Sei sulla pagina 1di 21

Universidad Pedagógica Nacional

Colección Archivos
En nombre de la pedagogía
Montserrat Bartomeu et al.
Relatos de emergencia
María Elena Madrid Montes
y María Isabel Marcotegui
(compiladoras)
5. RefleXiones y prácticas salé,
el cambió en educación básica
Alberto Flores Martínez y Dolores
Graciela Cordero Arroyo
(coordinadores)
6.1.a psicología en la educación
básica: perspectivas y aplicaciones
Cuauhtémoc G. Pérez 1 ópez et al.
Psicología educativa (memorias) La necesidad de la pedagogía
Alicia Rivera Morales et al. Memoria del simposio
Abriendo espacios
María del Carmen ¿Teoría pedagógica y/o teoría educativa?
Campero Cuenca Encuentros y desencuentros
El saber de los maestros
en la formación docente
Martha Elba,Viseca Ponce
(coordinadora)"
Procesos psicoeducativos
en el cor)texto escolar
Alicia RiVe.ra Morales,
Cuauhtémoc G. Pérez López
y Joaquín Hernández González
(compiladores)
Miguel Ángel Santos Guerra
(prologuista)
Nuevos rostros y esperanzas
para viejos desafíos. La educación
de las personas adúltas en México.
Tomo
María de Lourdes Valenzuela y
Gómez Gallardo (coordinadora)
Nuevos rostros y esperanzas
para viejos desafíos. La•educación
de las personas adultas en México.
. Tomo
María de Lourdes Valenzuela y
Gómez Gallardo (coordinadora)
L A NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA

BIBLIOGRAFÍA

Arriaran, Samuel. Filosofía de la posmodernidad. Facultad de de Filosofía y Le-


tras. México, D.F. 1997.
Castells, Manuel, Paulo Fraire, Henry Giroux et al. Nuevas perspectivas críticas
en educación". PaidÓs Educador, Barcelona, 1994.
Latespí Sarré, Pablo. Cómo aprenden los maestros. Septiembre 2003 (cuadernos
de discusión)
ÍNDICE
Martínez, Miguel F. Memorias de mi vida. Fondo Editorial Nuevo León, Monterrey, N.L.
Mendirichaga, José Roberto. Macario Pérez, Maestro de siempre. Oficio Edicio-
nes, Monterrey, N.L. 1994. Presentación
Primero Rivas, Luis Eduardo. Epistemología y Metodología de la Pedagogía de Luis Eduardo Primero Rivas
lo Cotidiano. Primero Editores, México, D.F. 2002. Hermenéutica analógica
Emergencia de la Pedagogía de lo Cotidiano. Primero Editores. Méxi- icónica y educación
co, D.F. 1999.
Mauricio Beuchot Puente
Ramos Lozano, Humberto. Acerca del Normalismo Mexicano. UANL, Monterrey,
México, 2001 La concepción hermenéutica
Hacia una política integral para la formación y el desarrollo profesional de los de la verdad y la docencia
maestros de educación básica. sFP-2003 (documento base).
Paulina Rivero Weber
Plan de. Estudios, Licenciatura de Educación Primaria. SEP, 1997.
Planes y Programas emanados de de la SER Plan 97 para las Escuelas Normales. Educación y teoría pedagógica,
¿qué relación?
Valentina Cantón Arjona
NOTAS Definición y significado
de la teoría pedagógica
1 Pongo entre comillas el hacer profesional, debido a que es esto precisamente Luis Eduardo Primero Rivas
el aspecto que se esta cuestionando, dada la formación instrumental que se da
en las escuelas normales. Teoría de sistemas, cibernética
2 Seminario de temas selectos de la Pedagogía y la Educación, I, II y III; PTFAEN. y sistematización metadisciplinaria
SEP. México, D.F., 2001, p. 9
de la teoría de la educación en México
3 lbidem, p. 9 Armando Gómez Villalpando
4 Pongo entre comillas el concepto de proceso, ya que en realidad no se obser-
van los realmente los procesos, son más bien los pasos a seguir para lograr un La definición del término "teoría"
objeto plano y llano. José Martín García Her4ndez
5 Primero Rivas, Luis Eduardo. Epistemología y Metodología de la Pedagogía de
lo Cotidiano. Primero Editores. México, D.F., 2002, p. 155. Teoría pedagógica y/o teoría educativa:
6 Primero Rivas, Luis Eduardo. Emergencia de la Pedagogía de lo Cotidiano. el sí mismo en educación
Primero Editores. México, D.F. 1999, p. 174. Jeannette Escalera B.
Ibidern, p. 174.
8 lbidem, p. 175
Educación y pedagogía:
debates y referentes de confrontación
9 Ibídem, p. 176
Claudia Beatriz Pontón Ramos
1 ° lbidem, p. 175

288
a c h i y o

Teoría pedagógica o ciencias Herramientas del pensamiento crítico


de la educación. ¿Qué elegir? en el desarrollo de las prácticas teóricas
Elizabeth Rojas Samperio sobre el campo pedagógico y educativo
Patricia Medina Melgarejo
David Ausubel y Hans Aebli:
dos visiones sobre teoría educativa La vida cotidiana de la enseñanza
Julia Elena Míguez de la teoría pedagógica como
una ciencia normal
Más allá de la polivancencia:
Rubén Altamirano Contreras
la teoría pedagógica
de Nadezhda Krupskaya Teoría pedagógica: elementos
Samuel Ubaldo Pérez para su historia. De la pedagogía
clásica a Pestalozzi
El sujeto sensible en el materialismo
Mario Aguirre Beltrán
histórico de Marx y la teoría pedagógica
Sandra Cantoral Uriza Las tesis pedagógicas que sustentan
la formación docente en las normales
Entramado pedagógico
Alejandro Treviño Villarreal
en torno de Platón
Jeannette Escalera B.
La teórica pedagógica en la práctica docente
Edith Hernández López y
María de los Ángeles Toledo Olmos
Teoría pedagógica en la informática
Érika Loera Herrera
y Beatriz Hernández Altamirano
La emergencia de la pedagogía
del medio ambiente
Raúl Calixto Flores
Apuntes para una teoría pedagógica
contextuada para la enseñanza de idiomas
Alberto M. Méndez Ulloa
y o

Educación y teoría pedagógica,


¿qué relación?
Valentina Cantón Arjona*

Planteamiento

a teoría pedagógica es, desde nuestro


punto de vista, indispensable para el
diseño, implantación, desarrollo, eva-
luación y consolidación de cualquier
propuesta pedagógica y realización
educativa. Por eso, la finalidad de este trabajo es
presentar algunas reflexiones y definiciones acer-
ca de la relación entre la educación y la teoría pe-
dagógica que nos permitan comprender tanto sus
diferencias como los tramos de competencia y re-
lación, con la intención de interrogar la frecuente
e histórica confusión entre ambos términos, mis-
ma que ha resultado en la ausencia de investigación
y producción en el campo de la teoría pedagógica.
Estas reflexiones pueden conducirnos a conclusio-
nes y propuestas orientadas al fortalecimiento de
la teoría pedagógica en el ámbito de la formación
de profesionales de la educación.

Profesora investigadora de la Dirección de Investigación de la


Universidad Pedagógica Nacional. Proyecto interinstitucional
"Historia de la Historiografía México, Estados Unidos, Cana-
dá". Proyecto PAPIIT 1N403 902-3.
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA EDUCACIÓN Y TEORÍA PEDAGÓGICA, ¿QUÉ RELACIÓN?

Antecedentes y primeras definiciones especificidades metodológicas que cada uno de los términos
El avance y desarrollo de una creciente visión instrumental de señala y, especialmente, en los procesos de historización de los
las hov llamadas Ciencias de la educación, en referencia con fenómenos y procesos que expresa su compleja significación.
aquellos campos y disciplinas que se vinculan y ocupan de dis- Con frecuencia, esta indistinción ha tenido como resultado,
tintos aspectos de los procesos educativos en sus aspectos se).- por una parte, el debilitamiento del rigor científico -que obliga
ciológicos, antropológicos, psicológicos, políticos, económicos a una clara diferenciación, clasificación y ordenación de los
y administrativos, y de los hechos educativos en los diferentes objetos de estudio- con que han de tratarse el hecho educativo
espacios institucionales y comunitarios, ha propiciado un descui- y el acto pedagógico y, por otra parte, una escasa investigación
do de la reconstrucción, transmisión y desarrollo de la reflexión histórica y de reflexión e innovación conceptual en lo que a la
que es más propiamente pedagógica, la teoría pedagógica. pedagogía se refiere. De ahí que se pueda afirmar que la con-
Enseñada en el mejor de los casos de manera meramente fusión ha operado en contra, principalmente, de uno de los
descriptiva, y resignada en muchos de ellos a ser una especie de miembros de la dupla: la pedagogía. Y ha operado especial-
ordenamiento cronológico y abreviado de la vida y obra de pe- mente en contra de la pedagogía, pues en esta confusión se ha
dagogos y educadores (vale la pena recordar aquí que llama la perdido la pista de su eje troncal, de su columna vertebral: la
atención que la teoría pedagógica se asocie con tanta frecuen- teoría pedagógica.
cia más a los nombres de los personajes que a conceptos, cate- No pretendo documentar aquí la ausencia o, en el mejor de
gorías de análisis específicas o aspectos metodológicos), la teoría los casos, la infrecuencia de investigaciones, tesis de licenciatu-
pedagógica ha dejado de nutrir el quehacer pedagógico y de ra, maestría y doctorado referidas a este tema, cualquier revi-
brindar a quienes lo realizan los elementos indispensables para sión de las memorias y los estados del conocimiento productos
reflexionar sobre él y sobre las ideas y saberes, y fines y princi- de los diversos encuentros y congresos educativos recientes, y
pios en que la práctica educativa se funda o inspira. no tanto, lo muestran.' Lamentablemente, esta ausencia es aún
De ahí que nos parezca que es indispensable insistir en la mayor cuando se trata de reflexionar sobre la producción de
necesidad de recuperar definiciones de teoría pedagógica que teoría pedagógica que se ha hecho en México y Latinoamérica.
nos permitan, por una parte, reconocerla y comprenderla como La teoría pedagógica parece a muchos de nuestros estudiantes y
parte esencial del quehacer y la elaboración educativas y, por especialistas una cosa lejana, siempre en el pasado, siempre
otra, constituirla en el único y auténtico motor de cambio y re- objeto de la historia y continente de inútiles trasuntos filosóficos
novación de la acción educativa. Para tal fin, es indispensable que la colocan como algo "pasado de moda", como pasada de
primero recorrer algunas de sus vicisitudes y de las confusiones moda parece estar hoy cualquier elaboración teórica.
que éstas han generado. Por lo anterior nos parece indispensable recordar algunos
Vinculados íntimamente por el fin último que denotan: la ejercicios de sistematización sobre teoría pedagógica realiza-
transmisión, y por su preocupación acerca de la sistematización dos en nuestro país en el pasada siglo (más concretamente en
y facilitación -en su sentido más amplio- de esta transmisión, sus dos primeros tercios) durante el cual, al mismo tiempo que
los términos educación y pedagogía han sido utilizados a me- se recuperan los discursos y propuestas de la pedagogía de fines
nudo indistintamente, no sólo en el ámbito cultural y profesional del siglo xix mexicano, se introducen -especialmente a partir del
más amplio sino, incluso, en el ámbito de los especialistas, aun gobierno de Calles (1924)- innovaciones pedagógicas y educa-
cuando a cada uno de ellos corresponde un significado distinto. tivas especialmente en la escuela básica y pública (laica, obli-
Este tratamiento indistinto ha generado un natural efecto de con- gatoria y gratuita) de la posrevolución. Innovaciones en las que,
fusión en lo que se refiere a los objetos, fronteras, temáticas y por otra parte, se reavivan y recrudecen la tensión fundamental
LA PEDACOGIA EDUCACIÓN Y TEORIA PEDAGÓGICA, ¿QUÉ RELACIÓN?
I A NECESIDAD DE

que atraviesa nuestra historia como nación independiente: la La clara diferenciación entre la elaboración teórica y la elabo-
tensión Iglesia/Estado. ración sobre la práctica y la intervención educativas.
Estas innovaciones y avances y estas tensiones, se expresa- La promoción e incorporación de ideas y autores proveniente
ban ya en publicaciones periódicas, corno la revista Educación' de otras latitudes en la formación de un gremio que, en ese
que realizada de manera independiente por pedagogos y edu- momento, mostraba una arraigada visión y reivindicación na-
cadores mexicanos durante los últimos años de la gestión de cionalista.
José Vasconcelos en la Secretaría de Educación —y a contrapelo El desarrollo, en un gremio de intervención inmecliatista deri-
de ella y de su visión expresada en la revista E/ Maestro,' y más vada de su compromiso social con las necesidades diarias del
tardíamente en la obra vasconcelina católica De Robinson a pueblo, de una percepción de la reflexión pedagógica como
Odiseo. Pedagogía estructurativa 4 —, retomaban la intención necesariamente inscrita en un largo arco histórico.
profesionalizadora y de largo aliento perseguida por un magis- La comprensión del quehacer educativo como una práctica
terio formado en el pensamiento liberal (del que Calles es here- susceptible de ser historizada de manera independiente a la
dero) y que se nos muestra inspiradora de la formación de la historia política.
Escuela Normal de Maestros' y de los congresos pedagógicos La construcción de un discurso educativo y un discurso
realizados durante el tránsito de los siglos xix y xx.' Esta inten- pedagógico fundamentado y dialogante con la construcción
ción profesionalizadora puede, asimismo, encontrarse claramen- de sus historias: historia de la educación e historia de la
te expresada a principios del siglo xx, en publicaciones como pedagogía.
México Intelectual! La incorporación y/o recuperación de nuevas líneas de reflexión
A finales de la década de los años treinta y principios de los como la educación matemática, la educación física, la didác-
cuarenta aparecen en México los que podríamos considerar tica, el conocimiento de la adolescencia, y la organización es-
nuevos y renovados esfuerzos de sistematización teórica y colar; que si bien habían sido tratadas por maestros mexicanos
doctrinaria respecto del quehacer educativo y las disciplinas en como aquellos que colaboraban en la revista Educación ya men-
él involucradas, principalmente, la pedagogía. La redefinición cionada, habían sido poco frecuentadas posteriormente.
de una política educativa impulsada durante la gestión de Lázaro La vinculación entre el discurso educativo, el discurso peda-
Cárdenas, tiene su colofón —para el asunto que aquí nos impor- gógico y discurso filosófico clásico y de la época, y con la
ta, la teoría educativa y la teoría pedagógica— en la plena com- historia de las ideas.
prensión del proyecto educativo mexicano y la aportación que La definición de una disciplina propia de la reflexión educati-
a él hicieron los maestros del exilio español,' tanto en institu- va y pedagógica: la Ciencia de la educación.'"
ciones de formación de maestros como de educación superior y
de profesionales de la educación. La obra de Francisco Larroyo es contemporánea de la obra es-
Memoria de este primer esfuerzo es la publicación periódica crita y la presencia docente délos maestros del exilio español.
Educación y Cultura g que circuló durante todo el año de 1940 y En ella se sintetiza una visión tanto histórica como filosófica de
en la que se recuperaban y presentaban tareas de sistematiza- la educación, la pedagogía y la teoría pedagógica, y presenta
ción orientadas a la construcción de teoría pedagógica. Fueron un deslinde de sus definiciones y objetos de estudio. Es necesa-
características principales de esta tarea de sistematización: rio revisarla puesto que ha sido material de estudio obligado
para muchas generaciones de normalistas mexicanos, de ahí que
La concepción de la educación como un quehacer de carác- su comprensión pueda brindar elementos para entender un hilo
ter eminentemente social, político y cultural. de transmisión de la teoría pedagógica en México.

44 45-
I.A NECESIDAD DE L A PEOACUCiA EDUCACIÓN Y TEORÍA P EOACÓCICA. ,QUÉ RELAC/ÓN?

pecto se elaboran, el tejido social en que se inserta, etc. No son


En su Historia comparada de la educación en México," His-
ámbitos excluyentes, sino, complementarios; a final de cuentas
toria general de la Pedagogía''- y, finalmente, La ciencia de la se refieren a la formación humana.'s
educación," Larroyo realiza una amplia elaboración sobre la
educación, su historia y su vinculación con el hecho peda0-
gico, la historia de la pedagogía y el desarrollo de ésta como Podemos, pues, encontrar una clara diferencia: mientras la educa-
ciencia o disciplina, asimismo recrea la relación existente entre ción se refiere a procesos amplios de transmisión social que -en
éstas y la filosofía. Por ello, sus elaboraciones pueden ser un su sentido más amplio- pueden no ser necesariamente inten-
referente, junto con otros educadores como Santiago Hernández cionados y sistematizados; la pedagogía tiene como objeto el
estudio de las prácticas intencionadas y de las reflexiones res-
Ruiz y Domingo Tirado Benedí, autores de La ciencia de la edu- pecto del hecho educativo.
cación. Finalmente, y para cerrar el segundo tercio del siglo pa- Por su parte, W. Jaeger, describe la educacion corno el prin-
sado, aparece la obra educativa del poeta y funcionario Jaime
Torres Bodet, que si bien no podríamos llamar propiamente pe- cipio [y el proceso] mediante el cual la comunidad humana
dagógica, en sus conferencias sobre educación --elaboradas y conserva y trasmite su peculiaridad física y espiritual. La propa-
expresadas en un determinado contexto político y siempre des- gación y conservación de estas peculiaridades sólo puede darse
de el poder- muestran sin duda alguna la teoría pedagógica que mediante las fuerzas por las cuales han sido creadas: la volun-
a ellas subyace y, que daría origen a empresas tan pertinentes y tad y la razón. Hay, en esta definición un sentido de inten-
de amplio aliento social como el libro de texto gratuito." cionalidad transcendente que da sentido y dirección al proceso
Todas las anteriores son algunas de las estaciones de trabajo educativo: la comprensión y preservación de lo humano. De
en las cuales podemos obtener elementos para abordar la pre- ahí que la educación no pueda pensarse como una propiedad
gunta aquí propuesta y que hoy parece aún relevante: Entre individual pues pertenece en esencia, señala Jaeger, a la comu-
la educación y la teoría pedagógica, ¿qué relación? Por todas nidad.' Sin embargo, por ser la educación una función tan na-
tural y universal de las comunidades humanas, "por su misma
ellas estamos trabajados.
evidencia tarda mucho tiempo en llegar a la plena conciencia
de aquellos que la reciben y la practican", 17 es decir, la educa-
Educación y teoría y praxología pedagógicas
ción para ser instituida y sistematizada como un conjunto de
En su trabajo de recuperación de historia oral de la educación en
conocimientos y habilidades, para ser techné, requiere de una
México, tramas y espejos. Los constructores de historias de la educa-
ción, María Esther Aguirre ofrece una primera diferenciación plena y consciente reflexión que ocurren en una temporalidad
respecto a la historia de la educación y la historia de la pedagogía que toca la subjetividad individual y comunitaria, de ahí que no
que puede sernos útil como instrumento de corte entre ambas y pueda ser dimensionarse como tiempo cronológico usual.
pretexto para iniciar la reflexión acerca de sus definiciones. Toda reflexión consciente se realiza alrededor de un hecho,
sea éste de la naturaleza, de la cultura, de la vida cotidiana, de
En principio distingo una importante delimitación entre el ám- la vida social e individual. El hecho pues, es anterior a la re-
bito de la historia de la educación y el de la historia de la pedago- flexión y la determina. De manera parecida -señala Larroyo- el
gía: el primero se refiere al estudio de los procesos amplios de hecho de la educación es anterior a su teorización.
transmisión social percibidos en su configuración en el tiempo;
se trata de procesos que no necesariamente son conscientes ni Primero, espontánea o deliberadamente se educa; después se
realizados por personas preparadas para ello. La historia de la observa y se reflexiona sobre ellos, y poco a poco se va ges-
pedagogía, en cambio, tiene como objeto de estudio la praxis tando un concepto acerca de la esencia y método de la educa-
formativa intencional, las reflexiones y teorizaciones que al res-

46 47

NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA EDUCACIÓN Y TEORÍA PEDAGÓGICA. ¿QUÉ 12E1 AC/ÓN?
LA

ción, que en el curso de la historia se convierte en teoría peda- partida. La primera, la teoría pedagógica para construir teoría a
gógica, en ciencia de la educación. Más tarde recogen las nue- partir de su sistematización; la segunda, la praxología pedagó-
vas generaciones esta teoría, que suelen poner en práctica (arte gica, para facilitar su realización. No obstante esta diferencia,
educativo), de donde sacan nuevas experiencias para postformar comparten una visión del hecho educativo que ha de ser, desde
o reformar la teoría inicial. Así nos encontramos teoría y praxis
nuestra perspectiva, eminentemente disciplinaria (en virtud de la
en saludable relación y así se van desenvolviendo en el tiempoi
especificidad de su objeto de estudio, las relaciones que éste se-
la teoría y la técnica de la educación."
ñala y sus formas de interrogación). Y aun cuando establezcan
De acuerdo con Larroyo, el hecho educativo se caracteriza, en relaciones con otras disciplinas como la psicología o más propia-
una primera aproximación, por incluirse en el proceso a través mente la psicopedagogía en el caso de la praxología, o la filosofía
del cual las generaciones jóvenes van adquiriendo los usos y y la historia en el caso de la teoría pedagógica, estas disciplinas
costumbres, las prácticas y hábitos, las ideas, en una palabra, la serán, corno señala Larroyo, ciencias auxiliares de la pedagogía."
En el campo de la educación, por su parte, se entrecruzan
forma de vida de las generaciones adultas.' El hecho educativo
toca, pues, tanto a la socialización como a la inculturación. diversas disciplinas, saberes, prácticas, visiones culturales y
Los hechos educativos pueden ser objeto de estudio. Pre- ámbitos de intervención, y en él se puede tocar, en sentido am-
plio, todo lo relativo al proceso de transmisión. En función del
guntas acerca de ¿cómo ocurren?, ¿qué los caracteriza?, ¿qué
cambios producen en los sujetos?, ¿quiénes los promueve o rea- recorte que realicemos de estos entrecruzamientos y formas de
liza?, ¿qué papel juegan en el todo de la comunidad?, ¿qué tie- intervención podernos hablar de la existencia en el campo educa-
nen en común o qué los separa de otros hechos humanos?, ¿cómo tivo de ámbitos genéricos, cuya amplitud puede ser tan amplia
se relacionan entre sí?, abren los hechos y nos permiten anali- y esencial como, por ejemplo, la de las reflexiones ontológica,
zarlos. Cuando el hecho educativo se convierte en objeto de axiológica o metodológica, reflexiones que, intencionalmente,
estudio clasificable, ordenable y sistematizable, y se establecen tienden a ser universales en el sentido en que abordan "lo hu-
sus relaciones con otros hechos así como su persistencia, cons- mano y sus hechos" desde una actitud comprehensiva, abar-
cativa. O bien, como la reflexión histórica la cual nos ofrece un
tancia o debilitamiento en las prácticas intencionadas dirigidas
a la transmisión, entonces podemos afirmar que puede ser obje- panorama amplio de las características, diferencias y semejan-
to de un quehacer científico, de una ciencia de la educación. zas de los hechos educativos en un cierto transcurrir temporal y
El quehacer que describe el hecho educativo que busca sus ubicación espacial, es decir en una cierta circunstancia. Tenien-
relaciones con otros fenómenos; lo ordena y clasifica; indaga do la historia de la educación su propio fin, historiar, su com-
los factores que lo determinan, las leyes a que se halla sometido prensión enriquece la interpretación del acontecer educativo y
los hechos que lo constituyen.
y los fines que persigue es la teoría pedagógica. 2° La preocupa-
También, podemos hablar de ámbitos especializados en el
ción respecto a cómo transmitir, cómo enseñar, cómo facilitar y
promover la emergencia y consistencia del hecho educativo, campo de la educación cuando los hechos se recortan para estu-
cómo evaluar y comparar normas, medios, métodos, procedi- diar, por ejemplo, sus determinaciones e implicaciones políticas
y económicas (tarea, p. ej., de la política educativa), financieras
mientos y resultados, es decir, el estudio de la práctica educa-
tiva es otra reflexión: la praxología pedagógica.21 (p. ej., planeación)/ administración educativa), sociales (p. ej.,
La teoría pedagógica y la praxología pedagógica, siendo sociología de la educación, educación para la salud). Así, mien-
ambas reflexiones sobre el hecho educativo, se diferencian de tras en los primeros, los ámbitos genéricos, el hecho educativo
la educación como proceso en la medida en que éstas abordan es visto principalmente desde la perspectiva de la filosofía y la
el hecho, necesariamente, desde la práctica, ése es su punto de historia, en los campos especializados, el hecho educativo es
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA EDUCACIÓN Y TEORÍA P EDAGÓGICA, ¿QUÉ RFIACIÓN?

visto desde disciplinas tales como la sociología, la psicología, la interpretar— provenientes de la historia, son las herramientas a
economía. De ahí su insistencia de la necesidad de un trabajo partir de las cuales se construye la teoría pedagógica. El acto
interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario, a dife- pedagógico (acto concreto de realización de la enseñanza), los
rencia de la relación (de "servicio" podríamos decir) que esta- sujetos en él comprometidos y las formas de reflexión acerca
blecen con la teoría pedagógica o la praxología pedagógica. de los contenidos transmitidos y su relación con el sujeto son
El campo de la educación puede relacionarse con otros cam- las preocupaciones centrales de la teoría pedagógica, y no pue-
pos análogos en el sentido de ser también resultantes de de tener noticia de ellos ni generar formas de crítica, interpreta-
entrecruzamientos diversos e incluir diversas formas de inter- ción, elaboración y teorización sino es a partir de una estrecha
vención, como por el ejemplo el campo de la política, y al igual relación con categorías provenientes de la filosofía y la historia.
que en caso de los ámbitos genérico y especializado, en el caso Esta forma de relación es, desde nuestra perspectiva, completa-
de los campos éstos no son excluyentes: son planos y niveles mente diferente a la establecida con la entre la educación y la
distintos pero relacionados y complementarios que se refieren a filosofía y la historia. Respecto a la teoría pedagógica la filosofía y
una misma geografía: la geografía de esfuerzo humano por con- la historia son consustanciales, respecto a la teoría educativa
servar y transmitir sus saberes de acuerdo con una cierta pueden ser circunstanciales, relacionales.
intencionalidad explícita: la de generar comprensión de lo hu-
mano, sus hechos y realizaciones y desarrollo y bienestar co- Conclusión
munitario e individual. De ahí que, en el campo de la educación Podamos, entonces, definir la teoría pedagógica como un cuer-
nos encontramos sujetos en acción de muy diversas índoles y po de saberes derivados de la experiencia o acción pedagógica
caracterización que se expresan en los distintos tipos y niveles reflexionada de manera crítica, esto es, una reflexión sobre la
educativos o en procesos sin intencionalidad formal. Estos suje- acción capaz de localizar sus puntos de vacío, de opacidad y de
tos habitan distintos territorios tales como la educación formal, negación y contradicción y, también, capaz de reconocer e inter-
la educación informal; o bien, la educación de adultos, la edu- pretar sus fuentes fundamentales, los discursos en los que se ins-
cación indígena, la educación especial o de necesidades espe- cribe o de los que deriva sus preocupaciones, esto es: su historia.
ciales, o, considerada según niveles: la educación preescolar, Así, la construcción de la teoría pedagógica puede caracterizarse
básica, superior, la capacitación para el trabajo, la educación como el proceso en el que la acción pedagógica se interroga a sí
artística y musical, la educación física, etc. Todos estos tipos y misma para historizarse, constituirse en su propio sujeto histórico
niveles tienen unas ciertas características y requerimientos y reconocer los fines y los principios que la orientan.
y pueden generar sus propios ámbitos de investigación, y así Intentaremos dar una respuesta a nuestra pregunta inicial:
mismo pueden compartir fines y principios generales, "posicio- educación y teoría pedagógica ¿qué relación?
nes", "convicciones" o "utopías", respecto a lo que la tarea edu- Mientras en el campo y ámbitos de la educación el peso
cativa representa como acción social, política y cultural. fundamental está en la preocupáción porque el hecho educati-
En el caso de la teoría pedagógica, por su parte, estos fines y vo ocurra y alrededor de eso finca su elaboración y teorización
principios y su decantación en el tiempo son algo más que con- y sistematización (preocupación cercana a la praxología pedagó-
vicciones o posiciones compartidas, son parte esencial de su gica), en la teoría pedagógica la preocupación se centra en cómo
objeto de estudio, el eje de su reflexión. Los saberes, formas de y por qué el hecho educativo ocurre, a qué obedece, cómo se
interrogación y finalidades de la filosofía; así como la noción historiza, en que orden de pensamiento se inscribe. Son pues,
de historicidad y su consecuente tarea de historizar e historizarse quehaceres complementarios pero diferenciables.
(ser sujeto histórico) para conocer y comprender —es decir para
I A NECESiDAD DE L A PEDACOGiA EDUCACIÓN Y TEORiA PEDAGÓGICA, ¿QUÉ REL ACIÓN?

La teoría pedagógica ofrece a la acción educativa y al cam- 4 José Vasconcelos, De Robinson a Odiseo. Pedagogía estructurativa, Aguilar,
po de la educación el espacio de elaboración en el cual sus Madrid, 1935.
sentidos pueden ser conocidos e incluso replanteados. Su im- 5 Este pensamiento se expresa con claridad en la "Proposición de Proyecto de
pacto es, pues, en un primer momento, en el orden de lo con- ley sobre la creación de la Escuela Normal de Maestros", que presentó Ignacio
Manuel Altamirano en 1885; y los escritos del mismo autor titulados Instruc-
ceptual, pero al devenir de la reflexión sobre la práctica„la teoría ción Pública y publicados en el Diario del Hogar, el 28 y el 31 de octubre de
pedagógica y su conceptualización están siempre de cara a la 1882. Ignacio Manuel Altamirano, Obras Completas, SEPiCNCA, México.
realización de la acción. La teoría pedagógica nutre, es la savia 6 Una obra que ofrece muchos elementos para una mejor contextualización
de la acción educativa, sólo a partir de su ella pueden generarse acerca de la formación y pensamiento liberal de muchos maestros, más allá de
reales propuestas pedagógicas que contengan una idea de mun- sus implicaciones educativas, es la de Jean Pierre Bastian, "Las sociedades pro-
testantes y la oposición a Porfirio Díaz en México, 1877-1911", J ean Pierre
do, de hombre, de educación y hecho educativo. Confundirla, Bastián (comp.) Protestantes, liberales y francmasones. Sociedades de ideas y
olvidarla, descuidarla o considerarla mera e inútil teorización modernidad en América Latina, siglo XIX, Fa', México, 1990, p. 132-164. Y, del
es perder de vista el sentido último de la educación entendida mismo autor, el apartado titulado "Difusión de las sociedades protestantes", en
Protestantismos y modernidad latinoamericana. Historia de unas minorías reli-
como formación: que seamos capaces no sólo de adquirir y apro- giosas activas en América Latina, FCE, México, 1994, p. 105-144.
piarnos de los bienes culturales de nuestra amplia comunidad
Véase, Martha Curiel, Margarita Ruíz de Velasco y Salvador Moreno, Rébsamen
humana, sino capaces de reflexionar sobre ellos para, así, poder y la revista México Intelectual, UPN, México, 1988.
transmitirlos, conservarlos y transformarlos enriqueciéndolos, 8 Valentina Cantón, "El exilio español y la escuela popular mexicana_ Un apun-
pues sólo así podremos ser parte viva, consciente, libre, respon- te del maestro Antonio Ballesteros Usa no" en Mario Aguirre y Valenti na Cantón
sable y actuante de nuestra cultura. (cornps.), lnventio Varia. Textos desde y para la historia de la educación, UPN,
2000, p. 101-125.
9 Véase, Valentina Cantón Arjona, Educación y Cultura, revista de los maestros
españoles en el exilio (1940), UPN, México, 1995.
10 Para este asunto veáse: Santiago Hernández Ruiz y Domingo Tirado Benedí,
La ciencia de la educación, Editorial Atlante, México, 1940.
NOTAS 11 Francisco Larroyo, Historia comparada de la educación en México, Porrúa,
Véanse, por citar sólo un ejemplo, los estados del conocimiento relativos al México, 1957.
tema de los Congresos de Investigación Educativa.
12 Francisco Larroyo, Historia general de la pedagogía, Porrúa, México, 1984
2 La revista Educación era una publicación mensual que apareció entre los años (1944).
1922 y 1924. Totalmente independiente de cualquier instancia gubernamental
aquellos que colaboraron con ella lo hicieron a título personal (incluso aquello 13 Francisco Larroyo, La Ciencia de la educación, Porrúa, México, 1965, (1949).
que en ese momento ocupaban puestos públicos). Dirigida a los maestros, tenía 14 Jaime Torres Bodet, Obras escogidas, México, FCE, 1994 (1961).
la finalidad de brindar elementos de formación docente y perfeccionamiento 1 15 María Esther Aguirre Lora, Tramas y Espejos. Los constructores de historias de
pedagógico, y sus contenidos se referían a asuntos específicos de la enseñanza,
temas cle clase y noticias al magisterio. Esta publicación era dirigida por Lauro la educación, ceso-Plaza y Valdés, México, 1998, n. de p. 11, p. 15.
Aguirre, y entre sus colaboradores se encontraban tanto prestigiados autores 16 Werner Jaeger, Paidea, FCE, México, 1992 (1953), p. 3.
como John Dewey, Torres Quintero, Ezequiel Chávez o Alfonso Pruneda como 17 Ibid., p. 19.
maestros de primaria, profesores y directivos de la Escuela Normal de Maestros,
de la entonces Facultad de Altos Estudios entre otras muchas instituciones. Veáse, 18 Francisco Larroyo, La ciencia de la educación, p. 44. •
Mario Aguirre Beltrán y Valentina Cantón, Revista El Maestro (1921-1923) Raí- F 19 Francisco Larroyo, Historia general de la pedagogía, p. 36.
ces y vuelos de la propuesta educativa vasconcelista, UPN-Miguel Ángel Porrúa, 1 20 lbid., p. 37.
México, 2002. L
Para un tratamiento más amplio de esta publicación, véase, Mario Aguirre 21 Santiago Hernández Ruiz y Domingo Tirado Benedí, La ciencia de la educa-
Beltrán y Valentina Cantón, op. cit. ción, p. 107.
22 Francisco Larroyo, La ciencia de la educación, p. 51-52.

52 53
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOCEA

NOTAS

I Las interrogaciones surgen en el transcurso de los ternas de investigación (véa-


se Primero Rivas, 1999, p. 35); o cuando plantea un tópico particular (véase
Moreno de Alba, 1999, p. 24); también en la definición de un objeto de estudio
(Yurén Camarena, 2002, p. 10-11).
Herramientas del pensamiento crítico
2 Delors Jacques. La educación encierra un tesoro. Ediciones Unesco, México,
1997, p. 13. en el desarrollo de las prácticas teóricas
3 "Martín de Valencia que no supo el náhuatl, también enseñó a leer en latín a sobre el campo pedagógico y educativo
los niños junto con la presentación del alfabeto". Véase Kobayashi, J. M. 1985, Otras epistemologías, otras realidades, otras
p. 185. En esta situación se asume que el latín es superior a las lenguas autóctonas,
incluso al español. teorías pedagógicas y educativas'
4 Véase Primero Rivas, L. E. 1999, p. 115. Patricia Medina IvIelgarejo*
5 "Buscarnos ampliar el significado de la planeación educativa a un valor estra-
tégico y multimodal", véase Primero Rivas, L. E. 1999, p. 126. ilos y metáforas en la construcción de
6 Primero Rivas, L. E. 2002, p. 67. En este mismo punto hay que reflexionar y "un atrapa sueños".
retomar el aporte mencionado por la Pedagogía de lo Cotidiano, misma que Hace mucho tiempo cuando el mundo
subraya la importancia de trabajar en el desarrollo de los métodos de trabajo
era aún joven, un viejo hombre de cono-
intelectual en el interior del salón de clase. Véase Primero Rivas, L. E. 1999,
capítulo 4. cimiento estaba en una montaña alta y
7 Primero Rivas, L. E., 2002, p. 84. tuvo una visión. El gran maestro bromista
de la sabiduría se le aparecía en forma de una
lbid., p. 87.
araña. Mientras hablaban entre ellos de los círcu-
9 "Que nuestras lenguas cambian es algo que forma parte de la experiencia los de la vida, de cómo empezamos la existencia,
cotidiana." Tejada Caller, p. 1999, p. 13. cómo crecemos y morimos la araña tomó un trozo
"... es la forma en que una determinada comunidad científica percibe la de madera del sauce más viejo, le dio forma de
realidad, y en tal sentido es un fenómeno sociológico; un paradigma posee, aro y con plumas, pelo de caballo, cuentas y ador-
además una estructura definida compuesta de supuestos teóricos, fundamentos
episternológicos y criterios metodológicos. Hernández Rojas, G. 1998, p. 11.
nos empezó a tejer una telaraña. La araña decía:
"en cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas,
I I Chomsky, Noam. Lingüística cartesiana, Credos. España. 1984. 3a.
reimpresión, p. 18. algunas buenas otras malas, éstas tienen diferen-
tes direcciones y pueden ayudar o interferir con la
12 Gardner Howard. La Nueva Ciencia de la Mente. Paidós. España. 2000, p. 215.

• Este trabajo es el resultado del acompañamiento de maestros


como Hugo Zemelman, Carlos Lenkersdorf, Rosa N idia Buenfi I
y Estela Quintar. También las búsquedas compartidas con mis
colegas, alumnos y profesores que cotidianamente construyen
formas de pensar lo educativo y pedagógico y, de mis compa-
ñeros en estas andanzas de aprendices del conocirnientO, me
refiero a los pueblos indígenas de distintas regiones. Este trabajo
es para ellos y por ellos, simplemente gracias de corazón por
mostrarme otros horizontes y por seguir caminando...
Académica de la Universidad Pedagógica Nacional y profe-
sora de la licenciatura y del posgrado en pedagogía en la Facul-
tad de Filosofía y Letras de la UNAM.

228
LA NECESIDAD DE LA PFOACOGIA HERRAMIENTAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

armonía de la naturaleza y en el encuentro con el gran espíritu y sar las realidades, como productora de ellas, como potenciali-
sus enseñanzas." Así, la araña hablaba y continuaba entretejien- dad del pensamiento.
do su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el cen-
tro. Cuando terminó de hablar, se la entregó al anciano y le dijo: Desde el origen etimológico de la palabra teoría, se encuentran
"mira la telaraña tiene la forma de un circulo perfecto, pero en el contenidas estas posibilidades de significación, pues su vínculo a
centro hay un agujero, úsala para ayudarte a ti mismo y a,tu gen- través del prefijo griego Teo, Theós "Dios", (Corominas, 1987:
te, para hacer buen uso de las ideas, de los sueños y las visiones,
entonces la telaraña atrapará las buenas ideas y las malas se irán 564). Aunada a la acepción de su origen en cuanto a "procesión
por el agujero..."' religiosa entre los antiguos griegos", lo que implica una acción
primordial en el "peregrinar, recorrer un camino en busca de...";
Las metáforas producidas a través del relato del "atrapa sueños" contenida la contemplación y la adoración, de ahí su vínculo con
son múltiples. Los hilos, que al ejercer una tensión y entretejerse la palabra teatro, en el mismo sentido de contemplar, meditar,
constituyen un entramado, problemas, dimensiones o ángulos especular. En consecuencia su relación con el conocimiento y el
de percepción, pero al mismo tiempo son caminos que nos lo- orden del mismo: teogonía, teología, derivado posteriormente a
gran conducir a ideas, sueños y visiones que consiguen quedar- teorema, teorético, especulación, supuestos hipotéticos, demos-
se atrapados, contenidos para dilucidar sobre ellos, para tración, confirmación, "ley o sistema de leyes que se deducen de
potenciarlos en opciones de futuro viable y posibles, o bien la la observación de ciertos fenómenos". (Casares, 1992: 807.)
historia y sus cauces nos marcaran otros rumbos y sentidos. La ineludible reflexión sobre los orígenes de las acepciones
de la teoría nos conduce no sólo, a la forma en que impartimos
Primer hilo de la telaraña constructiva de los sueños la asignatura de teoría pedagógica o educativa —ya sea en un
Problemas recurrentes ante la discusión sobre la noción plan de estudios de pedagogía o de formación de profesionales
de "teoría" y de teoría pedagógica y educativa de la educación—; sino, en consecuencia, llegamos a la médula
Estoy convencida que uno de los procesos y problemas de ma- del hueso, a la epistemología y al carácter y especificidad del
yor complejidad en el campo educativo y pedagógico es el de conocimiento y, en particular, del conocimiento educativo y pe-
"la teoría" y la concepción que tenemos de ella. La relación que dagógico.'
establecernos con la educación y el conocimiento se encuentra Estamos ante los más notorios problemas que se plantean en
ligada inevitablemente a nuestra primera acepción sobre cómo la historia del conocimiento, problemas implicados corno pro-
comprendemos a esta simple palabra compuesta de 6 grafías: cesos políticos, sociales e ideológicos; procesos que atraviesan
t-e-o-r-í-a. las nociones de realidad, cosmovisión, epistemología, gnoseo-
logía, ideología, lenguaje, semiótica y discurso, hasta llegar a la
-- Teoría concebida como cúmulo o acumulación de conoci- noción de teoría y pensamiento. Podríamos invertir el orden de
mientos. la cadena discursiva antes m -encionada y jugar con todas sus
-- Teoría como conocimiento "válido" que permite sustentar "su posibilidades de relación, a saber: ideología y teoría, lenguaje
aplicación sobre la práctica" y por tanto su validez radica, y pensamiento, epistemología y cosmovisión, realidad, teoría y
paradójicamente, en el grado de generalización y abstracción pensamiento desde una cosmovisión. Las relaciones significan-
que logre de las propias realidades que la constituyeron y de tes podrían estar planteadas en un sin fin de posibilidades, en
las cuales se origino. "juegos del lenguaje" diría Wittgenstein y sobre todo en las articu-
— Teoría como acción y construcción social, como proceso de laciones complejas, corno señala Morin, concebidas éstas como
pensamiento y conocimiento, corno forma y capacidad de pen- racionalidades.

230 231.
L A NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA HERRAMIENTAS DEI PENSAMIENTO CRiTICO

Para Giroux (1992: 217-218) las racionalidades son: "un con- Todo docente, al elaborar su plan de actividades, al recrear
junto específico de supuestos y prácticas sociales que median su programa escolar, es portador de una serie de supuestos y
las relaciones entre un individuo o grupos con la sociedad am- teorías implícitas, producto del entramado complejo de relacio-
plia. Subyacente a cualquier modo de racionalidad se encuen- nes entre su formación académica, de su trayectoria profesional
tra un conjunto de intereses que definen y califican cómo los y de su historia personal, es decir, acciona en el aula desde una
individuos se reflejan en el mundo". En tanto que las experien- teoría pedagógica, la cual puede ser objeto de reflexión o sim-
cias particulares de los sujetos logran ser significativas a través plemente un ordenador de su quehacer, en tanto que posee ele-
de los horizontes y estructuras-estructurantes de las raciona- mentos que lo ubican en el espacio de relaciones sociales como
lidades que les confieren inteligibilidad, estas, funcionan como un formador de sujetos.
articuladores de sentido, como posibilidades de conocimiento Por ejemplo, la maestra Selene Ruiz de tercer grado de pri-
de sí mismos frente a otros. Las racionalidades trascienden a las maria,` al explicar apasionadamente que trabajará matemáticas
identidades y relaciones lógicas, pues se constituyen en identi- y español, éste último a través de la lectura de El Quijote, con
dades y relaciones históricas. 26 niños de 8 años en promedio, se plantea de entrada una
Esta discusión nos colocan frente al mundo, en un lugar, esto noción de conocimiento y realidad, y por tanto de formas de
se objetiva en múltiples sentidos, no solamente corno pienso, creo construcción y aprehensión del mundo, haciéndolo de manera
y establezco la noción de realidad, también nos plantea el pro- explicita, objetivándose a través de la argumentación de sus con-
blema de cómo me ubico en ella, qué relaciones guardo y cuáles cepciones en torno a estos procesos e intenciones. En este sen-
las fronteras y límites.' Edgar Morin (2000) 4 señala la complejidad tido, la propuesta de la maestra Selene tiene una aproximación
de nuestras condiciones de libertad. Además, incorporemos un al pensar teórico sobre la educación, comprende una teoría pe-
ingrediente más: el de la utopía y la creación de mundo posibles. dagógica en cuanto a sus propuestas y contenidos, además de
La argumentación en torno a la definición de teoría, ya sea sus estrategias y supuestos en la formación de los niños.
como "La Teoría" (con mayúsculas), o el pensar teórico, "lo teó- Pensar a la teoría pedagógica como una práctica reflexiva,
rico" (con minúsculas), pero en el sentido de proceso, de accio- en la comprensión de la articulación compleja de los procesos
nar concreto sobre la realidad, traspasa al umbral, al ámbito de las y sentidos formativos de la acción educativa, implica imprimir
racionalidades desde donde construimos la percepción del mun- 1 direccionalidad. No es cuestión sólo de medios educativos, sino
do social, político, educativo y pedagógico.' de la apropiación de los fines de la educación en contextos si-
tuados, con sujetos también situados en la búsqueda de hori-
Segundo hilo. Un propuesta y una apuesta a la definición zontes y prácticas de conocimiento.'
de teoría pedagógica en plural: "Teorías pedagógicas y Esta definición nos coloca ante opciones de racionalidad y
educativas" conocimiento, ante distintas tradiciones de pensamiento, lo cual
Si toda propuesta educativa y pedagógica es la elaboración de conduce a comprender en plurál a las teorías pedagógicas, pues
sentidos, es decir, de una concepción de conocimiento, de reali- no existe una teoría pedagógica, en tanto que no es posible pensar
dad, de sujeto, por tanto no sólo reportamos que "el mundo es así, de una sola forma a las realidades complejas y cambiantes. De
o de tal u otra forma", sino que recreamos una especie de or- tal suerte que tendríamos que hablar de una tensión entre for-
denamiento de la realidad, de explicación y apropiación de dicho mas y lógicas de pensar las realidades en movimiento y los dis-
orden y caminamos a su posible confirmación o a una búsque- cursos producentes en torno a ellas.
da de su transformación. Así, los corpus explicativos y/o comprensivos de los procesos
educativos no son vistos como contenidos fijos, sino como ele-

232 233
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA HERRAMIENTAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

mentos categoriales, como lugares o puntos desde los cuales se Las perspectivas enunciadas en este hilo conductor, permi-
analiza y puede ser mirada a determinada escala, nivel o dimen- ten comprender tendencias, retos y opciones de construcción
sión de realidad, su complejidad y su reconstrucción articulada._ en cuanto a las prácticas teóricas del que hacer pedagógico y
educativo, ya sea desde marcos causales explicativos, o bien,
Tercer hilo. Las tensiones no resueltas entre teoría interpretativos —comprensivos, o existen otras opciones posibles
y práctica y la especificidad y estatus del conocimiento de entender las complejas realidades sociales y educativas, en
pedagógico y educativo. Falsos problemas desde una postura términos explicativos— interpretativos, en la ruptura con una fal-
epistémica distinta sa dicotomía entre teoría y práctica. Cabe señalar como referen-
En este momento de la argumentación, resulta necesario plan- cia que los aportes de Hábermas (1982) en cuanto a la relación
tear la comprensible insistencia por aclarar el estatus epistémico entre Conocimiento e interés, ha permitido abordar a distintos
de la pedagogía, como lo señala Hoyos: autores esta discusión desde una postura crítica.9

"la delimitación del objeto pedagógico queda muy difusa. Por un Cuarto hilo en tensión. El origen de la acción pedagógica
lado se plantea como "lo dado", y esto la orienta a una actividad y educativa como práctica social: infancia, escritura, formación,
meramente técnica. Por otro, la construcción de su objeto se le
colonización del pensamiento, institucionalización
dificulta epistémicamente por la poca tradición reflexiva que posee
del conocimiento, disciplinas del cuerpo y del poder
(excepción de la postura herbartiana) acerca de las condiciones
de posibilidad del conocimiento, y de su exacerbado pegoteo a Problematizar los procesos educativos implica comprender su
lo inmanente, a lo fáctico y lo inmediato". (Hoyos, 1992: 11) complejidad atravesando para ello las fronteras disciplinarias e
intentar comprender la articulación múltiple que posibilita que
En relación con lo expuesto, se plantea el problema de la dico- los sujetos nos apropiemos del mundo social y produzcamos
tomía entre teoría y práctica, pues se argumenta que se necesi- realidades políticas diversas.
tan de un sinnúmero de bagajes teóricos desde otros campos FI pensamiento complejo, como afirma Morin, "es un pen-
disciplinarios los cuales al parecer han logrado un estatuto de samiento que relaciona. Es el significado más cercano del tér-
"científicos", desde esta óptica es posible comprender la rela- mino complexus (lo que está tejido en conjunto). Esto quiere
ción que se establece entre psicología y pedagogía, la primera decir que en oposición al modo de pensar tradicional, que divide
dota de conocimientos "teóricos" y la segunda "los aplica" en el campo de los conocimientos en disciplinas atrincheradas y
situaciones de formación.8 clasificadas, el pensamiento complejo es un modo de religación".
Los problemas señalados tienen su origen, tanto en las con- (Vallejo, 1996:71)
cepciones de conocimiento y teoría de las que se parten, como La reflexión sobre la complejidad se vincula con los ámbitos
j
1 por las características del objeto o campo en discusión: el de las de interpretación de los procesos sociales ya que, en el "tejido
prácticas discursivas de la formación. en conjunto" de las prácticas'educativas y escolares, un ángulo
Claudia Pontón (2002) en su reflexión sobre la especificidad posible de análisis para su teorización es el que se refiere al de
teórica del campo educativo, ubica dicha discusión a partir del su origen de las prácticas discursivas que le han dado sustento y
análisis de tres perspectivas: la interdisciplinariedad, la teoría condición de existencia. En México Alfredo Furlan ha construido
crítica y la hermenéutica, se realiza un recorrido que sustenta una línea de reflexión teórica en este sentido, por lo que cons-
las ideas centrales de cada tendencia, intentando derivar sus tru y e los referentes en torno a las formas y prácticas sociales de
implicaciones en la comprensión de que la educación se ubica intervención de la pedagogía.
en el marco de las ciencias sociales y humanas.

234 235
L A NE( E SI L) A D DE LA PEDAGOGÍA HIRRAMIENTAS DEL PENSANIIENIO CRÍTICO

Las prácticas o artes del hacer (Certeaux, 2000) marcan hitos ¿existen otras formas de conocer y habitar el mundo? Preguntas
en la continuidad y transformación de éstas, de los sujetos porta- que se sustentan a través de la discusión en torno a otras
dores de ellas y de los discursos que les dan sentido en su epistemologías, a otras formas de conocimiento, pero no desde
historicidad. Me refiero a la inevitable relación de los discursos una visión que fija en términos de identidades predefinidas, sino
educativos con los sujetos sociales específicos, los cuales le permi- desde la perspectiva de la constitución de las sociedades, en
ten una práctica teorizante de sí misma corno disciplina de cono- este caso de los "practicantes del conocimiento", los niños, las
cimiento y como condición de su existencia social e histórica» mujeres y los hombres pertenecientes a los pueblos indígenas»
En este sentido, uno de los conceptos ordenadores que dan Carlos Lenkersdorf (2002) en su libro "Filosofar en clave to-
sentido al discurso pedagógico es su origen y relación con la jolabal", inicia con una crítica radical: "Filosofar en clave tojo-
infancia, ya sea como actor y como concepción, o bien, el víncu- labal es un tema fuera de lo común, porque no se suele hablar
lo con prácticas que advierten que el pedagogo y la pedagogía se de filosofar al referirse a los pueblos indígenas". (Lenkersdorf,
encuentran ligadas y cobran significación en múltiples acepciones 2002:7) La intención de utilizar estas nociones y categorías, como
a partir de esta noción de infancia» Véase en esta discusión las de filosofía, filosofar, conocimiento, realidad, memoria e his-
dos textos fundamentales: Popkewitz (1998a y b) "La conquista toria para comprender a los pueblos indios, son calificadas de
del alma infantil", y "Los discursos redentores de las ciencias de irreverentes y subversivas, pues al parecer les son negadas a los
la educación"; el trabajo "Infancia y poder" de Narodowski (1994). pueblos indios.
En cuanto a la institucionalización de las prácticas de cono- Existe una actitud y sentido de considerar a los indígenas, no
cimiento, control y disciplina, la obra de Foucault ha sido fun- como comunidades aisladas y lejanas, sino plantear que son
damental para esta comprensión, de los sentidos que cobran los sociedades complejas, son pueblos y naciones, con leguas y
espacios y los cuerpos en educación» Otros referentes en esta territorios propios, con historia y memoria, con conocimientos
misma dirección aunque desde distintas disciplinas, provienen y concepciones de mundo, con formas de comprender y cons-
del campo de la historia, como el reciente trabajo de Peter B rke truir realidades, es decir con formas de filosofar, —¿qué es enton-
(2002) "Historia social del conocimiento". ces el hacer filosofía?—, con formas de representar y actuar con
En cuanto a las formas coloniales del pensamiento y domi- argumentos, de demostrar y recrear el pensamiento objetivándose
nio ejercido por los medios de ocupación y transfiguración en distintas prácticas sociales, es decir, constituyen prácticas
identitaria, lingüística y social, como ha sido el contexto de teóricas de múltiples realidades.
nuestros países latinoamericanos y de nuestros pueblos origina- Ante tal arrebato y sentido de conocimiento, esta actitud es
rios; en donde encontramos medios pedagógicos directos en considerada como: un exceso, algo excéntrico y radical. O se
esta dominación, como lo es la esc:ritura, la apropiación y usos es calificado de "milenarista". Las concepciones sobre elemen-
de ella, procesos básicos señalados por Puiggrós (1995: 74 y tos de conocimiento, definidas para los indígenas como
79) a través de la descripción de "la escena fundante" y "¿adiós "cosmovisiones" y para los noindígenas referidas como "cien-
a la escritura?" cia y teoría". La afirmación anterior, está fuera del centro, de ahí
que resulte —excéntrica— porque se coloca fuera de lo hegemó-
Quinto hilo. Otras pedagogías: "practicantes nico lo que le permite mirar los límites, los contornos de los
del conocimiento" discursos de control y dominio, mirar la historia y a sus actores.
Emergencia de nuevas prácticas teóricas en el reconocimiento ' De ahí que sea un tema "fuera de lo común". También es radi-
de las sociedades indígenas en América Latina cal, porque toca el problema de fondo, desde su raíz, más no
Al establecer las preguntas: ¿existe una teoría para una realidad?, habla de esencialismos, sino de procesos.
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA HERRAMIENTAS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

Procesos y tejidos, del pensar reflexivo de las sociedades que les y educativas y, al mismo tiempo, generar una propuesta pe-
construyen otras visiones de mundo, nos coloca en términos de dagógica de potenciación del conocimiento y del pensar crítico
"acción, posibilidad, creación, claves, señales" que recrean una al impartir una asignatura obligatoria corno Teoría Pedagógica 1
mirada "interpretativa, discursiva, comprehensiva, en movimiento. y 2, durante los dos primeros semestres de la licenciatura en
Lenkersdorf propone, entre muchos de los indicios, huellas, Pedagogía.
señales y formas de acceder a formas de interpretar y construir Además de no caer en una repetición de contenidos y lógi-
formas de pensar otras epistemologías y por tanto de otras teo- cas de asignaturas corno Antropología Filosófica, Sociología de
rías pedagógicas y educativas: 1. Invertir la relación de conoci- la Educación, o bien en las de Filosofía o Historia de la Educa-
miento, colocar en las mismas coordenadas de conocimiento a ción, donde se realiza una suerte de recurrencias, ya sea en las
los pueblos indios y desde ahí indagar sobre nuestras propias asignaturas denominadas teoría de la educación o teoría peda-
condiciones de ser humanos. 2. Metodológicamente, invita a gógica, en torno a "los grandes pedagogos" cuya actividad no
dialogar ante el conocimiento y la relación de otredad desde un era la pedagogía.'' También se podría comenzar con la Pa ideia,
nosotros. 3. Construye una tesis central sobre pensamiento y len- o en el caso de Historia de la Educación en México, por el
guaje. 4. Una concepción diferente de naturaleza humana y Tepochcalli y el Calmecac de los mexicas y realizar un triple
educabi I idad: ser persona desde una memoria colectiva. salto mortal al Neoliberalismo en educación. También se sugie-
Hay una construcción y reconocimiento de la subversión de re como signo y acceso a la modernización, la introducción al
los saberes y conocimientos desde una y otra epistemología, campo de la capacitación y la informática, entendidas como "el
por ejemplo: conceptos como el de "trabajo" cobra otras di- movimiento y la perspectiva en el presente del campo educativo".
mensiones en la articulación de conocimiento en sociedades Además de que por su título: Teoría Pedagógica, se encuen-
distintas, así, los significados son múltiples: trabajar la milpa, es tra totalmente estigmatizada por los propios alumnos, como "mu-
decir, nuestra madre tierra, trabajar los santos (nuestros padres y cha teoría" "es pura teoría, después vamos a tener la de Prácticas
madres, católicos y de tradición, de el costumbre), el trabajo de la escolares", en donde se promete eso, tener una vinculación con
comunidad (de sustento, también político administrativo). Se "los problemas reales", mientras que la "Teoría es muy irreal,
entrecruzan, se constituyen en un mundo posible en religación, porque es muy abstracta...". O para rematar, en el pasillo cuan-
señalado por Morin, es decir en una religiosidad popular étnica. do llego a clases se escucha entre los alumnos: "iya llegó la de
Desde estas otras realidades, desde otras epistemologías, des- teoría...!" Evidentemente, de igual forma comentan los alum-
de otras formas de habitar el mundo, es posible confrontar la per- nos, cuando llega: "el o la de prácticas...".
cepción que de él hemos construido, por lo que es posible Problemas todos ellos que, paradójicamente, son producto
potenciar este saber crítico en la construcción de otras teorías pe- tanto de las propias teorías pedagógicas de los planes de estu-
dagógicas y educativas. dio y de las prácticas educativas de las que han sido objeto los
propios alumnos, como de las teorías pedagógicas que coexis-
¿Cómo construir un "atrapa sueños"? Entretejiendo su ten en un plan de estudios contradictorio, más que por una lucha
telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro de paradigmas y racional idades, por una adhesión, o sumatoria
Relatos de una práctica teórica en la experiencia de la forma- e incorporación de distintas perspectivas, por lo que las materias
ción del pensamiento crítico en educación." optativas, pueden ser o un refugio para diversos discursos o el
Una dificultad central en esta discusión es cómo plantear puente para una opción laboral más que formativa.
estos hilos y tensiones en el campo educativo y pedagógico para En este contexto es que los objetivos comprendidos en la
potenciar formas de pensar y comprender las realidades socia- asignatura de Teoría Pedagógica 1 y 2, consisten centralmente en:
L A NECESIDAD DF I A PEOACOGiA HERRAMIENTAS DEL PENSAMIEN10 CRÍTICO

Comprender las tensiones políticas, históricas y epistemoló- mismos y de "los otros", de sus relaciones comprendiendo formas
gic:as que conforman al campo educativo y pedagógico. posibles de construir realidades.
Construir herramientas de pensamiento crítico en el desarro- El inicio en la construcción de conceptos ordenadores, con
llo de las prácticas teóricas sobre el campo pedagógico y edu- el fin de elaborar herramientas de pensamiento, por lo que se
cativo a través de la comprensión de conceptos ordenadores inicia la discusión en el seminario de Teoría Pedagógica 1, con
como son: contextos, sujetos, prácticas y concepciones la construcción de cuatro conceptos básicos: Contextos, Suje-
Interpretar distintos procesos y proyectos educativos a través tos, Prácticas y Concepciones, a través de la objetivación de los
del uso de herramientas conceptuales desde sus perspectivas supuestos y de la ruptura de las prenociones que los propios
y racionalidades alumnos manejan sobre estos conceptos, los cuales son inter-
Reconocer las tensiones y dicotomías existentes entre la defi- pretados a partir de las siguientes dimensiones de análisis.
nición del conocimiento pedagógico y educativo, sus cons-
trucciones y capacidad de teorización a partir del sentido Contextos
"aplicado" o bien de la concepción de ciencia, discurso y Comprende la heterogeneidad de procesos que constituyen el
práctica teórica. accionar del presente, siguiendo a Zemelman (1987:20) "Debi-
Bosquejar el acercamiento a otras epistemologías como la de do a la heterogeneidad de los procesos que constituyen el pre-
las sociedades indígenas o de distintos movimientos y actores sente, corno segmento de realidad, supone un todo complejo,
sociales y contrastar con las formas de conocimiento y las teo- complejidad producida por las diferencias de estructura y sus
rías pedagógicas que se sustentan en un sujeto homogéneo parámetros específicos, tales como las escalas y ritmos tempo-
Construir estrategias pedagógicas de aproximación a otras for- rales, y las distribuciones en el espacio de cada proceso"
mas de pensar las realidades educativas y pedagógicas. Para dar contenido a esta concepción de apropiación del
presente para su teorización pedagógica se propone como pri-
La forma de plantear la discusión en términos de formas de pen- mer paso la situación de análisis de los contextos: internaciona-
sar y construir una práctica teórica sobre la educación y la pe- les, nacionales, locales, institucionales, educativos, a la que
dagogía bajo dos grandes ejes: el de la comprensión y el del denominamos objetivación de los procesos de la realidad com-
ejercicio de procesos de formación. pleja a través de una serie de experiencias colectivas en cuanto
Corno lo señala Teohaldo (2002),' hemos construido distin- al desarrollo de distintas expresiones gráficas, personales y por
tas estrategias de formación que se constituyen en "dispositi- equipos, a través de un intercambio analítico de formas de com-
vos" para un pensar crítico desde la práctica teórica en teoría prensión, en donde se proponen órdenes y desordenes, lógicas
pedagógica. A grandes rasgos describiré algunos de sus elemen- de sobreposición y de análisis de las particularidades. Se advier-
tos y fases de trabajo pedagógico en sí mismo. ten e indican graves ausencias, como por ejemplo, la falta de
Supuestos en torno al conocimiento y su construcción. En inclusión y comprensión de I js contextos rurales desde la vi-
todo momento los sujetos nos encontramos en un proceso activo sión de jóvenes y profesionales de la educación, básicamente
en la construcción de conocimiento. Parto de este supuesto bá- urbanos.
sico al plantear que la configuración social del pensamiento se
construye a través de procesos que se objetivan, es decir, se mani- Sujetos y procesos de historicidad
fiestan y constituyen a través de actividades y relaciones dentro Las concepciones en torno a los sujetos de la educación, con-
de espacios culturales configurados simbólicamente, en donde lleva a la comprensión de la constitución de los propios partici-
los sujetos interactúan, se relacionan y establecen supuestos de sí pantes del seminario como sujetos sociales y sujetos de la
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA HERRAMIENTAS DE!. PENSAMIENTO CRÍTICO

educación, en tanto que "el sujeto se vuelve lugar de lectura de saberes, tomando los términos educador y educando en un
la institución y de la sociedad que le dan identidad (...) por lo sentido amplio, refiriendo a todos los sujetos sociales que
que la idea de subjetividad es entendida más bien corno la enseñan y aprenden". (Puiggrós,1995:65)
interiorización que los sujetos hacen de su mundo circundante" Se introduce el problema de las concepciones sobre teoría y
(Ducoing y Landesmann, 1996: 21). Es decir los sujetos se cons- práctica, al comprender las nociones de contextos, sujetos,
tituyen en contextos, de ahí que la construcción previa sobre concepciones y prácticas. De ahí emerge el problema de la
este entramado de relaciones que configura tanto las concep- concepción de ciencia y de conocimiento científico, de cien-
ciones como la interpretación de los sujetos, en tanto sociales cias en plural y el estudio de la educación, las nociones de
por su inscripción a través de las relaciones de clase, género y discursos y racionalidades. Comprendidas éstas dos últimas,
condición étnica en procesos de historicidad. a partir de Buenfil (1993) y Giroux (1992).
Para la incorporación a un pensar histórico y de la historicidad Se establecen las preguntas: ¿Una teoría para una realidad?
como proceso se les solicita a los participantes que partan de ¿Existen otras formas de conocer y habitar el mundo? Preguntas
una fecha significativa, como lo es su nombre propio la propia que se sustentan a través de la discusión en torno a otras epis-
fecha de su nacimiento, por tanto acuden a la hemeroteca a temologías, a otras formas de conocimiento, pero no desde
localizar ese dato particular y ubicarlo en el acontecer de los una visión que fija en términos de identidades predefinidas,
hechos sociales notificados en los periódicos de ese momento. sino desde la perspectiva de la constitución de las socieda-
Posteriormente elaboran cronologías personales de su trayecto des, en este caso de los "practicantes del conocimiento", los
de vida y formativo, así como cronologías colectivas, compren- niños, las mujeres y los hombres pertenecientes a los pueblos
diendo los procesos compartido al reconstruir los contextos i ncl ígenas.17
políticos y educativos, de carácter internacional, nacional, lo- Herramientas para la discusión de las racionalidades y de
cal e institucional que los acompañan en sus propias historias las perspectivas en los campos pedagógico y educativo por lo
sociales. que se realiza un ejercicio de revisión y análisis de los pla-
nes de estudio de pedagogía, de ciencias de la educación o
Prácticas y concepciones ámbitos específicos que son objeto de profesionalización
Una vez delimitados y comprendidos los conceptos ordenado- en el campo educativo y pedagógico. Tomando como base
res de contextos y sujetos, se vincula a la discusión aquellos el texto de Alfredo Furlan (1995) sobre "La pedagogía en las
referidos a las prácticas y concepciones, los cuales se encuentra Universidades" repensando las tradiciones teóricas y los sen-
íntimamente entretejidos con los primeros. tidos de las racionales, comprendiendo el carácter que co-
Por lo breve de este espacio, solamente enumeraré algunas bra la práctica teórica del quehacer educativo y pedagógico
de los plintos de discusión al interior de este seminario. y los retos para una teoría pedagógica de la enseñanza de la
A partir de la discusión sobre los sujetos se retoma el proble- propia pedagogía.
ma de la construcción de categorías para el análisis de los
procesos educativos y pedagógicos, por lo que se construyen Las metáforas de! atrapa sueños en la construcción de las
las definiciones de sujeto pedagógico, sujeto educativo, suje- prácticas teóricas en el campo pedagógico y educativo
to escolar, frente a la de sujetos sociales. Esto es posible a Como recuento final es necesario reconocer la coexistencia entre
partir de la definición que aporta Adriana Puiggrós en torno paradigmas de pensamiento (Pontón, 2000 y Erickson,1989), pero
al sujeto pedagógico: "al cual definimos como las múltiples ante la aceleración de las formas capitalista de explotación, la
articulaciones posibles entre el educador, el educando y los metonimia entre producción y mercado, surgen con nuevos ros-
HERR ANsIENTAS DEt PENSAMIENTO CRÍTICO
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOG

BIBLIOGRAFÍA
tros las tradiciones de pensamiento que M. Apple (2002) señala
como cuatro grandes tendencias: neoliberales, neoconserva- Alba, Alicia de (1985). Teoría pedagógica, lecturas introductorias (antología).
dores, populistas autoritarios y nueva clase media ejecutiva y México. CESU-UNAM.
profesional. Alexander, Jeffrey (1987). Las teorías sociológicas desde la segunda guerra mun-
Además, ante la "Ensalada neoliberal" que enuncia Puiggrós dial. Análisis multidimensional. España: Gedisa.
en el contexto educativo latinoamericano, que al constituirse Apple, Michel (2001). Educar como dios manda. Mercados, niveles, religión y
de prácticas discursivas heterogéneas histórica y socialmente, a desigualdad. Barcelona: Paidos.
través de conceptos corno: calidad, producción, mercado, cliente, Bartomeu, Monserrat, Irma Juárez, Fernando Juárez, Héctor Santiago (Coords.)
bonos o vales educativos, eficiencia, alto rendimiento y compe- (1995). En nombre de la pedagogía. México: UPN
tencias, ya sea de aprendizaje o en el sentido de libre mercado: Bernstein, Basil (1994). La estructura del discurso pedagógico. Barcelona: Morata.
competitividad. Buenfil, Rosa N iclia (1992). Apuntes para el Seminario Análisis Político del Dis-
La "ensalada neoliberal" carece de corpus conceptual, utili- curso. Septiembre, Buenos Aires: (mimeo).
za y echa mano de todo, así podemos hablar de una educación (1993). Análisis del discurso y educación. México: Departamento de
Investigaciones Educativas (DIO, CINVESTAV-IPN.
para la paz y los derechos humanos y, al mismo tiempo, se in-
(1996). Revolución Mexicana, mística y educación. México: De To-
troducen la idea de la oferta y demanda educativa, lo que conlle- rres y Asociados.
va a su inevitable privatización ante una condición de lo público (1997). "Filosofía de la educación, posmodernidad y modernización
estatal más débil y restringido. Por tanto funciona como fórmula educativa". En: La Vasija. (1). Dic 97-mar 98. México: La Vasija, A.C.
discursiva que se instala como corpus teórico no sólo de la pe- Burke, Peter (2002). Historia social del conocimiento. España: Paidós.
dagogía, sino de toda acción educativa, mostrando su eficien- Cantoral, Sandra (2000). La identidad cultural en la educación básica. Un estu-
cia, "desarticulando y reduciendo los términos pedagógicos a dio de la constitución de la conciencia. México: UPN
la lógica de la economía de mercado". (Puiggrós, 1995:48) Carr W. y S. Kern misis (1988). Teoría critica de la enseñanza. Barcelona: Martínez
Aceptar el reto de comprender a la teoría pedagógica como Roca.
espacio de construcción de un pensamiento crítico en educa- Castoriadis, Cornelius (2001). Figuras de lo Pensable. (Las encrucijadas del la-
ción, implica entender y afrontar el desafío de la elaboración de berinto VI). Argentina: Fondo de Cultura a Económica.
propuestas pedagógicas en la construcción de mundos posibles Casares, Julio (1992). Diccionario ideológico de la lengua española. España:
y de imaginarios radicales (Castoriadis). Gustavo C; i I i
En este sentido, la función de la metáfora del "atrapa sueños", Certeau, Michel de (2000). La invención de lo cotidiano. 1. Artes de Hacer.
México: UIA-ITESO
pues los hilos, la urdimbre, la trama de relaciones expuestas, con-
ducen al problema de las visiones distintas que brinden la op- Corominas, J. (1987). Breve historia etimológica de la lengua castellana. Espa-
ña: Credos.
ción de ser incluidas y reconocidas como otras epistemologías,
Díaz Barriga, Ángel (1995). "Pedagogía :tiendas de la educación". En: Bartomeu,
como otras formas de habitar el mundo, "en el buen uso de las M. et al. (Coords). En nombre de la pedagogía. México: uPN, p. 47-66.
ideas, de los sueños y de las visiones", entonces la telaraña atrapa- Ducoing Watty, Patricia (1990). La pedagogía en la Universidad de México 1881-
rá aquellas que construyan un mundo donde quepamos todos y, 1954. Tomo I. México: CESU-UNAM. •
aquellas en donde la exclusión sea el signo, se escaparán de y M. Landesmann (coords.) (1996). Sujetos de la Educación y Forma-
nuestro horizonte. ción Docente. La investigación Educativa en los años ochenta perspectivas para
los noventa. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa (cOMIE).
Y J. A. Serrano (1996). "La investigación de los maestros. Una aproxi-
mación a su estudio". En: Revista Mexicana de investigación Educativa. I (1).
I A NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA HERRAMIENTAS DEL PENSAmIENTO CRÍTICO

Enero-junio. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE). p. Vallejo, Nelson (1996). "El pensamiento complejo contra el pensamiento úni-
88-96. co. Entrevista con Edgar Morin". En: Sociología y política, Nueva época, año IV.
Erickson, Erederic:k (1989). "Métodos cualitativos de investigación de la ense- (8). México. Universidad Iberoamericana. p.71-89.
ñanza". En: Wittrock, Merlin (comp.). La investigación de la enseñanza. T. II. Zemelman, Hugo (1987). Conocimiento y sujetos sociales. Contribución al es-
Barcelona: Paidós. p. 195-302. tudio del presente. México: Colegio de México.
'l udan, Alfredo (1995). La enseñanza de la pedagogía en las universidades. Pa- (1990). De la historia a la política. La experiencia en América Latina.
norama. México: Comités interinstitucionales para la evaluación de la educa- México: S. XXI.
ción superior.
(1998). Crítica, epistemología y educación, En: Revista de Tecnología
(1995). "Memoria, potencial de construcción, apuesta". En: Bartomeu, 1 Educativa. Vol. XIII, No. 2. Santiago, Chile: Organización de los Estados Ameri-
M. et al. (Coords). En nombre de la pedagogía. México: UPN, pp. 25-35. canos (OEA), Departamento de Asuntos Educativos.
Giddens, Anthony (1991). La teoría social hoy. México: crvcA/ Alianza Editorial.
Giroux, Henry (1992). Teoría y resistencia en educación. México: Siglo XXI,
CESU-UNAM.
Hobsbawm, Eric y T. Ranger (Edits.) (1983). The invention of tradition. London:
Cambridge University Press. (Traducción de Aceves, Jorge, rnimeo -( s/d). NOTAS
Habermas, J. (1982). Conocimiento e interés. Madrid: Taurus.
Conocí "el atrapa sueños" en 1111 intercambio con la Universidad de Albur-
Hoyos, Carlos Ángel (1992). Epistemología y objeto pedagógico. México: CESU- querque, Nuevo México, durante esa estancia asistí a comunidades de la sociedad
UNAM. indígena denominadas "Indios Pueblo" a la región autonómica de Acorne, aun-
Lenkersdorf, Carlos (2002). Filosofar en clave tojolabal. México: Miguel Ángel que he tenido contacto por distintos proyecto de investigación con la región del
Porrua. noroeste Mexicano, en particular con Mayos de Sinaloa, su vinculo histórico y
cultural se establece con las sociedades indígenas de esta amplia región. Así "la
(1998). Conceptos, Cosmovisiones. México: UNAM-CIIC.
concepción del atrapa sueños, es una aproximación a una manera de interpretar
(1996). Los hombres verdaderos. Voces y testimonios tojolabales. Méxi- y conocer la realidad y por tanto de estar en ella. El texto original se puede
CO: Siglo XXI-UNAM. consultar en la página http://personal.readysoft.es/jmcasasempere/twoframes.htm .
Narodowski, Mariano (1994). Infancia y Poder. La Conformación de la Pedago- La síntesis de dicho texto, para esta exposición, es responsabilidad mía.
gía Moderna. Argentina: Aiout. 2 La discusión en torno a la teoría pedagógica, a la especificidad y carácter del
Noyola, Gabriela (2000). Modernidad, disciplina y educación. México: UPN conocimiento producido por la pedagogía y en el campo educativo en México,
ha sido ampliamente trabajada por distintos autores: A. Alba de (1985), S. Arria-
Pasillas, M. A. (1885). "La legitimación del ideal educativo". En: BARTOMEAU, M. ran (2001), A. Díaz Barriga (1995), M. Bartomeu, et al. (1995), R. Buenfi I (1992,
et al. (Coords). En nombre de la pedagogía. México: UPN, pp. 121-144. 1993, 1996 y 1997), P. Ducoing (1990) P. Ducoing y M. Landesmann (1996), P.
Ponton, Claudia 13. (2002). "Interdisciplinariedad, teoría, crítica y hermenéuti- Ducoing y J.A. Serrano (1996), A. Furlan (1995), C.A. I loyos (1992), G. Noyola
ca: perspectivas de investigación en México". En: Piña, J M y C. Pontón (coords) (2000), M. Pasillas (1995), C. Pontón (2002) H. Santigo (s/d ), entre otros autores.
(2002). Cultura y procesos educativos. México: Plaza y Valdez, CESO-uNAm 3 El clásico problema de la ideología, pero no el sentido de falsa conciencia,
Popkewitz S. Thomas (1994), Sociología política de las Reformas Educativas. El sino en la ubicuidad en el mundo social y político.
poder/ saber en la enseñanza, la formación del profesorado y la investigación. 4 Texto ubicado por medios electrónicos;:se titula Antropología de la libertad(s/d).
Barcelona: Morata.
5 Señalo a lo largo de este escrito, la relación y diferencia en torno a lo educa-
(1998a). La conquista del alma infantil. Política de escolarización y tivo y pedagógico, pues las dimensiones permiten comprender estos límites de
construcción del nuevo docente. Barcelona: Pomares-Corredor - CESU-UNAM. constitución de sujetos y racionalidades, sobre todo con la intención precisa-
(1998b). Los discursos redentores de las ciencias de la educación. mente de construir procesos y herramientas para teorizar y delimitar los cam-
Sevilla: Crafidós (Morón). pos, en tanto que lo pedagógico se expresa en las prácticas discursivas de
formación, el ámbito educativo conlleva a procesos y niveles de realidad más
Pu iggrós Adriana (1995). Volver a educar. El desafío de la enseñanza, Argentina
amplios, sobre todo en la acción de sujetos colectivos, esto lo desarrollo en el
a finales del siglo XX. Buenos Aires: Ariel.
apartado próximo.
LA NECESIDAD DE LA PEDAGOGÍA

6 Selene Ruíz Lager, profesora de la Escuela f lerminio Almendros, a quien agra-


dezco su motivación a través de sus reflexiones sustentadas todas ellas, al pre-
sentar "su plan anual de trabajo", tal impulso me sirvió para poder escribir esta
ponencia.
7 Parto de esta definición de Teoría Pedagógica ubicándola en el ejercicio de la
Formación, mientras que, como ya lo señalé, el ámbito de las Teorías Educativas
lo centro en los procesos socio-históricos que involucran a sujetos colectivos en La vida cotidiana de la enseñanza
distinta escala de realidad, ambas están implicadas pero no son equivalentes en
el ámbito discursivo.
de la teoría pedagógica
8 Cfr. Carr y Kemmis; (1988). Teoría critica de la enseñanza. La discusión que como una ciencia normal
establecen en torno a la forma en que se concibe la relación entre teoría y Rubén Altamirano Contreras*
práctica, señala una racionalidad epistémica.
9 Me refiero a falsas discusiones y derivaciones como equivalencias no funda-
mentadas entre práctica y técnica, conocimiento y ciencia, discurso y práctica,
a partir de las cual se genera la dicotomía entre teoría y práctica.
1O Esta perspectiva del análisis de las prácticas y sujetos fundantes del discurso I paso que he tenido por varias univer-
pedagógico, es una opción de comprensión y teorización del campo educativo,
lo que genera la tensión entre prácticas discursiva y paradigmas científicos, co- sidades en el Valle de México, en un
locándose la discusión en término de las prácticas discursivas en coordenadas
histórico políticas, más que en corpus científicos acotados, en donde la noción
de ciencia se incluiría como una forma particular de práctica discursiva.
E acercamiento a la materia Teoría peda-
gógica; me ha permitido observar algu-
nas deficiencias en cuanto a su proceso
11 Cfr. S. Cantoral (2000), en las reflexiones desde una perspectiva político filo-
sófica toca el eje artic:ulaclor de la infancia en la identidad cultural en la educa- curricular (desde la elaboración de programas, la
ción básica. interpretación del docente hasta la ejecución del
12 Véase el trabajo de G. Noyola (2000) respecto a las prácticas disciplinarias mismo en el aula). Si bien es cierto que gracias a
en educación. libertad de cátedra se pueden esquivar estos esco-
13 Resulta sugerente la aproximación que desde la hermenéutica ha construido llos. También suele suceder que la institución o el
S. Arriarán (2001) mismo profesor sigan al pie de la letra el programa
14 Este apartado es producto de mi experiencia en las asignaturas de Teoría de estudios. Programas que sin hacerles una lectu-
Pedagógica 1 y 2 en la carrera de Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras ra exhaustiva nos revelan sus deficiencias; convir-
de la IJNAM.
tiendo la misma enseñanza en una ciencia normal.
15 Los siguientes comentarios son producto de la ironía, pues las metáforas se Se ha convertido en un lugar común que los
me han agotado, brindo disculpas de antemano.
docentes consideren que la problemática en la asig-
16 Conferencia y taller impartido en la Universidad Pedagógica Nacional, octu-
bre de 2002. natura Teoría pedagógica no ha variado en los últi-
17 Elementos argumentativos ya planteados en el quito hilo de discusión. mos años y que, -en consecuencia, no es necesaria
alguna modificación. Otros docentes terminan pre-
sentando un programa muy similar al de una ma-
teria más de la Historia de la educación o parte de
la Pedagogía comparada; por lo que se presentan

Profesor de educación primaria, catedrático del Colegio de


Pedagogía (suA) de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

248

Potrebbero piacerti anche