Hola, mi nombre es Gabriel Castillo Rivera y tengo 20 años.

Nací en Melipilla,
para después vivir en Talagante desde los 4 años hasta hoy. Egresé del colegio
Leonardo Da Vinci, en donde estuve toda la etapa escolar. Luego pasé 2 años
estudiando ingeniería en la USACH, para después congelar mis estudios en ese
mismo establecimiento. Actualmente me encuentro preparándome
nuevamente para rendir la PSU y tengo planeado estudiar ‘Teoría de la Música’.

Me enteré de la fraternidad juvenil gracias a Joaquín, un estimado amigo quien

también me está ayudando a entrar en el mundo de la música. Estoy bastante
interesado en ingresar, pese a que desconozco a detalle sobre que trata el
asunto. Dentro de los motivos que tengo para querer entrar, es por el tema de
buscar compartir con otras personas interesadas en el crecimiento del hombre,
tanto a nivel personal como a nivel social, no olvidando jamás que también
somos animales dentro de la naturaleza, a la cual hemos perjudicado en
exceso como humanidad. Me sería muy grato participar de la fraternidad
también porque he oído sobre los trabajos y ayudas sociales que prestan como
grupo, ya que encuentro que es totalmente empático, solidario y necesario
para las personas que requieran esta ayuda. Además, pienso que lo de ir
haciendo proyectos y trabajos en conjunto como fraternidad, es una fantástica
forma para lograr estos espacios de crecimiento en cada persona del grupo,
por lo de ir armando diálogos y charlas en donde se compartan distintos
mundos o distintos puntos de vista.

Para contar algo más de mi, soy alguien bastante tranquilo, quizás algo
lacónico, muy reflexivo y con ideas bastante concisas. No me gusta la
discriminación, ni tampoco las injusticias. Pienso que todo debe siempre buscar
acercarse a un equilibrio, aunque suene utópico para algunas cosas. No
soporto la intolerancia, y rechazo los abusos. Me angustia pensar en lo
mortífero y egoísta que llega a ser nuestra evolución, así como me repugna la
ambición, junto a todo el tipo de consumismo innecesario que pueda conllevar
esto. También, relacionado a lo anterior, me disgusta ver lo importante que es
en el mundo la palabra “producir”, dicha en varios sentidos. Me gusta bastante
pensar y analizar cada momento, pensamiento o experiencia. También me
causa una singular molestia la negatividad que vive hoy en todos los rincones
en donde uno esté, ya que solo hay que observar y ver todo el daño que causa
esta, que lamentablemente es muy contagiosa.

Me despido atentamente,

Gabriel.