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1. ANTECEDENTES
2. BASES TEÓRICAS
¿Qué es la alimentación?
¿Qué es la alimentación sana en los adultos mayores?
Generalidades.
Conceptos básicos.
Problemas frecuentes del adulto mayor que afectan su alimentación.
Alimentación saludable de la persona adulta mayor.
Recomendaciones nutricionales por grupo de alimentos.
Decálogo para una alimentación y nutrición saludable en las personas mayores
sanas.
Consejos.
Mitos y realidades.
Legislación vigente.
Programas existentes para la protección del adulto mayor.
3. MARCO CONCEPTUAL
Una buena alimentación es fundamental en cada una de las etapas de nuestra vida desde
la infancia hasta la vejez. Los aspectos básicos de una dieta son los mismos a lo largo de
nuestra vida, pero las necesidades nutricionales individuales cambian a medida que
vamos envejeciendo. Además, la correcta absorción de los alimentos puede verse
afectada por alguna enfermedad.
Significa comer abundantes verduras y frutas diariamente, tomar leche o yogur con poca
grasa, preferir el pescado, pavo o pollo a las carnes rojas, comer legumbres y granos
enteros y beber mucha agua. Estos alimentos nos permiten estar sanos y vivir mejor,
porque aportan una cantidad suficiente de proteínas, grasas esenciales, minerales,
vitaminas, antioxidantes y agua. Gracias a ellos, nuestro cuerpo funciona bien y crea los
mecanismos para defenderse de las enfermedades.
Una alimentación saludable incluye el consumo diario de abundantes verduras y frutas, tomar
leche o yogurt con poca grasa, preferir el pescado, pavo, pollo o carnes rojas sin grasa, comer
legumbres y granos enteros y beber mucha agua.
Con la edad, la sensación de sed disminuye. El agua es esencial para el buen funcionamiento de
los riñones, evita la deshidratación, mantiene la temperatura corporal normal y ayuda a la
digestión, en la medida que vamos envejeciendo, aumentan nuestros requerimientos de calcio.
Para mantener la masa ósea y reducir el riesgo de osteoporosis las recomendaciones de calcio
deben incrementarse en un 20%.
Tanto los hombres como las mujeres mayores de 50 años deben consumir al menos mil 200 mg.
de calcio al día. La leche y sus derivados (queso, crema, yogurt) son las mejores fuentes de calcio,
al igual que los vegetales de hoja verde y las sardinas
Los adultos mayores necesitan tomar abundantes líquidos: de 8 a 12 tazas por día. Algunos
alimentos proveen líquidos, pero aun así es necesario tomar todo tipo de bebidas, jugos, leche,
sopa, té o café, que pueden incluir además otras sustancias nutritivas, sin olvidar la mejor opción
que es el agua pura.
Una alimentación variada y saludable garantiza que el adulto mayor tenga calidad de vida, por
lo tanto es importante que el adulto mayor cumpla los siguientes tiempos de alimentación:
Desayuno.
Merienda.
Almuerzo.
Merienda.
Cena.
Merienda nocturna en caso de ser diabético.
3.3. GENERALIDADES
“El acto de comer” va mucho allá de saciar el hambre, es un acto social y relacional de los
mayores con sus seres más próximos y queridos, que les reporta importantes satisfacciones y
bienestar psicoafectivo.
La alimentación es un proceso voluntario y por tanto educable, a través del cual introducimos
los alimentos que contienen a los diferentes nutrientes. La nutrición es un proceso involuntario
y por tanto no modificable voluntariamente, a través del cual el organismo transforma los
nutrientes de los alimentos en energía y va ligada a una dieta (alimentación) equilibrada.
El comportamiento alimentario en los adultos mayores es fruto de años, la mujer rechaza las
carnes, las legumbres y la leche, siendo más saludable que en el caso del hombre, que rechaza
la pasta, las verduras, el pescado y los derivados lácteos, aproximándose más la mujer al
concepto de “dieta mediterránea”, prototipo de dieta variada, equilibrada y saludable.
A las personas adultas mayores se les recomienda que la ingesta diaria sea fracciones al menos
en cuatro comidas: desayuno, comida, merienda y cena, siendo deseable un sobre desayuno o
refuerzo suave a media mañana. Los horarios de las comidas deben ser adecuados y
racionalizarse, distribuyéndose a lo largo del día, espaciando las comidas entre sí lo suficiente y
no picando entre horas.
La dieta debe ser fácilmente manejable para la alimentación de los mayores, presentando una
textura fácil de masticar para aquellas personas que así lo precisen. Se debe controlar el
porcentaje de ración ingerida de cada uno de los platos y cuando se detecte un “sobrante” mayor
del 25-50% de la ración, efectuar un control antropométrico (peso) a cada 3-6 meses y una
valoración nutricional ampliada (antropométrica+bioquímica) en aquellos que hayan perdido
más del 7,5-10% de su peso a los 3 meses y 6 meses respectivamente, aportando los suplementos
pertinentes.
Población vulnerable:
El concepto de vulnerabilidad se aplica a aquellos sectores o grupos de la población que por su
condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico, se encuentran en condición de riesgo que
les impide incorporarse al desarrollo y acceder a mejores condiciones de bienestar.
En el caso del adulto mayor, es un grupo de población con mayor vulnerabilidad, además que
presentan riesgos importantes de padecimientos o muerte por enfermedades crónicas no
transmisibles.
La alimentación de la persona adulta mayor debe ser una alimentación equilibrada (acorde a las
necesidades de energía, proteínas, grasas, vitaminas y minerales), de la persona adulta mayor.
Esto con el fin de evitar que existan deficiencias en el consumo de nutrientes como proteína,
tiamina, vitamina C, Calcio, hierro y folatos, garantizando una alimentación saludable para la
persona adulta mayor.
• No hay alimentos prohibidos, es decir que por la edad, algunos tengan que eliminarse, a no
ser que le causen daño a la persona o que padezca alguna enfermedad en la cual el consumo de
ciertos alimentos se restringe o limita. Por ejemplo, es frecuente que algunos adultos mayores
no toleren la leche, las cebollas, los frijoles y el repollo. Si estos alimentos causan malestar, no
se deben incluir.
Cereales y leguminosas • Recordar la combinación de arroz (tortillas, pastas o pan) y frijoles (lentejas o
garbanzos), lentejas o garbanzos: dos partes de arroz por una de frijoles.
• Preferir cereales integrales y leguminosos, ya que proporcionan más fibra,
vitaminas del complejo B y minerales como hierro, potasio y zinc.
• Cereales integrales como: pan, pastas, galletas
Verduras harinosas • Preferir las preparaciones asadas, en guisos, hervidas, con cáscaras y en sopas
y purés; a las preparaciones fritas.
Vegetales y frutas • Elegir vegetales y frutas de diferentes colores como por ejemplo:
Morados: remolacha, mora, uvas, ciruelas, berenjena.
Verdes: brócoli, espinacas, limón, berros, acelgas.
Blancos: coliflor, cebolla, banano, anona.
Amarillos y anaranjados: zanahoria, ayote sazón, piña, papaya, naranja, manga
madura.
Rojos: tomate, chile dulce.
Grasas y • Entre las grasas saludables se encuentran los aceites vegetales: oliva, maíz,
azúcares girasol, soya y aceite de canola, entre otros.
• Todas las grasas se deben consumir en pequeñas cantidades.
• El azúcar proporciona energía y el exceso se almacena en forma de grasa en el
organismo, lo que puede ocasionar problemas de salud como obesidad, diabetes,
enfermedad cardiovascular y elevación de los triglicéridos.
3.8. DECÁLOGO PARA UNA ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN SALUDABLE EN LAS
PERSONAS MAYORES SANAS
1. La dieta saludable ha de ser variada (incluyendo alimentos de todos los grupos), equilibrada y
moderada (sin excluir ni abusar de ninguno). No existen alimentos buenos o malos para la salud.
3. Se recomienda un consumo de proteínas de 1-1,25 g/kg. de peso y día. Las proteínas deben tener
un equilibrio entre las de origen animal (carnes, pescados, lácteos y huevos), o de alto valor
biológico por el aporte de aminoácidos esenciales para el organismo, y las de origen vegetal,
siendo lo óptimo un reparto en torno al 50% entre ellas.
5. Las grasas deben aportar un 25-30% de la energía total de la dieta. Las grasas saturadas animales
(carne, embutidos, leche, queso, mantequilla, etc.) y vegetales (coco y palma) no deben
sobrepasar el 10%, fomentando el consumo de grasas mono y poliinsaturadas (pollo, sardina,
arenque, caballa, atún, bonito, salmón, aceite de oliva y colza), y usando aceites vegetales para
cocinar y aderezar, especialmente el aceite de oliva.
6. Aumentar el consumo de fibra hasta 20-25 g/día. Las mayores fuentes de fibra son cereales
integrales, frutas con piel, hortalizas y leguminosas.
8. La dieta ha de tener una alta variedad de frutas, verduras y legumbres, por su gran aporte en
fibra, vitaminas (antioxidantes) y minerales. El consumo de pescado ha de ser mayor que el de
carnes y se pueden tomar de 3 a 4 huevos por semana. El consumo de lácteos ha de llegar a 3
raciones al día, siendo lo óptimo una cuarta ración en la mujer.
9. Moderar el consumo de azúcar, dulces (menos del 10%) y de sal (menos de 6 g/día), NO excluirlos
por completo de la dieta. Reducir el consumo de embutidos a un máximo de 1-2 días por semana.
10. Beber líquidos a intervalos regulares aunque no se tenga sed. Preferentemente agua, zumos,
caldos, infusiones, etc. Es aconsejable limitar las bebidas estimulantes, carbonatadas y
alcohólicas (20- 25 g/día, es decir, 1 vasito pequeño de vino en la comida y en la cena, siempre
que no esté contraindicado).
3.9. CONSEJOS
o “Todas las Personas Adultas Mayor requieren dietas diferentes a las de las personas
adultas.”
Falso: Una persona adulta mayor que ha tenido un proceso de envejecimiento exitoso, puede
consumir una dieta igual, que la del resto de la familia, respetando los principios de una
alimentación saludable.
A partir de 1999 se han aprobado una serie de leyes con las cuales se busca ofrecer una solución
integral para el adulto mayor.
Ley Nº 7935, Ley Integral de la Persona Adulta Mayor: Establece derechos para las personas
mayores de sesenta y cinco años en lo referente a salud, educación, vivienda, seguridad social,
recreación y trabajo. Adicionalmente, establece responsabilidades específicas a diversas
instituciones del sector público.
Ley Nº 8153 y Decretos Nº 29679-S y Nº 30571-S: Relacionados con la obligatoriedad que los
establecimientos que pretendan brindar servicios de atención a la población adulta mayor,
deberán habilitarse ante el Ministerio de Salud, como requisito para que se les autorice el
financiamiento parcial con recursos económicos del Estado, así como para que el Instituto Mixto
de Ayuda Social pueda otorgarles el carácter de bienestar social.
Ley Nº 7972: Creación de Cargas Tributarias sobre Licores, Cervezas y Cigarrillos para financiar
un plan integral de protección y amparo de la población adulta mayor, entre otros grupos.
Ley Nº 7936: Establece que las personas mayores de 65 años que hagan uso de los servicios de
transporte colectivo remunerado, viajarán distancias que no excedan los 25 kilómetros sin costo
alguno, en los desplazamientos que tengan una distancia de 25 kilómetros pero menos de 50,
pagarán la mitad en el costo del pasaje y en los desplazamientos mayores de 50 kilómetros
pagará un setenta y cinco por ciento del pasaje.
Las siguientes, son agrupaciones de la sociedad civil e instancias del estado que ofrecen
programas o servicios dirigidos a la población adulta mayor: