Sei sulla pagina 1di 6

COMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE

¿CÓMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE?

“La verdadera generosidad para con el futuro,


consiste en entregarlo todo al presente”
(Albert Camus)

“La vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro”


(John Lennon)

“He
aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de
subir la escarpada “
(Johnny Welch)

“El pasado es historia, el futuro un misterio y este momento es


un regalo, por esa razón es que a este momento se le llama: “el
presente”
(Anónimo)

Paradójicamente, se puede decir que disfrutamos más de


lo que “no tenemos” que de lo “que tenemos”.
Una muestra clara de ello es que cuando vemos algo que
nos gusta, y no lo tenemos, empezamos a trabajar en pro
de conseguirlo; hacemos un plan, un proyecto, lo
visualizamos como una idea para el futuro, y nos ponemos
manos a la obra.

Betty Ortiz Ruiz


COMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE

Todo eso es una motivación que nos impulsa, pero una vez
conseguido el objeto de nuestros deseos, este va
perdiendo poco a poco, con el pasar de los días, ese
encanto que tuvo alguna vez, el cual disfrutamos por un
corto periodo de tiempo que varía, proporcionalmente,
según el esfuerzo que nos haya costado conseguirlo.
La ilusión dura lo que nos dura la novedad, lo que dura ese
indescriptible aroma a nuevo, hasta saciarnos de tanto
verlo, que ni parece el mismo con el que soñaste en algún
momento. Es entonces cuando ha llegado la hora de
buscar otro motivo de novedad.
Inconscientemente, nos damos cuenta que nos gusta más
el trayecto que la meta y por ello llenamos la vida de
muchas y variadas ilusiones por conseguir, para darle un
toque de ilusión, creatividad y entusiasmo a nuestras
vidas.
Esto es el resultado o el efecto del consumismo: a más
tener, más querer; un círculo vicioso cuya finalidad es
que nos volvamos insaciables, inconformes con lo que
tenemos, y anhelantes de lo que no tenemos.
Todo lo anterior es la razón por la que postergamos
siempre la felicidad a un plan o proyecto futuro que se
renueva cada vez.
Cuando éramos pequeños creíamos que seríamos felices
cuando fuéramos grandes y pudiéramos tener libertad de
hacer lo que quisiéramos; cuando fuimos grandes y
pudimos hacer lo que queríamos pensamos que seríamos
felices cuando termináramos el bachiller o la carrera, y
la terminamos; luego pensamos que seríamos felices al
encontrar nuestra pareja y casarnos, y la encontramos y
nos casamos; más adelante soñábamos que seríamos

Betty Ortiz Ruiz


COMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE

felices al llegar los hijos, y llegaron, pero aún la felicidad


no fue completa; luego intuimos que sería cuando
crecieran, y crecieron; luego, cuando se independizaran y
lo hicieron, y así sucesivamente. La felicidad siguió
siendo esquiva, y duró breves momentos.
Ahora, con un poco más de consciencia, nos hemos
enterado, aunque tarde, pero más vale tarde que nunca,
que ser feliz no es una meta sino un trayecto, y que la
felicidad, antes y ahora, es, precisamente, disfrutar de
eso que no tenemos. O disfrutar, como dijo Antonio
Machado “haciendo camino al andar”.
Sentir emoción por lo desconocido es algo lógico , pero la
vida tiene ciclos que se repiten constantemente. Desde
que sale el sol y nace un nuevo día, muchos de estos
fenómenos se nos presentan de la misma forma
repetidamente, pero… ¿acaso cada puesta de sol es
idéntica a otra ? si fuera así, con ver una nos bastaría
para toda la vida, total, si todas son iguales…
Pero la realidad es que no son iguales y si eres
consciente, y tienes los ojos, la mente y el espíritu
abiertos a nuevas emociones, te darás cuenta que esa
puesta de sol, aunque similar, es única en nuestra vida;
ese mismo instante es único e irrepetible; lograr
percatarse de la diferencia nos mostrará una visión
distinta de todo lo que nos rodea, y podremos ver con
asombro que la belleza, sí, está en los ojos de quien mira,
si se es un buen observador con una gran sensibilidad.
Si echamos marcha atrás nos daremos cuenta de que a
este mundo llegamos sin nada añadido, solos y con
nuestra esencia, que en realidad es lo único que
verdaderamente nos pertenece; desde ese momento,

Betty Ortiz Ruiz


COMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE

todo lo que ha formado parte de nuestras vidas, física,


económica y espiritualmente, no es nuestro, aunque el
fuerte sentido del apego nos lo quiera hacer creer.

Lo realmente importante es sentir que todo lo que


tenemos ahora y no trajimos a este mundo, es ganancia,
y aunque esa ganancia no nos pertenece, estamos en
nuestro legítimo derecho de disfrutar de ella.
¿Qué importancia tiene poseer, tener, pertenecer,
ostentar…? estas son tan sólo palabras que llevan
implícito el sentido de propiedad, y las deberíamos
cambiar por disfrutar, regocijarse, alegrarse, recrearse,
o complacerse, que llevan implícita una emoción
reconfortante; de esta manera podríamos llegar a
disfrutar conscientemente de todo lo que “no tenemos”.

No tenemos a nuestros padres, ni familiares, ni a los


amigos, ni a nuestra pareja, ni tan siquiera a nuestros
hijos… sólo somos compañeros y compartimos el camino
en este viaje de la vida, pero, aunque no nos pertenecen,
podemos disfrutar de ellos mientras caminamos este
trayecto juntos, preferiblemente con toda la intensidad
y consciencia posible, de ésta manera cuando por azares
del destino no los tengamos en el camino podremos sentir
que realmente nos hemos regocijado en su compañía.

A mucha gente pregunté: ¿Se puede disfrutar lo que no


se tiene? después de mucho pensar, quedando un poco en
jaque al rey, nadie tenía una respuesta clara sobre el
tema, debe ser porque nuestra única manera de

Betty Ortiz Ruiz


COMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE

disfrutar está íntimamente ligada al sentido de


propiedad, esa temible unión entre querer y poseer.

Para terminar una pequeña historia que me ha gustado


mucho:

EL PESCADOR...

Un banquero americano estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando


llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes
amarillos de buen tamaño.

El americano elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó


cuánto tiempo le había tomado pescarlos. El pescador respondió que sólo un
rato.

El americano le preguntó que por qué no permanecía más tiempo y sacaba


más pescado. El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las
necesidades inmediatas de su familia.

El americano le preguntó qué hacía con el resto de su tiempo. El pescador


dijo: duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta
con mi señora, caigo todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco
guitarra con mis amigos. Tengo una vida agradable y ocupada.

El americano replicó: "soy de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar


más tiempo en la pesca y, con los ingresos, comprar un bote más grande y,
con los ingresos del bote más grande, podrías comprar varios botes;
eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el
pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador
y, eventualmente, abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la
producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pueblo
e irte a la Capital, donde manejarías tu empresa en expansión.

El pescador le preguntó:
- Pero cuánto tiempo tardaría todo eso.

Betty Ortiz Ruiz


COMO DISFRUTAR LO QUE NO SE TIENE

A lo cual respondió el americano:


- Entre 15 y 20 años.
- Y luego qué?, preguntó el pescador.
El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte.
- Cuando llegue la hora deberías vender las acciones de tu empresa al
público. Te volverás rico... tendrás millones.
- Millones ... y luego qué?
- Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblito en la costa donde puedes
dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu
mujer, caer todas las noches al pueblo donde tomas vino y tocar guitarra
con tus amigos.
Y el pescador respondió:
- ¿Y acaso eso no es lo que ya tengo?.

MORALEJA:
Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene
pero que muchas veces no vemos.
La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos mal
por aquello que no tenemos.

LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO.

Betty Ortiz Ruiz

Potrebbero piacerti anche