Sei sulla pagina 1di 29

DOSSIER

LOS
SOLDADOS DE DIOS
64. La cruz y la espada
Alain Demuger

70. Santiago, Calatrava


y Alcántara. Lanzas
Un caballero de Castilla
templario, en un Julio Valdeón
grabado coloreado
del siglo XIX, París,
Biblioteca de Artes 74. Los templarios,
Decorativas. a la hoguera. La última
batalla
Jean-Claude Maire Vigueur

80. Carne de leyenda.


Los templarios y la
antología del disparate
Hubert Houben

84. Castigo de Dios.


Los cruzados vistos
por los árabes
María Jesús Viguera

89. De película. Las


Cruzadas, éxito en
el cine
Pedro García Martín

El estreno de El reino de los cielos, de Ridley Scott, y el aluvión


de novedades editoriales sobre los misterios de los templarios
ponen de actualidad el mundo de las órdenes militares en la
Edad Media. Mitad monjes, mitad soldados, los soldados de Dios
nacieron para defender las rutas de peregrinación a Tierra Santa
y terminaron siendo pequeños ejércitos, de composición
plurinacional y con ramificaciones por toda la cristiandad
63
Las órdenes militares
LA CRUZ
Y LA ESPADA

64
LOS SOLDADOS DE DIOS

Los monjes guerreros, según expone Alain Demurger, nacieron durante


las Cruzadas por el interés de algunos caballeros en santificar su lucha en
defensa de los Santos Lugares o como complemento militar a funciones
asistenciales a los peregrinos: protección, albergues y hospitales

E
El Capítulo de la Orden del Temple en 1147, n 1099, como resultado de la la Roca y los únicos restos conocidos del
según una visión historicista decimonónica primera Cruzada y de la toma Templo de Herodes, teóricamente le-
de F. Granet (París, Palacio de Versalles). de Jerusalén a costa de los in- vantado sobre las ruinas del de Salomón,
fieles –como llamaban los cris- son el actual Muro de las Lamentaciones,
tianos a los musulmanes–, se fundan los justo al pie de la Explanada de las Mez-
Estados latinos de Oriente: Edesa, An- quitas. Pero éstas son precisiones actua-
tioquía, el reino de Jerusalén y, final- les. A comienzos del siglo XII, los caba-
mente, Trípoli. Los peregrinos cristianos lleros lo consideraron templum Domi-
acudían a una Tierra Santa, ya bajo el ni, el Templo del Señor, y los templarios
control cristiano, para visitar los lugares reprodujeron la cúpula en su emblema.
relacionados con la vida terrena de Je- El reconocimiento real y el acuerdo
sús: Belén, el Jordán, el Monte de los del patriarca de Jerusalén no eran sufi-
Olivos, el Santo Sepulcro. No obstante, cientes para dar carta de naturaleza re-
a partir de Acre o de Jaffa, los caminos ligiosa a la experiencia de estos monjes-
que conducían a los lugares santos no soldados: era necesario que el Papa la
eran siempre seguros y, en 1120, un gru- aprobara. Lo cual planteaba un proble-
po de caballeros reunidos entorno a Hu- ma: ¿era lícito ejercer el oficio de las ar-
go de Payns, natural de la Champagne, mas bajo el hábito religioso? ¿Verter san-
tomó la iniciativa de garantizar la pro- gre, matar y ser matados por la propia
tección armada de los peregrinos. Ellos, fe, vistiendo el hábito religioso?
sin embargo, querían cumplir este ser- A comienzos del siglo XI, dos obispos,
vicio llevando al mismo tiempo una vi- Adalberón de Laón y Gerardo de Cam-
da religiosa, sujetos a los votos de obe- bray, habían formulado la teoría de las
diencia, castidad y pobreza, típicos de tres funciones: la sociedad cristiana es-
todo instituto religioso y vivir según una taba compuesta por los que rezaban, los
regla, como ya hacían desde siglos atrás que combatían (y mandaban) y los que
los monjes benedictinos y, más recien- trabajaban: oratores, bellatores y labo-
temente, los cistercienses y los cartujos. ratores, una sociedad única en tres gru-
pos jerárquicos y solidarios. Un siglo
El Evangelio y la espada después, Hugo de Payns y sus compa-
Muy pronto, al margen de esas funcio- ñeros proponían juntar en una institu-
nes de tutela, estos caballeros se impli- ción religiosa la función del que reza y
caron en la defensa de los Estados Lati- la del que lucha.
nos contra sus vecinos musulmanes. La El caballero era un guerrero indis-
iniciativa de Hugo de Payns fue alenta- pensable en los ejércitos feudales de la
da por el rey de Jerusalén, Balduino II, época y la Iglesia de la reforma grego-
que donó al grupo, como lugar de resi- riana le había asignado un papel en el
dencia, uno de sus palacios situados en plan divino. Se trataba de cristianizar la
las dependencias de la Mezquita de al- violencia y de ofrecer una vía de salva-
Aqsa, por aquel entonces considerado ción a quienes la tenían como profesión.
como el antiguo Templo del rey Salo- Entre la función de los guerreros, con-
món. Los caballeros adoptaron así el templada por Adalberón de Laón y Ge-
nombre de “pobres caballeros de Cristo rardo de Cambray, y la sacralización de
del Templo de Salomón”, que, en breve, la guerra al servicio de la Iglesia, pro-
se reduciría a caballeros templarios o, puesta por las órdenes militares había
simplemente, templarios. En realidad, el
emplazamiento del Templo de Salomón ALAIN DEMURGER es profesor de Historia
debió de estar cerca de la Mezquita de Medieval, Universidad de París.

65
SULTANATO
DE RUM Adana
CONDADO
DE EDESA Edesa
Las Cruzadas
PEQUEÑA • •
ARMENIA (1098-1146)
PRINCIPADO Primera Cruzada (1095-1099)
(1138-1375) DE ANTIOQUÍA
REINO Cruzada de los nobles, en la que participa-
(1098-1268)
DE ALEPO ron Godofredo de Bouillon, duque de Lo-
REINO Antioquía•

Alepo
rena; Roberto, duque de Normandía; Ro-
DE CHIPRE berto, conde de Flandes; Raimundo, mar-
(1192-1489) Famagusta • qués de Provenza, y Boemundo, príncipe
MA
R • • CONDADO Palmira
de Tarento. En 1098 conquistaron Edesa
Nicosia DE TRÍPOLI
M •Homs
(1098-1146) y, en 1099, Jerusalén. Fundan los Prin-
ED

Krak de los
Trípoli• Caballeros REINO cipados Latinos de Oriente (Edesa, An-
ITE

DE DAMASCO tioquía, Trípoli) y el Reino de Jerusalén.


• Beirut Segunda Cruzada (1148-1151)
Beaufort •
RRÁ N

Tiro • Damasco Cruzada alemana: Conrado III. Cruzada


Montfort
Le Chatelet francesa: Luis VII y su mujer, Leonor de
Haifa ••Acre DESIERTO
Aquitania. El idilio entre ésta y su tío
EO

Belvoir DE
Chastel Pélerin Ajlun Raimundo de Poitiers irritó a Luis VII,
SIRIA

Jaffa • Cesarea •Amman que se negó a apoyar a Raimundo con-
Damieta
• Ascalon • • tra el señor de Alepo, optando por la con-
• Jerusalén
CALIFATO Gaza Moab quista de Damasco. La empresa fracasó.
DE EGIPTO Tercera Cruzada (1189-1192)
REINO DE JERUSALÉN ESTADOS LATINOS
(968-1171)
DE ORIENTE Cruzada de los Tres Reyes: Federico Bar-
• (1099-1187)
barroja (Alemania) Felipe Augusto (Fran-
El Cairo
Montreal REINO DE JERUSALÉN cia) y Ricardo Corazón de León (Ingla-
SINAÍ Petra
CONDADO DE TRÍPOLI terra). Se inició tras la derrota cristiana
• Aqaba PRINCIPADO en Hattin y la conquista de Jerusalén por
GOLFO DE ANTIOQUÍA Saladino, en 1187. Barbarroja se ahogó
DE SUEZ MAR CONDADO DE EDESA
ROJO en el río Salef, en Cilicia. El ejército an-
Fortalezas cristianas glo-francés reconquistó Acre, en 1191,
Fortalezas musulmanas pero no Jerusalén.
Cuarta Cruzada (1202-1204)
Cruzada de los Barones, mandada por el
un buen trecho, salvado por dos víncu- ajusta a la que, inicialmente, tuvo san marqués Bonifacio de Monferrato. Los
los: la Tregua de Dios, que regulaba la Bernardo, quien no comprendía el in- cruzados asediaron, tomaron y saquearon
violencia de los caballeros, imponién- terés de esta institución, puesto que a los Constantinopla, fundando allí el Impe-
doles ciertas restricciones, y la cruzada, laicos que desearan entrar en religión ya rio Latino (1204-1261), pero se olvida-
igualmente obra positiva, pues canali- se les ofrecía el claustro cisterciense. ron de Jerusalén.
zaba la violencia hacia una obra pía, uni- Otros, que rechazaban el derramamien- Quinta Cruzada (1217-1221)
ficadora de la cristiandad: liberar Jeru- to de sangre en nombre de Cristo, se Organizada por Andrés II, rey de Hun-
salén, rescatar el Sepulcro de Cristo de unían a la posición de la Iglesia bizan- gría, y Leopoldo V, duque de Austria.
manos de los infieles. Las órdenes mi- tina, hostil a la idea de la cruzada y par- Conquistan el puerto de Damieta y lo
litares son la conjunción de la cruzada y tidaria de que la guerra y la violencia ocuparon durante dos años.
la reforma, puesto que ofrece a los lai- quedaran al cuidado del poder laico. Sexta Cruzada (1228-1229)
cos una vía de perfeccionamiento. El ca- El emperador Federico II negoció con el
ballero se convierte en miles Christi, sol- La influencia de la yihad sultán la entrega de Jerusalén, donde fue
dado de Cristo. Es un religioso y no un ¿Pudo un modelo externo al cristianis- coronado como rey, en la Basílica del San-
monje; permanece laico, no es ordena- mo favorecer la aparición de la Orden to Sepulcro (marzo de 1229).
do sacerdote –sólo lo era el padre ca- del Temple? Pensamos, naturalmente, en Séptima Cruzada (1248-1254)
pellán, indispensable para el encuadra- el ribât musulmán. Sin negar algunas in- Luis IX de Francia conquistó Damieta,
miento espiritual de los hermanos com- fluencias de esta institución sobre de- pero luego fue derrotado y apresado (6 de
batientes– y por eso puede combatir. terminados aspectos de las órdenes mi- abril de 1250). Rescatado, permaneció
Esa novedad radical, opuesta a la teo- litares –las cofradías afiliadas a las ór- cuatro años en Siria, organizando la de-
ría de las tres funciones y a la tradición denes y las asociaciones temporales de fensa de aquel reino franco.
no violenta del cristianismo, creó cierta los laicos píos–, creo que se trata de una Octava Cruzada (1270)
conmoción. El cisterciense Isaac de Es- pista falsa; la influencia musulmana era Expedición de Luis IX a Túnez. El rey
tella la rechaza de plano; Guigo, prior de anterior y actuaba sobre la idea de la murió durante el asedio de Túnez vícti-
los cartujos, se preocupa por una evo- guerra santa: la yihad musulmana pudo ma de una epidemia de cólera.
lución llena de peligros; su opinión se marcar con algunos de sus rasgos la con-

66
LAS ÓRDENES MILITARES, LA CRUZ Y LA ESPADA
LOS SOLDADOS DE DIOS

cepción cristiana de la guerra santa, apa-


recida mucho más tarde. Es, por tanto,
en la sociedad occidental donde deben
buscarse las raíces de las órdenes mili-
tares, pero, precisémoslo, en una socie-
dad occidental “trasladada” a Oriente por
la Cruzada y enfrentada a los problemas
originados por el éxito de esta empresa:
“Una caballería de una nueva especie ha
visto la luz, y eso en esta región que ha-
ce tiempo ‘el sol naciente’, encarnado,
visitó desde el alto” (San Bernardo, Elo-
gio de la nueva caballería Templaria).

La regla del Temple


Para legitimarse y desarrollarse, la nue-
va caballería de Cristo tenía que ser apro-
bada por la Iglesia. En enero de 1129, el
Concilio provincial de Troyes, con la asis-
tencia de san Bernardo, numerosos aba- Fresco de la Batalla de La Bocquée (Siria), en el siglo XII, en la que los caballeros templarios
tes cistercienses y Hugo de Payns, el derrotaron a los soldados de Nuredín, capilla templaria de Cressac, Francia.
maestro de la caballería, reconocía a los
Pobres caballeros de Cristo del Templo de completa el proceso de legitimación ini- resultado de militarizaciones de algunas
Salomón como una nueva Orden, con- ciado una década antes en Troyes, con- preexistentes. Todas estaban vinculadas
firmándoles su regla. Bernardo, a pesar firiendo al Temple grandes privilegios a la Cruzada, aunque esto debe mati-
de sus iniciales reticencias, se había con- que le ponían bajo la autoridad directa zarse. Las más importantes nacieron en
vencido del interés de la experiencia y exclusiva del Papa, dispensándole de el XII, en tres áreas geográficas carac-
templaria e impuso a su favor la gran au- toda subordinación al clero secular. terizadas por la confrontación entre un
toridad de que gozaba. Cumplido este proceso, se pudo pensar cristianismo agresivo y los infieles –mu-
Poco antes del Concilio había escrito en la creación de otras órdenes simila- sulmanes, sarracenos, moros– en Orien-
el Elogio de la nueva caballería Tem- res. El Temple es, por tanto, la primera te Medio y la Península Ibérica; paganos
plaria, en el que exaltaba su elección de orden religioso-militar. en las orillas del Mar Báltico –Prusia y
vida y su misión. En 1139 la bula Om- Otras aparecieron en los siglos XII y Livonia, territorios habitados por los li-
ne datum optimum del papa Eugenio III, XIII, ya fueran de nuevo cuño, ya como vos, lituanos, curli, estonios y otros.
Un siglo después, el Papado trató de
utilizar con escaso éxito la Cruzada con-
Una fortaleza espectacular tra sus adversarios dentro de la propia
cristiandad: cismáticos, como la Iglesia

N o es la primera vez que el castillo de


Loarre, la fortaleza de la película El
reino de los cielos de Ridley Scott, merece
para su administración y defensa a una co-
munidad religiosa, convirtiéndose en un
interesante antecedente de los frailes gue-
griega; heréticos, como los cátaros, o sim-
plemente adversarios políticos como el
emperador Federico II y su hijo Manfre-
la atención de los buscadores de escenarios rreros nacidos durante las Cruzadas. do. En vista del fracaso, probó a crear ór-
cinematográficos medievales. No en vano El impulso aragonés hacia el sur privó denes militares expresamente para de-
es, por su situación y estado de conserva- a Loarre de un papel en la Reconquista du- terminados objetivos, pero tampoco tu-
ción, uno de los más espectaculares de la rante el Bajo Medievo, pero sus muros sir- vo éxito. Por tanto, las órdenes militares
Península. Realmente nada tiene que ver vieron de argumento y refugios a la nobleza se desarrollaron en el terreno que en la
con las Cruzadas y poco con las órdenes mi- levantisca de la niñez de Jaime I. Éste se la época se consideraba natural para apli-
litares, aunque sí puedan rastrearse al res- cedería a los caballeros hospitalarios de San cación de la Cruzada: Oriente, Báltico y
pecto algunas curiosidades. Juan de Jerusalén, por entonces en plena la Península Ibérica.
En su estructura visible, toda la forta- expansión y apogeo. La primera orden militar había nacido
leza data de los siglos XI y XII, documen- A partir del siglo XV la fortaleza servi- también en Tierra Santa, aunque con fi-
tándose las primeras noticias durante el rei- ría de refugio a las banderías nobiliarias nes asistenciales y era mucho más anti-
nado de Sancho III el Mayor de Pamplona, enemigas de Fernando I de Antequera. gua: antes de la Primera Cruzada y de la
conde de Aragón, Castilla y Sobrarbe- Queda como digno colofón bélico la de- toma de Jerusalén, había sido fundada
Ribargorza. Avanzada de Aragón, la to- fensa que hizo de sus muros doña Violan- en un hospital en las inmediaciones del
maron los musulmanes, pero en 1070 ya te de Luna, una abadesa cisterciense, que, Santo Sepulcro, para alojar y curar a los
era nuevamente aragonesa, bajo el reina- en 1413, capituló ante las huestes reales peregrinos. Tras la toma de la ciudad, en
do de Sancho Ramírez. El rey se la cedió tras medio año de asedio. 1099, se incrementaron sus actividades
y, en 1113, se convirtió en casa madre

67
cencia. Las órdenes posteriores seguirán
tanto el modelo puramente militar del
Temple, como el modelo hospitalario y
militar del Hospital de San Juan.
Pertenecieron a la primera categoría
las órdenes ibéricas afiliadas a Calatrava
–Alcántara y Avis– o la orden de los Por-
taespada, fundada a comienzos del si-
glo XIII en Livonia. Del segundo tipo
fueron la orden de los Caballeros Teu-
tones, creada en 1199 en Tierra Santa,
en la época del sitio de Acre, a partir de
un hospital que acogía a los peregrinos
y a los cruzados alemanes; la orden de
San Lázaro, especializada en la atención
a los leprosos y, a partir del siglo XIII
combinada con actividad militar; en Es-
paña, la orden de Santiago, que, a la
función militar añadiría funciones cari-
tativas, como atención a los enfermos
y redención de cautivos.

Una gran familia


Las órdenes militares forman una fami-
lia original dentro del monacato. Las re-
glas son de diferente inspiración –be-
nedictina o agustiniana–, pero se acer-
can, al tener que conciliar la vida reli-
giosa y la militar. A lo largo de toda su
historia, las órdenes completaron sus re-
glas con estatutos, leyes, constituciones
o costumbres concernientes a la vida co-
Los hospitalarios se preparan para la defensa de Rodas, donde en 1314 comenzaron la
construcción de un gran hospital. Miniatura del siglo XV, París, Biblioteca Nacional. tidiana, la culpa y sus sanciones, los de-
rechos y deberes de cada cual, las con-
de la Orden. Su desarrollo se granjeó las trapartida, se les cedieron vastos terri- diciones de reclutamiento, etcétera.
donaciones, tanto en Tierra Santa como torios y castillos –a menudo, sólo rui- Cluny y Cîteaux eran federaciones de
en Occidente, lo que le suministró los nas–. También en Portugal, el Temple abadías; las órdenes militares, por el con-
medios para atender a los peregrinos jugó un papel importante. trario, tenían una estructura centralizada
que acudían a los Santos Lugares. Des- y jerárquica. En la cúspide, el Gran Maes-
pués del reconocimiento del Temple, la El yunque de Calatrava tre o Maestre General que, desde la ca-
Orden de los Hospitalarios o de San En Castilla y León la situación era dife- sa madre, dirigía el cuartel general. Era
Juan de Jerusalén, también se militarizó. rente. El Temple titubeó en su implica- asistido por un grupo de dignatarios –ma-
Su originalidad respecto al Temple es ción: el rey le encargó la defensa de la riscal, comendadores y otros– y contro-
que añadió función militar a la hospi- muy expuesta fortaleza de Calatrava, y lado por el Capítulo General, que se reu-
talaria, que siguió garantizando. no consiguió rechazar la presión almo- nía periódicamente –cada cinco años en
En la Península Ibérica, la reconquis- hade, por lo que la devolvió al monarca el caso templario–. A nivel intermedio, la
ta cristiana a expensas de los reinos mu- (1149-1157). El abate cisterciense del Mo- provincia –llamada bailato por los teu-
sulmanes chocó en el siglo XII con la lle- nasterio de Fitero, en 1158, aceptó el de- tones o priorato por los hospitalarios– se
gada de los almorávides y, posterior- safío y reclutó caballeros para instalar- ocupa de la dirección y administración
mente, de los almohades. Los reinos cris- los en la fortaleza; éstos se emanciparon de la orden tanto en la zona de lucha
tianos intentaron involucrar el Temple de la tutela del abate y el papa Alejan- –Tierra Santa, Península Ibérica o Livo-
en la Reconquista pero, no queriendo dro III, en 1164, les reconoció como or- nia–, como en las zonas de retaguardia
perder su objetivo principal en Tierra den militar de Calatrava, dirigida por un –la mayor parte de los reinos del Occi-
Santa, rechazó la invitación. Posterior- maestro, que “vive según la Orden de los dente cristiano–; en la base, las casas y
mente, los templarios, ya instalados en hermanos de Cîteaux”, de los cuales si- los domini, reunidos en encomiendas.
la Corona de Aragón, aceptaron parti- guió las “costumbres”, aunque un poco La casa, con la capilla, los edificios del
cipar en la lucha, especializándose en modificadas. Esta fundación cisterciense convento y las construcciones destinadas
la repoblación y en la defensa de las constituye una orden militar pura, sin a las actividades agrícolas, constituía el
tierras recién conquistadas. Como con- actividades relacionadas con la benefi- centro de la vida cotidiana de la cofradía.

68
LAS ÓRDENES MILITARES, LA CRUZ Y LA ESPADA
LOS SOLDADOS DE DIOS

neo Oriental. En eso reside la originali-


dad de las estructuras de las órdenes, la
razón de ser de su existencia.
Por eso, los contemporáneos les re-
procharon, a veces, su acumulación de
riquezas en Occidente y sus derrotas en
Oriente, sin percatarse de que las órde-
nes militares utilizaban el dinero para sos-
tener la guerra y, naturalmente, no fue-
ron los únicos responsables de la caída
de los Estados Latinos en 1291. Más aún,
en algunas zonas formaron los últimos
Escudos de las órdenes del Temple, Hospital y de los Caballeros Teutones. Tras la pérdida de
Tierra Santa, las órdenes militares entraron en crisis. Felipe IV de Francia acabó con los
focos de resistencia cristiana, como Châ-
templarios; los hospitalarios se marcharon a Rodas y los teutónicos, al Báltico. teau Pélerin, que resistió contra toda es-
peranza, tres meses después de la capi-
Allí vivían hermanos caballeros y her- comiendas teutónicas nutrieron así el pre- tulación de San Juan de Acre.
manos sargentos de armas dedicados a la supuesto de guerra de la orden en Pru-
guerra, hermanos capellanes consagra- sia o Livonia; las casas del Temple y del Es preciso reconvertirse
dos al servicio divino y, finalmente, her- Hospital, cuya red cubría Occidente, pro- Perdida Tierra Santa a finales del si-
manos de oficio, que ejercían funciones porcionaban hombres, armas, alimentos glo XIII, las órdenes militares se hallaron
económicas. Junto a estos miembros de y dinero a los hermanos de Tierra Santa en crisis en todos los frentes. El rey de
la orden, gravitaban asociados, donatos, o España, lo que les permitió construir Francia, Felipe el Hermoso, atacaba al
cohermanos y cohermanas que gozaban y conservar imponentes castillos –desde Temple, sin darle tiempo para reconver-
de los beneficios espirituales y materia- el Krak de los Caballeros, hasta el Châ- tirse. Los hospitalarios se refugiaron en
les de la orden a cambio de unos actos teau Pélerin, ambos en Tierra Santa y des- Chipre y, luego, en Rodas, asegurándo-
de caridad –donaciones o rentas. de Miravet hasta Consuegra, en la Pe- se su independencia y su reputación de
La casa era un foco religioso que atraía nínsula Ibérica– y pagar el sueldo a los baluarte de la cristiandad contra los tur-
a los fieles y suscitaba devociones y, tam- numerosos hombres de armas, peones, cos. Perdida Rodas, Carlos V les instaló
bién, un centro de reclutamiento: a sus ballesteros, arqueros o caballería ligera en Malta, donde siguieron resistiendo a
puertas llamaba quien deseaba integrar- (turcopli). En el Mediterráneo, los puer- los otomanos hasta que Lepanto anuló
se en la orden militar. También era la ba- tos de Barcelona, Marsella y Génova, los la presión. De estos establecimientos pro-
se de la organización económica: una de Italia meridional y Sicilia (Bari, Bar- vienen sus nombres de caballeros de Ro-
parte de sus rentas –la responsio– retira- letta y Mesina) fueron centros vitales de das y el actual, caballeros de Malta.
da para permitir el cumplimiento de las la red de comunicación organizada por La Orden Teutónica se replegó al Bál-
misiones. Reunidos en la capital de pro- el Temple y el Hospital. Éstos poseían al- tico, creando en Prusia un Estado teo-
vincia, con ocasión del anual capítulo gunos barcos y alquilaban otros para crático, mientras combatía contra los pa-
provincial, estos recursos eran enviados garantizarse el transporte de hombres, ganos lituanos. La conversión de éstos
hacia las zonas de confrontación; las en- armas, mercancías y dinero al Mediterrá- y su unión con los polacos quitaron la
justificación a la guerra, pero la orden
se mantuvo como avanzadilla germa-
En cada país, un hospital na en el Báltico, sufriendo una progre-
siva decadencia hasta que la reforma lu-

T omando como modelo el de Jerusalén,


casa madre de la orden, los caballeros
hospitalarios erigieron también un hospi-
hospital, que fue reemplazado por el edifi-
cio que hoy existe –actual sede del Museo
Arqueológico de Rodas–, construido entre
terana le asestó el golpe de gracia: sus
últimos maestres, convertidos al pro-
testantismo, secularizaron los territorios
tal en cuantos lugares se asentaron: Acre, 1440 y 1483. El edificio, de dos plantas, de la orden, dando origen a los duca-
Rodas y, finalmente, Malta. Los caballe- está organizado en torno a dos patios. Des- dos de Prusia y Curlandia.
ros tenían en él su residencia y existían on- de el principal, una escalera monumental En España, tras la conquista de Gra-
ce salas –una acogía a las mujeres emba- permite acceder a la galería y al gran dor- nada, en 1492, los Reyes Católicos ane-
razadas– reservadas para los peregrinos y mitorio de los enfermos, en el primer piso. xionaron a la Corona las prestigiosas ór-
para los heridos de guerra: después de la Expulsados de Rodas por los turcos en denes de Calatrava, Alcántara y Santiago
batalla de Montgisard, en 1177, los caba- 1522-23, los caballeros se refugiaron en –en Portugal ocurrió lo mismo con Avis
lleros durmieron en el suelo, cediendo sus Malta en 1530, donde construyeron otro o el Cristo, orden que sucedió al Temple
camas a los 750 heridos hospitalizados. hospital. Pero el edificio definitivo, gran- cuando ésta fue suprimida–. Las órdenes
Después de la pérdida de Jerusalén, en dioso y amplio, fue acabado en la nueva ca- principales han sobrevivido hasta nues-
1187, los hospitalarios emplazaron en Acre pital elegida, en 1571, por el Gran Maes- tros días, convertidas ya en órdenes de
su cuartel general. Señores de Rodas, em- tre Parisot de la Vallette, que le dio su mérito, ya en órdenes caritativas, como
pezaron en 1314 la construcción de un gran nombre: La Valetta. Malta o los Teutones. ■
(TRADUCCIÓN, GIONATA CHATILLARD)

69
Ilustración del Libro de los Caballeros de la Orden de Santiago, manuscrito de 1361, Burgos, Archivo Municipal.

70
LOS SOLDADOS DE DIOS

Calatrava,
Santiago y LANZAS DE
Alcántara
CASTILLA
Las órdenes militares jugaron un papel importante en la Reconquista,
sobre todo las de creación autóctona, avanzadilla armada y salvaguarda de
las tierras repobladas, expone Julio Valdeón. De su importancia militar
baste decir que llegaron a constituir un tercio de la caballería

T
ras la caída del Califa- Los integrantes de esta orden, a
to de Córdoba, acon- diferencia de lo ocurrido con la
tecimiento que data de Calatrava, se acogieron a la re-
de 1031, los núcleos gla de San Agustín. Poco des-
políticos de la España cristiana, pués, en 1175, la orden militar de
y ante todo el reino astur-leonés, Santiago fue aprobada por Ale-
que fue el primero que surgió, jandro III. Para entonces, ya ha-
se proyectaron, desde el punto bía comenzado a prestigiarse y a
de vista militar, hacia el sur peninsular. engrandecerse: Alfonso VIII le había con-
Escudos de las órdenes militares de Calatrava,
Estamos hablando de lo que habitual- Santiago y Alcántara. La de Calatrava fue la
cedido la importante villa de Uclés, en
mente se ha denominado con el térmi- primera aparecida en tierras hispanas. tierras conquenses.
no de Reconquista. Ni que decir tiene
que un hito decisivo en esa pugna fue se adaptaba a la regla monástica del Cís- Sede en Alcántara
la toma de Toledo, en 1085, por parte ter. Finalmente, en 1164, el pontífice Ale- En tercer lugar es preciso aludir a la or-
del monarca castellano-leonés Alfon- jandro III acordó proteger a la orden mi- den de Alcántara. Su génesis se encuen-
so VI. Toledo, que había sido el centro litar de Calatrava. tra, en 1176, en los integrantes de la ca-
de una de las marcas fronterizas del Is- Por tanto, las órdenes militares surgi- sa e iglesia de los “fratres” de San Julián
lam de España, era, sin duda alguna, la das aquí tres décadas después que en del Pereiro. Al recibir los miembros de
primera gran ciudad de al-Andalus que Tierra Santa, no tuvieron los fines asis- esa asociación, por parte del rey de León
pasaba a poder de los cristianos. tenciales que originalmente inspiraron Alfonso IX, la localidad de Alcántara, de-
La primera orden militar aparecida en su creación, sino aquellas que las carac- cidieron pasar a denominarse orden mi-
las tierras hispanas fue la de Calatrava. terizaron inmediatamente después: mon- litar de Alcántara. El mismo año recibió
Su punto de partida estuvo en la firme jes soldados cuya primordial misión era la aprobación del Papa. Se acogía, al igual
actitud mantenida, hacia 1158, por el la lucha contra el Islam, la Cruzada. que la de Calatrava, a la regla del Císter.
abad del monasterio de Fitero, Raimun- Unos años más tarde que la de Cala- A partir de 1186, la orden de Alcántara,
do Serrat, y por el monje Diego Veláz- trava surgió la orden militar de Santiago. que hasta entonces estuvo situada bajo
quez, los cuales decidieron defender a Su origen se hallaba en una congrega- la de Calatrava, recibió una jurisdicción
toda costa el castillo de la localidad de ción de caballeros, los llamados freiles exenta.
Calatrava la Vieja, el cual fue duramen- de Cáceres. Dicha congregación estaba En definitiva, en un corto período de
te atacado por los almohades, es decir, dirigida por el castellano Pedro Fernán- tiempo, que coincide con el temor sus-
el grupo islámico que en esas fechas dez y por el leonés Suero Rodríguez, a citado por la ofensiva almohade, sur-
controlaba el territorio de al-Andalus. los cuales concedió protección, en 1170, gieron en los reinos de Castilla y León
Poco tiempo después, la nacida orden el monarca leonés Fernando II. Un año nada menos que tres órdenes militares.
después, en 1171, los integrantes de la Una de las funciones más significativas
JULIO VALDEÓN es catedrático de Historia mencionada cofradía decidieron con- que pusieron en marcha las órdenes mi-
Medieval, Universidad de Valladolid. vertirse en vasallos del apóstol Santiago. litares hispánicas fue la actividad, tanto

71
militar –la entonces denominada guerra
divina–, como repobladora, en las tierras
de la Meseta meridional. De hecho, ac-
tuaban como una fuerza de choque de-
cisiva tanto en la defensa de las fronteras
como en ofensivas militares contra los al-
mohades. La actividad militar de las ór-
denes se basaba en los castella o forta-
lezas. Dichos centros servían tanto para
proteger a personas y bienes, como pa-
ra poner en marcha incursiones contra
los musulmanes. Es decir, las cabalgadas,
algaradas y de correrías que constituye-
ron buena parte de la actividad militar en
el medievo peninsular
En concreto la orden de Calatrava se
encargó de proteger los diversos cami-
nos que comunicaban la ciudad de To-
ledo con las tierras del sur de la Penín-
sula Ibérica. Como indicaba muy signi-
ficativamente Jiménez de Rada, arzobis- Representación de Fernando II en los Tumbos de Compostela. La orden de Alcántara intervino
po de aquel tiempo, los caballeros de en la expansión de León, bajo su reinado y el de Alfonso IX.
Calatrava se dedicaron, desde su naci-
miento, “a acosar y atacar a los árabes”. tanto que los de Santiago perdieron a su Hornachos. No es posible olvidar, por
Consta que, en 1170, los calatravos efec- maestre y al comendador y los de Ca- otra parte, la toma, en 1217, de la loca-
tuaron cabalgadas dirigidas a la fortale- latrava, a su alférez, quedando grave- lidad portuguesa de Alcacer, en la cual
za jienense de Ferral. Años después, en mente herido el comendador–. Tras las intervinieron los caballeros de Santiago.
1185, tuvo lugar una campaña de los ca- Navas, se desplomó el poder almoha- Los éxitos en las Navas, en 1212, y en
latravos por las tierras de Andújar. Pe- de y surgió, en las tierras de al-Andalus, Alcocer, en 1217, marcan un cambio de-
ro fue mucho más llamativa la devasta- un conjunto de pequeños reinos de tai- finitivo de rumbo en la dura pugna que
dora campaña realizada, en combinación fas, cuya vida iba a ser de muy corta du- habían venido sosteniendo hasta en-
con el arzobispo de Toledo, en 1191, en ración, salvo el de Granada, que sub- tonces los cristianos y los musulmanes
la cual capturaron más de 300 musul- sistió hasta finales del siglo XV. de España. La ventajosa situación fue
manes. De todos modos, los almohades En aquella campaña los calatravos re- aprovechada, unos años después, por el
reaccionaron, logrando una espectacu- cuperaron los dominios y enclaves per- monarca Fernando III, el unificador de
lar victoria sobre los cristianos en Alar- didos tras la derrota de Alarcos y la vic- forma definitiva de los reinos de Casti-
cos, acontecimiento que tuvo lugar en
1195. Es más, los freires de la orden de Durante la Baja Edad Media, las órdenes
Calatrava llegaron a perder Calatrava, su
propia sede conventual. militares fueron cruciales para el avance
Y es la lucha contra los almohades,
desde los inicios del siglo XIII, donde se
y la repoblación castellano-leonesa
desarrolla la decisiva participación, de toria en Las Navas le abrió el norte del lla y León, para progresar de manera es-
las órdenes militares en la Reconquis- reino musulmán de Jaén. pectacular por el valle del Guadalquivir.
ta. Pero conviene recordar que entre las En 1224 se firmó un acuerdo de her- Ciertamente, la participación de las ci-
derrotas sufridas a finales del siglo XII y mandad entre los calatravos y los san- tadas órdenes militares fue de gran im-
las victorias del XIII hubo un período de tiaguistas, es decir, los integrantes de dos portancia en las conquistas de aquellos
tregua pactada entre los almohades y los órdenes militares. Un hito de suma im- territorios, adquiriendo un protagonis-
reinos de Castilla y León, que sirvió pa- portancia fue la toma, en 1226, de la lo- mo de indudable primer orden. En la cu-
ra que las órdenes militares se reorga- calidad de Salvatierra. Por su parte, la or- ria celebrada en Carrión de los Condes,
nizaran y rearmaran. den de Alcántara intervino en la expan- en 1124, los maestres de las órdenes mi-
sión de los reyes leoneses, Fernando II y litares acordaron combatir, sin paliativos,
Las Navas, decisiva Alfonso IX, por las tierras de Extrema- a los sarracenos. En definitiva, se había
Después de esos años de relativa calma, dura. Por su parte, los santiaguistas no llegado a un acuerdo entre la monarquía
el enfrentamiento concluyó con el ro- sólo se acercaron a las proximidades del castellano-leonesa y las órdenes milita-
tundo triunfo de las armas cristianas en reino taifa de Murcia, sino que realizaron res hispánicas.
las Navas de Tolosa, en 1212 –donde las incursiones en la zona fronteriza del A comienzos de la década de los trein-
órdenes tuvieron notable papel, pe- antiguo reino de Badajoz, ocupando, ta del siglo XIII, hubo resonantes triun-
chando con lo más duro de la refriega, entre otros lugares, Medellín, Alange y fos en tierras extremeñas, del que cabe

72
CALATRAVA, SANTIAGO Y ALCÁNTARA, LANZAS DE CASTILLA
LOS SOLDADOS DE DIOS

destacar, en 1232, la toma de la villa de


Trujillo por la orden de Alcántara. Poco
después se ponía en marcha la ofensi-
va castellano-leonesa, cuyo objetivo era
incorporar a su reino el valle del Gua-
dalquivir. En dicha empresa tuvieron un
destacado protagonismo los caballeros
de Calatrava y de Santiago. Por ejemplo,
en la toma de Córdoba, la antigua capi-
tal califal, que tuvo lugar en 1236, la Pri-
mera Crónica General alude, de forma
muy expresiva, a los “freyres de las ór-
denes que eran y a serviçio de Dios”.
Paralelamente, hay que señalar la ac-
tividad desplegada en las tierras próxi-
mas al reino taifa de Murcia por los san-
tiaguistas, que ocuparon en 1235 el cas-
tillo de Torres. Por lo que se refiere al
cerco a la ciudad de Jaén, que tardó al-
gún tiempo en pasar a manos cristianas,
fue muy importante la participación de Martín Vázquez de Arce, El Doncel, caballero de la orden de Santiago que murió en la Guerra
los calatravos. Estos mismos freires de- de Granada en 1491, Capilla de Santa Catalina en la Catedral de Sigüenza, Guadalajara.
fendieron con gran firmeza la enco-
mienda de Martos, objeto de los con- cuando reinaba en Castilla-León Alfon- después, en 1343, los cristianos vencie-
traataques de los islamitas. so X, creó serios problemas y en su con- ron nuevamente a los islamistas en la ba-
trol resultó decisiva la intervención de talla del río Palmones y en 1344 ocupa-
La conquista de Sevilla los calatravos en el valle del Guadal- ron la plaza de Algeciras.
Pero lo más llamativo fue la conquista quivir y de los santiaguistas en la anti- Durante el siglo XV fue menor la in-
de Sevilla, a la que Fernando III some- gua taifa de Murcia. Al mismo tiempo, tensidad de la guerra cristiano-musul-
tió a un duro cerco hasta que pudo ocu- como guardianes de la frontera, tuvie- mana, de todos modos hubo algunas ex-
parla, en noviembre de 1248. En aquel ron que enfrentarse a los musulmanes pediciones importantes contra los naza-
asedio se distinguió el maestre de San- “en la guerra que movió contra nos el ríes como la de 1431, en la que Álvaro
tiago, Pelay Pérez Correa, pero tampo- rey de Granada”. De la dureza que re- de Luna venció a los granadinos en la
co se puede olvidar la actuación de los vistió la endémica lucha fronteriza da batalla de La Higueruela. Allí intervinie-
caballeros de Calatrava y de Alcántara. buena idea que, en la batalla de Moclín, ron las órdenes de Calatrava y de Al-
Pelay Pérez Correa defendió la zona del pereció el maestre de Santiago Gonzalo cántara. Algún tiempo después, en 1455,
Aljarafe y atacó Gelves y Triana. Una Ruiz Girón y 55 de sus freires. Enrique IV puso en marcha una cruza-
crónica de la época resalta que realizó La fuerza de las órdenes debió ser tan da contra los islamistas, contando con la
grandes proezas “con veynte et çinco notable en esta época que, incluso, se participación de la orden de Calatrava,
freyres solos, que y entonçe consigo te- pensó en atacar el territorio de Marrue- cuyo maestre era Pedro Girón.
nie, et non más”. cos, desde donde actuaban los meriníes, Aunque de forma un tanto discreta, los
Las órdenes militares habían interve- cuyos ejércitos sostenían la superviven- monjes-guerreros también participaron
nido en las campañas de Fernando III cia del reino nazarí de Granada. Cuan- en la guerra definitiva contra el reino na-
en tierras andaluzas por motivos reli- do Alfonso X habló de una posible cru- zarí de Granada, impulsada por los Re-
giosos y militares, pero también por cau- zada africana, las órdenes militares se yes Católicos. El maestre de Santiago,
sas económicas, por granjearse impor- sumaron a la causa. Alonso de Cárdenas, tuvo un notable pro-
tantes donaciones. La orden de Santia- Las órdenes militares hispánicas si- tagonismo en la frontera occidental. Tam-
go recibió las encomiendas de Segura, guieron participando en las campañas bién fue significativa la actuación de la
Estepa y Medina Sidonia; la de Calatra- organizadas por los monarcas castella- orden de Calatrava. En cambio la de Al-
va, las de Martos, Alcaudete y Osuna, no-leoneses. Durante buena parte del si- cántara tuvo una presencia reducida. En
y la de Alcántara, la de Morón. Esas en- glo XIV, la pugna entre cristianos y mu- definitiva, durante la Baja Edad Media,
comiendas se hallaban próximas a la sulmanes se centró ante todo en la zo- el papel de las órdenes militares fue muy
frontera con el reino nazarí de Granada. na del Estrecho de Gibraltar. Las órde- importante en la vanguardia del avan-
Sin duda, se esperaba que actuaran con nes, y en particular la de Santiago –de ce y la repoblación castellano-leonesa y
eficacia militar en la defensa del terri- la que a la sazón era maestre Alfonso su peso militar, incuestionable, porque,
torio recién ganado. En definitiva, las ór- Meléndez– tuvieron un papel de prime- aparte de su profesionalización de la
denes militares eran una especie de fuer- ra fila en la espectacular victoria logra- guerra, se ha supuesto que sus efectivos
za fronteriza. da por el Alfonso XI, en el año 1340, llegaron a constituir en torno al 30 por
La revuelta de los mudéjares de 1264, en la batalla de El Salado. Unos años 100 de la caballería cristiana. ■

73
El Concilio de Vienne se
abrió el 16 de octubre de

Los templarios, 1311. En él se decidió la


supresión de la orden del

a la hoguera Temple, por Cesare Nebbio,


Vaticano, Biblioteca
Apostólica.

LA ÚLTIMA
BATALLA
Felipe IV de Francia ordenó la detención e
interrogatorio de los templarios y los mandó a la
cárcel o a la hoguera si rechazaban las declaraciones
obtenidas bajo tortura. Jean-Claude Maire
Vigueur inscribe el fin de los templarios en las
luchas entre la Corona y el Papado

F
elipe IV el Hermoso, todavía era del reino, ordenándoles, además, que
un hombre del siglo XIII, ape- procedieran, con discreción, al inventa-
gado como sus antepasados a rio de los bienes de la orden.
los valores de la moral caballe-
resca. Y, sin embargo, la operación que El proceso
condujo a la detención, el 13 de octubre Nada de lo que se estaba fraguando se
de 1307, de centenares de templarios es- había filtrado, así que, cuando, al ama-
parcidos por toda Francia parece hoy necer, los esbirros del soberano llama-
digna de los Estados modernos mejor or- ron a la puerta de las varias encomien-
ganizados y más centralizados, tanto en das y mansiones de la orden, no encon-
lo bueno como en lo malo. En lo nega- traron resistencia alguna por parte de los miembros, incluido el Gran Maestre, en-
tivo, porque las razones invocadas por frailes que, probablemente, pensaron en viado a la hoguera el 18 de marzo de
el rey de Francia para proceder a la en- una decisión de la autoridad pontificia. 1314. En realidad, más que de un pro-
carcelación de los templarios recuerda No se conoce con precisión el número ceso, se trató de un entrelazamiento mu-
los episodios más siniestros de la histo- de las detenciones. Fueron 138 en París, cho más complejo de procedimientos,
ria reciente. En lo positivo, porque su mil o poco menos en toda Francia, fren- sacados adelante por jueces y comisarios
éxito revela los progresos, en el amane- te a un número exiguo de fugitivos –ofi- en abierta competencia entre ellos. Re-
cer del siglo XIV, del Estado monárqui- cialmente, 12– entre los cuales se en- sulta, pues, útil precisar desde el co-
co y la eficacia de sus agentes. contraba el preceptor de Francia, Gerar- mienzo quienes fueron los principales
El Rey había tomado su decisión exac- do de Villiers. protagonistas del drama.
tamente un mes antes, el 13 de sep- Al día siguiente, el 14 de octubre de En el centro del asunto está, natural-
tiembre de 1307. La había comunicado 1307, comenzó el proceso de los tem- mente, el rey de Francia con sus conse-
sigilosamente a cada juez y gobernador plarios, que acabará con la supresión de jeros, todos defensores de la causa del
la orden, decidida por el Papa, por la bu- Estado monárquico. En el momento de
JEAN-CLAUDE MAIRE VIGUEUR es profesor de la Vox in Excelso, del 22 de marzo de la detención, el Rey ya había decidido
Historia Medieval, Universidad de Florencia. 1312, y con la muerte de algunos de sus eliminar a la orden y nada le pararía en

74
LOS SOLDADOS DE DIOS

su propósito. Carecía de competencia pa- entre otras cosas confesor del Rey, de la no confesarían absolutamente nada, al
ra juzgar a los miembros de una orden culpabilidad de los templarios o, al me- contrario de los que acabaron en manos
religiosa, pues se hallaba bajo la direc- nos, de la necesidad de investigar sus ac- del rey de Francia y de su fiel inquisidor.
ta autoridad del Papa, pero había pre- tividades. Y esto, utilizando la tortura, se- Para salvarse de los ataques del mo-
visto superar el obstáculo entregando los gún aclaran las cartas con las que el Rey narca francés y de su inquisidor, los tem-
detenidos al inquisidor de Francia, un ordenó detener a los templarios... Por plarios contaban, sobre todo, con la pro-
dominico totalmente entregado a su cau- cierto, una recomendación ociosa, pues tección del Papa, con quien les unía una
sa. Contra los templarios, el fiel ministro la Inquisición no tenía reparo alguno en relación de absoluta fidelidad. Y, de he-
Guillermo de Nogaret –que ya se había hacerlo desde que, en 1252, había reci- cho, no faltaron, por parte del pontífice,
distinguido por organizar la prisión del bido la autorización del papa, Inocen- duros reproches a Felipe el Hermoso y
papa Bonifacio VIII en Anagni–, pensa- cio IV, para utilizar discrecionalmente di- a su diligente inquisidor. Gascón de na-
ba que disponía de las pruebas sufi- cho método, muy pronto utilizado por cimiento y, por tanto, vasallo del rey de
cientes para condenarlos como herejes. los tribunales laicos de varios Estados. Pe- Inglaterra, Clemente V no era en abso-
Fue, en efecto, mucho antes de las de- ro no por todos, lo que explica que don- luto un hombre del rey de Francia, y no
tenciones cuando Guillermo de Nogaret de no se utilizó la tortura –como la pe- es cierto que su elección al trono pon-
había convencido a Guillermo de París, nínsula Ibérica o en Italia– los templarios tificio, el 5 de junio de 1305, se debiera

75
El conflicto original
E l conflicto entre Felipe IV y Bonifa-
cio VIII constituyó uno de los más gra-
ves contenciosos que enfrentaron al poder
el poder espiritual sobre el temporal, re-
plicaron las burlas regias, como la que co-
menzaba: “Sepa tu grandísima fatuidad...”.
amotinado a favor del Papa. Después de tres
días de situación indecisa, la llegada del car-
denal Orsini con 400 hombres armados de-
temporal y a la Iglesia en la Edad Media y En esa escalada de agravios y presiones, el terminó la liberación del Pontífice. Su sa-
hoy se considera como una de las principa- Rey reunió una asamblea en la que acusó al lud quedó muy quebrantada a causa de aque-
les causas del fin de los templarios. El en- Papa de quererse hacer con el poder tempo- llas angustias y emociones y falleció el 11
frentamiento entre el Rey y el Papa tuvo su ral en Francia. Ante la burda tergiversación, de octubre de 1303, a los 68 años.
origen en los impuestos que la Corona, ago- el Papa amenazó con excomulgar al Rey y li- Pero las bulas pontificias permanecieron
biada por los gastos de la guerra contra In- berar a sus súbditos de juramento. Felipe IV tras su muerte y aunque sus sucesores –el efí-
glaterra, impuso al clero. El Papa replicó con reaccionó reuniendo un Concilio, que con- mero Benedicto XI y Clemente V– levanta-
una bula que condenaba la apropiación de vocó al Papa para que rindiera cuentas. Bo- ron condenas y excomuniones, Felipe IV se-
bienes de la Iglesia y prohibía a los eclesiás- nifacio VIII condenó el Concilio, que sólo él guía deseando la condena papal en un conci-
ticos pagar esas cargas sin permiso de Roma. podía reunir y procedió a excomulgar al Rey lio. Los templarios se convirtieron en chivo
Replicó Felie IV prohibiendo que salieran de y a quienes impulsaran aquella empresa. El expiatorio: por un lado, el Rey se libraba de
Francia todo tipo de bienes y dinero, con lo Rey, aconsejado por Guillermo de Nogaret una orden de la que desconfiaba por su pres-
que se perjudicaba los ingresos de Roma. y apoyado por la familia Colonna, dio vía li- tigio, poder armado y obediencia al Papa y,
La tensión se apaciguó gracias a la cano- bre a una operación militar contra Anagni, por otra, libraba un nuevo pulso con el poder
nización de Luis IX de Francia, abuelo del donde se hallaba el Papa. de Roma. No pudo condenar a Bonifa-
Rey. Pero, poco después, se reanudaron las Nogaret y los Colonna no tuvieron pro- cio VIII, ni eliminarle de la lista de los su-
presiones de la Corona sobre el clero y el obis- blemas para capturar a Bonifacio VIII, el 7 cesores de San Pedro, ni borrar sus encícli-
po del Languedoc, legado del Papa, fue en- de septiembre de 1303, al que vejaron y abo- cas condenatorias, pero consiguió que Cle-
carcelado. A partir de 1301 las relaciones em- fetearon. Si fue sencilla la captura, no lo fue mente V disolviera a los templarios.
peoraron. A las bulas papales reafirmando tanto la marcha, pues lo impidió el pueblo, José Díez-Zubieta

a las presiones de Felipe el Hermoso, co- duda, finalmente, que, ante la determi- explicar que muchos entre ellos confe-
mo durante mucho tiempo se ha soste- nación del Rey y los métodos expediti- sasen todas las abominaciones de las que
nido. Pero, después del contencioso en- vos de sus consejeros, su posición fue la se les acusaba? Muchos historiadores se
tre Roma y Francia, a causa del asunto de un hombre débil, inseguro, proclive han sorprendido de que caballeros au-
de Anagni y de la muerte de Bonifa- a ganar tiempo y postergar todo tipo de reolados por el valor como eran los tem-
cio VIII, no podía arriesgarse a abrir un decisión. Con esta táctica, Clemente V plarios pudieran capitular tan fácilmen-
nuevo conflicto entre la Iglesia y la mo- consiguió una victoria sobre Felipe el te ante la tortura o incluso ceder ante las
narquía más poderosa de Europa. Hermoso –evitando la condena póstuma amenazas de sus guardias carcelarias...
Además, también él estaba preocupa- de Bonifacio VIII pretendida por el Pero no es lo mismo morir en Tierra San-
do por los rumores que, desde hacía rey de Francia– pagándola a un altísi- ta en defensa de la religión, con la es-
tiempo, circulaban sobre la orden, lo que mo precio: ¡el sacrificio del Temple! pada en la mano, rodeado de camaradas,
le había convencido de que se debería ¿Cómo reaccionaron los templarios que encontrarse solo, aislado y someti-
reformar las órdenes militares. No cabe a los arrestos e interrogatorios? ¿Cómo do a feroces tormentos por personas

CRONOLOGÍA

1099. Se fundan los completa la legitimación actual, que data de 1307. 13 de octubre:
Estados Latinos de de los templarios. 1440-83. arresto de los templarios
Oriente: Edesa, 1164. Alejandro III por orden de Felipe el
Antioquía, Jerusalén y reconoce a la orden Hermoso. 14 de octubre:
Trípoli. militar de Calatrava. inicio del proceso al
1113. El Hospital de 1177. Batalla de Temple.
Jerusalén, junto al Santo Montsgisard. 1308. 12 de agosto; con
Sepulcro, se convierte en 1187. Pérdida de la bula Facians
casa madre de la orden Jerusalén. misericordiam, el Papa
Hospitalaria. Mapamundi del siglo XIII 1252. Inocencio IV empieza el
1120. Hugo de Payns y con Jerusalén en el centro, autoriza a la Inquisición procedimiento para
un grupo de caballeros París, B. de S. Genoveva. a usar la tortura para juzgar a los templarios y
deciden garantizar la arrancar confesiones. su orden.
protección armada de los reconoce a los templarios. 1314. Comienza la 1309. Se constituyen
peregrinos a Jerusalén. Regla del Temple. construcción de un gran Iglesia del Santo Sepulcro, comisiones diocesanas y
1129. El Concilio 1139. La Bula Omne hospital en Rodas, edificada por los cruzados una comisión pontificia.
provisional de Troyes datum optimum reemplazado por el tras conquistar Jerusalén. 1310. 12 de mayo: en

76
LOS TEMPLARIOS, A LA HOGUERA. LA ÚLTIMA BATALLA
LOS SOLDADOS DE DIOS

investidas por la máxima auto- to entre la orden y la monarquía


ridad religiosa que, en nombre francesa. Condenado a prisión
de la fe común, intentan con- de por vida por los tres carde-
vencerle que la confesión es el nales delegados por el Papa pa-
último servicio que tiene que ra juzgarle, junto con los demás
ofrecer a la comunidad de los dignatarios del Temple, había
creyentes. gritado su inocencia justo des-
Los procesos estalinianos de pués de la lectura de la senten-
los años treinta han enseñado cia, cuando comprendió, aun-
que Vichinsky y los demás jue- que demasiado tarde, que ya no
ces-inquisidores dotados de una tenía nada que esperar del Pa-
cierta preparación son maestros pa. Sabía que, retractándose de
en poner en marcha un meca- sus confesiones, ponía en peli-
nismo al que los acusados se gro su vida y fue llevado a la
acaban adhiriendo espontánea- hoguera incluso antes de que
mente. Las cosas no ocurrieron los tres cardenales, sorprendi-
exactamente así en el asunto de dos por la inesperada reacción
los templarios, puesto que la del Maestre, decidieran lo que
mayor parte de ellos –y el Gran debían hacer.
Maestre, Jacques de Molay, pri- De nuevo, Felipe IV fue más
mero– en un determinado mo- rápido: tras haberse enterado
mento se rebeló e intentó re- de lo acontecido y de haber
tractarse de las confesiones consultado con sus consejeros,
arrancadas bajo tortura. Pero era dio la orden a los encargados
demasiado tarde para salvar la de custodiar a los prisioneros,
orden y quienes persistieron en Los templarios, ante Felipe IV y Clemente V, en una miniatura de que prepararan la hoguera.
su retracto, como el Gran Maes- del Maestro de Boucicaut, Londres, British Library. Molay y Charney fueron que-
tre, lo pagaron con la vida, en mados esa misma noche, en
virtud de la tesis inquisitorial, según la encerrarse en el silencio en el momento una pequeña isla del Sena situada más
cual quien se retracta recae en el error menos oportuno, es decir, cuando las nu- allá de los jardines de Vert-Galand. A dos
y es reo de la pena de muerte. Los tem- merosas retractaciones de sus coherma- pasos de las ventanas del Rey.
plarios ni tenían una historia inmaculada nos estaban a punto de demoler el cas- Indudablemente, no era la primera vez
ni supieron adoptar una postura solida- tillo de cartas construido por el rey de que el Rey daba muestra de su cinismo
ria y coherente ante un enemigo deter- Francia. Hay que reconocerle el mérito y desprecio por el Derecho. Todo el ca-
minado a utilizar cualquier medio con tal de haber preferido la hoguera al desho- so está marcado por actos de fuerza, que
de alcanzar sus objetivos. El Gran Maes- nor y de haber muerto como un justo. casi siempre obligaron al Papa a adap-
tre, en particular, no estuvo a la altura de tarse a las decisiones tomadas en París.
la situación. Ni supo reformar la orden La última hoguera Baste observar lo que pasó después de
cuando todavía pudo hacerse, ni vio la Jacques de Molay fue, junto con el Maes- que el pontífice decidió, en el verano
trampa que le prepararon los astutos tre de Normandía, Geoffroy de Charney, de 1308, quitar todo el asunto de las
consejeros del Rey. Finalmente, decidió la última víctima del largo enfrentamien- manos del Rey y del inquisidor, para

París, se envía a la 2 de mayo, con la bula Molay y del Maestre de


hoguera a 54 templarios. Ad providam, se decreta Normandía, Geoffroy de
1311. 5 de junio: el traslado de los bienes Charney.
terminan las de la orden a los 1492. Tras la conquista
investigaciones de las hospitalarios. de Granada, los Reyes
comisiones; los verbales 1313. 22 de diciembre: Católicos anexionan a la
son enviados al Pontífice. se constituye una Corona las órdenes de
16 de octubre: empieza específica comisión Calatrava, Alcántara y
el Concilio de Vienne, en pontificia encargada de Santiago.
el cual se reabre el proceder contra cuatro 1522-23. Los
debate el debate sobre el dignatarios de la orden, hospitalarios son
destino de la orden. detenidos en París, entre expulsados de Rodas.
1312. 22 de marzo: con los que se encuentra el 1530. Los hospitalarios
la bula Vox in Excelso, el Gran Maestre, Jacques se refugian en Malta.
papa Clemente V decreta Chastel Blanc (Siria), una de Molay Clemente V, el pontífice 1571. Se termina el gran
la supresión de la orden fortaleza encomendada a 1314. 18 de marzo: que decretó el fin de la hospital de La Valetta,
del Temple. los templarios. muerte en la hoguera de orden del Temple. en Malta.

77
asumir directamente la responsabilidad aprovecharon de esta actitud y, a partir chambelán de Felipe el Hermoso. Bas-
de las pesquisas. de febrero de 1310, centenares de tem- taba con sugerirle que condenara a los
Con ese propósito, el Papa había ins- plarios llegados de toda Francia se pre- templarios culpables –siempre en virtud
tituido dos tipos de comisiones, convo- sentaron ante la comisión pontificia de del famoso teorema relapso=hereje– de
cado un concilio general, para el verano París para retractarse de sus anteriores retractarse ante la comisión pontificia las
de 1310, con el objetivo de decidir el fu- confesiones y lavar la orden de toda acu- culpas anteriormente confesadas ante
turo de la orden y, finalmente, se había sación. una comisión diocesana.
reservado para sí mismo, el juicio de los ¡El entorno real fue azotado por una La maniobra era totalmente ilegal, pe-
principales dignatarios. Los trabajos de ola de pánico. Toda su maraña acusa- ro el arzobispo no tuvo escrúpulos pa-
las comisiones empezaron con lentitud, toria se tambaleaba! Un instante de pá- ra ponerla en marcha. No haciendo ca-
los interrogatorios fueron más o menos nico y, a continuación, una reacción ade- so a las protestas de los comisarios pon-
rudos según los países, pero, en el con- cuada. Sabían que podían contar con la tificios, condenó a la hoguera, el 11 de
junto, los comisarios cumplieron hones- total complicidad del arzobispo de Sens, mayo de 1310, a 54 templarios, que fue-
tamente su tarea y concedieron a los de quien dependía la diócesis de París: ron quemados al día siguiente ante los
templarios la posibilidad de defender- Felipe de Marigny. Éste era hermano muros de París, al este de la Puerta de
se. Inmediatamente, los acusados se del célebre Enguerrand de Marigny, San Antonio. La comisión pontificia tuvo
que suspender sus trabajos: ya no ha-
bía nadie dispuesto a declarar a favor del
El Juicio de Dios Temple y los templarios o rechazaron ha-
blar, o confirmaron sus anteriores con-

J acques de Molay (1245-1314), caba-


llero francés que entró en el Temple en
1265, combatió en numerosas batallas li-
Molay y de otros altos dirigentes del Tem-
ple fue visto por tres cardenales que, el 18
de marzo de 1314, les condenaron a cade-
fesiones. Ya nadie intentó salvar al Tem-
ple. Por decisión papal, la orden del
Temple se suprimirá, pero sin ser con-
bradas en Tierra Santa hasta la derrota de na perpetua. Al oír la sentencia, Molay y denada, en 1312. La mayor parte de los
los francos en Siria. En 1291, la orden se Charney, Gran Maestre de Normandía, re- templarios pidió perdón y fue liberada;
replegó a Chipre, y allí fue elegido Gran chazaron nuevamente su confesión. Los car- algunos fueron condenados a cadena
Maestre en 1299. denales pospusieron el veredicto final, pe- perpetua y sólo fueron quemados los po-
Citado el papa Clemente V para prepa- ro Felipe IV no dio tiempo a decisiones cos que persistieron en el repudio de sus
rar una nueva Cruzada –en la que el Papa ulteriores y ordenó que ambos fueran que- primeras confesiones.
quería que todas las órdenes acudieran tras mados en la madrugada siguiente como he-
una unificación previa– Molay no se mos- rejes relapsos. Las raíces del odio
tró muy de acuerdo, temiendo que los tem- Cuenta la leyenda que Molay, ya en la pi- Los templarios no fueron condenados por
plarios quedaran subordinados a los hos- ra, emplazó al Papa y al Rey ante el jui- las culpas de las que fueron acusados, si-
pitalarios y, mientras maduraba la idea, pi- cio de Dios en el plazo de un año. Le sobró no porque así lo había decidido el rey de
dió al Papa que investigara el origen de tiempo: Clemente V falleció un mes más Francia. Las razones de Felipe el Hermo-
ciertas calumnias de blasfemia y sodomía tarde, el 20 de abril, y el Rey enfermó in- so son complejas y su interpretación ha
que circulaban contra su orden. Quiso su mediatamente después de la ejecución del cambiado con el tiempo. La voluntad de
mala fortuna que cuando Felipe IV ordenó último Gran Maestre, falleciendo el 29 de apoderarse de las riquezas del Temple no
la captura de los templarios de Francia, él noviembre del mismo año. fue, sin duda, extraña a la maniobra del
se hallara en una de las casas de la orden, soberano. Pero la codicia no fue la razón
por lo que terminó en la cárcel y someti- principal y debe subrayarse que el Rey
do a los interrogatorios inquisitoriales te- obtuvo pocos beneficios materiales de la
ledirigidos por el Rey. supresión de la orden. En cambio, logró
El 24 de octubre de 1307, probable- mayor satisfacción –es probablemente ahí
mente bajo tortura, Molay confesó que al- donde haya que localizar su principal mo-
gunas de las acusaciones contra la orden tivo– al obligar al Papa a anular las ex-
eran ciertas, pero rechazó la de sodomía. comuniones pronunciadas contra Noga-
Escribió a todos los templarios de Francia ret y los otros autores del atentado de
admitiendo su confesión, pero cuando el Anagni. Felipe hubiera deseado también
Papa envió a sus propios investigadores, la condena por herejía de Bonifacio VIII,
Molay y muchos templarios se retractaron, pero en este punto Clemente V no cedió:
alegando que habían declarado bajo tortu- optó por sacrificar al Temple para salvar
ra. Eso supuso que muchos de ellos fue- la memoria de su antecesor.
ran quemados como herejes recalcitrantes Siguiendo a Demurger, puede consi-
El Rey no se atrevió a quemar a Molay, que derarse que el Temple fue la víctima in-
había apelado al juicio del Papa. Jacques de Molay, el último Gran Maestre directa del gran conflicto que opuso, a
Clemente V pospuso ese asunto y supri- de la orden del Temple, fue condenado a caballo del siglo XIV, dos visiónes del
mió la orden en marzo de 1312. El caso de la hoguera, acusado de hereje relapso. mundo, la de la teocracia pontificia, lle-
vada a sus extremas consecuencias por

78
LOS TEMPLARIOS A LA HOGUERA. LA ÚLTIMA BATALLA
LOS SOLDADOS DE DIOS

Bonifacio VIII, y la del Estado moderno, rió en la cruz para la remisión de los pe-
sobre cuya realidad, la Francia de Feli- cados. Para ello, se le enseñaba un cru-
pe IV hacía los primeros pinitos. cifijo sobre el cual tenía que escupir o a
Sobre los delitos que, según sus acu- veces pisar y sobre el cual incluso debía
sadores, habían cometido los templarios orinar, mientras por tres veces repetía la
se conservan centenares de declaracio- fórmula “Yo reniego de Dios”. Seguía el
nes de los caballeros, y el trabajo de las rito de los “besos impúdicos”: el receptor
comisiones pontificias y diocesanas pro- ordenaba al postulante que le besara en
porcionan un cuadro de las acusaciones. la boca, en el ombligo y “en la parte ba-
Todo ello forma parte del arsenal bien ja de la columna vertebral” o en los ór-
conocido de las acusaciones movidas por ganos genitales. A esto se añadía, a veces,
la Inquisición contra los herejes: rechazo una recomendación sexual: nunca fre-
de los sacramentos y en particular de la cuentar a las mujeres y, en caso de “ex-
eucaristía, profanación, ritos sacrílegos, citación”, mejor fornicar con los herma-
reuniones nocturnas, brujería, idolatría. nos que con prostitutas. La homosexuali-
Quema de los templarios, ordenada por
Prácticas y crímenes que muchos de los Felipe IV de Francia, en un manuscrito del dad como remedio al acicate de la carne.
templarios, sometidos a tortura, acabaron siglo XIV, Londres, British Library.
por reconocer que existían en el seno de Ritos ambiguos
la orden, aunque raramente confesaron Las acusaciones relativas al rito de ad- Parece que la homosexualidad no fue
haber participado en ellos. misión fueron, posiblemente, las que pro- más frecuente entre los templarios que
¿Todo por la tortura? No sólo. Muchos vocaron el mayor escándalo. Casi todos entre los miembros de cualquier otra co-
de los interrogados eran rudos guerre- los templarios aceptaron hablar de este munidad masculina. Sobre los restantes
ros, ajenos a todo conocimiento teológi- ceremonial, proporcionando pormeno- rituales, no cabe duda de que muchos
co e incapaces de interpretar el signifi- res que nos permiten hacernos una idea caballeros los consideraban vergonzosos
cado de las ceremonias en las que ha- bastante precisa de su contenido, de los o ridículos y preferían delegar en sim-
bían participado. Es el caso de la vene- fines que pretendía y de los excesos que, ples cohermanos la tarea de aplicar el
ración rendida a una cierta “cabeza bar- a menudo, oscurecieron su significado procedimiento previsto por esta espe-
buda” que, probablemente, sólo era un original. Se trata de rituales no previstos cie de código secreto. Pero es un hecho
relicario con la cabeza del fundador de por los estatutos de la orden y sobre los que en Oriente se toleraba o se alentaba
la orden, a la cual se atribuían poderes que se exigía secreto. la continuidad de ritos ambiguos y de los
milagrosos. Esto termina relacionándose Después de la ceremonia, el novicio era que ninguno de los templarios interro-
con la leyenda oriental sobre una cabe- conducido a una sala apartada, donde se gados por los inquisidores supo ofrecer
za femenina cuyo dueño se convertía en le sometía a dos pruebas. Se le pedía que una explicación convincente.
invencible a condición de que no la mi- renegara de lo que para el novicio re- Es probable que algunos de aquellos
rara a los ojos... Leyenda que muchos presentaba el corazón de su fe: la divi- ceremoniales hubieran sido concebidos
templarios conocían. nidad de Cristo y el hecho de que mu- para “comprobar” la capacidad de los no-
vicios para obedecer cualquier orden de
sus superiores. La fuerza de los ejérci-
La reforma imposible tos se basa en la disciplina y los tem-
plarios eran justamente renombrados por

F elipe el Hermoso le dio el golpe mor-


tal, pero hacía tiempo que la orden no
gozaba de buena salud. Con las otras ór-
seguido en su cruzada contra Federico II y
Manfredo, cuando el Hospital se alineaba
con el Emperador.
la cohesión de su caballería, debida a su
disciplina férrea. No sorprende, por tan-
to, la existencia de “pruebas de obe-
denes militares, el Temple compartía la res- Muchos veían en la unificación de las ór- diencia” que hubieran podido ser más
ponsabilidad de no haber resistido la im- denes militares, y sobre todo de las más im- refinadas y, sobre todo, mejor motivadas
petuosa ofensiva del sultán Baibars que, a portantes, el Temple y el Hospital, la úni- por parte de los superiores.
partir de 1265, se adueñó de las principa- ca solución capaz de restaurar la confianza Se trataba de soldados, la mayoría de
les fortalezas cristianas en Tierra Santa. Gra- hacia ellos. El proyecto, debatido pero no las veces “iletrados” y rudos, más acos-
cias a su superioridad militar, pero, tam- por los padres del Concilio de Lyón de 1274, tumbrados a los chistes de cuartel que a
bién, gracias a las traiciones, a las divisio- era particularmente rechazado por los tem- las discusiones teológicas. Rituales como
nes internas y a las rivalidades entre órde- plarios, que temían perder la propia identi- él de los “besos impúdicos” eran, pro-
nes militares. Todas las órdenes, sin excep- dad en el seno de una más vasta entidad do- bablemente, considerados como simples
ción, fueron entonces objeto de feroces crí- minada por los hospitalarios. actos de camaradería militar, al reparo de
ticas, que denunciaban la ineficacia, la ava- El proyecto había recuperado actualidad indiscretas miradas y no considerados co-
ricia y la arrogancia de los monjes-soldados. en 1306 y, para oponerse, el Gran Maestre, mo motivos de escándalo. Al menos has-
En mayor medida que los demás, el Tem- Jacques de Molay, se había trasladado, a fi- ta que los consejeros del rey de Francia
ple sufrió por el hecho de aparecer infeu- nales de 1306, de Chipre a Francia. Allí le y sus acólitos de la Inquisición empeza-
dado al Papado, hasta el punto de haberle esperaba una batalla mucho más difícil… ron a interesarse por ellos. ■
(TRADUCCIÓN, GIONATA CHATILLARD)

79
Los templarios y la antología del disparate

CARNE DE
LEYENDA
Los anaqueles de las librerías están saturados de
obras sobre magia, esoterismo, masonería y
supersticiones relacionadas con el Temple.
Hubert Houben expone las raíces de esa
mescolanza, acrecentada en los últimos tiempos
porque se ha convertido en un filón de oro editorial

L
as infamantes acusaciones de templarismo fue el nacimiento de la ma- Molay, contenía también una lista ficti-
herejía y brujería dirigidas con- sonería. El origen de la masonería se re- cia de los sucesivos grandes maestres
tra el Temple durante el proce- monta a las corporaciones medievales de de la orden.
so dividieron la opinión públi- los albañiles, que habrían heredado la an-
ca de la época y el debate continuó tras tigua sabiduría de los constructores del El misterio del Baphomet
la suspensión de la orden, decidida en Templo de Salomón. Sólo posteriormen- Algunos años después, en 1818, salió
el Concilio de Vienne, Francia, en 1312. te, hacia 1760, se difundió en ambientes una obra cuyo contenido tendría una
Con todo, el interés hacia los templarios masónicos de Alemania la leyenda de gran influencia sobre el mito templario.
se habría desvanecido –sólo fue una de que la masonería había estado asociada Según la obra del orientalista austríaco
las muchas órdenes religiosos-militares–, con el Temple. Algunos caballeros que Joseph von Hammer-Purgstall, El miste-
si su trayectoria no hubiera sido puesta pudieron escapar al proceso y la cárcel rio del Baphomet revelado, los templa-
en relación con la masonería, la magia, habrían huido a Escocia, donde más tar- rios habrían sido ofiditas gnósticos –ren-
el esoterismo y la superstición. de habrían fundado la masonería. dían culto a la serpiente– culpables de
El inventor de los templarios “brujos” Después de la Revolución Francesa, apostasía, idolatría y lascivia, puesto que
fue un autor alemán del siglo XVI, un tal tuvo también gran repercusión la teoría habrían practicado una suerte de culto
Agrippa de Nettesheim. En su De ocul- de una gigantesca conspiración univer- fálico, demostrado, además, por dos
ta philosophia, de 1531, colocó a los sal, de la que serían parte los antiguos “cofres templarios”, probablemente fal-
templarios entre los adeptos de la ma- maniqueos, herejes medievales como sos, sobre los cuales estaban pintadas
gia negra. Desde entonces, quedan co- bogomilos, cátaros y albigenses, la sec- escenas de orgías. Según Hammer, los
nectados templarios, magos agnósticos ta oriental de los asesinos, los templa- templarios adoraban a una divinidad an-
y herejes bogomiles. rios y los masones jacobinos. Una nue- drógina llamada Baphomet o Achar-
El éxito de esta tesis habría sido limi- va Orden del Temple fue fundada en noth, inspiradora desde una remota an-
tado si no hubiera surgido, en el si- 1805, en Francia, bajo el impulso del tigüedad de un culto fálico, cuya cele-
glo XVIII, un nuevo interés hacia la médico Fabré-Palaprat, que falsificó con bración preveía prácticas orgiásticas. En
magia y las órdenes de caballería. Sin este objetivo un documento templario realidad, Baphomet era en el Medievo
embargo, el verdadero acicate del de 1324. la palabra francesa que traducía el nom-
El documento, atribuido a un tal John- bre de Mahoma.
HUBERT HOUBEN es profesor de Historia Mark Larmenius (quizás El Armenio), Especial suerte tuvo el vínculo que,
Medieval, Universidad de Lecce. sucesor del Gran Maestre Jacques de según Hammer, había existido entre los

80
LOS SOLDADOS DE DIOS

Tapiz con
emblemas
masónicos, del
siglo XVIII, Milán,
Archivo Municipal.
En la página opuesta,
representación del ídolo
Baphomet.

templarios y el Santo Grial. Esta teoría sobre el cual han aparecido centenares Pero, ¿cuál es el secreto del extraor-
se basaba en la historia de Perceval, un de publicaciones en la última década, dinario éxito de esta clase de libros? Eco
romance medieval, en el que los caba- alguna de las cuales ha sido coronada pone la respuesta en la boca de un as-
lleros al servicio del Grial fueron llama- por un gran éxito, sobre todo en Esta- tuto y ficticio editor: “Es un filón de oro,
dos Templeisen. Para Hammer, el Grial dos Unidos. En estos libros de fácil lec- constituye un deber cultural, en estos
era un vaso-símbolo del conocimiento tura se mezclan las historias más inve- tiempos tan oscuros, ofrecer algo de fe,
gnóstico, más tarde transmitido por los rosímiles, que siempre son las que más un atisbo de lo sobrenatural…”. Parece
templarios a los masones escoceses. Es- fascinan. El lector común, que proba- como si Eco hubiera previsto el fenó-
tas ideas sobre el Temple como guardián blemente en el colegio se aburrió du- meno del extraordinario éxito de El có-
de ocultos conocimientos mágicos han rante las clases de Historia, se siente digo da Vinci, de Dan Brown.
estimulado hasta hoy la fantasía de au- atraído por la idea de que las cosas qui-
tores de textos esotéricos. zás ocurrieron de forma diferente a lo La última “revelación”
que decía el libro escolar. Una historia La última maravilla de ciencia ficción so-
Oro puro secreta, trufada con elementos de magia bre los templarios es obra de un auto-
El gran público adora y devora libros so- y esoterismo, siempre se vende y, ca- didacta norteamericano que, en su pá-
bre un falso Medievo, fruto de la fanta- sualmente no hay ninguno en el que fal- gina web, se define como el real life In-
sía de escritores a menudo poco prepa- ten los templarios, como escribió Um- diana Jones. Se trata de David Hatcher
rados y, a veces, nada serios. Esto vale berto Eco en El péndulo de Foucault Childress, autor de una serie de best-
particularmente para el tema templario, (1988), que se burla de este fenómeno. sellers sobre civilizaciones y ciudades

81
desaparecidas, pero también sobre los descendencia de Jesús, surgida de su los piratas que conducen una secreta
ovnis, que, para él, podrían provenir de unión con María Magdalena. Esta des- guerra naval contra la Iglesia de Roma y
la Atlántida o de la antigua India. En cendencia se refugia más tarde con los sus países aliados; finalmente, la cuarta
2003, publicó en Estados Unidos La flo- cátaros en Montségur y, después, en el parte de lo flota se refugia entre los es-
ta perdida de los templarios. Su argu- santuario catalán de Montserrat, protegi- coceses, a los que los templarios ayudan
mento es que éstos obtuvieron de la sec- do por los templarios. a librarse de la opresión de Inglaterra
ta de los Asesinos conocimientos esoté- Tras la supresión de la orden, en 1312, y del Papa, fundando la masonería. Por
ricos y recogieron algunas antiguas pie- la flota templaria se dividió en cuatro fantasear, que no quede...
zas del templo de Salomón, entre ellas, partes: primero, la de Jolly Roger, es de-
el Arca de la Alianza. Luego, construye- cir, el rey normando Roger II de Sicilia, Todo vale
ron la catedral de Chartres, Francia, “co- quien habría sido un templario que Gracias a precisos mapas náuticos, pro-
mo sacro y simbólico depósito de cono- transformó la cruz roja del emblema cedentes de mapamundis realizados ha-
cimientos similares en sus finalidades al templario en la bandera negra de los pi- ce diez mil años ¡con la ayuda de la ae-
círculo megalítico de Stonehenge, al ratas con la calavera y los huesos cru- rofotografía!, las flotas templarias llega-
Templo de Salomón y a la Gran Pirámi- zados; la segunda parte es la del Reino ron a América mucho antes que Cristó-
de de Giza, en Egipto”. de Portugal, cuyo nombre procedería de bal Colón: Henry Sinclair, Gran Maes-
Conservaron, también, el Santo Grial, “Port-O-Grial”, es decir, Puerto del Grial, tre de los Templarios escoceses, habría
entendido no como un vaso o una pie- donde los templarios se transforman en llegado a Canadá en 1389, a la región
dra misteriosa, sino como el Sangreal, la Orden de los Caballeros de Cristo; que después tomaría el nombre de Nue-
la Sangre real o santa, es decir, la de la tercera parte, nacen directamente va Escocia. ¡Evidente!

El Santo Grial
G rial es una palabra céltica que indica
contenedor: un plato hondo o una gran
copa. Un significado particular fue atribui-
joven galés. La escena central del romance es
la Procesión del Grial en el castillo del mis-
terioso Rey Pescador. El Grial es aquí una
A partir del siglo XIII, el Grial aparece
asociado, a menudo, con la Eucaristía. Según
unas leyendas, era el plato en el que Jesús
do a este término en un romance caballeres- copa revestida de oro y de gemas, que con- habría comido el cordero pascual; según
co de finales del siglo XII: el Perceval, de tiene una hostia suficientemente grande co- otras, la copa en la que habría bendecido el
Chrétien de Troyes, en el que se describe mo para nutrir al rey, castigado por una mis- vino durante la Última Cena. Otros preten-
la educación iniciático-caballeresca de un teriosa enfermedad. dieron que fuera la copa en la que José de
Arimatea recogió algunas gotas de la sangre
de Jesús, cuando agonizaba en la Cruz. Fi-
nalmente, la historia del Grial fue relacio-
nada con la leyenda del Rey Arturo y los Ca-
balleros de la Mesa Redonda.
Fue un poeta alemán, Wolfram von Es-
chenbach, quien introdujo, a comienzos del
siglo XIII, en su romance Parzifal (Perceval
o Parsifal), inspirado en la obra de Chrétien
de Troyes, una importante variación: el Grial
que procedía de Oriente ya no era una copa,
sino una piedra, y sus guardianes eran mis-
teriosos caballeros llamados Templeisen, o sea
una especie de templarios. Todas estas le-
yendas fueron luego reunidas en una especie
de best-seller medieval, el Lancelot Grial.
El mito del Grial fue resucitado por el
romanticismo y confluyó después en ela-
boraciones esotéricas y de carácter oculto.
Nació así la leyenda moderna según la cual
el Santo Grial significaba Sangreal: Jesús se
habría casado con María Magdalena y te-
nido con ella un hijo. Esta nueva “Sagra-
da Familia” se habría refugiado en Francia,
donde su línea de sangre habría continua-
Galahad y el Santo Grial, mural de Edwin Austin Abbey para la Biblioteca Pública de do, originando la dinastía de los reyes me-
Boston. El mito del grial fue resucitado por el romanticismo en el siglo XIX. rovingios.

82
LOS TEMPLARIOS Y LA ANTOLOGÍA DEL DISPARATE
LOS SOLDADOS DE DIOS

El infierno, en una representación del Codex Aureus Epternacensis (hacia 1030). La leyenda asocia a los templarios con cultos demoníacos.

Para asegurar un refugio al Santo Antonio Zeno que, junto con su her- americano Dan Brown, que ha vendido
Grial, se fundó como Nueva Jerusalén la mano Nicolò, habría indicado el cami- 17 millones de ejemplares y ha sido tra-
ciudad de Montreal, cuyo nombre ha- no a Henry Sinclair –el pretendido des- ducido a más de 40 idiomas. Los críticos
ce referencia al Sangreal, es decir, al cá- cubridor de Canadá–. Se trata de una se están interrogando sobre el enorme
liz de la Última Cena También Cristó- falsificación completa, utilizada por pri- éxito de este texto. Al margen de que es-
bal Colón fue, en realidad, “un agente mera vez, según parece, por el norte- té escrito de forma fascinante y con con-
secreto del Temple”: realmente era un americano Frederick Pohl en su Atlan- tinuos golpes de escena que mantienen
marinero español de origen judío que tic Crossing before Columbus (1961) y, vivo el suspense, los lectores son obvia-
sustituyó su nombre original por el fal- luego, por el escritor canadiense Mi- mente atraídos por una historia que des-
so nombre del Colombo genovés. chael Bradley, para su The Holy Grail monta por completo todo lo que muchos
Y hay más: la mayor parte de los pa- Across the Atlantic (1988). Estos dos au- de ellos consideran como hechos in-
dres fundadores de Estados Unidos eran tores han escrito otros libros similares. cuestionables. Como se pueden suponer,
templarios convertidos en masones de En esta mina de oro, sin embargo, ha la obra bebe de todo el repertorio ante-
rito escocés. Ellos fueron los verdaderos aparecido hace pocos años la veta más rior, no hay un dato históricamente fiable
artífices de la nueva nación norteame- rica: en el pasado no ha habido nada y en ella –¿a que no lo adivinan?– los tem-
ricana, “independiente, lejana y libre del comparable a El Código Da Vinci, del plarios juegan un papel primordial. ■
yugo de los soberanos europeos y de la
influencia del Vaticano”. Lástima que to-
do el castillo construido por Hatcher Los secretos de Rosslyn
Childress se base en las arenas move-
dizas de textos absolutamente infunda-
dos. La fantasía del Sangreal, por ejem-
plo, proviene de los libros de Gérard de
A tracciones de notable interés turís-
tico de Escocia son el cementerio
templario y la capilla del Castillo de
Sinclair, el general norteamericano Arthur
Sinclair, de estirpe templaria, habría sido el
séptimo presidente de los Estados Unidos
Sède (Les Templiers sont parmi nous, Rosslyn, considerados como “la síntesis ar- ¡antes de George Washington! ¡Vaya cara!
1962; L’or de Rennes, 1967), que se han quitectónica de la masonería”. En la man- A la fama del castillo escocés han con-
tomado en serio las historias absurdas sión del siglo XV de la familia Sinclair, los tribuido algunos recientes libros, que sos-
de Berenger Saunière (1852-1917), cu- templarios habrían conservado concreta y tienen que en los cimientos de la capilla de
ra de Rennes-le-Château, al pie de los simbólicamente, sus secretos esotéricos, se- Rosslyn fueron escondidos los rollos de la
Pirineos orientales, conocido falsificador gún sostiene el actual dueño del castillo, comunidad de Qumrán, en el Mar Muerto,
de construcciones medievales esotéricas, Andrew Sinclair. posteriormente descubiertos por los tem-
entre los que figura una fantástica Torre A los turistas se les muestran algunas es- plarios. Estos manuscritos habrían conte-
de Magdala. culturas de la capilla, que reproducen plan- nido, entre otras cosas, una representación
tas típicas de América, como el maíz y el de la Jerusalén Celeste con los símbolos ma-
La crónica de Zeno áloe, como pruebas del secreto viaje tran- sónicos de la escuadra y el compás. Además,
Un papel central en las historias de los soceánico antecolombino de Henry Sinclair. la cabeza con una herida en la sien izquier-
presuntos viajes templarios al otro lado También se cuenta a los crédulos visitan- da esculpida en el portal occidental de la ca-
del Atlántico lo desempeña la llamada tes que la historia oficial se habría olvida- pilla representaría a Hiram, el arquitecto
Crónica de Zeno, que habría sido re- do de que un miembro de la familia del Templo de Salomón... ¡Tela!
dactada en 1380 por el veneciano

83
Los cruzados vistos por los árabes

CASTIGO DE DIOS
La llegada de los cruzados conmocionó el Los templarios ante las
puertas de Jerusalén, en una
Próximo Oriente. María Jesús Viguera miniatura del siglo XIV,
París, Biblioteca Nacional.
señala la sorpresa de los musulmanes, su Al principio, los
musulmanes no sabían
desunión ante el peligro, el miedo provocado interpretar el impulso
ideológico de las Cruzadas.
por la violencia, el temor ante la incesante
llegada de refuerzos, la alegría por la
reacción islámica y las victorias de Saladino

D
urante el siglo XI, V de la a los Santos Lugares, y poco más, pues
Hégira, la reacción de la cris- algunos textos y testimonios árabes oc-
tiandad contra la expansión cidentales, especialmente andalusíes, sí
musulmana comenzó a pro- habían transmitido indirectamente algu-
ducir efectos muy notables, con con- nas referencias. Pero la cristiandad eu-
quistas decisivas, logros militares, eco- ropea –distinta de sus vecinos bizantinos
nómicos y técnicos y rearmes ideológi- y de los cristianos orientales que vivían
cos. Las Cruzadas en Oriente fueron uno en tierras del Islam– se les vino encima
de los episodios culminantes de esta de pronto, sin que los textos árabes me-
reacción, que había invertido casi cuatro dievales de Oriente poseyeran suficien-
centurias en desarrollarse y marcar, al fin, te perspectiva, y así no parecen captar el
el enorme viraje: desde la preponderan- ímpetu ideológico ni los motivos con-
cia musulmana de la Alta Edad Media cretos de aquellos ataques presentados
hasta la europea, a partir del siglo XII. como Cruzadas.
Aparte del paralelismo que puede es- Es interesante que alguna crónica ára-
tablecerse en los éxitos de la acometida be, como la de Ibn al-Athir (1160-1233),
de la cristiandad, tanto en tierras musul- sobre el cual volveremos más adelante,
manas de Occidente (al-Andalus y Sici- al relatar la toma de Antioquía, en 1198,
lia) como de Oriente (en los dos siglos indique que los ataques de los “francos”
del dominio cruzado), hay que señalar, contra tierras islámicas se habían inicia-
por lo que a la historia del Islam se re- do con su conquista de Toledo, en 1085,
fiere, que ambos espacios seguían de- y de Sicilia, en 1091.
rroteros políticos diferentes y sólo algu- En al-Andalus sí llegaron a recogerse
nas peticiones de ayuda se cruzaban en- por escrito, en árabe, algunas manifesta-
tre sus apartadas potencias, con escasa ciones cristianas sobre la ideología de re-
efectividad práctica. conquista, pero los textos árabes orien-
Antes de la avalancha de los cruzados, tales de la Edad Media no captaron que
los árabes orientales carecían de referen- las Cruzadas fueran una reacción tardía
cias directas sobre Europa y sobre los cris- a la expansión musulmana, ni que tu-
tianos europeos, con excepción de las ob- vieran un ideal defensivo de la cristian-
tenidas in situ a través de los peregrinos dad. Así, ninguna connotación religiosa
aparece en la denominación árabe me-
MARÍA JESÚS VIGUERA MOLINS es catedrática dieval de los cruzados, a quienes llama-
de Estudios Árabes e Islámicos, ron genéricamente francos (faranch;
Universidad Complutense, Madrid. ifranch), ni en la denominación árabe

84
LOS SOLDADOS DE DIOS

medieval de aquellas invasiones, a las de alguna institución, como vasallo, que cronológicamente, las expresivas me-
que sólo modernamente se designa co- en árabe pasó a decirse mafsul. morias de un protagonista sirio y el re-
mo guerras cruzadas (al-hurub al-sali- En representación de los numerosos lato de un viajero llegado a esos esce-
biyya), por mero calco en árabe actual textos árabes existentes sobre las Cruza- narios desde el Occidente mediterráneo.
de su apelativo en lenguas europeas. das, recorreremos ahora los de dos cro- El damasceno Ibn al-Qalanisi (1073-
Los textos árabes medievales percibie- nistas que vivieron gran parte de lo que 1160) fue testigo de los acontecimientos
ron los diversos intereses políticos y eco- historiaron y que además se suceden iniciales, cuya historia narró, con viveza
nómicos puestos en juego, especialmen-
te sobre el escenario mediterráneo y el
control de las rutas, como también la di-
versidad de origen y de rasgos de los
implicados y sus categorías –patriarcas,
maestres, monjes, hospitalarios, tem-
plarios, reyes, príncipes, marqueses,
condes, barones, caballeros– e, in-
cluso, captan su organización feu-
dal, arabizando la denominación

85
del califato de Bagdad y de otros emires
ante las súplicas de muchos súbditos
que, encabezados por sus cadíes, pre-
dicadores, ascetas e imames, les implo-
raban que actuasen y les defendieran.
Y celebra, eufórico, el comienzo de la
reacción musulmana y las primeras vic-
torias, como la de Ilghazi, señor de Ale-
po, contra los francos de Antioquía en
1119: “¡Ningún triunfo igual fue otorga-
do al Islam en los años pasados!"

Temor y desunión
Otro gran cronista de las Cruzadas, se-
El Qala’at Marqab, en Siria, era una fortaleza musulmana del siglo XI que fue renovada en guramente el más perspicaz y mejor in-
1168 por los hospitalarios. Tan inexpugnable era que Saladino, en 1188, eludió ponerle cerco. formado, fue Ibn al-Athir (1160-1233), de
Mosul, donde residió gran parte de su vi-
y muchos detalles, en su Dayl ta'rij Di- más significados, pero, en ocasiones, da, aunque también vivió en Bagdad,
maxq (“Apéndice a la Historia de Da- desconoce o prefiere desconocer a otros, Damasco y Alepo, es decir, en los esce-
masco”). La crónica va recorriendo los con lo cual quiere dar la impresión de su narios más implicados. Y, además, a par-
sucesivos episodios, desencadenados por cantidad e incesante flujo. Así, denomi- tir de 1188, formó parte del ejército de
las primeras apariciones cruzadas en Asia na como “cierto rey de los francos” al no- Saladino. Escribió varias obras, entre ellas
Menor, sobre todo a partir de 1097, con ruego Sigurd, aunque supiera perfecta- al-Kamil fi-l-tarij (La historia perfecta),
ejércitos numerosos y organizados; las mente que “llegó por mar, con más de considerada una de las fuentes princi-
resistencias vanas de Kilij Arslan; las pri- 60 naves llenas de guerreros para reali- pales sobre el período y, de modo es-
meras grandes derrotas de los selyuquíes, zar la Peregrinación (a Jerusalén) y com- pecial, en lo que se refiere a Saladino y
cuya mortandad el cronista no oculta: batir en tierras del Islam”. a la política interior de los francos, como
“los francos descuartizaron al ejército tur- Este cronista procura reflejar la congoja cuando analiza el efecto de la corona-
co”; las matanzas que provocan “un au- ante las llegadas masivas de francos. An- ción de Guido de Lusiñán como rey de
téntico pánico; creciendo el espanto y la te la Segunda Cruzada, dirigida por Con- Chipre y de Jerusalén.
alarma”. Los cruzados asoman por el nor- rado de Alemania y Luis VII de Francia, Se interesó, con frecuencia, por la si-
te de Siria y siguen sembrando la muer- anota atemorizado que “los reyes fran- tuación de los cristianos orientales, asen-
te, incluso entre los no musulmanes, cos llegan de sus países para atacar tie- tados allí desde antes de la expansión
pues cuando llegan a Jerusalén “los ju- rras del Islam. Habían dejado vacíos sus musulmana y demográficamente im-
díos fueron reunidos en su sinagoga y países.... decíase que alcanzaban un mi- portantes en los territorios sirio-pales-
los francos los quemaron vivos”; y tam- llón de infantes y jinetes”. tino-libaneses en que se desarrollaron las
bién entre los cristianos orientales. En otro lugar, acusa la inacción de las Cruzadas. En sus apuntes, las diversas
Ibn al-Qalanisi identifica a los cruzados autoridades musulmanas y la hipocresía comunidades cristianas –de rito griego,

Textos fundamentales
V arios tipos de textos árabes menciona-
ron sucesos ocurridos en Oriente Pró-
ximo en torno a las Cruzadas. El análisis de
y traducido) : Las Cruzadas vistas por los ára-
bes, donde selecciona un mosaico represen-
tativo de textos árabes, sobre los que extrac-
The Damascus Chronicle of the Crusades (Lon-
dres, 1932, con reediciones posteriores).
Ibn al-Athir: al-Kamil fi-l-tarij (especie de
estas obras fue magistralmente establecido, ta el desarrollo de los sucesos, culminados en Historia Universal traducida como La his-
sobre todo, por Claude Cahen, en su libro su epílogo por una perspectiva de lo que hoy toria perfecta), editada por C. J. Tornberg, en
de 1940 La Syrie du Nord à l'époque des Croi- sigue significando aquel encuentro de Occi- 13 volúmenes).
sades. Muchos de esos textos, aunque con se- dente y el Islam, aspecto cuyo análisis me- Usama ben Munqid: Libro de las experien-
lecciones y versiones discutibles, fueron reu- rece un estudio entero, y sobre el que Maa- cias. El texto de esta excepcional autobio-
nidos en los cinco volúmenes dedicados a los louf apunta, ejemplificándolo con algunos ca- grafía se ha conservado, como un prodigio,
historiadores orientales que forman parte de la sos, que “el mundo árabe no puede dejar de en un único manuscrito árabe, guardado en
antología titulada Recueil des Historiens des Croi- considerar las Cruzadas como un mero epi- la biblioteca de El Escorial; editado y tradu-
sades. Es muy útil la antología de Francesco sodio de un pasado concluido”. cido en varias ocasiones, sobre él puede leer-
Gabrieli, Storici arabi delle crociate, de 1957 Obras mencionadas en el artículo: se la versión de Mercè Comes (1999).
(numerosas ediciones y traducciones al inglés Ibn al-Qalanisi: De Dayl ta'rij Dimaxq Ibn Yubay: Viaje. Ha sido editado y tra-
y francés). Hay que recordar el interesante re- (“Apéndice a la Historia de Damasco”), del ducido varias veces, la más reciente al español
paso de Amin Maalouf (1985, muy reeditado que existe una traducción por H.A.R. Gibb: por M. Comes: Dos viajeros musulmanes (1999).

86
LOS CRUZADOS VISTOS POR LOS ÁRABES
LOS SOLDADOS DE DIOS

georgianos, armenios, maronitas, nesto-


rianos, jacobitas, coptos, siríacos...– apa-
recen casi siempre entre la espada y la
pared, despreciados por los occidentales
y sospechosos para ambos bandos de
connivencias con el enemigo... Así, cuan-
do los cruzados avanzan contra Antio-
quía, el emir Yaghi Siyan obligó a los
cristianos a limpiar los fosos: “Les hizo
trabajar hasta el atardecer, y cuando qui-
sieron volver a entrar, se lo impidió di-
ciendo: ‘Antioquía es vuestra, pero de-
béis dejármela hasta que resuelva el pro-
blema con los francos’; ellos le pregun-
taron: ‘¿Quién protegerá a nuestros hijos
y mujeres?’; el emir les respondió: ‘Yo lo
haré por vosotros’, y lo hizo, no permi-
tiendo que se les tocara ni un cabello”.
Pero Antioquía cayó en poder de los
cruzados en 1098, que pasaron a cuchi-
llo a sus habitantes. Lo mismo pasó en
Maarra. Tanto Ibn al-Athir como las de-
más fuentes resaltan la brutalidad de los
francos, en el terror que suscita el avan-
ce de aquellos guerreros de la Cruz.
Los francos irrumpieron en tierras de
los fatimíes –cuyo califa acababa de arre-
batar Jerusalén a los turcos– y conquis- Combate entre musulmanes y cristianos, en una miniatura del siglo XV. Las crónicas árabes
taron la ciudad santa, en julio de 1099. traducen la angustia ante la llegada de los cruzados, Londres, Museo Británico.
Ibn al-Athir resalta que “los francos ma-
sacraron a los musulmanes durante una temiéndose “que fueran a ocupar toda Si- orígenes y diversas categorías distingue
semana”. El terror que provocan, unido ria, pero Dios se compadeció de los mu- bien; por ejemplo, observa que los ale-
a la desunión musulmana, hace que las sulmanes” y comenzó su reacción. Gra- manes (al-alman) son “especialmente te-
poblaciones huyan. Ese cronista halla en cias, en primer lugar, al “don de los mu- naces”.
esos dos aspectos, temor y desunión, el sulmanes”, Zanki, gobernador de Mosul Condena con indignación las querellas
origen de las derrotas: “Nada más ver al y Alepo, que recuperó Edesa en 1144, y internas de los musulmanes, el asesina-
enemigo, las gentes de Emesa escapa- a su hijo y sucesor, el gran Nur al-Din, to de personajes clave y pone en boca
ron; lo mismo hicieron los de Damas- unificador de Siria, al que el cronista de- de los francos el desprecio que esto les
co. Sólo quedaron los de Trípoli y, al ad- dica los mejores elogios, pues todo em- suscita. A Balduino le hace decir, ante el
vertirlo, Saint-Gilles les atacó con sus 200 pieza a arreglarse con su gobierno, que asesinato, en 1119, del gobernador de
soldados, les venció y mató a siete mil”. dura 28 años, aunque, a partir de 1148, Mosul, Togtekin, en una mezquita:
debió hacer frente a la Segunda Cruzada. “Quienes matan a su jefe en la casa de
Reacción musulmana Había transcurrido medio siglo desde su Dios merecen ser exterminados”.
El desastre islámico es visto por Ibn al- la primera y quienes llegaron entonces A Saladino (1138-1193), que llega a
Athir como consecuencia de las quere- y se quedaron, y sus descendientes, ya proclamarse “rey de Egipto y de Siria”, le
llas internas de los musulmanes, “causa eran considerados francos de Siria, di- presenta como un dechado de virtudes y
de que los francos se hayan apoderado ferenciados por Ibn al-Athir de los fran- sólo se permite algún reparo, aunque al
del territorio”; pero el cronista se pre- cos extranjeros, que ahora y en cruzadas final también tenga un efecto laudatorio,
gunta por las razones de la invasión cru- sucesivas siguieron llegando. Algunos de como cuando, para destacar aún mas su
zada y, curiosamente, la restringe al pro- aquellos francos de Siria no sólo habla- victoria en Hattin y la reconquista de Je-
yecto de Balduino, a quien llama al-Bar- ban árabe, sino que lo leían, como el rusalén, en 1187, recuerda que –según su
duwil, y a quien destaca entre todos los conde de Trípoli, Raimundo III, muy ala- biógrafo Baha al-Din– a su muerte, en
jefes francos, pues no en vano se pro- bado por Ibn al-Athir, no sólo por su afi- la Hacienda pública sólo quedaba “un lin-
clamó rey de Jerusalén, organizó lo con- ción a la cultura árabe, sino también por- gote de oro de Tiro y 47 dirhames”.
quistado y lo amplió. que fue aliado de Saladino. Usama ben Munqid (1095-1188) fue
El cronista trasmite la angustia crea- El caudillo musulmán merece las ala- un emir sirio cuya familia tuvo enco-
da por la llegada de sucesivas oleadas banzas del cronista porque, entre otras mendado el enclave de Xayzar, al norte
de refuerzos francos llegados por mar, acciones, supo aprovechar las disen- de Siria, donde ocupaba diversos altos
la incógnita de cuántos más llegarían, siones internas de los francos, cuyos cargos, lo cual le puso en el eje de las re-

87
jestad del Altísimo se burla de todo lo Akrad (“Fortaleza de los Kurdos”); per-
que puedan decir los impíos. Mis amigos tenece a los francos y desde ella hacen
los templarios, debo confesarlo, eran de incursiones sobre Hama y Hims (Edesa),
un tipo completamente diferente.... de que la tienen al alcance de la vista”.
viaje en Jerusalén, marché a su Gran Se extiende sobre las divisiones entre
Mezquita, a cuyo costado había un pe- los musulmanes, como al describir Da-
queño oratorio que los Francos habían masco: “En esta ciudad los chiíes tienen
convertido en iglesia; siempre que yo iba muchísima influencia y son más nume-
a la Mezquita, los templarios me dejaban rosos que los sunníes. Han difundido por
rezar en este oratorio”. la ciudad sus doctrinas y se dividen en
La percepción así se aproxima y hu- varias sectas: los rafidíes, los imamíes y
maniza: “Estos Francos que me han los zaydíes, los ismailíes y los nusayríes.
acompañado, de cerca o de lejos, a lo También están los gurabíes... Son tan nu-
largo de mi vida, ¿cómo debo conside- merosas estas sectas que sería difícil enu-
rarles, hoy ya cerca de mi muerte? Dios merarlas. Dios los ha extraviado y, por
nos los ha enviado, seguro, como una ellos, a muchas de sus criaturas”.
prueba, para recordarnos nuestras faltas, No escatima los elogios a los sultanes
empezando por la peor, nuestras disen- beneficiosos, como Nur al-Din, a quien

“Dios nos ha enviado a los francos como


Tumba de Saladino, en Damasco. El caudillo
musulmán, autoproclamado rey de Egipto y
una prueba para recordarnos nuestras
Siria, conquistó Jerusalén en 1187. faltas, empezando por las disensiones”
laciones con los francos. A partir de 1138, siones... Al principio, yo me pregunta- “sucedió en el cargo Saladino, cuya vir-
fue embajador del señor de Damasco, ba a menudo si ellos irían pareciéndo- tuosa trayectoria es bien conocida y su
Muin al-Din, ante los cruzados de Jeru- se poco a poco a nosotros, pudiendo importancia entre los reyes es grande”.
salén. Su testimonio sobre el primer si- creer, a través de algunos de ellos, en tal Interesan también sus observaciones so-
glo cruzado y sobre los diversos tipos de milagro: no tanto que abrazaran nues- bre cómo, pese a las guerras, la activi-
francos resulta muy valioso. tra fe, pero al menos que, permanecien- dad comercial sigue: “La gente de gue-
Usama había nacido poco antes del co- do cristianos, aprendieran nuestra len- rra se ocupa de su guerra y los demás
mienzo de los primeros desastres al nor- gua y compartieran, como los cristianos gozan de bienestar. Lo mismo en las gue-
te de Siria, residió en la zona y frecuen- de nuestra tierras, la vida con sus her- rras civiles entre los emires y reyes mu-
tó a los protagonistas. Por tanto, habla manos musulmanes. Pero los Francos, en sulmanes: no afectan ni a los súbditos ni
de lo que conoce y es capaz de entrar su conjunto, no han querido ni una co- a los mercaderes; la seguridad no les
en análisis y matices. Con naturalidad, sa ni otra (...). Tantas diferencias, a me- abandona en ninguna circunstancia, tan-
retrata el abigarrado mosaico humano de nudo chocantes, no se atenuaron con los to en la paz como en la guerra”. Cruza-
la zona, las desuniones políticas de los años”, concluye Usama. dos y musulmanes vivían como fronteri-
musulmanes –turcos selyuquíes, fatimíes, zos, en alerta, como en al-Andalus.
abbasíes y señores locales– los diferen- Un andalusí en las Cruzadas Lo mismo que para la historiografía
tes grupos de cristianos, judíos, musul- El andalusí Ibn Yubayr (Valencia, 1145- y las mentalidades europeas, también
manes –estos últimos subdivididos no só- Alejandría, 1217), puso por escrito los re- para los árabes medievales, las Cruzadas
lo por entidades políticas, sino religiosas: cuerdos de su primer viaje a Oriente, en- fueron un episodio muy importante y
sunníes, chiíes, ismailíes o asesinos– y tre 1183 y 1185, cruzando el Mediterrá- atendido en numerosos textos, algunos
étnicas –árabes, turcos y kurdos. neo y volviendo a surcarlo, entre 1189 contemporáneos a los acontecimientos,
En sus Memorias, la interferencia re- y 1191, y aún realizó un tercer viaje de que los reflejaron en la forma vehemente
ligiosa se personaliza y adquiere una di- ida, ya sin retorno. Su Viaje ha sido edi- y compleja de la que hemos puesto
mensión flexible. Usama constata que “la tado y traducido en varias ocasiones, la ejemplos. Destaca en los textos árabes
estupidez de los francos culmina cuan- más reciente al español por M. Comes: la capacidad de autocrítica, el incre-
do se trata de asuntos relacionados con Dos viajeros musulmanes, en 1999. mento progresivo de información y aná-
la religión. “Me hallaba un día con Muin Sus constataciones son muy ricas y va- lisis de la situación, la consideración ma-
al-Din Anur, en Jerusalén, y al llegar a la riadas, por ejemplo sobre la proximidad tizada de las reacciones musulmanas y
Mezquita de la Roca, un franco se acer- del peligro: “El mencionado monte del el reflejo de los cruzados como enemi-
có a decirle: ‘¿Quieres ver a Dios niño?’, Líbano es la frontera entre el territorio de gos de la Fe, eje de descalificaciones so-
mostrándonos una imagen de María con los musulmanes y el de los francos, por- bre su moralidad, carácter y costumbres,
Jesucristo –bendígale Dios– niño, sen- que detrás están Antioquía, Latakia y aunque esos mismos textos individua-
tado sobre sus rodillas. ‘He aquí a Dios otras ciudades. ¡Quiera Dios devolverlas lizan rasgos y alaban conductas de al-
niño’, dijo extasiado nuestro guía. No- a los musulmanes! En la ladera del mon- gunos ifranch, además de ensalzar su
sotros, felizmente, sabemos que la ma- te hay una fortaleza llamada Hisn al- valor como atributo general. ■

88
LOS SOLDADOS DE DIOS

Las Cruzadas: un éxito de

PELÍCULA
El estreno de El reino de los cielos constituye la continuidad del cine de
Cruzadas, en el que Pedro García Martín encuentra más un género de
aventuras que una reconstrucción historicista, más una expectativa de
negocio que un proyecto con pretensiones ideológicas

L
a sensación cinematográfica de
la primavera es el estreno de la
película El reino de los cielos, del
director inglés Ridley Scott (Gla-
diator, Black Hawk derribado, Blade Run-
ner), que versa sobre un episodio de las
Cruzadas y cuyo estreno mundial (6 de
mayo) ha estado rodeado de la polémi-
ca. Ya hay reclamaciones en los tribuna-
les sobre la paternidad de la idea y una
pequeña tormenta intelectual y mediáti-
ca sobre el controvertido choque de las
religiónes. Antes de que la película hu-
biera sido vista ya había quien asegura-
ba que los musulmanes eran maltratados
y quien, por el contrario, afirmaba que la
recreación ambiental magnificaba su to-
lerancia y cultura frente al fanatismo y Fotograma de El reino
la barbarie que atribuye a los cruzados. de los cielos, de Ridley
El estreno permite que finalmente cada Scott. Cada generación
cual haga su propio juicio. ha aportado su propia
versión cinematográfica
Las Cruzadas constituyen un tema re-
de las Cruzadas.
currente en la historia del cine. Las ban-
deras de la Cruz y la Media Luna, las ba-
tallas campales y los asaltos a castillos,
la conquista y la reconquista de Jerusa-
lén, han sido filmadas por sucesivas ge-
neraciones de directores. En los mismos
balbuceos del cine mudo asistimos al na-
cimiento del género cruzado. De esta
forma, las producciones pioneras serán
la Gerusalemme liberata (Italia, 1918),
de Enrico Guazzioni, que adapta con
las limitaciones del momento el poema

PEDRO GARCÍA MARTÍN es profesor titular


de Historia Moderna, Universidad
Autónoma de Madrid.

89
(GB, 1954), de David Butler, y El león en
invierno (GB, 1968), de Anthony Harvey,
que son parte del elenco clásico del cine
de aventuras en el mundo anglosajón.
Más altibajos arrojan las filmografías
nacionales. Los caballeros de Jerusalén
(Alemania, 1955), de Walter Reisch, pa-
só sin pena ni gloria por las pantallas,
mientras La Jerusalén libertada (Italia-
España, 1957), de Carlo Ludovico Bra-
gaglia, deformó las historias contenidas
en los poemas de Tasso en aras de un
supuesto lucimiento de sus actores.
El retorno del cruzado vencido por el
tiempo más que por las armas, hace de
El séptimo sello (Suecia, 1956), de Ingmar
Bergman, una obra maestra del existen-
cialismo, un trasunto de los traumas cal-
vinistas de su creador. En paralelo a esa
partida de ajedrez que el caballero juega
En 1960, Alexander Ford rodó en Polonia Los caballeros teutónicos, con este cartel anunciador. con la muerte, se evidencian las dudas
metafísicas del señor, el escepticismo del
épico de Torquato Tasso, así como el Ri- S. M. Eisenstein, recurre a la música de escudero, los flagelantes y los cómicos
cardo Corazón de León (EE. UU., 1923), Prokofiev y las épicas secuencias de la que ven cernirse sobre ellos a la Peste
de Chet Withey, que hace lo propio con batalla del lago Chud, para ensalzar al Negra, para, al fin, sucumbir a la danza
la novela El talismán, de Walter Scott. pueblo ruso, unido en torno a su prín- de la Dama Negra guadaña en mano. En
De mayor calado serán las dos obras cipe contra los invasores caballeros teu- la línea argumental de Eisenstein, Los ca-
maestras del período de entreguerras. tónicos. balleros teutónicos (Polonia, 1960), de
Una, Las Cruzadas (EE. UU., 1935), de La figura legendaria de Ricardo Cora- Alexander Ford, basada en una novela
Cecil B. De Mille, fue creada en el mar- zón de León tomará el relevo del prota- del autor de Quo Vadis, recrea la resis-
co de la primera edad dorada de Holly- gonismo de las masas. De ahí que se su- tencia polaca al gran maestre teutónico.
wood, sin reparar en gastos. La otra, cedan Ivanhoe (EE. UU., 1952), de Ri-
el Alexander Nevski (URSS, 1938), de chard Torpe; Ricardo Corazón de León La visión árabe
Pero faltaba la versión árabe del fenó-
meno cruzado y de la creación de los rei-
Filmografía nos latinos en Tierra Santa, como ha
planteado el escritor Amin Maalouf en su
Gerusalemme liberata (Italia, 1918), Enrico Mario Monicelli. obra Las Cruzadas vistas por los árabes.
Guazzioni. Saladino (Egipto, 1967), Ahmad Mazar. Por eso resulta una excepción la pelí-
Ricardo Corazón de León (EE. UU., 1923), Cruzada en la mar (España, 1968), Isidoro cula Saladino (Egipto, 1967), de Ahmad
Chet Withey. M. Ferry. Mazar. Es una obra rodada con las mis-
Las Cruzadas (EE. UU., 1935), Cecil El león en invierno (GB, 1968), Anthony mas armas hollywoodienses –cuidadoso
B. De Mille. Harvey, vestuario, espléndidos exteriores, abun-
Alexandre Nevski (URSS, 1938), S. M. Brancaleone en las Cruzadas (Italia, 1970), dancia de extras– y, también, con sus
Eisenstein. Mario Monicelli. mismas rémoras que la envuelven en la
Ivanhoe (EE. UU., 1952), dir. Richard Los caballeros de la Mesa Cuadrada y sus paradoja de tocar a las actrices egipcias
Torpe. locos seguidores (GB, 1974), Monty con los peinados a la moda, maquillar-
Ricardo Corazón de León (GB, 1954), Python. las con afeites de marca, recortar barbas
David Butler. Marco Polo (Italia, 1983). y bigotes al modo de los galanes inter-
Los caballeros de Jerusalén (Alemania, El nombre de la fe (Bulgaria, 1989), nacionales o simular luchas cuerpo a
1955), Walter Reisch. Lyudmil Sataikov. cuerpo como en el género del Oeste.
El séptimo sello (Suecia, 1956), Ingmar Indiana Jones y la última cruzada (EE. Bajo esta capa anecdótica se ocultaba
Bergman. UU., 1989), Steven Spielberg. un proyecto político: el discurso nacio-
La Jerusalén libertada (Italia-España, Jerusalén (Suecia, 1996), Bille August. nalista de Gamal Abdel Nasser. Desde que
1957), Carlo Ludovico Bragaglia. El reino de los cielos (EE. UU., 2005), derrocó al rey Faruk en 1952, defendió al
Los caballeros teutónicos (Polonia, 1960), Ridley Scott. frente de la república la nacionalización
Alexander Ford. Soldado de Dios (EE. UU.), en del canal de Suez, la federación panára-
La armada Brancaleone (Italia, 1965), preparación. be y la alianza con la URSS, lo que le lle-
vó a no pocos encontronazos con las po-

90
LAS CRUZADAS: UN ÉXITO DE PELÍCULA
LOS SOLDADOS DE DIOS

Las Cruzadas (1935), de Cecil B. De Mille, es la tercera película del género. Carteles de La armada Brancaleone (1965) y El león en invierno (1968).

tencias occidentales. De ahí el interés por Respecto a El reino de los cielos, cabe dicen que la película distorsiona la ima-
llevar a las pantallas la guerra santa con- decir que no habría estado de más que gen del mundo musulmán; en el otro,
tra los francos invasores, como un reme- el guionista recordase a los espectadores los radicales occidentales quieren adivi-
do presentista, en el que el caudillo ven- que la acción de esta película tiene lugar nar el trasunto de Osama Bin Laden de-
cedor que conquista Jerusalén sería Sa- mucho después de la toma de Jerusalén, trás del perfil de Saladino.
ladino en lugar de un monarca europeo. en el año 1099, que las Cruzadas fueron La pasión de unos y otros está con-
Sin embargo, el líder del panarabismo vio ocho, que la presencia cristiana en Tie- cediendo una importancia histórica des-
cómo la película se estrenaba al tiempo rra Santa se prolongó durante dos siglos medida a la intención de Ridley Scott.
que su ejército era derrotado por Israel en y que los personajes que entrecruzan sus Sobre todo, cuando éste ha declarado
la Guerra de los Seis Días. vidas en la película deben ser encuadra- que los caballeros que guerrean en las
Esta lectura islamista de las Cruzadas dos en el último tercio del siglo XII, cuan- Cruzadas tienen los mismos valores que
apenas aparecerá en la filmografía occi- do la reacción de los musulmanes les lle- los cowboys y que “mejor es vivir en paz
dental, como en un capítulo de Marco vará a reconquistar Jerusalén liderados que en guerra permanente”. ¿Acaso no
Polo, serie italiana de televisión, en el por Saladino. Luego, nos hallamos en la hemos reparado en este anacronismo y
que los templarios atacan un poblado de noche que precede a la batalla, pero no en este deseo obvio? ¿Es que tales evi-
nómadas o en El reino de los cielos, con una más de las Cruzadas, sino la que li- dencias no nos están hablando de un di-
el protagonista que duda de su fe. braron en 1187 tropas islámicas y cris- rector que lo que ha querido es rodar
tianas en las alturas de Hattin, de la que “una de aventuras” que tenga una bue-
Humor, aventura y drama salieron malparados los cruzados, cuyos na recaudación en taquilla? Muchas ve-
En la segunda mitad del siglo XX, el hu- días en Tierra Santa estaban contados. ces rodeamos de complejidad lo que no
mor invade el género, como en las cin- Era de esperar que el director trufase es más que una simpleza ■
tas de Mario Monicelli La armada Bran- este contexto a base de escaramuzas en
caleone (Italia, 1965) y Brancaleone en el desierto, amoríos entre desiguales y
las Cruzadas (Italia, 1970); también el los valores del bien: honor, justicia y cor- PARA SABER MÁS
sarcasmo, como destila la obra Los ca- tesía, tal como había hecho en su fil- AYALA, C., Las Cruzadas, Madrid, Sílex, 2004.
balleros de la Mesa Cuadrada (GB, 1974), mografía historicista anterior. Al fin y al BECK, A., El fin de los templarios. Un exter-
de Monty Python, o la ironía aventurera cabo, tales licencias líricas y épicas es- minio en nombre de la legalidad, Barcelona, Pe-
nínsula, 2002.
con que Spielberg rodea a Indiana Jones tán presentes en el género cruzado des-
DEMURGUER, A., Auge y caída de los templarios, Ma-
y la última cruzada (EE. UU., 1989). Y de el poema de Torquato Tasso hasta la drid, Martínez Roca, 2000.
aunque no desaparecerán los registros novela de Walter Scott. VALDEÓN, J., La Baja Edad Media, Madrid, Anaya,
dramáticos en el tratamiento de Cruza- Más complicado es el trasunto ideo- 2005
VARA, C., El lunes de Las Navas, Jaén, Universidad
das (El nombre de la fe, de Lyudmil Sa- lógico. Desde el momento en que sus de Jaén, 1999.
taikov) y peregrinaciones milenaristas personajes, templarios y musulmanes, VIGUERA, M. J., “De los taifas al Reino de Granada,
(Jerusalén, de Bille August), será con evocan el principio de la guerra santa Al Andalus siglos XI-XV”, Historia 16, 1995.
En La Aventura de la Historia:
Ridley Scott con quien volvamos al plan- y de la yihad, ya ha surgido el enfren-
Núm. 7, mayo 1999, Dossier: “Morir por Jerusalén”.
teamiento panorámico, épico y coral que tamiento entre partidarios y detractores. Núm. 52, enero 2003, Dossier: “Los reinos cruza-
el tema suscitó en el pasado. En un extremo, los radicales islamistas dos en Tierra Santa”.

91

Potrebbero piacerti anche