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Curso de Estilo 2017/1

EJERCICIO 1

Laura Estefanía Castro Cruz

12 de enero de 2017

Ella se llamaba Martha, ella se llamaba así, sonaba la canción

todos los días en la vecindad donde viví hace algunos años en

el norte, Martha, o Marta sin ache, la casera, la muda le

decían, yo le decía la chismosa porque aunque fuera muda se

las arreglaba para echarnos de cabeza con los vecinos contando,

si se puede llamar contar a hablar con señas y ni siquiera en

lenguaje de mudos, sino señas inventadas por ella, por Martha,

a la cual le dio hueva aprender el lenguaje de las manitas

porque nunca tuvo quien la guiara y porque de grande quedó

muda, eso no lo sé, nadie lo supo, desde cuándo Martha era muda

y cuando le habían puesto el apodo de la muda o la chismosa,

ese se lo puse yo cuando llegué a la vecindad, aquella en la

que viví hace años en alguna colonia de una región árida del

norte de algún país que ahora no recuerdo ni su nombre pero

del cual sé que sigue existiendo, al menos por las noticias

que escucho por las noches desde la emisión de la tele del

vecino de a lado, en la nueva vecindad en donde ahora vivo, no


en el norte, sino ahora en el sur de una ciudad en el centro

de un país que supongo se llama de la misma forma que aquel

del que no recuerdo su nombre, yo le llamo México, alguien lo

llama Mexique, por mamones, porque no saben pronunciar bien,

creo que es así, creo que así se escribe, con equis y con

acento, acento que va dirigido a la derecha, porque hay otros

acentos que van para el otro lado y hay otros que parecen como

un sombrerito que utilizan algunas personas, que por lo general

son güeras, altas, de ojos de color, de color azul y verde

porque nosotros, los que vivimos en este país cuyo nombre se

escribe con el acento dirigido a la derecha, a menos de que

seamos ricos, tenemos los ojos de color, pero de color café y

como es café ni siquiera decimos que es un color, porque como

todos tenemos los ojos así nos quedamos daltónicos al mencionar

nuestras características físicas, descripciones, ¿cómo es

usted? yo, pues medio gorda, fea, narizona, ojos normales,

normales de café, normales como los ojos de todos nosotros,

los jodidos, tiene que saber identificarse para poder llenar

la solicitud de empleo, también tiene que describir sus deseos

y gustos, pues yo quiero trabajar, necesito pagar la renta

porque mañana Martha, sea como sea que se escriba su nombre,

me va a echar del cuarto, Martha se levantaba todos los días a

las seis de la mañana a joder el alma de todos los inquilinos,

rumiaba exigiendo que sacáramos la basura para que pudiera


esculcarla, siempre le sacaba condones usados llenos de mecos

amarillos a mi amigo el puto, Martha cada que lo veía cerraba

su puño derecho y se daba unos golpes en el pecho, casi se le

salían los ojos apuntando a mi amigo el puto, puto porque le

gustaba que le dieran por el culo y le gustaba mamar vergas,

algunas vergas tenían chancros o ladillas, Martha se dio cuenta

de eso una vez que vio unos bichos saltando sobre las

colchonetas que sacó a orear mi amigo el puto una mañana de

domingo, me puse hasta la madre y me metieron la verga dos

pinches negros, ¿negros de negros o de prietos? de negros con

vergas peludas, ¿negras también? no sé, no me acuerdo del color

porque me cortaron la luz y porque no podía ver de qué color

eran, porque la pinche Martha no pagó mi recibo, Martha nunca

paga los recibos, Martha rumiaba cada vez que nos colgábamos

del diablito que había instalado el gordo del cinco, nos

cobraba veinte pesos por la reconexión, ya mi mudita, no se

queje que al rato le doy su arrimón, Martha sabía lo que quería,

quería su arrimón nocturno, el gordo del cinco se cogía a la

Martha cada que iba a llegar la fecha de su renta, yo no sé lo

que quiero, yo nada más quiero que la pinche muda no me eche

del cuarto, no tengo a donde ir y ya me cansé de mudarme, soy

buena pasando el rato, puedo arreglarle los estantes, me

entretengo limpiando también si quiere le puedo dar una

mamadita cada tres días, no puedo abrir mucho la boca pero


puedo usar el golpe de glotis, mi amigo el puto me enseñó a

usar el golpe de glotis o el cogote, así le decía él, mama con

el cogote vergas para que saques lo de la renta, yo así le hago

y ya no me da tanto asco, si aprovechas el cogote puedes

respirar por la boca y así no le hueles el sexo y los mecos se

pasan directo y ya no te dan ganas de volver el estómago, llena

la solicitud, ponle dos tres cosas, que te gusta leer en tus

ratos libres, que quieres ser mejor persona, lo que quieras y

yo no dejo que me mame la verga cualquier pendeja porque a mí

me gustan los putos y tú ni puto ni vieja pareces, ah como eres

pendeja, para qué estás de ofrecida, no andes ofreciendo

mamadas a lo pendejo, pásame el palo, Martha iba caminando por

abajo del barandal y le empezaron a caer las morusas en la

cabeza, ¿pues qué estuviste tragando? no sé, azota bien el palo

para que se le caigan los chancros, chancros tendrás en la

cola, no me dieron el trabajo, mi solicitud no fue creíble,

dije que me gustaba leer y los gatos y el puto aquel que te

cogiste, el de la tienda de la esquina, se llama Pancho, pues

el tal Pancho me dijo que no era creíble, que yo ni gatos tengo

y que ni leer sabía, pásame la jerga, ¿cuál jerga? la roja,

esa es mía, te la presté el otro día que también te madrearon,

el de los ojos de color, no te hagas, el germano, el pinche

güero ese, Jansel o Hansel se llamaba, tampoco sé cómo se

escribía su nombre ni sabía si seguía vivo, el tal Jansel tenía


una hermana que se llamaba Gretel, Greta la coja le decía, yo

era muy buena para poner apodos porque no me acordaba de los

nombres, lean Jansel y Gretel, nunca hice la tarea, creo que

eran dos hermanos que se los chupó la bruja, yo reprobé cuarto

de primaria por no leer ese libro y me corrieron de la escuela,

apenas sé escribir mi nombre, pero sé mamar vergas, limpiar y

poner apodos, el tal Jansel o Hansel como se llame, si es que

se sigue llamando, llegó de un país de esos donde usan acentos

raros, como sombreros, era alto o sigue siendo, no sé, y güero,

cuando era verano se ponía rojo y tenía chapas de Santa Clos,

Santa Clos como el de la coca, el pinche gordo pedófilo que

aparece en los camiones de la coca cada diciembre diciendo jo

jo jo jo, Greta la coja y el Jansel hacían quesos, se vestían

raro y hablaban raro, tenían una mula que Jansel apostó en la

cantina, no podían subirse a los camiones ni hablar con

extraños, Greta la coja se quedó coja porque la atropelló un

camión al llegar a la ciudad, esa ciudad de rodaderas donde

viví en la vecindad de Martha la muda, puro pinche lisiado vive

aquí, pásame el tonayan, mi amigo el puto no era lisiado pero

era puto y según el padre era peor que ser cojo o mudo, yo nada

más soy media pendeja y puta pero nada más a ratos, cuando

necesito pagar la renta, ser puto es dejar que el diablo se te

meta por el culo, yo nunca entendí por qué los putos les gusta

coger por el culo, porque sientes como si te fueras a cagar y


cagar es uno de los placeres importantes de la vida, cagar,

coger y comer, yo como a veces una vez al día pero estoy gorda,

gorda porque tengo pedos atorados y porque mi hígado va a

explotar si sigo tomando esta mamada que sabe horrible, mucho

dinero has de tener para pistear otra cosa, Jansel no sabía

pistear, siempre se ponía pedo con dos tragos, porque no podía

beber y cada que bebía se le salía el chamuco y se lo quería

pasar a mi amigo el puto por el culo, después de que me cogía

me daba mis putazos para pedirle perdón a Jesús el Cristo y

luego se cogía a Greta la coja, Greta la coja se embarazaba

cada que el Jansel se la cogía pero siempre abortaba, una vez

abortó a los tres meses y el feto tenía tres brazos, eso se

llama incesto y Jesús nuestro Señor, así le decía el cura, que

también le gustaba el tonayan y de vez en cuando dejaba que

Martha la muda le mamara la verga como método de cura para ver

si Diosito Santo le devolvía la voz, como si los mecos fueran

medicina, son mecos sagrados según dicen, pos será el sereno

pero ésta jamás volverá a hablar, no sabemos, nunca supimos si

alguna vez Martha la muda no fue muda, nunca nos enteramos de

su historia hasta el velorio en que llegó la hermana que era

la verdadera dueña de la vecindad y nos mandó a la chingada a

todos los inquilinos menos al gordo del cinco que también

empezó a cogerse a la cuñada, la cuñada, la hermana de Martha

la muda no era muda, hablaba como perico y se vestía como puta,


dicen que convirtió la vecindad en un putero, me lo dijo mi

amigo el puto una vez que me lo encontré de travesti en la

esquina de la ciudad del sur en la que ahora vivo, ya no era

él sino ella, a medias porque aún no junto para mi jarocha,

¿cómo vas a mear si te cortan el pito? ah cómo serás pendeja,

siempre fui pendeja, pendeja y puta pero sé limpiar, ya no soy

buena para poner apodos pero siempre me las arreglo para pagar

la renta, la hermana de Martha la muda me contó que Martha se

quedó muda cuando le metían sus madrazos de niña, dijo la

hermana en el funeral que la mamá le limpió la boca con jabón

y le quemó las cuerdas vocales, el padre dijo que todos teníamos

pruebas que pasar en la vida y que ahora Martha la muda, no

dijo la muda, nada más dijo Martha, Martita, así le decía

cuando se la mamaba, más adentro Martita, ándale para que

nuestro Señor te cure tu boquita, Martha ya está en brazos de

nuestro señor, siempre me pregunté si a Jesús se la mamaron

mientras predicaba, no seas hereje que te vas a quemar en el

infierno, yo aquí me bajo, cuídate mi gordis, a ver cuándo nos

topamos de nuevo, mi amigo el puto lo mataron también a madrazos

me enteré por las noticias, salió hasta en la tele, escuché

una noche fría de invierno en la vecindad esa de la ciudad del

centro del país cuyo nombre sigo inventando, yo no tenía tele,

ya ni luz porque ahora sí me la cortaban y ya no había gordo

del cinco que pusiera diablitos, escuchaba la tele a través


del muro, la tele de mi vecino de a lado que nunca salía pero

que siempre veía las noticias, las noticias del trece, nunca

supe por qué del trece, pero eso decían, hoy en las noticias

del trece, a mi amigo el puto lo mataron a madrazos, amigo o

amiga, nunca supe si alcanzó a que le cortaran el pito, espero

que sí, espero también que pueda volver a ser buena con eso de

poner apodos, se me han ocurrido algunos buenos, también espero

que a mi vecino no le corten la luz y que las noticias del

trece nunca desaparezcan, espero también poder comer algo en

la mañana porque este hígado me está matando.

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