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Texto: Cantar de los Cantares 8:6-7.

Tema: Cosas Pequeñas que Hacen Grande a un Matrimonio.

Introducción:
Si acudimos al Cantar de los Cantares encontraremos uno de los romances más fogosos. La expresión emocional fluye
con gozo espontáneo entre esos dos amantes, cuando declaran su amor. Cantares nos presenta a dos personas cuyas
emociones están tan colmadas que las palabras son insuficientes para expresar sus sentimientos, y deben recurrir a
imágenes para expresar amor. Igualmente, una pareja que se ama aprende a desarrollar un lenguaje privado con
palabras cariñosas y exclamativas. Esas palabras tienen un significado que solamente ellos dos pueden entender. Es
más, con el tiempo, pueden comunicarse con una mirada y, aun en medio de una muchedumbre, intercambiar sonrisas
cómplices para comunicar un mensaje comprensible únicamente entre ellos.
En el Cantar de los Cantares además, no se avergüenza de expresar la pasión ni se reprime el amor. Hay fervor, hay
efervescencia.

I.- EL REDESCUBRIMIENTO DEL ROMANCE HACE GRANDE A UN MATRIMONIO.


A. El Romance Basado En La Atracción Física.
¿Qué es la belleza? Sin necesidad de ser expertos, todos podemos decir qué nos gusta. Yo, por ejemplo,
considero a Fanny, mi esposa por casi veintiséis años, una mujer hermosa. Lo fue cuando nos conocimos y
me enamoré de ella, y lo es más ahora. ¿Es su belleza actual el producto de una esmerada preocupación
durante muchos años o esta descansa en mi amor por ella? Es decir, ¿la amo porque es bella o es bella
porque la amo? Considero ambas cosas como ciertas. Fanny es bella, pero también es importante resaltar
que se cuida y eso se nota. Entonces la persona enamorada busca estar bien arreglada, perfumada y con un
deseo constante de agradar al ser amado. Lo mismo con los esposos y entre ellos, el cuidado personal debe
ser esmerado y continuo.
Es importante enfatizar además que, cuanto más gocemos de atracción física mutua, menor es la
vulnerabilidad de caer en la tentación fuera del hogar.
El Cantar de los Cantares abunda en expresiones verbales mutuas, de halagos, de admiración y de amor por
la belleza externa de Salomón hacia la Sulamita y de la viceversa.
B. El Romance Basado En Las Expresiones Verbales Y Prácticas.
Decir lo que sentimos también es muy importante para el romance. Las parejas románticas aprenden a poner
en palabras sus sentimientos y resulta muy importante decir y escuchar ciertas frases. Sin las palabras, el
amor nunca podrá ser firme, pues no podemos adivinar qué siente el otro. El amor se constituye en la más
grande bendición que podamos dar y recibir cuando este se expresa. El amor oculto no bendice a nadie.
Dios no oculta, no esconde su amor, lo exhibe en toda su grandeza en la Cruz, cuando vemos a Cristo
muriendo por nuestros pecados, (I Juan 4:8-10).
Asimismo, el romance depende de expresiones de amor, frecuentes y variadas. Una simple llamada
telefónica a nuestra esposa sin mayor motivo que saber cómo se encuentra y decirle cuánto la amamos, es
muy importante para nuestra relación, una tarjeta con expresiones de cariño, un regalo sorpresa y por lo
menos una vez por mes comer fuera de casa sin los hijos, créamelo construiría una mejor relación
matrimonial.
C. El Romance Basado En El Agradecimiento.
El romance precisa también del agradecimiento. Los seres humanos necesitamos conocer si estamos
haciendo un importante aporte en la vida de otra persona. Muchas veces nos olvidamos de todo el trabajo
que nuestra esposa se toma para hacer de nuestro hogar un lugar agradable para vivir. Eso implica trabajo,
esfuerzo y dedicación, y es muy importante reconocerlo. De igual manera, las esposas que se quedan en
casa, deben agradecer el esfuerzo que su esposo hace para llevar el dinero suficiente para que todos en la
casa lleven una vida digna.
Por todo esto, podemos afirmar que el agradecimiento es un elemento clave. Nunca nos cansemos de dar
Gracias, máxime a aquellas personas que se dan y dan en favor de nuestro crecimiento integral.
D. Romance Basado En El Contacto Físico.
El romance también necesita cierto nivel de contacto físico. No me refiero, necesariamente, al contacto
sexual sino a acciones que llevan a la pareja a un círculo íntimo de proximidad, un círculo en el que ningún
otro debe entrar.
El ser humano necesita ser tocado, acariciado, sostenido y besado, y como matrimonio, aún más. Al
tomarnos de las manos mientras caminamos por la calle por ejemplo, nos decimos mutuamente: “Me place
estar en contacto contigo”, y al mundo le decimos: “Nos pertenecemos el uno al otro y estamos orgullosos
de declararlo”.

Elementos Que Matan El Romance.


La esperanza y las expectativas más brillantes pueden ser extinguidas en cuestión de minutos si uno de
ambos cónyuges siguen alguno de los siguientes pasos.
A. El Ridículo Mata el Romance.
Ridiculizar los sentimientos es una manera. Cuando uno de los dos tímidamente confiesa que quisiera tener
una Escapada amorosa y el otro enfatiza la ridiculez de tal idea. “Cómo podríamos irnos un fin de semana si
todavía los niños están pequeños... si estamos pagando el crédito... si tenemos un ministerio que cumplir en
la Iglesia...”
Ridiculizar con bromas es un seguro asesino del romance. Debemos aprender a mantener en secreto las
debilidades y problemas del otro. Cuántas veces hemos visto el triste ejemplo de un hombre haciendo
bromas sobre los defectos de su esposa. Este tipo de “bromas” socavan los cimientos matrimoniales y en el
romance es fundamental la protección del otro.
B. La Falta de Expresividad Mata el Romance.
Mantener los sentimientos encerrados en uno mismo mata el romance. El hombre que nunca le dice a su
esposa cuánto la ama, ni agradece lo que ella hace por él, o nunca le expresa lo que ella provoca en su alma,
debilita paulatinamente las bases de la relación.
C. La Indiferencia Mata el Romance.
Despreciar o no notar la preocupación del otro para agradarnos o sorprendernos puede matar el romance. La
esposa se arregla y prepara la casa románticamente para recibir a su esposo, luego de un día de trabajo, y el
esposo ni siquiera lo nota; la saluda rutinariamente y comienza a leer el periódico como si nada hubiera
sucedido. O la mujer que se muestra indiferente ante los detalles o expresiones de afecto del esposo.

II.- UNA COSA PEQUEÑA QUE HACE GRANDE A UN MATRIMONIO ES LA COMUNICACIÓN.


Los consejeros matrimoniales en este tiempo nos están diciendo que la causa número uno de los divorcios
es la Falta de Comunicación.
a) Lo que la Biblia Enseña Sobre el valor de la Comunicación
“... Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”. Santiago 1:19 b.
“Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio”. Proverbios 18:13.
“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor”. Proverbios 15:1.
“El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”. Proverbios
15:18.
“... Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar”. Eclesiastés 3:7.
“Sea nuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada
uno” Colosenses 4:6.
b) Normas para Comunicarse Mejor.
Un consejero matrimonial dijo, que la queja que él escucha con más frecuencia es la de la esposa que desea
compartir sus pensamientos más íntimos mientras que el esposo no se siente bien al hacerlo, generalmente
porque le es más difícil.
Ayudará a la pareja mejorar la comunicación si desde el principio tratan de entender esta diferencia entre el
hombre y la mujer.
El Dr. Eduardo Wheat recomienda estas tres normas básicas para la esposa:
1. Nunca le diga a nadie lo que su esposo le comunica en privado.
2. Preste a su esposo una atención total y entusiasta, y óigalo con interés para que él se sienta más cómodo
al expresarle , recuerde que talvez no le sea fácil.
3. No le interrumpa, ni salte a tomar conclusiones con respecto a lo que él dice.
Pero también recomienda tres normas para el marido:
1. Mire a su esposa y acérquese a ella mientras están hablando.
2. Pasen tiempo juntos y a solas, y en ese tiempo escuche a su esposa, porque así podrá entenderla mejor.
3. Haga planes para que esos periodos sean más largos a fin de que los dos puedan tener más intimidad
permitiendo que se derrumben las defensas que puedan haberse erigido temporalmente.
Debido a que por lo general, las mujeres sienten más necesidad de hablar que los hombres, los esposos
deben aprender que pueden amar a sus esposas escuchándolas, pero de veras escuchando y poniendo
atención e interés en lo que ella dice.
c) Cinco Ingredientes que Ayudan a Mejorar la Comunicación.
 Expresen continuamente que se aman, con palabras y acciones.
 Elogie los talentos, las capacidades y los logros de su cónyuge, exprese gratitud por el trabajo que
realiza.
 Comuníquense cuando se sienta triste, deprimido y malentendido, su pareja no puede leer sus
pensamientos.
 Escuche a su cónyuge sin juzgar o criticar aun cuando no estén de acuerdo. Algunos no se
comunican porque temen la reacción del otro.
 Respóndanse mutuamente en forma física y facial, su pareja quiere verlo a usted sonriente y con los
ojos chispeantes en respuesta a lo que dice.
En todo matrimonio por bueno que sea, habrá conflictos, no siempre estarán de acuerdo, a menos que uno
sea muy dominante y el otro completamente dominado.

III.- LA CONFIANZA MUTUA Y ABSOLUTA, UN INGREDIENTE BÁSICO PARA HACER GRANDE A UN


MATRIMONIO.
Una de las pequeñas cosas que hace grande a un matrimonio es cuando tenemos la madurez de vivir seguros
de sí mismos y confiando plenamente en nuestro respectivo cónyuge. Pocas cosas laceran, lastiman y dañan
la relación matrimonial, como los celos.
Este sentimiento, cuando es agitado y llevado a la exageración, arruina cualquier relación y destruye el
amor, pero no hay que confundir “celos” con “celo”. Los celos representan una falta de confianza profunda,
no sólo en la otra parte, sino creo que principalmente en uno mismo, si una persona, y esto sin ninguna
jactancia, se considera a la misma altura del otro y lucha por mantener ese nivel actuando siempre de
manera que el respeto y la admiración sigan creciendo, entonces no hay nada que temer, pero si esa
confianza se ensombrece, se resquebraja, es responsable de la ruptura que pudiera terminar con el
matrimonio.
Si yo me siento digno de amor y del cariño de alguien, ¿porqué vivir en ascuas, siempre temeroso, siempre
dudando, aprehensivo, inquieto?, cierta dosis de celos espontáneos y con medida, que es más celo y cuidado
que ninguna otra cosa, es hasta perdonable y natural.
Un sentimiento así tranquilo, controlado y racional puede hasta impedir que otro cónyuge descuide el hogar,
la familia, propicie brechas y origine situaciones indebidas entre esa preocupación necesaria y justificada, y
el temor irracional o celos impetuosos, enfermizos, disfrazado con otros tantos nombres hay una distancia
enorme que tiene que ser combatida con celo, y desde la más tierna edad pues es una cizaña, producto de un
sentimiento obstinado, que echa raíces difíciles de extirpar. El apóstol Pablo cuando escribe su carta a los
Gálatas en el capítulo 5, menciona como una señal de inmadurez y carnalidad los celos, debemos evitarlos y
crecer en nuestra confianza y seguridad en nosotros mismos y en nuestro respectivo cónyuge.

Conclusión:
Tres cosas pequeñas hacen grande a un matrimonio: 1) Cultivar el Romance; 2) Practicar la Comunicación;
y 3) Crecer en nuestra seguridad de sí mismo y en la confianza en nuestra respectiva pareja. Si nos negamos
a crecer en lo anterior corremos el riesgo de perder nuestro matrimonio. Bienaventurados seréis como
matrimonio si nos disponemos o tomamos la decisión de seguir creciendo o madurando, aplicando los
presentes principios.
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