FRUTOS DEL SACRAMENTO
1. NOS LIBRA DEL MAL.
El Bautismo otorga el perdón del Pecado
Original y de todos los pecados personales; hace
nacer a la Vida Nueva, por la cual el niño es hecho
hijo adoptivo del Padre, miembro de Cristo, templo
del Espíritu Santo. El bautizado es incorporado a
la Iglesia y participa del sacerdocio de Cristo.
(cf. Catecismo, n.1279).
EL BAUTISMO
Los hijos son el fruto del amor de los esposos. Cada hijo es
un regalo de Dios y la señal de que confía en que ustedes,
padres, sabrán darle una buena educación que les lleve a ser
hombres de bien y buenos cristianos… santos. Han de
querer mucho a sus hijos porque sólo educa el que ama y
ama el que da cariño, se sacrifica y enseña el bien con
palabras y acciones.
Todos nacemos con el Pecado Original. Lo hemos contraído
a modo de una herencia que nos separa de Dios y nos induce
al egoísmo y al pecado. Pero en su inmensa misericordia
envió Dios a su propio Hijo que, haciéndose hombre, se
entregó por nosotros y resucitando nos envió luego el don
del Espíritu Santo. En el Bautismo recibimos una nueva
vida a modo de una semilla; una vida que brota del Espíritu
y que germinada y desarrollada nos hará semejantes a
Jesucristo: humildes, generosos, fuertes, castos, pacientes,
cariñosos, diligentes, buenos amigos…; es decir, santos. Es
necesario que padres y padrinos ayuden a los niños a
desarrollar esta vida nueva en ellos para que produzca
frutos de vida eterna.
LAS PROMESAS BAUTISMALES
El ministro, antes de bautizar, pide a padres y padrinos que respondan
En el Bautismo se nos perdonan todos los pecados (original y
personales) y las penas merecidas por ellos. Quedan, sin
embargo, sus consecuencias temporales: sufrimientos,
enfermedad, muerte…, e incluso una cierta inclinación al
pecado que no puede hacer daño a quien lucha con valentía y
no consiente en ella, ayudado de la gracia.
2. NOS DA LA VIDA DE LA GRACIA.
La gracia consiste en una presencia de Dios en el alma que nos
hace hombres nuevos, nos santifica y nos mueve al bien. Con
la gracia recibimos las virtudes teologales (fe, esperanza y
caridad), los dones del Espíritu y las virtudes morales.
Podemos vencer, todo vicio y mala costumbre, para amar a
Dios y a los demás con un amor cada vez mayor, perfecto.
3. NOS HACE HIJOS DE DIOS.
Jesús lo es por naturaleza, nosotros lo somos por la Gracia.
Dios Padre, cuando mira a un bautizado, ve en él la imagen de
su propio Hijo Jesús. El bautismo nos imprime un sello
(carácter) imborrable de pertenencia a Cristo que nos
capacita y compromete a servir a Dios en las celebraciones
litúrgicas, y con una vida santa y una caridad eficaz.
4. NOS HACE HERMANOS DE JESUCRISTO.
Somos hijos del único Dios y por lo mismo hermanos de
Jesucristo y hermanos entre nosotros. Por eso dice el Señor:
Quien dice que ama a Dios y no ama a su hermano es un
mentiroso.
5. NOS HACE TEMPLOS VIVOS DEL ESPÍRITU.
Todo bautizado es templo de Dios, su cuerpo es sagrado. Si
damos respeto a los templos materiales, mucho más respeto
debemos a nuestro propio cuerpo y a todo niño o adulto
bautizado, evitando profanar su limpieza y dignidad.
6. NOS HACE MIEMBROS DE LA IGLESIA.
Por el bautismo pertenecemos a la nueva familia de la Iglesia.
Ella es nuestra Madre porque nos da la Vida Divina y la cuida y
alimenta con la Palabra y los Sacramentos. Nadie puede tener
a Dios por Padre, si no tiene a la Iglesia por Madre.
7. NOS LLAMA A LA SANTIDAD.
En el bautismo nos unimos a Cristo y recibimos el Espíritu
Santo para una sola finalidad: Ser Santos; es decir, perfectos
en el amor a Dios y a los demás. Bautizamos a nuestros niños
para que lleguen a Santos.
en nombre de los niños a las preguntas que se les harán. Estas
preguntas señalan lo concreto del compromiso que han asumido
respecto a la educación cristiana de los niños.
― ¿Renuncian al pecado para vivir en la
libertad de los hijos de Dios? R/. Sí, renuncio
Prometemos luchar contra el orgullo, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula,
la envidia y pereza, y todos los malos pensamientos, palabras, acciones.
Para esto hace falta hacer oración, recibir los sacramentos y reparar las
faltas y pecados cometidos.
― ¿Renuncian a las seducciones el mal, para que
no domine en ustedes del pecado? R/.
Prometemos a Dios evitar las ocasiones de pecar y cortar con deseos,
amistades, lecturas, diversiones, costumbres… que nos lleven al
pecado.
― ¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe del
pecado? R/.
Esto quiere decir que le rechazamos por completo; no más brujerías,
superstición, magia, hechicería o cosas parecidas.
― ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso Creador
del cielo y de la tierra? R/. Sí, creo
Es decir, ¿crees que todo lo dispone Él para nuestro mayor bien
espiritual? ¿Confiarás en Dios y esperarás en Él? ¿Dejarás que dirija tu
vida? ¿Le obedecerás? ¿Le amarás? ¿Amarás a tus hermanos?
― ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro
Señor, que nació de Santa María Virgen, murió,
fue sepultado, resucitó de entre los muertos y
está sentado a la derecha del Padre? R/.
Es decir, ¿buscarás conocer más a Cristo en su Evangelio? ¿Harás
oración? ¿recibirás los sacramentos, en especial la Eucaristía los
domingos? ¿seguirás a Cristo auque cueste? ¿Serás como Él?
― ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa
Iglesia Católica, en la comunión de los Santos,
en el perdón de los pecados, en la resurrección
de los muertos y en la vida eterna?
¿Limpiarás tu corazón para que el Espíritu pueda vivir y actuar en ti? ¿Te
esforzarás por amar perdonando, sirviendo, comprendiendo…?
¿Seguirás sus enseñanzas en espera del Reino de los Cielos?

RITOS DEL BAUTISMO:
LA SEÑAL DE LA CRUZ.
La hace el ministro, los padres y padrinos sobre la frente del
niño. Por la cruz hemos sido salvados; hemos de parecernos a
Jesús abrazando nuestras cruces de cada día: esfuerzos por
salir del pecado, trabajos, sufrimientos, pobreza, burlas, etc.
LA PALABRA DE DIOS.
Nos ilumina con su Verdad y motiva en nosotros una respuesta
de FE, necesaria para el bautismo.
EL EXORCISMO.
El bautismo nos libera de la seducción del diablo. Por eso se
pronuncia una oración ―exorcismo― sobre el candidato y se le
unge con el óleo de los catecúmenos.
EL AGUA.
Es consagrada por el ministro con una bella oración, en la que
se recuerdan los principales hechos de la historia de salvación,
en los que el agua ha tenido un significado especial de
liberación y purificación.
EL BAUTISMO.
El ministro derrama agua sobre la cabeza o sumerge en ella al
niño(a) mientras dice: «Yo te bautizo en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo»; con ello se significa y realiza
en el niño(a) la purificación del pecado: muerto con Cristo al
pecado, resucita con El a la vida de Dios.
LA UNCIÓN CON EL SANTO CRISMA.
Significa el don del Espíritu Santo. El Santo Crisma nos consagra
a Dios y nos hace con Cristo sacerdote, profeta y rey; le
pertenecemos a Él con todo lo que somos y tenemos.
REVESTIDOS.
La vestidura blanca simboliza que el niño ha sido revestido de
Cristo, ha resucitado con Él. Se nos encomienda conservar esta
limpieza del pecado hasta que lleguemos al encuentro con
Dios.
EL CIRIO.
Cristo que ilumina nuestra vida y nos convierte en luz del
mundo. Ser cristiano es vivir siempre de acuerdo con las ense-
ñanzas y ejemplos de Jesús.
EL PADRE NUESTRO.
Hecho hijo de Dios, puede rezar ya “Padre nuestro”. Cuando
sea el momento se acercará a recibir el alimento de la vida
nueva: el Cuerpo y la Sangre del Señor, que le harán crecer en
el amor de Dios y del prójimo.
EL
REQUISITOS PARA BAUTIZAR
1. Los PADRES de familia y los PADRINOS recibirán al menos
SACRAMENTO
dos charlas de preparación para la recepción del
sacramento. Pueden recibirlas en la comunidad en donde
residen y presentar luego constancia firmada por el
catequista autorizado.
2. Para ser admitido como padrino de un niño a bautizar es
necesario tener la intención y la capacidad para ayudarle
DEL
BAUTISMO
con el ejemplo, oración y buenos consejos, para ello se
requiere:
 Ser católico. Si es de otra religión puede ser testigo.
 Haber hecho la primera comunión, estar confirmado y
confesar y comulgar con frecuencia (los que están en unión
libre o casados sólo civilmente no pueden hacerlo).
 Ser para el niño testimonio y ejemplo de vida cristiana,
porque sólo viviendo como verdadero cristiano se puede
educar en la fe a los niños; dice la Biblia: «¿No sabéis acaso
que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os
engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni
los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los
avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces
heredarán el Reino de Dios. Y tales fuisteis algunos de
vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados,
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en
el Espíritu de nuestro Dios». (1 Cor 6, 9-11).
Quien no pueda cumplir la misión de padrino porque vive en
situación de pecado o no ha sido confirmado puede ser
admitido como testigo.
El Bautismo… marca profundamente nuestra
conciencia, nos abre el Cielo, nos esclarece la
vida terrena, nos capacita para caminar como
hijos de la luz hacia la visión de Dios, fuente
de eterna felicidad. (Pablo VI)