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Ascética y mística 345
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340 Edad Media. Período II (1073-1303)
338. b) M isiones fuera de Europa *). Dos causas influyeron para que
la Cristiandad occidental dirigiera su atención en el siglo k m a la evan
gelización de las regiones paganas del Asia y del norte de Africa. Por
una parte, el contacto en que se había puesto con ellas en tiem po de las
Cruzadas, y por otra, las grandes conquistas de los tártaros y m ogoles,
que amenazaban con la destrucción del Cristianism o.
1. A s i a . Prescindiendo de ciertas tradiciones antiguas sobre la con
versión de un jefe tártaro y de las leyendas esparcidas sobre el Preste Jttan,
en el siglo x m llegam os a un terreno seguro histórico. Los m ogoles, capi
taneados por el célebre Dschinkisghan (el señor más poderoso) y sus hijos,
extendían sus dom inios en todo el centro y occidente asiático, destruyendo
las cristiandades nestorianas y todo lo que hallaban a su paso. El Papa
Inocencio IV envió entonces diversas expediciones de misioneros fran
ciscanos y dom inicos con el objeto de atraer a este pueblo a la verdadera
fe. Son célebres particularmente los franciscanos Juan de Piano del Caxpine
y Guillermo de R uysbroek (1245-1255), quienes tuvieron la valentía de llegar
hasta el palacio del gran Khan Mangu Karakorum , y luego nos dejaron
inform es preciosos sobre su expedición. Pero el resultado fué nulo.
En cam bio, el franciscano Juan de M onte corvino obtuvo m ejores re
sultados en la China propiamente tal. Conocida esta región por las des
cripciones que acababa de hacer el com erciante veneciano Marco Poto,
zados. E sto fué posible, en prim er lugar, por la fuerza creciente del
sentim iento cristiano en las naciones de O ccidente y por la conciencia
de su poder, alcanzada por la Cristiandad en las luchas contra los
m oros en E spaña. L a coalición de las fuerzas im ponentes que se ne
cesitaban para aquella em presa fué obra del ún ico que podía reali
zarla, el Soberano Pontífice, que se hallaba en el apogeo de su pres
tig io universal.
zada com o Orden m ilitar, con m anto blanco y cruz negra. C om o los
hospitalarios, se dedicaron a los hospitales y a la guerra. Para los hos
pitales tom aron los estatutos de los hospitalarios ; para los caballe
ros, las reglas de los tem plarios. C om o Orden m ilitar alemana, tu vo
gran desarrollo, sobre todo en Tierra Santa, y al fin de este período,
en los territorios alem anes, para la conversión de diversos pueblos.
Edad Media, que dió origen a' las Órdenes mendicantes. Las
ciudades se habían desarrollado prósperamente; la vida comer
cial se intensificaba. Por esto se presentó un nuevo tipo de re
ligiosos, que, sin verse obligados a mantenerse del trabajo de
sus manos, se dedicaron a la instrucción del pueblo y a la ense
ñanza en los grandes centros culturales.
Además existía en muchas almas buenas la tendencia hacia
un mayor rigor en la pobreza, según se vio en los cartujos y
cisterciences ; mas aunque también algunos herejes se presen
taban con ideas semejantes, fácilmente se veía su tendencia
heterodoxa, por su rebelión contra la jerarquía. De hecho este
sentimiento de pobreza evangélica es el que dió principio a la
Orden franciscana y el que forma la base de todas las nuevas
Órdenes mendicantes.
Otra característica de este nuevo tip o de religiosos es que por la
organ ización que recibieron y por su m ism a finalidad eran com o tro
pas ligeras al servicio del R om ano P ontífice. A esto ayudaba la cir
cunstancia de que no estaban encardinados a un m onasterio deter
m inado, sin o que podían ser destinados por sus superiores a donde
se juzgara conveniente, y sobre todo ayudaba la centralización de los
poderes, que daba gran eficacia a su dirección.