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QORIPATA, YUNGAS: EL HOMBRE Y SU TDERRA Pox, Javier Albd y equipo CIPCA En Bolivia ya se ha escrito mucho sobre la Reforma Agra~ ria de 1953, Pero atin queda nucho por escribir sobre lo que su cede @ nivel de tenencia de tierra después do 25'afios de Re~ forma, es decir hoy. Este art{culo presenta un caso concfeto en la regién de Yungas que habfa tenido las haciendas mds ricas y flozecientes, sobre todo gracias a su produccién de coca (ca- Fé y eftricos, introducidos sobre todo desde 1950, pero que hag ta hoy son sélo productos secundarios). Seyfn los datos de lMo~ rales (1929), siete de las diez haciendas nis ricas de todo Yun gas estaban en Coripata y el valor promedio Je todas las hacien das decdicho cantén era m4s del doble del valor promedio de las haciendas de Chulunani o Coroico. Un solo propletario, José Mag rfa Gamarra, posefa nueve de las 28 haciendas de la rogién. E1 pueblo mismo estaba construfdo sobre terrcnos de estas hacien- das de Gamarrra, quien asf lo nantenfa atenazado. gQué ha que- dado de todo ello 21 cumplirse las bodas de plata de la Refor- ma?, Este es el propdsito de este art{culo. El presente estudio forma parte de uno mucho mas amplio que esta sicndo publicado como Cuaderno de Investiqacién CIPCA, némero 15 sobre todo el conjunto de problemas de Coripata. En el tema que aqui nos ocupa han sido de especial utilidad dos ar ticulos previos por Leones((1967 y 1971) sole ol caso concreto de tenencia de la tierra en cl cantén Arapata, dependiente de la segunda seccién de la provincia Nor Yungas, cuya capital es Coripata. La aspiracién bésica y la base de 1a seguridad de todo campesino es su acceso a la tierra. En Goripata, como en la mayorfa del pafs, desde la Reforma Agraria} la forma concreta de acceso ha si do a través de la propiedad de tipo familiar o parcelario. Como hemos visto, ya existfa este esquema antes de la Reforma, pero con la misma se consolidé y se convirtié en el sistema préctica- mente nico. 1, LA HUBLIA DE LOS FTRONES La Reforma @liminé el sistema de haétenda, Sin embargo perduran algunas huellas del aistema patronal, Diversas haciendas reci~ bieron distinto tratamiento,segin se explica a continuacién: a) Latigundios, sin ningtin derecho posterior del patrén; Siete de las nuove haciendas de Gamarra, a saber! Santa liosa, Dorade Grande, Coscoma, Tabacal, Santa bSfbara, Anacuri y Chi, llamani. AdemSs, Nogalani, propiedad de Jorge Cusicanqui (por su esposa Rosa Agramont), y Santa Gertrudis, de Juan Pe- tou. Estas propiedades fueron abandonadas por el patrén des—— pués del Decreto de Reforma Aagraria ‘ic 1953. b) Latifundios, sin derechos del patrén a terrencs de cultivo, pero con derecho a otras inversiones realizadas. En los casos extstentes cn Coripata se trata de aserraderos, en Marquirivé (propiedad de Gamarra) y en Choro (propiedad de Escobari).. Gamarra consigufo 350 !las para su "Propiedad industrial maderera Marquirivi". Pero de hecho vendié dicho aserradero a uno de sus antiguos adiainistradores, Manuel Ve ra, quien lo sigue explotando hasta el dfa de hoy. En el caso de Choro, la hacienda fue declarada propiedad mediana ( y por tanto no plenamente expropiable) en una primera instancia, y solo latifundio despues de un replanico hecho por los ex-co- lonos . Perofscobari pudo seguir explotando su aserradero en afios posteriores. c) Propiedade ana$ en que se coneolidé a favor del patrén unad parte de ls tierras, Son todos los demés casos.Gn este punto las prescripciones de la ley se aplicaron en Yungas con cierta flexibilidad. El Ar tfeulo 12 de la ley definfa el latifundio como una propiedad ru ral de gran extensién que permanecfa explotada deficientenente, cen herramientas anticuadas y desperdicio de fuerza humana, de= pendiende "fundanentalmente de la plusvaifa que rinden les cam- pesinos en su condicién de siervos o colonos". A su vez, la pro piedad mediana se definfa cn el at{culo 8 como 1a que, teniendo extensién mayor que la propiedad pequefia (10 hectareas en Yungas), y sin ser empresa agrfcola capitalista, sv oxplota con trabaja- dores asalariados, Su tamiiio niximo se fijala en 150 hectdreas. (art. 16). Las haciendas tenfan, con pocas excepciones, mis de 150 Has. y usaban la mano de obra no de forma asalariada, sind de = acuerdo a las caracter{sticas gratuitas del latifundio, Sin em= barge su explotacién implicaba clertas inversiones, aunque in= cluso éstas eran reducibles en su mayor porte al uso gratuito de mano de obra. La polftica de los ‘uncdonarios de Neforma Agr rfa fue la de re~ conocer para el patrén, en la mayorfa de los casos, aquellos te- rrenos que cultivaba para sf, las cuales oscilaban regularmente entre las 25 y 40 Has. La nica propiedad a cuyo patrén se con= solidé el cupo m&ximo de 190 hectareas peritido por ia ley para propledades medianas, fue San Agustin, de Adolfo Stchmen, y que tenfa entonces una extensidn total de 2.727 Hasy, de las que unas 1000 Has, eran cultivables. Al principio Gamarra intent el mismo traiaiiento y se le 11046 a conceder 150 Has. dispersas entre sus nusve haciendas. Pero sdlo una parte do sus haciendas. Gamarra escog{6 Auquisamafia, donde de le consoli- daron 32 Has. lo intent explotarla, Duante los 5 affos inmedia tanente posteriores a la Reforma (hasta la sentencia final) los en un replanteo posterior se le dejé escaye ex-colonos cosechaban los cacales de 1a hatéenda; el secretario general del -8indicate local vendfa la produccién y con este

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