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4º JUZGADO DE FAMILIA - Sede Cumbe Mayo

EXPEDIENTE N° : 00588-2016-0-0601-JR-FC-03
MATERIA : ADOPCION
JUEZ : CABANILLAS QUEVEDO, CLAUDIA
ESPECIALISTA: DAVILA SEVILLANO GIOVANNY ELIZABETH
CURADOR : BARDALES BECERRA, KARINA KAROL
MINISTERIO PUBLICO : TERCERA FISCALIA CIVIL Y DE FAMILIA
DEMANDADO : PANDURO MANUYAMA, LIZ
VASQUEZ HUAMAN, SANTOS JAIME
DEMANDANTE : INTOR RIOS, FLAVIO

SENTENCIA N° 046-2018

RESOLUCION NÚMERO DIECISEIS.-


Cajamarca, dos de julio
Del año dos mil dieciocho.-

I. ANTECEDENTES:
ARGUMENTOS EXPUESTOS EN LA DEMANDA:
1. El demandante Flavio Intor Ríos, mediante escrito de fecha 02 de marzo de 2016, demanda la
adopción por excepción, respecto del menor Calo Manuel Vásquez Panduro, y la dirige contra
el señor Santos Jaime Vásquez Huamán de quien desconoce su domicilio por lo que solicita
sea emplazado por edictos, asimismo, contra la señora Liz Panduro Manuyama quien
interviene en el presente proceso para prestar su consentimiento y aceptación.
2. Alega que, producto de la relación sentimental entre el señor Santos Jaime Vásquez Huamán
y la señora Liz Panduro Manuyama, procrearon al menor Calo Manuel Vásquez Panduro de
07 años de edad; y que desde su nacimiento ha vivido únicamente con su madre.
3. Argumenta que, desde el año 2011, el demandante, conoció a la señora Liz Panduro
Manuyama con quien inició una relación sentimental, pero a partir del año 2012 decidieron
iniciar una relación convivencial, formando una familia y asumiendo desde ese año una
relación de padre a hijo con el menor Calo Manuel Vásquez Panduro, quien tenía 3 años,
brindándole amor, cariño y protección que todo niño merece, sentimientos que afloraron
naturalmente desde que lo conoció, es por ello que al único que reconoce como padre es al
demandante, pues el padre biológico nunca se ocupó de él.
ARGUMENTOS EXPUESTOS EN LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDADA LIZ PANDURO
MANUYAMA
4. La demandada Liz Panduro Manuyama, mediante escrito de fecha 25 de abril de 2016, se
apersona al proceso, alegando que, efectivamente tiene una relación de convivencia con el
demandante desde el año 2012 y desde esa fecha ha asumido el rol de padre de su menor
hijo Calo Manuel Vásquez Panduro de 07 años de edad, brindándole, amor, cariño y
protección y su menor hijo lo reconoce como padre, pues tal como se señala en la demanda el
padre biológico jamás se hizo responsable ni económicamente, ni moralmente.
ARGUMENTOS EXPUESTOS EN LA CONTESTACION DE LA CURADORA PROCESAL DEL
DEMANDADO SANTOS JAIME VÁSQUEZ HUAMAN
5. La curadora procesal, contesta la demanda y alega que, en el presente caso el accionante
solicita la adopción del menor indicado, quien a la fecha tiene 08 años de edad, quien es hijo

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biológico de Liz Panduro Manuyama-conviviente del demandante-, con quien tiene una
relación de convivencia desde el año 2012 (tal como señala en el fundamento segundo de la
demanda), conforme se acredita en los anexos 1-H, 1-J, indicando que el actor ha venido
comportándose como padre, pues ha asumido los gastos educativos del menor, por lo que el
requisito exigido en el artículo 128ª inciso C del Código de los Niños y Adolescentes, sí se
cumple, por cuanto a la fecha han transcurrido más de dos años desde el prohijamiento con el
menor.
6. Argumenta que atendiendo a que en el presente proceso se busca tutelar el interés superior
del niño y adolecente de conformidad con el artículo 3º de la Convención sobre los Derechos
del Niño se puede interpretar que en toda decisión que adopte la judicatura deberá ser
ejecutada teniendo en consideración los derechos y los interés del niño a fin de que no se
vean afectados o perjudicados.
7. Asimismo que es notoria la intención del demandante en obtener la adopción del menor
indicado, pues conforme se indica literalmente en la demanda, nos lleva la conclusión que el
requisito previsto en el literal 1 del artículo 378º del Código Civil, si se cumple, no obstante
deja a criterio del juzgado la presentación de documentos consistentes en: certificado de
convivencia, informes sociales y los credenciales de la situación económica y adecuada para
el menor.
ACTUACIONES PROCESALES RELEVANTES:
8. La demanda fue admitida por resolución número dos de fecha 04 de abril de 2016 ,
posteriormente, mediante resolución número tres de fecha 25 de abril de 2016, se tiene por
contestada la demanda por parte de Liz Panduro Manuyama, luego, mediante resolución
número cinco de fecha 21 de julio de 2016, se resuelve nombrar curador procesal a favor del
demandado Santos Jaime Vásquez Huamán a la abogada Karina Karol Bardales Becerra,
quien contesta la demanda y mediante resolución número siete de fecha 08 de marzo de
2017, se tiene por contestada la demanda y se fija fecha para la audiencia única, la misma que
se llevó a cabo el día 22 de mayo de 2017, conforme al acta que obra del folio 124 a 128, en la
que se declara el saneamiento del proceso y se fijan los siguientes puntos controvertidos “a) si
conforme a los hechos alegados por el actor, se da el supuesto previsto en los incisos b) y c)
del artículo 128º del Código de los Niños y Adolescentes para que el demandante pueda
adoptar al menor Calo Manuel Vásquez Panduro, b) si el actor ha cumplido o no con los
requisitos que establece la norma para la adopción requerida, y c) La idoneidad del
demandante para asumir la paternidad adoptiva del menor Calo Manuel Vásquez Panduro;
asimismo, se admitieron y actuaron los medios probatorios ofrecidos por las partes procesales;
y se dispuso la continuación de la audiencia a fin de actuarse los medios probatorios
ordenados de oficio; la misma que se llevó a cabo el día 28 de junio de 2017, conforme al acta
que obra del folio 142 a 153, donde se comunica a las partes que el proceso se encuentra
expedito para ser sentenciado previa vista fiscal;
9. Posteriormente mediante escrito de fecha 20 de octubre de 2017, que obra del folio 196 a 203
la Tercera Fiscalía de Familia, emite el Dictamen Nº 128-2017-MP-TFPF-T; y por resolución

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número quince se dispone poner los autos a despacho para emitir la resolución
correspondiente; por lo que el estado del proceso es el de expedir sentencia, en los siguientes
términos.
II. CONSIDERACIONES:
PRIMERA: La adopción, conforme a la doctrina comparada, “es una institución cuya finalidad es
dar una familia a quien ya no la tenga o a quien no la haya tenido nunca (hijo de padres
desconocidos), constituye la familia civil en comparación a la natural” (Ver: Francesco Messineo.
Manual de Derecho Civil y Comercial. T. III p. 163 y ss). La adopción se configura como un
instrumento de integración familiar mediante la completa ruptura del vínculo jurídico que el
adoptado mantenía con su familia y la creación ope legis de una relación de filiación. (Véase: Luis
Díez-Picazo y Antonio Gullón. 2001. Sistema de Derecho Civil Volumen IV. 8ava Ed. Madrid.
Editorial Tecnos, p. 282). En la doctrina nacional, la adopción se entiende como una institución
tutelar del Derecho de Familia mediante la cual una persona adquiere de otra la calidad de hijo a
pesar de carecer de vínculos sanguíneos con ella. De esta manera, la ley crea una relación
paterna filial plena entre adoptante y adoptado quien deja de pertenecer a su familia biológica y
pasa a ser parte de su nueva familia con todos los derechos que como hijo le corresponden.
(Véase: Enrique Varsi. 2003. El Código Civil comentado. T. II. Editorial Gaceta Jurídica. p. 724). De
otro lado, la doctrina señala: “es la institución del ordenamiento jurídico que permite dar una
familia a menores que no la tienen. Es la ficción creada por el derecho para equiparar los lazos
que se crean entre la familia biológica y la adoptiva. Con independencia del tipo de adopción que
se acoja y del vínculo o no de parentesco que pueda existir entre adoptantes y adoptados, lo
importante es hacer prevalecer, en cada caso, el respeto al interés superior de la infancia,
consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño”.
SEGUNDA: El artículo 115º del Código de los Niños y Adolescentes prescribe que: “La adopción
es una medida de protección al niño y adolescente por la cual bajo vigilancia del Estado, se
establece de manera irrevocable la relación paterno-filial entre personas que no la tienen por
naturaleza”. En consecuencia el adoptado adquiere la calidad de hijo del adoptante y deja de
pertenecer a la familia consanguínea”, en ese mismo sentido, en nuestro sistema de derecho civil
la adopción está regulada como una fuente del parentesco, así lo dispone el artículo 238° del
Código Civil, al prescribir que “la adopción es fuente de parentesco dentro de los alcances de esta
institución”, y está definida por el artículo 377° del Código ya mencionado como una forma de
filiación mediante la cual “el adoptado adquiere la calidad de hijo del adoptante y deja de
pertenecer a su familia consanguínea”.
TERCERA: El artículo 128º del Código de Niños y Adolescentes, establece que “En vía de
excepción, podrán iniciar acción judicial de adopción ante el Juez especializado, inclusive sin que
medie declaración de estado de abandono del niño o del adolescente, los peticionarios siguientes:
a) El que posea vínculo matrimonial con el padre o madre del niño o el adolescente por adoptar.
En este caso el niño o adolescente mantienen los vínculos de filiación con el padre o madre
biológicos; b) El que posea vínculo de parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad con el niño o adolescente pasible de adopción; y c) El que ha prohijado o

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convivido con el niño o el adolescente por adoptar, durante un período no menor de dos años”.
Debe indicarse que el mencionado artículo ha sido modificado por el Decreto Legislativo 1297,
publicado el 30 de diciembre de 2016, entrando en vigencia desde el domingo 11 de febrero de
2018, con la emisión del Decreto Supremo 001-2018-MIMP; retirando el literal c) del artículo; es
decir, a partir del 11 de febrero de 2018, el supuesto del prohijamiento ha sido derogado; sin
embargo, teniendo en cuenta lo dispuesto en el Artículo 103° de la Constitución Política del Perú
“(…) La ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las relaciones y
situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo, en ambos
supuestos, en materia penal cuando favorece al reo. La ley se deroga sólo por otra ley. (…)” , se
debe resolver conforme a la norma sin modificación.
CUARTA: Lo antes expuesto, nos permite concluir que la adopción es un mecanismo de
integración familiar mediante el cual una persona acoge como hijo propio a alguien que no lo es
biológicamente. La adopción es una fuente de filiación, su finalidad es dar una familia a quien ya
no la tenga o a quien no la haya tenido nunca, tiene carácter público, extintivo y constitutivo, pues
tiene relevancia jurídica desde su declaración judicial y en ese sentido, no es un acto jurídico entre
adoptante y adoptado sino una declaración de autoridad judicial o administrativa mediante la que
se extingue la filiación biológica del adoptado y simultáneamente a la vez se constituye una nueva
filiación entre éste y el adoptante. En el sentido antes mencionado, se puede decir que quien
solicita la declaración judicial de adopción debe reunir los requisitos generales antes mencionados,
así como los requisitos especiales previstos por el artículo 128°: - acreditar el vínculo matrimonial
con alguno de los progenitores del adoptado, - el vínculo de parentesco, -de prohijamiento o – el
vínculo de convivencia con el menor.
QUINTA: El prohijamiento, también llamado pre-adoptabilidad, es una situación familiar de hecho
en la que una persona funge de padre o madre, sin serlo legalmente, cumpliendo con los deberes
propios de una relación paterno-filial. Vivir, criar y mantener integralmente a un niño sin tener la
obligación de hacerlo, determina el denominado prohijamiento y se demuestra con la posesión
constante de estado de familia. Esta institución tiene una importancia fundamental en la adopción
por excepción. (Enrique Varsi Rospigliosi. 2013. Tratado de Derecho de Familia. T. IV. 1era Ed.
Lima. Gaceta Jurídica Editores. p. 553).
El hecho de vivir, criar y mantener integralmente a un niño sin tener la obligación de hacerlo, tiene
como sustento factico la relación personal y afectiva que se establece entre el menor y la familia
que lo acoge como hijo, entonces, ésta relación personal y afectiva es el verdadero sustento por el
cual el prohijamiento habilita la adopción por excepción, en ese sentido, la autoridad judicial al
declarar la adopción o el acogimiento familiar no hace más que reconocer y dar contenido jurídico
a dicha relación.
SEXTA: El artículo 12° de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por la Asamblea
de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, ratificada por el Estado peruano mediante
resolución legislativa No. 25278 del 03 de agosto de 1990 y publicada en el diario oficial El
Peruano el 04 de agosto de 1990 reconoce la libertad de opinión de los menores al disponer que
“los Estados partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el

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derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose
debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”.
La norma antes descrita ha sido incorporada y desarrollada por nuestro sistema jurídico en el
artículo 9° del Código de los Niños y Adolescentes -Ley 27337- el cual prescribe que “el niño y
adolescente que estuviese en condiciones de formarse sus propios juicios tendrá derecho a
expresar su opinión libremente en todos los asuntos que les afecten y por los medios que elijan,
incluida la objeción de conciencia, y a que se tenga en cuenta sus opiniones en función de su
edad y madurez”. La obligación impuesta por la convención, se ha adoptado en el artículo 85° de
la Ley 27337, al establecerse que “El juez especializado debe escuchar la opinión del niño y tomar
en cuenta la del adolescente”. Este es un deber imperativo que no se limita a los procesos de
tenencia, como podría malentenderse de una lectura aislada de dicha norma, sino que abarca a
todos los procesos: judiciales o extrajudiciales, en los que estén en discusión derechos de
menores.
SÉPTIMA: Sobre el deber imperativo del Juzgador de escuchar al menor, cabe la pregunta
siguiente ¿a partir de qué edad hay que escuchar al niño?, la doctrina no es uniforme, sin
embargo, la doctrina mayoritaria [Véase Andrés Gil Domínguez y otros en Derecho Constitucional
de Familia T. I, Edt. Ediar, Buenos Aires 2006, p. 576 y ss] se orienta a que no cabe imponer una
edad mínima a partir de la cual resulte obligatorio escuchar directamente al niño, en tanto éste
será siempre un parámetro menos significativo que la comprobación del desarrollo y la madurez
psíquica, emocional e intelectual del niño en cada caso en concreto, determinación que
evidentemente quedará reservada a la decisión fundada del magistrado.
Conforme a lo expuesto, el deber del Juez de Familia de escuchar la opinión del menor será
imperativo siempre que éste cuente con la edad y madurez física y emocional que le permita
formarse un juicio propio o su propia opinión que según la psicología evolutiva, es “la etapa de la
inteligencia intuitiva, posterior al desarrollo del lenguaje, de los sentimientos interindividuales,
espontáneos y de las relaciones sociales de sumisión al adulto; denominada de la primera infancia
y que se extiende de los dos a los siete años” (Véase. Véase Andrés Gil Domínguez y otros en
obra citada p. 542). No obstante, si a criterio del Juez el menor entre dos y siete años tiene la
madurez y edad suficiente para emitir su propia opinión, pero a pesar de ello no ha desarrollado la
habilidad del lenguaje y la comunicación fluida, deberá disponer su participación gradual en la
audiencia con la ayuda de profesionales capacitados para interpretar adecuadamente lo que el
niño expresa. En el presente caso, se ha procedido a escuchar al menor, conforme se aprecia de
la declaración tomada en la continuación de audiencia, cuya acta figura del folio 148 a 153, quien
no necesitó de ayuda de profesionales, toda vez que había desarrollado habilidad en el lenguaje
que permitió recepcionar su declaración.
OCTAVA: Analizando el presente caso, corresponde determinar la procedencia de la Adopción por
excepción, tal como lo prescribe el inciso c) del artículo 128 del Código de los Niños y
Adolescentes, en ese sentido, se tiene que el demandante, Flavio Intor Ríos y su conviviente- Liz
Panduro Manuyama (madre biológica del menor) a la fecha tienen bajo su cuidado y protección al
menor Calo Manuel Vásquez Panduro, debido a que, Santos Jaime Vásquez Huamán - padre

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biológico del menor- jamás se hizo responsable del niño ni económicamente, ni moralmente, por
tanto fue la madre quien únicamente se hizo cargo de él desde su nacimiento, y desde el año 2012
inició una relación convivencial con el demandante, cuando el niño tenía aproximadamente 3 años
de edad, y desde entonces fue el demandante, quien asumió el rol de padre de su menor hijo, tal
como lo ha señalado el demandante y corroborado por la propia demandada, en su escrito de
contestación de folios 52 a 54. En consecuencia, a la fecha han transcurrido aproximadamente
más de seis años, es decir más que el tiempo requerido por el inciso c) del artículo 128 del Código
delos Niños y Adolescente, verificándose de este modo que se ha cumplido con éste requisito.
NOVENA: Respecto a la idoneidad del demandante para asumir la paternidad adoptiva del menor
Calo Manuel, se aprecia lo siguiente: a) Respecto a la solvencia económica del demandante, la
misma que se encuentra acreditada con la declaración jurada obrante a folios 41, mediante el cual
ha sostenido que es ingeniero civil y percibe un ingreso mensual de cinco mil soles mensuales
aproximadamente, además que se encuentra trabajando como consultor para la Universidad
Nacional de Cajamarca, conforme al contrato que se adjunta del folio 32 a 37 y realiza otros
trabajos en su condición de ingeniero, tal como consta del contrato obrante del folio 163 a 167, b)
respecto a la solvencia moral del demandante, éste no cuenta con antecedentes penales,
judiciales, ni policiales, tal como se acredita con los certificados que obran en los folios 09, 38 y
40, respectivamente; de otro lado, el demandante goza de buena salud, conforme al certificado
Médico N° 0048052 expedido por la médico internista Mulady Ruiz Cotrina obrante en el folio 18,
en consecuencia, se puede concluir que goza de solvencia moral. c) Respecto a la idoneidad
para la crianza del menor Calo Manuel Vásquez Panduro; también se encuentra acreditada con
el Certificado de salud mental expedido por el Hospital Regional de Cajamarca obrante en el folio
17, practicado al demandante, en el cual se concluye que “el demandante no evidencia
indicadores significativos de psicopatología mental y del comportamiento, no presenta indicadores
de compromiso orgánico cerebral”, asimismo, del informe psicológico practicado por la psicóloga
de esta Corte, obrante del folio 155 a 157, se tiene las siguientes conclusiones: “se aprecia que el
evaluado posee condiciones para acceder a la adopción del niño, puesto que refleja el deseo de
protección, cuidado y óptimas relaciones con él y los demás miembros del entorno familiar.
Asimismo, no se observa que el evaluado implique riesgo dentro de la familia debido a la carencia
de posturas hostiles y agresivas”; además, de la visita social practicada en el domicilio del
demandante, obrante del folio 134 a 136, se ha señalado lo siguiente: “El señor Flavio Intor Ríos,
cuenta con las condiciones afectivas, económica, solvencia moral para la adopción por excepción.
Determinando: Que el menor Carlo Manuel Velásquez Panduro, en el hogar en que vive con sus
padres se desarrolla favorablemente en los aspectos: BIO-SICO-SOCIAL”.
DÉCIMA: En ese mismo sentido, podemos apreciar que durante el tiempo de convivencia del
demandante con el menor del cual se solicita la adopción, aquel se ha preocupado por las
necesidades del menor, tal como se puede apreciar de las fotografías que obran en el presente
proceso; asimismo, se encuentran ligados por vínculos afectivos que se demuestran no solo con
las indicadas fotografías, sino también con la declaración del menor rendida en la continuación de
audiencia única, obrante del folio 148 a 152, donde reconoce como su padre al demandante,

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precisando que se lleva bien con él, que es feliz viviendo con él y su madre y que nunca quisiera
separase de él ni que su familia se separe, por lo que se puede concluir que el demandante
cumple con todos los requisitos establecidos por la normatividad vigente, además, del afecto
mutuo que han demostrado tenerse entre el demandante y el menor, quien lo considera como su
hijo.
DECIMO PRIMERA: De otro lado, se tiene que el demandante a la fecha tiene una edad de 42
años conforme a su documento de identidad nacional, obrante a folios 03 y el menor del cual se
solicita su adopción cuenta a la fecha con 09 años, conforme al acta de nacimiento de folios 05,
por tanto, la edad del adoptante es por lo menos igual a la suma de la mayoridad y la del hijo por
adoptar, cumpliendo de esta manera con el requisito dispuesto por el inciso 2 del artículo 378 del
Código Civil.
DECIMO SEGUNDA: Ahora bien el Tribunal Constitucional se ha pronunciado respecto a la
protección del interés superior del niño, niña y adolescente, precisando: “El principio constitucional
del interés superior del niño, niña y adolescente constituye un contenido constitucional implícito del
artículo 4º de la Norma fundamental, en cuanto establece que “La comunidad y el Estado protegen
especialmente al niño, al adolescente, (…)”. Tal contenido fundamental es reconocido por la
Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 3, que establece: “En todas las medidas
concerniente a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los
tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial
a que se atenderá será el interés superior del niño. Los Estados parte se comprometen a asegurar
al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los
derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con
ese fin, tomarán las medidas legislativas y administrativas adecuadas”.
DECIMO TERCERA: Asimismo, la Convención de los Derechos del Niño, ratificada por nuestro
país, ha dispuesto en su artículo 8 que: “El niño y adolescente tienen derecho a vivir, crecer y
desarrollarse en el seno de su familia. El niño y adolescente que carecen de familia natural tiene
derecho a crecer en un ambiente familiar adecuado. El niño y adolescente no podrán ser
separados de su familia sino por circunstancias especiales definidas en la ley con la exclusiva
finalidad de protegerlos. Los padres deben velar porque sus hijos reciban los cuidados necesarios
para su adecuado desarrollo integral”, esto ha sido materia de pronunciamiento por el Tribunal
Constitucional, que determina: “A consideración de este Tribunal el derecho del niño a tener una
familia y no ser separado de ella es un derecho fundamental implícito que encuentra sustento en
el principio-derecho de dignidad de la persona humana y en los derechos a la vida, a la identidad,
a la integridad personal, al libre desarrollo de la personalidad y al bienestar reconocidos en los
artículos 1º y 2º, inciso 1) de la Constitución.”; siendo así, se tiene que el único hogar que ha
conocido el menor Calo Manuel Vásquez Panduro, es el conformado por el demandante Flavio
Intor Ríos y su conviviente Liz Manuyama Panduro (madre biológica del menor); asimismo, que
reconoce como su padre al demandante, razón por la que debería seguir permaneciendo con él;
por cuanto el mantenimiento de los vínculos afectivos entre el niño y su padre se convierte en
prioridad para el sano desarrollo del menor, puesto que es un factor protector para el sujeto en

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todas las etapas del ciclo vital, reduciendo su vulnerabilidad frente a los factores estresantes
físicos, mentales, sociales o de cualquier naturaleza y permitiéndoles hacer frente a los mismos
con mayor capacidad de afrontamiento, siendo así, sería un error separar al niño Calo Manuel
Vásquez Panduro de la persona que considera como su padre, pues ha vivido con él desde que
tenía 03 años y a la fecha cuenta con 09 años de edad, por lo que dicho menor debe permanecer
con la persona que lo prohijó a fin de no afectar su integridad y estabilidad psicológica.
Por estos fundamentos, con la autoridad que confiere la Constitución Política del Perú y la Ley
Orgánica del Poder Judicial, impartiendo justicia a nombre de la Nación.
III. DECIDO:
A. DECLARAR FUNDADA la demanda de adopción por excepción formulada por FLAVIO
INTOR RIOS; en consecuencia, DECLARO que el menor CALO MANUEL VASQUEZ
PANDURO ha adquirido, por adopción judicial, la calidad de hijo del demandante, menor que
en adelante se llamará CALO MANUEL INTOR VASQUEZ, nacido el 22 de enero de 2009, en
la ciudad de Cajamarca por ello OFÍCIESE al Registro Civil de la Municipalidad de Cajamarca,
para que extienda la partida de nacimiento del menor con los apellidos del demandante y
consignando en ella como su padre al mismo, quedando PROHIBIDA toda mención respecto
de la adopción, bajo responsabilidad del registrador.
B. REMÍTASE los partes pertinentes, incluida copia certificada de la presente resolución,
después de consentida o ejecutoria la presente, y previo pago de las tasas judiciales
respectivas.
C. ELÉVESE en consulta la presente sentencia a la Sala Especializada Civil que corresponda,
pues el demandado fue representado por curador procesal, tal como lo dispone el artículo
408° del Código Procesal Civil. Notifíquese.-

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