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Para recibir las bendiciones del Lama necesitas el Sol de la devoción, que a su
vez da nacimiento a la compasión. Una lágrima con la fuerza de la devoción
purifica o disipa una montaña de obscurecimientos.
Hablando en forma general, el Buddha y los seres sintientes son como el agua
de un mismo río. Sin embargo, Buddha, realizó la naturaleza de si mismo y
libre de dudas, vio que todas las actividades del samsara son como un sueño
o ilusión. La mente de Buddha es como el espacio mismo, como un río que no
puede congelarse. Los seres sensibles, por otro lado, no han realizado su
propia naturaleza, y por tanto sus mentes están influenciadas por condiciones,
que causan emociones aflictivas. Esto es igual a cuando el agua se enfría y
se vuelve hielo, duro como una roca y ya no puede romperse.
Esto no durará mucho, entonces medita por tiempos cortos, una y otra vez, en
una misma sesión. Esto disolverá los obstáculos y mejorará tu meditación.
(Esta enseñanza fue escrita por Garchen Rinpoche en Gon Gar, Nangchen en Kham,
Tibet), en Agosto de 1995 para el miembro de la sangha TMC James Pittard. Ven.
Khenchen Konchog Gyaltshen Rinpoche la tradujo subsecuentemente en Jangchub
Ling, Dehra Dun, India en Septiembre, 1995. Esta traducción fue inicialmente publicada
en la edición de Dharma Wheel, Spring 1996). Y ahora traducida al español por Juan
Andrés Delmastro de la Sangha Drikung Kagyu de Santiago, Chile, el 23 de Junio del
2004.
Su Eminencia Garchen Rinpoche
Enseñanza del 15 de Septiembre del
2001, de Un Río que no se puede
Congelar.
(Muchas gracias a Bernie Simon por el uso de
estas notas- Luther Wills-Dudich, TMC webmaster.)
Las mentes diluidas de los seres ordinarios ven lo que no es real como real.
Es como una persona con ictericia que ve una concha blanca como si fuera
amarilla. La mente diluida ve los fenómenos como existentes, concretos, y
permanentes. Aunque no hay inherencia en la forma, la mente diluida se aferra
de la forma como si fuese inherente.
Hay muchas joyas en este mundo, pero solo el dharma es la joya que concede
todos los deseos. Puede remover la raíz del sufrimiento. Es por esto que al
dharma se lo ve como la joya incomparable. Los tres refugios son Buddha,
dharma, y sangha. Los Buddhas fueron una vez como nosotros, pero por
medio de su práctica, se han transformado en un refugio para todos los seres
y nos muestran el camino para lograr la iluminación. La esencia de todos los
métodos para lograr la iluminación es la bodhicitta relativa y última. El refugio
del Buddha son los seres iluminados del pasado, presente, y futuro. Sus
enseñanzas son el dharma. Y aquellos que escuchan y practican estas
enseñanzas son la sangha. De manera que para que la sangha esté
iluminada, ellos tienen que entender la naturaleza de la mente. El maestro
representa los tres refugios, porque la mente del maestro es la de Buddha, su
enseñanza es el dharma, y su forma es la sangha.
Nuestras mentes son como hielo que está congelado por el frío de las
emociones aflictivas. Para poder derretirlo, necesitamos luz solar, que es el
cultivo de la bodhicitta. Convencionalmente si tu enemigo te daña, sentirás
rabia. Esto es como poner agua helada en el hielo. En una situación como
esta es importante el tener conciencia total y cultivar la bodhicitta. .
Las obscuraciones no tienen forma visible. Pero aun, hay muchas capas de
obscuraciones. Todas estas capas son removidas por la confianza en la causa
y efecto y por la práctica y devoción al maestro raíz. Esto disolverá las
obscuraciones sin importar la fuerza de ellas. Las obscuraciones se debilitarán
y la naturaleza de la mente, que es como un diamante cristalino, brillará.
Entonces no necesitarás ningún esfuerzo para verla. Resplandecerá sin
esfuerzo. Leyendo la vida de Milarepa se aflojarán tus obscuraciones.
También lo hará la práctica de Chenrezig, o cantar el mantra del guru. Hasta
ahora nuestra vida ha sido como ver una película que aumenta nuestras
obscuraciones. La práctica de Chenrezig es como ver una película que las
aminora. Cuando se hayan ido, quedará la iluminación.
El gran Jigten Sumgon, que es como el Buddha, dijo que la única manera de
entender la bodhicitta absoluta es practicando la bodhicitta relativa. Empiezas
con la persona que amas más y luego expandes ese amor a tus amigos, a
aquellos por los que sientes indiferencia, luego a tus enemigos y por último a
todos los seres sintientes.
Primero tu tienes que ver a todos los seres como a tus seres amados.
Esto tiene un imenso beneficio, como una joya que concede todos los deseos.
Esta es la práctica de la bodhicitta relativa. El segundo punto es la
bodhicitta absoluta. Tu tienes que estar conciente de la naturaleza de la
mente, sin importar cuantos pensamientos surjan. No te debes distraer por los
pensamientos, pero ser conciente totalmente. Todos los desastres son
causados por pensamientos erróneos. Los pensamientos erróneos causan
desastres cuando eres descuidado. No solo habrán ataques desde el exterior,
sino que desde el interior también. Los ataques del interior son las emociones
aflictivas. Ayudando a la práctica de reconocer la naturaleza de la mente está
la bodhicitta relativa. De todas la emociones, la ira es la peor. Te destruirá a ti
mismo y a otros. Entonces tienes que ser cuidadoso. El resultado de la ira es
obvio en los ataques recientes. Habrá destrucción sin fin si te involucras en la
ira. Si atacas una vez, ellos lo harán dos veces, y así por siempre. Entonces
deberías tener conciencia total del resultado de la ira. Piensa que si la ira
surge nuevamente es como cometer suicidio.
Las personas que vienen aquí son muy afortunados de tener este centro.
Tienen un maestro maravilloso y debieran aprender de él. El [Khenchen
Konchog Rinpoche] ha practicado desde su niñez. Yo no soy nada. Solo soy
yo mismo. Entonces debieran sentirse felices por esto. El maestro espiritual es
muy importante, como sus ojos o sus corazones. Ustedes debieran respetarlo
como sus propios ojos. Muchas gracias.