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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA


ESCUELA CENTROAMERICANA DE GEOLOGÍA

FOLLETO PARA EL CURSO DE GEOQUÍMICA APLICADA G-0233

DR. ROLANDO CASTILLO MUÑOZ

CICLO GEOQUÍMICO

1986
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PREFACIO

Lo escrito en este folleto en las décadas de 1970-1980, relativo a la materia a desarrollar en el


curso de Geoquímica Aplicada, G-0233, en la Escuela Centroamericana de Geología de la
Universidad de Costa Rica, sirvió para que el autor desarrollara el tema, pero nunca se editó como
un folleto de uso en docencia.
Hoy, en el 2016, se publican estos apuntes del profesor de la materia, que lo acompañaron
siempre durante la enseñanza de los principios básicos de la geoquímica aplicada a la exploración
mineral, que no han variado significativamente desde aquellos años. En la actualidad se han
ampliado principios en el campo del conocimiento del medio ambiente natural y artificial, con
aplicaciones en el campo de la agricultura, la contaminación, la salud pública y los seres vivos.
Precisamente, en esta tarea me encuentro hoy, cuando he estado muestreando,
sistemáticamente, los suelos, sedimentos fluviales y rocas del territorio continental del país, para
elaborar, antes que termine la década del 2010, si el destino me da la oportunidad, el Atlas
Geoquímico de Costa Rica, a escala regional. Este proyecto personal será una contribución al
desarrollo del país, en agradecimiento por toda la ayuda recibida de diversas instituciones y
personas, durante mi carrera profesional y académica.
Espero que estos apuntes sean algún valor a los interesados en el tema de la exploración de los
recursos minerales y del conocimiento del medio ambiente.
Dr. Rolando Castillo Muñoz
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CONTENIDO

PREFACIO 2
CAPITULO 1.- INTRODUCCIÓN 4
CAPITULO 2.- PRINCIPIOS BÁSICOS. AMBIENTE GEOQUÍMICO, DISPERSIÓN PRIMARIA Y
DISTRIBUCIÓN ESTADÍSTICA DE LOS ELEMENTOS. 9
CAPÍTULO 3.- DISPERSIÓN SECUNDARIA SUPERFICIAL 37
CAPÍTULO 4.- METODOS ANALÍTICOS 50

CAPÍTULO 5.- PATRONES DE DISPERSIÓN SECUNDARIA 61


CAPÍTULO 6.- ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO RESIDUAL 72
CAPÍTULO 7.- ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO TRANSPORTADO 82
CAPÍTULO 8.- LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS DE SUELO 94
CAPÍTULO 9.- ANOMALÍAS EN AGUAS NATURALES 108

CAPÍTULO 10.- LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS DE DRENAJE 119


CAPÍTULO 11.- EXPLORACIÓN GEOBOTÁNICA 129
CAPÍTULO 12.- BIOGEOQUÍMICA EN EXPLORACIÓN MINERAL 136
CAPÍTULO 13.- INDICADORES GEOQUÍMICOS GASEOSOS 150
CAPÍTULO 14.- MÉTODOS MATEMÁTICO-ESTADÍSTICOS PARA EL PROCESAMIENTO DE

DATOS GEOQUÍMICOS 154


CAPÍTULO 15.- APLICACIÓN DE LA GEOQUÍMICA EN LA BÚSQUEDA DE PETRÓLEO Y GAS
NATURAL 187
REFERENCIAS 194
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CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
1.1.- HISTORIA Y DESARROLLO
La actividad de exploración minera alcanzó gran actividad en el período comprendido entre 1940
y 1957 debido a la creciente demanda industrial. Gran parte de los gastos incurridos fueron
dedicados a la exploración de exposiciones rocosas ya conocidas con anterioridad por
prospectores mineros, pero aquellas mineralizaciones de difícil acceso a la mirada del hombre
fueron dejadas pasar desapercibidas por la falta de un método conveniente de detección.
Por lo anterior es que fue necesario trabajar en el desarrollo de técnicas de exploración
fotogeológica, geofísica y geoquímica con el objeto de aplicarlas a la localización de yacimientos
minerales no visibles a simple vista.
Fue así como se desarrollaron los métodos geoquímicos de exploración que consisten en realizar
análisis químicos de diferentes materiales geológicos y biológicos (p.e. sedimentos fluviales,
suelos, rocas, aguas, gases y plantas) en forma sistemática. El principal papel de la geoquímica
aplicada a la exploración mineral es la localización de yacimientos minerales ocultos. En la
actualidad, los principales geoquímicos aplicados se están empleando en estudios del ambiente,
para conocer tanto sus propiedades naturales como aquellas inducidas por la contaminación y
en esa forma aplicar políticas que tiendan a conservar y controlar las propiedades geoquímicas
que afecten el bienestar humano en particular y los seres vivos en general.
En exploración mineral las propiedades químicas que se aplican son los contenidos de los
elementos químicos, generalmente trazas metálicas, que tengan relación con la presencia de
algún yacimiento mineral y, por lo tanto, pueden definir patrones geoquímicos anómalos en
contraste con condiciones geoquímicas normales de los materiales geológicos y biológicos.
El análisis de los elementos traza, denominados también oligoelementos, empezó a alcanzar
importancia en exploración mineral en 1930, en Escandinavia y la Unión Soviética, por medio de
la aplicación del método espectrográfico aplicado al análisis de suelos y plantas; estos trabajos
estuvieron inspirados en las investigaciones realizadas por Godschmidt, Fersman y Vernadsky en
la geoquímica fundamental.
Durante la década de 1940, investigadores de Japón, Estados Unidos y Canadá llevaron a cabo
investigaciones en prospección geoquímica utilizando métodos de química húmeda y
espectrográficos.
En 1950 la investigación se proyectó a la Gran Bretaña y a otros países del oeste de Europa y a
los territorios de ultramar de África y el Lejano Oriente. Posteriormente, otros experimentos se
efectuaron en Australia, India y muchas otras partes del mundo y hoy día en cualquier lugar de
la Tierra se aplican las técnicas de prospección geoquímica.
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1.2.- TIPOS DE LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS


1.2.1.- LEVANTAMIENTOS DE SUELO
Los primeros análisis químicos de muestras de suelo sistemáticamente colectadas, fueron
realizados en 1932 por geólogos soviéticos. A estos levantamientos se les denominaron en Rusia:
“Levantamientos Metalométricos”. Alrededor de 1935, el Instituto de Geológico y de Prospección
de Moscú había perfeccionado el equipo y los métodos de análisis espectrográficos y
procedimientos de muestreo apropiados para levantamientos rutinarios de suelo. También
levantamientos de sedimentos fluviales, junto con los de suelos, fueron llevados a cabo en esta
época en la prospección de estaño. Durante este período, la prospección en la Unión Soviética
estuvo principalmente relacionada con los elementos: Cu, Pb, Zn, Ni, Cr, W, Mo y B.
En los países del mundo occidental, el primer trabajo experimental en suelos fue realizado en
1947 por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (U.S.G.S.). Después de lo anterior, se llevó
a cabo un programa de investigación en todas las áreas climáticas de los Estados Unidos.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos, en contraste con los métodos espectrográficos
desarrollados por los rusos, desarrolló métodos colorimétricos rápidos y simples. A principios de
1950 los levantamientos geoquímicos de suelo habían sido aplicados por compañías mineras en
la parte sur de los Apalaches y el noroeste de la costa pacífica de los Estados Unidos, con
resultados favorables. En Canadá se siguió la misma técnica estadounidense, sin embargo,
toparon con dificultades debido a la influencia glacial.
En los países de la Comunidad Británica (Coommonwealth), después del trabajo preliminar en la
Gran Bretaña y África, se aplicaron los métodos de prospección desarrollados en Norteamérica.La
mayor parte de este trabajo fue efectuado en África por el Centro de Investigación de
Prospección Geoquímica (Geochemical Prospecting Research Center) del Imperial College,
Universidad de Londres. Los estudios trataron de métodos para la investigación principalmente
de Cu, Pb, Zn, Co, Ni, Cr, Sn, W, Mo, Be, As y Sb y las investigaciones fueron realizadas
principalmente en Rodesia por medio de levantamientos de suelos y sedimentos fluviales,
acompañados a la vez por cartografía geológica y fotogeológica.
1.2.2.- LEVANTAMIENTOS DE DRENAJE
Los levantamientos de drenaje datan desde los primeros tiempos en donde se efectuaba
exploración mineral observando el contenido mineral en un residuo concentrado por medio de
paneo y luego siguiendo el rastro hasta la fuente de origen del mineral de interés. Este principio
era el aplicado durante la fiebre del oro que se extendió por el mundo. En la actualidad, en la
Unión Soviética todavía se aplica este sistema de exploración en reconocimientos minerales por
medio del muestreo sistemático de la fracción pesada de los sedimentos fluviales y se le conoce
con el nombre de “Método Shlikh”.
La posible aplicación del agua como medio de prospección mineral fue mencionada en 1540 por
Vannoccio Biringuccio en su libro “Pirotechnia”.
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Los primeros en efectuar análisis químicos a sedimentos fluviales fueron los soviéticos en 1930
por medio del empleo del método espectrográfico en la prospección de estaño. Este método es
en la actualidad acompañado con el examen mineralógico de las muestras. Sin embargo, el
primer levantamiento de rutina realizado por los soviéticos de acuerdo a un programa de
exploración, fue efectuado analizando aguas para uranio en áreas ricas en este elemento.
En el hemisferio occidental, el primer gran levantamiento de drenaje fue realizado en 1954, en
Canadá, sobre una superficie de 27.000 millas cuadradas y principalmente el contenido soluble
de metales pesados fue analizado. Posteriormente, varios programas extensos de prospección
geoquímica de drenaje han sido realizados en diversos lugares de África y el Lejano Oriente
utilizando sedimentos fluviales.
Recientemente, En Inglaterra se completó el Atlas Geoquímico de Inglaterra y Gales, por medio
de la recolección de muestras de sedimentos fluviales a una densidad de una muestra por milla
cuadrada, con el objeto de conocer el panorama geoquímico del país. El trabajo, realizado
principalmente entre 1968 y 1973, fue llevado a cabo por el Imperial College.
1.2.3.- LEVANTAMIENTOS DE ROCA
Los levantamientos de roca apenas están en la fase experimental y, por lo tanto, los mismos no
se efectúan todavía como una práctica de rutina en reconocimientos regionales.
1.2.4.- LEVANTAMIENTOS DE VEGETACIÓN
Este tipo de levantamientos pertenecen a la prospección biogeoquímica en donde se trata de
estudiar las plantas que pudieran mostrar, de acuerdo a su contenido químico, alguna relación
con posibles yacimientos minerales. El indicador más famoso es la “violeta calamina”, la cual
prolifera en suelos ricos en Zn en los distritos mineros del centro y oeste de Europa. Este mismo
tipo de estudios están ya siendo usados en trabajos de geoquímica ambiental.
La prospección biogeoquímica tuvo su inicio en 1936, en Cornwalles, Inglaterra, en donde se
estudiaron plantas que crecían sobre terrenos mineralizados de Sn y W y en Gales sobre áreas
mineralizadas de Pb y Zn. El muestreo fue sistemático y las cenizas de las plantas fueron
analizadas por el método espectrográfico. Solamente muy pocos resultados fueron publicados
de este trabajo.
En la Universidad de Columbia Británica, en 1945, H.V. Warren y colaboradores llevaron a cabo
un programa de investigación acerca del contenido metálico en plantas y su relación con
problemas de prospección mineral. Durante la fiebre el uranio, entre 1948 y 1956, un volumen
sustancial de levantamiento biogeoquímico fue llevado a cabo en el oeste de los Estados Unidos
por el Servicio Geológico de ese país.
No obstante que los levantamientos biogeoquímicos han mostrado resultados favorables en
prospección, los mismos no han adquirido un uso extensivo en vista de que resultados similares
se pueden obtener por medio del muestreo de suelos, que es más simple y directo.
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1.2.5.- OTROS TIPOS DE LEVANTAMIENTOS EN GEOQUÍMICA APLICADA


La exploración mineral no es el único campo donde la Geoquímica Aplicada juega un papel
fundamental para resolver problemas prácticos en provecho del ser humano y de los demás seres
vivos que habitan nuestro planeta. Dentro de estos campos en donde el geoquímico puede
colaborar junto con otros científicos y profesionales en diferentes ramas del conocimiento están
los siguientes:
La Geoquímica Aplicada a la Agricultura que tiene que ver con las fuentes de los elementos
químicos (mayores y menores), provenientes de las rocas, que juegan un papel muy importante
en la nutrición de las plantas y los animales. Esta labor debería ser realizada en una forma inter-
disciplinaria junto con ingenieros agrónomos que analicen más extensivamente los efectos de los
nutrientes del suelo en la salud y la productividad de las plantas y cultivos, y su influencia también
en las actividades pecuarias.
La Geoquímica Aplicada también juega un papel muy importante en sus aplicaciones en
Geoquímica Ambiental que estudia los problemas de contaminación ambiental y sus efectos en
los seres vivos, originados por las actividades agrícolas, industriales, energéticas y domésticas,
así como aquella contaminación natural generada principalmente por las rocas, suelos,
sedimentos fluviales y aguas y por los gases tóxicos expulsados por la actividad ígnea; este último
efecto dentro del ámbito de la Geoquímica Atmosférica.
El otro campo importante en donde la Geoquímica juega un papel importante, es en Geoquímica
Marina, pues contribuye en el conocimiento geoquímico de las aguas y los sedimentos que
conforman dicho ambiente, y su influencia en la vida del ser humano y demás seres vivos que
habitan dicho ambiente.
1.3.- LITERATURA EN GEOQUÍMICA APLICADA
Las primeras sinopsis en geoquímica aplicada son las de Ginsburg (1960) y Hawkes (1957) y
además el boletín 1000 del Servicio Geológico de los Estados Unidos (U.S.G.S.). También son
notables las comunicaciones técnicas y tesis de grado el Grupo de Geoquímica Aplicada (Applied
Geochemistry Research Group) del Imperial College de Londres; las publicaciones de la All Union
Conference en Métodos Geoquímicos de Prospección para Depósitos Minerales, realizada en
Moscú en 1956, editadas por Krasnikov en 1957. Las contribuciones de la mayoría de los países
de occidente contenidos en los reportes de los simposium en Geoquímica Aplicad en las sesiones
XX y XXI de los Congresos Geológicos Internacionales en la ciudades de Mexico y Copenague,
respectivamente. Y trabajos sobre métodos geoquímicos para la exploración de uranio
contenidos en los documentos de la Primera y Segunda Conferencias sobre los usos pacíficos de
la energía atómica.
El texto principal para la prospección geoquímica del petróleo es por Kartsev et.al. (1959). Varios
libros de texto contienen gran parte de los fundamentos de la geoquímica aplicada: el más
importante en el mundo occidental es : Geochemistry in Mineral Exploration por Hawkes y Webb,
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en su versión orinal de 1962 y el mismo libro, revisado y ampliado editado en 1979, con la
inclusión del autor Arthur W. Rose. Otra obra de gran importancia didáctica es el libro:
Exploration Geochemistry escrito por A.A. Levinson publicado en 1974 y su suplemento publicado
en 1980. En el campo de la Biogeoquímica y la Geobotánica Brooks (1972) publicó el libro
titulado: Geobotany and Biogeochemistry in Mineral Exploration, que resume muy bien lo
conocido en estos campos de la investigación en geoquímica aplicada.
Las revistas técnicas relacionadas con el tema son: Economic Geology, Mining Engineering,
Transactions of the Institution of Mining and Metalurgia (Londres), Razvedka i Okrana Nedr,
Geochimica et Cosmochimica Acta y más recientemente el Journal of Exploration Geochemistry.
El resto de la literatura se encuentra diseminada en revistas de geología, química e ingeniería
minera. Las publicaciones anteriores a 1954 se encuentran citadas en los boletines 1000A y
1000G del U.S.G.S.
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CAPITULO 2

PRINCIPIOS BÁSICOS

AMBIENTE GEOQUÍMICO, DISPERSIÓN PRIMARIA Y DISTRIBUCIÓN ESTADÍSTICA DE LOS


ELEMENTOS.

La geoquímica aplicada a la exploración mineral es desde luego primeramente descriptiva, ya que


se relaciona primordialmente con la preparación e interpretación de mapas geoquímicos, más
que de la investigación de los principios básicos.

2.1.- AMBIENTE GEOQUÍMICO.


La presión, la temperatura y la disponibilidad de los componentes más abundantes son los
parámetros del ambiente geoquímico que determinan cuáles fases minerales son más estables
en un punto dado.
El ambiente geoquímico primario, se extiende hacia abajo, desde los niveles inferiores del agua
meteórica circulante, a los niveles más profundos en los cuales se pueden formar rocas normales.
Es un ambiente de alta temperatura y presión, circulación restringida de fluidos y relativamente
bajo contenido de oxígeno libre.
El ambiente geoquímico secundario, es el ambiente de meteorización, erosión, transporte y
sedimentación en la superficie de la tierra. Se caracteriza por bajas temperaturas, presiones casi
constantes, libre movimiento de soluciones y abundante oxigeno libre agua y CO 2.
El movimiento de los materiales geológicos de un ambiente a otro se puede visualizar en
términos de un ciclo cerrado, o ciclo geoquímico (Fig. 2-1).
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Fig. 2-1
Ciclo Geoquímico

En este ciclo se pueden observar: 1) procesos primarios profundos de metamorfismo y


diferenciación magmática, 2) procesos secundarios de meteorización erosión, transporte y
sedimentación y 3) procesos primarios y secundarios de metamorfismo y procesos de refusión y
procesos de meteorización, transporte y de sedimentación similar al proceso 2.

2.2.- DISPERSIÓN GEOQUÍMICA


La dispersión geoquímica es el resultado de la interacción de procesos que puede ser
ampliamente clasificados en dos grupos: mecánicos y químicos (bioquímicos).
La dispersión mecánica se debe al efecto de agentes geológicos mecánicos como el efecto de un
cuerpo magmático, la acción mecánica glacial y fluvial, etc.
La dispersión química y bioquímica (Fig. 2-2) se debe al efecto de agentes químicos y bioquímicos
que dividen a los materiales geológicos en fracciones de diferente movilidad, en donde la fase
más móvil tiende a dejar el material original a través de adecuados trayectos naturales
caracterizados por gradientes químicos y físicos. Cuando esta fase móvil penetra a un nuevo
ambiente donde las condiciones favorecen la precipitación, una parte del material introducido
puede precipitarse y acumularse.
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Fig. 2-2

Proceso de dispersión

La dispersión puede ser, ya primaria o secundaria, de acuerdo al ambiente geoquímico en donde


tiene lugar.
En la dispersión primaria, los conductos y lugares de depósito son generalmente fisuras y
espacios intergranulares de las rocas profundas del ambiente primario. Por otro lado, la
dispersión secundaria, tiene lugar en o cerca de la superficie de la tierra, en donde los patrones
de dispersión se forman en las fisuras y diaclasas, en los espacios de poro, aún sobre la superficie
en contacto con el aire.
La dispersión como fenómeno geoquímico, está en función de la movilidad de los elementos
químicos de acuerdo a determinadas condiciones físicas, químicas y biológicas.

2.3.- MOVILIDAD GEOQUIMICA


La movilidad geoquímica se puede definir como la facilidad con que un elemento viaja de un
ambiente geoquímico a otro. La facilidad del movimiento depende de sus propiedades
mecánicas de la fase móvil, de factores como viscosidad de los magmas y las soluciones y del
tamaño, forma y densidad de los granos clásticos de los drenajes.
2.3.1.- MOVILIDAD EN CONDICIONES DE ALTA TEMPERATURA Y PRESIÓN
(HIPÓGENA)
Durante la cristalización de un magma, los constituyentes que no se pueden incorporar a las
redes cristalinas de los minerales estables de las rocas, se concentran en el “fluido residual
móvil”. Conforme la roca se enfría, una muy pequeña parte de esta fase móvil puede ser atrapada
mecánicamente, ya sea como oclusiones dentro de las redes cristalinas, o como burbujas o
películas delgadas entre las interfaces cristalinas. La totalidad es libre de abandonar el sistema,
de existir una salida adecuada. El agua que no se acomoda en los minerales de las rocas ígneas,
va a enriquecer los líquidos residuales. Con la disminución de la temperatura los líquidos
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residuales enriquecidos de agua empiezan a asumir las características de soluciones acuosas, que
son las que originan las vetas de depósito hidrotermal.
2.3.2.- MOVILIDAD EN CONDICIONES DE BAJA TEMPERATURA Y PRESIÓN
(SUPERGÉNICA).
La relación entre los campos de estabilidad de los minerales y la movilidad de los elementos
constitutivos es esencialmente la misma en condiciones de baja temperatura y presión que en
condiciones de alta temperatura y presión.
Si se conocen las especies minerales y las fases iónicas solubles y en donde al mismo tiempo las
constantes termodinámicas han sido determinadas, es posible calcular la solubilidad relativa y,
por ende, la movilidad de los elementos menores en las aguas naturales.
Sin embargo, el equilibrio químico en el ambiente acuoso superficial es afectado por la
coprecipitación inducida por lo óxidos hidratados de hierro y manganeso en los elementos en
solución y por la influencia de la materia orgánica en contacto con las soluciones naturales.
Para estimar empíricamente la movilidad relativa se compara la composición química de la fase
móvil (p.e. roca madre) con la fase móvil (p.e. agua natura de drenaje).
Polinov, al comparar la composición química de las rocas ígneas con arenas de rio obtuvo la
siguiente secuencia de movilidad relativa de mayor a menor:
Ca > Na > Mg > K > Si > Al = Fe
Anderson y Hawkes (1958, en Hawkes y Webb, 1962)) hicieron el mismo experimento en áreas
glaciadas dividiendo el contenido química del residuo mineral del agua fluvial y el contenido en
las rocas del norte de Nueva Inglaterra y obtuvieron:
Mg > Ca > Na > K > Si > Al = Fe
En la misma forma la movilidad relativa de los elementos menores puede ser determinada
comparando la composición química de las rocas con las aguas y suelos. Una consideración
cualitativa para algunos elementos, basada en experiencias prácticas en labores de prospección
geoquímica, se observa en la tabla 2-1.
TABLA 2-1
Movilidad supergénica de los elementos en ambientes silíceos libres de sulfuros

Movilidad Relativa Elementos mayores Elementos menores


Muy móvil S, Cl Br, I, Mo, B, Se
Moderadamente móvil Ca, Na, Mg, K Zn, Ba, U
Moderadamente inmóviles Si, Mn Ni, Co, Cu, As, Sb, Pb
Muy inmóviles Fe, Al, Ti Cr, Tierras raras

Hay que considerar que el agrupamiento señalado anteriormente puede sufrir variaciones
debidas a características locales del medio ambiente. Por ejemplo, la movilidad del Mo no se
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disminuida por un ambiente rico en Fe, y el Mn se convierte muy móvil en el ambiente reductor
en la base de un pantano.
En prospección geoquímica se pone atención a la dispersión de metales derivados de la
descomposición de yacimientos minerales, en un ambiente de sulfuros, se produce un ambiente
relativamente ácido con producción de gran cantidad de sulfuros y metales en solución en las
aguas subterráneas y condiciones excesivas de acidez son producidas por la oxidación de pirita y
marcasita.
Observaciones empíricas se han efectuado por diferentes investigadores en aguas de ambientes
ácidos ricos en sulfatos. Enmons (1917, en Hawkes y Webb, 1962) concluyó que en la zona de
enriquecimiento secundario, Ag en la ausencia de Cl es más móvil que Pb y Au; Cu es
relativamente móvil bajo condiciones oxidantes; Zn es móvil en ambiente ácido.
Lovering (1952, en Hawkes y Webb, 1962)), reportó que cuando las rocas encajantes consisten
de lutita y cuarcita los metales de la mineralización puede ser ordenados en sentido de movilidad
descendente como sigue: Pb < Au < Cu < Zn < Ag. En fracturas atravesando rocas carbonáticas,
en lugar de lutita y cuarcita, la Ag es relativamente inmóvil.
La movilidad relativa de metales derivados de la meteorización de depósitos de sulfuros es la
siguiente:
TABLA 2-2
Movilidad de los elementos por la meteorización de yacimiento de sulfuros
Movilidad Relativa Ambiente Silíceo Ambiente Calcáreo
Móvil S, Mo, Zn, Ag ------
Intermedio Cu, Co, Ni, Mo, As S, Mo, Zn, Ag
Inmóvil Fe, Pb, As Fe, Cu, Pb

2.4.- ASOCIACIÓN DE ELEMENTOS.


Ciertos elementos tienden a presentarse juntos bajo determinado grupo de condiciones. Esta
tendencia puede interpretarse como una manifestación de similar movilidad relativa.
En vista de que la movilidad de los elementos está sujeta a cambios en el ambiente, las
asociaciones geoquímicas resultantes son, por lo tanto, susceptibles a las modificaciones del
medio ambiente.
Algunos elementos mantienen características de asociación similares, a través de diferentes
condiciones geológicas. Otros que muestran mayor movilidad durante la actividad ígnea y el
metamorfismo, muestran diversas variaciones de asociación debido a que también juegan papel
importante en las fases de meteorización transporte y sedimentación.
Todavía otras asociaciones son características de muy específicas rocas plutónicas y yacimientos
de óxido asociados de yacimientos de sulfuros o de ciertos depósitos sedimentarios. Algunas de
las asociaciones geoquímicas más importantes por tipo de roca o presentación se incluyen en la
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tabla 2-3. La presencia de un miembro de una asociación probablemente podría sugerir la


presencia de otro miembro que por una razón u otra podría ser difícil indicarlo.
En la exploración minera, las asociaciones geoquímicas han llegado a establecer los llamados
“elementos guía”, los cuales pueden ser usados como indicadores indirectos de posibles
yacimientos minerales, cuando los principales elementos minerales buscados, no pueden ser
fácilmente detectados. Los elementos guía tienen aplicación en todas las fases de la prospección
minera. Ellos pueden presentarse como elementos mayores y menores y puede tener lugar tanto
en los minerales de ganga como en los de mena. Así que elementos como S, Se y Sb que se
presentan en minerales de sulfuros de importancia económica y que acompañan a la pirita,
pueden ser elementos guía para yacimientos minerales metálicos. Los elementos guía más
usados para diferentes tipos de yacimiento mineral se presentan en la tabla 2-4.
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TABLA 2-3
Asociaciones geoquímicas de elementos menores y trazas
Grupo Asociación
Elementos generalmente asociados K-Rb
Ca-Sr
Al-Ga
Si-Ge
Zr-Hf
Nb-Ta
Tierras Raras
Pt-Ru-Rh-Pd-Os-Ir
Rocas plutónicas Si-Al-Fe-Mg-Ca-Na-K-Tl-Mn-Zr-Hf-Th-U-
Asociación general (elementos litófilos) Be-Li-Sr-Ba-P—V-Cr-Sn-Ga-Nb-Ta-W-los
halógenos-y elementos de la Tierras Raras
Asociaciones específicas
Rocas ígneas félsicas Si-K-Na
Rocas ígneas alcalinas Al-Na-Zr-Ti-Nb-Ta-F-P-Tierras Raras
Rocas ígneas máficas Fe-Mg-Ti
Rocas ultramáficas Mg-Fe-Cr-Ni-Co
Algunos diferenciados pegmatíticos Li-Be-B
Algunos depósitos metamórficos de contacto Mo-W-Sn
Feldespatos potásicos K-Ba-Pb
Muchos otros minerales potásicos K-Na-Rb-Cs-Tl
Minerales ferromagnesianos Fe-Mg-Mn-Cu-Zn-Co-Ni
Minerales de sulfuros
Asociación general (elementos calcófilos) S-Cu-Zn-Pb-Fe-Ag-Au-Hg-Cd-In-Se-Te-As-
Sb-Bi-Ni-Co-Mo-metales del Platino
Asociaciones específicas
Reemplazamiento en caliza Zn-Pb-Ba-F-Sr
Complejo de metales base Fe-Zn-Pb-Ag-Cu-Se-Sb-Bi
Metales preciosos simple Ag-Au-As
Complejo de metales preciosos Ag-Au-As-Sb-Zn-Cu-Pb-Hg
Menas minerales asociadas a rocas ígneas máficas
Cobre porfídico Fe-Ni-Co-Pt
Depósitos fumarólicos Fe-Cu-Mo-Re
Hg-Sb-As-Se
Rocas sedimentarias
Óxidos de hierro Fe-As-Co-Ni-Se
Óxidos de manganeso Mn-As-Ba-Co-Mo-Ni-V-Zn
Fosforita P-Ag-Mo-Pb-F-Li
Lutitas negras Al-Ag-As-Au-Bi-Cd-Mo-Ni-Pb-Sb-V-Zn
Datos derivados de Golschmidt (1954) y Krauskopf (1955).
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TABLA 2-4
Elementos guía
Elemento guía Material muestreado Tipo de mena
As Pared de roca, suelo residual, Mena de Au en veta
sedimento fluvial
Hg Pared de roca y suelo Menas complejas de de Pb-Zn-Ag
Sulfuros epigenéticos
Se Gossan, suelo residual Mena de oro con Ag
Ag Suelo residual Depósitos de cobre porfídico
Mo Agua, sedimento fluvial, suelo Depósitos de sulfuros
SO4 Agua

2.5.- EL PATRÓN DE LA DISTRIBUCIÓN GEOQUÍMICA


La dispersión primaria y secundaria da lugar a patrones de distribución geoquímica (primarios y
secundarios) de los elementos químicos.
Los patrones de distribución pueden ser expresados con los siguientes términos:
1) Paisaje geoquímico: Es el patrón general de distribución de los elementos en respuesta a
todas las fuerzas dinámicas relacionadas con el movimiento de los materiales geológicos.
2) Relieve geoquímico: Es el patrón de distribución de los niveles de concentración de los
elementos de acuerdo a variaciones geográficas. El relieve geoquímico se define no
solamente por el contraste entre valores altos y bajos sino también por la homogeneidad
de su distribución.
3) Fondo: Es la abundancia normal de un elemento en un ambiente geológico dado. Es un
ámbito, más que un valor absoluto.
4) Umbral: Es el límite superior del fondo.
5) Anomalía: es una desviación de la norma. Más específicamente es una desviación de un
patrón geoquímico que es normal para un área dada o paisaje geoquímico.

2.6.- MAGNITUD DE LAS ANOMALÍAS: UMBRAL LOCAL Y REGIONAL


El relieve geoquímico está compuesto por: 1) una planicie de umbral regional, rodeando, 2) una
meseta de umbral local, más elevado, de la cual se eleva 3) la “anomalía” como pico separado.
(Ver Fig. 2-3)
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Fig. 2-3

Relieve geoquímico

2.7.- CLASIFICACIÓN DE LOS PATRONES DE DISPERSIÓN PRIMARIA


La dispersión de los elementos geoquímicos en el ambiente geoquímico primario, da lugar a
“patrones de dispersión” que se preservan en las rocas ígneas, metamórficas y de origen
hidrotermal, las cuales afloran en superficies por los efectos de la erosión.
Los patrones de dispersión primaria se clasifican, de acuerdo con el tiempo de formación en
relación con la roca encajante, en “singenéticas”y “epigenéticas”.
Los patrones singenéticos son aquellos que se formaron el mismo tiempo que la roca original,
mientras que los patrones epigenéticos son aquellos que se constituyeron por la introducción
posterior de material a la roca original.
2.7.1.- PATRONES SINGENÉTICOS DE DISPERSIÓN PRIMARIA
Los patrones singenéticos de dispersión primaria se encuentran preservados en las rocas ígneas
y metamórficas. Dentro de este tipo de patrones de dispersión, por conveniencia, se incluyen
aquellos que se presentan en las rocas sedimentarias, aunque por origen podrían ser
considerados como “patrones secundarios fósiles”
Algunos patrones singenéticos pueden mostrar relación con la presencia de yacimientos
minerales dentro de determinados tipos de rocas. Se sabe, que la asociación de ciertas clases de
yacimiento minerales con ciertos tipos de rocas plutónicas, han sido empleadas como
fundamentos en sus exploraciones por los geólogos de exploración por muchas décadas. Existen
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ciertos ejemplos familiares, como la asociación de casiterita con granitos potásicos, ilmenita con
anortositas, cromita con rocas ultramáficas, y sulfuros niquelíferos con rocas máficas y
ultramáficas.
En la definición de patrones singéneticos, tiene mucha importancia la detección de variaciones
en el contenido de elementos menores de las rocas ígneas, en especial elementos que no
constituyen los componentes principales de cualquier mineral formador de roca, pues estas
variaciones podrían se indicadores de la presencia de algún yacimiento mineral. Con base en esto,
es que es de vital importancia realizar un muestreo sistemático y análisis químico en las áreas de
interés, pues solamente con este procedimiento se podrían detectar las variaciones leves de
composición dadas por la asociación entre yacimientos minerales y las rocas encajantes.
En rocas sedimentarias, menas de varias clases pueden presentarse como depósitos singenéticos
formados al mismo tiempo que las rocas encajantes. Yacimientos sedimentarios de hierro, capas
de fosforita y depósitos de yeso, son ejemplos bien establecidos de yacimientos minerales
primarios singenéticos que dan lugar a patrones singenéticos de dispersión.
El tamaño de los patrones singenéticos de elementos menores en rocas, tanto de ígneas y
metamórficas, de origen profundo, como sedimentarias, oscila desde cientos de kilómetros hasta
la escala de minas o grupos de minas individuales. Los patrones de dispersión grandes,
corrientemente se conocen con el nombre de “provincias geoquímicas”, mientras que los
patrones de dispersión grandes más locales se conocen simplemente con el nombre de “patrones
singenéticos” locales.
2.7.1.1.- PROVINCIAS GEOQUÍMICAS Y METALOGENÉTICAS
Una provincia geoquímica puede definirse como un segmento de la corteza terrestre en el cual
la composición química difiere en forma significativa del promedio.
Las provincias geoquímicas se manifiestan principalmente como “asociaciones de rocas ígneas”,
en donde todos los miembros de dicha asociación se presentan relativamente enriquecidos o
empobrecidos de ciertos elementos químicos. Estas rocas no necesariamente tienen que ser de
la misma edad, más bien representan un periodo considerable de tiempo geológico.
Por otro lado, grandes áreas de la superficie terrestre pueden también caracterizarse por una
abundancia no usual de menas de un mineral metálico conociéndose, por consiguiente, como
“provincias metalogenéticas”. Ejemplos de este tipo de provincias se pueden mencionar a las
áreas productoras de cobre del Perú y Chile, los campos de cobre en el Escudo Canadiense, las
áreas de estaño en el noroeste de Europa y los campos de uranio en el Escudo Canadiense.
En aquellas partes de la tierra en donde una provincia metalogenética coexista con una provincia
geoquímica, estudios simples del contenido de elementos traza de las rocas ígneas, pueden
ayudar a definir áreas geográficas dentro de las cuales las posibilidades de descubrir yacimientos
minerales son buenas.
Una provincia geoquímica definida por una diferencia general en composición puede confundirse
fácilmente con variaciones en la composición de las rocas ígneas y metamórficas debido a otras
causas. Procesos normales de petrogénesis, que empiezan con grandes volúmenes de rocas de
19

composición promedio, pueden también producir grandes volúmenes de rocas que difieren
sustancialmente de la composición promedio. Los accidentes de erosión pueden hacer que
afloren en superficie otros productos de la diferenciación más comunes que otros miembros de
la misma estirpe ígnea. En forma similar, la historia tectónica de un área puede explicar la
introducción de grandes columnas de rocas ígneas normales, no representativas, como basalto y
peridotita, lo cual da una composición aparente que difiere del promedio para la corteza
terrestre. Ejemplos de provincias geoquímicas son las de cobre en el suroeste de los Estados
Unidos (Arizona, Nuevo México) y de U en las provincias de Esclavo y Oso en Canadá (Ver Figs.
2-4 y 2-5).

Fig. 2-4

Provincia geoquímica de cobre en Estados Unidos


20

Fig. 2-5

Provincia geoquímica de uranio en Canadá

2.7.1.2.- PATRONES SINGENÉTICOS LOCALES DE DISPERSIÓN PRIMARIA


Estos patrones se presentan cubriendo áreas de extensión más restringida; son patrones
medidos en términos de kilómetros más bien que en cientos de kilómetros.
Su génesis no se relaciona con diferencias originales de la composición de la corteza, más bien se
relaciona con procesos locales de petrogénesis, diferenciación y metamorfismo.
Por ejemplo, en un stock de granito (Fig. 2-6), se nota el incremento de la radioactividad y el
contenido de SiO2 en dirección de una importante mineralización de oro, a lo largo de una
distancia de 5 Km. Gross (1952, en Hawkes y Webb, 1962)) atribuye la variación de los elementos
radiactivos y la de SiO2 al mismo proceso genético que contribuyo al emplazamiento del
yacimiento o mineralización.
21

Fig. 2-6

Stock de granito y relaciones geoquímicas con una mineralización de oro

Se ha reportado (Jedwab, comunicación personal en Hawkes y Webb 1962) que un granito


conteniendo depósitos de venas pegmatíticas comerciales puede distinguirse de un granito
asociado desprovisto de venas pegmatíticas comerciales, por el contenido de los elementos traza
en la biotita. Se encontró que la biotita del granito productivo contenía un promedio de 10 ppm
Ni, 455 ppm Sn, 3450ppm Li en comparación con 30 ppm Ni, 200 ppm Sn y 380 ppm Li en la
biótica del granito sin importancia.
2.7.2.- PATRONES PRIMARIOS EPIGENÉTICOS DE DISPERSIÓN PRIMARIA
Los patrones epigenéticos de dispersión primaria se originan por la acción hidrotermal. La acción
hidrotermal altera geoquímica y mineralógicamente las roas e introduce menas minerales, antes
durante o después del periodo de formación.
La dirección de los fluidos de soluciones ácidas calientes, sique principalmente las vías de
comunicación de las rocas por movimiento de masa y, secundariamente y en mínima parte, por
difusión a través de la matriz, con movimientos de abajo hacia arriba, lateralmente y de arriba
hacia abajo.
Identificando las vías de comunicación por donde fluyen las soluciones hidrotermales es posible
facilitar la labor de prospección geoquímica.
2.7.2.1.- ANOMALÍAS O PATRONES PRIMARIOS EPIGENÉTICOS DE PARED DE ROCA
Los patrones anómalos epigenéticos de pared de roca o de difusión se forman por
metasomatismo, en las rocas adyacentes al yacimiento o mineralización formada por la acción
hidrotermal. Esta zona de enriquecimiento o aureola puede ser definida por medio de minerales
22

diagnósticos o indicadores (mineralogía) o por medio de análisis químicos de rocas de grano muy
fino que no deja ver claramente la zona de enriquecimiento. Se ha encontrado que el contenido
metálico en las aureolas desarrolladas en rocas masivas, corrientemente disminuye
logarítmicamente conforme nos alejamos del contacto con el yacimiento. (Fig. 2-7)

Fig. 2-7

Anomalías epigenéticas de pared de roca

El comportamiento logarítmico sería el mecanismo esperable si la transferencia del material se


efectuara por difusión a través de un medio estático. El fracturamiento, incluído el micro, permite
un flujo más irregular de soluciones mineralizantes, por lo tanto, una aureola más irregular.
El ancho de la aureola varía también con la reactividad química de la roca. En rocas altamente
reactivas como caliza o dolomita, la aureola corrientemente se restringe a una zona de la 1 a 7
metros de anchura contiguo al yacimiento o mineralización. En rocas menos reactivas como las
rocas silicáticas, ígneas y metamórficas, la aureola se puede extender de decenas a centenas de
metros del contacto con la mineralización.
Patrones secundarios de dispersión resultantes del lavado supergénico y redistribución de
metales de mena, pueden ser confundidos algunas veces con aureolas formadas al momento del
depósito de la mineralización. Una confusión de esta clase es fácil que se presente con el Zn, en
razón de que el Zn es relativamente móvil en el ciclo de la meteorización de un depósito de
sulfuros en oxidación.
2.7.2.2.- ANOMALÍAS O PATRONES EPIGENÉTICOS DE FUGA
Anomalías de fuga o de infiltración son aquellos patrones epigenéticos que se manifiestan en
superficie respondiendo a yacimientos ocultos. (Fig. 2-8) La dispersión de los elementos
principales constitutivos de dichos yacimientos, se efectúa a través de rocas masivas y a lo largo
de las zonas de fractura.
23

Fig. 2-8

Anomalías de fuga

Cuando se presentan anomalías de fuga se pueden inferir las siguientes situaciones:


1. Que las anomalías o patrones representan restos de precipitados de soluciones
provenientes de yacimientos más alejados y que la mayor parte del precipitado ha sido
dejadas en el camino, y
2. Que son restos de un yacimiento ya erosionado.
La posición de las anomalías de fuga, con respecto a yacimientos ocultos, depende de las
condiciones estructurales locales. Si la estructura del yacimiento es vertical, la anomalía de fuga
es esperable que se sitúe encima del yacimiento. Si la estructura es inclinada, es más esperable
encontrar la anomalía desplazada de la vertical con respecto al yacimiento.
La forma (ancho) del patrón anómalo de fuga también depende de las condiciones estructurales
locales. Por lo tanto puede oscilar desde más o menos impregnaciones homógeneas en rocas
permeables, (Fig. 2-8a) sobreyaciendo a un yacimiento, a patrones más angostos en rocas
atravesadas por fisuras bien definidas. (Fig. 2-8b)
2.7.2.3.- ANOMALÍAS O PATRONES EPIGENÉTICOS GASEOSOS
Estos patrones de dispersión se pueden producir por el movimiento de gases de baja
temperatura a través de poros abiertos en rocas y suelos, para luego escapar a la atmósfera. El
movimiento libre de gases tiene lugar solamente encima de la tabla de agua a través de una
matriz permeable que permita el paso de los gases.
24

Ciertos gases pueden también moverse en forma disuelta en agua subterránea (libre
movimientos) o en agua de poro (p.e., agua estática en los espacios de poro de rocas
impermeables como lutita).
Los patrones epigenéticos de dispersión gaseosa pueden ser detectados por el análisis, ya sea del
aire del suelo, del gas disuelto en el agua subterránea y en el gas condensado en las rocas y en el
suelo.
De los elementos no radiogénicos, el Hg es el único elemento cuyos patrones de dispersión se les
ha dado una seria importancia como ayuda en la exploración minera. Sus aplicaciones han sido
principalmente en la Unión Soviética. Las anomalías de Hg han sido detectadas por el análisis de
rocas más bien que suelos.
El Hg no se dispersa a través del agua, de ahí que su aplicación más efectiva sea en zonas
desérticas. Anomalías de Hg han mostrado correlación con yacimientos de Hg y yacimientos de
galena y blenda ricos en Hg.

2.8.- DISTRIBUCIÓN ESTADISTICA DE LOS ELEMENTOS


De acuerdo a Ahrens (1954, en Hawkes y Webb, 1962)) la distribución estadística de los
elementos es más log-normal, lo cual significa que el contenidos de los elementos en los
materiales geológicos tiende a ser simétrico alrededor de la media geométrica. Lo anterior es
distinto a la distribución simétrica de la población alrededor de la “media aritmética”, lo cual
sería el caso de la distribución normal.
Los parámetros más usados para hablar sobre la distribución estadística de los elementos son: la
media, la mediana, la desviación standard y el ámbito.
La “media” o “promedio” es una medida de tendencia central, que indica hacia donde se agrupan
los valores.
La media aritmética (𝑥̅ ) se expresa:
∑𝑛𝑖=0 𝑥𝑖
𝑥̅ =
𝑛
La ”media geométrica” (G) es una medida de tendencia central que se expresa:

G = 𝑛√𝑥1 + 𝑥2 + ⋯ 𝑥𝑛

o también:
log 𝑥𝑖
G= antilog ∑𝑛𝑖 𝑛

La “mediana” es una medida de tendencia central que divide a la población en dos partes iguales.
La “desviación standard” (s), es una medida de dispersión alrededor dela media, que se expresa:
25

(𝑥1−𝑥2)
s = √∑𝑛𝑖 𝑛

El “ámbito” es la diferencia entre el valor máximo y el valor mínimo. Es una medida de dispersión.
Existen distribuciones estadísticas unimodales (una sola población) y polimodales (varias
poblaciones).
Con respecto a la distribución estadística de una población homogénea (p.g., la composición
química de los sedimentos fluviales derivados de una misma litología o litología homogénea), se
puede decir, que en dicha distribución simétrica unimodal, se encuentra que existe poco error al
asumir:
1. Que 2/3 de la población se distribuye en una región comprendida dentro de +/- 1 s.
2. Que el 95% de la población se distribuye en una región comprendida dentro de +/- 2 s.
3. Que menos del 1% de la población se localiza más allá de +/- 3 s.
Todo lo anterior se estima con respecto a la media.
Con relación a la distribución estadística, los parámetros geoquímicos: fondo, umbral y anomalía,
se calculan con base en el conocimiento de la media o mediana y de valor de concentración
positivo correspondiente a 2s o 3s, los valores anómalos definen anomalías posibles y probables,
respectivamente (Fig. 2-9).

Fig. 2-9

Distribución estadística log-normal de los valores de fondo, umbral y anomalía


26

La distribución de frecuencia puede también ser examinada usando papel graficado especial,
conocido como papel logarítmico-probabilidad, diseñado de tal forma para plotear los
porcentajes de frecuencia acumulados (frecuencia acumulativa) contra la concentración (Fig. 2-
10).

Fig. 2-10

Histograma y ploteo de la curva de frecuencia acumulativa para varias poblaciones

Si la distribución de frecuencia es normal, la curva de frecuencia acumulativa para una sola


población es una “línea recta”. Cuando la distribución de frecuencia representa más una
población, las líneas muestran saltos y curvamientos.
Cuando se trata de poblaciones pequeñas, o cuando la distribución de la población es irregular,
algunos sugieren tomar la mediana como el fondo y el valor de umbral como aquel valor el cual
puede ser excedido por no más del 2.5% de la población o individuos u observaciones. Se deben
excluir del cálculo los valores erráticos.
27

2.9.- APLICACIÓN DEL METODO DE LEPELTIER (1969) AL TRATAMIENTO DE DATOS


GEOQUÍMICOS
En la aplicación del método de Lepeltier es preciso seleccionar un grupo de datos precisos tan
grande y homogéneo como sea posible. Lepeltier considera que 50 es el número mínimo de
individuos necesario para la aplicación del método a una población homogénea y precisa.
El intervalo de clase aplicado a datos geoquímicos es 0.1 1og. Se debe tener la precaución de no
empezar los límites de clase con un número entero, con el objeto de que los resultados analíticos
caigan dentro de los límites.
La forma más usual empleada en geoquímica es la siguiente:
Límite de clase (log) ….0.07,0.17, 0.79, 0.37, 0.47, 0.57
Límite de clase (p.p.m.) …. 1.18, 1.48, 1.86, 2.34, 2.95, 3.72
Los anteriores límites de clase se pueden extender en ambas direcciones.
Lepeltier, empieza a acumular las frecuencias desde los valores más altos a los más bajos. Lo
anterior, en vista de la falta de precisión en los valores más bajos y la importancia que tienen los
valores más altos en la determinación del nivel de “umbral”.
Siendo la curva de frecuencia acumulativa una integral, la ordenada debe ser ploteada en los
límites de clase y no en el centro de clase; entonces en vista de que uno acumula las frecuencias
de los valores más altos a los más bajos, las frecuencias acumuladas se plotean contra los límites
de clase inferiores.
Además Lepeltier considera que : siendo (b) el valor mediano y (s) la desviación standard,
entonces:
68.26% de la población cae entre b-s y b+s
95.44% de la población cae entre b-2s y b+2s
99.74% de la población cae entre b-3s y b+3s
Redondeando los valores anteriores de por ciento de población entre 2s y 3s, a 95 y 99,
respectivamente, en la curva de frecuencia acumulada de Lepeltier podemos calcular:
1. El “fondo”, el cual es la mediana (50% de la población).
2. El umbral de anomalía posible, que es ya sea, arriba de b+2s o debajo de b-2s, y que se calcula
al 2.5 y 97.5 en el eje ordenado de por ciento de frecuencia acumulada.

2.10.- PRINCIPIOS DE TRATAMIENTO ESTADÍSTICO DE DATOS GEOQUÍMICOS


En esta parte se consideran algunos ejemplos para ilustrar tipos de cálculo estadísticos simples
que se efectúan a datos geoquímicos. Esos ejemplos se restringirán exclusivamente a aquellos
tipos de cálculos que se efectúan a cada grupo de datos geoquímicos, con el objeto de realizar la
28

interpretación subsiguiente. Además estos cálculos son efectuados sin la ayuda de la


computadora.
Considere el grupo de valores dados en la tabla 2-4.
Tabla 2-4
Contenido de cobre en limos (ppm) Basado en Archer y Main (1971, en Levinson, 1974)

32 138 160 950 50


32 68 165 1360 64
20 54 89 100 76
74 46 116 136 120
26 59 41 424 360
50 54 116 1020 480
152 66 91 820 100
80 62 100 240 350
58 33 89 1600 94
140 92 340 570 372
48 45 106 130 480
54 152 196 120

Estos valores representan el contenido de cobre expresado en ppm para 59 muestras de


sedimentos fluviales colectados en el prospecto Casino, en el Territorio de Yukón, Canadá, como
fuera reportado por Archer y Main (1971, en Levinson 1974). Este grupo particular de datos sirve
como un valioso e ilustrativo ejemplo, porque las muestras provienen de un área en la cual se
descubrió un yacimiento mineral. Tanto los valores de fondo como los anómalos están
comprendidos dentro del área.
Examinando los valores dela tabla 2-4, no es inmediatamente obvio cuál proporción de estos
valores serían mayores que un valor especificado, dígase por ejemplo, un umbral (t) de 50 ppm.
Sería también difícil estimar, por inspección, el valor local de fondo para este grupo de datos.
El primer paso para tratar los datos, es colocar los valores en orden de magnitud creciente. Los
valores ya ordenados se presentan en la tabla 2-5. Sin embargo, las respuestas a las dos preguntas
antes mencionadas no se obtienen de inmediato. Contando el número de valores empezando
por el valor más bajo debajo de 20, se determina que hay 11 valores menores o iguales que 50 lo
que significa que 48 de los 49 valores son mayores que 50. Si el valor regional de fondo era 50
ppm y asumiendo que las muestras colectadas fueran representativas del área total, se deprende
que el nivel de concentración localizada representado por estos datos estarían bastante encima
del nivel regional.
Para establecer el valor local de fondo para un grupo de datos dado, es usual tomar un estimado
de la “mediana” de la distribución de los datos. La mediana se define como el valor que divide a
29

la población en dos partes iguales, es decir, una mitad de los valores es menos que el valor
“mediano” y la otra mitad es mayor. Para el grupo de 59 valores, la mediana correspondería al
valor número 29. Referido este número a la tabla 2-5, la mediana sería 100 ppm.
También es importante determinar cuál de los valores o ámbito de valores se presentan más
frecuentemente en estos datos. Para cumplir con esto, los datos pueden ser subdivididos en
intervalos específicos y así, presentarlo en forma de una tabla de frecuencia. Para hacer esto se
debe hacer notar que el tamaño del intervalo junto con el número de intervalos requeridos para
representar los datos adecuadamente no es siempre una tarea fácil. Un intervalo muy amplio
suavizaría la distribución de los datos originales.
Una fórmula corriente para seleccionar el número de intervalos más conveniente en un grupo de
datos es la siguiente:
K = 10 log10 N
Donde K es el intervalo mayor contenido en la expresión de la derecha y N es el número de
observaciones. Esta fórmula es válida para N mayor que 30. Para los datos de la tabla 2-5, en la
cual hay 59 valores, el número de intervalos se calcule como:
TABLA 2-5
CONTENIDO DE COBRE DERIVADO DE LA TABLA 2-4 ORDENADO EN
SENTIDO ASCENDENTE DE CONCENTRACION
20 54 89 130 360
26 54 91 136 372
32 58 92 138 424
32 59 94 140 480
33 62 100 152 480
41 64 100 152 570
45 66 100 160 820
46 68 106 165 950
48 74 116 196 1020
50 76 116 240 1360
50 80 120 340 1600
54 89 120 350

Para obtener la amplitud del intervalo, se puede dividir el valor mayor de la tabla 2-5 entre 17, lo
cual redondeado hasta el múltiple más cercano de 10 da un valor de 90. Con lo anterior
completado, procedemos a tabular los datos en la forma de una tabla de frecuencia, la cual se
presenta en la tabla 2-6.
30

Tabla 2-6
Distribución de los datos de cobre agrupados de acuerdo a la tabla 2-5
Intervalo de Punto medio Frecuencia Frecuencia Frecuencia %
clase del intervalo de clase relativa acumulativa Frecuencia
Xi fi acumulativa
0-90 45 25 .42 25 42
91-180 135 19 .32 44 74
181-270 225 2 .03 46 77
271-360 315 3 .05 49 82
361-450 405 2 .03 51 85
451-540 495 2 .03 53 88
541-630 585 1 .02 54 90
631-720 675 0 .00 54 90
721-810 765 0 .00 54 90
811-900 855 1 .02 55 92
901-990 945 1 .02 56 94
991-1080 1035 1 .02 57 96
1081-1170 1125 0 .00 57 96
1171-1260 1215 0 .00 57 96
1261-1350 1305 0 .00 57 96
1351-1440 1395 1 .02 58 98
1441-1530 1485 0 .00 58 98
1531-1620 1575 1 .02 59 100
59 1.00

Es posible ahora tener una idea más clara acerca de la naturaleza de la distribución. Tanto la
frecuencia acumulativa como las clases de frecuencia se presentan en la Tabla 2-6;
posteriormente se verá la forma en que las frecuencias acumulativas pueden usarse en la
interpretación.
Lo que queda claro al inspeccionar las clases de frecuencia en la tabla 2-6, es que la distribución
de los valores de cobre disminuye hacia los valores mayores, es decir hay mayor cantidad de
valores bajos de cobre. Esta distribución es típica de la distribución de los elementos traza en
general, en tanto en que en la mayoría de los casos, la porción de un área total caracterizada por
un contenido anómalo de un elemento dado, es usualmente muy pequeño y no hay por lo tanto
que sorprenderse que se encuentre esta distribución. Se puede preparar un histograma como el
que se muestra en la figura 2-11. Se construye un histograma ploteando la frecuencia de clase
versus el punto medio de cada intervalo de clase.
31

Fig. 2-11

Histograma de frecuencia
Se podría saber, cuál intervalo contiene el mayor número de valores a partir del histograma, se
observa que es el intervalo de 0 a 90. El punto medio de este intervalo es la “moda” de la
distribución, es este caso 45. Si se compara con la mediana, la cual fue encontrada igual a 100, y
habiendo una gran diferencia entre ambas, podemos concluir que la distribución de cobre es
asimétrica con concentración de valores bajos inclinados (“skewed”) a la derecha o hacia los
valores altos. Como una regla general, la mediana más bien que la moda es una estimación más
confiable del valor del fondo de un elemento, porque la moda depende del intervalo
seleccionado al subdividir los datos en las clases de frecuencia. Para cualquier estimado de un
valor de fondo, sin embargo, debe tenerse cuidado al asegurarse que los datos muestreados son
representativos de las mismas o similares poblaciones madre.
Para datos con un gran número de observaciones, la mediana puede también ser estimada a
partir de la frecuencia acumulada graficada (Fig. 2-12) Si tomamos los valores de frecuencia
acumulados en la tabla 2-6 y se prepara un gráfico de frecuencia acumulada versus los puntos
medios de los intervalos de clase, se obtiene un valor mediano igual a 112.
32

Fig. 2-12

Curva de frecuencia acumulativa

Observe que este valor difiere levemente del valor mediano obtenido de los datos sin agrupar.
En la mayoría de los casos, como en éste, la diferencia entre el valor mediano estimado a partir
de los datos no agrupados y el valor mediano estimado de los datos agrupados puede ignorarse.
Habiendo construido la curva de frecuencia acumulativa (Fig. 2-12), no es difícil leer valores de
“percentil” lo cual puede ser de interés. Por ejemplo, puede ser deseable determinar el valor
para el cual el 95% de los datos son menores o iguales, de tal forma que cualquier valor encima
de este valor puede ser considerado como anómalo. Con base en la figura 2-12, se observa, por
ejemplo, que el valor del percentil 95 es 1035. Al referirnos a la tabla 2-5, se observa que
solamente dos de los valores originales son mayores que los 1035 lo cual sugiere que estos dos
valores, sólo son indicativos de contenidos anómalos con un alto grado de probabilidad. La
desventaja de la mediana, o en el otro caso la moda, en la descripción de una distribución, es que
ninguno de estos dos parámetros toma en cuenta muy grandes o muy pequeños valores y, por
lo tanto, ambos son relativamente insensibles a grandes fluctuaciones en los datos. En
consecuencia, la mediana ni la moda suministran una medida eficiente de la tendencia central
de una distribución dada.
Si se está interesado en el contenido medio de un material muestreado, es mejor calcular la
“media”. La “media” se define como:
∑ 𝑥𝑖
X=
𝑛
33

Donde ∑ 𝑥𝑖i se refiere a la suma de un grupo dado de valores y n es el número de valores. Para
los datos en la tabla 2-5, la media es dada por (20+ 26+………..+1600)/59, lo cual es igual a
13260/59 o 224.8. Se nota que el valor de la media es considerablemente más grande que la
mediana y la moda derivadas de los mismos datos. Esta diferencia es debida a la presencia de
unos pocos valores altos.
Donde un gran número de observaciones están contempladas, es con frecuencia más
conveniente calcular la media de los datos agrupados como se muestra en la tabla 2-6. En el caso
de los datos agrupados, la media se calcula como:

∑𝑛
𝑖 𝑓𝑖 𝑥𝑖
𝑥̅ =
𝑛

Donde fi es la clase i de frecuencia, xi es el punto medio del intervalo de clase i y n es el número


total de valores. De los datos de frecuencia dados en la tabla 2-6, se pueden calcular las mismas
de la siguiente forma:
[(25 x 45) + (19 x 135) + ……………….+ (1 x 1575)]/59
que es igual a 13275/59 o 225. Este valor es cercano al valor obtenido para la media calculada de
los datos originales. En general, se puede ignorar diferencia tan pequeña.
Otra media valiosa de una distribución de frecuencia es la “variancia”. La variancia es una medida
de dispersión y tiene aplicaciones en el control de la homogeneidad de los valores en cualquier
particular grupo de datos. La variancia (s2) se calcula:
∑(𝑥𝑖 −𝑥̅ )2
s2 =
𝑛−1
Donde 𝑥̅ es la media, xi es el valor observado y n es el número total de valores. El denominador
para la variancia es (n-1) en lugar de n. La “desviación standard” (S) se calcula como:

s = + √𝑠 2
La desviación standard se prefiere con frecuencia a la variancia, para caracterizar la dispersión
alrededor de la media, porque la misma se expresa en las mismas unidades que la media, a
diferencia de la variancia la cual se expresa en términos de unidades al cuadrado de la media. Sin
embargo, la variancia se calcula primero.
Al calcular la variancia, particularmente cuando se usa una máquina calculadora manual, donde
hay un pequeño riesgo de truncado o redondeado del error, resulta conveniente usar la fórmula
siguiente:

2
𝑛(∑𝑖 2 − (∑ 𝑥𝑖 )2
𝑠 =
𝑛 (𝑛 − 1)
34

De esta forma, se necesita solamente calcular ∑ 𝑥𝑖 y (∑ 𝑥𝑖 )2 , a partir de los datos con el


objeto de calcular la variancia. Para los datos en la tabla 2-5, la variancia se calcula como:
59(8971424) − (13260)2
= 103298,2
59(58)
Y tomando la raíz cuadrada positiva del resultado anterior, se obtiene la desviación standard
igual a:
s = 321.4
Si los cálculos van a ser realizados por computadora, debido al truncado y redondeados se
aconseja calcular la variancia usando la expresión dada primero.
Para los datos agrupados, la variancia se calcula como:

2
∑ 𝑓𝑖 (𝑥𝑖 − 𝑥̅ )2
𝑠 =
(𝑛 − 1)
Donde f1 es la frecuencia del intervalo de clase i, xi es el punto medio del intervalo de clase i, x es
la media calculada para los datos agrupados y n es el número total de valores. A diferencia de la
media, la variancia calculada de los datos agrupados es invariablemente más grande que la
variancia calculada de los datos agrupados. En general, esta diferencia puede ser aproximada a
h2/12 donde h es la anchura del intervalo. En nuestro ejemplo, h es igual a 90, de tal forma que
la variancia calculada de los datos agrupados en la tabla 2-5 por una cantidad de 902/12 o sea
aproximadamente 675. En la actualidad, la variancia calculada para los datos agrupados en la
tabla 2-6 es igual a 105020,7. Esto es 1722,5 más grande que la variancia calculada para los datos
no agrupados. La corrección predicha es de aproximadamente 1/3 de esta diferencia. Al
comparar las dos desviaciones standard, el primer valor es igual a 321,4, mientras que el segundo
valor es igual 324,1. Después de efectuar la corrección del segundo valor, el subsiguiente valor
llega a ser 323.0. No obstante la diferencia en las dos variancias calculadas, el efecto de esta
diferencia en las dos desviaciones estandard es mínima como se ha mostrado en el ejemplo y, en
general, la corrección aplicada a la desviación standard para los datos agrupados puede
ignorarse.
La media y la variancia (o desviación standard) describen en conjunto las dos principales
características de las distribuciones de frecuencia, llamadas, la tendencia central y la dispersión
alrededor de la media.
Como se ha visto, las distribuciones de los contenidos de los elementos traza indican que tal
distribución está generalmente contraída hacia los valores más altos. Como una medida de esta
contracción, particularmente para valores positivos, como es el caso de los contenidos
elementales, se puede calcular el “coeficiente de variación” (c), el cual se define como:
𝑠
𝑐=
𝑥̅
Donde s es la desviación standard y 𝑥̅ la media. El coeficiente de variación se considera como
una medida de variabilidad relativa que toma en cuenta tanto la media como la desviación
35

standard. Por ejemplo, conforme la media aumenta, el coeficiente de variación para la mayoría
de las distribuciones de los datos geoquímicos observados tienden a cero. Inversamente, para
cantidades presentes en muy pequeñas cantidades, el coeficiente de variación para las
distribuciones observadas de datos tienden hacia el infinito. En particular, valores del coeficiente
de variación arriba de 2,0 o 2,5, son usualmente solo para sustancias en cantidades traza. Para
los datos de cobre, al dividir la desviación standard en la cual el valor era de 321.4 ´por la media
la cual era 224.7, se obtiene un coeficiente de variación igual a 1.4. Esto sugiere que el cobre se
concentra en cantidades más elevadas que las esperadas para los elementos traza en general, y,
por lo tanto, se pudiera anticipar que algunos valores anómalos de contenido de cobre están
presentes en los datos. Además, basándose en los comentarios de Koch y Link,1972, en Levinson,
1974) cualquier valor del coeficiente de variación que excede 0,5 para valores positivos hace
pensar desfavorablemente que tales datos se derivan de una distribución normal, pero en su
lugar relacionada con alguna distribución log-normal. En seguida, se pasa a considerar este
problema.
El camino más directo para determinar si un grupo de valores son aproximadamente distribuidos
en forma log-normal es graficar la distribución de frecuencia acumulativa expresada en
logaritmos en papel aritmético probabilidad. Si la distribución de frecuencia acumulativa se
aproxima a una línea recta, es usualmente seguro asumir que los datos siguen una distribución
log-normal. De los datos ploteados como una curva de frecuencia acumulativa en la figura 2-12,
se obtiene el resultado mostrado en la figura 2-13.

Fig. 2-13

Gráfico de frecuencia acumulada de valores logarítmicos de cobre en papel aritmético de


probabilidad. La línea discontinua representa una aproximación al mejor ajuste de una línea
recta a todos los datos
36

La distribución de frecuencia acumulativa expresada en unidades logarítmicas ha sido graficada


en papel aritmético probabilidad. En una primera aproximación los datos se distribuyen a lo largo
de una línea recta. La tendencia hacia la log-normalidad es mayormente una función del
contenido medio y la variación especial en contendido para un elemento traza dado, en relación
con la geoquímica de la roca madre en los alrededores. Se ha visto que tal variación es indicativa
solamente de anomalías asociadas a yacimientos minerales.
37

CAPÍTULO 3
DISPERSIÓN SECUNDARIA SUPERFICIAL

3.1.- INTRODUCCIÓN
En la dispersión que tiene lugar en el ambiente geoquímico secundario superficial, se debe, como
se ha dicho, los procesos de meteorización, erosión, transporte y sedimentación. Por lo tanto, la
dispersión secundaria de los elementos se inicia desde el momento de la meteorización de las
rocas, en la que intervienen factores químicos, bioquímicos y mecánicos.
Los factores anteriormente mencionados, desde el momento de la meteorización hasta la
sedimentación, originan productos de dispersión tanto solubles como insolubles, que van
originando a los patrones de dispersión secundaria en todas las etapas del ambiente secundario.
Los productos solubles constituyen la fase móvil constituida por el agua superficial y subterránea
y su carga disuelta; los productos insolubles constituyen la fase inmóvil, representada por los
materiales clásticos.

3.2.- FACTORES QUÍMICOS, BIOQUÍMICOS Y MECÁNICOS


Las rocas de la corteza terrestre, desde el momento de la meteorización, se ven transformadas
químicamente y físicamente por factores químicos, bioquímicos, biológicos y mecánicos los
cuales producen cambios importantes en dichas rocas. Estos cambios producidos en un ambiente
acuoso, dan lugar a una serie de patrones secundarios de dispersión, grandemente controlados
por la solubilidad de los elementos en agua y por la resistencia física a la meteorización, erosión
y transporte.
Los productos solubles en este ambiente secundario están constituidos por iones y moléculas
como por ejemplo los siguientes:
Iones simples: Na+, Zn+, C1-
Iones complejos: HCO -, Zn OH+, Mo0--
Iones complejos con otros elementos: CuC1+, AgC12-
Moléculas no disociadas: CuCO3, H4SiO4
Dentro de la clasificación anterior, los principales iones disociados presentes en solución son:
Na+, K+, Mg++, Ca++, C1-, SO4--, HCO3--.
Los factores que intervienen en la definición de la estabilidad de la carga soluble (soluto disuelto)
anteriormente mencionada son: pH, Eh y la concentración de los elementos y sustancias. Valga
la ocasión recordar que el pH normal del ambiente secundario, oscila entre la pH 5 a 9. Los iones
Na+, K+ y Ca++ son solubles en todo el ámbito de pH, y se estima que la mayoría de los cationes
son solubles a pH ácido y la mayor parte de los aniones a pH alcalino; pH ’s menores de 2
generalmente están asociados a zonas con sulfuros oxidados.
38

En cuanto a Eh, este es positivo cuando el ambiente es oxidante y negativo cuando es reductor.
Los productos insolubles, o partículas clásticas, mayormente afectadas por los factores
mecánicos, durante la meteorización, erosión y transporte, constituyen una parte muy
importante del ambiente geoquímico secundario, en cuanto a definir patrones clásticos de
dispersión secundaria, los cuales estarían en función de la resistencia que la fracción clástica
presenta al transporte. Así se determina que existe un grupo de minerales, muy frecuentes en el
ambiente secundario, que muestran una resistencia relativa al transporte (rodamiento y
saltación) de la siguiente forma, de mayor a menor: galena-cuarzo-zircón-ilmenita-blenda-
casiterita-magnetita-wolframita-rutilo-cromita-pirita-turmalina.

3.2.1.- FENOMENOS QUÍMICOS Y FÍSICOS QUE REGULAN LOS FACTORES QUÍMICOS DE LA


DISPERSIÓN SECUNDARIA SUPERFICIAL
3.2.1.1 SOLUBILIDAD DE LOS SOLUTOS DISUELTOS
La solubilidad de los solutos, como Ca+, K+, Mg++, Ca+, C1-, SO4--, HCO3-, está controlada por el pH,
Eh y la concentración de los solutos y otras sustancias como óxidos hidratados y suspensiones
coloidales ( H4SiO4).
3.2.1.2.- CAPACIDAD DE ADSORCIÓN DE LOS SÓLIDOS
La capacidad de adsorción iónica de los sólidos (partículas clásticas o suspendidas) depende de
las cargas eléctricas insatisfechas que existen en la superficie de las partículas sólidas. La
magnitud del poder de adsorción de una partícula se defina como la “capacidad de intercambio”
o sea la habilidad que tienen las partículas para adsorber iones. La capacidad de intercambio
varía de acuerdo a: 1) el tamaño de las partículas y 2) la naturaleza de las partículas.
La adsorción corrientemente se restringe a las “fracciones arcillosas” las cuales dan lugar a una
“alta capacidad de intercambio”. Las partículas de materia orgánica y de óxidos hidratados de
hierro y manganeso coloidales, son también responsables de la adsorción de iones.
La capacidad de intercambio varía también de acuerdo: 1) a las especies iónicas, 2) a la
concentración en la solución de estas especies, 3) a otros iones presentes y 4) al pH y a la
temperatura.
De acuerdo a las propiedades de intercambio que muestran diversos iones comunes en solución
acuosa, se ha establecido la siguiente secuencia en el poder de reemplazamiento:
Li+ > Na+ > K+ > Rb+ > Cs+ > Mg++ > Ca++ > Ba++ > H+.
En general, como se puede observar, los iones polivalentes son más fuertemente adsorbidos, con
excepción del H+, que muestra la mayor capacidad de reemplazamiento.
Con relación a la adsorción de “aniones”, poco se conoce al respecto, sin embargo, hay
indicaciones de que la habilidad de las arcillas para sostener aniones se correlaciona con la
39

presencia de hierro y aluminio. Es también probable que la adsorción de aniones por las arcillas
se deba al reemplazamiento que hacen éstos de los grupos OH- constitutivos de las arcillas.
3.2.1.3.- ESTABILIDAD DE LAS DISPERSIONES COLOIDALES
Cantidades sustanciales de sílice no iónica, alúmina y óxidos hidratados de Mn y Fe, se pueden
encontrar estables en las soluciones naturales. Algo de este material se presenta como moléculas
no disociadas, tales como H4SiO4. Otra gran fracción tiene lugar como dispersiones coloidales de
moléculas hidratadas muy grandes. Estas moléculas tienen una carga eléctrica que en la mayoría
de las condiciones previene efectivamente la coagulación y la precipitación.
El signo de la carga eléctrica de las partículas coloidales depende de la naturaleza del coloide y,
en ciertos casos, de las reacciones a partir de las cuales se formaron. En soluciones naturales, la
sílice coloidal, los óxidos hidratados de Mn y los coloides húmicos se cargan negativamente,
mientras que la alúmina coloidal se carga positiva. Los óxidos hidratados de Fe pueden estar
cargados positiva o negativamente. De acuerdo a la carga, los coloides adsorben iones ya sean
positivos o negativos.
En algunos casos, los iones pueden también incorporarse a la red cristalina de los minerales por
“absorción”.
3.2.1.4.- COMPUESTOS METALORGÁNICOS
Los metales se pueden combinar con compuestos orgánicos, que se presentan en el ambiente
secundario, para formar compuestos metalorgánicos complejos como porfirinas y sales de varios
ácidos orgánicos. Algunos compuestos metalorgánicos son solubles en agua, mientras que otros
son insolubles. Aunque algunos sean solubles, éstos no se disocian, de ahí que el metal capturado
no se encuentra disponible para ser absorbido. Los ácidos orgánicos son por otro lado capaces
de disolver constituyentes insolubles del suelo o evitar la reacción de compuestos disueltos con
otros constituyentes de la solución.

3.2.2.- FENÓMENOS BIOLÓGICOS QUE REGULAN LOS FACTORES BIOQUÍMICOS DE LA


DISPERSIÓN SECUNDARIA SUPERFICIAL
3.2.2.1.- EFECTO DE LA VEGETACIÓN:
La vegetación viviente tiene un profundo efecto en la dispersión de los productos de la
meteorización. La dispersión se efectúa de acuerdo al ciclo biogeoquímico (Fig. 3-1), el cual se
puede decir que se inicia desde el momento que la planta absorbe los elementos
40

Fig. 3-1
constitutivos del suelo y que están presentes en la solución acuosa. La solución del suelo se ha
enriquecido de aquellos elementos (iones) constitutivos de la fracción mineral, la cual es
constantemente descompuesta química y bioquímicamente por los agentes de la meteorización.
Los constituyentes inorgánicos absorbidos llegan a formar parte del cuerpo de la planta, la cual
al perder sus órganos, como ramas, tallos y hojas, incorpora nuevamente al suelo los elementos
que fueron absorbidos. Seguidamente, la lluvia interviene lixiviando parte de la carga inorgánica,
la cual en parte percola a horizontes inferiores en donde se acumula o en parte se pierde en las
aguas subterráneas, o por otro lado es nuevamente absorbida por las plantas al ponerse los iones
en contacto con las raíces. Partes delos constituyentes solubles derivados de la descomposición
de las plantas pueden también ser precipitados con el Fe, Mn y A1 en el horizonte B de los suelos.
Las sustancias menos solubles derivadas de la descomposición de las plantas, tienden a
permanecer en la capa de humus, mientras que los iones tienden a ser adsorbidos por la materia
orgánica. Debido a este efecto es acumulativo que ocurre a través de los años, el enriquecimiento
puede ser significativo.
41

3.2.2.2.- EFECTO DE LOS MICROORGANISMOS


Bacterias, algas, hongos y otros microorganismos ejercen influencia en la dispersión de los
elementos en el suelo y en los sistemas superficiales de drenaje. Además de su papel vital en la
producción de humus, los microorganismos están íntimamente asociados con otras importantes
reacciones redox.
Algunas bacterias pueden inducir la oxidación, precipitando óxidos de Fe y Mn y provocando la
formación de sulfatos solubles a partir de azufre y sulfuros. Por la vía experimental, se ha
determinado que los microorganismos pueden también precipitar cobre nativo y sulfuros de
cobre por la reducción del cobre en solución. El efecto de las bacterias en los casos citados es
catalítico y las reacciones y compuestos que se forman responden al pH y Eh del ambiente.
También se han presentado casos en donde los microorganismos son capaces de asimilar y
concentrar ciertos metales. Sin embargo, no se sabe con certeza si el metal es asimilado dentro
del propio microorganismo o si es solamente adsorbido en el mucílago externo o fijado en los
productos metabólicos. En determinadas condiciones, los microorganismos del suelo pueden
reducir la disponibilidad de elementos para la planta lo que se traducía en una deficiencia edáfica.

3.3.- LOS FACTORES MECANICOS, SUS PRODUCTOS Y FORMAS


La dispersión por el movimiento de fragmentos clásticos se restringe principalmente a la
superficie, en donde la erosión está en un progreso activo. La fuerza principal, responsable de la
dispersión mecánica, es la “gravedad”. El efecto de la gravedad produce diferentes “formas de
dispersión secundaria”.
Los siguientes son los tipos de dispersión que se presentan en el ambiente de dispersión
secundaria: 1) movimientos simples de gravedad, 2) dispersión en aguas subterráneas, 3)
dispersión en aguas superficiales, 4) dispersión glacial, 5) dispersión eólica y 6) dispersión por la
acción animal.
3.3.1.- MOVIMIENTOS SIMPLES DE GRAVEDAD
La dispersión por reptación o deslizamiento de suelo, produce el material denominado coluvión
que se acumula al pie de los cerros. El coluvión tiene importancia en prospección geoquímica
pues: 1) constituye un medio eficaz de exploración, ya que el mismo es un material
representativo de las tierras vecinas (Figs. 3-2, 3-3 y 3-5), y 2) porque puede cubrir anomalías
desarrolladas sobre suelos residuales (Fig. 3-4).
42

Fig. 3-2
43

Fig. 3-3

Fig. 3-4
44

Fig. 3-5
45

3.3.2.- DISPERSIÓN EN AGUAS SUBTERRÁNEAS


La dispersión secundaria en las aguas subterráneas se efectúa: 1) por gravedad, por diferencias
de presión hidrostática o por el fracturamiento y permeabilidad de las rocas (Figs. 3-5 y 3-6), y
por percolación hacia abajo durante las estaciones húmedas (Fig. 3-6 b).

Fig. 3-5
46

Fig. 3-6

3.3.3.- DISPERSIÓN EN AGUAS SUPERFICIALES


La dispersión de los elementos en las aguas superficiales tiene lugar en tres ambientes
principales: 1) en el de escorrentía (“runoff”), 2) en el de los cauces y aguas de drenaje y 3) en el
de los pantanos y cuerpos de agua estancada.
Los mismos principios de erosión, transporte y sedimentación tienen lugar en los tres ambientes.
Sin embargo, cantidad de material que puede ser dispersado, depende del tamaño de las
partículas, la proporción de flujo y la turbulencia.
3.3.3.1.- DISPERSIÓN POR ESCORRENTÍA
El poder de erosión y transporte de la escorrentía depende de un número de factores. Notables
la pendiente del terreno, la naturaleza del recubrimiento, la cantidad e intensidad de lluvia y la
proporción de infiltración del suelo. La infiltración es grandemente influenciada por la presencia
de vegetación, desechos vegetales u otros obstáculos a la infiltración, así como a la permeabilidad
del recubrimiento.
La escorrentía se limita a la erosión selectiva y transporte delas partículas más finas como arcillas
y sesquióxidos finamente divididos.
47

3.3.3.2.- DISPERSIÓN EN LOS CAUCES Y AGUAS DE DRENAJE


Las quebradas adquieren su carga por la erosión de los bancos, desgaste del fondo del cauce y
de la contribución directa del lavado de las aguas y de la reptación.
Los minerales arcillosos y otros productos finos se mueven en “suspensión” a la misma velocidad
del agua. Las partículas más gruesas, por “rodamiento y saltación”, a menor velocidad.
De este ambiente tiene lugar la influencia de factores mecánicos que hacen que se establezca
entre las partículas clásticas una clasificación por resistencia a la erosión y el transporte de la
siguiente forma: galena-cuarzo-circón-ilmenita-blenda-casiterita-magnetita-wolframita-rutilo-
cromita-pirita-turmalina.
3.3.3.3.- DISPERSIÓN DE PANTANOS Y CUERPOS DE AGUA ESTANCADA
En un ambiente secundario caracterizado por un flujo lento y una densa vegetación en
descomposición, las aguas superficiales al entrar a este ambiente, pierden su carga por una
combinación de sedimentación y filtración en respuesta principalmente a procesos químicos que
involucran disolución o precipitación por la reacción con la materia orgánica.
A la salida del pantano se inicia de nuevo la erosión mecánica conforme aumenta la velocidad del
flujo.

3.3.4.- DISPERSIÓN GLACIAL


Los procesos de meteorización y el desarrollo de patrones de dispersión en las áreas afectadas
por glaciación son diferentes de aquellas influenciadas por la meteorización residual. El material
erosionado por la influencia glacial viaja grandes distancias, con una menor velocidad en la base
de la carga glacial debido al roce con el substrato; y una velocidad mayor en la parte superior. Es
así como en el estado de Illinois, se han encontrado fragmentos de cobre nativo que han viajado
600 millas desde la península de Keweenaw, Michigan, al norte.

3.3.5.- DISPERSIÓN EÓLICA


La dispersión eólica sucede en regiones áridas y semiáridas, sin embargo no es factor importante
en prospección geoquímica.

3.3.6.- DISPERSIÓN POR LA ACCIÓN ANIMAL


Los gusanos y las hormigas juegan un papel apreciable en cuanto a la remoción del suelo desde
horizontes inferiores a la superficie, lo cual provoca un enriquecimiento en la parte superior del
suelo, un aumento de la permeabilidad y una disgregación, facilitándose con esto la dispersión
lateral por gravedad, agua y viento.
48

3.4.- LA INFLUENCIA DEL AMBIENTE EN LA DISPERSIÓN SECUNDARIA


Los factores del medio ambiente que intervienen en la regulación de los patrones de la dispersión
secundaria son: clima, relieve, geología, procesos biológicos y tiempo.
3.4.1.- CLIMA
El clima afecta a la dispersión principalmente en cuanto se refiere al control del régimen de
humedad, la vegetación y el tipo de suelo.
En regiones áridas la dispersión mecánica predomina sobre la química, en vista de la baja
cantidad de lluvia. Inversamente, en regiones lluviosas la dispersión química prevalece y por lo
tanto, los elementos solubles en las soluciones acuosas son los que tienden a dispersarse a
mayores distancias de su lugar de origen.
La dispersión mecánica está grandemente determinada por la vegetación y el relieve. En las
regiones más frías las reacciones son atenuadas por la baja temperatura y la baja actividad
orgánica. Por otro lado en terrenos permanentemente congelados, la dispersión mecánica es el
factor dominante.
3.4.2.- RELIEVE
El relieve ejerce una influencia importante en la dispersión de los productos de la meteorización
debido al control que ejerce sobre la erosión y el flujo de las aguas. En terrenos planos, la
proporción de la dispersión mecánica es restringida y aunque la meteorización química se pueda
extender a grandes profundidades, la dispersión de los productos solubles pueden ser
acompañados solo lentamente por el flujo lento de las aguas superficiales y subterráneas. Al
aumentar la escabrosidad del relieve, aumenta el flujo de las aguas y la dispersión del material
soluble. Al mismo tiempo, la efectividad de la erosión mecánica aumenta, y el material superficial
del terreno es eliminado más rápidamente que el material soluble liberado por la meteorización.
Con lo anterior se determina que la dispersión química es más intensa en terrenos de relieve
plano, mientras que en relieve abrupto la dispersión mecánica predomina. En relación con el
nivel de agua subterránea, el relieve también influencia la dispersión de los metales solubles los
cuales pueden precipitar en las áreas de escurrimiento, en los puntos en donde la tabla de agua
aflora en la superficie.
3.4.3.- GEOLOGÍA
La importancia del ambiente geológico en la dispersión secundaria estriba en su influencia en la
composición y la libertad de movimiento del as soluciones de las aguas subterráneas que
atraviesan las rocas y el recubrimiento. La dispersión de algunos elementos móviles como Cu y
Zn es más restringida en el ambiente calcáreo, alcalino, que en las condiciones más ácidas
generalmente asociadas con las rocas silíceas, relativamente menos reactivas. El elevado
contenido de Ca++ y HCO3- en terrenos calcáreos puede restringir la dispersión del Mo por la
precipitación de CaMoO4. Elementos como As y Mo que tienden a ser precipitados en la presencia
de Fe, serán retenidos preferencialmente en los suelos ricos en hierro derivados de las rocas
máficas.
49

También la permeabilidad y el grado de fracturamiento del substrato pueden impedir o facilitar


el flujo de las soluciones de agua subterránea. La permeabilidad del recubrimiento, grandemente
relacionado al contenido de arcilla es dependiente en primer lugar de la naturaleza litológica de
la roca madre.
3.4.4.- PROCESOS BIOLÓGICOS
La distribución y actividades de las plantas, animales y microorganismos, son altamente
controladas por el clima, la topografía y el drenaje.
La influencia modificadora de los organismos es palpable en la mayoría de los ambientes, sin
embargo, la influencia de los procesos biológicos alcanzan predominante significado geoquímico
solamente bajo ciertas condiciones especializadas. Es así como las plantas juegan un papel
fundamental para acarrear metales a la superficie en áreas de recubrimiento transportado y en
regiones de desiertos “vivientes”.
Las acumulaciones más significativas de metales por microorganismos tienen lugar como regla
en pantanos y lagos donde el Eh y el pH están en parte controlados por la población microbiana.
3.4.5.- TIEMPO
El tiempo es un factor muy importante en la dispersión secundaria, ya que en el caso en donde
el ambiente contribuye a una baja proporción de meteorización y erosión, más tiempo es
necesario para que una dispersión amplia tenga lugar. En un recubrimiento residual, la madurez
de los patrones de dispersión metálica probablemente se correlaciona directamente con la
madurez del perfil de suelo. En condiciones iguales, patrones de dispersión inmaduros tienden a
ser más estrechos y más intensos que en los patrones maduros. El tiempo requerido para que los
metales solubles pasen a un recubrimiento transportado, debe claramente depender de un
número de factores, como la proporción de oxidación, la elevación y descenso del nivel de agua
subterránea y la proporción a la cual el metal puede ser transferido a la superficie del suelo por
la vegetación local. Con base en unas pocas observaciones empíricas pareciera que una
dispersión apreciable en recubrimiento transportado puede tener lugar al menos bajo algunas
condiciones, en unos pocos cientos de años.
50

CAPÍTULO 4
METODOS ANALÍTICOS

4.1.- INTRODUCCIÓN
Los conceptos básicos del análisis de los elementos traza son: a) exactitud y precisión, b)
sensibilidad y c) rapidez y economía.
En geoquímica aplicada a la exploración mineral, la precisión (que es la habilidad para reproducir
y repetir el mismo resultado) es generalmente más importante que la exactitud (la cual es la
aproximación al contenido verdadero). Por ejemplo, si un laboratorio reporta 200 ppm de Zn, y
si luego se reportan en otros análisis de la misma muestra 180 y 200 ppm, la precisión es de +/-
10%. La respuesta correcta (exactitud) de la concentración podría ser 250 ppm, por lo tanto, la
precisión sería 20%, pero mientras se mantengan las mismas lecturas no hay ningún problema.
Límite de detección, llamado también sensibilidad, es el contenido mínimo de un elemento que
puede ser medido por un método analítico específico. Este límite varía de un método a otro y de
una roca o mineral a otro. Por ejemplo, el uranio puede ser detectado hasta 1 ppm por
fluorometría, 50 ppm por rayos-x y 500 ppm por espectrografía de emisión.
Después de definir el método de análisis químico más conveniente, de acuerdo a lo
anteriormente mencionado, la rapidez y la economía es el tercer elemento a considerar para
seleccionar el método apropiado.

4.2.- ANÁLISIS HÚMEDO


Este término se usa para expresar todos los métodos que requieren que la muestra sea puesta
en solución. Una vez que está en solución, el metal o elemento a determinar se separa del resto
de la muestra por medio de varias operaciones de análisis químico.
Los cuatro tipos generales de análisis químico son: 1) colorimétrico: comparación de color por
métodos visuales o con el espectrofotómetro, 2) gravimétricos: precipitación del metal o
elemento y pesado de éste, 3) volumétricos: reacción del metal o elementos con algún otro
reactivo, el cual es más fácilmente medible, y 4) electroquímico: el elemento es fijado en un
electrodo y fijado.
En geoquímica aplicada a la exploración mineral, los métodos colorimétricos son los más usados,
mientras que los restantes solamente son usados en casos especiales.
Los métodos gravimétricos y volumétricos se usan para la determinación de abundancias
elevadas de muchos elementos (75%), incluyendo cobre, plomo y cinc, porque los métodos de
absorción atómica pierden precisión y exactitud en los ámbitos elevados de concentración.
51

La absorción atómica, que requiere que la muestra sea puesta en solución, antes de ser aspirada
por el instrumento, puede ser considerada como un procedimiento húmedo en parte, aunque es
propiamente considerado un método instrumental, aplicado principalmente a la determinación
de elementos traza y menores.

4.3.- ANÁLISIS INSTRUMENTAL


El análisis instrumental determina la cantidad de un elemento en una muestra cuando se mide
alguna propiedad química de aquel elemento. Algunos tipos de análisis instrumental más
comunes son: 1) espectrografía de emisión, 2) fluorescencia de rayos-x, 3) absorción atómica, 4)
fluorimetría, 5) radiometría: a) contador de radón y b) medición de radiación gama
(determinación de U, Th y K), 6) activación de neutrones o neutrónica, 7) detectores específicos
de iones y 8) espectroscopía de emisión de plasma.

4.4.- DIGESTIÓN DE LA MUESTRA


Las muestras a ser analizadas son digeridas por algún ácido para poner en solución los elementos
que la constituyen y efectuar su análisis por vía húmeda o instrumental. Las digestiones pueden
ser débiles o fuertes dependiendo del reactivo usado.
Debe quedar claro que los resultados obtenidos de diferentes tipos de digestiones, no pueden
ser directamente comparables y, por esta razón y por otras, es que es esencial normalizar o
“estandarizar” los procedimientos de digestión de las muestras en los levantamientos
geoquímicos.
Las digestiones o extracciones se pueden dividir en: 1) extracciones frías o en frío, incluyendo un
ataque con ácido débil, 2) extracciones calientes, que usan ácidos o reactivos fuertes y 3)
fusiones.
4.4.1.- EXTRACCIONES FRÍAS
Las extracciones en frío generalmente usan: a) soluciones especiales llamadas buffers, cuya
función es mantener el pH dentro de ciertos límites y, por consiguiente, la extracción puede ser
selectiva o restringida (p.e. para Cu, Zn y metales pesados) y b) una variedad de ácidos diluidos
(p.e. nítrico, clorhídrico, EDTA). Las pruebas son generalmente colorimétricas y particularmente
de gran uso en el campo debido a su simpleza, pero también pueden ser efectuados en el
laboratorio por métodos colorimétricos y por absorción atómica. Normalmente solo una porción
(15%) del total de la muestra se determina.
52

4.4.2.- EXTRACCIONES CALIENTES


En extracciones calientes, las muestras son trituradas con un ácido individual o una mezcla de
ácidos; como por ejemplo, ácidos perclórico, nítrico, clorhídrico, sulfúrico, fluorhídrico, o agua
regia (1:3 ácidos nítrico y clorhídrico); generalmente efectuando la digestión a 1000°C por una
hora.
La mezcla de ácido nítrico-perclórico es potencialmente explosiva, asimismo el perclórico solo.
4.4.3.- FUSIONES
Hay dos tipos de fusión: ácida y alcalina. Ambas requieren temperaturas de 800°C o más para
que sean completamente efectivas. Fusiones ácidas involucran el uso de pirosulfato de potasio
(K2S2O7) y bisulfato de potasio (KHSO4). En ambos casos, un polvo fundente se usa y éste es
trióxido de azufre (SO3), el cual se forma durante la descomposición de ambos componentes, el
que es actualmente el agente atacante. Estas sustancias son efectivas contra los sulfuros, pero el
grado de descomposición depende de la temperatura de fusión. A 350°C el ataque es lento, pero
a 800°C el ataque es más rápido, en donde aún la molibdenita, que es muy resistente, se
descompone.

También se usa la fusión con soda o hidróxido de sodio (NaOH), la cual es alcalina.

4.5.- UNIDADES DE CONCENTRACIÓN QUE SE USAN EN GEOQUÍMICA APLICADA


La tabla 4-1 muestra las equivalencias en diferentes unidades de concentración que se usan
geoquímica.
TABLA 4-1

1000 ppm = 0,1%


100 ppm = 0,01%
10 ppm = 0,001%
1 ppm = 0,0001% = 1000 ppb
0,1 ppm = 0,00001% = 100 ppb
0,01 ppm = 0,000001% = 10 ppb
0,001 ppm = 0, 0000001% = 1 ppb

4.6.- PREPARACIÓN DE LAS MUESTRAS PARA EL ANÁLISIS


La mayor parte de las muestras geoquímicas como suelos, sedimentos fluviales, rocas o
vegetación, requieren de algún grado de preparación previa para el análisis. Los principales
procesos para preparar muestras para el análisis químico son: secado, cuarteado, quebrado
molido o morterizado, tamizado y molido, si fuera del caso. La mayor parte de los analistas usan
muestras de 1 a 6 gramos para la digestión o fusión previas para el análisis.
53

4.6.1.- SECADO
El secado es importante porque las muestras húmedas no pueden ser tamizadas en forma
apropiada. Generalmente, el secado se efectúa a 80-100°C en un horno. Si las muestras van a ser
analizadas para mercurio y otros elementos volátiles, no deben secarse en el horno.
El secado también puede realizarse al sol cuando los análisis se efectúan en áreas remotas sin
electricidad o en situaciones especiales para economizar energía. En este último caso las
muestras de suelo y sedimentos fluviales quedan perfectamente secas después de varias horas
de exposición al sol.
4.6.2.- QUEBRADO Y MORTERIZADO
El quebrado es necesario para reducir el tamaño de los materiales geológicos duros, de tal forma
que puedan pasar una malla o sean molidos a fracciones finas. Por ejemplo, en análisis de rocas
la fracción que se usa es generalmente la menos 200, aunque fracciones mayores también
pueden ser analizadas con un ataque fuerte como el fluorhídrico.
Las muestras de suelo, una vez secas, se morterizan para homogenizar la muestra y proceder el
tamizado. Los sedimentos fluviales generalmente no requieren quebrado para pasar al tamizado.
4.6.3.- TAMIZADO
Las muestras de roca deben ser molidas previamente antes de tamizarlas por la malla 200 u otra.
Las muestras de suelo y sedimentos fluviales una vez listas para el tamizado, generalmente se
pasan por la malla 80#, aunque un estudio de orientación podría indicar un tamaño de fracción
más adecuado.
La malla debe ser de plástico o aluminio para prevenir la contaminación derivada del bronce o
del acero inoxidable.
4.6.4.- CUARTEADO
El mezclado y cuarteado son particularmente necesarios para obtener una porción
representativa de una muestra grande, como un roca o una de núcleo de perforación.. En el caso
de una porción de 50 gramos de suelo o sedimento fluvial, debidamente morterizada y
homogenizada, se puede omitir este paso.
4.6.5.- MOLIDO
El molido se puede efectuar después del secado o del quebrado, o también después del
morterizado. Al respecto se usan molinos o morteros de alúmina, ágata o porcelana que no se
contaminan y aseguran una homogenización de la muestra.
54

4.7.- ESPECTROMETRÍA DE ABSORCIÓN ATÓMICA


Se le ha llamado AA o AAS. Es una técnica relativamente nueva, sugerida por Walsh en Australia,
en 1955. Ha tenido efectos profundos no solamente en geoquímica aplicada. Sino también en
metalurgia, biología, agronomía, control y estudio del medio ambiente.
El método es aplicable especialmente a la determinación de elementos traza y menores en
muestras geoquímicas, y la precisión y exactitud son comparables a la mayoría de los otros
métodos. Una gran ventaja de este método es que de una sola digestión se pueden determinar
varios elementos. Cerca de 40 elementos pueden determinarse a sensibilidades y costos
competitivos con otros métodos y, tal vez, 79 elementos son posibles de determinar
teóricamente.
El método consiste en aspirar una solución y quemarla (vaporizar) en una llama encendida por
una mezcla de aire y acetileno u óxido nitroso (NO 2), a una temperatura de alrededor de 2000°C,
para reducir las pequeñas gotas de solución a una forma atómica. Esto hace que los elementos
presentes en el vapor existan en una forma neutra, o en una forma de átomos no ligados, lo cual
es llamado estado “ground”.
El vapor contenido en el elemento que va a ser analizado, es iluminado por una fuente de luz,
usualmente por una “lámpara catódica” del mismo elemento que se va a determinar. La radiación
del elemento emitida por la lámpara catódica es absorbida por los átomos del elemento en el
vapor; la radiación de la lámpara catódica es aislada por un “monocromador”, y la intensidad de
radiación, ahora disminuida por haber sido parcialmente absorbida por el vapor en la llama, es
medida en un detector o fotomultiplicador. La cantidad de absorción es proporcional a la
concentración del elemento en el vapor.
Por lo tanto, las partes principales de un aparato de absorción atómica son: 1) quemador o fuente
excitación, 2) una lámpara catódica específica, 3) una rejilla o unidad de dispersión, 4) un
fotomultiplicador o detector de absorción.
El método de absorción atómica continúa siendo en la actualidad la principal técnica analítica
que se usa en los laboratorios que analizan muestras geoquímicas.
Uno de los desarrollos más importantes alcanzados por la técnica ha sido la adaptación de un
quemador de grafito (atomizador), al punto que en la actualidad se le usa en muchos análisis
antes que la llama convencional usada con frecuencia. El quemador de grafito es una de las
técnicas “sin llama” y tiene las siguientes ventajas sobre los modelos de llama: 1) la habilidad de
detectar muy bajas concentraciones de algunos elementos metálicos ( en algunos casos la
sensibilidad ha aumentado 100 a 1000 veces), 2) la habilidad para analizar muestras muy
pequeñas, 3) la habilidad para analizar ciertos tipos de sólidos directamente y 4) la reducción de
la posibilidad de disminuir la contaminación durante la preparación de la muestra, dado que esta
labor es más simple (especialmente con las muestras sólidas). El quemador de grafito puede
55

usarse en conjunto con el instrumento básico de llama; por simple cambio y adaptación del
quemador de grafito sobre la cámara de llama.

4.8.- ESPECTROGRAFÍA DE EMISIÓN (ESPECTROSCOPÍA)


El espectrógrafo de emisión fue el primer instrumento usado en geoquímica aplicada a la
exploración mineral. Alcanzó gran importancia con los trabajos de Godschmidt, en el período de
1925-40, pues se determinó que la técnica espectrográfica tenía gran utilidad en geoquímica, en
especial en la determinación de elementos traza y menores.
El espectrógrafo de emisión es un aparato simple básicamente (Fig. 4-1). Consiste de: 1) una
fuente de excitación, usualmente corriente directa (DC), aunque también existen otras fuentes,
tales como “chispa” (“spark”) y “laser”, 2) una unidad de dispersión, la cual en instrumentos más
modernos es una “rejilla” (“grating”), aunque también los prismas, corrientemente de cuarzo,
fueron muy usados al principio y 3) el equipo de detección, ya sea por medios fotográficos (placas
o películas) o electrónicos por medio del uso de fotomultiplicadores.

Fig. 4-1

Diagrama esquemático que ilustra un espectrógrafo de emisión de prisma y de rejilla


56

La excitación de la muestra se efectúa en electrodos de grafito a una temperatura de 8000°C, lo


cual hace que los átomos de los elementos alcancen un estado “excitado”. Después de un corto
período de tiempo, el átomo excitado regresa al estado de menor energía, emitiendo una
radiación electromagnética que corresponde a la diferencia de energía al pasar de un estado a
otro de energía. Como al pasar de un estado a otro de energía se producen diferentes radiaciones
electromagnéticas de un mismo elemento, se originan diferentes líneas espectrales de diferentes
longitudes de onda, las cuales quedan impresas en películas fotográficas apropiadas.
El análisis puede ser cualitativo o cuantitativo por comparación visual con “standards” o por
medio de un densitómetro que mide la densidad de las rayas o líneas espectrales, cuya densidad
es proporcional a la concentración de los elementos analizados.
Muy pocos avances o innovaciones se han reportado en relación con la teoría, técnicas e
interpretación de resultados en espectrografía de emisión, en relación con geoquímica aplicada
a la exploración. Su uso continúa prácticamente igual en Norteamérica y en la Unión Soviética,
en la mayoría de los programas de exploración.
Un notable logro del Servicio Geológico de los Estados Unidos (U.S.G.S.) ha sido la adaptación del
análisis por computadora a la interpretación de los resultados de emisión espectrográficos en los
medios fotográficos. El sistema por computadora para el análisis espectral logra la determinación
de 68 elementos en materiales geológicos.
Muy pocos espectrómetros de emisión de lectura directa se reportan para el análisis de muestras
geoquímicas. Sin embargo, algunos espectrómetros de emisión de lectura directa han sido
convertidos a espectrómetros de emisión de plasma por simple cambio de la fuente de
excitación. Por lo tanto, se espera que el futuro la técnica espectrográfica tradicional decline en
el futuro y sea sustituida por el espectrómetro de emisión de plasma.

4.9.- FLUORESCENCIA DE RAYOS-X


El análisis de fluorescencia de rayos-x (llamado también espectrometría de rayos-x o XRF) es el
cuarto método de análisis más importante en geoquímica aplicada. Se usa comúnmente para el
análisis de elementos mayores y menores en rocas.
El método de fluorescencia de rayos-x, en su forma más simple, es irradiar la muestra con un haz
de rayos-x, el cual es generado por un tubo sellado con un cátodo de tungsteno o molibdeno
(otros tubos con cromo y oro son usados en aplicaciones especiales). Este haz de rayos-x desplaza
electrones orbitales en los átomos de las muestras irradiadas y las posiciones vacantes son
inmediatamente llenadas por otros electrones, los cuales saltan ahí desde un nivel más alto de
energía. El proceso es ilustrado por la figura 4-2, en la cual se puede observar que un electrón en
57

Fig. 4-2

Diagrama que ilustra las transiciones electrónicas que producen radiaciones de fluorescencia
de rayos-x
órbita electrónica K del átomo hipotético es desplazado y su posición es llenada por la electrones
de las órbitas externas. Cuando el electrón de la órbita externa se desplaza al de la órbita K de
menor energía, un “quantum” de energía es liberado el cual es característico para cada elemento.
Es este quantum de energía, en la región de las longitudes de onda de los rayos-x, es lo que
llamado “fluorescencia de rayos-x”. De hecho, hay varios niveles orbitales (K,L, M, N) los cuales
pueden perder electrones al saltar éstos a otras órbitas de menor energía. Las diferencias de
energía producen espectros (o líneas) de diferentes longitudes de onda para los diferentes
elementos, lo cual puede ser designado como K∝, K𝛽1, La, L∝ y L𝛽2 dependiendo del nivel del
cual el electrón reemplazante provino.
Se ha demostrado que el método puede ser rápido, económico y suficientemente exacto y
preciso para aquellos elementos que normalmente son difíciles de determinar (p.e. Th, Nb, Ta,
W) y especialmente aquellos más pesados que Fe. Además, también se han realizado análisis de
elementos mayores, menores y trazas en rocas por medio de un espectrómetro de rayos-x
computarizado.
Se ha usado en el análisis de concentrados minerales por medio de cateo en Inglaterra y Escocia
para cartografía geológica y exploración de oro en placeres.
Se ha usado un equipo de campo de fluorescencia de rayos-x en la determinación de seis
elementos (Mn, Fe, Co, Ni, Cu y Zn) en nódulos de manganeso. La técnica consiste en excitar los
nódulos con una fuente radioisotópica (Pu 238) y análisis de la radiación de rayos-x resultante. Se
le augura un buen futuro a este tipo de análisis en sitios con equipo portable.
58

4.10.- ANÁLISIS DE ACTIVACIÓN NEUTRÓNICA


Este método se basa en la detección e interpretación de transmutaciones nucleares, después que
una muestra ha sido adecuadamente irradiada. Las muestras son irradiadas en un reactor nuclear
(acelerador de partículas o ciclotrón) por neutrones, protones y cualquier otro tipo de partícula,
de tal forma que convierten algunos de los átomos presentes en isótopos radioactivos con
características nucleares conocidas. Las radiaciones emitidas por la muestra son identificadas y
medidas y en circunstancias favorables, se pueden efectuar análisis muy exactos y se pueden
obtener sensibilidades muy bajas. Esta técnica es sumamente compleja.
La técnica de activación neutrónica está siendo cada vez más usada en trabajos de exploración
geoquímica debido a diversos avances logrados y ventajas que tiene el método.
Entre los avances se destacan: 1) el desarrollo de detectores de Ge (Li) de alta resolución para la
espectrometría gama y 2) el desarrollo de programas de computadora que permiten
procesamiento eficiente de los espectros complejos que resultan de la irradiación neutrónica.
Las ventajas del método es que: 1) tiene una capacidad multi-elemental alta, y es así como en
Inglaterra se han podido analizar 32 elementos, 2) una sola muestra puede ser usada para
analizar varios elementos, dado que se pueden preparar pastillas comprimidas, 3) el método es
raramente influenciado por el efecto de la matriz y 4) cuando la sensibilidad es buena, la
exactitud también es buena.
Hay algunos elementos que pueden ser determinados por la técnica, por ejemplo: Pb, Li, Be y Nb,
porque no tienen isótopo que emitan radiación gama.
Hay dos limitaciones del método: 1) el acceso a una fuente de irradiación y 2) la lentitud relativa
del análisis.
Estrechamente asociada a la técnica de reactivación neutrónica está la técnica de “registro
nuclear de pozo” (“nuclear borehole logging”), ambas técnicas dependen de la radiación
neutrónica y de la medición de la radiación gama. En la técnica de registro nuclear de pozo, una
fuente neutrónica portable (usualmente Cf252, se hunde en el pozo junto con un contador de
radiación gama que la mide in situ.

4.11.- OTROS MÉTODOS ANALÍTICOS


4.11.1.- FLUORIMETRÍA
La fluorimetría es el método más importante usado para el análisis de uranio. Es muy sensitivo;
por ejemplo, en aguas se puede detectar hasta 0,2 ppb y es fácilmente alcanzable.
La técnica consiste en que cuando la muestra que contiene uranio es fundida con un fundente
apropiado y luego es enfriada y excitada por radiación ultravioleta, emitirá fluorescencia en el
59

ámbito visible. Esta fluorescencia es cuantitativamente medida por una celda fotoeléctrica. Es
necesario controlar cuidadosamente las condiciones, las condiciones químicas deben ser muy
puras, y los standards deben correrse constantemente con las otras de composición desconocida.
La fluorimetría siempre se sigue usando en el análisis de uranio, aunque otras técnicas como
activación neutrónica retardada y análisis de huellas de fisión están también siendo usadas.
Recientemente, Scintrex Ltd. (Concord, Ontario) ha desarrollado un analizador de uranio por
medio de una fluorescencia inducida por rayos laser que puede ser usado tanto en el campo
como en el laboratorio. Esta técnica se basa en la fluorescencia que emite el ión uranilo en
solución cuando es irradiado con luz ultravioleta muy corta desde una fuente de laser de
nitrógeno.
Esta técnica tiene grandes posibilidades en aquellas áreas con agua abundante como Canadá,
Escandinavia y la Unión Soviética.
Se conoce que los métodos fluorimétricos se aplican en la determinación de Se en base húmeda.
4.11.2.- TÉCNICAS RADIOMÉTRICAS
Las técnicas radiométricas constituyen un campo grande y complejo, todas basadas en la
radioactividad natural de ciertos elementos de la Tierra.
Las principales técnicas radiométricas tienen que ver con la medición de radón (Rn222) y la
radiación gamma emitida naturalmente por U, Th y K.
Para efectos de geoquímica aplicada a la exploración, empleando la radiación gamma de U, Th y
K, no solamente son importantes los contenidos de los elementos, sino también las relaciones
entre ellos (p.e. Th/U) para delinear áreas favorables para la exploración.
Los levantamientos pueden ser efectuados desde el aire, en automotor o a pié.
La medición de radón se realiza con un contador de radón. Éste mide la radiación derivada de la
desintegración radioactiva del Rn222, uno de los productos fijos de la desintegración del uranio, a
saber:
U238-----U234-----Th230-----Ra226-----Rn222-----Po218-----Pb214-----Bi214-----Po214-----Pb206
Hay varios tipos de contadores de radón. Uno emplea una “bomba” que extrae aire del suelo y
del recubrimiento vecino; otro tipo de campo mide el radón del aire del terreno en un hueco
profundo en donde se inserta el detector de radiación alfa. Hay escintilómetros de radiación alfa
que se dejan en el terreno por horas o días. Hay también varios tipos de películas sensibles a la
radiación alfa; las más usadas son aquellas impregnadas de emulsión de nitrato de celulosa; estas
películas se ponen dentro de recipientes especiales que se dejan por varios días (p.e. 30 dias)
para obtener las huellas de radiación en la película para después contar el número.
60

4.11.3.- ELECTRODOS IÓNICOS ESPECÍFICOS


Ciertos electrodos han sido desarrollados lo suficientemente sensitivos y selectivos para
determinar iones específicos.
El electrodo específico para flúor (F) es uno de los ampliamente usados en geoquímica para
analizar pequeñas cantidades de flúor en aguas naturales. En el análisis de rocas, éstas deben de
digerirse adecuadamente, previo a la medición.
También existen electrodos específicos para los halógenos (Cl y Br), sulfuros y algunos metales
(p.e. Ca y Ag), pero se debe tener precaución con las posibles interferencias y otros problemas
analíticos.

4.12.- ESPECTROSCOPÍA DE EMISIÓN DE PLASMA


Esta técnica es la que más promete en el análisis multi-elemental y tiene varias ventajas sobre la
absorción atómica y la espectrografía de emisión. Estas ventajas consideran: 1) mejoramiento de
la sensibilidad particularmente para los elementos volátiles (es similar a AA y superior a la
espectrografía de emisión), 2) menores problemas entre elementos y matriz, como ocurre con
absorción atómica, sin embargo, sufre de algunos problemas de interferencia como la
espectrografía de emisión, 3) no se requiere electrodo de grafito, 4) la preparación de las
muestras es como en absorción atómica, pero más fácil que como en espectrografía de emisión
y 5) debido a la capacidad multi-elemental y facilidad en la preparación de las muestras, el costo
de la espectroscopía de emisión de plasma es relativamente más bajo.
El plasma es una masa de gas ionizado en el cual la concentración de electrones y iones positivos
están en equilibrio.
61

CAPITULO 5
PATRONES DE DISPERSIÓN SECUNDARIA

5.1.- CLASIFICACIÓN DE LOS PATRONES DE DISPERSIÓN SECUNDARIA


Desde el punto de vista genético, los patrones de dispersión secundaria pueden clasificarse de
acuerdo a los siguientes factores: 1) el tiempo de formación relativo a la matriz y 2) el modo de
formación.
Con referencia a lo anterior, los patrones pueden ser singenéticos o epigenéticos, si éstos son
introducidos al mismo tiempo con la matriz o posterior a ésta, respectivamente. Los patrones
pueden ser después clasificados como : 1) clásticos, donde la dispersión es debida principalmente
al movimiento de partículas sólidas, 2) hidromórficos, donde los agentes dinámicos son las
soluciones acuosas y 3) biogénicos, donde los patrones son el resultado de la actividad biológica.
En vista de que los patrones secundarios son con frecuencia el resultado neto de una
combinación de procesos, un sistema genético de clasificación como el antes propuesto no se
puede aplicar en forma rígida.
El estudio cuidadoso de las características químicas y físicas de un patrón de dispersión, sin
embargo, permite una confiable identificación de la fuente de origen, aún donde la historis
genética es relativamente complicada.

5.2.- PATRONES SINGENÉTICOS


Los patrones singenéticos pueden ser ya sea clásticos, hidromórficos o biogénicos. En su mayoría,
estos patrones son relativamente simples de interpretar, dado que la historia de la matriz
suministra una unión directa entre el patrón del metal dispersado y su fuente primaria en el
substrato rocoso.
5.2.1.- PATRONES CLÁSTICOS
El suelo residual, el coluvión, los sedimentos fluviales y el “till” o sedimento glacial son los medios
comunes para todos los patrones clásticos (Figs. 5-1, 5-2 y 5-3).
62
63

El suelo residual refleja la distribución de los elementos en la roca subyacente; los patrones de
distribución de elementos inmóviles en la roca son mejor preservados que aquellos definidos por
los constituyentes más móviles que están sujetos a la lixiviación y redistribución en el residuo
meteorizado. Patrones singenéticos en coluvión y morrenas glaciales también apuntan a la
fuente de metal, aunque aquí la relación entre el patrón de dispersión y la fuente de roca puede
complicarse por un sustancial movimiento lateral y por el transporte glacial y redeposición.
Los patrones clásticos en sedimento fluvial resultan de la erosión y transporte aluvial de
recubrimiento rico en metales. Aquí la relación entre la anomalía y la fuente puede complicarse
por la historia previa de dispersión del metal en el recubrimiento. Si la anomalía de sedimento se
deriva directamente de la erosión de una anomalía de suelo residual, la fuente rocosa de metal
se presentará en la inmediata vecindad de la anomalía de suelo. Si la anomalía de sedimento
proviene de la erosión de una anomalía de suelo de escurrimiento, la fuente de origen debe
buscarse hacia arriba de la tabla de agua a partir de la anomalía de escurrimiento.
64

5.2.2.- PATRONES HIDROMÓRFICOS


La carga soluble del agua subterránea y superficial es otra clase de patrón de dispersión
singenético (Fig. 5-4 a). En este caso la matriz es agua en lugar de suelo o de cualquier otro tipo
de material sólido.
Precipitados químicos masivos y depósitos evaporíticos serían propiamente clasificados como
patrones singenéticos de origen hidromófico. Donde los precipitados no son masivos, pero son
diseminados en los intersticios de una matriz clástica (por ejemplo, suelo o sedimento fluvial), el
patrón debería ser en forma más apropiada como epigenético. Un ejemplo importante de
patrones singenéticos de esta clase serían aquellos formados en y contemporáneamente con
depósitos extensos de hierro y manganeso sedimentario.

5.2.3.- PATRONES BIOGÉNICOS


Una concentración anómala de metales inmediatamente disponible en el suelo, normalmente se
reflejarán por un patrón metálico anómalo en las plantas que crecen en el suelo (Fig. 5-4 b). Las
anomalías de plantas son singenéticas en cuanto a que fueron formadas contemporáneamente
con el crecimiento de la planta misma. En forma similar, los patrones de dispersión en debris
orgánico, derivado solamente de la acumulación de material de planta parcialemnete
descompuesto, son singenéticos. Los patrones biogénicos de origen singenético reflejan en parte
la composición del substrato rocoso local o recubrimiento y en parte la composición de
soluciones circulantes de agua subterránea.
65

5.3.- PATRONES EPIGENÉTICOS


Los patrones epigenéticos de materiales dispersos introducidos en forma subsecuente a la matriz
son necesariamente el resultado de procesos hidromórficos y biogénicos. Por esta razón, estos
66

patrones son, en general, definidos por elementos semimóviles, tales como el Zn y Cu, los cuales
pueden ser fácilmente disueltos y precipitados por cambios locales en el ambiente.
5.3.1.- PATRONES HIDROMÓRFICOS
Soluciones acuosas naturales normalmente dejan un patrón de precipitados de una clase u otra
en la matriz a través de la cual éstas fluyen (Fig. 5-5). Los patrones de dispersión epigenética son
patrones superimpuestos a patrones singenéticos, originalmente presentes en la matriz, ya sea
de roca meteorizada o suelo de origen residual o transportado.
67

Las anomalías hidromórficas de este tipo están siempre particularmente bien desarrolladas en
donde el ambiente sea favorable para su precipitación. Tales condiciones son comunes em
áreas de escurrimiento y en fuentes y pantano orgánicos. La fuente de las anomalías
hidromórficas se sitúan corriente arriba, o drenaje arriba, o en profundidad, de acuerdo con la
ruta seguida por las soluciones portadoras de metal.
68

5.3.2.- PATRONES BIOGÉNICOS


Con la descomposición de la materia orgánica, viviente o muerta, que sirve de huésped de una
anomalía de planta, una gran parte del contenido mineral puede ser lixiviado. Sin embargo, una
cierta fracción de la materia mineral liberada por la descomposición puede ser retenida en el
suelo donde forma una anomalía epigenética de origen biológico. Patrones biogénicos de esta
clase se pueden desarrollar en recubrimiento residual o transportado. Patrones biogénicos de
esta clase se pueden desarrollar en recubrimiento residual o transportado; su relación con la
fuente de roca es naturalmente la misma que el patrón particular singenético de vegetación
del cual son directamente derivados.

5.4.- PARTICIPACIÓN DE LOS CONSTITUYENTES DISPERSOS ENTRE LOS MEDIOS LÍQUIDO Y


SÓLIDO
El comportamiento de los elementos químicos individuales en el ciclo de dispersión secundaria
está condicionado por la movilidad relativa. Los elementos inmóviles tienden a quedar atrás
con los productos clásticos de la meteorización, mientras que los elementos móviles tienden a
viajar lejos del sitio de meteorización como parte de la carga soluble del agua superficial y
subterránea. Es importante considerar que durante el curso de la dispersión hay usualmente
intercambio en mayor o menor grado entre las soluciones y la fase sólida que se mantienen en
contacto.
En el medio líquido un constituyente disperso es relativamente móvil cuando se mueve en las
aguas naturales como un componente de solutos estables o suspensoides. Cuando el
constituyente es acarreado en el agua en forma que es menos estable y, por consiguiente, más
pronta la reacción con la matriz en contacto con éste, la posibilidad de formación de un
precipitado es mayor, y la movilidad efectiva es menor. La partición de un elemento entre dos
fases competitivas cualesquiera, tales como las aguas naturales y la matriz clástica circundante,
depende no solamente de su estabilidad entre las dos fases, sino también de la velocidad de la
reacción de la forma menos estable a la más estable. La reactividad de los constituyentes
menores de las aguas naturales depende de su forma de presentación; ya sea que sean
acarreados con componentes del agua altamente reactivos o con componentes que son ya
estables o que no reaccionan rápidamente.
Los constituyentes iónicos del agua son generalmente los más reactivos. Los iones son libres en
reaccionar muy rápidamente; ya sea para formar precipitados o para formar parte de reacciones
de intercambio iónico en la superficie de partículas iónicas cargadas. Por consiguiente, los
constituyentes iónicos del agua son los que comúnmente tienen lugar en la formación de
patrones de dispersión hidromórfica en suelos y sedimentos fluviales. Los otros componentes del
agua natural, incluyendo los gases disueltos, materia soluble orgánica e inorgánica no disociada,
y material disperso de dimensiones coloidales, son por comparación mucho menos reactivos.
69

En el medio sólido, cuando la fracción mineral es de grano grueso, es posible determinar cuál
mineral es el huésped de los elementos traza, lo cual no es fácil de decir cuando la fracción es de
grano fino. Sin embargo, una evidencia indirecta que puede ser valiosa como guía sobre la
participación probable de los metales en el recubrimiento residual y transportado y en los
sedimentos fluviales puede obtenerse en la siguiente forma: 1) considerando el comportamiento
general geoquímico de los elementos en la zona de meteorización y 2) determinando las
proporciones relativas de los metales liberados por diferentes extractores químicos, como se
señala posteriormente.
Minerales primarios resistentes incluyen algunos minerales de mena y ganga, así como minerales
resistentes formadores de roca. La estabilidad relativa de los constituyentes primarios y el grado
de meteorización son los factores controladores. Las propiedades físicas y químicas,
características de las especies minerales, involucra determinar los métodos por medio de los
cuales pueden ser detectadas estas características. Si se requirieran análisis químicos, es
necesario recurrir a un ataque vigoroso con ácidos o fundentes fuertes y calientes, con el
propósito de desintegrar los minerales primarios.

5.5.- CLASIFICACIÓN POR LA FORMA GEOMÉTRICA


La clasificación de los patrones secundarios de acuerdo a su forma geométrica y localización con
respecto a la fuente de roca es valiosa, no solamente en cuanto al diseño de programas de
muestreo, sino también en la interpretación de los datos en términos de la probable causa de las
anomalías.
La terminología usada es simplemente descriptiva. Patrones desarrollados en forma aproximada
sobre la fuente de roca subyacente se dice que son patrones “superyacentes”, diferentes a los
patrones “laterales” que están desplazados a un lado y completamente subyacidos por rocas
desprovistas de mineralización o del patrón anómalo. Patrones superyacentes dispuestos mas o
menos simétricamente alrededor de la fuente son llamados “halos”. Movimiento direccional
durante la dispersión resulta en asimetría, lo cual toma la forma de un “abanico” debido a que
se esparce hacia afuera de la fuente, o un “tren” si la dispersión tiene lugar a lo largo de un canal
de flujo.
Para una descripción completa es necesario tomar en consideración la distribución de los valores
metálicos anómalos dentro de un patrón. Se dice que las anomalías son “intensas” si los valores
se eleven abruptamente en picos bien definidos o “difusos” si el patrón no muestra picos
abruptos bien definidos en un punto focal. La “homogeneidad” de una anomalía está también
determinada por la regularidad con que los valores están distribuidos dentro del patrón.
70

5.6.- PATRONES DE DISPERSIÓN SECUNDARIA


5.6.1.- CONTRASTE
El contraste del contenido metálico entre las anomalías geoquímicas secundarias y el contenido
normal del fondo, depende de cierto número de condiciones. Éstas incluyen: 1) el contraste
primario entre la mena y la roca encajante, 2) la movilidad relativa de los elementos en el
ambiente de dispersión y 3) la dilución con material estéril.
En el caso de la primera condición, en las anomalías clásticas el contraste primario se mantiene
en gran proporción por los elementos inmóviles como Sn y Be, más que por elementos más
móviles como Zn y Cu, los cuales son más susceptibles a la lixiviación.
En cuanto a la movilidad relativa de los elementos, la proporción de lixiviado juega un papel
importante. Y depende de los factores como la intensidad de la meteorización, la proporción de
flujo del agua, el pH y muchos otros factores que juegan un papel en la formación de los patrones
de dispersión. Estos mismos factores afectan el contraste que se presenta en las anomalías
hidromórficas. En las aguas, el contraste está también en función de la movilidad. Bajo
condiciones iguales, los elementos de mayor movilidad son aquellos que dan mayor contraste.
Elementos móviles que bajo ciertas condiciones críticas pueden precipitar, tienden a dar el mejor
contraste en el suelo hidromórfico y en las anomalías de sedimentos. En las plantas el contraste
anómalo biogénico está en función de la movilidad relativa de los elementos, ya que en general
aquellos elementos más móviles en el suelo, son los más fácilmente absorbidos.
La dilución de una mezcla con material estéril, es básicamente un problema local. La dilución
rápida de un patrón de dispersión secundaria, conforme se aleja de la fuente de origen, es más
intensa con un vigoroso mecanismo de dispersión y con una alimentación abundante de material
estéril en el punto de origen del patrón de dispersión.
El objetivo principal de un levantamiento geoquímico es detectar solamente aquellos patrones
derivados de yacimientos minerales. Si fuera posible excluir aquella parte del contenido total
metálico no relacionado con la mineralización, entonces el contraste de la anomalía será
significativamente elevado. Se recomienda en estos casos realizar el “análisis fraccional”.
5.6.2.- ANÁLISIS FRACCIONAL
El análisis fraccional consiste en la extracción química de la fracción elemental o metálica
adsorbida a las fases sólidas que tienen lugar en el ambiente de dispersión secundaria. La
extracción se efectúa por medio de reactivos químicos débiles, como por ejemplo HCl frío y
soluciones de citrato, y se determina en la literatura “metal rápidamente o fácilmente extraíble
en frío” lo cual se simboliza con el término general “cxMe” o particular cxZn o cxCu cuando la
extracción se refiere específicamente a Zn y Cu. Se emplea el término cxMe/Me o cxZn/Zn o
cxCu/Cu, para referirse a la fracción del total metálico, o del elemento específico, que es soluble
en un extractor débil.
71

Una evidencia clara acerca del origen singenético clástico, es desde luego la presencia de granos
residuales o detríticos derivados directamente de menas minerales. Sin embargo, con minerales
de mena inestables, la mayoría del metal en patrones clásticos, incluyendo metal anómalo, está
contenido en minerales secundarios, principalmente en los minerales arcillosos y en óxidos
hidratados. No obstante que estos minerales han resistido el ataque químico de las soluciones
naturales, durante la meteorización y posiblemente también el ciclo de erosión y transporte, los
mismos tienden generalmente a ser relativamente resistentes al ataque y solución por
extractores de laboratorio.
En los patrones epigenéticos, en donde el metal introducido es de origen hidromórfico y formado
por reciente precipitación de material soluble proveniente de aguas superficiales y subterráneas,
el contenido de metal fácilmente extraíble se mantiene por intercambio activo con el metal en
solución.
72

CAPÍTULO 6
ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO RESIDUAL
6.1.- INTRODUCCIÓN
La naturaleza de la roca original generalmente no es evidente de una inspección del suelo residual
formado a partir de dicha roca. En consecuencia, muchos yacimientos minerales no han podido
ser observados por esta dificultad.
Los vestigios mineralógicos y químicos en el suelo, derivados de la roca original, siempre se
mantendrán en el residuo original, lo que puede ser una guía magnífica para detectar yacimientos
minerales no perceptibles a simple vista. Por esta causa, es que las anomalías geoquímicas en
roca meteorizada y suelo residual se han convertido en el método geoquímico más amplio y
exitosamente usado.
Al patrón residual original siempre se complica con la influencia posterior de patrones
hidromórficos, los cuales se sobreponen a los patrones originales residuales por precipitación a
partir de aguas ricas en metales que drenan el terreno mineralizado.

6.2.- ANOMALÍAS SINGENÉTICAS EN EL SUELO RESIDUAL


Las anomalías singenéticas en suelo residual, sin ninguna influencia posterior, son en primer lugar
un reflejo de la distribución y concentración de los elementos en la roca original. Posteriormente,
la composición química del suelo o patrón primario, se puede ver afectado por causas mecánicas,
hidromórficas y biogénicas que enmascaran la distribución y composición química del suelo
original.
En la modificación del patrón primario intervienen agentes como las heladas, las plantas, los
animales, la gravedad, la lixiviación, la absorción por las plantas, las aguas superficiales y
subterráneas, la materia orgánica y otros, que unos casos producen la disminución o aumento
de algunos elementos o la transformación de los mismos en otros tipos de sustancias.

6.3.- CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y QUÍMICAS DE LAS ANOMALÍAS SINGENÉTICAS EN SUELO


RESIDUAL
Las características físicas y químicas de las anomalías singenéticas están dadas por los siguientes
factores: 1) la composición mineralógica de los productos de la meteorización, 2) la forma y
magnitud de las anomalías, 3) la homogeneidad del patrón anómalo y 4) la variación en
profundidad de la anomalía.
73

6.3.1.- COMPOSICIÓN MINERALÓGICA DE LOS PRODUCTOS DE LA METEORIZACIÓN


Las anomalías reflejan las características de los productos de la meteorización como: a) los
minerales de mena o primarios resistentes, b) los minerales de ganga resistentes y c) los
minerales de mena y ganga secundarios y minerales secundarios, provenientes de los minerales
formadores de roca (arcillas, óxidos hidratadas) y materia orgánica.
Los minerales de mena o primarios resistentes existen en los suelos residuales en muy pequeña
proporción, ya que éstos son alterados a minerales secundarios. Dentro de los pocos minerales
de mena resistentes merece citarse el de wolframio (wolframita, WO2) y el de estaño (casiterita,
SnO2). La mayor parte de los metales constitutivos de los minerales de mena y primarios
resistentes, tienen lugar en el suelo como minerales de mena secundarios y minerales
secundarios como las arcillas y óxidos hidratados.
Una pequeña parte de los metales liberados durante la meteorización de la roca original puede
estar en la forma de componentes de la materia orgánica fácilmente extraíble, o como iones
adsorbidos en las partículas arcillosas.
Los minerales de mena resistentes a la meteorización son principalmente casiterita, wolframita,
scheelita, columbita-tantalita, pirocloro, diamante, oro, platino, berilo, ilmenita, corindón y
cinabrio. Los minerales de ganga resistentes más comunes son: cuarzo, turmalina, granate,
magnetita, barita y fluorita. Minerales menos resistentes pueden también persistir donde la
meteorización mecánica predomina sobre la meteorización química, como es frecuente en climas
áridos o muy fríos y en terrenos con fuerte pendiente sufriendo una erosión activa. El tamaño
del grano dependerá del tamaño original de la partícula y del grado a que puede reducirse por
disolución durante la meteorización. En general una proporción apreciable del metal contenido
en minerales resistentes se presenta en la fracción intermedia y gruesa, como se observa en los
datos que aparecen en la tabla 6-1, relativa a metales inmóviles.
6.3.2.- FORMA Y MAGNITUD DE LAS ANOMALÍAS EN SUELO RESIDUAL
Existen una serie de factores que definen la forma y magnitud de las anomalías singenéticas en
suelos residuales, éstos son: el contraste, el ancho y la distorsión de la anomalía.
6.3.2.1.- CONTRASTE
El contraste se presenta debido a la relación entre la geoquímica de la roca encajante no
mineralizada y la roca mineralizada. Sin embargo, la correlación cuantitativa entre el contraste
anómalo en el suelo y la concentración de la roca mineralizada, con poca frecuencia se puede
establecer. En primer lugar, el contenido metálico de fondo es posible que varíe conforma la roca
encajante cambia su carácter. En segundo lugar, el contraste anómalo del suelo puede reflejar el
contraste primario en profundidad, solamente si el contraste primario está preservado en la roca
encajante mineralizada.
74

El contraste se ve afectado por los siguientes factores: 1) el litológico, 2) la topografía, 3) el


drenaje, 4) el tipo, profundidad y madurez del perfil de suelo, todos los cuales pueden variar en
distancias relativamente cortas y 5) la movilidad relativa de los elementos.
El factor litológico influencia el contraste por la variación lateral de la composición de la roca
encajante y por la variación en profundidad debido a las diferencias de composición del
recubrimiento o la roca adyacente.
Si los factores anteriormente citados se mantienen constantes, el contraste puede variar por el
“tamaño” y “tenor” de la mineralización (Fig. 6-1). También el contraste está en función de la

movilidad de los elementos en el suelo residual bajo ciertas condiciones determinadas.


Elementos relativamente inmóviles como Sn y Nb sufren baja lixiviación y, por lo tanto, se
mantiene el contraste primario en el suelo (Fig. 6-2). Elementos relativamente móviles como U,
Mo, Zn y Cu, el contraste de anomalía es usualmente mucho menor que el contraste primario
(Figs. 6-2 y 6-3), debido a la facilidad de lixiviación. La Fig. 6-2 ilustra la preservación del
75

contraste primario de Pb comparado con la supresión del contraste de Zn y Cu en suelos


residuales sobre un depósito de metales base en Carolina del Norte.

La fig. 6-3 exhibe la diferencia característica entre una anomalía abrupta e intensa de Pb y una
débil y reducida de Zn.
76

La intensidad del contraste está regulada por diversas condiciones que favorecen el alto o bajo
contraste. Un alto contraste está regulado por condiciones como: 1) meteorización química
superficial, 2) suelo inmaduro, alcalino, 3) ambiente calcáreo, 4) elevado contenido de
absorbentes como materia orgánica, minerales arcillosos, óxidos hidratados de Fe y Mn, 5) baja
precipitación, 6) drenaje pobre y 7) erosión activa. Un bajo contraste es favorecido por las
siguientes condiciones: 1) meteorización química profunda, 2) suelo maduro, ácido o neutro, 3)
ambiente silíceo, 4) bajo contenido de absorbentes, 5) alta precipitación, 6) buen drenaje y 7)
superficie estable.
En cuanto a movilidad relativa, los elementos inmóviles tienden a dar anomalías más intensas,
mientras que los móviles tienden a darlas menos intensas.
6.3.2.2.- ANCHO DE LAS ANOMALÍAS
Conforme una estructura mineralizada se meteoriza, el patrón de distribución de los metales
derivados de una mena tenderá a ser modificado. Esta distribución tiende a ampliarse encima de
la zona mineralizada de menor anchura.
En general el ancho de la anomalía depende de la movilidad relativa de los elementos durante la
meteorización, interviniendo en el caso de los inmóviles, elementos como Sn, Nb, Cr, Be, Ti. Pb y
dentro de los móviles elementos como U, Cu, Zn y Mo.
Los elementos inmóviles tienden a dar anomalías menos anchas y más intensas, mientras que los
móviles las producen más anchas y menos intensas.
También el substrato litológico juega un papel importante, como en el caso de las rocas calcáreas
o “reactivas” y las rocas silíceas o “no reactivas”. Las rocas calcáreas tienden a producir patrones
anómalos de menor anchura, mientras que las silíceas de mayor. Por ejemplo, una anomalía de
Cu tiende a ser más angosta e intensa en un ambiente calcáreo y de alto pH que aquella originada
en un ambiente silíceo.
Sin embargo, el ancho de la anomalía también podría ser influenciada por procesos mecánicos y
químicos. Los procesos mecánicos podrían ampliar por un lado el ancho de las anomalías de los
elementos inmóviles, mientras que los procesos químicos podrían ampliar el ancho de las
anomalías de los elementos móviles. Por otro lado, procesos bioquímicos también podrían
intensificar las anomalías por la influencia de la materia orgánica.
Los elementos de movilidad intermedia pueden dispersarse en soluciones acuosas y luego
precipitarse, desde donde su dispersión es dominada por procesos mecánicos.
6.3.2.3.- DISTORSIÓN DE LAS ANOMALÍAS
La distorsión de las anomalías se efectúa por efectos mecánicos de la gravedad en las partículas
clásticas del suelo residual y en las aguas superficiales y subterráneas que afectan los suelos y
tienden a seguir las zonas de mayor pendiente.
77

El movimiento físico de las partículas mineralizadas del suelo residual pendiente abajo, o
reptación (Fig. 6-4) y por compactación (Fig. 6-5) produce la distorsión de las anomalías.

Las aguas superficiales y subterráneas producen disolución y precipitación a lo largo de un flujo


lateral siguiendo la pendiente. Es así como los elementos más móviles tienden a alcanzar mayores
distancias que los menos móviles.
78

De acuerdo a lo anterior, en terrenos con pendiente las anomalías tienden a distorsionarse en


forma de abanico en dirección de la mayor pendiente. La distorsión pendiente abajo es
usualmente el efecto del movimiento físico de las partículas portadoras de metal por reptación
de suelo (Fig. 6-4) ayudado por disolución y precipitación debidas a las aguas subterráneas en
movimiento lateral en el caso de metales solubles. Por lo tanto, la movilidad relativa es
importante en el desarrollo de anomalías asimétricas. La figura 6-3 muestra la diferencia entre la
dispersión de Pb y el Zn, donde la movilidad más baja del Pb resulta en que se dispersa
principalmente en forma mecánica por reptación, mientras que la dispersión de Zn ha sido debida
a disolución y precipitación. Como regla, conforme más abrupta sea la pendiente, mayor es la
distorsión.
En terreno plano las anomalías forman halos simétricos de dispersión sobre la mineralización.

6.3.3.- HOMOGENEIDAD DE LAS ANOMALÍAS


La homogeneidad de las anomalías se refiere a la regularidad con que se presenta el patrón
anómalo en un suelo residual. La homogeneidad depende directamente del tamaño del grano y
de la distribución de los elementos en los minerales componentes del suelo, e indirectamente de
la presencia y distribución del elemento en la roca encajante.
Las anomalías pueden ser irregulares debido a la presencia de minerales primarios y secundarios
resistentes a la meteorización que dan lugar a elementos relativamente inmóviles como el Nb,
Sn, Be y Pb, y a partículas gruesas enriquecidas de concreciones o segregaciones distribuidas en
el suelo.
Las anomalías pueden ser homogéneas o regulares debido a la presencia de minerales arcillosos
y óxidos hidratados más finos distribuidos uniforme y persistentemente en el suelo;
generalmente estas anomalías están constituidas por elementos relativamente móviles como el
Cu, Zn, U y Mo.

6.3.4.- VARIACIÓN DE LAS ANOMALÍAS EN PROFUNDIDAD Y POR EL TIPO DE SUELO


En profundidad las anomalías de recubrimiento residual pueden presentarse en tres formas: 1)
preservando la traza de un depósito mineral inclinado (Fig. 6-5), con distorsión física resultante
del deslizamiento de suelo (Fig. 6-4) y 3) reflejando las características ligadas a la formación del
suelo y el desarrollo del perfil.
En cuanto al caso 3, los patrones resultantes de redistribución en el perfil del suelo dependen en
primer lugar del mecanismo de dispersión, el comportamiento de los metales individuales y el
tipo de suelo.
79

En suelos inmaduros, variaciones del perfil no son con frecuencia importantes, aunque bajo
condiciones apropiadas, metales como: Pb, Cu y Zn, tienden a enriquecerse en el humus y a
acumularse en el horizonte orgánico superior.
En suelos maduros de drenaje libre, muchos metales móviles tienden a empobrecerse en el
horizonte A y a enriquecerse en el horizonte B, aunque el enriquecimiento en los horizontes
orgánicos A0 y A1 continúa erráticamente. En ambientes relativamente áridos, los metales
solubles puede que estén enriquecidos en aquellos horizontes formados por evaporación : 1) del
agua de lluvia que percoló y 2) de las soluciones ascendentes de agua subterránea, por encima
de la tabla de agua. Para la mayoría de los elementos semimóviles, la redistribución en zonas
desérticas es restringida por su pH alto característico. Datos no confiables están disponibles en
relación con la distribución de metal en depósitos gruesos de caliche masivo (en Europa, calcrete)
desarrollado en suelo residual; aquí también la movilidad está restringida con la resultante
retención o a un enriquecimiento de metales en la zona de precipitación.
Donde el drenaje es pobre, la distribución metálica en suelos hidromórficos normales muestra
una tendencia hacia el enriquecimiento del horizonte A 1. Directamente sobre la mineralización,
el contenido metálico de suelos hidromórficos generalmente aumenta progresivamente con la
profundidad. Patrones similares son observados en los perfiles de la tundra donde el drenaje es
impedido por el permafrost o hielo permanente.

6.4.- ANOMALÍAS HIDROMÓRFICAS EN SUELO RESIDUAL


Anomalías hidromórficas laterales se pueden desarrollar en suelo residual, por precipitación de
metales derivados de soluciones anómalas de aguas subterráneas que drenan áreas
mineralizadas. Estas anomalías se encuentran con frecuencia en áreas de escurrimiento hacia
debajo de la tabla de agua hasta un punto donde las aguas subterráneas se aproximan a la
superficie.
Las anomalías de escurrimiento están restringidas al grupo de metales semimóviles que son
solubles en las aguas subterráneas locales, pero que son generalmente precipitados en el suelo,
en el área de escurrimiento. En contraste marcado con los metales contenidos en las anomalías
singenéticas de suelos residuales, una proporción sustancial del metal en anomalías de
escurrimiento está débilmente enlazado y, por lo tanto, fácilmente extraíble. En Rodesia del
Norte (Tabla 6-3), por ejemplo, la proporción total de cobre que es extraíble en frío es de 20-80%
en anomalías de escurrimiento comparado con un 10% en anomalías residuales en suelos bien
drenados. El criterio cxMe/Me puede, por lo tanto, ser usado como un criterio para la
diferenciación de anomalías de suelo singenéticas e hidromórficas bajo estas condiciones. Sin
embargo, si el agua subterránea disminuye y el suelo drena mejor, ambos, el contenido total de
metal y la relación cxMe/Me, tenderá a disminuir con el tiempo conforme el metal extraíble es
removido por lixiviación y fijado durante el secado del terreno. El contenido de fondo de los
metales móviles en suelos de escurrimiento, tiende a ser más elevado y a mostrar un mayor
80

ámbito de fluctuación que en suelos residuales bien drenados. Así ambos, el valor de umbral y el
contraste de umbral contra el valor de fondo para anomalías de escurrimiento tiende a ser más
elevado que para anomalías singenéticas de suelo. Sin embargo, si se considera que la
mineralización está activamente sufriendo oxidación y lixiviación, la anomalía de escurrimiento
puede con frecuencia mostrar un mayor contraste de anomalía, particularmente el metal
extraíble en frío, que como lo hace la anomalía residual asociada al mismo depósito (Tabla 6-3).
Esto es debido a que las anomalías hidromórficas son continuamente reforzadas por
precipitación de metales, mientras que en las anomalías residuales el metal se está
continuamente perdiendo por lixiviación.
TABLA 6-3
CONTRASTE ENTRE ANOMALÍAS DE SUELO RESIDUAL Y ESCURRIMIENTO EN ÁREAS
SUBYACIDAS POR SEDIMENTOS EN KATANGA, ZAMBIA

Localización de la Metal Umbral Pico de la Contraste


anomalía promedio anomalía ppm
ppm
Anomalía en suelo Cu 75 480 6,4
residual sobreyaciendo un cxCu 5 20 4,0
depósito mineral
Anomalía lateral de Cu 100 2100 21,0
escurrimiento a 650 m cxCu 20 780 39,0
pendiente abajo del
depósito
Referencia: T.S. Tooms (Comunicación verbal, en Hawkes y Webb, 1962). Datos para fracción -
80#
6.5.- ANOMALÍAS NO RELACIONADAS A DEPÓSITOS MINERALES
En ocasiones las variaciones litológicas de la roca caja pueden dar como resultado patrones
residuales, que pueden parecerse a los que resultan en relación a depósitos minerales.
Por ejemplo, suelos sobre dique diabásicos pueden contener más de 250 ppm de Cu y 140 ppm
de Ni, en comparación con los valores de fondo de 50 ppm para el Cu y 20 ppm para el Ni, en los
suelos sobre granulita y gneiss. Sin embargo, las anomalías de Cu relacionadas con depósitos de
Cu-Co pueden distinguirse por su bajo contenido de Ni y un razón Co/Ni elevada.
En resumen, las falsas anomalías en suelos residuales se deben principalmente a fuertes
variaciones composicionales de la roca que dio origen al suelo.
81

6.6.- ANOMALÍAS EN AFLORAMIENTOS LIXIVIADOS


Limonita residual derivada de la lixiviación de sulfuros y carbonatos que contienen hierro, han
sido una de las guías más confiables en la búsqueda de depósitos minerales en áreas con cubierta
residual profundamente meteorizada.
De acuerdo al grado de lixiviación y a la naturaleza masiva y diseminada de mineralización
primaria, el producto de meteorización resultante puede oscilar, con el tiempo, desde una roca
lixiviada que con frecuencia contiene cavidades parcialmente rellenas con material limonítico a
las acumulaciones masivas de limonita conocidas como “gossan”.
El problema principal de usar afloramientos y gossan, como guía de yacimientos, es la dificultad
de determinar el tenor de la mineralización primaria. Muchos criterios para distinguir gossan
productivo o improductivos, han sido usados por geólogos y prospectores con varios grados de
éxito. El color de las limonitas es ampliamente usado como una indicación de grado primario.
Estudios cuantitativos sugieren que, en general, esto no es una guía confiable (Kelly, 1958, en
Hawkes y Webb, 1962). La textura ha sido también usada para distinguir limonita derivada de
yacimientos minerales.
82

CAPÍTULO 7
ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO TRANSPORTADO
7.1.- INTRODUCCIÓN
Sobre grandes áreas de la Tierra, el substrato litológico está cubierto por depósitos relativamente
recientes de debrís glacial, aluvión, coluvión, materia orgánica, material transportado por el
viento y debris volcánico, algunos con características de lahar o lavina. La cubierta sobreyacente
impide en forma efectiva cualquier observación directa de depósitos minerales que se presenten
en la superficie.
Las anomalías geoquímicas en recubrimiento transportado pueden ser: singenéticas o
epigenéticas, y pueden ocurrir al mismo tiempo, es decir pueden estar superimpuestas.

7.2.- RASGOS COMUNES DE ANOMALÍAS EN RECUBRIMIENTO TRANSPORTADO


7.2.1.- PATRONES SINGENÉTICOS
Los patrones clásticos singenéticos desarrollados en recubrimiento transportado son el efecto de
movimientos mecánicos de las partículas sólidas. No importa la naturaleza de la fuerza que
produce el movimiento, ya sea hielo, agua y viento.
El patrón general del movimiento de una materia particular a partir de su fuente de origen, en el
substrato al sitio de depósito, es el mismo. Como consecuencia, este patrón común tiende a ser
elongado en la dirección del movimiento. Este patrón simple mecánico puede puede ser
complicado por cierta redistribución local y reconstitución por agua subterránea o humedad del
suelo que pueda haber tenido lugar durante o subsecuentemente al depósito de la matriz.
Como regla, la concentración de los elementos en el recubrimiento transportado derivado de una
mineralización, alcanza los valores más altos en la vecindad inmediata de la fuente de origen y
decae rápidamente con la distancia por dilución con material no mineralizado.
La forma de presentación de los metales de la mineralización en el recubrimiento transportado,
tiene lugar como fragmentos de roca relativamente resistentes y de minerales primarios o
secundarios y en parte como material reconstituido que ha sido disuelto y reprecipitado. El
material reconstituido consiste principalmente de precipitados limoníticos y iones adsorbidos,
los cuales son más fácilmente extraíbles con ataque químico que el material resistente.
Cerca de la fuente de origen el contenido metálico del recubrimiento generalmente aumentará
con la profundidad. Si el recubrimiento ha sido muy mezclado, el patrón puede decaer
paulatinamente con la distancia desde la fuente de origen.
Por otro lado, si el recubrimiento es depositado en una serie de capas, el patrón singenético
puede persistir solamente en ciertos horizontes, con frecuencia más hacia el fondo.
83

7.2.2.- PATRONES EPIGENÉTICOS


Los patrones hidromórficos y biogénicos que se pueden formar en recubrimiento transportado,
no muestran rasgos especiales, diferentes a los discutidos en capítulos anteriores. Las anomalías
epigenéticas asumn importancia especial en el recubrimiento transportado, en vista que los
patrones singenéticos no se asocian en forma consistente con mineralizaciones cubiertas, como
sucede sobre el recubrimiento residual. Las anomalías hidromórficas y biogénicas en
recubrimiento transportado pueden ser las únicas guías utilizables para mineralizaciones
sepultadas. En áreas desérticas, de baja tabla de agua, la formación de patrones hidromórficos
cerca de la superficie está inhibida, la única indicación superficial de mineralización sepultada,
pueden ser anomalías biogénicas resultantes de la absorción de metales por plantas de raíces
profundas.
7.2.3.- ANOMALÍAS NO RELACIONADAS CON DEPÓSITOS MINERALES
Depósitos superficiales extensos de material transportado, representan una muestra mas o
menos homogenizada que se deriva de todas las rocas del área de origen. Como resultado, hay
con frecuencia menos oportunidad para el desarrollo de patrones singenéticos que puedan ser
correlacionados a tipos específicos de roca de composición fuera de lo normal. Con excepción de
las rocas que se presentan como unidades geológicas mayores o donde el recubrimiento no se
ha movido muy lejos, patrones locales no relacionados con mineralizaciones, son más favorables
de ser el resultado de selección natural durante el curso del transporte y depósito que de
variaciones en la composición de las rocas de origen.
Patrones epigenéticos, por otro lado, pueden reflejar la presencia de unidades litológicas de
pequeña extensión superficial, particularmente cuando el metal introducido es derivado del
substrato inmediatamente subyacente.

7.3.- RECUBRIMIENTO GLACIAL


El desarrollo, detección e interpretación de anomalías geoquímicas en recubrimiento glacial, son
complicadas por la naturaleza diversa y origen de los depósitos glaciales.
Anomalías singenéticas de valor, normalmente sólo se desarrollan en depósitos de morrenas,
particularmente en morrenas del terreno, por dispersión mecánica de material mineralizado,
erosionado por el hielo. Donde las condiciones son favorables, anomalías epigenéticas pueden
ser encontradas en cualquier clase de depósito glacial o fluvio-glacial.
7.3.1.- ANOMALÍAS SINGENÉTICAS
El tamaño de partículas del material mineralizado erosionado, puede oscilar entre grandes
fragmentos hasta partículas arcillosas. Los patrones se extienden en forma de abanico. Los
patrones constituidos por fragmentos grandes, se ha visto que se extienden a muchos kilómetros
84

de la fuente de origen, pero con mayor frecuencia no sobre pasan los 1 a 2 kilómetros. (Figs. 7-1,
7-2. 7-3 y 7-4).
85

Fig. 7-2
86

Sin embargo, como regla, el material de grano fino dará un patrón más homogéneo que el que
dan los fragmentos más gruesos.
7.3.2.- ANOMALÍAS HIDROMÓRFICAS
Una interpretación exacta de los datos geoquímicos en terreno glaciado, no es posible si no existe
la forma de distinguir patrones singenéticos de patrones hidromórficos. Los principales criterios
son la forma del patrón, la mineralogía del material anómalo y la movilidad de los elementos.
Mientras que la forma de una anomalía singenética glacial está relacionada con la dirección de
movimiento del hielo, los patrones hidromórficos están relacionados a la dirección de flujo del
agua subterránea (Figs, 7-5 y 7-6); una evidencia que puede ser usada para discriminar entre
estas anomalías, pero si se toma en consideración que las dos anomalías no coinciden.
87

Con relación a la intensidad de las anomalías, los patrones más fuertes están desarrollados en
recubrimiento limoso, en donde la permeabilidad favorable permite el acceso de las soluciones
y al mismo tiempo el material fino interviene adsorbiendo elementos.
88

7.4.- ALUVIÓN Y COLUVIÓN


Las anomalías formadas en ambas clases de recubrimiento, poseen muchos rasgos en común y
son por conveniencia considerados en conjunto.
7.4.1.- ANOMALÍAS SINGENÉTICAS
Tanto en el coluvión como en el aluvión, la forma de los patrones anómalos dependerá del origen
y modo de transporte del material anómalo.
Depósitos coluviales debajo anomalías residuales de suelo, generalmente muestran un patrón en
forma de abanico amplio con valores anómalos. Depósitos de fanglomerado generalmente
muestran una geometría similar.
Los patrones en los depósitos aluviales en valles confinados adquieren la forma de trenes
aluviales.
El modo de presentación del metal puede variar ampliamente de acuerdo al elemento que
concierne y al mecanismo de dispersión. En anomalías coluviales el material singenético se
presentará esencialmente en la misma forma que en la anomalía original del suelo. En anomalías
aluviales el metal se puede originar por la erosión de anomalías de suelo residual o de áreas
anómalas de escurrimiento rio arriba.
7.4.2.- ANOMALÍAS EPIGENÉTICAS
Halos hidromórficos se pueden desarrollar en coluviones y aluviones desprovistos de
mineralización, sobreyaciendo yacimientos cubiertos, en respuesta al movimiento hacia arriba
de soluciones cargadas de metales. Estas anomalías están sujetas a las mismas condiciones y
controles que son comunes a similares patrones hidromórficos desarrollados en otros materiales.
Un pequeño, pero bien desarrollado halo sobre una mineralización de Pb-Zn, en Nigeria, fue
observado en un depósito aluvial de 400 años de edad (Fi. 7-7).
89

En ambientes áridos y semiáridos es razonable esperar un movimiento hacia arriba de agua


subterránea que satisfaga la humedad perdida por evaporación y transpiración de la capa
periférica encima de la tabla de agua.
En el suroeste de África en la capa periférica de la tabla de agua, en el Desierto de Kalahari,
contenidos anómalos erráticos de Zn, y en menor grado Pb, han sido detectados en caliche
masivo sobreyaciendo dolomita mineralizada. El cuadro 7-1 muestra un crecimiento agudo en
valores metálicos hacia la base de la capa de caliche. El ambiente no es favorable para la
lixiviación y el patrón de distribución sugiere que los metales han sido introducidos desde abajo.
Sin embargo, la posibilidad que sean residuales, no puede ser completamente descartada.
90

CUADRO 7-1
DISTRIBUCIÓN METÁLICA EN CALICHE SOBREYACIENDO UNA DOLOMITA MINERALIZADA,
SUROESTE DE ÁFRICA

DESCRIPCIÓN PROFUNDIDAD Zn (ppm) Pb (ppm)


(PIES)
Suelo café superior 0-1 75 70
1-2 125 120
2-3 115 20
3-4 240 50
Caliche masivo 4-5 150 20
5-6 95 15
6-7 300 35
7-8 240 55
8-9 850 120
Dolomita 9-10 6400 290
mineralizada
Fondo de caliche 20-100 5-30
sobre dolomita no
mineralizada

7.5.- DEPÓSITOS ORGÁNICOS


La mayor parte de los depósitos orgánicos se acumulan por el crecimiento y descomposición de
la vegetación en el lugar. Raramente, los depósitos orgánicos se forman en cuencas de
sedimentación por la acumulación de debrís de plantas y material mineral lavados de los terrenos
adyacentes.
El movimiento del agua en el pantano y tierra de turba es probablemente el factor más
importante que determina el carácter físico y químico de la turba.
En un extremo están los pantanos que reciben la mayoría del agua por la precipitación lluviosa y,
por consiguiente, el contenido de sólidos disueltos es bajo y el agua es relativamente ácida (pH:
4.5). El contenido de elementos traza de la turba es relativamente bajo y el movimiento del agua
es hacia abajo en estas condiciones.
En el otro extremo están los pantanos mineratróficos, los cuales reciben la mayor parte de su
agua de las rocas y el recubrimiento adyacente. Tanto los sólidos disueltos, como el pH, son los
más elevados en estas aguas, y los contenidos de metales de la turba son también altos. Tales
pantanos tienden a presentarse en cuencas diversas y valles, y han sido denominados pantanos
de cuenca. El movimiento del agua es generalmente lateral. Sin embargo, el agua puede también
migrar hacia arriba inducida por evaporación y transpiración de plantas que crecen en el pantano.
91

La composición del agua, que entra en los pantanos mineratróficos, desde las rocas y sedimentos
adyacentes, depende del Eh y el pH del agua, y en la disponibilidad de los elementos en la roca
subyacente o en el recubrimiento. Valores de pH relativamente elevados se observan sobre las
calizas, pero en las rocas silíceas o cerca de pirita oxidada, un pH relativamente ácido es típico. El
potencial de oxidación del agua es variado también, que depende de la historia del agua. Águas
ácidas oxidantes tienden a contener Cu, Zn, Pb, Ni, Co y otros elementos solubles en tales aguas,
al extremo de que están disponibles en el material adyacente. Aguas alcalinas oxidantes pueden
contener U, Mo, V y Se, pero solamente contienen trazas de Cu y Pb. En condiciones reductoras,
el Fe y Mn se movilizan y el Cu, U y V son inmóviles.
Como resultado de los anteriores procesos de introducción y fijación de metal, los pantanos
generalmente muestran variaciones laterales y verticales del contenido metálico. Valores altos
se encuentran cerca del punto de entrada a la turba. Otros elementos se encuentran arriba o en
la base debido a factores favorables como pH, Eh y naturaleza biológica.
Los depósitos orgánicos se acumulan en cualquier situación en donde el material vegetal se forma
más rápido que su proceso de descomposición. Donde el yacimiento yace bajo la cubierta
orgánica, patrones hidromórficos superyacentes pueden ser formados por flujo artesiano o por
baja circulación del agua subterránea hacia arriba del substrato rocos, para alimentar la
transpiración de las plantas superficiales. Por ejemplo, en el recubrimiento de materia orgánica
sobre un yacimiento de magnetita titanífera en Otanmaki, Finlandia (Fig, 7-8), elementos como
Ti, V, Ni y Al tienden a concentrarse en el fondo del recubrimiento, mientras que el Fe, Mn, Mo y
Pb tienden a enriquecerse en la parte superior. El Cu y Zn tienden a concentrarse en una región
en particular

7.6.- SEDIMENTOS LACUSTRES Y MARINOS


Material sedimentario depositado en cuerpos de agua quieta varía grandemente, lo cual
depende de la fuente del material y el ambiente químico y físico del depósito. En general, los
sedimentos lacustres consisten de lodos con una cantidad variable de restos orgánicos finos.
Cuando hay una influencia más vigorosa del movimiento del agua aumenta la proporción de
sedimentos menos finos como los limosos y arenosos. En climas fríos los sedimentos lacustres
están muy enriquecidos de materia orgánica en descomposición lenta, lo cual produce grandes
espesores orgánicos mezclados con sedimentos arcillosos en baja proporción.
Los depósitos marinos contienen soluciones salinas en los espacios de poro y con frecuencia
contienen precipitados o residuos por evaporación derivados del ambiente salino.
Anomalías singenéticas laterales pueden presentarse en los sedimentos deltaicos lacustres que
constituyen las desembocaduras de ríos tributarios anómalos (Fig. 7-8).
92

Fig. 7-8

Anomalía en sedimento lacustre, Second Portage Lake, New Brunswick. Datos en -


80#(Schmidt, 1956 3n Hawkes y Webb, 1962)

El contenido metálico más alto de estos sedimentos se extienden por pocos cientos de metros
dentro del lago, aunque ciertos valores persisten a considerable distancia de los valores más
elevados. Sedimentos depositados en las partes centrales de los lagos, pueden representar un
promedio de la composición química derivada de los diferentes tributarios que los alimentan,
junto con la captura de metales que produce la actividad orgánica en las condiciones lacustres.
Los sedimentos marinos en apariencia pueden servir como huésped de anomalías geoquímicas
de drenaje.
Anomalías hidromórficas sobreyaciendo yacimientos minerales, pueden desarrollar valores
químicos en las aguas de los lagos por el movimiento hacia arriba de las aguas subterráneas
debajo de los lagos.
Anomalías hidromórficas laterales se pueden desarrollar dentro de los lagos, cuando haya
movimiento de aguas subterráneas cargadas de metales en el ambiente lacustre. Cuando la
mineralización se encuentra en los alrededores de los lagos, se pueden desarrollar patrones
anómalos laterales en los sedimentos del fondo, cerca de las orillas. La Fig. 7-9 muestra un patrón
anómalo metálico en el sedimento del fondo, cerca de la orilla, derivado de un depósito de
sulfuros.
93

Fig. 7-9

Anomalía en sedimento lacustre, Lago Doré, Quebec. Datos en -80# (Schmidt, 1956, en
Hawkes y Webb, 1962)

Se deduce que la mayoría del metal de estas anomalías, proviene de la erosión de las tierras
adyacentes influenciadas por mineralización, aunque también se considera la posibilidad que,
una parte de los patrones anómalos en el fondo del lago, pudieron también haber sido
influenciados por aguas subterráneas anómalas en ascenso bajo el lago.

7-7.- OTROS TIPOS DE RECUBRIMIENTO TRANSPORTADO


Pocas investigaciones se han hecho para estudiar los patrones de dispersión en depósitos eólicos,
sin embargo, se han reportado evidencias de patrones singenéticos anómalos en las arenas del
desierto de Sahara. En estas condiciones, los patrones de dispersión en arenas rodeando colinas
mineralizadas, muestran una forma asimétrica orientada en la dirección del viento prevalente.
Anomalías en patrones epigenéticos no han sido reportadas.
De la misma forma que las arenas eólicas, las cubiertas volcánicas originadas posteriormente a
los eventos mineralizantes, no han sido aún bien estudiados desde el punto de vista de la
prospección mineral.
94

CAPÍTULO 8
LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS DE SUELO
8-1.- INTRODUCCIÓN
El muestreo y análisis de suelo residual es el método más ampliamente usado de todos los
métodos descritos anteriormente. La popularidad del levantamiento de suelos como un método
de exploración es un simple reflejo de la eficacia de las anomalías de suelo como guías para
localizar yacimientos minerales.
Cuando no se encuentran anomalías de suelo residual sobre yacimiento conocidos en el
substrato, el examen posterior generalmente muestra que el material muestreado no es
verdaderamente residual o que horizontes no apropiados o tamaño de fracción del suelo fueron
muestreados, o posiblemente que no fue usado un adecuado método de extracción de la o las
muestras. En otras palabras, se usa el método apropiadamente, éste es excepcionalmente
confiable en comparación con la mayoría de los otros métodos de exploración.
Levantamientos de suelo residual han sido encontrados particularmente aplicables en áreas de
profunda cubierta residual y de pocos afloramientos, donde otros métodos de exploración son
ya sea o costosos o técnicamente inefectivos.

8.2.- LEVANTAMIENTOS DE ORIENTACIÓN


Como en todos los levantamientos geoquímicos, el primer paso para afrontar un problema de
operación es llevar a cabo un estudio o levantamiento de orientación. Un estudio de esta clase
normalmente consiste de una serie de experimentos preliminares conducentes a determinar la
existencia y las características de anomalías asociadas con mineralización. Esta información
puede ser usada luego para seleccionar las técnicas de prospección más adecuadas y determinar
los factores y criterios que inciden en la interpretación de los datos geoquímicos.
Aunque es estudio de orientación provee la información técnica necesaria sobre la cual basar lo
procedimientos de operación, la escogencia final de los métodos para ser usados, se deben
también tomar en cuenta otros factores tales los costos de operación, la disponibilidad de
personal y el valor de mercado de los minerales esperados.
Si fuera posible, estos experimentos preliminares deberían ser efectuados en la vecindad de
depósitos conocidos que no hayan sido alterados o contaminados por la actividad humana, de
tal forma que el ambiente geoquímico natural pueda ser observado. Como regla, solamente
extensiones de vetas o extensiones o depósitos menores subeconómicos se pueden considerar
en este tipo de estudios. Es también importante que los estudios de orientación sean efectuados
en áreas donde las características geológicas y geomorfológicas sean representativas de aquellas
favorables de presentarse durante la prospección.
95

La naturaleza del recubrimiento, si es residual, glacial, aluvial, coluvial, eólico, o cualquier otro
tipo a considerar, es lo primero que debe determinarse. En los suelos deben de hacerse calicatas
o excavaciones adecuadas u observar bien las exposiciones de los suelos en los caminos para
efectuar el estudio.

8.3.- SUELO RESIDUAL


Un estudio completo de orientación en un área nueva empieza con la recolección de las muestras
de suelo en secciones verticales a través del perfil de suelo, distribuidas a través de las
exposiciones mineralizadas. Perfiles comparables de las áreas de fondo o valores normales
también deben también muestrearse.
A lo largo de la línea de muestreo, lo huecos son excavados a intervalos cortos y las líneas de
muestreo iniciales deben de extenderse por una distancia considerable a ambos lados del
afloramiento mineralizado. Al mismo tiempo debe de determinarse con certeza si el
recubrimiento es residual o transportado.
El próximo paso es controlar los huecos en detalle y establecer el origen residual o transportado
del recubrimiento a todas las profundidades. El perfil completo debería ser muestreado a lo largo
en la forma de muestreo de canal. Ninguna muestra debería representar una sección mayor de
0,30 a 0,60 metros o debería incluir material de más de un horizonte visiblemente distinguible.
Un típico ejemplo de un registro o control de un perfil de suelo, en inglés, se muestra en la figura
8-1.
96

Un análisis preliminar de la fracción -80# o 100# debería ser analizada con relación al metal
fundamental o predominante, o elementos guía asociados, lo cual será suficiente para indicar si
una anomalía está presente o no. Las determinaciones analíticas deberían de incluir la relación
cxMe/Me, para elementos móviles o inmóviles.
Muestras seleccionadas anómalas y de fondo deberían ser sometidas a una serie de
experimentos para determinar el ámbito de concentración de los elementos clave; así también
como el tamaño de fracción y el método analítico que muestre el contraste mayor entre la
anomalía y el fondo. Cuando se trate de elementos que en forma característica ocurren en el
97

suelo como componentes de materiales clásticos, la fracción pesada del suelo debería ser
examinada mineralógicamente. Sobre la base de estos experimentos, es que se seleccionan los
procedimientos de preparación y análisis que muestren el contraste máximo de la anomalía
sobre el fondo.
El análisis del grupo completo de muestras por procedimientos seleccionados, provee la
información básica sobre la cual escoger el horizonte de muestreo más conveniente, en otras
palabras, la profundidad mínima a la cual se obtiene un adecuado contraste de anomalía.
Líneas de huecos de muestreo (traviesas) son suplementadas por traviesas en donde nuestras
espaciadas y cercanas entre sí son colectadas de la profundidad óptima seleccionada, con el
propósito de determinar la forma, la distribución o diseminación y homogeneidad de la anomalía.
Muestras duplicadas pueden ser colectadas en puntos seleccionados para determinar el error de
muestreo. Además del examen de las anomalías sobreyacentes, se deben de llevar a cabo
pruebas en la base de los coluviones y en las áreas de escurrimiento drenaje debajo de la
mineralización, para determinar las características de las anomalías laterales, si existen. En estos
casos es importante determinar la relación cxMe/Me.

8.4.- SUELO TRANSPORTADO


En recubrimiento transportado, el contenido metálico del suelo superficial y de los horizontes
más profundos del recubrimiento, deben ser de importancia especial en vista de las posibilidades
de dispersión a través de las plantas de sistema radicular profundo y soluciones de aguas
subterráneas, respectivamente.
La cubierta glacial presenta problemas adicionales, como por ejemplo conocer la dirección del
movimiento del hielo y la existencia de posibles abanicos singenéticos. El desarrollo de anomalías
laterales de escurrimiento, también adquieren importancia especial en áreas cubiertas por debrís
glacial.
Suelos orgánicos deberían, de ser posible, ser muestreados en áreas anómalas y de fondo, como
en los suelos residuales descritos anteriormente. Determinación de cxMe/Me, pH, Eh, materia
orgánica, son factores importantesde conocer.

8.5.- CONTAMINACIÓN
Estudios de orientación deben realizarse en las mismas áreas para determinar el grado de
contaminación alcanzado debido a la actividad humana.
Como regla, la contaminación por basura, fertilizantes, metales en carreteras y de instalaciones
en fincas e industrias, es muy localizada y está generalmente restringida a los horizontes
superficiales. Lixiviación de botaderos de mina oxidados y viejos, pueden dispersar más profundo
98

en el suelo la contaminación y hasta contaminar áreas de escurrimiento a distancia importante


pendiente debajo de la fuente. Estudios de orientación para conocer los efectos de la
contaminación es materia de un muestreo sistemático mayores distancias progresivas de la
fuente para determinar la disminución de la contaminación.
La contaminación por vapores de las plantas de fundición puede ser más extensa y puede aún
ser algunas veces hasta difícil reconocerla y resolverla. Una característica de la contaminación de
fundiciones es que el efecto está generalmente confinada a pocos centímetros de la superficie
del suelo.

8.6.- OPERACIONES DE CAMPO


Un levantamiento de suelo que sea operacional y que tenga éxito debe reunir dos requisitos: 1)
debe estar basado en principios sólidos y 2) debe de ser llevado a cabo en forma eficiente y
económica.
8.6.1.- PATRÓN DE MUESTREO
La selección del mejor patrón de muestreo se determina, en primer lugar, por el tamaño y forma
del área o cuerpo de interés.
Para investigar anomalías subyacentes, el mejor patrón es una cuadrícula rectilínea de muestras
colectadas a intervalos iguales a lo largo de las líneas igualmente espaciadas (Fig. 8-2). Estas
cuadrículas se prefieren porque facilitan la supervisión del trabajo de campo y para el ploteo de
los datos.
99

Si la dirección de la mineralización es conocida, las líneas traviesas deberán efectuarse en ángulo


recto con la estructura mineralizada, a intervalos tales que cada anomalía de interés debe ser
intersectada por lo menos dos veces. Esto significa que el intervalo de línea de traviesa debería
ser de no más de 1/3 de la longitud de la dirección económica de la mineralización. Si las
anomalías no son homogéneas se necesitará un espaciamiento de muestreo menor, y entre
traviesa y traviesa.
Patrones de dispersión lineales elongados, en forma de abanico, deberían de estudiarse por
medio de sistemas de traviesas distribuidas a ángulo recto con la dimensión más larga del patrón
(Fig. 8-2).
Si la dirección no es conocida en patrones elongados, o si se espera que las anomalías sean
equidimensionales o irregulares, el patrón más económico es una cuadrícula cuadrada (Figs. 8-3
y 8-4). En esta situación, las dimensiones de la cuadrícula y el intervalo de muestreo deberá ser
escogido de tal forma que por lo menos cuatro muestras deberían ser seleccionados de tal forma
que por lo menos cuatro muestras debería caer dentro de los límites de la anomalía más
pequeña.
100

Donde el terreno es muy pronunciado o abrupto, puede ser apropiado delinear un patrón simple
de acuerdo con la topografía. En estas circunstancias, traviesas de suelo siguiendo las crestas y
ramificaciones de las serranías han tenido éxito en un buen número de ocasiones (Fig. (8-5). Para
obtener un cubrimiento adecuado, puede ser necesario suplementar el muestreo de crestas o
cimas con el muestreo de base de pendiente o talus (Fig. 8-6). Si la distorsión pendiente debajo
de las anomalías de suelo es extrema, puede ser posible detectar cualquier anomalía importante
101
102

del terreno en la parte superior, muestreando el coluvión de la base del talús.


Patrones de muestreo diseñados para cartografiar anomalías laterales hidromórficas son
determinadas por la distribución de áreas de escurrimiento. Estos escurrimientos son con
frecuencia encontrados en las depresiones topográficas, en la base de las pendientes y a lo largo
de las márgenes de suampos y llanuras aluviales.
8.6.2.- FORMA DE MUESTREO
Como regla, 20-30 gramos de muestra suministra suficiente material para el análisis químico
después del tamizado. Se pueden usar bolsas de papel “kraft” o plástico en muestras más
húmedas.
El muestreo se realiza por medio de huecos o por medio de un “auger” simple hasta profundidaes
mayores de 1-2 metros, en algunos casos de suelos homogéneos y no muy pesados.
En casos especiales se pueden usar otros tipos de auger, como la perforadora para turba “Hillier”
usada para perforar depósitos orgánicos a profundidades mayores de 50 cm.
Perforadoras de percusión, rotatorias y neumáticas, tractores y retroexcavadoras, se usan en la
recolección de muestras de diferente tipo de suelo, sea residual o transportado.
8.6.3.- LOCALIZACIÓN E IDENTIFICACIÓN DE MUESTRAS
La localización de sitios y traviesas de muestreo, deben ser de tal exactitud que permita revisitar
en el campo las áreas de interés y definir la posición relativa a otros sitios y rasgos geológicos.
Como el levantamiento topográfico preciso no es necesario, traviesas con brújula y pasos es
suficiente. Muestras colectadas a lo largo de crestas de montaña y de fondos de valle, cerca de
áreas de escurrimiento, pueden localizarse directamente por medio de fotografías aéreas o
mapas topográficos, si estuvieran a disposición. El uso del altímetro también favorece la
localización.
También es deseable marcar el lugar donde se colectó la muestra, con lápices especiales de
colores resistentes al agua y poner estacas de referencia a las cuales referir el levantamiento del
muestreo.
Para la numeración de las muestras se pueden usar las coordenadas en cuadrículas y en casos de
áreas irregulares efectuar una numeración consecutiva de las muestras. Para evitar duplicación
del muestreo, se recomienda que las bolsas sean numeradas en la oficina.
El libro de campo debe registrar el número de traviesa, el número de muestra, el intervalo de
muestreo y la profundidad, junto con una descripción del material colectado y cualquier
información especial, como podría ser si el terreno es bien o mal drenado, las características
topográficas y cualquier otro dato de interés que ayude en la interpretación de los resultados.
103

8.7.- INTERPRETACIÓN DE LOS DATOS


La interpretación de los datos involucra cuatro problemas principales: 1) la estimación de los
valores de fondo y umbral, 2) la distinción entre anomalías significativas y no significativas, 3) la
distinción entre anomalías laterales y sobreyacentes y 4) la apreciación el significado de las
anomalías en términos de yacimientos posibles con vista a seleccionar aquellas que ameriten
investigación subsecuente.
8.7.1.- ESTIMACIÓN DE LOS VALORES DE FONDO Y UMBRAL
En la práctica la estimación de estos parámetros descansa en el reconocimiento de los diferentes
patrones de fondo relacionados no solamente a los tipos de substrato geológico, sino también a
las variaciones del drenaje y topografía, que no están relacionados con mineralización.
Rasgos geológicos y geomorfológicos, responsables de variaciones mayores en patrones
geoquímicos, pueden pasar inadvertidos durante el muestreo. Este problema sume cada vez más
importancia, conforme el contraste anómalo disminuye, y picos de anomalía relacionados a
mineralizaciones significativas se aproxima al valor de umbral.
La mejor práctica es estudiar el mapa en conjunto con los patrones geoquímicos, con el objeto
de reconocer cualquier correlación entre el relieve geoquímico y los rasgos geológicos y
geomorfológicos.
8.7.2.- IDENTIFICACIÓN DE ANOMALÍAS NO SIGNIFICATIVAS
Los principales tipos de anomalía que no se relacionan con yacimientos minerales, incluyen
aquellas que resultan de : 1) rocas normales pero relativamente altas en contenido metálico de
fondo, 2) contaminación humana y 3) errores humanos y analíticos.
Las anomalías no significativas que resultan de la meteorización de rocas con altos valores de
fondo se puede sospechar que existan cuando los patrones cubran grandes áreas en comparación
con dimensiones esperables de un yacimiento mineral. Se sospecha de estas anomalías cuando
las mismas siguen la orientación conocida de la estructura. Asociaciones características en rocas
de alto fondo son Ni-Co-Cr en rocas ultramáficas y Fe-Ti-Cu en rocas máficas.
La contaminación se puede sospechar que exista cerca de los botaderos de minas, fundiciones,
actividades agrícolas, carreteras, etc. El cálculo de la relación cxMe podría ser muy valiosa en
vista de que en estas condiciones es más elevada que en un suelo residual sin influencia de
contaminación.
Por error humano se pueden producir anomalías falsas, que pueden ser debidas a la recolección
inadvertida de muestras que contienen un enriquecimiento natural y su reconocimiento puede
ser difícil, a no ser que el área de estudio sea remuestreada.
Estas anomalías falsas generalmente muestras variaciones no observables debido: 1) a la
naturaleza del material de la muestra, particularmente con respecto al contenido de materia
104

orgánica, 2) a la profundidad de los diferentes horizontes de suelo en relación con la profundidad


de muestreo, 3) a la naturaleza de la vegetación y su influencia en la acumulación de metal
biogénico en el suelo y 4) a las anomalías locales de drenaje.
Anomalías falsas debidas a errores analíticos pueden ser de difícil detección por la repetición de
análisis.
Valores erráticos elevados son siempre sospechosos de ser falsos cuando están relacionados a
grupos particulares de muestras. No obstante que las muestras son generalmente analizadas en
el orden en que ellas son colectadas, variaciones en grupos de muestras exhiben inmediatamente
un patrón que se orienta paralelo a la dirección de la traviesa ((Fig. 8-7).

8.7.3.- DISTRIBUCIÓN ENTRE ANOMALÍAS SOBREYACENTES Y LATERALES


Una clara distinción entre estos tipos de anomalía podría ahorrar tiempo y costos de operación,
para lograr la localización de un yacimiento mineral.
En suelos residuales las anomalías singenéticas sobreyacentes pueden ser reconocidas por la
presencia de minerales primarios diagnósticos y por una baja cxMe/Me en recubrimiento con
buen drenaje; solamente baja raras excepciones, la relación cxMe/Me es alta, como cuando el
recubrimiento colector está poco drenado o enriquecido de materia orgánica, o cuando el metal
anómalo tiene lugar en el patrón sobreyacente como minerales secundarios relativamente
solubles.
Anomalías hidromórficas y biogénicas, sobreyacentes, están caracterizadas por el contrario, por
la predominancia de metales más móviles y una alta relación cxMe/Me. Al respecto, estas
105

anomalías son difíciles de diferenciar de las anomalías laterales, en vista de que estas últimas son
generalmente hidromórficas en origen.
8.7.4.- APRECIACIÓN DE LAS ANOMALÍAS
Las consideraciones principales en cuanto a estimar el posible significado económico de las
anomalías geoquímicas son: 1) la magnitud de los valores que con frecuencia se expresan como
el contraste entre los valores pico y el umbral, 2) el tamaño y forma del área anómala, 3) la base
geológica y 4) la extensión a la cual el ambiente local pueda haber influenciado el contenido
metálico y el patrón de la anomalía.

8.8.- MAPAS GEOQUÍMICOS DE SUELO


Dos tipos de mapas geoquímicos se pueden producir para representar los datos y resultados
derivados de las mediciones geoquímicas de suelo. A estos tipos de mapas se les denomina
“objetivos” cuando los mismos son elaborados para plotear los datos y resultados geoquímicos
en cada sitio de muestreo; por otro lado se les denomina “interpretativos” cuando éstos sirven
para realizar interpretaciones por medio de generalizaciones de los datos y resultados
geoquímicos.
En todo trabajo geoquímico es necesario incluir mapas de estos dos tipos ya sea por separado o
integrados en uno solo.
Los mapas interpretativos llevan impresas las líneas de igual concentración o isogradas, Estos
mapas pueden efectuarse en forma manual o por medio de la aplicación de métodos estadísticos
apropiados con ayuda de la computadora.
Además, los mapas tanto objetivos como los interpretativos, deben llevar la máxima información
adicional, como aspectos de geología, topografía, drenaje, contaminación y escurrimiento, con
el objeto de correlacionar los resultados que se obtengan en relación con los rasgos antes
mencionados.

8.9.- PROCEDIMIENTO GENERAL PARA UN LEVANTAMIENTO DE DETALLE EN SUELO


El propósito para el levantamiento de detalle es suministrar información adicional sobre el
posible significado de anomalías seleccionadas y determinar áreas de interés para perforar o
estudiarlas por medio de otro método de exploración subterránea.
El primer paso obvio es revisar el área con el propósito de: a) confirmar la causa y determinar si
hay alguna evidencia para un enriquecimiento local o supresión de valores anómalos y b) planear
el levantamiento de detalle. Si fuera práctico conviene revisar el patrón anómalo con una prueba
química de campo. En el caso de patrones hidromórficos, la revisión puede ser hecha fácilmente
106

con un equipo portable de extracción en frío de campo. Con anomalías residuales o de otro tipo,
donde la cxMe es baja en contenido, esta prueba no suministra resultados confiables.
La fuente de anomalías laterales deberá ser observada pendiente arriba, de acuerdo al
mecanismo de dispersión. Anomalías geoquímicas laterales casi nunca indican áreas para
perforar sin necesidad de trabajo posterior. Generalmente un sistema elaborado de trabajo
detallado, que involucra levantamientos geoquímicos de suelo, levantamientos geofísicos,
prospección convencional, o muestreo profundo, será necesario efectuar antes de determinar la
presencia de un posible yacimiento.
Patrones sobreyacentes pueden definirse por medio de un muestreo detallado para delinear el
eje de la anomalía. Este procedimiento puede facilitarse colectando muestras profundas, dado
que la intensidad de tales patrones con frecuencia aumenta con la profundidad. Donde los
depósitos contienen metales asociados de movilidad diversa, un patrón agudo se puede obtener
analizando las muestras para los elementos relativamente inmóviles. Las secciones más
prometedoras de la anomalía se pueden exponer por medio de calicatas, trincheras y limpieza
superficial, preferiblemente hasta el substrato rocoso, si fuera posible. Las calicatas deberían ser
descritas litológica y pedológicamente en sentido vertical, de la misma manera como se describe
para los levantamientos de orientación. La distribución de los valores metálicos hacia abajo en
las calicatas, pueden ayudar a localizar la fuente de la mineralización en el substrato rocoso (Fig.
8-8). Los afloramientos en la trinchera pueden muestrearse horizontalmente en forma de canal
con el mismo propósito para localizar la mineralización.

Fig. 8-8

Diagrama idealizado que ilustra la forma en que la distribución metálica en el suelo en


profundidad puede ayudar a localizar una mineralización
107

Cuando la naturaleza del depósito responsable de una anomalía geoquímica sobreyacente no


puede ser determinada, puede ser valioso llevar a cabo un levantamiento geofísico con el
propósito de tomar decisiones acerca de la conveniencia de las perforaciones y de los sitios de
perforación. En vista de que las perforaciones constituyen la fase más costosa de la secuencia
exploratoria de detalle, cualquier otro posible medio debe de emplearse para localizar áreas de
interés mineral antes de efectuar las perforaciones.
108

CAPÍTULO 9
ANOMALÍAS EN AGUAS NATURALES
1.- INTRODUCCIÓN
Los patrones anómalos de elementos que se presentan en las aguas superficiales y subterráneas
se conocen con el nombre de anomalías hidrogeoquímicas. Estas anomalías están constituidas
principalmente por elementos móviles en las soluciones acuosas. Los elementos y iones que han
recibido mayor atención en prospección mineral por medio del agua han sido: SO 4-2, Mo, U, Zn y
Cu. Trabajos experimentales en exploración mineral se han realizado en Rusia, sobre elementos
como Pb, Cr, Be, Co, Ni, Sn, W, Ag, Bi, Sb y As.
Una de las dificultades que afronta la prospección hidrogeoquímica, es encontrar métodos
adecuados, rápidos, sencillos y baratos para detectar bajas concentraciones en las aguas.

9.2.- FORMA DE PRESENTACIÓN DE LOS ELEMENTOS


Los elementos en las aguas se pueden presentar disueltos o en suspensiones estables. Las bases
móviles más importantes son las siguientes: 1) Cationes: de esta forma se presentan la mayoría
de los elementos provenientes de yacimientos minerales. Se pueden citar ejemplos como los
elementos en sus formas iónicas: Zn+2, Cu+2 y Co+2. Una excepción es U que se presenta en la
forma del ión complejo UO2+2. Algunos de estos iones pueden ser detectados por medio de
pruebas colorimétricas, sin embargo, debido a su muy baja concentración en el agua natural, las
determinaciones pueden realizarse por medio de resinas de intercambio iónico, cromatografía o
coprecipitación;
2) Aniones: es la otra forma de presentación de los elementos en las aguas naturales. Por
ejemplo, el S y Mo se presentan en aguas ligeramente oxidantes en la forma de complejos
aniónicos como SO4-2 y MoO4-2; elementos como el As y Se que se presentan siempre en la forma
de aniones y también el U puede presentarse como el ión complejo UO2(CO3)3-4;
3) iones adsorbidos en materia orgánica suspendida. El pequeño tamaño de partícula de la
materia orgánica suspendida produce una adsorción de los iones que se encuentran en solución,
manteniéndose un equilibrio entre los iones adsorbidos y disueltos por medio de intercambio
iónico el cual es elevado. En vista de esta situación, es que las determinaciones de iones en
solución incluyen parte de los iones adsorbidos por la materia orgánica suspendida en las aguas;
4) Solutos inorgánicos no disociados: Muchos compuestos inorgánicos pueden presentarse como
moléculas no disociadas. La principal forma molecular no disociada que se presenta en las aguas
naturales es el H4SiO4. Para determinar solutos no disociados generalmente se requiere
evaporación de la muestra y resolución del residuo en un reactivo apropiado;
109

5) Materia orgánica soluble. Los metales en forma iónica simple pueden reaccionar con la materia
orgánica del humus o turba y constituir complejos metalorgánicos solubles en agua. Para
determinar los elementos sostenidos por las moléculas orgánicas, es necesario evaporar la
muestra de agua, seguida por la obtención de ceniza u oxidación húmeda del residuo antes del
análisis;
6) Suspensoides. Éstos se refieren a la proporción de elementos que se presentan en el agua en
la forma de componentes insolubles, orgánicos e inorgánicos. La cantidad de esta materia
depedende de la turbulencia del agua, la abundancia de sedimento fácilmente suspendido y
dividido, la cantidad de actividad orgánica con el consecuente crecimiento de organismos
flotantes y factores que tienden a estabilizar las dispersiones coloidales de los hidróxidos de Fe,
Mn, Si y Al.
Las aguas subterráneas acarrean la mayor parte de su carga metálica en una de las fases iónicas,
con proporciones menores de sales coloidales menores.
Las aguas superficiales, debido a los efectos de la luminosidad, aumento de la reacción y
turbulencia, transportan una gran variable e impredecible fracción de su contenido metálico en
la forma iónica, principalmente como constituyentes de materia orgánica soluble y de
suspensoides inorgánicos y orgánicos.

9.3.- ANOMALÍAS DE AGUAS SUPERFICIALES


9.3.1.- PERSISTENCIA DE LAS ANOMALÍAS
La efectividad de las anomalías hidrogeoquímicas depende de la distancia hasta donde se
presentan las anomalías a partir de la fuente, antes que la dilución las lleve a valores de umbral.
Es así como la persistencia de una anomalía está condicionada principalmente por: 1) el contraste
de concentración en la fuente, 2) la dilución por tributarios y 3) la precipitación.
9.3.1.1.- CONTRASTE
En cuanto al contraste en la fuente de origen, un alto contraste es favorecido por una rápida
disolución de los minerales de mena. La proporción de disolución de la mayoría de los minerales
de mena depende de la estabilidad de los minerales en las condiciones de meteorización, de
accesibilidad de la mena a soluciones percolantes y a la solubilidad de los productos secundarios.
La estabilidad de muchos minerales de mena es un asunto de solubilidad en agua. Es así como la
estabilidad de los componentes minerales de la mayoría de las menas de óxidos es relativamente
alta, mientras que la estabilidad de los minerales solubles de los depósitos salinos es bajo. La
mayoría de los minerales de sulfuros, no obstante su relativa insolubilidad en agua pura, son
atacados en el ambiente de la meteorización rico en oxígeno debido a la alta solublidad de sus
productos de oxidación. También la proporción de descomposición de los sulfuros puede
acelerarse si se encuentra presente pirita y marcasita, en vista que estos minerales liberan
110

soluciones extremadamente corrosivas de ácido sulfúrico y en esa forma pueden atacar los otros
minerales primarios.
La fracturación de las rocas también ayuda a la liberación de metales solubles al aumentar la
superficie de reacción entre la mena y las soluciones oxidantes. Un efecto similar se observa en
el caso de sulfuros diseminados de grano fino en una roca de caja permeable. Agua que drena
menas permeables altamente cizalladas tienden, por consiguiente, a mostrar anomalías más
fuertes que en aguas que drenan menas minerales compactas y masivas equivalentes en ley y
tamaño.
La proporción de flujo del agua a través de un depósito oxidado, puede tener un efecto
pronunciado en la intensidad de una anomalía hidrogeoquímica. Una baja proporción de flujo
proveerá más tiempo para que los productos de la meteorización pasen a la solución y, por lo
tanto, resultará en un contenido más elevado de metal en el agua.
La solubilidad de un elemento puede también ser gobernada por la presencia de otros iones en
solución. Por ejemplo, la concentración de uranio en una solución depende no solamente de su
disponibilidad en la fuente del metal, sino también de la concentración de HCO 3-, con el cual
reacciona para formar el complejo soluble de uranio uranil carbonato, UO2(CO3)3-4.
Condiciones iguales al máximo contraste, es normalmente esperable en áreas de lluvia y relieve
moderado. Elevada precipitación y fuerte relieve tienden a disminuir el contraste al aumentar el
flujo de agua y, por consiguiente, que la anomalía desaparezca por influencia del agua de
composición normal.
9.3.1.2.- DILUCIÓN
Incrementos graduales de agua estéril tienden a diluir los valores hidrogeoquímicos anómalos
hasta llevarlos a valores de fondo, aunque también la dilución catastrófica puede ocasionar el
mismo efecto (Fig. 9-1).
111

9.3.1.3.- PRECIPITACIÓN
La precipitación de sustancias disueltas en el agua natural tiene lugar cuando hay algún cambio
de ambiente que causa dicha precipitación. Este fenómeno se presenta en las llamadas “barreras
de precipitación”, las cuales es común que tengan lugar en fuentes de agua y áreas de
escurrimiento donde las aguas del terreno que llegan a la superficie encuentran un ambiente con
un incremento del oxígeno disponible, luminosidad y actividad orgánica.
Al provocarse la precipitación hay de inmediato una disminución del contenido metálico en el
agua (Fig. 9-2).
112

Una barrera de precipitación también tiene lugar cuando aguas ácidas emergen en un ambiente
reductor de un pantano orgánico a un ambiente oxidante de una quebrada o río con corriente
normal. Este cambio e ambiente generalmente causa la precipitación de óxidos hidratados de Fe
y Mn en el lecho del río y la consiguiente remoción por coprecipitación de metales disueltos en
la solución acuosa. Por otro lado, las condiciones de una barrera de precipitación pueden cambiar
y, por lo tanto, redisolverse los precipitados, los cuales pueden consistir de a) minerales
secundarios de mena relativamente insolubles y b) suelo residual anómalo o material precipitado
por efectos hidromórficos y biogénicos.
113

9.4.- VARIACIONES ESTACIONALES


Las concentraciones de los elementos en el agua pueden variar con las estaciones. La lluvia y el
escurrimiento superficial tiene un efecto marcado en la intensidad de las anomalías
hidrogeoquímicas, particularmente en climas donde la lluvia es altamente estacional.
Normalmente, la composición de las auas superficiales del terreno es relativamente estable
durante períodos secos. Sin embargo, se presentan algunas variaciones de la concentración de
las aguas cuando sobrevienen las primeras lluvias (Fig. 9-3).

A la primera lluvia, después de un período seco, dos factores juegan un papel importante: uno es
la simple dilución y el otro es el lavado de sales solubles. Este último factor es producido por la
percolación de aguas de lluvia que remueven las sales que se han acumulado durante el período
seco previo. El resultado es el aumento relativo en el contenido salino el agua superficial al
principio y al descenso del contenido normal conforme el nivel de agua desciende.
114

9.5.- ANOMALÍAS EN AGUAS SUBTERRÁNEAS


La forma de las anomalías en las aguas subterráneas depende del patrón de flujo del agua, lo cual
está en función de la permeabilidad y geometría de los acuíferos a través de los cuales se mueve.
Los sistemas de fisuras no conectadas producen patrones irregulares de flujo y no pueden ser
contorneados por suavizamiento en zonas de isoconcentración. Por otro lado, sistemas
interconectados de espacios de poro en una roca permeable o recubrimiento, definen una tabla
de agua, fácilmente delineable con isoanomalías. En sustratos superficiales de roca, cubiertos
por aluvión no consolidado o material residual, el agua subterránea generalmente sigue canales
definidos por la superficie del substrato.
La composición de agua bien aereada en descenso a través de zonas de fractura bien definidas,
en general reflejan el carácter químico de las paredes de las fracturas.
En rocas ígneas y metamórficas permeables por un intenso e interconectado fracturamiento, se
originan patrones anómalos en forma de abanico, derivados de cuerpos mineralizados; un
ejemplo se observa en la Fig. 9-4, en donde valores anómalos de Mo se presentan en fuentes de

aguas subterráneas que emergen, pendiente abajo, en un terreno montañoso del Cáucaso,
originados por la existencia de depósitos de molibdenita de contacto metasomático con un
115

granito biotítico. Un patrón similar se observa pendiente abajo de un terreno, derivado de un


yacimiento de molibdenita diseminada, en el clima desértico de Asia Central (Fig. 9-5).

En caso de que el fracturamiento sea muy irregular y desconectado, con una baja permeabilidad,
los patrones de flujo son irregulares y las anomalías son en consecuencia complejas. La movilidad
de los elementos en las aguas subterráneas, está en relación con la movilidad debida al mayor o
menos grado de solubilidad de éstos y a la cantidad de agua fluyendo de acuerdo a un clima seco
o húmedo.
En las rocas sedimentarias y en ciertas rocas volcánicas donde exista buena permeabilidad, se
pueden formar anomalías elongadas de acuerdo al flujo de los acuíferos; pueden adquirir la
forma de abanico en rocas con actitud estructural plana y más lineales en rocas con algún grado
de buzamiento.
La localización de fuentes de agua tiende a ser controlada por estratos impermeables y las
anomalías se pueden deber a mineralizaciones existentes o cercanas a unidades de roca
adyacentes permeables (Fig. 9-6 a y b).
116

En materiales superficiales que sobreyacen rocas menos permeables, el flujo es principalmente


lateral en los materiales superficiales y se tiende a concentrar en los canales a lo largo de la
superficie rocosa menos permeable. En estas condiciones se pueden originar patrones
hidromórficos anómalos en forma de abanico en las capas de aluvión o till glacial, especialmente
en las pendientes suavemente inclinadas (Fig. 9-7) y anomalías lineales en el aluvión a lo largo
del valle (Fig. 5-5 en el capítulo 5).

9.6.- ANOMALÍAS EN AGUAS FLUVIALES


El contenido químico del agua fluvial y la carga de material sólido, disuelto o suspendido, es
derivado principalmente de tres orígenes: del agua de escorrentía, de las fuentes de agua y de
los escurrimientos de las aguas subterráneas. Las aguas de los ríos y quebradas contienen una
carga química proveniente de las aguas subterráneas y de la misma agua fluyendo en la
superficie. En caso de contenidos elementales anómalos en superficie o profundidad, se pueden
117

presentar anomalías hidrogeoquímicas superficiales, cuando se analicen químicamente las aguas


en diferentes sitios de ríos y quebradas.
La homogeneidad geoquímica en aguas fluviales es característica debido a la turbulencia de las
corrientes, que mezcla muy bien la masa acuosa. Cuando la turbulencia no se presenta o donde
los cursos de agua son muy amplios y de poca profundidad, en áreas de poca pendiente, se
pueden presentar variaciones laterales considerables que pueden persistir grandes distancia
corriente abajo. La falta de homogeneidad es característica en las partes anchas y de poca
profundidad de grandes ríos.

9.7.- ANOMALÍAS EN AGUAS LACUSTRES


Las anomalías en aguas lacustres se pueden derivar de corrientes de agua tributarias, de
escurrimientos de aguas subterráneas a lo largo de los bordes de los lagos y lagunas, y de fuentes
de agua subterránea emergiendo en el fondo de las estructuras lacustres. La composición
química de las aguas lacustres es además definida por la estratificación termal del agua, el
contenido de oxígeno, la actividad orgánica, el pH y el Eh que afectan las aguas lateralmente y en
profundidad, así como las variaciones estacionales que en cierta medida influyen en todo el
conjunto de variables. Este tipo de anomalías hidrogeoquímicas han sido con frecuencia
aplicadas en la búsqueda de yacimientos uraníferos en regiones en Canadá y de yacimientos de
metales base, como Zn y Cu. Estos metales base en aguas lacustres de los Territorios del Noroeste
de Canadá, exhiben patrones anómalos cerca de las áreas mineralizadas, que empiezan a
desaparecer aguas abajo en un área de lagos conectados por cortas corrientes fluviales (Fig. 9-
7).
118

9.8.- ANOMALÍAS NO RELACIONADAS A DEPÓSITOS MINERALES


Contenidos geoquímicos anormales en rocas no mineralizadas, pueden producir patrones
anómalos similares a los producidos por la meteorización de cuerpos mineralizados. En otras
palabras, se pueden originar anomalías geoquímicas en aguas, influenciadas por cualquier tipo
de roca caracterizado por un inusual contenido alto de los valores de fondo. Es así como aguas
ricas en sulfatos, idénticas en alguna medida a aguas drenando menas minerales de sulfuros
oxidados, han sido observadas en áreas en donde simplemente existe pirita diseminada y yeso.
Por consiguiente, cualquier condición natural que ocasione un aumento en el grado de
descomposición de las rocas normales, puede ocasionar una liberación excesiva del contenido de
algunos de los elementos traza y producir valores anómalos en aguas fluyendo por dichas rocas.
El contenido metálico en las aguas naturales, puede incrementarse en condiciones climáticas
áridas por evaporación y la consecuente concentración de todos los sólidos disueltos; también
por la influencia de las variaciones en el contenido de la materia orgánica que también tiende a
capturar los metales disueltos.
119

CAPITULO 10
LEVANTAMIENTOS GEOQUÍMICOS DE DRENAJE

10.1.- INTRODUCCIÓN
Los levantamientos geoquímicos de drenaje se pueden aplicar para realizar lo siguiente: 1)
reconocimientos primarios o regionales, con el objeto de localizar áreas con posibilidades de
mineralización e incluso cuerpos mineralizados y 2) levantamientos de detalle con el prpósito de
ubicar mineralizaciones desconocidas o estudiar en detalle +áreas mineralizadas conocidas o
anomalías geofísicas.
Con el primer tipo de levantamiento se pueden investigar grandes áreas en cuanto a sus
posibilidades minerales, por cuanto los productos de la meteorización derivados de las
mineralizaciones se integran a los sistemas de drenaje en los sedimentos fluviales y en las aguas
y son transportados a grandes distancias drenaje abajo. Los productos más móviles de la
meteorización como los elementos S, Mo, U (móviles) y Zn, Cu, Ni, Co (semi-móviles), se
desplazan en solución o son adsorbidos en las partículas en las partículas finas, y los menos
móviles cono Au, Sn y W, lo hacen en la fracción pesada de los sedimentos fluviales.
A continuación se hará una revisión de las técnicas de planeamiento, conducción e interpretación
de datos geoquímicos de drenaje que se han encontrado efectivas en otras partes del mundo.
Muchas de las conclusiones y recomendaciones se pueden aplicar a nuevas áreas en donde se
vaya a llevar a cabo algún tipo de levantamiento geoquímico de drenaje. Sin embargo, no es
seguro asumir que la aplicabilidad de las técnicas pueda ser la misma de una área a otra. Por esta
razón, es que se recomienda realizar siempre un levantamiento de orientación sobre un área de
mineralizaciones conocidas, con el objeto de aplicar los resultados a un área similar con
mineralizaciones desconocidas.

10.2.- LEVANTAMIENTOS DE ORIENTACIÓN


Los levantamientos o estudios geoquímicos de orientación contemplan la recolección de agua,
sedimento fluvial y suelo de los escurrimientos. Los depósitos conocidos que son la fuente de los
valores anómalos de los elementos en los experimentos de orientación no necesitan ser de valor
económico. Estos estudios generalmente se efectúan sobre áreas con mineralización conocida
con el propósito de que los resultados sean aplicables a áreas con mineralizaciones desconocidas.

10.2.1.- LEVANTAMIENTOS DE AGUA


Muestreos de agua se pueden realizar en distritos mineralizados en áreas con laboreos de minas,
huecos de perforación, pozos de agua, aguas superficiales como fuentes, quebradas y lagos.
120

Cualquiera de los anteriores medios pueden ser empleados en estos estudios pero evitando la
contaminación.
Sin embargo, una gran parte de los estudios de orientación se realizan en las quebradas las cuales
e muestrean en los siguientes lugares: 1) drenaje arriba de la fuente de mineralización conocida
y preferiblemente no alterada, 2) en o cerca de la fuente y 3) en cada sitio drenaje abajo donde
una quebrada tributaria o un cambio de ambiente pueda modificar la composición de las aguas
que drenan la fuente de mineralización conocida. Muestras intermedias deberían ser tomadas
donde la distancia entre estos puntos críticos exceden, dígase los 100-150 m. Si la fuente de
mineralización o depósito mineral ha sido expuesto por trabajos subterráneos, es importante
considerar que la oxidación acelerada que resulta, puede producir un aumento en el contraste
de la anomalía en relación con una condición no oxidada del depósito. Muestras con
concentraciones de fondo deberían ser colectadas en áreas desprovistas de mineralización para
obtener representación de las variaciones del substrato y otras condiciones del ambiente.
Los análisis deberían incluir la determinación de pH, salinidad total y constituyentes mayores
apropiados además de los metales relacionados con mineralización. La muestra puede ser
analizada en el campo para algunos elementos y constituyentes, sin embargo, en muchos casos
se prefiere concentrar el metal iónico en el lugar de muestreo por extracción con solvente,
coprecipitación o tratamiento con resinas de intercambio, seguido de un análisis adecuado en el
laboratorio.

10.3.- LEVANTAMIENTOS DE SEDIMENTOS FLUVIALES


Los sedimentos de río o quebrada en estudios de orientación deberían ser muestreados a partir
del cuerpo mineralizado río abajo, a intervalos de 50 metros entre muestra y muestra por 500
metros y luego aumentando progresivamente el espaciamiento. También los sedimentos de
todos los tributarios deberían ser muestreados. También en cada localidad, los diferentes tipos
de sedimentos representados por arena, limo y arcilla y otros deberían ser muestreados en forma
separada.
Los sedimentos deben ser colectados bien alejados del desbanque o talud lateral del río, para
evitar diluciones a partir de coluvión o aluvión de origen local. También la variación del contenido
metálico en profundidad de todas las clases de sedimentos, ya sea de escurrimiento, de cauces
activos o de llanuras aluviales, deberían ser investigados colectando muestras de acuerdo con un
número de perfiles verticales experimentales.
Cuando se trata de metales que pueden presentarse en forma fácilmente extraíble, ambos, el
cxMe y el contenido metálico total, deberían ser determinados y la relación calculada para
propósitos de interpretación.
El tamaño óptimo de malla también debería determinarse analizando diferentes tamaños de
fracción de material representativo derivado tanto de áreas anómalas y de fondo y observando
121

cuáles fracciones dan el contraste más fuerte de anomalías sobre el fondo, así como el patrón
más homogéneo y persistente.
Exámenes mineralógicos y químicos deberían efectuarse en los minerales pesados,
particularmente cuando se trate de Sn y W.

10.4.- SELECCIÓN DEL MATERIAL A MUESTREAR


La selección del tipo de muestra a colectar, sea ésta agua, suelo de escurrimiento, sedimento
fluvial o sedimentos fluvial pesado, depende de cuál material da el más fuerte y más confiable
patrón y de acuerdo con la técnica analítica que se disponga.
Los principales factores que tienen que ver con la selección del material a colectar son: 1) la
movilidad de los constituyentes, 2) la influencia de las condiciones locales sobre el patrón de
dispersión, 3) oportunidades para el muestreo y 4) disponibilidad de un adecuado método
analítico.
10.4.1.- MUESTREO DE AGUA
El muestreo de agua es eficaz para elementos que se comportan relativamente más móviles que
en los otros materiales. Los elementos que han sido usados con mayor éxito en prospección
hidrogeoquímica son el Mo, U y SO4. Ambientes alcalinos, calcáreos, ferruginosos y ricos en
materia orgánica, tienden a reducir la efectividad del agua como tipo de muestra. Un clima
húmedo junto con un relieve de moderado a fuerte y relativo bajo pH suministra las condiciones
más favorables.
La principal ventaja del agua sobre otros materiales es su homogeneidad física.
10.4.2.- MUESTREO DE SUELOS DE ESCURIMIENTO
Los suelos de escurrimiento se prefieren al agua en aquellas zonas donde hay escurrimientos.
Estos levantamientos se limitan a los elementos semi-móviles. La mayor parte del trabajo se ha
relacionado con Cu y Zn.
Se prefiere el muestreo de suelos de escurrimiento al del agua por las siguientes razones: 1) los
suelos pueden ser muestreados cunado el agua es difícil de colectar, 2) la composición de los
suelos no es fuertemente afectada por cambios en el clima; sí ocurre esto con el agua, 3) los
suelos muestran contraste más fuerte de anomalía sobre el fondo que las muestras de agua, 4)
en la mayoría de los casos, el análisis de trazas en los suelos presenta problemas menores que
para el agua, 5) las suelos son más fácilmente almacenados y transportados que el agua y 6)
generalmente en los suelos la relación cxMe/Me es más elevada que en el agua.
122

10.4.3.- MUESTREO DE SEDIMENTOS FLUVIALES


Los elementos semi-móviles e inmóviles son los elementos más adecuados en el levantamiento
geoquímico por sedimentos fluviales. En ciertas circunstancias, este muestreo puede ser usado
para estudiar elementos como el Mo que son generalmente muy móviles.
Las anomalías en sedimentos fluviales no van acompañadas por anomalías de agua. Los
sedimentos se prefieren: 1) algunas veces por la escasez de agua en los cauces, 2) por las
variaciones estacionales excesivas que afectan más al agua, 3) por la facilidad de recolección,
análisis, transporte y archivo de las muestras de sedimento fluvial.
Los sedimentos fluviales de llanura aluvial tienden s dar resultados más erráticos que los
sedimentos activos, particularmente en el caso de los elementos semi-móviles.
Los elementos inmóviles generalmente son determinados por el análisis total de metales. En el
caso de los elementos semi.móviles y móviles, la selección puede ser entre metal total y extraíble,
tanto aplicado a sedimentos fluviales como a suelos de escurrimiento. En sedimentos fluviales
una elevada cxMe/Me sugiere precipitación química, ya sea directamente sobre el lecho del río
o en áreas de escurrimiento influenciadas por la erosión río arriba; una baja cxMe/Me indica que
la anomalía puede ser derivada por la erosión mecánica y dispersión de suelo residual rico en
metales.
10.4.4.- MUESTREO EN SEDIMENTOS FLUVIALES PESADOS
Los levantamientos de drenaje pesados son en su mayoría restringidos a elementos inmóviles
como Au, Sn, W, Hg y Ta-Nb, aunque bajo ciertas circunstancias excepcionales, algunos de los
elementos de mena más móviles pueden tener lugar en la fracción pesada.
Los minerales pesados tiene la ventaja de dar un tren de dispersión más largo que aquel obtenido
por análisis químico de los sedimentos fluviales. Sin embargo, algunas veces los granos de
minerales pesados son tan pequeños que son difíciles de separar de la fracción liviana.
La selección entre el análisis químico y mineralógico del concentrado de minerales pesados
depende de la habilidad para identificar los minerales diagnósticos y de las facilidades técnicas
disponibles.
Los estudios minerales son simples pero están sujetos a una mayor probabilidad de error que el
análisis químico. El análisis químico puede reflejar patrones que no son apreciados ópticamente,
como el caso del contenido de Cu en magnetita derivado de depósitos de magnetita que
contienen Cu.
123

10.5.- CONTAMINACIÓN
La contaminación tiene lugar más en el agua que en los suelos y debe ponerse atención este
comportamiento durante los estudios de orientación. Los contaminantes domésticos más
comunes son el Zn y el Cu, así como la contaminación derivada de los trabajos mineros.

10.6.- PLANEAMIENTO DEL MUESTREO

10.6.1.- PATRONES DE AGUAS SUBTERRÁNEAS


El diseño de los puntos de muestreo en levantamientos basados en aguas subterráneas, depende
no solamente de las dimensiones de los patrones que se pueden observar, sino también de la
distribución de pozos disponibles, fuentes y áreas de escurrimiento. Cuando estas condiciones
están densamente distribuidas, los levantamientos pueden efectuarse a lo larde de traviesas para
colectar muestras en todas las fuentes, pozos y áreas de escurrimiento que pueden ser vistas a
lo largo de las traviesas. En otras áreas puede ser preferible atravesar ciertas formas terrestres
que son especialmente favorables de representar en una línea de efluencia, como por ejemplo,
un cambio de pendiente en las márgenes de los suampos, lagos y llanuras aluviales de las
corrientes fluviales.
Las fuentes se pueden observar a lo largo de rasgos geológicos tales como fallas y contactos entre
rocas permeables e impermeables. El intervalo de las muestras a lo largo de las traviesas de esta
clase, deben necesariamente depender del espaciado natural de las áreas de fuentes y
escurrimiento, así como del probable tamaño, forma y control geológico de la mena que está
siendo estudiada.
Donde las áreas de escurrimiento son muy grandes, como por ejemplo los pantanos estacionales
del norte de Rodesia, es necesario muestrear el drenaje interno en los principales puntos de
entrada del agua subterránea y a lo largo de las líneas de flujo preferencial dentro del agua de
escurrimiento en su totalidad. Donde el drenaje interno no evidencia mineralización, puede ser
necesario acudir al muestreo sistemático de suelo dentro o alrededor de la periferia del área de
escurrimiento, dependiendo de los puntos más favorables.
10.6.2.- PATRONES DE CANALES DE DRENAJE
El diseño del muestreo para los levantamientos de drenaje, depende de: 1) la longitud de la
disminución del patrón que se puede anticipar río abajo a partir de un depósito mineral
significativo y 2) del tamaño de la quebrada más larga, convenientemente expresada como el
área máxima de la cuenca de drenaje en la cual tal anomalía puede ser detectable. La distancia
de disminución del patrón, determinada en los estudios de orientación, generalmente se
encuentra entre 300 m y 3 km y la cuenca entre las 5-20 millas cuadradas. En las quebradas el
intervalo de muestreo debería ser lo más estrecho posible, que asegure que por lo menos dos
muestras adyacentes coincidan con cada anomalía significativa. Para completar el cubrimiento
124

de áreas que limitan con ríos que exceden los límites de la cuenca, será necesario muestrear
todas las quebradas tributarias, fuentes y áreas de escurrimiento, no importa que locales e
insignificantes aparenten ser.
Un cubrimiento completo no es siempre posible o aún deseable en áreas donde el acceso es difícil
o donde la geología no es particularmente favorable. No obstante que mucho del costo de un
levantamiento geoquímico de drenaje es el costo del tiempo y gastos de viaje al sitio de
muestreo, optimizar la selección de costo para completar el cubrimiento, puede justificar
efectuar traviesas a los caminos, trillos, ríos navegables o líneas de costa.

10.7.- RECOLECCIÓN Y PROCESAMIENTO DE LAS MUESTRAS


10.7.1.- AGUA
Para muestras de agua generalmente se usan botellas o recipientes de polietileno. El uso de este
tipo de materiales elimina la contaminación producida por los metales que se pueden extraer de
las paredes de la botella. Las botellas deben siempre sumergirse en el agua a muestrear antes de
hacer la recolección. La pérdida de metales de la muestra de agua por precipitación o adsorción
en las paredes de la botella constituye un problema más serio. Elementos traza pueden ser
coprecipitados con los productos de hidrólisis, como los óxidos hidratados de hierro, los cuales
se coagulan y concentran en las paredes del recipiente. La introducción de aire en las muestras
de agua al momento de la recolección puede estimular el crecimiento de algas y bacterias, las
cuales adsorben muchos elementos traza del agua. El CO2 producido por la acción bacterial puede
también ser responsable de otras reacciones complicantes.
La acidificación de la muestra con ácido libre de metales alrededor de pH 2 en el sitio de
muestreo, evitará la precipitación de óxidos hidratados de Fe y al mismo tiempo inhibirá el
crecimiento de organismos. La adición de unos pocos milímetros de cloroformo a la muestra de
agua al momento de la recolección también inhibirá la actividad orgánica.
Cualquier clase de recipiente que haya contenido una muestra anómala, debe lavarse
completamente de posibles precipitados antes de que sea reusada. El HCl concentrado, libre de
metales, solubilizará óxidos de hierro precipitados. Botellas o recipientes que hayan contenido
reactivos ricos en metales, nunca deberían de usarse, no importa se haga un lavado fuerte, pues
los contaminantes potenciales pueden permanecer en las paredes del recipiente.
El análisis químico de agua fresca para trazas de metal puede efectuarse de acuerdo a una
variedad de sistemas. Cada uno de los sistemas tienen sus respectivas ventajas y desventajas, las
cuales deben ser consideradas al planear un programa.
Análisis directos en el lugar de muestreo, pueden ser posibles con un número de métodos
analíticos. Éstos incluyen pruebas para SO4, Mo, Zn y metales pesados. Cuando ellos están
presentes en concentraciones que no exceden 10 ppb, el Cu y Pb en agua pueden también ser
125

determinados en el campo; valores tan altos como éstos es raro encontrarlos en las áreas de
“fondo”. Determinaciones de campo para salinidad total y pH pueden hacerse con instrumentos
portables electrométricos. La ventaja de los análisis en el sitio de muestreo es que la muestra no
tiene oportunidad de cambiar de composición ya sea por contaminación o por precipitación de
metales traza en el lapso entre la recolección y el análisis. Además, la incomodidad del embarque
se evita. El pH y CO2 en las muestras de agua es sumamente importante debido a su extrema
inestabilidad. La desventaja del análisis en el sitio de muestreo es que el método es menos
preciso; mide sólo el contenido iónico del agua y puede tardar.
El enriquecimiento previo del material disuelto en el agua ha sido ampliamente practicado en los
últimos años. El enriquecimiento puede ser efectuado con resinas de intercambio iónico, por
extracción con solventes o por filtración después de coprecipitar con algún colector adecuado
como sulfuro de cadmio o fosfato de aluminio. Estos métodos solamente recuperan los
constituyentes iónicos de la muestra del agua. Para determinar el contenido total de un elemento
traza en las formas disueltas y suspendidas se hace necesario evaporar y esto se puede hacer
solamente en el laboratorio o en un campamento central. Los concentrados que se preparan en
el campo son luego transportados al laboratorio para el análisis. Una de las ventajas del pre-
enriquecimiento en el campo es que la muestra no tiene oportunidad de cambiar su composición
durante el viaje al laboratorio y que el costo del transporte se reduce notablemente. Una ventaja
mayor es la considerable mayor precisión y economía efectuando el análisis en condiciones
controladas en un laboratorio bien organizado. Las desventajas son las dificultades técnicas y el
tiempo involucrado en efectuar el pre-enriquecimiento en el campo.
10.7.2.- SUELO DE PANTANO Y SEDIMENTO FLUVIAL
En vista que el contenido del suelo y sedimento fluvial puede variar en forma considerable con
el tamaño del grano y la materia orgánica presente, es deseable que se colecte material en
general de la misma fineza y contenido de materia orgánica, Aún así, la composición de las
muestras es tan errática, que una sola muestra en cada sitio no será representativa
particularmente para la relación cxME/Me. En base a los resultados del estudio de orientación,
puede que sea necesario colectar dos, tres o aún cuatro muestras en cada sitio.
Las muestras colectadas pueden ser analizadas ya sea en forma individual o mezcladas y
analizadas como muestras complejas.
La cantidad de muestra que en general se utiliza es de 10 a 50 gramos, aunque si es de grano
grueso puede que sean necesarios 100 a 200 gramos o más con el objeto de obtener suficiente
material fino. La muestra generalmente se pasa por la malla 80 y debe estar seca. No se
recomienda el tamizado en húmedo por la pérdida de la fracción ultrafina la cual contiene gran
proporción de los valores de concentración.
126

10.7.3.- MINERALES PESADOS


Los minerales detríticos pesados se presentan generalmente en mayor abundancia cerca de la
base de la secuencia de sedimentos aluviales, general y justamente, encima de la superficie del
substrato geológico. La recolección de muestras de este tipo involucra hacer huecos o
perforaciones. La fracción mineral pesada se puede separar en el campo por paneo o
transportada al laboratorio para que se trate en la forma más adecuada de análisis.

10.8.- PREPARACIÓN DE LOS MAPAS


La mayor parte de los comentarios expresados La mayor parte de los comentarios expresados en
la preparación de los mapas geoquímicos de suelo, son también aplicables a los mapas de
levantamientos de drenaje. La principal diferencia es la considerable mayor complejidad de la
información que debe ser presentada en un mapa de drenaje.
En un mapa de pequeña escala para un reconocimiento geoquímico regional, los símbolos
pueden ser muy simplificados si toda la información se desea poner en un solo mapa. Cuando
más de una determinación química se realiza en cada muestra, se desarrolla un sistema de mapas
transparentes en donde se incluye la información para cada elemento.
Con particular referencia a datos de agua, los resultados pueden ser graficados en términos del
contenido metálico del agua o del total de sales disueltas (salinidad total). En otras ocasiones
puede que sea preferible graficar la relación entre el metal y algún constituyente mayor, tal como
U/HCO3- y SO4—Cl-. La selección depende del método que da la más significativa y confiable guía
para localizar yacimientos minerales.
En dirección del flujo de las aguas deberían también ser indicadas con flechas, a menos que los
sistemas de drenaje lo muestren. También se deben de indicar con diferentes símbolos las
diversas clases de muestras; sean éstas sedimentos fluviales activos o inactivos de las llanuras
aluviales, suelos de pantano o de escurrimiento, agua, plantas y suelos residuales, cuando todas
estas muestras se deseen mostrar en un solo mapa. También deben de indicarse con diferentes
símbolos las muestras anómalas y las de fondo.
Los mapas deben de llevar información adicional como geología, mineralización topografía y
contaminación, para correlacionar estas características con los resultados geoquímicos.

10.9.- INTERPRETACIÓN DE LOS DATOS


La interpretación de los datos involucra problemas como los siguientes: 1) la estimación de los
valores de fondo y umbral, 2) la distinción entre las anomalías significativas y las no significativas
y 3) la valoración del significado de las anomalías en términos de yacimientos posibles, con el
propósito de seleccionar aquellas que ameriten realizar una investigación subsecuente.
127

La estimación de los valores de fondo y umbral reales en una población de datos de drenaje, es
una tarea muy importante por cuanto la estimación de ser objetiva y confiable, se acercaría a la
localización casi inmediata de cuerpos mineralizados. Hay que tener cuidado en caso que se
presenten valores de umbral influenciados falsamente por litologías con contenidos anormales
de ciertos elementos en el substrato geológico, como por ejemplo: Cr. Ni y Co en las rocas
ultrabásicas.
La distinción entre anomalías significativas y no significativas es siempre una de las tareas más
difíciles que se presentan en la interpretación de los datos. Antes de realizar cualquier trabajo
geoquímico de detalle, es necesario examinar cada anomalía con el fin de saber con certeza si es
significativa. En primer lugar, es necesario reanalizar todas las muestras críticas o dudosas.
También en algunos casos resulta necesario volver a visitar el lugar de muestreo antes de decidir
si la anomalía es significativa o no.
Una vez que las anomalías significativas han sido identificadas, es necesario hacer una revisión
de la intensidad y la forma de la anomalía, que puede estar favorecida por el ambiente geológico
y por factores ambientales que pueden incrementar o suprimir patrones anómalos.
La intensidad de una anomalía está en función de la cantidad total de metal que ha sido lixiviado
del área de drenaje, menos lo que ha sido precipitado antes que el agua se incorpore al drenaje
superficial.
Una anomalía fuerte puede significar: 1) un área extensa con mineralización de bajo grado, 2)
grupos de depósitos muy pequeños de mineral de alta ley, 3) depósitos pequeños con débl
mineralización pero con rocas altamente fracturadas las cuales son fácilmente accesibles a la
acción de la lixiviación de las aguas subterráneas en circulación y 4) uno o más depósitos de
menas minerales de alto grado.
Además, la ausencia de una anomalía fuerte no significa necesariamente la ausencia de un
cuerpo mineral. Puede ser solamente el efecto de una proporción baja de ataque químico en la
roca.

10.10.- TÉCNICAS PARA ESTUDIOS GEOQUÍMICOS DE DETALLE EN LOS LEVANTAMIENTOS DE


DRENAJE
Las técnicas de detalle dependerán mucho de las condiciones locales.
Con respecto a anomalías detectadas en el drenaje superficial, el siguiente esquema presenta los
diferentes pasos que son de uso común en diferentes condiciones de operación.
Después de confirmar la existencia de una anomalía por medio de un levantamiento de
reconocimiento geoquímico, se procede a efectuar una traviesa de muestreo río arriba para
encontrar el “corte” (“cut off”). Éste puede efectuarse por análisis en el campo con un equipo
portátil o por muestreo a intervalos cortos y envío de las muestras al laboratorio. La selección de
128

alguno de estos métodos dependerá de las condiciones locales, accesibilidad, personal, métodos
analíticos usados, etc.
Para efectuar mejores resultados analíticos en el campo es preferible tamizar la muestra.
En la zona de corte, asegúrese cuál es la causa que lo está produciendo, que puede ser la
contaminación, el enriquecimiento natural y la mineralización. Determine los principales puntos
en los cuales el metal anómalo penetra el sistema de drenaje. De acuerdo con la naturaleza del
problema, el muestreo puede hacerse colectando muestras a intervalos cortos a lo largo de los
bancos de canales activos, a lo largo de las zonas de escurrimiento y en fuentes de agua en las
márgenes de las llanuras aluviales o a lo largo del cambio de pendiente en los coluviones. Las
muestras más altamente anómalas con frecuencia indicarán el lado del valle desde donde la
mayor parte del metal proviene. Donde ocurran anomalías de fuente de agua o escurrimiento
por aguas cercanas a la superficie y donde la anomalía se debe al agua que fluye de los canales
del substrato, la fuente de origen se localizará a lo largo de la pendiente arriba de la fractura que
conduce el agua u otro tipo de acuífero. Tal fuente puede estar oculta en profundidad y no llega
a la superficie del substrato.
Como resultado de estos estudios de detalle, es posible delimitar el área de mayor interés
mineral con el propósito de concentrar la exploración más detallada por medio de
levantamientos geológicos, geofísicos y geoquímicos.
129

CAPÍTULO 11
EXPLORACIÓN GEOBOTÁNICA
11-1.- INTRODUCCIÓN
La exploración o prospección geobotánica aplicados a la localización de yacimientos minerales,
es una práctica bio-geológica que involucra el uso de vegetación para identificar la naturaleza y
las propiedades del substrato geológico. Esta metodología es compleja y requiere de un
conocimiento interdisciplinario en los campos de la bioquímica, botánica, química, ecología,
geología y la fisiología vegetal. Por consiguiente, en su ejecución se requiere de un equipo de
científicos y técnicos especializados en los diferentes campos de la ciencia para lograr resultados
exitosos.
La interpretación del significado de la cubierta vegetal se realiza con base en de la naturaleza y
distribución de las comunidades de plantas y en la observación de los cambios morfológicos en
la vegetación (p.e. cambios de color), utilizando observaciones aereovisuales o fotografías
aéreas. Esta técnica de exploración debe de entenderse como una herramienta valiosa de
exploración que, acompañada por otras metodologías geológicas, geoquímicas y
biogeoquímicas, puede ayudar en la búsqueda de yacimientos minerales en zonas desconocidas.
Las primeras investigaciones en geobotánica fueron realizadas por el ruso Karpinsky (1941, en
Brooks, 1972) cuando reconoció la existencia de diferentes asociaciones de plantas creciendo en
diferentes substratos geológicos como areniscas, arcillitas y calizas. Este tipo de investigaciones
proliferaron en la Unión Soviética durante la primera mitad del siglo XX y constituyeron la base
para que otras naciones del mundo occidental empezaran a trabajar en este tipo de métodos de
prospección mineral.
11-2.- INDICADORES GEOBOTÁNICOS
Todas las plantas vivientes responden en una u otra forma al ambiente químico, físico y biológico
en donde ellas crecen. Esta respuesta generalmente se presenta en la forma de un hábitat de
crecimiento característico. Cuando las condiciones ambientales son desfavorables, algunas
plantas no se pueden desarrollar completamente, mientras que otras más tolerantes si lo pueden
hacer, pues se adaptan mejor a estas condiciones. Estos son procesos de selección natural que
se ajustan a las variaciones locales del ambiente local.
Muchos factores que tienen poca o ninguna relación con la geología, pueden tener una gran
influencia en la salud y distribución de las plantas. Dentro de estos factores se pueden citar: la
luz del sol, la extensión de la estación de crecimiento, la elevación del terreno, los incendios
forestales, las plagas de insectos y enfermedades en las plantas.
Cuatro aspectos en la apariencia y distribución de las plantas son de gran importancia en
exploración mineral:

1.- La distribución de especies individuales indicadoras.


130

2.- La distribución de grupos o comunidades de plantas.


3.- Rasgos morfológicos de las plantas, tales como inusuales tamaños, deformidades y
coloraciones.
4.- Los efectos de conjunto de los aspectos antes mencionados que pueden ser detectados
fotografía aérea u otras técnicas de detección remota.
Las especies individuales indicadoras son las que se consideran de valor en la exploración
geobotánica, porque su crecimiento o es influenciado por inusuales condiciones químicas del
terreno mineralizado, o porque dichas especies son tolerantes a las condiciones ambientales en
donde éstas crecen. La distribución de las especies indicadoras pueden estar determinadas por
el metal principal de una mineralización, por un elemento guía asociado al elemento principal de
dicha mineralización, o a alguna condición asociada la mineralización, como el pH o la
disponibilidad de agua.
Dos tipos de plantas indicadoras se pueden distinguir: indicadoras universales e indicadoras
locales. Las indicadoras universales son encontradas solamente en suelos mineralizados y no
crecen en todo lado. Un ejemplo es la violeta calamina que crece solo en suelos con contenidos
anómalos de cinc. Los indicadores universales tienen un ámbito limitado, pero son muy valiosos
dentro de áreas limitadas con similar clima, geología y topografía. Los indicadores locales son
especies que crecen preferencialmente sobre terreno mineralizado dentro de ciertas áreas
limitadas, pero crecen también sobre terrenos no mineralizados en otras regiones.
Las comunidades o asociaciones de plantas pueden ser de gran utilidad en el reconocimiento de
terrenos mineralizados en una amplia gama de condiciones o en la detección de leves diferencias
en la composición química del substrato geológico. Por ejemplo, existen plantas que son
tolerantes al contenido de selenio (Astragalus sp.) y a los suelos relativamente salinos y crecen
sobre estas condiciones que en particular las hacen particularmente indicadoras de
mineralizaciones portadoras de selenio y otros elementos de importancia mineral. Regiones con
rocas serpentiníticas, en donde el Ni, Co y Cr son muy elevados, se caracterizan por originar tipos
de vegetación pequeña y delgada, muy diferentes de otras especies que crecen en áreas
adyacentes con diferente litología y composición química.
Los cambios morfológicos en plantas provocados por contenidos geoquímicos anómalos en los
terrenos donde crecen, pueden manifestarse con enanismo o gigantismo vegetal, y otros
cambios de forma, moteados y amarillamiento del follaje (clorosis) y otros tipos de coloración,
frutos anormales, cambios en el color de las flores, y disturbios en el ritmo de crecimiento y
floración. Los colores anormales y rasgos morfológicos de las plantas causados por elementos
venenosos en la solución del suelo se denominan síntomas de toxicidad.
Una variedad de mecanismos de toxicidad para los cambios morfológicos han sido propuestos
por Brooks, 1972). Enzimas pueden estar enriquecidas de elementos tóxicos como Cu, Ag y Hg.
Nutrientes esenciales como el P puede ser reemplazado por As, lo cual provoca efectos dañinos
131

a las plantas. Elementos nutrientes pueden ser precipitados o inmovilizados en el suelo o planta;
por ejemplo, el fosfato es susceptible de ser inmovilizado por un número de elementos y
sustancias minerales.
Indicadores geobotánicos han sido usados para localizar y mapear agua subterránea, depósitos
salinos, hidrocarburos, tipos de roca y yacimientos minerales.
11.2.1.- INDICADORES DE AGUAS SUBTERRÁNEAS
Las plantas que crecen en el desierto son grandes indicadoras de la disponibilidad de aguas
subterráneas. Las plantas freatófitas que son aquellas que absorben agua de la zona de
saturación subterránea, son indicadoras de la tabla de agua que es alcanzado por su sistema
radicular. A diferencia de las freatófitas , se encuentran la xerófitas que sobreviven por el agua
de lluvia ocasional en las zonas desérticas y en consecuencia desarrollan sistemas radiculares
muy superficiales. Otro grupo de plantas de desierto son intermedias en su capacidad para
absorber agua y se les clasifica como mesófitas.
Otras plantas no pueden crecer en zonas pantanosas, de alta saturación acuosa, mientras que
otras si se adaptan a tales condiciones de saturación.
Como muchas partes del mundo tienen determinadas comunidades o asociaciones vegetales
específicas que indican determinadas condiciones relacionadas con la presencia de agua
subterránea a diferentes profundidades, estas asociaciones vegetales se han utilizado para
definir áreas de interés mineral, pues estarían influenciadas por anomalías hidrogeoquímicas
presentes en las aguas subterráneas. Éstas anomalías estarían relacionadas con la presencia de
yacimientos minerales que, al meteorizarse e incorporar su carga metálica a las aguas
subterráneas, ésta sería absorbida en forma diferencial por las diferentes especies vegetales.
11.2.2.- INDICADORES DE DEPÓSITOS SALINOS
Muchas plantas del desierto toleran e incluso prefieren soluciones nutritivas con un alto
contenido de sales disueltas. Indicadores específicos de alta salinidad, denominadas halófitas,
son de gran uso por lo ganaderos para reconocer áreas no adecuadas para el pastoreo por el
elevado contenido de elementos en los pastos relacionado con las sales disueltas en la solución
del suelo. Depósitos salinos ricos en boratos en el Asia Central se relacionan con plantas que
toleran altas concentraciones de boro en sus tejidos, lo cual les produce ciertas deformidades o
enfermedades que les ocasionan la pudrición de raíces, clorosis y otros síntomas nocivos para su
crecimiento y desarrollo normales.

11.2.3.- INDICADORES DE HIDROCARBUROS


Investigaciones experimentales han evidenciado que las raíces de plantas que crecen en suelos
bituminosos tienden a adquirir ciertas formas particulares relacionadas con gigantismo o
deformidades. Este comportamiento de las plantas en condiciones de campo no son con
132

frecuencia observadas y, por consiguiente, su aplicación práctica en la exploración geobotánica


de hidrocarburos no es, de momento, aplicable.
La población vegetal microscópica indicadora en materiales superficiales, puede bajo ciertas
condiciones ser indicadora de la presencia de hidrocarburos en las regiones exploradas. El
método microbiológico más exitoso se relaciona con la identificación de ciertas bacterias que
obtienen su energía vital solamente de la oxidación de ciertos hidrocarburos, principalmente
propano. De acuerdo a investigadores rusos, los hidrocarburos livianos en las aguas connatas de
las rocas sedimentarias, se pueden difundir hacia arriba desde fuentes profundas con depósitos
de petróleo. En condiciones similares, hidrocarburos más pesados y el agua misma son
firmemente retenidas en condiciones estáticas. Los investigadores rusos señalan que el propano
puede ser un gran indicador de petróleo liviano y gas y no puede derivarse de sedimentos
bituminosos o lutitas bituminosas. Han encontrado una comunicación directa de los
hidrocarburos desde la profundidad de mil metros donde se encuentran hasta la superficie.
Cuando los hidrocarburos alcanzan la zona de oxidación en la superficie, se encuentran con las
bacterias oxidantes, dentro de las cuales se encuentran las bacterias específicas de oxidación de
propano. Las bacterias son encubadas en un cultivo de suelo o agua de suelo en una atmósfera
de propano mezclada con aire estéril. Después de 10 días de incubación, los cultivos se estudian
y se hace una determinación cuantitativa de las bacterias existentes. Se ha reportado un 65% de
éxito en la localización de yacimientos petrolíferos usando la determinación de bacterias
oxidantes de propano en estas condiciones de cultivo.
11.2.4.- INDICADORES DE TIPOS DE ROCAS
Los suelos de caliza generalmente tienen especies vegetales diagnósticas de tal condición
litológica. Sin embargo, no se sabe con certeza si esta respuesta se debe al pH o al contenido de
calcio de la solución del suelo. El reconocimiento de indicadores geobotánicos en zonas de caliza,
pueden ser de importancia en mapeo geológico y en la localización e yacimientos minerales
desarrollados en roca madre de caliza.
En áreas con alteración hidrotermal y piritización se pueden desarrollar asociaciones de plantas
características de estas condiciones geológicas. Estas asociaciones podrían estar relacionadas con
el carácter ácido de los suelos de la pirita oxidada, de la concentración de ciertos elementos
menores o de la textura del material.
Las rocas ultramáficas, como las peridotitas y serpentinitas, tienen una gran influencia en el tipo
de vegetación que se desarrolla sobre los suelos de naturaleza ultramáfica. Generalmente, es
una vegetación delgada, deformada y leñosa, que ayuda a delimitar este tipo de litología con
respecto a otras adyacentes diferentes por medio de la fotografía aérea.
Otras asociaciones de indicadores geobotánicos han sido usadas para delimitar rocas graníticas,
lutitas, basaltos, lateritas, etc. lo que las convierte en medios importantes de mapeo y
localización de yacimientos minerales dignos de aplicarlos colateralmente con otros métodos de
exploración.
133

11.2.5.- INDICADORES DE MINERALIZACIONES


Una larga lista de plantas indicadoras de ciertos elementos específicos ha sido realizada en base
a las investigaciones efectuadas en este campo. Sin embargo, solamente unas pocas especies
tienen valor como indicadoras, pues la mayoría de las plantas indicadas fueron estudiadas en
suelos altamente ácidos y contaminados, influenciados por minas en explotación, en lugar de
áreas vírgenes. Las plantas que verdaderamente se pueden considerar indicadores geobotánicos,
aplicados a la exploración mineral, han sido enumeradas por Brooks (1972).
Las primeras plantas empleadas en prospección mineral fue la violeta calamina, que crece en
solamente en suelos ricos en cinc en los distritos de cinc del centro y oeste de Europa.
Existen también plantas indicadoras de selenio, principalmente especies del género Astragalus,
que crecen en los estados de las Montañas Rocallosas, en los Estados Unidos, solamente sobre
suelos con exceso de selenio. Este comportamiento vegetal es de gran importancia en el mapeo
de áreas enriquecidas de selenio no solamente por la toxicidad que tienen en la vida animal,
como las cabras y el ganado, sino también por su aplicación práctica en la localización de
mineralizaciones uraníferas enriquecidas de selenio en la Meseta de Colorado. Miembros
vegetales de raíces profundas han permitido indicar la presencia de uranio hasta 20 metros de
profundidad. También en esta zona se han definido asociaciones de plantas indicadoras
relacionadas con hierro y azufre.
La flor de cobre, Becium homblei (anteriormente Ocimum homblei), descubierta en Zambia en
1949 por G. Woodward, ha sido tal vez el más exitoso de todos los indicadores geobotánicos.
Esta planta, una hierba de la familia de las Labiatea, que crece a una altura de 45 a 60 cm, tiene
una flor y una forma de hoja que puede ser reconocida después de un examen cuidadoso. Sin
embargo, tiene un parecido a la especie B. Obovatum, la cual está diseminada en áreas alejadas
de la mineralización. La preferencia de B. homblei por suelos ricos en cobre, en apariencia se
debe a su competencia con B. obovatum. Esta última especie crece más rápidamente en suelos
con pH normal y calcio normal, pero le es imposible crecer en suelos con bajos pH y calcio y al
alto cobre y talvés en alto níquel; en estas últimas áreas, B. homblei, en su lugar prolifera. En
estas condiciones de crecimiento el cobre intercambiable puede ser más importante que el cobre
total en los suelos.
Otra flor de cobre, Haumaniastrum robertii (anteriormente Acrocephalus) ha sido reportada en
al área de Shaba en Zaire, África, inmediatamente al norte de la Faja de Cobre (Duvigneaud, 1958
en Rose, Hawkes y Webb, 1979). La planta es una hierba de la familia Labiatea de la tribu
Ocimoidae, pequeña menta anual de gran resistencia a la toxicidad.
También se ha identificado otra flor de cobre en una región de Asia Central. Ésta es la especie
Gypsophila patrini, denominada kachim que se asocia a los depósitos de cobre Rudny Altay y de
otros depósitos. Esta hierba es tan selectiva de mineralizaciones de cobre que no solamente
crece en áreas amplias mineralizadas sino también marca conspicuamente la existencia de áreas
angostas definidas por diques mineralizados de cobre.
134

Otra planta indicadora de cobre existe en Arizona, conocida como la popy de California,
observada creciendo sobre el depósito de cobre de San Manuel y otros asociados. Sin embargo,
no sucede lo mismo cuando en otras áreas con mineralización de cobre, cuando hay cambios en
el clima.
La clorosis o amarillamiento de las hojas, puede ser una observación importante para definir
áreas mineralizadas, sim embargo, no es una guía específica para determinado elemento. Existen
elementos como el níquel, cobre, cobalto, cromo, cinc y manganeso que son antagónicos al
hierro en el metabolismo de las plantas; por lo tanto, el exceso de estos elementos produce una
deficiencia de hierro en la clorofila del follaje de las plantas, lo cual se traduce en su decoloración.
La clorosis puede ser debida a otras causas como infecciones en las plantas, drenaje inapropiado
o exceso de la acidez del suelo.
La ausencia de una cubierta de vegetación normal, en lugar de indicadores específicos en una
área mineralizada puede, bajo ciertas condiciones, ser de gran utilidad como guía en la
localización de depósitos minerales. Depósitos de sulfuros oxidados de elevada acidez, con
elementos metálicos tóxicos solubles, pueden evitar el desarrollo de asociaciones ecológicas
normales.
En la tundra y regiones montañosas crecen musgos y líquenes ampliamente distribuidos que
pueden ser afectados diferencialmente por la composición química del substrato geológica y por
lo tanto pueden ser de utilidad en la identificación de áreas con altos contenidos metálicos y su
relación con la eventual existencia de yacimientos minerales.

11.3.- TÉCNICAS DE LEVANTAMIENTOS GEOBOTÁNICOS


El primer paso es realizar un estudio de orientación preliminar, que comprende el levantamiento
de mapas de población vegetal que muestren todas las especies que crecen en áreas
mineralizadas conocidas, sin labores de ninguna naturaleza, y en áreas desprovistas de
mineralización. En estas áreas se hace un mapeo de cada una de las especies y comunidades
vegetales, contando los individuos de cada una de las especies dentro de pequeñas áreas
llamados cuadrantes (quadrats en inglés). Estos cuadrantes pueden oscilar en tamaño, de un
metro a pocas decenas de metros por lado.
Las plantas indicadoras son mejores en el mapeo cuando están en floración. Sin embargo, el
mapeo se puede realizar en otras ocasiones durante el año, pero la labor avanza más lentamente,
con el riesgo de no identificar especies importantes. Después que el trabajo de identificación de
indicadores botánicos se ha realizado en un estudio de orientación, el levantamiento
geobotánico consiste simplemente en ubicar en un mapa las especies indicadoras y
posteriormente delinear las áreas donde éstas presentan.
Algunos investigadores han podido localizar nuevos prospectos minerales, con la información
botánica de bibliotecas y herbarios, que ha servido para ubicar y mapear áreas desconocidas.
135

Las ventajas de la exploración geobotánica son que los resultados del levantamiento son
inmediatos y disponibles a la observación visual, y de bajo costo cuando un estudio de
orientación ha sido efectuado. Anomalías geobotánicas pueden detectarse en recubrimiento
transportado, pero son de difícil aplicación en la localización de prospectos minerales.
11.4.- DETECCION REMOTA DE ANOMALÍAS GEOBOTÁNICAS
Métodos aéreos y satelitales son medios muy útiles y rápidos para efectuar el análisis y la
interpretación geobotánica de una zona. Los métodos de detección remota pueden definir
cambios en la distribución de las especies, el tamaño y el color de las plantas afectadas por
valores anómalos de ciertos elementos presentes en los suelos. Los métodos de detección
remota, que usan diferentes sensores y diferentes porciones del espectro electromagnético,
incluyen la observación visual desde un avión o de un satélite, fotografías aéreas (en blanco y
negro, color o color en infra-rojo), detección de la reflección en el espectro visible y en el cercano
infra-rojo o de la emisión en el lejano infra-rojo, y medición de la reflección de microondas y
radar.
La investigación sobre la detección e interpretación de anomalías geobotánicas por medio de los
métodos remotos de detección, tienen la importancia de un rápido barrido de grandes áreas a
bajo costo. Sin embargo, las dificultades que se presentan en relación con las especies, el
espaciado y la edad de las plantas, tipos de roca, espesor y clase de recubrimiento, humedad,
luminosidad solar y otras variables, hará que se requiera un gran trabajo de investigación para
desarrollar métodos de prospección geobotánica que puedan ser usados con confianza. El
reconocimiento de la clorosis foliar, bien desarrollada o incipiente, pareciera ser el método de
estudio que ofrece mejores posibilidades de detección de anomalías geobotánicas y
biogeoquímicas.
136

CAPÍTULO 12
BIOGEOQUÍMICA EN EXPLORACIÓN MINERAL
12.1.- INTRODUCCIÓN
Biogeoquímica es el estudio de las características químicas de los seres vivos, plantas y animales,
y su relación con las características geológicas y geoquímicas de una zona determinada. En el
caso específico de la biogeoquímica en exploración mineral es el estudio de las características
químicas de las plantas en relación con el substrato geológico, las mineralizaciones y los
depósitos minerales de importancia económica. Se considera que un elemento en el suelo o en
la roca madre, se puede acumular en la planta en tal concentración, que puede significar
anomalías biogeoquímicas las cuales, a la vez, pueden tener relación directa con anomalías
geoquímicas en el suelo o la roca madre, en donde crecen las plantas.
La acumulación de ciertos elementos por el humus y la vegetación fue encontrada por primera
vez por Goldschmidt en Alemania y Vernadsky en Rusia, ambos considerados los padres de la
Geoquímica. Alrededor de la década de 1930, ambos investigadores empezaron a trabajar en
este tema, sin embargo, no es sino hasta la década de 1960 cuando los métodos de prospección
biogeoquímica empiezan a ser aplicados en la búsqueda de yacimientos minerales. La técnica es
más reciente que la geobotánica, en el sentido de que depende solamente del análisis químico
de las plantas, que es más simple, rápido, sensible y menos costoso. Esto ocurrió en la década de
1930 con los trabajos de Golschmidt y colaboradores en el campo de la espectrografía de
emisión.
La aplicación exitosa de los métodos biogeoquímicos de prospección involucra la aplicación del
conocimiento de varias disciplinas como la botánica, la química, la ecología la geología, la química
y fisiología de las plantas, la ciencia del suelo y la estadística.
La exploración biogeoquímica no debe considerarse una herramienta única en la búsqueda de
yacimientos minerales, sino combinada con otros métodos de exploración que permitan
resultados confiables. Sin embargo, el simple conocimiento de las características biogeoquímicas
de las plantas y animales pueden permitir un conocimiento general de las características
biogeoquímicas del medio ambiente, ya en el campo de la Geoquímica Ambiental.

12.2.- CICLO BIOGEOQUÍMICO


La acumulación de los elementos en la capa superior húmica es en gran parte función de la
cobertura vegetal y un importante factor en prospección geoquímica.
El ciclo biogeoquímico (Fig. 3-1 anterior) involucra la absorción elementos químicos del suelo o
de la roca madre, por el sistema de raíces, su paso a las partes aéreas de la planta y la
acumulación de complejos metalo-orgánicos en las hojas y las partes leñosas de las plantas.
Cuando las hojas se marchitan y caen, los componentes más solubles como carbonatos, sulfatos,
complejos húmicos de hierro y manganeso, etc., son lixiviados por las aguas de lluvia y reciclados
137

a través del perfil de suelo. Producto de este proceso químico y fisiológico, se pueden formar
enriquecimientos de ciertos elementos en las capas del suelo.
Las capas húmicas comienzan a enriquecerse en elementos como: As, Be, Cd, Ge, Au, Pb, Mn, Ni,
Sc, Ag, Sn, V y Zn; es lo que se conoce como “principio de enriquecimiento de Goldschmidt”,
deducido del estudio de cenizas de carbón, las que se presumen análogas con el humus.
El grado de enriquecimiento de un determinado elemento en las plantas, difiere con el tipo de
planta, incluso para aquellas que crecen en concentraciones químicas iguales (Tabla 12-1).
TABLA 12-1
Diferentes tipos de plantas creciendo en un suelo de concentración de Se homogénea

Especie Concentración de Se en las Concentración de Se en el


plantas (ppm) suelo
Astragalus pectinatus 4000 2
Stanleya pinnata 350 2
Zea mays 10 2
Salsola pestifera 5 2

12.2.1.- ELEMENTOS ESENCIALES Y NO ESENCIALES EN LAS PLANTAS


La presencia de un elemento en los tejidos de las plantas no necesariamente significa que éste
sea valioso para el funcionamiento de éstas. Sin embargo, desde finales del siglo XIX y durante el
siglo XX, se ha establecido una lista de elementos que se consideran son esenciales para la vida
de las plantas; estos son: C, H, O, N, P, S, K, Ca, Mg, Fe, B, Cl, Cu, Mn, Mo, Zn. Otros elementos
que aunque no se consideran esenciales, como Se, Co, Si, y V, tienen un efecto beneficioso en
ellas.
12.2.2.- ABSORCIÓN DE IONES POR LAS PLANTAS
Existen tres mecanismos por los cuales las plantas absorben iones: 1.- Absorción por las raíces
por su contacto con la solución del suelo, 2.- por intercambio catiónico entre las raíces y los
minerales arcillosos del suelo y 3.- por absorción foliar.
El segundo de estos mecanismos es el más importante, ya que se relaciona con la producción de
dióxido de carbono (CO2), como resultado de los procesos de respiración de las plantas. El CO 2 al
reaccionar con el agua libera iones de hidrógeno (H+1) y los cambia por cationes absorbidos a los
minerales arcillosos. Al llegar lo cationes a las raíces, son reemplazados por hidrógeno y se repite
el ciclo.
También puede ocurrir absorción de iones por simple difusión en las células de las raíces, donde
pueden concentrarse en el fluido celular y llegar a encontrarse en cantidades más grandes que
en la solución del suelo.
138

La mayoría de las plantas son selectivas en su acumulación de elementos traza y restringen la


absorción de elementos tóxicos por medio de un mecanismo de exclusión, haciendo que la
cantidad de estos elementos en sus partes aéreas permanezca constante, mientras que aumenta
en el suelo. Esta exclusión de elementos puede ser parcial o total; la exclusión total es menos útil
en prospección biogeoquímica.

12.2.3.- INTERCAMBIO DE IONES DENTRO DE LA PLANTA


Los iones absorbidos por las raíces de las plantas son intercambiados hacia arriba en dirección de
las hojas. Para la nutrición de las plantas es muy importante que los elementos se encuentren
presentes en el suelo en forma aprovechable, ya que, para algunos elementos muy poco del
contenido total del suelo puede ser utilizado por la planta; lo que puede deberse a factores como
drenaje, pH, Eh, naturaleza o ausencia de minerales arcillosos, efectos antagónicos de otros iones
y a la presencia de agentes acomplejantes en el suelo.
12.2.4.- ACUMULACIÓN DE ELEMENTOS POR LAS PLANTAS
Las plantas son capaces de acumular elementos en una forma espectacular, encontrándose que
los elementos de bajo potencial iónico, que forman cationes solubles, y los alto potencial iónico
que forman aniones solubles, se presentan en una mayor proporción en la vegetación (Fig. 12-
1).
139

Las plantas que crecen sobre depósitos minerales pueden mostrar un enriquecimiento, con
mayores concentraciones de elementos que las del suelo. En Nueva Zelandia, la concentración
normal de uranio en las plantas es de 1 ppm, mientras que en la especie Coprosma australis
puede alcanzar concentraciones de uranio 1,5 a 1000 ppm.
La concentración de elementos en las plantas depende en parte de la movilidad de los elementos
y de su grado de concentración en el suelo y es precisamente lo que se usa en prospección
biogeoquímica.
12.2.5.- FACTORES QUE AFECTAN LA ACUMULACIÓN DE ELEMENTOS POR LAS PLANTAS
En prospección biogeoquímica es necesario seleccionar las especies de plantas que acumulan los
elementos en forma reproducible y que el grado de acumulación sea proporcional a las
concentraciones del elemento en el suelo.
Son varios los factores que intervienen en esta acumulación; están entre ellos los siguientes:
1.- Tipo de plantas muestreadas: las plantas difieren en su forma de acumular elementos y en su
respuesta a los constituyentes del suelo y su concentración, por lo que se deben seleccionar
aquellas que dan una mejor respuesta. La Fig. 12-2 muestra respuestas diferentes al aumento de
los contenidos de molibdeno en el suelo. Es evidente que la especie Medicago hispida ofrece la
mejor opción para usarla en prospección biogeoquímica, que las otras especies estudiadas.

La tabla 12-2 muestra los coeficientes de enriquecimiento de varias especies de plantas en Nueva
Zelandia (Whitehead y Brooks, 1969b en Brooks, 1972.
140

Tabla 12-2
Coeficientes de enriquecimiento por la captación de radioactividad, en conteos alfa/min/g de
muestra, en especies de plantas de Nueva Zelandia (Whitehead y Brooks, 1969b, en Brooks,
1972)

Clase Especies Planta Suelo Planta/Suelo


Briófitas Marchantia berteroana 1421 663 2,1
Helecho Blechnum capense 939 231 4,1
Helecho Dicksonia lanata 921 382 2,4
Molocotiledónea Cordyline banksii 95 87 1,1
Molocotiledónea Ucinia leptostachya 3817 1732 2,2
Dicotiledónea Carpodetus serratus 149 585 0,2
Dicotiledónea Coprosma arborea 24 240 0.1

Se observa la acumulación de uranio en un área de Nueva Zelandia en donde las diferencias son
debidas a la distancia de absorción a los tejidos. Por lo tanto, la acumulación es mayor en las
pequeñas y más primitivas briófitas que en los grandes árboles. Por lo tanto, en las hojas de
grandes árboles con una distancia de movilidad entre las raíces y las hojas más alejadas, la
concentración elemental debería ser más baja que en las hojas de las muy pequeñas briófitas,
donde los iones solamente tiene que viajar pocos milímetros.
2.- Órganos muestreados de las plantas: la concentración de los elementos varía en diferentes
órganos y puede ser que los órganos con menor concentración reflejen mejor la correlación
existente con relación con el contenido en el suelo. La concentración difiere entre pares de
órganos. Entre órganos individuales hay algunas veces fuerte evidencia de un antagonismo entre
diferentes pares de elementos. Por lo tanto, debe tenerse cuidado con el muestreo de órganos
en donde este efecto sea mínimo. La figura 12-3 muestra los contenidos de Cu y Pb en tres anillos
de la especie Beilschmiedia tawa. Los diferentes comportamientos de estos elementos son
obvios, pero las causas son desconocidas.
141

Fig.12-3
Carlslide y Cleveland (1958, en Brooks, 1972), mostraron que en la vegetación de Norte América
el contenido de elementos en los árboles, decrece según la siguiente secuencia: hojas, ramas,
frutos, floema, raíces y corteza.
3.- Edad de las plantas o de sus órganos: el contenido de elementos varía según la edad y los
órganos de las plantas, ya que la edad tiende a mitigar los efectos estacionales. La figura 12-4
muestra las variaciones de seis elementos en hojas de 18 especies desciduas estudiadas por Guha
en un período de 12 meses. Fueron observados aumentos de B, Fe y Mn durante el crecimiento
estacional y los niveles de Cu, Mo y Zn decrecieron en muchos casos. Algunas de estas
observaciones son contradictorias con respecto a otros autores, sin embargo, esto puede explicar
las diferencias que se pueden presentar en las especies.
142

4.- Salud de las plantas: La concentración de un elemento en una planta puede incrementarse
por los mecanismos reguladores de la descomposición de las especies, esto es, si una planta está
enferma puede presentar concentraciones mayores que una planta sana.
5.- El pH del suelo: el pH afecta la disponibilidad de algunos elementos del suelo y controla la
capacidad de intercambio de algunos minerales arcillosos (Fig. 12-5).
143

6.- Profundidad del sistema radicular: la ventaja de la prospección biogeoquímica se debe a la


fuerza de penetración de las plantas a través de la cobertura, la cual depende a su vez de la
profundidad de las raíces, de la habilidad de las plantas para intercambiar los elementos de las
raíces a sus partes aéreas y de la extensión del halo de dispersión, el cual está en función de la
tabla de agua (Fig. 12-6).
144

El transporte de metales de las raíces a las partes aéreas de las plantas se estima importante
considerar en biogeoquímica. En general, entre más largo sea el sistema radicular, es menor el
enriquecimiento de elementos traza en las partes superiores de las plantas. Este factor se puede
ilustrar en la tabla 12-3 que muestra los contenidos de uranio y vanadio en las raíces en
comparación con las partes aéreas de varias especies de plantas. Las diferencias de valores en
raíces superficiales y profundas reflejan la mayor dificultad de transporte de iones a través del
largo sistema radicular.
145

Tabla 12-3
Contenidos de uranio y vanadio en cenizas de raíces comparados con las partes aéreas de
plantas y sus relaciones
(Cannon, 1960a, en Brooks, 1972)

Especies Tipo de Raíces Cogollos Relación Raíces Cogollos Relación


raíz (U ppm) (U ppm) R/C (V ppm) (V ppm) R/C
Juniperus Profunda 1600 7,8 200 3000 20 150
monosperma
Juniperus Profunda 140 2,0 70 4000 50 80
monosperma
Quercus Profunda 190 10,0 19 1700 90 19
gambeli
Juniperus Superficial 7 1,2 5.6 110 54 2
monosperma
Atriplex Superficial 5 3,0 1,6 90 10 9
confertifolia
Astragalus Superficial 70 70 1,0 2600 3000 0,8
preussi

7.- Drenaje: este factor interviene en la movilidad de los elementos. Suelos pobremente drenados
comparados con suelos bien drenados pueden ocasionar anomalías confusas durante un
levantamiento de prospección biogeoquímica, porque algunos elementos son más móviles en
condiciones de drenaje pobre, lo cual se refleja en una mayor absorción por las plantas (Tabla
12-4). Mitchell, 1955 en Brooks, 1972, encontró una movilización mayor de Cu, Co, MnO2, Ni y V,
en suelos pobremente drenados, determinados por extracción con ácido acético y acetato de
amonio.
146

Tabla 12-4
Extractabilidad (%) de varios elementos en suelos bien y pobremente drenados (Prof. 9-15
pulgadas) (Mitchell, 1955, en Brooks, 1972)

Drenaje Extractante Co Cu Fe Mn Ni V
de suelo
Bueno Ácido 0,52 0,21 20 -- 0,36 0,09
acético
Pobre Ácido 2,50 1,40 500 __ 4,20 3,80
acético
Bueno Acetato de 0,02 __ 5 0,10 0,02 0,01
monio
Pobre Acetato de 0,37 __ 5 1,60 0,44 0,03
amonio

8.- Aspecto: el aspecto de las plantas es de gran importancia en la ecología de éstas. La


acumulación de elementos por las plantas está controlada por procesos fotosintéticos los que
dependen de la intensidad y duración de la luz recibida y de la variación de las lluvias. También
influye la temperatura y el contenido de humedad en el suelo.
9.- Aprovechabilidad y efectos antagónicos del suelo: cuando se produce una concentración
excesiva de un elemento determinado en una planta, ésta tiende a compensarlo con una
disminución en el contenido de algún otro elemento. La figura 12-3 muestra el ploteo de valores
de Pb de una sección del tronco de la especie Beilschmiedia tawa plotaeada en función del
contenido de Cu. La relación inversa es evidente.
12.2.6.- SUAVIZACIÓN DE LOS FACTORES QUE AFECTAN EL MUESTREO
Existen una serie de factores como los enunciados anteriormente que afectan la prospección
biogeoquímica. Las interferencias de estos factores, pueden reducirse o eliminarse por medio del
uso de ciertos procedimientos como, por ejemplo, usar la razón de un par de elementos como
indicadores de mineralización. Por ejemplo, la relación Cu/Zn en la vegetación bien puede dar
una indicación de mineralización de cobre, en situaciones cuando no exista mineralización de
zinc, aunque esta relación no se considera tan aplicable, en comparación con la relación Ni/Co
que es extensivamente usada en la Unión Soviética en la localización de depósitos minerales de
níquel (Malyuga, 1964, en Brooks, 1972).

12.3.- LEVANTAMIENTOS BIOGEOQUÍMICOS DE ORIENTACIÓN Y EXPLORACIÓN


Un levantamiento biogeoquímico de orientación, es un pre-requisito esencial en toda
prospección de yacimientos minerales, en donde, por primera vez, se vayan a utilizar especies de
plantas. A continuación se enumeran los pasos seguir en este tipo de investigación.
147

12.3.1.- SELECCIÓN DEL SITIO PARA EL LEVANTAMIENTO


En la selección de un sitio para el levantamiento de orientación, se deben de considerar los
siguientes puntos:
1.- El área debe de tener una o más anomalías de o los elementos de interés a niveles 2 a 3 veces
del valor promedio o mediano del fondo. No se requiere que las anomalías estén en relación con
un yacimiento mineral.
2.- El sitio debe ser climática, geológica, geomorfológica y ecológicamente representativo del
área total que será investigada posteriormente.
El éxito aparente de un levantamiento de orientación dependerá, en gran medida, del contraste
entre el fondo y la mineralización en el área de prueba (testing area) y, por consiguiente, será
deseable que las anomalías en el área de exploración (training área) tengan iguales o aún
concentraciones elementales más elevadas que en área de prueba. Bajo estas circunstancias el
éxito del levantamiento biogeoquímico de orientación siempre será conservador.
La ausencia de anomalías conocidas en una zona completamente desconocida, en cuanto a la
existencia de mineralizaciones, significa otro problema. Esta situación puede ser resuelta
seleccionando como área de prueba el contacto entre dos formaciones geológicas en donde las
concentraciones del fondo geoquímico son muy diferentes en ambas unidades y luego
relacionando estas diferencias con la biogeoquímica de varias especies de plantas. También se
pueden usar grandes bases de datos biogeoquímicos que contengan los niveles de fondo
normales en varias especies de plantas.
12.3.2.- SELECCIÓN DE PLANTAS:
Se debe de escoger la asociación de especies de plantas más favorables para la prospección, las
cuales deben ser abundantes y estar distribuidas en toda el área de prueba. Para la selección de
plantas más abundantes y su distribución pueden utilizarse fotografías aéreas, principalmente
las del espectro infrarojo. En esta selección hay que tener en cuenta que las especies de plantas
de un tamaño muy grande pueden dificultar el muestreo de sus partes más elevadas como ramas,
hojas, cogollos, flores y frutos. Tampoco es conveniente el muestreo de plantas muy pequeñas,
que poco profundizan con su sistema radicular, y por lo tanto, ofrecen poca información
geoquímica del suelo y del substrato geológico.
12.3.3.- SELECCIÓN DEL PATRÓN DE MUESTREO
La selección del patrón de muestreo depende de la topografía y del tamaño y forma de la
anomalía o anomalías en el área. Entre más pequeño sea el halo de dispersión o anomalía, más
cercanas entre sí deben ser las líneas de traviesa y los puntos de muestreo. Un patrón cuadrado
o rectangular es un patrón adecuado y fácil de efectuar. Las líneas de traviesa deben ser a ángulo
recto con el rumbo de la estructura mineral y en donde al menos dos puntos de muestreo caigan
sobre las anomalías importantes. Es preferible que la cuadrícula de muestreo esté diseñada de
148

tal forma que una tercera parte de los puntos de muestreo caigan sobre los valores de fondo,
otra tercera parte sobre áreas moderadamente mineralizadas y el resto sobre terrenos
anómalos. En terrenos de topografía abrupta es preferible aplicar patrones de muestreo que
sigan las crestas y los espolones derivados de las crestas, pendiente abajo.
12.3.4.- MÉTODOS DE MUESTREO Y ALMACENAMIENTO DE MUESTRAS PARA EL ANÁLISIS
Durante la ejecución del levantamiento de orientación, se deben colectar muestras de hojas así
como ramas pequeñas desarrolladas en el año anterior. Otros órganos como flores, frutos y
corteza pueden colectarse, pero la experiencia indica que las hojas y las ramas pequeñas ofrecen
mejores resultados (Lyon y Brooks, 1969, en Brooks, 1972).
La cantidad de vegetación a colectar debería ser suficiente para obtener 10-30 g de material seco,
lo cual podría obtenerse de alrededor de 100 g de vegetación natural. El muestreo debería
realizarse en varios puntos alrededor de una circunferencia del árbol o arbusto y en las partes
más altas alcanzables. Las partes deben de removerse de los especímenes vegetales utilizando
podadoras o cortadoras adecuadas de acuerdo a su altura y las muestras deben de guardarse en
bolsas plásticas bien cerradas y debidamente numeradas externamente y con etiquetas internas
que aseguren la numeración al llegar al laboratorio.
Muestras de suelo también deben de tomarse alrededor de la base de la planta muestreada y de
un horizonte apropiado más debajo del horizonte superficial húmico, que refleje también la
composición química del substrato regolítico y la roca madre. Muestras con un peso de 200-250
g de suelos es suficiente. Se guardan en bolsas de papel kraft o de plástico, dependiendo del
clima, y se numeran externamente e internamente con una etiqueta de seguridad.
En cada sitio de muestreo se deben efectuar observaciones acerca de la topografía y la geología
del lugar, tipos de vegetación, suelo, drenaje, clima, rasgos de mineralización, etc.
Las muestras de suelo después de secadas deben de desintegrarse y afinarse con mortero y
pistilo, antes de ser pasadas por el tamiz o malla elegida para su análisis químico. En zonas áridas
el morterizado, pulverizado y tamizado puede realizarse directamente en el campo.
Las muestras vegetales al ser extraídas de las bolsas, deben ser lavadas en el agua de cañería y
después en agua destilada. Posteriormente son secadas a 110°C en un horno para su análisis.
También pueden ser calcinadas en el laboratorio para analizar las cenizas que deben ser
morterizadas y pulverizadas.
Para analizar químicamente las muestras se aplican formas de preparación de las muestras de
acuerdo a las técnicas analíticas a emplear.
13.3.5.- PROBLEMAS DE CONTAMINACIÓN EN LA VEGETACIÓN
El riesgo de contaminación de las muestras de plantas durante un levantamiento es posible de
acuerdo a diversas causas. Uno de las causas más comunes es aquella producida por las
149

corrientes de viento que acarrean polvo de las minas, de los vapores de fundición o del suelo
mismo. En las regiones áridas la contaminación es un efecto de gran incidencia.
Otra forma de contaminación es aquella derivada del polvo no mineralizado que tiene un efecto
de dilución de la concentración de algunos elementos en las cenizas de las plantas.
Una forma muy importante de contaminación, es aquella producida por el tetraetilo de plomo,
derivado de los escapes de los automóviles. A diferencia de otras formas de contaminación el
plomo es tan fuertemente absorbido por la vegetación que el 80% de éste aún permanece
después del lavado de la muestra. La contaminación de la biosfera con tetraetilo de plomo, se
está convirtiendo rápidamente en un problema de dimensiones globales que hay que resolver.
Los primeros investigadores que reportaron concentraciones anormales de plomo en las plantas
cerca de las carreteras, fueron Warren y Delavault (1960, en Brooks, 1979). Encontraron valores
de plomo de 3100 ppm en un caso y un promedio de 1200 ppm en cuatro especies de plantas; el
promedio del valor de fondo en las mismas especies fue de 40 ppm. Estos datos se incluyen en la
tabla 12-5. Los mismos autores encontraron pastos contaminados con plomo a alrededor de 150
metros de las principales carreteras.
Tabla 12-5
Concentración de plomo en la ceniza de ramas pequeñas de árboles creciendo cerca de las
carreteras comparadas valores de fondo de las mismas especies (Warren y Delavault, 1960,
en Brooks, 1972)

Especies Número de muestras Valores Pb (ppm) Valores Pb (ppm)


cerca de carretera normales de fondo
Ámbito (Media) Ámbito (Media)
Pseudotsuga 10 510-2200 (1200) 14-60 (38)
menziesii
Thuya plicata 7 630-3100 (1600) 23-74 (51)
Abies grandis 4 350-1100 (800) 23-56 (39)
Betula glandulosa 27 270-2500 (1300) 21-53 (32)

Otra forma de contaminación es el uso de fumigaciones con fertilizantes, insecticidas y funficidas


que contengan constituyentes inorgánicos que puedan inducir a error durante una investigación
biogeoquímica basada en plantas.
150

CAPITULO 13
INDICADORES GEOQUÍMICOS GASEOSOS
Existen algunos gases, que se originan en la litosfera o corteza terrestre, que pueden ser aplicados
como indicadores de posibles áreas mineralizadas de importancia económica. Estos indicadores
gaseosos son los siguientes:
13.1.- DIÓXIDO DE CARBONO (CO2)
Concentraciones anómalas de dióxido de carbono en el agua subterránea han sido encontradas
relacionadas con la existencia de mineralizaciones de sulfuros que producen soluciones ácidas
que al reaccionar con rocas carbonáticas, asociadas a la mineralización, se descomponen y
liberan dióxido de carbono. Hay que tener cuidado no confundirse con el CO 2 que proviene de
profundidades corticales a través fisuras profundas. El contenido de CO 2 en el aire del suelo
generalmente oscila entre 0,2 a 4% v/v, comparado con el 0,035% del aire atmosférico. La
mayoría del exceso de CO2 en el aire del suelo, probablemente se deriva de la oxidación de la
materia orgánica en descomposición.
13.2.- DISULFURO DE CARBONO (CS2)
Concentraciones anómalas de CS2 hasta 300 ppb, del total de gases absorbidos a una trampar de
malla molecular han sido observadas en gases de suelos sobreyaciendo un área geotérmica en
un campo geotérmico en Roosevelt Hot Springs, Utah (Hinkle et.al., 1978, en Rose, Hawkes y
Webb, 1979).
13.3.- MONÓXIDO DE CARBONO (CO2)
La presencia de CO sugiere un origen en profundidad. Con frecuencia se presenta en pequeñas
cantidades en gases sobre fisuras profundas y pueden incorporarse a las reacciones que tienen
lugar en las zonas oxidadas de depósitos minerales de sulfuros.
13.4.- SULFURO DE CARBONILO (COS)
El sulfuro de carbonilo también denominado algunas veces oxisulfuro de carbono, ha sido
identificado en gases sobre depósitos minerales de sulfuros. La reacción COS + H2O = CO2 + H2O
es muy rápida a la temperatura y presión del ambiente. En particular, en la presencia de humedad
y la luz del sol, el COS se descompone en CO2 y H2S. Su reactividad con el agua es más baja que
con CO2 o H2S, de tal manera que puede movilizarse más lejos de la fuente mineral de origen,
que los demás sulfuros que constituyen el cuerpo mineral.

13.5.- HELIO (HE)


El helio-4 es generado permanentemente por la desintegración radioactiva del U, Th y sus
productos hijas, y por lo tanto están siendo continuamente expelidos hacia la superficie. El
promedio de flujo de He a través del fondo oceánico es de 1-2 x 106 átomos/cm2/s (Barnes y Bieri,
151

1976 en Rose, Hawkes y Webb, 1979). El He-3 se forma en la atmósfera y a profundidad por la
desintegración del itrio (H3). A diferencia de los otros gases radiogénicos, el He se escapa por
difusón a partir de los retículos cristalinos de la fuente de origen. El flujo del He es fuertemente
afectado por la permeabilidad de la matriz y tiende a subir a la superficie a lo largo de las
fracturas.

13.6.- HIDRÓGENO (H2)


A altas temperaturas y presiones, el H2 elemental es un producto de la reacción del agua en
contacto con los minerales que contienen Fe +2. Así, es probable que el H2 se filtre continuamente
hacia arriba desde la profundidad. El hidrógeno también puede formarse por la descomposición
del agua causada por la energía liberada por la desintegración radioctiva. A temperatura
ambiente en la zona de meteorización, el H2 es metastable y normalmente no forma parte de las
reacciones químicas, excepto donde ciertas bacterias especializadas estén activas. Uno de los
principales problemas al estudiar la geoquímica del H2 es que puede ser generado artificialmente
por la reacción electroquímica del agua que naturalmente se presenta en las herramientas de
acero y de la tubería de revestimiento de los equipos de perforación de pozos. Durante las épocas
iniciales, cuando se tomaron muestras de gas de los huecos de perforación, los trabajadores y
técnicos no sabían de la existencia de esta posible fuente de contaminación.
13.7.- SULFURO DE HIDRÓGENO (H2S)

El sulfuro de hidrógeno cuando se disuelve en agua, tiende a disociarse en los iones H+, HS- y S-2.
Su solubilidad en agua es por lo tanto relativamente alta, de tal forma que no se espera que se
encuentre en los gases del suelo en climas húmedos. También, es raro observarlo en agua con O 2
libre (Dick, 1974, en Rose, Hawkes y Webb, 1979). Un método usual de análisis involucra en
capturar todos los gases de azufre, en la forma de azufre total, en donde se incluye el H 2S y SO2
sin identificarlos individualmente. Este tipo de análisis podría no estar dando resultados efectivos
en cuanto al uso del H2S como indicador y, por lo tanto, habría que mejorar la técnica analítica.

13.8.- MERCURIO (HG)

El mercurio se presenta en las rocas y suelos en diferentes fases, de las cuales la principal es la
de un constituyente menor o mayor de los sulfuros, haluros, óxidos, complejos orgánicos y el
metal nativo. Durante la meteorización la mayoría de los minerales que contienen mercurio, en
menor o mayor concentración, son inestables y se desintegran con la liberación de Hg elemental.
El Hg nativo, en sí mismo, pueden presentarse sorbido (ad o absorbido) a las superficies activas
de los minerales, disuelto en agua, o como un líquido o gas de Hg. Al calentarse los diferentes
materiales que contienen Hg liberan vapor de Hg elemental a diferentes temperaturas. Al
estudiar los picos y las amplitudes de las curvas que originan la liberación de Hg en rocas y suelos,
se puede determinar la identidad y concentración de las diferentes fases de Hg. La sorción
(adsorción y absorción) de vapor de Hg en las superficies de minerales granulométricamente muy
152

finos y especialmente en la materia orgánica, inhibe fuertemente el escape del vapor de Hg en la


superficie del terreno.

13.9.- DIMETIL DE MERCURIO (HG(CH3)2)

El mercurio puede reaccionar por la influencia bacterial en presencia de la materia orgánica para
constituir el dimetil de mercurio o mercúrico (Jonasson, 1974, en Rose, Hawkes y Webb, 1979).
Este es un gas muy tóxico que ha sido encontrado en los sedimentos orgánicos lacustres y
fluviales. Es muy estable solamente en ambientes reductores extremos, por consiguiente, no
participa significativamente en el ciclo geoquímico.

13.10.- METANO (CH4)

El metano, junto con otros hidrocarburos gaseosos que con frecuencia se asocian e éste, es
ligeramente soluble en agua. Es estable en la presencia de O2 libre, normalmente no reacciona,
pero si lo hace con la influencia bacterial. Puede reaccionar con metales en el ambiente de un
depósito de sulfuros en oxidación para formar compuestos volátiles, como los compuestos
metílicos con azufre y algunos metales.

13.11.- NEÓN (NE)

La única fuente significativa de Ne en muestras de gas es el aire atmósférico, que contiene 18


ppm por volumen. El contenido de una muestra de gas en la superficie, puede ser usada para
determinar la contaminación de Ne en la muestra de aire y, en consecuencia, su proveniencia.

13.12.- OXÍGENO (O2)

El O2 libre en la atmósfera es el agente primario que interviene en todas las reacciones


geoquímicas que tienen lugar en la superficie terrestre. El contenido atmosférico es 21%. El agua
en equilibrio con el aire en condiciones superficiales es de 0,66 cm 3 O2 /100 cm3, o 9,5 ppm por
peso. La circulación del agua lleva O2 desde la atmósfera hasta el sitio de oxidación activa de los
minerales formados a profundidad. Conforme el agua circula en este nuevo ambiente
geoquímico, el O2 disminuye continuamente, mientras que otros gases no atmosféricos tienden
a formarse, como He, CH4, CO y H2S.

13.13.- RADÓN (Rn)

Las anomalías de radón en el gas de suelo, disminuye conforme se aleja de la fuente de origen
por la desintegración radioactiva, por la dilución y otros procesos geológicos. Tanner, 1974, en
Rose Hawkes y Webb, 1979, estima que 7 m es la máxima profundidad a la cual la difusión, a
través de aire acumulado en los espacios de poro, pueden producir una anomalía detectable en
la superficie, proveniente de un depósito mineral profundo o cubierto. Sin embargo,
observaciones de campo han mostrado halos de Rn que se extienden hasta 100 m sobre un
153

depósito de U enterrado ( Gringrich and Fisher, 1976; Tanner, 1964; Beck an Gringrich, 1976, en
Rose, Hawkes y Webb, 1979).

13.14.- DIÓXIDO DE AZUFRE (SO2)

El dióxido de azufre se disuelve en agua para formar el ácido sulfúrico ( H 2SO4 ) y sus productos
de disociación HSO3- y SO3-2, los cuales al final son rápidamente oxidados nuevamente a ácido
sulfúrico. El escape de grandes cantidades de SO2 de los sitios de oxidación no es favorable en
condiciones húmedas, pero si es posible en regiones muy áridas y puede ser de interés en la
localización de depósitos minerales oxidados.

13.15.- OTROS GASES

Otros gases han sido mencionados como indicadores de anomalías geoquímicas relacionadas con
la existencia de depósitos minerales en profundidad. En la exploración petrolera se ha usado el
Ni extraíble en suelos relacionado con porfirinas de níquel derivados de campos de
hidrocarburos. F y Cl libres determinados por espectrometría de masa en el aire atmosférico
sobre depósitos de metales preciosos, son de gran interés en vista que estas especies son
inestables y extremadamente reactivas en la presencia de agua, yodo, óxidos de nitrógeno, y los
hidruros y compuestos metilados de As, Se. Te, y Sb.
154

CAPÍTULO 14
MÉTODOS MATEMATICO-ESTADÍSTICOS PARA EL PROCESAMIENTO DE DATOS GEOQUÍMICOS
14.1.- VARIACIÓN REGIONAL
La determinación del valor de fondo geoquímico, en un levantamiento geoquímico regional, es
tan importante como definir también la forma y la naturaleza del paisaje geoquímico. Este último
objetivo, aunque difícil por la complejidad de los datos geoquímicos, del entorno geológico,
geográfico, ecológico, etc., significa la representación geográfica de los datos en la forma de
mapas. El uso de mapas es tal vez la única herramienta significativa en la interpretación de la
distribución espacial de los datos.
La variación geoquímica de un área, zona o región, se puede representar por medio de dos tipos
de mapas: 1.- mapas objetivos y 2.- mapas interpretativos.
Los mapas objetivos presentan los datos geoquímicos de cada sitio de muestreo y su relación con
las condiciones geológicas y minerales del entorno, y la distribución estadística de la variable
estudiada. Sin embargo, no muestran, como lo hacen los mapas interpretativos, la orientación
de los patrones de cada uno de los elementos o variables analizados, aplicando ecuaciones
matemáticas. La figura 14-1 es un mapa interpretativo que revela la orientación regional,
aplicando tres tipos de ecuaciones: lineal, cuadrática y cúbica. Dichos mapas fueron elaborados
con base en la concentración de níquel en sedimentos fluviales colectados en Sierra Leona (Nichol
et.al., 1969, en Levinson, 1979).
155

A continuación se considera en forma más detallada estos métodos de mapeo.


14.1.1.- MÉTODO DE LA SUPERFICIE DE ORIENTACIÓN
La relación funcional entre un valor Zxy, digamos la concentración de algún elemento designado
por Z, y las correspondientes coordenadas geográficas (x,y), se puede representar como:

Zxy= f (x,y)
donde Zxy representa el promedio o valor esperado de Z xy y donde f (x,y) es dado por alguna
función polinómica o además por alguna aproximación de la serie Fourier. La mayoría de las veces
es la primera. Basándose en cuadrados menores, los coeficientes de estas funciones se calculan
y reproducen superficies de orientación en forma similar que los ejemplos de la figura 14-1.
Las funciones de orientación se describen por medio de ecuaciones. Por ejemplo, la ecuación que
describe una línea recta (Fig. 14-2, primer grado) debe ser escrita así:

Y = A + Bx
Donde x, y son variables y A y B son constantes. En esta ecuación “y” es la variable dependiente
y “x” es la variable independiente. A es el valor que intersecta la línea en el eje de x,y, y el
coeficiente B representa la pendiente de la línea. Se entiende que el signo algebraico, positivo o
negativo, está incorporado dentro de estas constantes.
Para ajustar una línea recta por mínimos cuadrados, el problema es calcular los valores de A y B
de tal forma que la suma de las desviaciones al cuadrado sean mínimas posibles. Para ajustar
156

líneas curvas, superficies o hiper-superficies por los métodos mínimos cuadrados, el objetivo es
obtener los coeficientes de las ecuaciones de tal forma que la suma de las desviaciones al
cuadrado sean mínimas o minimizadas.
El grado de una ecuación polinómica que contiene una variable dependiente y una variable
independiente, está relacionada a los valores máximos de los exponentes.
Por ejemplo, una ecuación polinómica de segundo grado (Fig. 14-2) puede escribirse así:

Y = A + Bx + Cx2
En donde x,y son variables y A,B y C son coeficientes.
En forma similar, una ecuación polinómica general de tercer grado (Fig. 14-2), que involucra una
variable dependiente y una independiente, puede escribirse asi:

Z = A + Bx + Cx2 + Dx3
Por lo tanto, ya desde este momento resulta conveniente efectuar una clasificación general de
ecuaciones polinómicas y su representación gráfica de acuerdo con el grado y número de
variables.
La figura 14-2 presenta una serie de ecuaciones y sus gráficos en donde el grado se muestra en
las columnas y el número de variables en las filas horizontales. A continuación se hace un
resumen de las ecuaciones.
157

Fig. 14-2
DOS VARIABLES: x: variable independiente, y: variable dependiente.
Primer grado (recta):
Y = A + Bx
Segundo grado (Parábola):

Y = A + Bx + Cx2

Y = A + Bx + Cx2 + Dx3
TRES VARIABLES:
Primer grado (plano):

Z = A + Bx + Cy
158

Segundo grado (Paraboloide)>


Z = A + Bx + Cy + Dx2 + Exy + Fy2
Tercer grado (Superficie de tercer grado):

Z = A = Bx + Cy + Dx2 + Exy + Fy2 + Hx2 + Ixy2 + Jy3


CUATRO VARIABLES:
Hipersuperficie de primer grado:
Z = A + Bw + Cx + Dy
Hipersuperficie de segundo grado:

Z = A = Bw + Cx = Dy + Ex2 + Fwy + Gxy + Hwx + Iw2 + Jy2


Hipersuperficie de tercer grado:
Z = A + Bw + Cx + Dy + Ex2 + Fwy + Gxy + Hwx + Yw2 + Jy2 + Kx3 + Lw3 + My3 + Nx2y + Oxy2 + Py2w
+Qyw2 + Rw2x + Swx2 + Twxy
Una de las funciones más usadas en el estudio de la variación regional de los patrones
geoquímicos, son aquellas de tres variables: la concentración y las coordenadas geográficas.
En general, el ajuste de una superficie de orientación no depende de la localización de los puntos
de datos, y es por esto que superficies polimoniales de bajo orden han tenido amplia aplicación
en el establecimiento de superficies de orientación regionales para datos geoquímicos, en los
cuales los puntos de muestreo están irregularmente espaciados. Sin embargo, en una superficie
de orientación es importante considerar la densidad y distribución de tales puntos. En
prospección geoquímica un buen ejemplo acerca de los efectos de la distribución y densidad de
las muestras, en la determinación de las superficies de orientación, es suministrada por Doveton
y Parsley (1970, en Levinson, 1979). La figura 14-3 muestra el efecto progresivo de los datos
agrupados en superficies de orientación polinómicas de bajo orden. El agrupamiento de los
puntos tienden a producir superficies elongadas paralelas al patrón de puntos. Este efecto puede
ser minimizado asegurándose que los puntos de muestreo en un levantamiento estén
distribuidos tan uniformemente como sea posible en área de estudio.
159

Otro uso del análisis de las superficies de orientación es el seleccionar variables diferentes a las
coordenadas geográficas para conocer los efectos regionales y locales de una distribución
observada de un elemento o de varios elementos. Dahlberg (1968, en Levinson, 1979) propuso
por ejemplo que la variación en el contenido de metales traza en los sedimentos fluviales (T)
puede estar caracterizado como una función de factores potenciales controlados usando como
un modelo:

T = f (L, H, G, C, V, M, E)
Donde L representa la influencia de las unidades litológicas, H los efectos hidrológicos, G los
rasgos geológicos, C las influencias culturales, V el tipo de vegetación, M los efectos de las zonas
mineralizadas (un efecto que puede estar presente o ausente, pero que se espera esté presente)
y E el error más el efecto de factores no definidos explícitamente en el modelo.
La idea básica es que al aislarse y separarse aquellos factores no relacionados a la mineralización
y al eliminarse los mismos de la superficie de orientación regional, la posibilidad de reconocer
anomalías debido solamente a la mineralización debería ser mayor.
160

14.1.2.- MÉTODO DE LA MEDIA MÓVIL


Un enfoque similar, pero algo diferente al problema de establecer superficies de orientación
regionales a partir de datos geoquímicos, es computar medias móviles. En este método, la media
de un grupo de observaciones de muestras contenidas dentro de una celda de tamaño constante
es computada conforme la celda se mueve progresivamente sobre el área cubierta por los datos.
Para los casos raros donde los puntos de datos están regularmente espaciados, métodos de
relajación (relaxation) descritos por Paul (1967, en Levinson, 1979) pueden ser empleados. En la
mayoría de los levantamientos geoquímicos, sin embargo, no es práctico o aún posible muestrear
de acuerdo a una cuadrícula regular, de tal forma que la mayor parte de los puntos de muestreo
están con frecuencia irregularmente distribuidos. La situación última requiere que la celda sea
seleccionada de un tamaño arbitrario. El tamaño de esta celda es escogida de tal manera que,
tan cerca como sea posible, la variación local sea minimizada en relación con la variación local.
En general, entre más grande sea la celda, mayor es el efecto de suavizamiento de los datos. Esto
es análogo a la escogencia del grupo de la función polimonial usada para ajustar la superficie de
orientación de los datos. Como una indicación de cómo los resultados obtenidos por los métodos
de superficies de orientación son similares a aquellos obtenidos por medias móviles, considere
los dos mapas en la figura 14-4 que se refieren a datos de Nichol et.al. (1969, en Levinson, 1979)
acerca del contenido de níquel en suelos de Sierra Leona. La distribución regional del níquel es
básicamente similar en ambos mapas y en cada mapa una pequeña zona de alto níquel en los
suelos de la zona central aparece definida.
161

Como fuera discutido por Nichol et.al., 1969, que se menciona anteriormente, las orientaciones
en los datos fueron reflejadas más exactamente por el método de la media móvil, la cual no está
limitada a un número pre-determinado de puntos de inflección, como sucede con la superficie
de orientación cúbica la cual fue ajustada a los datos.
No obstante, el método de la media móvil puede ser considerada como una regresión lineal
ponderada, donde las ponderaciones se aplican a los puntos de datos más cercanos al punto de
aproximación de la superficie de orientación regional. Esta aproximación ha sido desarrollada
más formalmente dentro de la industria minera por aquellos cuyos intereses radican
principalmente en la estimación de la ley mineral y el control de la calidad de la producción.
14.2.- CORRELACIÓN Y MÉTODOS DE CLASIFICACIÓN GEOQUÍMICA
Los geólogos, en general con otros científicos, necesitan organizar y clasificar observaciones,
conceptos e ideas, sobre las cuales se basa su actividad científica. Sin sistemas de correlación,
clasificación y descripción, sería difícil, si no imposible, establecer comunicación entre geólogos.

La mayoría de los sistemas de clasificación emplean:


1.- comparación entre pares de observaciones para determinar el grado de similitud entre cada
par de observaciones, y
2.- diferenciación entre los pares de comparaciones en categorías en las cuales hay algún grado
de similitud general.
La comparación entre pares de observaciones o especímenes, por ejemplo, puede efectuarse
calculando un coeficiente cuyo valor es una medida del grado de similitud basado en
observaciones efectuadas. Cuando varios coeficientes se calculan entre los pares posibles de
observaciones, se obtiene una “matriz de coeficientes de correlación” o “matriz de correlación”.
Además, una matriz de esta naturaleza es invariablemente simétrica con respecto a su diagonal
principal, requiriendo solamente la mitad de la matriz para describir las relaciones de las
observaciones originales.
Es corriente, aunque no fundamental, permitir que los coeficientes de correlación oscilen entre
-1,0 a +1,0, donde -1,0 puede representar una máxima disimilitud y +1,0 representar una similitud
completa o total.
En muchos casos, sin embargo, es más conveniente comprimir el ámbito de los coeficientes entre
0,0 y +1,0, representando 0,0 la máxima disimilitud y +1,0 la similitud completa o total.
Una matriz de coeficientes de correlación puede ser de uso directo, en particular si la matriz es
pequeña. Por otro lado, si la matriz es grande puede ser de poca aplicación, si no se usan métodos
de estructuración de los resultados, como lo son el “análisis de grupos” y el “análisis de factores
o factorial”, los cuales se explican posteriormente.
162

Si se omite la diagonal principal de una matriz de correlación, el número de coeficientes es igual


a (n2-n)/2, donde n es el número de objetos u observaciones. Si hay 3 objetos para comparar, se
necesitan solamente 3 coeficientes, pues hay solo 3 pares posibles. Por otro lado, si hay 10
objetos, se necesitan 45 coeficientes; si hay 100 objetos se requieren 4950 coeficientes.
Hay dos tipos de aplicación de los coeficientes de correlación y matrices. Se pueden comparar
objetos o muestras (unidades de roca, especies de plantas, personas, etc.) y variables (elementos
químicos, composición litológica, tamaño de grano, etc.). La comparación entre objetos o
muestras se denomina Q-modal y la comparación entre variables se denomina R-modal. Ambas
matrices, Q- y R-modal se obtienen computando los mismos datos.
Sin embargo, el cálculo de los coeficientes de similitud entre objetos generalmente requiere que
los datos originales sean transformados, porque los valores numéricos de las observaciones de
diferentes variables pueden oscilar ampliamente entre variable y variable.
Existen varias transformaciones de los datos. Una transformación simple es dividir los valores de
cada variable por el valor más alto observado para esa variable (Cuadro 14-1), previendo que la
variable no tenga valores negativos. En esta forma los valores transformados son comprimidos
con el valor más alto observado, como se observa en el cuadro 14-2; en esta forma los valores
serán comprimidos en el ámbito de 0,0 a 1,0, siendo el valor más alto igual a 1,0.
Cuadro 14-1
Datos hipotéticos usados para calcular los coeficientes de correlación en los cuadros 14-2 y
14-4.

Objetos Variable 1 Variable 2 Variable 3


A 140 6 116
B 90 9 420
C 65 12 770
D 0 6 558

Cuadro 14-2
Datos del cuadro 14-1 que han sido transformados dividiendo por el valor más alto observado
de cada variable

Objetos Variable 1 Variable 2 Variable 3


A 1,00 0,50 0,15
B 0,64 0,75 0,54
C 0,46 1,00 1,00
D 0,00 0,50 0,72
163

Coeficientes de correlación entre variables, en la forma de coeficientes de distancia (que se


describen subsecuentemente), se muestran en el cuadro 14-3, y han sido calculados con base en
el cuadro 14-1 de datos originales.
Cuadro 14-3
Coeficientes de correlación R-modal (en la forma de coeficientes de distancia) calculados
entre las variables del cuadro 14-1.

Variables Variable 1 Variable 2 Variable 3


1 1,0 0,55 0,38
2 0,55 1,0 0,77
3 0,38 0,77 1,0

Otra transformación efectiva es restar la media de una variable de los valores observados y luego
dividir cada uno de dichos valores por la desviación standard de la variable. Después de esta
transformación, los coeficientes de correlación entre objetos pueden calcularse (Cuadro 14-4).
Cuadro 14-4
Coeficientes de correlación Q-modales (coeficiente de distancia) entre objetos, calculados con
base en los datos originales (Cuadro 14-1), los cuales han sido subsecuentemente
transformados (Cuadro 14-2)

Objetos A B C D
A 1,00 0,66 0,35 0,33
B 0,66 1,00 0,68 0,59
C 0,35 0,68 1,00 0,58
D 0,33 0,59 0,58 1,00

14.4.1.- COEFICIENTES DE CORRELACIÓN


Muchos tipos de coeficientes de correlación han sido ideados por Sokal y Sneath (1963, en
Harbaugh y Merriam, 1968) describen aquellos empleados en taxonomía biológica; otros usos
han sido en antropología, botánica y entomología. En geología los tipos de coeficientes usados
son: el coeficiente producto-momento de Pearson, el coeficiente de distancia, el coseno, el
coeficiente de comparación (“matching coeficient”) y el coeficiente de asociación cruzada (“cross
association coeficient”).

14.4.1.1.- COEFICIENTE PRODUCTO-MOMENTO DE PEARSON


Este coeficiente es valioso para hacer comparaciones entre variables numéricas y puede usarse
para efectuar comparaciones entre objetos o muestras (Q-modal) y variables (R-modal).
164

Este coeficiente puede visualizarse como el grado en que las observaciones de dos variables se
aproximan a una línea recta cuando se grafican como puntos en un diagrama de coordenadas x,y
(Fig. 14-5) y puede asumir un valor que oscila entre -1,0 a +1,0. Los límites -1,0 o +1,0 indican que
los puntos forman una línea recta (Fig. 14-5a), mientras que 0,0 indica una completa disociación
o no correlación (Fig. 14-5c). Valores entre 0,0 y +1,0 o -1,0 indican el grado de correlación entre
dos variables (Fig. 14-5b). Hay un caso donde el coeficiente es inválido (Fig. 14-5d), esto es
cuando los puntos forman una línea que es paralela a cualquiera de los ejes. En este caso los
datos los cálculos son intrascendentes al dividir cero entre cero. Un valor de correlación cerca de
0,0 no implica necesariamente independencia entre dos variables, ya que pueden ser
dependientes en forma no lineal.

El coeficiente de correlación producto/momento de Pearson está dado por la ecuación:


∑𝑛1=1 𝑋𝑖 𝑌𝑖 ̅ ̅
− 𝑋𝑌
𝑟= 𝑛
𝑆𝑥 𝑆𝑦

Donde:
165

r= coeficiente de correlación
Xi = variable X
Yi variable Y

𝑋̅ = media aritmética de valores X

𝑌̅ = media aritmética de valores Y


Sx = desviación standard de valores X
Sy = desviación standard de valores Y
y

n = número de valores cuyos subíndices i, oscilan entre 1 y n.


El significado estadístico de los coeficientes de correlación es dependiente del tamaño de la
muestra, con aumento del significado de acuerdo al tamaño de la muestra.
14.4.1.2.- COEFICIENTE DE DISTANCIA
El coeficiente de distancia se basa en el concepto de que una medida cuantitativa del grado de
similitud entre dos variables o entre dos muestras, está dado por la distancia que las separa en
un sistema de coordenadas cartesianas; entre más corta la distancia, mayor es el grado de
similitud y viceversa.
La distancia D, entre dos puntos, cuya localización se efectúa en un sistema de coordenadas
cartesianas, está dada por el Teorema de Pitágoras, de acuerdo con la fórmula siguiente:

D = √(𝑥1 − 𝑥2 )2 + (𝑦1 − 𝑦2 )2

Donde X1, X2, Y1, Y2 son los valores coordenados de los puntos y D es la distancia que los sep

Fig. 14-6

Caso de dos variables o dos dimensiones en el cual la distancia, D, es igual a la raiz cuadrada
de la suma de los cuadrados de la distancia x y la distancia y (Harbaugh, 1964, en Harbaugh y
Merriam, 1968).
166

El Teorema de Pitágoras es igualmente válido para un espacio de tres o más dimensiones. Para
tres variables (Fig. 14-7): X, Y y Z la distancia entre dos puntos está dada por la ecuación:

D = √(𝑥1 − 𝑥2 )2 + (𝑦1 − 𝑦2 )2 + (𝑧1 − 𝑧2 )2

Fig. 14-7

Distancia de A a B en caso tridimensional, es igual a la raíz cuadrada de la suma de la distancia


X al cuadrado de la distancia X, de la distancia y y de la distancia Z (Harbaugh, 1964, en
Harbaugh y Merriam, 1968)
Igualmente, en el caso de cuatro variables, la distancia entre dos puntos es:

D = √(𝑤1 − 𝑤2 )2 + (𝑥1 − 𝑥2 )2 + (𝑦1 − 𝑦2 )2 + (𝑧1 − 𝑧2 )2

Para la distancia entre dos puntos en el espacio n-dimensional se puede generalizar escribiendo:

D = √∑𝑛𝑖=1(𝑥𝑖1 − 𝑥𝑖2 )2

Donde i oscila de 1 a n, y se obtiene la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las diferencias
de cada dimensión por n dimensiones. La ecuación también puede expresarse como:

D = √∑𝑛𝑖=1(𝑥𝑖1 2 − 2𝑥𝑖1 𝑥𝑖2 + 𝑥𝑖2 2 )


167

Al calcular un coeficiente, que es una medida de la similitud, es algunas veces conveniente limitar
su valor al ámbito 0,0 a 1,0. Para producir un coeficiente que vaya a satisfacer los requisitos
anteriores s necesario:
a.- Calcular las sumas de los cuadrados de las diferencias dentro de un hiper-cubo
multidimensional cuyos lados tienen una longitud 1,0.
b.- Dividir por el número de variables para obtener la media de los cuadrados y
c.- restar la raíz cuadrada de la media de los cuadrados de 1. Expresado lo anterior por medio de
una ecuación sería la siguiente:

(𝑥𝑖1− 𝑥𝑖2)2
D = 1 - √∑𝑛𝑖=1
𝑛

donde:
D = coeficiente de distancia
n = número de variables
xi = las variables especificadas por el subíndice i, con previsión de que los valores de x i no pueden
exceder 1 y no debe ser negativo.
Generalmente se necesitan transformaciones para asegurarse que los Xi no excedan a 1 y no sean
negativos. Una transformación es dividiendo por el valor más alto de las observaciones n o
dividiendo por 100 en caso de que se esté tratando de porcentajes.

14.4.1.3.- COEFICIENTE COSENO


Los coeficientes del coseno Ɵ han sido usados para efectuar comparaciones entre muestras
(Imbrie y Purdy, 1962, en Harbaugh y Merriam, 1968), aunque podrían ser usados para comparar
variables.
Es una expresión de similitud con referencia a una relación angular entre dos muestras o variables
(Fig. 14-8) representadas en un sistema coordenado multidimensional; la similitud entre dos
muestras p y q, está representada por el ángulo ɵ entre sus respectivos vectores en el sistema
coordenado.
168

Fig. 14-8
Diagrama que ilustra el uso de la separación angular, a, como medida de similitud entre dos
muestras, p y q.
Cualquier número deseado de coordenadas puede ser tratado algebraicamente de esta manera,
y las relaciones angulares son válidas en el espacio para cualquier número de dimensiones.
Cuando las muestras van a ser comparadas al coseno Ɵ, el coeficiente puede definirse con la
expresión:

∑𝑛
𝑖=1 𝑥𝑖𝑝 𝑥𝑖𝑞
cos ∅𝑝𝑞 =
2 2
√∑𝑛
𝑖=1 𝑥𝑖𝑝 ∑𝑛
1=1 𝑥𝑖𝑞

Donde:
p = muestra a ser comparada
q = otra muestra a ser comparada
n = número de variables
El coseno Ɵ puede ser transformado de tal forma que oscile entre -1,0 a +1,0, el cual da el mismo
ámbito que el coeficiente producto-momento de correlación de Pearson. Si los valores de los
datos en la comparación par-por-par son transformados o normalizados o estandarizados, de tal
forma que tengan media cero y desviación standard 1,0, el coseno es idéntico al coeficiente
producto-momento de correlación de Pearson.
169

14.4.1.4. COEFICIENTE DE COMPARACIÓN (“MATCHING COEFFICIENT”)


Una variedad de coeficientes pertenecen al grado de comparación entre muestras cuando ciertos
estados discretos se comparan. Un estado discreto forma parte de una propiedad que está
“presente” o “ausente”, y no es necesariamente describible en forma numérica. El uso de estados
discretos , cuando a datos cuantitativos concierne, tiene importantes ventajas porque los datos
originales pueden en forma común ser obtenidos más fácilmente.
El coeficiente más simple de este tipo, es el coeficiente de comparación Ssm, el cual está definido
por la proporción de “coincidencias” con respecto al total de comparaciones (“coincidencias”
más “no coincidencias”).

Ssm = m/n
donde:
Ssm = el coeficiente
n = número total de comparaciones
m = número de comparaciones coincidentes

La ecuación anterior puede también expresarse:

𝑛++ + 𝑛−−
𝑆𝑠𝑚 =
𝑛++ + 𝑛+− + 𝑛−−

donde:
Ssm = el coeficiente

n++ = número de comparaciones positivas


n-- = número de comparaciones negativas
n+- = número de incoincidencias
Las comparaciones son hechas en las cuales los datos son reducidos a dos categorías, esto es, si
o no, presente o ausente, encendido o apagado, y así por el estilo (Cuadro 14-5).
170

Cuadro 14-5
Datos de presencia (1) o ausencia (0) usados para calcular coeficientes de comparación entre
cuatro unidades de roca.

Carácter o Unidad A Unidad B Unidad C Unidad D


variable
Estratificación 1 1 0 1
badeada
Intraclastos 0 1 0 0
Fusilínidos 1 0 1 1
Rica en Mg 1 1 0 0

Una matriz de coeficientes de comparación basados en los datos del Cuadro 14-5 se obtuvieron
y se muestran en el Cuadro 14-6; este cuadro muestra que las unidades A-D y C-D están más
relacionadas debido a coeficientes de comparación de 0,75, mientras que las unidades B-C son
totalmente diferentes por su coeficiente de 0,0.
Cuadro 14-6
Coeficientes de comparación Ssm entre pares de cuatro unidades de roca A, B, C y D basados
en los datos del Cuadro 14-5. Solamente la mitad inferior de la matriz se muestra

Unidades de Unidad A Unidad B Unidad C Unidad D


roca
A 1,0
B 0,50 1,0
C 0,50 0,00 1,0
D 0,75 0,25 0,25 1,0

14.4.1.5.- COEFICIENTE DE ASOCIACIÓN CRUZADA


Los coeficientes asociación cruzada (CACRZ) se usan para calcular una medida de similitud entre
secuencias de datos cualitativos, tal como una comparación entre diferentes secciones
estratigráficas compuestas de diferentes litologías, tales como arenisca, lutita, carbón y caliza.
Estas litologías son cualidades y pueden estar representadas por símbolos solos, como A, B, C, D,
los cuales representan diferentes estados del sistema. Al calcular una medida de similitud entre
pares de secuencias, un estado puede compararse con otros estados. Así A con A ( por ejemplo,
arenisca con arenisca) formaría un acuerdo o coincidencia, mientras que Q comparada con otra
letra sería un desacuerdo o coincidencia. Esto se hace con el resto de las muestras y se hace una
una adaptación del coeficiente de comparación (matching coefficient).
171

14.5.-MÉTODOS DE CLASIFICACIÓN DE VARIABLES Y MUESTRAS


En la misma forma que se clasifican en grupos los elementos, también es posible clasificar
grupos naturales de muestras caracterizadas por contenidos de elementos similares o no
similares.
14.5.1.- ANÁLISIS DE FACTORES
El modelo básico del análisis de factores se puede expresar de la siguiente manera:

Zj = aj1 F1 + aj2 F2 ………..+ ajm Fm dj uj (j = 1,2, ……….n)


En donde, cada una de las “n” variables observadas se describen como una combinación lineal
de “m” factores comunes y un único factor. Se debe tener en mente, que un factor es un concepto
matemático y no es ni necesaria ni directamente observable, aunque podría serlo en ciertas
situaciones. Con mayor frecuencia se considera como una característica general de las muestras
examinadas. En general se asume que el número de factores comunes, m, es mucho más
pequeño que el número de variables observadas, n. Los coeficientes (ajk) de los factores que se
conocen como rellenos se determinan de los datos. Los coeficientes (ajk) para los factores
comunes (Fk) se calculan de tal forma que tan cerca como sea posible tengan en cuenta las
correlaciones observadas entre las variables, mientras los coeficientes (dj) del único factor (Uj
tienen en cuenta la variancia restante de cada variable. Los factores se consideran inicialmente
ser variables independientes de media cero y variancia uno. El problema en análisis de factores
es determinar el número de factores y los “rellenos” o coeficientes de factores que mejor
reproducen las correlaciones observadas. El número de programas para computadores están en
la actualidad disponibles para efectuar los cálculos necesarios; en este aspecto el lector debe
referirse a Cameron (1967), Garret (1967) y Klovan and Imbrie (1971) que se incluyen en la
bibliografía de Levinson (1979).
De acuerdo a la matriz de correlación de la Fig. 14-9, Nichol (1971) realizó un análisis de factores
y los resultados se muestran en la Fig. 14-10.
172

Fig. 14-9
Matriz de correlación del contenido de elementos menores en sedimentos fluviales y agua
basada en 713 muestras colectadas en un reconocimiento geoquímico de drenaje en el área
de Bathurst-Jacquet, New Brunswick (Nichol, 1971, en Levinson, 1979).

Fig. 14-10
Asociaciones metálicas de diferentes modelos de factores de la matriz de correlación de
elementos menores que se observa en la Fig. 14-9 (Nichol, 1971, en Levinson, 1979).
173

Con el propósito de llevar a cabo el análisis de estos datos, Nichol realizó la rotación varimax de
Kayser, 1958, en Levinson, 1979, en la solución inicial de factores, seguido esto con la rotación
promax oblícua de Hurley y Catell, 1962, en Levinson, 1979). Los detalles de estas
transformaciones están fuera de la materia de este capítulo; sin embargo, estas operaciones
tienen el efecto de reducir los rellenos de los factores a una estructura simple, específicamente,
considerando tan altos como posibles sean los rellenos de un número bajo en número de
variables mientras se preserva la independencia de cada factor y reduciendo la complejidad más
allá permitiéndole a los factores llegar a ser ligeramente correlacionados. La asociación de los
elementos metálicos que se observan en la Fig. 14-10, resultan de diferentes modelos de factores
que oscilan entre tres a siete factores. Con respecto a la geología, la mineralización en los efectos
ambientales de superficie determinados en el área, siete modelos de factores fueron
determinados como los más significativos. Al considerar toda la información disponible, Nichol
concluyó que los factores HMSS-ZnPb-As y Mn, junto con Ag-Cu-Pb y Zn y Sb y W, estaban
relacionados con la geología y la mineralización y que las asociaciones Ni-Ba-Zn-Mn, Cu y As, y
Mo-Mn-As estaban relacionados con interacciones de la geología, mineralización y procesos de
dispersión en el ambiente superficial. De acuerdo a estos resultados, el análisis de factores
permitió realizar una interpretación más detallada de las correlaciones entre las variables.
Con respecto a la cartografía de los datos geoquímicos, un valor para cada factor puede calcularse
en cada punto de muestreo. Basándose en un método descrito por Kayser (1962) en Levinson
(1979), el resultado de un conjunto valores de factores pueden ser usados para cartografiar la
distribución espacial de cada factor dado. Nichol 1973, en Levinson (1979), da un ejemplo de esto
con datos geoquímicos de New Brunswick. La distribución superficial de zinc en base a
sedimentos fluviales se muestra en la Fig. 14-11.
174

Fig. 14-11
Distribución de cinc (ppm) en los sedimentos fluviales en el área del Río Bathurst-Jaquet, New
Brunswick (Nichol, 1973, en Levinson, 1979).

El mapa muestra varias áreas donde las concentraciones anómalas de zinc se ubican. En la Fig.
14-12, la distribución superficial de los valores de factores para HMSS-Zn-Pb-As y Mn son dados.
Se observa que las áreas con altos valores de este factor corresponden con sitios de anomalías
de concentraciones de cinc.
175

Fig. 14-12
Distribución de la asociación de HMSS-ZnPb-As-Mn (valores de factores). HMSS significa
metales pesados en sedimentos fluviales Nichol, 1973, en Levinson, 1979).
Una forma de efectuar la clasificación de las muestras es por medio de la forma Q-modal,
diferente de la clasificación de elementos y variables que se conoce como R-modal.
Con respecto al análisis de factores Q-modal y desde el punto de vista geométrico, cada muestra
se considera definida como un vector de dimensión p, donde p es el número de elementos. Las
muestras colectadas en un área están representadas por vectores de p-variables distribuidas en
un espacio Euclidiano de p-dimensiones. Para valores de p mayores que tres, la representación
está más allá de los métodos gráficos corrientes y, por lo tanto, el lector se debe referir a los
autores Van Andel (1964), Catell (1965), Gower (1966) y Rayner (1966) que se citan
bibliográficamente en Levinson (1979). Una introducción al análisis de factores aplicado a la
geología puede encontrarse en Davis (1973) y un programa para computadora ha sido preparado
por Klovan e Imbrie,1971, en Levinson, 1979).
Una aplicación el análisis de factores-Q en datos geoquímicos de exploración fue realizada por
Nichol et.al. (1969) al estudiar la variabilidad de los contenidos de elementos traza en Sierra
Leona. Un mapa geológico generalizado del área se muestra en la figura 14-9a. Para los trece
elementos analizados (As, Co, Cr, Cu, Ca, Mn, Mo, Ni, Pb, Sn, Ti, V y Zn), al usarse el método Q-
modal, los primeros cuatro vectores extraídos de la matriz de coeficientes de correlación o
176

similitud, fueron encontrados que alcanzaban el 91,9% de la variancia total. Cada factor extraído
representaba un miembro final particular en composición. Marcadores de factores escalonados
para cada factor fueron calculados y fueron usados para preparar los mapas mostrados en la
figura 14-13. En su estudio los autores asociaron los vectores 1 (Fig. 14-13a ) y 3 (Fig. 14-13d) con
una composición granítica, el vector 2 (Fig. 14-13c) con una composición ultrabásica con algunos
valores más bajos de Cu, Co, Ni, Cr, V, Mn y Zn y el vector 4 (Fig. 14-13e) con afinidades
ultrabásicas, pero también con contenidos anómalos de As y Mo. En esta forma, el agrupamiento
de los datos multi-elementales fue explicado en términos de la variación del substrato geológico.
En regiones donde la composición del substrato es desconocido o los contactos están
pobremente localizados, un análisis de factores-Q es de gran valor práctico para separar los
efectos espaciales de la composición de la roca madre con referencia a las distribuciones
observadas de los contenidos de elementos traza.
177

De acuerdo a Harbaugh y Merriam (1968), así como las matrices de coeficientes de correlación
representan interrelaciones entre pares de variables o muestras, también las inerrelaciones
pueden ser representadas geométricamente por pares de vectores. Si los coeficientes de
correlación no exceden el ámbito -1,0 a + 1,0, éstos se pueden expresar como un par de vectores
de longitud unitaria en los cuales el ángulo entre cada par de vectores de longitud unitaria en los
cuales el ángulo entre cada par de vectores es igual a un ángulo cuyo coseno es igual al valor del
coeficiente (Fig. 14-14).

Fig. 14-14
Representación de coeficientes de similaridad por vectores. El coseno del ángulo es igual al
coeficiente (Harbaugh y Merriam, 1968).

Cuando se consideren más de dos vectores, las relaciones angulares entre los diferentes pares
deben de representar todas las posibles interrelaciones. Si hay tres variables se necesita un
espacio tridimensional para representar los vectores. La matriz de coeficientes de correlación
del Cuadro 14-7 se puede representar en el espacio tridimensional como se observa en la figura
14-15.
CUADRO 14-7
Ejemplo de una matriz de correlación de 3x3 de coeficientes de correlación. Nueve
coeficientes se muestran pero solo tres se necesitan. Los unos en la diagonal principal
representan la correlación de las variables con sí mismas.

Variable Variable 1 Variable 2 Variable 3


1 1,00 0,00 0,707
2 0,00 1,00 -0,50
3 0,707 -0,50 1,00
178

Fig.14-15
Vectores representando coeficientes de similaridad entre tres variables (Cuadro 14-7) en tres
dimensiones espaciales (Harbaugh y Merriam, 1968).

Según Harbaugh y Merriam (1968) el análisis de factores es un método para estructurar matrices
de coeficientes de correlación. Varias clases de coeficientes pueden ser usados, incluyendo
coeficientes de distancia, de comparación y otros antes mencionados. Sin embargo, los
coeficientes no deben exceder el ámbito -1,0 a + 1,0.
Para ilustrar el concepto de estructuración, considere vectores representando (Fig. 14-16)
coeficientes entre cuatro variables (Cuadro 14-8).
CUADRO 14-8
Matriz de coeficientes de cuatro variables hipotéticas. La matriz es simétrica alrededor de la
diagonal principal que contienen los unos. (Harbaugh y Merriam, 1968).

Variables Variable 1 Variable 2 Variable 3 Variable 4


1 1,00 0,80 0,93 0,60
2 0,80 1,00 0,60 0,00
3 0,96 0,60 1,00 0,80
4 0,70 0,00 0,80 1,00

Fig. 14-16
Vectores representando coeficientes entre cuatro variables del Cuadro 14-8. Los coeficientes han sido
seleccionados de tal manera que los vectores se ajustan a un espacio bi-dimensional (Harbaugh y
Merriam, 1968)
179

En este ejemplo, los coeficientes han sido escogidos de tal forma que los vectores están
correctamente representados en un espacio de dos dimensiones. Es posible simplificar las
relaciones entre los vectores proyectando líneas desde los cuatro vectores en los nuevos ejes
arbitrariamente orientados que sean perpendiculares entre sí (Fig. 14-17).

Fig. 14-17

Vectores que representan coeficientes entre cuatro variables (Cuadro 14-9) con los ejes de factores I y
II adicionados. El factor I coincide con el vector 2 y el factor II coincide con el vector 4. Los valores de
relleno están representados geométricamente por las distancias desde el origen en ejes de factores a
puntos donde las proyecciones (rayas discontinuas), que se extienden desde el final de los vectores
que representan variables, intersectan los ejes de factores (Harbaugh y Merriam, 1968).

Estos ejes se llaman “ejes de factores” y pueden ser denominados Factor I y Factor II. Direcciones
positivas y negativas se definen en cada eje de factores. Si los ejes de factores son de una longitud
unitaria medida desde el origen, el valor (llamado “relleno”) de cualquier proyección dada de un
vector en el eje debe ser entre -1,0 y +1,0. Valores de proyecciones o rellenos están escritos en
las columnas del cuadro 14-9. En este ejemplo, las relaciones entre cuatro variables están
completamente representadas por los rellenos en solo dos factores, como se determina del
hecho de que la suma de los cuadrados de rellenos de factores (h2 o comunalidad) es igual a 1,0
para cada variable.
180

Cuadro 14-9
Matriz hipotética de vectores basada en los coeficientes del cuadro 14-8. La comunalidad (h2)
se define como la suma de los cuadrados de los coeficientes de factores para cada variable en
cada fila.

Variables Relleno o coeficiente Relleno o coeficiente Comunalidad (h2)


I II
1 0,8 0,6 1,0
2 1,0 0,0 1,0
3 0,6 0,8 1,0
4 0,0 1,o 1,0

En la práctica los rellenos de factores generalmente no representan completamente las


relaciones en una matriz de correlación. La pregunta se presenta acerca de la efectividad de los
rellenos en representación de las relaciones. El grado de representación se mide por la
comunalidad, la cual es la suma de los cuadrados de rellenos de factores para cada variable. En
el ejemplo hipotético del cuadro 14-9, las comunalidades son 1,0, lo cual significa una
representación completa de cuatro variables por dos factores. Sin embargo, en aplicaciones
reales, una representación completa es raro alcanzarla al representar relaciones que pertenecen
a un número dado de variables con un más pequeño número de factores, con las comunalidades
resultantes que inevitablemente serán menores que 1,0. Sin embargo, comunalidades de 1,0
siempre serán obtenidas si el número de factores son iguales a la dimensión de la matriz del
coeficiente de similaridad. Por ejemplo, si cuatro factores representan un 85% (comunalidad
media de 0,85 de una comunalidad máxima de 1,0) de las relaciones en una matriz de 25x25, la
mayoría, aunque no toda, de la información original, ha sido comprimida en un arreglo de 4x25.
Así cuatro variables, en esencia, han sido sustituidas en gran parte por 25 variables. Sin embargo,
para una representación de un 100%, pudiera ser necesario extraer 25 factores, lo cual podría
resultar en ninguna o muy baja simplicidad, aunque resultaría en una transformación tal que las
nuevas variables o factores no se correlacionan entre sí, mientras que las variables originales
pueden haber estado mutuamente intercorrelacionadas. Variables que no están correlacionadas
son requeridas para muchas aplicaciones estadísticas de multivariables.
El número de factores que deberían extraerse depende de los objetivos. Si el número de factores
extraídos es pequeño (generalmente deseable para propósitos de interpretación) el grado de
representación de las relaciones en la matriz de similaridad puede también ser pequeño (no
deseable). Por consiguiente, puede ser necesario sacrificar alguna representación para ganar
simplicidad y viceversa.
181

14.5.2.- ANÁLISIS DE DISCRIMINANTES


Otra consideración relativa a la clasificación de muestras es la asignación de una muestra
desconocida (“training set” o grupo a probar) a uno o más grupos conocidos de muestras
(“testing set” o grupo probado). Esta clasificación puede ser efectuada por medio del análisis de
discriminantes, método introducido por primera vez por Fisher (1936, en Harbaugh y Merriam,
1968) en problemas taxonómicos con múltiples mediciones.
El análisis de discriminantes ha sido ampliamente usado en Geología y hay un número de
aplicaciones recientes en Geoquímica, en particular aquellas de Klovan y Billings (1967), Howarth
(1971a) y Rose (1972) citados por Levinson (1979). Una introducción a los métodos y técnicas de
análisis de discriminantes en geología puede ser encontrada en Mc Cammon (1969), Koch y Link
(1972) y Davis (1973) todos citados por Levinson (1979). El método más ampliamente usado es
la función discriminante lineal.

Dada una muestra en la cual mediciones ( t1, t2, ……………, tp ) han sido tomadas, un único valor
índice Z es sustituido de acuerdo a:

Z = l1 t1 + I2 t2 + ………………..+ lp tp
Los coeficientes lineales ( l1, L2, ……….., lp ) se calculan de los datos disponibles para los grupos
especificados (“testing set” o grupos probados). Los coeficientes se escogen de tal forma que las
diferencias en los valores de Z para los diferentes grupos sean maximizados en relación con las
diferencias en Z dentro de los grupos. Así, para algunas muestras no asignadas que tengan p
mediciones, el valor calculado de Z puede usarse para asignar la muestra a un grupo particular.
La Fig. 14-18 muestra un simple e jemplo de dos dimensiones (Rose, Hawkes y Webb, 1979).
182

Suponga que el Ni y Cu han sido medidos en un grupo de muestras de gossan desarrollado sobre
una mineralización de Cu-Ni y en un grupo de muestras de material de gossan sin mineralización.
Aunque el Ni y el Cu individualmente pueden usarse para subdividir los grupos con algún éxito,
el valor D, el cual es equivalente a la localización proyectada de los puntos en la línea, es más
efectivo que el Cu o el Ni individualmente. Esto es, que más muestras son clasificadas
correctamente si se usa la función discriminante que empleando cualquier variable
individualmente. Aunque los casos de dos variables pueden hacerse gráficamente, el
procedimiento por discriminantes puede aplicarse a cualquier número de variables.

14.5.3.- ANÁLISIS DE GRUPOS


Otro método de correlación es el análisis de grupos (“cluster analysis”), en donde se escogen
aquellos elementos mutuamente correlacionados, los cuales exhiben la mayor correlación
dentro de grupos (“within group correlation”) en relación con la correlación entre grupos
183

(“between group correlation”), tomando en consideración todas las posibles combinaciones


entre los elementos dados.
El análisis de grupos es especialmente adecuado para situaciones en las cuales las causas de
correlaciones entre las variables son desconocidas, o inadecuadamente entendidas, pero en
donde es deseable agrupar las variables de acuerdo a correlaciones mutuas.
Una forma gráfica de representación de los resultados del análisis de grupos es el “dendrograma”
o estructura con forma de árbol (Fig. 14-19).

Este método intenta separar objetos (muestras) en grupos sobre la base de las similitudes entre
los atributos medidos.
184

En exploración geoquímica, el logro de análisis de grupos debería ser el reconocimiento de


grupos separados, influenciados por la mineralización y la geología.
Por ejemplo, Obial (1970, en Levinson, 1974), aplicó el análisis de grupos a 170 muestras de
sedimentos fluviales colectados en una zona mineralizada en caliza del Carbonífero en
Derbyshire, Inglaterra. Se obtuvo una estructura dendrogramática como la de la Fig. 14-15, que
de correlación entre las variables de las muestras, sobre la base del coeficiente de correlación (r).
El método de agrupamiento está basado en el “método de unión promedio de grupo de pares
ponderados” (“weighted-pair group average linkage method”). Con respecto a esto los
siguientes grupos fueron definidos: 1.- Al2O3, Ga, Fe2O3, Li, Co, Ni, V, Mo y Cu; 2.- CxZn y Zn; 3.-
Cr, MgO y Mn; 4.- TiO2, Zr, Sn y Be; 5.- K2O, Ba, Pb y Sr; y 6.- CaO. Cuando los elementos con altas
correlaciones en cada grupo se plotearon en mapas de elementos individuales y se compararon,
una similaridad más cercana de sus patrones de dispersión se notaron. En forma similar un
aumento de la disimilaridad en los patrones en el mapa fueron observados para aquellos
elementos en diferentes grupos.

14.5.4.- ANÁLISIS DE REGRESIÓN


El análisis de regresión se aplica para estudiar las situaciones naturales en las cuales un elemento
traza muestra una dependencia de la concentración con respecto, por ejemplo, a un elemento
mayor, un componente mineral, u otras variables maestras, tales como pH, sólidos totales
disueltos, etc. Son ejemplos comunes, las relaciones de elementos traza con óxidos de Fe y Mn,
materia orgánica y contenido de arcilla.
La ecuación de regresión más simple es de la forma:

Me = a0 + a1x
Donde Me es la concentración de la variable (elemento) dependiente, x es la concentración de la
variable independiente y a0 y a1 son, respectivamente, una constante y un coeficiente
computados para dar un buen ajuste a los datos. La constante y el coeficiente se usan para
minimizar los cuadrados de las desviaciones (valores-y) de los puntos de la ecuación de regresión,
en donde en un caso simple como esta ecuación, los ploteos se ajustan a una línea recta.
Con propósito de ajustar matemáticamente los datos en forma significativa, la mayoría de las
muestras deben ser de “fondo”, es decir, éstas deben ajustarse a la relación lineal de las dos
variables. Si se incluyeran numerosas muestras anómalas, la línea de regresión será desviada de
la orientación que le dan las muestras de fondo y, por consiguiente, algunas muestras anómalas
no serían reconocidas en términos de las desviaciones con respecto a la línea de fondo.
Para datos simples, el ajuste visual de una línea de regresión en un ploteo de los datos puede ser
simple para expresar la relación. Se recomienda un examen de un ploteo coordenado
185

(“escaterograma”) de los datos antes de cualquier prueba de regresión extensa, con el propósito
de evitar conclusiones erróneas de unos pocos análisis.
En situaciones más complejas, varias posibles variables independientes pueden medirse de
acuerdo a una ecuación de este tipo:

Me = Aa0 + a1X1 a2X2 + …………anXn


con la cual ajustar los datos, donde X1 ……… Xn son las variables independientes. El grupo total
de coeficientes pueden ser calculados y probados en cuanto a su significancia estadística en un
paso o en una serie de pasos que añada (o sustraiga) una variable cada vez y pruebe con la
ecuación.
La ecuación final por pasos contiene solo aquellas variables independientes que logran
proporciones significativas de variabilidad en el elemento investigado.
Una vez que la ecuación de regresión ha sido derivada, la diferencia entre los valores observados
y los valores calculados de la regresión se computa para cada muestra. No es usual que grandes
diferencias sean consideradas anómalas.
Un ejemplo de regresión es aquel efectuado por Rose et.al. 1970, en Rose, Hawkes y Webb, 1979,
que calculó una ecuación de regresión por pasos para Zn en 267 muestras de sedimentos fluviales
en función del Fe, Mn y el porcentaje superficial de 20 tipos de roca en cada cuenca de drenaje.
La ecuación sirvió para calcular el 36% de la variabilidad para el contenido de Zn e incluyó
términos para Fe, Mn y cuatro tipos de roca. En los datos no procesados, muchos de los valores
altos de Zn se relacionaron con muestras drenando gneiss, uno de los tipos de roca incluidos en
la regresión. Al usarse la ecuación, anomalías previamente no reconocidas cerca de una mina
abandonada de Zn, en una área de caliza, pudo ser detectada Fig. 14-20, así como varios drenajes
de interés potencial; la mayoría de los drenajes sobre gneiss no fueron anómalos.
186

Fig. 14-20
187

CAPÍTULO 15
APLICACIÓN DE LA GEOQUÍMICA EN LA BÚSQUEDA DE PETRÓLEO Y GAS NATURAL

15.1.- INTRODUCCIÓN
La aplicación de la geoquímica en la búsqueda de hidrocarburos difiere mucho de su aplicación
en la búsqueda de yacimientos minerales, no obstante las similitudes en el origen de los campos
petroleros y algunos tipos de mineralizaciones (transporte en solución acuosa, control
estructural, campos de energía: químico, térmico, electrosmótico, etc.). En la tabla 15-1 se
presenta una comparación entre las dos diferentes aplicaciones de la geoquímica.
TABLA 15-1
APLICACIONES DE LA GEOQUÍMICA EN PROSPECCIÓN DE HIDROCARBUROS Y MINERALES
METÁLICOS (Levinson, 1979)

HIDROCARBUROS DEPÓSITOS MINERALES


Uso de indicadores directos (orgánicos) e Se utilizan básicamente indicadores
indirectos (inorgánicos) inorgánicos
Exploración profunda Exploración superficial
Ambiente de exploración en condiciones Condiciones de superficie
difíciles: alta presión y temperatura, presencia
de H2S.
Conocimiento de hidroquímica es esencial Conocimiento de hidroquímica importante
Uso de indicadores microbiológicos está Indicadores microbiológicos casi nunca son
aumentando usados
Técnicas biogeoquímicas y geobotánicas no Empleo menor de técnicas biogeoquímicas y
son utilizadas geobotánicas
La acumulación buscada es móvil y puede La acumulación buscada es estática
escurrirse hasta la superficie
Se puede examinar el kerógeno (la fuente de No se puede examinar la fuente de la
los hidrocarburos) y determinar el tipo y mineralización
cantidad de hidrocarburos

Como se puede anticipar, las técnicas dominantes usadas en la búsqueda de hidrocarburos se


relacionan con la detección y estudio de la materia orgánica detectada durante las perforaciones.
También se ha llevado a cabo mucha investigación sobre el uso de indicadores inorgánicos, así
como orgánicos, especialmente aquellos asociados con las aguas de formación encontradas en
perforaciones. Sin embargo, se debe mencionar que el mayor valor de la geoquímica del petróleo
no está directamente en la prospección, sino más bien en la evaluación regional de cuencas
sedimentarias.
188

La geoquímica puede ser aplicada en varias etapas de la exploración de cuencas sedimentarias.


Durante las épocas iniciales, cuando aún no habían sido descubiertas acumulaciones económicas,
la correcta utilización de técnicas geoquímicas provee información muy importante sobre el
potencial generador de petróleo de la cuenca y permite la selección de los mejores grupos de
rocas madre. Una vez que los hidrocarburos han sido descubiertos, es importante clasificarlos en
familias geoquímicas con diferente fuente, historia hidrológica y tiempo de generación,
migración y acumulación. De esta manera, hidrocarburos geoquímicamente relacionados pueden
ser buscados en áreas inexploradas y en diferentes unidades estratigráficas. En esta última etapa,
e puede visualizar el modelado por computadora de todos los datos geológicos, geofísicos,
geoquímicos e hidrológicos, para buscar las últimas acumulaciones comerciales.

15.2.- EVALUACIÓN REGIONAL DEL POTENCIAL PETROLERO


El petróleo y el gas natural se originan, vía kerógeno, a partir de la materia orgánica depositada
con los sedimentos (Fig. 15-1). La materia orgánica original comprende una pequeña cantidad de

Fig. 15-1

Modelo de generación de aceite crudo y gas natural vía kerógeno derivado de materia
orgánica depositada con los sedimentos (Tissot, lecciones no publicadas en la Escuela
Nacional de Petróleo, París, en Levinson, 1979)
189

material alóctono heredado de rocas sedimentarias pre-existente y un mayoría de material


autóctono. Esto incluye una porción dominante de polímeros de alto peso molecular (ácidos
fúlvicos, ácidos húmicos y huminas) y una cantidad menor de lípidos, carbohidratos y
aminoácidos. Dentro de las primeras decenas de metros, la materia orgánica enterrada es
sometida a una intensa degradación bioquímica, dentro de un ambiente progresivamente más
anaeróbico. La desaminización, descarboxilación y saponificación de los ésteres y la
desnitrificación de algunos de los procesos que operan dentro de este régimen y producen un
complejo de alto peso molecular: el kerógeno. El kerógeno es un polímero creado por la
degradación bioquímica y la diagénesis temprana de los biopolímeros originales. Su arquitectura
molecular aún está incompletamente descifrada. Durante la maduración térmica, el kerógeno es
convertido a petróleo y gas natural.
Se han desarrollado un gran número de procedimientos para aislar el kerógeno de las rocas
sedimentarias. Información proveniente de varias cuencas demuestra una relación entre la
composición elemental del kerógeno y los productos de su maduración (petróleo y gas). Los
cambios químicos del kerógeno durante la generación del petróleo consisten básicamente en
una pérdida de oxígeno, seguida por una pérdida de hidrógeno. También se produce una
reducción en la cantidad de azufre. Por lo tanto, un análisis elemental relativamente simple
puede indicar el grado de maduración del kerógeno y la favorabilidad para la existencia de
hidrocarburos.
Aunque el aislamiento y análisis del kerógeno son relativamente simples, consumen mucho
tiempo y no pueden ser aplicables a todas las muestras y núcleos de perforación. Existen dos
técnicas más simples y rápidas, que pueden ser aplicadas más extensamente. La extracción de
materia orgánica soluble, con un solvente orgánico como el cloroformo, provee información
sobre la cantidad de materia orgánica potencialmente móvil, pero no sobre el grado de
acumulación. Philipi (1956, em Levinson, 1979) desarrolló una escala (Tabla 15-2) para las
calidades de la materia orgánica soluble en rocas madre, basándose en el uso de disopropil como
solvente:
TABLA 15-2
CALIDAD DE LA ROCA MADRE EN MATERIA ORGÁNICA SOLUBLE

MATERIA ORGÁNICA SOLUBLE EN ROCA CALIDAD


MADRE ppm)
0-50 Muy pobre (no comercial)
50-150 Pobre (marginal)
150-500 Regular
500-1500 Buena
1500-5000 Muy buena
>5000 Excelente
190

La segunda técnica consiste en el examen microscópico del kerógeno. La reflectancia de algunos


tipos de materia orgánica es muy usada para determinar la maduración el kerógeno. Se han
desarrollado escalas para relacionar el grado de alteración del kerógeno con los hidrocarburos
asociados (Tabla 15-3).
TABLA 15-3
GRADO DE ALTERACIÓN DEL KERÓGENO CON LOS HIDROCARBUROS ASOCIADOS
(Staplin, 1969 en Levinson, 1979)

INDICE DE GRADO DE COLOR DE LA HIDROCARBUROS


ALTERACIÓN ALTERACIÓN MATERIA ORGÁNICA SOCIADOS
TÉRMICA
1 Ninguno Amarillo Crudo, gas húmedo o
seco
2 Leve Café-amarillento Crudo, gas húmedo o
seco
3 Moderado Café Crudo. Gas húmedo o
seco
4 Fuerte Negro Gas seco
5 Severo Negro con evidencia Gas seco o ninguno
de metamorfismo

El kerógeno refleja la paleo-temperatura máxima. Para la cartografía se reconoce un índice de


cinco grados progresivos de alteración térmica. Donde prevalecen los grados más altos, es muy
baja la probabilidad de encontrar petróleo.
Se puede concluir de todo lo anterior, que la degradación térmica es el mecanismo contralor. La
generación de gas inmaduro es seguida por la de gas crudo y gas húmedo (la fase principal de
formación del petróleo) y, finalmente, por la generación de gas seco, al incrementarse la
temperatura. Si el tiempo para la generación de crudo se mantiene constante, entonces la
profundidad a que es posible esperar el máximo de la fase de generación de crudo, dependerá
del gradiente geotérmico máximo. Con gradiente geotérmico máximo alto, la fase principal
estará a menor profundidad (Fig. 15-2). Philippi (1965, en Levinson, 1979) describe dos cuencas
en California y llega a la conclusión que es la temperatura y no la profundidad, la que controla la
generación de hidrocarburos.
191

Fig. 15-2

Relación de la principal fase de generación de petróleo con el gradiente geotérmico y tiempo

(Levinson, 1979)
Asimismo, un rápido enterramiento a la temperatura del máximo gradiente geotérmico, en la
fase principal de formación de petróleo, tomará más tiempo para la generación de hidrocarburos,
que un enterramiento lento. La rapidez del enterramiento puede compensar un contenido
original bajo de materia orgánica.
Por lo tanto, las variaciones en contenido de materia orgánica, gradiente geotérmico y tiempo
disponible para la generación de crudo, explican la mayor parte de las diferencias en el potencial
petrolero entre diferentes cuencas sedimentarias. La importancia de estas observaciones
consiste en que solo si se usa una buena información geológica junto con datos geoquímicos
sobre la materia orgánica, especialmente el kerógeno, es que el verdadero potencial petrolero
puede ser determinado.

15.3.- LA BÚSQUEDA DE PETRÓLEO DE ALTA CALIDAD


La calidad de aceite acumulado durante el máximo de la fase principal de generación}n está
probablemente en el rango de los 20 a 30° API. Una vez formado, su calidad puede ser
drásticamente cambiada por varios procesos. La maduración y la desasfaltización la mejoran. El
192

resultado de la maduración térmica dentro de la fase principal es un aceite crudo más ligero, con
menor contenido de azufre y mayor contenido de parafinas y, por lo tanto, de mayor valor. El
conocimiento de los procesos geoquímicos involucrados en estos fenómenos, ayudarán mucho
al explorador petrolero. Dos procesos empobrecen la calidad del aceite crudo: el lavado por agua
y la biodegradación. Durante el primero, el agua fresca que se recarga desde la superficie lava los
hidrocarburos livianos en proporción directa con sus solubilidades. Como resultado, la densidad
aumenta (disminuye los grados API) y el contenido de azufre se incrementa.
La biodegradación es el resultado de la introducción de bacterias por aguas superficiales o de la
reactivación de bacterias dormidas por la adición de nutrientes y reducción de la salinidad
(efectos también del lavado por agua), y produce también una disminución de los grados API y
un aumento en el contenido de azufre.
En resumen, se puede observar que la geoquímica juega un papel muy importante en la
búsqueda de aceite de buena calidad, al momento de determinar el grado de alteración térmica
y, obviamente, el conocimiento geoquímico es de gran valor para descifrar los efectos de la
desasfaltización.
La hidrodinámica, en conjunto con la geoquímica e incluso, el simple delineamiento de
variaciones de salinidad, asistirá al explorador a evitar regiones en las que el lavado y la
biodegradación han actuado. Debe destacarse que el evitar estas regiones pude conducir a
desechar un depósito de menor calidad, aunque éste puede llegar a ser explotable en el futuro.

15.4.- CLASIFICACIÓN DE LOS CRUDOS


Es importante, durante las etapas intermedias de la exploración, cuando los hidrocarburos han
sido descubiertos, clasificarlos en familias geoquímicas con diferentes fuentes, historias
geológicas y tiempos de generación, migración y acumulación.
El análisis de los crudos proporciona dos tipos generales de parámetros: los que están afectados
por la alteración (maduración térmica, desasfaltización, lavado y biodegradación) y que pueden
ser usados para correlacionar y los que están afectados por los procesos de alteración y que
sirven para deducir la historia del depósito. No se conoce ninguna manera de distinguir estas
varias posibilidades sin el uso de técnicas geoquímicas y lógicamente, la exploración en nuevas
áreas y diferentes unidades estratigráficas se beneficiará con este tipo de información preliminar.

15.5.- INDICADORES DE LA PRESENCIA DE PETRÓLEO EN AGUAS DE FORMACIÓN


Durante el proceso de migración desde la roca madre, los hidrocarburos y el agua de formación
están íntimamente ligados en un sistema físico-químico aún no bien conocido.
193

Los procesos de interacción agua-roca que actualmente se conoce que ocurren dentro de la
cuenca sedimentaria dan una idea de su extrema complejidad. Cuando se trata con sistemas
naturales de multivariables, como éste, es obvio que existe muy poca posibilidad que la
determinación de un solo componente o de relaciones simples, llevarán a encontrar indicadores
definitivos de la presencia de petróleo.
Hitchon y Horn (1974, en Levinson, 1979), en Alberta, Canadá, consideran los componentes
químicos de las aguas de formación en un sentido amplio y dirigido hacia la determinación de
indicadores. Los análisis fueron divididos en dos poblaciones: prevenientes de intervalos
estratigráficos productivos y provenientes de intervalos no productivos. Las dos poblaciones
fueron subdivididas a su vez n dos grupos: Paleozoico y Mesozoico. Todos los datos fueron
sometidos a un análisis funcional de discriminantes. Con el 95% de certeza, las aguas de
formación asociadas con yacimientos económicos de hidrocarburos fueron encontradas
diferentes geoquímicamente (en un sentido multivariable) de las asociadas a intervalos no
productivos. El yodo y el magnesio fueron los más importante discriminantes en el grupo
Paleozoico. El aumento en contenido de yodo, se asocia al aumento en contenido de materia
orgánica en los sedimentos fuente.
La siguiente relación inferida puede explicar la importancia del magnesio para la discriminación:
enriquecimiento de Mg más dolomitización, más erosión efectiva, más probabilidad de presencia
de presencia de hidrocarburos. En el grupo Mesozoico, los más importantes discriminantes
fueron el cloro y el sodio, lo que puede deberse a la preservación de los hidrocarburos en la
sección marina clástica de la cuenca, sujeta a menor flujo hidrodinámico y, por lo tanto, a menos
biodegradación y lavado.
A primera vista los indicadores obvios de aguas de formación serían los compuestos orgánicos
que se encuentran en el crudo y el gas natural. Sin embargo, como los compuestos que más
fácilmente se pueden encontrar enriquecidos en las aguas de formación, cerca de los campos
petroleros, son gaseosos en superficie, las dificultades del muestreo han limitado el uso de este
método. Otra técnica muy favorable es el análisis de benceno disuelto en aguas de formación y
el que con mínimas precauciones puede ser retenido completamente en las muestras
recuperadas en superficie. Se ha encontrado que la concentración de este hidrocarburo decrece
con el aumento de la distancia horizontal al campo petrolero.
No obstante, aún no ha existido suficiente prueba estadística rigurosa como para asegurar que
los anteriores indicadores, han estado realmente distinguiendo entre presencia y ausencia
comercial de hidrocarburos.

15.6.- PROSPECCIÓN EN SUPERFICIE


Los altos costos de los levantamientos geofísicos y las perforaciones han estimulado el desarrollo
de técnicas de prospección superficial, basadas en el principio que los hidrocarburos y los
194

componentes inorgánicos asociados al campo petrolero están difundiéndose continuamente a la


superficie.
Sin embargo, no hay ningún estudio publicado que tome en consideración aspectos tan
importantes como el flujo bajo la superficie y los posibles caminos que pueden seguir los
hidrocarburos hasta la superficie. Es esto lo que ha hecho que las técnicas de prospección
geoquímica superficial hayan alcanzado poco éxito. Un mayor valor tienen las técnicas de
muestreo de agua marina y sedimentos del fondo océanico, si se aplican con suficiente cuidado
sobre los diferentes factores que puede modificar las anomalías. En la tierra, su validez no ha sido
probada. En terrenos con suelo transportado parece imposible su aplicación. En terrenos con
suelo residual, será necesario un adecuado conocimiento del régimen del flujo cerca de la
superficie.

15.7.- APLICACIÓN IDEAL


Se ha considerado que la máxima aplicación de la geoquímica en la búsqueda de hidrocarburos
solo puede ser alcanzada por medio de un análisis de multicomponentes extensivo, de rocas y
fluidos, junto con un conocimiento de hidroquímica adecuado y un entendimiento global de la
geología básica de la cuenca sedimentaria, acoplado a un modelaje por computadora de la
historia geológica, geofísica, geoquímica e hidrológica de la cuenca. La geoquímica no puede
reemplazar a la buena geología, pero aplicada eficazmente, mejoraría el éxito económico en la
búsqueda de hidrocarburos.

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