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Este documento presenta 15 poemas de amor de distintos autores y épocas como Mario Benedetti, Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Dulce María Loynaz, Luis Cernuda, Jorge Luis Borges, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo, Julio Cortázar y Rafael Alberti. Cada poema expresa sentimientos de amor, añoranza, pasión y devoción hacia la persona amada.
Este documento presenta 15 poemas de amor de distintos autores y épocas como Mario Benedetti, Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Dulce María Loynaz, Luis Cernuda, Jorge Luis Borges, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo, Julio Cortázar y Rafael Alberti. Cada poema expresa sentimientos de amor, añoranza, pasión y devoción hacia la persona amada.
Este documento presenta 15 poemas de amor de distintos autores y épocas como Mario Benedetti, Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Dulce María Loynaz, Luis Cernuda, Jorge Luis Borges, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Garcilaso de la Vega, Francisco de Quevedo, Julio Cortázar y Rafael Alberti. Cada poema expresa sentimientos de amor, añoranza, pasión y devoción hacia la persona amada.
Si las emociones están a flor de piel y necesitas hacer llegar el
mensaje a una persona que quieres, te proponemos quince grandes poemas de amor de distintas épocas y autores. Con ellos podrás explorar tu faceta romántica y compartir estos buenos sentimientos con quien desees. Sin más dilación, vamos a conocer los versos románticos. Al final de cada uno de ellos tienes una breve explicación de su contexto y significado.
Bienvenida, de Mario Benedetti
Se me ocurre que vas a llegar distinta no exactamente más linda ni más fuerte ni más dócil ni más cauta tan solo que vas a llegar distinta como si esta temporada de no verme te hubiera sorprendido a vos también quizá porque sabes cómo te pienso y te enumero después de todo la nostalgia existe aunque no lloremos en los andenes fantasmales ni sobre las almohadas de candor ni bajo el cielo opaco yo nostalgio tu nostalgias y cómo me revienta que él nostalgie tu rostro es la vanguardia tal vez llega primero porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros no olvides que tu rostro me mira como pueblo sonríe y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre inapagable ahora no tengo dudas vas a llegar distinta y con señales con nuevas con hondura con franqueza sé que voy a quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin respuestas.
Análisis del poema: se trata de unos versos ideales para
dedicar durante un reencuentro con la persona amada, al darse cuenta de la gran conexión emocional que existe y que ni siquiera la distancia ha podido mermar.
Amor eterno, de Gustavo Adolfo Bécquer
Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor. Análisis del poema: una oda al amor incondicional, desprovisto de cualquier circunstancia. Una expresión de amor romántico en su máximo nivel.
Esclava mía, de Pablo Neruda
Esclava mía, témeme. Ámame. Esclava mía! Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo, y en él despunta mi alma como una estrella fría. Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos. Mi propio latigazo cae sobre mi vida. Eres lo que está dentro de mí y está lejano. Huyendo como un coro de nieblas perseguidas. Junto a mí, pero dónde? Lejos, lo que está lejos. Y lo que estando lejos bajo mis pies camina. El eco de la voz más allá del silencio. Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas.
Análisis del poema: el poeta chileno, en un alarde de
erotismo y sensibilidad, nos expone un amor en que el cariño y el miedo van de la mano.
Si me quieres, quiéreme entera. de Dulce
María Loynaz Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra… Si me quieres, quiéreme negra y blanca, Y gris, verde, y rubia, y morena… Quiéreme día, quiéreme noche… ¡Y madrugada en la ventana abierta!… Si me quieres, no me recortes: ¡Quiéreme toda!… O no me quieras
Análisis del poema: la poeta cubana lo deja claro: o me
amas con todo el alma, o no te atrevas a hacerlo. Una oda a la pasión y al romance.
Contigo, de Luis Cernuda
¿Mi tierra? Mi tierra eres tú. ¿Mi gente? Mi gente eres tú. El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú. ¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú?
Análisis del poema: este poeta español hablaba así sobre
su mundo, basado en el amor por esa persona especial.
Despedida, de Jorge Luis Borges
Entre mi amor y yo han de levantarse trescientas noches como trescientas paredes y el mar será una magia entre nosotros. No habrá sino recuerdos. Oh tardes merecidas por la pena, noches esperanzadas de mirarte, campos de mi camino, firmamento que estoy viendo y perdiendo... Definitiva como un mármol entristecerá tu ausencia otras tardes.
Análisis del poema: decir adiós nunca es fácil, y menos si
hay que despedirse de una persona a la que hemos amado con pasión. Sin embargo, este poema de Jorge Luis Borges es absolutamente hermoso.
Agua Mujer, de Juan Ramón Jiménez
¿Qué me copiaste en ti, que cuando falta en mí la imagen de la cima, corro a mirarme en ti?
Análisis del poema: breve pero colosal poema de Juan
Ramón Jiménez. A veces el amor se fundamenta en la mirada hacia el espejo. Nos vemos reflejados en los ojos de la persona amada.
Dame la mano, de Gabriela Mistral
Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, como una flor, y nada más... El mismo verso cantaremos, al mismo paso bailarás. Como una espiga ondularemos, como una espiga, y nada más. Te llamas Rosa y yo Esperanza; pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza.
Análisis del poema: versos de la poeta chilena. Una oda
al optimismo y al enamoramiento más inocente.
Soneto V, de Garcilaso de la Vega
Escrito está en mi alma vuestro gesto... Escrito está en mi alma vuestro gesto y cuanto yo escribir de vos deseo; vos sola lo escribistes, yo lo leo tan solo, que aun de vos me guardo en esto. En esto estoy y estaré siempre puesto; que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto. Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma misma os quiero; cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos muero.
Análisis del poema: uno de esos poemas de amor de
toda la vida, que nos habla sobre un enamoramiento descarnado, místico, fuera de cualquier circunstancia o condición.
Polvos de amor, de Francisco de Quevedo
Amor postrero más allá de la muerte. Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera; Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía: Nadar sabe mi llama el agua fría, Y perder el respeto a ley severa. Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Médulas, que han gloriosamente ardido, Su cuerpo dejará, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrá sentido; Polvo serán, mas polvo enamorado.
Análisis del poema: el autor español apela a un amor
que no desaparece ni siquiera cuando las almas se han ido.
Amor, de Pablo Neruda
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte la leche de los senos como de un manantial, por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte en la risa de oro y la voz de cristal. Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal, porque tu ser pasara sin pena al lado mío y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-. Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría amarte, amarte como nadie supo jamás! Morir y todavía amarte más. Y todavía amarte más y más.
Análisis del poema: un reconocimiento romántico a la
figura de la mujer, de uno de los poetas más emblemáticos de Latinoamérica. Te amo por ceja, de Julio Cortázar Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz, voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas que dormían en la lluvia. No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano, porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula, y los gestos, esa arquitectura de la nada, encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa. Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo. Además te quiero, y hace tiempo y frío.
Análisis del poema: fiel a su estilo, Julio Cortázar hablaba
así sobre un amor que le hizo perder el juicio.
Soneto matinal a una colegiala ingrávida,
de Gabriel García-Márquez Al pasar me saluda y tras el viento que da al aliento de su voz temprana en la cuadrada luz de una ventana se empaña, no el cristal, sino el aliento Es tempranera como una campana. Cabe en lo inverosímil, como un cuento y cuando corta el hilo del momento vierte su sangre blanca la mañana. Si se viste de azul y va a la escuela, no se distingue si camina o vuela porque es como la brisa, tan liviana que en la mañana azul no se precisa cuál de las tres que pasan es la brisa, cuál es la niña y cuál es la mañana.
Análisis del poema: el autor de "Cien años de soledad"
describía así un breve romance platónico con una joven colegiala.
Cúbreme, amor, el cielo de la boca, de
Rafael Alberti Cúbreme, amor, el cielo de la boca con esa arrebatada espuma extrema, que es jazmín del que sabe y del que quema, brotado en punta de coral de roca. Alóquemelo, amor, su sal, aloca Tu lancinante aguda flor suprema, Doblando su furor en la diadema del mordiente clavel que la desboca. ¡Oh ceñido fluir, amor, oh bello borbotar temperado de la nieve por tan estrecha gruta en carne viva, para mirar cómo tu fino cuello se te resbala, amor, y se te llueve de jazmines y estrellas de saliva!
Análisis del poema: sobre la belleza femenina y sus
mieles. Del gran Rafael Alberti.
Como si cada beso, de Fernando Pessoa
Como si cada beso Fuera de despedida, Cloé mía, besémonos, amando. Tal vez ya nos toque En el hombro la mano que llama A la barca que no viene sino vacía; Y que en el mismo haz Ata lo que fuimos mutuamente Y la ajena suma universal de la vida.