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La defensa de una tesis autoetnográfica: espacio complejo de un proceso

de co-construcción

Elizabeth Aguirre-Armendáriz
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Adriana Gil-Juárez
Universitat Rovira i Virgili

Cuando trabajamos en la versión que presentamos en el precongreso “Un día


en español y portugués” [ADISP 2013] que se realizó en el marco del Ninth
International Congress of Qualitative Inquiry, nos propusimos desarrollar una
autoetnografía en torno a la defensa de una tesis doctoral1, explorando este ritual
de paso como le diría Colobrans (2001)2, considerándole como un espacio
problemático por las tensiones que surgieron al pretender defender un trabajo
autoetnográfico siguiendo formatos usuales. También, procuramos reflexionar
desde los lugares de doctoranda y directora sobre este proceso, como un espacio de
co-construcción no solo entre ambas, sino entre otras personas que colaboraron con
nosotras y que nos ayudaron a transformar un ensayo desafortunado en un
ejercicio creativo del que surgió la idea de presentar la defensa como una story3. Sin
embargo, durante la reescritura para esta versión, al dar cuenta de las tensiones
mencionadas, transitábamos con frecuencia por las circunstancias en las que ambas
trabajamos durante los meses previos al depósito de la tesis y los previos a la
defensa, así que enunciamos que les incluimos en nuestra reflexión.
Si bien, en cada institución, encontraremos variantes en torno a la defensa de
una tesis doctoral, tanto en los tiempos y trámites previos, la cantidad de actores
implicados y por supuesto, en los guiones del acto final. En nuestro caso, la
defensa de tesis, de acuerdo con la normatividad de la Escuela de Doctorado de la
Universidad Autónoma de Barcelona (2013), se considera, como un acto público en
el que se expone y se defiende la investigación que se realizó ante un tribunal
evaluador.

Elizabeth: Adriana:

Durante mi proceso de formación Una de las cosas que más me


preocupaban4 con Elizabeth, era la
doctoral, centré en buena medida mi
defensa de la tesis. Con la
atención en realizar la tesis, me había experiencia que habíamos tenido
propuesto terminarla en tiempo y con los paneles de seguimiento5, en
forma para obtener el grado y pese a los que teníamos que explicar cada

1
que sabía que para obtenerlo no vez qué era la autoetnografía, qué
bastaba concluirla, sino que además estaba haciendo, y de qué se trataba
debía defenderla, a esta última fase, no el reto metodológico aparte del ya
de por sí duro reto temático, lo
le presté atención, así es, no me
menos que podíamos esperar era
preocupó, no le atendí, ni me ocupé incomprensión6, pero también
de ella, ni me quitó el sueño. teníamos que prepararnos para la
Aunque no puedo negar que defensa, literalmente hablando.
recordaba la defensa cada vez que re- Pero me fui preocupando aún más
leía mis avances y me re-encontraba al ver que ella no me comentaba
con unas citas del trabajo de Kath nada. No quería espantarla, ni
distraerla de los mil retoques que
Fisher y Renata Phelps (2006), en las
insistía en hacer, pero tampoco
que mencionaban, que ellas estuvieron quería que hiciera cualquier defensa,
muy preocupadas por el momento en quería que luciera el trabajo, que
el que defendieran sus tesis… ya que mostrara la enorme dificultad de
sabían de personas a las que les había una tesis como ésta, que pudiera
ido muy mal durante sus defensas, conmover al tribunal y al público,
porque en sus tesis no siguieron una sobre lo que significa la sequía para
tanta y tanta gente. Todo esto sin
estructura tradicional. El caso es que
perder de vista que esto es un
yo incluí dichas citas, porque me examen y que hay que demostrar
inquietaba profundamente el tema de que se sabe investigar y que se sabe
la estructura, pero a diferencia de Kath comunicar un trabajo “científico”, y
Fisher y Renata Phelps, mí desazón, que en virtud de ello, le van a dar un
por dicho tema, apareció desde el título.
tiempo en el que inicié a desarrollar el Muchos hablan con desdén
de este momento, como un rito de
proyecto y se prolongó prácticamente
paso, como un trámite, como mera
hasta el finalizar la tesis. Regresando al burocracia, y puede que algo haya
tema de la defensa, no es lo mismo, de esto. Pero un ritual tiene su
recordarle, que detenerme, reflexionar, importancia, existen por algo, para
preocuparme y hasta asustarme al dar esa experiencia y paso al „nuevo‟
pensar en él… miembro a la „nueva‟ comunidad, y
El caso es, que como nunca sentí esa parte es valiosa, esa parte nos
interesa.
que la tesis estuviera concluida,
Pero desde luego, aunque el
continúe trabajando en ella, incluso, trabajo escrito ya haya demostrado
después de depositarla. Finalmente, que tiene calidad y originalidad, que
gracias a la insistencia de Adriana, mi supone en algún sentido una
directora, fue que levanté los ojos para aportación al ámbito de
voltear a ver la defensa… justo seis o conocimiento, la defensa es la
siete días antes presentarme. prueba de que también, todo eso, se
sabe comunicar y que se hace bien,
es el primer momento en el que una
investigación se hace pública.

2
Adriana: Elizabeth ¿ya tienes preparado el Power Point para la defensa?
recuerda que ya solo faltan unos días.
Elizabeth: No, no, aún no, me falta concluir la ADDENDA que entregaré a
los miembros de mi tribunal.
Adriana: Sí pero no puedes permitir que te alcance el tiempo.
Elizabeth: Lo sé, lo sé.
Adriana: Tienes que realizarla ¡ya!, mira, armé una estrategia para
preparar la defensa, vas a realizar dos ensayos, el primero lo realizaremos
en mi casa, dos doctoras7 accedieron a escucharte y nos darán su
opinión, así, como algunas recomendaciones para que ajustes tu
presentación.
Elizabeth: Bien, bien, le contesté…
Adriana: El segundo ensayo8 será al día siguiente, para que tengas
tiempo de realizar los primeros ajustes, ese lo llevaremos a cabo en la
UAB, en ese solo estarán una doctora y tú, es muy joven… es… sí, sí, tú la
conoces…

Elizabeth: Adriana:

Llegué bastante agitada a la puerta Las colegas que nos


acompañaban en el ensayo en casa,
del departamento de Adriana, respiré
son también buenas amigas, así que
profundamente varias veces antes de por ese lado estaba tranquila, porque
tocar el timbre… ¡uf!, es que me había de entrada, intentarían ayudar en
costado un buen… subir las escaleras todo lo posible. Ambas son muy
hasta el cuarto piso, en parte, quizá críticas, cada una focalizada en
porque iba sin comer y casi sin dormir, aspectos diferentes, y ambas siempre
en parte por la emoción que sentía de buscan todas las alternativas posibles
y sobre todo, el punto de partida no
verla de nuevo después de varios
sería la incomprensión hacia la tesis
meses… pero pensándolo bien, me fui Pero también estaba nerviosa porque
agitado no tanto al subir escalón tras hacía tiempo no sabía nada de
escalón, sino en la medida que Elizabeth, no me había enviado nada
recordaba que estuve a punto de no de la defensa y no sabía con qué me
cumplirle mi promesa a Adriana de iba a encontrar, ni si ella estaba
entregarle a tiempo la tesis, sí, sí, me contenta con lo que había
preparado. Estábamos tan cerca sólo
perturbó traer eso a la memoria, así
faltaba un paso más…
como todos los eventos que vivía en
ese tiempo…

3
Elizabeth: Adriana:

Iniciamos el ensayo que terminó Para decirlo rápido, el ensayo no


siendo un completo desastre, salí del fue nada bien. Las tres personas que
la oímos, coincidimos. Estaba claro
departamento de Adriana ahora sí, con
que no tenía sentido querer
la mirada fija en la defensa, con mi encorsetar un trabajo como éste, en
atención total en ella, sobre todo muy una presentación clásica, tampoco sé
consciente de la inminente catástrofe por qué escogió esta forma, pero no
que se avecinaba… tenía ningún sentido. Ella se notaba
Entré al departamento en el que me incómoda, la tesis que había hecho
hospedaba, no llegué a mi habitación, quedaba escondida entre varias
incoherencias, culpa de querer poner
sin encender la luz, me recosté en el
un formato ajeno a un texto hecho
sillón del salón, me dormí al poco rato, de otra manera. ¡Había tanta
más que la congoja que sentía por la información inconexa! La sensación
desastrosa experiencia de la pre- que quedaba después de oírla, era la
presentación, me ganó el cansancio, ya misma que cuando alguien quiere
que la noche anterior había sido la explicar un chiste en vez de contarlo,
primera noche que la defensa me quitó no parecía la Elizabeth que yo
conocía.
el sueño, pues me la pasé, como dicen
De entre todas las sugerencias
en mi pueblo, prácticamente “en vela”, de mis colegas, me animó la de
intentando infructuosamente contar Montse, que comentó que era una
sobre mi tesis autoetnográfica en un lástima que no defendiera con una
Power Point . De pronto me despertó el story, porque ahí sí que se la veía a
timbre del teléfono, contesté entre sus anchas. Yo le dije que ya lo había
sobresaltada y adormilada, era Adriana, pensado, pero que me parecía
pedirle demasiado, arriesgarla
me dijo sin mayor preámbulo: 9
demasiado en un acto tan clásico.
Pero después de darle muchas
vueltas, estaba claro que era aún más
arriesgado intentar que arreglara lo
que había preparado. Ese power
point no tenía un género definido ni
ayudaba en nada a mostrar las
cualidades de la tesis ni de su autora
y además iba a desviar la atención
del tribunal de lo realmente
importante.
Así que decidí doblar la apuesta y
arriesgarnos una vez más10.

–Elizabeth ¿por qué no defiendes tu tesis a través de una story?


–¡Claro!, sí, ¡por supuesto!, me parece bien… ¿se puede?

4
–Mira, si ya hiciste la tesis como una autoetnografía y ya llegamos
hasta aquí, claro que se puede, ¿te animas?

Elizabeth: Adriana:

Me levanté de inmediato y empecé a Ahora sólo cabía esperar que la


magia surgiera de nuevo. Que
escribir… en ese momento, me
Elizabeth volviera a aparecer de
lamenté haber dejado de lado por tres entre las stories como el ave Fénix…
años el tema de la defensa, no haberme
preparado con suficiente tiempo para la
misma, no haber reparado en un acto,
que otros ya habían problematizado e
incluso lo habían convertido en un
campo, en un tema de investigación (p.
ej., Jackson y Tinkler, 2001; Park,
2003; Tinkler y Jackson, 2002,
Wallace, 2003).
Yo no lo sabía pero Adriana también
había escrito su propia story para
decirla durante la ceremonia de la
defensa11.

En estas ocasiones se suele hablar ya sea de la tesis o del


doctorando que defiende la tesis, pero en esta ocasión y
especialmente tratándose de Elizabeth y de una tesis
autoetnográfica, ambas cosas no pueden separarse, son
inextricables12.
El método es la escritura, la escritura es el objeto y el
sujeto, la autora es método, escritura, objeto y sujeto.
Elizabeth es la tesis, la tesis es Elizabeth, y así como se hizo
esta nueva autoetnografía para el haber de nuestra
disciplina, también se hizo una nueva Elizabeth. La que
llegó aquí, tenía ya una maestría en psicología social, y
tenía las herramientas del constructivismo para pensar los
hechos sociales, con más de 10 años de trayectoria en el
tema de la sequía. Y al contrario que la inmensa mayoría,
no quiso aferrarse a su currículum y a su savoir faire,
simplemente añadiendo algunos ‘conocimientos’ más para
cumplir. No, ella quiso comenzar una nueva story y quiso
abrir la puerta a una gran transformación, ontológica,

5
emocional, epistemológica, personal, teórica, afectiva…
La nueva Elizabeth tiene nuevas herramientas, nuevas
experiencias, nuevos enfoques y nuevas prácticas, pero sin
dejar de lado las cosas viejas y hasta pasadas de moda, cosas
viejas como el compromiso social y político con su entorno,
la preocupación por la relevancia, las ganas de
transformación social, de revuelta ideológica, de subversión
de pensamiento y obra.
Ese compromiso que la ha llevado a explorar todas las
herramientas y puntos de vista que ha encontrado por el
camino, para hacernos sentir en carne propia el dolor, el
hambre y la muerte de la sequía, es el que la ha traído aquí,
y el que la ha hecho darse y dar toda su experiencia, su
reflexión, sus límites, su fragilidad, y su legado, para
quienes quieran arriesgar y arriesgarse en otro camino
autoetnográfico.

Elizabeth: Adriana:

Mientras hablaba Adriana, no pude Me quedó la sensación de


haberme quedado corta, en
evitar que mis ojos se nublaran, me
ninguna tesis dirigida había puesto
conmovieron intensamente sus palabras, tanto de mí, tanto como en mis
las palabras de quien de directora, se propios trabajos. No era sólo que
había trasformado en compañera de la Elizabeth lo pidiera, casi sin querer,
extraordinaria aventura de realizar una que también, además salía de
tesis doctoral autoetnográfica, una natural irlo dando. El tipo de trabajo
andanza, llena de matices de luces y lo requería, el compromiso que
adquirimos las dos con él13, también,
sombras, que nos había costado tanto…
era lo único lógico y coherente que
¡Tanto!... cuando terminó de hablar solo se podía hacer: darlo todo.
cruzamos una mirada, una mirada en la
que le agradecí con todo mi corazón, no
solo la generosidad de sus palabras
expresadas en ese momento, sino su
generosidad expresada durante todo el
trayecto…
La presidenta del tribunal me dio la
palabra, yo estaba sentada detrás de un
escritorio, me moví levemente en la silla,
levanté la mirada, al frente alcancé a ver
fugazmente a las personas que asistieron

6
al evento, sentí que me arropaban con su
presencia, intenté sonreír al reconocer
los rostros de personas por quienes sentía
y siento un especial cariño
Dirigí la mirada al tribunal y procedí a
leer la story14 que había terminado de
trabajar, apenas unas horas antes y de la
que ahora presento algunos párrafos:

Como quisiera en este momento tener la habilidad de


Tamy Spry de lograr con-mover a las personas que la escuchan
al grado que el silencio guarda silencio cuando presenta sus
investigaciones a través de una performance… O tener la
destreza de los contadores de stories de aparecidos que en
una esquina del barrio de mi pueblo eran capaces de
mantenernos expectantes por horas, a través de años… Como
quisiera ser capaz de contar una buena story sobre lo que ya
está escrito en mi tesis y algunas otras cosas que no alcancé a
contar en ella. Para decirles que el título que lleva no
corresponde con el contenido de la misma, sino que menciona
lo que esperaba que llegara a ser. Que inició llamándose “De las
construcciones sociales de la sequía hacia otras
construcciones posibles” y que en el proceso no la re-bauticé,
pero que en realidad debería llamarse algo así como…
Este es un trabajo que en un
momento pedí que al leerse le
ubicaran entre los bordes de las Adriana:
ciencias sociales y de las Menos mal, Elizabeth estaba de
humanidades, con el paso del tiempo vuelta, ahora sí era ella, con todo su
me di cuenta que esa había sido una conocimiento entretejido, puesto en
meta muy pretenciosa de mi parte, pequeños retazos sobre la mesa. No
por lo que posteriormente solicité con alarde de erudición, si no con
perseverancia de artesana, que sabe
que se le pensara como un trabajo
que todas sus piezas son
que aspiraba ser artesanal… pero defectuosas, pero únicas, que llevan
realizada por una aprendiz. algo de ella cada una y que por ello
Como es de esperarse, mi tesis no son valiosas…
abarca todo el proceso del depósito

7
de la tesis y su defensa. Le faltan las stories sobre mis epifanías de los
últimos dos meses y medio de trabajo, del momento en que Adriana la
arrancó de mis manos.
Sí, prácticamente fue así, debo aclarar que yo había hecho un compromiso
con ella de entregar mi trabajo los primeros días de octubre, yo misma
había puesto la fecha de entrega, la convencí de que podría lograr
realizarla en ese tiempo e intenté también convencer, sobre ello, a los
miembros del último panel ante los que presenté los avances del trabajo.
De pronto me había sumida en un
estado que jamás había vivido, me
había dejado sumergir lentamente en Adriana:
el silencio… me aislé… no leía correos Con todo lo que está pasando
ni contestaba el teléfono, sentía un allá y yo pidiéndole que acabe una
compromiso muy fuerte con Adriana, tesis! Pero finalmente ese es mi
pero no fui capaz de decirle… trabajo, y eso es en lo que yo la
Adriana no puedo continuar, no puedo ayudar15. Me decía a mí
misma que en las peores guerras
puedo hacerlo, estoy destrozada, el
también había gente que se
miedo me ha paralizado… Ciudad dedicaba a salvar las obras de arte, y
Juárez, Aldama y Chihuahua, los los libros para la posteridad, para
lugares donde vienen y vivían gran todas y todos nosotros, para
parte de las personas que son más conservar la memoria de lo que
otros habían pasado… salvando
cercanas a mí se caían a pedazos,
todas las distancias, en esta tesis
como caían sin vida diariamente había algo que contar, algo que
tantas personas en ellas… había que decir sin falta, pero qué
Adriana me busco, insistió, me duda cabe que le pedía mucho y
sacudió… me sacó de mi conmoción, tenía que pedirle aún más, También
logró moverme, me puso a trabajar, a puedo ocuparme de la impresión y
de la encuadernación, y de los
pegar, a cortar, a escribir aunque en
trámites, pensé, pero me sigue
esto último no era capaz de avanzar, pareciendo poco en comparación al
le pedí a una amiga que me ayudara a esfuerzo que le exijo a ella en estas
revisar lo que escribía… leyó una, condiciones… Cómo es el contexto!
dos, tres, cuatro, cinco veces el Si algún otro doctorando o
doctoranda me pidiera que me
mismo párrafo no lograba salir de ahí
ocupara de estas cosas me parecería
a pesar de que para ella ya estaba más que reprochable, y en este caso,
bien, que debería trabajar otra yo solita me ofrecí, qué menos podía
parte… hacer…
-sí tienes razón ya está bien… le
dije.
Al poco tiempo le solicité de nuevo,

8
-ahora lee esto…
-Elizabeth es el mismo que leí hace unos momentos…
Así que no me quedo otro recurso que dejar de recurrir a su ayuda,
mientras terminaba de pulir mi trabajo…
Sí, Adriana, me quito de las manos la tesis, porque no era capaz de
hacer el gesto de entrega. El trabajo lo terminé tomando las partes que
alcancé y con ellas, armé lo que sería la story final que entregaría como
tesis, que como toda story, fue en gran medida un acto de edición, como
dirían McCall y Becker (1990)…
El tiempo apremiaba, así que hice
lo mejor que pude, en el tiempo que
había, en las circunstancias en las
que me encontraba, vaya que pienso
en estos momentos en Laurel
Richardson (1995), y reconozco con
mayor claridad el significado de sus
palabras: “…las circunstancias
[Leer notas]
específicas en que nosotros
escribimos afectan lo que escribimos y cómo lo escribimos” (p. 189). Y claro
que en mi caso, las circunstancias en ciertos momentos, fueron capaces de
paralizarme e impedirme continuar16…
Así que reconozco que el
Elizabeth: trabajo tiene errores y muchos,
pero no cuento las
Hoy después de casi tres años de circunstancias de mi entrega
haber defendido la tesis, evoqué las para pedir indulgencia, antes al
circunstancias que envolvieron el proceso contrario, si hay que rehacer
previo a la defensa, sin más… Volví a cosas las rehago, porque no voy a
sentir una fuerte opresión en el pecho, pretender negar que los tenga, ni
reviví el gran dolor que en aquellos a defender esa parte.
momentos atravesaba todo mi cuerpo, mi Sobre la defensa, creo que no
carne, mis huesos, mi sangre… lo sentí, de podía ser de otra manera, la
nuevo en el cuello, en la espalda, en la defensa de un trabajo
mandíbula, en… solo que a diferencia de
autoetnográfico se convirtió en
aquellos momentos, ahora, sí aparecieron
un nudo problemático17 para mí,
lágrimas en mis ojos, lagrimas que
en un punto que no me fue fácil
discretamente limpié, ya que estaba
resolver18, al igual que cada paso
escribiendo en el primer piso de la
que di durante el proceso de
biblioteca de humanidades de la UAB, que
a diferencia de otros días, había muchas desarrollo de la tesis, no me fue

9
personas sentadas alrededor mío… fácil decidir cómo defenderla19 y
Creo que si hubiera estado en mi casa cómo defenderme. Porque una
y a solas, hubiera llorado durante varias serie de preguntas no dejaban de
horas, todo lo que no lloré durante interpelarme ¿Cómo puedo
aquellos meses [aunque no pude evitar hablar sobre una autoetnografía
llorar durante la defensa], si Rosalía o Lety ajustándola a un formato de
estuvieran aquí, ambas amigas terapeutas, presentación que rompe con mi
creo que me dirían que estaba viviendo un proceso de trabajo? ¿Cómo
duelo congelado… puedo ajustarla a un formato de
Por segundos, volví a escuchar las
exposición si se resistió desde el
sirenas de ambulancias y de patrullas
proyecto a someterse al formato
policiacas de las diferentes corporaciones
que se me pidió y desde sus
que transitaban constantemente en
inicios no me permitía que la
Ciudad Juárez, ciudad en la que vivo y a la
ajustara al modelo que
que regresé a concluir la tesis, tres meses
antes de la entregarla. contempla los cinco capítulos
Ciudad que en aquellos momentos se clásicos: de una introducción, la
le consideró la más peligrosa del mundo, revisión de la literatura, la
porque vivía una cruenta lucha entre metodología, el análisis y las
cárteles del crimen organizado, según conclusiones (Fisher y Phelps,
decían en algunos medios, mientras que 2006; Josselson y Lieblich, 2005)
entre la gente circulaba la versión, de que por supuesto, seguidos de sus
en esa lucha también participaban los respectivas referencias y sus
policías federales, estatales y municipales, apéndices si se diera el caso.
además de soldados y diversas autoridades Modelo que es el que
que se habían coludido con dichos tradicionalmente se utiliza tanto
cárteles… en las ciencias naturales como
Me llevé las manos a la cara… deslicé mis en las ciencias sociales.
dedos por el cabello varias veces, quizá… Sí, que había recordado a
quizá, intentando tranquilizarme un poco Kath Fisher y a Renata Phelps
o para alejar de mí los recuerdos de tantos (2006), porque, al igual que yo,
sobresaltos vividos prácticamente desde ellas se habían enfrentado a esta
que inicié el doctorado, el primero, ante la serie de cuestionamientos en sus
muerte de un amigo… a la que se sumó disertaciones, en varios
pronto la de otro y otro y… el secuestro
momentos en su escrito encontré
de personas muy cercanas, incluso a días
aliento para continuar y en él
de entregar la tesis…
ahora me apoyo para
De pronto, me vi escribiéndole a Adriana,
enfrentarme a esta última fase,
comentándole sobre los últimos
porque ellas tampoco
dolorosos acontecimientos que estaba
viviendo, mientras intentaba abandonaron su propósito de

10
concentrarme para concluir la tesis… ¡Sí! trabajar en el campo de la
Laurel Richardson (1995), ¡sí que afectan indagación alternativa (Bochner,
las circunstancias en las que escribimos!… 2000) o creativa (Richardson,
incluso, traspasan el tiempo, ya que me 1999b). Pese a que les
alcanzaron, me envolvieron, me atraparon preocupaba como iban a
nuevamente… cuando hoy, intenté defenderlos, porque tenían
escribir sobre esa etapa, volví a re-vivir esa antecedentes de personas que
story hasta el punto que me paralicé de realizaron disertaciones con
nuevo. características semejantes a las

suyas y les había ido mal, muy mal.


Pero mis preguntas no son sólo académicas, sino éticas y políticas,
Laurel Richardson20, nos dice que "Nuestra tarea es encontrar las acciones
concretas a través de las cuales nos construimos como sujetos éticos
dedicados a la etnografía ética inspiradora para leer y escribir” (p. 965),
palabras a las que recurro para encuadrar mi hacer concreto en este
momento en que estoy iniciando una autoetnografía de mi proceso de
entrega y de la defensa de mi tesis, en la que intento no olvidar que la
autoetnografía fue desarrollada según dicen Arthur Bochner y Carolyn
Ellis (1999) para que sea rebelde, para que actué como una contra-
narrativa, porque se pretende que sea una forma de resistencia a las
stories canónicas.
De pronto mi mirada pasa de la tesis a mí y me pregunto
¿Quiero ajustarme? ¿Voy a hablar sobre la autoetnografía
que escribí? ¿Voy a terminar convirtiendo mi story en un
texto para analizarlo? ¿Lo quiero descarnar, desangrar…
desangrarme? Creo firmemente que como dice Laurel
Richardson (1999b) “El producto no puede ser separado
del productor o del modo de producción o del método de
conocer” (p. 661).
Entonces ¿para que sirvió todo mi proceso de
indagación? Si lo consideré como dice Adriana Gil-Juárez
(1999) como un “proceso constructor de realidad, un
proceso en el cuál los componentes textuales y afectivos,
no se pueden separar”21. Como tampoco pueden separarse
las decisiones éticas y políticas.
Por qué no pensar en otras posibilidades para la
defensa, porque no pensar en otra metáfora, que no sea
bélica22, porque no pensar en una que nos lleve a pensar

11
esta fase en un compartir, en con-vivir en torno a una
mesa, acompañados de una rica taza de café y así
platicando sobre mi experiencia del proceso de hacer mi
tesis, sobre la tesis, me digan si se puede rescatar algo de
ella o no, y que así en un ambiente de respeto y
camaradería me dijeran por donde podría trabajar
mientras llega el tiempo de volverla a defender sí es que
puedo intentarlo de nuevo.
Así, que nuevamente Laurel23, ¡también ahora me
siento intrépida! porque justo en este momento, después
de estos cuatro años de estancia en la UAB, este dolor
que siento de cara a la presentación, me ayudó a romper
la jaula en que se había convertido mi beca, me ayudó a
quitarme la mordaza en que se había convertido mi
compromiso con mi país por el miedo de no cumplirle…
pero ahora, no creas que me vuelvo intrépida porque
quiera jugarme a cara o cruz mi doctorado, no, no, se
trata de que me di cuenta que puedo ser consecuente y
congruente con mi proceso, y eso tiene un valor
inestimable, quizá parezca tarde pero en este momento al
final de este camino, ya puedo decirle a mi país con toda
tranquilidad que cumplí mi compromiso, si obtengo el
grado o no, ya no me preocupa, porque sé que he
cumplido en la medida de mis posibilidades y capacidades.
Y que si no obtengo el grado será sólo un problema de
recursos económicos, de pagar lo que me proporcionaron
para estudiar, pero eso no es para mí un problema fuerte,
y no porque me sobre el dinero, sino porque el dinero se
paga con dinero. Pero el compromiso moral y ético que
hice con mi país fue y va más allá de eso, sé que le cumplí,
porque trabajé muy duro y con tranquilidad puedo decir
que lo hice no sólo para obtener un grado, buscaba
prepararme para ser mejor persona mejor docente, quería
ser mejor investigadora para encontrar argumentos que
me ayudaran en mi lucha para intentar en la medida de mis
posibilidades que mi trabajo contribuya con un granito de
arena a que este mundo sea al menos un poco más justo,
que exista mayor equidad y que lleguemos a prácticas de
convivencia más respetuosas y democráticas.

12
¡Si Laurel24 me siento intrépida! Y voluntariamente
me he vuelto totalmente vulnerable, al intentar ser
vulnerable políticamente, vulnerabilidad que se alcanza,
según Norman Denzin (1999a), “…precisamente en ese
momento cuando se hacen públicos los valores y las
críticas, cuando se corre el riesgo de tomar partido,
alineándose con una posición política y moral y no con
otra.”25 Se trata dice Norman, de ir más allá de la
invitación de Behar (1996)26 a practicar una antropología
que rompa el corazón.
Dejé de escribir, me pregunté, por qué seguía y
seguía escribiendo y reescribiendo esta story, después de
percatarme que habían pasado casi cinco horas desde que
logré ver con claridad que había hecho mi mejor esfuerzo
y que por lo tanto, no debía sentirme tan presionada por
haber recibido una beca. Lo que me hacía sentir
tranquila, en paz… Vaya con las bondades27 de la escritura
como método de indagación de la experiencia personal,
me dije:

Te ocupaste durante tantas horas, no solo en el


documento de tu defensa… viviste un proceso
catártico28, terapéutico29 al trabajar sobre tu experiencia
personal de enfrentarte a ese determinante acto. Acto,
que quizá para nadie de los que estarán presentes
significó un problema… y recuerda que como dice Ellis
(1999), en la autoetnografía tienes que subir del plano
personal, al social y al cultural. Así que el tema de la
defensa, no creo que sea para nada, un campo sobre el
que valga la pena reflexionar y menos que lo hagas tú que
estas pretendiendo situarte -al menos por el momento- en
el movimiento de qualitative inquirí y no tienes claro si a
partir de su propuesta encontraras un enfoque
interesante para acercarte a él. Guardé silencio, al tiempo
que revisaba de nuevo un texto de Denzin (1999b), quería
disipar mis dudas, no vaya ser que desde él, sí… y deje
escapar la oportunidad...

13
Estos textos son siempre personales, pero siempre cortando en
los bordes corrosivos de las estructuras sociales represivas y las
instituciones sociales. Esta es una ciencia social personal, ciencia
social personal, una etnografía moral que lee la represión y el dolor
biográficamente, existencialmente. Sabe que detrás de cada acto de
represión institucional se esconde un ser humano de carne y sangre
que se considera que puede ser responsable a un nivel profundo,
moral, de sus acciones. La nueva escritura sólo pide que cada uno
lleve a cabo su propia guerra de guerrillas a nivel del suelo contra la
represión de las estructuras en nuestra vida cotidiana. (pp. 571-572).30

Adriana:

¡Lo logramos!31.

Adriana:
Elizabeth:
Y no solo una tesis ni una defensa, ni
32
Sí Adriana, ¡lo logramos! sólo una gran relación profesional y
de amistad. Abrimos un espacio más a
la sequía para ser reconocida y
expandimos las posibilidades de lo
que puede ser una tesis y de cómo
puede ser defendida, pero esa ya, es
otra story…

Elizabeth:

Nunca imaginé terminar realizando


una autoetnografía de la defensa de
la tesis, defensa a la que me presente,
paradójicamente, por una parte en
paz por sentir que había cumplido con
mi país, y por otra, en medio de una
revolución de pensamientos y
emociones por haber sobrevivido a la
violencia extrema que se vivía en esos
momentos en Ciudad Juárez, en el
Estado de Chihuahua, en México,
desde Cerdanyola del Vallès… Llegué
en paz, al ritual, sin mantener una
postura defensiva, gracias al proceso
de reflexión/transformación que viví

14
mientras escribía la autoetnografía.
Adriana se acercó al lugar en el
que me encontraba y al abrazarnos
dijo: lo logramos –le contesté– ¡Sí!
Y en gran medida fue por transitar
el ritual contando una story…
Finalmente había sobrevivido33 al
doctorado, a la tesis y hasta a la
defensa.
http://www.youtube.com/watch?v=8dbhH6kZKSo

NOTAS

1. En el año 2010, Gale, Speedy y Wyatt, publicaron un artículo en coautoría entre


doctorandos y su directora, sobre la defensa de una tesis doctoral, pero en su caso, su
trabajo gira entorno la complejidad de defender una tesis que peculiarmente se había
desarrollado entre dos personas, entre Gale y Wyatt.

2. Para Colobrans (2001) la defensa “Es una situación ritual. Se prepara…su bienvenida a la
comunidad de doctores” (p. 257).

3. Una versión corta de por qué utilizamos tanto la palabra story como stories en inglés:

Elizabeth: durante el proceso de escritura de la tesis (Aguirre-Armendáriz,


2010), me encontré con el dilema de cómo traducir dichas palabras,
finalmente, después de comparar el texto escrito en inglés de Bruner
(1990) con su versión traducida al castellano en el 2006, primero, me
percaté de que traducían story indistintamente como historia, narrativa,
relato y cuento, pero ninguna de ellas me transmitía el sentido de estar a la
mitad del camino entre lo real y lo imaginario, que según Bruner (1990)
tiene la palabra story, sentido que dicho autor, menciona que también
tienen las palabras histoire en francés y storia en italiano y que según él,
pareciera que perversamente subvierten la diferencia entre Dichtung y
Wahrheit. Luego, me di cuenta, que en dicha traducción, agregaron la
palabra “historia en castellano” (Bruner, 2006, p. 69), sin que los
traductores añadieran alguna nota aclaratoria, de por qué aparece en la
traducción y no en la versión original de 1990, así que me surgió la duda de
quién si la propuso Bruner o los traductores. Para mí, el sentido de historia
está más cercano al de history que al de story. Con el fin de llamar la
atención sobre esto, propuse que en la tesis aparecieran sin traducir las
palabras, story, stories y storyteller.
Adriana: Propuesta que acepté.
Elizabeth: En nuestras respectivas intervenciones durante el acto de la
defensa de la tesis, Adriana y yo, las utilizamos así… sin traducir.

15
4. También Sally Sambrook (en Doloriert y Sambrook, 2011) y en Andrew Sparkes (2002),
se refirieron a sus implicaciones personales y afectivas en sus relaciones de
supervisión/dirección de tesis/disertaciones autoetnográficas. Sally, como supervisora de
la tesis de Clair Doloriet, cuenta que se sintió nerviosa antes de que Clair se presentara a
su evento de Viva Voce [como se le llama en el Reino Unido a la defensa de la tesis];
mientras que Andrew Sparkes, narró que además de preocuparse sintió dolor durante y
entre los procesos de evaluación de una disertación que estaba dirigiendo.

5. Estos paneles de seguimiento de los avances de la tesis, se realizan uno por año.

6. Incomprensión, que añadió mayor tensión a los procesos de dar cuenta de la propuesta
de la tesis o de los avances de la misma, lo que al menos para Carolyn Ellis (1999, 2004),
no es un tema menor, ya que ella mencionó su renuencia a participar en comités que no
estén familiarizados con la autoetnografía. Es importante mencionar, que pese a que se
venía realizando un acercamiento a la autoetnografía en la Facultad de Psicología y en el
programa de doctorado de la UAB, desde hacía varios años Feliu y Gil Juárez (2011), en el
contexto del doctorado no circulaban abundantes materiales autoetnográficos ni se
observaba una notable preferencia por esta modalidad de investigación. Podríamos decir,
que en cierta manera se hacía patente la existencia de diferentes enclaves de
investigadoras e investigadores y las esperadas dificultades para comunicarse entre ellos
que mencionan Arthur Bochner y Carolyn Ellis (1999). Dificultades que narran Feliu y Gil
Juárez (2011):
A[driana]. descubrió que en el caso de la autoetnografía sus interlocutores
ya no eran sus cómplices de siempre, y decidió que necesitarían un texto de
presentación/explicación de la autoetnografía, para tenerlo a mano por si
las moscas. E[lizabeth]. hizo el texto, y para sorpresa de A[driana], lo
tuvieron que usar en todos y cada uno de los paneles siguientes, como si la
autoetnografía estuviera tan fuera de lugar que a los miembros del panel se
les olvidaran cada vez los argumentos… Así que tuvieron que explicar una y
otra vez que el trabajo de campo es el mismo trabajo que el de la escritura,
que la afectividad es el hilo conductor y el espacio de recreación y
reconstrucción de lo social en estos textos y que por supuesto no hay
análisis en el sentido tradicional, puesto que no se puede distinguir la
investigación de la escritura (p. 42).

7. Una de ellas, Montse Vall Llovera, se convirtió en una protagonista muy importante de
estas stories.

8. Ensayo, que por cierto, no se llevó a cabo.

9. Según Dysthe (2002 citado en Grant, 2010), como supervisora [directora] de tesis,
debería de alentar a mis estudiantes a tomar riesgos.

16
10. Barbara Grant (2010), menciona los riesgos que conlleva una supervisión creativa, en
la que se valore la improvisación, esta autora, retoma la improvisación, en el sentido de
Barrett (1998), es decir, creación in situ en la que según este autor, quienes participan,
toman riesgos en el momento, se provocan entre sí, para ir más allá, para ampliar sus
posibilidades.

11. En este documento invertimos el orden en el que participamos durante el acto de


defensa.

12. Aunque para Barbara Kamler y Pat Thomson (2008), en la escritura doctoral y a través
de ésta, tanto el texto como la identidad se forman simultáneamente, y aún van más lejos,
consideran que “En el mundo académico, los textos y sus autores son inseparables” (p.
508). Consideramos que dicha entre textos y autores en un trabajo autoetnográfico,
adquiere otros matices.

13. La relación entre directora-doctoranda, que institucionalmente es asimétrica (Grant,


2010), se fue reconfigurando en la medida que continuábamos trabajábamos con la
autoetnografía, así que nuestro compromiso… se fue enredando cada vez más… Yo
“Esperaba que…*mi+ doctoranda abandonara el confort de la escritura académica al uso,
dónde sólo se retoma la literatura existente y se comenta, describiendo una realidad en la
que no se está implicado... Pero, como si de un chiste se tratara, fue el confort el
que…*nos+ abandonó a las dos…*dejé+ también de…*sentirme+ en casa, cómoda, sin
necesidad de defender…*mis+ posturas epistemológicas y teóricas” (Feliu y Gil-Juárez,
2011, pp. 41-42).

14. Que pude sostener en mis manos, gracias a que Montse Vall Llovera la materializó en
unas cuartillas de papel.

15. Tal como mencionan Love y Street (1998, citados en Wisker, Robinson, Trafford,
Warnes, y Creighton, 2003), al supervisar una tesis, entre otras cosas, se debe apoyar y
prestar realmente atención a sus estudiantes.

16. Hoy después de casi tres años de haber defendido la tesis, evoqué las circunstancias
que envolvieron el proceso previo a la defensa, sin más…
Volví a sentir una fuerte opresión en el pecho, reviví el gran
dolor que en aquellos momentos atravesaba todo mi
cuerpo, mi carne, mis huesos, mi sangre… lo sentí, de nuevo
en el cuello, en la espalda, en la mandíbula, en… solo que a
diferencia de aquellos momentos, ahora, sí aparecieron
lágrimas en mis ojos, lagrimas que discretamente limpié, ya
que estaba escribiendo en el primer piso de la biblioteca de
humanidades de la UAB, que a diferencia de otros días,
había muchas personas sentadas alrededor mío…

17
Creo que si hubiera estado en mi casa y a solas, hubiera
llorado durante varias horas, todo lo que no lloré durante
aquellos meses [aunque no pude evitarlo durante la
defensa], si Rosalía o Lety estuvieran aquí, ambas amigas
terapeutas, creo que me dirían que estaba viviendo un
duelo congelado…
Por segundos, volví a escuchar las sirenas de ambulancias y
de patrullas policiacas de las diferentes corporaciones que
transitaban constantemente en Ciudad Juárez, ciudad en la
que vivo y a la que regresé a concluir la tesis, tres meses
antes de la entregarla.
Ciudad que en aquellos momentos se le consideró la más
peligrosa del mundo, porque vivía una cruenta lucha entre
cárteles del crimen organizado, según decían en algunos
medios, mientras que entre la gente circulaba la versión,
de que en esa lucha también participaban los policías
federales, estatales y municipales, además de soldados y
diversas autoridades que se habían coludido con dichos
cárteles…
Me llevé las manos a la cara… deslicé mis dedos por el
cabello varias veces, quizá… quizá, intentando
tranquilizarme un poco o para alejar de mí los recuerdos de
tantos sobresaltos vividos prácticamente desde que inicié el
doctorado, el primero, ante la muerte de un amigo… a la que
se sumó pronto la de otro y otro y… el secuestro de personas
muy cercanas, incluso a días de entregar la tesis…
De pronto, me vi escribiéndole a Adriana, comentándole sobre los últimos dolorosos
acontecimientos que estaba viviendo, mientras intentaba concentrarme para concluir la
tesis… ¡Sí! Laurel Richardson (1995), ¡sí que afectan las circunstancias en las que
escribimos!… incluso, traspasan el tiempo, ya que me alcanzaron, me envolvieron, me
atraparon nuevamente… cuando hoy, intenté escribir sobre esa etapa, volví a re-vivir esa
story hasta el punto que me paralicé de nuevo.

17. Nudo, que no fui yo quien lo desató, como ya lo señalé anteriormente, situación que
por cierto, no mencioné durante la defensa y que es precisamente un punto, sobre el que
deseo reflexionar.
De pronto el trabajo desarrollado entre directora y doctoranda sufre una especie de
simbiosis, como en nuestro caso, por seguir ciertos cánones académicos, las ideas,
propuestas y sugerencias que realizó Adriana se invisiblizaron, a pesar, de que éstas
marcaron el tipo de tesis que se presentó, la forma como se escribió, los tiempos en que
se depositó y hasta como se defendió. Sí bien, ya en otros espacios y momentos hemos
reflexionado sobre esto en relación a la construcción de la tesis, no habíamos tratado el
tema de la defensa. Considero que es importante desmontar mucho de los mitos que se
generan en torno a la originalidad de las ideas, al comercio de las mismas, todo lo que

18
atraviesa el copyright. Hablaba de simbiosis y no de co-autoría ni de co-construcción,
porque no se transforma en ninguna de las dos, hasta que se reconoce cabalmente la
participación de las otras personas y creo que en el campo académico, nos falta declarar
los créditos correspondientes muy especialmente en las tesis, muy especialmente a quien
las dirige, así como a otras personas cuyas participaciones las marcan, les cambian el
rumbo, dar créditos más que agradecimientos. Igual que hablamos de intertextualidad,
podríamos hablar de “interidealidad”, una idea que anida y/o genera otras ideas, y que
pese a que provienen de diversas personas, terminan siendo propiedad de solo una o unas
de ellas.
Regresando al momento de la defensa del que me desvié y teniendo en mente si no la
interidealidad si la co-construcción, quiero comentar que en ese momento, yo pensaba
que la idea de cambiar la estrategia de la defensa había sido de Adriana, pero resulta que
a ella se la sugirió Montse Vall-llovera Llovet, una de las doctoras que participó en el
ensayo. Así que, si me fue bien en la defensa, no fue solo por la story que escribí, sino
porque tuve la oportunidad de presentarla; por lo que ese resultado es también fruto de
Montse [por sugerir la idea] y de Adriana [por valorar y asumir el riesgo que ello podría
tener el proponérmelo]. Me queda claro que de no haber presentado esa story la defensa
hubiera sido otra story. ¿Y el tribunal?...

18. Así que más que decir: “un punto que no me fue fácil resolver”, debí de haber dicho:
un punto que no me fue nada fácil atender y tomar las decisiones sobre qué incluir y cómo
incluirlo… porque ya advertí que finalmente no fui yo quien resolvió la forma de realizar la
defensa. Bueno, el caso es, que lo que yo quise transmitir en aquel momento, fueron las
dificultades con las que me había encontrado mientras intentaba realizar la presentación
en Power Point. Porque, entre otras cosas, pretendí presentar las búsquedas, los esfuerzos
e intentos que hice para que mi tesis fuera creativa, pensé que una muestra de esos
afanes era… la parte que trabajé para que fuera un texto intermodal, así, que trasladé esa
story al Power Point la story. Story que había construido a través de videos para contar
sobre las acciones que Bob Geldof (1999) había emprendido en 1984 para buscar recursos
y apoyar a los habitantes que estaban muriendo en Etiopia y Eritrea, debido a la terrible
hambruna producida por una combinación letal entre una prolongada sequía y las luchas
armadas que se desarrollaron en aquella región a mediados de los años ochenta. En
algunos videos aparece la canción “Do They Know It's Christmas?”, escrita en 1984 por
Bob Geldof y Midge Ure, en otros, la canción “We Are The World”, escrita por Michael
Jakson y Lionel Richie (1985), con ello pretendía, como dicen Wingstedt, Brändström y
Berg (2010), "Usar la misma música en diferentes contextos visuales y narrativos,
[pensando que con ello] sacaría a la luz potenciales de significado completamente
diferentes" (p. 205). Sí, deseaba darle la posibilidad a ese apartado de la tesis de que fuera
leído, transitado, sentido, vivido de múltiples maneras.

19. Lo que yo intenté destacar en esta parte, no era sobre la dificultad de tomar la
decisión de defender la tesis a través de una story, no, no, porque como ya mencioné, fue
algo que no se me ocurrió a mí, yo me refería a las diversas dificultades que me encontré
para escribir sobre la defensa, como por ejemplo, decidir la epifanía sobre la que tejería la

19
story hasta terminar realizando una autoetnografía sobre la defensa en la que finalmente,
me propuse cuestionar el ritual de paso, reflexionando sobre él, como una práctica
moderna enclavada en la estructura institucional académica contemporánea, decidí
finalmente, desarrollar como diría Denzin (2009), una etnografía moral, en la que intenté
leer en mí… desde mí, sí la re-presión y el dolor que sentía ante la cercana presentación en
la ceremonia de la defensa y desde ahí escribir un texto –también siguiendo a Denzin– a
través del cual, emprendería una guerrilla “a ras del suelo” contra dicha ceremonia y la
estructura en la que se enclava.
Paradójicamente, propuse alejarnos del lenguaje bélico y lo que ello
implica, recurriendo al mismo lenguaje bélico, para apoyar, pensar y
desarrollar mí story/defensa/acción/autoetnografía como una breve
guerrilla.
Creo que me atreví a reflexionar sobre la defensa, porque quizá desde
antes de que iniciara a trabajar la autoetnografía tenía la creencia que no la
superaría, así que mis baterías no las enfoqué a pasar el rito.
Dadas las circunstancias en que vivía y las condiciones en que me
encontraba, dudaba no solo que me fuera bien en la defensa si no sobre la
misma tesis, por increíble que parezca, no tenía la posibilidad de escuchar
ni de leer a Adriana, no tuve la posibilidad de pensar que Adriana no
hubiera permitido que depositara la tesis, si ella no estuviera convencida
que ya era el tiempo, tampoco logré escuchar las palabras que utilizó al
comunicarles a mis compañeros, a quienes también les dirigía sus trabajos,
la fecha en que presentaría la tesis.

20. (en Richardson y St. Pierre, 2005). Traducción libre.

21. (Nota de pie de página número 11).

22. También encontramos rastros de lenguaje y prácticas de confrontación en el ritual de


paso que se realiza en el Reino Unido, pese a que no se le llama defensa sino Viva Voce, a
las que por cierto, Delamont et al. (1997 citados en Tinkler y Jackson, 2002), equiparan
con prácticas de artes marciales. Además, Tinkler y Jackson (2002) toman una cita de
Wallace and Marsh (2001), en la que se menciona que el candidato como parte de su
preparación para habitar en el mundo académico, debe no solo aprender a luchar si no a
recibir golpes duros…

23. (Richardson, 1999a).

24. (Richardson, 1999a).

25. (p. 513). Traducción libre.

26. (Citada en Denzin, 1999a)

20
27. Pensaba en ese momento, en que también, se le ha reconocido a la escritura como un
espacio de transformación personal (Bochner, 2000) y terapéutico tal como lo menciona
Carolyn Ellis (1999, 2004, 2009).

28. Catarsis, en el sentido de Moreno (s. f., Meisiek, 2004), de encontrar nuevas soluciones
a través de la creatividad.

29. "Cuando se elaboran con eficacia, estos textos crean una sensación de verosimilitud
emocional para el lector y el escritor, produciendo experiencias de catarsis, auto-
renovación y auto-descubrimiento" (Denzin, 1999, p. 568). Traducción libre. Sin dejar de
considerar que para Denzin “Escribir la cultura de esta manera es más que el uso personal
al servicio de lo terapéutico, aunque lo terapéutico no debe hacerse menos” (p. 571).
Traducción libre.

30. Traducción libre. Y por supuesto, que al ritual de la defensa, ritual heredado de las
estructuras de la Institución o Instituciones académicas modernas y anclado en las
estructuras de las instituciones contemporáneas, le considero como un acto con
componentes represivos, un acto, que fue capaz de producirme tensión y miedo además
del dolor…

31. Cuando iniciamos el trabajo:

[Pensé] que era delicado porque las emociones de [Elizabeth], estarían


expuestas, pero no [pensé] de inmediato que también las [mías] lo estarían.
No fue hasta recibir uno de los primeros borradores cuando vio que también
[mis] emociones quedaban allí, que [yo] empezaba a ser protagonista
también del relato autoetnográfico.
[Me sentí] algo incómoda, muchos años de academia consiguen
enfriar a cualquiera, pero estaba claro que esto no tenía
remedio, las emociones, afectos, miserias y andanzas de todos
los que tuvieran que ver en algún momento con esa tesis, con
su texto y su producción, con su reflexión y su lectura… estarían
allí indudablemente. (Feliu y Gil-Juárez, 2011, pp. 42-43).

32. En las relaciones de supervisión/dirección, se puede desarrollar un diálogo


participativo, en el que se reconoce, que incluso “La cadena de significados puestos en
juego no pertenece a *ninguna+, es de su propiedad dialógica” (Gurevitch, 2001 como se
cita en Grant, 2010, p. 272). Traducción libre.

33. Para Carolyn Ellis (2009) “Las autoetnografías eficaces no son cuentos de víctimas; por
el contrario, la escritura autoetnográfica produce cuentos de sobrevivientes para el
escritor y para aquellos que los leen.” (p. 17).

21
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