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Barinas, noviembre del 2018

 Kelly Gutiérrez
 Mariaeliza Peña
 Mayger González
 Maria Desantiago

Embriología de las vías urinarias: En el individuo adulto los sistemas urinario y genital son
funcionalmente independientes. Sin embargo, anatómicamente y embriológicamente los dos
sistemas tienen una estrecha relación porque ambos provienen del mesodermo intermedio
situado a lo largo de la pared posterior de la cavidad abdominal, y al comienzo los conductos
excretores de los dos sistemas desembocan en una cavidad común, la cloaca.

El sistema urinario o excretor está formado por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.
Al principio de la cuarta semana, la zona angosta de mesodermo intermedio dará lugar a la
formación de órganos del sistema urogenital, de allí su denominación de gononefrotomo. El
gononefrotomo formara a nivel cervicotorácico grupos celulares segmentados que
posteriormente constituirán los nefrotomos, y en la región más caudal el cordón mesonéfrico.

Aparato urinario (sistemas renales):


Durante la vida intrauterina se forman tres sistemas renales ligeramente superpuestos, que de
craneal a caudal son: El pronefros, Mesonefros, y el Metanefros. El primero de estos sistemas
es rudimentario y no funciona; el segundo no puede funcionar durante un breve tiempo al
comienzo del periodo fetal, el tercero forma el riñón definitivo.

-Pronefros (riñón primitivo)

Aparece en los embriones humanos al comienzo de la cuarta semana, está representado


por 7 a 10 grupos celulares macizos y estructuras tubulares en la región cervical. Estos grupos
forman unidades vestigiales excretoras, los nefrotomas que experimentan regresión antes de
que se origine los más caudales. El pronefros se degenera con rapidez pero la mayoría de los
conductos pronéfricos persisten y son utilizados por el siguiente conjunto de riñones

- Mesonefros (riñón transitorio)

El mesonefro y los conductos mesonefricos derivan del mesodermo intermedio de los


segmentos torácicos superiores a lumbares superiores (lumbar 3). Durante la regresión del
sistema pronefrico, a comienzos de la cuarta semana de desarrollo, aparecen los primeros
túbulos excretores del mesonefros, estos se alargan rápidamente; adoptan la forman de una asa
en S. y adquieren un ovillo de capilares que constituyen el glomérulo en su extremo medial.
Los túbulos forman alrededor de los glomérulos la capsula de Bowman, y estas estructuras en
conjunto constituyen un corpúsculo renal. En el extremo opuesto, el túbulo desemboca en el
conducto longitudinal denominado conjunto mesonefrico o de wolff. A mediados del segundo
mes de desarrollo, el mesonefros da lugar a un órgano ovoide voluminoso a cada lado de la
línea media, como la gónada en el desarrollo, está situada en el lado interno del mesonefros, el
relieve producido por ambos órganos se denomina: cresta urogenital, mientras que los túbulos
caudales están aun en diferenciación, los túbulos y glomérulos craneales, muestran cambios
degenerativos y a la mayor parte ha desaparecido a finales del segundo mes. Sin embargo, en el
varón existen algunos túbulos caudales y el conducto mesonefrico, que participan en la
formación del aparato genital, pero en la mujer desaparecen por completo.

Metanefros (El Riñón Definitivo)

Alrededor del día 32, durante la quinta semana de desarrollo aparece un tercer órgano
urinario, El metanefro o riñón definitivo. Sus unidades excretoras, se desarrollan a partir del
mesodermo metanefrico de manera análoga a como lo hacen el sistema mesonefrico. El
desarrollo del sistema de conductos difiere del de los otros sistemas renales. Se desarrollan a
partir de dos estructuras:
 La yema uretral (divertículo metanéfrico) que da origen al sistema colector.
 El blastema metanéfrico (masa metanéfrica de mesénquima) que proporciona las
unidades excretoras.

Sistema Colector:
Los túbulos colectores se desarrollan a partir del brote uretral del conducto mesonéfrico de
Wolff próxima desembocadura de la cloaca. El brote se introduce en el tejido metanéfrico
formando una caperuza en el extremo distal. El esbozo se dilata formando la pelvis renal y se
divide en 2 porciones: caudal y craneal que serán los cálices mayores.
Cada cáliz forma 2 nuevos brotes que siguen dividiéndose hasta la generación 12 de túbulos,
los túbulos de 2° orden crecen e incorporan a los de la 3° y 4° generación, formando los cálices
menores de la pelvis renal. Los túbulos colectores de la 5° generación se alargan y convergen
en el cáliz menor formando la pirámide renal.
En consecuencia el brote uretral origina: el uréter, pelvis renal, cálices mayores y menores y a
mas de 3 millones de túbulos colectores.
Sistema excretor:
Cada túbulo colector está cubierto en su extremo distal por la caperuza de tejido metanéfrico,
las células de la caperuza forman las vesículas renales, las cuales originan túbulos más
pequeños; estos junto con los glomérulos forman las nefronas.
El extremo proximal de las nefronas forma la cápsula de Bowman. El extremo distal
desemboca en los túbulos colectores. El alargamiento de los túbulos excretores da como
resultado la formación de: TCP, asa de Henle y TCD.
Posición del riñón:
En una etapa inicial, los riñones están situados muy próximos entre sí en la región pélvica por
delante del sacro. A medida que crecen el abdomen y la pelvis, los riñones se recolocan
gradualmente en el abdomen y se separan. Alcanzan su posición en el adulto hacia la novena
semana. Este ascenso se debe principalmente al crecimiento del cuerpo del embrión por debajo
de los riñones. En efecto, la parte caudal del embrión crece alejándose respecto de los riñones,
de manera que éstos ocupan gradualmente su posición normal a cada lado de la columna
vertebral. Al principio, el hilio de cada riñón por donde entran y salen los vasos sanguíneos, el
uréter y los nervios tiene una orientación ventral; sin embargo, a medida que los riñones se
reubican (ascienden) también experimentan una rotación medial de casi 90°. Hacia la novena
semana los hilios tienen una orientación. Finalmente los riñones se localizan en el
retroperitoneo (por fuera del peritoneo), en la pared abdominal posterior.
Durante la etapa en que cambia la posición de los riñones, su vascularización procede de los
vasos que tienen más cerca. Inicialmente, las arterias renales son ramas de las arterias iliacas
comunes. Más adelante, los riñones reciben su vascularización a partir del extremo distal de la
aorta. Cuando se localizan en un nivel superior reciben nuevas ramas procedentes de la aorta.
Por regla general, las ramas caudales de los vasos renales se involucran y desaparecen. La
posición de los riñones se vuelve fija una vez que entran en contacto con las glándulas
suprarrenales durante la novena semana. Los riñones reciben la mayor parte de sus ramas
arteriales craneales a parir de la aorta abdominal; estas ramas se convierten en las arterias
renales permanentes. La arteria renal derecha es más larga y ocupa una posición más alta en
comparación con la arteria renal izquierda.

Función del riñón:


El riñón definitivo formado a partir del metanefros empieza a funcionar alrededor de la
semana doce. La orina es emitida hacia la cavidad amniótica y se mezcla con el líquido
amniótico.
Este líquido es deglutido por el feto y reciclado a través de los riñones. Durante la vida
intrauterina, los riñones no tienen a su cargo la excreción de productos de desecho, ya que ésta
es función de la placenta.

Origen la vejiga y la uretra:

Desarrollo de los uréteres:


Los uréteres que inicialmente eran evaginaciones de los conductos mesonéfricos (brote
ureteral), se aproximan con el desarrollo a la pared de la vejiga, terminan penetrando en la
misma de forma independiente a la de los conductos mesonéfricos.
El posterior ascenso de los riñones hace que la inserción de los uréteres en la misma suba
y se separen, quedando un tejido de forma triangular, de vértice inferior (conductos
mesonéfricos) y base superior (en cada vértice un uréter) que se denomina trígono vesical.

Desarrollo de la vejiga:
La porción más caudal del intestino posterior, que se continua con la alantoides, es
ligeramente dilatada y se denomina cloaca, esta dilatación hace que se aproxime al ectodermo,
entrando en contacto con él, quedando como separación entre el interior de la cloaca y exterior
una pequeña membrana llamada membrana cloacal. Entre la 4ta y la 7ma semana de vida
intrauterina, esta zona sufre importantes transformaciones. El mesodermo que se sitúa entre la
alantoides y el intestino posterior, crece caudalmente a través de la cloaca, formando el tabique
urorectal, contactando con la membrana cloacal, dividiendo a la cloaca en dos porciones, una
anterior o seno urogenital primitivo y otra posterior o conducto anorectal.
En el seno urogenital se distinguen tres porciones:
La porción superior es la más voluminosa y formara la vejiga, esta porción se continua
con el alantoides que terminará obliterándose quedando un cordón fibroso que une el vértice
de la vejiga con el ombligo que se denomina uraco (en el adulto es el ligamento umbilical
medio).
Una porción intermedia, estrecha, denominada porción pélvica del seno urogenital.
La porción más distal del mismo denominada seno urogenital definitivo, aislada del
exterior por la membrana urogenital.
Anomalías más comunes durante el desarrollo del sistema renal:
Agenesia renal unilateral y bilateral:
La agenesia (ausencia) renal unilateral se observa en aproximadamente 1 de cada 1.000 recién
nacidos. Los de sexo masculino están afectados con mayor frecuencia que los de sexo
femenino, y el riñón que presenta agenesia con una mayor incidencia es el izquierdo. No suele
causar sintomatología y habitualmente no se descubre durante la lactancia debido a que el otro
riñón experimenta a menudo una hipertrofia compensadora y lleva acabo la función del riñón
inexistente. Tiene lugar cuando no se desarrollan las yemas uretrales o bien los tallos de las
yemas de los uréteres se degeneran. La agenesia renal bilateral se asocia a oligohidramnios
(reducción de la cantidad de liquido amniótico) debido a que en estos casos la cantidad de
orina eliminada hacia la cavidad amniótica es escasa o nula. Este problema se observa en
alrededor de 1 de cada 3.000 recién nacidos y es incompatible con la vida posnatal.

Riñón pélvico: los riñones pélvicos y otras formas de ectopia se deben a la falta de ascenso de
los riñones. Los riñones pélvicos están muy próximos entre sí y generalmente se fusionan
dando lugar a un riñón discoide.

Riñón en herradura: en el 0,2 de la población se observa la fusión de los polos de los riñones,
generalmente de los polos inferiores. Así, aparece un gran riñón único y con forma de “U”
localizado en la región púbica, por delante de las vertebras lumbares inferiores. No es posible
el ascenso normal de los riñones fusionados debido a la presencia de la raíz de la arteria
mesentérica inferior, que lo impide. No suele causar sintomatología debido a que su sistema
colector se desarrolla normalmente ya que los uréteres alcanzan la vejiga.

Hidronefrosis:
Obstrucción de origen congénito del flujo urinario, situada en la unión pielouretral, más
frecuente en el varón. Puede ser una obstrucción unilateral o bilateral, de tipo completa o
parcial, sintomática o asintomática. La causa más frecuente es la estenosis de la región próxima
del uréter.

Riñón poliquístico: en la enfermedad renal poliquística autosómica recesiva, que se


diagnostica en el momento del nacimiento o bien durante la fase intrauterina mediante
ecografía, ambos riñones contienen numerosos quistes pequeños, y el paciente presenta
insuficiencia renal. La enfermedad renal displásica multiquística se debe a alteraciones
morfológicas durante el desarrollo del sistema renal. La evolución de la mayoría de los niños
con enfermedad renal displásica multiquística es generalmente buena debido a que la
enfermedad es unilateral en el 75% de los casos.

Duplicación de los uréteres: las duplicaciones de la parte abdominal del uréter y de la pelvis
renal son más frecuentes. Estos defectos se deben a la división incompleta del divertículo
metanéfrico da lugar a un riñón dividido con un uréter bifido. La división completa origina un
riñón doble con un uréter bifido o con uréteres separados.

Fistula vesiculoumbilical o uracal: Es muy infrecuente que el uraco mantenga la


permeabilidad en toda su longitud; esto da lugar a una fistula uracal que se acompaña de la
salida de orina a través del orificio umbilical.

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