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FORMACION DE LA ORINA

Para producir orina, las nefronas y los túbulos colectores desarrollan tres procesos
básicos:
• Filtración glomerular
• Reabsorción tubular
• Secreción tubular
FILTRACIÓN GLOMERULAR

 Presión neta de filtración


La filtración glomerular depende de tres presiones principales. Una presión
promueve la filtración y dos presiones se oponen a esta.

Presión hidrostática sanguínea glomerular (PHSG) es la presión sanguínea en los


capilares glomerulares. Su valor suele ser de 55 mm Hg. Promueve la filtración
forzando la salida del agua y los solutos del plasma sanguíneo a través de la
membrana de filtración.

Presión hidrostática capsular (PHC) es la ejercida contra la membrana de filtración


por el líquido que ya está en el espacio capsular y túbulo renal. La PHC se opone a
la filtración y representa una presión retrógrada de cerca de 15 mm Hg.

Presión coloidosmótica sanguínea (PCS) que está dad por la presencia de proteínas
como la albúmina, las globulinas y el fibrinógeno en el plama sanguíneo, también
se opone a la filtración. El promedio de la PCS en los capilares glomerulares es de
30 mm Hg.

La presión neta de filtración (PNF), la presión total que promueve la filtración, se


determina:

PNF = PHSG – PHC – PCS

Sustituyendo los valores

PNF = 55 mm Hg – 15 mm Hg – 30 mm Hg
PNF = 10 mm Hg
 Filtración glomerular
La sangre arterial que llega al riñón fluye por los capilares glomerulares a una gran
presión, debido a que el diámetro de la arteriola eferente es menor que la aferente.

Estimulados por esa fuerte presión, el agua y las materias solubles del plasma
sanguíneo tales como la glucosa, aminoácidos, sales y urea, atraviesan las paredes
de los capilares y de cápsula de Bowman, incorporándose a las cavidades de esta
última. Sólo los elementos figurados de la sangre y las proteínas plasmáticas no
pasan la filtración glomerular, por su gran tamaño que no les permite atravesar la
membrana. El plasma que pasa por el glomérulo pierde un 20 por 100 de su volumen
para formar el filtrado glomerular. Por lo tanto, el líquido que pasa a la cavidad de la
cápsula, llamado filtrado glomerular, es similar al plasma sanguíneo sin proteínas.

El filtrado (altamente diluido) fluye hacia el túbulo contorneado proximal. A su vez,


la sangre concentrada e hipertónica de los capilares glomerulares es transportada
por la arteriola eferente, hacia la red capilar peritubular. Osmóticamente, esta
sangre está lista para recuperar agua del filtrado que paso hacia el túbulo
contorneado proximal. Por lo tanto el mecanismo básico de este proceso es
puramente físico basado en la presión de filtración, facilitada por la estructura de las
diferentes arteriolas.

La velocidad de la filtración glomerular, aumenta y disminuye con la presión arterial


y, en consecuencia la presión de la filtración. La intensidad normal de filtración
glomerular es de 125ml por minuto, que equivale a 180 l por día.

 Índice de filtración glomerular


El índice de filtrado glomerular (GFR) indica el volumen de filtrado producido por el
riñón por minuto (o sea, el volumen de fluido que pasa por la nefrona cada minuto),
que normalmente es de 120 – 125 mililitros por minuto.
Mantener el adecuado GFR es esencial para que los riñones puedan realizar su
trabajo correctamente. Si el GFR aumenta, el cuerpo no podrá excretar el exceso
de fluido, electrolitos y productos de desecho, ni ajustar el pH con respecto a la
hemostasia. Por otra parte, si el GFR es anormalmente elevado, puede haber una
pérdida de electrolitos y agua mayor de la normal o adecuada. Por estos motivos,
el GFR es cuidadosamente regulado por dos mecanismos renales:
 Mecanismos internos
 Mecanismos externos
Antes de seguir con la explicación de los mecanismos reguladores del GFR, es
importante enfatizar que la presión sanguínea es el factor regulador más importante
de este. En otras palabras, la regulación del GFR y la presión sanguínea son las
dos caras de la misma moneda, lo que a su vez significa que cualquier factor que
afecte a la presión sanguínea, por ejemplo el sistema nervioso autónomo, también
afectará al GFR.
El mecanismo interno de la regulación del GFR es la autorregulación renal.
Cuando el GFR disminuye, por ejemplo debido a una baja presión sanguínea
sistémica, sus dos mecanismos internos entran en juego:
 Mecanismo miogénico: la elongación de las células de la musculatura lisa
arteriolar (debida a la alta presión sanguínea) se produce porque las
arteriolas se contraen para evitar un aumento del flujo sanguíneo, que puede
ser perjudicial. En caso de baja presión venosa, la falta de tensión en las
células de la musculatura lisa de las arteriolas aferentes hace que estas se
dilaten. Esto aumenta el flujo sanguíneo al glomérulo y la presión venosa
hidrostática.
 Mecanismo de retroalimentación túbuloglomerular: está controlado por la
mácula densa. Cuando hay baja presión sanguínea solo se producen
pequeñas cantidades de filtrado en las nefronas debido al bajo GFR. Esto
significa que habrá poco sodio en la parte ascendente del asa de Henle, que
inhibe la liberación de ATP de la mácula densa y que, a su vez, produce una
vasodilatación de la arteriola aferente del glomérulo. De esta forma, la
presión hidrostática aumenta ligeramente y el GFR se eleva.
Los mecanismos externos que regulan el GFR son los sistemas nervioso y
endocrino. Estos mecanismos son los mismos que regulan la presión sanguínea. Si
disminuye la presión sanguínea, el GFR disminuye y los siguientes mecanismos se
pondrán en marcha:
Los barorreceptores del organismo responden a una baja presión sanguínea
sistémica activando el sistema nervioso simpático que 1) aumentará el gasto
cardíaco regulando el volumen de eyección y la frecuencia cardíaca y 2) activará la
vasoconstricción de las arteriolas que aumentarán la presión sanguínea. Los
nervios simpáticos estimularán también directamente las células yuxtaglomerulares
y estas liberarán renina. La renina aumentará el nivel de angiotensina II
(mecanismos renina-angiotensina) que producirá vasoconstricción y estimulará la
secreción adrenal de aldosterona. Esta actuará en las células de los túbulos distales
y aumentará la absorción de sodio y agua. El volumen sanguíneo aumentará y
disminuirá la presión sanguínea.
Disminuir la presión sanguínea en las arteriolas aferentes activará directamente la
liberación de la renina de las células yuxtaglomerulares. La renina aumenta los
niveles de angiotensina II activando el proceso descrito anteriormente (mecanismo
renina-angiotensina).

REABSORCIÓN Y SECRECIÓN TUBULARES


El volumen de líquido que entra en los túbulos contorneados proximales en media
hora es mayor que el volumen total del plasma sanguíneo porque el índice normal
de filtración glomerular es muy alto. Obviamente, parte de este líquido debe retornar
de alguna manera al torrente sanguíneo.
La reabsorción -el retorno de la mayor parte del agua filtrada y de muchos solutos
al torrente sanguíneo- es la segunda función básica de la nefrona y el túbulo
colector. Normalmente, cerca del 99% del agua filtrada se reabsorbe. Las células
epiteliales a lo largo del túbulo renal y del túbulo colector llevan a cabo la
reabsorción, pero las células del túbulo contorneado proximal se hacen la mayor
contribución. Los solutos reabsorbidos por procesos activos o pasivos son la
glucosa, aminoácidos, urea e iones como el Na+ (sodio), K+ (potasio), Ca2+ (calcio),
Cl- (cloruro), HCO3- (bicarbonato) y HPO42- (fosfato).

Una vez que el líquido pasa a través del túbulo contorneado proximal, las células
situadas más distalmente regulan los procesos de reabsorción para mantener el
equilibrio homeostático de agua y de ciertos iones. La mayor parte de las proteínas
pequeñas y de los péptidos que pasan a través del filtro también se reabsorben, en
general por pinocitosis.

La tercera función de las nefronas y los túbulos colectores es la secreción tubular,


la transferencia de las sustancias desde la sangre y las células tubulares hacia el
líquido tubular. Las sustancias secretadas son iones hidrógeno (H+), K+, y amonio
(NH4+), creatinina y ciertos fármacos como la penicilina. La secreción tubular tiene
dos objetivos importantes: 1) la secreción de H+ ayuda a controlar el pH sanguíneo;
2) la secreción de otras sustancias contribuye a eliminarlas del organismo.
1. Reabsorción
Cuando el filtrado glomerular forma el filtrado en la cápsula de Bowman, este
fluido es empujado a través de las nefronas por la presión. Al pasar por las
nefronas, el 99% del filtrado es reabsorbido por los capilares circundantes. Esta
reabsorción tiene lugar en todas las nefronas, en las del túbulo proximal, las del
asa de Henle y las de los túbulos distales pero siguiendo mecanismos distintos.
En los túbulos proximales se reabsorbe inmediatamente aproximadamente el
65% de todo el sodio. Las células de esta región contienen muchas mitocondrias
debido al alto requerimiento de ATP. A la reabsorción de iones de sodio le sigue
la de iones de cloro, por atracción electrostática. Además de agua y electrolitos,
también encontramos azúcares y aminoácidos en el filtrado que se absorben
completamente en los túbulos proximales. Lo mismo sucede con el bicarbonato
(HCO3–). El ácido úrico y la urea (productos de desecho) son también
reabsorbidos aquí, aunque la urea será secretada de nuevo al final de la nefrona
(ciclo de la urea).
Cuando el filtrado sale del túbulo proximal va al segmento descendente del asa
de Henle, que desemboca en la médula renal. Esta contiene electrolitos que
aumentan en cantidad a mayor profundidad. Esto significa que la presión
osmótica aumenta con la profundidad. Como la médula renal contiene mucha sal,
el agua será arrastrada por ósmosis. El agua irá a parar a la vasa recta (capilares
circundantes). Como consecuencia de esta reabsorción de agua, la
concentración de filtrado en la parte inferior del asa de Henle será muy elevada,
como la que hay en la médula.
En la parte ascendente del asa de Henle las condiciones son las contrarias. La
pared de la nefrona es permeable a los electrolitos que son reabsorbidos desde
las nefronas hasta la médula con transporte activo y pasivo. Como consecuencia,
la concentración del filtrado en las nefronas disminuye (solo se absorben
electrolitos). De esta manera, lo que sucede en el asa de Henle es que se
reabsorbe agua (en la parte descendente del asa) y electrolitos (en la parte
ascendente), de manera que el filtrado que llega al túbulo distal es menos
concentrado que en el glomérulo y contiene solo un 10% del sodio y cloro filtrados
y aproximadamente un 25% de agua. El 75% del fluido es reabsorbido en este
punto y el filtrado residual es menos concentrado que el de las nefronas.
En los túbulos distales y conductos colectores, la reabsorción es regulada por
diferentes hormonas según las necesidades del organismo. Si las circunstancias
lo requieren, el contenido total de sodio puede reabsorberse en los túbulos
distales o posteriormente en la nefrona. Por otra parte, si no existe influencia
hormonal, no se reabsorberá más agua del filtrado tras llegar a los túbulos
distales. En este caso, los riñones producen orina menos concentrada porque el
filtrado que llega al túbulo distal está menos concentrado que el que llega al
glomérulo de la nefrona.

2. La secreción tubular
Además de reabsorber varias sustancias del filtrado, los riñones también
segregan diferentes sustancias.
Como se ha descrito anteriormente, una de las funciones de la aldosterona es
aumentar la secreción de potasio, y además segregar amonio y otros productos
en los túbulos.
A través de la secreción tubular, los riñones controlan la eliminación de productos
de desecho y potasio y regulan el pH.
Mecanismo renal tras la ingesta de solución isotónica

Una solución hipotónica es aquella que tiene menor concentración de las sales en
el medio externo en relación al medio citoplasmático de la célula. Una célula en una
solución hipotónica tenderá a hincharse de agua, aumentando su volumen, hasta
equilibrar su concentración de sales con el medio externo. Las bebidas hipotónicas
contienen una concentración de electrolitos menor que nuestras células. Por lo
tanto, se consigue hidratar el medio intracelular.

Estas soluciones son muy importantes para hidratar el compartimiento intravascular


en situaciones de pérdida de gran cantidad de líquidos y en hemorragias, entre otros
escenarios. Es necesario administrar entre 3 y 4 veces el volumen perdido para
lograr la reposición de los fluidos. Ejemplos de este tipo de soluciones son el suero
fisiológico —que consiste en solución salina al 0,9%. Las bebidas isotónicas son las
que contienen una concentración de sales, minerales y azúcares similares a las que
se encuentran en la sangre, con una concentración de 300 mOsm/L. Su finalidad es
hidratación y reposición de electrolitos. Se recomiendan cuando hay sudoración
excesiva por calor intenso, y durante el ejercicio si la duración es superior a una
hora y es muy intenso.

En la práctica, la solución isotónica no afectó la osmolaridad del Na+ pero si el


volumen, por lo tanto el riñón actuará eliminando el agua y el Na+ de forma normal.
Nuestros compañeros al ingerir la solución isotónica (NaCl 0.9%), recibirá 300 mEq
por cada litro de agua, lo que quiere decir que tomará una solución que es
osmolarmente igual a la del plasma sanguíneo. Sabemos que la filtración glomerular
es determinado por diversos factores como las hormonas, el sistema nervioso
autónomo y la regulación tubuloglomerular o glomerulotubular.

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