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Derechos Humanos y

Fundamentales

Ensayo: "Las garantías de legalidad"


Las garantías de legalidad

Ensayo

El principio de legalidad alude a la conformidad en torno a la Ley,


expresando la relación entre un hecho y el correspondiente supuesto normativo al
que este se vincule.

Este principio se originó en el siglo XVIII. En sentido estricto rige en Derecho


Penal desde su formulación por Johann Paul Anselm von Feuerbach en 1801,
aunque los orígenes del principio son anteriores (McGregor y Zaldívar, 2009). El
autor Beccaria (1766) menciona que: “sólo las leyes pueden decretar las penas de
los delitos; y que esta autoridad no puede residir más que en el legislador que
representa aun toda la sociedad agrupada por un contrato social” (p.74).

En la legislación mexicana dicho principio se encuentra dispuesto en el


artículo 14 constitucional, párrafo segundo, mismo que expresa que sólo mediante
juicio seguido ante tribunales previamente establecidos se podrá privar a un
individuo de la libertad, sus posesiones o derechos.

Habiendo ilustrado con lo antes expuesto, nos remontamos al 18 de octubre


de 1945 se les imputan a 22 dirigentes nazis cargos relativos al incumplimiento y
violación de leyes internacionales. Habiendo dicho esto, el día 20 de noviembre del
año 1945, abarcando hasta el 30 de septiembre de 1946, en aplicación de un nuevo
concepto de derecho internacional denominado “crímenes contra la humanidad”
fueron celebrados los conocidos como Juicios de Nüremberg. Se pretendió con su
celebración procesar a la alta cúpula de la jerarquía nazi.

Los cargos de los que se acusaba a los dirigentes nazis fueron los
siguientes:

 Crímenes de guerra: incumplimiento de leyes internacionales sobre la guerra.

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 Crímenes contra la humanidad: planificación, ejecución y participación en exterminios y
genocidios.

 Crímenes contra la paz: violación de tratados internacionales o ataques a otras


naciones sin justificación.

 Conspiración.

Iniciando con los crímenes de guerra, no existía de manera específica una


ley internacional que mencione o penalice a los mismos, sin embargo, gran parte de
los juristas, en ese entonces, concordaban en que había por lo menos una lista
abreviada de crímenes de guerra sobre la cual las naciones del mundo habían
acordado, y en la que se basaban como referencia, esta lista se encontraba expresa
en el Convenio IV de la Haya (18 de octubre 1907): Leyes y Costumbres de la
Guerra Terrestre:

Art. 46. El honor y los derechos de la familia, la vida de los individuos y la


propiedad privada, así como las creencias religiosas y la práctica de los cultos, deben
ser respetados.

La propiedad privada no puede ser confiscada.

Art. 47. El pillaje es formalmente prohibido.

Realmente en la determinación de este delito, no se aprecia una violación o a


alguna ley internacional reconocida, mucho menos se contrapone al principio ex post
facto.

En lo que a los acusados respecta, sólo una cuestión impera ¿es defensa válida
para un soldado o un civil demandado el alegar que hayan actuado bajo las órdenes de
sus superiores jerárquicos?

Para las legislaciones rusa, francesa, británica y norteamericana, el argumento


de actuación bajo órdenes de un superior no había sido reconocido como válido, aun
así, en manuales militares angloamericanos el mismo está provisto de validez y exime
de responsabilidad.

La doctrina por su parte, establecía que no se podía reconocer como una excusa
legítima para el homicidio que el homicida se encontrara bajo una férrea coerción

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ejercida por un superior. Por supuesto se esperaría que el tribunal separase el grado de
culpabilidad y pena y en base a esto determinara si imponer o no la pena máxima,
tomando en cuenta la admisión de culpabilidad por parte del imputado, y alegatos en los
que establezca un constante temor cierto y comprobable, así como riesgo hacia la vida
propia o la de su familia.

El segundo cargo imputado (crímenes contra la humanidad) en su formulación


menciona la violación de leyes penales internas (inherentes a las naciones encargadas
de la administración de justicia en la formación del Tribunal) y esto bajo la apreciación y
comprensión de los principios generales (universales) del Derecho, cualquier gobierno o
ente soberano beligerante, establece sus propios tribunales para la administración de
justicia. Esto conlleva a una comprensión revestida con cierto grado de controversia:

1. Si se argumenta que el Tribunal Militar se asentó y procesó a dirigentes alemanes


basándose en leyes propias que no imperaban en Alemania al momento de la
ejecución de los delitos que se les imputa; por simple deducción se podría concluir
que este proceder se contrapone directamente al principio ex post facto; utilizando el
derecho comparado constitucional, para una mejor compresión y únicamente como
referencia podría argumentar que, se contrapone al principio de irretroactividad de la
ley, garantizado en el párrafo primero del artículo 14 constitucional mexicano.
Siempre y cuando, de la máxima autoridad alemana en ese entonces, emanaran
normas o principios que se opongan a los establecido por el nuevo régimen de
administración de justicia. El mencionado argumento se desechó básicamente con
lo siguiente, el actuar de los dirigentes nazis bajo el régimen de la autoridad máxima,
era tan repulsivo y contradictorio a los principios del derecho natural que dicho
régimen en caso de establecer estatutos que ampararan a sus subordinados, podría
quedar sin validez.

2. En caso de que los dirigentes nazis argumentaran que su indebido actuar era tan
remoto, queriendo eximirse de culpa mediante la prescripción de la acción penal y
tomando como referencia algún estatuto alemán que ampare dicho argumento, el
mismo quedaba invalidado y no se aceptaba dicho estatuto ya que la Suprema Corte
de Justicia norteamericana había acordado que dejar sin efectos a un estatuto de
prescripción no constituía por sí mismo un nuevo delito o transgresión en la esfera
jurídica de los acusados.

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Referencias bibliográficas:

McGregor Poisot, E. F., y Zaldívar Lelo de Larrea, A. (2009). La Ciencia del


Derecho Procesal Constitucional. México: Porrúa.

Beccaria Bonesana, C. (2005). De los delitos y de las Penas. Bogotá, Colombia:


Temis.

https://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/treaty-1907-regulations-
laws-customs-war-on-land-5tdm39.htm

https://www.theatlantic.com/magazine/archive/1946/04/nuremberg-a-fair-trial-a-
dangerous-precedent/306492/

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