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La acción trascurre afuera de un cuartel en Stalingrado, luego de una batalla

entre las tropas de Otto y Frank. Junto a los vestigios de la batalla al lado de
THEA una fuente, se encuentran en escena Thea y Evha.

o La mujer y el comunista THEA: Oh, Evha querida hermana, nosotras que hemos de cargar todas las
desgracias que nuestro padre nos legó. ¿Sabes qué orden ha dado el oficial?
Personajes ¿O ignoras el daño que se nos avecina?

THEA, hija de Karl. EVHA: No, no me he enterado sobre alguna orden. Desde que nuestros
hermanos perecieron el uno a manos del otro, de nada me he enterado.
EVHA, hija de Karl.
THEA: Ya lo sabía, por eso te he pedido venir aquí.
HEINRICH HIMMLER, General designado en Stalingrado.
EVHA: ¿Qué es lo que tienes entre manos?
ALPHONSE, hijo de Heinrich
THEA: El oficial Heinrich ha dado la orden de sepultar con honores a nuestro
LENI (FRAU HIMMLER), esposa de Heinrich. hermano Otto. En cambio, respecto al cadáver de nuestro otro hermano,
Frank, dio la orden de dejarlo frente al cuartel soviético, con la condición de
MADAME BLAVATSKY, adivina.
que, si alguien se atreviera a llevarse el cadáver, este será condenado a
GUARDIAS muerte por fusilamiento como escarmiento para nuestro pueblo y el de los
soviéticos, como infinito traidor que fue. Ahora hermana, sabremos si eres
MENSAJERO una cobarde.
SOLDADO RASO EVHA ¿Qué provecho podría sacar yo de esta desgracia?
MUCHACHA THEA: ¿Lo harás? ¿Me ayudarás?
JUVENTUDES HITLERIANAS, dirigidas por el OFICIAL HITLERIANO. EVHA: Thea, ¿qué me estás proponiendo?

THEA: ¿Me acompañaras a sacar el cadáver?

EVHA: ¿Estas delirando?

THEA: Lo cierto es que es tanto mi hermano como el tuyo. Y no pienso


dejarlo.
, EVHA: ¿Acaso no te importa la orden que dio el oficial?

THEA: Es mi hermano y siempre lo será, no tiene derecho de alejarme de él.


EVHA: ¡Piensa en nuestro padre! Que murió odiado y siendo una vergüenza, EVHA y THEA se retiran; THEA se va por la izquierda simulando que se aleja,
también piensa en nuestra madre que puso fin a su vida con un cordón ¡Y en mientras que EVHA se va por la derecha.
nuestros hermanos! Que de un momento a otro acabaron las vidas de ellos
entre sí. Ahora que estamos nosotras solas, piensa en la muerte que nos JUVENTUDES HITLERIANAS: Rayos del sol, oh luz divina, majestuosa como
esperaría y recapacita; piensa que ante todo somos mujeres y no podemos ninguna otra sobre Stalingrado y sobre la sede del Tercer Reich que aquí se
ir en contra de hombres, además estamos sometidas a gente más poderosa construyó para acabar por siempre con los rusos, das paso a la placentera
que nosotras y estamos obligadas a seguir sus órdenes. Desobedecer no alba sobre la batalla, dejando caer tu certero has de luz sobre justos y
pecadores. Por un lado, Frank el infame traidor y líder de las tropas del
tiene ningún sentido.
ejército rojo, y por el otro, Otto, el temerario general, héroe del ejército
THEA: No te obligare, pero luego no querré tu ayuda. Tú sabrás lo que alemán, los cuales dieron fin a la batalla con la muerte del otro. Oh
harás. Por mi parte, cumpliré mi rol de hermana y le daré un entierro como desgraciados de un mismo padre, pero de diferente destino, ambos con un
se debe. Tu desprecio a lo sagrado luego te pesara. final poético. Por ahora será mejor dejar esto atrás, y celebrar la muerte del
general rojo y además de honrar al nuevo héroe de la nación.
EVHA: En mí no hay ningún desprecio, solo no tengo las suficientes
herramientas para hacer lo que planeas. El nuevo caudillo, Heinrich Himmler, se abre hacia el cuartel junto a su
sequito.
THEA: Di lo que quieras, yo ahora iré por nuestro hermano.
OFICIAL HITLERIANO: Con que has decidido presentarte. Dadas las
EVHA: Que desdichada, ¡siento un terrible temor por ti! circunstancias tú eres el siguiente al poder, ¿con qué fin nos citas?
THEA: Por mí no temas, preocúpate de tu propia vida. HEINRICH HIMMLER: Oficial, queridos jóvenes amantes del Fuhrer, los he
EVHA: No le cuentes a nadie. Que sea un secreto; yo haré lo mismo. citado hoy para informales que este país retomará su antigua grandeza. Las
debilidades y la fuerza hipnótica de los rusos lograron hacer titubear
THEA: Yo no lo hare. Divúlgalo. Me sería más odioso callarlo que divulgarlo. nuestro poderío, pero estoy aquí para reafirmar nuestro poder. Mi primer
mandato será darle todos los honores necesarios durante su cortejo fúnebre
EVHA: Eres valiente para a lo que cualquiera espantaría.
a Otto, quien defendió a su patria hasta que le fue arrebatada hasta su
THEA: Sé lo que hago. última gota de vida. En cambio a Frank, el exiliado, que traicionó a su patria
en medio de la batalla, dejarlo frente al cuartel, para que los cuervos hagan
EVHA: Pero no se debe seguir lo que es imposible. de él su comida, y custodiar su cuerpo, ya que si alguien intenta robarlo,
será fusilado y puesto junto al cadáver del traidor.
THEA: Deja de hablar de esa forma, o me serás odiosa. Ya estoy decidida a
que hacer, ya que nada me sería más intolerable que morir sin gloria. OFICIAL: Su amplio poder lo habilita en sus decisiones. ¿Alguna otra orden
que desee dejarnos?
EVHA: Esta bien, sin embargo, ten presente que es insensato lo que
planeas. HEINRICH: No sean blandos con quién ose violar mis órdenes.

Uno de los guardias se dirige desde el cuartel soviético al alemán.


GUARDIA: General, me presento ante usted no sin haber antes titubeado, HEINRICH: ¿No comprendes lo terribles que me resultan tus palabras?
para informarle lo que se me ha informado. Aquello no lo viví, tampoco vi
quién lo hizo. No he hecho nada, no merezco ninguna descarga por lo que le GUARDIA: ¿General, lo he herido en el alma o en la mente?
voy a contar. HEINRICH: ¡A ti qué te importa, charlatán! Te has vendido a los soviéticos.
HEINRICH: ¡Habla, muchacho, habla! Está claro. Mientras no me traigan a los culpables, sufrirán consecuencias.

GUARDIA: Alguien desenterró el cadáver y desapareció luego de honrarlo GUARDIA: (Alejándose) Que los encuentren. Pero será el destino quién
habrá de decidir el fin de esta terrible historia. Yo, por mi lado, no tengo
contrario a lo que usted ordenó.
nada que hacer aquí, por ahora. En este responso de la batalla, no me verán
HEINRICH: ¿Cómo dices? ¿Quién se ha atrevido a semejante ignominia? acá. Ahora que no he sufrido las consecuencias que creía, le agradezco al
Fuhrer.
GUARDIA: No lo sé. El culpable no dejó ninguna huella; la tierra estaba dura
y seca y no parecía haber sido removida. Tampoco había alguna señal que JUVENTUDES: Muchas maravillas tiene este mundo, y muchos sinsabores
apuntara al cuartel soviético. El cuerpo, cuando nos lo enseñó el primer también, pero ninguna como el hombre, que se abre paso a través de las
guardia en turno del día, no estaba enterrado, sino cubierto para evitar puertas de Brandemburgo y en las playas alemanas baña su cuerpo puro.
ofensas. Definitivamente lo hizo un hombre. Nos insultamos; los unos Que a la preciosa tierra, inagotable, año a año la purifica y se bendice de ella
insultaban a los otros y terminó en una pelea que nadie pudo evitar ni con sus frutos sabrosos.
controlar. Todos éramos igual de culpables pero ninguno confesaba. Todos
estábamos listos para presentarnos ante el Fuhrer para recibir cualquier Y acechando contra peces y aves, por todos sus medios, se asegura contra
castigo, cumplir con cualquier prueba de lealtad que demostrara que no ellas, al igual que contra la amenaza de los impuros, que han llegado a esta
hicimos nada, que no sabíamos nada. Como nada podíamos obtener de hermosa tierra solamente para ensuciarla, para acabarla. Él, hombre
aquel caos, habló uno de nosotros que al fin logró calmar la refriega alemán, perfecto, que se salvará a sí mismo y salvará al mundo haciéndolo
proponiendo que le reportáramos inmediatamente el incidente. Y ante su suyo.
voluntad se presentó que yo, ¡que yo!, fuera el designado a tan simpática ¡Qué indigno si practica impúdicamente la justicia! Quien actúe así, de ese
tarea. Aquí estoy, pues, contra mi voluntad y contra la de usted, bien lo sé, modo, en contra de las leyes del Tercer Reich, no se asocie a mí en
porque a nadie complace el mensajero de malas noticias. pensamientos y que huya del rifle alemán, que es uno solo por todo el
OFICIAL: General, ¿no será esto una muestra de la bondad humana del pueblo.
Fuhrer? Reaparece el Guardia con Thea, que camina entristecida.
HEINRICH: Cállate, si no quieres que te juzgue imbécil al mismo tiempo que OFICIAL: Válgame, ¿acaso es negable que esta desgracia es también de
inútil. No puedo creer que digas que el Fuhrer tendría un poco de bondad Thea? ¡Oh, desgraciada, hija sufriente de Karl! ¿No será que has infringido
con los traidores y que se preocuparía por semejante bestia. las leyes de tu gobierno?
GUARDIA: ¿Me permite hablar? GUARDIA: Aquí está. Ella ha sido. Pero, ¿dónde está el general?
OFICIAL: Vuelve del cuartel. THEA: De todas maneras, mi muerte ya estaba cerca, por eso permitir que el
cadáver de un hijo de mi madre estuviera insepulto me sería muy doloroso.
HEINRICH: ¿Qué ocurre? ¿Por qué se me necesita? La muerte para mí ya no significa nada. Puede que te parezca que actúo con
GUARDIA: ¡Oh general! No deberíamos los mortales, simples, negar hacer locura, pero al fin y al cabo me estoy reportando ante un loco.
algo cuando, al segundo, logramos hacerlo. Difícilmente habría vuelto aquí GENERAL: Digna hija del anterior líder Karl Himmler, demostrando fiereza
en vista de las amenazas con las que me has cargado. Pero como la
ante el infortunio.
satisfacción más grande es la que no se espera, aquí le traigo a esta
muchacha, cogida en el momento en el que preparaba el crimen. Por esta HEINRICH: Has de tener en cuenta que los más inflexibles pensamientos son
vez el destino no ha jugado, si no fue que fue labor mía y solo mía la captura los más propensos a caer, ni tú ni tu hermana podrán escapar de su muerte.
de esta mujer. Ahora, general, haga lo que le parezca necesario con la (A las Juventudes) Aquellos que en las sombras planean sus acciones
muchacha, yo estoy libre de juicios y castigos. perversas, serán juzgados bajo mi inquebrantable ley, pero sobre todo con
mi odio, un odio que va dirigido a aquellos que, pillados en pleno delito,
HEINRICH: La traes, sí, pero especifícame sobre la captura. quieren otórgale timbres de belleza.
GUARDIA: Ocurrió así. Al volver a nuestra trinchera, frente al cuartel
THEA: Ya me tienes, ¿que deseas además de mi muerte?
soviético, sacamos el cuerpo y lo pusimos en su lugar original, bien al
desnudo, empezando a descomponerse. Nos organizamos en la trinchera, HEINRICH: Con tu muerte me parece suficiente.
de forma que pudiéramos vigilar a la vez el cuartel enemigo y la estructura
dispuesta para castigar al traidor, enfrentándonos duramente a cualquiera THEA: ¿Qué esperas entonces? Con el entierro de mi hermano ya alcancé la
de los nuestros que se debilitaba en su posición. Así pasó el tiempo, el día mejor de las glorias, y todos estarían de acuerdo conmigo de no ser por el
soleado se convirtió en una mar de nubes negras cargadas de vientos miedo que los tiene oprimidos. El miedo de la guerra, el miedo del gobierno,
brillantes. Después de mucho tiempo se calmó esta tempestad y vimos a la el miedo de la inestabilidad. Pero la tiranía tiene entre muchas otras
muchacha, que al ver el cadáver desnudo estalló en gemidos y lanzó ventajas la de hacer y decir lo que le dé la gana.
ataques contra los que habrían sido capaces de devolverlo. En sus manos HEINRICH: Eres tú la única que piensa eso.
cargaba con los objetos necesarios para hacer sagrado a su pariente. La
agarramos, y no negó nada, lo que me produjo tanto satisfacción como THEA: ¡No! Es lo que piensan todos: pero ante ti reprimen su urgente deseo.
pena.
HEINRICH: ¿No te avergüenza ser la única que piensa distinto?
THEA: Lo he hecho. No lo niego.
THEA: No hay nada vergonzoso en honrar a un hermano.
HEINRICH: (Al centinela) Retírate y sigue sirviendo al Reich desde tu
HEINRICH: Y tu juzgas a justo igual que al impío.
trinchera (Sale el Guardia). (A Thea) Y tú, ¿sabías de esta prohibición?
THEA: Murieron siendo hermanos, no esclavos uno del otro.
THEA: Lo sabía. Claro que lo sabía.
Se acerca Evha junto a dos guardias
GENERAL: ¿Y aun así te atreviste a violar las leyes?
GENERAL: He aquí Evha, vertiendo lágrimas de amor por su hermana, HEINRICH: Oh, pero yo no aplico tal prohibición. Solo lo hará la muerte. (A
bañando sus hermosas mejillas en llanto. los guardias) Ya se ha dicho bastante. Háganlas entrar al cuartel y
enciérrenlas.
HEINRICH: (A Evha) Así que te movías por el palacio como una víbora… sin
darme cuenta alimente y di cobijo a dos desgracias que querían arruinar mi Entra Alphonse
imagen. Ahora habla. ¿Confesarás haber participado en el crimen o harás
ALPHONSE: Padre, nos distinguimos de los animales por nuestra razón.
como si no supieras nada?
Ahora dudo de tu razón, por esta sentencia. ¿Te has vuelto loco? Nuestros
EVHA: Si mi hermana está de acuerdo conmigo: acepto toda la batallones, desde Bélgica hasta Japón, e incluso nuestros enemigos, lloran la
responsabilidad que mi acto conlleva. sentencia de Thea. Abre tu mente, aquellos que se cierran a otras
perspectivas están verdaderamente vacíos. Padre, arrepiéntete de esta
THEA: No, no te permitiré hacerte cargo de mis actos. decisión que solo traerá desgracia a tu hijo, y a tu ejército. A pesar de mi
EVHA: No me niegues los honores de morir contigo y darle los respectivos juventud, te tengo un consejo: escucha
honores al muerto.
HEINRICH: ¿Por qué debería escuchar a un chiquillo como tú?
THEA: No quiero que mueras conmigo y hagas tuyo algo en lo que no tuviste
ALPHONSE: Lo importa es lo que digo, no mi edad.
parte.
HEINRICH: ¿Es premiable desacatar al Fuhrer?
EVHA: ¿Por qué me hieres así, hermana?
ALPHONSE: Claramente no. Pero, padre, los pueblos y los ejércitos lloran
THEA: Aunque parezca que me rio de ti, en realidad me compadezco. por Thea.
EVHA: ¡Ay de mi desgracia de no poder acompañarte en tu destino! HEINRICH: Las órdenes las doy yo, y ellos las cumplen. Nunca al revés.
HEINRICH: (A las Juventudes) Al ver a estas dos muchachas se puede saber ALPHONSE: ¿Te oyes? Suenas más infantil que yo.
que una acaba de enloquecer y la otra está loca desde que nació. Thea ha
decidido obrar desobedeciendo mis órdenes, por lo que merece su castigo. HEINRICH: ¿Te atreves a faltarme el respeto así?

EVHA: ¿Qué puede ser de mi vida sin mi hermana? ALPHONSE: Estás siendo necio.

HEINRICH: No te refieras a ella, que ya no existe. HEINRICH: Todo lo dices por ella.

EVHA: Pero, ¿acaso piensas matar a la novia de tu hijo? ALPHONSE: Por ella, sí, pero también por mí, y por la sensatez que deberías
tener.
HEINRICH: No quiero mujeres malas para mi hijo.
HEINRICH: De igual manera, no podrás casarte con ella, viva o muera.
EVHA: Pero eso sería incumplir lo acordado entre él y ella.
ALPHONSE: Si ella morirá, caerán otros con ella.
HEINRICH: ¿Me estás amenazando? Eres esclavo de una mujer, no seas THEA: ¡Oh, ciudad maldita! Que llegué a ti por amor, y eternamente viviré
castrante. en tus suelos por el mismo motivo. Voy sin que mi familia sufra, o llore.
Infeliz. Sola.
ALPHONSE: Si no fueses mi padre diría que te estás volviendo loco.
OFICIAL: Fue tu intrepidez la que te causó la muerte.
HEINRICH: ¿Ah sí? Pues desearás no haberme insultado. (A un guardia)
Tráiganla. Morirá ante sus ojos. THEA: Pues sí, sola. No me será mejor ver el sol salir. Ni una lágrima de
algún ser querido, ningún consuelo.
ALPHONSE: No, no creas que ella morirá en mi presencia.
HEINRICH: (A los guardias que llevan a Thea) ¿No se dan cuenta que
Sale Alphonse mientras siga aquí, no dejará de lloriquear? Llévensela cuanto antes. Viva o
OFICIAL: General, ese muchacho se ha ido hecho una furia. A su edad, ese muera, nosotros solo la habremos aislado, como corresponde.
temperamento es para preocuparse. THEA: ¡Oh ese sótano inmundo, cámara donde mi dirijo a enfrentar la
HEINRICH: Que se esfuerce. No logrará zafar de su destino a esas dos. incertidumbre de mi destino! Me alivia este dolor saber que en la muerte
me encontraré con mi padre, mi madre y mi hermano, aquel que solo luchó
OFICIAL: Entonces, ¿las matará a ambas? por lo que creía correcto. Muerto estuviste, y no dude en respetarte, en
defenderte. Aquí mi recompensa, Adler, por ser una buena hermana. Sin
HEINRICH: No. Solo a la que ha movido el cadáver.
embargo, para las mujeres y los soldados de todos los frentes de esta
OFICIAL: ¿Cómo lo hará? estúpida guerra he sido una mujer valiente. Y en verdad ni por mis hijos, si
los hubiera tenido, ni por mi marido, habría violado esta ley. Pero lo hice por
HEINRICH: Esta batalla insípida está acabando, así que clausuraré el sótano ti. Porque estabas solo. Se me juzgó por loca, y ahora se me encamina hacia
de este cuartel con su muerte. La llevaré allí y le dejaré la cantidad de la penumbra, eternamente, sola, sin descendencia ni amor.
comida necesaria para que viva. Allí, quizás notará lo estúpido de su actuar.
Los esclavos se llevan a Thea y entra Madame Blavatsky, con una muchacha.
Aparece Thea, conducida por dos guardias.
MADAME BLAVATKSY: General, percibí que necesita ayuda.
OFICIAL: Me es difícil reprimir las lágrimas ante la aparición de esta mujer,
que camina su muerte. HEINRICH: ¿Qué necesitas ahora, bruja rusa? Si bien he recurrido a ti por
ayuda, eso ya es parte del pasado.
THEA: Miren, soldados, que de todos los confines del mundo se unen en la
muerte, que camino hacia el final de mis días. ¡Ya por última vez siento el BLAVATSKY: No puede negar que me necesita. Lo he ayudado, y usted a mí
sol en mi piel! y aunque nos odies a los rusos por profesión, esto es importante.

JUVENTUDES: Aplaudida y renombrada, desde Francia hasta África, te HEINRICH: Bien. ¿Qué ocurre?
adelantas por el camino de los muertos. Sola tú, entre los vivos, has
BLAVATSKY: Escúchame. Estaba sentada en un edificio destrozado por sus
decidido despedirte del mundo.
bombas, resguardando a esta muchacha. Desde el escondite, podía ver toda
clase de aves y animales que lograron sobrevivir a la barbarie. Pero no le escondido en la tierra a un alma, indignamente, y porque aquí arriba,
mentiré, era un terreno muerto. En algún momento, sin embargo, hubo muestras otra diferente, sin ningún honor, como un perro. Esto, en fin, no te
vida. Un confuso clamor de pájaros nos sacó de este ojo de huracán que corresponde, y lo que haces es arbitrario. Por aquello te espera la justicia
vivimos. Eran cuervos, viles. Pero vivos. Comprendí que se atacaban. La del tiempo; serás abatido con la misma desgracia que has causado. Dentro
sangre de ustedes, mortales obstinados, se mezclaba en los suelos y el cielo de poco, tu estirpe va a llorar. Me has hecho enojar, y estoy ardiendo. Y no
ardía. Vaya que ardía. Esto me hizo darme cuenta que este mal caerá en tu lo haré sola. ¿Todavía crees que hablo por dinero? Llévame a nuestro
tierra. Porque la mía, la de los rusos, incluso en Moscú, está manchada. Se escondite, muchacha, para que sigamos como ratas mientras se decida el
mezclan las sangres de humanos y bestias, que quizá sean la misma cosa. final.
Los cuervos se han peleado por los muchachos muertos, aquellos separados
por las ideas. Piénsalo un poco, pues los errores son comunes a tu clase. Madame Blavatsky y la muchacha salen.
Aquel que no ha cometido error alguno, contra tu creer, es más impuro que OFICIAL: General, la bruja ha dicho bestialidades. Y tiene fama de certera
el que ha sabido reconocer sus caídas. Concede a ambos muertos, hermano entre la milicia soviética.
y hermana, sanidad y bienestar. ¿Qué sacas siendo tan terco? Buen consejo
es este, a pesar de nuestras diferencias, porque ambos queremos, de una HEINRICH: Lo sé, y estoy perturbado.
forma u otra, que acabe esta matanza.
OFICIAL: Sea prudente, General.
HEINRICH: Todos, sin ningún derecho, me apuntáis como responsable, y ni
HEINREICH: Pero, ¿qué hacer?
siquiera me libro de los presagios. Haced lo que quieras, pero Adler no será
enterrado. Ni aunque el Fuhrer lo ordene, su sepultura estará prohibida OFICIAL: Saque a la muchacha y constrúyale una tumba al comunista.
mientras esta guerra siga. Pero no. No voy a insultar a una bruja, y menos a Cuanto antes, mejor.
una mujer.
HEINRICH: Oh, con cuanta repugnancia reconozco este error garrafal. Pero
BLAVATKSY: Veo que quieres engañarte. debo hacerlo. (Hacia las Juventudes) Vayan hacia aquel oscuro sótano. He
cambiado de determinación, yo mismo le daré libertad a Thea.
HEINRICH: ¿Qué quieres, bruja? ¿Dinero? ¿Comida? ¿O información?
JUVENTUDES: Tú que has tenido tantos nombres, más ninguno tan
BLAVATSKY: Ustedes llegaron aquí gracias a mí. Bruja seré, pero nunca
verdadero como el de nuestro Fuhrer, oh gloria, una espléndida llama te
juego a dos bandos. No tengo pretensiones en esta patética guerra.
alumbra por todos los montes. Entre todas las urbes que esta guerra ha
HEINRICH: Eres astuta, pero malvada. acariciado, esta es la que más ha honrado sin ser alemana, y hoy; cuando
toda una nación está pendiente de una historia, has decidido darle un final
BLAVATSKY: Me obligarás a decir lo que me estoy guardando. noble.
HEINRICH: Dilo. Pero sin cobrar. MENSAJERO: ¡Escuchen, soldados! ¡Hombres y mujeres todas las naciones:
BLAVATSKY: Pues bien. No pasarán muchos días sin que pagues con la belgas, franceses, ingleses, soviéticos, americanos y japoneses! Himmler, el
muerte de un ser de tus entrañas el rescate de otro muerto, porque has nuevo mandatario, me parecía envidiable. Ahora, aquello se ha esfumado.
OFICIAL: ¿Qué pasó? MENSAJERO: Lo sabremos entrando al palacio. Pero sí, hay algo incómodo
en aquel silencio.
MENSAJERO: Alphonse ha muerto.
Sale el mensajero. Entra Heinrich con el cadáver de Alphonse y
OFICIAL: ¿Bajo quién cae su muerte? ¿Sobre su padre? acompañamiento
MENSAJERO: Se ha suicidado, en rabia contra su padre por la sentencia. HEINRICH: ¡Oh errores de mi mente sin consejo, obstinación siniestra!
OFICIAL: ¡Mujer, que bien has cumplido tu profecía! ¡Victimarios y victimas abundan en una sola familia!

Entra Leni Entra un soldado raso desde el cuartel

OFICIAL: Aquí veo que se acerca la esposa. ¿Ha oído, Frau Himmler, la SOLDADO: ¡General, cuantas desgracias lo acongojan! Entre al cuartel y verá
noticia? una más, pues su mujer ha muerto. Aquella madre sufriente se ha herido
fatalmente. Lo acusaba a usted de la muerte de su hijo.
LENI: No, no lo he hecho. ¿Qué ocurre?
HEINRICH: ¡Ay, muerte inevitable! ¿Por qué, por qué me acechas? ¿Qué
MENSJAERO: Yo, Frau, hablaré como testigo y no le ocultaré ninguna destino me espera? El terror me consume. ¿Por qué no habré muerto yo? La
palabra. Detrás del cuartel, mientras usted dormía, nuestros hombres desgracia brota de mis poros como el sudor en una batalla. ¿Cómo ocurrió?
retiraron el cuerpo del comunista e hicieron lo humano. Luego, buscamos la
escotilla dentro de nuestro cuartel para llegar a la cámara en la cual se había SOLDADO: Se hirió en el pecho. Con su propia mano.
sellado, aparentemente, el destino de la joven Thea. Uno de nosotros oyó HEINRICH: Cuan sufrible es mi vida. La culpa es mía, solo mía. Yo te he
gritos agudos, provenientes de aquel sótano oscuro, cuando oímos
matado, querida. Leni, esta es la verdad. Yo he acabado con mi estirpe,
lamentaciones dolorosas. Abrimos la escotilla, y en medio de aquel agujero creyéndolo necesidad. Pero fue vanidad, siempre. Vanidad de hombre.
vimos a la muchacha colgada con un lazo. Alphonse, aferrado a ella, la Simple, pueril vanidad de hombre.
abrazaba por la cintura. Lloraba la pérdida del amor, y la crueldad de su
padre. El muchacho, ante la increpación de su padre, tomó su revólver y
FIN
antes de que cualquiera desenfundara su pistola, la apuntó contra su propia
frente y disparó. Así, Frau Himmler, Leni, yace un cadáver junto a otro
cadáver.

Leni entra al cuartel

OFICIAL: ¿Qué conjeturas? Frau Himmler se ha ido sin decir nada.

MENSAJERO: Pues sí, es sorprendente. Supongo que ha decidido no llorarlo


frente a todos los hombres.

OFICIAL: No lo sé… tanta calma me parece un tanto perturbadora.

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