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OCTUBRE DE 2014
EL PROBLEMA
“A veces, las chicas me piden el teléfono y me dicen: ‘¿Qué tal si salimos y... vemos qué
pasa?’. Siempre les digo que no y me voy, pero luego me quedo pensando: ‘¿Y si se lo
hubiera dado?’. La verdad es que algunas de ellas son muy guapas. Es fácil pensar:
‘¿Qué tiene de malo?’.” (Carlos, 16 años.)*
Todos podemos caer en la tentación, hasta los adultos.El apóstol Pablo ya no era
un jovencito cuando escribió estas palabras: “En mi interior yo estoy de acuerdo con la
ley de Dios. Pero [...] en mi cuerpo hay otra ley que lucha contra la ley de Dios. Esa otra
ley es la ley del pecado. Esa ley vive en mi cuerpo y me hace prisionero del pecado”
(Romanos 7:22, 23, La Palabra de Dios para Todos, 2005). Aunque la lucha era muy
dura, Pablo no se rindió. Tú tampoco tienes por qué rendirte. No te dejes controlar por
tus deseos (1 Corintios 9:27). Siempre habrá tentaciones en tu vida. Aprende a
vencerlas ahora que eres joven y te ahorrarás muchos problemas... ahora y cuando
seas adulto.
Los medios de comunicación no ayudan. “Los deseos que acompañan a la juventud”
ya de por sí son fuertes (2 Timoteo 2:22). Pero las películas, la televisión, la música y
los libros para jóvenes los hacen aún más fuertes. ¿Cómo? Haciendo creer a la gente
que no hay nada de malo en caer en la tentación. Por ejemplo, si los protagonistas de
una película están “enamorados”, lo más seguro es que terminen acostándose juntos.
Sin embargo, en la vida real todos tenemos el poder de rechazar los malos deseos,
como dice la Biblia (1 Pedro 2:11). Eso significa que resistir las tentaciones depende de
ti.
LO QUE PUEDES HACER
Reconoce tus debilidades. Por mucho que quieras hacer bien las cosas, tus
debilidades podrían traicionarte. Piensa: ¿por dónde se rompe una cadena? Por su
punto más débil, ¿no es cierto? ¿Cuál es tu punto débil? ¿Qué cosas pudieran hacerte
caer con más facilidad? ¿Cómo puedes evitarlas?(Principio bíblico: Santiago 1:14.)
Prepárate con tiempo. Piensa en situaciones en las que podría aparecer una tentación
e imagina cómo la resistirías.(Principio bíblico: Proverbios 22:3.)
No olvides tus valores. La Biblia dice que cuando una mujer le pidió a un joven
llamado José que se acostara con ella, él respondió: “¿Cómo podría yo cometer esta
gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9). La respuesta de José
demuestra que tenía claros sus valores. Sabía que aquello estaba mal y no estuvo
dispuesto a caer en la tentación. ¿Eres como él?
Consigue amigos que te apoyen. Si tus amigos tienen los mismos valores que tú, te
librarás de muchas tentaciones. La Biblia dice: “El que está andando con personas
sabias se hará sabio” (Proverbios 13:20).
Evita las situaciones peligrosas. Por ejemplo:
No te quedes a solas con alguien del otro sexo.
No uses Internet a una hora o en un lugar en los que pudieras sentirte tentado a
ver pornografía.
No te juntes con personas que hacen que las cosas malas parezcan buenas.
¿Qué otras cosas pueden ayudarte a no caer en la tentación?(Principio
bíblico: 2 Timoteo 2:22.)
Pídele ayuda a Dios. Jesús dijo a sus discípulos: “Oren de continuo, para que no entren
en tentación” (Mateo 26:41). Dios quiere que tengas éxito y puede ayudarte. La Biblia
dice que él no dejará que seas tentado más allá de lo que puedas soportar y que te dará
la salida para que no caigas (1 Corintios 10:13).
TEXTOS CLAVE
“Cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo.”
(Santiago 1:14)
“El que es inteligente ve el peligro y lo evita.” (Proverbios 22:3, Traducción en
lenguaje actual)
“Huye de los deseos que acompañan a la juventud.” (2 Timoteo 2:22)
02:14
¿QUÉ puede ser peor que un fracaso? Un triunfo imaginario. Después de todo,
cuando uno fracasa en algún proyecto, puede tratar de reducir las consecuencias. O si
no es posible, por lo menos aprender de la experiencia y esforzarse más en el
siguiente intento.
En cambio, un triunfo imaginario puede hacernos creer que vamos por buen camino,
cuando en realidad nos estamos perdiendo. Y si nos damos cuenta del error, tal vez
sea demasiado tarde para corregirlo.
Veamos un ejemplo. En una ocasión, Jesucristo preguntó: “¿De qué provecho le será
al hombre si gana todo el mundo, pero lo paga con perder su [vida]?” (Mateo 16:26).
Esta pregunta de seguro nos recuerda a las personas que piensan que para triunfar hay
que dedicarse a hacer dinero y conseguir posesiones. Pero no hay peor engaño que
ese. “Quien solo vive pensando en ascender, en ganar más dinero o en comprar más
cosas no tiene tiempo para alimentar su espíritu —asegura Tom Denham, orientador
profesional—. A la larga, medir el éxito personal por el dinero que se tiene nos deja
un enorme vacío.”
Mucha gente concuerda con esta opinión. En Estados Unidos se hizo una encuesta en
la que se preguntó qué se necesita para triunfar en la vida. La opción “Mucho dinero”
quedó en el lugar 20 en una lista de 22. Entre los primeros lugares quedaron la salud,
llevarse bien con los demás y trabajar en lo que a uno le gusta.
Para muchos de nosotros es fácil distinguir entre el éxito real y el imaginario... por lo
menos cuando se nos pregunta. Pero puede que no tengamos tan clara la diferencia al
momento de tomar decisiones que afecten nuestra vida.
ANTERIOR
ÁLEX
CARLOS
YANET
Si su respuesta fue Carlos y Helena, o los cuatro, es probable que para usted el éxito
se mida por los resultados, sin importar cómo se hayan obtenido.
En cambio, si su respuesta fue Álex y Yanet, es probable que mida el éxito por el
carácter y la ética de trabajo de la persona. Eso es mejor. Después de todo...
... ¿qué le conviene más a Yanet? ¿Sacar las notas más altas, o aprender?
... ¿qué les conviene más a los hijos de Álex? ¿Que su padre pueda comprarles
muchas cosas, o que pase tiempo con ellos?
La Biblia fomenta un punto de vista equilibrado sobre el éxito. No dice que solo algunos
afortunados puedan conseguirlo. Pero tampoco dice que todos los sueños se cumplan
con tan solo desearlo, una idea de cuento de hadas que suele inculcarse en los niños
desde pequeñitos y que es fuente de muchas desilusiones.
La realidad es que, con esfuerzo, cualquier persona puede triunfar en la vida. Veamos
estos consejos.
LO QUE DICE LA BIBLIA:
“Un simple amador de la plata no estará satisfecho con
plata, ni ningún amador de la riqueza [estará contento] con
los ingresos.” (Eclesiastés 5:10)
LO QUE SIGNIFICA: El dinero no le garantiza la felicidad a
nadie. En realidad suele pasar lo contrario. En su
libroGeneration Me (La generación Yo), la doctora Jean
M. Twenge dice: “Las personas cuya motivación principal es
el dinero se angustian y se deprimen con mucha más
frecuencia que quienes le dan más valor a su relación con
los demás. Los estudios demuestran que el dinero
no compra la felicidad. Una vez alcanzado un nivel de
ingresos suficiente para cubrir las necesidades básicas, la
satisfacción deja de crecer al mismo ritmo que el dinero”.
LO QUE PUEDE HACER: No vaya tras el dinero ni las
posesiones; hay mejores metas en la vida. Jesús aconsejó
que evitáramos la codicia porque, aunque tengamos
muchas cosas, nuestra vida no depende de ellas (Lucas
12:15).
LO QUE DICE LA BIBLIA:
“Después del orgullo viene la caída; tras la arrogancia
[viene] el fracaso.” (Proverbios 16:18, La Palabra de Dios
para Todos)
LO QUE SIGNIFICA: Nadie puede triunfar de verdad si lo
hace por ambición y con engaños. El libro Empresas que
sobresalenexplica que los directores de compañías que han
tenido éxito a lo largo de los años demuestran “una gran
modestia, son sencillos y humildes”. En cambio, la mayoría
de las compañías estudiadas han tenido directores “con un
ego superlativo que contribuyó a la desaparición o a la
mediocridad” de la compañía. ¿Cuál es la lección? Con
frecuencia, pensar demasiado en uno mismo lleva al
fracaso, no al éxito.
LO QUE PUEDE HACER: En vez de buscar prestigio,
cultive la modestia. La Biblia dice: “Si alguien piensa que es
algo, no siendo nada, [se] está engañando” (Gálatas 6:3).
Difícilmente diríamos que alguien con esa actitud es un
triunfador.
LO QUE DICE LA BIBLIA:
“En cuanto al hombre, no hay nada mejor que [...] vea el
bien a causa de su duro trabajo.” (Eclesiastés 2:24)
LO QUE SIGNIFICA: Si tenemos buenos valores,
disfrutaremos más de nuestro trabajo. En uno de sus libros
sobre la educación de los hijos, la doctora Madeline Levine
escribió: “Para triunfar en algo hay que ser bueno en ese
algo, y para ser bueno en ese algo hay que esforzarse y ser
persistente” (Teach Your Children Well).La persistencia
incluye la capacidad de recuperarse de los fracasos.
LO QUE PUEDE HACER: Esfuércese por hacer bien su
trabajo y no se deje vencer por los obstáculos. Si sus hijos
tienen algún problema, no lo resuelva usted; permita que
ellos lo intenten tomando en cuenta su edad y su
capacidad. De ese modo desarrollarán resistencia, lo cual
les dará confianza y los preparará para los retos de la vida
adulta.
LO QUE DICE LA BIBLIA:
“Un perro vivo está en mejor situación que un león muerto.”
(Eclesiastés 9:4)
LO QUE SIGNIFICA: El empleo debe ser parte de su vida,
no su vida entera. ¿Quién puede decir que ha triunfado si
está en la cima de su carrera pero ha perdido la salud o el
respeto de su familia? Los verdaderos triunfadores son
aquellos que mantienen un equilibrio entre el empleo, la
salud y la familia.
LO QUE PUEDE HACER: Cuide su salud. Descanse lo
suficiente. De nada sirve convertirse en esclavo del empleo
y sacrificar la salud, la familia y las amistades por perseguir
triunfos que en realidad son imaginarios.
LO QUE DICE LA BIBLIA:
“Felices son los que tienen conciencia de su necesidad
espiritual.” (Mateo 5:3)
LO QUE SIGNIFICA: Una de las claves para triunfar de
verdad es estudiar la Biblia y obedecer sus normas.
Millones de testigos de Jehová han descubierto que poner
en primer lugar lo espiritual ha disminuido la ansiedad que
les causa lo material (Mateo 6:31-33).
LO QUE PUEDE HACER: La Biblia puede ayudarlo a
triunfar en la vida. Descubra cómo consultando a los
testigos de Jehová de su localidad o visitando nuestro sitio
de Internet, jw.org.
“Nuestros triunfos del pasado fueron imaginarios”
Timothy y su esposa, Charlotte, lo tenían todo: una casa enorme, automóviles de lujo y
vacaciones caras y frecuentes. Sin embargo, cuando estaban en la cima, decidieron
darle un giro de 180 grados a su vida.¡Despertad! habló con Timothy para saber qué los
hizo cambiar.
¿A qué se dedicaban antes?
Porque no estábamos satisfechos. Cada vez que comprábamos algo nos sentíamos
eufóricos, pero la sensación desaparecía muy pronto y terminábamos sintiéndonos
vacíos.
Somos testigos de Jehová, así que dedicamos parte de nuestro tiempo a predicar, es
decir, a hablar a otros de la Biblia. Aunque hubo una temporada en la que llegamos a
pasar 70 horas mensuales en esta labor, la verdad es que no era lo más
importante para nosotros. Queríamos cambiar eso, así que vendimos nuestros negocios
y nos ofrecimos a ir a donde se necesitara más gente para predicar. Actualmente
trabajamos en la sucursal que tienen los testigos de Jehová en Estados Unidos.
No recibimos sueldo ni tratos especiales. Nuestras necesidades están cubiertas y
no pienso que nos haga falta más.
TEMA DE PORTADA
Esa actitud las convierte en blanco fácil de las atractivas campañas publicitarias que
quieren convencernos de que necesitamos una casa más grande, un auto mejor o ropa
de marca. ¿No tiene usted dinero? No importa, cárguelo a la tarjeta de crédito. Para
muchos, lo importante es dar la apariencia de tener dinero aunque estén endeudados
hasta el cuello.
Pero tarde o temprano chocan con la realidad. “Comprar artículos lujosos a crédito para
parecer y sentirse importante es como fumar crac para sentir euforia. Las dos cosas se
consiguen fácilmente y producen el efecto deseado, pero solo por poco tiempo. A la
larga, las dos dejan a la persona deprimida y sin un centavo”, dice el libro The
Narcissism Epidemic (La epidemia del narcisismo).
La Biblia indica que jactarse de lo que uno tiene es absurdo (1 Juan 2:16). Y con razón,
pues la obsesión por lo material distrae a las personas de las cosas que realmente
tienen importancia en la vida, las cosas que el dinero no puede comprar. Veamos tres
ejemplos.
1. LA FELICIDAD FAMILIAR
Una adolescente de Estados Unidos llamada Beatriz* dice que su padre da demasiada
importancia al trabajo y al dinero que gana. “Tenemos todo lo que necesitamos y más,
pero con tantos viajes de negocios, papá nunca está en casa. Sé que tiene que trabajar,
pero también debe dedicar tiempo a la familia”, comenta.
Pregúntese: ¿Qué podría lamentar con el tiempo el padre de Beatriz? ¿Qué efecto está
teniendo en la relación con su hija el que le dé tanta importancia a lo material? ¿Qué
cosas necesita su familia mucho más que el dinero?
Principios bíblicos:
“El amor por el dinero causa toda clase de males. Por querer tener más y más
dinero, algunos [...] se han causado gran sufrimiento.” (1 Timoteo
6:10, La Palabra de Dios para Todos.)
“Un plato de verduras con alguien que amas es mejor que carne asada con
alguien que odias.” (Proverbios 15:17,Nueva Traducción Viviente.)
Conclusión: El dinero no puede comprar la felicidad familiar. Esta solo se consigue
dedicando tiempo a la familia y dándole el cariño y la atención que merece (Colosenses
3:18-21).
2. UN FUTURO REALMENTE SEGURO
“Mi mamá siempre me está diciendo que me case con un hombre rico y que, por si algo
falla, aprenda una profesión para conseguir un buen empleo que me permita vivir bien el
resto de mi vida —dice Sara, de 17 años—. Parece que lo único que le preocupa es el
dinero.”
Pregúntese: ¿Qué cosas le preocupan del futuro? ¿Son preocupaciones válidas, o más
bien obsesiones? ¿Qué cambios debería hacer la madre de Sara en su manera de ver
la seguridad económica?
Principios bíblicos:
“Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho
consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan.” (Mateo 6:19.)
“Ustedes no saben lo que será su vida mañana.” (Santiago 4:14.)
Conclusión: El dinero no es la clave para tener un futuro seguro, pues se puede perder.
Además, el dinero no puede impedir que uno enferme y muera (Eclesiastés 7:12).
La Biblia enseña que la clave para un futuro realmente seguro está en conocer a Dios y
su propósito (Juan 17:3).
3. VERDADERA SATISFACCIÓN EN LA VIDA
“Mis padres me enseñaron a llevar una vida sencilla —dice Tania, de 24 años—.
Aunque por lo general solo teníamos lo básico, mi hermana gemela y yo crecimos
felices.”
Pregúntese: ¿Por qué puede ser difícil sentirse satisfecho con lo necesario? ¿Qué
ejemplo le está dando a su familia en lo que tiene que ver con el dinero?
Principios bíblicos:
“Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas
cosas.” (1 Timoteo 6:8.)
“Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual.” (Mateo 5:3.)
Conclusión: El dinero y las cosas que este puede comprar no son lo más importante en
la vida. Bien dice la Biblia: “Hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta
de las cosas que posee” (Lucas 12:15). Para hallar verdadera satisfacción en la vida,
necesitamos conocer la respuesta a preguntas como las siguientes:
¿Por qué existimos?
¿Qué nos depara el futuro?
¿Cómo puedo satisfacer mis necesidades espirituales?
Los testigos de Jehová, editores de esta revista, le ayudarán con mucho gusto a
responder estas preguntas. Puede comunicarse con ellos personalmente o visitar
nuestro sitio de Internet, jw.org.
¿Cuál es la clave de la felicidad?
“Generalmente, las personas materialistas son menos felices y más propensas a
deprimirse. Hasta el simple hecho de querer tener más dinero ocasiona problemas
emocionales y también físicos, como dolor de garganta, de espalda y de cabeza.
Además, esas personas tienden a beber en exceso y a consumir drogas. Todo apunta a
que el afán por las riquezas hace que la gente se sienta desdichada.” (The Narcissism
Epidemic.)
Un “cambio en valores”
“Cuando se les preguntaban las razones para ir a la universidad en los años
sesenta y principios de los setenta, la mayoría de los estudiantes le daba
importancia a ‘convertirse en una persona educada’ o ‘desarrollar una
filosofía de vida’. Sólo una minoría consideraba ‘ganar mucho dinero’ como la
razón principal de acudir a la universidad. Comenzando en los noventa, una
mayoría de estudiantes dice que ‘el ganar mucho dinero’ se ha convertido en
la razón principal para asistir a la universidad [...]. Este cambio en valores
entre los estudiantes universitarios [coincide con el gran aumento en] los
índices de depresión, suicidio y otros problemas psicológicos.” (El precio del
privilegio, de la psicóloga Madeline Levine.)
Terapia de compras
Según la psicóloga Madeline Levine, gastar dinero puede convertirse en una terapia que
hace que la gente se sienta bien en un mundo en el que la familia, la comunidad y la
religión les ha fallado. “Comprar es una manera de controlar nuestro ambiente —escribe
en su libro El precio del privilegio—. Nos pone a cargo de transacciones y confiere un
sentido de poder al comprador. Este tipo de poder es ilusorio, por supuesto. El poder
real es ejercido por grandes corporaciones y sus publicistas, quienes son pagados para
sugerir que los bienes de consumo confieren poderes mágicos y protectores a los
compradores.”
1, 2. a) ¿Qué es el éxito para muchas personas? b) ¿Cómo puede usted determinar cuál es
su punto de vista sobre el éxito?
¿QUÉ es el éxito? Si les hacemos esta pregunta a distintas personas, obtendremos
distintas respuestas. Por ejemplo, para muchas consiste en sobresalir en el ámbito
económico, profesional o académico. Otras lo miden en función de sus relaciones
personales, es decir, los lazos que los unen a sus familiares, amigos o compañeros de
trabajo. Y alguien que sirve a Dios pudiera incluso vincular el éxito con un puesto de
responsabilidad en la congregación o con los logros en el ministerio.
2A fin de determinar el punto de vista que usted tiene sobre el éxito, pudiera escribir los
nombres de unas cuantas personas que en su opinión han triunfado en la vida, aquellas
que más admire y respete. ¿Qué tienen en común? ¿Son ricas o famosas? ¿Gozan de
prestigio? Sus respuestas bien pueden revelar lo que tiene en el corazón, y eso influirá
profundamente en las decisiones que tome y en las metas que se ponga (Luc. 6:45).
3. a) ¿Qué debía hacer Josué para tener éxito? b) ¿Qué vamos a examinar a continuación?
3Lo que de verdad importa es cómo nos ve Jehová, pues nuestra vida depende de que
tengamos su favor. Cuando Dios le encomendó a Josué la gran responsabilidad de
dirigir a los israelitas a la Tierra Prometida, le mandó que leyera la Ley mosaica “día y
noche” y obedeciera con cuidado lo que estaba escrito en ella. Le aseguró: “Entonces
tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente” (Jos. 1:7, 8). Como bien
sabemos, Josué tuvo éxito. ¿Y nosotros? ¿Cómo podemos saber si nuestra visión sobre
el éxito coincide con la de Jehová? Para averiguarlo, examinemos la vida de dos
personajes bíblicos.
¿TUVO ÉXITO SALOMÓN?
4. ¿Por qué podría decirse que Salomón tuvo éxito?
4 Salomón tuvo muchísimo éxito en varios sentidos. ¿Por qué podemos afirmarlo?
Porque durante unos años temió y obedeció a Jehová, quien lo colmó de bendiciones.
Recuerde que cuando Dios le dijo que le solicitara lo que quisiera, el rey le pidió
sabiduría para guiar al pueblo. En respuesta, Jehová no solo le concedió su petición,
sino que también le dio riquezas (léase 1 Reyes 3:10-14). “La sabiduría de Salomón era
más vasta que la sabiduría de todos los orientales y que toda la sabiduría de Egipto.”
Su fama se extendió por “todas las naciones” (1 Rey. 4:30, 31). Y en cuanto a sus
riquezas, tan solo de oro recibía más de 22 toneladas al año (2 Crón. 9:13). Fue un
brillante diplomático, constructor y comerciante. En efecto, Salomón tuvo éxito mientras
fue fiel a Dios (2 Crón. 9:22-24).
5. ¿Qué dijo Salomón sobre los que tienen verdadero éxito?
5Lo que Salomón escribió en el libro de Eclesiastés demuestra que no se engañó
pensando que los logros y la felicidad solo están al alcance de los ricos o prominentes.
Él afirmó: “He llegado a saber que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer
el bien durante la vida de uno; y también que todo hombre coma y realmente beba y vea
el bien por todo su duro trabajo. Es el don de Dios” (Ecl. 3:12, 13). Comprendió que
quienes realmente aprecian tales placeres son los que cuentan con la aprobación divina,
los que tienen una buena relación con Jehová. Aquel sabio rey declaró con toda razón:
“La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda
sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre” (Ecl. 12:13).
6. ¿Cómo nos ayuda el ejemplo de Salomón a entender lo que es el verdadero éxito?
6Durante años, Salomón anduvo en el temor de Dios. La Biblia señala que “continuó
amando a Jehová, andando en los estatutos de David su padre” (1 Rey. 3:3). ¿No le
parece que eso es tener éxito? Con la guía divina construyó un imponente templo para
la adoración verdadera y escribió tres libros bíblicos. Aunque nosotros no podamos
hacer lo mismo, su ejemplo nos debería servir para evaluar en qué consiste el
verdadero éxito y ayudarnos a alcanzarlo. A este respecto, recuerde que Dios inspiró a
Salomón para que escribiera que la riqueza, el conocimiento, la fama y el poder —lo que
casi todo el mundo considera señales de éxito— son cosas vanas e ilusorias, y que
perseguirlas es como “esforzarse tras [el] viento”. ¿Se ha fijado en que muchas
personas que aman el dinero siempre ambicionan más? Con frecuencia viven
preocupadas por lo que tienen, y eso para que al final sus riquezas pasen a otras
manos (léanse Eclesiastés 2:8-11, 17 y 5:10-12).
7, 8. ¿Qué infidelidad cometió Salomón, y con qué consecuencias?
7 Por desgracia, Salomón terminó abandonando la senda de la fidelidad. La Biblia dice:
“Al tiempo en que envejeció Salomón aconteció que sus esposas mismas habían
inclinado el corazón de él a seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para
con Jehová su Dios como el corazón de David su padre. [...] Salomón empezó a hacer
lo que era malo a los ojos de Jehová” (1 Rey. 11:4-6).
8 Disgustado, Jehová le dijo: “Por motivo de que [...] no has guardado mi pacto y mis
estatutos que te impuse como mandato, sin falta arrancaré el reino de sobre ti, y
ciertamente lo daré a tu siervo” (1 Rey. 11:11). ¡Qué lástima! Aunque Salomón había
tenido éxito en muchos sentidos, acabó decepcionando a Jehová. Le falló en el aspecto
más importante, el de serle fiel. Cada uno de nosotros puede preguntarse: “¿Estoy
decidido a aprender de la experiencia de Salomón para triunfar en la vida?”.
03:54
EL APÓSTOL Pablo escribió: “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder” (Heb. 4:12).
¿Qué quiso decir? Que el mensaje bíblico tiene el poder de llegar al corazón de las
personas y cambiarles la vida.
Sin embargo, esta idea se distorsionó tras la muerte de los apóstoles, cuando la
apostasía predicha contaminó el cristianismo (2 Ped. 2:1-3). Con el tiempo, el clero
comenzó a atribuir poderes mágicos a la Biblia. Hablando sobre “el uso mágico de los
textos cristianos”, el profesor Harry Y. Gamble comenta que en el siglo III, Orígenes, uno
de los Padres de la Iglesia, dio a entender que “el mismísimo sonido de las palabras
sagradas hace algún bien: si las palabras de la magia son poderosas, cuánto más lo
serán las de la divina Escritura”. El profesor Gamble añade que Juan Crisóstomo —
destacado religioso de finales del siglo IV— afirmó que había quienes se colgaban del
cuello pasajes de los Evangelios como si fueran poderosos amuletos, e incluye la
siguiente cita de una de sus obras: “El demonio no se atreve a acercarse a una casa en
la que mora el Evangelio”. Además, indica que el teólogo católico Agustín de Hipona
“aprobaba la costumbre de dormir con un ejemplar del Evangelio de Juan bajo la
almohada como remedio contra el dolor de cabeza”. Así pues, la gente consideraba que
las Sagradas Escrituras podían emplearse con fines mágicos. Pero ¿verdad que es
ilógico ver la Biblia como un talismán o un amuleto?
Quizá usted sepa de personas que al enfrentarse a un problema oran a Dios y luego
abren la Biblia al azar, pensando que el primer versículo que vean las ayudará a mejorar
su situación. Aunque sus intenciones sean buenas, esa no es la manera en que los
cristianos deben buscar la guía de la Palabra de Dios.
Jesús aseguró a sus discípulos que les enviaría un “ayudante, el espíritu santo”.
Y señaló: “Ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les
he dicho” (Juan 14:26). Pero eso requiere conocimiento de las Escrituras, algo que
no siempre tiene quien practica la bibliomancia.
Si bien es cierto que esta y otras prácticas similares relacionadas con la Biblia son muy
comunes, la Palabra de Dios prohíbe buscar agüeros, es decir, señales supersticiosas
(Lev. 19:26; Deut. 18:9-12; Hech. 19:19). Está claro que “la palabra de Dios es viva, y
ejerce poder”, pero debemos saber usarla. Es el conocimiento exacto de ella —y no las
supersticiones relacionadas con el libro— lo que mejora la vida de las personas.
A muchos les ha permitido adquirir sólidos valores, dejar el mal camino, fortalecer sus
lazos familiares y cultivar una relación personal con el mismísimo Autor de la Biblia.