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razones para industrializar sus colonias, aunque sólo Japón lollevo a cabo,
porque sus colonias (Corea, Manchuria y Taiwán)datadas de grandes recursos,
estaban muy próximas a Japón paracontribuir directamente a
la industrialización nacional japonesa.Con la Gran Depresión, las rentas
agrícolas bajaron, por loque los gobiernos coloniales elevaron los aranceles
sobre laproducción, y fomentaron la producción local en esos
mercadosmarginales.Prácticamente todas las regiones de Asia, África,
AméricaLatina y el Caribe dependían de lo que ocurría en un reducidonúmero
de países del hemisferio septentrional, excepto América,la mayor parte de esas
regiones eran propiedad de esos países oestaban bajo su dominio o
administración. Era inevitable que enesas zonas se planteara la necesidad de
liberarse de la dominaciónextranjera.Desde 1945 el mundo colonial se
transformó en un mosaicode estados nominalmente soberanos, sin embargo,
sólo algunosdeseaban tan cosa. Los países con una larga historia
comoentidades políticas (China, Persia, Turquía, Egipto) tenían unsentimiento
popular contra los extranjeros fácilmente politizable,pero estos casos son
excepcionales. En la mayoría de las regionesel único fundamento de los estados
independientes aparecidos enel siglo XX eran las divisiones territoriales que la
conquista y lasrivalidades imperiales establecieron, sin ninguna relación con
lasestructuras locales. El mundo poscolonial está casicompletamente dividido
por las fronteras del imperialismo.En el tercer mundo había quienes rechazaban
a losoccidentales, se oponían también a la convicción de las elites deque la
modernización era indispensable. En esos países, laprincipal tarea de los
nacionalistas era conseguir el apoyo de lasmasas , amantes de la tradición y
opuestas a lo moderno, sinponer en peligro sus propios proyectos de
modernización.Líderes hindúes como Tilak y Gandhi consiguieron movilizara
las masas apelando igualmente al nacionalismo conespiritualidad hindú, aunque
cuidando de no romper el frentecomún con los modernizadores, y evitando
el antagonismo conla India musulmana, que había estado siempre implícito en
elnacionalismo hindú. Sin embargo, como Gandhi reconoció, a la larga
resultaba imposible conciliar lo que movía a las masas y loque convenía
hacer.En el mundo musulmán surgió un planteamiento parecido,aunque en él
todos los modernizadores manifestaban su respeto ala piedad popular. La
movilización de masas se podía conseguirmás fácilmente partiendo de una
religiosidad popularantimoderna (el “fundamentalismo islámico”).Es decir, en
eltercer mundo un profundo conflicto separaba a losmodernizadores, que eran
también nacionalistas de la gran masade la población.Fue la primera guerra
mundial la que comenzó a quebrantar laestructura del colonialismo mundial,
además de destruir dosimperios (el alemán y el turco) y de dislocar
temporalmente untercero: Rusia. El impacto de la revolución de octubre y
elhundimiento general de los viejos regímenes, al que siguió laindependencia
irlandesa (1921) hicieron pensar que los imperiosextranjeros no eran
inmortales.El periodo revolucionario de 1918-1922 transformó la
políticanacionalista de masas en la India (“matanza de Amritsar”,huelgas,
“desobediencia civil”, Congreso radicalizado), a partir deentonces fue
prácticamente ingobernable. A partir de 1919 laclase dirigente consideraba
inevitable conceder a la India unaautonomía similar al estatuto de “dominio”, y
que le futuro deGran Bretaña dependía de un entendimiento con la
elitenacionalista india.Dado que la India era el corazón del imperio, su futuro
(delimperio) parecía incierto, cuando su posición se hizo insostenible,después
de la segunda guerra mundial, los británicos no seresistieron a la
descolonización. Por el contrario, otros imperios(Francia y Holanda) utilizaron
las armas para intentar mantenersus posiciones coloniales después de 1945. Sus
imperios nohabían sido socavados por la primera guerra mundial.La Gran
Depresión hizo tambalearse a todo el mundodependiente. La era del
imperialismo había sido un periodo decrecimiento casi constante, que ni
siquiera se había interrumpidocon la primera guerra mundial. La economía
imperialista modificósustancialmente la vida de la gente corriente,
especialmente en lasregiones de producción de materias primas destinadas a la
los aumentos salariales peleados por los sindicatos eran inferioresa los que
podían conseguirse presionando al mercado. Estecambio de actitud de los
trabajadores fue más significativo que lasprotestas estudiantiles de 1968, que
fue un fenómeno ajeno a laeconomía y a la política. Movilizó un sector
minoritario de lapoblación: la juventud de clase media.Su trascendencia
cultural fue mayor que la política, adiferencia de movimientos análogos en
países dictatoriales y deltercer mundo. Pero sirvió de aviso para una generación
que creíahaber resuelto para siempre los problemas de la sociedadoccidental.
El 68 no fue el fin ni el principio de nada, sino sólo unsigno. A diferencia del
estallido salarial, el hundimiento del sistemafinanciero internacional en 1971,
el boom de las materias primasde 1972-1973 y de la crisis del petróleo de la
OPEP de 1973, notiene gran relevancia para la historia económica. A
principios de los setenta la expansión de la economíaacelerada por una
inflación en rápido crecimiento, por un enormeaumento de la masa monetaria
mundial y por el ingente déficilnorteamericano, se volvió frenética. La
economía entró en crisisen 1974 cuando el PNB de los países industrializados
avanzadoscayó sustancialmente. La economía mundial no recuperó suantiguo
ímpetu tras el crac. Fue el fin de una época. Las décadasposteriores a 1973
serian una era de crisis.No obstante, la edad de oro llevó a cabo la revolución
másdrástica, rápida y profunda en los asuntos humanos de la que setenga
constancia histórica
X: LA REVOLUCIÓN SOCIAL,
1945-1990En el tercer cuarto del presente siglo se dio la transformaciónsocial
mayor y más intensa, rápida y universal de la historia de lahumanidad. Es
verdad que en las zonas desarrolladas del mundohacía tiempo que vivían en un
mundo de cambios,transformaciones tecnológicas e innovaciones
culturalesconstantes. Pero para la mayor parte del planeta los cambiosfueron
tan repentinos como cataclísmicos. Para el 80% de lahumanidad la Edad Media
se terminó en los años cincuenta, omejor dicho,
sintió
que se había terminado en los años sesenta.Quienes vivieron la realidad de
estas transformaciones no sehicieron cargo de su alcance, pues las
experimentaronprogresivamente y no las concibieron como
revolucionespermanentes.El cambio social más drástico y de mayor alcance de
lasegunda mitad de siglo, y que nos separa para siempre del mundodel pasado,
es la muerte del campesinado. Es vísperas de lasegunda guerra mundial, sólo
Gran Bretaña y Bélgica eran paísesindustrializados donde la agricultura y la
pesca empleaban amenos del 20% de la población. En los EE.UU. y Alemania,
lasdos mayores economías industriales, la población ruralrepresentaba la cuarta
parte de la población. Para principios delos ochenta ningún país occidental
tenía una población ruralsuperior al 10% del total. Algo aún más extraordinario
fue el declive de la poblaciónrural en los países con falta de desarrollo
industrial. En AméricaLatina, al término de la segunda guerra mundial, los
campesinosconstituían la mitad o la mayoría de la población activa. Pero yaen
los setenta no había ningún país en que no estuvieran enminoría. La situación
era parecida en los países islámicos. Sólotres regiones del planeta seguían
dominadas por sus pueblos y campos: el África subsahariana, el sur y el sureste
de Asia y China.Es cierto que estas regiones de población rural
seguíanrepresentando a la mitad del género humano a finales de la época.Sin
embargo, incluso ellas acusaban los embates del desarrolloeconómico.