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Derecho
Estudiante:
Christian Bernardo Medina Encalada
Johny Camilo Tuapante Lima
Mishel Estefanía Velecela Aguilar
Daniela Deniss Zhañay Calle
Alexis Villavicencio
Materia:
Legislación de Tránsito
Curso:
5to ciclo grupo 1
Docente:
Dra. Alexandra Merchán
INTRODUCCION
La imputación objetiva, parte de la premisa que cada persona cumple un papel determinante
en la sociedad, de ahí cada ser conoce sus competencias y la posición de garante, de tal
manera que quien incumpla las reglas y a consecuencia de ellos se produce un incremento
de riesgos, le es atribuible el resultado.
Considerando que cada individuo cumple un rol, quien incumpla o defrauda las
expectativas sociales, será sometido a un reproche por la lesión que hubiere causado a un
determinado bien jurídico.
MARCO TEÓRICO
Del mismo modo se encuentran concepciones hegelianas, las cuales conllevan a saber que
la naturaleza del mundo es inteligible y que por medio de la dialéctica se puede llegar a
conocer el porqué de las cosas, por lo que fácilmente se puede llegar a decir que los actos
de la especie humana son perfectamente conscientes, plenamente racionales, con lo que
partiendo de esta premisa hegeliana en la posteridad se acopla para la asunción de otras
teorías de estudiosos del derecho penal para que sirva de sustento pleno para lo que hoy se
conoce como la teoría de la imputación objetiva.
Claus Roxin, nos indica que: “solamente puede imputarse al tipo objetivo un resultado
causa por el actor cuando la conducta del autor hubiere creado para el objeto de la acción
un peligro que no estuviere cubierto por un riesgo permitido, y este peligro se hubiere
realizado también en el resultado concreto”, podemos manifestar entonces que la
imputación al tipo objetivo presupone la realización de un riesgo creado por el autor, no
cubierto por el riesgo permitido, también encontramos en el análisis de la imputación
objetiva, un principio que resulta de importancia para el desenvolvimientos de las
actividades sociales, que supone la confianza de un sujeto que obra suponiendo que los
demás actuaran dentro de los límites del riesgo permitido, lo que impide que se responda
por los hechos que provengan de imprudencia o defectos ajenos.
Tres son los criterios para resolver la imputación de un resultado en una acción imprudente:
Como parte del estudio que tenemos que realizar destacamos como principales elementos
de la imputación objetiva a los siguientes:
- Riesgo Permitido
- Principio de Confianza
- Prohibición de Regreso
- Imputación a la Víctima
- El Dolo y la Culpa
Estos elementos son esenciales para que se configure la teoría de la imputación porque en
la medida en que se vaya explicando cada uno de ellos se apreciará como la concurrencia
de los mismos magnifican la importancia de la aplicabilidad de la imputación objetiva en el
marco procesal penal.
Ahora que precisamente la conducta está adecuada dentro de un margen de tolerancia que
conoce o supone que la persona puede exceder el límite y cometer una infracción o hecho
delictuoso o criminal, sea este doloso o culposo, que en todo caso requiera una sanción por
el quebrantamiento.
Podemos ilustrar de otra manera la situación del riesgo permitido, en este caso tenemos el
hecho de que se conoce el punto de partida de la violación de la norma, por lo que se
desprende que es un riesgo no permitido, y al incurrir en el mismo vemos que la persona se
adecua dentro de la situación y se objetiviza la norma en relación a la conducta pues se
tiene en cuenta que el riesgo en un acto determinado existirá siempre y que la posibilidad
de causar daño es latente, pero hacer o no hacer daño ocurrirá en la medida en que no se
cumpla o si en efecto con lo que la ley establece.
A modo de ejemplo se puede citar el caso de los límites de velocidad, en lo que hasta donde
se permite realizar el recorrido en un vehículo motorizado se sabe o se está en conciencia
plena e irrefutable de que no hay posibilidad de inferir un daño por lo que se calcula o
estima un riesgo permitido por el mero hecho de estar establecido un límite de velocidad,
ahora que entiéndase aún como riesgo porque si ocurre un accidente en los parámetros de
velocidad indicados y no asistan otros factores el tipo se sujeta a la norma, pero en el caso
que se exceda tenemos que se quebranta el riesgo permitido y todos los detalles anteriores
permiten imputar al infractor por qué se entiende que si se ha excedido y que no debe
excederse de los límites de la velocidad estará voluntariamente o como producto de su
querer cometer dicho exceso y de ese modo se establece la responsabilidad y determinar la
sanción respectiva.
El hecho en que la confianza esté de por medio se atribuye al medio físico donde se
encuentre cualquiera y a las personas que formen parte de ese entorno en que pude darse
lugar a cualquier suceso, pues puede darse el caso de que existe la confianza de que de estar
en algún lado no podría advertirse la presencia de algún tipo de peligro en concreto o en
particular, o en el otro lado de la perspectiva que puede ser el caso de que a lo mejor no se
advierte ningún tipo de riesgo por el estar con la compañía de determinada persona.
Se puede citar el caso de una persona que alquile un departamento situado en una loma para
que éstas lo habiten y el lugar aparentemente es seguro, pues, nunca antes había ocurrido
una tragedia en dicha zona, además que el departamento aparentemente está construido con
materiales que garantizan o hacen pensar de que ningún suceso lamentable pudiera ocurrir
ahí, no obstante se produce un deslave y mueren las personas en el interior del
departamento.
En este ejemplo vemos que existió siempre la confianza de que el lugar era seguro y nunca
antes había ocurrido desgracia alguna, por lo tanto el deslave obedece a un caso fortuito, es
decir, un acontecimiento que no se pudo prever o evitar, causando un hecho no querido por
la persona quien fungía como el arrendador de dicho inmueble, por lo tanto no vulnera la
persona el principio de confianza demostrando que nunca antes se había producido un
suceso de tal naturaleza.
Pero supongamos que la persona conocía o estaba consciente de que el lugar donde este
tenía ubicado el departamento era una zona de deslaves permanentes, por tanto al haber el
elemento de la conciencia equivale a que el arrendador hubiera querido que ese el
acontecimiento del deslave ocurriera, porque existe un elemento cognoscitivo de que las
personas pudieran perecer en el deslave, con lo que puede ser acusada esta persona por el
cometimiento de un homicidio.
El hecho de la confianza supone entonces que nada malo debería ocurrir puesto que se tiene
la seguridad de aquello no obstante el elemento de la confianza es muy subjetivo pero por
ese condicionante no quiere decirse que la confianza responda únicamente a la percepción
individual de la persona, pues, muchas veces se ignora que la persona puede actuar
diferente de lo que nosotros pensamos o creemos, pues esa misma confianza está
enmarcada en lo que nosotros podamos hacer respecto de ciertas cosas o de ciertas
personas, pero no se enmarca la confianza a plenitud de que las personas o elementos de la
naturaleza obren respecto de nosotros pues puede ser del modo en que lo pensamos o no
por lo que el principio de confianza puede ser muy variable o inestable en razón de la
actuación material.
El Prof. Dr. Claus ROXIN que tiene espacio propio en el tema de la imputación objetiva
nos recuerda que la teoría de la imputación había caído en el olvido completamente en la
segunda mitad del siglo 19, en el curso del pensamiento causal orientado en las Ciencias
naturales se reactiva a partir de los años sesenta del siglo 20, expresando que “en la ciencia
se impone cada vez más la concepción de que la imputación al tipo objetivo tiene que
realizarse según dos principios relacionados entre ellos:
a) Un resultado causado por el actor solo debe ser imputado al tipo objetivo cuando la
conducta del autor ha creado un peligro para el objeto de la acción no cubierto por el riesgo
permitido, y ese peligro se ha realizado también en el resultado concreto… Mientras que la
ausencia de la creación de un peligro lleva a la impunidad, la falta de realización del peligro
en una lesión típica del bien jurídico solo tiene por consecuencia la desaparición de la
consumación, de tal manera que, dado el caso, puede imponerse una sanción penal por
tentativa.
b) Generalmente es imputable el resultado cuando constituye la realización de un peligro
creado por el autor, de tal manera que se completa el tipo objetivo. Pero aun así puede
excepcionalmente negarse la imputación cuando el radio de acción del tipo no incluye el
impedir tales peligros y sus efectos… Resumiendo se puede decir, entonces, que la
imputación al tipo objetivo presupone la realización de un riesgo creado por el autor, no
cubierto por un riesgo permitido y que se encuentra dentro del radio de acción del tipo”.
Aquí entra en consideración otro de los aspectos que se tienen en cuenta para llegar a la
imputación objetiva que es el riesgo socialmente permitido y la determinación en el caso
concreto, si el sujeto actuó dentro del riego que estaba socialmente permitido o se excedió
del mismo, caso en el que se debe aplicarse la imputación objetiva.
Según Francisco Muñoz Conde hoy existe unanimidad en la dogmática jurídico penal en
que la verificación de un nexo causal entre acción y resultado no es suficiente para imputar
ese resultado al autor de la acción.
Bramont Arias Torres, señala que existe Imputación objetiva “cuando la conducta
realizada por el sujeto crea un riesgo no permitido o aumenta uno ya existente -aceptado-
más allá de los límites permitidos y como consecuencia ocasiona un resultado que está
dentro del ámbito de protección de la norma. La imputación objetiva requiere de: que la
acción humana produzca un riesgo o lo aumente más allá de lo permitido por la ley, es
decir, debe ser desaprobado legalmente. El riesgo debe haberse realizado en el resultado.
Debe estar dentro del ámbito de protección de la norma.
Conceptos de diferentes doctrinarios:
a) Según Eugenio Raúl Zaffaroni: “Es el intento de reemplazar el dogma causal por el
aumento del riesgo”. Solo se puede responsabilizar al autor si su comportamiento provoca
un aumento del riesgo más allá del riesgo permitido.
Este criterio no solo prescinde del concepto ontológico de la conducta valiéndose de uno
normativo, sino que prescinde de la causalidad misma.
El derecho penal ya no se apoya sobre la categoría del ser, parece que el legislador ha
logrado su máxima omnipotencia”.
b) Según Gladys Romero, “la relación de causalidad no es sino el límite mínimo pero no
suficiente para atribuir un resultado. Comprobada la causalidad natural se requiere además
verificar: 1) Si la acción ha creado un peligro (riesgo) jurídicamente desaprobado para la
producción del resultado y 2) si el resultado producido es la realización del mismo peligro
(riesgo) jurídicamente desaprobado por la acción. Ambos puntos de partida son deducidos
del fin de protección de la norma penal”.
c) Según Creus: “Este mecanismo de corregir la causalidad natural para reducirla a una
causalidad jurídico-penalmente relevante recibe hoy la denominación “teoría de imputación
objetiva”, intentando purificar la cuestión de la causalidad en la teoría del delito, de peso
demasiado grande procedente de criterios naturalísticos para centrar la atención sobre su
verdadero sentido jurídico-penal de atribución de un resultado, común factor de
responsabilización”.
Hernán Hormazábal Malarée y bustos Ramírez juan. (1999). Lecciones de Derecho Penal.
Madrid: Trolla, S.A.