Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
4 Share6 13
Jamás habría pensado que un hongo pudiera oler tan bien. Tampoco que todos los intentos
frustrados hasta conseguir cultivar el hongo sin que llegue a esporar pudieran armarme de
tanto valor y fuerzas para volver a intentarlo. ¿Por qué? fácil, aunque el resultado final no era
el ideal, conseguí oler el delicioso aroma del koji durante unas horas. No podía resistirme a
repetir. Pero no os preocupéis, después de todas las pruebas que he hecho en casa creo haber
llegado a un método casi infalible.
Atención: post largo y no apto para algunas personas de corazón sensible – a las
personas de otro tipo de corazón sensible estoy seguro que les va a fascinar.
I: Antes de nada, ¿qué es el koji?
Es el nombre japonés de un hongo– aspergillus oryzae – que se utiliza como base para
infinidad de preparaciones de la cocina asiática (sobre todo en China, Japón y Corea, aunque
también en todo el sudeste asiático). El hongo se inocula depositando sus esporas (koji-kin)
sobre un sustrato de arroz, soja, cebada u otros cereales cocidos al vapor (así absorben menos
humedad) y dejando que se desarrolle a una temperatura controlada de entre 30 y 40ºC
durante un máximo de 50 horas. Poco a poco, el sustrato se va cubriendo de un color
blanquecino, liberando un aroma delicioso. Cuando se ha cubierto con el hongo, se enfría para
detener su crecimiento y evitar que espore y adquiera un color verdoso.
Posteriormente el hongo se “mata” en una salmuera – que permite que sus encimas sigan
activas para que formar ácidos glutámicos y azúcares y así producir ingredientes tan, tan, tan
deliciosos como encurtidos japoneses, miso, salsa de soja o shio koji (un aderezo delicioso,
salado y repleto de sabores umami, bastante de moda en los últimos años en Japón), o se
fermenta sin salmuera para dar lugar a alimentos como el amazake (un dulce japonés a base
de arroz) sake, mirin, shōchū (aguardiente japonés) o vinagres de arroz.
Durante su crecimiento, el hongo genera enzimas que rompen la larga estructura de proteínas
y carbohidratos en compuestos con una estructura más simple (menos largas), como
aminoácidos, entre los cuales están los ácidos glutámicos que dan lugar al característico sabor
umami, aminoácidos aromáticos que enriquecen y complejizan su aroma y azúcares simples.
Todo esto da sabor y profundidad a los alimentos y hace que sean mucho más
deliciosos. Estad atentos al blog para próximas publicaciones de preparaciones a partir
de koji.
No os voy a engañar, el proceso es laborioso, para valientes que sean capaces de tolerar la
frustración del fracaso ante la promesa de obtener un producto delicioso que tú mismo has
cultivado. Pero no hace falta asustarse, si quieres también hay alternativas: comprar arroz seco
con el hongo inoculado y ahorrarse problemas y frustraciones. Se encuentra online (busca
kome koji o koji a secas), pero no puedo recomendaros una web porque yo sólo lo he
Hasta llegar a conseguir un hongo bien desarrollado en toda la superficie del arroz y evitar
que llegue a esporar he hecho unos 5 intentos – y todavía sigo cultivándolo. He probado
inoculando el arroz con esporas compradas (yo lo he comprado en Vision Brewing, pero
también he oído hablar muy bien de Gem Cultures, que además ofrecen tres variedades
distintas de koji). También se puede inocular con las esporas de cultivos anteriores, pero a eso
ya llegaremos más adelante.
Y tuve la gran suerte –o fui lo suficientemente cuidadoso – como para que siempre brotara el
hongo sin que se produjeran contaminaciones cruzadas con esporas presentes en el aire de
casa. Para evitar correr riesgos sólo hay que ser relativamente escrupuloso con la higiene a
lo largo de todo el proceso.
EL PROCESO:
Ingredientes:
Rehidratar el arroz: Pon en remojo el arroz durante unas 3 horas o hasta que haya absorbido
el 30% de su peso.
Secado: Cuela y deja secar durante al menos 20 minutos para que pierda el exceso de agua).
Sí, dos horas parece mucho, no es un error, si se cuece menos tiempo queda poco hecho y
absorbe poca humedad y esto dificulta la penetración del hongo. Además, mientras más seco,
más probabilidades de que el hongo espore.
Método:
Resultado final: tiene que quedar brillante, seco y suelto. La textura es muy distinta de la de
un arroz cocido, adquiere un tono perlado, casi brillante, no absorbe tanta agua y queda muy,
muy suelto. Aquí os dejo una foto para que os hagáis una idea de cómo debería quedar:
Precauciones: no dejes que en ningún momento el arroz entre en contacto con el agua ya que
absorbería demasiada humedad, quedará pegajoso y el hongo tendrá problemas para crecer.
Necesitas que el arroz sea un sustrato lo más suelto posible, húmedo, pero no demasiado (y ni
mucho menos como el arroz cocido).
Primeras 24 horas:
Durante este tiempo se empezará a desarrollar el hongo – verás que el arroz empieza a
cubrirse con manchas blancas y empezarás a notar el delicioso aroma dulce que libera a partir
de las 16 horas, a mitad de camino entre un bollo dulce, un ligero aroma a crema ácida y un
queso poco curado. UNA AUNTÉNTICA DELICIA.
Mantén el arroz inoculado a una temperatura entre 30º – 35ºC durante 24 horas –yo lo
hice en el cocedor de arroz enchufado al controlador de temperatura con varias temperaturas.
Cuando usé temperaturas altas, cercanas a los 40º el koji se desarrollaba demasiado
deprisa, adquiría un aroma demasiado fuerte y llegaba a esporar demasiado pronto – lo
que me obligó a desechar varias pruebas. De todas las temperaturas que he usado, con la
que más satisfecho quedé fue haciéndolo con el termostato programado a 32ºC. El lector
estaba dentro del cocedor de arroz a 1 cm de la base para que no midiera sólo la temperatura
del arroz en contacto con la parte baja. Así conseguía que el arroz en la parte superior
estuviera a unos 30º y la parte más baja a unos 33ºC.
Remueve, cada 8 horas aproximadamente para introducir aire en el arroz y deshacer los
granos que hayan quedado pegados entre sí. Cuidado, porque si no remueves el hongo, corres
el riesgo de que crezca de forma poco uniforme (sobre todo en la superficie) y si remueves
demasiadas veces puedes llegar a matar el hongo.
Al remover, aceleras la actividad del hongo y sólo por esto la temperatura del
arroz subirá unos 5ºC durante unos 15/20 minutos al principio del proceso, llegando a subir
hasta 7ºC durante unas horas hacia el final. Si hay aumento de temperatura es un signo
prematuro de que el hongo está activo. Y la prueba:
A las 12 horas no se aprecia ningún cambio:
A las 16 horas podrás ver que el arroz empieza a adquirir las primeras motas blancas, una
de las primeras manifestaciones visibles de que el hongo está creciendo:
Una vez finalizadas las primeras 24 horas tendrá este aspecto, con mucha más cantidad de
áreas inoculadas, de un color más blanco:
A partir de este momento el proceso de crecimiento del hongo genera calor y tienes que estar
atento porque si pasa de los 50ºC, el hongo muere y te cargas el experimento.
Si remueves en el segundo día con una frecuencia algo mayor (cada 6 horas menos cuando
vayas a dormir, que no estamos para excesos) ayudarás a que crezca más rápido y mejor.
Sigue el mismo proceso que antes para refrescarlo y ayudar a que el micelio se distribuya
uniformemente.
A las 48/50 horas deberías tener el micelio totalmente formado, cubriendo la mayoría del
arroz y dando su delicioso aroma, como en la foto (también puede adquirir un color algo más
marfilado, cualquier color del micelio entre blanco y marfil es buena señal):
Puedes utilizarlo directamente, refrigerar para usarlo durante las siguientes dos semanas,
congelar o secar en el horno y guardarlo en la despensa para futuros usos.
Para rizar el rizo, cuando tengas el koji terminado, retira todo menos
unos 150 gramos y déjalo incubando hasta que se vuelva verde, unas
60 horas en total. Ya habrá esporado
Seca bien al sol o en el horno a unos 50ºC.
Y guarda en una bolsa hasta la próxima vez que quieras hacer koji.
PREGUNTAS FRECUENTES:
¿Cómo sé que lo que está creciendo en mi arroz es koji y no otro hongo presente en el
ambiente?
El hongo por sí sólo aumenta la temperatura del arroz cada vez que
se remueve. Si no pasa, no deberías ser muy optimista con el
resultado final, lo siento, pero habrá que volver a intentarlo ;-(
Tiene que tener un color blanco o ligeramente amarillento y tener ese
delicioso aroma dulce que recuerda a nata, a queso poco curado y a
un bollo dulce tipo brioche que empieza a detectarse a partir de las 16-
horas. Si huele mal, tíralo. Si el hongo tiene otro color no sirve.
El hongo que crecía en el arroz era blanco y tenía ese olor delicioso del que hablas, pero
al final del proceso, se volvió verde. ¿Qué ha pasado?
Koji: el hongo en sí, aspergillus oryzae, aunque también se suele utilizar para
hablar del arroz inoculado con el hongo (kome-koji).
Kome koji: arroz cocido al vapor al que se ha inoculado koji.
Koji-kin: las esporas para inocular cualquier sustrato.
Tane-Koji: koji cultivado en arroz que ha esporado y se ha vuelto verde.
Micelio: es el equivalente a la planta de un hongo; la seta sería la “flor” de un
micelio, la que suelta las esporas.
Sustrato: medio en el que crece el hongo.