entidades responsables de los servicios de
saneamiento.
Con la promulgación del CMA en 1990, se dio inicio en el Perú a un proceso
destinado a establecer políticas e instrumentos de gestión ambiental que hicieran
posible la aplicación de una nueva legislación ambiental. Así, el CMA fue una
norma innovadora en su momento, pues fue la primera en desarrollar la gestión
ambiental peruana al reconocer importantes principios, lineamientos y mandatos,
así como dar un enfoque transectorial a la misma.
Sin embargo, si bien el CMA fue la norma marco que orientó el desarrollo de la
normatividad ambiental, en los últimos años se fueron desarrollando diferentes
aspectos que ya no guardaban correspondencia con la misma, por lo que fue
necesario elaborar una nueva ley que estructurase el conjunto de leyes y
reglamentos aprobados desde su promulgación y que, a la vez, guardara
consistencia con el marco institucional.
De este modo, con el establecimiento de la comisión revisora del CMA, mediante
ley 27980, se dio inicio a la elaboración de la nueva ley general del ambiente
(LGA), la cual fue publicada en el diario oficial El Peruano el 15 de octubre del
2005 mediante la ley 28611.La LGA, que derogó al CMA, sintetiza el desarrollo
de la normativa desencadenado durante los 15 años de vigencia de la misma,
siendo por tanto la norma ordenadora del marco normativo legal para la gestión
ambiental en el Perú, que establece los principios y normas básicas para
asegurar el efectivo ejercicio del derecho a un ambiente saludable.
El artículo 9 de la LGA señala que la política nacional del ambiente tiene por
objetivo mejorar la calidad de vida de las personas y el desarrollo sostenible del
país, mediante el aprovechamiento responsable de los recursos y el respeto de
los derechos fundamentales de la persona. Se enfatiza, de esta manera, la
estrecha vinculación entre el ambiente y la calidad de vida, en la medida en que
las condiciones del ambiente físico permitan las mejores condiciones posibles de
salud para las personas y que, además, propicien su desenvolvimiento social.
Asimismo, la LGA establece la vinculación entre las políticas ambientales y las
políticas públicas al señalar que los procesos de planificación, decisión y
ejecución de políticas públicas en todos los niveles de gobierno deben incorporar
los lineamientos de la política nacional del ambiente. Estos lineamientos son los
siguientes:
1. El respeto de la dignidad humana y la mejora continúa de la calidad de
vida de la población.
2. La prevención de riesgos y daños ambientales.
3. El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.
4. El desarrollo sostenible de las zonas urbanas y rurales.
5. La promoción efectiva de la educación ambiental y de una ciudadanía
ambiental responsable, en todos los niveles, ámbitos educativos y zonas
del territorio nacional.
6. El fortalecimiento de la gestión ambiental, para lo cual debe dotarse a las
autoridades de recursos, atributos y condiciones adecuados para el
ejercicio de sus funciones.
7. La articulación e integración de las políticas y planes de lucha contra la
pobreza, asuntos comerciales, tributarios y de competitividad del país.
8. La información científica, fundamental para la toma de decisiones en
materia ambiental.
9. El desarrollo de la actividad empresarial teniendo en cuenta la
implementación de políticas de gestión ambiental y de responsabilidad
social.
La LGA también hizo referencia al Sistema Nacional de Gestión Ambiental
regulado por la ley 28245, reconociendo en su momento al Consejo Nacional del
Ambiente (CONAM) como la autoridad ambiental nacional y el ente rector del
Sistema Nacional de Gestión Ambiental. Obviamente, este rol le corresponde
ahora al MINAM desde su creación en mayo del año 2008.

Además, dicha norma hace referencia al Sistema de Evaluación del Impacto


Ambiental, confirmando lo dispuesto por la ley del sistema nacional de
evaluación del impacto ambiental del año 2001, reglamentada por decreto
supremo 019-2009-MINAM. A su vez, considera otros instrumentos de gestión
ambiental, tales como los programas de adecuación y manejo ambiental
(PAMA), los planes de cierre de actividades, y los planes de descontaminación
y tratamiento de pasivos ambientales. Respecto de los estándares de calidad
ambiental (ECA) y los límites máximos permisibles (LMP), la ley en mención
señala que la autoridad ambiental nacional, en coordinación con los sectores
correspondientes, dispondrá la aprobación y registrará la aplicación de
estándares internacionales o de nivel internacional en los casos en que no
existan ECA o LMP. Asimismo, deberá aplicarse el principio de gradualidad en
los procesos de revisión de los parámetros de contaminación ambiental, a fin de
permitirse ajustes progresivos a dichos niveles para las actividades en curso.
Todos estos principios se han visto complementados por normas dictadas por la
autoridad ambiental nacional y las autoridades sectoriales.

Por otro lado, la LGA establece un régimen de responsabilidad por el daño


ambiental, señalando una serie de sanciones coercitivas y la posibilidad de
imponer medidas correctivas que van desde cursos de capacitación hasta la
imposiciones de obligaciones compensatorias sustentadas en la política
ambiental nacional, regional, local o sectorial. Para el caso de las actividades
ambientalmente riesgosas o peligrosas, la autoridad sectorial competente podrá
exigir un sistema de garantía que cubra las indemnizaciones que pudieran
derivar por daños ambientales.

Cabe señalar que la LGA plantea a los ciudadanos una serie de derechos con
relación al tema ambiental, en tanto que se debe garantizar un ambiente
saludable, equilibrado y adecuado para el pleno desarrollo de la vida, y por otro,
un deber, en la medida que todos estamos obligados a contribuir a una efectiva
gestión ambiental y a proteger el ambiente.

En este sentido, entender al ambiente o a la calidad ambiental como un derecho,


da la opción a cualquier persona de defenderlo y reivindicarlo frente a cualquier
otra que lo agreda o genere riesgos graves. Así, el artículo IV del título preliminar
de la LGA dispone que toda persona tiene derecho a una acción rápida, sencilla
y efectiva ante las entidades administrativas y jurisdiccionales, en defensa del
ambiente y de sus componentes, velando por la debida protección de la salud de
las personas, la conservación de la diversidad biológica, el aprovechamiento
sostenible de los recursos naturales, así como la conservación del patrimonio
cultural vinculado a aquellos. La LGA, así como lo hiciera el CMA, dispone
además que cualquier persona puede interponer estas acciones judiciales, aun
en los casos en que no se afecte el interés económico del demandante o del
denunciante. Esto en la práctica significa que alguien en Lima podría demandar
un problema de contaminación o degradación ambiental que ocurre en Tumbes,
sin necesidad de acreditar ante el juez que se está perjudicando su patrimonio
con esa contaminación ya que, de acuerdo con la LGA, todos tenemos un interés
moral en la protección del ambiente. De esta manera se ha confirmado lo que el
CMA y otras normas de procedimientos ya reconocían, es decir, la posibilidad de
acceder a la justicia en defensa del ambiente, particularmente para las
asociaciones civiles que tienen entre sus objetivos la protección del ambiente y
los recursos naturales.
La LGA recoge otros derechos, como el de acceso a la información y a la
participación en la gestión ambiental, además de una serie de principios entre
los que se encuentran los principios de sostenibilidad, internalización de costos,
responsabilidad ambiental, equidad, gobernanza ambiental, prevención y
precautorio. Este último principio no había sido recogido por el CMA, pero sí por
otras normas posteriores, como el reglamento de organización y funciones del
CONAM y la ley marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental.

1. Revisan el Texto Compilado: p.p. 123-128, recogen información sobre las


normatividad, modalidades, contenidos, conceptos, estructura, de las
clases y estructura de informes de auditoría del medio ambiente, en
situaciones empresariales simuladas, realizan informe.
2. Clasifican la información de las clases y estructura de informes
de auditoría del medio ambiente, según sea el caso.
3. Explican colaborativamente un caso de ejecución de auditorías
ambientales en una MYPE, en situaciones económicas empresariales
simuladas. Presenta informe final de auditoria.
4. Revisan y analizan el material de lectura del Texto Compilado: Rodríguez,
M. (2015), Auditoria del Medio Ambiente.

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