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Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez

Juliaca
Facultad de Ciencias Contables y Administrativas
Escuela Profesional de Contabilidad

TRABAJO:

CURSO:

DOCENTE:

PRESENTADO POR:

SEMESTRE:
III – A
INDICE
INTRODUCCION ......................................................................................................................... 2
TEORIAS POLITICAS ................................................................................................................ 3
1.1.- LA POLITICA............................................................................................................... 3
1.2.- LA CIENCIA POLITICA. ........................................................................................... 4
1.3.- NEOLIBERALISMO.................................................................................................... 5
1.3.1.- Antecedentes. .......................................................................................................... 6
1.3.2.- Gobierno del mercado. ............................................................................................ 7
1.3.3.- Reducción del gasto público en servicios sociales. ................................................. 7
1.3.4.- Desregulación. ......................................................................................................... 8
1.3.5.- Privatización. ........................................................................................................... 8
1.3.6.- Neocolonizacion. ..................................................................................................... 8
1.3.7.- Liberalismo.............................................................................................................. 8
1.3.8.- El neoliberalismo como ideología. .......................................................................... 9
1.3.9.- El neoliberalismo como ideología política. ............................................................. 9
1.3.10.- El neoliberalismo como propuesta económica. ................................................. 10
1.4.- SOCIALISMO. ............................................................................................................ 10
1.4.1.- Definición del socialismo. ..................................................................................... 10
1.4.2.- Inicio del Socialismo: revolución industrial y movimientos obreros. ................... 11
1.4.3.- Teoría de la revolución y transición al socialismo. ............................................... 12
1.4.4.- Características del socialismo. .............................................................................. 12
1.4.5.- Impulsos del socialismo. ....................................................................................... 15
1.4.6.- Contradicciones del socialismo. ............................................................................ 19
CONCLUSIONES. ...................................................................................................................... 21
BIBLIOGRAFIA. ........................................................................................................................ 22

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INTRODUCCION

Al término de la Segunda Guerra Mundial el mundo se dividió en dos ejes de poder: Por un lado
los países ligados a la teoría liberal abanderados por Estados Unidos y por el otro los liderados por
Rusia como eje de la Unión de Repúblicas Socialistas, bajo la utopía de la dictadura del
proletariado. Esta división de mundo estuvo amparada en la aplicación de dos ideologías o
concepciones de la realidad, un pensamiento que incluye incluso método diferente para alcanzar
el conocimiento: por el lado socialista: el materialismo histórico y la dialéctica, por el otro
(neoliberalismo) la teoría de Sistemas, apoyada en la búsqueda de la estabilidad y reacomodos del
sistema para superar las crisis necesarias del sistema capitalista.
Con estas ideas, en el siglo XX, ya no se centra el pensamiento político en la antigua discusión
sobre virtud y ley natural, sino que aparecen temas como la realidad socio-política, grupos de
presión, debilidad del estado ante las trasnacionales, resistencia, obediencia, legitimación del
mando, la función tiene el Estado y el poder, crisis del estado capitalista y globalización, y en
especial el tema democracia, ocupan el centro de las disertaciones.
Como primer punto es necesario marcar las diferencias entre las conceptualizaciones ideológicas
del neoliberalismo y socialismo. El acercamiento a estas posturas se realiza con el método de dos
ejes, propuesto por Eduardo Andrade Sánchez, en el que la clasificación y características de cada
Estado están basadas en un cuadrante de ejes capitalismo-socialismo y desarrollo-subdesarrollo.
Hoy día ante la crisis política y el desgaste de la utopía de los Estados socialistas, así como la
debilidad del estado capitalista ante la empresa trasnacional, es necesario revisar las implicaciones
que conlleva la globalización en sus aspectos cultural, mediático, político y social. Es por lo tanto,
reflexionar hasta qué punto el estado se localiza ante una nueva tendencia a la debilidad, creada
en especial por las corrientes económicas y tecnológicas de la globalización.

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TEORIAS POLITICAS

1.1.- LA POLITICA.

Durante el desarrollo de la organización social, el hombre ha realizado una serie de actividades


vinculadas con la toma de decisiones de manera grupal y con la regulación de las relaciones de
gobernados y gobernantes, entre quienes sustentan poder y quienes lo acatan. Todos los días se
conocen noticias y eventos relacionados con ese fenómeno que se conoce como la política, pero
que en la mayoría de los casos por la cotidianeidad pocos se detienen a analizar el impacto que
esta acción humana tiene sobre el entorno.
El fenómeno de mando y/o dominio ha llamado la atención de los estudiosos de la conducta
humana, y en este sentido, el primero del que se tiene un registro es de Aristóteles, el gran filósofo
griego, que catalogaba al hombre como un ser político por naturaleza.
El concepto política deriva de la palabra griega polis o políticos, que designa lo referente a la
ciudad, al ciudadano o lo civil y público. Los griegos utilizaban el termino polis como un vocablo
para referirse a la comunidad integrada por un conjunto de hombres que residían en un territorio
delimitado, que constituían una entidad prácticamente autosuficiente y se encontraba regida por
un gobierno propio1. Este primer acercamiento a la palabra política delimita el enfoque a las
acciones humanas que tienen que ver con asuntos públicos concernientes a toda colectividad.
Autores como Jean-Jacques Rousseau, definían en 1762 a la política como “la actividad que tiene
por objeto regular y coordinar la vida social por medio de una función de orden, defensa y justicia
para mantener la superación y la cohesión de un grupo social determinado”. Por lo tanto la política
es también una actividad humana realizada en un entorno social, que tiene como base legitimadora
su función de ordenamiento, en busca del bien común.
Es claro que el hecho político se caracteriza por tener sustento en una comunidad humana formada
para la obtención del bien más importante de la sociedad: el bien común, entrelazando contenidos
como gobierno, dirección, poder, autonomía y lucha de poder.
En este sentido Eduardo Andrade define a la política como “la actividad del comportamiento
humano que se relaciona con el gobierno, con la dirección de la colectividad, con ciertas pautas
para la acción de un grupo y con el conocimiento de estas cuestiones”. En este sentido, la política
es una acción humana que impacta necesariamente en varios niveles de la realidad, el hombre es
un ser político en todas las esferas de su vida social.
La política se desarrolla como una actividad producida y reproducida por la colectividad, en tanto
que la sociedad es el fruto de la capacidad organizativa de los individuos y del conjunto de
relaciones humanas basadas en la capacidad de intercomunicarse para lograr fines comunes. Así
la sociedad es el ámbito natural de la política y se constituye como el conjunto de fenómenos
sociales que se caracterizan por las relaciones de poder, influencia, gobierno y dirección de grupo
social.
El quehacer político de los hombres se encuentra en una diversidad de vinculaciones sociales y
por lo tanto los hechos políticos sociales son reflejo de la expresión cultural del grupo, así que, la
acción política es aprendida en los entornos y aceptada culturalmente de manera distinta, un

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ejemplo de ello es la forma de hacer política en Suiza y en México, en donde los individuos asumen
papeles de responsabilidad social diferentes.
Otra actividad inseparable de la política es, sin duda, la economía, acciones humanas que nacen
unidas a la organización social, donde una es reflejo de la otra y así constituyen entre si una “unidad
dialéctica indisoluble”, una que resuelve la necesidad de supervivencia, y otra, la política que
atiende a las necesidades organizativas de los hombres. La estrecha relación de estas dos facetas
humanas ha llevado a autores como Karl Marx a considerar al Estado como producto de la
actividad económica.
Sobra señalar un elemento más en el que la política se entremezcla con otra actividad social: la
religión, sin embargo, a lo largo de la historia la religión ha estado al servicio de la política, o
viceversa. Hoy en día existen aún Estados, en los cuales, la política y la religión se enlazan, a veces
no solo a nivel de la ley sino que en la mayoría de los casos en el área subconsciente de los
gobernados, por lo que, no se puede entender una sociedad y su actividad política si obviamos su
realidad mística.
En la política, se pueden establecer dos niveles de análisis: la micropolítica, relativa a las relaciones
interindividuales y la macropolítica, en las que no existe contacto personal y son por lo general
relaciones mediatizadas. La política así empieza a definir sus contenidos tales como: el gobierno,
la dirección, el poder, la autonomía y se considera una acción grupal que se presenta como una
constante en la vida cotidiana del hombre.
1.2.- LA CIENCIA POLITICA.

La Ciencia Política es una disciplina que dentro del marco de las ciencias sociales pretende, a
través del método científico, trascender de la opinión y la descripción de los hechos políticos al
conocimiento sistemático. Es rigurosa, explicativa y potencialmente aplicativa, por lo que se le
considera una ciencia social que desarrolla su campo de estudio tanto en la teoría como en la
práctica a partir la descripción y análisis de sistemas y comportamientos políticos individuales, de
la sociedad y del Estado, y, sus niveles de teorización son el descriptivo, el explicativo y el
interpretativo.
Por lo tanto, el objeto de la Ciencia Política es el estudio la formación, obtención, ejercicio,
distribución y aceptación del poder público. Entendiendo por poder público, aquel que permite
organizar de manera autónoma e independiente a una colectividad determinada, la cual en nuestro
tiempo asume la forma de lo que denominamos Estado. Por lo tanto, el principal objeto de estudio
de la Ciencia Política es el Estado.
Es una ciencia en la medida que describe, interpreta y critica el fenómeno político estatal
(gobierno), y lo político (la política y el poder) para lo que utiliza un método determinado.
La Ciencia Política busca la raíz de los fenómenos de poder desde las primeras organizaciones
sociales, y podemos decir que esta disciplina es relativamente reciente. Su nacimiento se sitúa en
el siglo XVI con el libro El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, denominado padre de Ciencia
Política. El término Ciencia Política fue acuñado en 1880 por Herbert Baxter Adams, profesor de
Historia de la Universidad Johns Hopkins, antes de dicho periodo se asociaba al estudio de la
jurisprudencia y la filosofía política.

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Los estudiosos de la Ciencia Política, tienen que ser extremadamente cuidadosos y remitirse a la
prueba de los hechos y no a los juicios de valor; es decir, estudiar la repetición de fenómenos en
el terreno de la política, a semejanza de lo que ocurre en las ciencias numéricas, garantizando de
esta forma la objetividad de ciencia como disciplina, por lo que, el estudio de la política es lo
observable y cuantificable.
En este sentido, la función crítica de la Ciencia Política debe ocuparse del ser social, sin ocuparse
del deber ser, dejando esta última actividad para los filósofos políticos, así al teorizar, los
politólogos realizan la explicación de los fenómenos observables sin efectuar ningún juicio
valorativo, buscando las causas, orígenes, interacciones reciprocas de los hechos políticos. En este
sentido, Friedrich Carl distingue tres clases de teoría; la morfológica (de estructura), las genéticas
(origen de los fenómenos) y las operativas (funcionales).
Si bien, es posible que el politólogo opte por efectuar la llamada Teoría Crítica, en la que se pueden
formular valores o juicios como recomendaciones prácticas o realizar la Critica Ética, que se
consolidad con trabajos filosóficos ubicados en la valoración de la sociedad, entre el concepto del
bien y el mal, como lo hiciera en La Utopía Tomas Moro.
Para autores como Heller, la Ciencia Política tiene como objetivo central la descripción de la
organización y división del poder político en sus relaciones con la naturaleza, la cultura y el orden
jurídico del Estado, o en varios estados semejantes.
En general, en sus manifestaciones académico-institucionales, la Ciencia Política ha cumplido un
doble rol, como "ciencia auxiliar de los gobernantes" y como ciencia crítica respecto de la política
práctica.
1.3.- NEOLIBERALISMO.

El liberalismo es la ideología de la libertad. Para los liberales, la libertad es el valor supremo,


entendiendo libertad como la ausencia de coerción. Si nadie me impide hacer algo, soy libre. La
libertad, sin embargo, no es la ausencia de leyes, como piensan algunos. En efecto, si yo deseo
algo que otros también quieren, ¿cómo impedir que nuestras libertades no entren en conflicto y
conduzcan a la violencia? La respuesta está en el estado de derecho, en el imperio de la ley. La ley
plantea las reglas del juego. Si todos estamos obligados a cumplirlas, somos libres. La ausencia de
leyes sólo conduciría al imperio de la fuerza y viviríamos bajo la tiranía de los más fuertes.
En el terreno político, por consiguiente, el liberalismo está a favor del gobierno que más libertades
le garantice a cada individuo, y que menos restricciones le imponga a sus actividades. Los liberales
desconfían del gobierno y quieren restringir su poder sobre los ciudadanos. En definitiva, la
historia de la humanidad ha sido la historia del poder aplastante del gobierno sobre el individuo,
empezando con las monarquías asirias y los faraones egipcios hasta las monarquías absolutas que
dominaron todo el mundo (con excepción de Inglaterra) hasta la Revolución Francesa. Las ideas
esenciales del liberalismo fueron elaboradas por John Locke (1632-1704), Montesquieu (1689-
1755), David Hume (1711-1776), Adam Smith (1723-1790) y John Stuart Mill (1806-1873), entre
otros.
Debemos recordar que las monarquías absolutas y la existencia de una aristocracia hereditaria eran
la norma en toda Europa (con excepción de Inglaterra) hasta el mismo siglo XIX. La única
república que existía en el mundo occidental era Estados Unidos, heredero de las tradiciones

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británicas. América Latina, sin embargo, tenía una herencia muy distinta, la del absolutismo
español con sus gobiernos despóticos y su corrupción institucionalizada.
Lenta y trabajosamente, sin embargo, las ideas liberales se fueron imponiendo en todo el mundo
occidental. La palabra "liberal" se utilizó por primera vez en España, a principios del siglo XIX,
para denotar simpatía por una monarquía constitucional, con una constitución parecida a la inglesa.
El poder del gobierno sobre los individuos es lo viejo. Lo radicalmente nuevo es el respeto a las
libertades individuales (también llamados "derechos humanos"). Es por eso que el socialismo y el
comunismo son profundamente reaccionarios y por lo que, desde hace 200 años, la lucha política
fundamental se desarrolla entre los liberales y sus enemigos.
En el terreno económico, la libertad es la ausencia de coerción gubernamental para la producción,
distribución y consumo de bienes y servicios más allá de lo indispensable para mantener la libertad
misma. Durante toda la historia, el gobierno ha impuesto infinitas restricciones y regulaciones
sobre la actividad económica de los individuos. Lo nuevo es la eliminación de esas restricciones.
Pero eso es, justamente, lo que libera las energías creadoras de la gente. Los países más libres
económicamente son los más ricos. Los más regulados, como Corea del Norte o Cuba están entre
los más pobres.
A fines del siglo XIX, las ideas del liberalismo dominban en todo el mundo occidental. El
liberalismo, sin embargo, se vio prácticamente marginalizado durante la mayor parte del siglo XX.
Eso se debió, en gran medida, a la desilusión con el capitalismo provocada por la I Guerra Mundial
y luego por la Gran Depresión de los años 30. Todo el mundo creía que el capitalismo estaba en
sus últimos estertores y que la economía planificada (a diferencia del libre juego del mercado) y
la propiedad estatal (a diferencia de la propiedad privada) eran el camino a seguir. La Unión
Soviética representaba "el futuro luminoso de la humanidad." En Estados Unidos, Franklin
Roosevelt, un socialdemócrata, se apoderó del nombre de "liberalismo" (Estados Unidos es el
único país del mundo donde los socialistas se llaman "liberales.").
Aunque estas políticas socialistas aceleraron la adopción de medidas de protección social que el
capitalismo hubiera adoptado de todas formas, su proliferacion eventualmente condujo a un grave
estancamiento económico en Estados Unidos, Inglaterra y demás países occidentales (ver Los
Puestos de Mando, Yerguin). Fueron los gobiernos de Margaret Thatcher, en Gran Bretaña, y
Ronald Reagan en Estados Unidoslos que dieron un brusco viraje, recuperaron las viejas ideas
liberales y las aplicaron con un éxito espectacular. Desde principio de los años 80, el liberalismo
volvió a considerarse como la única forma adecuada de gobernar. Era el nuevo liberalismo, el
neoliberalismo. El modelo socialista se ha ido abandonando lentamente en todas partes,
trasladando ahora el centro de su lucha al terreno cultural. El principal teórico liberal del siglo XX
ha sido F.A.Hayek. Ludwig von Mises también ha jugado un papel de excepcional importancia.
1.3.1.- Antecedentes.

Es tan legítimo afirmar hoy que el liberalismo es la ola del futuro como lo era hace un par de
décadas decirlo del socialismo. De hecho, bajo formas benignas o malignas, el socialismo
prevaleció en el mundo hasta bien entrados los años Setenta. Luego, vino la desilusión. ¿No
podría ocurrir algo similar con el Neoliberalismo? Todo buen liberal tendría que preguntárselo.

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La preocupación surge al recordar que en el siglo XIX hubo también una oleada de libertad.
No existe latinoamericano que no pueda señalar alguna etapa, larga por lo general, cuando su
país funcionó bajo el amparo de una constitución liberal, nuestro país, no es excepción
A América latina no le iba mal con el primer liberalismo que acogió en el siglo XIX. Pero un
día lo abandonó. Lo aplicaba. Lo aprovechaba. Nunca creyó del todo en él. En una hora de
prueba, cuando estalló la crisis económica de 1929, retrocedimos hacia la zona autoritaria de
los golpes militares, hacia la zona regresiva del paternalismo económico.
“Los valores de los latinoamericanos, ¿son ahora liberales? ¿O tomaremos otra vez el camino
liberal por curiosidad, por frivolidad, por ofuscación?. Cuando venga el liberalismo, no nos
dará nada. Nos invitará, sí, a arriesgarlo todo. Recibirlo como una solución que cae, como el
maná, de arriba y de afuera”.
El Neoliberalismo se origina en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, éste, es
heredero de las teorías neoclásicas de finales del siglo XIX; pero es en los años setenta cuando
comienza su auge a nivel internacional al iniciarse la crisis en la teoría Keynesiana, que no
pudo encontrar respuestas a diferentes problemas que han angustiado al mundo en las últimas
décadas.
Entre sus principales exponentes tenemos:
• En Europa Occidental: los economistas Ludwig Von Mises, Wilhem Roepke y Frederik
Von Hayek; los filósofos Karl Popper y Raymond Aron y el periodista Jean Francois
Revel.
• En Estados Unidos: los economistas Milton Friedman, Paul Samuelson y Jefri Sachs.
• En América Latina: el periodista Carlos Rangel, el economista Luis Pazos.
1.3.2.- Gobierno del mercado.

Liberación de las empresas privadas de cualquier control impuesto por el Estado, sin importar
cuánto daño social ello produzca. Mayor apertura al comercio y a la inversión internacionales,
como en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Reducción de salarios
mediante la "desindicalización" de los trabajadores y la supresión de derechos laborales
obtenidos tras largos años de lucha. Eliminación de los controles de precios. En definitiva,
libertad total para el movimiento de capitales, bienes y servicios. Para convencernos de que
esto es bueno para nosotros, nos dicen: "Un mercado desregulado es la mejor forma de
aumentar el crecimiento económico, que en definitiva nos beneficiará a todos". Este concepto
equivale a la economía del "goteo" de Ronald Reagan, sólo que la riqueza no gotea demasiado.
1.3.3.- Reducción del gasto público en servicios sociales.

Por ejemplo, educación y atención de la salud. Reducción de la red de seguridad para los
pobres, e incluso recorte del gasto en mantenimiento de caminos, puentes, suministro de agua;
todo en nombre de la desregulación estatal. Por supuesto, los promotores de esta política no se
oponen a los subsidios gubernamentales ni a las exoneraciones fiscales para las empresas.

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1.3.4.- Desregulación.

Debilitamiento o eliminación de toda norma gubernamental que pueda disminuir las ganancias
de las empresas, incluidas las leyes que protegen el ambiente y la seguridad laboral.
1.3.5.- Privatización.

Venta de empresas, bienes y servicios públicos a inversores privados. Esto incluye bancos,
industrias, vías férreas, carreteras, electricidad, escuelas, hospitales y aún el suministro de agua
potable. Aunque en general las privatizaciones se realizan en nombre de una mayor eficiencia,
a menudo necesaria, tienen el efecto de concentrar la riqueza aún más en unas pocas manos y
de hacer que el público deba pagar más para satisfacer sus necesidades.
Eliminación del concepto del "bien público" o "comunidad", y su sustitución por el de
"responsabilidad individual". Presión a los más pobres de la sociedad para que atiendan por sí
mismos su salud, educación y seguridad social.
1.3.6.- Neocolonizacion.

El neoliberalismo ha sido impuesto en todo el mundo por poderosas instituciones financieras


como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, y es incontenible en América Latina, donde se aplicó por primera vez en Chile (con
la ayuda del economista Milton Friedman, de la Universidad de Chicago) tras el golpe militar
respaldado por la CIA contra el gobierno del socialista Salvador Allende, en 1973. Le siguieron
otros países, y algunos de los peores efectos se sintieron en México, donde los salarios
disminuyeron entre 40 y 50 por ciento en el primer año de vigencia del TLCAN y el costo de
vida aumentó 80 por ciento. Más de 20.000 pequeñas y medianas empresas quebraron, y más
de mil compañías públicas fueron privatizadas. Como dijo un analista, "el neoliberalismo
significa la neocolonización de América Latina".
En Estados Unidos, el neoliberalismo está destruyendo programas de bienestar social, atacando
los derechos de los trabajadores (incluidos los de los inmigrantes) y recortando programas
sociales. El "contrato" republicano es neoliberalismo puro. Sus partidarios trabajan duro por
negar protección a los niños, los jóvenes, las mujeres y el planeta mismo, y tratan de que
aceptemos esto con el argumento de que nos liberará del peso del Estado.
Los beneficiarios del neoliberalismo son una minoría de la población mundial. Para la vasta
mayoría sólo produce más sufrimiento que antes: un sufrimiento sin los pequeños y difíciles
logros de los últimos 60 años, un sufrimiento sin fin.
1.3.7.- Liberalismo.

NEO-liberalismo es un "nuevo" liberalismo clásico en sus aspectos tantos políticos como


económicos. El liberalismo clásico fue durante mucho tiempo el centro de la ideología
capitalista Occidental. Describiendo el mundo como una conglomeración de un sin número de
individuos siguiendo sus propios intereses, aportaba una razón para reemplazar estructuras
tanto feudales como comunales por un capitalismo de mercado y varios tipos de gobierno pro-
capitalista. La vida política vino a organizarse a través de elecciones formales controladas por
partidos profesionales-- usualmente organizado alrededor de una ideología más o menos

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compartida. Detrás de una fachada de pluralismo, la democracia estaba restringida a los que
podían votar y "lobbying" estaba restringido a aquellos que podían pagarlo.
Como resultado, la democracia representativa como nosotros la conocemos nunca ha sido
representativa ni democrática. La democracia ha sido primordialmente un espectáculo más que
un proceso, a través del cual la gente controla sus propios destinos. Esta ha sido la verdad tanto
si un partido ha controlado el juego o si muchos partidos han colaborado.
1.3.8.- El neoliberalismo como ideología.

El modo más sutil que puede arbitrar una ideología para imponerse y perdurar es proclamar la
muerte de las ideologías y mostrarse bajo otro semblante, por ejemplo, la ciencia. Es lo que
sucedió por casi un siglo con el positivismo. La ciencia positiva hace las veces de la política,
la filosofía y la teología, y siempre como evidencia apodíctica y sagrada. Y así, disentir
razonablemente de una hipótesis científica, pasa a ser un sacrilegio y una rebelión; y el que se
atreve a tanto no merece el honor de una respuesta científica sino la marginación
condescendiente o brutal: ha perdido la contemporaneidad y no tiene sentido dirigirle la
palabra.
Eso pasa hoy con el Neoliberalismo. Es un modo de practicar la economía política que está
alcanzando vigencia planetaria. Pero el que esta práctica haya logrado imponerse no significa
la convalidación de sus postulados; sólo atestigua la contundencia de los medios (tanto
políticos como económicos).
1.3.9.- El neoliberalismo como ideología política.

El postulado principal del Neoliberalismo es que la competencia pone a funcionar hasta el tope
las energías latentes en los individuos que conforman el todo social, y así la extrema movilidad
que se genera, tras una etapa dolorosa de ajustes, provoca una sociedad de bienestar. Para que
este postulado se realice, el Estado no puede sobreproteger al pueblo: el populismo o la
planificación central mantienen al pueblo en perpetua minoridad; al atrofiarle la iniciativa y la
responsabilidad lo mantienen no sólo improductivo para la sociedad sino débil y carente de
valor a sus propios ojos.
“El liberalismo económico defiende el mercado como instrumento productivo: para asignar los
recursos escasos de la sociedad a sus usos o empleos alternativos a través de los precios libre,
porque se respeta de ésta manera las prioridades de la gente en esas asignaciones, y no se
imponen las de los elencos políticos y burocracia.
Como los precios (libres) de los productos finales son espejo en el cual los criterios de
valorización de la gente se reflejan de manera directa e inmediata, el liberalismo económico
defiende también en principio al mercado como instrumento distributivo del producto social;
porque es menos imperfecto que los instrumentos estatales. También sus criterios de
distribución reflejan - aunque indirectamente - las preferencias, valorizaciones y prioridades
de la gente: los precios de los bienes y servicios finales determinan los precios de los factores
- entre ellos el trabajo -; y estos a su vez determinan sus ingresos, que constituyen la vía de
distribución del mercado. Los instrumentos estatales de distribución del ingreso en cambio se
prestan - no siempre inevitablemente - a diferentes formas de distorsión y corrupción. Entre
ellas, la de ser distribuidos o negados en función de criterios discriminatorios”.
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Igual que la nación tiene que salir al mercado del mundo, el pueblo debe salir también al
mercado nacional pagando los servicios y el consumo en su valor real y sometiéndose todos al
mercado de trabajo. Tampoco el Estado puede sobreprotegerse a sí mismo y entrar en el
mercado como si fuera una corporación privada. El Estado es público; su función sería crear
condiciones para que funcione el mercado y velar porque no se alteren. Su finalidad es velar
por el bien común, no realizarlo. Ese bien lo realizan los ciudadanos a través de las
organizaciones económicas en la concurrencia del mercado.
1.3.10.- El neoliberalismo como propuesta económica.

El Neoliberalismo es una doctrina filosófica que tiene ramificaciones en todos los campos de
las ciencias sociales. Los neoliberales se dedican a ensalzar la competencia capitalista,
afirmando que el mecanismo de esta última garantiza automáticamente las mejores
condiciones para la evolución de las fuerzas productivas.
“Una peculiaridad del Neoliberalismo es que combina la exaltación de la libre competencia y
de la restauración automática del equilibrio con el reconocimiento de la necesidad de la
intromisión del Estado en la economía. Lo peculiar de esta argumentación reside en que la
defensa de la intervención del Estado en la economía se presenta como una lucha por la libre
competencia”.
La argumentación del Neoliberalismo es que la libre competencia es el estado ideal de la
economía, pero no siempre puede ponerse en vigor, porque los monopolios la contrarrestan.
Esta reacción puede ser superada y la libre competencia puede ser restablecida tan sólo
aplicando una serie de medidas de política económica.
La teoría de los neoliberales se basa, en forma enmascarada, en la idea del papel decisivo del
Estado en la economía, es decir, el rol del Estado debe ser el de promover la libre competencia.
1.4.- SOCIALISMO.

1.4.1.- Definición del socialismo.

La voz Socialismo fue utilizada por primera vez por Pierre Leroux en los años 1.832, para
expresar un opuesto al individualismo. Esta voz ha tenido a lo largo del tiempo varios
significados:
 Socialismo como utopía comunista: aquí podemos destacar una antigua teoría de Platón
sobre el socialismo, que se puede considerar como un prototipo.
 Socialismo como movimiento social y político: es un producto real, no teórico,
derivado de la creación de la economía política en el siglo XVIII, y de las
transformaciones producidas en la economía y la vida de las sociedades modernas por
la llamada Revolución Industrial.
Pero no hay que confundir estas viejas utopías con el socialismo como movimiento social y
político. El Socialismo es un sistema, y como todos los sistemas, tiene una serie de normas y
reglas generales.
Por tanto, el socialismo es un sistema que expone una organización económica de la sociedad
sobre una base en la que se suprime la propiedad individual de los medios de producción. Este

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sistema afecta a la organización de la comunidad, al lograr que se suprima el salariado con lo
cual, se produce una desaparición de las clases.
Varios de los principales objetivos de este sistema son: reemplazar el salariado por un régimen
colectivista (es decir, que todos los bienes sean de la comunidad sin que exista la propiedad
individual), organizar racionalmente la economía y asegurar una justa distribución.
Pero el Socialismo se ha convertido con el tiempo en un movimiento político seguido por las
masas. Donde primero se llevó a cabo esta conversión fue en Europa, gracias a la obra de uno
de los grandes revolucionarios de la época: Marx, Engels y sus discípulos.
El movimiento socialista ha tomado a lo largo del tiempo, dos formas diversas:
 La forma evolutiva: es una forma socialista partidaria de alcanzar sus objetivos dentro
del sistema democrático, lo que significa formar una democracia socialista: la
Socialdemocracia. Esta forma fue aplicada por la llamada Internacional de Amsterdam
de 1.912 (Segunda Internacional).
 La forma revolucionaria: surge a partir de la Tercera Internacional, que tras su triunfo
en Rusia (1.919), dio lugar al comunismo
1.4.2.- Inicio del Socialismo: revolución industrial y movimientos obreros.

El Socialismo es un movimiento, que está muy relacionado con la época de la Revolución


Industrial. Cuando se produjo la Revolución Industrial se inició un nuevo movimiento
económico, político y social, el Capitalismo, que establecía una división de la sociedad en
obreros y propietarios. En ésta época, hace su aparición una nueva clase social: el proletariado.
Esta clase social, nace gracias a la creación de grandes factorías que necesitan de trabajadores
que controlen la producción de máquinas y que creen una cadena productora manual. Se
concentraban en torno a los nuevos centros febriles, creando ciudades o barrios completamente
instituida por la clase obrera.
Pero la paradoja del Capitalismo es que los obreros no pueden conseguir el dinero suficiente
para comprar aquello que producen. Poco a poco, vemos que la clase obrera, formada por una
gran mayoría de la población, vive en unas condiciones infrahumanas, en contraste con el tipo
de vida de los propietarios, que poseen todo tipo de riquezas. Esto conduce a la clase del
proletariado a plantearse la necesidad de cambiar su situación y encontrara una forma de
organizarse en la cual, la fuerza del número que poseen, le dé un poder social. Surge así el
movimiento obrero como factor esencial en la política de los países industriales.
Al servicio de los proletarios, se ponen unas repuestas teóricas que tratan de dar una serie de
normas para poder realizar una lucha política. El Socialismo se interpreta como una forma de
transformar radicalmente la realidad. Entonces se inicia un periodo de tiempo en el que se
desarrolla la lucha del proletariado contra las clases superiores para conseguir mejorar su
calidad de vida y transformar la sociedad. Surge en el momento crítico una figura pensadores
que aportó una seguridad que la clase obrera necesitaba: Carlos Marx, con su Manifiesto
Comunista, que movía a todo burgués a sentir un respeto por la clase obrera. Por tanto, Marx
nos muestra su Socialismo en su manifestación posterior a 1.850.

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1.4.3.- Teoría de la revolución y transición al socialismo.

Las teorías de Marx, estuvieron influidas por sus estudios de la Revolución Francesa, de los
filósofos franceses. De Alemania aprendió los fundamentos filosóficos y de Inglaterra observó
la lógica del capitalismo.
Marx, percibía que los burgueses se sentían amenazados por algunos sectores liberales-
progresistas. La revolución de los burgueses, que aún no había terminado, mostraba su propia
destrucción. Esto le llevó a pensar que todavía no se había cerrado el ciclo del desarrollo
burgués y que las condiciones objetivas todavía no estaban listas para la revolución del
proletariado; pero, por otro lado, avanzar en esta tendencia acabaría por agrandar las
contradicciones del sistema capitalista, lo que significaría su destrucción y así triunfaría la
revolución proletaria. Marx, trató de concienciar al proletariado para que apoyara las
condiciones de la clase burguesa, y que cuando se hubieran conseguido, al ser la clase
proletaria mayor en número, se hicieran con el poder
Hasta aquí todo va bien, pero los problemas aparecen cuando se plantean una serie de
preguntas: ¿Cómo sería la revolución, por medios violentos o por medios democráticos y
pacíficos aprovechando que al ser mayoría numérica el sufragio universal les garantizaba la
victoria? ¿Cómo debería ser esta fase de transición del capitalismo al socialismo? ¿Cuánto
debería durar? ¿Y qué hacer cuando se tuviera el poder?
Marx, no supo dar una respuesta clara y definitiva. A la primera cuestión, su respuesta no era
válida para todos los países y situaciones. En el fondo, se trataba de llegar a un resultado y la
opción dependería finalmente de las circunstancias de cada país y momento concreto. En este
sentido, su declaración de 1.872 al Congreso de la Internacional en La Haya, instaba a
concienciar a los organismos y costumbres de los países hacia una actitud revolucionaria.
La respuesta a las otras cuestiones, son más complejas, ya que sólo se limitó a exponer unas
normas básicas que no estaban bien definidas. Pero lo más obvio era que fueran los que fueran
los medios utilizados para que los proletarios llegaran al Estado, al final tendrían que ejercer
el poder o la violencia para abolir la propiedad privada de los medios de producción.
Esta fase de consolidación del poder proletario, se denomina “dictadura de proletariado”, y se
tiende a eliminar clases sociales: a la burguesía. Pero lo que aquí no se dice es quién tomaría
las decisiones, quién dice lo que se debe hacer y lo que no, y como hacerlo. Se piensa en una
situación temporal, que terminaría cuando ya no existieran las diferentes clases sociales, con
lo cual, ya no habrían conflictos y el gobierno de personas se reemplaza por el de administrar
cosas. Pero del Socialismo, se pasa al Comunismo, en una transición que se caracteriza por un
desarrollo y potenciación de las fuerzas productivas.
1.4.4.- Características del socialismo.

1.2.4.1.- Preocupación por la pobreza.

La pobreza era vista por los primeros socialistas como una opresión económica. La pobreza
es la principal causa de los disturbios sociales. La clase trabajadora, funda las bases de la
economía de los países, pero de forma paradójica, estos trabajadores tienen unas

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condiciones de vida infrahumanas y no consiguen el dinero suficiente para comprar aquello
que ellos mismo producen.
Los males de la pobreza son inevitables; por eso, el ataque social constituye un punto de
partida característico para la teoría social. La indignación manifestada por los socialistas,
apuntan al igualitarismo como procedimiento para remediarla.
1.2.4.2.- Análisis de la clase de la sociedad.

El reconocimiento de la pobreza, lleva a afirmar que hay dos tipos de clases: los que lo
poseen todo y los que no poseen casi nada. Esto lleva a la división de los socialistas en dos
clases: los que ven que la clase es consecuencia del Capitalismo (Marx), y quienes la ven
como algo pasajero. Durante un siglo, los socialistas aceptaron la lucha de clases para la
política socialista. Pero actualmente los socialistas descartan la importancia de la clase y
de la lucha de clases.
1.2.4.3.- Igualitarismo.

Esta es la idea central del Socialismo. Esta idea se ha desplazado desde la afirmación de
Beeuf, acerca de la igualdad de los seres humanos, hasta la noción de Saint-Simon de
igualdad sobre la base de tratamiento diferente. La igualdad no es nivelarlo todo, sino según
la capacidad, se dará un tratamiento adecuado.
Pero el ideal abarca también un proceso productivo y requiere una contribución equitativa
de cada individuo a la sociedad.
1.2.4.4.- Propiedad comunitaria de los medios de producción.

Marx analizó el término de forma precisa. La propiedad de los medios, colocaban al


individuo en la sociedad burguesa. La igualdad no sería efectiva sin la abolición de la
propiedad privada, que implicaba la supresión de la burguesía.
El fin de la eliminación de la propiedad privada es la propiedad colectiva de los medios de
producción.
La propiedad común es un medio de obtener mayor igualdad. En países agrícolas, las
granjas colectivas tienen una relativa estabilización. Pero en los países industriales, es
difícil que un gobierno socialista pueda dar a la propiedad común, unas grandes economías,
sin crear un Capitalismo de estado.
Este desarrollo elimina la propuesta original del Socialismo, de que el Capitalismo podía
ser combatido por el Socialismo mundial.
1.2.4.5.- La soberanía popular.

Esta idea deriva de la creencia de que todos tenemos la misma capacidad de dirigirnos a
nosotros mismos. Se puede comparar con la teoría democrática de Rousseau, sobre el
contrato social, en el que el hombre está sometido a la Voluntad General, que daba el bien
común al grupo y al individuo.
Ya no serán necesarios la expresión de los intereses de clase ni los grupos económicos que
compitan entre sí. Si se acepta una posibilidad de sociedad sin clases, un Estado de un solo
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partido puede seguir siendo considerado como democrático. La democracia sostiene el
poder de los individuos a través de la representación.
1.2.4.6.- Subordinación del individuo a la sociedad.

El Socialismo no protege al individuo libre de la teoría liberal, pero las personas son
“necesariamente interdependientes no sólo en el sentido material sino en el espiritual y
cultural”. Esta concepción deriva de la definición de los seres humanos como criaturas
formadas por el medio. Al establecer el contrato social, el individuo renuncia a la mayor
parte de su poder sobre sí mismo, pero gana una fracción de poder sobre cada uno de los
demás ciudadanos. Si todos están subordinados, la tiranía no es peligro. La concepción del
individuo como una fracción que forma parte del todo es una consecuencia del compromiso
con la soberanía popular. Pero esta subordinación supone un reordenamiento: en la práctica
no implica la pérdida de los derechos humanos.
1.2.4.7.- La creatividad humana y la sociabilidad.

Es típico de los socialistas afirmar que los seres humanos son creativos y que encuentran
placer y satisfacción en el trabajo. Consideran que los placeres de la creación son iguales
o superiores a los de la adquisición y el consumo, lo que da importancia al trabajo. La
fraternidad es la expresión de la creencia socialista en que la sociabilidad y la solidaridad
nos resultan esenciales.
1.2.4.8.- Las virtudes de la cooperación.

Si las personas son sociables, la cooperación es la forma natural de la organización social,


garantizando la igualdad de beneficios para los que cooperan. El problema está en que si
la cooperación se puede aumentar para que sea la base de la organización social. Si no fuera
así, la teoría socialista habría que revisarla, porque significaría que los grupos nacionales
son muy grandes para el socialismo
1.2.4.9.- Idealización del trabajo como tarea no alineada.

La creatividad humana hace posibles los placeres del trabajo. Pero para que esto sea
posible, cada individuo debería trabajar en lo que más le gustara.
Para Marx, trabajar para un capitalista no podía ser satisfactorio, mientras que cualquier
labor realizada bajo el socialismo sería muy gratificante por su naturaleza social.
Para los socialistas del siglo XIX, el trabajo era un castigo sobre la humanidad, pero con
los cambios producidos a mitad de siglo XX, se pensó que se podía conseguir una sociedad
basada en el ocio.
1.2.4.10.- La libertad como plenitud.

La consecuencia de la concepción socialista de que las personas son formadas por la


sociedad en una redefinición de libertad. La libertad socialista es la libertad de desplegar y
desarrollar el trabajo de una forma no alienada. La libertad, es un sinónimo de elección

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1.2.4.11.- Internacionalismo.

La dimensión internacional, no necesita más justificación que la tesis por la cual la


humanidad es una única raza. Las fronteras nacionales no pueden limitar los derechos
humanos. La historia reciente muestra los males que ocasiona el nacionalismo: el egoísmo,
la beligerancia, los gastos innecesarios en armamentos y las guerras.
El internacionalismo es el ideal más elevado de la ideología socialista, por su reclamo de
paz e igualdad para todo el mundo, aunque es una idea difícil de practicar. Todas estas
ideas constituyen el núcleo común del socialismo, aunque no todos los socialistas las
admitan.
1.4.5.- Impulsos del socialismo.

1.4.5.1.- La historia de Marx.

Karl Marx fue un filósofo alemán, creador junto con Friedrich Engels del socialismo
científico y uno de los pensadores más influyentes de la historia contemporánea. Marx
nació en Tréveris el 5 de mayo de 1.818 y estudió en las universidades de Bonn, Berlín y
Jena. Aunque su pensamiento político era radical, todavía no podía calificarse de
comunista. Las críticas de las condiciones sociales y políticas vertidas en sus artículos
periodísticos le indispusieron con las autoridades, que le obligaron a abandonar su puesto
en el rotativo de la Gaceta Renana de Colonia, donde llegó a ser el redactor jefe, en 1.843;
poco después, el periódico dejó de editarse y Marx se trasladó a París. Los estudios de
filosofía, historia y ciencia política que realizó en esa época le llevaron a adoptar el
pensamiento de Friedrich Hegel. Cuando Engels se reunió con él en la capital francesa en
1.844, ambos descubrieron que habían llegado independientemente a las mismas
conclusiones sobre la naturaleza de los problemas revolucionarios. Comenzaron a trabajar
juntos en el análisis de los principios teóricos del comunismo y en la organización de un
movimiento internacional de trabajadores dedicado a la difusión de aquéllos. Esta
colaboración con Engels continuó durante toda su vida.
Marx se vio obligado a abandonar París en 1.845 debido a su implicación en actividades
revolucionarias. Se instaló en Bruselas y comenzó a organizar y dirigir una red de grupos
llamados Comités de Correspondencia Comunista, establecidos en varias ciudades
europeas. En 1.847, Marx y Engels recibieron el encargo de elaborar una declaración de
principios que sirviera para unificar todas estas asociaciones e integrarlas en la Liga de los
Justos. El programa que desarrollaron, conocido en todo el mundo como el Manifiesto
Comunista, fue redactado por Marx basándose en parte en el trabajo preparado por Engels
y representaba la primera sistematización de la doctrina del socialismo moderno. Las
proposiciones centrales del Manifiesto, aportadas por Marx, constituyen la concepción del
materialismo histórico. Según se explica en estas tesis, el sistema económico dominante en
cada época histórica, determina la estructura social y la superestructura política e
intelectual de cada periodo. De este modo, la historia de la sociedad es la historia de las
luchas entre los explotadores y los explotados, es decir, entre la clase social gobernante y
las clases sociales oprimidas. Partiendo de estas premisas, Marx concluyó en el Manifiesto
que la clase capitalista sería derrocada y suprimida por una revolución mundial de la clase

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obrera que culminaría con el establecimiento de una sociedad sin clases. Esta obra ejerció
una gran influencia en la literatura comunista posterior y en el pensamiento revolucionario
en general; ha sido traducida a multitud de lenguas y de ella se han editado cientos de miles
de ejemplares.
Poco después de la aparición del Manifiesto, estallaron procesos revolucionarios en
Francia, Alemania y el Imperio Austriaco, por lo que el gobierno belga expulsó a Marx
temeroso de que la corriente revolucionaria se extendiera también por el país. El pensador
alemán se trasladó a París y después a Renania. Fundó y editó en Colonia una publicación
comunista, laNueva Gaceta Renana, y colaboró en actividades organizadoras de
agrupaciones obreras. En 1.849 fue arrestado y juzgado bajo la acusación de incitar a la
rebelión armada. Aunque fue absuelto, se le expulsó de Alemania y se cerró la revista.
Pocos meses después las autoridades francesas también le obligaron a abandonar el país y
se trasladó a Londres, donde permaneció el resto de sus días. Una vez instalado en
Inglaterra, se dedicó a profundizar en sus ideas, publicando nuevos escritos, y a alentar la
creación de un movimiento comunista internacional. Durante ese periodo, elaboró varias
obras que fueron constituyendo la base doctrinal de la teoría comunista. Entre ellas se
encuentra su ensayo más importante, El capital (volumen 1, 1.867; volúmenes 2 y 3,
editados por Engels y publicados a título póstumo en 1.885 y 1.894, respectivamente), un
análisis histórico y detallado de la economía del sistema capitalista, en el que desarrolló la
siguiente teoría: la clase trabajadora es explotada por la clase capitalista al apropiarse ésta
del ‘valor excedente’ (plusvalía) producido por aquélla. La siguiente obra de Marx, La
guerra civil en Francia (1.871), analizaba la experiencia del efímero gobierno
revolucionario francés conocido como la Comuna de París, establecida en esta ciudad
durante la Guerra Franco-prusiana. Marx interpretó su creación y existencia como una
confirmación histórica de la necesidad de que los trabajadores tomen el poder mediante
una insurrección armada y destruyan al Estado capitalista. Esta teoría fue desarrollada en
Crítica del programa de Gotha (1.875) en los siguientes términos: “Entre los sistemas
capitalista y comunista se encuentra el periodo de transformación revolucionaria de uno en
otro. Esta fase corresponde a un periodo de transición, cuyo estado no puede ser otro que
la dictadura revolucionaria del proletariado”. Durante su estancia en Inglaterra, Marx
también escribió crónicas sobre acontecimientos sociales y políticos para periódicos de
Europa y Estados Unidos, entre ellos varios artículos sobre las ‘revoluciones liberales’ en
España y en la América hispana. Fue corresponsal del New York Tribune desde 1.852 hasta
1.861 y escribió varios artículos para la New American Cyclopedia.
Después de la disolución de la Liga Comunista en 1.852, Marx se mantuvo en contacto con
cientos de revolucionarios a fin de crear otra organización de la misma ideología. Sus
esfuerzos y los de sus colaboradores culminaron en 1.864 con la fundación en Londres de
la I Internacional. Pronunció el discurso inaugural, escribió sus estatutos y posteriormente
dirigió la labor de su Consejo General, superando las críticas del grupo seguidor de Mijaíl
Bakunin, de carácter anarquista. Tras la eliminación y represión de la Comuna parisina, en
la que habían participado miembros de la I Internacional, la influencia de esta organización
disminuyó y Marx recomendó trasladar su sede a Estados Unidos. Los últimos ocho años
de la vida del filósofo estuvieron marcados por una incesante lucha contra las dolencias
físicas que le impedían trabajar en sus obras políticas y literarias. Los manuscritos y notas
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encontrados en Londres después de su muerte, ocurrida el 14 de marzo de 1.883, revelan
que estaba preparando un cuarto volumen de El capital que recogería la historia de las
doctrinas económicas; estos fragmentos fueron revisados por el socialista alemán Karl
Johann Kautsky y publicados bajo el título de Teorías de la plusvalía (4 volúmenes, 1.905-
1.910). Asimismo, Marx planeaba realizar distintos trabajos que comprendían
investigaciones matemáticas, aplicaciones de éstas a problemas económicos y estudios
sobre aspectos históricos de varios desarrollos tecnológicos.
Marx no ejerció una gran influencia en vida, fue después de su muerte cuando su
pensamiento comenzó a destacar dentro del movimiento obrero. Su concepción pasó a
denominarse marxismo o socialismo científico, una de las principales corrientes de la teoría
política contemporánea. Su análisis del sistema capitalista y su teoría del materialismo
histórico, la lucha de clases y la plusvalía son las principales fuentes de la ideología
socialista contemporánea. Su tesis sobre la naturaleza del Estado capitalista, el camino
hacia el poder y la dictadura del proletariado tienen una importancia decisiva en la acción
revolucionaria. Estas doctrinas, comentadas por la mayoría de los socialistas después de su
muerte, fueron retomadas por Lenin en el siglo XX, y el desarrollo y aplicación que el
político ruso hizo de ellas fue el núcleo de la teoría y la práctica del bolchevismo y de la
III Internacional.
1.4.5.2.- El socialismo Marxista.

Su motor no va a ser el espíritu, sino una actividad práctica material, que se presentará de
una forma u otra, según el estado tecnológico de la época, lo que supone unas relaciones
sociales, es decir, nunca está aislada, sino que es una actividad social. Accedemos así a:
 Las “fuerzas productivas”: conjunto de instrumentos de producción utilizados
por el trabajo del hombre.
 Las “relaciones de producción”: conjunto de relaciones sociales que
corresponden al estado de las fuerzas productivas.
El conjunto de ambos nos lleva al “modo de producción”. Cada modo refleja un nivel de
desarrollo de fuerzas productivas. En suma, al adquirir fuerzas productivas se cambia su
sistema de producción, cambiando así relaciones sociales de los hombres. Estos tránsitos
se mueven entre contradicciones, que Marx percibe en la falta de ajuste, que conduce a la
reestructuración de la vida social. La lucha de clases, es la expresión de esta tensión, y
permite dar el paso que recomponga la falta de ajuste.
Ya podemos extraer dos conclusiones:
 La actividad económica condiciona la vida social o política, vista como
fenómeno de superestructura, con una base económica. En política, esto
significa que la clase “dominante”, usa al Estado para mantener y ejercer su
poder, y el Estado encubre este hecho. Marx lo denomina “ideología”. Los
dominados ven el mundo de forma natural. Pero para realizar un cambio, hay
que sustituir la falsa conciencia de trabajador, por la conciencia de clase
trabajadora.

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 Marx es consciente de que si no se analiza la lógica económica, no se puede
explicar la política de emancipación de los explotados. Aquí incorpora las
enseñanzas de la economía política británica. Así llega a formular la
contradicción de este sistema entre clase privilegiada, burguesía y la clase cuyo
trabajo servía de base al edificio social: los proletarios.
La caída capitalista, fue anunciada por características como el aumento del desempleo, la
frecuencia e intensidad de la crisis económica y la progresiva desaparición de las clases
medias.
Marx, combina aquí elementos objetivos con otros de estrategia revolucionaria. Esto sería
la fuente de muchas disputas doctrinales dentro del movimiento marxista.
Para Marx, la práctica revolucionaria podría “acortar y hacer menos doloroso el parto de
un orden social nuevo”.
1.4.5.3.- La segunda internacional.

En 1.889, centenario del comienzo de la Revolución Francesa, se celebraron dos congresos


socialistas en París. Uno, inspirado en el Manifiesto Comunista de Marx, creó la que más
tarde se conocería como la Segunda Internacional. La nueva organización, una vaga
federación de partidos de masas, creó en 1.900 un centro de coordinación, la Oficina
Internacional Socialista (Bruselas).
Hasta la I Guerra Mundial, la Segunda Internacional se reunió nueve veces en intervalos
irregulares. En el Congreso de Londres de 1.896, fueron expulsados los anarquistas,
dejando a los marxistas, "sobre todo a los alemanes", en una posición de liderazgo
incontestable. Éstos, a pesar de que seguían proclamando las teorías revolucionarias de
Marx, buscaban la reforma dentro del marco legal alemán.
Numerosos marxistas franceses adoptaron el mismo acercamiento. En 1.899 el socialista
francés Alexandre Millerand aceptó la cartera de Comercio en el gabinete no socialista de
René Waldeck-Rousseau.
Ese mismo año, el líder socialista alemán Eduard Bernstein publicó su Socialismo
Evolutivo, una revisión de la doctrina marxista donde rechazaba lo inevitable de la
revolución y proponía la colaboración con los partidos no marxistas para alcanzar las metas
socialistas.
Karl Kautsky, líder de los marxistas ortodoxos alemanes, se opuso a los planteamientos de
Bernstein. Un conflicto paralelo minó los esfuerzos de la Internacional para evitar una
guerra en Europa. Comprometidos ideológicamente con la paz y el internacionalismo, los
socialistas europeos no podían aceptar la derrota militar de sus propias naciones, dentro de
las cuales constituían subculturas reconocidas.
Cuando la I Guerra Mundial estalló en 1.914, las lealtades nacionales demostraron ser más
fuertes que los compromisos de clase y la mayoría de los socialistas respaldó los esfuerzos
de guerra de sus respectivos gobiernos. Esto supuso el fin de la Segunda Internacional.

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1.4.6.- Contradicciones del socialismo.

La concepción socialista sobre la naturaleza humana ha sido puesta en tela de juicio por los
liberales y los conservadores. ¿Por qué razón hemos de suponer que las personas son
naturalmente sociables, cooperativas y creativas y no más bien agresivas, competitivas o
indolentes? Los socialistas pueden afirmar que competimos sólo porque hemos nacido en
sociedades cuyas instituciones son competitivas. La controversia sobre si la conducta es
heredada no muestra signos inminentes de llegar a resolverse.
Los socialistas definen un tipo de naturaleza humana que no coincide con el comportamiento
diario, pero cita el ejemplo de sociedades cooperativas y de instituciones de ayuda mutua que
justifican su argumento de que nuestras inclinaciones naturalmente sociables han sido
pervertidas por las instituciones capitalistas.
El cargo que con mayor frecuencia se le hace al Socialismo es que la igualdad no puede
conciliarse con la libertad: una sociedad socialista es necesariamente no libre. Se trata de un
argumento, fundado en la eliminación de las libertades cívicas del hombre, pero se apoya
también en otros argumentos que son los siguientes:
 Al haber talentos y capacidades desiguales, cualquier sistema que dé igual tratamiento
a todos limitará la vida de unos individuos e impedirá que otros desarrollen de forma
libre su potencial.
 Un sistema de iguales recompensas por el trabajo realizado desalienta a quien está más
capacitado para un trabajo y tiene más posibilidades de éxito.
 Una sociedad igualitaria impide que los individuos obtengan sus justas recompensas.
Más difícil de responder es la cuestión de si el paso al socialismo destruirá las libertades
presentes. Dadas las desigualdades sociales y económicas existentes, necesariamente
empeoraría la condición de las personas limitando así su libertad. En el pensamiento liberal, la
libertad, la elección y el dinero están estrechamente asociados. Por tanto, la introducción del
Socialismo hoy en día supondría un nivelamiento hacia abajo.
Los socialistas utópicos respondían afirmando que sus propios sistemas producirían una
abundancia cada vez mayor, de modo que todos tendrían más, pese a lo cual las desigualdades
se reducirían o eliminarían.
También depende del grado de desigualdad existente: cuanto mayor sea esta desigualdad, más
imposible se hace el nivelar hacia arriba y aumentan las posibilidades de que a las personas
más ricas les quiten sus riquezas. Los críticos del Socialismo suponen que los ricos no se
desprenderán de su riqueza, porque si se desprenden de ellas, pierden lo que constituye su
libertad, sufriendo un ataque a su condición de seres libres.
Detrás de estos argumentos se plantea la cuestión de que hay una justicia propia a la actual y
accidental distribución de bienes. Por otra parte, hay planteada una autocontradicción: si la
libertad implica elección significada por el dinero, y el dinero es redistribuido para empeorar
la condición de las personas, éstas reciben así mayor libertad con el mejoramiento que supone
perder algo de libertad.
Otra parte de las objeciones planteadas por lo liberales tiene que ver con la prohibición que
hace el utilitarismo de establecer comparaciones interpersonales de utilidad.
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A los socialistas les preocupa el aspecto negativo del vínculo entre el dinero y la libertad: la
pobreza equivale a la no libertad. No les preocupa el hecho de que algunos tengan más, sino el
hecho de que algunos tengan menos
Otra razón por la que los socialistas niegan la dicotomía entre libertad e igualdad es que definen
la libertad de modo diferente a los liberales, como la oportunidad de cumplir con el potencial
de cada uno. Disponer las cosas de manera que dé iguales oportunidades a todos; exigiría un
tratamiento “igual pero diferente”, es decir, todos tendrían las mismas oportunidades, pero se
les trata de acuerdo a sus capacidades (se basa en el principio de “a cada cual según sus
necesidades”). La definición para los socialistas de libertad, podría ser la de “libertad a partir
de las necesidades insatisfechas”. Así, para los socialistas, los principios de la libertad y la
igualdad están interrelacionados y son complementarios, iguales a los artículos del catecismo
socialistas.

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CONCLUSIONES.

 Conviene despejar dudas sobre la línea ideológica que se está siguiendo, porque en el
pasado la igualdad y la justicia social fueron enarboladas en los programas políticos y es
indudable que la línea neoliberal que se está poniendo en práctica las niega. Hay una
disparidad entre la conducta política y los principios ideológicos.
 La propuesta neoliberal establece que hay que “disminuir” o minimizar” los impuesto a los
ingresos directos, es decir, a los ricos y hay que aumentar los impuestos al valor agregado.
Hay que disminuir o eliminar los gastos sociales del estado.
 En tanto no sea posible la existencia del libre mercado internacional y ante la necesidad de
las economías nacionales de competir globalmente, como una medida transitoria, hay que
competir en bloque y para ellos es necesario que los países suscriban Tratados de Libre
Comercio.
 Como hemos podido analizar las revoluciones dirigidas a la implementación de un sistema
socialista tienen tendencia a provocar el descontrol social.
 En tal sentido esto nos lleva a graduar la afirmación de las carencias de mecanismos
democráticos institucionalizados para el ejercicio del poder a través de la participación y
representación democrática. Debemos precisar que cuando hablamos de carencias, con ello
no queremos plantear que el leninismo en sus bases teóricas no tenía concepciones sobre
las formas del ejercicio del poder. No, ellas aún con sus límites, estaban presentes en su
obra.
 Lenin planteaba que Marx en sus concepciones sobre el socialismo no se "proponía
descubrir las formas políticas de ese futuro", pero que al analizar la Comuna de París
encontró las formas bajo las cuales "puede lograrse la emancipación económica del
trabajo"
 Para Lenin la comuna era la forma que debía tener el Estado socialista, como la
organización de éste en sus órganos de dirección de abajo hacia arriba con iniciativas del
pueblo, elecciones libres y directas de sus dirigentes, los cuales serían revocables en
asambleas a requerimiento de las masas.

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BIBLIOGRAFIA.

 Casas Arce C. (2015): El Socialismo. Huacho – Perú: Universidad Nacional José Faustino
Sánchez Carrión.
 Tamayo Jiménez D. (2012): Teoría Política. Estado de Mexico: Red Tercer Milenio.

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