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e staba calculad.o el t iempo que se d,uraba: de seis a nueve


<I)n llathau¡Jen
ses. Y no fallaba. los nayofes e Jan los ¡::imeros eue caían. Perdian la
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noral sin que el1os nlsnos se d.ie ran cuenta, y ya no se levantaban de donde
d.ornían. Io sob reviví ^^'¡^.,a I'a¡!a )) años cuando ent::é". Antoni-o noig
barcelonés, 82 año s, secretario de la asociación ¡inical de ¡4athausen.
uchenwald s¡gnifica bosque de pués intervine en la batalla de Teruel y
hayas en alemán. Buche nwald en ia batalla del Ebro. En I939 me tuve
era el lugar por donde acostum- que ir a Francia, menos mal que sabía
braba a pasear al poeta Coethe, un poco de francés, porque si no,., Pe-
cuya crudad ndtal. Weimar, esta cer( a de ro los franceses fueron muy lisros, de-
allí. Pero para Fnrique de laJara la pa- cían: 'O te vuelves a España o nos ayu-
labra Buchenwald no tiene remini5cen, das. Había que trabajar en las compa-
cia romántica alguna. Al contrario: fue el ñías, en las trincheras...> Esto recuerda
campo de con( entracion en dondp rt||- uno de los pasajes de la novela Días y
rante un año y medio fue trabaládor noches, de Andrés Trapiello, cuando al
forzado de los nazis. Entrar en la sede tinal de la guerra los espanoles repu-
madrileña de la Liga de l\4utilados e In, blicanos, al pasar la frontera, son sa-
válidos de España (LN,4lCE) es entrar en el queados por los gendarmes franceses:
pasado. ¡,4ás aún: es entrar en la nrsto- 'A nuestro lado esperaba lambién un
ria. Allí está Enrique de la Jara, actual periodista. Le habían incautado unos
pres¡dente de la Liga y trabajador for, prismáticos porque eso se considera-
zddo del (ampo de concentración dle- ba material de guerra y la máquina de
mán de Buchenwald, Un par de mesas escribir porque era instrumento de la
de oficina, un v¡ejo sofá y una estufa de propaganda política. No hacía falta ser
butano forman todo el mobiliario de la un lince para descubrir en los ojos de los
estancia. En ella, secretaria y presiden- gendarmes el brillo de la codicia, los
te frenre a trente. Derrás del supervi- destellos de la rapiña y el botín. A mí me
viente del holocausto, colgadas en la toco ir al norte de [ranci¿. Después en-
pared, una foto de Fidel Castro y un traron los alemanes y fui a parar a París,
dibujo de una persona enredada en Allí, junto con otros muchos españo-
dlambre de espino. La auster¡dad am- les, organizamos la res¡stenci¿ españo-
bientaj presagid un relato no menos as- la, dentro del movrmiento de resrstencia
pero. (A comienzos de la Segunda Cue- contra el invasor alemán).
rra Nlundial los nazis conv¡rtieron los
campos de concentración en campos Detenido en el metro de parís. pero
de exterminio y trabajos forzados.) En- mientras realizaba su trabajo, en I942,
rique de laJara comjenza su lección de a la ed¿d de 24 años. a Fnrique de la Ja- fueron directamente al c rematorio),
h¡storia. (Es importante señalar esto ra le cogieron cuando se dirigía al norte l\y'ientras tanto, la información entre
para ( omprender ade(uadamente la del país: "A los veintitanros eslá bien ir ellos no había cesado. Desde que fueron
evolución de los acontecim ientos". de juerga y de bailes, pero a nuestra ge arrestados hasta ¡a llegada a Buchen-
Pese a sus 82 años. una cojera cróni(d, neración nos tocó otra cosa...>. De laJa- wald, y durante toda su estancia en el
dos guerras vividas y el encierro en un ra tenia la misión de ir a Bretaña para campo, la resistencia seguÍa organizada
campo de concentración alemán, De la contactar con otros res¡stentes, pero e informando. <Enseguida supimos dón-
Jara mantiene su apostura. Enc¡ende un (me interceptó la policía francesa (que de estábamos y qué era lo que nos es,
ciqarrillo, se reclina en el asiento y con- estaba al servicio de los alemanes) en el peraba.) Lo primero fue la ducha. Des-
tinúa: Cu¿ndo me detuvieron los ale- metro de París, en la estación de Mont- pués les raparon el pelo, les depilaron
manes, yo estaba en París exiliado. Allí parnasse. Ahí fue exactamente donde todo el cuerpo y les untaron un Iíguido
intervrne lormanoo p¿rte de la resis- me detuvieron>. des¡nfectante: <Aigo que picaba mu-
tencia que se creó ( ontra la ocupación Como prisionero de los alemanes fue a chisimo y que podría ser zotal). Luego
alemana>. La suya es una de esas his, parar al campo de concentración de les dieron ropa. A Enrique de laJara, co-
torias que a uno le gusta escuchar, Compiegne, en el norte de Francia, el lu- mo era un preso político, le entrega-
(Cuando estalló la guerra, yo acababa gar donde se firmó el armisticio de la Pri- ron un traje normal, aunque con una pe-
de rerminar el ba( hrllerato, ¿usted ha oi- mera Cuerra [,4undial. (Allí nos con- queña diferencia: (Cortaban la pane de
do hablar de la Institución Libre de En- centramos varios españoles, entre ellos atrás de la chaqueta y ponían un trozo
señanza, el Instituto Escuela...? Allí es- .Jorge Semprún, y de allí nos llevaron a de tela de distinto color. Así nos iden,
tudié yo, Nada más empezar la guerra, Buchenwald. El c¿mino hacra Alemania tificaban s¡ intentábamos escapar>.
en nov¡embre de I 936, fui herido (tenia fue un drama: <{Eran trenes de mercan- Para argumentar sus palabras De laJara
l7 años). Entonces era comisario de cías, donde metían en cada vagón a 40 saca de una carpeta su ficha de ingreso
Sanidad del Ejército Republicano. Al re, personas durante tres o tuatro días srn en Buchenwald. En la parte superior se .g
cuperarme. me incorporé a la Di," isiór agua, n¡ comida ni nada. Cuando va- lee'. l',leerschaum. Según él signiflca (es-
46 {la D¡visión del Campesinor y des- ciaron los vagones, al menos la mitad puma de maD, y hace alusión directa a
P

26 .S tt marzo 2001
<A las cinco de la mañana, eI cumpleaños d.e ni nad::e, l-legaron los gend,armes y
sacaron a los honbres de }a casa. ¡Tos netieion en un tien de me:¡cancías lara el .
ganado. lln un cartel ponía: ocho cabal1os, 40 peisonas. Pero metían a nás d.e
cien en cad.a vagón. I)1 viaje duró nás de un día. lTo nos d.ieron d.e co¡rer ni
beber". Ticente 3arona, nad.rileño, 78 años. Istuvo en el canpo d.e Een¡ebont.

lo que les e\perdod: Fsrabamo,, desr trabajar). Efectivamente, el ex m¡n¡s- ber hasta 50.000 reclusos, entr€ pri
nados a desaparecer romo desaparece lro de Cu lurd e\pd:o Jorge Semp'Lr1 sioneros políticos, presos comunes, ho
la espuma de mar). En la ficha tam- estuvo en Buchenwald. En su ibro La es mosexuales... Según explica Enrique de
b én se lee su nombre, la fecha de na- cr¡tura a la vlda lo cuenta en párrafos es- la Jara, Buchenwa d estaba compuesto
cimiento, su antigua dirección de Ma pplL/nJ.tre,: lr BJ(l^e1ud d. derpuer de varios círculos concéntricos. (En uno
dtid (Avenue Reina Victoria, está es- de las cortas noches en Las cuales nues- de estos círculos, pefo separados del
rrito), y en la parte superior derecha tros cuerpos y nuestras almas se afe- resto, estaban las personalidades polí-
hay un triángulo hacia abajo de co or rraban a retomar la vida, estas dos pa- ticas y dirigentes, corno el soc¡alista
rojo con una '5'. labras,'Krematorium, ausrnachen' (cre- 'r,rrces Leon Blum {efe de Cobierno
matorio, apaguen) que estallallan enrre I93b \ l9a6'. a los q.]e 'erenian
Los círculos del ¡nfierno, l-l tnán l.rrga-erte en nLp.t-o\ sueños, los le para hacer intercarnbios. En e círculo
qulo rojo signifi(dbd qJe era un pri naban de ecos, nos traían en seguida a concéntrico más cercano a las afueras
sioneto polit ro y la 5 es de \pJnle/ re5- la rea idad de la muerte, nos arrancaban del campo estaban as fábricas, allí era
pañol). Conseguimos estas fichas gra del sueño de a vida>. donde trabajábamos sin ninguna com
cias al amigo Semprún, a qu en por su Los campos de concentración como el pensac ón. Era el trabajo forzado en es-
facilidad para los idiomas le metieron en de Brrhenlrald Lon\irtieron en ciu pera de la exterminac¡ón), dice De laJa-
'e
las ofic nas en vez de ir a las fábricas a d¿de. nuy ¡ srplejas dorde podia ha- ra sin rastro de emoción. )
I marzo 2001 S 27
"Antes de trabajar desfilábamos con la música clásica de una or
) En unos pocos años este hombre, aún hambre atroz, recibían de las SS un va- tropas a¡emanas y alguna película de
en plena juventud, pasó de republicano so de agua caliente y un trozo de pan l\¡arlene D¡etrich; la enfermería, a la que
exiliado a esclavo de los naz¡s. (Yo tra- negro. Tras pasar lista, marchaban a casi era mejor no ir, y un prostíbulo, en
bajé en una empresa de mobiliario, de sus trabajos, Un detalle: <A la puerta del el que había prostitutas para el servicto
carp¡ntería. Los jefes alemanes venían de campo una orquesta de prisioneros to- de los oficiales. Y para mayor horror, es-
Weimar lodas las mañanas y por la tar- caba música clásica. Wagner, Beetho- taba el crematorio>.
de se marchaban.> ven, marchas fúnebres... Bajo aquel rit- Cuando terminó Ia guerra se supo que
mo desfilábamos con los guardras de- debajo del crematorio de Buchenwald
La 'jornada laboral' en Buchenwald. lante. Pero eso era bueno, si ibas a había una sala en la que los oficiales na-
Descrita por este hombre, la vida en trabajar es que estabas vivo...). zis se jugaban a las cartas la vida de los
Buchenwald parece peor que la narrada La jorn¿da laboral se extendÍa de las presos. Tras la liberación tamb¡én se
en tantas películas sobre el holocausto. ocho de la mañana a las seis de la tarde descubrió que durante I5 días del mes
A las seis de la rnañana los levantaban: sin interrupción. Al volver les daban la de marzo, el crematorio de Buchenwald
nlmagínese quince o veinte mil personas única comida del día: una sopa estilo ale- se había quedado sin carbón. Como
mal vestidas, descalzas o con zuecos de mán, <Y a esas horas ya te quedabas en ( onsecuencia se acumularon 1.800 ca-
madera, concentrados en una plaza con tu barracón.> En el campo de concen- dáveres. Presos escogidos al azar fueron
temperaturas bajís¡mas. Allí cada ma- lración de Burhenwald, cuenta De la obligados a transportar a los muertos
ñana pasaban lista, Tenías que decir tu Jara, había de todo: un barracón para las hasta unos camiones. En un bosque a
número en alemán y era un momento atrocidades de los médicos, <en el que las afueras del campo, los presos tu-
dlfícil, porque siempre había recién lle- hacían todo tipo de experimentos ho- vieron que cavar una gigantesca fosa co-
gados que no sabían su número de ma- rribles, como la extracción de huesos a mún en la que echaron los cuerpos.
trícula), dice con ironía. A esas horas de personas vivas y otras muchas cosas; el Cuando terminaron, los guardias de la
la mañana, casi desnudos y con un cine, en donde ponían los éxitos de las SS los fusilaron y los enterraron en la fo-

lNDEMNlzAq0NES: UNA TARGA ESPERA


uesta de prisioneros" En julio de 2000 el Gob¡erno alemán acordó indemnizar
a todos los pris¡oneros de
guerra ut¡lizados como mano de obra durante el nazismo. EI
acuerdo lo f¡rmaron el
canciller Gerhard Schróder y representantes de más de las c¡en compañias que
se
sa que ellos mismos habían cavado. En benefic¡aron de estos trabajadores forzados. F¡rmas tan conocidas como
BMW,
Buchenwald perdieron la vida Volkswagen, ACFA, Bayer o AE6, entre otras muchas, se comprometieron pagar
56.OOO a a
panes iguales con el Estado germano la deuda contraída con
personas. En I945, cuando este campo todas estas personas.
l\4ás de 85.000 millones de pesetas será la cant,dad destinada
se liberó, Enrique de la Jara tenía 26 a indemnizar a los
esclavos del nazismo que todavía siguen vivos. De los t 0 m¡llones de personas que
años y pesaba 50 kilos. fueron esclavizadas por los nazis, se cree que al menos un millón aún srgue con
vida. La Organización Internac¡onal para la Migrac¡ón est¡ma en unos j0O los
Exterm¡nio en Mathausen. Anton io españoles que podrían cobrar esta indemnizac¡ón. Los españoles, republicahos que
perdieron la guerra, aunque tarde (casi todos son octogenarios) recibjrán at
Roig Llivt, secretario de organizacion menos
una compensación a los malos tratos rec¡bidos, después de perder la guerra, ra
de la asociación Amical de l\y'athausen, juventud y casi la v¡da, porque para ninguno de ellos aquello
nacido en la barcelonesa plaza del pa- pasó en vano. Enrique de laJara asegura que la cantidad asignada a cada persona
dro, estuvo en [,4athausen desde enero será de I 5.000 marcos (1.300.000 pesetas), aunque .de aquí a que nos la den
del 4l hasta mayo del 45. <Salí con los -d¡ce- probablemente será en euros>.
demás, en la retirada de Cataluña qel
año 39. Primero fuimos a un campo de fue tomando otro cariz, se convirt¡e- to allí 6.000 españoles. No había otro
re_
refugiados y después nos jncorpora- ron en campos de exterrninjo por el medio: las inclemencias del tiempo, una
mos en las compañías de trabajo, como trabajo. l\4athausen era una cantera de dieta de 4oo o 5oo carorías diarias. ras
nos propuso el Cobierno frances. Cuan- p¡edra. Estaba estipulado el tiempo que formaciones, el maltrato,
el trabajo con_
do los alemanes ocuparon Francia fui- se duraba: de seis a nueve meses. y tinuo de l l o l2 horas diarias nos iban
mos considerados p¡-isioneros de guerra no faflaba, cuando alguien enfermaba no degradando hasta unas condiciones im_
y poco a poco nos fueron l¡evando a los había nada que hacer. Al principio no se posibles de contar, Los mayores eran los
campos. Los campos de con( entrdcion trabajaba los domingos, pero después se primeros que caían; perdian la moral
eran (ampos de mano de obra barata, trabajaba ¡os domingos y todo lo que sin que ellos mismos se dieran cuenra y
pero más ade¡ante, cuando la guerra fuera necesario. El año 42 habían muer, ya no se levantaban de donde dorrnían, )
'i#

(A los vej-ntitantos está bien ir d,e juerga y de bailes, pero a nuegtra


generación nos tocó otra cosa. !)n Suchenv{ald había de tod.o: cine,
prostíbulo, un barracón ¡)ara 1as atrocidad,es d.e los nédicos y eI creeatorio. lr
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Inseguid.a supinos dónde estábanos y qué era 1o que nos es1reraba. lstábaeos
d.estinados a d.esaparecer colo'o Ia e sluúa d.el nar>. $nrique d.e la Jara,
82 años, presidente d,e 1a fJiga de ¡lutilados e Invátidos d,e Ispaña. F
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Yo sobreviví porque tenía 22 años cuan- barrio madrileño en el que sus padres Francia andando. En el camino (más de I
do entré; el que tenía 36 no lo soporta- regentaban una laberna en los años 200 kilómetrosl, les llevaron en camio-
ba. Y tuve mucha suerte. Esruve traba- 30; el mismo barrio que v¡o marchar a nes de soldados republicanos, sortearon
jando un año en la cantera, pero des- toda la familia cuando el Cobierno de la gran cantidad de controles franquistas
pués conseguÍ traba.jar de técnico de República se trasladó de Madrid a Va, y les bombardearon en varias ocasiones.
rad¡o, y más tarde me convertí en or- lencia: y el mismo al que volvió tras el La última noche antes de cruzar la fron-
denanza deljefe de campo de las 55. El exilio, después de haber pasado una tera, con su madre y sus hermanos, a
que podia encontrar un trabajo a cu- larga temporada en un campo de con, diez kilómetros de Francia, llovia a (án-
bierto tenía un 20 por ciento a su favor centrac¡ón nazi. Esta es su historia. <No- taros y bombardeaban sin cesar.
para poder sobreviv¡r. Cuando tenías sotros eramos republi(anos, l\,4i padre le-
un oficio trataban de conservarte, por- nía una taberna y trabajaba de orde- lmagen ¡mborrable. <Eso es algo que
que no siempre iban a encontrar a otra nanza en el Ministerio de Hacienda. se me ha quedado en la memoria para
persona que supiera ha(erlo. Los espa- Cuando el Cobierno de la República se siempre,) Por fin pasaron la frontera,
ñoles nos fuimos ganando a pulso la trasladó a Valencia, nos fu¡mos tam- Pan blanco, leche y chocolate. La Cruz
confianza de los alemanes, Ya éramos bién. Yo tenía l3 años entonces. Des- Roja francesa les dio de comer y les
veteranos -llevábamos dos años en el pués vivimos en Barcelona y en Crano- met¡ó a todos en un tren. Un día des-
campo-, y éramos muy trabajadores. llers.> Allí su padre les dejó para se- pués estaban en una aldea de la región
Otra cosa que nos favorecía es que no gu¡r al Cobierno en su exilio cuando la de Candal, en el centro de Francia. Allí
nos fugábamos. En España estaba Fran- suerte de la guerra estaba echada: (P¡dió se quedaron todos una larga temporada,
co, ¿quién iba a querer volver allí?> perdón mil veces, pero se fue con el incluido el padre, que ya se había reu-
presidente. Yo creo que tenía miedo de n ido con todos ellos.
Un republicano de Tetuán. En casa Franco...), comenta su hijo. Habían llegado a Francia a principios
de Vicente Barona hay una persiana que La madre, al verse en esos momentos de enero de 1939. La guerra civ¡l espa-
no se levanta nunca. Por ahíse suicidó sola, cogió a sus hijos y les preguntó: ñola term¡nó, pero a los exiliados es-
su mujer, que también estuvo en los <l\.4uchachos, ¿cómo tenéis las piernas?>. pañoles aún les quedaba por vivir la
campos de concentración de Francia, Vicente Barona dice que siempre se segunda parte de la pesadilla. Vicente .3
$
años después de su regreso a Lspaña. acordará de aquella frase. Y también Barona ¡o cuenta así: nEn septiembre
Vicente Barona vive en Tetuán, el m¡smo de lo que vino a contiluación: ir hasta estaba yo segando cuando bajó el car-
30'E - ll r¡arzo2ool
EL FOTÓGRAFO QUE ENGAÑÓ A LOs NAZI5
Muchos españoles como Enrique de laJara, Jorge Semprún o el fotógrafo
Franc¡sco Bo¡x, fueron detenidos como pr¡sioneros de guerra y luego
retenidos como presos polít¡cos. Bo¡x también fue esclavo de los nazis,
pero al descubrir que era fotógrafo, le destinaron al laboratorio de
revefado. Affí, como se expfica en el reportaje de Canal+ Un fotógnfo en el
inf¡erno, <se las ingenió para hacer cop¡as de muchas de las fotos que allí
se revelaban y esconderlas junto a los negativos. Después puso en
conoc¡m¡ento de la resistencia sus activ¡dades y se montó una operac¡ón
de alto r¡esgo para trasladar las fotos a un lugar seguro>. Bo¡x, que nunca
podrá ser indemnizado, ya que murió a los 3l años, consiguió que el
mundo v¡era los horrendos crímenes cometidos por los nazis grac¡as a las
2-000 fotografas que robó. 5u trabajo le permitió salvar la v¡da en uno de
los más terroríficos campos de concentración naz¡, Mathausen, en el que
murieron más de 6.500 españoles. Declaró en eljuic¡o de Nuremberg
contra un alto ofic¡al nazi, que sería encontrado culpable y ahorcado.

lzda., Franc¡sco goix. Debajo, urta de sus fotos robadas ut¡l¡zada en el


juicio de Nurernberg. Sobre estas líneas, el dia de la l¡beración.

tero en b¡cicleta gritando: ila guerra nes>, explica. Pintores, albañ¡les, car- cuanto antes de la enfermería porque a
mundial. la guerra mundial: Dios |.1:o. pinteros, mecánicos, electricistas... El los que quedaban impedidos los llevaban
otra guerra, pensé...). primer día les dividieron según las es, a l\.4athausen para exterminarlos. Al rna-
El 25 de marzo de 1942 a las cinco de la pecialidades. Era el reclutamiento de drileño le habían extraído metralla de la
mañana, llegaron los gendarmes y sa esclavos. Vicente Barona se convirtió pierna y apenas podía andar, peto no se
caron a los hombres de la casa. El des- en un carpintero improvisado, de la lo pensó dos veces: al día siguiente fue
tino final era el campo de concentra mano de un republicano madrileño que a trabajar.
ción de Hennebont, en el noroeste oel dominaba muy bien el oficio y al que co' Vicenre Barona estüvo 26 meses escla-
pais, El transporte fue en el habitual nocló en Hen nebont. vizado er los campos de concerrración
medio nazi: trenes de mercancías para nazis de la Francia ocupada. Logró con-
ganado. <En un cartel ponía ocho ca- Pintor de submar¡nos. Días despues servar la vida, pero sus penurias no
ballos,40 personas. pero nos mettan a le reclutaron como pintor de la base de acabaron cuando llegó la liberac¡ón.
más de cien en cada vagón.) En el via_je, Lo'ienl. Alliestuvo u1a temporadd pin- Desde hace años una persiana de la ca-
que duró más de 24 horas, no les dieron tando submarinos. Después estuvo ca- sa madrileña donde vive no se levanta
nada de comer ni de beber. Así eran vando zanjas en la arena de una playa. runca. Por esa ventana se trró su pfl-
los viajes con las SS. Los prisioneros hacían los agujeros, los mera mujer y la que fue madre de sus
En Hennebont los nazis concentraron a soldados alemanes metían cables y una dos hijos: <Ella también estuvo en los
más de tres mil españoles. <Todos eran cinta roja, y finalmente ellos los tapaban. campos de concentración. Estuvo en
mayores que nosotros, yo tenía enton, Er¿ el min¿do de la costa oeste de lr¿n Arlés, pero quedó muy tocada...), dice ú
ces l8 años. Eran soldados, tenientes y cia. En 1943, a Barona le hirieron en un por todo comentario. a
capitanes republicanos. En cada barra, bombardeo y le llevaron a un hospital de .3
n
cón cabían unos I00 hombres, y en to- campaña alemán. Allí otro español le El test¡mon¡o de Anton¡o Ro¡g Ll¡v¡ ha s¡do
do el campo habría más de 30 barraco, dió un consejo vital. Le dijo que saliera rp.^ni/1^ nñr Tara.r B;ort

32 S ll marzo 20Ol
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