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Diccionario religioso aymara: un hito importante en la investigacién andina Por Xavier Albé En los ultimos afios Hans ‘van den Berg nos ha estado Proporcionando excelentes instrumentos de consulta muy tiles para los estudiosos de las culturas andinas. Ha mon- tado, por ejemplo, la Biblioteca Etnografica en ISET (Cochabamba), que rescata para el pais materiales disper- ‘sos en bibliotecas lejanas; y su Bibliografia Aymara, Uru- ‘a y Kallawaya ya anda por su cuarto volumen. Ahora nos ha brindado su magnifico Diccionario Religioso Ay- mara, que en 280 paginas primorosamente editadas nos ofrece las siguientes ayudas investigativas: (1) Un diccionario religioso ordenado en Aymara, en el que cada término es traducido literalmente y descrito de manera relativamente amplia, indicdndose ademas algunas referencias bibliograticas para ulteriores ampliaciones. Debido a este nivel de detalle y al disefio editorial, con generosos margenes, son raras las pa. ginas en que se analicen mas de 10 términos. Esta es la Parte principal de la obra. (p, 11-211) (2) Un indice-vocabulario a partir del orden alfabético castellano con referencias al texto fundamental pre- cedente. (p. 213-235). (3) Un indice analitico sistematizado de los rincipales temas y areas semanticas, tales como el ciclo vital a los especialistas religiosos (p: 237-260) (4) La bibliografia utilizada y citada. Cuando consta, se incluye en ella el area geografica cubierta por cada autor, dato muy util para calibrar los aleances de cada uso. (p. 261-280). Hans van den Berg, autor y sistematizador global de la obra, subraya el gran aporte que le han proporcionado cuatro est intes Aymara, ayudantes de investigacién: Prevencia AO=AO- BF Feélix Castillo, Juan Mamani, Calixto Quispe y-en una etapa final- Mario ‘Molina, Son importantes también las con- tribuciones de los dibujantes German Gémez y Hugo Me- drano. El trabajo fue realizado en el contexto de la Bi- blioteca Etnografica de ISET, pero ha sido coeditado de manera muy culdadosa y hasta elegante por el Instituto de Estudios Aymaras (Chucuito, Pera), y el Centro de Estudios de la Amazonia, (Iquitos, Peri), en la imprenta de este ultimo. En una breve pero bien meditada introduccién el autor nos explica su metodologia, de estricto rigor académico, el plan de la obra, algunos rasgos centrales de la religiosidad Aymara, y la forma de acercamiento al tema: concepts basicos Ala esta relf yace una cosmovisién cuyo central se expresa en la admisi6n de la existencia de un equilibrio fundamental que penetra todas las esferas del universo y est4 presente en la naturaleza y en la sociedad humana. Se ha interpretado la religiosidad a: ee queremos emitir un = ‘compete. bien queremos presentar! objetiva, como una de las tantas expresiones y reali dela ‘la religiosa de la humanidad”’. (p. 7,9). En su intento de limitarse a dar los datos, evitando toda interpretacion y valoracién subjetiva, el texto gana en autoridad para los investigadores, al costo de mantener una inevitable distancia frente a la vivencia profunda. De todos (Pasa ala pag. 2) lara de distintas Diccionaria-zeligioso aymara: un hito imoortante... (Viene de la pag. 1) todos entre lineas se percibe constantemente una actitud de hondo respeto y solidaridad con el Pueblo Aymara. En cuanto a ios contenidos, la obra se ha querido man- tener, por disefio, en un plano sincronico; es decir, sélo Presenta elementos de la religion actual. Sus referencias més antiguas son las de Bandelier y Nordenskiold, de prin- cipios de siglo. El célebre diccionario colonial de Ludovico Bertonio, perfectamente conocido por el autor, no es “por tanto- ni siquiera citado. Sabemos de todas maneras que Van den Berg proyecta publicar una bibliografia religiosa Aymara, comentada ya practicamente lista, que si cubre toda la gama historica. Podemos afirmar que esta obra supera por mucho todos los intentos anteriores de recopilacién en esta tematica, in- cluyendo ademas muchos términos y expresiones no exis- tentes en los diccionarios actuales. Por consiguiente, se convierte automaticamente en un instrumento indispen- sable de consulta para cualquier estudioso que quiera com- render é! mundo religioso Aymara y andino. Pero al mismo tiempo se trata, casi por definicién, de ‘una obra destinada a ser constantemente superada, a la manera que un enano supera al gigante cuando cabalga sobre sus hombros. Lo que hace este texto es sistematizar lo ue se conocia en el momento en que el autor dio por ter- minado su manuscrito hacia 1982, a juzgar por sus referen- clas bibliograficas. Pero siguen siendo atin demasiadas nuestras lagunas para poder pensar en una sistematizacion realmente enciclopédica del mundo religioso Aymara (0 ara el caso, de sus otras esferas culturales). Me animaria a afiadir que cada nuevo estudio serio sobre el tema seguira aportando nuevos vocablos y aclarard el sentido de otros ya tratados. Muchos campos’seménticos tienen abundantes Connotaciones religiosas atin poco exploradas. Pensemos, Por ejemplo, en las reinterpretaciones Aymara del calen: dario y el santoral; en los signos de la naturaleza; en el Vocabulario ritual especializado de tantas y tantas ce- Temonias, ete. Y, por supuesto, en tantas variantes locales. En conereto, este Diccionario explora de manera aun muy Somera las particularidades del Norte de Potosi, cuya ri- queza cultural, y especificamente ritual - simbélica, recién ‘nos van descubriendo Olivia Harris, Tristan Platt, Ricardo Godoy, Xavier Izko, Verénica Cereceda, Gabriel Martinez y otros. Nada digamos si, ademés, intentéramos erseguir los alcances y evolucién de determinados términos, ritos 0 areas seménticas a lo largo del tiempo. Pero, insisto, todo este avance investigativo serd desde ahora mucho més facil Por contar con este nuevo y s6lido hito, el Diccionario Re- ligioso Aymara. ortografia adoptada merece también un tiltimo comentario. Todos conocemos el caos existente en la es- critura Aymara a lo largo del tiempo y el espacio. Hans van den Berg ha hecho un notable esfuerzo para uniformar la disparidad de sus fuentes, adoptando para ello el alfabeto oficlalizado en el pais desde 1983. En mi opinion esta es la opcién mas adecuada tanto desde el punto de vista practico como te6rico. La tarea era dificil, pero el autor ha logrado mucho éxito. Son relativamente pocos los errores ti- Pograficos o interpretativos que se le cuelan. Con todo, para ‘una'proximia edicion podrian introducirse méjoras como las. sigulentes: més cuidado en distinguir vocales largas y cor- tas (a, d...), y semivocales (y, w). Seria dtil senalar tam- bién mas variantes regionales del mismo término. Queda ademés la tarea nada facil de establecer criterios claros y Coherentes en la escritura de palabra de origen castellano. En un tipo de obra como la presente, yo me inclinaria a usar la forma (o formas) aymarizada més corriente, indieando en la deseripeién y quizés en referencias complementarias Su forma y origen castellano. El autor oscila entre esta solucién (e}. jikusa ‘higos’) y la castellanizante (ej. dius en ver de La consistencia en este punto no ser facil, y obligara probablemente a bastantes intercambios y consul- tas, "Felicidades a Hans van den Berg y sus colaboradores, y también a tantos usuarios que desde ahora podran apro- vechar una obra tan laboriosa y tan bien lograda. * Diccionario Religioso A Hans van den Berg. OSA. Iquitos (Perit): CETAe IDEA, 1985. 280 pgs. end,

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