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All content following this page was uploaded by Horacio Raúl Terzolo on 15 August 2015.
Ter¿olo, Horacio R.
Dirección Postal:
INTA EEA Balcarce
Departamento de Producción Animal
cc 276
B7620EMA Balcarce
Argentina
E-ma i I :'htqqelo@balcarcF; inta ;gcy,ar
La tradicional Familia Pasteurellaeeag una taxonomía obsoleta
Esta familia fue originalmente creada para agrupara estos tres géneros baderianos por meras
características fenotípicas. Así, los microorganismos que no cl€cen o lo hacen muy débilmente
en agar MacConkey y son urcasa negaüvos fuercn todos arbitrariamente encuadnados dentro
del Género Pasteurclla, mientras aquellos que crecen en agar Mac0onkey y son ureasa
positivos se ubicaron en elGénero Actinobacillus. Además los organismos que requieren los
factores de crecimiento'X "o hemina y "V" o Nicotín Adenín Dinucleótido (NAD) fueron
absurdamente encasillados como Haemophilus. Hoy en día sabemos que esta clasificación
estaba totalmente equivocada poque agrupa a bacterias que realmente no están
emparcntadas y, por otro lado, estas canacterísticas fenotípicas muchas veces han demostnado
servariables. Por ejemplo, ahona se sabe que existen especies de Pasteurclta que requieren
NAD y Haemophilus que desanollan en forma independiente prcscindiendo delagregado de
esta co-enzima.
En la avicultura indusüial dos enfermedades clásicas son muy conocidas: el Cólera Aviar cuyo
agente etiológico_ es Pasteurella multocida y la Coriza lnfecciosa causada por Haemophilus-
paragallinarum. Sin embargo, en la pÉctica, estas dos enfermedades no son tan simples como
se describe en los clásicos libros de texto. En realidad están causadas por un agente etiológico
único, aunque complejo por la diversidad de variedades anügénicas que integnan esta especie,
a los cuales siempre se asocian ofas bacterias de esta familia como así también otros
microorganismos patógenos. Si bien la enfermedad es causada perse por el agente etiológico,
los agentes asociados son muy importrantes pues agfavan el cuadro clínico y las lesiones de la
enfermedad. lnclusive ambas enfermedades se han presentado conjuntamente en brotes de
campo, para lo cual en la Argentina algunos veterinarios con inventiva han acuñado un término
para esta "nueva" enfermedad mixta: "Goleriza".
Esta especie bacteriana es el agente etiologico del Cólera Aviar y constituye un serio problema,
sobre todo para aves reproductoras, pues en este sistema de explotación intensivo tas aves se
crían en elpiso, lo cualdetermina un constante desafío cuando la cama se encuentra
contaminada con un alto número de bacterias. Además, genenalmente estas aves están
sometidas a un constante debilitamiento por el estrés de la reproducción. También son
sensibles al Cólera las gallinas de postura debido alestÉs de producción al cualestán
sometidas. En estas aves es común la asociación de diversas especies de Pasteuretla, entre
las que también participa la Padeurclla multacída. Debe también considerarse que en casos
excepcionales este agente también puede producir una enfermedad aguda con elevada
mortalidad en pollos de engorde, particularmente cuando existen edades múltiples y mal
manejo o falta de higiene en el establecimiento avícola.
En los c€lsos cronicos es necesario caminar por los galpones para buscar gallos o gallinas con
las barbillas hinchadas, eligiendo para el análisis bacteriológico sólo aquellos animales que
tienen las barbillas calientes y turgentes, pues las que ya están endurecidas y frías no sirven
para el cultivo. En estos casos, es necesario sacrif¡car al ave y remitir la cabeza al laboratorio o
realizar un corte de la piel de la barbilla, previa desinfección con una espátula calentada y
enviar al labo¡atorio el contenido caseoso o purulento recolectado o bien un hisopo embebido
con este material. Para tomar estas muestras se debe trabajar con esterilidad para evitar la
contaminación por las bacterias de la piel, siendo lo mejortrabajar con la cabeza sepamda del
cuerpo delave. Existen también casos crónicos sin presencia de barbillas hinchadas y en esos
casos debe realizarse una autopsia muy anidadosa, eligiendo zonas grisáceas afectadas en los
pulmones o bien buscando masas Caseosas amarillentas en el peritoneo.
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Con respecto a las vacunas inactivadas es muy importante considerar el tipo de adyuvante que
se utilice, pues Frasúeurella multocida es altamente toxigénica y las endotoxinas que produce'se
combinan con aceites minerales de la emulsión oleosa simple de la vacuna y pueden llegar
producir lesiones gnanulomatosas en el lugar de inoculación. Además ct¡ando eso ocurre, estas
bacterinas confieren un muy bajo grado de protección contra el Cólera Aviar. Las mejores vías
de inoculación son la subct¡tánea detrás delcuello y en la parte latero-ventral de la cola o
pigostilo. Esta última vía ha sido la que mayor inmunidad ha proporcionado a las aves.
Hace años que aislamos a este heterogéneo grupo de bacterias en Gallus gallus, asociadas a
casos de Enfermedad Cronica Respiratoria en pollos de engorda, casos de salpingitis en
gallinas de postura o reproductonas y asociadas a brotes de Coriza lnfecciosa o Cólera Aviar en
todo tipo de aves. También se ha encontrado a esta bacteria en casos de septicemia, gue
generalmente están asociados a otras patologías o agentes infecciosos. En nuestro laboratorio
de bacferiología recibimos muestras de diversas especies animales, aves y mamíferos y hasta
hace poco tiempo clasificábamos a todos estas bacterias como "Pasleurella haemolytia", tianto
a los aislados de rumiantes como a los de aves.
?
que ellos atribuyen a estos m¡croorganismos. En pollos de engorda los síntomas que describen
son rcspiratorios, con una mortalidad del3 al 8olo éo una semana. La enfermedad ocune ent¡e
la Sta y 6ta semana de vida y las lesiones son las típicas de una septiemia genenalizada @n
extravasación vascr¡lar por endotoxinas bacÍerianas: hepato y esplenomegalia, hemonagias en
enrazón y cavidad toráxica, aerosaculitis, etc. En gallinas ponedonas no se describe mortalidad
pero sí caída de la postura, crestas cianóticas, anorexia y dianea con lesiones hemonágicas
generalizadas. En todos estos cuadros los autorcs re@nocen la asociación de otros agentes
patógenos como Escherichia colr, aunque en esos trabajos no se menciona la búsqueda de
otros agentes asociados. Otnos investigadores mexicanos demostraron la protección de
bacterinas oleosas contra Gallibaderium en aves SPF que fuen¡n desafiados por vía
endovenosa con las biovariedades 2y 4 a la 13'semana de edad. El uso de bacterinas contrc
Gallibac'teríum sólo se justificaría en casos en los cuales se demuestre que no existen otros
agentes patogenos asociados y que la enfennedad que causan sea rcalmente debida a
Gallibaderium como agente etiologico primario. En miexperiencia, si bien esta bacteria está
muy difundida, la acción de patógeno primario de Gallibacterium es excepcional, al menos en la
Argentina que es donde trabajo. Sin embargo, se debe considerar que en otrcs áreas
geográficas la sitr.¡ación epidemiológica es distinta y que nuevas cepas más patogenas pueden
haberaparecido. De todos modos, en rtingún caso la patogenicidad de estias bacterias es
comparable a la de los reales agentes primarios (por ejempla: Pasteu¡ella multocida).
Los signos clínicos más comunes de esta enfermedad son descarga nasat, hinchazón facial,
lagrimeo, anorexia y, a veoes, dianea. Es esencialmente una enfermedad de las gallinas de
postuna, en las cuales no produoe mortalidad pero redue notablemente la producción de huevos.
También se han sido descriptos brotes en pollos panilleros en Norte y Sudamérica. La
enfermedad clásica afecta únicamente altnacto rcspintorio superiorcausando sinusitis y
conjuntivitis aunque en asociación con otms enfermedades se han encontrado lesiones de
neumonía, aerosaculiüs, septicemia y arfitis del tarso.
rf
Pana el aislamientobaderiologico se recomienda seleccionar de 3 a 5 aves con signos agudos de
conza. Un modo pÉctico de enviar las muestras es congelar las cabezas, pues el Haemophilus
parcgallinarum resiste muy bien elcongelado y poreste método se eliminan otras bacterias
asociadas que son menos rcsistentes. EI prccedimiento de toma de muestras se debe efectuar
con eslricta esterilidad. Para ello, una vez sacrificada elave, se cauteriza la pielde la región
infnorbitaly se practica una incisión sobrc el seno infmorbitario correspondiente, se sepa€ la piel
en la incisión y se intnoduce un hisopo estéril humedecido en un caldo nutritivo o solución
tamponada de fosfatos a pH neutno. También se puede seccionar la base del pio para exponer
los senos pananasales de ambos lados. Debido a la reducida viabilidad de Haemopttilus
pangallinarum,lo más rccomendable es cultivar a las muestms antes de que ü:anscurnan 5 horas
de la muerte delave. Pana la siembna pueden utilizarse placas de base de agaro agarColumbia
anTVo de sangte de bovino u ovino con elagregado de cepas nodriza de Sfapfilooccus aureus
las cuales eliminan factor'V, o bien usaragarchocolate o agarcon sangre hemolizada en vez de
las cepas nodriza. Con este último procedimiento se obtienen colonias muclro más grandes que
los cultivos de hemófilos crecidos en satelitismo con elestafilococo. El uso de medios de cultivo
selectivos con antibiéticos e incubados a37" C, dunante 48 ho¡as en una atmósfena
microaerofílica, es un prccedimiento que permite diferenciary aislar a Haemophílus
pangallimrum en ct¡ltivo purc, aún cuando la flom bacteriana sea compleja. En elfuturo el
diagnóstico bacteriologico por el método dásico de aislamiento podría ser reemplazado por una
nueva prueba de PCR que es más sensible y Épida que la bacteriología tradicional pero que, sin
embargo, no diferencia a las serovariedades.
El diagnóstico serológio todavía requierc más investigaciones par:a desanollar una prueba que
tenga aplicación en poblaciones avímlas. Los antígenos hemoaglutinantes se relacionan con la
patogenicidad. Se distinguen ües serovariedades (A, B y C) poruna prueba de hemoaglutinación
inhibición. Esta prueba tiene dificultades para su ejecución, sobretodo cuando las cepas presentian
baja capacidad hemoaglutinante. Porello, se están realizando invesügaciones parc¡ clonar los
genes ñagtA,.que son los que codifican para las hemoaglutininas de Haemophílus paragallinarum
y que aho¡a pueden sergenéticamente insertados en Escheríehia colipua su futura posible
producción industrial.
En Argenüna y Brasil existen cepas A variantes que no son detectadas por los anücuerpos
monodonales específicos para cepas A del resto del mundo. Se ha demosfado que las cepas B
de la Argentina son genéticamente disüntias a otras cepas del mundo, de cualquier sercvariedad,
indusive son distintas a otnas cepas B. Recientemente se realizó un tnabajo de protección de
vacunas y se demos6 que, además de las cepas B de la Aqentina, también se han encontnado
cepas B diferentes en Ecuadol USA y Zimbahre. Además, tanto en Argentina como en Sudáfrica
se han desoipto cepas C que no üenen protección cruzada entre sí cuando las aves vacunadas
son desafiadas. Para complicar aún más las cosas en la lndia se han desoipto cepas patógenas
que no pueden ser identificadas como serovariedades A, B o C. Quiás se tnate de una nueva
sercvariedad.
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controlde los brctes de esta enfermedad. Estas pruebas de patogen¡cidad handernostradoque
existen marcadas difelencias en@ las distintas eepas estudiadaq desde cepas totalmente
apatógenas hasta epas de muy altia virulencia y difusibilidad, como las cepas de la sercvariedad
B. Además hemos demostnado que existen cepas con alta capacidad invasiva de órganos
internos que cambiarcn elviejo concepto, según elcualesta bacteria sólo estaría confinada al
trac{o respiratorio. Lo interesante es que existen cepas con alta virulencia pero muy baja difusión,
explicando elfenómeno de que existan brctes de la enfermedad en elcamp en loi cuales la
enfermedad es aguda y sevem pero la difusión entre las hilenas de jaulas es lenta.
Dados los problemas de la falta de protección cruzada que existen entre cepas de distintas
selovariedades, las futunas investigaciones deberían orientarse hacia la búsqueda de nuevas
vacunas vivas basadas en oepas atenuadas. Se lognaría así una protección cruzada entre las
todas las serovariedades y sus variantes antigénicas. Mientlas estos biolfuicos no se logren
desanollar, debemos mejorary actualizar permanentemente las vact¡nas iñactivadas delcuerdo
con neesidades de cada región a la cualva desünada ese producto.
En varios c¿lsos de diagnóstico remiüdos a nuestno laboratorio del INTA de Balcarce, tanto de
Coriza lnfecciosa como de CólenaAviar, además delagente etiologico se han obtenido bacterias
asociadas pertenecientes a diversas especies. Enüe ellas, cabe mencionarla absoluta
predominancia de la bacteria Pasleurella gattinarum. Poreste motivo, esta bacteria se ha utilizado
en algunos ensayos que han sido llevados a cabo por nuestro grupo de invesügación en distintos
momentos y aplicados alestudio de diferentes enfermedades.
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y les¡ones de una enfermedad que es muclro más grave que la Coriza no complicada. Las aves
inoculadas experimentralmente desanollan masas purulentas caseosas en los senos paranasales
y ojos. Estras lesiones son en todo coincidentes con Io observado en casos naturales de Coriza
Infecciosa, en los cuales estas lesiones son comúnmente observadas en gallinas de descarte,
muchas de las cuales inclusive pierden elglobo ocular. De hecho, en varios brotes de Coriza
lnfecciosa natumles solo es posible aislar al Haemophílus paragallinarum dunante los primercs
días de la enfermedad, cuando elctradro es agudo. Más tiarde, cr¡ando la enfermedad aguda ya
ha remitido y ellote en genenaltiende a recuperarse, aparecen estas masas caseosas en
varias de las gallinas del lote afectado y, en ellas, sólo es posible aislar a Pasteurcila gallinarum.
En ot¡o ensayo, realizado con una cepa Pasfeuella gallinarum que había sido aislada de casos
de tenosinovitis tasal en gallos reproductorcs pesados, se logrú reprcducir una lesión muy similar
cuando la misma cepa fue inoculada intnavenosamente a aves susceptibles. Se pudo rcaislara
esta cepa de las vainas sinoviales de los tendones de los gallos inoculados, pero no de los
conüoles sin desafiar.
CIra de las investigaciones rclacionadas con estia bacteria fue efectuada pornosot¡os hace varios
años en un brcte de Cólera Aviar acontecido en aves reproduc{onas pesadas. En esa granja
habíamos lognado reducirsustancialmente los casos clínicos mediante la aplicación de vacunas
inactivadas - preparadas con cepas autócÍonas de Pasteurclla muftwida - a todos los nuevos lotes
de aves que ingresaban alestablecimiento. A pesarde ello, se observó que aún persistían casos
aislados de colera solapado en gallos. Esta enfermedad nunca se había extendido nihabía dado
lugara brotes agudos, simplemente se manifestaba como una enfermedad que sólo afectaba a
unos pocos gallos cuando éstos iniciaban su actividad reprcductiva. Pana nuestm sorpresa en
estos gallos sólo se pudo aislar a Pasteurclla gallinarum de los pulmones, sacos aéreos y barbillas
afectadas. Porelcontrcrio, Pasleurella multocida nunca pudo recobnarse de ninguno de los gallos
que fueron exhausüvamente e¡<aminados durante largo tiempo. En esa gnanja el definitivo cont¡ol
de este "cólera benigno" sólo se logó omndo las aves fueron vact¡nadas con una bacterina
efaborada con oepas autóctonas de ftsteurella gallinarum. Revisando la litenatu¡a este mismo tipo
"cólera benigno" había sido también descripto, estudiado y conholado porvacunaciones
efectuadas a base de Pas'teu¡ella gallinarum inactivada en lsnael.
Debemos considerar que denúo de todo este complejo grupo de baderias emparentiadas existe
todo un rango de difercnte patogenicidad, dent¡o de límites poco definidos y casi nunca netos.
Esta variación de virulencia no sólo ocune entre las distintas especies bacterianas de esta Familia,
sino que estas diferencias también se extienden a disüntas cepas dentro de una misma especie
bacteriana.
Hay especies bacterianas muy patógenas que person capaces de desencadenar una
determinada enfermedad (agentes primarios). Estas bacterias enferman en forma aguda a casi la
totalidad de los indiüduos de una población expuesta y susceptible (Padeurella multociday
Haemophilus pangallinarum).Unas causan alta mortalidad (Fasfeu¡ella multocida ) y las ohas
c€¡usan nula o baja mortalidad (Haemophilus pangallinarum).
Ofas bacterias de esta misma Familia son sólo agentes oportunistas (agentes secundarios),
muclro menos patógenos y que en determinadas condiciones pueden causar una enfermedad
aguda perse en algunos individuos suscepübles. Sólo pueden llegar a afecfar a una parvada
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cuando actúan en asociación con otros agentes más patógenos o bien cr¡ando afectan a
individuos muy esfesados o con problemas de manejo que indirectamente causan un incremento
de la caga bacteriana del medio ambiente en elcualse encuenfan las aves (Pasteurella
g alli na ru m y G al li bacle ri u ml.
Finalmente existe un tercer grupo que se considera que son bacterias omensales y habitantes
normales deltracto respiratorio, pues no cauffin ninguna enfermedad (Paúeutella avíumy
Pasteurella votantíum). Estos agentes son los comensales mejoradaptados pana sobrcviviren el
ave pues al no enfermarla o matiarla, no desencadenan respuesta inmune y así conviven y
perdumn durante más üempo.
Por supuesto que esta división es totalmente arbitraria, dada la gran variabilidad que existe entre
las especies y la cepas. Este conjunto de bacterias emparcntadas ha evolucionado en forma
mnjunta y se enqrcntra tot¡almente adaptado para sobreviviren las aves. Porello, debemos estiar
preparados pana convivir con las bacterias de esta Familia y nuestro enfoque seÉ mantener un
equilibrio pana evitar la eclosión de la enfermedad. La aplicación de futunas vacunas vivas
atenuadas es elenfoque más válido hacia una solución integrala largo plazo pues, en definitiva, lo
que se pretende es reemplazar a las cepas patógenas por otras atenuadas que por competencia
con las patógenas ocupen sus nichos ecológicos y, si es posible, las desplacen. En tanto esto se
logre deberemos ir adaptando las actuales vacunas inactivadas a las variaciones que se
póduzcan. Es indiscutibb que debemos siempre vacunara las aves contra los agentes delCólera
Áviary la Coriza lnfecciosa, perc cuando se t¡ata de agentes de patogenicidad intermedia, como
la Pasteurctta gattinarum y las bac'terias del grupo Gallibacleríurn, es necesario evaluar
detenidamente cada caso antes decidir si es necesario invertir recursos en las inmunizaciones.