Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
2-. No hay pensamiento sin lenguaje. Lo primero que hace el hombre frente a
una realidad desconocida es nombrarla.
1
La difusión hace referencia a la transmisión de rasgos culturales de una sociedad a
otra. He aquí la disputa entre la multiculturalidad y la interculturalidad.
Definición de tauromaquia
1-. El Dios Mitra y la muerte del toro. La creación del mundo y la abundancia.
El Dios Mitra hiere con su cuchillo al toro primordial que tiene como
consecuencia inmediata la creación del mundo. De la sangre derramada
germinaron las vidas. De la carne del animal nación el trigo. Del último espasmo
de su muerte brotó el semen que generó la infinita variedad del mismo. A la
sombra del cuerpo del toro crecieron los jugosos prados y los oscuros bosques.
2-. Teseo y la muerte del Minotauro. El héroe que salva a Creta, y por ende
a la humanidad. Teseo, hijo del rey ateniense Egeo, se ofrece voluntariamente
para matar al Minotauro. Ariadna le entrega el cuchillo mágico y el ovillo de
hilo para que pudiese salir del laberinto. Simbólicamente, Teseo es el gran héroe
popular que reta a la muerte, representada en el Minotauro, y libera no sólo a sus
compañeros, sino a toda la humanidad.
2
Todo esto son conjuntos de conocimientos adquiridos socialmente. A través de
estos mitos probaremos la subsistencia del toro y la tauromaquia.
Ortega y Gasset y Caro Baroja, sobrino del primero, han defendido que los
rituales festivos que conocemos con el nombre de fiesta de toros constituyen el hecho
diferencial que mejor nos distingue del resto de nuestros congéneres, no sólo a los
españoles, sino también a los pueblos que provienen de la cultura 'mediterránea. Es una
fiesta (componente lúdico) de todos para el disfrute colectivo y general de todos.
3
estaban adaptadas al medio, pues, ya por entonces, el clima comenzaba a ser más
propicio que en otros lugares. El hombre del paleolítico vivía en tribus de nómadas,
tratando de subsistir mediante la caza de grandes piezas, que significaban el sustento de
la población existente. Así pues, la caza del toro proveía de recursos como pieles de
abrigo y como alimento necesario para sobrevivir.
Con la llegada de los celtas por el norte, aparecería otro tipo de uro que, a su vez, se
cruzaría, de forma natural, con el anterior prehistórico ya existente. Y algo similar se
produciría, varios siglos después, con la llegada de los árabes, que introducirían por el
sur el uro africano.
Posteriormente, durante los casi ocho siglos que duró la Reconquista (711 a 1492),
los bellatores (hombres de la guerra), en los momentos de tregua, se mantenían en
forma mediante la práctica de la equitación, la lanza y la espada con el toro bravo ya
que era el animal que más aguantaba ante el castigo y el que no cejaba en su empeño de
desmontar al caballero ofreciendo, incluso, hasta su muerte.
Otra razón que explica la pervivencia en la Península Ibérica del toro salvaje es
la existencia desde tiempo inmemorial de los festejos populares.
4
La vara larga acabada en un filo cortante, el rejón, había sido usada hasta
entonces para la defensa personal, para matar a los moros. A partir de aquí pasará a
utilizarse como utensilio arbitrario en el juego de la lidia con los toros. Ya no se volverá
a emplear para la guerra.
Por tanto, en la historia del toreo a caballo se pueden diferenciar dos etapas:
¿Cuándo y por qué se celebraban estas fiestas? Cuando los nobles tenían algo
que celebrar: alguna boda, recibimiento de rey, bautizo...
5
Dentro de la Plaza, cuanto más cerca se estuviera del palco real más importancia
se tenía eran por tanto festejos perfectamente jerarquizados y estrictamente ordenados
en lo que se refiere a la ubicación de los asistentes. A ella asistían los representantes del
Tribunal de la Fe (Inquisición), los miembros de los Cabildos (tanto de la ciudad como
el catedralicio), los componentes de la Real Audiencia (estado), las fuerzas económicas
de la ciudad (nobleza local, maestrantes, terratenientes...). El pueblo llano, sin embargo,
se sentaba en la gradería de tablas, abajo.
Deshaciendo errores:
Sin embargo, otros autores (Romero de Solís, por ejemplo) piensan que las
corridas de toros tal y como las conocemos hoy día provienen de las fiestas populares
que se celebraban en toda la Península. En estos festejos populares se encuentran los
antecedentes inmediatos de las corridas de toros modernas.
Según nos dicen los sociólogos, a través de esta modalidad de juego simbólico,
la comunidad reafirma lúdicamente su cultura, expresa su mentalidad y expone de
forma dramática las relaciones sociales que la constituyen.
6
realidad etnográfica sin hacer referencia a las distintas tauromaquias que conforman
nuestra identidad cultural, festejos populares, corridas de toros...
Recordemos:
7
Si en las corridas profesionales el actor principal es un ser único, destacado del
resto de participantes (aunque representa lo consustancial del ser humano), en las fiestas
populares el protagonismo lo asume la colectividad, la comunidad tomada en su
conjunto.
1°-. Se desarrollan los festejos a pie (fiestas populares de todo tipo: encierros por
las calles, toro nupcial, toro del aguardiente, capeas...) Es decir, el toro de lidia
adquiere una doble rentabilidad: la carne y el juego.
8
1.3-. Las ruinas de Pompeya y la construcción de la Maestranza de Sevilla
9
A finales del siglo XVII cambia completamente la visión del artista y empieza a
ser una visión fragmentaria de la realidad, no pintará ya la ciudad completa.
Pese a la importancia de los toros en Sevilla, esta ciudad no era muy
consumidora de carne. Esto cambiará con la llegada de Felipe V y su corte a la capital
hispalense. Cobrará entonces el matadero mucha importancia y las corridas de toros se
trasladarán a lo que hoy se conoce como Puerta de la Carne (en honor a su situación
frente al matadero). Será la primera plaza de toros improvisada fuera de la ciudad.
Dentro de ella los caballeros hacían sus ejercicios militares y se celebraban corridas
populares. No se conoce a ciencia cierta la organización de aquellas corridas, pues los
grabados de la época representaban la misma en todas sus fases.
Juan Carlos...
10
La Iglesia, por su parte, se escandalizó por el hecho de que se hubiera construido
un edificio que albergara a tanta cantidad de gente y no se tratara de un edificio
religioso, sino civil. No existía en todo el mundo civilizado de la segunda mitad del
siglo XVIII otro edificio, ni espectáculo, capaz de atraer a tal cantidad de personas.
El encaste es la raza, los cruces de sangre que se hacen entre los animales
procedentes de diversas líneas ganaderas. De una casta fundacional pueden surgir
multitud de encastes.
11
Morfológicamente: Animales coloraos, de poco cuello y de manos chicas.
Nace en las estribaciones de los Pirineos y la ribera del Ebro. Este tipo de
animales se ha quedado para los festejos tradicionales: encierros, capeas, sueltas de
reses...
Son toros finos (pelo corto) y de pequeño tamaño. Suelen ser cornicortos y abundan
algunos cornivueltos (hacia arriba). Su pelaje fundamentalmente es el colorao en todas
sus facetas.
La ganadería más destacada fue la Carriquiri, mezclada con Cabrera, en el siglo XIX.
En la actualidad existe una ganadería Carriquiri en Olivenza (Extremadura) de Juan
Pedro de Vistahermosa. Ya no posee sangre navarra, pues este propietario sólo compró
el hierro.
Hereda la ganadería su hija Bárbara, que se casó con su primo José Rafael
Cabrera. Bajo la dirección de éste la ganadería alcanzó su mayor éxito. En 1852, la
ganadería es vendida en casi su totalidad a Don Juan Miura.
12
las 6 pieles de los toros, para así evitar que los genes de su encaste no fueran a parar a
ninguna otra ganadería.
Los miuras son toros de gran alzada, galgueños (de patas largas y vientre muy
recogido) y con las extremidades finas y muy largas, lo que dentro de la jerga taurina se
conoce como zancudos (corrida rápida). Son anchos de sienes y de cuellos largos y
musculados.
Existe una leyenda negra en cuanto a estos toros debido a que han sido
responsables de muchas muertes de toreros famosos: Manolete, Pepe Hillo…
En 1762, los Dominicos del Convento de San Jacinto de Sevilla vendieron unas
vacas a D. Marcelino Bernardo de Quirós (sacerdote de Rota), que cruzó con otras reses
de procedencia navarra.
13
Pelaje típico: Cárdeno en sus distintas variedades y tonos. Posiblemente se deba
este predominio a la convivencia con toros del Marqués de Saltillo. Este dato no ha sido
confirmado por los miembros de la familia Pablo Romero.
De caras anchas igual que de sienes. Frente rizada y hocico chato y plano. Sus
encornaduras suelen estar desarrolladas y son bastante astigordas (mazorca ancha y
apenas decreciente hacia la punta)
Son de cuello corto, lo que dificulta que humillen (bajar la cabeza) y hacen que
sean ejemplares que embistan, casi todos, con la cara a media altura
14
6-. Casta Vistahermosa.
En 1776, pasó a D. Benito Ulloa, que en pocos años consiguió que la ganadería
estuviese anunciada en los mejores carteles. Dicen originariamente, que los toros de esta
casta fundacional eran terciados (pequeño) y de poco peso, con cabezas no muy grandes
y tirando a cornicortos.
Rasgos del encaste Saltillo: Son toros de tamaño medio, muy finos de tipo y bajos de
aguja (Cuando la vertical del suelo al morrillo es corta). El pelo más característico es el
cárdeno. Son de cabeza estrecha, alargada y rizosa, con el hocico afilado o de rata, De
ojos grandes y saltones. Las encornaduras son astifinas y normalmente se dirigen hacia
arriba (corniveletos). Hacia atrás se llaman cornipaso.
15
sus hijos, Felipe y Joaquín. Felipe la vende casi de inmediato a Eduardo Ibarra y
Joaquín la mantuvo.
Rasgos del encaste Sta. Coloma: Toros terciados (de tamaño discreto) de
talle, bajo de agujas, finos y generalmente chatos. Algo enmorrillados los de la
línea ibarreña, y de hocico fino y línea lumbar recta los de Saltillo.
16
En 1912, el Conde de Sta. Coloma forma, a partir de su vacada, y con casi
predominio absoluto de la rama de Saltillo, otra ganadería, la cual cede a su
hermano, el marqués de Albaserrada, que formó su propio encaste: encaste
Albaserrada. La principal ganadería que proviene de ahí es la de Victorino, que
lo adquirió en 1965.
4°- Línea Ibarra-Parladé. Fernando Parladé logró hacer una de las ganaderías
más relevantes del siglo XX, y que vendió en varias partes:
-Una fue para Manuel Rincón (1908), que en 1938 adquirió D. Carlos Núñez.
Este ganadero, después de varios cruces, logró hacer su propio encaste, el
encaste Núñez.
Otra fue a parar a la marquesa de Tamarón (1912), que formó una gran
ganadería que llevó su hijo Ramón Mora Figueroa. En 1920 adquirió esta
ganadería el Conde de la Corte. La ganadería del Conde de la Corte fue tan
prestigiosa que muchos fueron los ganaderos que adquirieron sus vacas y
sementales. Entre ellos Atanasio Fernández y el propio Juan Pedro Domecq,
formando cada uno de ellos su propio encaste, Encaste Atanasio Fernández y
Encaste Domecq. También el Conde de la Corte tuvo su propio encaste, el
Encaste Conde de la Corte.
Otra parte se la vendió a Francisco Correa, que en 1918 fue adquirida por
Antonio García Pedrajas, fundador del mítico encaste Pedrajas, que adquirieron
posteriormente la familia Guardiola Domínguez y Tulio e Isaías Vázquez.
17
Costillares, de quien fuera discípulo, y Pedro Romero, con quien tuvo una conocida
rivalidad, como uno de los que fijaron las reglas y el estilo de la corrida de toros.
Apenas se sabe nada de él. Sólo que en 1774 se casó con Doña María Casado,
con la que tuvo 2 hijos. Ninguno se dedicó a la profesión de su padre (uno se dedicó a
las armas, al ejército, y el otro a administrar las rentas familiares: una finca, una casa
palaciega y dos casas en Sevilla). De estas afirmaciones podemos concluir que el toreo
era un oficio biememunerado en aquella época, pues originariamente sólo podían
acceder al ejército los hijos de la nobleza y, sin embargo, al hijo de un torero en este
caso se le dejó que se dedicara a servir a la patria.
[Apunte: El primer torero que cobró un sueldo fue Miguel Canelo. Cobró 2000
reales, el triple de los que cobraba un picador y el doble de lo que cobraba un
banderillero: según las intervenciones que tuvieran en la corrida). Por tanto, la profesión
de torero estaba sobrevalorada en la época].
Se dice que era un personaje sin apenas ilustración académica pero muy querido
por la sociedad por su grandeza de alma y por su carácter filantrópico (torero
romántico). Era una persona muy desprendida que constantemente estaba organizando
fiestas en el bar El Rinconcillo, en el que tenía una tertulia durante los meses de
invierno.
José Delgado ha pasado a la historia del toreo y ha tenido una gran repercusión
en la historia de España por ser el primer torero que dictó una tauromaquia: La
Tauromaquia o Arte de torear, obra utilísima para los toreros de profesión, para los
aficionados y toda clase de sujetos, que gustan de toros. Editada en Cádiz en 1796. Se la
18
hizo el periodista y amigo José de la Trinxeira. El libro tiene dos partes precedidas por
un prólogo y finaliza con un epílogo dedicado a enumerar las voces de la jerga taurina.
La primera parte profundiza en todos los avatares que están relacionados con la
corrida de toros:
La segunda parte está enteramente relacionada con la suerte de picar. Ésta era de
gran importancia por estar todavía presente los varilargueros en el ruedo (encargados de
las fincas de la nobleza que representaban a ésta en los ruedos. La diferencia entre el
varilarguero y el picador es que éste trabaja para el torero y el primero no).
Este libro supone un adelanto de los códigos normativos que llegarán tras la
Revolución Francesa, pues es un compendio de normas hechas para el cumplimiento de
todos.
En la primera página aparece una imagen de un torero que sostiene en una mano
una espada y en la otra un reloj. El reloj viene a significar el símbolo de la
productividad (concepto totalmente burgués "Por mi trabajo que se desarrolla en un
tiempo determinado cobro una cantidad específica de dinero").
La Tauromaquia, por tanto, avanzó antes que ninguna otra ciencia, una costumbre
en España que no era común. Regular una actividad con normas iguales para todos, sin
diferenciación. Lo que supone un código. Rompe con la división divina del tiempo,
marcada en el reloj del campanario: (tercia, sexta y nona; maitines, laudos, hora
intermedia, vísperas, completas). El toreo no cumple con las horas divinas.
19
2.2.2-. Real Escuela de Tauromaquia de Sevilla
Con la muerte de Pepe Hillo la fiesta de los toros entra en un cierto declive. El
Conde de Estrella, amigo del Rey Fernando VII, propone a éste la creación de una
Escuela de Tauromaquia en Sevilla, que finalmente se crea el 28 de mayo de 1830 por
Real Orden. Se nombra Maestro a Julio Romero y Ayudante a don Jerónimo José
Cándi) En ella se formaron: Paquiro, Francisco Arjona “Cúchares", Juan Pastor "El
barbero", y Manuel Domínguez "Desperdicios".
En la RETS es donde aprende un oficio la gente que no tiene nada que perder y
sí mucho que ganar, sin tener que perder su carácter popular ni tener como sustento
pedagógico la imposición de la educación de la clase dominante. Era la única forma de
la época para llegar a ser alguien importante sin haber nacido en la nobleza o en la
burguesía. Pero la verdadera importancia de la RETS radica en su carácter socializador
de integración de la juventud masculina de la época sin tener que renunciar a sus
orígenes. Se aprende una lección fundamental de un valor incalculable: Cómo dejar de
ser un niño para convertirse en hombre; o lo que es lo mismo, aprender a tomar
decisiones para empezar a ser independiente, y por tanto, responsables y libres. En el
matadero de San Bernardo se encuentra gran parte de la Ilustración del pueblo español.
20
su amistad con los profesores de la RETS se convierte en alumno de la escuela de
taruromaquía. Será el favorito de Cándido, ayudante del director.
Paquiro solicitará que impidan a los espontáneos llegar a la plaza para evitar el
intrusismo gratuito defendiendo así su profesionalidad y su sueldo. Establece, además,
la importancia del primer tercio. Esta tauromaquia distingue y jerarquiza a las personas
que se ponen delante del toro. Consigue que los varilargueros se hagan miembros de la
cuadrilla de los toreros. Colocan a los picadores detrás en el paseíllo, que salían delante
en representación de la nobleza y que los toreros vayan primero en el paseíllo.
21
2.3-. Circunstancias históricas y su influencia en las rivalidades taurinas
A partir del reinado de Isabel II, En España se formarán dos grupos de liberales:
los progresistas y los moderados. Ya con la Restauración se crearán dos partidos:
conservadores y liberales. Este turnismo político se corresponderá también con un
turnismo en la tauromaquia. Así pues, tanto en política como en los toros habrá
rivalidades durante todo el siglo XIX. Se resaltan a continuación los toreros más
destacados de la época:
22
3-. LA CORRIDA DE TOROS
El día antes del festejo se hace el primer reconocimiento: los toros salen del
cajón de los camiones y, uno a uno, van a un corral en el que los veterinarios, el asesor
taurino y el presidente del festejo están presentes, así como un miembro de la empresa.
En algunas ocasiones también está presente algún miembro de la cuadrilla. La finalidad
es apreciar si la res tiene algún defecto físico.
Se llama al toro al burladero (de cemento), con mucho cuidado para que no se
golpee con él. Lo normal es que se reconozcan 8 toros. (6 obligatorios y 2 de reserva) y
se elijan 6. No hay criterios específicos, éstos serán los que el presidente estime
conveniente. El dictamen del veterinario no es vinculante. Si no gustaran los toros
podrían traerse otros, incluso de otra ganadería. Una de las cosas por la que se podría
desestimar un toro es por su peso. El peso mínimo de un toro en plazas de primera es de
460 kilos y 435 en plazas de segunda. El novillo, por su parte, no puede pasar de los 500
kilos en plazas de primera.
Primero se hacen los lotes, es decir, se toma nota de los números de los toros y
se emparejan por hechuras, según las características de los animales. Lo normal es que
vengan de dos sementales distintos (3 y 3). Los hermanos se desunen a la hora de crear
los lotes. Además, se une el de mayor peso con el de menor peso, el de cornamenta más
grande con el de cornamenta más pequeña... y así hasta que se consiga que los tres lotes
sean muy parecidos para no crear suspicacia entre los matadores.
Seguidamente, el peón de confianza del primer espada (el torero más antiguo por
alternativa, no por edad) escribe en papel de fumar los tres lotes. Luego, el peón del
segundo espada dobla los papelitos y los hace bola y los mete en un sombrero. Ahora, el
peón de confianza del primer espada coge un papelito que será el lote que le haya
tocado a su matador y así, por orden, los otros dos.
Posteriormente, las cuadrillas se reúnen para ver los toros que les han tocado y
elegir el orden en el que saldrán a la plaza, el orden de la lidia. Ésta, una vez que se ha
decidido, se comunica a la autoridad, que levanta acta con el número, nombre y peso de
cada toro.
23
3.2-. El paseíllo. Colocación de los toreros
C) Banderilleros: En la segunda fila están los tres banderilleros del primer torero
en actuar, el más antiguo: los dos lidiadores y el llamado banderillero tercero. En
la segunda línea de banderilleros, los del segundo matador y en la tercera, los del
último torero de la terna. En cada línea de banderilleros, el tercero se sitúa en el
centro, mientras que el lidiador que lidie el primer toro de su jefe de filas se
coloca a la izquierda y el que lidia el segundo lo encontraremos a la derecha.
Sin embargo, la colocación de los dos lidiadores puede cambiar si alguno de
ellos tiene preferencia por un lado determinado, por motivos de superstición
normalmente.
E) Mulilleros y areneros: Tras los picadores, hacen el paseo el tiro de mulillas con
sus mulilleros, encargados de retirar los toros al desolladero, y los areneros,
encargados de mantener el ruedo en perfectas condiciones para la lidia.
24
3.3-. El primer tercio. Función
Tercio de varas
Parar el toro: Una vez parado el toro, lo habitual es que el torero se coloque en el
centro de la plaza mientras los picadores salen del patio de caballos. En ese espacio
muerto, el toro puede ser aguantado por el propio torero en el medio del ruedo o bien se
lleva al animal junto al burladero más alejado de la puerta de caballos, impidiendo que
el toro deambule por la arena hasta que los picadores se hayan colocado. Esta última
opción suele ser la más habitual, y para llevarla a cabo el banderillero es ayudado por un
lidiador de otra cuadrilla, ya que si durante ese espacio de tiempo sufriera un percance,
nadie se encontraría cerca de él para auxiliarle.
Durante la suerte de varas: Cuando el picador que debe picar el toro se ha colocado
en su lugar, muy cerca del burladero de la contraquerencia, el matador llevará al toro
frente al caballo y lo parará para la suerte de varas, fuera de la segunda raya. En este
momento los otros dos matadores ya se habrán puesto a la izquierda del caballo, junto a
25
los lidiadores. El último en llegar a ese lugar será el banderillero primero de ese toro,
que se habrá desplazado por el callejón desde el burladero que ocupaba mientras el
torero ha ido llevando al toro al caballo.
El picador que deberá realizar la suerte en el segundo toro del lote de su matador se
colocará en la parte opuesta de la plaza a la que ocupa el picador de turno por si el toro
mansea y se dirige a su querencia. Ese picador, llamado picador de la puerta, estará
auxiliado por el banderillero tercero, que deberá cortar al toro si se arranca a este
picador manera intempestiva.
Durante los quites: Durante la suerte de varas los matadores intervendrán en quites.
El torero al que le corresponde matar el toro quitará si lo desea tras el primer puyazo, el
compañero que le sigue en antigüedad lo hará tras el segundo y el tercer espada después
del tercer puyazo. Si alguno de los toreros no se hiciera presente para colocar al toro en
suerte o para hacer el quite, el torero que le sigue podrá realizar sus funciones.
El reglamento obliga a todas las reses a recibir dos puyazos en plazas de primera y
uno en las restantes. En este tercio existe un "subtercio", el de quites: acción de quitar al
toro del caballo de forma artística. Es el propio matador quien puede lucirse tras el
primer puyazo, si hubiera dos o más, el espada siguiente podría intervenir
reglamentariamente.
Durante los quites los matadores son auxiliados, si fuera necesario, por el
banderillero y el lidiador de la cuadrilla titular.
Tercio de banderillas
En el tercio de banderillas se colocan tres pares (el reglamento obliga a que el toro tenga
colocado al menos cuatro palos antes de dar por finalizado el tercio) con la participación
de los tres subalternos del matador a quien corresponde la muerte del toro:
26
otro banderillero abre y cierra el tercio. A su vez, este subalterno se
alternará con el que está lidiando en el siguiente toro de su matador,
cambiando las funciones: será el quien lidie y el que lidiaba será el
encargado de banderillear. Así alternarán tarde tras tarde y toro tras toro.
1-. Reavivar y alegrar la embestida del toro después de la lucha del tercio
anterior, dejándolo galopar y desarrollar sus condiciones. Muchos toros
apagados tras las varas, se suelen "venir arriba" en banderillas, crece su interior
de toro bravo.
Desde que se cambia el tercio el matador tiene diez minutos para desarrollar su
arte, enfrentado al toro con la muleta y la espada (una ayuda simulada hasta que decida
estoquear al toro, momento en el que cambia ayuda por la espada de acero).
En esos diez minutos el diestro procurará salirse a los medios con toro, en
condiciones de lidia normal, y torearlo por los dos pitones. La llamada faena de muleta
se compone de series de muletazos ligados y rematados mezclando toreo natural y
contrario:
Natural: aquel pase en el que se vacía la embestida del toro (dar salida al toro) por
el mismo pitón por el que se ha citado. En este sentido un pase con la izquierda
27
(denominado natural) y otro con la derecha (derechazo, montada la muleta con el
estoque simulado) son naturales por principio.
28