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CIUDAD ROMANTICA DE TULIO MANUEL CESTERO, 1877-1955

Rosina Anglada

La intención de la publicación de las siguientes notas es una motivación


a la lectura de esta obra del brillante narrador, poeta, ensayista y
diplomático Tulio Manuel Cestero, que naciera en San Cristóbal a finales
del siglo XIX y que dejara una vasta obra que merece ser estudiada y
tomada en cuenta para el conocimiento de nuestra historia y en el caso
particular que nos ocupa la novela CIUDAD ROMANTICA, la cual es una
guía que nos conduce al Santo Domingo Colonial, de principios del siglo
XX, con sus costumbres y sus características peculiares que nos las
pinta el autor.

Es apenas el primer capítulo, el cual inicia con la descripción de la


temperatura cálida del verano en Santo Domingo de Guzmán, en la zona
Colonial, cerca del Parque Colón, la Catedral Primada de América,
especialmente a la una de la tarde, hora en que caen de manera
perpendicular los rayos del sol.

“Es la hora enemiga de la Civilización, la Hora de la siesta, hora del


bochorno, en que a nadie se le ocurriría salir a las calles que están
desiertas, sino es con una sombrilla o colocándose debajo de la sombra de
los balcones o aleros de las viviendas. Solo están en la calle una mano de
chiquillos queriendo ver los pezones de la india que está en las plantas de la
estatua de Colón, en el Parque que lleva su nombre”.

Tulio Manuel Cestero se caracterizó por utilizar un lenguaje culto,


propio de personas que tienen un alto conocimiento de la lengua y
emplean todos sus recursos; utiliza de manera perfecta la morfosintaxis
y el léxico de la lengua española- en todas sus obras utiliza un
lenguaje culto, nos muestra que tuvo una educación privilegiada si
tomamos en cuenta las características de la sociedad dominicana de
finales del siglo XIX e inicios del siglo XX que le toco vivir, que era
cuasi rural.

Los Cestero son “una familia representante de la burguesía dirigente del s.


XIX. Su árbol genealógico reúne a varias de las figuras intelectuales del
llamado ´liberalismo azul´…es notable en los Cestero, la continuada
actividad literaria y la renovada adhesión a los principios del liberalismo y el
nacionalismo políticos” (Fernández Mejía, Abel. “Noticia biográfica sobre
Tulio Manuel cestero. En: Cestero, Tulio Manuel (1988). Ciudad romántica.
Sangre solar, escenas de Santo Domingo de Guzmán, la primada). UASD,
Santo Domingo.
A través de la lectura de esta novela podemos apreciar lo que era Santo
Domingo de Guzmán a principios del siglo XX, sus costumbres cotidianas, la
forma en que se distribuía el pan, al que le llamaban mollete; se vendía
puerta a puerta y el medio de transporte era un burro, y el ”panadero” tenía
como calzados unos chanclos.

Cestero describe con lujo de detalle cada esquina, cada casa, la estatua de
Colón, ubicada en el parque contiguo a la Catedral, es una descripción fiel
pensamos que esta novela debería circular por las manos de los estudiantes
y con ella hacer un recorrido cultural.

Utiliza abundantes figuras literarias como son las analogías, metáforas,


analogías, prosopopeyas o personificación de objetos inanimados, la novela
inicia así:

“La una. Con voz agria el viejo reloj público proclama, y la campanada
cae perpendicular en el espacio, tal en un pozo airón”

El empleo de la prosopopeya “el viejo reloj público proclama”

Enseguida buscamos el significado de pozo airón, se trata de una cascada,


una laguna, simas, ríos, fuentes o parajes…

“El sol estival derrama sobre Santo Domingo de Guzmán torrente de


fuego, que ondula en las bóvedas de la gótica Catedral, corre por los
techos romanos de las casas, surtiendo en chorros por las gárgolas, en
algunas, de piedra labrada en figura de canes con la lengua fuera, - la
tortura de la sed tiene cruel realidad, tan intensa es La sensación de
calor, - y se precipita sobre las aceras irregulares, formando cascadas
y pozas hirvientes, y transforma en esmeraldas las briznas de la hierba
que medra entre los cantos, en granates los ladrillos, y en el polvo del
arroyo extiende tapiz áureo”.

Vamos al diccionario:

Gótico: es un estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental como


evolución del románico entre los siglos XII y XVI y que se caracteriza en
arquitectura por la presencia del arco ojival, los pináculos y las elevadas
agujas.
"el estilo gótico comenzó hacia la segunda década del siglo XII, en París, y
se difundió por toda Europa gracias a las abadías y monasterios de la orden
cisterciense"

Gárgola: es la parte sobresaliente de un caño que sirve para evacuar el agua


de lluvia de los tejados.
Brizna: es una porción muy pequeña de una cosa material o inmaterial.
"una brizna de memoria; briznas de tiempo y ocio; briznas de silencio; el
plato se prepara con huevo duro y briznas de bacalao"

Granates: de color oscuro

“las llamas abrasan las ruinas de la Casa de los Colón contra el cielo
deslumbrador, azul eléctrico, se yerguen piras enormes, las torres
cuadrangulares de las iglesias y la del Homenaje que atalaya el mar. Mil
antorchas iluminan los cocoteros, en cuyos troncos rugosos se deslíe la luz.
El follaje de los árboles esplende con brillos metálicos, y sustentado por el
muro más alto del caduco convento de San Francisco”.

“Es la hora de la siesta. Las calles desiertas, si algunos las transitan,


es al abrigo del quitasol o a la sombra de aleros y balcones. De un
portal, sale con rapidez de proyectil una gallina, el pico abierto, las
alas caídas, y detrás, erguida la cresta sangrienta, un gallo. La
alcanza, muerde las plumas suaves del moño, la cubre con las alas,
abate la cola airosa, y el espasmo de la copula estremece su rutilante
clámide gemas. Es la hora del bochorno, los animales se guarecen bajo
las frondas, los hombres, en las habitaciones amplias enjabelgadas de
cal, que abren en anchas puertas a los patios dormitan balanceándose
en las hamacas, ligeramente vestidos. Brillan encendidos los ojos de las
vírgenes palpitan ansiosos los senos de las hembras que desfallecieron
ya entre brazos varoniles. Respiración de bestia jadeante sacude la
ciudad, las piedras vibran cual las de un horno”

(Abundan las analogías o comparaciones).

“El aire enrarecido, inmóvil, gravita sobre seres y cosas. De luego en


luego, ráfagas de brisa marina refrescan el ambiente inflamado,
levantando el polvo, que vela las calles con fino cendal de oro. De la
tierra emergen vapores que excitan las lujurias, debilitan los músculos
y maceran en los cerebros las ideas, enervando las fuerzas de los
gérmenes. Es la hora enemiga de la Civilización”

De nuevo vuelvo al diccionario:

Enjabelgadas: blanquear una pared.

Rutilante: que rutila o brilla


Clámide: Capa corta y ligera usada antiguamente por los griegos y los
romanos.

Gemas: piedra preciosa

“rosales mustios claman inútilmente por una gota de agua”,

Nuevamente la personificación de las cosas o prosopopeyas.

“En la Plaza Mayor, donde algunos rosales mustios claman inútilmente


por una gota de agua, una mano de chiquillos, sin temor a los agentes
de policía que cabecean bajo los arcos de la casa municipal, triscan,
corretean en torno de la estatua de bronce de Colón; jinetean en las
cadenas que la circuyen y se echan con placer de salamandras en el
césped que crece entre el zócalo y el pedestal de granito, para mirar
los pezones erectos de la india desnuda que a las plantas del
Descubridor, la voluntad del estatutario, rinde el homenaje de su raza
exterminada”.

Triscan: saltar de un lugar a otro.

“En el Café “La Diana”, vecino al parque, entran y salen los que creen
apagar la sed de las bocas ávidas con bebidas refrescantes o
alcohólicas. Pasa una perra, disparada, calle abajo, seguida de una
trahilla, las carnes desgarradas por los dientes rivales. Helios impera.
Al paso del burro- que marcha la cabeza baja, las orejas gachas y
sudosas, bajo dos barriles con tapas de latón – a horcajadas, va un
hombre, las piernas péndulas por delante del animal, los pies calzados
de chanclos que oscilan y se mantienen en la punta de los dedos por un
prodigio de equilibrio. En cada puerta se detiene, golpea en el latón y
grita: “el pan, el pan!” La puerta se abre, y sucia, el pelo en greñas,
sale una negra con un cesto en el cual cuenta dos a dos los molletes,
tiernos, dorados, calientes aún, o bien, por entre las rejas de la
ventana, surge pálido brazo de marfil, sosteniendo canasta de mimbres.
El asno y su jinete siguen, bajo el flagelo implacable del sol, por la
calle del Conde, entre doble ringla de casonas uniformes, amarillas,
rojas y azules, desde el rio hasta el Baluarte cuna de la Independencia,
desenrosca sus fulgidos anillos”

El autor nos lleva de nuevo al diccionario, Cestero, gustaba de usar palabras


rebuscadas, ese era el estilo que se usaba en su tiempo él era seguidor de
Gabrielle D´Anunnzio…, supongo que Tulio Manuel Cestero era poco leído en
nuestro medio, si nos situamos en el contexto sociocultural prevaleciente de
su tiempo, que éramos un país básicamente rural.

Trahilla: Cuerda o correa con que los cazadores llevan atado el perro.

"la jauría de perros vuela detrás de ellos, uncida por deslumbrantes traíllas"

Horcajadas: Palabra que se utiliza en la expresión a horcajadas, aplicada a


una manera de sentarse, con una pierna a cada lado de un animal, objeto o
lugar.

"en los caballos suelen montarse a horcajadas; se sentó a horcajadas de una


rama"

Fulgidos: brillantes, resplandecientes.

Ringla: fila

Molletes: piezas de pan blanco, esponjoso y redondo.

La novela continúa con la conversación que sostiene el poeta Eugenio Silva,


con un adolescente, y libando ron de Jamaica disfrutan la sobremesa.
Eugenio Silva es un hombre fuerte, de pecho atlético, cabeza enérgica, de
ojos vivos y claros, un bigote sedoso, borgoñón, de palabra pomposa y fácil y
le cuenta al joven adolescente, que le escucha con admiración y afecto y le
describe con lujo de detalles todos los avatares y peripecias que le
sucedieron en Cumana y Maturín, Venezuela.

Borgoñón: Al uso o al modo de Borgoña, relativo a esta antigua provincia de


Francia.

Cumaná es una importante ciudad del oriente venezolano, capital y sede de


los poderes públicos del estado Sucre, Venezuela. Está ubicada en la
entrada del golfo de Cariaco, junto a la desembocadura del río Manzanares

Maturín es una ciudad venezolana de la región nororiental, capital del


estado Monagas y del municipio homónimo. Está situada a 122 msnm, junto
al río Guarapiche, a 416 km de Caracas en línea recta.

En estas descripciones, percibimos el dominio que tiene el autor de estas


ciudades venezolanas, lo cual no es casual, Cestero muy joven (1895) vivió en
Caracas, su madre Mercedes Leiva era venezolana, allí se relacionó con
Vargas Vila, Rufino Blanco Fombona.
Y a seguidas el poeta Silva se explaya

“Cumana, tiene en la tierra, en el cielo y en el mar que la arrulla,


mucho de helénico; y es griega por el sol que cuaja mieles en las uvas,
en las piñas, en la purpura de las granadas y de las bocas femeninas,
legitima miel hiblea!”

MIEL HIBLEA: Perteneciente o relativo a Hibla, monte y ciudad de Sicilia


antigua, famosos por su miel.

En una pausa de su relato el narrador se “convierte hacia la margen


oriental del Ozama, donde la chimenea de un ingenio azucarero, impone
su línea obscura y rígida en el claro espacio que rodea las lanzas y
penachos de los cañaverales”

Ese ingenio que divisa el narrador debe ser el Ingenio San Luis, ya
desaparecido…

Y continúa el poeta Eugenio Silva, su relato de cuán elogiado ha sido en


Maturín, Venezuela, donde era el bohemio de leyenda, cuando paseaba por
las calles sentía que lo seguían las pupilas curiosas, cree que en ninguna otra
parte ha sido tan querido de hombres y mujeres… no olvida sus noches
cálidas, las batallas de amor con una india en fresco chinchorro, que le
producían desolladuras en las rodillas, las giras campestres de los domingos,
y las tiernas terneras asadas en fogatas de leña verde y fragante carne
deliciosa, y el agua fresca, clara abrevada en el mismo chortal, que brota al
pie de los morichales, entre el coro de risas de muchachas que saben amar…

Ya en la acera, al despedirse del joven adolescente Silva apoyando con


cariño la diestra en el hombro de su compañero:

“-Amigo, la verdad es la siguiente: cada vez que el hombre mueve el


pie, da un paso hacia la tumba”.

No suponía el poeta que estaba viviendo sus últimos momentos, que le estaba
acechando la muerte después de esta larga platica de recuerdos felices…

Nunca antes fueron tan ciertas esas palabras para ser humano alguno pues
apenas se moviera de allí, le esperaba un tiro certero disparado por Miguel
Perdomo, que hizo que se desplomara el poeta en plena calle.

Esta es mi invitación a leer, a leer CIUDAD ROMANTICA DE TULIO


MANUEL CESTERO, una narrativa descriptiva y fiel de lo que era la Ciudad
de Santo Domingo a principios del siglo XX.

Ven, te invito a leer conmigo…


Rosina Anglada

III Feria del Libro Sancristobalense

16-18 noviembre del 2018.

Parque Eugenio de Js. Marcano.

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