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La regla de los nueves de Wallace, ideada por Pulaski y Tennison en 1947 y publicado por

Wallace en 1951, es una herramienta útil en el tratamiento de quemaduras para la estimación


de la superficie corporal total afectada en los adultos.

Cabeza 9% 3% Cara
3% Cuello
3% Cuero Cabelludo.
Tronco anterior 18% 9% Tórax
9% Abdomen
Tronco Posterior 18% 9% Dorso
9% Región
lumbosacra (incluye
glúteos)
Miembro superior 9% 3% Brazo
derecho 3% Antebrazo
3% Mano
Miembro superior 9% 3% Brazo
izquierdo 3% Antebrazo
3% Man
Miembro inferior derecho 18% 9% Muslo
6% Pierna
3% Pie
Miembro inferior 18% 9% Muslo
izquierdo 6% Pierna
3% Pie
1% 1% Ingles y genitales
Ingles y genitales externos
externos

TOTAL 100% 100%

El tratamiento de las quemaduras depende del tipo y la extensión de las


lesiones. La mayoría de las quemaduras menores se pueden tratar en el hogar
con productos que se venden sin receta o con aloe. Por lo general, se curan en
el transcurso de unas pocas semanas.

En el caso de las quemaduras graves, después de la administración de los


primeros auxilios correspondientes y de la evaluación de la lesión, el
tratamiento puede consistir en medicamentos, vendaje, terapia y cirugía. Los
objetivos del tratamiento son controlar el dolor, extraer el tejido muerto, impedir
la infección, reducir la formación de cicatrices, recuperar la función y abordar
las necesidades emocionales.
Quizás necesites meses de tratamientos adicionales y terapia. Estos se pueden
hacer durante una estancia hospitalaria, de manera ambulatoria o en el hogar.
Algunos factores que influyen en esta elección son tus deseos, otras
afecciones y tus capacidades, por ejemplo si tú puedes cambiarte las vendas.

Complicaciones

Las quemaduras profundas y generalizadas pueden provocar muchas


complicaciones, como las siguientes:

 Infección. Las quemaduras pueden dejar la piel vulnerable a la infección


bacteriana y aumentar el riesgo de síndrome séptico. El síndrome séptico
es una infección potencialmente mortal que se desplaza por el torrente
sanguíneo y afecta todo el cuerpo. Es una enfermedad de progresión
rápida y puede causar choque e insuficiencia orgánica.

 Bajo volumen sanguíneo. Las quemaduras pueden dañar los vasos


sanguíneos y causar pérdida de líquido. Esto puede provocar un bajo
volumen sanguíneo (hipovolemia). La pérdida intensa de sangre y líquido
le impide al corazón bombear suficiente sangre al cuerpo.

 Temperatura corporal peligrosamente baja. La piel ayuda a controlar la


temperatura corporal, de modo que, cuando se lesiona una gran porción
de piel, se pierde calor corporal. Esto aumenta el riesgo de tener una
temperatura corporal peligrosamente baja (hipotermia). La hipotermia es
una afección en la que el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo
produce.

 Problemas respiratorios. Respirar aire caliente o humo puede quemar


las vías respiratorias y causar dificultades respiratorias. La inhalación de
humo daña los pulmones y puede causar insuficiencia respiratoria.

 Cicatrices. Las quemaduras pueden causar cicatrices y zonas


acanaladas producidas por un crecimiento excesivo del tejido cicatricial
(queloides).

 Problemas en los huesos y las articulaciones. Las quemaduras


profundas pueden limitar el movimiento de los huesos y las articulaciones.
Se puede formar tejido cicatricial y causar una contracción y
endurecimiento de la piel, los músculos o los tendones (contracturas).
Esta afección puede desplazar las articulaciones de forma permanente.

Prevención
Presta atención al riesgo de quemaduras fuera del hogar, en especial si
trabajas en lugares con llamas expuestas, sustancias químicas o materiales
sobrecalentados.

Para reducir el riesgo de las quemaduras domésticas frecuentes:

 Nunca dejes alimentos sobre la hornalla encendida sin prestarles


atención.

 Gira las manijas de las sartenes hacia la parte trasera de la cocina.

 Mantén los líquidos calientes fuera del alcance de niños y mascotas.

 Mantén los dispositivos eléctricos lejos del agua.

 Prueba la temperatura de los alimentos antes de servírselos a un niño. No


calientes el biberón del bebé en el microondas.

 Nunca cocines con ropa holgada que podría prenderse fuego en la


hornalla.

 Si hay niños pequeños presentes, bloquea su acceso a fuentes de calor


como hornallas, parrillas al aire libre, chimeneas y calefactores.

 Antes de ubicar a un niño en un asiento para automóvil, controla los


cinturones o hebillas, ya que podrían estar calientes.

 Desenchufa la plancha y aparatos similares cuando no estén en uso.


Guárdalos fuera del alcance de niños pequeños.

 Cubre los tomacorrientes que no se utilicen con una tapa de seguridad.


Mantén los cables eléctricos fuera del camino para que los niños no se los
lleven a la boca.

 Si fumas, evita hacerlo dentro de la casa y, en especial, nunca fumes en


la cama.

 Controla los detectores de humo y cambia las baterías regularmente.

 Coloca un matafuego en cada piso de tu casa.

 Mantén las sustancias químicas, los encendedores y los fósforos fuera del
alcance de los niños.

 Coloca el termostato del calentador de agua por debajo de los 120 °F


(48,9 °C) para prevenir escaldaduras. Antes de bañar a un niño, prueba el
agua del baño.
CUIDADOS ENFERMEROS

Atención inicial

ƒ Realizar una primera valoración siguiendo el esquema ABCD (IV):

- A (Airway): Vía aérea abierta y limpia.

- B (Breathing): Respiración. Descubrir el pecho y comprobar la

expansión adecuada y equitativa de ambos hemitorax.

- C (Circulation): Circulación. Comprobar y tratar la presencia de

sangrado debido a otras lesiones. Valorar el pulso y la circulación

periférica.

- D (Disability): Estado neurológico. Determinar el estado de conciencia.

ƒ En caso de que sea necesaria la reposición hídrica agresiva, coger dos

vías venosas de grueso calibre, siempre que sea posibles en zonas de piel

sana, preferiblemente a más de cinco centímetros de la piel quemada (IA).

ƒ Administrar el analgésico indicado, valorar su efectividad y reacciones

secundarias. Preferiblemente la administración debe ser por vía

endovenosa, dado que la absorción por vía intramuscular es lenta en

zonas edematizadas (IV).

ƒ Retirar cuidadosamente anillos, pulseras, cinturones, y en general todo

objeto ó ropa antes que la zona comience a inflamarse (IV).

ƒ Realizar monitorización de constantes vitales de forma continua o al menos

cada 15 minutos.

ƒ Controlar la diuresis, que debe ser mayor de 40 - 50 ml/hora en el adulto

(75-100 en quemaduras eléctricas) y de 1 ml/kg/h en niños.

ƒ Evaluar la necesidad de profilaxis antitetánica.

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