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- AUTOESTIMA
Me amo a mí mismo
Los tesoros
Escriba una lista de 300 cosas por las que esté agradecido: 100 cosas que tiene,
100 cualidades que posee, y 100 cosas que ha hecho bien en su vida.
Perfil de autoestima
“Lo que soy es...” Escriba todas las cualidades, positivas y negativas, que se
atribuya. Subraye lo positivo. Lo “negativo” es lo que tiene usted que perdonarse,
o invertir injertando nuevos pensamientos.
Autoaprobación
Me merezco...
Escriba en una lista: “Me merezco tener (o ser)... y lo acepto ahora”. Escriba
cada merecimiento varias veces, prestando atención a lo que sucede en su cuerpo.
Pregúntese si se cree lo que dice o si, por el contrario, todavía se siente indigno.
2- PERDÓN
Partiendo del hecho de que, cuando recibimos una ofensa, en vez de culpar a la
otra persona por su conducta incorrecta, lo que tenemos que hacer es descubrir en
nosotros la causa de haber provocado esa situación, este ejercicio nos será muy útil
para descubrir los motivos que tuvo nuestra mente subconsciente para atraer esa
situación desagradable, “obligando” a la otra persona a desempeñar un papel que
nosotros necesitábamos para aprender de esa experiencia. Lo que la gente nos hace
es, con frecuencia, expresión de lo que nosotros le hemos pedido
inconscientemente.
Como las primeras personas a las que hemos de perdonar son nuestros padres,
por no haber respondido plenamente a todas nuestras expectativas y necesidades,
esta “dieta” deberá incluirlos:
La venganza
Cuando sienta que todo haya acabado, dé todo por terminado para siempre.
El escenario
Sintiendo compasión
El mejor antídoto contra la mayoría de las emociones negativas es la
compasión, entendida ésta como aquella forma de amor que consiste en ver cómo
es todo, en amar a alguien que aparentemente no es digno de amor, pero que se
hace acreedor a él cuando consideramos sus circunstancias, el marco general de su
vida. Cuando exculpamos a alguien, o a nosotros mismos, examinando aquellas
circunstancias que propiciaron el error, somos compasivos; cuando consideramos
que todos nosotros somos seres limitados, y que por tanto tenemos derecho a
equivocarnos y a fracasar, sentimos verdadera compasión. Ésta no ve los hechos
aislados e independientes, sino como parte de un todo. Supone interpretar nuestra
conducta y la ajena a la luz de una comprensión más amplia de la condición
humana, que acepta que los seres humanos, a pesar de nuestra buena voluntad,
tendemos a hacernos daño y a decepcionarnos mutuamente.
Esta práctica sirve para perdonar a otros y a nosotros mismos, para liberarnos
de rencores y culpas. Se trata de considerar la vida de usted, o la de alguien contra
la que guarda resentimiento, como un todo. Pregúntese, por ejemplo, cómo llegó la
otra persona a ser como es o como era; piense en la familia que tuvo, en su
infancia; véala como un ser humano corriente, confuso, capaz de cometer errores,
que lucha por la vida como lo hace usted; considere los problemas que tenía o que
tiene, sus conflictos, todo aquello que hizo que se comportara como se comportó;
tenga compasión por la incapacidad de la otra persona para encontrar la
alternativa de amor, piense que no supo encontrar ese camino, a pesar de sus
buenas intenciones; piense, en fin, que no hay personas malas, sino gente que se
equivoca.
Por último, aprecie las cualidades positivas de esa persona y que a usted le
agraden, y escriba una declaración general de perdón, incluyendo todos los
incidentes que perdona.
3.- CLARIFICACIÓN
Explorando la pseudorrealidad
Escriba los mensajes y admoniciones que recibió de sus padres sobre los
siguientes apartados: Amor, Sexo, Dinero, Trabajo, Dios, el Mundo y la Vida.
Redacte los mensajes en forma de frases admonitorias y directas. Por ejemplo. “Si
no eres bueno, Dios te castigará” (Dios); “Hay que sacrificarse por los seres
queridos” (Amor); “Ahorra para el mañana” (Dinero); “No dejes que nadie pase
por encima de ti” (Mundo-Vida)... Tenga en cuenta no sólo las frases literales que
le decían sus padres, sino todos aquellos mensajes subliminales que se le
transmitían por comunicaciones no verbales: conductas, gestos, tonos de voz...
En una segunda fase, encabece una página con el título: “Así era la
pseudorrealidad de mi casa”, y describa el sistema de creencias detectado con la
práctica anterior, redactándolo de manera que tenga usted un cuadro global y
coherente.
Para finalizar, encabece otra página con el título: “Así es mi realidad de hoy”,
y describa sus principales problemas, las zonas de mayor conflictividad y
frustración de su vida actual.
Clarificación (1)
http://www.dreamstime.com
Después, examine la lista y detecte las ideas negativas principales, las que más
se repiten. Resúmalas, agrupándolas según sus afinidades. Luego, partiendo de
estas ideas, escriba una lista de sus actitudes negativas respecto de usted mismo,
otras personas, el mundo y la vida en general, subrayando aquellas que tengan
mayor poder emocional sobre usted. En todo el proceso, esté alerta respecto a las
emociones que experimenta cuando se enfrenta a esas ideas negativas,
aceptándolas plenamente.
Al final, rompa y tire todas las listas, relájese y haga afirmaciones positivas
que substituyan a las creencias negativas que ha detectado.
Clarificación (2)
4.- CAMBIO
goodbye to romance ©http://princess-of-shadows.deviantart.com
El injerto
El problema
Seleccione un problema que desee suprimir. Escríbalo de la forma más sencilla
posible. Ahora, haga una introspección, y escriba: “La razón por la que creé este
problema es... ” y empiece a escribir todas las asociaciones que revele su mente.
Arrojar lo negativo
Apunte todos sus pensamientos negativos sobre el amor, la vida, su cuerpo, las
relaciones, el dinero... Haga asociaciones libres de ideas, y rellene cuantas páginas
sean necesarias. Cuando sienta que se ha descargado por completo, tírelas.
- Tome conciencia del esquema negativo, viéndolo como una opción que su
mente subconsciente eligió para conseguir algo en el pasado.
Haga una lista de todas las cosas del pasado que quiere soltar. ¿Está realmente
dispuesto a hacerlo? Fíjese en sus reacciones. ¿Qué tendrá que hacer para
desprenderse de esas cosas? ¿Qué nivel alcanza su resistencia a cambiar? Después,
relájese y dígase: “Estoy dispuesto a desprenderme. Aflojo mis resistencias, aflojo
toda tensión. Renuncio a todo miedo, a todo resentimiento. Me libero de toda
culpa, de toda tristeza... Renuncio a las viejas limitaciones. Me desprendo de todo
esto y estoy en paz: en paz conmigo mismo, en paz con la vida y el Universo. Estoy
a salvo y seguro”.
Los cambios
Haga una lista de las cosas que no le gusten de usted o de su vida actual.
Luego, deles la vuelta, expresándolas en forma de afirmaciones positivas. Ejemplo:
“Quiero mudarme de casa” se traduciría por: “Tengo una vivienda perfecta”.
5.- LA CULPA
Sussurros ©http://princess-of-
shadows.deviantart.com
Esta práctica consiste en hacer una lista de 100 cosas que piense haber hecho
para herir a los demás. Luego, haga otra lista con 100 cosas que crea que han
hecho los demás para herirle.
6.- EL MIEDO
Haga una lista de los hechos a los que verdaderamente tiene miedo, incluyendo
sólo los que teme activamente, y no los que sabe por medio del intelecto que
podrían tener consecuencias negativas para usted. Para cada uno de esos sucesos,
anote qué es de lo que desconfía en sí mismo o en el mundo para producirle este
miedo.
7.- ACEPTACIÓN
Free your mind ©http://tomislav-
moze.deviantart.com
Explore qué sucede en su cuerpo diciéndose varias veces: “Ahora me siento así
y así (describiendo sus sensaciones del momento) y lo acepto plenamente”. Una vez
detectadas las sensaciones corporales que le produce su miedo, concéntrese en una
respiración suave y profunda, a la vez que se relaja más y más. Siga contemplando
y sintiendo el miedo, permítale estar allí, en lugar de intentar desear que se
extinga. Dígase: “Ahora estoy explorando el mundo del miedo”.
Por último, puede incluso hablar con su miedo, invitándole a que le diga la
peor cosa imaginable que pueda ocurrir, de modo que usted pueda afrontarla y
también aceptarla (ésta es una estrategia que tiende a apartarlo
de fantasías atormentadoras e introducirlo en la realidad, mucho
más benévola). Pregúntele a su miedo cuándo y cómo comenzó, y
de qué está intentando protegerle. Finalmente, imagine cómo se
sentiría si no tuviera que combatir el miedo pensando, por
ejemplo: “Reconozco mi miedo y lo acepto... y ahora veamos si puedo recordar cómo
se siente mi cuerpo cuando no tengo miedo”.
Observando emociones
Puede ser útil hacernos preguntas tales como: “¿Cómo me siento ahora
mismo?”, u otras parecidas. Cuando aparezca una emoción, ésta debe ser aceptada
como tal y observada con despego y desapasionamiento, exactamente como si
estuviéramos observando un fenómeno corporal como nuestra respiración, por
ejemplo. La emoción, al igual que el pensamiento, se desarrolla a través de un
proceso de nacimiento, mantenimiento y muerte. Observemos este proceso sin
identificarnos con él.