Sei sulla pagina 1di 3
ACERCA DE LAS CONFESIONES Of LA GENTE SENCALLA DEL PUEBLO En le administracién del Sacramento de le Penitenc:a, el confesor actia como ministro de le Iglesia (Cfr, C.0.C. 978 2) SLa reconeiliacién mediante e} secraments es un hecho pUblico y debe sone= terse al juicio publico de le Iglesia, no. criterios meranente privados™ (Comentario de B.A.C.) Por tanto el sacerdote "debe stenerse fielmente e 10 dactrina del Megiste- rio y a les normas dictedas por le autoridad compatente” (1, citaco) Resumimos algunos puntos de la doctrina “tradita", que pareren de particuler importancia pera una pastoral misionera y populat hoy, entre nosotros, Tomamos solo algunes puntos, porque no se busca hacer un*tratado". # "Al oir confesicnes tenga presente el secerdote...que ha sido constitufdo por Dios ministro de Justicia y a le vex de mise~ ricordis divina, pare que proves el honor de Dios y @ 1a se- lud de las elmas" (C.0.C. 978 ~1) 1) Advertir que no se trata de dos fines contravictorianente contrepuestos, sino coordinados y subslternados: ei fin supreno del sécramento es le eslvacidn de las elmas, pore este no es verdadera, si no se aticnde juntemente a is jus~ ticia y al honor de Dios. Justicia y misericordie estén presentes on tric cove ce Dios (cfr §.th. 1,021,8.4), pero la mizericordie, que maximanen te debe ser atribuida es Dios (ib. a.3), siempre se presupo- ne a toda obra de justicia y la funda. Y esf en cualquier obra de Dios le misericordia aparece como eu primerc refz y la que obra més fuertonente (vehementius) en su desarro= lo (ib. 2.4). Pare que esto see efectivo, e: confesor debe ectuer como ministre de le misericordia de Dios. Es aecir, no movido predoninantemente por la propie compssién sensible, sino por un acto deliberedo de 1s razén, que se somete a Dios, Yontonces de tel modo sa obts la misericordia, aus se con~ serve le justicia, ye sea que ce dé al necesitado, ye que se perdene al penitente™(S.aqustin, La ciudad de Oics L.9, cap.5 3 cfr. S.Th II-Ilae. 0.30,8.3) 2) Advertir también respecto a este ejercicio ministerial de la misericordi 's"Que le misericordia es de suyo (secundum ee) 18 méxi~ ma virtud, Mayor incluso que Ya ceridad. Por lo cual tener misericordia es muy propio de Dios, y sn elle se manifieste maximamente su omnipotencia.(IT-11 G30,aA) 4 Que entre todes las virtudes que se refiecen al pré- fino, le principal (potissima) es le misericordia (ib.). + Que el sacerdote no debe actuar ejercienco le miseri- cordia como algo propic (asf siempre seré pequetia © impotent), sino como minietro de la de Dios, avs es inmensa y poderosa. Por lo cuel ha de saber: eeque su propie misericordia (que es "is compvaién en su corazén de la miseria ajene™ S.Ag.1.c.) debe ser mayor cuanto mayor es le miseria cue ne de cubrir, (Cfr Ti-Ilee G.30 8.1) = que 1o que he de mover su misericordia ministerial @s la carided, por le quo siente como presia la mi~ series ajenas y 18 hunildad, por la que se sabe ex- puesto 1 mismo 9 padecer miserias t:rsJanies, (cer I1-11ec @ 30 4.2) Ai ofr confesiones, €1 secerdote constitufdo ministro de le justicie vioe la misericordia divinas actéa cone Juez y como médicu (Cfr COC 978,1). ¥ esto pare: rertyoner los pecedos antes conetidos (lo que se refiore totelmonte 21 pesado.) ; = atender 8 la disposicién del penitente (10 que se refiere al presente) = ayudar a lo de adelante (lo que se refiere al futuro) 1) Respecto a las sccicnes de le vide pasede 4 Ha de juzger de los hechos seqin 1s conciencia (subjetive) del penitente en el momento de hacerlos u omitirlos Pener hay rszones para afirmer o sospechar lo contrerio puede juzger segcn la melicsa objetiva de los nechos. ~ debe cuidar de no hacer pesar o interferir su propia conciencia orca velorecién de los hechos. Esto facilmente ccurre si es herido for elgunes hechos cone perticularmente graves y lo hace sentir al Ponitente, 0 si interroge de sccienes que él congce cone pecadoss pero que ei penitente en ls conciencia contemporénea @ los hechos Pe reconocfa como tales ("Jcomiste cerne los viernes? ifuiste @ Risa loc domingoe? gcomulgeste pare Pascua?” etc). En astos casos Oi penitente muy conunmente se scuseré, pero no velidenente, poraue Jo herd por inetigecién del secerdote, no segin su propia conciencia. 4 EL acuserse con arrepentiniento shore, reconocienvc 1s malicie de fe que en su romento se hizo sin clera conciencie de pecadc, os va- lide indirectemente, pues incluye una detestecién general del peca- do y un reconccimiente de 1a condicién de pecedor. Y puade ser va~ lioso también como signo de una conversién. 4 £1 confesor he de creer al penitente "tam pro se quam contre se loquentem”. 2) Respecto a 1a disposicién presente del penitente + El confesor debe inquirirla y juzgar de elle. 4 Beste ot juicio prudente y probable, al cual nc cbste 1e grave sospecha en contreriot *S1 después de haber ofdo la confesién, entendiess que no habfa raltedo enteramente en el penitente (omnino defuisse) cuidedo en confesar sus pecedos, ni dolor en detesterlos, podré abeolverio"(Cat. Rom. P.1],c.5,n? 60). ¥ antes nebfe Gicho el mismo texto: "Si el secerdote viere que tales hombres estén enteramente indispuestes (prorsus imparatos) los des— pediré con frases muy cerifioses,." Pero "si aceso efirmaron Que habfan puesto en esto todo au cuidado y facultades (puce cy eacerdote debe tomer mucho que una vez despedidos no vuel~ Van més) serén ofdos en confesién, sobre toda si demuestran elgén deseo de enmender 1s vide" (ibiden). 3) Respecto a Jo de adelente + He de ser advertido: noi que piensa que es pecado lo que no es, 0 piensa cue 26 morte! 10 que es solo venial = los que 9e hallan en ignorancia vencible y grevenents culpable x Ube que estén en ignorancia invencible, si se espere fruto de le advertencia y no se tee por ella un mal mayors + No he de ser advertido, ordinarionente: = cuando de ello no se espara fruto ! Gin cuando se espere que el advertido obedezca, si de ello se prevé un grave dafo pare terceros. (por ej. pare los i hijos si se deshace un matrimonio que en realidad es invélido) = en le duda si ha de ser ventajose o nocive + Si es interrogado por 8) penitente, el sacerdote ha de declarer la verdad. + Comunmente se sostiene que se ha de sdvertir aunque haya actual ignorencia invencible, cuando se trate de coses que no pueden ser ignorades por Jargo tiempo, os decir que normalnente se ve ‘a enterar en elgin momento préximo, Pero se ha de notar que dichas cosas pueden de hecho ser ignorades por siempre o por largo tiempo, ei en el ambiente o medio culturel de le comuni— dad del penitente no son consideredas melas, En este caso no hay necesidad de ensefiar o advertir. _—— 00000 CORDLARIOS: Un fa eren numerosas les personss que deseaban confesar con el nuevo sam cerdote, P. Leal. @rochero advierte que junto @ su confesionario hay un Teducide grupo, que despacha en pocos instantes, Como le sayorfs andate haciéndose rastre para confesarse con Brochero, pues decian que ce inse- j @isto los absolvfa, todos eguardaban hacerlo con el presb{tero Leal. Impaciente el pérroco, esperé unos instantas, haste que finalmente, onéndose del confesionario y dando unee palmadas exclané: =| A ver, @ ver, le doy veinte al que se confiese conmigo I~ {€1 Cura Brochero" de Efrain U. Bischoff, editorial "plus ultre" 1977 pag. 245) : 4 Ourente una tanda de Ejercicios los dos misioneres, uno Joven y otro anz, ciano, comenzaron a atender las confesiones. Dada le centided extrecrdi- nerie de penitentes, las cosas se prolongaban en demasfa. Para apresurar un poco las coses tom la palebre a) Cura (@rochero): ‘sjuueno, carey! {No hagan perder tiempo! Acuérdense pronto de todo. ¥ ho andan con miedo para confesarse con cualquiera de los dos Padres. Este que es jovencito, es medio polvorites pero aquél otro mas viejo, tel vez es major pera decirle los pecados mas grandes sin que arisquee. Es como mi macho melacara, mansito, cepaz de subirlo uno por los garrones.. (C1 Cure Brochero" Cortardo Miglioranze~ Misiones Francis- canas -1985 ) a Observé este prelado, estando en una misidn, confesands, que @ cada uno que torminaba el sefor @rochero, debe una palmadita y decfa: "jotrot™ Se levanté el obispo y le advirtié al sefor Wrechero, que erefa ibe muy spuredo. Call6 el sefior @rochoro, y desde entonces, a cada tres que termina= be, deba le consebida pelnaditas esi dejé a su sefior obispo contentado. ("E1 Cure Brochero"= Antonio Aznar 5.3. Ediciones Paulinas 1981)

Potrebbero piacerti anche