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Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

Proyecto solidario: Recordar es volver a vivir.

Integrantes: Laura Rodríguez

Mario Riquelme

Esteban Meriño

Ricardo

Catalina Donoso

Profesora: Ana Formoso

Curso: Ética Cristiana

Paralelo: 8
INTRODUCCIÓN:

Como objetivo general nosotros nos hemos planteado compartir con los abuelos y escuchar
sus recuerdos y anécdotas, hemos decidido desarrollar este proyecto ya que los abuelos en
muchas familias o instituciones no tienen quizás la oportunidad de contar las cosas que han
marcado sus vidas, ellos necesitan ser escuchados, necesitan sentir el cariño y atención que
quizás ya no les es entregado.

Objetivos específicos:

1. Realizar una primera visita para escucharlos y conocerlos, siempre mostrando el


interés correspondiente para que ellos tengan la confianza de contar sus recuerdos
2. Hicimos entrevistas a cada uno de los abuelos que asistieron en nuestra visita
3. Decidimos tomar fotografías para al final de nuestras visitas hacerles un collage de
recuerdo
4. Entre nosotros y la coordinadora de la institución acordamos una última visita para
realizarles una convivencia y compartir con ellos, y preguntarles qué les ha parecido
nuestra iniciativa.

La Institución visitada recibe el nombre de Unbound, la cual constituye una organización


internacional sin fines de lucro fundada por laicos católicos y fundamentada en el llamado
del Evangelio de dar prioridad a las necesidades de los marginados y vulnerables. Tienen
como objetivo fomentar relaciones de respeto mutuo y apoyo que superan las brechas
culturales, religiosas y económicas.

Unbound trabaja al lado de personas de diversas tradiciones de fe en 18 países. Unimos


personas para desafiar la pobreza en maneras nuevas e innovadoras. Proporcionan atención
especial y beneficios directos a los niños, jóvenes y ancianos y a sus familias para que puedan
vivir con dignidad, alcanzar su potencial deseado y participar plenamente en la sociedad.
Dicha institución se encuentra ubicada en Avenida Francia 795, Valparaíso y cuenta con la
asesoría de la Sra Nancy (+56956498659). Para la realización de nuestro proyecto nos
basamos principalmente en la situación de los abuelos y no tanto en la de los niños que
también son apadrinados en Unbound.

DESARROLLO DE LA OBSERVACIÓN:
Dignidad de la persona:
Desde el punto de vista personal y analizando cada uno de los casos de los abuelos que
visitamos, pudimos valorar que ellos de forma particular no se sienten respetados ni siquiera
por su familia, lo cual equivale a que se consideren indignos, con autoestima muy baja y con
mucha carencia de afecto más que todo. A partir de las entrevistas realizadas, encontramos
que la mayoría de las historias de vida de los abuelos están marcadas por el abandono de sus
seres queridos o familiares, lo cual, ha repercutido no solo sentimentalmente, sino que
económicamente también, siendo valorado por ellos cualquier gesto de acercamiento o
apoyo hacia ellos. Para enfrentar dicha realidad, nosotros como proyecto solidario realizamos
diversas actividades, haciéndolos sentir importantes y proporcionándoles quizás nuestras
ganas de vivir por decirlo de alguna forma y a la vez nutriéndonos con sus experiencias ya
sean amargas o de felicidad.

Realidad social:
En Chile para la mayoría de las personas enfrentarse al proceso de envejecimiento se
transforma en una experiencia altamente estresante y compleja, potenciada en parte por la
serie de prejuicios, que la convierten en una etapa marcada por la soledad, el pesimismo y la
pérdida de salud, coincidiendo además con las bajas jubilaciones.
En nuestro país existe una clara tendencia al envejecimiento, tal como lo señala el Servicio
Nacional del Adulto Mayor, Senama, hay 2,8 millones de personas mayores a 60 años en
nuestro país, en adición a lo anterior, según la Organización Mundial de la Salud, la esperanza
de vida promedio en Chile es de 80 años, siendo las mujeres (83 en promedio) más longevas
que los hombres (79 en promedio).
“Chile ya es un país envejecido, por ello es urgente aunar voluntades entre el Estado, la sociedad civil y los
adultos mayores para lograr una vejez digna en el país…”, manifestó la directora ejecutiva del Centro
UC Estudios de Vejez y Envejecimiento (CEVE-UC), Rosita Kornfeld.
Pasando al tema monetario, la realidad que viven los adultos mayores en Chile deja
mucho que desear, ya que, la gran parte de los adultos mayores no se encuentran afiliados a
alguna AFP, por lo que tiene que optar por la Pensión Básica Solidaria de Vejez (PBSV) que
otorga el estado, la cual permite acceder a un monto de 107 mil 304 pesos. Cabe señalar que
dicho monto no es suficiente para subsistir un mes completo, sin contar que un alto
porcentaje de la población de adultos mayores pierde una gran cantidad de dinero debido a
la compra de fármacos.
Es por esta situación a nivel de país que la realidad social en la que se encuentran
inmersos los adultos mayores que asisten a la institución, es una realidad que deja bastante
que desear, ya que, la mayoría de ellos son personas que vienen desde abajo y pertenecen a
la clase baja del país, osea en la pobreza. Es por esto que buscan en la institución, además de
un momento de distracción, quizás un amortiguador en sus gastos, ya que, comiendo en la
institución pueden ahorrar algo de dinero y así hacer más llevadero el mes. Además de la
pobreza monetaria, los adultos mayores asistentes tienen una gran carencia de afecto, por lo
que el espacio que brinda la institución, además de los talleres que se realizan allí, ayudan y
estimulan las relaciones interpersonales de los adultos mayores, lo que apacigua un poco la
carencia de afecto que tienen en su hogar, puesto que, la mayoría de ellos son una carga para
sus familias.
En este contexto tanto a nivel país como a nivel institucional, nos lleva a varias
reflexiones como lo son, ¿Cómo visualizamos el envejecimiento en nuestras vidas?, ¿Qué es
lo que permite asumir positivamente esta etapa?, ¿Por qué se ha ido perdiendo el respeto por
el adulto mayor, tanto como población como por el Estado?, ¿Qué estrategias podría
implementar el Estado para combatir este tema?, ¿Al Estado le interesa verdaderamente
transformar la dura realidad que enfrentan nuestro adultos mayores?
Como conclusión no queda nada más que decir que, si nosotros no podemos cambiar
la realidad económica que ellos viven, ya que, esto le corresponde al Estado, por lo menos
podemos ser más respetuosos, empáticos y pacientes con ellos, ya que, en general un poco
de atención es lo único que necesitan en su día para alegrarse.

Consideraciones éticas:
Desde lo particular los abuelos no son valorados por su familia, ya sea por el hecho de que
son viejos, de que quizás en sus condiciones no le pueden aportar más que problemas (visto
desde el punto de vista de la familia) o porque tienen algún vicio, costumbre, que molesta a
los de su alrededor, cuando realmente lo único que ellos necesitan es sentirse escuchados,
atendidos, porque buenos o malos, fueron ellos los que forjaron esa familia, y los que
contribuyeron a que actualmente sean quienes son sus hijos y nietos.
A partir de los conceptos de Ética cristiana y de la Doctrina social del cristianismo podemos
destacar como carencia, el respeto legítimo de todo hombre a sus semejantes; así como que
ninguna persona puede ser utilizada únicamente como medio material o físico por otra
persona, ya que se dañaría su dignidad plena. Tampoco podrá auto-enajenarse por ningún
precio, ya que se opondría al deber de la autoestima.
Necesidades de la institución:
La Institución está financiada desde los Estados Unidos por los padrinos de cada abuelo, los
cuales aportan solamente 12.600 pesos mensuales para cada uno, además de las donaciones
que reciben y a partir de estas últimas la institución realiza diariamente un almuerzo saludable,
el cual en muchas ocasiones constituye la única comida del día de cada uno de ellos. El aporte
mensual, años atrás o mas bien, décadas atrás, alcanzaba para cubrir mas necesidades, ya que
este aporte (20 USD) era al ser cambiado a pesos chilenos mas significativo que ahora, con
lo cual , la fundación ha intentado buscar nuevos recursos, obteniendo una personalidad
jurídica del comedor solidario, para poder recibir más donaciones según lo determina la ley.
A partir de esto nos damos cuenta que esta fundación necesita más apoyo externo y no
necesariamente monetario, puede ser de cualquier índole, ya sean alimentos, vestuarios, etc.

Posibilidad de ayuda:
A partir de las necesidades detectadas, como grupo evaluamos la posibilidad de
difundir y dar a conocer la institución a través de la creación de redes sociales, ya que, en el
mundo en que vivimos estamos inmersos en la tecnología y así poder llegar a la mayoría de
la población y sería más fácil para la institución hacer colectas o dar aviso de los espacios que
podrían aprovechar otros estudiantes o personas para desarrollar talleres para los adultos
mayores.
También como grupo, dentro de lo que se pueda, decidimos estar atentos a los “eventos”
que se realizan en la institución (como regalos u onces para navidad), para poder aportar con
lo que podamos, además de ayudar con la difusión.
Conclusión

La realización de este proyecto solidario ha dejado profundas reflexiones a cada uno de los
integrantes del grupo, en primer lugar, nos impacto que todas las historias de vida fuesen de
abandono, cosa que nos obligo a modificar nuestro plan inicial de desarrollar un telón con
imágenes y sus historias de vida, para generar recuerdos agradables, por lo tanto, se limito a
producir un telón con imágenes alegres, en donde, destacara otro de los aspectos observados,
su alegría innata, observada en las interacciones y en las visitas, lo cual también llamo nuestra
atención, ya que, al reunirse los abuelos disfrutan un rato muy agradable, con abundancia de
chistes en un grato ambiente, ante lo cual, quisimos destacar dicho panorama en nuestro
telón, que quedo en el comedor solidario para su recuerdo.

Otro de los aspectos que desarrollamos fue una convivencia, en donde, recibimos muchas
palabras de agradecimientos de los abuelos, dándonos a entender, que realmente su situación
de abandono les afecta profundamente. Algunos nos decían que estaban maravillados de
nuestra once/convivencia, ya que, sus familias nunca les preparaban una once, además de
que ellos mismos, según nos relató de la señora Nancy, los fines de semana no se alimentan,
debido a la depresión asociada al abandono y a la carencia de recursos. Por ende, si bien la
convivencia no alude a solucionar los problemas de fondo, si se visualizó como una
alternativa viable, según nuestro tiempo de realización del proyecto y nuestros recursos, ya
que, seria una instancia en donde al menos los abuelos sentirán un reconocimiento por parte
de una generación a la cual ellos no conocen, a la vez se aprecio un reconocimiento por parte
de ellos hacia nosotros, generando una retroalimentación positiva tanto para los abuelos
como para nosotros.

El comedor solidario esta inmerso en la profunda realidad porteña de Valparaíso, no solo


por su arquitectura típica porteña de una casona alta y amplia con muchísimas décadas de
historia, sino que, también, esta presente en una realidad social, en donde, se mezcla por un
lado, el plan porteño, con el cerro, generando una unión de mundo popular (con infinitas
carencias y necesidades) y otra realidad de un centro de Valparaíso en donde destaca la
productividad financiera, el comercio y las instituciones educativas. Este Panorama facilitado
por la estrecha geografía Porteña, de esta forma, una variedad de grupos, asisten a los abuelos
en el comedor solidario, según nos relato la señora Nancy, tanto el colegio Mackay como
Duoc habían prestado colaboración recientemente, y que a veces también iba gente de la
católica de Valparaíso, y de muchos otros centros educativos quienes desarrollan una serie
de talleres que otorgan un quehacer a los abuelos y que a la vez les otorga autonomía, ya que
muchas veces se producen artesanías en los talleres que luego su venta sirve de apoyo
económico de los abuelos. También personas anónimas del cerro, pobladores solidarios,
también asisten para apoyar al comedor, o sea, muchas personas, de distintos orígenes, con
distintas motivaciones aportan al comedor reflejando la diversidad porteña y el vivir todos
juntos y revueltos, ya que como grupo percibimos que dicha solidaridad no podría ser posible
de la misma forma en ciudades como Santiago, en donde, posiblemente el comedor quedaría
ubicado a mayor distancia del centro productivo o educativo, con lo cual, la labor solidaria
se dificultaría. De dicha reflexión se desprenden dos cosas. Primero que hace falta un aporte
del sector público hacia estos comedores, ya que, es evidente que con escasos recursos se
logran muchas cosas por parte del comedor, o sea, nos hace falta un debate más profundo
en torno a las solidaridades públicas, no sólo de este comedor, sino que hacia todos los
abandonados o marginados de este país, ya que, con un mínimo margen del gasto estatal se
podría apoyar a estos centros no solo en su financiamiento, sino que mejorando
infraestructuras o postular a infinidad de proyectos, ya que, lo que el centro lo que necesita
no es subvención (ya que eso dañaría las redes de solidaridad que ha forjado y la autonomía
que promueve) sino que financiación y mejoras estructurales. En segundo lugar, es
importante destacar que es posible visibilizar aún más el comedor solidario, mediante redes
sociales como Instagram, para facilitar la ayuda de manera mas directa y expedita y a la vez,
serviría para generar un punto de encuentro de los colaboradores, quienes muchas veces no
se conocen entre sí lo cual, podría ayudar a gestionar de mejor forma las ayudas hacia el
comedor.

Anexos

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