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Jeffrey E.

Young
TERAPIA COGNITIVA PARA
LOS TRASTORNOS DE PERSONALIDAD:
Un Enfoque Centrado En Esquemas.

Tercera Edición.
Versión Traducida: Yasmín López Alzate.
RESUMEN

Los trastornos de personalidad constituyen uno de los problemas clínicos más


resistentes que se le presentan a los terapeutas – y se pueden evidenciar en la
mayoría de los pacientes de la consulta privada. Este libro aborda la terapia
centrada en esquemas, una aproximación integradora desarrollada por el autor
para tratar a pacientes caracterológicos, incluyendo aquellos con trastornos de
personalidad fronteriza, narcisista, evitativa, dependiente, obsesivo-compulsiva,
pasivo-agresiva e histriónica. Las técnicas del tratamiento centrado en esquemas
también han sido empleadas en la prevención de recaídas cuando se abordan
trastornos depresivos, de ansiedad y abuso de sustancias, y en el tratamiento de
abuso físico y psicológico, trastornos alimenticios y dolor crónico. El modelo del
doctor Young es una integración pionera de la teoría cognitivo-conductual con los
enfoques de la gestalt, las relaciones objetales y el psicoanállisis. Dicho modelo
expande la terapia cognitivo-conductual, enfatizando la relación terapéutica, la
experiencia afectiva y la discusión de experiencias vividas en épocas tempranas
de la vida. Además de presentar la justificación, la teoría y las técnicas prácticas
de la teoría cognitiva centrada en esquemas, esta tercera edición incluye un caso
ejemplar, así como las ediciones revisadas del Cuestionario de Esquemas de
Young ( Forma larga, 2nda edición), la Guía del Cliente y las listas de esquemas.
PARTE I. TERAPIA CENTRADA EN ESQUEMAS:
Justificación y Teoría.

JUSTIFICACIÓN.
Introducción.
Uno de los retos actuales de la terapia cognitiva, es desarrollar estrategias
efectivas de tratamiento, para trabajar con pacientes con trastornos de
personalidad crónicos.
La primera sección describirá siete características que los pacientes deben tener
para lograr buenos resultados desde el marco de una terapia cognitiva de corta
duración. “La terapia cognitiva de corta duración”, se refiere a aquella que
originalmente desarrollaron Beck y sus colegas (1970) para el tratamiento de la
depresión, y que estipulaba un número de sesiones que oscilaba entre 16 y 20.
La sección continuará con la demostración de cómo los pacientes con trastornos
de personalidad y otros tipos de pacientes difíciles, echan por tierra estas
creencias básicas. La siguiente sección discutirá la manera en que la terapia
cognitiva de corta duración, puede adaptarse y expandirse, para describir de una
manera más completa lo que observamos en pacientes con trastornos de
personalidad. Se expondrá brevemente una teoría clínica sobre los esquemas.
Las secciones finales describirán la adaptación a la que están obligadas las
terapias cognitivas de corta duración, si quieren sobreponerse a los obstáculos
que plantean los pacientes con trastornos de personalidad. Este nuevo enfoque
es denominado “Terapia Centrada en Esquemas”.

Suposiciones en la Terapia Cognitiva de Corta Duración.


La terapia cognitiva de corta duración, tiene 7 creencias sobre los pacientes:
1. Con poco entrenamiento, los pacientes pueden acceder a sus sentimientos.
En este tipo de terapia, suponemos que con relativamente poco entrenamiento,
podemos enseñar a los pacientes a reportar sus sentimientos de ansiedad,

Los nombres y las características de las personas, han sido modificados en todos los casos que
sirven de ejemplo, para proteger su privacidad.
tristeza, enojo, culpa o cualquier otra emoción. Sin embargo, en pacientes con
trastornos de personalidad, esto parece no tener aplicación. Muchos pacientes
se sienten bloqueados y enajenados frente a sus sentimientos; para ellos es
necesario modificar el enfoque de la terapia cognitiva de corta duración.
2. La segunda suposición, es que el paciente tiene acceso con poco
entrenamiento, a los pensamientos y a las imágenes. Muchos pacientes con
trastornos de personalidad, no pueden darnos un reporte de sus pensamientos
automáticos, o manifiestan no tener imágenes. También para estos pacientes
tenemos que desarrollar nuevas estrategias.
3. Se supone que el paciente acude con problemas identificables, en los cuales
concentrarse. Algunos pacientes “difíciles” presentan problemas vagos o
difíciles de definir. Es posible que presenten un malestar general, con respecto
al cual son incapaces de identificar desencadenantes concretos. Tenemos que
modificar la terapia cognitiva de corta duración, para trabajar con pacientes en
los que no hay problemas específicos que plantear.
4. La terapia cognitiva de corta duración supone que el paciente está motivado a
hacer las tareas asignadas y a aprender estrategias de auto-control. Sin
embargo, después de trabajar con muchos pacientes con problemas de vieja
data, encontramos que no tienen la disposición o que son incapaces de hacer
las tareas asignadas y que además presentan una gran resistencia frente al
aprendizaje de estrategias de autocontrol. Estos pacientes parecen estar más
dispuestos a buscar apoyo en el terapeuta, que a aprender estrategias de
autoayuda.
5. La terapia cognitiva de corta duración cree que el paciente al cabo de pocas
sesiones, puede engancharse en una relación colaborativa con el terapeuta.
Sin embargo, con muchos pacientes es casi imposible engancharlos en una
relación de este tipo. La relación terapeuta-paciente es tan problemática que
los pacientes se desgastan intentando que el terapeuta satisfaga sus
necesidades o están tan desenganchados y tienen una actitud tan hostil, que
son incapaces de hacer algún aporte en una relación colaborativa.
6. La sexta suposición es que las dificultades en la relación terapéutica no son un
foco de problemas importantes. Sin embargo, en muchos pacientes con
trastornos de personalidad, si suponemos que los problemas en la relación
terapéutica son meros obstáculos que superar, de tal modo que lograremos
hacerlos con una terapia cognitiva de corta duración, estaremos olvidando el
núcleo central del problema. En muchos pacientes con trastornos de
personalidad, el núcleo de su problemática es interpersonal y uno de los
mejores espacios para observarla es aquel que propicia la relación terapéutica.
Con estos pacientes se vuelve mucho más importante focalizar en la relación
terapéutica; desafortunadamente, la terapia cognitiva de corta duración tiene
poco que decir acerca de cómo trabajar a profundidad con la relación
terapéutica.
7. Una séptima suposición es que todas las cogniciones y modelos conductuales
pueden cambiarse a través del análisis empírico, del discurso lógico, de la
experimentación de pasos graduales y de la práctica. En muchos pacientes
crónicos, sus cogniciones y patrones de conducta auto derrotistas son
extremadamente resistentes al cambio por la única vía de las técnicas de la
terapia cognitiva de corta duración. Dichos pacientes pueden manifestar
continuamente que entienden en un nivel intelectual lo que su terapeuta
muestra, pero a nivel emocional sus sentimientos, conductas y creencias,
permanecen inamovibles. Aún después de meses de enfrentar tales creencias
y patrones de conducta, no hay usualmente ningún cambio o mejoría. Tales
pacientes generalmente confían poco en que se modificarán sus creencias o
patrones de conducta nucleares, insistiendo en que estas cogniciones y
conductas están demasiado introyectadas en este punto de sus vidas como
para cambiarlas.

Los cinco pacientes que se describen a continuación ilustran el modo en que estas
suposiciones son cuestionadas.
Sally era una estudiante de 20 años, quien permaneció las 10 primeras sesiones
sentada en un rincón, alejada del terapeuta. Sólo respondía “sí”o “no” a las
preguntas que se le formulaban. Cuando el terapeuta le preguntaba acerca de lo
que quería trabajar o lo que sentía, decía que no sabía. Sally representaba
grandes problemas para la terapia cognitiva de corta duración. En primer lugar, el
hecho de que se sentara en una esquina, la hacía reacia a implicarse en una
relación colaborativa. En segundo lugar, su incapacidad para establecer un
problema o para describir sus sentimientos, dificultaba ya fuera la posibilidad de
concentrarse en un problema concreto o bien la elicitación de emociones y
pensamientos automáticos asociados.
Sam era un fiscal de 45 años que manifestaba no sentir o pensar en nada. Decía
sentirse entorpecido todo el tiempo, con varios síntomas de ansiedad, pero no
reportaba ningún pensamiento antes o durante sus períodos de ansiedad y
torpeza. Parecía muy controlado e inteligente. Con este paciente también
encontramos una gran dificultad en llevar a cabo la terapia cognitiva de corta
duración. El paciente no reportó ningún pensamiento automático asociado a sus
síntomas de ansiedad y por lo tanto parecía no existir evento desencadenante
alguno.
Karl era un escritor de 40 años que evitaba la mayoría de contactos sociales
porque temía sonar tonto frente a otras personas. No realizaba las tareas
asignadas para incrementar sus contactos sociales, sin importar que tan leves
fueran dichos contactos. Karl presentaba un problema porque era incapaz o no
tenía la disposición para hacer las tareas asignadas, aun cuando lo crucial del
problema fuera su evitación social. Aunque era capaz de reportar sus
pensamientos y sentimientos, el hecho de que no estuviera dispuesto a dar pasos
aunque fuese mínimos para iniciar un contacto social, hacía tambalear siempre a
la terapia cognitiva de corta duración.
Kathleen era una estudiante universitaria de 21 años que vivía en casa de sus
padres y se sentía permanentemente deprimida. No hacía las tareas asignadas
porque esperaba que el terapeuta estuviera día y noche disponible para ella. Cada
vez que este último sugería alguna tarea, Kathleen se negaba a realizarla. Las
interpretaba como una muestra de la falta de voluntad del terapeuta para estar con
ella cuando lo necesitaba.
Mark era un hombre de 43 anos que ingresó a terapia frustrado porque no
encontraba la mujer adecuada con quien casarse. Tras un examen más cercano,
se observó que el patrón de conducta de Mark en las relaciones, era escabullirse
cuando las mujeres expresaban un gran afecto y amor hacia él. Permanecía
indefinidamente con mujeres ambivalentes o que lo rechazaban. Cuando se
acercaba a mujeres que lo amaban, las desestimaba preguntándose por qué
alguien que valiera la pena querría acercársele. Sus sentimientos de inamabilidad
demostraron ser completamente resistentes a los intentos del terapeuta de
involucrarlo en algún tipo de empirismo colaborativo. La rigidez de sus
cogniciones y conductas volvían insatisfactoria la terapia cognitiva de corta
duración. Mark era incapaz de argumentar la razón de estas creencias, y se
limitaba a decir que “simplemente se sentía defectuoso”. Aun así, el carácter
disfuncional de sus cogniciones, emociones y conductas permaneció.

Cada uno de estos cinco pacientes ilustra uno o más modos en los cuales la
terapia cognitiva de corta duración no se ajusta a las necesidades y los problemas
de ciertos pacientes. En la siguiente sección se intentará explicar la razón de que
con frecuencia a dichos pacientes se les diagnostique trastornos de personalidad
y el porqué los pacientes crónicos y difíciles no responden a la terapia cognitiva de
corta duración.

Trastornos de Personalidad y Terapia Cognitiva.

Rigidez. La terapia cognitiva de corta duración supone una cierta flexibilidad


de parte de los pacientes, una suposición que no se sostiene en la mayoría
de los trastornos de personalidad. Usualmente, la terapia cognitiva emplea
una serie de estrategias para ayudar al paciente a que vea la inexactitud o
disfuncionalidad de su manera de pensar. El terapeuta asume que, con
suficientes prácticas y ensayos, las cogniciones y los patrones de conducta
se flexibilizan lo suficiente como para ser modificados a través del
empirismo colaborativo.
Sin embargo, de acuerdo con el DSM-IV y en concordancia con nuestra propia
experiencia clínica, una de las características primordiales de los trastornos de
personalidad, es la existencia de modelos inflexibles y generalizados que son
duraderos ( DSM-IV p, 269). Millon (1981) refuerza este planteamiento enunciando
la inflexibilidad adaptativa y los círculos viciosos como dos de los principales
criterios para el diagnóstico de una patología de la personalidad: “las estrategias
alternativas que emplea el individuo para relacionarse con los otros, alcanzar
metas y enfrentar la tensión, no sólo son pocas en número, sino que también son
llevadas a cabo de una manera rígida”(p.9).
Millon elabora ampliamente este proceso a través del cual los pacientes con
trastornos de personalidad generan ciclos viciosos de secuencias auto-derrotistas:
Maniobras tales como limitaciones proteccionistas, distorsión cognitiva y
generalización de conductas, son procesos a través de los cuales los individuos
restringen sus oportunidades de nuevos aprendizajes, malinterpretan eventos
esencialmente benignos, y provocan reacciones en los otros que reactivan
problemáticas anteriores. (Millon,19811, p.9).

Continúa comparando los trastornos de personalidad con los “trastornos


sintomáticos”tales como la depresión:
Los patrones de personalidad están profundamente arraigados y generalizados y

es casi seguro que permanezcan sin ser esencialmente modificados a lo largo

períodos de tiempo... Los trastornos sintomáticos tienen características clínicas

bien delineadas que son menos resistentes al cambio en comparación con los

enraizados rasgos de personalidad de los cuales provienen. ( Millon, 1981, p,10).

Evitación. La terapia cognitiva de corta duración asume que los pacientes


tienen un acceso relativamente libre a sus pensamientos y sentimientos. En
muchos trastornos de personalidad, sin embargo, es frecuente la evitación y
el bloqueo de pensamientos y sentimientos, motivados por lo doloroso de su
naturaleza. Esta “evitación cognitiva” o “evitación afectiva” se puede
explicar como resultado de un condicionamiento aversivo: la ansiedad y la
depresión se han vuelto condicionados frente a los recuerdos y
asociaciones, conduciendo así a la evitación. Esta se vuelve una estrategia
crónica que puede entonces hacer fracasar un tratamiento enmarcado en los
límites de una terapia cognitiva breve.
El enfoque psicoanalítico tradicional considera que las defensas como la
represión( i.e. evitación)son más efectivas en los trastornos de personalidad:
Las defensas de los pacientes con trastornos de personalidad han sido la trama y

el urdimbre de las historias de sus vidas y de sus identidades personales. Sin

embargo, a pesar de lo desadaptativas que puedan ser sus defensas, representan

soluciones homeostáticas a problemas internos... Echar por tierra sus defensas

evoca una enorme ansiedad y depresión. ( Kaplan & Sadock, 1985, p.965).

Millon ( 1981)plantea que la “represión le impide al individuo el “desaprendizaje”de


sentimientos perturbadores o el aprendizaje de maneras nuevas y potencialmente
más constructivas para afrontarlos”( p. 101).
Aunque los terapeutas cognitivos rechazan gran parte de la teoría psicoanalítica,
es innegable que muchos pacientes crónicos parecen evitar de un modo activo, la
consideración de sus más profundas cogniciones y emociones.
Independientemente de la manera en que se explique este fenómeno, los
terapeutas deben desarrollar estrategias terapéuticas para vérselas con esta
evitación, o de otro modo se verán impedidos continuamente por los trastornos de
personalidad.

Dificultades Interpersonales. La tercera característica de los pacientes con


trastornos de personalidad la constituyen sus relaciones interpersonales
disfuncionales. De hecho, la mayoría de las definiciones de los trastornos de
personalidad del DSM-IV, subrayan estas dificultades interpersonales, incluyendo
trastornos histriónicos, esquizoides, dependientes, paranoides, evitativos y
fronterizos.
En resumen, tres características de los trastornos de personalidad – rigidez,
evitación y dificultades interpersonales—dan lugar a una considerable dificultad
en la aplicación de la terapia cognitiva de corta duración, tal y como se ilustró en
los casos ejemplares ya mencionados. La siguiente sección describe una teoría
clínica expandida que considera estos tres factores.

TEORÍA DE LOS ESQUEMAS.


Para permitir la conceptualización y el tratamiento más completo de los pacientes
con trastornos de personalidad, se proponen los siguientes constructos teóricos
como una ampliación del modelo de terapia cognitiva de corta duración propuesto
por Beck y sus colegas ( 1979):
1. Esquemas Maladaptativos Tempranos
2. Dominios de los Esquemas.
3. Mantenimiento de los Esquemas
4. Evitación de los Esquemas
5. Compensación de los Esquemas

Esta ampliación de términos ( que debe ser sometida a una elaboración posterior),
no tiene la intención de ser una teoría comprensiva de psicopatología o de
personalidad, sino más bien “un heurístico clínico conveniente” ( Segal, 1988). La
que ofrecemos es una teoría de trabajo sencilla y comprensible para los pacientes
que los capacita a ellos y a los terapeutas para dialogar sobre fenómenos de un
nivel más profundo que aún no han sido incorporados en la mayoría de terapias
cognitivo-conductuales de corta duración. Los constructos aquí propuestos no han
sido probados empíricamente, así que deben considerarse como especulativos.
Además, aunque frecuentemente le hablamos a los pacientes sobre los
esquemas, como si estos existieran en un nivel estructural y tuvieran vida propia,
lo hacemos solamente para facilitar la comunicación, concientes de que esta es
una explicación simplificada de un constructo hipotético.
En algunos de sus primeros trabajos, Beck ( 1967) enfatizaba la importancia de los
esquemas en la depresión:
Un esquema es una estructura cognitiva para seleccionar, codificar y evaluar los
estímulos que llegan al organismo... Con base en la matriz de esquemas, el
individuo es capaz de orientarse con relación al tiempo y al espacio y de
categorizar e interpretar experiencias de un modo significativo. ( p. 283).

Beck continúa enunciando una serie adicional de planteamientos sobre los


esquemas. Propone la hipótesis de que los esquemas pueden estar relacionados
con los temas repetitivos en las asociaciones libres, en las imágenes y en los
sueños. Se da cuenta de que en un momento dado pueden estar inactivos y luego
“activarse o desactivarse rápidamente, como resultado de cambios en el tipo de
input que llega del ambiente”( 1967, p. 284).
Otra importante observación hecha por Beck sobre los esquemas es que ellos
sesgan nuestras interpretaciones de los eventos de una forma consistente. En
“psicopatología” estos sesgos se “reflejan en las típicas malinterpretaciones,
actitudes distorsionadas, premisas no válidas y metas y expectativas realistas” (
1967 p. 284).
Segal (1988) propuso la siguiente definición de esquemas: “elementos
organizados de reacciones y experiencias pasadas, que forman un cuerpo
relativamente cohesionado y persistente de conocimiento capaz de guiar
apreciaciones y percepciones subsiguientes” ( p.147). Nuestro propio concepto de
esquema es consistente con esta definición y con la de Beck, pero es más limitada
y específica, tal y como se expondrá más adelante.
Segal prosigue contrastando varios modelos distintos de esquemas. Estos
modelos ofrecen distintas explicaciones con respecto a (a) la relación entre
estados de ánimo y constructos personales, y (b) la interconexión de los
constructos personales con el sistema del yo.
No intentaremos proporcionar una teoría alternativa de los esquemas, ni nos
adheriremos a alguno de los enfoques existentes. En cambio, el propósito
primordial de la teoría de los esquemas presentada a continuación es el de
proporcionar una orientación para las intervenciones clínicas que se esbozan más
adelante. Solamente se incluye la teoría necesaria para guiar al terapeuta en el
desarrollo de conceptualizaciones prácticas que puedan ser explicadas a los
pacientes en términos sencillos y que conduzcan a unas estrategias de
intervención efectivas.

Esquemas Maladaptativos Tempranos. La terapia cognitiva de corta duración se


concentra primordialmente en tres niveles de fenómenos cognitivos: pensamientos
automáticos, distorsiones cognitivas y creencias subyacentes. Nosotros
proponemos un énfasis básico en el nivel más profundo de la cognición, los
Esquemas Maladaptativos Tempranos ( EMS).
Los EMS se refieren a temas extremadamente estables y duraderos que se
desarrollan durante la infancia, se elaboran a lo largo de la vida de un individuo y
son significativamente disfuncionales. Estos esquemas sirven como marcos para
el procesamiento de experiencia posterior. A nivel estructural, este concepto de
esquema es similar al “núcleo metafísico duro”de Lakatos:
Un núcleo metafísico duro, relativamente incuestionable... identificado
esencialmente en el auto-conocimiento tácito que ha sido elaborado
progresivamente en el curso del desarrollo y que... constituye para los individuos
una especie de visión general de sí mismos. ( Citado por Guidano & Liotti,
1983,p.66).
Los esquemas maladaptativos tempranos presentan varias características que los
definen:
1. La mayoría de EMS son creencias y sentimientos incondicionales acerca de uno
mismo en relación con el ambiente. Los esquemas son verdades a priori que están
implícitas y se dan por sentado. Guidano y Liotti plantean que “La irrefutabilidad
de la estructura profunda es por lo tanto... una necesidad. Para nosotros como
individuos, nuestro auto-conocimiento tácito es una parte constitutiva de nosotros
mismos; sin alternativas reales" ( 1983 p. 67).
Podemos contrastar los EMS’s con las creencias subyacentes. Estas últimas le
dan más posibilidad de éxito a un individuo. “Si puedo ser perfecto, si puedo
complacer a los demás todo el tiempo, si soy amado, entonces soy valioso”. En
contraste los esquemas, son generalmente incondicionales y por lo tanto más
rígidos. “No importa lo que haga, soy incompetente, indigno de ser amado, feo; me
abandonarán; seré castigado”. Cuando el esquema es activado, los individuos
creen que pueden retrasar o esconder los resultados inevitablemente malos como
el rechazo o el castigo.
2.Los EMS’s son autoperpetuantes y por lo tanto mucho más resistentes al
cambio. Debido a que los esquema se desarrollan en etapas tempranas de la vida,
con frecuencia conforman el núcleo del autoconcepto del individuo y su
concepción del ambiente. Estos esquemas son cómodos y familiares, y cuando
son desafiados, el individuo distorsiona la información para mantener su validez.
La amenaza de un cambio en los esquemas es demasiado desestabilizadora para
la organización cognitiva central. Por lo tanto el individuo se engancha
automáticamente en una serie de maniobras cognitivas (descritas más adelante)
para mantener el esquema intacto.
Millon ( 1981) enuncia el mismo punto al referirse a los trastornos de la
personalidad:
Una vez que los individuos adquieren un sistema de expectativas, responden con

una alerta creciente a elementos similares en su situación de vida... La

importancia de las expectativas, sensibilidades y hábitos lingüísticos reside en que

conducen a la distorsión de las realidades objetivas. ( p. 102)

Guidano y Liotti ( 1983) enfatizan igualmente la naturaleza circular de los


esquemas:
La selección de datos de la realidad externa que sean coherentes con la auto-
imagen, obviamente confirma—de una manera automática y circular—la identidad
personal percibida.
Pensemos en una mujer joven que ha desarrollado una auto-imagen según la cual
es “intrínsecamente indigna de ser amada”... Debido a que cada vez que es
abandonada, procesa los datos derivados de la experiencia, con base en su
autoimagen ( de tal manera que cada vez se reafirme y se haga más estable),
poco a poco su propia “inamabilidad”se vuelve algo cierto y “demostrado”. ( p. 88-
89).
3. Por definición, los EMS’s deben ser significativamente disfuncionales y
recurrentes. Nuestra hipótesis es que ellos pueden conducir directa o
indirectamente a malestares psicológicos como la depresión o el pánico; a la
soledad o a relaciones destructivas; a un desempeño laboral inadecuado; a
conductas adictivas frente al alcohol, las drogas o la comida; o a trastornos
psicosomáticos como la úlcera o el insomnio.
4. Los EMS’s son generalmente activados por eventos del ambiente que son
relevantes para el esquema que están en juego. Por ejemplo, cuando a un adulto
con un esquema de Fracaso se le asigna una tarea en la cual se vigilará su
desempeño, el esquema se activa. Empiezan a aparecer pensamientos tales
como “No puedo manejar esto. Fracasaré. Me comportaré como un tonto”.
Generalmente estos pensamientos van acompañados de un alto nivel de arousal
afectivo, en este caso de ansiedad. Dependiendo de las circunstancias y del
esquema en particular, el individuo pudiera experimentar otras emociones tales
como tristeza, vergüenza, culpa o ira.
5.Los EMS’s están generalmente mucho más estrechamente ligados a altos
niveles de afecto cuando están activados, que las creencias subyacentes. Por
ejemplo, cuando algunos pacientes descubren que tienen la creencia de que
“solamente las cosas realmente malas le suceden a la gente mala”, es poco usual
que rompan en llanto o empiecen a temblar de ansiedad. Sin embargo, cuando
los pacientes identifican un esquema maladaptativo temprano, tal como el de
Defectuosidad / vergüenza, se presenta generalmente un alto nivel de arousal
afectivo.
6.Finalmente, los Esquemas Maladaptativos Tempranos parecen ser el resultado
del temperamento innato del niño, en interacción con experiencias disfuncionales
con los padres, hermanos y amigos, durante los primeros anos de vida. Más que
el producto de eventos traumáticos aislados, la causa de la mayoría de los
esquemas lo constituyen probablemente patrones constantes de experiencias
nocivas diarias con los miembros de la familia y los amigos, situación que fortalece
el esquema de manera acumulativa. Por ejemplo, cuando un niño es
constantemente criticado por que su rendimiento escolar no satisface los
estándares parentales, se vuelve propenso a desarrollar el esquema de Fracaso.

Millon ( 1981) enfatiza las influencias duraderas de las experiencias tempranas


negativas:
Las experiencias significativas de los primeros anos de vida, nunca se repiten,
pero sus efectos permanecen y dejan huella...son almacenadas como recuerdos,
una huella permanente y un estímulo interno profundamente arraigado... Una vez
almacenados, los efectos del pasado son indelebles, incesantes e ineludibles...
Los restos del pasado hacen algo más que contribuir con su cuota al

presente...guían, modelan o distorsionan el carácter de los eventos actuales. No

solamente están siempre presentes, sino que operan de manera gradual para

transformar las nuevas experiencias de acuerdo con el pasado. ( p. 101).

Se han identificado 18 Esquemas Maladaptativos Tempranos hasta ahora. La


mayoría de pacientes crónicos, presentan más de uno de estos esquemas
centrales. Además, cada esquema puede tener muchas variaciones sobre el
mismo tema. En la tabla 1 se ofrece una lista con los 18 esquemas y su definición.
Los esquemas se agrupan en cinco dominios( que se describen en la siguiente
sección), correspondientes a las cinco necesidades evolutivas que según nuestra
hipótesis pueden no haberse satisfecho.
TABLA 1: ESQUEMAS MALADAPTATIVOS TEMPRANOS Y

SUS DOMINIOS ASOCIADOS.

( Revisado Nov. 1998)

DESCONEXIÓN Y RECHAZO

( La creencia de que las propias necesidades de seguridad, estabilidad, cuidados,


empatía, sentimientos compartidos, aceptación y respeto, no serán satisfechas de
un modo predecible. El típico ambiente de la familia de origen está caracterizado
por el desapego, la frialdad, el rechazo, la inhibición, la soledad, el abuso, la
impredicción o las conductas explosivas)

1. Abandono/ Inestabilidad. La percepción de que aquellos que lo rodean son


inestables e indignos de confianza como para prodigar apoyo y conexión. Implica
la sensación de que los otros significativos no podrán continuar proporcionado
apoyo emocional, conexión, fortaleza o protección, porque son emocionalmente
inestables e impredecibles ( e.g. explosiones de ira), no confiables o su
presencia es irregular; porque morirán de manera inminente, o porque
abandonarán al paciente para favorecer a alguien mejor.

2. Desconfianza/ Abuso. La creencia de que los otros lo lastimarán, se


aprovecharán de él o lo harán víctima de sus abusos, humillaciones, engaños, o
mentiras. Generalmente involucra la percepción de que el daño es intencional o
de que el resultado es de una negligencia extrema e injustificada. Puede
incluir la sensación de que uno siempre termina siendo engañado o
"recibiendo la peor parte".

3. Deprivación Emocional. La creencia de que el deseo de lograr un grado normal


de apoyo emocional no será adecuadamente satisfecho por los otros. Las tres
principales formas de deprivación son:

a. Deprivación de cuidados. Ausencia de atención, afecto, calidez o compañía.


b. Deprivación de Empatía. Ausencia de comprensión, escucha, apertura o de
intercambio mutuo por parte de los otros.

c. Deprivación de Protección. Ausencia de fortaleza, dirección o guía.

4. Defectuosidad/ Vergüenza. El sentimiento de que uno es defectuoso, malo,


indeseado, inferior o incapaz en aspectos importantes; o de que uno no sería
digno de ser amado por los otros significativos, si fuera puesto al descubierto.
Puede implicar hipersensibilidad a la crítica, el rechazo y la culpa;
autoconciencia, comparaciones, e inseguridad con respecto a los demás; o una
sensación de vergüenza por las fallas propias. Estas fallas pueden ser
privadas ( e.g. egoísmo, impulsos irascibles, deseos sexuales inaceptables) o
públicas ( e.g. apariencia física indeseable, inadecuación social).

5. Aislamiento Social/ Alienación. El sentimiento de que uno está aislado del resto
del mundo,es diferente de los demás y/o no hace parte de ningún grupo o
comunidad.

AUTONOMIA Y DESEMPEÑO DETERIORADOS

(Creencias sobre sí mismo y el ambiente que interfieren con la percepción de la


propia capacidad para separarse, sobrevivir y funcionar independientemente o
para desempeñarse con éxito. El típico ambiente de la familia de origen es
excesivamente implicado a nivel afectivo ( deteriorando la confianza del niño),
sobreprotector, o incapaz de reforzar al niño en su desempeño competente en
contextos exteriores al de la familia).

6. Dependencia/ Incompetencia. La creencia de que uno es incapaz de enfrentar las


responsabilidades cotidianas de un modo competente sin una cantidad
considerable de ayuda externa (e.g. cuidar de sí mismo, solucionar problemas
diarios, ejercitar el buen juicio, emprender nuevas tareas, tomar buenas
decisiones). Con frecuencia se presenta como indefensión.

7. Vulnerabilidad al daño o a la enfermedad. Un temor exagerado a que la


catástrofe sobrevenga de un modo inminente y en cualquier momento y a que uno
sea incapaz de impedirlo. Los temores se centran en uno o más de los
siguientes aspectos: (a) Catástrofes médicas, por ejemplo, ataques cardíacos,
SIDA; (b) Catástrofes emocionales, por ejemplo volverse loco; (c) Catástrofes
Externas, por ejemplo fallas en elevadores, ser atacado por criminales,
accidentes aéreos, terremotos.

8. Atrapamiento Emocional / Yo Inmaduro. Una excesiva implicación y cercanía


emocional con uno o más otros significativos( con frecuencia los padres) a
expensas de una individuación completa o de un desarrollo social normal. Con
frecuencia implica la creencia de que al menos uno de los individuos ‘’atrapados’no
puede sobrevivir o ser feliz sin el apoyo constante de la otra persona. También
puede incluir sentimientos de fusión con otros o un sentido insuficiente de la
individualidad. Generalmente se experimenta como un sentimiento de vacío y
trastabilleo que no apunta a ningún lado, o en casos extremos, que cuestiona la
propia existencia.

9. Fracaso. La creencia de que uno ha fracasado o fracasará inevitablemente, o de


que se es inherentemente inadecuado con respecto a sus amigos,, en áreas de
logro ( educación, carrera, deportes, etc. ) Con frecuencia involucra la creencia
de que uno es estúpido, inepto, falto de talento , ignorante, de bajo status,
menos exitoso que otros y otras creencias de la misma naturaleza.

LÍMITES INSUFICIENTES

( Deficiencia en los límites internos, responsabilidad hacia otros u orientación


hacia metas a largo plazo. Conduce a una dificultad para respetar los derechos
de los demás, cooperar con ellos, hacer compromisos o fijar y alcanzar objetivos
personales realistas. El típico ambiente de la familia de origen está
caracterizado por la permisividad, el exceso de indulgencia, la falta de dirección
o fomenta una sensación de superioridad – y no por una confrontación,
disciplina y unos límites apropiados, con relación a la asunción de
responsabilidades, la cooperación recíproca y el establecimiento de metas. En
algunos casos, el niño puede no haber sido obligado a soportar niveles
normales de incomodidad o puede no haber recibido una supervisión,
dirección o instrucción adecuadas).
10. Derecho/ Grandiosidad. La creencia de que uno es superior a los demás; de que
tiene derechos y privilegios especiales; o de que no está obligado por las reglas
de reciprocidad que guían la interacción social normal. Con frecuencia implica la
insistencia en que uno debe ser capaz de hacer o tener lo que desee, sin importar
los límites reales, lo consensualmente razonable o las implicaciones que ello
tenga para los demás; o una concentración exagerada en la superioridad ( e.g.
estar entre los más exitosos, famosos o ricos)- para conseguir poder y control ( no
fundamentalmente para ganar atención o aprobación). Algunas veces incluye
una competitividad excesiva o la dominación de los demás: afirmar el propio
poder, imponiendo un punto de vista o manipulando la conducta de los demás,
de acuerdo con los propios deseos, sin empatía o reconocimiento por las
necesidades y sentimientos ajenos.

11. Autocontrol/ Autodisciplina Insuficientes. Se expresa en la dificultad


generalizada o la negación a ejercer un autocontrol y una tolerancia a la
frustración suficientes como para lograr las propias metas, o a limitar la
expresión excesiva de las emociones y los impulsos. En su expresión moderada,
toma la forma de un énfasis exagerado en la evitación de la incomodidad:
evitando el dolor, el conflicto, la confrontación, la responsabilidad o el esfuerzo
excesivo a expensas de la realización personal, el compromiso o la
integridad.

ORIENTACIÓN HACIA LOS OTROS

( Una concentración excesiva en los deseos, sentimientos y respuestas de los


demás, a expensas de las propias necesidades—para ganar amor y aprobación,
mantener el sentido propio de conexión, o evitar la retaliación. Generalmente
involucra supresión y falta de conciencia de la ira y las inclinaciones naturales
propias. El típico ambiente familiar de origen está basado en la aceptación
condicional: los niños deben suprimir aspectos importantes de sí mismos para
ganar amor, atención y aprobación. En muchas de tales familias, las
necesidades y los deseos de los padres – o la aceptación y el estatus social—
se valoran más que las necesidades y los sentimientos de los niños).

12. Subyugación. Sujeción excesiva al control de los demás, porque uno se siente
obligado, generalmente para evitar reacciones de ira, retaliación o abandono.
Las dos principales formas de subyugación son: (a) Subyugación de
necesidades. Supresión de las preferencias, decisiones y deseos propios y (b)
Subyugación de emociones. Supresión de la experiencia emocional,
especialmente de la ira.

Usualmente involucra la percepción de que los propios deseos, opiniones y sentimientos


no son válidos o importantes para los demás. Frecuentemente se presenta en la forma de
una sumisión excesiva acompañada de hipersensibilidad hacia los sentimientos no
expresados. Generalmente conduce a un incremento de la ira, manifestada en síntomas
desadaptativos (e.g. conducta pasivo-agresiva, explosiones incontroladas de enojo,
síntomas psicosomáticos, supresión del afecto, ‘acting-out’, abuso de sustancias).
13. Auto sacrificio. Concentración excesiva y voluntaria en la satisfacción de las
necesidades de los demás, en situaciones cotidianas, a expensas de la propia
satisfacción. Las razones más comunes que se dan para asumir estas conductas
son, evitar causar dolor a los demás, y sentirse egoísta y culpable por ello, o
mantener la conexión con aquellas personas que se perciben como necesarias.
Con frecuencia se origina a partir de una aguda sensibilidad al dolor de los
demás. Algunas veces conduce a la sensación de que las propias necesidades
no se están satisfaciendo adecuadamente y al resentimiento hacia aquellos
que se tiene bajo su cuidado. ( Coincide con el concepto de co-dependencia)

14. Búsqueda de Aprobación/ Búsqueda de Reconocimiento. Énfasis excesivo en la


obtención de la aprobación, el reconocimiento o la atención de los demás o en
encajar, en detrimento de un sentido yoico seguro y genuino. El sentimiento de
autoestima depende básicamente de las reacciones de los demás, más que de
las propias inclinaciones naturales. Algunas veces incluye una concentración
excesiva en el estatus, la apariencia, la aceptación social, el dinero o el logro—
como medios de ganar aprobación, admiración o atención ( no
primordialmente para obtener poder o control). Con frecuencia, desemboca en
elecciones insatisfactorias o no genuinas relacionadas con aspectos
importantes; o en una hipersensibilidad al rechazo.

SOBREVIGILANCIA E INHIBICIÓN

( Énfasis excesivo en la supresión de los propios sentimientos, impulsos y


elecciones espontáneos o en el acatamiento de reglas y expectativas rígidas
introyectadas, acerca del desempeño y la conducta ética—con frecuencia
sacrificando la felicidad, la autoexpresión, la tranquilidad, las relaciones cercanas
o la salud. El típico ambiente de la familia de origen es severo, demandante, y
algunas veces punitivo: el desempeño, el deber, el perfeccionismo, el
seguimiento de reglas, el ocultamiento de las emociones y la evitación de los
errores, se imponen al placer, al disfrute y a la dispersión. Generalmente hay una
corriente subyacente de pesimismo y preocupación – que las cosas podrían
estropearse si uno no es los suficientemente vigilante y cuidadoso en todo
momento).

15. Negatividad/ Pesimismo. Una concentración generalizada y permanente en los


aspectos negativos de la vida ( dolor, muerte, pérdida, desilusión, conflicto,
culpabilidad, resentimiento, problemas no resueltos, errores potenciales,
traición, cosas que podrían ir mal etc.), mientras se minimizan o se ignoran los
aspectos positivos u optimistas. Generalmente incluye una creencia exagerada –
en un amplio rango de situaciones laborales, financieras o interpersonales—en
que eventualmente las cosas saldrán mal, o en que los aspectos de la propia
vida que parecen estar yendo bien, no lo harán más. Usualmente implica un temor
poco común a cometer errores que podrían llevar al colapso financiero, la pérdida,
la humillación o el atrapamiento en una mala situación. A causa de la exageración
de los posibles resultados negativos, estos pacientes se caracterizan con frecuencia
por una indecisión, vigilancia y queja crónicas.

16. Inhibición Emocional. La inhibición excesiva de acciones y sentimientos y de una


comunicación espontánea—generalmente para evitar la desaprobación de los
demás. Sentimientos de vergüenza o la pérdida del control de impulsos. Las áreas
más comunes de inhibición implican: (a) Inhibición de la ira y de la agresión
(b) Inhibición de los impulsos positivos( e.g. disfrute, afecto, juego, excitación
sexual); (c) Dificultad para expresar libremente sentimientos de vulnerabilidad o
comunicar a otros los sentimientos y las necesidades propias; o (d) Énfasis
excesivo en la racionalización , con desprecio de las emociones.

17. Estándares Implacables / Hipercrítica. La creencia subyacente en que uno debe


esforzarse por alcanzar estándares muy altos de conducta y desempeño,
generalmente para evitar la crítica. Desemboca en sentimientos de presión o en
dificultad para desacelerar el ritmo de vida, y en una actitud hipercrítica hacia
uno mismo y hacia los demás. Debe involucrar un deterioro significativo en el
placer, la diversión, la salud, la autoestima, la sensación de logro o las
relaciones satisfactorias. Los estándares implacables adquieren generalmente la
forma de (a) Perfeccionismo, atención desmedida en los detalles o
subestimación del buen desempeño propio, (b) Reglas rígidas y "deberías" no
realistas en muchas áreas de la vida, incluyendo altos preceptos morales, éticos,
culturales o religiosos; o (c) Preocupación por el tiempo y la eficiencia, de tal
modo que ellos permitan alcanzar metas más altas.

18. Condena. La creencia de que las personas deberían ser castigadas con dureza por
cometer errores. Implica una tendencia a ser de mal carácter, intolerante, punitivo
e impaciente con aquellas personas (incluyendo uno mismo) que no comparten los
propios estándares o expectativas. Generalmente incluye una dificultad para
perdonar los errores propios o ajenos, ya que se rehúsa a tener en consideración
circunstancias atenuantes, el potencial humano hacia el error o a ser empático con
los sentimientos de los demás.
DOMINIOS ESQUEMÁTICOS Y ORÍGENES DE LOS ESQUEMAS

Al considerar los orígenes de los esquemas, hemos observado cinco tareas evolutivas
básicas que creemos el niño debe cumplir para desarrollarse de un modo saludable.
Cuando algunas de estas tareas no se lleva a cabo, hipotetizamos que el paciente tendrá
dificultades de funcionamiento en uno o más de los dominios esquemáticos: (a)
Desconexión y Rechazo, (b) Autonomía y desempeño Deteriorados, (c) Límites
Insuficientes, (d) Orientación hacia otros y (e) Sobre vigilancia e Inhibición. Cuando los
esquemas se generan en la infancia, bloquean al niño en uno o más de estos dominios.

Biología y Carácter. Antes de discutir los dominios del individuo, debe tenerse en cuenta
que la biología y el temperamento desempeñan, sin lugar a dudas, un papel en el
desarrollo de algunos de estos esquemas. Por ejemplo, un niño que por naturaleza es
especialmente ansioso, puede tener más dificultad en pasar de la dependencia a la
autonomía. Igualmente, un niño de disposición tímida puede estar más propenso a
desarrollar el esquema de Aislamiento Social. La capacidad del niño para llevar a cabo
cada una de las tareas evolutivas que se describen más adelante, puede estar
determinada en parte por su carácter innato, en interacción con los estilos parentales o las
influencias sociales a los que está expuesto. Sin embargo para el desarrollo de esta
sección, asumiremos que el niño no presenta ningún rasgo biológico excepcional que
pudiera interferir con el logro de cada tarea. Por lo tanto se enfatizará en los roles que los
padres, hermanos y amigos, desempeñan en el desarrollo de los EMTs.

Desconexión y Rechazo. Conexión es la sensación de que uno está conectado con otras
personas de un modo estable, duradero y confiable. Una forma de conexión implica la
intimidad: lazos emocionales estrechos con los demás. Una segunda forma de conexión,
implica la integración social: un sentido de pertenencia y adecuación a un grupo de
amigos, familia y comunidad. La integración social se promueve cuando los individuos
creen que tienen habilidades sociales y que son socialmente deseables, y cuando se
sienten similares a otras personas. La aceptación involucra la sensación de que uno es
digno de ser amado, aceptado y deseado por los demás y que es merecedor de su
atención, amor y respeto. Los niños que no logran esta aceptación, experimentan el
rechazo.

Para desarrollar un sentido de conexión, los niños necesitan amor y cuidados confiables,
así como unas figuras parentales de las que se pueda depender. Esto los hace sentir
protegidos. Los niños también necesitan la empatía de sus padres para con sus
necesidades. Ello genera la sensación de ser entendidos. Necesitan un ambiente familiar
seguro, en el que no se presente una cantidad excesiva de peleas. Necesitan que se les
prodigue afecto de una manera equitativa, con respecto a sus hermanos y hermanas. Los
padres deben motivarlos para que socialicen con otros niños. Finalmente, para desarrollar
un sentido de conexión, necesitan tener experiencias sociales exitosas con sus iguales, a
nivel individual y grupal, a lo largo de su infancia y adolescencia.

Para desarrollar un sentido de aceptación, en vez de rechazo, los niños necesitan el amor
y el respeto de sus padres y hermanos, así como la aceptación social de sus iguales.

Cuando no tienen esta clase de ambiente seguro que proporcione amor, empatía,
atención, respeto, aceptación y experiencias sociales positivas, los niños están propensos
a desarrollar esquemas relacionados con: Desconexión / Rechazo, Abandono /
Inestabilidad, Desconfianza / Abuso, Deprivación Emocional, Defectuosidad / Vergüenza y
Aislamiento Social / Alienación.

Los niños están propensos a desarrollar estos esquemas cuando no reciben suficiente
amor, afecto, respeto, aceptación o atención de sus padres. Ello puede suceder cuando
estos últimos mueren o dejan definitivamente la casa, o cuando los niños son dejados
solos con frecuencia, durante sus primeros anos. El rechazo se desarrolla cuando son
repetidamente criticados por los padres, excluidos por sus compañeros, o se les hace
sentir que no son deseados. También cuando carecen de cualidades consideradas
altamente deseables para resultar atractivo frente al sexo opuesto, o cuando no tienen
intereses considerados tradicionalmente apropiados para un sexo en particular.
Finalmente puede surgir cuando los niños son víctimas del abuso, el engaño o la mentira,
por parte de sus padres o iguales.

Autonomía y desempeño Deteriorados. La autonomía es la sensación de que uno es


capaz de funcionar independientemente en el mundo, sin el apoyo constante de los
demás. Los individuos autónomos establecen un sentido de identidad individual y
aprenden a separarse de los padres y a sobrevivir en el contexto externo a la familia.
Tienen un sentido de integridad y control sobre ellos mismos, a nivel físico, mental y
psicológico. Finalmente, las personas autónomas creen que su ambiente es relativamente
seguro y no son hipervigilantes a la amenaza. El desempeño se refiere a la capacidad
para desempeñarse de un modo adecuado en el estudio y el trabajo.

Para desarrollar un sentido de sí mismos como seres competentes y autónomos, los niños
necesitan motivación para funcionar de un modo independiente y desempeñarse en el
estudio, sin la ayuda excesiva de los padres. Necesitan la certeza de que son individuos
saludables, vigorosos y competentes, y de que el mundo es un lugar relativamente
seguro. Finalmente, se les debe asignar responsabilidades que puedan realizar por sí
mismos y hacerles sentir que sus juicios y decisiones son válidos. Cuando los padres no
proporcionan un ambiente que propicie la autonomía, los niños pueden desarrollar uno de
los cuatro esquemas relacionados con la autonomía y el desempeño. Estos incluyen,
Dependencia / Incompetencia, Vulnerabilidad al daño y a la enfermedad, Atropamiento
Emocional / Yo inmaduro y Fracaso.

Estos últimos se generan cuando los padres sobreprotegen a sus hijos, por ejemplo,
previniéndoles continuamente contra riesgos y peligros exagerados. Los problemas de
autonomía pueden generarse cuando los niños observan a sus padres preocuparse
continua e innecesariamente, o cuando no se les asigna la suficiente responsabilidad.
Muchos padres intervienen inclusive cuando sus hijos están teniendo las más mínimas
dificultades. El extremo opuesto también puede conducir a problemas con la dependencia:
cuando los niños rara vez reciben ayuda para hacer algo y se les da poca instrucción o
dirección. Parece que ambos extremos –hacer todo por ellos o proporcionarles poca
guianza—puede conducir a problemas de autonomía.

Límites Insuficientes. El término Límites Realistas, se refiere a la capacidad para


disciplinarse a sí mismo, controlar impulsos y tomar en consideración las necesidades de
los demás, de un modo y en un grado adecuados. Es importante que los niños desarrollen
un sentido de límites. Esto se logra de un modo más óptimo, proporcionando un ambiente
que no sea demasiado permisivo. Unos límites realistas a sus conductas, son saludables
para los niños, ya que pueden aprender autocontrol y consideración hacia los demás. Los
esquemas de Derecho / Grandiosidad y Autodisciplina / Autocontrol Insuficientes, se
generan cuando los padres son demasiado indulgentes con sus hijos; los premian de un
modo poco usual por sus logros, les permiten hacer todo lo que quieran sin tener en
cuenta las necesidades de los demás; no les enseñan que las relaciones implican
reciprocidad e intercambio; y no los orientan para vérselas con el fracaso y la frustración.
Es posible que se les haya dicho que son especiales y en consecuencia se les
establezcan pocos límites.

Orientación hacia los otros. Es importante para un desarrollo saludable que los niños
aprendan a expresar sus propias necesidades y emociones, sin experimentar un temor
indebido, ya sea a sentirse culpables o al desquite. Para desarrollar un sentido saludable
de orientación hacia sí mismo, los niños necesitan padres que los motiven a expresar de
un modo apropiado sus propias necesidades y a actuar en concordancia con su
satisfacción, sin restricción, castigo o supresión de su apoyo.

En las familias que propician una orientación poco saludable hacia los otros, los niños
aprenden a privilegiar de un modo excesivo los deseos, sentimientos y respuestas de los
demás, en detrimento de sus propias y legítimas necesidades. Hacen esto para ganar el
amor y la aprobación de sus padres, para mantener la conexión y evitar la retaliación. Los
niños con estas características, generalmente suprimen la conciencia y la expresión de
sus sentimientos de enojo y sus ‘inclinaciones naturales", incluyendo intereses y talentos.
Pueden volverse muy adeptos a actuar en conformidad con las expectativas de los
demás.

Los padres que proporcionan una aceptación condicional, propician problemas en este
dominio: los niños aprenden a suprimir aspectos importantes de sí mismos. Con
frecuencia, los padres valoran más sus propias necesidades emocionales y deseos, que
las necesidades y sentimientos de sus hijos. Este patrón desemboca en la generación de
esquemas tales como: Subyugación / Auto sacrificio y Aprobación / Búsqueda de
Reconocimiento.

Hipervigilancia e Inhibición. Los niños necesitan motivación para expresar de un modo


espontáneo sus sentimientos, impulsos y elecciones. No es saludable para ellos estar
constantemente vigilantes frente a la posibilidad de cometer errores o de no cumplir con
reglas y expectativas rígidas. Cuando se les enseña la sobre vigilancia y la inhibición, se
hace con frecuencia a costa de su felicidad, autoexpresión, dispersión, placer, intimidad o
salud.

Los padres que crean problemas en este dominio, son con frecuencia inflexibles, estrictos
o punitivos. Enfatizan demasiado en el desempeño, el deber, el perfeccionismo, el
acatamiento de reglas y la evitación de errores. La vida puede volverse lúgubre,
predominando la preocupación y el pesimismo. Algunos de los problemas de este dominio
se desarrollan cuando a los niños se les pide hacer más de lo que razonablemente
pueden, y se les enseña que no importa lo que logren, nunca es suficiente. Estos padres
dan mayor prioridad al logro que a la felicidad. Los niños creen que la única manera de
ganar el amor de dichos padres es teniendo logros extremadamente altos. Los padres con
este tipo de conductas, pueden generar cualquiera de los esquemas de este dominio:
Negatividad / Pesimismo, Inhibición Emocional, Estándares Implacables / Hipercrítica y
Castigo.

En resumen, los niños tienen cinco tareas básicas por desarrollar: Conexión y Aceptación,
Autonomía y desempeño, Límites Realistas, Orientación hacia sí mismo y Autoexpresión ,
y Espontaneidad y Placer. Cuando el ambiente social y los padres son óptimos, se logra
un desarrollo saludable en las cinco áreas. Cuando esto no sucede (i.e. ni el ambiente
social ni los padres son óptimos) los niños están propensos a desarrollar EMTs en uno o
más de estos dominios esquemáticos. Dichos esquemas persisten luego durante toda la
vida del individuo y se convierten en principios que organizan el funcionamiento cognitivo,
emocional, interpersonal y conductual del paciente.

PROCESOS ESQUEMÁTICOS

Hemos identificado tres procesos esquemáticos básicos: conservación, evitación y


compensación. Estos procesos explican el funcionamiento de los esquemas en el
individuo. Explican de qué modo los esquemas son conservados y evitados y como
algunas veces los pacientes se adaptan a ellos por sobre compensación.
Estos procesos pueden llevarse a cabo en el área cognitiva, el dominio afectivo y en el
funcionamiento conductual a largo plazo.

Conservación del Esquema. Antes enfatizamos en que para muchos pacientes, los
EMTs constituyen el fundamento de sus autoconceptos. Los EMTs son centrales para la
organización de la personalidad. La conservación del esquema se refiere a los procesos a
través de los cuales se refuerzan los EMTs. Incluyen tanto distorsiones cognitivas como
patrones de conducta autoderrotistas. Los procesos de conservación esquemática
aportan el elemento de rigidez, tan típico de los trastornos de personalidad.

A nivel cognitivo, la conservación del esquema se logra resaltando o exagerando


información que lo confirma, y negando o minimizando información que lo contradice.
Muchos de estos procesos ya han sido descritos por Beck como distorsiones cognitivas
(Beck 1967). Algunas de las distorsiones más comunes son la magnificación, la
minimización, la abstracción selectiva y la sobre generalización. Cuando los terapeutas
empiezan a cuestionar o a retar estos esquemas, se enfrentan con una enorme
resistencia. Usualmente, el paciente intenta de un modo activo, demostrarle al terapeuta
que el esquema es cierto. La información se distorsiona para mantenerlo intacto.

A nivel conductual, la conservación esquemática se logra a través de patrones


conductuales autoderrotistas. Estos patrones conductuales guiados por los esquemas,
pueden haber sido útil en su ambiente familiar infantil. Posteriormente, fuera del contexto
familiar, se vuelven autoderrotistas y terminan por reforzar los esquemas del paciente.

Por ejemplo, una mujer con un esquema de subyugación, puede elegir continuamente
como pareja hombres dominantes. De este modo adopta un rol subordinado, cómodo y
familiar, al tiempo que refuerza la visión que tiene de sí misma como subyugada. La
selección de parejas maladaptativas, es uno de los mecanismos más comunes que
emplea la conservación esquemática.

El proceso de conservación hace que el paciente se sienta desesperanzado con respecto


a la modificación de sus esquemas, incluso, después de haber aprendido a monitorearlos
y a reconocerlos. Los EMTs, parecen tan íntimamente ligados a la visión que tienen de sí
mismos, que muchos pacientes no conciben su modificación, no importa cuán motivados
estén. Para resumir, los filtros cognitivos y las conductas autoderrotistas son los
mecanismos básicos del proceso de conservación. Ambos sirven para perpetuar los
esquemas, haciéndolos cada vez más inflexibles.

Evitación del Esquema. Ya se ha enfatizado en la importancia de la evitación como


característica de los trastornos de personalidad. Reiterémoslo, cuando se activan los
EMTs, el individuo experimenta generalmente un alto nivel de afectos, como la ira intensa,
ansiedad, tristeza o culpa. Esta intensidad emocional es generalmente desagradable, por
lo tanto, el individuo genera procesos automáticos o voluntarios para evitar, ya sea la
activación del esquema, o la vivencia del afecto asociado a él. Estos procesos pueden ser
explicados como un condicionamiento aversivo.

Hemos observado distintos tipos de evitación esquemática. Algunos de ellos involucran la


evitación cognitiva. Este tipo de evitación se refiere a intentos automáticos o voluntarios,
de bloquear pensamientos o imágenes que pudieran desencadenar el esquema. Por
ejemplo cuando a algunos pacientes se les pide recordar un evento que active un
esquema, responden: "No quiero pensar en eso" o "Lo olvidé", y si se les pide visualizar la
situación, pudieran cerrar los ojos y decir, "Todo lo que veo es una pantalla en blanco".
Algunos de estos procesos de evitación cognitiva, tienen coincidencias con el concepto
psicoanalítico de mecanismo de defensa. Podemos nombrar como ejemplos, la represión,
la supresión y la negación. Otra estrategia para la evitación cognitiva, es la
despersonalización, un proceso por el cual los paciente se sustraen psicológicamente a la
situación desencadenante del esquema. Con frecuencia, la conducta compulsiva puede
tener la misma función de distracción, evitando la concentración del pensamiento en
eventos de la vida potencialmente perturbadores, que pudieran desencadenar un
esquema.

Un segundo tipo de proceso de evitación esquemática, es la evitación afectiva. Esta se


refiere a los intentos automáticos o voluntarios de bloquear sentimientos activados por los
esquemas. Por ejemplo, algunos pacientes fronterizos han reportado que se desconectan
del insoportable dolor provocado por el esquema.

Sin embargo, con más frecuencia observamos pacientes que parecen haber aprendido
procesos automáticos de aplanamiento emocional. Dichos pacientes rara vez sienten ira,
tristeza o ansiedad extremas, ni siquiera en situaciones que seguramente provocarían
estas emociones en la mayoría de las personas. Este proceso puede darse aún en
ausencia de la evitación cognitiva. En otras palabras ante la presencia de un evento
desestabilizador, algunos pacientes son capaces de reportar a cabalidad sus cogniciones,
mientras niegan la vivencia de las emociones que normalmente acompañarían estos
pensamientos.

El resultado de este proceso, parece ser que los pacientes evitativos experimentan más
emociones crónicas ( y difusas) y síntomas psicosomáticos, en comparación con paciente
no evitativos que experimentan un mayor número de emociones más intensas y precisas
que pasan rápidamente, seguidas por períodos de afecto normal.

El tipo final de evitación es la evitación conductual. Tiene que ver con la tendencia de
muchos pacientes a evitar circunstancias o situaciones de la vida real que pudieran
desencadenar esquemas dolorosos. En su forma más extrema se presenta como
aislamiento social, agorafobia, o incapacidad para intentar realizar cualquier tipo de
carrera productiva o de enfrentar responsabilidades familiares. Consideremos como
ejemplo de una forma de evitación conductual menos severa, a un paciente con el
esquema de fracaso. Este paciente supone a priori que fracasará en cualquier tarea del
trabajo. Con base en esta premisa, evita comprometerse en una carrera más exigente y
no busca ascensos o aumentos en su trabajo. Al no emprender retos, evita el dolor de lo
que anticipa, será un fracaso inevitable; sin embargo, manteniendo su status quo en el
trabajo, también refuerza la visión que tiene de sí mismo como incompetente. De este
modo, las conductas evitativas, protegen a los individuos de comprometerse en
situaciones que pudieran desencadenar esquemas tempranos, aun cuando este proceso
sea inherentemente autoderrotista, y nunca cuestione la validez del esquema en sí.

En resumen, los tres principales tipos de evitación esquemática –Cognitiva, Afectiva y


Conductual—permiten al paciente escapar al dolor asociado a los EMTs. Sin embargo el
precio que deben pagar por ello es: (a)Talvez nunca se saque a la luz y se cuestione el
esquema y (b) Se excluyen las experiencias que podrían retar la validez de dicho
esquema.

Compensación del Esquema. Proceso que sobrecompensa los EMTs. Hemos


observado que muchos pacientes adoptan estilos cognitivos o conductuales que parecen
ser lo opuesto a lo pudiéramos predecir, a partir del conocimiento de sus esquemas
tempranos(los analistas discuten la noción de formación reactiva, asociada a este
concepto). Por ejemplo: algunos pacientes que de niños experimentaron Deprivación
Emocional significativa, siendo adultos, se comportan de un modo narcisista. Su aparente
sentido de grandiosidad, opaca la deprivación subyacente. La compensación esquemática
es, hasta cierto punto, funcional. Por ejemplo, en vez de comportarse de un modo que
refuerce la sensación de deprivación, algunos pacientes se esfuerzan en satisfacer estas
necesidades. Desafortunadamente, con frecuencia, estos intentos se exceden y terminan
por producir un resultado contrario al deseado. El paciente narcisista puede terminar
alejando a sus amigos, esposa y colegas, retrocediendo nuevamente a un estado de
deprivación. El paciente contradependiente, puede rechazar toda ayuda proveniente de
los otros, y terminar volviéndose excesivamente confiado en sí mismo –incapaz de pedir
ayuda, aun en aquellas circunstancias en que es necesario y apropiado. O el paciente con
un esquema de Dependencia/ Incompetencia, puede negar vehementemente la validez de
cualquier crítica – y de ese modo, nunca recibir el beneficio de una retroalimentación
constructiva, que pudiera conducir a una mayor competencia o éxito.

Los procesos de compensación esquemática, pueden considerarse como intentos


parcialmente exitosos de los pacientes, para cuestionar sus esquemas.
Desafortunadamente, la compensación esquemática, involucra casi siempre, la
incapacidad de reconocer la vulnerabilidad subyacente, y por lo tanto, no prepara al
paciente para el intenso dolor emocional que se desataría, si llegara a fallar este
mecanismo e irrumpiera el esquema. Además las conductas guiadas por los esquemas,
que sobrecompensan, pueden irrespetar los derechos de los demás, y en última instancia,
acarrear consecuencias graves en la vida real.

La tabla 2 resalta las distinciones entre los tres principales tipos de conductas motivadas
por los esquemas: conductas de conservación, de compensación y de evitación. Para
cada esquema, la tabla proporciona un ejemplo de cada proceso y uno de conducta
adaptativa no motivada por esquemas, y que por lo tanto, es típica de individuos que no
presentan el esquema en cuestión.

Parte II
TERAPIA CENTRADA EN ESQUEMAS:
CONCEPTUALIZACIÓN DEL CASO
Y EVALUACIÓN DEL PACIENTE
DESCRIPCIÓN GENERAL
La terapia centrada en esquemas se divide en dos fases: (a) evaluación y
conceptualización del caso y (b) cambio esquemático. Este capítulo se
concentrará en la primera fase, que requiere 8 pasos básicos. Enunciados de un
modo breve, éstos son:
1. Identificar los síntomas y problemas actuales en la sesión inicial. Obtener
una historia de vida breve y precisa.
2. Administrar el Inventario Multimodal de Historia de Vida ( A. Lazarus & C.
Lazarus, 1991) y el Cuestionario de Esquemas de Young ( Forma larga, Segunda
Edición) (CEY, ver apéndice A, pp. 59-69).
3. Educar al paciente sobre los esquemas y discutir el CEY.
4. Evocar esquemas dentro y fuera de la sesión, a través de la imaginación, la
discusión de sucesos pasados y actuales, causantes de malestar, el examen de la
relación terapéutica, las lecturas de libros recomendados y películas relevantes, la
revisión de sueños, y la asignación de tareas.
5. Confrontar la evitación esquemática, si es necesario.
6. Identificar las conductas guiadas por los esquemas: mantenimiento,
evitación y compensación del esquema. Administrar, si es apropiado, el Inventario
de Evitación Young – Rygh (IEYR; Young & Rygh, 1994) y el Inventario de
Compensación de Young (ICY; Young, 1995).
7. Integrar la información anterior en una conceptualización coherente del
paciente. Administrar el Inventario de La Función Parental de Young (IFPY; Young,
1994). Poner en relación los problemas actuales, las experiencias de la infancia
(orígenes), los patrones conductuales y emociones de la adolescencia, y la
relación terapéutica, con los EMT´s. Elaborar el Formato de Conceptualización
Esquemática (Young, 1992). Obtener retroalimentación del paciente sobre la
conceptualización del caso.
8. Distinguir entre esquemas primarios, secundarios y asociados. Focalizar el
proceso de cambio en uno o dos esquemas centrales.

LA EVALUACIÓN

La primera etapa en la identificación de esquemas, es la sesión de evaluación.


Durante ésta, el terapeuta intenta identificar los problemas y síntomas actuales.
Empieza a hacer conexiones entre emociones, síntomas y problemas concretos y
los esquemas. En el curso de la indagación sobre eventos de la vida y síntomas,
se desarrollan hipótesis sobre posibles temas. Se exploran elementos de
Desconexion-Rechazo, Autonomía y Desempeño Deteriorados, Límites
Insuficientes, Orientación hacia los otros, y Sobrevigilancia e Inhibición, para ver
cuales dominios le representan problemas significativos al paciente.
Con el fin de ilustrar el proceso de identificación y cambio esquemático,
presentaremos una paciente llamada Carla, una mujer de 22 años que cursa su
primer año de derecho en el momento de ir a terapia. 
Cuando Carla vino a su primera sesión, los síntomas que presentaba eran, pánico,
agitación, depresión, letargo, fatiga, dificultad para dormir, despersonalización, y
una sensación de estar perdida. Planteándolo en términos de eventos específicos
de su vida, atribuía estos sentimientos a (a) “Presionarme a mí misma en la
universidad, pero sin saber porqué”, (b) Cuestionar su propia identidad (“Quién
soy”), (c) No tener ningún amigo o relación cercana, y (d) Dificultades con su
familia. Su Inventario de Depresión de Beck (Beck & Steer, 1987) puntuó 17, con
puntajes particularmente altos en ítems relacionados con culpa, fastidio de sí
misma, y autocrítica constante, por sus fallas.

CUESTIONARIOS


En la conceptualización del caso de Carla, se han realizado pequeños cambios en esta edición,
con el fin de reflejar los cambios recientes en los nombres de los esquemas.
La segunda etapa en el proceso de identificación, es la administración del
Inventario Multimodal de Historia de Vida y el Cuestionario de Esquemas de
Young. Estos se asignan generalmente como tarea a realizar entre las semanas
intermedias a las sesiones dos y cuatro.
En el Inventario Multimodal de Historia de Vida de Carla, ésta indicó que los
principales problemas conductuales que quería cambiar eran, “ Quiero más
equilibrio en mi vida”, y “ Ya no puedo concentrarme en nada”. Hizo una lista de
sus mayores temores: miedo al fracaso, a estar sola, a perder las personas que
eran importantes para ella, y a no ser capaz de compartir su vida con otros.
También reportó sensaciones continuas de frío y de despersonalización periódica,
pero sin saber su origen,.
En la sección de imágenes, Carla reportó imágenes displacenteras de su infancia:
de indefensión y soledad. Se visualizaba a sí misma siendo herida, no siendo
capaz de afrontar las situaciones, perdiendo el control, hiriendo a otros, fallando y
siendo atrapada. En la sección sobre la visión de sí misma, Carla indicó que se
veía como una inútil, inmerecedora de amor, sin atractivo, indeseable e incapaz de
hacer algo bien.
En la sección relacionada con valores y creencias subyacentes, Carla indicó una
muy fuerte creencia en la frase “ Es mi responsabilidad hacer felices a los demás”.
También hizo declaraciones expresando que debía ser buena en todo lo que
hiciera, y buscar constantemente la perfección. En la sección de completación de
frases, completó la raíz, “ Desde que era una niña...”, escribiendo, “... He amado a
mi familia más que a mí misma”. Carla anexó al cuestionario, el siguiente párrafo:
En los pasados cuatro meses, me he sentido molesta
todo y por cualquier cosa. He estado tensa, irritable, y
deprimida la mayor parte del tiempo. Parece que no soy
capaz de relajarme u obtener algún alivio de cualquier actividad.
Me preocupo constantemente. Estoy viviendo una situación
muy difícil, enfrentando las presiones de mi estudio y de mi
carrera. No puedo concentrarme. No sé lo que quiero, ni en mi
carrera, ni en nada. Siento que no vivo realmente,, sólo
existo, y no soy muy feliz. No duermo nada bien. En los últimos
meses he tenido muchas pesadillas—lo que más me asusta
de ellas es que han sido experiencias reales de mi vida. Tengo
miedo de ser un fracaso, de no ser capaz de hacer nada
bueno o que me haga sentir bien. Realmente no soy quien soy:
Mi vida parece inseparable de la de mis padres. Me he
esforzado mucho en vivir de acuerdo con sus expectativas,
y aún así, parece que no puedo lograrlo.
Solía ser alegre y de buen genio; ahora siento que
estoy todo el tiempo enojada; soy un volcán a punto de
hacer erupción.

EDUCAR AL PACIENTE SOBRE LOS ESQUEMAS

El tercer paso en el proceso de identificación es educar a los pacientes sobre la


naturaleza de los esquemas. El terapeuta explica que un esquema es una idea
extremadamente fuerte, relacionada consigo mismo y con los demás, que
aprendieron a una edad muy temprana, y que es auto-derrotista. Las creencias y
sentimientos están tan fuertemente arraigados, que los pacientes sencillamente
los asumen como ciertos. El terapeuta señala que un esquema es diferente de la
mayor parte de los otros tipos de pensamiento, en el sentido de que tiene a la
base una tremenda fuerza emocional. Tiene la fuerza de los recuerdos de toda
una vida y de la repetición constante lo confirman.
Generalmente los esquemas son centrales en la visión del mundo y la autoimagen
de los pacientes. Naturalmente, el esquema va a dar una dura pelea por
sobrevivir. A los pacientes puede parecerles muy cómodo y hasta tranquilizador
mantener el esquema, a pesar de las consecuencias negativas que éste tiene para
sus vidas. Algunas veces comparamos un esquema con un cómodo zapato viejo
que ya no es muy útil, pero que se siente demasiado cómodo, como para
deshacerse de él.
Explicamos a los pacientes que nosotros sabemos con anticipación que ellos van
a distorsionar información para mantener el esquema, de tal modo que no deben
desanimarse porque el cambio esquemático sea muy lento. Estamos
Tratando de prepararlos para la manera en que se desarrollará el proceso de
cambio esquemático. Empleamos la metáfora de una guerra, y enfatizamos en
que estamos intentando pelear con el esquema. Sugerimos luego que los
pacientes lean Reinventando Su Vida (Young & Klosko, 1994), un libro de
autoayuda basado en el enfoque de la terapia centrada en esquemas, así como la
“ Guía del Cliente para la Terapia Centrada en Esquemas” (ver apéndice B, pp. 71-
80).
Luego de explicar la naturaleza de los esquemas, el terapeuta revisa en detalle
con el paciente, el Cuestionario de Esquemas de Young (Forma larga, Segunda
Edición). El terapeuta presta particular atención a los ítems en los que el paciente
puntuó alto (5 o 6), pidiendo ejemplos para ampliar y clarificar las respuestas del
paciente. Cuando sea posible, intenta relacionar las respuestas del CEY con los
problemas actuales, o con las respuestas del Inventario Multimodal de Historia de
Vida, para demostrar la relevancia de los esquemas en la vida del paciente.
A continuación se introducen los esquemas en los que Carla tuvo un puntaje alto
en el Cuestionario de Esquemas de Young.

1. Atrapamiento Emocional / Yo Inmaduro. Carla mencionó que no podía


separar su propia vida de la de los padres. También mencionó no tener una
sensación de identidad, de experimentar el no saber lo que quería.
2. Subyugación y Autosacrificio. Carla indicó en su cuestionario y durante la
sesión, que ponía las necesidades de los demás por encima de las propias, y que
le gustaría ser capaz de pensar más en sí misma. También resaltó el síntoma de la
ira. Esto es típico de pacientes con esquemas de Subyugación y Autosacrificio, en
los que el tema dominante es la supresión de las necesidades y sentimientos
propios, para complacer los de otras personas.
3. Fracaso. Carla mencionó que tenía miedo de ser una fracasada, que
cometía demasiados errores, y que no era capaz de hacer nada bien.
4. Abandono / Inestabilidad, Defectuosidad / Vergüenza, y Deprivación
Emocional. Todos estos parecen ser los temas principales de Carla. Ella
mencionó temor a estar sola, a perder la gente que era importante para ella,
imágenes de soledad, ser indigna de ser amada e indeseable, y una sensación de
estar perdida. Carla también indicó que se veía a sí misma como poco atractiva y
fea.
5. Estándares Inflexibles / Hipercrítica. Carla parecía tener dificultad para
fijarse expectativas razonables, particularmente en el ámbito de logro no realista y
responsabilidad. Carla mencionó que se estaba presionando a sí misma, pero que
no sabía porqué, que debía ser buena en todo lo que hiciera, que debía buscar
constantemente la perfección, y que quería lograr un mayor equilibrio entre su
trabajo, y otras áreas. Identificó el trabajar demasiado duro, como una conducta
problemática.
6. Castigo.. Finalmente, parece que Carla pudiera estar teniendo problemas
con el esquema de Castigo. Mencionó en su Inventario Multimodal de Historia de
Vida, que estaba intentando que los demás la entendieran, pero “Están enojados
conmigo. Piensan que hice algo, pero no es así”. Este es el pensamiento típico de
pacientes con el esquema de Castigo: que de algún modo, han hecho algo malo o
incorrecto, y sienten que merecen ser castigados.

ACTIVACIÓN DE ESQUEMAS

Hasta este momento, el proceso de identificación ha sido primordialmente


cognitivo, esto es, racional e intelectual. El siguiente paso para el terapeuta es
elicitar esquemas de un modo afectivo, dentro y fuera de la sesión. Al utilizar
técnicas experienciales para activar esquemas, el terapeuta puede poner a prueba
cada uno de los esquemas hipotetizados en los primeros cuatro pasos, para ver si
se aplican al caso en consideración. Generalmente uno puede determinar que un
esquema ha sido activado, cuando se origina un alto nivel de arousal. A mayor
nivel de arousal, posiblemente más primario el esquema. Los esquemas
secundarios están generalmente menos cargados emocionalmente, y pueden no
estar activados durante esta fase. Existe un variado rango de estrategias para
activar esquemas:

Imaginación. Una técnica extremadamente útil, es pedirle a los pacientes que


cierren sus ojos y reporten las imágenes que vengan a sus mentes de un modo
espontáneo. Una variación de esta técnica es pedirle al paciente que produzca
una imagen de un tipo de situación específica que el terapeuta crea, a partir de
información obtenida con el paciente con anterioridad, activará el esquema. Por
ejemplo, una escena con la esposa o uno de los padres.
Volviendo a nuestro caso ejemplar, Carla reportó dos imágenes durante su
segunda sesión terapéutica. Una imagen fue de sus padres y hermanos cuando
era una niña. Dijo que sus padres no se veían nada contentos, y que estaban
discutiendo por su hermano. Su hermano no estaba rindiendo lo suficiente en la
escuela, y estaba descuidando su habitación. Mientras reportaba esa imagen,
Carla informó que el ruido era muy fuerte, y le estaba doliendo la cabeza.
En una segunda imagen, se encontraba sola en su habitación. Dijo que se sentía
fría y “ cerrada por completo. No hay nada dentro y nada afuera. Me siento
diferente, estoy fuera de control”.
Estas imágenes apoyaron las hipótesis sobre Carla con relación a los esquemas
específicos. Los temas de Castigo, Subyugación, y Estándares Inflexibles /
Hipercrítica, fueron evidentes en la primera imagen. El tema de ser abandonado
se manifestó en la segunda imagen.

Eventos Actuales. Una segunda técnica para activar esquemas, es discutir


eventos de la vida actual del paciente que le produzcan malestar. El terapeuta
puede obtener información sobre los esquemas, pidiéndole al paciente que
discutan sobre sucesos que le resulten aflictivos o que provoquen sentimientos
intensos, y preguntándole sobre el significado de estos eventos.
En la tercera sesión Carla reportó ponerse extremadamente enojada y ansiosa por
su carga académica en derecho. La ira, dijo, era porque “ Tengo que proyectar
esta imagen, porque eso es lo que les interesa a todos los profesores”. Luego de
ser indagada, mencionó que toda su vida implicaba proyectar una imagen – ser lo
que otras personas querían que ella fuera, no lo que ella sentía que era. Al
preguntársele cómo sería si tan solo fuera ella, respondió que no sabía y que no
podría averiguarlo mientras estuviera esforzándose tanto por ser lo que otros
querían que fuera. Esta discusión de problemas actuales, específicamente sobre
la imagen que ella sentía que tenía que “proyectar” en la universidad, confirmó los
esquemas de Subyugación y de Búsqueda de Aprobación / Reconocimiento.

Recuerdos del Pasado. La tercera técnica para elicitar esquemas es invitar al


paciente a discutir recuerdos y experiencias desagradables del pasado. La
evocación de experiencias tempranas de la infancia, generalmente a través de la
imaginación, genera un alto nivel de afecto. Estas experiencias – así lo
presumimos – sirvieron para iniciar el esquema. También les pedimos a los
pacientes responder el Inventario de Función Parental de Young ( IFPY; Young,
1994), un formato que implica calificar a sus padres y madres en conductas que
hipotetizamos son las que más comúnmente originan cada uno de los esquemas.
La discusión con los pacientes de los ítems del IFPY con un puntaje alto, puede
servir como otra vía de acceso a la exploración de los orígenes infantiles de los
esquemas.
En la cuarta sesión, el terapeuta le preguntó a Carla sobre sus padres y su
manera de enfrentar la presión cuando era más joven. Clara reportó que sus
padres siempre habían tomado decisiones por ella. A medida que empezó a hablar
de la rutina que llevaba cuando era pequeña , su agitación aumentó. Recordó que
a la edad de 12 años, dedicaba 9 horas diarias a hacer sus tareas. Tenía tanto
miedo de reprobar el séptimo grado que no tenía vida para sí misma. También
mencionó que durante sus años de adolescente tenía mucho miedo de crecer
junto a su madre, porque había sido muy doloroso ver a su hermano adolescente
peleando con su madre. Dijo, “ Quería proteger a mi madre.” Esta discusión sobre
el pasado, confirmó los esquemas de Subyugación y Autosacrificio, así como los
de Castigo y Estándares Inflexibles / Hipercrítica.
Relación Terapéutica. Otra estrategia para activar esquemas es discutir la
relación terapéutica – a lo que los analistas llaman transferencia. En la terapia
centrada en esquemas, el terapeuta presta mucha atención a la relación
terapeútica, buscando eventos que parezcan desencadenar esquemas durante la
sesión. Cuando estos eventos se dan, el terapeuta se toma el tiempo para discutir
esos aspectos de la relación terapéutica que son difíciles para el paciente.
Durante el segundo, tercer, y cuarto mes de terapia con Carla, se dedicó un
tiempo considerable a la discusión de la relación terapéutica. En la sexta sesión,
Carla reportó el temor de volverse dependiente del terapeuta y de que
eventualmente no fuera capaz de separarse . También reportó que quería que
alguien estuviera allí para ella, pero que temía ser abandonada. Se le pidió como
tarea, que escribiera algo más sobre estos pensamientos. Los siguientes son
extractos:
Gran parte del tiempo tengo miedo de usted—de lo que piense
de lo que me pregunta. Ruego por alguien que realmente me entienda
a mí y lo que siento—especialmente porque yo no lo entiendo—y
que nunca me dejara sola. Pero estoy siempre sola...
Duele tanto desear a alguien que se preocupe por mí,
porque ese alguien nunca aparece. Me siento como una cosa
que la mayor parte del tiempo es tan solo una patada en el trasero y
alguna vez una conveniencia... No quiero estar sola.

Estas discusiones sobre la relación terapéutica, confirmaron los esquemas de


Abandono / Inestablilidad, Deprivación Emocional, y Defectuosidad / Vergüenza,
presentes en Carla.

Libros y Películas. También se pueden activar esquemas asignando libros y


películas que sean relevantes con los esquemas hipotetizados. Los libros y las
películas han demostrado ser formas muy poderosas de activar esquemas, que
pueden discutirse luego en la siguiente sesión.
En el curso de la terapia de Carla, el terapeuta propuso varios libros o películas,
incluyendo Drama of the Gifted Child de Alice Miller (1981); Desert Bloom (Corr,
1986), una película; y Separation de John Bowlby (1973). Drama of the Gifted
Child se seleccionó, porque aborda el tema de un niño que renuncia a sus propias
necesidades para complacer a uno de sus padres. Separation porque trata de un
modo específico el tema del abandono. Desert Bloom porque trata el tema de una
mujer similar a Carla. Esta última describió a Desert Bloom de la siguiente
manera: “ El niño se esforzaba mucho en ser complaciente, y la madre no lo
entendía. Estaba desconectada de la familia, ocupada, intentando mantener la
paz.” Carla reportó que estaba llena de ira y hostilidad después de ver la película.
Reportó emociones igualmente intensas ante Drama of the Gifted Child y
Separation.

Terapia de Grupo. La terapia de grupo es un excelente forum para activar


esquemas que son de naturaleza interpersonal. El terapeuta hizo arreglos para
que Carla entrara a un grupo que estaba específicamente concentrado alrededor
de la intimidad y las relaciones interpersonales. Los otros miembros del grupo
estaban enfrentando temas similares de fracaso, abandono y subyugación. Cada
semana, Carla y el terapeuta revisaban brevemente lo que había pasado en el
grupo esa semana, enfatizando en los momentos o temas claves que activaron en
Carla emociones intensas.
En la primera sesión grupal, Carla estaba completamente inmovilizada, llena de
pánico y no era capaz de decir nada. Reportó que temía que sus sentimientos se
descontrolaran, o que fuera atacada por el grupo, y que sentía vergüenza de sí
misma. Dijo, “ Nadie puede aceptarme sin quejarse”.
En una sesión grupal posterior, se sintió extremadamente afligida cuando uno de
los miembros del grupo habló de cómo sus padres lo obligaban a hacer algo que
el no quería cuando era pequeño. Carla le comentó al terapeuta que “ la única
manera de mantener el contacto, es vivir a su manera ( a la de sus padres)”. Esta
sesión determinó el trabajo de toda una semana, en la cual se activó su esquema
relacionado con el control que su familia ejercía en ella y el modo en que la
obligaba a hacer las cosas a su manera. Sintió una ira y un miedo constante.
Estas experiencias grupales apoyaron la importancia de los esquemas de
Subyugación y Defectuosidad / Vergüenza.
Sueños. Los sueños son otra técnica útil para activar esquemas. En una sesión
inicial, Carla reportó tener pesadillas repetidas. Cada noche soñaba que su madre
la dejaba en una casa abandonada, que estaba furiosa con ella, y que no había
limpiado adecuadamente. Sueños como este, validaban esquemas de Abandono /
Inestabilidad, Castigo, y Estándares Inflexibles / Hipercrítica.

Tarea. La estrategia final para la activación de esquemas, es pedirle al paciente la


realización de tareas en las cuales deben escribir sobre un tema específico
relacionado con el esquema, o llevar un Diario de Esquemas (Young,1993).
En el tercer mes de terapia, el terapeuta le pidió a Carla llevar un Diario de
Esquemas, en el que ella escribiría sus pensamientos y sentimientos, siempre que
algo la perturbara de un modo particular. Una semana, reportó sentir pánico y
nerviosismo, temiendo estar perdiendo su control de todo. Escribió lo siguiente:
Sólo quiero ser una buena persona. Quiero ser capaz de amar y
ser amada, y no quiero que el amor se aleje o que tenga que
renunciar a él. Siempre estoy cometiendo errores, hiriendo
a aquellos que más se preocupan por mí. Simplemente no soy
tan buena como los demás. Todos están desilusionados de mí y
enojados conmigo, yo también lo estoy. Se que los demás
me odian ,desearía estar fuera del camino. Quiero alguien que
me apoye, pero no hay nadie. Y aún si lo hubiera, no querría
Molestarlo.
En este extracto del diario, Carla confirma de una manera vívida, esquemas
relacionados con Defectuosidad / Vergüenza, Abandono / Inestabilidad,
Autosacrificio, Deprivación Emocional, y Castigo.

CONFRONTAR LA EVITACIÓN DEL ESQUEMA.


La mayoría de pacientes con trastornos de personalidad, evidencian algún grado
de evitación esquemática. Generalmente esta es la manera que tienen para evitar
la gran intensidad emocional y el displacer que se experimenta cuando se activa
un esquema. Es importante ser capaz de reconocer cuando el paciente está
expresando un síntoma que es parte de un esquema, y cuando está
experimentando uno síntoma que es básicamente una evitación del esquema.
Dos características parecen diferenciar la evitación esquemática del esquema
mismo. Cuando un paciente experimenta síntomas o emociones, pero no puede
identificar su contenido, esto es típico de la evitación esquemática. En el caso de
Carla, se sentía frecuentemente ansiosa, triste o enojada, pero no podía reportar
el porqué de estos estados.
Otra característica identificatoria de la evitación esquemática, es la presencia de
síntomas somáticos como vértigo, desmayo, fiebre, despersonalización, y
entumecimiento, más que emociones “primarias” como la ira, el temor, la tristeza o
la culpa. Los síntomas somáticos vagos son, con mucha frecuencia, indicadores
de evitación esquemática.
En el caso de Carla, el terapeuta observó con frecuencia que, tan pronto como
empezaban a discutir temas de abandono, la paciente decía sentirse muy fría o
mareada. Algunas veces experimentaba tal despersonalización, que no podía
continuar las sesiones.
Esto fue un particularmente problemático durante el tercer mes de terapia. Carla
se inmovilizaba con frecuencia, y era incapaz de hablar por espacios de hasta 20
minutos, ya que el material en el que se le pedía concentrarse, era demasiado
doloroso. Durante estos largos silencios, reportaba que no sabía en qué estaba
pensando, pero que había sentido despersonalización o se había sentido fría o
mareada, y quería escapar de la sesión.
Todos estos síntomas eran indicadores de evitación esquemática. Al examinar los
temas que se están discutiendo cuando empieza la evitación, es posible deducir
las áreas en las que es posible encontrar los esquemas nucleares.
Cuando el terapeuta reconoce que se está llevando a cabo la evitación, es
esencial presionar al paciente para que confronte los pensamientos, las imágenes,
y las emociones que están conectadas con el esquema y para que no huya de
ellos. ( Esto talvez no sea posible con pacientes más frágiles). Esto puede lograrse
discutiendo con el paciente los pros y los contras de examinar esos temas que le
resultan perturbadores.
Con Carla, cada vez que empezaba a sentir frío, a dar síntomas de
despersonalización, o a sentirse mareada, el terapeuta le preguntaba sobre lo que
estaba pensando justo antes de experimentar la despersonalización. Cuando
Carla decía que no podía recordarlo, él le recordaba el tema que estaban tratando
e insistía en que empezara a hablar de nuevo sobre el. También la presionaba
para que se concentrara en una imagen , que el sabía por experiencias anteriores,
que podría desencadenar nuevamente el esquema. Cuando Carla expresaba el
deseo de evadirse, el terapeuta le sugería que hacerlo sólo prolongaría el proceso
y no les permitiría examinar los aspectos que eran tan importantes para ella.
Luego de la presión y confrontación constante del terapeuta, el paciente es
generalmente capaz de volver a concentrarse en el esquema y empezar una vez
más a discutir el contenido asociado al esquema. El terapeuta debe ayudar al
paciente a entender que el dolor a corto plazo de experimentar el esquema, será
compensado por los beneficios a largo plazo del reconocimiento y la modificación
del mismo.
Seis meses después del inicio de la terapia con Carla, se había discutido y
experimentado la mayor parte del material asociado a sus esquemas, incluyendo
recuerdos de la infancia y aspectos relacionados con la relación terapéutica.
Muchos de los síntomas somáticos desaparecieron por completo. Concretamente,
el mareo, los desmayos, el frío, la fiebre, la despersonalización, y el
entumecimiento. Sus emociones primarias – miedo, ira, tristeza y culpa—
permanecieron. Ahora era capaz de identificar los eventos del pasado y del
presente que activaban esos sentimientos, y podía ver de qué modo sus
interpretaciones de los eventos del pasado y del presente, estaban relacionadas
con estas emociones.

IDENTIFICAR LAS CONDUCTAS GUÍADAS POR ESQUEMAS


El sexto paso en la identificación de esquemas, es reconocer las conductas
guiadas por esquemas. Como se mencionó antes en esta guía, una de las razones
por las que los esquemas tempranos son con tanta frecuencia maladaptativos, es
que los pacientes desarrollan patrones de conducta autoderrotistas que los
refuerzan. Este tipo de conductas, son los procesos a través de los cuales los
pacientes aprenden a enfrentar y a adaptarse a su ambiente, con base en las
autopercepciones generadas por los esquemas. Cada conducta guiada por
esquemas puede ser clasificada como de mantenimiento, de evitación o de
compensación esquemática, dependiendo de su función.
Estas conductas mantienen intacto el esquema, le permiten al paciente evitar su
activación y simultáneamente le posibilitan al paciente funcionar con tan poco
malestar como sea posible. Por lo tanto, las conductas guiadas por esquemas,
mantienen un equilibrio inestable para el paciente. En este sentido, son paralelos
al concepto de neurosis: son respuestas reforzadas parcialmente.
En el aspecto positivo, el paciente evita el afecto doloroso asociado al esquema y
generalmente es capaz de funcionar de un modo adecuado en el mundo. En el
aspecto negativo, el esquema mismo nunca se modifica, de tal modo que el
paciente está siempre vulnerable a eventos desencadenantes que amenacen con
acabar el frágil equilibrio establecido entre el enfrentamiento y el no
enfrentamiento. Además, estas conductas implican con frecuencia la evitación de
las preocupaciones más importantes de la propia vida, como las relaciones íntimas
o una carrera exigente.
La identificación de las conductas guiadas por esquemas, requiere un análisis
cuidadoso de las conductas reales del paciente en áreas problemáticas
específicas. Una vez que dichas conductas han sido confirmadas, el terapeuta se
las presenta al paciente y pide su retroalimentación.
Carla enfrentaba las relaciones románticas ya fuera evitándolas o terminándolas
rápidamente, tan pronto como empezaba la intimidad. Desarrolló esta conducta,
como un modo de enfrentar los esquemas de Defectuosidad / Vergüenza y
Abandono / Inestabilidad. Estaba tan convencida de que era indeseable, y de que
las parejas que tenía la dejarían una vez la conocieran, que no encontraba razón
para procurarse relaciones y enfrentar un abandono seguro.
La tabla 3 ilustra cada una de las áreas problemáticas de Carla, los esquemas
relevantes, y las conductas guiadas por esquemas. Es importante notar que más
de un esquema puede estar asociado a cada área de la vida. Además, un
esquema puede estar activado en un área de la vida de un paciente, y aún así, no
estarlo en otros dominios problemáticos.

CONCEPTUALIZAR AL PACIENTE EN TÉRMINOS DE ESQUEMAS.

Los pasos siete y ocho implican la conceptualización del paciente en términos de


esquemas. Primero, el terapeuta debe relacionar el material obtenido a través de
los procedimientos anteriormente descritos, y luego demostrar la conexión entre
esquemas, emociones, eventos actuales desencadenantes, la relación
terapéutica, y las experiencias del pasado temprano.
TABLA 3: EJEMPLO DE CASO QUE ILUSTRA LA RELACIÓN ENTRE LAS
ÁREAS PROBLEMÁTICAS, LOS ESQUEMAS Y LAS CONDUCTAS GUIADAS
POR LOS ESQUEMAS.

AREAS ESQUEMAS CONDUCTAS GUIADAS POR


PROBLEMÁTICA LOS ESQUEMAS
S
Relaciones Abandono / Inestabilidad. Evita a los hombres la mayor
Románticas Defectuosidad / parte del tiempo. Termina
Vergüenza. relaciones tan pronto como
empieza a sentir cercanía.
(Evitación del Esquema)

Desempeño Subyugación. Estudia constantemente. No tiene


Escolar Estándares Inflexibles / tiempo para el placer. Hace lo
Hipercrítica. que los profesores esperan de
ella. (Mantenimiento del
Esquema).
Relaciones Todos sus esquemas. Constantemente intenta cumplir
Familiares con las expectativas de sus
padres. Suprime sus propias
emociones y necesidades.
(Mantenimiento del Esquema).

Relación Abandono / Inestabilidad. Constantemente intenta


Terapéutica Deprivación Emocional. complacer al terapeuta. Agradece
Defectuosidad / al terapeuta de un modo poco
Vergüenza. usual. Se disculpa por no ser una
Subyugación(de buena paciente. Mantiene la
emociones). cabeza agachada durante las
sesiones. Se preocupa de un
modo exagerado porque el
terapeuta la abandone,
especialmente cuando éste va de
vacaciones. (Mantenimiento del
Esquema.).

Una vez que el terapeuta es capaz de identificar estos esquemas y ver como se
manifiestan en el pasado y en el presente, resume estas conclusiones para el
paciente y le pide retroalimentación. Estos esquemas son entonces considerados
una y otra vez hasta que terapeuta y paciente concuerden en que la formulación
es precisa. La tabla 4 describe los esquemas, tal y como el terapeuta los resumió
para Carla, después de lograr su retroalimentación.
El paso final es que el terapeuta distinga entre esquemas primarios, secundarios y
asociados. Para hacer esto, el terapeuta debe entender como se interrelacionan
todos los esquemas relevantes.
El primer objetivo (del terapeuta) es identificar el o los dos esquemas primarios o
centrales; estos generalmente sirven como objetivos iniciales de los
procedimientos de cambio descritos en las siguiente sección. Estos esquemas
centrales pueden ser aislados, prestando gran atención a eventos que
desencadenen altos niveles de afecto, a los problemas de la vida del paciente más
serios y duraderos, y a los orígenes tempranos de la aflicción emocional del
paciente.
Los esquemas primarios se identifican a partir de tres criterios: el primero es que
un esquema básico generalmente desencadena el nivel más alto de emoción. El
segundo es que un esquema primario está casi siempre estrechamente
relacionado con los problemas más perturbadores, generalizados y duraderos que
experimenta el paciente. Tercero, los esquemas centrales están generalmente
ligados a los problemas evolutivos más serios con los padres, hermanos o iguales,
durante los años infantiles.
Después de identificar los esquemas primarios, el terapeuta busca otros
esquemas asociados con cada esquema básico. Un esquema asociado es el que
puede ser explicado por referencia a un esquema primario. Por ejemplo, con
Carla, el esquema de Subyugación estaba asociado al de Abandono: Si no
satisfacía los deseos de los otros, daba por sentado que la abandonarían.
Después de delinear los esquemas primarios y los asociados, el terapeuta
identifica los esquemas secundarios. Estos son relativamente independientes de
los esquemas primarios y parecen ser de menor prioridad y visibilidad. Estos
esquemas secundarios se toman como objetivos del proceso de cambio en una
etapa posterior del tratamiento.
La tabla 5 ilustra la diferenciación entre esquemas primarios, secundarios y
asociados, en el caso de carla.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
TABLA 5: ILUSTRACIÓN EN UN CASO DE LOS ESQUEMAS PRIMARIOS,
SECUNDARIOS Y ASOCIADOS.

ESQUEMAS RANGO DEL EXPLICACIÓN


ESQUEMA
Abandono/ Primario Los padres la dejaban sola con
Inestabilidad tanta frecuencia, que nunca
desarrolló un sentimiento de
apego estable.
Subyugación. Primario A la paciente se la hacía sentir
Autosacrificio. Ligado a Abandono culpable y mala cuando expresaba
sus propias necesidades. Los
padres le retiraban su apoyo y la
dejaban sola cuando no les
obedecía.
Defectuosidad/ Primario La crítica excesiva de la madre de
Vergüenza Ligado a Abandono la paciente la hacía avergonzarse
de su apariencia. Esto la condujo
a la creencia de no ser atractiva ni
deseable para los hombres, y a
temer que la abandonaran.
Deprivación Primario La ausencia de cuidados y
Emocional empatía, contribuyeron a generar
sentimientos de deprivación
Estándares Secundario Tenía que cumplir con los altos
Inflexibles. estándares de logro de los padres.
Castigo. Se la hizo sentir que si era menos
que perfecta, era una fracasada.
La paciente y el hermano eran
castigados por ser malos , aún
cuando cometían errores nimios.
------------------------------------------
TABLA 4: EJEMPLO DE UN CASO QUE ILUSTRA LA RELACIÓN ENTRE LOS ESQUEMAS, LAS EMOCIONES, LOS
DESENCADENANTES Y LOS ORÍGENES.

ESQUEMAS EMOCIONES DESENCADENANTE DESENCADENANTES ORÍGENES


S EN LA RELACIÓN (HIPOTÉTICOS)TEMPRANOS DE
ACTUALES TERAPÉUTICA LOS ESQUEMAS
Subyugación Ira Tener que amoldarse Siempre retrasa Los padres se enojaban mucho
en la escuela de al terapeuta. cuando expresaba sus propias
derecho. Tener que necesidades. La paciente observó a
seguir el consejo de sus padres peleando con su hermano,
los padres en cuando éste quiso independizarse.
aspectos financieros.
Autosacrificio Culpa No estar en casa para Temor de estar Castigada por los padres cuando
Castigo cuidar de sus padres. desperdiciando el cometía errores o lloraba.
Utilizar el dinero de tiempo del terapeuta.
los padres para la Llorar de un modo
terapia. Criticar a los incontrolable en las
padres en las sesiones( siempre que
sesiones. no puede responder las
preguntas del
terapeuta).
Estándares Ansiedad. Temor a no Temor de que no está Los padres fijaban estándares
Inflexibles Ira consigo esforzarse lo mejorando con la exageradamente altos y se enojaban
misma. suficiente en la suficiente rapidez o de cuando ella no los alcanzaba.
universidad. Buscar que no es una buena
continuamente la paciente.
excelencia.
Abandono/ Sola Pasar largos períodos El final de una sesión Los padres la dejaron con enfermeras
Inestabilidad. Triste de tiempo sola. terapéutica. El durante su infancia y adolescencia. La
Deprivación Asustada terapeuta se va de madre se alejaba y no le hablaba
Emocional vacaciones. cuando la paciente lloraba o hacía
algo malo.
Defectuosidad Avergonzada Pensar en salir con Mantener su cabeza La madre insistía una y otra vez en
/ Desesperanz hombres o en ir a una baja, para que el sus fallas físicas, especialmente los
Vergüenza ada fiesta. terapeuta no vea su problemas de peso.
“fea cara”.

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NOTA DE TRADUCCIÓN

Todas las siglas que aparecen corresponden a su traducción del inglés:

- YSQ: Young Schema Questionnaire. CEY en español.


- YRAI: Young-Rygh Avoidance Inventory. IEYR en español.
- YCI: Young Compensation Inventory. ICY en español.
- YPI: Young Parenting Inventory. IFPY en español.
TABLA 2: EJEMPLOS ILUSTRATIVOS DE PROCESOS CONDUCTUALES GUIADOS POR ESQUEMAS

ESQUEMA CONDUCTA DE CONDUCTA DE CONDUCTA DE EVITACIÓN CONDUCTA


TEMPRANO CONSERVACIÓN COMPENSACIÓN ESQUEMÁTICA ADAPTATIVA
ESQUEMÁTICA ESQUEMÁTICA

Dependencia / Confía completamente en los Hace el trabajo sin ninguna Aplaza la realización del Hace el trabajo y pide
Incompetencia otros para hacer el trabajo. ayuda, ni siquiera cuando trabajo. ayuda si es
es necesario. necesario.

Deprivación Escoge una pareja que no está Es extremadamente exigente Evita totalmente la Tiene una relación
Emocional disponible. con su pareja. intimidad. estrecha, en la que se
da y recibe por partes
iguales.

Complace a los demás, no se No hace nada que los demás Pospone la acción. Encuentra un equilibrio

Subyugación preocupa por sí deseen. entre sus propias


mismo. necesidades y las de
los demás.
No se involucra completamente No admite los errores cuando se Aplaza o rechaza el Hace bien el proyecto y

Fracaso en un proyecto, lo los señala. proyecto. acepta los


estropea. consejos válidos.

Defectuosidad / Elige una pareja muy crítica. Demanda constante aprobación Evita relaciones Tiene relaciones
Vergüenza y admiración. cercanas. cercanas en donde
ambos miembros
pueden expresar sus
fortalezas y
debilidades.

Asiste a actividades grupales, Ataca a los miembros del grupo Evita totalmente los Participa

Aislamiento Social / pero se mantiene al por sus valores. grupos. completamente de las

Alienación margen. actividades grupales

*
Los nombres y las características de las personas, han sido modificados en todos los casos que sirven de ejemplo, para proteger su privacidad.

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